Feminismo, historia y posmodernidad: La novela \"Urraca\" de Lourdes Ortiz

Share Embed


Descripción

Feminismo, historia y postmodernidad: La novela "Urraca" de Lourdes Ortiz Author(s): Mercedes Juliá Source: Revista Hispánica Moderna, Año 51, No. 2 (Dec., 1998), pp. 376-390 Published by: University of Pennsylvania Press Stable URL: http://www.jstor.org/stable/30203530 . Accessed: 10/12/2014 16:27 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

. JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

.

University of Pennsylvania Press is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Revista Hispánica Moderna.

http://www.jstor.org

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO,HISTORIAY POSTMODERNIDAD: LA NOVELA URRACADE LOURDES ORTIZ

cuando se cuestionan los fundamentos de la historia, en un moJUSTAMENTE mento de crisis para la historiograffa, la novela hist6rica resurge con renovado interns, sobre todo la novela que examina la historia desde el punto de vista de los oprimidos (y ahi se encuentran incluidas las mujeres), es decir, aquellos que no tuvieron voz en la historia oficial establecida. No es por lo tanto sorprendente que la novela hist6rica escrita por mujeres haya tenido una importancia tremenda durante las filtimas d&cadas.Se trata de explorar y cambiar la visi6n tradicional de la historia, e inscribir en ella unos valores femeninos, anteriormente ignorados. La novela Urracade Lourdes Ortiz constituye no s61o una valiosa aportaci6n a las novelas femeninas actuales, sino que afiade asimismo una nueva dimensi6n a este g6nero de la novela hist6rica. Birut6 Ciplijauskait6 en su estudio sobre La novelafemenina contempordnea sefialaba que de las novelas hist6ricas escritas por mujeres en Espahiaen los aiios recientes, Urracaera la mejor y mis completa. I El 6xito de esta novela se debe principalmente a que la autora ha sabido hibilmente combinar los elementos de la novela hist6rica dentro de la vertiente femenina moderna (f~ibula basada en el pasado de una mujer), junto a una riqueza interpretativa que es emblemitica del mundo complejo en el que vivimos y que, unido a la ironia de los diilogos, afiade al texto una dimensi6n absurda, tipica de la postmodernidad. La perspectiva textual arranca de postulados feministas, pero ademis presenta innovaciones para la novela hist6rica moderna que concuerdan con las teorias recientes de historiadores y criticos literarios como Hayden White y Linda Hutcheon, respectivamente, para quienes historia y literatura estin intimamente relacionadas. Segfin White, no existe tal cosa como objetividad hist6rica, y por lo tanto el significado de un periodo o de un personaje se determina por el criterio subjetivo del que escribe, y de las teorias en las que se basa para explicarlo (Tropics71). El historiador puede optar por contar una historia en forma de cr6nica, pero el significado de tal historia y sus conclusiones pertenecen en gran parte al mundo imaginario de su autor. 2 Hutcheon por su parte, al hablar de la literatura actual, examina el fen6meno como tensi6n entre historia y arte, o entre el mundo exterior y el mundo interior del que lo 2). La novela Urraca reconstruye en forma de narrativa (Politicsof Postmodernism es emblemitica de esta tensi6n arriba mencionada, pues siendo una cr6nica escrita en la actualidad, se apoya en datos que pertenecen al mundo del pasa-

1 La novelafemeninacontempordnea (1970-1985),especialmenteel capitulo IV, "Nuevasperspectivassobre la historia"(Barcelona:Anthropos,1988), 123-164. 2 Segiin White,"thevalue attachedto narrativity in the representationof real events arisesout of a desire to have real events displaythe coherence, integrity,fullness, and closure of an image of life that is and can only be imaginary"."TheValue of Narrativity in the Representation of Reality", CriticalInquiry,7 No. 1 (Autumn 1980) 27.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO,HISTORIAY POSTMODERNIDAD

377

do hist6rico espaiiol, y por consiguiente la ambigiuedad del personaje central y las propuestas hist6rico/literarias del texto de Ortiz son representativas de un mundo en crisis donde es imposible conocer el pasado tal como existi6. Ante la ausencia de un sentido profundo de los hechos, el escritor, y en esta novela, la protagonista escritora de la cr6nica, se refugia en la escritura que se convierte en sustituto de solidez y estabilidad. La cr6nica de Urraca pasa a ser, no s61o medio para liegar al conocimiento de un personaje hist6rico en su entorno, sino invitaci6n igualmente a cuestionar la historia oficial, creando una nueva historicidad. En este ensayo examinar6 el nuevo concepto de cr6nica que emerge del texto de Ortiz y sus implicaciones para la novela hist6rica actual. Siguiendo una tendencia que estuvo en boga en el siglo xix 3y que reaparece entre escritoras europeas, sobre todo francesas, 4 Ortiz elige como protagonista para su novela a un personaje medieval (una mujer poderosa, reina de Castilla y Le6n, en una 6poca donde ser mujer y reina era cosa ins61ita) y ambiguo, pues el reinado de Urraca, durante la primera mitad del siglo xII (11091126), ha pasado a la historia como un periodo poco notable. Los datos hist6ricos disponibles se prestan a variadas interpretaciones, siendo el mis completo e importante de ellos, la "Historia Compostelana", 5 un texto escrito por varios autores, esencialmente para alabar las gestas de Diego Gelmfrez, obispo y mis tarde arzobispo de Santiago de Compostela, y persona que durante un tiempo fue el enemigo mis poderoso de Urraca. Por consiguiente es una obra compleja que, como sugiere Reilly, hay que leer con sumo cuidado pues presenta una visi6n parcial [y algunas veces negativa] de la reina (The Kingdomxi). Otras cr6nicas, como "Lascr6nicas an6nimas de Sahagin", se ocupan especialmente de la historia de la Abadia desde los comienzos del reinado de Urraca hasta 1117. Es decir, que aunque nos dan a conocer muchos hechos pertinentes a esa 6poca, no tratan sobre la reina en si. El reinado de Urraca, a pesar de haber sido soberana de un territorio importante, ha pasado casi inadvertido, y los pocos historiadores que se han ocupado de ella, basindose principalmente en las fuentes anteriormente citadas, han atribuido las dificultades de este periodo hist6rico principalmente al hecho de que era mujer. 6

