Filos largos, piezas bifaciales y diseños en las cuencas de los lagos Tar y San Martín (Santa Cruz, Argentina).

July 27, 2017 | Autor: J. Belardi | Categoría: Arqueología de Patagonia
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Descripción

Tendencias teórico-metodológicas y casos de estudio en la arqueología de la Patagonia: 343-350

Filos largos, piezas bifaciales y diseños en las cuencas de los lagos Tar y San Martín (Santa Cruz, Argentina) Silvana Espinosa, Patricia Escola** y Juan Bautista Belardi***

RESU M EN Uno de los objetivos de las investigaciones arqueológicas en las cuencas de los lagos Tar y San Martín es evaluar el uso humano del espacio y la circulación de bienes y poblaciones cazadoras recolectoras. Con este fin, se explora regionalmente la distribución temporal y espacial (considerando diferentes ambientes) de artefactos de filos largos (raederas y cuchillos) manufacturados sobre formas base adelgazadas bifacialmente. Son piezas con retoques planos, lascados profundos y extendidos y de vida útil prolongada, que configuran un diseño tecnológico particular. Sus frecuencias y tamaños en las mesetas y fondos de cuenca –estepa y borde de bosque– varían, lo cual refuerza planteos previos acerca del distinto uso del espacio. En una escala espacial mayor e independientemente de la funcionalidad de estos artefactos, el estudio de su diseño contribuye con la discusión acerca del papel como indicador de transmisión de información cultural o marcas/rasgos sociales de identificación de grupos. Este diseño se reconoció en La Martita (sur de la meseta central) hace unos 8000 años AP. y hacia 7000 años AP. en el lago San Martín. Se propone que este diseño se extendería hasta el Holoceno tardío. Palabras clave: Filos largos; Bifacialidad; Diseño artefactual lítico; Transmisión cultural; Cuencas lacustres; Holoceno.

ABS T RAC T One of the goals of the archaeological research in the Tar and San Martín Lake basins is to evaluate the human use of the landscape as well as the movement of goods and hunter gatherer populations. To this end, the temporal and spatial (ecological units) distribution of artifacts with long edges (side scrapers and knives) manufactured on blanks bifacially thinned is explored. These are pieces with plane retouches and deep and extended flaked surfaces, indicating a long life expectancy use and a particular technological design. Their frequency and sizes in the lowlands –steppe and forest border- and in the highlands plateaus vary, reinforcing previous ideas about the different use of the landscape. In a broader spatial scale and regardless of the function of these tools, the study of their design contributes to the discussion about the role in transmitting information or cultural features that allows the identification of social groups. This design is recognized in La Martita (south of the Central Plateau) at 8000 years BP. and at 7000 years BP. in the San Martín Lake, where it would have reached the late Holocene.

Keywords: ��������������������������������������������������������������������������������������������������������� Long retouched edges; Bifaciallity; Lithic artifactual design; Cultural transmission; Lacustrine basins; Holocene.

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA)- Campus universitario Av. Gregores y Piloto Rivera (9400) Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina. E-mail: [email protected] ** CONICET-Universidad Nacional de Catamarca (UNCa). Gob. Eusebio Ruso 123 Ba. 250 Viviendas (4700) San Fernando del Valle de Catamarca. Catamarca, Argentina. E-mail: [email protected] *** UNPA-CONICET. Campus universitario Av. Gregores y Piloto Rivera (9400) Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina. E-mail: [email protected] *

