EXPLORACIÓN DE UNA POSIBLE DIFERENCIA ENTRE SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y DE LA INFORMACIÓN

June 8, 2017 | Autor: David Añazco | Categoría: Digital Divide, Information Society, Knowledge Society, Herramientas Psicológicas
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EXPLORACIÓN DE UNA POSIBLE DIFERENCIA ENTRE SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y DE LA INFORMACIÓN David Añazco Ojeda

RESUMEN En esta exploración intento argumentar que la Sociedad del Conocimiento y Sociedad de la Información no son conceptos que se excluyen, sino que forman parte del presente histórico que prefiero denominar simplemente “sociedad actual”. En este marco, la Sociedad Conocimiento (KS) y Sociedad de la Información (IS), podrían ser antagónicos debido a que los sectores en la KS tienen la capacidad de producir TIC. Alerto esto como una brecha digital más amplia y compleja. La importancia de considerar la producción de las TIC, reside en que estas son las herramientas semióticas (en el sentido vygtoskyano del término) más poderosas ya que, logran articular – de forma más rápida y con menos costo – a los demás sistemas semióticos. Por lo tanto, la reducción de esa brecha radica en la posibilidad que los demás sectores sean capaces de dominar la programación de software, debido a que es la forma en que la sociedad actual, genera, construye y produce sistemas y herramientas semióticas. Es decir, la programación de software podría ser entendido como medio central de producción, de mediador de construcción de conocimiento y generador de relaciones sociales en la sociedad post-industrial. Palabras Clave Sociedad del Conocimiento; Sociedad de la Información; Brecha Digital; Herramientas Psicológicas.

Introducción La acelerada transformación de las prácticas sociales provocada debido a la aceleración del desarrollo tecnológico, y en consecuencia a la penetración de las TIC en las relaciones humanas, merece que los sujetos avocados a reflexionar y actuar sobre la educación, planteen algunas consideraciones críticas no solamente sobre cómo afrontar los cambios, sino también, cómo direccionarlos de tal manera que garanticen los cumplimientos de las finalidades de la educación: Socializar e individualizar (Barberá, E., Mauri, T., & Onrubia, J, 2008). Estas reflexiones, debates y prácticas merecen abordarse desde una posición que visualice que los temas que nos convocan no pueden caracterizarse como neutrales. Por ello es necesario partir hacia posibles soluciones de los desafíos educativos con un pie en la teoría y con otro en las crisis que se pueden presentar producto de las transformaciones. Me permitiré señalar una crisis sobre la cual me parece necesario reflexionar: brechas digitales en la sociedad de la… ¿información o sociedad del conocimiento?

Afrontaré esta revisión desde una perspectiva diferente: caracterizando que la sociedad del conocimiento (IS) y sociedad de la información (KS)1, no son conceptos que se excluyen, sino que forman parte de una misma realidad global. Según mi postura, entre SI y KS existe una brecha digital basada en la producción de herramientas simbólicas. Emprendo esta “exploración” tomando como eje la caracterización de las TIC como una herramienta psicológica (en el sentido vygtoskyano), juzgada como potente – en los sistemas de relaciones sociales– debido a la posibilidad de la articulación de otros sistemas semióticos (Coll, Mauri & Onrubia, 2008) como los escritos y audio – visuales.

La sociedad de la información Manuel Castells (2004) uno de los principales teóricos de la sociedad/era de la información, ha señalado que con la entrada al siglo XXI, la humanidad se ha visto enfrentada a un cambio de época, basado en una revolución tecnológica que ha transformado nuestras formas de pensar y nuestras relaciones: desde las afectivas, económicas, académicas y hasta las militares. Es un cambio estructural que construye nuevos escenarios y contextos que están moldeando la experiencia humana. Es por ello que en los últimos años nos encontramos en un momento en que las diferentes sociedades y culturas se recomponen en función de estos nuevos marcos de experiencia. Hace más de 12 años la Unión Internacional de Telecomunaciones, organismo especializado de la ONU, convocó a la I fase de la “Cumbre mundial sobre la sociedad de la información” desarrollada en Ginebra – Suiza (entre el 10 y 12 diciembre de 2003). En esta primera fase se estableció una declaración de principios y un plan de acción. Existió además una II fase efectuada en Túnez (entre el 16 – 18 de noviembre de 2005) donde se establecieron compromisos y estrategias. Quisiera resaltar tres aspectos de la misma. La primera, la unicidad sobre que la sociedad de la información es algo que está en construcción. La segunda sobre la necesidad de la universalización, como condición para garantizar los derechos humanos. Y el tercero la caracterización de las TIC como un elemento imprescindible en la generación de oportunidades para el progreso y el desarrollo sostenible. Respecto del primer aspecto, planteo la dificultad de rastrear una definición concreta de lo que implica el concepto “sociedad de la información”, sin embargo se evidencia la necesidad impostergable a lo largo de los documentos de construirla. Por ejemplo en el primer apartado de la Declaración de Principios, se expone: “Declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de construir una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo…” (el resaltado es mío) Como he señalado, la ausencia de una definición se justifica calificándolo como un concepto en construcción. Por ejemplo en el numeral 2 de la introducción del “Plan de Acción”: “La Sociedad de la Información es un concepto en plena evolución, que ha alcanzado en el mundo diferentes niveles, como reflejo de diferentes etapas de

