Experiencias de representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico desde una mirada fenomenológica

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Descripción

EXPERIENCIAS DE REPRESENTANTES ESTUDIANTILES ANTE LA JUNTA DE SÍNDICOS DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO DESDE UNA MIRADA FENOMENOLÓGICA

Tesis presentada al Departamento de Estudios Graduados Facultad de Educación Recinto de Río Piedras Universidad de Puerto Rico como requisito parcial para obtener el grado de Maestría en Educación

Por Aníbal Yariel López Correa © Derechos reservados, 2017

Tesis presentada como requisito parcial para obtener el grado de Maestro en Educación

EXPERIENCIAS DE REPRESENTANTES ESTUDIANTILES ANTE LA JUNTA DE SÍNDICOS DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO DESDE UNA MIRADA FENOMENOLÓGICA

HOJA DE APROBACIÓN

ANÍBAL YARIEL LÓPEZ CORREA Bachillerato en Ciencias con Concentración en Matemáticas, Universidad de Puerto Rico en Cayey, 2007

Aprobada el 4 de octubre de 2016 por el Comité de Tesis:

__________________________ Gladys Capella Noya, Ed.D. Directora de Tesis

__________________________ Waldemiro Vélez Cardona, Ph.D. Miembro del Comité de Tesis

__________________________ Claudia X. Alvarez Romero, Ph.D. Miembro del Comité de Tesis

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DEDICATORIA

A mi madre y a mi padre, por ser ejemplos, ser fuentes de fuerza y ser apoyo condicionado a lo correcto.

A esas y esos estudiantes, que emulan el llamado de Mercedes Sosa, de ser jardines de nuestra alegría, de ser aves de paso que no se asustan y de ser la levadura.

A esos amores, rebeldías e indignaciones, que además de ser infinitos mientras duran, como reclaman Pessoa y Galeano, son de acción, creación y transformación.

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AGRADECIMIENTOS Los agradecimientos en un trabajo de este tipo son tantos que enumerar a todas las personas responsables de ser apoyo, pudiera ser más extenso que el trabajo de investigación. Destaco las aportaciones que hizo la Dra. Gladys Capella Noya en esta tesis. Fueron muchas las horas que dedicó tanto en la lectura de los distintos borradores, así como largas las conversaciones sobre este tema y muchos otros temas relacionados a la Universidad de Puerto Rico, que por tanto son tangenciales a éste. Sus sabios consejos, recomendaciones y su particular mirada permitió que el proceso de trabajo, aunque arduo, fuera uno de mucha satisfacción. Al Dr. Waldemiro Vélez Cardona quien además de asesorarme como lector de tesis, ha nutrido con referencias y cuestionamientos esta tesis. Esta mirada crítica y rigurosa, así como su accionar en defensa de la educación como derecho, han sido grandes contribuciones para el desarrollo de este trabajo. La asesoría y recomendaciones de la Dra. Claudia X. Alvarez Romero como lectora de tesis merecen mi agradecimiento eterno. De igual forma, mi agradecimiento a la Dra. Silvia Álvarez Curbelo quien, durante un encuentro en la Plaza Antonia, fue responsable de sembrar la duda para que estudiara este tema. De igual forma, mi agradecimiento a Hiram Guadalupe Pérez, Alexis Morales Fresse, Mauryne Rivera Reyes, René Antonio Vargas Martínez, Christopher Torres Lugo, Abdiel Trujillo, Rafael Linero Rivera y Jorge Farinacci Fernós por mostrar su disposición a participar del estudio. En especial a los primeros cinco mencionados quienes finalmente colaboraron en el desarrollo de esta investigación. A los demás doce estudiantes que sirvieron en ese iii

iv cuerpo, mi agradecimiento por la labor desempeñada como representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos, ya que sin duda alguna aporta a la Universidad de Puerto Rico que tenemos hoy. A Perla del Mar Rodríguez Fernández, Juan Miranda Ruiz, Víctor E. Ramos Rosado, Cindy L. Pacheco Espinosa, Ángel L. Rosado Rivera, Odette González Santiago, Christian Arvelo Forteza, Guillermo Guasp Pérez, Vilmary Camacho Martínez, Héctor Berdecía Hernández, María de los Milagros Colón Cruz quienes me acompañaron en este proceso de investigación desde diversos espacios brindándome fuerzas, consejos e intercambiando comentarios en el proceso de investigación, mis agradecimientos. A quienes estuvieron involucrados en los cuerpos de representación estudiantil mientras me desempeñé en ellos, ustedes que son tantos, también mil gracias. Gracias también a quienes fueron compañeras y compañeros estudiantes, como docentes o administradores que en otros foros de la gobernanza universitaria me aconsejaron. Destaco de todas esas personas a María Consuelo Meléndez Cartagena quien aportó con su mentoría en ese proceso de inserción al Consejo General de Estudiantes de la UPR en Cayey. También agradezco a los miembros del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras que en los pasados años han sido testigos del proceso de redacción de este trabajo. Entre todas y todos destaco a la Dra. Lissette Rolón Collazo, la Dra. Margarita Villamil Torres, la Dra. Loida Martínez Ramos, la Lcda. Ana Matanzo Vicéns, el Dr. Róbinson Rodríguez Pérez, la Profa. Luisa Seijo Maldonado, el

v Dr. Errol Montes Pizarro, por haber sido algunos de los mentores que me ha regalado la UPR y la vida. Agradezco también a la Lcda. Sandra Espada Santos, Secretaria Ejecutiva de la Junta de Gobierno de la UPR y al personal de secretaría, Rosa Elisa López y Keyla Álamo Santiago, por haberme ayudado en el proceso de tener acceso a las actas de la Junta de Síndicos. A mis hermanos y hermanas, Mercedes, Yarlier, Tainikeni y Kuyaguaribo que han estado presentes siempre les agradezco por esas otras miradas que le dan a la vida y compartirlas conmigo. A Yalid Aleksander, mi bello sobrino, que va a ser parte de esa nueva generación y por las que nos mueve a un mundo mejor. Mis agradecimientos a un hermano que me ha puesto la vida, Luis Javier Cintrón Gutiérrez, desde el primer momento estuviste ahí asesorando, compartiendo y hasta distrayéndome. Gracias, a mi madre Álida, a mi padre Ángel, quienes a pesar de los grandes sacrificios siempre se han esforzado por no ceder en los principios, lo que es correcto y la búsqueda del bien común. Y a quienes se me quedaron fuera, mis disculpas y agradecimientos.

RESUMEN DE LA TESIS EXPERIENCIAS DE REPRESENTANTES ESTUDIANTILES ANTE LA JUNTA DE SÍNDICOS DE LA UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO DESDE UNA MIRADA FENOMENOLÓGICA Aníbal Yariel López Correa Directora de la Tesis: Gladys Capella Noya, Ed.D.

Esta investigación explora las experiencias de cinco representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos (JS) de la Universidad de Puerto Rico y analiza sus relaciones de trabajo con miembros del organismo y con sectores externos al cuerpo. Este estudio fenomenológico incluye en su análisis los testimonios recogidos a través de entrevistas a profundidad y las actas de las reuniones de la JS que coinciden con los períodos de incumbencia de los participantes. Del análisis surgieron cuatro categorías temáticas: inserción y continuidad en la JS; el rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta; acceso a la información, rendición de cuentas, transparencia y conflictos; e impacto en la carga personal. Además de arrojar luz sobre momentos particulares del liderazgo estudiantil en la instancia más alta de la jerarquía universitaria, el trabajo presenta fortalezas y retos institucionales relacionados con la participación efectiva del estudiantado en la administración universitaria.

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TABLA DE CONTENIDO Página HOJA DE APROBACIÓN .................................................................................... i DEDICATORIA .....................................................................................................ii AGRADECIMIENTOS ......................................................................................... iii RESUMEN DE LA TESIS ...................................................................................vi TABLA DE CONTENIDO ...................................................................................vii LISTA DE TABLAS..............................................................................................xi CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN ........................................................................... 1 Planteamiento del problema ...................................................................... 6 Justificación .............................................................................................. 12 Propósito de la investigación ................................................................... 15 Preguntas de investigación ...................................................................... 16 Estructura de la investigación .................................................................. 16 Delimitación y limitaciones ....................................................................... 18 CAPÍTULO II REVISIÓN DE LITERATURA ..................................................... 20 Inicios de la participación estudiantil: 1903-1918 .................................... 20 Primeros conflictos estudiantiles: 1919-1929 .......................................... 22 Primeras exigencias estudiantiles de participación en la estructura de gobernanza universitaria: 1930-1939 ...................................................... 27 Surgimiento de la participación estudiantil en las instancias del gobierno universitario: 1940-1942 ........................................................................... 32 Primeros choques entre la representación estudiantil y la administración universitaria: 1942-1948 ........................................................................... 35

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viii La consolidación y desarrollo de la casa de estudios ante la erradicación de la participación estudiantil: 1949-1966 ............................................... 40 Conflictos, confrontaciones y cambios a las leyes universitarias: 19671973 .......................................................................................................... 45 Luchas en solidaridad al sector obrero y contra los aumentos en la matrícula: 1976-1984 ............................................................................... 54 Entre botín de la alternancia política y la inclusión de estudiantes en la Junta de Síndicos: 1985-1993 ................................................................. 56 CAPÍTULO III MÉTODO ................................................................................... 59 Tipo y diseño de investigación ................................................................. 60 Período de tiempo del estudio ................................................................. 63 Fuentes de información ............................................................................ 64 Proceso para la recopilación de los datos ............................................... 64 Procedimiento para el análisis de los datos ............................................ 68 Marco conceptual ................................................................................................... 68 Involucrarse profundamente con los participantes ................................................... 69 Entrevistas intensivas ............................................................................................. 69 Intervención del investigador................................................................................... 70 Triangulación de datos ............................................................................................ 70 Categorización y comparación de datos.................................................................. 71 Organización de próximos capítulos ....................................................................... 72

CAPÍTULO IV PRESENTACIÓN DE DATOS .................................................. 73 Introducción .............................................................................................. 73 Hiram Guadalupe Pérez ........................................................................... 73 Alexis Morales Fresse .............................................................................. 87

ix Mauryne Rivera Reyes ........................................................................... 111 René Antonio Vargas Martínez .............................................................. 127 Christopher Torres Lugo ........................................................................ 142 CAPÍTULO V ANÁLISIS, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ....... 157 Análisis.................................................................................................... 158 Inserción y continuidad en la Junta de Síndicos .................................................... 158 El rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos.......... 163 Acceso a la información, rendición de cuentas, transparencia y conflictos ............ 169 Impacto en la carga personal ................................................................................ 173

Conclusiones .......................................................................................... 177 ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con otros miembros de la Junta, tanto de la comunidad universitaria como con aquellos que representaban al Gobernador? ............................................................................. 177 ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo con sectores externos a la Junta? ............................................................................................................................. 182 ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones en el funcionamiento y toma de decisiones de la Junta?.................................................................................... 186

Recomendaciones.................................................................................. 190 REFERENCIAS ............................................................................................... 195 APÉNDICES .................................................................................................... 204 Anejo 1 - Representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico ................................................................... 205 Anejo 2 – Hoja de Consentimiento Informado ....................................... 206 Anejo 3 - Alineación entre preguntas de investigación y protocolo ...... 209

x Anejo 4 - Protocolo de entrevista ........................................................... 211 RESUMEN BIOGRÁFICO DEL AUTOR ........................................................ 213

LISTA DE TABLAS

Tabla

Página

Tabla 1: Organismos que han gobernado a la Universidad de Puerto Rico desde 1903 al 2016 ............................................................................. 6 Tabla 2: Participantes de la investigación ....................................................... 73 Tabla 3: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Hiram Guadalupe Pérez .................................................................... 78 Tabla 4: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Alexis Morales Fresse ....................................................................... 92 Tabla 5: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Mauryne Rivera Reyes .................................................................... 116 Tabla 6: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de René Vargas Martínez ............................................................................... 131 Tabla 7: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Christopher Torres Lugo.................................................................. 143

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CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN La historia de los1 estudiantes dentro del contexto educativo puertorriqueño y como parte del proceso de la toma de decisiones en la educación superior ha sido poco estudiada. Picó (1985a, p. 37) destaca que “los historiadores de la educación escribieron una historia sin estudiantes” porque la “historia institucional ha sido el foco de gran parte de las investigaciones educativas”. Dentro de esa historia institucional los estudios se han enfocado en varios momentos o personajes históricos en las universidades, mientras merece más investigación “el punto de vista de los sectores menos articulados en el proceso educativo” (Picó, 1985a, p. 37), en particular el de los estudiantes en la gobernanza universitaria. Las experiencias que he vivido durante más de diez años desde espacios como los consejos generales de estudiantes y los senados académicos de las unidades de Cayey y Río Piedras, de la Junta Universitaria y la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y como estudiante del Recinto Universitario de Mayagüez, me han movido a querer contar esa otra historia desde el punto de vista de nosotros los estudiantes. Momentos como la huelga estudiantil del 2010 quedarán ante la historia como una de las expresiones recientes más contundentes del estudiantado de la UPR en defensa de su derecho a la educación universitaria pública, accesible y de calidad. Sin embargo, más allá de esas manifestaciones y movilizaciones y otras que le antecedieron,

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En la tesis se utiliza el masculino para referirse tanto a femenino como masculino. Esta decisión se toma dado el hecho de que la mayoría de los participantes en este estudio son hombres. Sin embargo, se hace la aclaración que la mayoría de la población estudiantil está compuesta por mujeres.

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2 existe un sinnúmero de otras historias de estudiantes que quedaron silentes a través de lo documentado por la prensa o lo que será documentado oficial o extraoficialmente. Las colaboraciones estrechas con diversos sectores de la comunidad universitaria de las que he participado, los proyectos en común, los intentos por gestar una universidad distinta, no forman parte de los momentos que constituyen la historia oficial de la UPR. Mi aproximación al tema parte del convencimiento de que la experiencia de otros estudiantes que han colaborado en diversos espacios de diálogo, debate y gestiones de proyectos en el contexto universitario pudiera ser similar. Las propuestas lanzadas, las horas de trabajo y las aportaciones desarrolladas no son recogidas de forma tal que puedan revisarse desde una mirada crítica para aprender de los aciertos y evitar los desaciertos que cometieron esos estudiantes. Precisamente mi experiencia y conocimiento sobre la existencia de esas otras historias, han servido como catalíticos para levantar mi interés en desarrollar esta investigación. Documentar esas historias no tan sólo presentará otra perspectiva de la historia de la UPR, sino que permitiría a las futuras generaciones de representantes estudiantiles hacer análisis críticos sobre los aciertos y desaciertos de sus antecesores y pudiera maximizarse la participación estudiantil en los organismos del gobierno universitario. A su vez, los otros sectores que son parte de la comunidad universitaria y que comparten en los organismos de gobernanza con los estudiantes pudieran conocer algunas de las motivaciones estudiantiles

3 para impulsar algunos proyectos. Es por eso que con esta investigación recojo algunas de esas otras historias de la UPR. Es parte de esta encomienda analizarlas y proponer otras miradas a los eventos, esta vez desde el punto de vista de un estudiante. En la búsqueda de información sobre el estudiantado de la UPR a través del tiempo, me he topado con algunos textos que tienen como enfoque principal relatar o documentar los momentos en los que el estudiantado de la UPR se ha movilizado y manifestado con el fin de adelantar lo que consideran son sus demandas coyunturales. En cambio, no es fácil encontrar investigaciones que se enfoquen en documentar al estudiantado como grupo que aporta en el desarrollo y creación de políticas públicas de la UPR. Asimismo, otro evento que fomenta esta investigación es que, en más de una ocasión observé que en los espacios de gobernanza universitaria el sentir del estudiantado era considerado una simple opinión, de la que se podía prescindir. Sin importar cuán preparados se estaba para el debate, cuántas fuentes de información se tuvieran a la mano y cuánto tiempo se hubieran dedicado al análisis de un asunto, a los estudiantes casi nunca se nos percibía como promotores y gestores de políticas públicas en el campo de educación superior. A veces, los comentarios que intercambiaba con algunos compañeros estudiantes, luego de algunos debates en los cuerpos de gobernanza, eran que percibíamos un mensaje de que la función del estudiantado es estudiar y no tomar decisiones sobre su entorno. Mucho menos, sentíamos que éramos convocados a tomar decisiones sobre la administración y la gerencia universitaria. Esta visión no es

4 nueva en la UPR y legitima el planteamiento fundamental de la Casa de Estudios promovida por el primer Presidente de la institución, Lcdo. Jaime Benítez. Éste planteaba el rol del estudiante como el de estudiar, el del docente como el de enseñar y el del administrador como el de administrar (Navarro Rivera, 2000a). Una gran diferencia en la actualidad es que sectores del profesorado que participan de los espacios de gobernanza de la UPR pueden percibirse como sujetos conocedores de la universidad y perciben que el estudiantado no conoce del entramado universitario. Una apreciación similar es compartida por algunos estudiantes que participaron de un estudio desarrollado por Kandel (2010) en el que señalan como una de las quejas del cogobierno universitario argentino el que unos sectores claustrales y administrativos de la universidad son quienes llevan la agenda de los cuerpos universitarios. La percepción negativa sobre la participación estudiantil, además de estar atada a un discurso que privilegia las especializaciones y el conocimiento técnico sobre el concepto de democracia en una comunidad, contraviene con los esfuerzos que documenta Soler Masó, Villá Suñe, Fullana Noell, Planas Lladó & Pallisera Díaz (2011) que se están llevando a cabo en el Espacio Europeo de Educación Superior a partir del 2005. La percepción de oposición a que haya igualdad de participación en los senados académicos, las juntas administrativas, Universitaria y de Gobierno de la UPR puede ser objeto de otros estudios en profundidad. No obstante, en este estudio enfoco en la experiencia de los representantes, destaco la experiencia vivida cuando recientemente un grupo de universitarios comenzamos a promover un cambio en la anterior Junta de

