Fallas de Origen. La discursividad histórica de los actores del conflicto. El ELN 1964-1990.

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Descripción

la universidad piensa la paz: obstaculos y posibilidades Carmen Lucia Diaz Claudia Mosquera Fabio Fajardo Compiladores

Universidad Nacional de Colombia Dire mica - Division de Extension P Iniciativas Universitarias para la Convivencia (PIUPC)

Contenido

Primera edici6n Mayo de 2002 ©Universidad Nacional de Colombia Program a de Iniciativas Universitarias para la paz y la Convivencia (PIUPC)

ISBN 958-701-167-8 lIustraci6n de portada De la serie Amarrapenros Juan Antonio Roda Concepto de portada Hugo Avila Disefio y diagramaci6n Julian Hemandez R.

[email protected] Asistente de edici6n Paola S. Rios Cardenas Correcci6n de estilo Maria Lucia Conrea Preparaci6n editorial Universidad Nacional de Colombia Unibiblos Impreso en Colombia - Printed in Colombia

Presentaci6n

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I LA UNIVERSIDAD PIENSA LA PAZ Universidad, guerra y paz Angelo Papacchini Africanfa y globalizacion disidente en Bogota Jaime Arocha Conflictualidad latente y convivencia abierta. EI caso de San Andres Francisco Avella Universidad y escuela: por una paz activa Nicolas Buenaventura La paz y los organismos internacionales. Experiencia en la UNESCO: Consejeria para los Asuntos de la mujer Gloria Cuartas De la guerra a la alianza Canrnen Luda Ofaz Retos de la educacion para la paz en Colombia: iDe que estamos hablando cuando hablamos de paz? Claudia Mosquera Superando las la educacion para fa paz

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Derechos humanos: lUna utopia entre los conflictos del pals? 191 Luis Fernando Maldonado

EI Comite Internacional de la Cruz Roja y su compromiso frente a la proteccion

Educar para la paz Vera Grabe

Laurent Burkhalter

Educacion para la paz: Ifmites y posibilidades. Una aproximacion desde una perspectiva de genero y equidad

217

233

Suzy Bermudez Desarrollo moral y educacion valorativa jaime Yanez

247

Conflicto y escuela: enredos, chismes y camarillas Twiggy Malena Ortegon

267

Los estudios de paz en la Universidad George Lopez

279

Desarrollo y paz: perspectivas polfticas de las transformaciones economicas del campo Dario Fajardo

295

II EXPERIENCIAS DE CONSTRUCCION DE PAZ

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Una mirada desde 10 rural a la justicia comunitaria: reconstruyendo la convivencia desde 10 justo comunitario Consuelo Acevedo y William Tolosa

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Indias: "espejos y dialogos" Lisa Neisa

III LA PAZ DESDE OTRAS PERSPECTIVAS Reflexiones sobre la poesla y la guerra Selnich Vivas Fallas de origen. La discursividad historica de los actores del conflicto: el ELN, 1964-1996 juan Carlos Sierra La guerra que se vive en Colombia. Una propuesta de paz Ivan Castro

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391 393 415

445

325

Mujeres y guerra: una aproximacion desde la Organizacion Femenina Popular del Magdalena Medio Matilde Vargas

333

Democracia y paz: algunas incidencias de los actores externos al conflicto. Una reflexion desde los estudiantes 339 Gabriel Murillo Con la colaboracion de Eric Lair jovenes y violencias en Medellin Ivan Dano Ramirez

16 1

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Fallas de origen. La discursividad hist6rica de los actores del conflicto: el ELN t 1964-1996 JUAN CARLOS SIERRA •

Universidad Nacional de Colombia

Introduccl6n EI poder de la palabra genera respeto; el dominic de

10 escrito

ha demostrado hist6ricamente que determina condiciones sociales e individuales que establecen linderos dinciles de desconocer. Perc per encima de estos dos cimbitos. el escrito y el oral. existe un tipe de discurso que somete aun mas a la sociedad: se trata del dominic sobre una determinada interpretacion del pasado. Ya sea difundido por medios orales 0 escritos. este campo de dominio lIeva a la posibilidad de establecer patrones de conducta. tradiciones

y. mas aun. es

el que permite el funcionamiento de un determinado tipo de verdad historica que exonera

0

con dena segun el deseo de aquellos que

poseen el poder, 0 que esgrimen una determinada versi6n de la historia. Asr. el pasado condena 0 salva segun el banda que 10 controle. En nuestro pars esto tiene un funcionamiento particular. Diversos grupos formal mente establecidos 0 de existencia tacita sostienen una discursividad hist6rica propia. concebida intemamente 0 resuttan• Estudiante de la carrera de Historia. ganador del concurso de ensayos convocado en el marco del seminario intemacional La Universidad piensa la paz.