Para un examen sobre la genesis,las formas,y la trayectoriade la novela hist6rica, de AmadoAlonso (Madrid:Gredos,1984), consfiltenseel Ensayosobrela novelahist6rica, Novel.An Essay(CambridgeUP, 1924). y el libro de HerbertButterfield,TheHistorical 4 El lector debe dirigirseal libro de Ciplijauskait6, anteriormentecitado, para un estudio panorimico de la novela hist6ricaen Europaescritapor mujeresen las filtimas dos decadas. 5 Como sefialaReilly,no existen ediciones criticasmodernasde esta obra. La mis reciente es la de EnriqueF16rezpublicadaen el siglo xvIII.Espaniasagrada,vol. 20, Matambidnlos trabajosde BernardReilly,"ExistingManuscriptsof the drid, 1765.VWanse 15 (1971): 131'HistoriaCompostelana':Notes towarda CriticalEdition",Manuscripta 152;y BernardReilly,"The'HistoriaCompostelana':The Genesisand Compositionof a Twelfth-Century Spanish 'Gesta' ", Speculum44 (1969): 78-85. 6 Asi por ejemplo, el padre Enrique Fl6rez, siguiendo muy de cerca "Lahistoria delas reinascacompostelana"dedica un capituloa la reina Urracaen su libro Memorias t6licasde Espaiia.Segfin el historiador,Urraca tuvo un reinado dificil porque, al ser mujer,no pudo ser buena administradora.F16rezdestacala practicidady ambici6nde Urraca,cualidadesnecesariasparagobernarbien, pero atributosdespues de todo masculinos,y mal vistosen ella. Urracaes presentadacomo un ser complejoy dificil,buena

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

378

MERCEDES JULIA

RHM,LI (1998)

El mismo afio que aparece la novela de Lourdes Ortiz (1982) se publica The Kingdom of Castilla-Leon under Queen Urraca, del historiador Bernard Reilly.

Reilly sefiala en la Introducci6n al libro, que se ocupa de este periodo especialmente porque se sabe muy poco del mismo. El autor, despubs de haber consultado los numerosos manuscritos, cr6nicas y datos pertinentes a esa 6poca, indica que lo que se conoce de la reina Urraca son hechos externos que nos dejan saber c6mo fue su reinado, pero muy poco acerca de la persona en si (The Kingdom353). Basindose en estos datos, Reilly concluye que la reina gobern6 sabiamente, y contra la opini6n de otros historiadores, sostiene que dificilmente un monarca hubiera podido hacerlo mejor en esa 6poca. Reilly nos presenta a una reina fuerte que supo gobernar con mesura y tes6n. Su estilo, dice el historiador, era tradicional y conservador y logr6 mantener todos los reinos heredados de su padre, al mismo tiempo que aport6 algunos pueblos adicionales para el reinado de su hijo, no su marido.7 Lourdes Ortiz elige escribir sobre esta reina "precisamente porque la escasez de referencias hist6ricas verdaderamente documentadas era aliciente para la invenci6n". 8 A Ortiz, m s que recrear la 6poca en la que vivi6 Urraca, le preocupa centrar su atenci6n en la figura de la reina, y por lo tanto construye un texto que, siendo fiel a los datos hist6ricos que se conocen, presenta la estampa de una soberana poderosa, inteligente y sensible, pero ademis apasionada, y capaz a su vez de protagonizar algunas de las infidelidades y actos pasionales que se le confieren en otras novelas y leyendas. La ambigiuedad de la protagonista se presta, pues, a varias lecturas simultineas, y es precisamente esta riqueza interpretativa la que hace tan atractivo y moderno este texto. Frente al mismo, el lector debe utilizar lo que Umberto Eco ha denominado "inferential walks" (paseos inferenciales) en los que la fibula ofrece interpretaciones mtiltiples, pero siempre bajo el esqueleto estructural de una gufa que es la narraci6n. 9 La narraci6n subjetiva y franca en primera persona invita a reflexionar pero torpe, caprichosay con artimafiasfemeninasparasalirsesiemprecon la suya.E. L. Mir6n, apoyindose asimismoen las cr6nicasmedievales,presentafavorablementea la reina y explica que este reinado fue problemitico, sobre todo por las circunstancias que tuvo que afrontarUrraca,casadacon un hombre ambiciosoy cruel para con ella. MenmndezPidal pasa casi por alto este periodo hist6rico,considerindolo mis bien un inciso entre dos momentos decisivosen la historiade Espafia:los reinados de Alfonso VI y Alfonso VII, padre e hijo de Urracarespectivamente" En el siglo xix (1848), FranciscoNavarroVillosladaescribe una novela hist6ricatituladaDofiaUrracade CastiIla.Texto esencialmenteromintico, tratade reconstruirprincipalmenteel ambientey las intrigasque tuvo que afrontarla reina. Urracaes presentadaen la novelade Villoslada como mujer apasionaday capaz por amor de Ilevara cabo empresasde cualquier tipo, sin sopesarlas consecuenciasparasus suibditos. 7 Paraun estudio meticuloso a fondo de este y periodo hist6rico,el lector debe dirigirse al estudio de BernardF. Reilly,anteriormentecitado. 8 Tomado de una conversaci6nde LourdesOrtizcon ElizabethOrd6fiez,y citado en el artitulo de esta iltima, "RewritingMyth and History:Three Recent Novels by Women". FeminineConcernsin Contemporary SpanishFiction (Maryland: Scripta Humanis-

tica, 1988) 21. 9 "I call the interpretativemoves by the reader 'inferentialwalks'.They are not mere whimsicalinitiativeson the part of the reader,but are elicited by discursivestructures and foreseen by the whole textual strategyas indispensablecomponents of the construction of the fabula". The Role of the Reader.Explorationsin the Semioticsof Texts.

