TLÁLOC ¿QUÉ? Boletín del Seminario de
Año 5
N° 19
Julio-Septiembre 2015
2
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO José Narro Robles
Las opiniones expresadas en Tláloc ¿Qué? Boletín del
Rector
Seminario El Emblema de Tláloc en Mesoamérica son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Estela Morales Campos
Tláloc ¿Qué? Boletín del Seminario El Emblema de Tla-
Coordinadora de Humanidades
loc en Mesoamérica es una publicación trimestral del Proyecto PAPIIT: IN401614, Entidades Acuáticas en
Renato González Mello
América: Las Primeras sociedades, del Instituto de In-
Director del Instituto de Investigaciones Estéticas
vestigaciones Estéticas de La Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito Mario de la Cueva s/n,
María Elena Ruiz Gallut
Ciudad Universitaria, C.P. 04510, México D.F. Tel. 5622
Titular del proyecto
-7547 Fax. 5665-4740.
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María Elena Ruiz Gallut América Malbrán Porto Enrique Méndez Torres Editores América Malbrán Porto Diseño editorial
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del título, Dirección General de Derechos de Autor,
Jorge Angulo Villaseñor
Secretaría de Educación Pública, número
Marie-Areti Hers
( en
trámite ) . Certificados de licitud de título y de con-
Alejandro Villalobos
tenido, Comisión Certificadora de Publicaciones y
Patrick Johansson K.
Revistas Ilustradas, Secretaría de Gobernación, números, ( en trámite ) , ISSN ( en trámite ) .
Portada y viñetas: Lámina 1, Códice Laud .
3
CONTENIDO
p. 5
Presentación Tláloc en el Códice Laud Ofelia Márquez Huitzil
p. 6
Formación de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Historia de su proceso académico y desarrollo socio-político en el tiempo Jorge Angulo Villaseñor
p.32
Muye, el Tláloc otomí en los códices ¿Qué papel juega en las veintenas? Geraldine Patrick Encina
p. 48
Sesiones del Seminario
p. 77
4
FORMACIÓN DE LA ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Historia de su proceso académico y desarrollo socio-político en el tiempo* Jorge Angulo Villaseñor 1
D
esde el principio de la conquista hispana hubo quienes se interesaron por conocer y registrar la historia de nuestra cultura. En forma análoga, esta recopilación de datos reúne el interés de los estudios que en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)
se impartían e imparten todavía, centrados en el conocimiento de las culturas prehispánicas y de las formas de vida que los mexicanos hemos tenido en el pasado, así como en el potencial que el futuro le depara al país que solo es una parte de todas las naciones del mundo. Sin remontarnos a referencias escritas sobre los remanentes arqueológicos, ni a las observaciones de carácter antropológico anteriores al siglo XIX (por valiosas que sean), en este espacio solo incluyo el nombre de algunos descubridores que en el siglo XIX abrieron camino a las investigaciones histórico-antropológicas dentro del Nuevo Mundo. Entre ellos se menciona a Alexander Von Humbolt (1803), Karl Nebel (1830), Calderón de la Barca (1839), John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood (1852), Karl Lumholtz (1890) y otros que despertaron inquietud y curiosidad por el conocimiento de aquellas “exóticas culturas” que, hasta aquel entonces, eran consideradas como bárbaras o inferiores por la pequeña elite criolla que dominaba el país. La difusión de esas reseñas atrajo una extensa ola de investigadores que con fondos propios o institucionales recopilaron una variedad de datos etnológicos, mientras adquirían y documentaban diversos materiales arqueológicos y han servido de base para estimular nuevas pesquisas que buscaban comprender varios de los aspectos olvidados o ignorados de nuestras culturas, hoy en proceso de extinción. A finales del siglo XIX mexicanos y criollos, de la clase acomodada, que estudiaban en Europa o en Estados Unidos, siguieron la trayectoria académica establecida por los cánones extranjeros que básicamente exploraban los sitios monumentales del área maya y otros de Tierra Adentro. Muchos de estos investigadores comenzaron a revaluar el conocimiento y los conceptos ético-filosóficos que
* Este trabajo fue presentado como ponencia en la celebración del 75º aniversario de la ENAH. 1. Investigador emérito, Dirección de Estudios Arqueológicos, Instituto Nacional de Antropología e Historia. 32
dieran base al amplio desarrollo de las culturas prehispánicas y profundizaron sus investigaciones en las diversas lenguas y demás aspectos de lo que llamamos Antropología, tratando de recobrar los valores que los grupos sometidos por los conquistadores habían vejado y los colonialistas seguían explotando. Entre estos sabios se cuenta con Orozco y Berra, del Paso y Troncoso, García Cubas, Alfredo Chavero, Antonio Peñafiel, Nicolás León, Plancarte y Navarrete, así como el controvertido Leopoldo Batres y otros más a quienes no les importaba que sus compatriotas o gente de alta alcurnia los criticaran o despreciaran por su interés académico. A muchos de estos verdaderos escolares y otros más no enlistados, se debe que a partir de la Reforma de Benito Juárez se iniciara el interés por el conocimiento y la protección de los “intrigantes” remanentes arquitectónicos, escultóricos y de los objetos cerámicos y de Fig.1. Anales del Museo Nacional de Arqueo-
lítica monumental dejados por las culturas indí-
logía, Historia y Etnografía, Vol. 1 1922 .