5 Síndicos de la UPR. En ese momento pude experimentar nuevamente la forma de pensar negativa sobre el estudiantado. A inicios del 2013, comenzamos a desarrollar una serie de propuestas para que hubiera más participación de la comunidad universitaria en la Junta de Síndicos. Además de redactar un proyecto de ley en esa dirección, reunirnos con diversos grupos estudiantiles, docentes y algunos miembros de la Asamblea Legislativa, decidimos participar de debates en los senados académicos para buscar el apoyo a la medida. Sin haber seguido un proceso de documentación riguroso, palpé que muchas de las argumentaciones de algunos miembros de la comunidad giraban en torno a que no debía haber igual cantidad de estudiantes y profesores en la Junta de Síndicos. A mi juicio, quedó en un segundo plano el plantearse exigir que todos los miembros de ese cuerpo fueran electos por los sectores de la comunidad universitaria. El asunto se quedó en la discusión entre estudiantes y profesores. La solución salomónica fue reclamar a la Asamblea Legislativa y al Gobernador el aumento de al menos un estudiante y un docente en la referida Junta. De esta forma se tendrían dos estudiantes y tres docentes. Ese reclamo se alcanzó parcialmente con la creación de una Junta de Gobierno que reducía el tamaño de la anterior Junta de Síndicos de diecisiete miembros. De los trece miembros de la Junta de Gobierno, se aumentaron los estudiantes de uno a dos, se mantenía la misma cantidad de docentes y disminuían los miembros nombrados por el Gobernador de catorce a nueve miembros, según las enmiendas del 2010 a Ley de la Universidad de Puerto Rico (2010, 21 de junio). Esto fue objeto de molestias por parte de algunos docentes

6 que me confesaron su decepción del proceso ya que entendieron que era un insulto para la comunidad académica el que se concediera igual participación a estudiantes y a docentes en los organismos de gobernanza universitaria. Planteamiento del problema La Universidad de Puerto Rico, la principal institución de educación superior pública del país, ha estado administrada y gobernada, desde su fundación, por diversos organismos que funcionan como sus juntas de gobierno. Estas estructuras han variado a través de la historia. En el 1903, el gobierno de la institución se estructuró desde una Junta de Síndicos, compuesta en su totalidad por funcionarios del Gobierno de Puerto Rico, ya fuese en su calidad de designados por el Presidente de Estados Unidos o por haber sido electos (González Ortiz, 1994, p. 31). Desde entonces y en períodos tan cortos como dos años o tan extensos como el comprendido desde el 1942 al 1966 o del 1966 al 1993, se han efectuado varios cambios en la composición y el nombre de aquella Junta de Síndicos. La Tabla 1 presenta un resumen de los cambios en la composición y nombre de las instituciones que administraron a la UPR desde 1903, según recopilado por González Ortiz (1994) y las leyes subsiguientes, compiladas por este servidor. Tabla 1: Organismos que han gobernado a la Universidad de Puerto Rico desde 1903 al 2016 Años 1903-1910

Nombre Junta de Síndicos

1910-1923

Junta de Síndicos

Disposición de ley Gobernador de Puerto Rico, Comisionado de Instrucción Procurador General, Secretario de Puerto Rico, Tesorero de Puerto Rico, Speaker de la Cámara de Delegados (nombrado por el Gobernador por tres años), 5 personas nombradas por el Gobernador Comisionado de Instrucción, Speaker de la Cámara de Delegados o Representantes, Tesorero de Puerto Rico, 5 personas nombradas por el Gobernador

7 Años 1923-1925

Nombre Junta de Síndicos

1925-1928

Junta de Síndicos

1928-1930

Junta de Síndicos

1930-1942

Junta de Síndicos

1942-1966

Consejo Superior de Enseñanza

1966-1993 1993-2010

Consejo de Educación Superior Junta de Síndicos

2010-2013

Junta de Síndicos

2013presente

Junta de Gobierno

Disposición de ley Presidente del Senado, Speaker de la Cámara, Comisionado de Instrucción, 3 personas nombradas por el Gobernador (con el consentimiento del Senado), Secretario de Puerto Rico, Tesorero de Puerto Rico Representante designado por Presidente del Senado, Representante designado por Speaker de la Cámara, Comisionado de Instrucción, 6 personas nombradas por el Gobernador (con el consentimiento del Senado), Secretario de Puerto Rico, Tesorero de Puerto Rico Presidente del Senado o su designado, Speaker de la Cámara de Representantes o su designado, Comisionado de Instrucción, 6 personas nombradas por el Gobernador, con el consejo y consentimiento del Senado, de los cuáles dos deben ser egresados. Comisionado de Instrucción, Un senador nombrado por el Gobernador a propuesta del Presidente del Senado, Un representante de la Cámara nombrado por el Gobernador a propuesta del Presidente de la Cámara, 6 personas nombradas por el Gobernador, de los cuáles dos serán egresados y uno debe ser propuesto por la Junta de Gobierno de la Unión Pan Americana. Comisionado de Instrucción Pública, Dos educadores nombrados por el Gobernador, Cuatro ciudadanos de PR nombrados por el Gobernador. Secretario de Educación, Ocho personas nombradas por el gobernador con el consentimiento del Senado. Un estudiante regular electo por el estudiantado en la Junta Universitaria, Dos profesores con nombramientos permanentes electos por los docentes en la Junta Universitaria, Diez ciudadanos nombrados por el Gobernador con el consentimiento del Senado. Un estudiante regular electo por el estudiantado en la Junta Universitaria, Dos profesores con nombramientos permanentes electos por los docentes en la Junta Universitaria, Catorce ciudadanos nombrados por el Gobernador con el consentimiento del Senado. Un estudiante subgraduado electo por el estudiantado en la Junta Universitaria, Un estudiante graduado electo por sus pares, Dos profesores con nombramientos permanentes electos por los docentes en la Junta Universitaria, Secretario de Educación, Ocho ciudadanos nombrados por el Gobernador con el consentimiento del Senado.

A través de lo documentado por González Ortiz (1994) y este servidor, las juntas de gobierno de la UPR han sufrido más de doce cambios tanto en composición como en nombres, siendo algunos de ellos Junta de Síndicos, Consejo Superior de Enseñanza, Consejo de Educación Superior, Consejo de

8 Educación Superior de Puerto Rico, Junta de Síndicos y actualmente Junta de Gobierno. Los cambios a la Ley de la UPR del 1993 integraron a un estudiante y dos docentes (Sánchez Colón, 1994). En el 2013, se produjo otro cambio en la composición y el nombre de la Junta de Síndicos. En esta ocasión, el nombre adoptado fue el de Junta de Gobierno y ésta se convirtió en el organismo encargado de administrar a la UPR. Se dispuso que su composición sería de trece personas, de las cuales uno sería estudiante subgraduado, otro sería estudiante graduado, dos serían docentes, otro sería el Secretario de Educación y las ocho personas restantes deberían ser designadas por el Gobernador, de acuerdo a una serie de criterios establecidos por la ley (Ortiz & Williams, 2014). Los doce cambios que ha sufrido las juntas de gobierno de la UPR en sus 113 años de fundación, sustentan los planteamientos de que esta estructura de poder no se ha consolidado como la más adecuada para la consecución de los objetivos y la misión universitaria (González Ortiz, 1994). De igual forma, la carencia de investigaciones en la organización de las juntas de gobierno, sugiere que no se le ha concedido la importancia necesaria a estudiar cómo la gobernanza de las universidades afecta su rumbo o éxito. Los roles, perfiles y las funciones de las juntas de gobierno de universidades en el país también han recibido poca atención investigativa en el campo de la educación superior de Puerto Rico (Joglar Billoch, 2012). Las juntas de gobierno de las universidades se conciben como la última autoridad y el cuerpo más alto en el desarrollo de las políticas públicas institucionales (Elfreth, 2011).

9 Estos cuerpos tienen tres características principales de acuerdo a Elfreth (2011) entre las que se encuentra el carácter lego de sus miembros; los poderes sobre cualquier asunto de administración, aunque delegan gran parte de los mismos a educadores; y operan sin los típicos contrapesos que existen en nuestra sociedad democrática. De acuerdo a Elfreth (2011) el modelo norteamericano de juntas de gobierno provee un espacio para la rendición de cuentas por la inversión pública, sin la completa intervención estatal, garantizando así cierta autonomía y cierta flexibilidad sobre sus operaciones. Como contraparte, González Ortiz (1994) destaca que las juntas de gobierno de las universidades norteamericanas gozan de cierta autonomía fiscal, pero no legal y son las representantes de la alta burguesía y el Estado quienes trazan la política pública institucional. A fin de cuentas, las juntas que responden al modelo de educación superior de Estados Unidos y Canadá, tienen la responsabilidad legal y fiduciaria de una institución académica (Elfreth, 2011). De forma similar la Middle States Commission on Higher Education (2010) establece que las juntas de gobierno son los organismos encargados del rendimiento de cuentas sobre la calidad, integridad y planificación académica, activos y salud fiscal de la institución. Se entiende que el impacto mayor de las funciones de las juntas de gobierno “radica en la capacidad que ostentan para generar cambios, implantar iniciativas académicas y fomentar proyectos de desarrollo” (Joglar Billoch, 2012, p. 1) por ser la autoridad más alta de gobernanza (Middle States Commission on Higher Education, 2010).

10 Estudiar a profundidad las juntas de gobierno de las universidades es importante en el futuro de cualquier institución educativa, tanto por el rol que desempeñan en la institución, como por su capacidad para influir en la creación de políticas educativas. Para el estudiantado, como parte de una comunidad universitaria con unos intereses propios, es importante estudiar las dinámicas de ese organismo, con el fin de identificar sus retos, limitaciones y fortalezas para alcanzar sus demandas. De acuerdo a Bruno Rosa (1993) la reciente integración de estudiantes y docentes en la máxima estructura de gobernanza de la UPR ha sido poco estudiada, lo que establece un rico, pero difícil campo de investigación. En este estudio documento algunas de las complejidades sobre la integración de la representación estudiantil en la Junta de Síndicos de la UPR. De esta forma, es posible facilitar la toma de decisiones informadas sobre las aportaciones de la participación estudiantil y sugerir posibles mecanismos para fomentarla. Desarrollo esta investigación reconociendo que existen pocas investigaciones en este campo; y luego de un análisis del estudio desarrollado por Elfreth (2011) sobre el fenómeno de la representación estudiantil en las juntas de gobierno de universidades norteamericanas. La importancia de las juntas de gobiernos de las universidades en el proceso de creación, gestión y desarrollo de políticas públicas justifica trabajos de investigación relacionados a las juntas de gobierno de instituciones de educación superior en Puerto Rico. Sin embargo, en este caso el enfoque es en la representación estudiantil en la Junta de Síndicos de la UPR, debido a que

11 entiendo que, desde la incorporación del estudiantado en el cuerpo en el 1993, hasta la disolución del cuerpo en el 2013, se desarrollaron diversas dinámicas de trabajo que merecen estudiarse. La relevancia de este estudio es mayor cuando esa representación estudiantil debe, en un período corto de tiempo, responder a los intereses del estudiantado y ser efectiva en su gestión. Desde ese punto de vista, el estudiar la representación estudiantil no tan solo se beneficia al sector al que representa, sino que permite que exista mayor comprensión por parte de los otros componentes de las juntas sobre la función y la labor desarrollada por el estudiantado en las juntas de gobierno. A su vez, la experiencia de los estudiantes puede constituir un mayor reto, a la hora de ser estudiada, dado a que tradicionalmente tienen corta edad cuando ocupan estos espacios y se enfrentan a un cuerpo compuesto por personas que en algunas ocasiones suelen ser algunas de las personas más exitosas en diversas profesiones en el país (Elfreth, 2011). La necesidad de conocer las dinámicas de las juntas, la misión de las estructuras de gobernanza compartidas, el liderato estudiantil en cada una de las instituciones y los asuntos de mayor discusión en los cuerpos antes mencionados (Elfreth, 2011), se vuelven entonces un requisito indispensable para lograr una gestión exitosa por parte del estudiantado y por tanto de cualquier cuerpo que tenga dicha representación. Conocer los retos, debilidades, fortalezas y oportunidades de la representación estudiantil en el organismo de mayor jerarquía de la UPR, puede contribuir a que los estudiantes puedan maximizar su

12 desempeño y le permita a la institución mejorar sus estructuras de gobernanza de forma tal que puedan alcanzar sus objetivos. Finalmente, mi experiencia de vida en los organismos universitarios, me mueven a enfocar este trabajo en las personas que han representado al estudiantado en la antigua Junta de Síndicos de la UPR. El fenómeno que investigo es la participación estudiantil en la extinta Junta de Síndicos de la UPR, que duró desde el 1993 hasta el 2013. Este estudio se propone luego del cambio de la Junta de Síndicos a una Junta de Gobierno y que aumentó la participación estudiantil en dicho foro. Justificación La participación estudiantil en las instancias del gobierno universitario, por su tangencia con los movimientos sociales, puede sufrir de lo que Muñoz (2014, p. 159) cataloga como que “no cobran la suficiente relevancia para incorporarse entre los sucesos que hacen historia”. Esta participación puede ser vista como “la intervención del estudiante en aquellas actividades que representan una manifestación del derecho y del deber que le asiste, como elemento básico del sistema democrático de la comunidad universitaria, en la búsqueda de la solución de los problemas que le afectan en la consecución de los objetivos de la institución” (Ponce de Paredes, 1974, pp 3-4). Cisternas & Valenzuela (2013) plantean que en Chile estudiar el movimiento estudiantil es intentar reconstruir una historia basada en fragmentos dispersos y acotados. En el caso del movimiento estudiantil en Puerto Rico, surge una situación similar, particularmente por las “disputas y batallas políticas que se han librado

13 dentro de la principal institución universitaria” (Navarro Rivera, 2000a, p. 91). En caso de querer “tener una comprensión de las características distintivas de nuestro movimiento estudiantil actual, es preciso conocer su historia” (Bonavena & Millán, 2012, p. 107). De igual forma, las enseñanzas producto de las decisiones de “un colectivo de estudiantes universitarios de participar en la gestión del sistema educativo universitario público de forma que puedan garantizar sus intereses como consumidores del servicio educativo” (Lloréns Rivera, 1989, p. 1) presenta un campo fértil para el desarrollo de investigaciones en Puerto Rico. Estas investigaciones se pudieran desarrollar tanto a nivel de la junta de gobierno de la UPR, como de estructuras tales como los senados académicos, las juntas administrativas, la Junta Universitaria y las demás instancias de la gobernanza universitaria. Desde la década del setenta se han desarrollado algunas investigaciones que han resaltado la participación estudiantil en la toma de decisiones de la UPR. Algunas de esas investigaciones se han enfocado en presentar cómo se desarrolló la participación estudiantil previa a su institucionalización en el gobierno universitario (Ferreras, 1972; Picó, 1981; Picó, 1985a; Picó, 1985b, Navarro Rivera, 2000a; Surillo Luna, 2006). Otros estudios se han enfocado en presentar el efecto que han tenido los movimientos estudiantiles en la Universidad, luego del 1972 (Ponce de Paredes, 1974; Picó, Pabón & Alejandro, 1982; Lloréns Rivera, 1989; Santiago Vázquez, 1992; Miranda Gierbolini, 2002; Cruz Crespo, 2013).

14 Recientemente se han integrado otras investigaciones que se enfocan más en conocer la voz de ese estudiantado (Laguarta Ramírez, 2016; Quiñones Maurás, 2008; Rosa, 2015). De esta forma, podemos señalar que la participación estudiantil en la UPR se ha estudiado desde distintos puntos de vista, sin integrar plenamente a aquellos actores en los organismos de gobernanza universitaria. En este estudio abordo la participación estudiantil en la Junta de Síndicos de la UPR. Desde el 1993 hasta el 2013 el poder institucional en la Universidad recayó en su Junta de Síndicos, aunque hubo espacios para lo que González Ortiz (1994) cataloga como una participación simbólica o una pseudo-participación de la comunidad universitaria en cuerpos como la Junta Universitaria, los senados académicos y las juntas administrativas. La inserción de estudiantes en ese cuerpo de toma de decisiones en la UPR debe ser objeto de estudio principalmente para conocer el impacto que pudo tener el estudiantado en promover demandas específicas o campos de acción requeridos por el estudiantado. De igual forma, conocer cuáles fueron las dinámicas entre representantes de otros sectores de la comunidad universitaria con la representación estudiantil permitiría comprender qué asuntos eran percibidos por la comunidad universitaria como asuntos de causa común para adelantar los mejores intereses universitarios. A su vez, abundar sobre las dinámicas entre los miembros de la Junta de Síndicos nombrados por el Ejecutivo y la representación estudiantil permitiría tener un panorama más claro sobre las contribuciones que se desarrollaron desde ese foro.