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Fallas de origen

Juan Carlos Sierra

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te de un pasado funcional para algun proposito. A su vez, se entre cruzan diversos tipos de lectura del pasado cuyos promotores

tas mesas de negociacion. La segunda tiene por objeto senalar el discu~

paradojicamente se encuentran en extremos contrarios, aparentemente irreconciliables, pero sobre todo con altos niveles de intransigencia y control sobre medios violentos de coaccion.

enmarcado en una periodizacion propia de la dincimica del fen6menD discursivo, ademas de revelar una falla -de las muchas posibles- en ~ interpretacion y consideraciones que sobre la sociedad (comunidad) hacen en la organizacion, con relacion a sus dincimicas de transformaciOn 3

Se trata de un choque intracultural de ordenes simbolicos de aquellos que dominan extensas franjas territoriales, medios de coaccion y mecanismos de organizacion social local 0 nacional; nos referimos al Estado y a la guerrilla. Este ensayo pretende ubicarse en la modalidad del anal isis historiografico. Es sobre todo un resultado preliminar de una investiga-

historico, esta vez en el interior de un grupo subversivo del pais, el EI)J.

traves del tiempo. EI periodo del anal isis segun las fuentes consultadas va de 1964 a 1996. Finalmente, en el tercer apartado se emparentan k1S fallas de las concepciones historicas de los dos bandos con la estrechez ~ las posibilidades de la academia para desarrollar la misma tarea, vinculandO

cion que se viene desarrollando sobre documentos de la guerrilla del

a la vez este problema con las dificultades actuales de una mesa de negociacion con el ELN, y la actuacion de este grupo en los ultimos tiempO>

ELN dentro del pregrado de Historia en la Universidad Nacional; no pretende ser exhaustivo, agotando posibilidades de investigacion so-

Desconoclmlento gubernamental

bre la materia, pero si busca delimitar una frontera del conocimiento

Los diferentes gobiemos nacionales, entre sus planes de ac er-

sobre un actor armado espedfico y, sobre todo, funciona comO abrebocas de un tema inexplorado que de una u otra forma es parte

camiento, dialogo y negociacion con la insurgencia, han concedido ~n

componente y determinante de la condicion conflictiva de la sociedad colombiana. EI peso que se da al analisis de la problematica del discur~ so historiografico de la insurgencia es superior; debido a un comu": entendimiento -supuesto, valga aclararlo- de los puntos que el Estado

papel importante a aquellos individuos que han dedicado parte de 5~5 vidas al reconocimiento de la problematica del conflicto nacional y de los procesos de diverse orden que comprometen al pais en su cond icion violenta I. EI resultado, sin embargo, dice bien poco del papel efe ctivamente jugado por los intelectuales en las diferentes mesas de dialo-

maneja como parte de la "verdad historica" con la cual opera.

go; esto se debe en parte a las minimas posibilidades de decision que

No se hacen en este ensayo afiliaciones con escuelas teoricas 0 historiograficas teniendo en cuenta una premisa fundamental: el anal isis de' la sociedad colombian a merece consagrarse en 10 propio y debe preten-

se les confiere y a las determinaciones maniatadas que pueden tonn3r merced, en la mayo ria de los casos, ala preeminencia estrategica gubemamental caracteristica de cad a uno de los intentos de dar una

der la construccion de mode los de anal isis singulares que no se sometan a los resultantes de la constatacion de experiencias foraneas, ajenas a nuestro vivir historico. Finalmente, pretende establecer algunos elementos de discusion sobre las razones del reiterado fracaso en los acercamientos a

salida negociada al conflicto, y a la imposibilidad de los academic Os para hacer entrar en razon a los jefes del Estado y las Fuerzas MilitateS

una paz negociada, es decir; politicamente concebida y alcanzada. EI ensayo se compone de tres partes. La primera aborda con alguna ligereza el discurso historico manejado por el Establecimiento, ademas de observar el papel que han jugado e intentan jugar los intelectuales dentro de las distin-

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sobre las caracteristicas de la confrontacion en perspectivas que suada I En Colombia los procesos de paz han tenido una desafortunada dimlmica alterfl segun los gobiemos de tumo. en lugar de constituir una politica unificada de Estado. Reoel~ de esto es que cada gobiemo determina el papel efectivo que juegan los intelectuales: at' Belisario Betancur cont6 con personajes de notable reconocimiento. al igual que Virg~~ Barco: mientras Cesar Gaviria se asesor6 de j6venes especializados en el tema -parte la Kinder de Palacio-. al igual que Ernesto Samper. La participaci6n de intelectuales e~ 'politica de paz de Andres Pastrana es bastante discreta.