genas. Gracias a una lenta recuperación de carácter indigenista que se desarrolló después de la Independencia de México, se establece el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, en donde tardíamente el Departamento de Monumentos de la Secretaría de Educación Pública publica los primeros Anales impulsados por Justo Sierra, hacia 1909 (Fig.1). 33
Durante el Porfiriato las investigaciones académicas efectuadas por mexicanos crecieron con una desigual competencia económica en relación con las extranjeras, y durante los últimos años de esa dictadura y poco antes de que estallara la Revolución se gestó la fundación de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americana (1911), dirigida por Edward Seler, Franz Boas, Alfred Kroeber, Alfred Tozzer y otros antropólogos mexicanos como Manuel Gamio, quienes desplegaron el conocimiento en todas las ramas de la Antropología. Aunque la Escuela no duró mucho tiempo, se encontraron proposiciones más viables para el desarrollo de la gran diversidad cultural que se observaba en las diversas ramas de la Antropología con carácter nacional. Sin haberse formado oficialmente el INAH, la Secretaría de Agricultura y Fomento Industrial se hizo cargo de las investigaciones antropológicas donde el Dr. Manuel Gamio realizó uno de los proyectos más completos de la antropología integral o interdisciplinaria en 1916, como Fig.2. Portada de la edición de Forjando Patria de Manuel Gamio
lo expresa en su libro Forjando Patria (1916) (Fig.2). Nunca he podido entender como Manuel Gamio consiguió fondos suficientes y el personal calificado para realizar ese multidisciplinario proyecto de La Población del Valle de Teotihuacan (1922), durante plena época de la Revolución Mexicana (1917-20) (Fig.3). 34
vantó una ola de rendición nacionalista en la pintura, la música y todas las artes. Durante los largos altos y bajos por los que pasó la consolidación del gobierno posrevolucionario, los trabajos de Arqueología eran encomendados a historiadores que laboraban en distintas dependencias del Gobierno como ocurrió con Eulalia Guzmán, quien trabajando en la Secretaría de Agricultura y Fomento Industrial en 1932, fue enviada a registrar los relieves del Cerro de la Cantera, Chalcatzingo, cerca de Jonacatepec Morelos, encontrando relieves similares a los de La Venta Tabasco (Guzmán, 1934). Al mismo tiempo el Dr. Alfonso Caso despertó una gran atracción por la arqueología, a conseFig.3. La Población del Valle de Teotihuacan.
cuencia de sus exploraciones en Monte Albán Oaxaca (Caso, 1969), que fueron básicas para
Patrocinadas por el American Museum of Na-
estimular un nuevo interés que habían queda-
tional History, George and Susanneh Vaillant
do latente entre una clase media que se recu-
en la década de los treintas, efectuaron varias
peraba de los difíciles años del conflicto revolu-
exploraciones en la Cuenca del ex lago de
cionario (Fig.4).
México y en las inmediaciones de Cuernavaca,
Poco antes de que expropiara el petróleo, el
encontrando restos de culturas del Preclásico
Presidente Lázaro Cárdenas funda el Instituto
(Valliant y Valliant, 1934).
Politécnico Nacional en el viejo Casco de San-
Mientras que Miguel Othón de Mendizábal
to Tomás (1937), donde se inició lo que se
(1946) y otros investigadores promueven el in-
podría decir, una incipiente Escuela de Antro-
terés y respeto antropológicos por las poblacio-
pología como parte complementaria de la Es-
nes indígenas y se gesta un ambiente de uni-
cuela de Ciencias Biológicas que se llevaba en
dad y observancia digna a las antiguas tradi-
el mismo Poli (1939). Es lógico que como otra
ciones culturales de los grupos étnicos y se le-
rama de la Biología, las materias más nutridas 35
Fig.4. Alfonso Caso y Martín Bazán explorando el lado poniente de la Tumba 7 de Monte Albán. Tomado de Caso, 1969, p.48.