15 Propósito de la investigación Los propósitos de la investigación son indagar sobre la forma en que los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR describen las relaciones de trabajo desarrolladas por ellos con otros miembros la Junta. Otro propósito es conocer algunas de las dinámicas que se dieron al interior de la Junta y cómo los estudiantes percibían que se tomaba en cuenta su opinión a la hora de tomar decisiones en el cuerpo colegiado. Asimismo, detallar cuáles fueron las mayores aportaciones en el desarrollo de la UPR y en las dinámicas de trabajo de la Junta desde el punto de vista de los representantes estudiantiles, forma parte de los objetivos trazados por esta investigación. Finalmente se indaga sobre la forma en que los representantes estudiantiles describen las relaciones de trabajo y colaboración entre ellos y otros miembros de la comunidad universitaria. La intención es conocer cuáles fueron las dinámicas que se dieron con respecto a otros cuerpos de representación estudiantil en la UPR, así como fuera de la institución. De esta forma se conocerá con mayor claridad la relación existente entre la representación estudiantil y los cuerpos de gobernanza universitaria, tales como los senados académicos, juntas administrativas y Junta Universitaria. Martín Cortés & Lorente Fontaneda (2011, p. 3) señalan que es muy poco lo que “se ha escrito sobre la participación política de los estudiantes en sus universidades”. A juicio de ellos “conocer cuáles son las actitudes, aptitudes y características participativas de los estudiantes universitarios no es sólo una forma de conocer el funcionamiento de la universidad” sino que brinda un “reflejo de la

16 cultura de la sociedad en su conjunto y de los jóvenes en particular”. Esto permite “conocer una cultura política en formación que también puede llegar a influir en el comportamiento político de la sociedad”. Preguntas de investigación La investigación que propongo tiene varias preguntas generales que delinean este estudio. Las preguntas que guían la investigación son: 1. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con otros miembros de la Junta, tanto de la comunidad universitaria, como con aquellos nombrados por el Gobernador? 2. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo con sectores externos a la Junta? 3. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones en el funcionamiento y toma de decisiones de la Junta? Estructura de la investigación Esta investigación se divide en cinco capítulos. El primero de los capítulos presenta el problema a estudiarse, así como los fundamentos que justifican dicha investigación. De igual forma, en el primer capítulo se conocen cuáles son los propósitos y las preguntas que guían la investigación. En el primer capítulo, además, se brinda una mirada general de la investigación desarrollada, su estructura y sus limitaciones.

17 El segundo capítulo se enfoca en presentar una breve historia de la evolución que ha tenido la participación estudiantil. Se aborda cómo comenzó eso que se denomina como participación estudiantil, cuáles fueron los primeros conflictos y las primeras exigencias estudiantiles. Luego se destacan los momentos de inclusión de esa participación estudiantil en la gobernanza universitaria y cómo fue eliminada. Finalmente, se presentan algunos momentos históricos en los que se volvió a insertar al estudiantado en las estructuras de gobernanza universitaria y cómo se ampliaron los espacios de participación dentro de la gobernanza universitaria hasta el 1993. El tercer capítulo se enfoca en detallar la metodología adoptada en la investigación. De una mirada del propósito y de las preguntas de la investigación, así como de una revisión de literatura, es posible constatar que el tema que se propone estudiar es uno poco estudiado en Puerto Rico. El enfoque de la investigación a desarrollarse puntualiza en las percepciones de representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos y cuáles entienden éstos que fueron sus aportaciones ante el cuerpo. Tomando en cuenta el enfoque de la investigación y la poca literatura encontrada al respecto, se adopta el tipo de investigación cualitativo ya que permite que se comprenda la perspectiva de los participantes y que se profundice sobre sus experiencias, opiniones y significados (Hernández Sampieri, Fernández Collado & Baptista Lucio, 2010). El diseño utilizado es el fenomenológico debido a que se caracteriza por centrarse en “la experiencia personal, en vez de abordar el estudio de los hechos desde perspectivas grupales” (Álvarez-Gayou, 2003, p. 85).

18 En el cuarto capítulo se presentan los datos recopilados luego de analizados. En este capítulo se resume el resultado de la conversación y análisis sostenido con cinco ex representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR. Este capítulo comprende la aportación principal del estudio, al recoger las entrevistas, las actas y presentarlas desde el punto de vista de lo que fue su experiencia en la Junta de Síndicos. Esto pudiera servir para futuras investigaciones que permitan promover mejorías en la representación estudiantil y en las estructuras de gobernanza de la institución. El quinto capítulo recoge algunas de las categorías de análisis que surgieron de los datos. De igual forma se presentan algunos de los hallazgos principales, así como las limitaciones y algunas de las conclusiones del estudio y propone tanto otras áreas de investigaciones futuras, así como algunas recomendaciones para fortalecer la representación estudiantil. Delimitación y limitaciones En este estudio se entrevistó a cinco de las veinte personas que fueron seleccionadas por el estudiantado ante la Junta de Síndicos de la UPR desde el 1993 hasta el año 2013. Es importante destacar que, debido a la naturaleza cualitativa de la investigación, la selección de la persona por conveniencia no garantiza la diversidad de opiniones que puede existir en el grupo a ser investigado, por lo que los resultados de esta investigación no deben ser generalizables. Otra limitación del estudio es que no se incluyen voces fuera de las de quienes fueron representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos. La riqueza que pudiera aportar incluir las voces de representantes estudiantiles ante otros

19 cuerpos universitarios tales como los senados académicos, las juntas administrativas, la Junta Universitaria y los consejos generales de estudiantes, no forman parte de este estudio. Las limitaciones producto de las fuentes de información son relevantes dado que estudiar las relaciones o vivencias de personas que estuvieron hace 20 años ocupando la posición, puede cargar con una diversidad de interpretaciones, olvidos o falta de secuencia en la narrativa presentada.

CAPÍTULO II REVISIÓN DE LITERATURA La presente revisión bibliográfica ilustra el proceso evolutivo de la participación estudiantil en los organismos del gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Esta participación puede percibirse desde varios contextos, a saber, la participación en espacios gubernamentales de representación estudiantil, en otros espacios institucionales de participación estudiantil y en espacios no-institucionales (Chela, Martí & Pares, 2012). En esta revisión de literatura se recogen ciertos elementos de cada una de esas variantes de participación estudiantil, ya que se entiende que en la medida en que éstas se han articulado, se ha logrado obtener espacio de participación en los organismos gubernamentales de la UPR. No obstante, el énfasis recae en la participación estudiantil en los espacios de gobernanza universitaria. Inicios de la participación estudiantil: 1903-1918 La UPR fue fundada en 1903 como una Escuela Normal (Picó 1985a). El propósito de la Universidad era “proporcionar a los habitantes de Puerto Rico los medios de adquirir” entre otras cosas el “perfecto conocimiento de los diversos ramos de literatura, ciencia y artes útiles, incluyendo agricultura y oficios mecánicos, así como cursos profesionales y técnicos en medicina, derecho, ingeniería, farmacia y en la ciencia y arte de la pedagogía” (Ramírez-Soto, 2008, p. 734). En aquél momento se dispuso que la Universidad admitiría estudiantes de ambos sexos bajo las restricciones y reglamentos que la Junta de Síndicos entendiera oportuna (Ramírez-Soto, 2008). De igual forma se estableció que la educación iba a ser gratuita, para la enseñanza en el departamento normal, que 20

21 era el ente encargado de la instrucción de maestros para escuelas públicas. El requisito establecido para adquirir la educación gratuita era que los estudiantes fuesen ciudadanos y residentes de Puerto Rico (Ramírez-Soto, 2008). La Ley que dio paso a la UPR se firmó el 12 de marzo de 1903 y además de otorgar cincuenta acres en Río Piedras para el establecimiento de la Universidad, depositó todo el poder en la toma de decisiones de la institución, en una Junta de Síndicos que estaría compuesta por “el Gobernador de Puerto Rico, el Comisionado de Instrucción, el Procurador General, el Secretario del Tesorero de Puerto Rico, y seis miembros adicionales designados por el Gobernador, de los cuáles uno tenía que ser el Portavoz de la Cámara de Delegados” (González Ortiz, 1994, pp. 96-97). Así mismo, el Comisionado de Instrucción fungía como Canciller, a quien se le adjudicó la responsabilidad de presidir todas las facultades y ser jefe ejecutivo de la UPR. De esta forma, en la organización de la UPR establecida en el 1903, no se establecieron espacios formales para que el estudiantado pudiera participar en la toma de decisiones de la institución (Ramírez-Soto, 2008), ni empleados docentes o no docentes. En el 1910, mediante la Ley número 5 del 12 de marzo, se hicieron unas enmiendas a la Ley de la UPR. Sin embargo, dichas enmiendas se limitaron a cambios en la Junta de Síndicos que no brindaron participación de la comunidad universitaria en la toma de decisiones (Ramírez-Soto, 2008). El año siguiente, 1911, se fundó el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas en Mayagüez (Picó, 1985a) sin que se revisara la estructura universitaria de toma de decisiones, ni se incluyera participación estudiantil en la toma de decisiones.

22 Desde el 1912 a 1918 se organizaron algunas asociaciones estudiantiles que tenían un carácter cultural, aunque abordaban la afirmación del puertorriqueño como un ser culto y civilizado que se enfrentaba a la posición de superioridad del estudiantado norteamericano (Picó, 1985a). Entre el 1913 y 1914 surge la primera publicación estudiantil de la que se tiene conocimiento, titulada “Alma Mater-Revista Quincenal de Artes y Ciencias”. Esta publicación recoge, los esfuerzos de los jóvenes puertorriqueños para probarse a sí mismos que eran seres civilizados (Picó, 1985a). En el 1916 se formó el Consejo de Estudiantes y Maestros, bajo el auspicio de la administración universitaria, con la participación de miembros de la Facultad, cinco estudiantes y el decano. Los objetivos de esta estructura eran “promover la armonía y los intereses comunes entre el cuerpo de maestros y el de alumnos; y estimular intereses comunes entre todos los miembros de la Universidad el interés general y la responsabilidad de la buena marcha de la institución” (Picó, 1985a, p. 52). Primeros conflictos estudiantiles: 1919-1929 El 1919 comienza como un año en el que se puede destacar una voz activa del estudiantado en asuntos nacionales. En ese año existían ocho sociedades culturales que fungían como espacio para la discusión y debate de ideas en la comunidad estudiantil (Picó, 1985a). Ese mismo año se funda la Asociación de Estudiantes de la UPR, que estaba compuesta por dos representantes de cada una de las distintas asociaciones estudiantiles existentes (Picó, 1985a). De esta forma comienza a registrarse un interés del estudiantado en organizarse, más allá del salón de clases.

23 El 1919, también, recoge uno de los primeros eventos de conflicto en la UPR. En esa ocasión estudiantes universitarios cursaron una petición a la Cámara de Delegados pidiendo que se aprobara una resolución que solicitaba la independencia de Puerto Rico (Picó, 1985a). Entre las demandas estudiantiles se encontraba, además, una solicitud para que se llevara a cabo un plebiscito en el que se decidiera la aspiración política del país (Picó, 1985a). Este evento parece ser el primero, en el que un grupo de estudiantes se organiza y asume una posición política sobre el país, aunque la misma no se da hacia el interior de la comunidad universitaria. La expresión del estudiantado, fue hecha en el diario “La Democracia” y solicitó, además, que en el plebiscito “se le concediera el derecho al voto a todos los hombres y mujeres de Puerto Rico” (Picó, 1985a, p.57). Este evento es significativo, dado que no fue hasta la década del 1930 que se reconoció el voto a las mujeres, por lo que puede apuntar a que este evento fue uno de los momentos de apoyo a una posición de ideas progresistas por parte del estudiantado, fuera del ámbito universitario. De igual forma, existe la posibilidad de que existieran vínculos entre estudiantes y los movimientos sufragistas de mujeres. Las acciones por parte del estudiantado universitario recibieron como respuesta una carta del Comisionado Miller en la que se le solicitaba al decano Charles St. John que le sometiera una lista de los miembros de la clase graduanda. En la carta había una advertencia señalando que no se nombrarían ni aprobarían la nominación de las juntas escolares de personas cuya lealtad a los Estados Unidos estuviera en duda (Picó, 1985a). Lejos de ser amedrentados, el grupo estudiantil decidió mantener su reclamo y recurrir a la prensa en dos

24 ocasiones adicionales (Picó, 1985a). Destaca Picó (1985a) que este momento es importante porque trasciende la etapa de docilidad y acatamiento por parte del estudiantado. Dos años más tarde, en el 1921, mientras el Gobernador Emmet Montgomery Reily se encontraba en una gira por el país, un grupo de estudiantes universitarios se apostaron frente a los portones y con banderas de Puerto Rico a la mano, reclamaron la libertad del país (Picó 1985a). Este acto provocó una suspensión sumaria contra el estudiante Cristóbal Fernández Sosa, por éste escribir en el periódico una nota en apoyo a la protesta y hacerse responsable de la misma. A su vez, un grupo de claustrales fueron implicados con la protesta y se les dio la opción de dejar de ser miembros de organizaciones políticas o renunciar a sus puestos en la Universidad (Picó 1985a). Este evento presenta una acción del estudiantado que comenzaba a articularse con un interés de actuar y expresarse sobre los asuntos que eran de su interés. El 28 de julio de 1923 se firmó la Ley 67 que estableció una nueva Junta de Síndicos, en la cual se creó la figura del Canciller, separado del Secretario de Instrucción (González Ortiz, 1994). El poder decisorio de la UPR recayó en ese Canciller, que tenía poderes omnímodos al ser presidente de las distintas facultades y jefe ejecutivo de la Universidad y todos sus departamentos (González Ortiz, 1994). Una revisión de esta ley permite evidenciar que en esos momentos no se percibía al estudiantado como sector que debía opinar sobre los asuntos universitarios y su administración, al no proporcionarse espacios formales de participación a los mismos.

25 El año siguiente, 1924, recoge un incidente en el que el estudiantado atiende una preocupación sobre la administración del Recinto. En este evento, que fue escenario de una protesta estudiantil y un conflicto que culminó en una huelga de estudiantes que denunciaban el estilo ofensivo, arbitrario e imperialista del decano-rector de la institución C. W. St. John (Navarro Rivera, 2000a). Este conflicto tuvo entre sus consecuencias la suspensión de 200 estudiantes y la eventual destitución del Decano en el 1925 (Picó, 1985a). Previo a la destitución del Decano St. John, es importante destacar la expresión por parte de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, cuerpo que exigió el despido del Decano y de Juan José Osuna, ambos miembros del comité de disciplina (Navarro Rivera, 2000a). Ese mismo año, en el 1925, se produjeron unas enmiendas a la Ley de la UPR que tienen el efecto de reorganizar a la Junta de Síndicos, pero no concede mayores poderes a la comunidad universitaria (González Ortiz, 1994). En el 1925, además, se nombró como Canciller de la UPR a Thomas Benner quien negoció con el Presidente de Senado la salida del Decano St. John (Navarro Rivera, 2000a). Es importante destacar el interés del Presidente del Senado en la salida de los miembros del comité de disciplina, dado que uno de sus hijos fue uno de los estudiantes suspendidos (Navarro Rivera, 2000a). Si bien es cierta la relación entre el Presidente del Senado de Puerto Rico y uno de los estudiantes suspendidos, este evento pudiera registrarse como una de las primeras grandes victorias del grupo de estudiantes organizado. De igual forma, ese evento pudiera ser visto desde el crisol de una burda violación a los procesos universitarios por parte de las autoridades políticas del país. Ya sea en una dirección u otra, los estudiantes lograron su objetivo, el Decano salió de su

26 puesto y los estudiantes fueron restituidos al salón de clase, por lo que abre el espacio para que se considere al grupo estudiantil como un elemento que incide en la toma de decisiones de la UPR, aunque de manera muy puntual. Durante el 1928 se introdujeron otras enmiendas a la Ley de la UPR, producto del constante interés de los cuerpos políticos del país en mantener control de la institución. Estas enmiendas a la ley trajeron consigo la integración de dos exalumnos a la Junta de Síndicos y la eliminación del Canciller como miembro de la Junta (González Ortiz, 1994). La integración de los exalumnos, como parte de la Junta de Síndicos de la UPR pudiera percibirse como una gran fortaleza del estudiantado a la hora de plantear sus reclamos. Sin embargo, cabe destacar que el nombramiento de los dos exalumnos recaía en las autoridades políticas del país y no en una decisión propia del círculo de exalumnos. Un proyecto de reestructuración en la UPR fue gestado por el Rector Benner que propició la expansión de los programas de estudios generales, el surgimiento de la Escuela de Administración Comercial y del Departamento de Estudios Hispánicos (Rodríguez, 1996). De igual forma, Benner promovió el desarrollo de una universidad panamericana que sirviera para propulsar los objetivos económicos y geopolíticos de Estados Unidos (Rodríguez, 1996). Adelantar la agenda de una universidad panamericana (Rodríguez, 1996) y los cambios a la Ley del 1928, trajeron consigo la eventual destitución del Rector Benner, por lo que se consideró razones político partidistas (Picó, 1985a). Destaca Navarro Rivera (2000) que las razones para la destitución de Benner radicaban en su negativa a nombrar personas allegadas a los funcionarios políticos en diversas posiciones de la Universidad.

