Francia; La Cuna de la Libertad Bajo Ataque

August 22, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Pobreza Empleo Politica Social Economia Regional
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Descripción

Francia; La Cuna de la Libertad Bajo Ataque
"Con la rebelión, nace la conciencia"
Albert Camus

Fernando Álvarez Simán*
¿Es esto Charlie Hebdo? es la pregunta que hicieron tres jóvenes al llegar a una dirección que rápidamente se dieron cuenta era la equivocada; preguntaron por la correcta y al llegar a ella abrieron fuego con armas automáticas de alto poder. Eran las 11:30 de la mañana del siete de enero y el saldo del ataque fue de doce personas fallecidas; entre ellas dos policías y otras once heridas. Lo que vino después fueron tres días de pesadilla en donde se movilizaron 88 mil efectivos policiacos, se identificaron tres sospechosos, se elevó el estado de alerta al máximo posible, hubo un saldo final mortal de 20 personas fallecidas, entre víctimas, sospechosos y rehenes y además se registraron catorce heridos.

Pero este atentado no sucedió en un país del tercer mundo, en una nación en guerra contra otra o con guerra civil. El trágico suceso se efectúo en París; Francia y ha provocado la indignación de la sociedad gala, consternación internacional y una gran solidaridad mundial con los franceses y con la libertad de expresión. En el fondo, el atentado es resultado del choque cultural que tiene occidente y una rama minoritaria de la religión musulmana que tiene tres aspectos fundamentales; primero la libertad de expresión enarbolada por quienes realizan el oficio periodístico; segundo, el hecho de que una minoría radical y armada no acepte las críticas y tercero; que Francia es el país de Europa donde existe más población nativa que abraza el islam como religión.

De esa manera, los hermanos Cherif y Said Kouachi de 32 y 34 años respectivamente; fueron rápidamente identificados como los principales sospechosos del atentado efectuado el miércoles siete de enero. Ese día antes del mediodía, los hermanos y otro acompañante ingresaron a la sala de juntas del semanario Charlie Hebdo, mientras el equipo de redacción afinaba los detalles para la acostumbrada edición semanal. Mientras entraban al edificio, los hermanos asesinaron a un trabajador de mantenimiento, luego a siete periodistas entre ellos el director de la revista y seis caricaturistas, además de un invitado de los editores, un policía y un transeúnte. Otro elemento policiaco también cayó mientras los hermanos huían de la escena del crimen.

Rápidamente la policía movilizó a 88 mil elementos policiacos que siguieron el rastro de la huida de los hermanos ya que en ella, chocaron contra un poste de la calle pero Said; el hermano mayor, en la confusión del choque olvidó su tarjeta de identidad lo que permitió a la policía tener la primer pista sobre quieren eran los atacantes a pesar de que para perpetrarlo se habían tapado el rostro. Sin embargo, el choque no les impidió continuar con la huida puesto que asaltaron al conductor de otro coche, lo despojaron de él y escaparon a toda velocidad. Varias personas fueron detenidas por la policía francesa buscando pistas en relación con el ataque durante la persecución de los dos sospechosos principales. Pero el tercer sospechoso fue identificado en un primer momento por la policía y se entregó a ella.

El blanco del ataque, el semanario Charlie Hebdo

De acuerdo con la descripción que hacen del semanario sus propios editorialistas, este refleja "todos los componentes del pluralismo de la izquierda". Charlie Hebdo publica cada miércoles desde 1961 con una interrupción en 1981, pero aparecido nuevamente desde 1992; dibujos animados, chistes gráficos y hace eco de cualquier polémica surgida en Francia. Los especialistas en medios franceses describen al semanario como una publicación influyente que trata temas contra el racismo, que critica a la extrema derecha, que hace gala del arraigado laicismo en Francia criticando tanto al catolicismo, como al judaísmo y al islam. Además sus colaboradores se especializan en temas de política y cultura que junto con los dibujos y los comics publicados, rescataban la tradicional e histórica prensa satírica francesa.