fueran las de la Antropología Física y, por en-
seo Nacional de Arqueología y Etnología, que
de, de la Antropología Social, en plena relación
se localizaba en el viejo edificio en donde, du-
con las características biológicas del ser huma-
rante los siglos XVI al XVIII, se había acuñado
no y con el comportamiento cultural de los
la moneda.
agrupamientos sociales en todos y cada uno
Por decreto del mismo presidente Cárdenas,
de los complejos procesos de adaptación a la
en 1939 se fundó el Instituto Nacional de An-
gran diversidad de ámbitos ecológicos, en los
tropología e Historia con el cargo de investigar,
que se encontraban sus asentamientos.
conservar y difundir los bienes del Patrimonio
No se puede negar la amplia visión del presi-
arqueológico, histórico y cultural del País (Art.
dente Cárdenas al instituir, en las mismas fe-
2º, Ley orgánica,1963); tal como quedó deter-
chas, La Universidad Obrera donde se impart-
minado en los estatutos de esta Institución.
ían materias de la rama antropológica, mien-
En 1942, la ENA (sin H) pasó a ser adscrita al
tras se añadían estudios Lingüísticos en la Fa-
INAH y se añadió la carrera de Historia que la
cultad de Filosofía y Letras de La UNAM. Con
convirtió en la ENAH (con H). La población es-
esas bases el interés por el conocimiento an-
colar iba creciendo conforme los investigado-
tropológico fue creciendo y surgió la necesidad
res (básicamente extranjeros), desarrollaban
de formar una escuela que conjuntara todas
sus trabajos de campo en las diversas ramas
estas disciplinas.
de la Antropología y eran invitados como profe-
En 1938 se fundó la Escuela Nacional de An-
sores huéspedes para dar clases por uno o
tropología en el ala poniente del entonces Mu-
dos semestres antes, en medio o después de 36
sus experiencias en el campo, constituyendo
materiales arqueológicos y etnográficos del
una labor que efectuaban, más por amor a la
acervo depositado en ese impresionante edifi-
profesión, que por la simbólica remuneración
cio histórico que, desde la Independencia fue
que recibían.
dedicado al estudio y exposición de las colec-
El aumento de interesados por comprender las
ciones de nuestras culturas nacionales. Este
diferentes disciplinas antropológicas se exten-
importante edificio de la calle de Moneda 13,
dió entre profesores y estudiantes americanos,
Colonia Centro, se ha convertido ahora, en el
tanto como de otros países latino-americanos
“Museo de las Culturas” donde se complemen-
que contaban con recursos propios para regre-
tan investigaciones arqueológicas de otras cul-
sar a sus lugares de origen a ejercer la profe-
turas del mundo, correlacionadas con el estu-
sión adquirida por nuestra prestigiada Escuela,
dio que desarrolla la ENAH (Fig.5).
que se encontraba totalmente integrada al Mu-
Mayores y mejores referencias sobre este mu-
seo de Moneda 13.
seo pueden obtenerse en diversas publicaciones de la Dra. Beatriz Barba (Barba Ahuatzin,
Primera Etapa: Integración ENAH-Museo de
1977, 1968a, 1968b; Dávalos Hurtado y Barba
Antropología
Ahuatzin, 1969), en aspecto histórico y de la
La ENAH y el Museo pasaron por una etapa de
Dra. Elsa Hernández Pons, en el proceso de
retroalimentación académica que vinculaba los
transformación arquitectónica por el que pasó
Fig. 5. Museo Nacional de las Culturas en Moneda !3, donde se encontraba la Escuela Nacional de Antropología. Foto. América Malbrán Porto 37
el edificio a lo largo de los siglos, detectados
la mano derecha de la Dra. Isabel Kelly y se
durante sus metódicas exploraciones arqueoló-
mudaron a Noroeste de México, Soto Soria se
gicas.
integró al Museo de Artesanías y Culturas Po-
Cuando en 1954 me inscribí oficialmente en la
pulares en el recobrado casco del “Corpus
ENAH, había 4 salones chicos y uno grande (la
Christi” bajo la dirección del Dr. Rubín de la
Sala Sahagún), en el que no cabían los cerca
Borbolla, quien formaba parte del incipiente
de 90 alumnos de la Escuela que cursaban en
Instituto Nacional Indigenista. Yólotl González
los cuatro años requeridos para cubrir los
se integró a la especialidad de Etnología y ob-
créditos de las cinco carreras que ocasional-
tuvo una beca para estudiar en la India donde
mente se impartían en la Escuela, además del
alcanzó una amplia visión sobre las diferencias
curso teórico-práctico de Museografía en el
y coincidencias del pensamiento cosmogónico
que el único maestro era Miguel Covarrubias,
de las culturas que no practicaban alguna reli-
asistido algunas veces por Fernando Gamboa
gión monoteísta.
y Rubín de la Borbolla.