(Bloomington& London:IndianaUniversityPress,1979) 32.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO,HISTORIAY POSTMODERNIDAD

379

sobre los hechos presentados y permite al lector cuestionarlos, puesto que Urraca, al contar su historia, constantemente se contradice, mostrando inseguridad otras veces. Asi por ejemplo dice: "Yo no he amado la guerra, como la am6 mi padre o la busc6 Alfonso...", y un poco desputs, "ic6mo puedo afirmar que no he amado la guerra? Yo, que durante veinte afios apenas desmont6 del caballo, yo, que combati sucesivamente contra mi esposo, contra mi hermana.. ." (Urraca138). Como sefiala Ciplijauskait6, Ortiz escribe, al igual que otras escritoras en las iltimas d~cadas, "para mostrar a la protagonista de manera distinta a otros historiadores, y al hacerlo revelar las diferencias, no s610 entre el papel social del hombre y la mujer, sino entre las ideas preconcebidas de ambos" ("Historical Novel" 33). El gran acierto de Ortiz es que logra crear un texto que puede ser interpretado desde cualquiera de las propuestas hist6ricas existentes sobre Urraca, ofreciendo de esta manera una versi6n compleja, nueva y totalizadora sobre esta reina. Si la novela romintica expresaba intencionalidad autorial, y el formalismo moderno se centraba en el texto, la novela postmoderna lega la interpretaci6n a cada lector: el mito moderno se deja a un lado y el escritor piensa menos en escribir originalmente y mis en reescribir parodiando lo ya escrito en otros textos (Theoryof Parody86). La novela de Ortiz parte de otros textos hist6ricos y literarios y ofrece en iltima instancia una estampa compleja de una 6poca hist6rica y de una mujer abierta e inteligente, cuyo retrato completo parece, como en la vida, dificil de ser abarcado con palabras. Pero la ambigiuedad en esta novela no s6lo se da a nivel del entendimiento de ese periodo y de ese personaje hist6rico, sino que va un paso mis alli e invita asimismo a reflexionar sobre las bases en que se fundamenta la historia, y sobre los fines e importancia de la misma.

UN NUEVO TIPO DE CRONICA

La cr6nica, segtin Hayden White, consiste en una narrativa que se escribe para dejar constancia del paso y de la importancia de cierto personaje en la historia. 10 Sabemos que precisamente no existe una cr6nica de la reina Urraca. La novela de Ortiz comienza queriendo ser esa cr6nica que hace falta escribir y que es necesaria para establecer el poder y el respeto de la reina, quien quiere asumir el control de su historia escribi6ndola ella misma; cosa que en la Edad Media habria sido dificil si no imposible. " Esta situaci6n crea una transgresi6n entre varios niveles de ficci6n. Tratandose de la novela hist6rica, un g6nero hibrido compuesto de la uni6n de dos disciplinas, la literatura y la his-

10"Thenature of such a being, capableof servingas the central organizingprinciple of meaning of a discoursethat is both realisticand narrativein structure,is called up in the mode of historicalrepresentationknownas the chronicle","TheValueof Narrativity", p. 19. " SeguinAlan Deyermond,"theworksactuallyattributedto women writersare few and late; the first text of this kind is the MemoriasofLeonorL6pezde C6rdoba,earlyin the in HispanicLiterature: Icons fifteenth century"."Spain'sFirstWomenWriters",en Women andFallenIdols.Ed. Miller& Gould (Berkeley:U of CaliforniaPress,1983) 28.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

380

MERCEDESJULIA

RHM, LI (1998)

toria, la transgresi6n entre niveles es aqui de doble complejidad: la reina, que es personaje hist6rico y literario al mismo tiempo, escribe una cr6nica que pertenece a la historia, y que acaba siendo la novela. Cuando estos juegos ocurren, sefiala Robert Spires, "no se presta atenci6n exclusivamente al mundo de la fibula, sino tambidn al proceso de crearla por medio del acto de escribirla, o de leerla" (BeyondMetafictitional16). La novela es pues auto-referencial y un buen ejemplo de lo que Spires define como "modo metaficticio". Junto a la historia de Urraca, por consiguiente, el texto examina el proceso de escribir una cr6nica y los fines de la misma. La novela, como mencion6 anteriormente, comienza con el prop6sito de ser una cr6nica tradicional: Se me haraijusticia... Una reina necesitaun cronista,un escribacapazde transmitirsus hazafias,sus amoresy sus desventuras,y yo aqui, encerrada en este monasterio,en este afio de 1123,voya convertirmeen ese cronista para exponer las razones de cada uno de mis pasos, para dejar constancia... de que mi voluntadse vio frustradapor la traici6ny tozudez de un obispo ambiciosoy unos nobles incapacesde comprenderla magnitudde mi empresa.(Urraca10) Muy pronto en el relato, sin embargo, se extravia el pensamiento de la narradora y comienza a contar cosas que no debiera, si su finalidad era asegurarse una buena reputaci6n. Consciente de este compromiso, la protagonista se corrige a cada paso: "Pero no puedo distraerme; no es eso lo que debo contar. Una cr6nica no debe detenerse en sentimientos y en personajes secundarios" (Urraca40). A lo largo de la novela la reina lucha contra el concepto tradicional de cr6nica, pues a ella se le ha quedado pequefio. Asi por ejemplo, dice casi al comienzo: "Me doy cuenta de que las cr6nicas, Roberto, son siempre incompletas, mentirosas" ( Urraca63); y mis adelante, "yo s6 que mi cr6nica debe ser contenida, respetuosa y atenerse tan s61o a sucesos y batallas" (Urraca77). A medida que escribe, empero, la reina se aburre con ese tipo de escritura, y cuenta otros hechos que le vienen a la mente, tales como intimidades, an6cdotas e incluso historias de cama: "Pero todo eso ahora me da igual, como me dan igual las idas y venidas de Gelmirez, los contactos del conde de Traba, que segufa vigilando a mi hijo.... Todo eso seri Historia, pero a mi, aqui, en este monasterio, ha dejado de preocuparme el recuento de batallas. Podria hablarte, en cambio, de la ambici6n de mi hermana. . ." (Urraca 112). Una cr6nica hist6rica para que sea lo mis completa posible, parece sugerir el texto de Ortiz, no puede basarse finicamente en un recuento de batallas y de momentos gloriosos, sino que tambidn, e incluso mis importante, debe incluir cualquier informaci6n que el historiador considere necesaria para entender los motivos y las pequefias decisiones diarias que contribuyen al buen fin o fracaso de una empresa. Como el protagonista en la Historia de Adrianode Marguerite Yourcenar, en esta novela los deseos, debilidades y temores de la reina van a explicar otras acciones que en definitiva afectaran el curso de la historia. Los datos hist6ricos permiten reflexionar sobre el papel de la historia. Un paso mis y Urraca pronto descubre que mucho mis interesante que la gloria hist6rica en abstracto, es para ella su propia definici6n como persona. Esto lleva a la narraci6n por unos derroteros muy distintos de los propuestos al