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IS: Information Society/ Sociedad de la Información. KS: Knowledge Society/sociedad del Conocimiento.

desarrollo. Los cambios tecnológicos y de otro tipo están transformando rápidamente el entorno en que se desarrolla la Sociedad de la Información” Como observamos, es un concepto difícil de aclarar, sin embargo más allá de concentrarnos en una definición, es necesario tomar en cuenta el carácter que implica. Si tuviera que formular una analogía, diría que la Sociedad de la Información que se promulga – al menos en el marco de esta cumbre – es como una casa con muchas oportunidades. Es por ello que todo el “mundo” debe estar en dentro. Los estados nación que se quedan fuera de esa casa están marginados del futuro y reducen sus posibilidades de garantizar los derechos fundamentales, el desarrollo económico y la movilidad social. Enunciado que me parece legítimo sin embargo cuestiono la afirmación contraria, la cual podríamos formular de la siguiente forma: todo aquel que está dentro de la casa, ¿Garantiza los derechos fundamentales y aumenta sus posibilidades de desarrollo? Desde mi perspectiva, aquí está la cuestión tramposa. Por una parte hay un discurso que invita a construir una sociedad, pero en realidad es una invitación a convivir en una sociedad que otros han creado. ¿Quiénes son esos otros? A mi juicio son los sectores más avanzados que han acumulado capital y conocimiento, que estructuran y organizan la sociedad de la información. En la analogía: construyen la casa a la que nos invitan. Entre los constructores de la casa y los invitados a convivir existe una diferencia que visualizo como sustancial: La posibilidad de producir las TIC, como herramientas simbólicas. Esto a mi juicio supone una forma de brecha digital más general y básica que es necesario afrontar.

El sentido de las brechas digitales La brecha digital ha sido entendida como la diferencia entre personas familias, empresas y áreas geográficas de varias clases socio-económicas sobre las oportunidades de acceso a las TIC y al internet para su variedad de usos (Peña-López, 2001). Además se ha señalado una distinción: brechas digitales de primer orden, que señalan diferencias entre accesos a las TIC y al internet. Y brechas de segundo orden, diferencias entre patrones de uso (Cruz-Jesus, Vicente, Bacao, & Oliveira, 2016). En una investigación reciente realizada en el contexto europeo se señala la necesidad de valorar, además de la diferencias entre países, las diferencias internas en cada estado correlacionando el acceso a las TIC y conectividad, con otras variables como el nivel de instrucción. Esto permitiría evidenciar no solo las distancias más grandes entre los países, sino también evaluar las diferencias internas. Por ejemplo se señalan las distancias entre países como Malta, España y Portugal vs. Luxemburgo, Finlandia o Dinamarca. Pero además se señalan brechas importantes en éstos últimos países si se correlaciona con nivel de instrucción (Cruz-Jesus et al., 2016). Respecto de las diferencias internas, informes de la OCDE (2015) muestran que en el contexto latinoamericano –y en general, en países considerados en vías de desarrollo– los sectores con mejores ingresos tienen mayores posibilidades de acceso a la tecnología y al internet, lo cual nos permite observar de manera más cruda las brechas digitales en sentido general. Por ejemplo, en el mismo informe se señala diferencias internas en