Iker
Entre los alumnos que claramente recuerdo
González Rul o Paco Rul, Jorge Angulo y Teté
tomábamos el curso de museografía, estaba
Dávalos seguimos formando el equipo de mu-
Yolotl González, Iker Larrauri, Mario Vázquez,
seografía al que se incorporaron Chappie An-
Alfonso Soto Soria, Catalina Gárate, Héctor
gulo (sin sueldo) y otros artistas que participa-
García Manzanedo, Paco Rul, Teté Dávalos,
ban condicionalmente en las exposiciones, co-
Noel Morelos y otros que escapan a mi memo-
mo fueron Alberto Beltrán, Carlos Nakatami,
ria. Carlos Navarrete y otros alumnos avanza-
Guillermo Zapfe.
dos que asistían esporádicamente a las clases
Especial atención se le debe dar al ingenio de
de museografía, siempre nos apoyaron en los
Paco Rul quien, desde el momento en el que
trabajos manuales de carpintería, pintar pane-
apenas se iniciaba la industria del plástico, co-
les y hasta barrer o cualquier otra labor com-
menzó a ablandar (en la cocina de su casa),
plementaria al diseño y montaje museográfico.
los recipientes comerciales de plástico verde y
Cuando por enfermedad Covarrubias dejó de
blanco que fundía y modelaba, hasta lograr
dar clases, todos sus alumnos nos afiliamos a
imitaciones de los chalchihuitl y otras piezas de
las diferentes disciplinas antropológicas que en
serpentina y del llamado “jade”. Paco Rul re-
aquellos años formaban el tronco común de
produjo la máscara de Pakal, que se exhibió
esta carrera. Héctor y Cata se convirtieron en
en la copia de la Tumba de Palenque que se 38
Larrauri,
Mario
Vázquez,
Francisco
hizo en el Museo de Moneda 13. Una réplica
Con este sistema los estudiantes acumulába-
que fue trasladada a la sala Maya del actual
mos más experiencias en el campo que crédi-
Museo de Antropología de Chapultepec, donde
tos en los cursos teóricos, ya que era un privi-
todavía se exhibe. Aunque Paco Rul o Francis-
legio correlacionar teorías con las experiencias
co González Rul y yo seguíamos trabajando en
vivas en cualquiera de las ramas de las disci-
el equipo de museografía del Museo de Mone-
plinas antropológicas en las que uno participa-
da 13, nos integramos a la carrera de Arqueo-
ra. Era desconcertante, a la vez que estimulan-
logía en la que Paco se especializó en la Pre-
te, que los nuevos estudiantes compartiése-
historia primero y en lo Mexica después, mien-
mos las bancas con experimentados pasantes
tras yo divagaba entre la Museografía, la Etno-
que tenían 4 o 5 años en la ENAH y se encon-
logía y la Arqueología, intrigado por el descon-
traban a punto de presentar sus tesis de ma-
certante sistema de comunicación con caracte-
estría.
res simbólicos contenido en los diseños abs-
A pesar de la libertad que existía para apren-
tractos, que componen las representaciones
der directamente del contacto intelectual y éti-
del arte prehispánico. Un tema que ahora se
co-social con las luminarias de la Antropología
estudia como Iconografía.
de esa etapa, lo único obligatorio a tomar eran
Debo recordarles que en esa etapa de consoli-
los cursos del tronco común, aunque no fuesen
dación de una ENAH que fungía como incipien-
en rigurosa secuencia.
te centro de investigación asociada a un INAH
Cuando oficialmente entré a la ENAH, la ma-
que apenas cumplía 18 años de haber sido
yoría de alumnos estaba compuesta de profe-
fundado, no había una secuencia formal de
sionistas de otras disciplinas, entre los que
programas o cursos establecidos, puesto que
abundaban historiadores, médicos, ingenieros,
los profesores eran antropólogos nacionales y
arquitectos, abogados, contadores, filósofos,
extranjeros que, cuando no trabajaban en el
poetas, artistas y otros que, no satisfechos con
campo, encontraban el tiempo para generosa-
la profesión con la que ganaban su sustento,
mente impartir sus clases durante un semestre
buscaban algo más profundo que llenara su
en la Escuela en la que reclutaban a los estu-
mente o sus cohibidos sentimientos, para des-
diantes más avanzados o a los disponibles, co-
agraviar sus inquietudes, que nada tenían que
mo participantes en las prácticas de campo.
ver con algún beneficio económico o material.