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INTRODUCCIÓN Los lagos Tar y San Martín conforman una cuenca de origen glaciario en el SO de la provincia de Santa Cruz (Argentina). Se ubican a 300 msnm, y están delimitados al O por el Campo de Hielo Sur, al N por las mesetas del Cardiel Chico y San Adolfo y por la meseta del Viento al S. Hacia el E se extiende la cuenca del río Chalía. La región comprende los ambientes de estepa, ecotono y bosque distribuidos en sectores bajos (las márgenes de ambos lagos y margen noreste del lago Viedma, Cerro Cach Aike, Campo de Bloques 1 y Península Maipú) y altos (>750 msnm, mesetas de San Adolfo y Cardiel Chico y lago Cardiel Chico) (Figura 1). De acuerdo con las investigaciones en curso, el poblamiento cazador recolector de estas cuencas alcanza una profundidad temporal de 9700 años AP. hasta tiempos históricos. Se ha observado un uso diferencial de los diversos ambientes y alturas, en consonancia con el aprovechamiento de los recursos disponibles. En este sentido, se han desarrollado actividades de obtención de materias primas y manufactura de instrumental lítico, de captura y procesamiento de fauna, de recursos vegetales y pigmentos minerales, entre otros (Belardi

et al. 2010). Por otra parte, se han postulado vías de circulación, ingreso y egreso incluyendo las cuencas vecinas de los lagos Strobel, Cardiel Chico y Viedma en función de los datos aportados por las materias primas y los diseños similares de grabados rupestres registrados en todas ellas. Se destaca la margen este del lago Tar como un sector de ocupaciones reiteradas durante el Holoceno tardío, el que podría haber funcionado como articulador de la dinámica regional, al tratarse de un espacio intermedio dentro de un marco suprarregional (Belardi et al. 2009). En este escenario de circulación de bienes y poblaciones humanas se presenta la descripción tecnológica de un subconjunto de artefactos bifaciales −raederas y cuchillos sobre formas base biface− con el fin de discutir la identificación de este diseño particular y su evaluación en el marco mayor de las ocupaciones humanas. METODOLOGÍA Y RESULTADOS Análisis morfotecnológico Los materiales arqueológicos recuperados en la región de estudio corresponden a los artefactos que

Figura 1. Sectores estudiados en las cuencas de los lagos Tar y San Martín.

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conforman la colección Thierauf (Belçaguy 1983; Molinari 1983; Espinosa et al. 2007) y a piezas obtenidas a través de investigaciones sistemáticas (entre otros, Belardi et al. 2010; Espinosa et al. 2012). Este conjunto, proveniente tanto de materiales de superficie como de estratigrafía distribuidos en los ambientes mencionados, alcanza hasta el momento un total de 7.081 artefactos líticos. En relación con el objetivo propuesto, en una primera etapa, se seleccionaron piezas de talla bifacial y los desechos correspondientes. Las categorías comprendidas en este conjunto fueron: bifaces s.s. (Aschero 1975), artefactos cuyas formas base son bifaces, artefactos de manufactura bifacial (exclusivamente puntas de proyectil) y lascas de adelgazamiento bifacial. Dentro de este conjunto, el interés se focaliza en aquellos artefactos bifaciales de filo largo. Específicamente, se tomaron en consideración sólo los subgrupos raederas y cuchillos sobre formas base biface (n= 67). Estos subgrupos representan el 27,1% (n= 58) del total de raederas (n= 214) y el 23,07% (n= 9) del total de cuchillos (n= 39). La caracterización tecnomorfológica que se desarrolla a continuación se efectuó con base en la propuesta de Aschero (1975). En primer lugar, se reconocieron las materias primas utilizadas: dacita (18%), limolita (15%), calcedonia y toba (13%), ópalo (10%), madera silicificada (8,33%), basalto (6,6%), arenisca (1,6%), cuarzo (1,6%) y lutita (1,6%). Estas rocas son tanto locales (dacita, calcedonia, toba, ópalo, madera silicificada, basalto y lutita) como alóctonas (limolita, que provendría de los cañadones de la margen oeste del lago Cardiel [Belardi et al. 2003]) e incluso desconocido (arenisca y cuarzo). Luego, se evaluó la forma general. Hay una tendencia marcada hacia las amigdaloides (48%), seguidas por las lanceoladas (15%) y semiovales (10%), que conforman, en conjunto, el 73% de la muestra. El porcentaje restante comprende distintas formas, a saber: oval, romboidal, trapezoidal, triangular, biconvexa, y tres piezas indiferenciadas. Con respecto a la serie técnica, el 70% de las piezas presenta retalla/retoque. En el caso de las piezas manufacturadas sobre limolita (n= 10), el 50% suma, a la retalla/retoque, la talla; probablemente esta diferencia esté relacionada con el tamaño grande de estos artefactos en particular. Por su parte, las piezas de madera silicificada muestran la utilización de sólo retalla o retoque; en cuyo caso se destaca la presencia de tamaños pequeños. También se han observado retoques bifaciales restringidos que dan una terminación o forma definida al contorno. Otro atributo considerado son las dimensiones absolutas (longitud, ancho y espesor). El 65% de las piezas tienen una longitud que alcanza entre los 60 y los 100 mm. Sin embargo, la tendencia es más acentuada en el ancho de las piezas, ya que el 93% se extiende