Juan Carlos Sierra

Fallas de origen

peren el simple coyunturalismo

las respuestas producto del sen-

apunta hacia la paz, pero que se fundamenta en formas de odio a la

tido comun. Entre otros factores, es alii donde nace el denominado

insurgencia, caracterizando a esta como agente ideologicamente

desconocimiento gubernamental del connicto y de los actores en el

nocivo, transformador negativo, ...en ultimas elemento, subversivo.

insertos. Para las capas altas del poder nacional, el pasado como

EI pasado funciona para el establecimiento como una cortapisa desde

instrumento de configuracion de una memoria nacional solo ha ser-

la cual promulga un agotamiento de la sociedad frente al conflicto,

vido para legitimar el enfrentamiento abierto, asi como para soste-

pero que paralelamente tiene como trasfondo una busqueda de la

nerse en la cuspide de la politica nacional. EI espacio para las regre-

derrota total del enemigo sin miramientos de los motivos reales de

siones historicas esta a la orden del dia, generalmente para hacer remembranzas de los miles de caidos en el enfrentamiento politic

su aparicion, fortalecimiento y sostenimiento. Ante esto ha existido una situacion tanto de amordazamien-

co y asi dar un respaldo historico-empirico para su modo de ac-

to como de impotencia por parte de quienes pueden ofrecer ca-

tuar;

en otros casos, para satanizar todas y cada una de las accio-

minos que se funden en indagaciones tejidas desde el pensamiento

nes de los diferentes grupos guerrilleros involucrados. No hay.

libre, no manipulado, no infectado por los abiertos intereses de

entonces, una observacion clara de las circunstancias que rodean la

poder. La academia porta entonces la mordaza, que cuando es reti-

existencia de movimientos que buscan acabar con las estructuras

rada permite la emision publica de opiniones que de algun modo

basicas del sistema politico y economico existente.

son manipuladas, tergiversadas por los que en realidad sostienen

0

0

con fuerza los hilos de la negociacion 0 los dialogos de paz que

,Esto se debe en parte a una miopia de los constructores de la 2

memoria nacional de quienes el statu quo se ha servido para lIevar a

hasta la fecha se han lIevado a cabo. Aunque se habla de una liber-

cabo planes de tipo ofensivo militar; paralelos a negociaciones justifica-

tad academica para proferir abiertamente conceptos sobre la si-

das sOlo -en estos term in os- por la esperanza del agotamiento del

tuacion violenta nacional, estos son escuchados a cabalidad por muy

otro y el ofrecimiento incondicional de una rendicion antes de lIegar a

pocos, si no es que existe una censura de por medio que utiliza

los limites del enfrentamiento total. Reflexiones que retoricamente son conciliadoras, pero que

sistemas de intimidacion en el campo intelectual. Asi, no se puede esperar que los gobiernos tengan en las mesas

en la practica tienen un desenvolvimiento violento dada la existen-

de dialogo una legitimidad suficientemente respaldada en el conoci-

cia de un trasfondo de desprecio y subvaloracion de los elementos

miento de la situacion nacional, cuando el andamiaje que sostiene

que constituyen las propuestas y la vision de la insurgencia sobre el

muchas de sus reivindicaciones historicas padece de serios vicios de

pais. A todo proceso de paz 10 acompaf\a una magna produccion de literatura sobre el tema, que reviste el suceso con un aire de

forma, contenido y proyeccion temporal. EI establecimiento entonces crea una vision de la verdad histo-

"mirar atras y comenzar de nuevo". Un maquillaje historico que

rica, una version propia del pasado donde 10 que pone en exhibicion

1 Se hace referencia en primer lugar a los pramatares de una histaria aficialista, que hace laas al estableeimienta sin entrar en criticas sistematicas de las aceianes u omisianes de este. distintas a las academicos comprometidos en interpretar de manera adecuada Ia realidad nacianal. Tambien a quienes en un trabajo mas serio elabaran criticas al sistema. perc que de algun mada resultan -deliberada 0 involuntariamente- ofreciendo analisis del pais que legitiman la permanencia de ciertas actitudes. costumbres a elites en el manejo de las hi los del Estada colambiano.

