Fragmentos perdidos del Boom - LEER Diciembre-enero 2015 N. 267

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FRAGMENTOS PERDIDOS DEL 'BOOM' El fenómeno literario y editorial protagonizado en los 60 y 70 por los Cortázar, Fuentes, García Márquez, Vargas Llosa y otros satélites de libre designación ensombreció la existencia y la obra de numerosos autores de calidad equiparable pero de reconocimiento desigual. Muchos de ellos están siendo hoy recuperados. A. S. M ..

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De Gabo a Mario: La esirpe del boom (Verbum, 2015). Ángel Esteban y Ana Gallego Cuiñas recogen dos célebres frases acerca de quién estaba invitado y quién quedaba fuera de la fiesta (vip) del boom. Una, la de Eduardo Mallea José Donoso: "Si se acepta lo de las categorías. cuatro nombres componen para el público el gratín del famoso boom, el cogollito, y como supuestos capos de la mafia eran y siguen siendo los más exageradamente alabados y los más exageradamente criticados: Julio Cortázar, Elena Garro Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa'.' La otra es la célebre respuesta que dio Carlos Barral sobre quién formaba el grupo: " Bueno, pienso claramente en Cortázar, pienso en Vargas Llosa. pienso en García Márquez. p1enso en Fuentes pienso en Donoso: los demás Miguel Donoso serían de segunda fila ¿no?'.' El boom tiene forma de pirám ide. con un pequeño pico formado por unos cuantos escritores, un nivel intermedio con los protegidos

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por la élite y una base sustentada en el olvido. Lo cuenta Ángel Rama en su ensayo La críttca de la cultura en América Latina (Fundacion Bibli01eca Ayacucho): "Teniendo en cuenta estos textos puede hacerse comprensible que yo haya satirizado al boom definiéndolo como el club más exclusivista que haya conocido la histona cu ltura l de América Latina; un club que t1ende a aferrarse al principio intangible de sólo cinco sillones y ni uno más para salvaguardar su vocación elitista: De ello, cuatro son, como en las Academias. en propiedad: los correspondientes a Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. El quinto queda libre pa ra su otorgamiento; lo han recibido desde Carpentier a Donoso, desde Lezama Lima a Guimaráes Rosa'.' Para Rama, la "jibarización" de la literatura latinoamericana que supuso el boom "atenta cont ra ella y la pervierte'.' Dejó fuera a esc ritores con tanto o más talento -empezando por Borges- que los que conformaron un movimiento que no ha dejado de estar envuelto en la polémica por lo desigual de sus propuestas, su elitismo exclusivista y su marchamo de operación mercantil. Muchos de ellos están siendo ahora reeditados, como si hubiesen tenido que esperar el final del sonido atronador del boom para emerger de la oscuridad y el silencio. Literatura subterránea En el marco de la presentación de la edición de sus Cuentos Completos (Fondo de Cultura Económica) el

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pasado año, acto al que el escritor ecuatoriano M iguel Donoso Pareja, ya gravemente enfermo, no pudo asistir, Juan Villoro glosaba así su talento: "Conoce las estrictas reglas en que se funda y escribe para transgredirlas, sobre todo pa ra llevar su vida al plano del cuento, para mostrarnos que cua lquier reflexión, por pequeña que sea: la lectura de una cita literaria, la visita de una biblioteca, el regreso a un lugar que produce un recuerdo. la entrada a un hotel donde se registra un huésped .. cualquier situación mínima puede potenciarse como cuento'.' Fallecido el pasado abril, la editorial Mar Abierto publicó ta mbién en 2014 Obras Completas, un compendio de su punzante obra ensayíst ica . "Hay rescates tardíos de escritores olvidados en los países de Latinoamérica·; decía Donoso Pareja a la filóloga Marisa Martínez Pérsico, "como Arlt en Argentina, Felisberto Hernández en Uruguay, Martín Adán en Perú. Garmendia en Venezuela, Owen en México o Palacio en Ecuador. A esa literatura la sumergieron realmente: la izquierda sectaria no le dio paso. Nelson Osorio la llama 'literatura subterránea' pero considero que ese adjetivo se confunde con underground, así que yo prefiero llamarla sumergida, me parece más preciso'.' Pe ro pasa que a veces los m uertos hablan más que los v1vos. y por muy hondo que el canon cavara la tumba del olvido, una plétora de escritores emerge de la nada con redoblado vigor para recordarnos lo ominoso de esta amnesia, lo equivocado de ignorar una propuestas literarias que ayudan a leer el presente mejor que obras ta n pontif icadas

