Fenomenología de la percepción cognitiva intencional: diferencias de perspectiva objetiva entre Brentano, Husserl, Reinach y von Hildebrand

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Descripción

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Maria T. Pringle

Fenomenología de la percepcion cognitiva intencional: diferencias de perspectiva objetiva entre Brentano, Husserl, Reinach y von Hildebrand 1

Resumen: Exploración fenomenológica de las distinciones de modales en el acto cognitivo de la percepción y reconciliación de perspectivas intencionales con consideración de contribuciones de von Hildebrand, Brentano, Reinach, Husserl, Pfänder. Distinción de los modos y los actos característicos del conocer del intelecto. Las presentaciones, los contenidos inteligibles y las realidades objetivas. La percepción, la comprensión y el entender de la persona. Analogía con las comunicaciones electrónicas. Diferencia fundamental entre quanta, quale y qui. La transmisión de la noema, la trascendencia a priori y la providencia intencional del Logos.

La vida intencional de la persona En el contexto de la vida consciente de la persona humana aparecen las esferas cognitiva, afectiva y volitiva. La actividad del intelecto, corazón y voluntad se refieren a vivencias actuales de una misma persona la que tiene pensamientos, sentimientos y voliciones. Las vivencias de la persona pueden ser intencionales o no intencionales, lo intencional se refiere al acto personal pleno de sentido relacionado a un objeto.2 La intencionalidad se basa en la “relación de respuesta significativa y consciente” entre la persona y el objeto con el cual se conforma, siendo aquellos actos racionales en que se establecen

relaciones

espirituales

que

Husserl

denomina

“intencionales.”

La

intencionalidad fundamenta la relación significativa entre persona y objeto, pero presupone

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Estudio filosófico analítico escrito inicialmente en 2012 como parte de la metodología fenomenológica comparativa desarrollada por la autora. 2 La terminología de lo intencional introducida por Husserl, y aclara von Hildebrand en el Cap. 17 de su Ética, no de algo hecho a propósito, sino, cualquier relación consciente significativa con un objeto.

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el conocimiento de un objeto, es decir de una experiencia actual específica del entendimiento.3 Diríamos que el fluir de la actualidad de la que somos conscientes - a modo de imágenes en un espejo - manifiesta la experiencia vivencial humana. Pero la unidad de la experiencia vivencial incluiría dos esferas distintas de experiencias humanas. Por un lado, la esfera intencional denota la puntualidad de la relación consciente y significativa entre la persona y el objeto dado. Por otro lado, habrían vivencias de simples estados sin referencia consciente a ningún objeto y también la experiencia de tendencias teleológicas de la naturaleza humana que responden a instintos y cuya inclinación a su objeto no posee un significado racional. Por ejemplo, en el cansancio, la pesadez de estómago y el delirio febril de una enfermedad.4 Así como también existen tendencias espontáneas de carácter instintivo o psicosomático tal como las reacciones reflejas y el sonambulismo. Sin embargo, a diferencia de cualquier experiencia de carácter fisiológico la experiencia consciente del hombre se distingue por ser intencional, son vivencias en que la persona participa conscientemente en una relación plena de sentido con lo dado.

La percepción objetiva del entendimiento Distinción de la percepción consciente entre percepción interior y percepción intencional. Diferencia entre la presentación del objeto en la consciencia, el ser intencional aprehendido y la cognición racional del entendimiento. Clarificación de la percepción intelectual del objeto intencional como hecho psíquico del tener consciencia, de transacción esencial en el vivir humano y de realidad espiritual del entendimiento. Consideramos que la primera diferencia entre los actos del corazón, la voluntad y el intelecto se da en la apertura consciente al objeto, lo que nos refiere al hecho racional del entendimiento. Para distinguir las diferencias en el darse del entendimiento exploramos los modos característicos que califican un acto intencional como tal. Esto es, en la experiencia cognitiva estudiamos la diferencia entre el “recibir” el objeto, el “captar” del

Porque lo cognitivo se referiría al acarreo objetivo en que interviene la razón “implica una ratio que es nuestra, que ponemos nosotros, y en la que participamos plenamente como personas.” Hildebrand, Dietrich von, trad. Juan Miguel Palacios, Las Formas Espirituales de la Afectividad, (Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense: Madrid, 1996), 13. 4 Según describe von Hildebrand en el cap.17 de su Ética. Similarmente, Pfänder distingue movimientos no intencionales (Stimmungen) como estados anímicos de tristeza, cansancio, contento; y movimientos referidos a objetos, que consideramos intencionales. 3

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contenido del evento y la facultad actual de la razón.5 Que nos revelaría tres modalidades en la experiencia del entendimiento. Al hablar de la experiencia consciente como un “recibir” el objeto, hemos de mencionar a Brentano quien introduce su tesis radical de lo intencional, de que “en presentación algo es presentado.”6 Es decir que toda presentación consciente implicaría un conocimiento inmediato y evidente de algo siendo un acto intencional.