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entre 20 y 60 mm. Lo mismo puede mencionarse con respecto al espesor: el 91% del conjunto se distribuye entre 5 y 15 mm, es decir que se trata de piezas delgadas. Cabe mencionar que no se registraron relaciones estadísticamente significativas entre largo, ancho y espesor (longitud-ancho: rp=0,2416; longitud-espesor: rp=0,4134; ancho-espesor: rp=0,2450). Por otra parte, se observaron rasgos tecnológicos como la profundidad de los lascados desde el borde, la extensión de los lascados sobre las caras, y se realizó una breve descripción de las características de cada cara. Se trata de piezas conformadas por técnica de adelgazamiento bifacial, a las que se suma un filo activo unifacial (raedera)/bifacial (cuchillo). En este sentido, la cara A, dividida longitudinalmente en tercios, tiene negativos de lascados profundos y extendidos que alcanzan 2/3 partes de la pieza, mientras que el 1/3 restante está conformado por el filo activo (Figura 2a). Dicho filo es relativamente recto y comprende el único borde regularizado por retoque marginal unifacial o bifacial. La cara B es plana, posee negativos de lascados en talla y retalla y la presencia de uno o dos negativos de adelgazamiento de terminación quebrada (Figura 2b). Se han observado, en algunos casos, domos (Pintar 2004), planos y/o plataformas que se incorporan a la sinuosidad del filo pasivo. La sección transversal es levemente asimétrica. Al respecto, se puede advertir que no hay intención de mantener o buscar una sección biconvexa simétrica. Fundamentalmente, estas piezas no son modificaciones de un biface (Kelly 1988). Finalmente, el ángulo medido del filo activo se distribuye homogéneamente entre 39° y 72°, y se registra un leve incremento en 53°. De acuerdo con el análisis realizado hemos definido a estos artefactos como: Piezas bifaciales con lascados planos y penetrantes de adelgazamiento bifacial (Aschero 1983; Nami 1991; Aschero y Hocsman 2004) que dan lugar a un filo de sección simétrica y otro filo de sección asimétrica. Sobre el filo de sección asimétrica se regulariza el filo largo de raedera / cuchillo. El filo de sección simétrica es un filo bifacial de arista sinuosa y funciona como dorso o filo pasivo. DISTRIBUCIÓN ESPACIAL REGIONAL Se puede observar que en los sectores bajos de estepa (margen este del lago Tar y alrededores del cerro Cach Aike) se encuentran las frecuencias más altas de artefactos bifaciales de filo largo (n= 50; 73%), los que siguen la tendencia general de disminución en la distribución de artefactos hacia el oeste (Belardi et al. 2010; Espinosa et al. 2012). Así, hacia el borde de bosque, en

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Figura 2a. Descripción Cara A: 1. Retoque marginal unifacial. 2. Lascados profundos y extendidos.

