Extrañamiento y desautomatización en Café Insomnia de Fernando Valerio Holguín.

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Descripción

Extrañamiento y desautomatización en Café Insomnia de Fernando Valerio Holguín.

Eliezer Matos. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SANTO DOMINGO (UASD) ESCUELA DE LETRAS.

Abstract – Resumen

La narrativa de Fernando Valerio Holguín logra un extrañamiento recurrente en el receptor-lector. El espejismo errático de Café insomnia deviene de múltiples elementos. Primero, el uso de una sintaxis y unas formas estilísticas irregulares que permean el texto; después una integración de los géneros literarios y del juego de entremezclar las percepciones del receptor. Los cuentos poseen un fondo consabido que insiste y reitera en unos temas muy puntuales: todas las figuras femeninas encarnan a una sola mujer que está cercana al silencio, al enigma, a la indiferencia y a la ausencia, ésta multiplicidad otorga sin motivo ni razón su cuerpo como dádiva al sujeto narrador. La ofrenda carnal se mezcla a otro obsequio: la aparición de ciudades que son reflejo de nocturnidad y de bohemia. La redundancia es tenaz en la presencia del sexo como voluntad

y erotismo

incuestionable de sólo uno: de la voz poética. Ello, junto al extrañamiento, es el hilo conductor de sucesos, relaciones y esquemas ilógicos que provocan la percepción de estar asistiendo a un insomnio literario. En el presente trabajo mostraré ejemplos de extrañamiento en cada una de las distintas dimensiones y analizaré el fenómeno de la repetición de la mujer que consiente unos estereotipos y unos roles que desencadenan el sexo como poltrona y verbena de la masculinidad del escritor.

Palabras clave Extrañamiento - enigma – recurrencia –

erotismo – percepción – nocturnidad – insomnio -

espejismo – redundancia - femme fatale – ciudad –

Introducción

Fernando Valerio-Holguín es un representante de la literatura dominicana de las década de los ochenta. Este narrador, poeta y ensayista que nació en Concepción de La Vega en el año 1956, recibió su Licenciatura en Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y más tarde se doctoró en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans con una tesis que versó sobre la narrativa de Virgilio Piñera. Entre sus libros publicados cuentan Viajantes Insomnes (cuentos, 1983), Poética de la frialdad: La narrativa de Virgilio Piñera (ensayo, 1996), La República Dominicana en el umbral del siglo XXI, Cultura, política y cambio social (Ensayo, 1999), Arqueología de las sombras: La narrativa de Marcio Veloz Maggiolo (ensayo, 2000), Memorias del último cielo (novela, 2002), Autorretratos (Poesía, 2002), Café insomnia (Cuentos, 2002), El Palacio de Eros (Cuentos, 2004), Las eras del viento (Poesía, 2006), Presencia de Trujillo en la narrativa contemporánea (Ensayo, 2006) y Banalidad posmoderna: ensayos sobre identidad cultural latinoamericana (Crítica, 2006).

Valerio-Holguín ha desempeñado labor académica como profesor de literatura latinoamericana y de teoría literaria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Actualmente, imparte literatura y cultura afro-caribeñas en la Universidad de Colorado. Sus ensayos de crítica literaria y cultural han aparecido en libros de recopilaciones como The Returning Gaze: Primitivism and Identity in Latin America; Cine-Lit III: Essays on Hispanic Film and Fiction, y en revistas especializadas tales como Explicación de textos Literarios, Revista de Estudios Hispánicos, Chasqui: Revista de Literatura Latinoamericana, Romance Quarterly, Revista Hispánica Moderna, Romance Notes y Confluencia, entre otras.