27 Primeras exigencias estudiantiles de participación en la estructura de gobernanza universitaria: 1930-1939 La década del 1930, se caracterizó por ser un período en el que las instituciones y organismos tradicionales parecen incapaces de cumplir con su función social y por un contexto de precariedad de los sectores obreros del país (Rodríguez, 1996). En el caso de la UPR, comenzó la década con otro cambio en la composición de su Junta de Síndicos, que le daba el control a la nueva clase gobernante (González Ortiz, 1994). Durante ese mismo año y el año siguiente, una asamblea general de estudiantes, influenciada por grupos nacionalistas vinculados a Pedro Albizu Campos, reclamó, entre otras cosas, mayor participación en el diseño de la estructura universitaria puertorriqueña, acto que fue recogido en un manifiesto firmado por 150 estudiantes (Ramos Rodríguez, Bravo Vick, Acevedo Rivera, Serrano Abreo & Rivera Viera, 2008, Rodríguez, 1996). Los estudiantes que firmaron el manifiesto fueron citados a Rectoría y aquellos que no se retractaron de firmar el documento fueron expulsados por dos años de la Universidad (Ramos Rodríguez et al 2008, Rodríguez, 1996). Esta decisión provocó que estudiantes de la Escuela Superior de la Universidad marcharan con banderas negras en apoyo a los expulsados y la Junta de Síndicos requirió a la Policía de Puerto Rico detener la entrada a la Universidad de los marchantes (Rodríguez, 1996; Ramos Rodríguez et al 2008). Ese evento se recoge como una de las primeras confrontaciones en la comunidad universitaria, particularmente por el apoyo de algunos sectores del claustro que respaldaron al estudiantado (Ramos Rodríguez et al 2008). Uno de los

28 profesores fue el Dr. José M. Lázaro, renunció a su plaza docente, en protesta por la forma en que se abordó el conflicto por parte de la Rectoría (Picó 1985b). Destaca Picó (1985b) que la consecuencia más importante del conflicto del 1931 estribó en el desarrollo de las organizaciones estudiantiles y de la formación de un organismo estudiantil que pudiera darle dirección a un movimiento militante del estudiantado. El año siguiente, en 1932, surge la Federación Nacional de Estudiantes Puertorriqueños (FNEP), bajo el liderato de los participantes de las protestas del 1931 (Picó, 1985b). La FNEP funcionó como una organización política que brindaba el espacio de desarrollo político a gran parte de los cuadros de las organizaciones nacionalistas de la época y en reclamo de una separación de los poderes políticos de los asuntos universitarios (Picó, 1985b). Además de integrar a estudiantes universitarios, la FNEP contaba con estudiantes de escuela superior a nivel de la isla, utilizando un modelo de organización similar al de los grupos universitarios latinoamericanos que promovían la reforma universitaria (Rodríguez, 1996). Para el año 1933 el debate sobre una reforma universitaria había trascendido las aulas y espacios universitarios de forma tal que fue tema de debate nacional (Ramos Rodríguez et al 2008). Como mecanismo para detener los reclamos de reforma en la UPR, el Gobernador de turno, Robert H. Gore, nombró al Sr. Rafael Alonso Torres a la Junta de Síndicos. Alonso Torres era miembro del Partido Socialista y dirigente obrero de la coalición que resultó electa en el 1932 (Ramos Rodríguez et al 2008). El nombramiento de Alonso Torres no fue visto con buenos ojos por parte de diversos grupos estudiantiles.

29 Los sectores estudiantiles vinculados a los grupos nacionalistas, entendían que cualquier nombramiento por parte del Gobernador a una Junta de Síndicos merecía la desconfianza de los universitarios al promover una estructura que corrompía a la institución (Rodríguez, 1996). Los grupos estudiantiles vinculados a la juventud liberal, planteaban que el nombramiento era uno político y que Alonso Torres no tenía los haberes académicos para ocupar el puesto (Rodríguez, 1996). Esto provocó que se declarara una huelga y que algunos profesores, como el profesor Clemente Pereda Falero (Ramos Rodríguez et al 2008), llevaran a cabo huelgas de hambre en repudio a dicho nombramiento. Los movimientos de huelga duraron más de un mes y contaron con la participación de aliados al Partido Liberal de Puerto Rico, especialmente la Juventud Liberal, aunque hubo participación de otros grupos estudiantiles. El reclamo se enfocó en la destitución del líder político Rafael Alonso Torres de la Junta de Síndicos (Picó, 1985b; Ramos Rodríguez et al 2008). Esta demanda fue lograda. Este evento, si bien reclamó una separación entre el gobierno de Puerto Rico y la toma de decisiones en la UPR, fue impulsado por grupos estudiantiles con vínculos político partidistas. En ese conflicto surge un reclamo para que en la Junta de Síndicos hubiera “un representante de los estudiantes universitarios electo en Asamblea General de los estudiantes” (Rodríguez, 1996, p. 106). Este reclamo de participación estudiantil en el organismo de mayor jerarquía de la UPR, está a tono con el planteamiento del movimiento de Reforma Universitaria de Córdova del 1918 en el que se reclamaba un co-gobierno universitario y donde se asumía que los estudiantes debían tener voz y voto en la toma de decisiones

30 universitarias. Es importante destacar, que, junto al proceso de protestas, los sectores independentistas sometieron a la administración universitaria una propuesta de reformas al interior de la Universidad que denotaba algún tipo de sintonía con los reclamos reformistas de Córdova (Rodríguez, 1996). El 1935 fue un año de muchos conflictos. Una de las razones puede encontrarse en que surgieron, dentro del estudiantado, voces que se expresaron contra ideas independentistas, atadas principalmente a la Juventud del Partido Liberal. En aquella ocasión, el presidente de la clase de cuarto año, reclamó celebrar una asamblea para repudiar al líder nacionalista don Pedro Albizu Campos, sin mayores éxitos (Picó, 1985b). Pedro Albizu Campus, fue una de las figuras más destacadas del independentismo puertorriqueño al ser dirigente principal del Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR) en el 1930 y llevar a cabo actos que incluían la lucha armada, en su reclamo por la independencia de Puerto Rico. Pedro Albizu Campos participó en el proceso electoral y estuvo encarcelado en varias ocasiones por su reclamo de la independencia del país. Esa asamblea de estudiantes nunca se concretó debido a los conflictos del momento, entre los que se encontró la muerte de cuatro miembros de la juventud del PNPR y un miembro de la Policía (Picó, 1985b). Este momento se perfila como el primer conflicto estudiantil que implicó la pérdida de vidas, aunque en la literatura revisada no se ha podido precisar si incluyeron estudiantes universitarios. Picó (1985b) señala que en el 1935 se presentó un informe a una asamblea general de estudiantes en la que se reclamó la independencia de la Universidad de la política partidista. A su vez, se reclamó mayor participación estudiantil en la toma de decisiones, participación en la evaluación del

31 profesorado; que el curso de milicia fuera optativo y una reducción en los costos de estudio (Picó, 1985b). Aquí se puede observar que chocaron dos voces del estudiantado, resultando favorecida la del sector independentista. Durante el 1936 se desarrolló un movimiento estudiantil que intentó gestar una huelga estudiantil para denunciar el arresto de algunos líderes del movimiento nacionalista puertorriqueño (Picó, 1985b). Este movimiento estudiantil fue detenido, entre otras razones, por la intervención de don Pedro Albizu Campos, quien exhortó a los estudiantes a mantenerse en las aulas (Picó, 1985b). En ese mismo período surge el proyecto Tyddings que proponía otorgar la independencia de Puerto Rico (Picó, 1985b). Este proyecto parece que logró la atención de los sectores nacionalistas ya que no se reseñaron mayores conflictos o reclamos de participación por parte del estudiantado. De igual forma, durante el 1937 y luego de la Masacre de Ponce, los estudiantes parece que no tuvieron grandes manifestaciones y sólo se destaca una resolución en la que responsabilizan al Gobernador Winship por el evento en Ponce y solicitan su destitución (Picó, 1985b). Aun cuando no existieran grandes movilizaciones estudiantiles, es importante destacar que en ese período hubo un clima de mucha violencia en el país contra el liderato nacionalista y contra estudiantes asociados a la FNEP, que fueron amenazados de expulsión por parte de las autoridades universitarias (Rodríguez, 1996). En el 1939 surgió un proyecto federal para retomar el proyecto de transformar a la UPR en una universidad panamericana (Rodríguez, 1996). El proyecto recibió la oposición del estudiantado por la estructura y funcionamiento interno de la institución propuesta (Picó, 1985b). Dicho proyecto no llega a ser

32 aprobado, razón por la cual no hubo cambio en la estructura de toma de decisiones de la universidad, aunque en la propuesta la institución se mantenía a merced de la Junta de Síndicos. No obstante, como parte del proceso de oposición a ese proyecto de universidad panamericana, el estudiantado logró organizar lo que denominaron la Junta Suprema de Gobierno Estudiantil, que logró articular la Asamblea General de Estudiantes que expresó la oposición a este proyecto universitario (Rodríguez, 1996). Es importante señalar que hubo señalamientos de que esa Junta Suprema de Gobierno Estudiantil estaba dominada, principalmente, por miembros del Partido Popular Democrático (PPD). Surgimiento de la participación estudiantil en las instancias del gobierno universitario: 1940-1942 Un elemento importante para Puerto Rico fue el crecimiento del PPD en el 1940. Ese año el PPD, conformó una alianza que le permitió controlar la legislatura colonial bajo promesas de grandes reformas al país y a la educación (Navarro Rivera, 2000a). En el caso de la UPR, una de las principales promesas que esbozó el PPD, fue liberar a la institución universitaria del control político partidista, apoyar la autonomía universitaria y abrirle las puertas universitaria a todos los puertorriqueños, sin importar su condición socioeconómica (Navarro Rivera, 2000a). A pesar de esas promesas del PPD, el portavoz y profesor universitario Vicente Géigel Polanco reclamó, en el 1941, que cualquier proyecto de reforma se debía iniciar desde el interior de la comunidad universitaria (Ramos Rodríguez et al 2008). Desde los grupos de activismo en la comunidad universitaria se solicitó que, como parte de la reforma, se permitiera la

33 participación de dos estudiantes en la Junta de Síndicos, con voz, pero sin voto (Ramos Rodríguez et al 2008). Para esa época se desarrolló un proceso de cambio de la estructura de organización representativa del estudiantado que era por clases, a la formación de un Consejo de Estudiantes (Rodríguez, 1996). Para esa época destaca Ramos Rodríguez et al (2008) que existió un Consejo General de Estudiantes (CGE) en el Recinto de Río Piedras, sin embargo, no se encuentran detalles sobre la estructura existente del organismo de representación estudiantil. Los procesos de reforma universitaria que iniciaron en el 1940, se vieron afectados por otros sectores universitarios y del PPD que tenían otra perspectiva sobre la reforma universitaria. De igual forma, el interés por despolitizar a la UPR se vio afectado en el momento en que el Presidente del Senado, Luis Muñoz Marín, junto al profesor Jaime Benítez, impulsaron el nombramiento de Rexford G. Tugwell como Canciller de la UPR (Navarro Rivera, 2000a). Este nombramiento se dio, a pesar de que tanto Tugwell como Muñoz Marín conocían que, en septiembre del 1941, el primero, iba a ser nombrado como Gobernador de Puerto Rico (Navarro Rivera, 2000a). La comunidad estudiantil resintió el nombramiento de Tugwell, al punto de que una asamblea general de estudiantes del Recinto de Río Piedras, convocada el 11 de septiembre de 1941, solicitó a la Junta de Síndicos poner fin al nombramiento. Es importante destacar que tanto Jaime Benítez, como el CGE defendieron el nombramiento de Tugwell en la Asamblea General de Estudiantes (Rodríguez, 1996). No obstante, la Asamblea General de Estudiantes requirió que fuera un puertorriqueño quien dirigiera los destinos de la UPR y que se

34 desarrollaran bases más firmes y permanentes para fomentar la autonomía universitaria (Ramos Rodríguez et al 2008). Tugwell, quien fue nombrado en agosto como Canciller, duró menos de dos meses ya que el 18 de septiembre comenzó como Gobernador de Puerto Rico y el 19 de septiembre de 1941 sometió su renuncia a la Cancillería (Navarro Rivera, 2000a). En los momentos en los que se presentó el proyecto de Ley Universitaria del 1942, se generó un consenso entre los diversos grupos universitarios para reclamar que el mismo no se atendiera hasta que hubiera mayor participación y espacio para la comunidad universitaria poder discutirlo (González Ortiz, 1994). A pesar de las críticas al proyecto y de los planteamientos sobre la nueva Ley de la UPR y la necesidad de aumentar los poderes al claustro y a la comunidad universitaria, el proyecto de ley fue aprobado sin que se alterara las fuentes de poder en la universidad (González Ortiz, 1994). Esta ley permitió, por primera vez en la historia de la UPR, la participación de estudiantes y profesores en el gobierno universitario, al designar espacios en la Junta Universitaria para ser ocupados por estudiantes y profesores (Navarro Rivera, 2000a). Sin embargo, este proyecto de ley no satisfizo las aspiraciones de sectores del estudiantado y del profesorado (Nieves Falcón, Cunningham, Rivera, Torres & Amundaray, 1971), aunque fue reseñado por la prensa como “un paso hacia la liberación de la Universidad del control político al eliminarse la representación o la participación de ambas cámaras legislativas como miembros del recién creado Consejo Superior de Enseñanza (CSE) como cuerpo directivo de la Universidad” (Ramos Rodríguez et al 2008, p. 47).

35 Por tanto, destaca Navarro Rivera (2000) que la reforma del 1942, más allá de responder al interés de democratizar a la institución, le brindó al PPD la oportunidad de crear la estructura legal para tener el control político de la Universidad. Primeros choques entre la representación estudiantil y la administración universitaria: 1942-1948 El 12 de septiembre de 1942, se oficializó el nombramiento de Jaime Benítez como Rector de la UPR. Benítez comenzó un proceso de reorganización en la institución, en términos académicos y estructurales (Ramos Rodríguez et al 2008). Destaca Rodríguez (2996) que en ese entonces la influencia de Jaime Benítez sobre el CGE era muy marcada, al punto de que en el proceso de reforma impulsaron muchos de los planteamientos y propuestas de Benítez. Estos procesos de reorganización comenzaron con el anuncio de la creación de un programa de Estudios Generales, que deberían tomar todos los estudiantes en su primer año universitario (Maldonado Rivera, Vélez Cardona & Sánchez Zambrana, 2013). De igual forma, la sustitución de la Facultad de Artes y Ciencias, por las Facultades de Humanidades, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales fue parte del proyecto reformador que emprendió el Rector Jaime Benítez (Maldonado Rivera et al 2013). Los cambios desarrollados provocaron oposiciones por parte del claustro, quienes cuestionaron la ausencia de participación real en el proyecto reformista (Maldonado Rivera et al 2013). Más allá de la reforma académica impulsada por el Rector Benítez, durante esos primeros años luego de la ley del 1942, se produjeron tensiones y

36 conflictos entre lo establecido en la ley 135 y las acciones del Rector. Ejemplo de ello fue el conflicto estudiantil del recinto de Mayagüez, que comenzó el 15 de septiembre de 1942, cuando estudiantes decretaron una huelga para protestar el nombramiento del profesor Joseph H. Axtmayer como Vice-rector (Navarro Rivera, 2000a). De acuerdo a la sección 12 de Ley de la Universidad de Puerto Rico (1942) el “Rector de la Universidad designará un Vice-rector para las facultades de Mayagüez de entre los decanos de las mismas, sujeto a confirmación por el Consejo Superior de Enseñanza”. A pesar de lo establecido en la Ley, el Rector Jaime Benítez decidió no nombrar a alguno de los decanos existentes y designó al profesor Axtmayer, simultáneamente a ambos puestos, bajo alegatos de Benítez de que la ley no impedía tal acción. El profesor Axtmayer provenía del recinto de Río Piedras y por esa razón se consideró la acción de Benítez como una burla al Recinto de Mayagüez (Navarro Rivera, 2000a). La huelga, que se extendió por un período de seis (6) meses, fue catalogada por Benítez como el resultado de “fuerzas políticas externas que querían influenciar en los asuntos universitarios” (Navarro Rivera, 2000a). Al tiempo de culminada la huelga, se enmendó la ley del 1942, para eliminar el requisito de que el Vice-rector fuese nombrado entre los decanos de Mayagüez (Navarro Rivera, 2000a). La reforma universitaria del 1942 se convirtió, de esta forma, en el primer momento en el que se reconocía alguna autoridad y participación estudiantil formal en la toma de decisiones de los organismos institucionales. El reconocimiento de los consejos generales de estudiantes y de la participación

37 estudiantil en las juntas universitarias, representaron un primer paso en esa dirección. El 1943 reflejó uno de los primeros incidentes entre el CGE y el Rector Benítez. Luego de una Asamblea General de Estudiantes llevada a cabo el 9 de abril, el CGE le comunicó al Rector que la asamblea había aprobado una serie de resoluciones (Navarro Rivera, 2000a). Entre los reclamos de la asamblea se encontraba una expresión en apoyo al proyecto Tydings, que establecía un proceso de autodeterminación e independencia para el país; la solicitud de excarcelación de don Pedro Albizu Campos y otros presos políticos y el deseo de enviar un delegado estudiantil a gestionar el apoyo al proyecto Tydings (Navarro Rivera, 2000a). El Rector le informó al CGE que había estudiantes reclamando que el cuerpo no era representativo del estudiantado y destacó que los estudiantes debían abstenerse de hacer expresiones políticas ya que las mismas le hacían daño a la institución (Navarro Rivera, 2000a). Este evento, denota un interés por parte del organismo oficial de representación estudiantil de expresarse en asuntos que trascendían la toma de decisiones académicas, en contraposición con el interés del Rector de que las expresiones se mantuvieran en el ámbito universitario. El evento del 1943 no fue el único que supuso un choque entre el Consejo General de Estudiantes y las autoridades, tanto universitarias como federales. Rodríguez (1996) destaca que a partir de ese año el liderato del CGE es asumido por sectores que reclaman un cambio en la situación colonial de Puerto Rico, lo que resulta en un constante choque con las posiciones de Jaime Benítez.