el extremo noroeste de bahía La Lancha, se registran dos artefactos y otro en la península Chacabuco. Ya en la margen sur del lago San Martín, en torno al istmo de la península Maipú, se recuperaron otros dos artefactos (Figura 1). Cabe mencionar que a 90 km hacia el sureste, sobre la margen noreste del lago Viedma, se presenta una pequeña concentración (n= 4). En oposición al fondo de valle, en los sectores altos sólo se dan frecuencias bajas (meseta de San Adolfo n= 2 y meseta del Cardiel Chico n= 6) (Figura 1). EL CONTEXTO SUPRARREGIONAL Y SUS CRONOLOGÍAS Piezas de factura similar a las presentadas en este trabajo fueron recuperadas en la Cueva 4 de la localidad La Martita, a 133 km al NNE de Gobernador Gregores, alrededor de 300 km desde la región de estudio. De acuerdo con la información publicada, tanto la descripción técnica y tipológica como las fotografías (Aguerre 2003: Figuras 8 y 10) muestran artefactos semejantes. En este caso, corresponden a los niveles inferiores del sitio, fechados en 8000 años AP. (8050 ± 90 años AP. CSIC – 506e I-11,903: 7940 ± 260 años AP.). Asimismo, la colección Miksa Knoop (Knoop 2009) contiene ejemplares provenientes de alrededores

Figura 2b. Descripción Cara B: 1. Lascados de adelgazamiento bifacial. 2. Retalla sin patrón definido.

del lago Colhue-Huapi y de la costa atlántica entre las bahías Solano (Chubut) y Mazaredo (Santa Cruz), a una distancia promedio de 500 km. En una de las fotografías de su publicación aparecen piezas bifaciales similares a las que aquí se presentan (Figura 3). En una región más cercana, a poco más de 150 km hacia el SE, Franco et al. (2007a: 545) señalan la existencia de “[…] un cuchillo sobre artefacto bifacial en dacita […]” recuperado en un sondeo en cotas bajas en la margen norte del río Santa Cruz. Otro hallazgo en la zona, en el arroyo El Lechuza, es “[…] una raedera de filos convergentes confeccionada sobre un artefacto bifacial en dacita verde […]” (Franco et al. 2007b: 276). En ambos casos se trata de una roca local. Si bien la descripción no concuerda estrictamente con la aquí presentada, y se trata sólo de dos casos, es de destacar la redundancia en el uso de piezas bifaciales como soporte de filos largos. Por su parte, Álvarez (2007) menciona la presencia de raederas formatizadas mediante reducción bifacial en la costa norte del canal de Beagle (Tierra del Fuego) hacia el sexto milenio, en un momento en el cual la bifacialidad decrece significativamente en el registro de las ocupaciones canoeras. Muchas piezas proceden de contextos de superficie sin cronología asociada; tal el caso de la colección Miksa Knoop, o de las referencias para la margen norte del río

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Figura 3. Artefactos pertenecientes a la colección Miksa Knoop (Knoop 2009). Se destacan en el recuadro aquellas piezas que se asemejan a las registradas en la cuenca de los lagos Tar y San Martín.

Santa Cruz. Lo mismo sucede con un alto porcentaje de piezas de la muestra analizada. Por el contrario, una clara ubicación temporal ofrecen los artefactos de La Martita 4, del canal de Beagle y, en la margen norte del lago San Martín, una raedera de dacita de la Cueva del Paisano Desconocido, correspondiente al nivel datado en 6930 ± 40 (UGAMS 2945) (Espinosa et al. 2012). No obstante, algunos sectores podrían adscribirse principalmente a ocupaciones del Holoceno tardío en función de su asociación con contextos datados en ese periodo, tal el caso de las mesetas de San Adolfo y Cardiel (Belardi et al. 2013), así como también las ocupaciones en la margen este del lago Tar (Belardi et al. 2009) o en la margen sur del lago San Martín (Espinosa et al. 2007). De esta manera, la utilización de este diseño se habría extendido por más de 7000 años. CONSIDERACIONES PRELIMINARES Las materias primas utilizadas son variadas, aunque son principalmente de grano fino y de proveniencia local, con la excepción de las piezas de limolita, provenientes de la cuenca del lago Cardiel. La utilización de rocas de grano fino redunda en una mejora en la eficacia del instrumento, ya que se destacan sus cualida-