Todo acto psíquico, entonces, se acompaña por una consciencia interior doble, por una presentación referente al mismo y por un juicio referente al mismo, lo llamado percepción interior, que es una cognición inmediata y evidente del acto.7 Aquí la intencionalidad caracterizaría todo estar consciente humano implicando un acto psíquico y juicio del conocimiento. Brentano al afirmar que todo estar consciente humano es caracterizado por la intencionalidad implicaría que no existen estados conscientes nointencionales. De modo que esta tesis de la intencionalidad quedaría invalidada, siendo rechazada por Husserl, von Hildebrand y otros que consideran las experiencias no intencionales del vivenciar humano. Por su parte von Hildebrand observa que los actos cognitivos del entendimiento empiezan en una consciencia de algo “los actos cognoscitivos se caracterizan, en primer lugar, porque son consciencia de algo, es decir, de un objeto.”8 Sin embargo, la toma de consciencia es distinto de un estar consciente en general, porque -según lo describe von Hildebrandimplica percibir algo, recibir un contenido, un escuchar de la persona:

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Consideramos el hecho en “recibir” algo, el contenido en “captar” algo, y la cognición específica “razón” de algo. Tres aspectos que von Hildebrand distinguiría dentro de la cognición en general. Lo que, en nuestra posición, serían tres tipos de experiencia perceptiva indicando tres modos de conocimiento. Ver capítulo 1. Hildebrand, Dietrich von, What is philosophy? 25. 6 La doctrina y el concepto de la “intencionalidad” de los actos cognitivos son heredados de la escolástica. Sin embargo, el concepto de intencionalidad dirigida a su objeto no es válido según la tesis radical de Brentano. Según comenta Seifert esta tesis fue rechazada por Husserl, Hildebrand y otros. Véanse Brentano, Franz, Psychology from an Empirical Standpoint. Para Brentano la intencionalidad es una característica esencial de lo mental; Dietrich von Hildebrand, Etica, trad. Juan José García Norro, (Madrid: Ediciones Encuentro, 1983), cap. 17; ídem, El corazón. Un análisis de la afectividad humana y divina (Madrid: Ed. Palabra, 1997), cap. 2. 7 “Every mental act, therefore, is accompanied by a twofold inner consciousness, by a presentation which refers to it and a judgment which refers to it, the so called inner-perception, which is an immediate, evident cognition of the act” in Further considerations regarding inner consciousness, Brentano, Franz, Psychology from an Empirical Standpoint. 143. 8 Hildebrand, Dietrich von, Ética, 195.

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En los actos cognoscitivos, la intención va, por así decir, del objeto a nosotros; el objeto se manifiesta a nuestro espíritu, nos habla y nosotros escuchamos.9 En este darse del entendimiento en el actuar cognoscitivo puntual observamos tres pasos: “el objeto se manifiesta a nuestro espíritu”, es decir que algo se presenta en la consciencia psíquica a diferencia de un puro sentir fisiológico, “nos habla”, es decir que se comunica un contenido en el entendimiento, “y nosotros escuchamos”, es decir, que prestamos atención comprendiendo el significado de lo dado. Así el darse del intelecto acarrea una apertura consciente de la persona a la realidad, una presentación objetiva de lo dado y el modo actual en que tomamos conocimiento de algo.

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De modo que la apertura

consciente, el estar atento perceptivo de la persona, requiere primeramente un entender de la razón al captar el dato objetivo dado, lo que es distinto al mero asentir o juicio. 11 La percepción objetiva implicaría un dialogo fundamental en la llegada intencional del ser al intelecto, que se consuma en tres partes:

La percepción, en el sentido más amplio de la palabra, es el acto fundamental en el que se funda la situación dialogal entre la persona y el ser. Solo después de que hemos captado directa o indirectamente una situación objetiva, podemos responder a ella; con otras palabras, solo después de que conozcamos una cosa puede esta motivar una respuesta en nuestra alma.12 Aparece primero la percepción como parte fundamental, el objeto como tal se presenta a la persona “la intención va, por así decir, del objeto a nosotros; el objeto se manifiesta a nuestro espíritu”, esto significa una presentación interior de algo a diferencia de una representación porque la persona no produce el objeto, sino que este aparece ante su ser como tal. En este evento psíquico observamos una apertura consciente de la persona a la realidad dada, donde se realiza el hecho primario de la percepción de un dato objetivo. Luego, este aparecer del objeto en la interioridad espiritual ocupa, por así decir, un lugar dentro del entendimiento que no es una fabricación, sino que la razón gana cierto reflejo

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Ibid. En la capacidad intencional de la razón traigo a consideración el aspecto de la temporalidad involucrada en la atención consciente, la facultad del intelecto de escapar al tiempo y espacio que permitiría el acto cognitivo de la razón y la captura intencional [el poner entre braquetes descrito por Husserl] del objeto racional. 11 Capt. 1 sobre la cognición en cuanto se trata de captar directamente un dato primario, distinto al asentimiento o el juicio, Hildebrand, Dietrich von, What is philosophy? 13-15. 12 Hildebrand, Dietrich von, Ética, 196. 10