Café Insomnia, libro en el cual se centra este trabajo de investigación fue publicado en el año 2002 por los talleres gráficos de la editora Búho, en Santo Domingo, República Dominicana. Es un texto que agrupa veintiséis cuentos de carácter errático en los que el autor ambiciona proyectarse como un dominicano culto cosmopolita con el sólo hecho de mencionar las ciudades de Madrid, Ámsterdam, Granada, Budapest, Barcelona, París, Grenoble, Nueva Orleans, Málaga, Nueva York y Ciudad de México como quien dice Neyba, Santo Domingo o La Vega. Café Insomnia es un cúmulo de eventos desequilibrados y de situaciones eróticas inconcebibles en un esfuerzo de enmarañar, extrañar y entorpecer tanto la labor de escritura como el placer de la lectura. En estos cuentos el tiempo es una reconstrucción de un pasado difícilmente verosímil. La obra carece de móvil, así las situaciones, los personajes y los desenlaces no tienen más justificación ni fundamento que la alucinación de un escritor.

Planteamiento del problema En literatura el recurso denominado “motivo” es cualquier concepto, elemento, idea o componente que está constantemente presente a través de toda la construcción literaria. La utilización de un motivo se refiere a la clara presencia de un tema que controla y dirige la obra. Los motivos son esenciales en la definición del carácter, la naturaleza, la complexión y el efecto de toda creación literaria. Café Insomnia es un ejercicio cuyo motivo es el extrañamiento. Una obra que se articule para lograr el desvío y la alienación responde a una construcción y a unas estructuras puntuales en las que se disuade o aparta al lector de cual sea la intención o el propósito.

Para mi es de interés reconocer la mecánica del cuento, y también la del extrañamiento, no sólo por hermenéutica en cuanto a la estructura literaria sino más por curiosidad. De ahí que el encuentro con los textos de Fernando Valerio-Holguín despertasen un instinto de precaución. Un escritor que persigue con todo nervio un motivo tan singular como la desautomatización debe verse en la necesidad de disipar sobre el camino otros elementos que quizá son esenciales en el levantamiento de un cuento. La esquizofrenia de Café Insomnia es redundante e imprudente; en ella el lector, las palabras, los personajes, el fin último, el móvil, los fundamentos, el tiempo y el espacio son, desde un inicio, valores terciarios o cuaternarios. ¿Cuáles son entonces los componentes que priman en esta obra?, ¿cuáles son los principios por los cuales se dejó regir Fernando Valerio-Holguín? Estas son algunas de las preguntas que se apoderaron de mí y a las cuales pretendo dar respuesta con el presente trabajo de investigación.

Objetivos

Distinguir el fenómeno de extrañamiento y desautomatización en la obra Café Insomnia de Fernando Valerio-Holguín entendiendo los mecanismos, la temática y el tratamiento utilizado para dar como resultado una percepción de inconsecuencia en el receptor.

Analizar la construcción de un amplio abanico de figuras femeninas que aparecen y desaparecen de la obra con el único objeto de ser tomadas u ofrecerse sexualmente sin móvil ni explicación a un narrador que se identifica como el escritor.

Marco Teórico. “El arte busca lo insólito, lo que rompe la costumbre, por eso es incómodo. La poesía no es, ni puede ser, una ocupación habitual”. (Ortega y Gasset, OC, VI, 249).

Para hablar de extrañamiento es necesario volver atrás casi todo un siglo, sobre el inicio de la teoría y de la crítica literaria, de manos del formalista ruso Víktor Shklovski. Como crítico cultural fue uno de los más influyentes del siglo XX; centrado en los estudios de la academia formalista rusa desarrolló en su ensayo “El arte como artificio” en el año 1917 el concepto de "extrañamiento" («остранение») en literatura: "El propósito del arte es el de impartir la sensación de las cosas como son percibidas y no como son sabidas (o concebidas). La técnica del arte de "extrañar" a los objetos, de hacer difíciles las formas, de incrementar la dificultad y magnitud de la percepción encuentra su razón en que el proceso de percepción no es estético como un fin en sí mismo y debe ser prolongado. El arte es una manera de experimentar la cualidad o esencia artística de un objeto; el objeto no es lo importante1". Víktor Shklovski entendió al arte en conjunto y a la literatura en específico como una alarma, una herramienta para la subjetividad cuyo ejercicio podía abrir nuevas vías alejadas de la cotidianidad y de la rutina. De ahí el extrañamiento de la percepción como modo de proceder del lenguaje literario de vanguardia. I. Fenomenología del extrañamiento. En Café Insomnia el escritor-narrador llega a plantearse la disyuntiva de ¿Cómo clasificar lo que se resiste a la clasificación, algo que no es una cosa ni la otra, pero que es esto y aquello a la vez2? Bajo extrañamiento eso se presenta en contextos diversos a los acostumbrados, de modo que quede bien expresa la ficción ya sea como simulacro, pantomima, irracionalidad, hipérbole y/o momento irrisorio. El extrañamiento del receptor o el arte como artificio se logra y experimenta en tres niveles distintos: 1. Linguístico: el escritor recurre a formas estilísticas, recursos formales y de construcción de la narración y el discurso que pueden ser consideradas como inusuales o anormales.