38 En el 1944 el Consejo General de Estudiantes invitó a dos estudiantes cubanos a participar de un evento (Ramos Rodríguez et al 2008). Los invitados fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (Ramos Rodríguez et al 2008). La detención fue interpretada por el estudiantado como uno que obstruía el propósito de intercambio y una clara e indebida intervención del gobierno federal en los asuntos universitarios (Ramos Rodríguez et al 2008). Por esta razón, hubo varias expresiones del organismo oficial del estudiantado. A partir del 1945 se registraron varios incidentes en la universidad por el uso de símbolos patrióticos, tales como la bandera puertorriqueña y el himno de Puerto Rico en actividades del estudiantado (Ramos Rodríguez et al 2008). Estas actuaciones que no eran permitidas en el país fueron foco de varios encontronazos entre el estudiantado y la administración universitaria. Entre el 1946 y 1948 se gestan varios eventos que tienen una gran importancia en el desarrollo de la participación estudiantil en los organismos de gobernanza institucional de la UPR. En el 1946, luego de nueve años del primer rechazo por parte de la Middle States Commision on Higher Education se acreditó a la UPR (Navarro Rivera, 2000a). Ese mismo año, se produjeron unos incidentes durante la celebración del 78 aniversario del Grito de Lares, en los que se usaron varios símbolos patrióticos y la Rectoría emitió una comunicación anunciando que se aplicarían medidas disciplinarias de repetirse los actos (Ramos Rodríguez et al 2008). El 21 de marzo de 1947, la directora del Departamento de Estudios Hispánicos, Dra. Margot Arce de Vázquez, enarboló la bandera de Puerto Rico

39 como parte de las actividades de conmemoración del décimo aniversario de la Masacre de Ponce (Ramos Rodríguez et al 2008). Este evento provocó que se emitiera la carta circular 511, en la que se expuso la definición de la Universidad como Casa de Estudios y caracterizó al liderato estudiantil como “chauvinistas, anticipos de juventudes fascistas y con actitudes propias de estudiantes en países totalitarios” (Rodríguez, 1996, p. 321). Este concepto de Casa de Estudios, marcó un posicionamiento desde la administración universitaria sobre la participación estudiantil dentro de la Universidad, el cual se extendió por el tiempo que Jaime Benítez ocupó la Rectoría hasta el 1966. El regreso, en diciembre del 1947, del presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico, don Pedro Albizu Campos a la isla tuvo su influencia en el estudiantado de la época. Con motivo de su llegada grupos estudiantiles le solicitaron a Albizu Campos que dictara una conferencia en el Teatro, acto que ya había sido negado por Jaime Benítez (Ramos Rodríguez et al 2008). En una disputa por la permanencia de la bandera puertorriqueña, por parte de los estudiantes y la bandera norteamericana, por parte de la administración universitaria, el Rector suspendió indefinidamente a varios estudiantes que participaron del evento (Ramos Rodríguez et al 2008). Ramos Rodríguez et al (2008, p. 50) indican que “en abril de 1948 una delegación del CGE invitó a don Pedro Albizu Campos nuevamente a ofrecer una charla en el Teatro de la Universidad”. Esta invitación recibió una oposición de la Junta del Teatro y Benítez denegó la apelación y prohibió la presentación del invitado en cualquier espacio de la universidad (Ramos Rodríguez et al 2008; Navarro Rivera, 2000a). El Consejo General de Estudiantes convocó una asamblea estudiantil para

40 manifestar su indignación ante las medidas del rector y se aprobó un paro en el Recinto (Ramos Rodríguez et al 2008). Como medida para contrarrestar el paro estudiantil, el rector Benítez determinó cerrar el recinto, razón por la cual los estudiantes tomaron la Rectoría y se suscitó la intervención de la Policía en el campus (Ramos Rodríguez et al 2008). Los efectos de esta huelga estudiantil fueron varios, entre las que se encontraba la violencia física, la suspensión de una numerosa cantidad de estudiantes y profesores (Navarro Rivera, 2000a), la eliminación de la representación estudiantil en la Junta Universitaria en el 1949, la abolición del Consejo General de Estudiantes, la eliminación de la participación del presidente del CGE en la Junta Universitaria y la eventual prohibición de las reuniones, asociaciones y publicaciones dentro del recinto (Ramos Rodríguez et al 2008). La consolidación y desarrollo de la casa de estudios ante la erradicación de la participación estudiantil: 1949-1966 De acuerdo a Navarro Rivera (2000b), Jaime Benítez destacó que algunos de los resultados obtenidos de la huelga del 1948 eran los esperados. Destaca Navarro Rivera (2000b, p. 157) que “[e]n una carta a Tugwell refiriéndose a los incidentes de 1948, Benítez señala que no hay muchas dudas de que ganamos”. En esa misma carta Benítez catalogó de tontas las disposiciones para el gobierno estudiantil y de igual forma destacó la ausencia de huelgas, piquetes o jaranas (Navarro Rivera, 2000b). La perspectiva del gobierno estudiantil y las manifestaciones era consecuente con la Casa de Estudios que propulsaba el rector Benítez. Desde la Casa de Estudios, el estudiantado iba a la universidad a estudiar, los profesores a enseñar y los administradores a administrar (Ramos

41 Rodríguez et al 2008). De acuerdo a un informe de la Comisión de Derechos Civiles del 1973 (Ramos Rodríguez et al 2008) la Casa de Estudios se convirtió en un instrumento de control, coacción y hasta violación de derechos humanos. Indica Navarro Rivera (2000b, p. 158) que “el concepto de la Casa de Estudios constituyó la justificación del rector Benítez para las medidas que tomó en este período” (Navarro Rivera 2000b, p. 158). A este planteamiento Cruz Crespo (2014) abona al señalar que el período de ocho años entre el 1948 al 1956 se destacó por las prohibiciones a las actividades de índole política y la censura de cualquier visita de líderes políticos. Desde el punto de vista de Ramos Rodríguez et al (2008) la década del 50 fue la época de silencio del estudiantado universitario. A pesar de este silencio universitario, dos eventos comenzaron a cambiar esos mutis, hechos que coincidieron con la gran represión del nacionalismo puertorriqueño y que tuvieron un efecto en la década del 1960 y 1970. El primero fue el surgimiento de la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI), organización estudiantil de carácter político que tenía como propósito luchar por la libertad de la patria (Surillo Luna, 2007). Surillo Luna (2007) presenta una serie de eventos en los que participó la FUPI durante los primeros ocho años de su fundación. Estos procesos denotan un proceso de organización del estudiantado en asuntos puntuales sobre asuntos que les afectaban. El segundo evento fue las tensiones que surgieron entre el Rector de la UPR, Jaime Benítez y el Gobernador de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín. Dichas tensiones sirvieron como catalítico para un proceso de cambio en las leyes que regían a la UPR (Aragunde Torres, 1996). Estos eventos no fueron los únicos

42 que promovieron cambios en las leyes de la universidad, sin embargo, surgen como situaciones que promovieron cambios en la institución. Luego de la década del 50, según destaca Ramos Rodríguez et al (2008) ya para los primeros años del 1960 se producen piquetes contra el servicio militar obligatorio en el Reserve Officer Training Corps (ROTC) de los Estados Unidos, encabezadas por la FUPI. La FUPI, que se había posicionado como la voz del estudiantado ante la eliminación de los consejos de estudiantes en el 1948 (Surillo Luna, 2007), articuló su movimiento de protestas en la UPR con la lucha librada por el Movimiento Pro Independencia, que abogaba por la libertad de Puerto Rico (Cruz Crespo, 2014). Este evento pone en evidencia que el movimiento estudiantil de la época era tangencial a los reclamos que se dieron a principios de la década del 1920 por parte de las asociaciones estudiantiles de la época. Cabe destacar que en el 1959 comenzó el conflicto bélico de Estados Unidos con Vietnam, enfrentamiento que se extendió hasta aproximadamente el 1975. La tensión surgida en el 1960, continuó en crecimiento durante el 1961, cuando se suscitaron varias confrontaciones entre favorecedores y opositores del ROTC (Ramos Rodríguez et al, 2008) en el seno de los grupos estudiantiles. Para lograr mantener la paz institucional, se activó la presencia policiaca en el campus (Ramos Rodríguez et al, 2008) con el fin de que se les brindara seguridad a los ejercicios del ROTC en el recinto (Yudkin Suliveres, Paraliticci, Portela Valentín, Santory Jorge, Rodríguez Soto, Solís Jordán, Bursi, Sanfiorenzo Gil de la Madrid & Colón, 2005). La intervención de la Policía de Puerto Rico se vuelve a dar en el 1963 luego de varias confrontaciones entre grupos

43 anexionistas, encabezados por el Frente Anticomunista Universitario y grupos independentistas entre los que se encontraba la FUPI y el Partido Independentista Puertorriqueño (Yudkin Suliveres et al,2005). Mientras estas tensiones se daban en el movimiento estudiantil, los diálogos entre sectores que abogaban por una reforma universitaria y por lograr cambios en las estructuras universitarias se gestaron (Aragunde Torres, 1996; Rodríguez et al, 2008). En octubre del 1964, las tensiones entre la FUPI y la FAU adquirieron un matiz más violento, cuando además de producirse agresiones, se produjeron varias confrontaciones con la policía (Rodríguez Graciani, 1972; Yudkin Suliveres et al 2005). La represión policial provocó que se desarrollara una marcha desde Río Piedras hasta el Capitolio, en la que se solicitó un detente a la represión y una reforma universitaria (Rodríguez Graciani, 1972). En el 1964, Luis Muñoz Marín, quien colaboró con la llegada de Jaime Benítez a la Rectoría de la UPR, dejó de ser Gobernador de Puerto Rico luego de 16 años en el cargo (Ostolaza, 2001). Si bien es cierto que el control de la Asamblea Legislativa y la Gobernación se mantuvo en el Partido Popular Democrático, el cambio en la figura del Primer Ejecutivo, por la llegada de Roberto Sánchez Vilella, quien había sido profesor de la UPR, permitió una perspectiva distinta (Ostolaza, 2001). Ejemplo de ello fueron los proyectos de la Cámara 353, 354 y 355, que eventualmente se transformaron en la Ley 1, 2 y 3 del 20 de enero de 1966 (Ostolaza, 2001) Si bien es cierto que esas nuevas leyes mantuvieron el control de la UPR en un organismo nombrado por el Gobernador, se desarrollaron unos espacios de participación en sectores del profesorado.

44 En el conjunto de nuevas leyes sobre la UPR, firmadas en el 1966, se establecieron varios cambios en el sistema de educación superior del país. Específicamente la Ley 1 del 20 de enero de 1966 estableció un esquema de gobernanza catalogado por González Ortiz (1994, p. 46) como uno “burocrático piramidal, con niveles jerárquicos”. De acuerdo a González Ortiz (1994) los docentes, empleados no docentes y estudiantes tuvieron una participación simbólica o una pseudo-participación en cuerpos tales como la Junta Universitaria, los senados académicos y las juntas administrativas, pero el poder institucional recayó en el Consejo de Educación Superior, el Presidente y los Rectores. En la Ley del 1966 se reinstauran los consejos de estudiantes (Surillo Luna, 2007; Rodríguez Graciani, 1972), pero no se concedió, en ellos, espacio al estudiantado en los organismos de toma de decisiones de la institución, así como tampoco con la redacción de los reglamentos estudiantiles. Es importante destacar que Jaime Benítez, quien había abogado por la eliminación de la participación estudiantil en la Junta Universitaria del 1948, pasó a ser Presidente de la UPR y no dejó de ser opositor a que se le cediera voz al estudiantado (Rodríguez Graciani, 1972). En febrero del 1966, surgió una confrontación entre estudiantes independentistas y anexionistas y la administración universitaria, que no tuvo desenlaces mayores (Rodríguez Graciani, 1972). Sin embargo, el día siguiente y a nueve años de haber iniciado el conflicto en Vietnam, la Asamblea Legislativa aprobó una resolución en la que defendía el Servicio Militar Obligatorio (Rodríguez Graciani, 1972). Este evento tiene su secuela en varios momentos del 1967, en los que grupos independentistas desarrollaron varias manifestaciones

45 reclamando participación estudiantil en los senados académicos, juntas administrativas y la Junta Universitaria, además de la salida del programa del ROTC, programa que era el equivalente al Servicio Militar Obligatorio en la UPR. Los años transcurridos desde el 1949 hasta el 1966 se caracterizaron por un control absoluto de la UPR por parte del Rector, Jaime Benítez (Rodríguez Graciani, 1972). Particularmente la década del 50 fue una en la que apenas se organizaban manifestaciones en el interior de la UPR. Eventos fuera del país como el triunfo de la revolución cubana en el 1958, la guerra de Vietnam en 1959 confluyeron con movimientos al interior del país que tuvieron que ver con la reorganización de los sectores independentistas luego de la gran represión del 50, el surgimiento de la FUPI y el discurso de corte socialista por parte de los dirigentes estudiantiles, dieron paso a una nueva lucha en la UPR. Al interior de la UPR si bien existían grupos que apoyaban la guerra de Vitenam, la FUPI “se organiza para luchar por una universidad más democrática, puertorriqueñista y antiimperialista” (González Cruz, 2006, p. 27) razón por la cual enfocan la lucha estudiantil contra el Servicio Militar Obligatorio y por los principios del co-gobierno universitario. Conflictos, confrontaciones y cambios a las leyes universitarias: 1967-1973 En abril del 1967 se produjeron varias manifestaciones que tuvieron como respuesta de la administración la suspensión de profesores y estudiantes (Yudkin Suliveres et al 2005). En mayo de ese año se produjeron otras confrontaciones que tuvieron el saldo de varios heridos, varios estudiantes suspendidos y la suspensión del desfile del ROTC (Yudkin Suliveres et al 2005). En septiembre del 1967 continuaron las manifestaciones abogando por la salida del ROTC (Yudkin

46 Suliveres et al 2005). De acuerdo a Rodríguez Graciani (1972) en ese período de tiempo se confabularon grupos anexionistas del estudiantado con el eventual candidato a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Luis A. Ferré Aguayo, para provocar violencia en la UPR. Parte de los eventos lamentables de esas confrontaciones, se dan en septiembre del 1967, cuando además de heridos de bala, se produjo la muerte del taxista Adrián Rodríguez (Rodríguez Graciani, 1972; Yudkin Suliveres et al 2005). Durante el 1968, además de ser año electoral, no se registraron mayores manifestaciones en la UPR, aunque sí se llevaron a cabo procesos judiciales contra estudiantes que participaron en los eventos del 1967 (Rodríguez Graciani, 1972). Ese año falleció José Rafael “Fefel” Varona Berríos en la Unión Soviética luego de haber sido herido por un bombardeo norteamericano en una zona de Vietnam. Fefel representaba a la Organización Caribeña y Latinoamericana de Estudiantes y a la FUPI en un viaje de solidaridad con la resistencia vietnamita. En el 1968, se produjo la primera derrota electoral del PPD en el país, resultando electo el recién fundado PNP. El nuevo gobernador del país, Luis A. Ferré Aguayo había sido miembro del Partido Republicano y había tenido varias confrontaciones con el estudiantado de la UPR (Rodríguez Graciani, 1972). No obstante, el cambio en el panorama político del país que surgió ante el triunfo del PNP provocó que en el 1969 se hiciera más visible la descarada política partidista en la UPR (Aragunde Torres, 1996). Desde el punto de vista del movimiento estudiantil, las manifestaciones entre defensores de la guerra de Vietnam y los opositores al Servicio Militar Obligatorio continuaron durante el 1969. Se produjeron suspensiones de profesores, estudiantes y arrestos, huelgas

47 de hambre, ataques a pedradas y algunos intentos de poner bombas (Yudkin Suliveres et al 2005). El 6 de octubre del 1969, se llevó a votación en el Senado Académico del Recinto de Río Piedras la propuesta de eliminar el ROTC (Rodríguez Graciani, 1972). Esa propuesta, apoyada por el Rector Abraham Díaz González, tuvo como gran opositor al Presidente de la institución el Lcdo. Jaime Benítez (Rodríguez Graciani, 1972). El desenlace de esa votación fue que el Senado Académico aprobó la propuesta de eliminar el ROTC. Cuando el Rector de Río Piedras presentó la decisión del Senado Académico ante el Consejo de Educación Superior, el cuerpo decidió despedir fulminantemente a Díaz González y nombrar de forma interina a Jaime Benítez (Rodríguez et al 2008). La vuelta a la Rectoría de Río Piedras por parte de Jaime Benítez, no disminuyó el clima de tensión existente. Durante el 1970 una de las primeras manifestaciones estudiantiles, en el mes de enero tuvo como desenlace confrontaciones donde varios estudiantes y policías resultaron heridos (Yudkin Suliveres et al 2005). El siguiente mes se produjo la firma de la Orden Ejecutiva 1525 del Gobernador de Puerto Rico, en la que se creó un comité asesor al gobernador para que estudiara la forma de otorgar participación al estudiantado en los organismos de la UPR. De acuerdo a la Orden Ejecutiva, firmada el 21 de febrero por el Secretario de Estado, Fernando Chardón, el grupo encargado de la encomienda del Gobernador era: 1. 2. 3.