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO, HISTORIAY POSTMODERNIDAD

381

principio. A la cr6nica de hechos bdlicos e intrigas, se suman ahora otros asuntos, como atuendos, relaciones, motivos, etc., importantes tambidn para la mujer Urraca. Con esto se ensancha sutilmente el concepto de historia. Historia, seglin esta novela, no es s610 recuentos pequefios y grandes del pasado, es ademis todo aquello que ayuda a la reflexi6n y al conocimiento del presente y de uno mismo. La reina escribe lo que dice a un confidente, un monje que est~icuidando de ella en el monasterio donde se encuentra encarcelada por su hijo. En el recuento de su vida, Urraca no sigue un orden estrictamente cronol6gico; esto, unido a la cualidad oral de la escritura, proporciona mucha mis libertad y frescura a la narraci6n, permitiendo a su vez meditar sobre algunos hechos que le parecen mis importantes que otros. Si para Pirandello y Unamuno los personajes novelescos tenian personalidad propia y exigian del autor cierto tratamiento, en la novela de Ortiz es la memoria de otros seres conocidos la que se impone en el personaje principal y lo fuerza a meditar y a escribir sobre ellos. Los datos se presentan en el relato aparentemente desordenados, como entes con personalidad propia que interceptan la mente y gobiernan y controlan al que escribe: "Esdificil dejar que mi cr6nica siga un orden. Los nombres se enlazan y me arrastran, como se enlazan los recuerdos" (Urraca47). Asi, lo que comienza queriendo ser la historia tradicional de una reina ejemplar, pasa a ser confesi6n de intimidades y pequefios detalles que angustian a la misma, despreocup~indose por completo de su imagen ante la posteridad. Escrita en primera persona, la confesi6n es ante todo un examen psicol6gico de la angustia existencial, que en Urraca se halla tambien relacionada con el hecho de ser mujer. Urraca escribe para saber quidn es, discernir su situaci6n hist6rica, y por ende juzgar las criticas que se le han hecho. La psicologia juega un papel muy importante en esta cr6nica donde la reina se atribuye las dificultades que tiene que afrontar una mujer que es reina, culpindose por no comprender su situaci6n angustiada. Como el protagonista en las novelas confesionales, Urraca est~i"afligida y sin control, desilusionada y ansiosa de encontrarle sentido alas cosas... Ve su condici6n, no con enojo, sino con dolor profundo; rehtisa todo tipo de rebeli6n externa, y en su lugar opta por la autocritica" (Axthelm 8). La cr6nica ha sufrido un cambio notable, pasando a ser justamente lo opuesto de lo que pretendia ser; pues Urraca confiesa sus temores, deseos, e incluso escenas sexuales detalladas, sin temor a ser alienada, o ignorada. Esta mujer se atreve hasta a la anonimidad con tal de conocerse a si misma. Un texto femenino, como explica Cixous, no puede ser sino subversivo. 12 La escritura en esta novela invita a una nueva concepci6n de la historia y se convierte, como otros textos feministas, en "el espacio que sirve de trampolin para el pensamiento revolucionario, movimiento precursor a la transformaci6n de las estructuras sociales y culturales" ("The Laugh of Medusa" 249). La 12 Paraun examen de la relaci6nde la novelade Ortizcon las teoriasde las feministas francesas, constiltese el articulo de Elizabeth Ord6iiez, "InscribingDifference:

L'Ecriture Feminine and New Narrative by Women". Anales de la literaturaespaiiola con-

12. 1-2 (1987): 45-58. tempordnea.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

382

MERCEDESJULIA

RHM, LI (1998)

ambigfiedad del personaje central que se contradice muchas veces y que a medida que escribe va descubriendo detalles sobre su vida y sobre la historia, invita al lector a reflexionar, cuestionarse y descubrir por si mismo c6mo fue la reina en ese periodo hist6rico y relacionada al mundo actual. Al igual que Urraca, el lector se convierte en historiador, reconstruyendo, de entre los datos que se ofrecen, ese periodo y ese personaje. Esto sugiere que en la realidad las cosas se prestan a una multitud de interpretaciones simultineas y que la historia, como serial6 Hayden White, no puede nunca pretender abarcar y explicarlo todo. Si para los novelistas de comienzos de siglo, las mfiltiples facetas de la realidad (lo que Ortega llam6 perspectivismo) fueron expresadas en las novelas hist6ricas de 6stos mostrando la fibula a veces desde dos o mis puntos de vista, 3 en la novela de Ortiz, la versi6n de la reina es la que prevalece, siendo la ambigiiedad textual la pauta principal para la creaci6n, por parte del lector, de su propia versi6n de los hechos. La reina lo dice explicitamente: "No hay una sola verdad, Roberto, sino muchas verdades, y tal vez la calumnia de Teresa era tan verdadera como estas declaraciones mfas de amor hacia Alfonso, cuando han pasado tantos afios y ya nada puede comprobarse" (Urraca 183). La total sinceridad y libertad de expresi6n de Urraca, restaura su reputaci6n desde otra dimensi6n, pues lo que se aprecia especialmente es la franqueza y el atrevimiento de esta mujer que quiere ser ante todo una persona aut6ntica. El texto sugiere, por consiguiente, que en tiltima instancia la verdad hist6rica es la verdad de cada individuo.

Dos

ESPEJOS

La escritura de esta cr6nica para Urraca llega a ser una necesidad que la libera de la soledad y de la angustia y la ayuda no s61o a conocerse y a entender sus luchas internas, sino a meditar sobre ellas y resolverlas. El conflicto principal de la reina es aquel con el que la mujer moderna se identifica, de ahi que esta novela haya tenido tanto 6xito en Espafia y en el extranjero; pues para triunfar Urraca debe aprender a hacer algo muy dificil, como es compaginar lo que pertenecia a dos sexos distintos. Mirindose en dos espejos simultineamente, la reina se esfuerza por seguir modelos aparentemente opuestos; algo que las feministas actuales explican como la diferencia entre "glance" (mirar) y "gaze" (mirada). La primera refleja una actitud masculina frente a las cosas: la persona activamente busca, se preocupa; la segunda es pasiva: mirada equivale a ser mirada, y se relaciona con el papel sumiso de la mujer tradicionalmente. 14 Urraca por un lado quiere imitar las acciones del rey su padre, hombre soberbio y sin escnripulos, para convertirse en soberana igualmente pode-

13 El lector debe dirigirse al estudio de Birut6 y la Ciplijauskait6, Los noventayochistas

historia,sobre todo el capitulointroductorio,paraconocer las contribucionesde principios de siglo a la novelahist6ricaen Espaiia(Madrid:Porrlia,1981). 14 La diferenciaentre "gaze"and "glance",queda claramenteexplicadapor Kathleen O'Gormanen su ensayo, "so that people would stare:The Gaze and the Glance in Beckett'sNot I".Modemrn LanguageStudies.Vol. XXIII,3 (Summer1993) 32-44.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