Prácticas en las que uno complementaba lo
Era por demás interesante observar que ese
que aprendía en las aulas y viceversa.
extenso grupo de profesionistas de distintas 39
carreras, experiencias y filiaciones ideológicas,
de Electricidad y otros que se encontraban en
buscaran comprender, por medio de las disci-
conflictos laborales. La más grande manifesta-
plinas antropológicas, aspectos sociales y más
ción fue quizás, la protesta contra la derroca
humanos, sin tener altercados ni presentar pre-
del Presidente Arbenz de Guatemala para be-
siones ideológicas, filosóficas o religiosas con
neficiar el establecimiento de la United Frut
sus colegas
Company, así como de la Esso, la Standard Oil
En el mismo año en que entré a la Escuela, se
y otras petroleras y mineras, que eran bien re-
inscribió una pléyade de nuevos estudiantes
cibidas por los gobernantes en turno de los
como Guillermo Bonfil, Mercedes Olivera, Pepe
países tercermundistas que han permitido el
Rendón,
Cristina
saqueo, a cambio de recompensas personales
Sánchez Bueno (después de Bonfil) y muchos
(Cualquier semejanza con Monsanto, mineras
otros más, cuyas renovadoras tendencias so-
y las demás, no pasa por el renglón de coinci-
cio-políticas, atrajeron de inmediato a un entu-
dencia, sino el de hábitos y costumbres).
siasta bloque de estudiantes avanzados como
Durante ese intenso ambiente de aprendizaje
Leonel Durán, Rolf Stavenhagen, Antonio
académico y concepción ético-política en el
Pérez Elías, Poncho Muñoz y otros con quie-
que existía una fraternal convivencia entre las
nes formamos grupos de investigación y estu-
generaciones académicas, nunca se hizo pa-
dios interdisciplinarios en el que participaban
tente la lucha que siempre ha subsistido en
los maestros Román Piña Chán, Beatriz Barba,
nuestra institución para dejar de participar en
Arturo Monzón, Felipe Montemayor y otros que
los proyectos de investigación en los que, un
abrieron las puertas de sus domicilios, a donde
verdadero investigador de la Antropología Inte-
podíamos evaluar y profundizar, al mismo tiem-
gral se apasiona, sea cualesquier disciplina
po que festejar los acontecimientos socio-
que haya escogido para su desarrollo intelec-
políticos que ocurrían en la ciudad… y en el
tual y emocional.
país. Solo que antes de tomar decisiones para
En aquella afortunada etapa en la que era un
manifestarnos como grupo representativo de la
privilegio participar como voluntario en trabajos
ENAH en protesta contra los abusos que las
de campo o de gabinete con alguno de los in-
diversas ramas del gobierno ejercía teníamos
vestigadores consagrados, no nos preocupá-
largas discusiones en asambleas. Convencidos
bamos por obtener plazas o jugosos contratos
nos unimos a los sindicatos de trabajadores
temporales que favorecieran nuestros ingresos
ferrocarrileros, al de los maestros, a la Federal
económicos, sino que nos movía el entusiasmo
Irene
Alicia
Jiménez,
40
por aprender directamente de las experiencias
cuando había apoyo o amarramos los mache-
y vivencias de un maestro de quien se pudie-
tes a garrochas para cortar primero la parte de
ran absorber y comprender el motivo de sus
arriba primero e ir hacia abajo, mientras otros
dudas, equivocaciones y hasta la razón de los
compañeros despejaban el talud.
fracasos de sus esperanzados proyectos. Es
Por supuesto, ese trabajo de chapeo se hacía
decir que al fin y al cabo, todo es parte de las
sólo en la mañana, ya que después de comer,
experiencias de la vida por las que se transita y
nos dedicábamos al armado de los estantes,
aprende. Tal como lo dijo John Lennon, “la vida
bancos y mesas de madera así como a la ins-
es lo que sucede, mientras que uno planea co-
talación de la corriente eléctrica en el improvi-
mo vivirla”.
sado campamento. Tales labores nos llevaron
Siendo tan pocos alumnos y tan escaso el pre-
una semana, antes de salir al campo a levantar
supuesto que existía para proyectos de investi-
los planos topográficos y registrar los rema-
gación y con la gran ventaja de que se llevara
nentes estructurales, que se dibujaban a esca-
el “tronco común” en el programa de aprendi-
la, antes de iniciar las calas de exploración de-
zaje de la Antropología Integral, se podía tra-
ntro y fuera de la cueva.
bajar en proyectos de Etnología, Arqueología,
Nunca nos faltaron experiencias compartidas
Antropología Social o en cualquier de las espe-
con los maestros etnólogos que se desplaza-
cialidades que ayudaran a comprender y com-
ban a caballo o a pie, a poblados intermonta-
plementar las vicisitudes sobre el conocimiento
nos en los que sólo se llegaba por veredas se-
antropológico que ocurre en el desarrollo pasa-
mi-cubiertas de abrojos, huisaches y arbustos
do y presente de todas las culturas.