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interior en virtud del objeto dado. Tercero, la inteligencia se ilumina con la luz inteligible proveniente de lo real y la persona tiene conocimiento de la cosa que se le presenta, percibiendo el objeto intencional. En su trabajo de epistemología, ¿Que es filosofía? von Hildebrand expone que la cognición en general se trata de un “recibir” -a diferencia de un “producir” – donde la toma de cognición incorpora un contacto personal con el ser, un encuentro de lo esencial y una posesión inmaterial entre sujeto y objeto. Primero, percibimos el objeto como tal, luego “penetramos” en el mismo para comprenderlo y tercero lo incorporamos a manera de “abrazo” espiritual.13 De modo que el contenido del contacto intencional no se trata de una participación de ser sino de un captar del objeto tal como es, el encuentro de una realidad esencial que comprende en sí una verdad. Esta posición se diferencia claramente del idealismo trascendental donde el conocimiento resulta de la construcción mental. Asimismo, para von Hildebrand la toma de cognición se diferencia de lo teorético como el juicio porque se da un “escuchar”, además, el objeto del conocer en lo que no es una construcción racional podría incluir reflejos intencionales de distintos tipos de ser.14 Por nuestra parte diferenciamos los segmentos modales de la experiencia intencional en tres actividades trascendentales del entendimiento al actualizar la toma de cognición objetiva: 1) Percepción, 2) Comprensión y 3) Cognición. Los que describimos brevemente: 1) En la percepción se da el hecho existencial, esto es la presencia del objeto y la apertura receptiva de la persona que contacta con la realidad objetiva como tal, ocurriendo la transmisión actual en el recibir del objeto dado. En este primer modo del conocer, el objeto aparece perceptualmente en el acto sentiente psíquico. 2) En la comprensión se experimenta el evento significativo en la consciencia, en la moción psíquica esencial el contenido significante es comunicado al entendimiento de la persona, ocurriendo la transformación interior que discierne el objeto. En este segundo hecho del conocer, el ser intencional presentado queda aprehendido, comunicándose la intención particular en un acto comprensivo que invita a la razón intelectual. 3) La cognición significa el acto del entender del objeto tal y como es, el “abrazo espiritual” del vivir en que lo dado se transpone al espíritu de la persona pasando a ser posesión inmaterial con carácter de postura inteligible del conocer de la persona. En este tercer hecho del conocer, el objeto

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Diríamos que para von Hildebrand la percepción más que un captar implica un comprender profundo que establecería un enlace espiritual con la realidad dada. Hildebrand, Dietrich von, What is philosophy? 14-18. 14 Ibid.

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se recoge conceptualmente en un acto actual de entendimiento. Dando lugar a la percepción actual del objeto intencional en el entendimiento.

La comprensión racional Distinción de la comprensión racional, el acto y el contenido de la percepción en Husserl y la aprehensión directa de Reinach. Diferencia entre las intenciones de la consciencia y el ser intencional, la comprensión inmanente y la intuición de la esencia, y la percepción objetiva intencional y la aprehensión actual del objeto ideal. Clarificación de la aprehensión intelectual del objeto como hecho intencional. De un modo distinto en las investigaciones de Husserl sobre la experiencia perceptiva intencional, el autor distingue entre el acto y el contenido de la percepción, donde el contenido perceptual se refiere a las “sensaciones presentadas” en la experiencia mientras que los actos perceptivos implican las intenciones interpretativas y las intenciones de carácter que recaen en el acto y que por ende constituyen “el ser del objeto para mí”. 15 Husserl expone que para concretar el acto de la percepción, las intenciones se unifican con las sensaciones que están siendo interpretadas. Asimismo, las intenciones objetivas surgen del carácter inmanente de las experiencias en cuestión.16 A fin de comparar esta visión de Husserl a continuación diferenciamos tres modos dados en la experiencia inteligible del conocer: el hecho de recibir una presentación, el acto comprensivo de la presentación, y la percepción intencional del objeto. Sin embargo, al distinguir las partes encontramos varias diferencias con la postura de von Hildebrand: Primero, vemos que para Husserl el objeto no se recibiría principalmente como una manifestación del ser en cierta entidad objetiva, sino que lo presentado trata primero de “sensaciones”. Segundo, en la comprensión de lo dado, el evento interior no trata de la captación del objeto como tal sino de una interpretación productiva a partir de las sensaciones recibidas. Tercero, vemos que la cognición

del objeto se reduce

incipientemente a un idealismo trascendental – posición que Husserl desarrolla en su trabajo posterior – ya que la realidad del objeto conocido no tiene como referente el ser manifestado al espíritu17 – como expone von Hildebrand al hablar de la intencionalidad proveniente del objeto, sino que para Husserl el objeto se referiría a cierta inmanencia del acto intencional de la consciencia, cuyo carácter objetivo constituiría el ser mismo del 15

Husserl, Edmund, Ch.5 On intentional experiences and their contents, Vol. 2, Logical Investigations, 104. Ibid. 17 Lo que podríamos denominar una transfiguración o un transponer propio de la realidad del vivir. 16

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objeto conocido por el sujeto, lo que identifica un acto intencional a diferencia de acto no-intencional. Consideramos que esta postura implicaría un razonamiento circular cerrado porque el a priori de todo ser radicaría solamente en la consciencia subjetiva careciendo de realidad fuera del pensamiento. Adolf Reinach por su parte nos ofrece una perspectiva distinta.18 Porque la experiencia fenomenológica se trataría primero de un ver y comprender, para tomar consciencia de aquello que está allí desde antes, pero de lo que no se tiene una consciencia.19 Reinach expone que para llegar al facto en sí no se trata de una definición o de un juicio, sino que la experiencia consiste en un captar de la esencia, del fijarse en lo que se presenta, y en el recoger de la esencia20. Asimismo, los hechos de la convicción habrían de pasar por una adecuada intuición para llegar a las entidades ideales- refiriéndose a las formas de platón. Al hablar del conocer, Erkennen, “la naturaleza o esencia del conocer consiste en un aceptar, un recibir, un hacer propio aquello que se presenta a sí mismo.” Reinach menciona que la división adecuada de la consciencia en sus esencias fundamentales se da en la experiencia del sentimiento, de la volición y del pensamiento consciente. La aprehensión directa de la esencia se realiza en la contemplación intuitiva que penetra en el ser particular. Un punto importante del conocer es recoger la esencia, la que es lo que es debido a su naturaleza a priori de ser, porque, necesariamente-tiene-que-ser-así, y en-virtud –de –la esencia-no puede –ser-otra-cosa. Observamos que el a priori se da no como una necesidad del pensamiento, sino, por la necesidad de ser. Es más, para Reinach la esencia no se deriva de la experiencia, ni requiere la percepción de los sentidos, aunque los actos de percepción proveen una base para su captura.21