HISTORIA Y POSTMODERNIDAD FEMINISMO,

383

rosa; y al mismo tiempo, le atrae el modelo femenino, pues siendo mujer, quiere ser respetada por la sociedad como su madre Constanza, y querida como la amante de su padre, Zaida, ser completamente femenino y entregado al amor. C6mo aunar en una misma persona cualidades tan dispares, constituye el conflicto mis importante de Urraca y termina siendo la finalidad principal de su cr6nica. Siguiendo las ideas de Virginia Woolf, Ortiz encuentra la soluci6n al problema de Urraca en el andr6gino, una mezcla de mujer fuerte y femenina al mismo tiempo; es decir una combinaci6n de los tres personajes que admira Urraca. Como explica Ciplijauskait6, "el gran acierto de Ortiz: sin entrar en polhmicas o propaganda abiertas, [es] crea[r] la figura de una mujer sumamente inteligente y capaz que no deja de ser femenina" (Novelafemenina160). En la novela, el orden de lo que es trascendental va cambiando. Asi la gloria futura, importante al comienzo de la novela, deja de interesar a la reina, quien pronto se preocupa por el conflicto que tiene primacia para ella: la relaci6n entre el poder y el amor. Al final de la novela el amor importa mis que la gloria y el poder, y se convierte en el fin principal de la vida de Urraca. Ciplijauskait6 sefiala que el nimero tres es principio organizador en el texto de Ortiz, y menciona a tres mujeres: "Urraca-reina, Urraca-cronista y Urracamujer". Hay asimismo, como vengo diciendo, tres modelos a seguir: Alfonso VI, Constanza y Zaida,junto a tres etapas en el proceso de autoconocimiento, que se reflejan en los temas prevalentes en los tres capitulos de la obra: la gloria hist6rica en el primero; poder y amor en el segundo; y finalmente el amor.

EL PODER DE URRACA

La realidad, como sefial6 Nietzsche, es una creaci6n verbal 15 y por consiguiente, el poder es de aquellos que convencen a otros de su realidad hacidndola colectiva. Hayden White, desde la perspectiva hist6rica, sugiere que la narrativa,ya sea ficticia o hist6rica, est, siempre relacionada con la ley, la legalidad, la legitimidad, es decir con la autoridad. El que escribe lo hace siempre, segin White, con fines moralizantes. Por eso la novela hist6rica surge en periodos intensos de cambio, pues es una manera de establecer un nuevo entendimiento del pasado, y asi organizar el presente. En la actualidad, cuando para la mayoria de los historiadores y te6ricos, conscientes de las limitaciones historiogrificas, el ocuparse del pasado parece empresa fiitil, surge un enorme interns por parte de aquellos que han sido marginados, de formar parte de la historia oficial. La mujer quiere integrarse a la historia, pero reescribihndola, para presentar una imagen femenina distinta de la versi6n aceptada. "Tener poder", "establecer autoridad", y "moralizar la 15 "Es suficiente crear nuevos nombres y sugerencias y probabilidades para crear, a

fin de cuentas,nuevascosas".TheGayScience(NewYork:RandomHouse, 1954) 116. 16 "Narrativity certainlyin factualstorytellingand probablyin fictional storytelling as well, is intimatelyrelated to, if not a function of, the impulse to moralize reality." "TheValueof Narrativity", p. 18.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

384

MERCEDESJULIA

RHM, LI (1998)

realidad", van a significar para ella, por consiguiente, algo diferente a los valores conocidos tradicionalmente. Si bien al comienzo del movimiento feminista tener poder equivalia a ser y actuar como los hombres, escritoras como Annie Lecrec y H6l1ne Cixous proponen como soluci6n a los problemas del mundo, el optar por los valores femeninos que han sido descartados en la historia. "La mujer", dice Cixous, "no es obviamente la mujer que Nietzsche sofiaba, que da algo con el fin de... iQuidn, si no el hombre, podria pensar en tal cosa como un regalo que quiere recibir?".17 Los valores propuestos por Cixous son gradualmente adoptados en la novela de Ortiz; pues la reina, a medida que escribe, y al ir conoci~ndose, va transfornimindose,y con ella el significado de los conceptos "poder", "autoridad" y "moralidad". "Poder"al principio del texto es dominio sobre los otros; es respeto y autoridad basados en el miedo. El modelo es Alfonso VI, padre de Urraca y hombre poderoso dispuesto a todo, incluso a matar y encarcelar a sus hermanos, con tal de estar por encima de los demis. Asi dice Urraca: "Comprendi que mi padre era rey precisamente porque tenia recluido a Garcia y porque habia hecho matar a Sancho. Ser rey era algo que merecia la pena y que explicaba la Torre de Luna. Era rey, emperador incluso, porque no habia vacilado para ganar la primera batalla" (Urraca 15). Al principio de la novela Urraca explica que ella siempre quiso aprender de su padre esta actitud despreocupada y soberbia, porque el ser como su madre, que representa a la mujer tradicional, no le satisfacia: "Porque yo no queria ser oso tirado de un cordel, porque me aburrian las ligrimas de Constanza y sus suspiros de mujer insatisfecha, elegi el Imperio y me prepar6 para que todas las tierrras reunidas por mi padre pasaran a mi cuando su muerte Ilegara a producirse" (Urraca 19). Pero el poder tiene un precio que es la soledad; y esta persona necesita y desea ser amada, tanto o mis que ser poderosa. Al tratar de compaginar el poder de su padre con el amor de Zaida, la protagonista explora posibles modos de conducta y opta por el amor. La novela al final propone como soluci6n el seguir el orden natural de las cosas, sin importar las posesiones y la gloria, en favor de un mundo donde las personas viven felices, gracias a veces al sacrificio callado de alguien que lo ha dado todo. Asi, como en las cr6nicas medievales, el final de esta reina es ambiguo y en este texto se sugiere que Urraca pudo haber dado su vida para que su hijo fuera absuelto de la culpa de matarla a ella. La reina comprende que este tipo de poder es el que interesa, y por eso en las piginas finales de la novela ya no se habla de cr6nica de batallas, sino de la armonia de todos, y de c6mo lograrla. Para Urraca, en filtima instancia, el poder estriba en la autoafirmaci6n, una vez Ilegado al conocimiento de uno mismo. La vida consiste en aceptar las limitaciones humanas con compasi6n y tolerancia, y esta sabiduria se obtiene al explorar, como lo hace esta reina, su vida. La visi6n del poder del comienzo se ha esfumado y parece totalmente ridicula. A Urraca no le importa dejar escrita una historia para que los demais la respeten y la consideren en un futuro