El Presidente del Consejo de Educación Superior, quien será Presidente de este Comité. Dr. Roberto Busó y Lic. Francisco Ponsa Feliú, miembros del Consejo de Educación Superior. Sr. Francisco Carreras, Presidente de la Universidad Católica; Madre María Carbonell, Presidenta del Colegio del Sagrado Corazón; Sra. Ana G. de Méndez, Presidenta del Puerto Rico

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4. 5. 6.

7.

Junior College; Sr. Sol Luis Descartes, Presidente de la Universidad Interamericana y el Lic. Jaime Benítez, Presidente de la Universidad de Puerto Rico. Dr. Ramón Mellado, Secretario de Instrucción. Dr. Modesto Rivera, Presidente de la Asociación de Maestros. Los siguientes miembros del claustro y la administración universitaria: Dr. David Helfeld, Catedrático, Colegio de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, Sr. Fred Soltero, Decano de Estudios, Recinto de Mayagüez, Sr. José Seda, Profesor Educación Física, Recinto de Río Piedras y Sr. Rafael Enrique García Bottari, Director Colegio Regional de Cayey, todos de la Universidad de Puerto Rico. Los siguientes estudiantes: Leopoldo Rivera, Presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico; Víctor Lladoz Díaz, Presidente del Consejo de Estudiantes de la Escuela de Medicina; Luis Talama, Presidente de [Consejo de] Estudiantes del Decanato de Agricultura, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez.” (Gobernador de Puerto Rico, 1970, pp. 1-2).

Este evento, pareció no ser suficiente para atender el reclamo estudiantil, que se mantuvo activo en su lucha por la salida del ROTC del Recinto de Río Piedras. En marzo del 1970 se produjeron varias manifestaciones entre grupos estudiantiles, teniendo el 3 de marzo y el 4 de marzo varias confrontaciones con el ROTC. A esos efectos el Rector interino Benítez determinó pedir la entrada de la Policía de Puerto Rico y en esas confrontaciones se produjo el asesinato de la estudiante Antonia Martínez Lagares por parte de un oficial de la Policía de Puerto Rico (Cruz Crespo 2014; González Cruz, 2006; Nieves Falcón et al 1971; Rodríguez Graciani, 1972; Yudkin Suliveres et al 2005). Además del asesinato de Antonia Martínez Lagares, estudiante de la Facultad de Educación, se produjo el saldo de 54 personas heridas, más de 20 estudiantes arrestados y la suspensión de clases por seis días (Rodríguez et al 2008). Una vez reiniciaron las clases, el CGE convocó a un referéndum en el que el estudiantado debía expresar su opinión sobre la destitución del Presidente

49 Jaime Benítez; la eliminación de inmediato del ROTC y una amplia reforma universitaria (Rodríguez Graciani, 1972; Rodríguez et al 2008). Los resultados de la consulta favorecieron la permanencia de Jaime Benítez, pero acogieron los reclamos de una reforma universitaria y la salida del ROTC (Rodríguez et al 2008). A pesar de los resultados, las autoridades universitarias no acogieron el resultado de la consulta (Rodríguez et al 2008). Es importante destacar que, al poco tiempo del asesinato de Antonia Martínez Lagares, se produjo el ajusticiamiento de dos marinos estadounidense por parte de uno de los grupos armados clandestinos en el país que luchaban por la independencia del país, los Comandos Armados de Liberación (González Cruz, 2006). De igual forma, el 25 de marzo se acusó al policía Marcos A. Ramos por el asesinato de Antonia Martínez Lagares. La acusación fue acompañada por más de 25 declaraciones juradas, sin embargo, el policía quedó en libertad luego de haber prestado una fianza de $1,500 dólares (Rodríguez Graciani, 1972). El mes de abril del 1970 continuó bastante activo entre manifestaciones y la decisión del Consejo de Educación Superior de nombrar como Rector en propiedad del Recinto de Río Piedras a una persona que no resultó favorecida por el Comité de Consulta del Senado Académico, el Dr. Pedro José Rivera (Nieves Falcón et al 1971). En abril, de igual forma, se vio el juicio contra 23 de los estudiantes arrestados y sólo se encontró culpabilidad contra 7 de los arrestados (Yudkin Suliveres et al 2005). En abril del 1970, además, se revisó una decisión judicial que había resultado en el arresto de Edwin Feliciano Grafals y se anuló la sentencia contra el estudiante por negarse a participar en el Servicio Militar Obligatorio (Rodríguez Graciani, 1972).

50 En junio del 1970, una estudiante del Recinto de Río Piedras agredió al Presidente Benítez, mientras que en el Recinto de Ciencias Médicas tanto el Presidente del CGE, como orador de la graduación, reclamó una universidad más democrática y menos autoritaria (Rodríguez Graciani, 1972). Las manifestaciones contra el ROTC continuaron durante el 1970, pero no se registran mayores confrontaciones (Yudkin Suliveres et al 2005). En diciembre de 1970 el Senado Académico del Recinto de Río Piedras emitió una certificación que contenía varias mociones adoptadas por el cuerpo sobre el Informe del Comité del Gobernador para estudiar la participación estudiantil en la UPR. Entre las determinaciones del Senado Académico, de acuerdo a su certificación número 21 de 1970-71 se aprobaba: Comunicar al Comité del Gobernador las reacciones incluidas en el Informe del Comité de Asuntos Estudiantiles, según fue enmendado y aprobado por el Senado Académico, en torno al borrador del Informe de dicho Comité y expresar que no endosa el informe del Comité Especial del Gobernador; Indicar que estas reacciones no concurren con el enfoque dado por el Comité del Gobernador a la participación estudiantil; Elegir un comité especial compuesto por miembros de este Senado Académico para iniciar un estudio de: lo que constituye una participación estudiantil efectiva y bonafide en nuestra Universidad; cómo fomentar tal participación y cómo implantar la misma; Disponer que, para el estudio a realizarse por el comité especial aquí propuesto, se invite la cooperación estudiantil; […] Solidarizarse con la resolución de la Junta Universitaria, tomada en su reunión extraordinaria del día 25 de noviembre de 1970, en relación con el anteproyecto de informe del Comité del Gobernador sobre la participación estudiantil, según está contenida en la Certificación número 17 del año 1970-71” (Senado Académico, 1970-71, pp. 1-2) Esta expresión del Senado Académico del Recinto de Río Piedras y la citada de la Junta Universitaria, se pueden entender como las primeras

51 reacciones de los cuerpos de la comunidad universitaria ante la Orden Ejecutiva del Gobernador 1525. No obstante, los detalles de la expresión del Senado Académico no indican la posición del Senado Académico en términos de cómo debería implementarse esa participación estudiantil y no se percibe que estas acciones detengan el activismo estudiantil en sus reclamos por la salida del ROTC de la UPR y por mayor participación estudiantil en los organismos institucionales de toma de decisiones. El año 1971, en enero, comenzó con un ataque contra seis estudiantes del ROTC. En los primeros días de marzo se produjo un paro en el Recinto de Cayey de la UPR donde se reclamaban la salida del cuerpo militar del sistema universitario (Yudkin Suliveres et al 2005). Durante esos días, también se produjeron manifestaciones en el Recinto de Río Piedras y el 11 de marzo se desarrolló un motín que resultó con la muerte de un estudiante del ROTC, Jacinto Gutiérrez Vélez, un policía muerto, varios policías heridos y más de 70 estudiantes arrestados (Cruz Crespo, 2014; Rodríguez et al 2008; Yudkin Suliveres et al 2005). Estos eventos tuvieron como resultado la salida del ROTC del campus del Recinto de Río Piedras, la suspensión de la graduación y la instauración de un sistema de vigilancia por cámaras de seguridad (Cruz Crespo, 2014). De igual forma se produjeron los arrestos de los estudiantes Humberto Pagán y Hudo Ricci por el asesinato del policía (Yudkin Suliveres et al 2005). El propio Ricci (2009) relató cómo fue perseguido y acusado injustamente por la muerte del policía. Las medidas tomadas por la administración universitaria no fueron bien recibidas por la comunidad universitaria, e incluso un informe de la

52 Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico calificó dichas medidas como un atentado contra el derecho de intimidad (Rodríguez et al 2008). Desde el 1971 hasta el 1972 no se registraron mayores manifestaciones en la UPR. Sin embargo, es importante destacar que en octubre del 1971 se produjo la destitución de Jaime Benítez por parte del Consejo de Educación Superior (Rodríguez Graciani, 1972). Una vez se produce la salida de Benítez, el 9 de junio de 1972 se aprobó la Ley número 10, que enmendó el artículo 10 de la Ley de la UPR a los efectos de añadir que: El Consejo de Educación Superior podrá, a su discreción, adoptar, modificar, enmendar o derogar reglamentación concediendo participación estudiantil con voz y con voz y voto en todos o algunos de los recintos, colegios universitarios, colegios regionales y otras unidades institucionales de la Universidad, en las reuniones de Departamentos y de Facultad, en los senados académicos y en las juntas administrativas, así como en la Junta Universitaria, en las fechas, forma, manera y extensión que dicho Consejo creyere más conveniente. Igualmente, podrá el Consejo conceder tal participación estudiantil en comités a nivel de Facultades, Departamentos, Divisiones, así como en Comités Especiales sobre disciplina y en otras actividades universitarias (Ley de la Universidad de Puerto Rico, 1972) Si bien es cierto que esta enmienda a la Ley de la UPR no alcanzó a nutrir en su totalidad el reclamo estudiantil, sí representó un paso para reinstituir la participación estudiantil en los organismos de gobernanza institucionales. A tono con la disposición de Ley y previa consulta con los senados académicos de la Administración de Colegios Regionales, Río Piedras, Mayagüez y Ciencias Médicas, en noviembre de 1972 el Consejo de Educación Superior adoptó la Certificación número 45 del 1972-1973. En la normativa adoptada por el CES se establecía que habrá participación estudiantil con voz y voto a nivel departamental y de reuniones de Facultad, siempre que la misma no exceda un

53 10 por ciento del número de claustrales (Consejo de Educación Superior, 19721973). De igual forma, se concedió participación estudiantil en los senados académicos y la Junta Universitaria (Consejo de Educación Superior, 19721973). Esta participación, sin embargo, no tuvo la capacidad de ser efectiva debido al limitado ámbito de acción que se le brinda al estudiantado (González Ortiz, 1994). González Ortiz (1994, pp. 56-57) establece que en la medida en que esta participación está limitada, es contraria a los “mejores intereses de las prácticas democráticas que deben prevalecer en una institución educativa que quiera formar un estudiante con una visión crítica y verdaderamente universitaria”. Particularmente, cuando la participación concedida al estudiantado es una “pseudo-participación, que en última instancia no representa una estructura verdaderamente democrática” aunque representan “espacios que a través de las luchas se han conquistados” (González Ortiz, 1994, p. 57). Es menester señalar que en el 1972 se produjo un cambio en el partido político en el poder, donde vuelve al poder el PPD, bajo el liderato de Rafael Hernández Colón. Este evento tuvo un impacto significativo para la UPR dado que establece una costumbre de alternancia política bi-partidista en el país. El efecto inmediato en la institución universitaria se percibía debido a que el nombramiento del Consejo de Educación Superior recaía en el Gobernador de Puerto Rico. La opinión de González Ortiz (1994) parece que era compartida por el estudiantado universitario quien en el 1973 inició un proceso huelgario en las unidades de Cayey, Mayagüez, Humacao y Río Piedras y en la que se exigía una nueva ley universitaria que permitiera mayor participación estudiantil y de la comunidad universitaria en el Consejo de Educación Superior (Cruz Crespo,

54 2014). El reclamo del estudiantado adquirió mayor fuerza, particularmente por la decisión del Consejo de Educación Superior en destituir al Presidente Amador Cobas, a todos los Rectores y a casi todos los Decanos (Cruz Crespo, 2014). Esto provocó que el reclamo estudiantil se enfocara, además de participación en el CES, en reclamar que la elección del liderato académico recayera en personas electas por la comunidad universitaria (Cruz Crespo, 2014). De esta forma el estudiantado percibía que podía hacer valer la autonomía universitaria (Cruz Crespo, 2014). La huelga, que se extendió por varios días culminó con la creación de un comité encargado de revisar la Ley de la Universidad, el Reglamento de Estudiantes y la determinación de no tomar acciones disciplinarias contra los participantes (Cruz Crespo, 2014). No consta, sin embargo, que se produjeran cambios sustanciales de las propuestas y los reclamos desarrollados por el estudiantado. No obstante, sí se dio un proceso de negociación del estudiantado con los organismos administrativos de la institución. Luchas en solidaridad al sector obrero y contra los aumentos en la matrícula: 1976-1984 El próximo conflicto estudiantil de carácter general que se dio en la UPR, luego del 1973, se registró en el 1976. En esta ocasión el sector estudiantil se expresó en solidaridad al reclamo de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), el Sindicato de Trabajadores y a la Confederación Laborista del Recinto Universitario de Mayagüez por negociar un convenio colectivo (Cruz Crespo, 2014). Previo a eso, se dieron varias manifestaciones y paros en algunos recintos de la UPR en solidaridad con grupos sindicales fuera de la institución

55 (Cruz Crespo, 2014). El paro del 1976 concluyó con una negociación entre los sectores sindicales y la administración universitaria, luego de varios eventos de represión hacia el estudiantado. En 1976, se produjo otro cambio en el Gobierno del país, cuando resultó electo como Gobernador de Puerto Rico el candidato del PNP, Carlos Romero Barceló, quien se desempeñó por ocho años en el poder. Destaca el historiador Fernando Picó (1982) que para esa época la FUPI respondía a una lucha de carácter nacional, debido a sus vínculos con el emergente Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). De igual forma Picó (1982, p. 18) señala que el estudiantado que fue a la huelga en el 1981 tiene “conciencia de que la UPR es modificable y que, en parte, el cambio ya operado en ella es fruto de sus propios esfuerzos”. El carácter de esta afirmación del reconocido historiador puertorriqueño, se puede entender desde el punto de vista de las transformaciones que se habían dado en la institución, así como por los espacios de participación que habían logrado al interior del gobierno universitario. La lucha que se libra en el 1981, luego de 5 años de poco activismo estudiantil, surge por una propuesta del Consejo de Educación Superior (CES) para aumentar los costos de matrícula. Desde cierta perspectiva pareciera que la inclusión del estudiantado en la toma de decisiones académicas de la UPR, tuviera éxito en mantener un clima de paz institucional. La movilización estudiantil de la época del 1981, tenía como uno de sus motivos el impacto económico que tendría la decisión en el estudiantado debido a que se cuadruplicarían los costos de estudio (Picó, Pabón & Alejandro, 1982). En la huelga del 1981, que se extendió por casi tres meses, la participación del CGE estuvo desde sus inicios,

56 en la medida en que Roberto Alejandro, Presidente del CGE, era también uno de los portavoces del movimiento estudiantil. Sin embargo, luego de tres meses de huelga, la ocupación de algunos recintos de la UPR por parte de la Policía y más de ocho Asambleas Generales de Estudiantes, no se logró un triunfo total para el estudiantado. Esto destapa el “problema político de fondo en lo que concierne a la carencia de una auténtica autonomía universitaria y la imposición, por parte de la rama ejecutiva de gobierno, de tácticas y estrategias de índole partidaria para solucionar las controversias y conflictos institucionales que debían resolverse mediante la intervención de los foros oficiales de la comunidad académica” (Picó, Pabón & Alejandro, 1982). De igual forma, el conflicto del 1981-82 causó “la fragmentación de la comunidad universitaria afectando el sentido de pertenencia a la Institución y generando desconfianza hacia la administración” (Ramos Rodríguez et al 2008, p. 98). Entre otras cosas, se registró la presencia de la Policía de Puerto Rico por varios años en la institución. Dos años luego de la huelga del 1981-82, se produjo un nuevo cambio en el Gobierno de Puerto Rico, donde el PPD retoma el control político del país y la UPR cambia su liderato académico (Aragunde Torres, 1996). Entre botín de la alternancia política y la inclusión de estudiantes en la Junta de Síndicos: 1985-1993 Con el cambio en el Gobierno de Puerto Rico del 1985, se estableció un nuevo liderato académico, que a su vez estableció la Política de No Confrontación en el Recinto de Río Piedras y la Oficina del Procurador Estudiantil (Rodríguez et al 2008). Estás medidas tuvieron el efecto de permitir un diálogo continuo entre miembros de la comunidad universitaria, con las autoridades

57 universitarias. Aun así, en el 1991 surge un interés por el Presidente Saldaña en aumentar los costos de estudio, aumento que logró sin que se desarrollaran grandes manifestaciones del estudiantado como en la década anterior (Aragunde Torres, 1996). En el 1992 se produjo un nuevo cambio en el partido de gobierno. En esta ocasión resultó electo el ex-profesor universitario y miembro del PNP, Pedro Rosselló González. Esto provocó, como en los años anteriores un cambio en el liderato académico. A pesar de que existía el consenso entre los tres partidos políticos en que se desarrollara una reforma de la Universidad (González Ortiz, 1994), el PNP, proponía la creación de una Junta de Síndicos que se encargaría de los asuntos internos de la UPR (González Ortiz, 1994). La propuesta del PNP dejaba en manos del CES el proceso de acreditación de las universidades privadas del país (González Ortiz, 1994). A pocos días de haber ganado la gobernación y sin haber asumido el puesto, Pedro Rosselló González, pidió la renuncia de los Rectores y Decanos de los Recintos (González Ortiz, 1994). Para esa época se aprobó una nueva Ley que concedió participación estudiantil en las juntas administrativas y en la Junta de Síndicos. La participación, particularmente en la Junta de Síndicos, fue extensiva al profesorado, sector al que se le brindaron dos sillas en el cuerpo integrado por trece miembros. Si bien es cierto que la proporción entre miembros nombrados por el Ejecutivo y miembros electos por los estudiantes hacían patente la carencia de poder real en el máximo organismo de gobernanza de la UPR, la existencia de ese espacio es parte de lo que pretende documentar esta investigación.