cuanto a la exposición temprana hacia un computador en países desarrollados por nivel de ingresos, pero esta brecha es más amplia en países en vías de desarrollo. Por otro lado, el concepto de brecha digital ha sido abordado desde otras perspectivas. Por ejemplo en una investigación realizada en Silicon Valley - Estados Unidos, enfrenta dos tipos de tipos de escuelas (una en una comunidad con mayores posibilidad económicas y otra con menores) sugiere que la brecha digital debe estudiarse, no solo desde el acceso físico a la tecnología y al internet, sino de los intereses (Barron, Walter, Martin, & Schatz, 2010), sin embargo la misma investigación señala que los sujetos menos experimentados, es decir los que habrían desarrollado menor interés, fueron aquellos que tenían menor acceso a herramientas tecnológicas, acceso a internet y eran menos propensos a ser hijos de padres que usan tecnología en sus puestos de trabajo. En este marco, en el que se presentan brechas digitales tanto entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, así como diferencias internas caracterizadas no solo por el nivel de ingreso, sino por nivel de instrucción e intereses, no sería correcto establecer una dicotomía o brecha entre los conceptos “Sociedad del conocimiento” vs. “Sociedad de la información”, basada en diferencias de desarrollo económico o cultural entre naciones. Y en ese sentido juzgar de forma errónea que los países considerados como desarrollados son los que conviven en una sociedad del conocimiento. Por lo tanto, lo correcto sería formular que hay sectores sociales que han acumulado el conocimiento y por lo tanto su producción (conocimiento, tecnología o ciencia) va a ser más abundante, mientras que hay otros sectores que están relegados, es decir producen menos o están aislados en el consumo.

Las TIC como herramientas psicológicas Desde una perspectiva vygtoskyana caracterizo a las TIC como herramientas semióticas e instrumentos psicológicos. Basado en la naturaleza simbólica de las TIC, y la diversidad de posibilidades que ofrecen para acceder, construir, compartir y representar el conocimiento (Coll, C. 2008). En Vygtosky la actividad psicológica se organiza mediante las herramientas semióticas (principalmente el lenguaje) que una vez interiorizadas dan origen a sistemas psicológicos más complejos. Es decir, que existen al menos dos niveles. Un primer nivel (natural) los procesos psíquicos elementales y un segundo nivel (cultural) donde se encuentra los procesos psíquicos superiores (Vigotski, 1991). Si tuviéramos que formularlo de una manera más concreta, expresaría que la actividad psicológica está semióticamente mediada, y al estar las herramientas simbólicas en la cultura, podríamos exponer que el pensamiento tiene un origen social (Wertsch, 1988). Es decir, que el aparecimiento de las Funciones Psicológicas Superiores, como el pensamiento, guarda una base social. Sin embargo como ya he apuntado, la sociedad es condición necesaria pero no única para el aparecimiento de las funciones psicológicas superiores, ya que requieren de la materialidad natural, es decir del componente biológico. Las herramientas simbólicas, una vez interiorizadas a través de la vivencia y las relaciones en un sistema/contexto de actividad, se convierten en herramientas

psicológicas que posibilitan al sujeto regular su propia actividad psicológica y ayudar a regular la de los otros. Es decir, hacen posible la construcción de sentido y significado y permiten la colaboración en el proceso de los demás. Por lo tanto, respecto de las TIC podemos decir que se constituyen en herramientas semióticas, cuando permiten planificar y regular los procesos psicológicos propios y ajenos. Sin embargo, la novedad en la sociedad actual respecto de las TIC como herramientas simbólicas, reside en valorar su potencial integrador, al crear nuevos contextos y diversas posibilidades para la articulación de sistemas semióticos lo cual amplifica la posibilidad para representar, construir y compartir significados de manera menos costosa y más rápida (Coll, C. y Martí, E., 2001). Si nos enfocamos sobre la propuesta exploratoria de diferencia entre sociedad del conocimiento y sociedad de la información. Debo apuntar que la diferencia como brecha digital se sitúa no tanto, entre las diferencias para el acceso o el uso a la diversidad de herramientas digitales, sino a la producción misma de ellas. Esa es la diferencia que quiero situar. Al ser una herramienta tan potente, su producción a diferencia de otros sistemas simbólicos, es cada vez más inmediata y permeable. Por ejemplo a diferencia del lenguaje, el cual ha sido una herramienta simbólica, cultural e históricamente construida, las TIC si bien en general son productos también históricos, su infinidad de posibilidades de producción dependen de manera más próxima del conocimiento y del desarrollo tecnológico de cada sector. En ese sentido todos podríamos tener acceso a las TIC como herramientas simbólicas, pero a su producción como sistemas simbólicos solo quienes dominan el conocimiento formal para producirlo. Lo que me atrevería a denominar sector en la sociedad del conocimiento. Sobre este punto es necesario considerar la diferencia entre producir TIC (desde la caracterización como herramientas simbólicas) y producir/construir información a través de las TIC. Lo primero podría ser atribución propia y única de los sectores en sociedad del conocimiento. En ese sentido, la diferencia entre sociedad del conocimiento es cualitativa desde un punto de vista productivo de herramientas simbólicas. A modo de conclusión: La producción y la ecología del aprendizaje como brecha Se ha señalado que el discurso de la sociedad del conocimiento o de la información responde a un interés económico productivo (Ferreiro, 2011). Empero, y como ya lo he presentado, la diferencia que propongo no precisamente se basa en una disputa económica productiva, o semántica, sino en posicionar una posibilidad de “brecha digital” desde el marco teórico que caracteriza a las TIC como herramientas psicológicas. Desde esta perspectiva, considero que en el propio marco de la sociedad actual conviven dos formas de sociedades, una del conocimiento la cual lleva mínimo un pie adelante en el desarrollo (KS) y la otra que es la sociedad de la información (IS). Dentro de la KS se busca incorporar, a sociedades y culturas aún ancladas en formas antiguas (pero no obsoletas) de producción. Podríamos decir que el límite entre estas dos no está marcado por fronteras, sino principalmente por la concentración de la riqueza cultural, económica, científica y tecnológica. La que concentra mayor cantidad de estos elementos es a la que denomino del conocimiento. La cual en medio de su