17 "The Laugh of the Medusa",p. 259. La cita sobre Nietzsche aparece en el texto de Derrida,"Lestylede la femme",en Nietzsche citadopor Cixous. aujourd'hui,

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO,HISTORIAY POSTMODERNIDAD

385

incierto. Mucho mas interesante para ella es ser consciente de las flaquezas y fuerzas personales y de los otros, para llegar a un conocimiento mis profundo de la vida y del universo. En la novela se presenta por consiguiente un poder importante, y 6ste es el poder sobre uno mismo. Las dudas iniciales de la reina al no saber c6mo ni que escribir en su cr6nica, se convierten en otro nivel en las de cualquier historiador moderno. Paralelo al conflicto de Urraca, por consiguiente, la narraci6n examina los prop6sitos de la historia, cuestionando la finalidad de la "cr6nica". La escritura es una invitaci6n al autoconocimiento. Se escribe la historia, no s610 para dejar constancia de unos hechos, sino para evaluarlos y conocerlos mejor. Seg6n esta novela, la historia no es mis que un proceso hacia la paz personal y la armonia colectiva y este proceso es cambiante e individual. En el texto de Ortiz la escritura, al igual que los conceptos, sufren transformaciones, y lo que comenz6 queriendo ser recuento objetivo de 6xitos militares, gradualmente va convirtihndose en confesi6n intima, en discurso poftico. La historia, dice Amado Alonso, "quiere explicarse los sucesos, observindolos criticamente desde fuera y cosiendolos con un hilo de comprensi6n intelectual; la poesia quiere vivirlos desde dentro, creando en sus actores una vida autinticamente valedera como vida, gracias al acto poetico de instalarse el autor en cada uno de sus personajes, identificindose alternativamente con ellos..." (Ensayo novela hist6rica12). La historia de Urraca paulatinamente se transforma hasta liegar a ser confidencia y revelaci6n del mundo interior. La escritura expresa esta transformaci6n, haci6ndose la narraci6n lirica, especialmente al evocar lugares de su pasado o el amor. Como explica Lynn Talbot, "la Urraca que emerge al final de la novela es una persona infinitamente mis compleja que la Urraca encontrada en textos hist6ricos" ("Re-vision"446). Es el mundo interior expresado po6ticamente el que acaba proporcionando a esta reina justamente lo que se proponia con la cr6nica tradicional: ser la historia memorable de una mujer ejemplar.

RELIGION Y MAGIA

El ambiente de epoca es recreado en la novela a travis de los sucesos contados y en el lenguaje austero de la protagonisa. La religi6n por supuesto ocupa un lugar prominente en el ambito del siglo xI; pero recordemos que durante ese periodo habia tres culturas y tres religiones en la Peninsula Ib6rica: la cat61ica, la musulmana y lajudia. Aunque la religi6n oficial era la cat61ica, la influencia de las otras religiones era fuerte, y al igual que la magia y la nigromancia, formaba parte asimismo de las creencias del pueblo. En la novela de Ortiz, la reina cree en el Dios cristiano, pero adopta una actitud cinica con respecto a la Instituci6n de la Iglesia, representada en Espafia por el obispo Gelmirez y por los monjes de distintas 6rdenes religiosas, poderosas en aquella epoca. Aunque, por otra parte, Urraca conoce y aprecia c6mo su padre y el obispo Gelmirez saben utilizar el nombre de Dios para controlar al pueblo. La religi6n es antidoto contra el miedo a lo desconocido y contra las catistrofes, el hambre y la enfermedad:

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

386

MERCEDES JULIA

RHM, LI (1998)

S&bien hastad6nde puede Ilevarel 'Dios lo quiere' ... habiaque recurrir a los milagros.Las reliquiassirvenparaunir, crean sentimientonacional. Los himnos y los cinticos, el misterio...Unrey debe saber utilizartodos esos elementos como mi antecesorsupo hacerlo. (Urraca151) Al igual que su padre, la reina es tolerante y sabe valerse de otras creencias existentes en Toledo. En la novela, el mago y judio Cidellus es para Urraca maestro que la introduce en las artes de la magia y la conforta contra la incertidumbre del futuro. Y es este sabio el que explica a Urraca la importancia de la escritura, que al final de la novela se convertiri en el sustituto de todas las religiones, y en la inica creencia de la reina. "El verdadero dominio, Urraca, no se ejerce sobre los hombres, sino sobre las letras" (Urraca154). En una especie de taumaturgia inherente al lenguaje, las palabras al final de esta cr6nica funcionan como pociones migicas que al combinarse revelan verdades del subconsciente y del universo desconocidas de antemano: "Se combinan las letras, como se mezclan los recuerdos, como aparecen los rostros, quebrando el orden del relato. Cada nombre trae aromas, ruidos, conduce sensaciones..." (Urraca155). La escritura, en otras palabras, es descubridora de una realidad. iQud lejos est~iesta cr6nica de su prop6sito original! Ortiz insintia que la historia puede revelarnos un pasado antes ignorado, y descubierto en la escritura misma. Esto es, la historia al ser palabra escrita se presta a infinitas combinaciones y el resultado es tan migico como cualquier poema u obra de arte. Esta visi6n de la historia no contradice los postulados de lingiiistas y te6ricos modernos. Como observa Barthes, "lo unico que distingue el discurso hist6rico de cualquier otro es una paradoja: los hechos s610 pueden existir lingifisticamente como ttrminos en el discurso, y sin embargo nos comportamos como si reprodujeran otro piano de existencia, otra 'realidad' extra-estructural" ("Historical discourse" 145-55). Lacan y Saussure indicaron lo que mis tarde los postestructuralistas demostrarian: que el finico acceso al conocimiento hist6rico es mediante textos escritos. El pasado tal como existi6 es imposible conocerlo. La narrativa de Ortiz expresa esta dificultad haciendo hincapid en el proceso de escribir la cr6nica. Ante la ausencia de un sentido profundo de los hechos, el escritor, y en esta novela la protagonista, encuentra en la escritura el finico consuelo y estabilidad. La cr6nica se convierte, no s61o en medio para llegar al conocimiento de uno mismo y de los demis, sino que sefiala igualmente la arbitrariedad y gama de posibilidades abiertas al historiador al documentar un hecho, indicando finalmente la imposibilidad de la historia.