es justamente 10 que quiere que aparezca ante la opinion publica como

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1418 1

"10 que realmente sucedio"Tal apropiacion de la reflexion hist6rica es la que se difunde en la sociedad a traves de los canales tipicos de divulgacion mas iva; sociedad que general mente no posee un arsenal critico suticientemente solido para refutar este "pasado inventado",

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Juan Cartos Sierra Fallas de origen

historiografica del pasado nacional que funciona como sosten de muchas -si no de la mayona- de sus reivindicaciones. Para estos grupos el pasado es tambien un instrumento a traves del cual se reinterpreta la historia nacional con el fin de sacar a la luz la explotaci6n, la represion, los fogonazos de la lucha social, la victoria de los valores de los oprimidos, y gracias aI cual se rescatan los heroes y las comunidades que han enfrentado con decisi6n la secular dominaci6n de las clases dirigentes. Esta construcci6n de discurso hist6rico insurgente, desconocida aun hoy por los mas estudiosos de nuestra sociedacfl, es una herramienta politica e ideol6gica que en sus rai ces esta disenada para cumplir un papel simi-

esa tradicion ideada3. EI pasado es comprendido por las elites en el poder como factor de prolongacion y legitimacion de su dominio' cuando aquellas tradiciones y reflexiones se ven amenazadas -por I~ academia, por ejemplo-, las reacciones no tardan en aparecer. Se da asi una pugna; el gobiemo cimienta sus estrategias de negociacion en la ambiguedad de un pasado que conoce -reconoce- parcialmente, mientras los colaboradores de las mesas (intelectuales yacademicos en muchas ocasiones) intentan lidiar con la estrechez del conocimiento conflictivo historico del pais que insurgencia y Estado padecen.Asi, cada mesa mantiene en su interior un conflicto ideologico y estrategico que, . aunque dificil de evidenciar y reconocer; efectivamente limita los alcances de la negociacion, y de quienes resultan siendo el bando ubicado justo en medio -los academicos- y que intenta confrontar a los actores armados con una realidad que desconocen profundamente. Pero este no es un problema unico del Estado frente a la situaci6n de liderar un proceso de negociaciones; veamos como los actores insur-. gentes del conflicto padecen sintomas similares en la construccion de la memoria historica nacional, factor que afecta directamente las posibilidades de conseguir resultados favorables para la sociedad en general.

lar al de la historia oficial que el Estado rescata: interpretar el pasado buscando reivindicar una lucha que debe ser legitimidad a partir del respaldo de la sociedad. EI nexo entre la ideologia y la representaci6n hist6rica alii formulada es, al igual que en el caso del Establecimiento, tambien claro en las guerrillas: se sostiene en el materialismo hist6rico, se dinamiza en un proceso dialectico con oficio determinante de la violencia -partera de la historia-, y son las masas -sen a preferible hablar aqui de la sociedad- el actor colectivo fundamental. En dicha lectura hist6rica de la insurgencia se destaca a personajes de antano, pero sobre todo se da a la lucha guerrillera del siglo XX un papel de quintaesencia entre las pugnas tradicionales, que debera lIevar irreversiblemente a la consolidaci6n de una nueva sociedad,

Intransigencia tnsurgente Las guerrillas en Colombia, como en todos los horizontes donde han existido y no son resultado de una reaccion espontanea d~ descontento social perecedero, implementan una composicion ]En relacion con la forma en que quienes detentan el poder en una sociedad crean..., ~ de re~ildad .hlstonca Inventada que termina por ser creida como la real. se puede tenet'''''' aproxlmaCion al funclonamlento de esto en otras latitudes y epocas en Spiegel. Gabrielle. Romanong the Post. The Vernacular Prose Historiogrophy in Thirteenth-Century Fronce. University of Cahfomla Press. 1993. y Hobsbawm. Enc (ed.). The Invention ofTrodition. Past & Present Public.ations; Cambndge University Press. 1983. Alii se puede apreciar como en determinados mementos generar una memoria historica y una tradicion frente a un pasado nebuloso lIega a un refit termlno dando ongen a un aferramiento de determinadas elites y actitudes humanas en difereo' tes conJ~ntos sooales. Casos colombianos. pero que hacen referencia a grupos sociaJes cuya caractenstlca es no detentar el poder, son estudiados parcialmente por Rappaport. Joanne. ThcI Po/I~cs of Memory. NatJve H,s[oncal Ime'Prewoon in the Colombian Andes. Cambridge Universitf. Pre~s .. 1990: y Gros. Chnstlan. Ser diferente par (para) ser mademo. 0 las porodojos de Ia i
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