Su nombre resulta de la palabra Charlie para hacer referencia y caricaturizar a Charles de Gaulle el presidente y héroe de la resistencia francesa en la II Guerra Mundial, comparándolo con Charlie Brown el popular personaje del cómic Peanuts y de la palabra hebdomadaire, que significa semanario. Pero el semanario no es la primera vez que sufre un atentado de grupos religiosos extremistas, por lo menos en una ocasión anterior lo había experimentado, aunque sin víctimas fatales.

Ese atentado se llevó a cabo en la madrugada del 2 de noviembre del 2011, días después que el semanario publicara una edición especial titulada "Charia Hebdo", haciendo un juego de palabras con el nombre de la revista y la palabra "Sharia" que es el tratado o ley islámica que regula los asuntos religiosos en temas como las relaciones sexuales, la higiene, la dieta, la oración, el ayuno y otros temas más generales.

Pero además en el tono satírico e irreverente de la revista, se leía que el editor en jefe era el profeta Mahoma y la imagen de portada respondía a un musulmán comentando "100 latigazos si no te mueres de la risa!". La represalia consistió en una bomba casera que estalló en la puerta de las instalaciones de la publicación y el hackeo de su sitio web. Pronto, los dirigentes musulmanes franceses calificaron el atentado de ser realizado por gente estúpida que no sabe lo que es el islam, que traicionan su propia religión y manifestaron no estar de acuerdo en el tono de la broma, pero que reprobaban todo auto de violencia.

El segundo llamado de atención, aunque no violento; ocurrió en septiembre del 2012, cuando el semanario publicó una serie de caricaturas satíricas de Mahoma. Ante ello el gobierno francés decidió enviar a la policía a cuidar las instalaciones de la revista, previendo posibles ataques; pero ante un contexto internacional de ataques a embajadas americanas que se dieron ese año en el Medio Oriente; el gobierno francés que recalcó su respeto a la libertad de expresión, preguntó públicamente a los editores del diario ¿Es realmente de gente sensata o inteligente verter aceite sobre el fuego?, pero estos contestaron que hacen caricaturas de todos, sobre todo, todas las semanas y cuando lo hacen sobre el Profeta, a eso le llaman provocación.

Las reacciones internacionales y del gobierno francés

En la persecución que se ubicó a los presuntos responsables en ciudades cercanas a París, se cerraron dos pistas del Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle por el temor a los disparos, se desplegaron fuerzas especiales de la policía militarizada y de la policía y la búsqueda se extendió a Estrasburgo y Reims. Al final los hermanos Kouachi capturaron un rehén quien salió ileso, pero el asedio contra los sospechosos se prolongó nueve horas hasta que este llegó a su fin cuando los hermanos salieron disparando del edificio donde estaban rodeados y fue en ese momento que fueron abatidos por la policía.

Pero en el ataque, los hermanos Koauchi y su acompañante abatieron a los caricaturistas Charb, Cabu, Honoré, Tignous y Wolinski; algunos de los más importantes de Francia, pero los trabajadores sobrevivientes han anunciado ya que la publicación no cerraría sus puertas. Incluso adelantaron que la edición correspondiente a la semana próxima verá la luz; con la única diferencia en que la tirada de ejemplares será gratis aunque con menos páginas y constará de un millón de ejemplares, cuando el tiraje habitual es de 60 mil ejemplares. También el gobierno galo otorgó rápidamente un subsidio único de un millón de euros a la revista, que recibió además el donativo de dos fundaciones también francesas, sumando 350 mil euros más.

Pero si el ataque desató tres días de pánico en París, el apoyo del gremio periodístico francés al diario no se hizo esperar e incluso, para hoy domingo se ha convocado a una multitudinaria marcha en la ciudad luz a la que el propio presidente François Hollande ha confirmado que asistirá e informó también que envió invitaciones a los dirigentes europeos, entre ellos el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel. Hollande también ha pedido en un mensaje a la nación, que todos los franceses se unan a la marcha dominical para defender "los valores de la democracia, de la libertad y del pluralismo".