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Willard, Dallas, “Concerning Phenomenology”, trans. of Adolf Reinach's Ueber Phaenomenologie. The lecture Ueber Phänomenologie was read in Marburg during January of 1914. It was first published in Reinach's Gesammelten Schriften (Halle, 1921), and was later published separately under the title Was Ist Phänomenologie? (München, 1951). This English version is a revision from the 1951 edition that was published in The Personalist, Spring 1969, Vol. 50, #2, pp. 194-221, with the permission of the Reinach heirs and KöselVerlag. The present revised version was made in the light of the 1989 edition of the lecture published in Adolf Reinach, Sämtliche Werke: Textkritische Ausgabe in 2 Bänden, edited by Karl Schuhmann and Barry Smith, (München: Philosophia Verlag), pp. 531-550. A separate English translation by Derek Kelly, titled "What Is Phenomenology," appeared in The Philosophical Forum, Vol. I, #2 (New Series), Winter 1968, pp. 234-256. http://www.dwillard.org/articles/printable.asp?artid=21, Feb 4, 2014. 19 En lo que Reinach explica que ver requiere un aprender a reconocer, observamos por nuestra parte, que esto implica cierto acondicionamiento de la apertura consciente como factor para hacer presente el algo de la experiencia. La diferencia ente estar consciente y el estar atento de la consciencia. 20 En este punto vemos que el objeto de la percepción, el “que” esencial adquirido en la experiencia intencional se refiere a una naturaleza de ser. La diferencia entre el “conocer” y el “conocer qué”. 21 Este párrafo comprende lo expuesto en la lectura de Reinach. Willard, Dallas, “Concerning Phenomenology”, trans. of Adolf Reinach's Ueber Phaenomenologie.

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En Reinach la experiencia cognitiva del entendimiento incluiría la cooperación de los sentimientos afectivos y la voluntad lo que permitiría intuir y capturar lo esencial. Volviendo al orden de la experiencia cognitiva descrito anteriormente procedemos a reconocer la perspectiva de Reinach. Si bien, también expone que el conocimiento podría inclusive proceder por iluminación interior donde no se requiere la percepción. Sin embargo, es claro que donde se trata de percepción y de apertura consciente al objeto, el paso inicial acarrea atender lo que se presenta, viendo y reconociendo aquello que se presenta a sí mismo. De cierto modo coincide con la postura de su pupilo von Hildebrand y se distancia de Husserl ya que Reinach sugiere que la intencionalidad proviene del objeto, y que se trata de un encuentro del ser. La segunda parte de la experiencia, el acto de la comprensión, lo encontramos donde Reinach habla del captar intuitivo, de un comprender virtual de la naturaleza y de un recibir interior de la esencia de lo presentado. Aquí vemos, que tanto Reinach como von Hildebrand hablan de intuición que penetra a diferencia de Husserl que habla de una interpretación intencional de las sensaciones. En la tercera parte de la cognición Reinach nos habla de llegar al facto en sí y de un hacer propio de la “entidad Ideal” en el pensamiento. Sin embargo, este tomar posesión de la esencia de Reinach se trata más de una revelación que de una donación ya que no se requiere de la experiencia ni de la percepción para su captura. Punto en que difiere con von Hildebrand quien es explícito en el sentido de donación y embrace de lo dado. Mientras que, en Husserl, como vimos, la realidad esencial del objeto conocido provendría de una intencionalidad inmanente de la consciencia. Según Husserl, en el acto de comprensión del intelecto el carácter de intencionalidad pertenecería específicamente a las intenciones objetivas del intelecto, el que interpreta las sensaciones percibidas en la consciencia; mientras que con Reinach vemos lo contrario, en lo que la aprehensión del intelecto penetra directamente en el objeto intencional que se presenta a sí mismo debido a su razón esencial de ser. En todo caso, la comprensión acarrearía un pasar de la experiencia psíquica de algo presentado en la consciencia a la experiencia intelectual del captar racional de lo dado. Es decir, pasar de la realidad temporal a la respuesta puntual del entendimiento. Pero, si bien se daría una transferencia significativa todavía no vemos a la persona afirmando la certeza de su apreciación consciente del objeto intencional como algo realmente dado.