“uña de gato”, por los que se tenía que deam-
Queda en mi memoria que en una excavación
bular para llegar al sitio.
realizada en una de las cuevas que existen en
De manera simultánea a esas esporádicas ex-
el estado de Hidalgo, cuando los ya pasantes
periencias en el campo y mientras terminaba la
de Arqueología tuvimos que chapear, en el
carrera de Arqueología, seguí trabajando como
pronunciado talud frente a la cueva que íba-
museógrafo en el Museo de Moneda 13 en el
mos a explorar, nopales de casi 4 m de alto. El
que con centavos (literalmente “centavos”),
peligro era, que si los cortábamos con mache-
conseguidos por el Dr. Eusebio Dávalos Hurta-
tes desde abajo podían caer sobre nosotros
do, director de la ENAH primero, del Museo
con graves consecuencias. Así que, nos inge-
poco después y que culminó con la atinada di-
niamos para construir un modo de escalera,
rección que impulsó al INAH en la trayectoria 41
de un claro prestigio nacional e internacional,
reproduciendo la Tumba 104, e incluyendo una
del que había disfrutado hasta antes de “la do-
salita para exponer los códices Mixteca. Se
cena trágica.
montó la Sala de las Culturas del Occidente
De acuerdo con quienes conocimos al Dr.
resolviendo las secciones en que se clasifican
Dávalos y tuvimos el privilegio de trabajar con
por medio de pequeños cambios de nivel y co-
él, coincidimos al aseverar que ha sido el más
lor para diferenciar las áreas geográfico-
honesto, entusiasta y el directivo más capacita-
culturales.
do en las tres estancias por las que pasó como
Sin contar las horas de intenso trabajo, gran
directivo y… quien más ha hecho por nuestra
porcentaje de los pocos estudiantes de la EN-
institución INAH, ENAH y Museo de Antropo-
AH, junto con los del Politécnico y la Universi-
logía.
dad fuimos participativos de las protestas con-
Con pocos centavos, pero con mucha buena
tra los embates represivos que el gobierno
voluntad del Dr. Dávalos y el ingenio del equi-
ejercía contra los sindicaros de trabajadores,
po de museografía entre 1955 y 1958 se insta-
de los ferrocarrileros, los maestros y otros que
laron varias salas en el Museo. Entre ellas se
demandaban justicia en sus derechos huma-
cuenta con la réplica del último tramo de la es-
nos y otras causas de justicia laboral.
calera interna de El templo de las Inscripciones
Durante ese periodo de justificadas protestas y
que llega a la Tumba de Palenque (ahora ex-
de clara efervescencia museística, la UNESCO
hibida en el Museo de Chapultepec). Se apro-
organizó en diversas ciudades del Brasil, un
vechó el montaje dejado por la exposición tem-
Congreso
poral elaborado por patrocinios extranjeros so-
“Educación en los Museos”. Durante ese con-
bre Egipto, donde se ensambló la Sala Maya a
greso surgió la oportunidad de escuchar, en
la que, sobre bastidores de madera y a escala
una de las mesas de trabajo, algo sobre “las
natural, se incorporaron los tres cuartos pinta-
técnicas de conservación y restauración de
dos de Bonampak. Una reproducción pictórica
materiales arqueológicos”. Una ponencia sobre
dirigida por Covarrubias que pintó Chappie An-
el tratamiento de materiales orgánicos des-
gulo con la ayuda de Guillermo Zapfe y Carlos
pertó mi interés, puesto que en aquellos años
Nakatani.
no teníamos idea que hacer con ellos. Inqui-
En el mismo lapso se instaló una mezzanine
riendo por soluciones prácticas para madera
para exhibir en forma diferenciada el abundan-
húmeda, relaté la desventura que acababa de
te material arqueológico de la Sala Zapoteca,
ocurrir en México con una máscara mexica res42
Latinoamericano
sobre
la
un drenaje y de inmediato surgió la oferta de
En esa nueva sede de la ENAH, ya desligada
una beca para la Escuela de Arqueología de la
del Museo, con los salones de clase en una ala
Universidad de Londres. Beca que acepté, ad-
del edificio y los Laboratorios en la otra, era
quiriendo el compromiso de regresar al país a
fácil compaginar las clases teóricas con las
instalar y trabajar durante cinco años, en los
prácticas que evidenciaban el conocimiento de
laboratorios de esa especialidad.
los diversos componentes del material arqueológico, los elementos petrográficos y demás
Segunda etapa:
compendios de los suelos, se aprendía a iden-
Integración ENAH-Laboratorios de Investi-
tificar osamentas paleozoológicas, distinguir el
gación sin Museo
polen de las esporas en el microscopio, se
A mi regreso de la beca, el crecimiento pobla-
aprendían las técnicas de campo para la salva-
cional de la ENAH se había triplicado y trasla-
guardar materiales orgánicos y otros procesos
dado al edificio de enfrente (Moneda 16), ocu-
de rescate, conservación y restauración “in si-
pando el conjunto oriente mientras los labora-
tu” y en el laboratorio de los materiales.
