Fabricas que cierran La paradoja de lo productivo desocupado

El patrimonio industrial nos ofrece la posibilidad de repensar el patrimonio cultural con nuevas herramientas: de carácter conceptual, de ensayo metodológico, de práctica instrumental y de gestión activa. En los antiguos espacios industriales es posible diseñar laboratorios capaces de convertirse en escenarios de acción transdiscipinar que encuentren su profunda razón de ser en el análisis de las contradicciones de la Era Mecánica representadas por las complejas variables que afectan a estos espacios, entre las que destacamos: los conflictos entre las sociedad, la máquina y la naturaleza, su potente dinamicidad como resultado de los constantes cambios que en ellos se operan, la versatilidad de sus escalas, la superación de los límites administrativos convencionales que los regulan, la diversidad social y técnica que en ellos existe y la ausencia de indicadores de caracterización patrimonial consensuados. Variables que conforman un territorio dialéctico, acerca del Antes, el Ahora y el Después, de lo que convencionalmente entendemos como valores patrimoniales, ya que, en estos espacios, se ponen de manifiesto las tensiones entre los usuarios, los propietarios, los gestores, las empresas, las instituciones, los visitantes, las organizaciones conservacionistas,  los académicos y los técnicos, en los ámbitos local, regional, nacional e internacional, en contacto con la propia esencia del bien cultural, su autenticidad, su integridad y su documentalidad.