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El conocer del intelecto y paralelo con la transmisión de señales radiales Distinción de la percepción actual, el triple concierto entre las partes reiterativas del acto cognitivo y el objeto intencional. Analogía de términos paralelos con la comunicación radial. Argumento sobre la presentación de lo real de von Hildebrand y el a priori de Reinach. Clarificación de la realidad del objeto. Al observar los distintos modos y distinguir los hechos característicos del conocer del intelecto, a pesar de las diferentes conclusiones sobre la experiencia cognitiva entre los distintos pensadores, nuestro estudio enfatiza la reiteración de los modos conceptuales observados en los movimientos intencionales del estar consciente conducentes al acto cognitivo. La importancia de identificar los paralelos entre la experiencia objetiva y del estar consciente radica en que nos sirven de entorno doble, no solo para descubrir los puntos de comparación entre las observaciones fenomenológicas de distintos pensadores sino para descubrir la relación cooperativa del corazón y la voluntad.22 Si bien hemos ahondado referencialmente en la percepción, la comprensión y la cognición como términos gradientes del conocer objetivo del intelecto nos queda por identificar como cada una de estos modos se comprende bajo la perspectiva de contenido y de acto. A continuación, reiteramos el transcurrir de la experiencia del conocer del intelecto observando las condiciones que hacen necesario los modos gradientes o intervalos en el darse de la cognición de objetos. En nuestros tiempos, encontramos que la experiencia de la percepción humana tendría similitud comparativa a la de los medios electrónicos de comunicación artificial; por ejemplo, al prender un radio o televisión inmediatamente el equipo reconoce distintas señales radiales emitidas a su alcance, las señales son capturadas al entonarse la frecuencia de la transmisión, momento cuando podemos elegir y cambiar entre canales disponibles, de modo que el aparato rinde las imágenes y sonidos correspondientes al intervalo de transmisión. Lo importante a considerar en este modelo es que el aparato no “crea” las imágenes o los sonidos entonados, sino que: “recibe” la señal con todo su contenido informativo, “captura” la señal adecuadamente y “rinde” la información virtual. En la figura dada contemplamos la postura de von Hildebrand en cuanto a que el objeto se presenta como tal y es algo que se nos da, no un carácter que se constituye desde dentro como Husserl sugiere, es más, no se trata de una comunicación radial que usa frecuencias electrónicas de emisión sino que la percepción del intelecto implicaría 22

De acuerdo al exponer de que la experiencia cognitiva del estar consciente se fundamentaría en la actividad conjunta del pensamiento, volición y sentimiento.

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sensibilidad a la sutileza esencial de la realidad del ser, la “presencia” actual que nos toca esencialmente y que comunica no solo una imagen y sonido sino la verdad de la realidad en que vivimos y nos movemos, lo que, en segunda instancia constituye la plenitud de los valores comprensibles adecuados a la inteligencia humana, el aspecto racional del ratio que incluye la palabra interior y su significado, lo que en tercera instancia manifestaría la virtud de la vida espiritual donada y luz del entendimiento. Porque aquí, no se trata de una emisión artificial sino de la realidad universal en la que pertenecemos que nos es dada como tal. Entonces, el a priori del conocimiento se daría no como una necesidad del pensamiento, sino, por la necesidad de ser en sí mismo que nos es donado en la existencia. El algo previo del ser que no se fabrica, sino que es encontrado necesariamente en la percepción. De ser así, podríamos distinguir en la experiencia del conocer del intelecto un triple concierto en: la transacción esencial entre la presencia actual y percepción psíquica del objeto, la transformación intencional en la comprensión lógica y lingüística23 capturada en el pensamiento, y el acto cognitivo en que el entendimiento se transfigura al recoger y relacionarse espiritualmente con la realidad del objeto dado.24 25 El punto en que la realidad toca el entendimiento, implicando espiritualmente a la persona que, entonces, al percibir conoce lo dado. Las tres modalidades se referirían a perspectivas reiteradas de una misma experiencia dada como hecho en el vivir de la persona, pero que explican la cognición objetiva de todo tipo. Hasta ahora, el seguimiento fenomenológico nos ha servido para describir la función cognitiva intencional, sin haber todavía profundizado en los contenidos característicos de cada modalidad de conocimiento.26

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Con la comprensión lingüística nos referimos a la capacidad dialógica en “hablar y escuchar”- como también von Hildebrand describe la experiencia cognitiva - al tomar consciencia de un objeto mediante su palabra interior y significado. Tan es así que inteligir implica un leer. asimismo, el lenguaje es fundamental para el entendimiento y lo conocido correspondería con lo que podemos nombrar. 24 Sin embargo, esto no significa que todo entendimiento requiere pasar por los tres pasos en el mismo orden. Por ejemplo: “Todo conocer se asienta en ultimo termino en un aprehender cognoscitivo, si bien también podemos llegar al conocimiento de ciertos estados de cosas sin aprehensión cognoscitiva propiamente dicha, mediante razonamientos.” Hildebrand, Dietrich von, Moralidad y conocimiento ético de los valores, 25. 25 Estos tres pasos se podrían comparar asimismo con las intellektuelle Regungen o vivencias intelectuales de Pfänder, en cuanto que son movimientos cognitivos que se suceden en el percibir y el representar intuitivo que se refieren a la toma de consciencia de objetos. 26 Como, por ejemplo, según nos comenta Seifert, Husserl y Reinach encuentran unos catorce sentidos que distinguen los términos de las representaciones y del conocimiento sin que esto agote las equivocaciones del concepto. Nos referimos a la representación como la experiencia interior en la aprehensión del evento y el conocimiento como la experiencia intencional de cognición.