58 Es menester destacar que el cambio en la estructura de gobierno universitaria contó con la oposición de los organismos de gobernanza de la UPR, tales como los senados académicos, la Junta Universitaria y el mismo CES. Parte de ese proceso de resistencias en participar, procesos de selección, discursos elaborados y el proceso de inserción, pretenden ser abarcados en el estudio que se propone desarrollar, al incluir entre los participantes del mismo al primer estudiante que fue parte de la Junta de Síndicos.

CAPÍTULO III MÉTODO Introducción En este capítulo se especifican los procesos que se llevaron a cabo para la recopilación de los datos, la validación de los mismos y el análisis de la información a presentarse. En el tipo y diseño de investigación se fundamenta por qué se utiliza un enfoque fenomenológico para llevar a cabo esta investigación. En el proceso desarrollado para recopilar los datos se detallan los procesos para la aprobación del Comité Institucional para la Protección de los Sujetos Humanos en la Investigación (CIPSHI), así como los elementos de no confidencialidad, los aspectos éticos y el procedimiento para solicitar la cooperación de los participantes de la investigación. Las preguntas que guían esta investigación son: 1) ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con otros miembros de la Junta, tanto de la comunidad universitaria, como con aquellos nombrados por el Gobernador?; 2) ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo con sectores externos a la Junta? y 3) ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones en el funcionamiento y toma de decisiones de la Junta?

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60 Tipo y diseño de investigación La investigación realizada parte de una realidad poco estudiada en Puerto Rico. Dentro de esa realidad poco estudiada se encuentran las temáticas relacionadas a la participación estudiantil en la Universidad de Puerto Rico (UPR), específicamente en los cuerpos de gobernanza universitaria. Asimismo, señala Joglar Billoch (2012) que las juntas de gobierno de las universidades han sido poco estudiadas en Puerto Rico y la Junta de Síndicos de la UPR no es la excepción. Las pocas investigaciones sobre juntas de gobierno en Puerto Rico se enfocan en asumir la Junta como un todo, por estar enmarcado en un cuerpo donde se toman decisiones colegiadas. El tema de investigación propuesto, al ser uno novel que se enfoca en las dinámicas, aportaciones y contextos de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR, permite que haya grandes posibilidades de exploración. Además, teniendo en cuenta que como investigador he sido parte, por casi diez años, miembro de algún cuerpo de gobernanza, incluyendo ser miembro del cuerpo que sustituyó a la Junta de Síndicos, la investigación desarrollada requiere una actitud reflexiva y un proceso crítico sobre el proceder de la Junta de Síndicos. Debido al carácter poco cuantificable de esta investigación, se utiliza un enfoque cualitativo, particularmente por lo que denominaron Strauss & Corbin (2002, p. 5) como “la naturaleza del problema que se investiga”. Este tipo de metodología es más pertinente para la investigación propuesta si se tiene en cuenta que el proceso de investigación a desarrollarse debe ser “flexible cuando se trata de la selección de sus participantes, propicia el abordaje de temas poco

61 estudiados o poco conocidos y posee la capacidad de dar espacio a lo inesperado” (Lucca Irizarry & Berríos Rivera, 2003, p. 227). De igual forma la investigación cualitativa permite comprender la perspectiva de los participantes y profundizar sobre sus experiencias, perspectivas, opiniones y significados (Hernández Sampieri, Fernández Collado & Baptista Lucio, 2010). En este caso, se propone estudiar las experiencias de al menos cinco personas en su rol de representantes estudiantiles en la Junta de Síndicos de la UPR. Para ello, debe existir la apertura para “descubrir conceptos y relaciones en los datos brutos y luego organizarlos en un esquema explicativo teórico” como sugiere Strauss & Corbin (2002, p. 12) Dentro del amplio campo de los diseños de investigación cualitativa se dispone un estudio fenomenológico. El enfoque fenomenológico se utiliza debido a que el asunto estudiado tiene como fuente de información los reportes de experiencias de vida de quienes van a ser las principales fuentes de información. Esta es una de las características identificadas por Moustakas (1994) sobre los estudios fenomenológicos. De acuerdo a Bogdan & Taylor (1975) el punto de vista fenomenológico permite conocer lo que las personas dicen y hacen y como producto se conoce cómo las personas interpretan su mundo. Bogdan & Taylor (1975) señalan que las personas están en un proceso constante de interpretación y definición de las situaciones y que las mismas adquieren un significado sólo mediante ese proceso de interpretación y definición. Consecuentemente, en este estudio las principales fuentes de información, que son algunas de las personas que fueron representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR rememoraron su experiencia de

62 forma tal que se pudiera obtener una descripción comprensiva del tema de investigación, para poder desarrollar un análisis estructural de la experiencia (Moustakas, 1994). Álvarez-Gayou (2003, p. 85) señala que la “fenomenología se caracteriza por centrarse en la experiencia personal, en vez de abordar el estudio de los hechos desde perspectivas grupales”. En el caso que se propone estudiar, el abordaje principal se enfoca en esa experiencia que tuvieron esas personas que mientras fueron estudiantes resultaron electos para ser miembros de la Junta de Síndicos. El enfoque en cómo las personas perciben el mundo en el que se relacionan es lo que intenta conocer el acercamiento fenomenológico según Denzin & Lincoln (2005). Desde esta perspectiva el posicionamiento que debo asumir para desarrollar una investigación que se centre en las percepciones de quienes fueron representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos sobre su participación en ese cuerpo debe enfocarse en cómo comprendieron y actuaron en los eventos y momentos que constituyeron su experiencia de representación ante ese cuerpo (Denzin & Lincoln, 2005). Uno de los objetivos de esta investigación concuerda con uno de los principios de la fenomenología según destacado por Alvarez-Gayou (2003, p. 86) al indagar sobre “el contexto de las relaciones con objetos, personas, sucesos y situaciones” con miembros de la Junta de Síndicos y con sectores externos a la Junta.

63 Período de tiempo del estudio La participación estudiantil en la Junta de Síndicos de la UPR estuvo vigente desde el 1993 hasta el 2013. En el 2013, aunque continuó la participación estudiantil en el máximo foro de gobernanza de la UPR, el nombre del cuerpo pasó a ser la Junta de Gobierno. Más allá de la diferencia de nombre entre Junta de Síndicos y Junta de Gobierno, centro este estudio en la Junta de Síndicos debido a que en esa estructura la participación estudiantil era de un solo estudiante, a diferencia de la actualidad donde hay un estudiante subgraduado y un estudiante graduado, porque pudiera desarrollarse una dinámica distinta que pudiera ser objeto de otro estudio. Dentro del período de los veinte años comprendidos entre el 1993 y 2013, el estudio se enfocó en cinco momentos particulares. Es importante destacar que durante cada año existía una sola persona que fungía como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR. Ese elemento de unicidad en la representación, unido a la posibilidad de relacionar los testimonios de la representación estudiantil con documentos tales como las actas de la Junta, artículos de periódicos, boletines, resoluciones de consejos de estudiantes y otro tipo de publicación, pudiera llevar a que se me imposibilite garantizar la confidencialidad de los participantes de la investigación, respecto a su nombre. De igual forma, parto del convencimiento de que cualquier puesto de representación pública en una sociedad democrática debe estar vinculado al concepto de rendición de cuentas.

64 Ante la imposibilidad de garantizar confidencialidad respecto al nombre de los participantes, en el proceso de recopilación de los datos se detalla el proceso de acuerdo con los participantes para que la información pueda ser estudiada. Fuentes de información Las fuentes de información que se utilizaron en este estudio se resumen en dos grandes componentes. En primer lugar, las entrevistas de cinco de las personas que fungieron como representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos. La segunda fuente de información fue las actas de la Junta de Síndicos durante el período de tiempo en que las personas entrevistadas fueron parte de la Junta de Síndicos. Es importante destacar que la fenomenología establece que el centro de la investigación es la experiencia personal de los participantes (Álvarez-Gayou, 2003), por lo que esta segunda fuente de información servirá como referencia y elemento de validez del relato de los participantes, más que un elemento para sustituir el análisis a presentarse. Los participantes del estudio fueron estudiantes y/o exalumnos de la UPR quienes se desempeñaron como representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos por más de seis meses. Todos los participantes son mayores de 21 años, fueron parte de algún Senado Académico de la UPR y de la Junta Universitaria. Proceso para la recopilación de los datos La investigación desarrollada requirió de diversas fuentes de información, que nutrieron el estudio. Debido al enfoque en la experiencia vivida por los participantes y a que las preguntas de investigación contemplan elementos sobre

65 el trabajo desarrollado por la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos, se utilizó la entrevista como fuente principal para recopilar la información. Según Álvarez-Gayou (2003, p. 109) la entrevista “busca entender el mundo desde la perspectiva del entrevistado y desmenuzar los significados de su experiencia”. Por su parte Ander Egg (1995, p. 237) establece que la entrevista “es una técnica eficaz para obtener datos relevantes y significativos desde el punto de vista de las ciencias sociales, para averiguar hechos, fenómenos o situaciones sociales”. Señala Guerrero (2001 en Lucca Irizarry & Berríos Rivera, 2003, p. 311) que la entrevista “puede utilizarse para usos exploratorios de contraste, ilustración o profundización, con el fin de reconstruir acciones pasadas, estudiar representaciones sociales personalizadas”. Se utilizó la entrevista como una de las fuentes para recopilar información dado que al desarrollar una entrevista se da importancia a “las concepciones que tiene el entrevistado del mundo que lo rodea y al significado que tiene para él los asuntos tratados” (Lucca Irizarry & Berríos Rivera, 2003, p. 310). De acuerdo a Lucca Irizarry & Berríos Rivera (2003) la entrevista permite que el participante le exprese al entrevistador todo lo concerniente a un tema particular y es necesario documentar los sentimientos, creencias, opiniones y actitudes de la persona entrevistada. Álvarez-Gayou (2003) indica que es una herramienta útil para usarse cuando se quiere centrar en diferentes temas y permitir un proceso de introspección por parte del entrevistado. Es necesario tener en cuenta que la principal fuente de información de esta investigación fueron los testimonios de las personas que se desempeñaron como representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos en el período

66 comprendido entre el 1993 y el 2013. El Anejo 1 presenta el listado de las personas que sirvieron como representantes estudiantiles en el tiempo señalado. Una vez recibida la autorización del CIPSHI para hacer la investigación, se procedió a contactar mediante correo electrónico a los 20 ex representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR. El correo electrónico para solicitar la colaboración de los participantes fue enviado el 22 de diciembre de 2015. Una vez se fue recibiendo respuestas, se fueron calendarizando las entrevistas. De los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos, trece indicaron interés en participar, uno indicó que no quería participar y seis nunca contestaron. A las trece personas que indicaron su interés en participar, se les hizo llegar la hoja de consentimiento informado según fue aprobada por el CIPSHI y que forman parte del Anejo 2. De las personas que recibieron las hojas de consentimiento informado por correo electrónico, se pudo concretar cita para desarrollar entrevistas con ocho personas. Luego de desarrolladas las entrevistas, se hizo una selección intencional de cinco de los participantes para que estuvieran presentados los puntos de vista de distintos momentos temporales en esos veinte años que estuvo operando la Junta de Síndicos. La selección o muestreo intencional de cinco participantes se hizo siguiendo el propósito de la investigación de limitar el análisis a cinco participantes. En esa selección intencional, se contemplaron elementos como los momentos en el tiempo, la participación de la única mujer que fue entrevistada, el primer y el último representante estudiantil ante el organismo, una persona que estuviera cercana al proceso de brindarle autonomía a las unidades y la persona que

67 estuvo presente en un momento de ampliación de la cantidad de miembros de la Junta. Con las personas que accedieron a participar en las entrevistas, luego de haber leído la hoja de consentimiento informado, se estableció una fecha de reunión para llevar a cabo una entrevista semi-estructurada. El propósito de la entrevista era recopilar el testimonio sobre su participación en la Junta de Síndicos. Los datos brindados en la entrevista fueron los de mayor importancia a la hora de desarrollar la investigación. Dentro del proceso de desarrollar una entrevista Álvarez-Gayou (2003) recomienda que se seleccione el tema para el cual se va a entrevistar, se diseñe el estudio y se desarrolle una guía de entrevistas. Para ello, utilizaron las preguntas de investigación como el eje central para el cual se entrevistó y la guía de entrevistas se desarrolló junto a una alineación entre las preguntas de la entrevista y las preguntas de investigación presentadas en el Anejo 3. El protocolo de entrevista, que es parte del Anejo 4, fue evaluado por el comité de tesis. De esta forma se garantizó que las preguntas fueran dirigidas a contestar las preguntas de investigación, así como que estuvieran a tono con los temas discutidos en la Junta de Síndicos durante ese período. Las entrevistas se llevaron a cabo entre el 29 de diciembre de 2015 y el 2 de marzo de 2016. Se grabaron y transcribieron íntegramente cinco entrevistas. Una vez transcritas las cinco entrevistas, se remitieron a las personas entrevistadas para que pudieran revisarla y hacer las correcciones que estimaran pertinentes. Junto a la transcripción de la entrevista, se le remitieron las actas de las reuniones de la Junta de Síndicos durante el año que participaron como

68 representantes estudiantiles. El propósito de hacerle llegar las actas era que fueran utilizadas en el proceso de revisión de las entrevistas por parte de los participantes de la investigación, de forma tal que pudieran puntualizar en alguna memoria o evento en los que tuvieran alguna duda. De esta forma, además, se permitía garantizar que la contestación brindada por la persona entrevistada correspondiera a su mejor recuerdo y pudieran confirmar que la información brindada pudiera ser publicada. Luego de que los participantes recibieron las actas y la transcripción de la entrevista, se procedió a analizar cada una de las entrevistas. El análisis preliminar de las entrevistas fue remitida a los participantes, de forma tal que pudieran hacer comentarios y correcciones sobre la interpretación que hice de su entrevista. Una vez recibidos los comentarios y correcciones, se incorporaron al trabajo de investigación y se procedió a desarrollar el análisis final, así como a la fase de análisis y conclusiones de la investigación. Procedimiento para el análisis de los datos Marco conceptual La investigación cualitativa utiliza el componente de validez como parte del diseño de investigación, de forma tal que se garantice un entendimiento más claro del rol del investigador y las fuentes de información en el estudio. Maxwell (2005) describe varias estrategias fundamentales para reducir las amenazas a la validez y aumentar la credibilidad de las conclusiones. Maxwell (2005) destaca varios elementos que requieren atención a la hora de hacer un análisis de datos cualitativos. El primero de los elementos que presenta Maxwell (2005) es que en el proceso de observación de los

69 participantes haya un proceso de involucrarse profundamente. De esta forma, entiende Maxwell (2005) que se desarrolla confianza con las personas que son fuentes de información, así como se desarrolla por parte del investigador un entendimiento más claro del proceso. Maxwell (2005) establece que es necesario involucrarse profundamente y las entrevistas intensivas permiten que se pueda desarrollar unos conceptos más claros del asunto a estudiarse. Maxwell (2005) indica que es necesario garantizar que la intervención del investigador no afecte el tratamiento establecido sobre la persona. Otro requerimiento que establece Maxwell (2005) es el relacionado con la triangulación de los datos. El séptimo elemento destacado por Maxwell (2005,) se relaciona con tener datos cuasi-estadísticos que sustenten la información presentada. Esta parte está relacionada con el octavo elemento requerido por Maxwell (2005) que trata sobre poder hacer comparaciones de la información recopilada. Involucrarse profundamente con los participantes En el caso de esta investigación y mi rol como investigador, debo señalar no tan sólo que he participado de foros desarrollados con las personas que servirían como fuentes de información, sino que también conozco detalles de la estructura a la que van a hacer referencia, al haber fungido como representante estudiantil ante la Junta de Gobierno y como representante estudiantil en foros similares a los que ellos participaron. Entrevistas intensivas Un elemento utilizado para garantizar el desarrollo adecuado de la entrevista, fue que además de seguir un protocolo para desarrollar las