1

Shklovski, «Искусство как приём», "Art as Technique","El arte como técnica", 12

2

Valerio – Holguín, Fernando. Café insomnia. "prólogo con gato volador" Pág.9

"Algunos lloraron de emoción hasta que llegaron los enfermeros y los entraron a la fuerza en sus respectivos pabellones. esa mañana, Scarpia envió a Spoletta disfrazado de médico a inyectarme más trementina en la planta de los pies, para que no pudiera moverme, y me obligaron a tragar una pastilla de bilis de lagarto verde, para que no cantara -La angustia es su mal. Y no tiene cara – diagnosticó el médico. y lloraste sin cesar durante toda la noche, con el rostro pegado al frío ajedrez del piso, porque sabías que Scarpia había raptado a María Elena y la mantenía prisionera en su Palacio3" Estos son cuatro párrafos sucesivos de Fernando Valerio Holguín que forman parte del cuento Pabellón #15 del libro Café Insomnia. La desautomatización de la convención de la lengua no está sólo presente en lo literal del cambio tipográfico, sino en la rotura y la complicación de las multiplicidad de voces narrativas. Este juego creativo, que requiere la participación activa del lector, da parte a una nueva deferencia artística en la que asisten e intervienen entes distintos que coinciden, se superponen y se esconden. Este esquema narrativo pretende alterar el nivel de percepción de la realidad provocando un giro o un extrañamiento linguístico. 2. Géneros literarios: el escritor recurre a tratar los géneros como algo ambiguo. La narración es entonces un elemento anfibio que toma y deja a sus anchas de la lírica y/o del drama. .../no era la primera vez que me entrevistaban y me acusaban de ser el peor entre los malos/el más deleznable guiñapo humano/el más excéntrico y callado/ el más susceptible y sin embargo cruel/ aborrecido hasta las entrañas/injuriado/y mil veces humillado/vilipendiado sin razón/escarnecido4" Valerio también persigue una desautomatización que divide los límites entre la prosa y verso. La descripción se hace a ritmo de poema, con una cadencia que acompaña el clima de un sujeto fustigado en la melancolía. No obstante a ello, el nivel en la extrañeza es más insistente en el terreno de la aprehensión y de la apreciación de los sentidos. 3. Percepción: el escritor recurre a la transformación de lo previsible, generando imágenes y situaciones insospechadas y haciendo de todo ello un tema de cohesión. "en el Palacio de la Esquizofrenia, el tiempo es frágil y precario/la vida/una

3 4

Idem. Pabellón # 15, Páginas 20-21 Pág 14 Palacio de la Esquizofrenia.