Pero ayer sábado, por lo menos 200 mil franceses marcharon en silencio por las calles de Toulouse, Orléans, Niza, Nantes, Lille, entre otras ciudades; siendo las más numerosas en los últimos cuarenta años. Además el emblemático símbolo parisino de la Torre Eiffel apagó sus luces en muestra de luto, la no menos legendaria Catedral de Notre Dame hizo sonar sus campanas y la comunidad internacional expresó y continúa expresando su duelo en las embajadas y consulados franceses del mundo. Además funcionarios del propio gobierno americano dieron a conocer que los dos hermanos acusados del atentado, estaban en las listas de terroristas que maneja Washington, que tenían prohibido viajar hacia Estados Unidos y que tenían conocimiento que por lo menos Said, el mayor; había recibido entrenamiento militar en Yemen en el año de 2011.

Je suis Charlie (Yo soy Charlie) y las razones de fondo del atentado

La prensa internacional, sobre todos los dibujantes y cartonistas han dedicado estos días a mostrar con sus dibujos la solidaridad con las víctimas; prácticamente no ha habido periódico, revista o semanario francés ni medio de comunicación en el mundo que no haya hecho patente su solidaridad en sus páginas. Los propios franceses han hecho suya la campaña "Je suis Charlie" en redes sociales, con estampados en playeras, cartelones o cualquier otro medio posible.
Pero si el ataque al semanario provocó la indignación internacional y fue también un impulso al reconocimiento de la libertad de expresión, el ataque también incrementó la preocupación internacional que generan los grupos yihadistas y que son considerados como una verdadera amenaza por las autoridades de los países occidentales. En Francia, particularmente a pesar de su reconocido laicismo, desde la década de los años 60´s, la población musulmana ha ido creciendo, hoy esa población superado los cinco millones y son franceses de segunda o tercera generación que se sienten y son percibidos por la extrema derecha como extranjeros.

Por ello, Estados Unidos ha elevado el nivel de alerta internacional contra los ataques terroristas, esto de manera concordante con supuestas amenazas de grupos extremistas que sugieren un incremento de los ataques terroristas. También Francia tras el ataque, elevó su alerta terrorista a su nivel más alto y desplegó soldados en París para el sistema de transporte público, las oficinas de medios de comunicación, los lugares de culto y la Torre Eiffel. Bélgica, España, Holanda, Gran Bretaña, entre otras naciones han realizado ya lo mismo.

Varios elementos explican el atentado al Charlie Hebdo, entre ellos el elevado uso de la sátira política de la revista que molestó a grupos extremistas islámicos, aunque habría que acotar que esa misma irreverencia ha sido usada por la revista contra otros grupos religiosos, el cóctel de razones que llevaron al atentando se acentúa cuando se observa que en Francia existe la población musulmana más numerosa de Europa y que esta comunidad, a diferencia de la de otras partes del mundo; no está tan integrada socialmente al resto de las comunidades. Por otro lado y por esa falta de integración social, a pesar de ser franceses o europeos de segunda o tercera generación, los integrantes de los grupos extremistas mantienen algún tipo de lazo con los grupos terroristas, ya sea afectivo o económico. Por ejemplo, los combatientes extranjeros del Estado Islámico y del Levante son en su mayoría europeos.

En realidad, a pesar de que a quienes profesan el islam les indigna las representaciones caricaturizadas del profeta Mahoma, la inmensa mayoría ha afirmado que el mismo profeta repudiaba la violencia y que cuando era criticado, no reaccionaba ni fomentaba entre sus seguidores la violencia. El asunto es el choque cultural de los extremistas que poco entienden de que en una sociedad armoniosa, la libertad de expresión es condición básica para la convivencia. Los acontecimientos trágicos si han dejado una lección positiva, es que una vez más con ayuda de las redes sociales, la población mundial se une en una causa noble y que la libertad de expresión es inevitable y reversible, corresponderá a todos los gobiernos nacionales garantizar que así suceda. El extremismo internacional por su parte seguramente ya no intentará concretar objetivos a gran escala, sino acciones rápidas y numerosas. El remedio es la tolerancia y el respeto al diferente, Francia seguramente saldrá fortalecida.

*Docente Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas



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