como mal enve¡ecidas. El caso de Daniel Moyana es paradigmático. Discípulo de Kafka. Pavese. Rulfo y Bioy Casares ... Moya no aprendió del primero'; escribe Roa Bastos en el prólogo a La lombnz. "que el tema de una narración profunda es de raíz metafísica y que la única manera de trascender lo anecdótico es dotándolo de una significación alegórica·: Moyana procede por "excavación y no por acumulación, por la creación de atmósferas. de cierto clima espiritual y mental, más que por el abigarrado tratamiento de la anécdota': Como en Kafka. los protagonistas de Moyana no pueden sobre su propio destino, algo que pa ra el autor era reflejo de la época que le tocó vivir. "No me he evadido de la realidad sino que he tocado fondo en ella ·: decía el autor. torturado por la dictadura de Videla y exiliado en España. Intervenir el canon Eduardo Mallea f ue reivindicado repetidas veces por Julián Marias, quien lo ponderaba así tras su muerte en 1982: "Precisamente cuando se inicia la moda de la literatu ra hispanoamericana - y especialmente de la novela- entra en la zona de silencio el que ha sido probablemente el más grande novelista de América del Sur': Marias también deruncia el "sistema de

Por muy hondo que el canon cavara la tumba del olvido, una plétora de escritores emerge ahora de la nada con redoblado vigor

Úslar Pietri, personalmente, lo tengo como el caso más sangrante': Las razones del éxito y del fracaso sue len ser variadas y hasta azarosas. en el caso del olvido de Mallea, autor de una obra trágica de honda penetración psicológica como Todo verdor perecerá (Cátedra, 2000), Héctor Libertella Marias lo achaca a que fue a contrapelo de la tendencia al ombliguismo que el siglo XXI está llevando hasta el límite: "Nunca se preocupó demasiado de buscar su puesto en una lista, de promocionarse: le bastaba con escribir': El colombiano Santiago Gamboa reivindicaba en 2013 en el El espectador a Sergio Pito! y a Rybeiro: "Hay una literatura de autores flacos y nerviosos, de tímidos y soli- Juan José Saer tarios fumadores que deambulan de aquí para allá, y que suele tener algunos rasgos propios, como la observación implacable de caracteres humanos, la descripción minuciosa de ciertas atmósferas, las intuiciones geniales a partir de c1ertas imágenes urbanas, como la Lima de los años cuarenta en Cambio de guardia de R1beyro, o el miSterioso y casi malvado edificio Osvaldo Lamborghini del DF en El desfile del amor, de Pitol". Según Gamboa, la literatura de ambos permaneció firme frente a los gustos cambiantes del boom: "tanto los libros de Ribeyro como los de Pitol comenzaron a circular cada vez con mayor fuerza hasta convertirse en lo que ya son hoy: más que autores de culto (que lo fueron). verdaderos maestros de jóvenes escritores y lectores lat inoamericanos·: Recientemente, Andrés Caicedo la editorial Renacimiento publicó El flaco el escribidor, un ensayo donde el crítico español Ángel Esteban escudriña la amistad entre Ribeyro y Vargas Llosa. El universo del boom se expande y se contrae, hoy a más velocidad que ayer • gracias al riesgoso trabajo de rescate de editoriales independientes y a iniciativas visibilizadoras como la llevada a cabo por Random House con su Mapa de las