torios de petrografía, suelos, paleozoología,
Simultáneamente, en los años 60‟s se inició la
biología y química orgánica dirigidos por el
Planeación e Instalación del Nuevo Museo de
Prof. José Luís Lorenzo, ocupaban el ala po-
Antropología en Chapultepec en el que, junto
niente del edificio en la que se instalaron los
con Iker Larrauri, Alfonso Soto Soria, Mario
laboratorios de Conservación y Restauración e
Vázquez, Paco Rul y Jorge Angulo, definimos
Investigación de materiales arqueológicos, en
las normas requeridas para un Museo de Cien-
cumplimiento con el amplio convenio acordado
cias Antropológicas. A ese megaproyecto se
por el INAH-UNESCO.
unieron los estudiantes de Arqueología Otto
Esa nueva sede de nuestra Escuela contaba
Schondube, de Etnografía José Lamerias y los
con un historial arquitectónico que data de los
estudiantes de arte Manuel Oropeza, Constan-
primeros años del Virreinato, cuando fue ins-
tino Lameiras y Raúl de la Rosa.
taurado el Mayorazgo de Guerrero, cuyos bla-
En el proyecto del gran Museo estuvo incluida
sones fueron “borrados” después de la Inde-
la instalación de los laboratorios de investiga-
pendencia. Después de la Revolución fue el
ción, Conservación y Restauración de materia-
Conservatorio Nacional de Música y más tarde
les arqueológicos y etnográficos, que constitu-
La Secretaría de Bienes Nacionales, que cam-
yen el acervo principal de este Museo. Por su-
bió su nombre por el de Patrimonio Nacional.
puesto que nuestra Escuela Nacional de Antro43
pología e Historia fue incluida a las instalacio-
el movimiento que tuvieron las estrellas en el
nes del Museo, para seguir la retroalimentación
pasado, con la idea de correlacionar las lectu-
académica que tenía y se había hecho hábito
ras glíficas de las estelas, dinteles, tableros y
entre estudiantes, investigadores y exposicio-
otros enseres de los Mayas y constatar la certi-
nes en el museo de Moneda 13 (Fig.6).
dumbre de las cuentas del calendario. Como
En manos de los arquitectos dirigidos por
ninguno de esos proyectos fructificó por “el alto
Ramírez Vázquez, los proyectos originales fue-
costo del Paraguas” al centro del espacio de
ron cambiados. Las bodegas de estudio de
exhibición, presenté mi protesta y fui enviado
materiales adosados a los laboratorios de con-
como delegado del INAH a explorar, registrar y
servación y restauración, planeados para ser
proteger los sitios arqueológicos en los esta-
ubicados en los sótanos del nuevo edificio,
dos de Morelos y de Guerrero.
nunca fueron instaurados. En el papel de museógrafo que tuve para la sala Maya, bajo la dirección de Alberto Ruz, se planeaba instalar un pequeño Planetarium en el que se pudiera
Fig.6. Museo Nacional de Antropología . Foto América Malbrán Porto 44
Tercera etapa:
Esa respuesta mayoritaria causó una inespera-
ENAH-Museo Nacional de Antropología, sin
da arrogancia entre los estudiantes de Arqueo-
laboratorios
logía que veían a las otras disciplinas antro-
Casi al término presidencial de López Mateos
pológicas como secundarias, o tal vez, como
se inauguró el Museo en Chapultepec y la EN-
solo un complemento de la Arqueología. Los
AH se instaló en el segundo piso, sobre el ala
planes de estudio cambiaron de sopetón, los
norte de la entrada al Museo. Diez años des-
Laboratorios se volvieron exclusivos de los se-
pués de haber entrado a la ENAH, me gradué
lectos investigadores y las materias del “tronco
en el recinto de Moneda 16, tres meses antes
común” fueron relegadas a optativas aunque en
que en 1964 se inaugurara el Museo de Cha-
su lugar, se implantaron las teorías sobre El
pultepec. En ese año se quintuplicó en núme-
Capital I, Capital II y Capital III.
ro de estudiantes que tenía diez años antes en
Entre el ambiente de “niños bien” y los nuevos
Moneda 13 y se duplicaron los salones de cla-
afiliados a un marxismo mal digerido que que-
se. Un largo pasillo sobre el “Lobby”, comuni-
riendo mantener las tradiciones de una ENAH
caba la escuela, con la biblioteca dirigida por
que siempre habían apoyado el derecho de los
Don Antonio Pompa y Pompa, con la asisten-
campesinos y de los trabajadores, comenzó a
cia de Oscar Zambrano.