des para la manufactura y el rendimiento del artefacto (Cattáneo de Izeta 2005). Con respecto a las formas, hay una tendencia hacia las morfologías alargadas. Esta característica puede también observarse al cuantificar las dimensiones absolutas, ya que los largos muestran medidas que doblan el ancho promedio. Asimismo, son artefactos delgados. La tendencia indica tamaños mediano-grande y grande. En relación con la inversión de energía en la manufactura, hay un claro desarrollo de una técnica específica que implica poseer el conocimiento y control de una sucesión de etapas (Nami 1983). Se utilizó el trabajo del adelgazamiento bifacial con el objeto de obtener piezas de retoques planos y lascados profundos y extendidos. El mayor número de etapas en la manufactura (talla, retalla y retoque) se registró en las raederas de limolita. Esto puede deberse a un uso económico de la forma (nódulos tabulares) y tamaño (>10 cm) en que está disponible la roca en la cuenca del lago Cardiel. Sin embargo, en el conjunto se destacan la retalla –que genera lascados planos y profundos de adelgazamiento bifacial– y el retoque –retoques bifaciales restringidos, ya mencionados, y retoques unifaciales– que dan una terminación o forma definida al contorno. Igualmente, sobre la base de la caracterización de los lascados sobre las caras, las piezas se asemejan bastante.

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La forma de los contornos, los tamaños y el ángulo del filo activo también muestran recurrencias. Se reconoce la forma base bifacial, pero no se trata de un biface s.s. Como puede verse en la Figura 2a, en la cara A se mantiene la proporción 2/3 ya mencionada. La estrategia desarrollada no es un proceso de adelgazamiento bifacial. No hay intención de mantener o buscar una sección biconvexa. Tampoco es pertinente hablar de reducción bifacial, ya que no se cumple la premisa de que los lascados no alcancen a cubrir el centro de la cara o no se superpongan con aquellos provenientes del borde opuesto (Hocsman y Escola 2006-2007). En estos casos, las formas finales no son modificaciones de un biface (Kelly 1988). Cabe mencionar que en 21 artefactos (31,3%) se aprecia la forma base lasca, a pesar de conservarse la proporción 2/3 en la cara A. Estas piezas están distribuidas por toda la región, incluida la margen noreste del lago Viedma, por lo cual se interpreta que el objetivo está puesto en el producto final, independientemente de la disponibilidad de materia prima o de la forma en que ésta se presenta. La inversión de energía –ciertamente elevada– es la concepción misma del diseño que involucra un soporte bifacial aplicando la técnica del adelgazamiento bifacial para la generación de una raedera o cuchillo; en definitiva, un filo largo activo. Un aspecto interesante lo constituye la presencia de terminaciones quebradas y/o domos (Pintar 2004). Estos errores de manufactura usualmente señalan el descarte de la pieza sin acabar, sin embargo, su recurrencia en este conjunto no se comprende en tal sentido. Más bien, puede tratarse de accidentes que se incorporan a la pieza para facilitar su manipulación y no alteran su función, o podría considerarse que hay cierta intencionalidad en generar esos domos –leves– que marcan una separación entre el filo activo y el área de prensión. En este mismo sentido, también quedan incorporadas a la forma final planos y/o plataformas observados en el filo sinuoso. Finalmente, el 53% de las piezas presenta un lascado de adelgazamiento destacado. Se plantea, entonces, que las raederas y cuchillos confeccionados sobre piezas bifaciales configuran un diseño particular para esta clase de artefactos, de manufactura estandarizada, que conforman un diseño tecnológico. Más aún, dicha manufactura responde a una intención de cómo hacer las cosas; cuenta con pasos técnicos respecto de cómo hacerlas (Wilson y Andrefsky 2008), hay una técnica de adelgazamiento bifacial que da sustento al soporte sobre el cual se produce un filo largo y una superficie de agarre, independientemente de obtener una forma determinada. Este producto, en consecuencia, es un artefacto de vida útil prolongada.