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La realidad del conocer Distinción de la reiteración triple de la percepción. Brentano y Husserl en la diferencia entre percepción consciente, intencional, actual y real. Clarificación de la unidad de la consciencia, la esencialidad del entendimiento y la realidad intencional del conocer objetivo de la persona. Para continuar no podemos dejar de mencionar las discusiones de Brentano y Husserl sobre las diferencias entre la percepción interna y externa y los fenómenos físico y psíquico.27 En Husserl la división que media en los objetos de la percepción, - entre las ‘sensaciones’ de lo externo y la ‘reflexión’ en lo interno - concuerda con la división que mediaría asimismo en las percepciones. Husserl encuentra que los fenómenos de estas distintas percepciones pertenecen a clases esencialmente distintas. Donde las percepciones de lo externo o “sensaciones” aparecen en tipos y cualidades, mientras que en el otro lado se encuentra otro mundo, constituido de presentaciones, juicios, deseos, etc. cuya marca es la “inexistencia intencional.” Esta división distinguiría los fenómenos físicos y los psíquicos – los que a su vez son los objetos de las ciencias naturales y de la psicología. Una segunda distinción importante de Husserl es la marca intencional de los fenómenos psíquicos, donde fenómeno psíquico no significa cualquier estado consciente como tal. Esta aclaración se distancia de Brentano para quien “toda la data de nuestra consciencia se divide en dos grandes clases – los fenómenos de clase física y los de clase psíquica”28 como escribe:

La totalidad de nuestra vida psíquica, por compleja que pueda ser, siempre forma una unidad real. Este es el conocido hecho de la unidad de la consciencia…Todo el fenomeno psíquico que ocurre simultáneamente en nosotros tal y como ver y escuchar, pensar, juzgar y razonar, amar y odiar, desear y rechazar, etc. no importa cuán diferentes puedan ser, todos pertenecen a una realidad unitaria solamente si se perciben interiormente como existiendo juntos.29

Mientras que Brentano incluye el ver y el escuchar junto con la sensación de calor o frio dentro de los fenómenos psíquicos, para Husserl, estos estados no califican dentro de lo psíquico- por cuanto no forman parte del mundo de la “realidad intencional de la

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Husserl, Edmund, External and internal perception: Physical and psychical phenomena, Appendix, Vol. 2, Logical Investigations, 335-348. 28 Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 77. 29 Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 163-164.

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consciencia”. Al hablar de “inexistencia intencional” Brentano es quien introduce el término proveniente de la escolástica y que significa “referencia a un contenido, dirección hacia un objeto, (que no ha de entenderse aquí en el sentido de una cosa), u objetividad inmanente”30 Este concepto, según la anotación de Brentano, en su origen Aristotélico, significaría la existencia inmanente y condicional de algo, donde los objetos abstraídos por la mente dependen de la inmanencia de la mente para darse, así como también dependen de cierta conexión con lo real de donde parte su sentido inteligible.31 De otro modo, Husserl interpretaría la intencionalidad en el sentido de que los fenómenos psíquicos existen en la consciencia cuya objetividad inmanente los constituye intencionalmente - y no se hace necesaria la conexión con la realidad de origen – el encuentro con el ser que defiende von Hildebrand y Reinach - porque en Husserl la consciencia de la persona parece penetrar el todo pasando a ser lo real en sí misma. Por otro lado, al describir la actividad consciente, Brentano hace una importante distinción en la percepción interna del fenómeno psíquico al referirse a la actividad actual de la mente observadora, porque no se daría una misma experiencia en la atención puesta en las presentaciones, como en el estar consciente reflejo, y en las presentaciones intencionales donde se presta atención; es decir, que se da una experiencia de funcionalidad que Brentano llama consciencia interna.32 Volviendo a las tres partes de nuestro seguimiento fenomenológico, consideramos los dos tipos de presentaciones en la diferencia entre la consciencia atenta del percibir transmitido que se transforma en el comprender racional de lo presentado.33 Lo que su vez, implica seguidamente lo que Brentano llama el objeto primario y secundario en la consciencia, y que interpretamos en la diferencia modal, entre la naturaleza comprendida por un lado y la cognición esencial del objeto como tal.34 En este punto, observamos por nuestra parte, que para Husserl siendo que la consciencia se reduce a la actualidad intencional, no se justifica una dimensión de

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Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 88. Este punto no lo soluciona Brentano, sin embargo, si comparamos análogamente con la señal de radio vemos que, aunque se puede grabar y repetir la información inmanente en lo grabado, la información corresponde en su origen con una sola emisión de lo real. Mientras la emisión puede ser recibida y grabada por muchos receptores, lo real continúa siendo lo que es, por necesidad separada. 32 Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 101-137. 33 como comparamos análogamente con el ejemplo de recibir distintas señales de radio y el capturar las señales adecuadamente. 34 Siguiendo con el ejemplo de la comunicación radial, las señales recogidas adecuadamente y la información virtual desprendida. Que en el conocer de lo verdadero caso se trataría de la realidad que transfigura la vida misma. 31

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consciencia interior anímica ni un enlace existencial con lo real. Mientras que para Brentano la conexión con la realidad es algo existente, algo que se da en realidad además del acto consciente intencional - que identifica como juicio35 racional – y donde se unen la cognición y la emoción.36 Así, en Brentano la experiencia del estar consciente mostraría tres modos y partes distintas: Un modo funcional de la consciencia interior donde se realizan las presentaciones actuales intencionales del objeto– la cognición como tal o juicio racional del entendimiento- un modo operativo de la consciencia despierta donde se dan todas las percepciones de clase psíquica37, y un modo actual del estar consciente que corresponde con todos los fenómenos o sensaciones de clase física.