propio desarrollo, establece el marco de lo que se denomina sociedad de la información. Si nos movemos hacia la educación. Desde la posición teórica de la ecología del aprendizaje (Barron, 2006) se expresa que el aprendizaje está organizado por el propio sujeto, quien adquiere interés gracias a una diversidad de contextos – virtuales o físicos – que proveen una variedad de oportunidades, recursos, e instrumentos para aprender. En el marco de la sociedad actual precisamos alertar sobre una “nueva ecología del aprendizaje” (Coll, 2013) caracterizado por un replanteamiento del utilidad del aprendizaje – y las necesidades del mismo – producido en espacios extra institucionales (fuera de la escuela), los cuales están nutridos de una variedad de contextos generados por las TIC, que contienen nuevas formas de representación y articulación de sistemas simbólicos. Lo cual nos permite reflexionar sobre una posible obsolencia de la educación formal, frente a las nuevas demandas. Con esta consideración, es necesairo resaltar una obviedad: la “ecología del aprendizaje” de la sociedad actual no es lineal sino que podría ser más rica (con mayores posibilidades útiles frente a las nuevas demandas de la sociedad y los cambios que se presentan) en los sectores con mayor experiencia y mayor desarrollo tecnológico. Estos sectores son ricos, no simplemente por tener mayores posibilidades de aprendizaje, sino porque estas posibilidades les permiten tener control sobre el devenir de la “ecología del aprendizaje”. Por lo tanto, si la sociedad en general está empujando hacia la “sociedad de la información”, hacia la universalización de las TIC, y la conectividad, nos está empujando hacia una convivencia en la “nueva ecología” (frente a lo cual resistirse sería un error harto conservador e inútil) que está siendo construida por sectores más avanzando al cual denomino “sociedad del conocimiento”. Desde esta propuesta respondería a la pregunta del porqué estos sectores son más avanzados en esta nueva sociedad, argumentando que han logrado dominar la producción y diseño del software y de la programación (y de la generación de nuevos leguajes), que a mi juicio es donde está el centro de esta sociedad. Es decir, el conocimiento como medio de producción. Por lo tanto dominan, inventan y reinventan, exploran con la creación de posibles sistemas simbólicos. Dicho de otra forma, la sociedad del conocimiento crea las herramientas semióticas y tiene la posibilidad de organizar los contextos de actividad conjunta. Mientras que la sociedad de la información sólo tiene la posibilidad de organizar sus contextos de actividad. Este “sólo”, podría presentar una discriminación de esta inmejorable oportunidad, sin embargo lo que intento resaltar es que la mayoría de sectores en esta nueva sociedad ven bastante limitadas sus posibilidades de producir herramientas semióticas y de que sus esfuerzos estén condicionados al fracaso, en tanto no haya un intento de dominar la producción, que como he dicho, hunde sus raíces en la programación de software. Exagero para graficar: En California diseñan los IPhone ® y en Ecuador intentamos acceder a ellos y aprovechar sus utilidades en los diferentes contextos. Esa me parece una “brecha digital”, preocupante o no, pero que resalta asimetrías en la sociedad actual.

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