Farmacia Comunitaria y perspectivas de la fármaco-terapia asistencial

Farmacia Comunitaria y perspectivas de la fármaco-terapia asistencial
El papel del farmacéutico está teniendo un cambio abrupto, pasando de lo industrial a lo asistencial. La creación de infraestructura de promoción y educación fármaco-terapéutica es indispensable para mejorar el sistema de salud colombiano, en el cual el uso concomitante e irracional de medicamentos provoca más enfermedades de las que previene. Se propone la implantación urgente de servicios farmacéuticos comunitarios, los cuales ofrezcan el servicio de consulta fármaco-terapéutica y sean manejados solamente por profesionales especializados en farmacia asistencial, no podemos descartar la creación de base de datos que pongan en relación y comunicación directa al farmacéutico con el médico tratante, de tal manera que la elección del tratamientos sea conjunta, partiendo del hecho de idoneidad profesional. Cada quien a lo que le corresponde.
¿Cuánto dinero puede ahorrar el sistema de salud si relaciona la elección del medicamento prescrito con el papel del químico farmacéutico?, es decir, la elección conjunta de la fármacoterapia entre el médico tratante y el farmacéutico es indispensable para asegurar la calidad, efectividad y seguridad del medicamento. ¿Acaso la medicación de fármacos que no se necesitan y que pueden presentar más enfermedades de las que curan no genera un gasto enorme en el sistema de salud?
Con la aplicación de la consulta fármaco-terapéutica, la elección conjunta de la fármacoterapia (médico-farmacéutico) y la implementación de la farmacia comunitaria se puede prever gastos innecesarios en terapias obsoletas. No olvidando claro está, la promoción y prevención de la salud, con programas de soberanía alimentaria (saber que se come) y diagnostico temprano de la enfermedad. Resalto que las enfermedades más comunes del hombre en todo caso son producidas por deficiencias nutricionales, que a largo plazo pueden manifestarse en patologías, que en la mayoría de los casos es prevenible con una buena alimentación y un ambiente limpio, pacifico y colectivo.
La farmacia popular y tradicional se basa en el uso de medicamentos herbarios, los cuales pueden controlar cierto tipo de enfermedades, presentando una alternativa a la industria de síntesis inorgánica que se manifiesta en miles de laboratorios farmacéuticos a lo largo del mundo. Los conocimientos sobre el poder curativo de las plantas se han alimentado a través de la tradición oral de los pueblo indígenas y campesinos, por tanto, no pueden ser descartables, ya que van más allá de ser sólo simples medicamentos, se convierten en parte de la identidad y la cultura propia de nuestro continente. Es por ello, que la conservación, aplicación y enseñanza de dichos saberes populares debe ser tangible, oportuna y constante. Estos medicamentos herbarios también presentan potenciales riesgos, por ende, su consumo debe ser monitoreado y seguido por un profesional de la salud. Estos profesionales de la salud deben ser capacitados y plenamente formados en el arte de la medicina natural y otras posibles alternativas, al igual que en los hábitos de nutrición saludable, de tal forma que se garantice el derecho a la salud, propiamente dicho.
Finalmente, el potencial de la especie cannabis sativa puede representar una alternativa para el tratamiento de muchas enfermedades; las investigaciones sugieren que su acción se da en dos tipos de receptores específicos (CB1 y CB2), a todo este conjunto de interacciones en el cuerpo se le llama sistema endocannabionoide. El cuerpo a nivel pre sináptico es capaz de producir sustancias similares a los fitocannabinoides encontrados en la planta de cáñamo o marihuana. El primer endocannabinoide aislado e identificado fue la anandamida, cuyo precursor es el ácido araquidónico, a diferencia de los neurotransmisores tradicionales (dopamina, noradrenalina y serotonina) los endocannabinoides no necesitan ser envesiculados para su transporte, además se generan de los ácidos grasos presentes en la membrana de la neurona. Estos mediadores regulan la expresión de muchos procesos del cuerpo humano. La regulación del uso del cannabis con fines terapéuticos abrirá las puertas a la investigación y dispensación del mismo. El desarrollo de tales productos requiere de profesionales capacitados en el área de la farmacología cannabica, con ello se proveerá de un servicio orientado al bienestar del paciente. No se descarta el uso del cáñamo como material versátil en el desarrollo de otros 25000 productos, siendo una planta sinérgica, alelopática, medioambientalmente amigable y económica.
Todo lo expuesto aquí, depende el compromiso y la autonomía de miles de profesionales y servidores del sistema de salud colombiano. Enaltecer los valores del ser humano deja de entredicho disciplina y organización en toda la estructura del sistema de salud, partiendo de reformas justas, equitativas y eficaces.