Así como la unidad de consciencia no excluye una pluralidad de partes, no excluye tampoco su diversidad….Unidad no es lo mismo que simplicidad, ni es lo mismo que la homogeneidad en sus partes…Hemos visto, de hecho, que esta unidad acompasa una pluralidad de partes, en todo caso, que se relacionan la una a la otra en una variedad de maneras.38

Brentano insiste en la unidad de la consciencia, sin embargo, no podemos ignorar la estructura de partes modales que lleva a la funcionalidad en el darse del entendimiento. Según lo que Brentano distingue entre objeto primario y secundario, la data actual en la consciencia comprendería el objeto dado –que sería el objeto secundario de la presentación intencional, por ser aquello comprendido racionalmente a partir del estado de hechos mientras que el objeto primario, el objeto intencional de la percepción- corresponde perceptualmente con un intervalo actual de atención consciente y ciertas presentaciones fenomenológicas de origen psíquico y físico. Por nuestro lado, diríamos que el acto del estar consciente implica justamente una unidad actual constitutiva de la consciencia

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Para von Hildebrand, juicio se refiere a juicio de valor, por lo que excluye el juicio dentro de la percepción intencional. Mientras que en Brentano, según el sentido proveniente de la escolástica, juicio se refiere a la virtud del intelecto de poseer un sentido objetivo de razón. Lo que diferencia el conocer objetivo de las sensaciones fisiológicas. Ver capítulo 3 De Anima y los comentarios de Aquinas, Lectura IV. El juicio racional no es juicio práctico de valor sino del conocer intencional. En el sentido de lo intencional, entendemos que, mientras en la comprensión, se da un “encuentro” esencial de lo dado, en la cognición se da un “abrazo” donde se recoge lo dado, es decir que la objetividad del entender de la persona recoge conceptualmente el objeto intencional en una transfiguración espiritual plena de sentido. 36 Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 154-155. 37Lo que se distingue como presentaciones reflexivas, pero no razonadas -en sentido analógico de señales objetivas capturadas, pero no comprendidas plenamente. 38 Brentano, Franz, Book 2, 1, Psychology from an Empirical Standpoint., 167.

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personal donde se dan las distintas clases de percepciones manifestadas en la vida psíquica, las cuales tienen su origen en una realidad primaria natural del ser.39 Volviendo a la visión que nos presenta Husserl, notamos que en dicha visión la consciencia humana acarrearía tres perspectivas de la experiencia: como el ser real del ego, la percepción psíquica interior y la actualidad intencional.40 En lo que sería la realidad del ego apunta a un fluir de vivencias o eventos donde no existe un contacto relacional con otra realidad. De modo que el objeto que aparece en la consciencia seria puramente intencional, no un aparecer del objeto en sí. Husserl encontraría dos relaciones cognitivas separadas: entre el sujeto y su objeto de la consciencia, y la relación entre el contenido experiencial con la unidad del fluir consciente. Además, la actualidad intencional incluiría un tercer nivel relacional dado entre el objeto que aparece y la complejidad sensorial adjunta. Consideramos que estas tres relaciones se referirían a la experiencia perceptiva intencional en su gradual distinción de la esencia.

Los tres niveles de la percepción cognitiva y la dimensión a priori de lo real Distinción de niveles perceptivos del estar consciente. Las tres relaciones superpuestas de acto y contenido de Husserl. Diferencia de origen y relación con lo real en Brentano, Husserl y von Hildebrand. Clarificación de la actualidad esencial intencional. Husserl establecería su posición objetiva partiendo del sentido intencional expuesto por Brentano. Por nuestra parte, interpretamos lo descrito por Husserl diferenciando entre tres niveles perceptivos de la consciencia, donde cada nivel estaría compuesto de dos aspectos complementarios que acarrearían la distinción cognitiva esencial. Al hablar de esencia y lo intencional en el sentido aristotélico diríamos que el nivel de lo esencial corresponde con la actualidad inteligible, - el nivel cognitivo funcional del entendimiento - donde sujeto y objeto se relacionan en un mismo rango de realidad intencional cuya verdad particular acarrearía un valor racional que concede una virtud inteligible al entendimiento en la facultad espiritual de reconocimiento objetivo. En la segunda relación, encontramos la experiencia en su aspecto de lo natural y racional- ya que Husserl habla de contenido vivencial y de fluir consciente. Lo que tenemos identificado Todos estos puntos se explayan en el trascurso de nuestros estudios fenomenológicos de la persona. La consciencia no siendo el ser sino parte constitutiva en analogía a un espejo del ego (Wojtyla en la Persona que actúa), o pantalla monitora del vivir. 40 El párrafo que sigue resume la introducción de Husserl sobre la consciencia, en la investigación V.Husserl, Edmund, Vol. 2, Logical Investigations. 39