ESCRITURAY ORALIDAD

Para inspirarse, la reina necesita escribir como si hablara con alguien, debe sentir la presencia del Otro. Cuando no estfi el monje a su lado le cuesta trabajo concentrarse: "Hoy no ha acudido a mi celda el hermano Roberto y le echo de menos y, de repente, esta cr6nica me parece vacia. ~Qu6 he de contar? Las batallas, los cambios de humor, los acuerdos... Necesito conversar, necesito contarle al monje aquella jornada para que vuelvan las caras, resuenen de

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

FEMINISMO,HISTORIAY POSTMODERNIDAD

387

nuevo las palabras pronunciadas... para que todo adquiera vida" (Urraca 62). La evocaci6n de la oralidad en un texto escrito significa, entre otras cosas, que existe otra forma de dar a conocer datos, que la narraci6n quiere asimilar. La historia desde el punto de vista femenino fue transmitida oralmente. En la novela de Ortiz se rememora este hecho, al mismo tiempo que se insiste en un cambio. Los valores femeninos, para que sean seriamrnente considerados, necesitan formar parte de la historia oficial escrita, de los textos que estudian todos y que pasan a la posteridad. Como sugiere Peterson, en las novelas donde la oralidad es parte fundamental, la informaci6n establece dos marcos referenciales contradictorios, uno asociado con la oralidad y el otro con la textualidad. El primero constituye un acercamiento ciclico a la historia, tipico de las contraculturas (femenina en este caso); el segundo un acercamiento progresivo o lineal, asociado a la cultura oficial de los textos escritos ("History, postmodernism" 986). La cr6nica de Ortiz se mueve entre estos dos marcos referenciales, insistiendo en el acercamiento ciclico, es decir, en unos valores femeninos que quieren transmitirse sin pasar desapercibidos. La escritura, como expliqud anteriormente, es para Urraca descubridora de una realidad, pero es tambi6n compafifa y consuelo cuando no se tiene a nadie con quien dialogar. Se escribe para sentirse menos solo; o como diria Lacan, para hacerse y ser el Otro. Asi, Urraca elige contar a veces s61o lo que sabe va a agradar a Roberto, mientras que otras veces relata los hechos de forma que 61 los entienda. Desde la perspectiva hist6rica se sugiere una vez mis que hay infinitas formas de dcjar constancia de un mismo acontecimiento. Urraca elige palabras que sean consecuentes con sus valores y la acerquen a su entorno. La conversaci6n conduce al acercamiento entre las personas, y aqui el diilogo con el monje, paralelo a la cr6nica de Urraca, va creando comprensi6n y una atracci6n fisica entre ellos: "El hermano Roberto se sienta a mi lado y me habla de su padre y de su ceguera. Mientras lo hace me mira con devoci6n y presiento abrazos que no dejan de tentarme en esta circel a que me veo forzada" (Urraca27). Las palabras en la novela son como hilos que van uniendo en una red amorosa a ambos interlocutores. Recordemos una situaci6n parecida en el Fedrode Plat6n, y contemporineamente en la novela Retahilasde Carmen Martin Gaite. En el texto que comento, los mufiequitos que hace el monje para jugar al ajedrez con Urraca, o los cuadros que pinta, es decir el arte, alcanzan el mismo fin que la narrativa, siendo, en uiltima instancia, expresi6n del deseo de amar y ser amado. La sinceridad de la reina en su dialogo con el monje, y en la escritura paralela de su cr6nica, es absoluta y cruda, atrevi6ndose a explicar hasta su intimidad sexual. Los datos hist6ricos permiten hacer este tipo de examen pues Urraca ha pasado a la historia como persona ligera y antojadiza con respecto a los hombres. En la novela de Ortiz, la protagonista no intentajustificarse, sino al contrario, expresa apetencias sexuales parecidas a las del rey su padre. Se sugiere asi que la mujer, aunque se le ha exigido una conducta discreta y virtuosa, no tiene por qu6 avergonzarse de su sexualidad. Ortiz ha sabido usar un lenguaje justo para explicar hasta pormenores del acto sexual, sin caer en lo que pudo facilmente haber sido una novela pornogrifica. El lenguaje femenino es de una sinceridad aplastante, atrevi6ndose a contar sensaciones, temores y anhelos del subconsciente, generalmente dificiles de admitir.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

388

MERCEDES JULIA

RHM,LI (1998)

La moralidad de la que hablaba White obviamente se da de alta en esta obra, donde la mujer que emerge es una combinaci6n de Alfonso VI, Zaida y Constanza: es decir tiene una personalidad fuerte con una disposici6n dulce. Ser fuerte para Urraca conlleva el dejar a un lado voluntariamente el poder alcanzado por la fuerza, someti~ndose al poder natural que ejercen algunos individuos, no por imposici6n, sino por amor, para que todos vivan bien. Esta armonia queda expresada en la escritura misma, principalmente por el uso de dos t~cnicas narrativas yuxtapuestas que comparecen desde el comienzo de la narraci6n: el contrapunto y la ironia. El contrapunto, o las aparentes contradicciones de la reina, funcionan para mostrar varios puntos de vista simultineamente. Parece que lo que cuenta la reina es para defenderse de las calumnias y criticas que se le han hecho, tratando de justificar otras veces por que sucedi6 asf, y las mis culpindose y despreciindose por eso mismo. Asi por ejemplo dice: Yo tambihnengafie paraconseguirlo que considerabamio, mis o menos como la mismaMafalda... Roberto,tu reina es una tramposacon buena conciencia... Aquelloshombresconfiabanen mi y yo profanmel lugarsagrado y meti a mis tropasen su iglesia paradoblegarles,aunque antes les habia prometidoque respetariasus derechosy que defenderiasus vidas.Y todo porque de pronto me conveniaaliarmede nuevo con el Obispofrente a ellos, ellos que me habian facilitadola entradaen la ciudad. (Urraca 138) Si al comienzo de la novela el monje ocupa un papel secundario y escucha el mon6logo de Urraca, en la tercera parte se permite contradecir a la reina; lo que unido a las propias objecciones de ella misma, hace que la novela pueda apreciarse como un proceso que se construye y deconstruye al mismo tiempo, ofreciendo asi una historia donde existen otros puntos de vista explicitos e implicitos. La sutil ironia detectada en los diilogos entre Urraca y el monje, se presta tambihn a cuestionar todo lo dicho en la novela, haci(ndola ain mis innovadora. La ironia, que en este caso seria "suspensiva", segin t(rmino de Alan Wilde, afiade una capa mis de complejidad a lo arriba expuesto y contribuye a la grandeza del texto. Ortiz va un paso mis alli de los postulados feministas, e incorpora una dimensi6n absurda que es representativa del mundo complejo en que vivimos. Como explica Hutcheon, es como poner comillas a lo que se dice, subrayando un conocimiento y al mismo tiempo cuestionindolo con el tono ir6nico (Politics 1). La lectura de la novela admite la versi6n propuesta por Urraca sobre su vida, pero tambidn y al mismo tiempo otras versiones. S610 en un mundo donde existe pluralidad, dice Derrida, es posible el diilogo y la convivencia con otros seres. 19 El texto de Ortiz primordialmente su18 Segfinel criticoconstituyeuna "indecisi6nsobreel significadode las relacionesde las cosasy se emparejacon la voluntadde vivircon incertidumbres,tolerandoy en algunos casosacogiendoun mundo que parececontroladopor el azar,multiformey a veces absurdo".Horizons ofAssent(Baltimore:TheJohnsHopkinsUniversityPress,1981) 44. 19Tomado de un coloquio con Derridaen la Universidadde Villanova,Pennsylvania, el 3 de octubre, 1994.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