paradoja/porque ni los entrevistadores ni los entrevistados sospechan que/vestidos de negro/cada día caminan más aprisa hacia la muerte5" "también hay voces como de barqueros insomnes que navegan entre los parroquianos unánimes/hay pleitos constantes por motivos imaginarios/ los espejos rotos reflejan una mirada demasiado dura/las cuerdas de una guitarra/el humo vagaroso de los cigarrillos/unos labios apenas trémulos/unos vasos desparramados/egos que se levantan como catedrales/deseos que se desploman como andamios/6" Un escritor que persigue un fin de extrañamiento es un artista inmerso en el juego de ver la realidad desde el foco de lo irregular. Justamente ahí se podría colocar a Café Insomnia, un texto procura la incomodidad y la turbación de los sentidos creando formas enrevesadas, intensificando la contrariedad en los temas y alterando la manera de presentar los personajes, las situaciones y momentos a fin de trastocar la experiencia del lector. A raíz de que los cuentos poseen como fondo y enlace unas figuras temáticas reiterativas muy diferenciadas, propongo analizar la figura de la ciudad y de la mujer en la obra Café Insomnia. II. Más de veinte “muchachas”: desautomatización de la figura femenina “porque sé que la muchacha blanca, la muchacha india, la muchacha tibia, la muchacha negra, me estará esperando en su casa, en su baranda, en su ventana; me estará esperando en sus cartas y en la desdicha inminente y en la promesa de un viaje o una cita” Pág. 60

Los cuentos de Fernando Valerio-Holguín están colmados de mujeres despersonalizadas. Ellas, sin gran carácter distintivo ni individualidad, van desfilando con el objetivo de entretener sexualmente al narrador y de justificar la existencia del compendio. Estas mujeres no hablan, sencillamente se otorgan. El lector asume que el escritor entiende que el narrador se las merece y que todas ellas convienen –sin mayores razones- en ser animales para él. Las muchachas son más de veinte, él las toma indistintamente procurándoles en una añoranza muy cliché palabras de amor y deseo. Este es un libro donde las mujeres actúan como autómatas, son una masa uniforme que todo lo permite y que no se pronuncia: 1. Carmina : "mi prima Carmina, sola, desnuda, para mí, como nunca en mis quince años" Pág. 26 5 6

Pág 18 Idem Pág 49 intoxicado.

2. Rosaura: "vi la niña de trece años, que nunca me atreví a tocar... pero esta vez, sí la desnudé, sin palabras, y mi boca se perdió en el ovillo húmedo..." Pág. 27 3. Mayra: "de pronto me vi agonizando, una larga noche de insomnio y de rabia. Mayra era mía, y siendo mía debía destruirla para poseerla" Pág. 28 4. Alejandra: "nos quedamos abrazados escuchando el aguacero torrencial, medrosos y tristes. juré amarla para toda la vida – debí haber soñado insulso..."Pág. 28 5. La muchacha desaparecida: "acariciándose los senos, desnuda, frente al espejo. y sus palabras caían lentamente junto a mis manos, que trataban de asirlas" Pág. 29 6. Desiré: "deseando sus muslos, como un compás atroz, abierto sobre mi boca, soñando despierto con sus pezones hambrientos, y absorto en el pubis renegrido y en el arco de su cuerpo" Pág. 31 7. María Isaura: "esta noche quiero dormir contigo, con mi cabeza apoyada en tu pecho y resarcirte de las tantas noches…" Pág. 39 8. Margarita: “volvió a pensar en Margarita/ la muchacha pequeña y tierna que tantas noches amó en secreto/y entonces no supo si fue en el sueño o la vigilia” Pág. 45 9. Sherezade: “ la noche discursiva en que nos bañamos desnudos para rescatar tu nombre, Sherezade” Pág. 55 10. Lectriz: “adorada lectriz, si te amo es porque precisamente te imagino leyéndome desde tu carne… leyéndome desde tu pubis ensortijado” Pág. 68 11. Camille: ¿a dónde podremos escapar que no sea a un cuentema o prosema, a tus sueños o los míos, para que el dolor no nos desgarre los corazones con un puñal de tiempo afilado? Pág. 73 12. Silvie: “como el vallecito intramontano que intuyo al final de tus muslos; ese vallecito donde agonizan mis sueños, donde padece mi boca una sed antigua” Pág. 85 13. Muchacha: “se arrimó al árbol oscuro y me llamó con un gesto de la mano. la besé y se sonrió. un grito helado atravesó la noche. la amé en silencio contra el árbol mojado, amé el fuego sutil y el silencio de su piel, amé su mirada más oscura que la noche y su boca entreabierta” Pág. 83 14. Elisabeth: “Budapest se confabuló con el frío, la soledad y la desdicha para arrojarme en los brazos de Elizabeth a quien quise – y aún quiero en el recuerdo. pero por alguna razón,