DISCUSIÓN Ahora bien, ¿por qué se invierte tanta energía en la manufactura de raederas sobre piezas bifaciales cuando los mismos filos largos se han obtenido también sobre formas base de menor costo? La estandarización permite equilibrar los costos de obtención de materias primas de buena calidad, adiestramiento y tiempo en la manufactura. En este sentido, estas piezas podrían representar un reaseguro ante la falta de rocas debido, por ejemplo, a la disponibilidad, estacionalidad o travesías prolongadas (Nelson 1991; Kuhn 1995; Aschero y Hocsman 2004). Sin embargo, esta no es la situación en los lagos Tar y San Martín. Existe disponibilidad de materias primas líticas y, a su vez, las piezas de menor tamaño no indican que sean instancias de reactivación de piezas grandes, sino que son productos finales en sí mismos. Con respecto a la potencial flexibilidad de los bifaces, Andrefsky (1988) le otorga singular importancia al proceso de producción, ya que lo considera responsable de un amplio rango de variabilidad morfológica, que no sólo cambia la morfología del biface, sino que también puede cambiar la función del espécimen (por ejemplo, ver modelos de flujo en Nami 1986: 18 y Bousman 1993: 79, Figura 13). En suma, durante el transcurso de la secuencia de reducción de un biface se producen piezas con diferentes cualidades adecuadas para actividades variadas (Aschero y Hocsman 2004: 22). Si se sigue esta proposición es la técnica la que cobra relevancia, destacándose su versatilidad como cualidad intrínseca que culmina en estas piezas. Sobre la base de las publicaciones (Aguerre 2003; Knoop 2009), el diseño de raederas/cuchillos sobre piezas bifaciales tiene una dispersión espacial que abarcaría desde la costa/interior sur del Chubut/norte de Santa Cruz hasta la cuenca de los lagos Tar y San Martín. El desarrollo de este diseño se habría iniciado alrededor de 8000 años AP. en La Martita y alrededor de 7000 años AP. en el lago San Martín. Dado que no se posee un mayor control cronológico de las muestras, no es posible establecer si hubo o no continuidad en la manufactura de dicho diseño. No obstante, aludiendo a los contextos de hallazgo (entre otros, Belardi et al. 2010; Espinosa et al. 2012), podría postularse que en la cuenca de los lagos Tar y San Martín el diseño alcanzaría hasta el Holoceno tardío. Si bien muestra una baja representación porcentual (0,9%, n= 67) respecto del total de artefactos recuperados en dichas cuencas (N= 7081), posee una amplia dispersión que abarca desde la margen E del lago Tar