manifestarse, combativa y emocionalmente,
Entraron a la nueva ENAH una serie de “niños
más que inteligentemente, ante cualquier indi-
bien” y de niñas “mejor”, atraídos por la fama
cación de descontento que surgiera en la ciu-
que había desplegado el viejo museo y las es-
dad, aún sin enterarse de las razones que origi-
peranzas de gloria que soñaban tendrían al es-
naban las protestas. Actos similares a los de
tudiar en el nuevo edificio en Chapultepec. Po-
agitadores contratados por el mismo gobierno o
co después los nuevos salones fueron insufi-
por alguien más, que escudado o escudados en
cientes y se comenzaron a dar clases en aquel
razones oscuras o arrinconadas, paga y propa-
largo pasillo hacia la biblioteca, interrumpién-
ga la consigna de quemar coches y romper vi-
dose mutuamente sus actividades. Quizás la
drios de las tiendas y casas vecinas a las mar-
propaganda surgida por el nuevo museo oca-
chas para probar, ante la prensa y la opinión
sionó que la mayoría de los estudiantes se
pública, “lo vandálico e injusto” de la represión
hubiesen inscrito en la “fascinante” carrera de
a las protestas. Desgraciadamente muchos de
arqueología, que ya había adquirido fama, aún
los estudiantes se contagian de esa euforia de
antes que surgiera la serie de Indiana Jones.
rebelión juvenil que distorsionaban a la tradi45
ción socio-política que siempre caracterizó a
presenta Sir Arthur Conan Doyle, cuando des-
una ENAH, cuando sabían diferenciar las pro-
cribe las deducciones de Sherlock.
testas políticas de las consignas manipuladoras que los pseudo-estudiantes que tenían de
Cuicuilco: La última Sede de la ENAH con
destruir, sin justificación alguna, el hábitat de la
laboratorios pero sin Museo
ciudad en que vivimos.
Una vez que la ENAH se mudó y se estableció
La misma estrategia se repite, como ahora,
en las inmediaciones de Cuicuilco, rompiendo
cuando los autollamados anarquistas, que aun-
el cordón umbilical con el Museo, siguió cre-
que estoy seguro que no saben el origen ni sig-
ciendo y después de cierto tiempo incorporó los
nificado que promovía ese concepto político-
laboratorios y la especialidad de Etnohistoria.
filosófico, lo utilizan para escudar, intensificar y
Después inició la lucha por incluir la Maestría y
contagiar la violencia reprimida en los tibios,
el Doctorado en su programa de estudios. Aun-
indecisos y en los de “dócil” mentalidad, no in-
que esta fase enriqueció el prestigio que había
quisitiva, que visceralmente responden, sin
adquirido a través de las actividades académi-
comprender que son manipulados por las des-
cas y sociopolíticas, tuvieron sus altas al apo-
figuradas tendencias políticas, ajenas a la soli-
yar movimientos como los del EZLN y sus bajas
daridad antropológica que se supone prego-
que respondían solo por inercia de rebeldía vis-
nan. Parece que nunca se sabrá, cuántas de
ceral. Sabiendo que en esta vida todo cambia
esas escenas de fingidos reclamos de justicia
para bien o para mal, nuestra escuela se conta-
deformados, se anexaron a las protestas
gió de la tendencia docente que propagaba “a
auténticas que culminaron en la matanza del 2
más alumnos, mayor presupuesto” y, con con-
de octubre del 68 en Tlatelolco.
venencieramente para algunos, la ENAH abrió
Afortunadamente los antropólogos y en particu-
sus puertas a todos los rechazados de otras
lar los arqueólogos, cuya disciplina de investi-
escuelas y universidades, descartando todo ti-
gación no cuenta con datos escritos, solo le
po de examen o evaluación, con tal de aumen-
queda asociar la información que extrae de los
tar el número de discípulos y becarios con men-
materiales de excavación, para analizarlos en
talidad de párvulos que, patrocinados por sus
forma comparativa y deducir lo que le revelan
padres no asisten ni se interesan por las cla-
los hechos reflejados en contextos del ámbito
ses, pero comparten las aulas con los verdade-
en que se originaron y las razones o motivos
ros estudiantes que mantienen el prestigio
que produjeron su manufactura. Tal como lo
académico de la Escuela. 46
Ahora, ya es tarea de las nuevas generaciones
procurar su Mejoramiento. Dirección de
hacer un relato de las experiencias y aspiracio-
Antropología.
nes que nuestra Escuela desarrolla en el recin-
Gráficos. México.
Dirección de Talleres
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