en Budapest nuestros encuentros fueron siempre furtivos y esporádicos” Pág. 91 15. Sabael: “se desnudará lentamente en la fuente. Sentirás su denso plumón rozándote la cara. Sentirás su boca en tu boca y después en tu sexo como una espada flamígera” Pág. 97 16. Sachael: “se llevará la mano encendida al pubis mientras murmura unas palabras. Y entonces te envolverá en sus seis alas blancas como un capullo en flor y escucharás la dulce queja en sus labios abiertos y húmedos” Pág. 99 17. Anael: “te llamará por tu nombre y sentirás su carne alada… cuando la veas subir la escalera de otro hotel” Pág. 100 18. Silvina: “Silvina llegaba, como de costumbre, fragante y triste. La esperaba desnudo en la cama. Nos amábamos en el crepúsculo de las 6:00. Nos amábamos con la agonía de la separación” Pág. 112 Así como la figura de la mujer puede ser una u otra con un simple cambio de nombre, sucede con la ciudad. El ambiente fluctúa de forma desatinada en el intento de incluir aún más elementos mundanos: “alguna vez intuí su mirada en el vacío terrible de las tardes frente al Malecón. Y la busqué en lunas sucesivas de Sans Soucí en los preludios incesantes y en lánguidos, interminables prosemas. Yo, que fui ciego en Granada y mendigo en Kingston, volví a encontrarla en La Habana para después perderla en el Village en New York; en Santo Domingo quise vivir la promesa que en Málaga me hicieran sus ojos. En un café frente al Zócalo de Ciudad México quedaron truncas las palabras, ecos de otras palabras que alguna vez se dijeron en New Orleans” Pág. 32 Lo cosmopolita es a su vez esa miscelánea de mujeres altruistas; en el texto aparecen ciudades con la que se sueña mientras la voz poética proclama suya a las féminas.

Conclusiones Café Insomnia, la propuesta año 2002 de Fernando Valerio es una secuencia de insomnios incongruentes, relaciones eróticas en declive, remonte y reconstrucción de un supuesto pasado de sexo, olvido y frenesí que remonta al Palacio de la Esquizofrenia. En este texto la desconstrucción lingüística, la fusión de distintos géneros literarios y la búsqueda de turbación en la percepción y comprensión del receptor apuntan a un deseo de encriptación y extrañamiento sobre un tema maltratado y trillado. Todo ello obliga a múltiples reflexiones: ¿a qué se le llama cuento?, ¿cuál es la consideración que se merece el lector y por quién se le toma?, ¿dónde está la experiencia y las tablas que a un escritor supuestamente concede la edad y el mundo académico? Las camas de motel, los cigarrillos y las mujeres que ofrecen su sexo al olvido son el tema en esta literatura de Valerio, ojalá fuese solamente el suyo. Hay muchos otros elementos más luminosos que podrían haber sido explotados: la aparición de un Eduardo Brito cantor, de instrumentos sueltos con cierta musicalidad cercana a la poesía. De un destello de surrealismo con la aparición de algún ángel y de animales amorfos. También el escritor intenta con la filosofía de Spinoza y con la encrucijada de Kafka, sin embargo queda estancando en la encrucijada de su cripta alegórica.

Bibliografía  Collado, Miguel: “Fernando Valerio-Holguín”, en Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana, Santo Domingo, Biblioteca nacional, 1983, 66, 73-75, 82, 85, 89, 97.  Rodríguez, Néstor E: “Café insomnia de Fernando Valerio-Holguín”, en Caribe 7.1, 2004, 138-139.  Shklovski, Viktor. Sobre la prosa literaria, Barcelona, Planeta, 1971.  Valerio – Holguín, Fernando. “Café insomnia”, Santo Domingo, Ediciones librería La Trinitaria, 2003.  Veloz Maggiolo, Marcio: “Fernando Valerio o el insomnio como instrumento del sueño”, en Listín Diario, 27 de julio, 2003.

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