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hasta el borde de bosque, la meseta del Cardiel Chico y alcanza hasta la margen noreste del lago Viedma. Sin embargo, se destaca la preeminencia en el fondo de cuenca y en los espacios abiertos de estepa. Asimismo, esta distribución comprende diferentes contextos arqueológicos, funcionalmente diferentes dentro del sistema cazador-recolector. En consecuencia, se plantea que existen diseños que tuvieron un éxito parcial y distribuciones restringidas o de “a saltos de caballo de ajedrez”. Esto puede entenderse como la ocurrencia de características particulares dentro de un marco mayor de interacción entre distintas cuencas del sur de Patagonia. Así, estos diseños denotarían mecanismos de transmisión cultural y la existencia de “paquetes culturales” (ver Shennan 2002: 82) que sugieren diferencias intergrupales. Si se considera que, a) algunas de las materias primas líticas empleadas en la cuencas de los lagos Tar y San Martín (tal el caso de la limolita y obsidiana) proceden de espacios ubicados hacia el norte (cañadones de la margen oeste del lago Cardiel y de la Pampa del Asador, respectivamente [Espinosa y Goñi 1999]); b) que los grabados rupestres registrados en la meseta del Cardiel Chico y en cercanías del curso superior del río Chalía se vinculan con aquellos del lago Strobel; y c) que los vectores de poblamiento se relacionarían con espacios ubicados al norte y al este de la cuencas bajo estudio, se enmarca la discusión del diseño de raederas/ cuchillos sobre piezas bifaciales en un marco suprarregional (Belardi et al. 2009). Entonces, la presencia de este diseño en las cuencas de los lagos Tar y San Martín contribuye con la discusión acerca de la existencia de redes sociales, puntos de contacto entre poblaciones, dispersiones de diseños como transmisores de información cultural o marcas/rasgos sociales identificadores de grupos, independientemente de la funcionalidad de los artefactos. Se requiere de una revisión sistemática de las raederas y cuchillos registrados en cuencas vecinas, al igual que del control cronológico, para afinar dicha discusión. Agradecimientos A las familias Leyenda (Ea. La Maipú), Perazzo y Díaz (Eas. La Tercera y El Castillo), Vila Moret (Ea. La Angelita), Noble (Ea. Cach Aike), Leyenda (Ea. La Bernarda), Jordana (Ea. Río Meseta), Soria (Ea. La Vega), a Cielos Patagónicos (Ea. El Cóndor) y a los propietarios y personal de las Eas. Lago Tar y Los Cerros. A Flavia Carballo Marina y a un evaluador anónimo por los importantes comentarios realizados sobre el manuscrito.

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Este trabajo ha sido financiado por el CONICET (PIP 0418), la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA-UARG 29/A245-1) y ANPCyT 26295. REFERENCIAS CITADAS Aguerre, A. M. (compiladora). 2003 La Martita: ocupaciones de 8000 años en la Cueva 4. En Arqueología y paleoambiente en la Patagonia santacruceña argentina, pp. 29-61. Ediciones del autor, Buenos Aires. Álvarez, M. 2007 Procesos de producción y uso de instrumentos bifaciales entre los grupos canoeros del canal de Beagle. En Arqueología de Fuego–Patagonia. Levantando piedras, desenterrando huesos… y develando arcanos, editado por F. Morello, M. Martinic, A. Prieto y G. Bahamonde, pp. 247-255. Centro de Estudios del Cuaternario de Fuego, Patagonia y Antártica (CEQUA), Punta Arenas. Aschero, C. 1975 Ensayo para una clasificación morfológica de los instrumentos líticos aplicada a estudios tipológicos comparativos. Informe presentado al CONICET. Ms. 1983 Ensayo para una clasificación morfológica de los instrumentos líticos aplicada a estudios tipológicos comparativos. Apéndices A-C. Revisión. Cátedra de Ergología y Tecnología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Ms. Aschero, C. y S. Hocsman. 2004 Revisando cuestiones tipológicas en torno a la clasificación de artefactos bifaciales. Temas de Arqueología. Análisis lítico, compilado por A. Acosta, D. Loponte y M. Ramos, pp. 7-25. Buenos Aires. Belardi, J. B., R. A. Goñi, T. J. Bourlot y A. C. Aragone. 2003 Uso del espacio y paisajes arqueológicos en la cuenca del lago Cardiel (Provincia de Santa Cruz, Argentina). Magallania 32: 95-106. Belardi, J. B., F. Carballo Marina, T. Bourlot y A. Re. 2009 Paisajes arqueológicos, circulación e interacción en diferentes escalas: una perspectiva desde el lago Tar (provincia de Santa Cruz). En Arqueología de la Patagonia. Una mirada desde el último confín, tomo 1, compilado por M. Salemme, F. Santiago, M. Álvarez, E. Piana, M. Vázquez y E. Mansur, pp. 219-232. Utopías, Ushuaia. Belardi, J. B., S. Espinosa, F. Carballo Marina, G. Barrientos, R. A. Goñi, A. Súnico, T. Bourlot, C. Pallo, A. Re y P. Campan. 2010 Las cuencas de los lagos Tar y San Martín (Santa Cruz, Argentina) y la dinámica

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