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como la comprensión del estado de hechos en cuanto a reconocimiento temático y aprehensión de motivos afectivos. En la tercera relación, encontramos la singularidad del hecho en la percepción del objeto que aparece y la complejidad sensorial adjunta que lo descubre. Esto es el objeto intencional, cuyo conocimiento no sería algo generado por la intención misma de la consciencia, sino por la intencionalidad esencial que se muestra a si en virtud del ser de la cosa, al actualizar la relación y responder en diálogo con la misma, en el sentido expuesto por von Hildebrand. Asimismo, si bien Husserl es claro en identificar la actualidad intencional que sería identificada como el ser real del ego, esta postura se diferencia de Brentano para quien la vida psíquica no se cierra completamente en la intencionalidad interior, sino que existiría siempre el contacto relacional con otra realidad intencional que le da origen y que la sostiene. Como vemos el estar consciente corresponde íntimamente con los hechos de la experiencia psíquica y la intencionalidad del actuar racional. Donde la actividad del intelecto, corazón y voluntad significarían distintas actualidades dentro del estar consciente diferenciadas entre otras cosas por la profundidad intencional ya se trate de la realidad actual, psíquica o fundamental acarreada en la relación dada. Por lo que nuestro estudio se obliga a considerar los distintos modos de estar consciente. De todo lo dicho sobre la consciencia del ser humano extraemos que en la toma de consciencia personal y hecho cognitivo intencional se distinguen tres modos de la consciencia que corresponden con tres hechos de la experiencia humana, donde cada modo y hecho estaría unidos actualmente, y conformando tres relaciones superpuestas de distinto tipo de intencionalidad. De ser así, todo acto consciente intencional actualizaría tres relaciones complementarias. Cada relación complementaria a su vez implica tres modos actuales distintos. Finalmente, cada modo significativo reconocido objetivamente por el entendimiento manifiesta un hecho real de la experiencia. Según reiteramos, la primera relación estaría revelando la particularidad del ser, la segunda relación revelaría la naturaleza comprensible, y la tercera relación revelaría la esencia inteligible. Las posturas de von Hildebrand, Brentano y Husserl con respecto a la actualidad esencial intencional discreparían al referirse al origen y relación con lo real. Recurriendo a nuestra analogía de la transmisión de radio, consideramos que la información recibida a modo de noema del saber tendría un origen principal en los estados de hechos del mundo en que existimos como seres humanos. Es más, diríamos que en la percepción objetiva de la realidad natural aprehendida por la persona se revela una intencionalidad actual original, -en aspecto de quale- constitutiva de los hechos naturales y comunicante de la realidad

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existencial de todas las cosas esenciales. Lo que es dado en la captura y comprensión de las esencias, los seres y los principios que facultan el entendimiento. Entonces, encontramos que el contenido subsistente y duradero de la realidad consciente de la persona respondería a un cuarto nivel relacional trascendente, en un enlace espiritual donde la actualidad objetiva en la consciencia escapa a lo meramente temporal abriéndose a la plenitud intencional de cierto sentido existencial original, el a priori. Al referirnos al contenido lógico intencional de la objetividad a priori, estaríamos enfrentando la trascendencia inteligible que la filosofía viene descubriendo desde sus inicios con el universo de las formas ideales de Platón cuyo centro radicaría en el Bien mismo, la realidad trascendente de lo inteligible que Reinach defiende. Y que, asimismo, von Hildebrand expone en su Ética al hablar de la intencionalidad profunda del percibir humano - como en el ejemplo de vivenciar la realidad de belleza y colorido de un paisaje natural. Donde la persona experimenta una plenitud transformativa que les es donada en la experiencia inteligible de un bien trascendente. Porque la objetividad que caracteriza el a priori del bien sería una manifestación providencial de la intencionalidad original del Logos supremo – la voluntad creativa de toda verdad, valor y virtud que tienen su realidad trascendente no en quanta o quale sino en un supremo Qui Est que llamamos Dios. También Husserl haría referencia a Dios como el motivo fundamental de la actitud intencional del ego, aunque, en su caso sería una divinidad encerrada en la misma consciencia. Específicamente, al considerar la naturaleza objetiva a priori del Logos, encontramos una intencionalidad del bien acarreando toda verdad, valor y virtud que se ofrece en riqueza espiritual y plenitud de bien de las personas como tales. Una realidad de perfecciones profundas e inmutables que comunican su plenitud transfigurando el contenido de noema del entendimiento que responde al bien en conformidad esencial, en relación intencional con su principio creativo original,- lo que solamente en segundo término nos refiere a la creatividad temporal de la razón y las comunicaciones lingüísticas entre seres humanos.41 Estaríamos hablando de una realidad intencional a la que tendríamos acceso en la vida del entendimiento, no reducida a la mera sensibilidad corporal sino en la respuesta objetiva que abraza formalmente la esencia donada y se orienta actualmente hacia una relación espiritual de amor entre personas. Asimismo, la realidad del vivir de la que estaríamos separados por un vacío de miseria y de vuelta sobre sí del orgullo

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Al citar lo perfecto en relación al bien consideramos los estudios fenomenológicos de Seifert sobre el bien como la suma de todas las perfecciones. Por ejemplo, Ver: Seifert, Josef, “The Idea of the Good as the Sumtotal of Pure Perfections. A New Personalistic Reading of Republic VI and VII”.

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humano. Porque de no tener obstáculos insuperables, la persona tendría libertad para actualizar el vínculo intencional con la vida trascendente en la que se contendría todo tiempo, la realidad viva y el Bien de toda persona; como también, cada persona humana tendría libertad para volverse intencionalmente sobre el vacío de sí misma.

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