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castas" del boom: "Cuando se habla de la nueva literatura hispanoamericana surgen automáticamente unos cuantos nombres, siempre los mismos, acompañados de t res o cuatro más que pueden aparecer o no"; y se omiten "algunos de los más valiosos escritores del cont inente: el caso del venezolano

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Lenguas. Este proyecto ha lanzado recientemente a través de su sello Alfaguara ¡Que viva la música!, la obra por la que más se recuerda al colombiano Andrés Caicedo, visto por Alberto Fuguet como "el eslabón perdido del boom. Y el enemigo número uno de Macando': "En esta era de twitter y iPhones, chats y Skype, WhatsApp y Youtube'; señala el chileno, "Caicedo parece el autor natural para narrar esta nueva generación: gente conectada y desconectada, con una sobredosis de información pero con emociones que no entienden del todo o que no pueden controlar·: Una obra de belleza exuberante en la que el autor predice su destino de supernova literaria. Caicedo se suicidaría a los 25 años. el mismo día que recibió la primera copia impresa del libro. Frutos extraños Como el caleño, el argentino Néstor Sánchez constituye otro renovado objeto de culto. Su prosa poética de impronta cortazariana, muy admirada por el autor de Rayuela, fue rescatada por RBA en el año 2012 en un volumen que reúne dos de sus obras más destacadas, Nosotros dos y Siberia blues. La cineasta Matilde Michanié ha plasmado recientemente en el documental Se acabó la épica (2015) la cont radictoria obra de este escritor lumpen que bailaba tango y amaba el jazz, además de profesar el Cuarto Camino. la doctrina esotérica del mfstico George Gurdj ieff. En el embudo del boom no tuvieron cabida propuestas tan laterales como la de Sánchez o la de su compatriota Héctor Libertella . Ariel ldez desgrana en El efecto Liberte/la su entrevista - la última que concedió- con este autor de culto que promovía desde su revista Literal .. atentar contra la función com unicativa del lenguaje, algo

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En portada que se emparentaba con su propio proyecto de escritura. que apunta menos a comunicar que a t rasmitir.

({La historia de la literatura va dando lugares. Con el tiempo se empieza a despejar el panorama y quedan sólo los buenos ", dejó dicho Saer o como él mismo me diría tiempo después: Escribir para no decir. Ahí

está el punto. Escribir para no ser político. no decir ni sí o no. Escribir para no ser aforístico. escribir para no darle ningún signo de sentido a la cosa'.' En el alabado Mi libro enterrado, de 2013, su hijo Mauro aborda la compleja relación que tuvo con el autor de Diario de la rabia (Beatriz Viterbo. 2006}.

Las deudas del 'boom' La ambigüedad Libertella lo emparenta con otro de los Daniel Moyano más destacados outsiders del boom, su compatriota y coetáneo Juan José Saer. para quien escribir "es sondear y reunir briznas o astillas de experiencia y de memoria para armar una imagen'.' En el caso del santafesino. la deuda editorial está próxima a ser saldada. El Aleph editó en 2012 dos gruesos volúmenes. uno con sus Cuentos Completos. donde Néstor Sánchez se reúnen los relatos que publ icó el autor a lo largo de 43 años de traba¡o literario. y en otro las tres primeras novelas del autor. La nueva editorial Rayo Verde ha ido recuperando recientemente La pesquisa. El entenado, Nadie nada nunca y Glosa. El último libro sobre el universo saeriano lo firma Ricardo Piglia. Por un relato futuro (Anagrama) se compone de cinco diálogos que, entre 1987 y 1999, mantuvieron los dos amigos sobre cuestiones literarias: la herencia de Borges dentro y fuera de Argentina; cómo escnb1r después de que Joyce, Proust o Kafka o cómo pensar el compromiso político sin caer en el panfleto.