389

HISTORIA Y POSTMODERNIDAD FEMINISMO,

giere que la historia, al abrirse a otras interpretaciones, permite que las personas, y en el caso de esta novela otras mujeres como Urraca, puedan examinar y entender su pasado para encauzar su presente.

MERCEDESJULIA VILLANOVA UNIVERSITY

OBRAS CITADAS

Alonso, Amado. Ensayosobrela novela hist6rica.Madrid: Gredos, 1984. Axthelm, Peter. TheModernConfessionalNovel.New Haven: Yale University Press, 1967. Barthes, Roland. "Historical Discourse." Introductionto Structuralism.Ed. Michael Lane. New York: Basic, 1970. 145-55. Butterfield, Herbert. TheHistoricalNovel.An Essay.Cambridge University Press, 1924. Ciplijauskaite, Biruth. La novelafemenina contempordnea(1970-1985). Barcelona: Anthropos, 1988. . "Historical Novel from a Feminine Perspective: Urraca." Feminine Concernsin Contemporary SpanishFiction.Maryland:Scripta Humanistica, 1988. . "LyricMemory, Oral History and the Shaping of Self in the Spanish Narrative." Forumfor ModernLanguageStudies.8.4, 1992. 390-400. Cixous H6l1ne. "Sorties."New FrenchFeminism.An Anthology.Amherst: The University of Massachusetts Press, 1980. 90-98. . "The Laugh of the Medusa." NewFrenchFeminism.An Anthology,pp. 245-64. . The NewlyBorn Woman.Translated by Betsy Wing with Intr. by Sandra Gilbert. Minneapolis: U of Minnesota Press, 1988. Deyermond, Alan. "Spain's First Women Writers."En Womenin Hispanic Literature:Icons and Fallen Idols. Ed. Beth Miller and Linda Levine. Berkley: University of California Press, 1983. 27-52. Eco, Humberto. The Role of the Reader.Explorationsin the Semioticsof Texts.Bloomington & London: Indiana University Press, 1979. Fl6rez de Seti~n, P. Eugenio. Memoriade las reinas cat6licasde Espania.Madrid: Aguilar, 1945. New York: Routledge, 1989. Hutcheon, Linda. ThePoliticsof Postmodernism. A Theoryof Parody.New York: Methnen, Inc., 1985. -. Lacan, Jacques. The Language of the Self The Function of Language in Psychoanalysis. Transl. Anthony Wilden. Baltimore: The Johns Hopkins Press, 1968. Lecrec, Annie. "Woman's Word." New FrenchFeminism.An Anthology.Amherst: The U of Massachusetts Press, 1980, pags. 79-86. Mengndez Pidal. Espaiiay su historia.Madrid: Minotauro, 1957. Miron, E. L. The QueensofAragon: TheirLives and Times.New York: Kennikat Press, 1970. Navarro Villoslada, Francisco. Dofia Urracade Castilla. Memoriade trescan6nigos.Madrid: Apostolado, 1956. Nietzsche, Friedrich. The Use and Abuse of History.Trans. Adrian Collins. Rev. ed. Indianapolis: Liberal Arts, 1957. . The GayScience.New York: Random House, 1954. O'Gorman, Kathleen. "so that people would stare": The Gaze and the Glance in Beckett's Not I." ModernLanguageStudies.Vol. XXIII, Number 3. Summer 1993. Pigs. 32-44.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

390

MERCEDES JULIA

RHM, LI (1998)

Ord6fiez, Elizabeth J. "Rewriting Myth and History: Three Recent Novels by Women." Feminine Concernsin Contemporary Spanish Fiction. Ed. by Manteiga, Galerstein and McNerney. Maryland:Scripta Humanistica, 1988. . "Inscribing Difference: L'Ecriture Feminine and New Narrative by Women." Anales de la literaturaespaiola contempordnea. 12.1-2 (1987): 45-58. Ortiz, Lourdes. Urraca.Madrid: Debate, 1991.Todas las citas para este trabajo fueron tomadas de esta edici6n. Peterson, NancyJ. "History, Postmodernism, and Louise Erdrich's Tracks."PMLA, Vol. 109, No. 5, 1994. 982-94. Rada y Delgado, de la. Juan de Dios. Mujeresclebres de Espaiia y Portugal.Buenos Aires: Espasa Calpe, 1954. Reilly, Bernard F. TheKingdomofLedn-Castillaunder Queen Urraca.1109-1126. Princeton: Princeton UP, 1982. Spires, Robert. Beyondthe MetafictionalMode. Directionsin the ModernSpanish Novel. Lexington: The University Press of Kentucky, 1984. White, Hayden. "Getting out of History."Diacritics12.3 (1982): 2-13. . The TropicsofDiscourse.Baltimore:Johns Hopkins University Press, 1978. . "The Value of Narrativityin the Representation of Reality". CriticalInquiry,7 no. 1 (Autumn 1980) Chicago. Wilde, Alan. HorizonsofAssent.Baltimore: The Johns Hopkins University Press, 1981.

This content downloaded from 153.104.2.23 on Wed, 10 Dec 2014 16:27:59 PM All use subject to JSTOR Terms and Conditions

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.