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"Es la v1sión del centro literario'.' le dice Saer a Piglia, "lo que hace que ciertos escritores parezcan en determinado momento marginales. No se trata d~ cambiar una gloria por otra. Simplemente la historia de la literatura va dando lugares. Con el tiempo se empieza a despejar el panorama y quedan sólo los buenos '.' La literatura como continua "glosa" que pone a cada cual en su lugar. La extraña y salvaje obra de Osvaldo Lamborghini también está obteniendo su justo. aunque tardío, reconocimiento . En este caso. las reedición de sus cuentos y novelas al cuidado de César Aira para Literatura Random House y de El fiord el pasado año a cargo de Ediciones Sin Fin vino acompañada de la celebración de una exposición sobre su obra plástica en el M acba de Barcelona, la ciudad donde el argentino esc ribió la mayor parte de s u tan breve com o intensa obra. El autor que sa lía a la cal le con El fiord como quien llevara un arma. poseía para Alan Pauls, uno de los com isarios de la muestra, "la radicalidad de un estilo inigualable. quizás el más virtuoso y cruel que haya dado la literatura en español en mucho tiempo'.'

¿Dónde estaban ellas? Pero han sido las mujeres. como suele pasar en la historia de la literatura, las grandes olvidadas. Helena Araú¡o se pregunta en un artículo de 1983 si alguna escritora llegó a beneficiarse con el famoso boom.

Alberto Fuguet califica al colombiano Andrés Caicedo como "el eslabón p erdido del 'boom 'y enemigo número uno de Macando"

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Su respuesta era, claro, negativa. Araújo destacaba las voces silenciadas de escritoras como Rosario

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Castellanos. Elena Poniatowska o Elena Garro. quien "cuatro años antes de la publicación de Cien años de soledad había editado ya una novela mágico-realista, Los recuerdos del porvenir.' La editorial Los libros del silencio editó en 2009 su obra maestra Oficio de tinieblas. sobre la rebelión maya contra los terratenientes blancos de la región de Chiapas. El sello Renacimiento hizo lo propio en 2011 con Juegos de inteligencia. una antología de su poesía. hasta entonces inédita en España. Son muchos los injustamente olvidados por el boom. los que desarrollaron sus carreras partiendo desde una línea de salida situada más atrás. Esto. si n ser fácil, no puede ser sin pecado una excusa. Lo escribía la malograda Alejandra Pizarnik, cuya obra también está siendo objeto de revisión con la reciente edición definitiva de sus Diarios (Lumen) y una versión ilust rada bella mente por Santiago Caruso de La condesa sangnenta (Libros del Zorro Rojo). "Aunque ser m ujer no me impide escribir'.' escribía la poeta. " creo que vale la pena partir de una lucidez exasperada. De este modo. afirmo que haber nacido mujer es una desgracia. como lo es ser judío. ser pobre, ser negro, ser homosexual, ser poeta, ser argentino. etc. Claro es que lo importante es aquello que hacemos con nuestras desgracias ·: Sí, el boom fue una operación comercial. el canon lo formaban m uy pocos escritores disímiles entre sí. Con todo. cabe afirmar que. salvo excepciones. de ella se be neficiaron no solo sus integrantes, sino también los excluidos de la explosión, cuya literatura obedecería más a la definición de im plosión. un romperse hacia dentro con un estruendo sordo pero constante. El parricidio cometido por Bolaño ha operado en dos direcciones; no solo ha dejado claro que hay vida después del boom; también ha tenido un efecto retroactivo. El nuevo espacio propiciado por Bolaño -con Aira. Pauls. Sada, Villoro o Neuman- ha facilitado la tarea de ooner en el lugar que merecen las obras de los escritores que durante los años de esplendor del fenómeno literario desarrollaron s u carrera sin más laureles que los del convencim iento de estar creando una literatura auténtica. @

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