70 entrevistas, se incorporó las actas como fuente de consulta del participante luego de la entrevista. De esta forma, no tan sólo el participante podía hablar desde su recuerdo, sino que podía acercarse a lo que recogieron las actas de la Junta de Síndicos como eventos particulares que por razón del tiempo pudieron olvidar. Asimismo, se transcribieron las entrevistas y para atender el tercer componente señalado por Maxwell (2005) una vez transcritas las entrevistas se les devolvieron a los participantes, de forma tal que pudieran corregir cualquier información que entendieran necesaria o para aclarar cualquier asunto que estimaran necesario. Intervención del investigador El proceso de análisis se trabajó desde una perspectiva amplia y buscando que no fuera afectada por mis preconcepciones de la estructura de gobernanza universitaria. Ante eso, en el proceso de desarrollar el análisis, se distribuyó un análisis preliminar, que se le hizo llegar a los participantes. El propósito de hacerle llegar el análisis e incorporar los cambios y recomendaciones, fue garantizar que las interpretaciones que se habían desarrollado, correspondiesen a sus puntos de vista y no a interpretaciones erróneas por parte del investigador. Luego de las recomendaciones y comentarios de los participantes, se revisó el análisis, para atender las preocupaciones o comentarios pertinentes. Triangulación de datos La triangulación de los datos recopilados se llevó a cabo en dos momentos. En el primero luego de recopilados los datos, al brindarle la

71 oportunidad al participante de fijar sus memorias de acuerdo a lo establecido en las actas de la Junta de Síndicos. Luego de ese proceso y de haber hecho un análisis inicial, se revisaron, por parte de este servidor, las actas de las reuniones de la Junta de Síndicos para el año en que estuvo la persona. De esta forma, no tan solo se cumple con el elemento de triangulación, que constituye el sexto elemento que requiere Maxwell (2005) a la hora de hacer investigación cualitativa, sino que se pudieran identificar aquella evidencia que discrepara de la versión sometida por la persona. Debido a que los asuntos que discreparon del testimonio inicial fueron imprecisiones sobre fechas y no sobre acciones, se determinó proceder con el análisis. Se tenía en cuenta, no obstante, que el acercamiento a la persona sobre cualquier información que discrepara se haría teniendo en cuenta el tiempo transcurrido entre el período servido por la persona en la Junta de Síndicos y la actualidad. Desde esta perspectiva, más que confrontar a la persona, se pretendía brindar el espacio a la persona para que revisara su planteamiento a la luz de las actas. Este elemento es importante dado que la investigación fenomenológica, tiene como objetivo conocer las percepciones de la persona de un fenómeno vivido. Categorización y comparación de datos Una vez recopilada la información y analizados preliminarmente los datos provistos por los participantes, se desarrollaron categorías temáticas. Esas categorías se utilizaron para el análisis profundo de las experiencias del mismo

72 fenómeno y a su vez, para establecer relaciones, de forma tal que pudieran identificarse acuerdos y disensos entre los participantes. Un último elemento para categorizar y comparar los datos recopilados lo constituyó la libreta del investigador. La libreta recogió las impresiones, recuerdos o detalles que me parecieron importantes como investigador en el proceso de desarrollo de las entrevistas, transcripción y análisis de la información producto de la investigación. Organización de próximos capítulos El próximo capítulo presenta las entrevistas y algunos de los temas de mayor relevancia durante cada una de las incumbencias. El capítulo final incluye el análisis profundo de los datos. A modo de conclusión aborda directamente las preguntas de investigación y expone recomendaciones puntuales tomando como punto de partida los hallazgos del estudio.

CAPÍTULO IV PRESENTACIÓN DE DATOS Introducción Este capítulo presenta a cada uno de los cinco participantes del estudio, destacando el contexto de cada una de las épocas en las que sirvieron y algunos de los temas que fueron de mayor relevancia durante sus respectivas incumbencias. Luego, se presentan algunos asuntos sobresalientes de cada entrevista, haciendo referencia a las actas de las reuniones de la Junta, para triangular y complementar los testimonios de los participantes. Los nombres de los participantes, el período en que sirvieron y la unidad en la que estaban matriculados en el momento de ser electos a la posición están presentados en la Tabla 2. Tabla 2: Participantes de la investigación Nombre Hiram Guadalupe Pérez Alexis Morales Fresse Mauryne Rivera Reyes René Vargas Martínez Christopher Torres Lugo

Tiempo en la Junta julio 1993 a junio 1994 julio 1997 a junio 1998 julio 2006 a junio 2007 julio 2010 a junio 2011 julio 2012 a mayo 2013

Unidad de Procedencia Recinto de Río Piedras Colegio Regional de Utuado Universidad de Puerto Rico en Bayamón Recinto de Río Piedras Universidad de Puerto Rico en Bayamón

Hiram Guadalupe Pérez Hiram Guadalupe Pérez fue el primer representante estudiantil ante la Junta de Síndicos y ocupó el puesto desde el 27 de julio de 1993 al 30 de junio de 1994. Al momento de asumir el cargo, era estudiante de Maestría en Sociología del Recinto de Río Piedras. Antes, fue representante estudiantil a la Junta Universitaria y al Senado Académico por varios años. Previo a la creación de la Junta de Síndicos, la Universidad de Puerto Rico (UPR) tenía como cuerpo rector el Consejo de Educación Superior (CES). Entre 73

74 1990 y 1992, el Presidente de la UPR, Dr. José M. Saldaña y el Consejo de Educación Superior remitieron a la comunidad universitaria el análisis de un informe comisionado al economista Ramón Cao, el cual recomendaba un aumento en los costos de matrícula. Según Hiram, la propuesta de aumento en la matrícula y la actitud autoritaria por parte de José M. Saldaña fueron factores internos que provocaron la movilización estudiantil y que desencadenó en una jornada de protestas que duró varios años. Saldaña fue presidente de la UPR desde mayo de 1990 hasta agosto de 1993. Las características de la administración universitaria de entonces, según Hiram, fueron descritas como: Una administración universitaria que, aunque tenía un cuerpo de rectores a nivel del sistema algunos de ellos, personalidades académicas más serias, diría yo, [tenían] un Presidente que era una figura muy autocrática, intolerante, bastante autoritario y poco atento a la crítica y a las observaciones que pudieran hacer representantes, tanto del claustro como de estudiantes en lo que en aquel momento era el foro de participación de mayor alcance, la Junta Universitaria. Es importante destacar que Hiram, mientras fue miembro de la Junta Universitaria, radicó una demanda contra el entonces Presidente de la UPR requiriendo acceso a información sobre presupuesto, auditorías y gastos. El Tribunal Superior de Puerto Rico resolvió el caso a favor de Saldaña bajo el argumento principal de que no se habían agotados los procesos administrativos para requerir la documentación. Dentro del proceso de oposición al aumento de los costos de matrícula, relató Hiram, se dieron diversas movilizaciones estudiantiles. Estas

75 manifestaciones comenzaron a conformarse como paros esporádicos y actividades culturales diversas. En ese periodo de tiempo hubo manifestaciones de todo tipo. Nosotros hicimos una marcha de aquí al Capitolio [...] impresionante. Se unieron otros recintos, solo estudiantes. Paros de 3 días, paros de 4 días [...] campamentos [...] en el área aquí frente a la Torre, actividades culturales, todo lo que se nos pudo haber ocurrido que era pertinente. De igual forma, la negativa de negociar un convenio colectivo con la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) fue un factor influyente que llevó a que se generara un clima de tensión en el año 1992, año en el que también hubo un cambio de gobierno del Partido Popular Democrático (PPD) a uno del Partido Nuevo Progresista (PNP). Hiram destacó que: A mediados de octubre, la Hermandad se va a huelga por la negociación del plan [médico] del convenio colectivo [...] la Hermandad termina negociando a finales de octubre y ahí, ya al filo del primero de noviembre [...] que es cuando ellos logran negociar, por la presión política que también genera el evento electoral sobre los incumbentes [...] Y es ahí en contexto que ganó la gobernación el PNP. La llegada del PNP al poder, la expectativa por lo que haría este partido con la UPR y la aversión hacia los estilos de José Saldaña, fueron determinantes en la discusión del futuro de la UPR. De igual forma, Hiram destaca que hubo un movimiento de las instituciones privadas para que se separara el rol de acreditación de las instituciones privadas y el de administrar a la principal universidad pública del país. Aquí, el estilo de Saldaña generaba mucha aversión en la comunidad, mucha antipatía. Así que, para sectores diversos de la universidad, ya fuera por simpatía al gobierno de turno, el PNP, o por antipatía al Partido Popular [Democrático] y a lo que había sido Saldaña, o por busconería política [decían] que boten a este tipo de aquí. [Pedro] Rosselló lo que hizo fue que le metió un

76 tutazo a la Universidad para tener control de la institución. Así que se crea esta ley que al Consejo de Educación Superior se le mantuvo la fase únicamente de acreditación a la UPR y a las universidades privadas. [...] Era como que separar un poco ese rol de lo público y lo privado en la institución universitaria. En ese contexto se propuso una enmienda a la Ley de la UPR que separaba los roles del CES y creaba la Junta de Síndicos, ente que administraría a la principal institución universitaria pública del país. El cambio mayor relacionado con la creación de la Junta de Síndicos, además de separar el rol de administrar las instituciones de educación superior del país, era que en su composición se reservaron dos espacios para representantes electos por el personal docente y un espacio para una representación estudiantil. Este espacio de un estudiante en la Junta de Síndicos fue percibido por algunos sectores estudiantiles como un intento de legitimar la toma de la UPR por parte del nuevo partido en el poder. Particularmente, la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI), organización política fundada en la década de los 50 y que fue presidida por Hiram Guadalupe, se opuso a esta participación. Hiram recordó que: El primer debate al que nosotros nos enfrentamos fue al tema de la participación. En eso que era a todas luces una toma de asalto de la universidad por parte del PNP para asumir el control y si nosotros íbamos o no íbamos a participar. Yo era todavía presidente de la FUPI y la posición de la FUPI era no participar en la Junta de Síndicos [...] no vamos a legitimar la toma de asalto. Esa posición no prevaleció en el liderato estudiantil y luego de la primera reunión de la Junta de Síndicos, la representación estudiantil ante la Junta Universitaria decidió, el 27 de julio de 1993, escoger a Hiram como representante estudiantil ante el cuerpo. Según explicó, la decisión de escoger al representante

77 estudiantil ante la Junta de Síndicos fue discutida por la Junta Estudiantil Nacional (JEN), que era un cuerpo formado entre el 1990 y 1991, como mecanismo para comunicarse entre los consejos de estudiantes del Sistema de la UPR. Solicitamos que eso fuese una decisión de la Junta Estudiantil Nacional y la Junta Estudiantil Nacional [...] unánimemente me eligen a mí para que yo pase a la Junta de Síndicos [...]. Hiram se integró a participar en las reuniones de la Junta de Síndicos el 29 de julio de 1993. Para ese entonces se habían llevado a cabo dos reuniones, una inaugural, en la que habían seleccionado al Presidente de la Junta de Síndicos y una primera reunión, el 27 de julio de 1993, para informar a la Junta sobre la integración del representante estudiantil en el cuerpo. Una de las primeras acciones de Hiram fue cuestionar la elección del Presidente de la Junta, Fred Martínez, sin que hubiera estado constituida la Junta con todos sus miembros. Me acuerdo que cuando llegué, ya la Junta había elegido a Fred Martínez como presidente y lo primero que yo hago, al saque fue impugnar la presidencia de Fred Martínez porque los estudiantes no habíamos participado en el proceso. Me pasaron el rolo verdad [...] no pasó nada con eso. Yo le tiré fuerte a Fred Martínez y a la decisión de ellos de reunirse a cuartos oscuros. Según reflejan las actas, en el año académico 1993 al 1994 hubo 36 reuniones adicionales de la Junta de Síndicos, de las cuales 28 fueron reuniones ordinarias y 8 extraordinarias. Las dos reuniones de las que se ausentó Hiram fueron de carácter ordinario, mientras asistió a las restantes 34 reuniones. El detalle de las reuniones está presentado en la Tabla 3.

78 Tabla 3: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Hiram Guadalupe Pérez Tipo de reunión Introductoria Primera reunión Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria

Fecha de reunión 23 de julio de 1993 27 de julio de 1993 29 de julio de 1993 3 de agosto de 1993 11 de agosto de 1993 17 de agosto de 1993 24 de agosto de 1993 31 de agosto de 1993 7 de septiembre de 1993 21 de septiembre de 1993 28 de septiembre de 1993 5 de octubre de 1993 7 de octubre de 1993 15 de octubre de 1993 26 de octubre de 1993 9 de noviembre de 1993 16 de noviembre de 1993 23 de noviembre de 1993 7 de diciembre de 1993 14 de diciembre de 1993 25 de enero de 1994 1 de febrero de 1994 8 de febrero de 1994 3 de marzo de 1994 17 de marzo de 1994 23 de marzo de 1994 30 de marzo de 1994 8 de abril de 1994 21 de abril de 1994 28 de abril de 1994 12 de mayo de 1994 24 de mayo de 1994 26 de mayo de 1994 1 de junio de 1994 9 de junio de 1994 14 de junio de 1994 11 de junio de 1994 23 de junio de 1994

Asistencia No estaba electo No estaba electo Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Ausente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Ausente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente

Sobre el proceso de inserción a la Junta de Síndicos, Hiram destacó que no hubo un proceso de orientación a la hora de insertarse en el organismo. A pesar de ello, compartió su sentir sobre el momento de su llegada a la Junta: Al principio, obviamente, hubo unos sectores con muchas simpatías porque están tratando de ver si yo voy a caer. Yo pienso que es un juego de trampa. Ahí tenemos un líder estudiantil que

79 ha tenido destaque y ahora está aquí y va a gobernar que eran cosas que el Presidente de la Junta decía cada rato: ‘Usted es administrador’. Yo no era administrador, yo era voz de los estudiantes, no administraba nada. De eso sí me acuerdo, eso era continuamente, verdad, porque había un clamor de que yo, de que yo no hacía espíritu, yo no tenía espíritu de cuerpo decían. Según señaló Hiram, el clima de tensión en la Junta de Síndicos comenzó con el asunto de la Presidencia del cuerpo y se extendió a la destitución del presidente Saldaña. Según consta en las actas del organismo, en su primera reunión del 29 de julio se dio la discusión sobre la presidencia del cuerpo y el 11 de agosto sobre la Presidencia de la UPR. De acuerdo a Hiram, la posición estudiantil fue una muy difícil de articular por las fricciones que había desarrollado Saldaña con el sector estudiantil. No obstante, destacó que la alternativa que propusieron a la destitución del entonces Presidente fue que se llevara a cabo un proceso de evaluación del funcionario con la más amplia participación de la comunidad universitaria y que ésta adjudicara lo que se debía hacer. Desde ese punto de vista, lo que se pretendía hacer era un ejercicio de participación de los diversos sectores de la comunidad universitaria en la evaluación de los administradores. Esto no fue bien visto por la Junta de Síndicos porque representaba sentar un precedente sobre la evaluación de funcionarios designados por la Junta por parte de la comunidad universitaria. La primera batalla que a mí me toca dar fue contra la destitución de Saldaña, las ironías de la vida. [...] Ahí yo me acuerdo que yo me le opuse, me busqué unos cuantos enemigos afuera. Fue difícil para los estudiantes articular esa posición, porque entonces el planteamiento era nosotros no estamos defendiendo Saldaña, [...] lo que entendemos es que la junta de gobierno no puede ser una sala de inquisición y nosotros lo que estábamos era exigiendo que se evaluará a Saldaña. No destituyan a Saldaña. Que la comunidad universitaria evaluara a Saldaña porque de lo primero que nosotros queríamos establecer como política en la

80 junta era la evaluación de los funcionarios. Que los administradores de la universidad pasarán por evaluación de la comunidad universitaria. Que se evaluarán sus ejecutorias y que dé en virtud de eso la comunidad decidiera si se quedaba o no o si se iban. Así que nuestra exigencia todo el tiempo todo el tiempo todo el tiempo fue evalúenlo, nosotros estamos en contra de su destitución queremos evaluarlo. Si la evaluación de la comunidad universitaria dice que no sirve que hay que sacarlo y si no sirve lo sacamos. Si la evaluación dice otra cosa pues aquí se tiene que hacer otra cosa y parte de la del debate nuestro allí era decirle a la junta la comunidad lo va a botar ¿cuál es el asunto aquí de querer hacer un ejercicio de poder y tumbarle la cabeza si la comunidad lo va a sacar? Claro lo que no quería establecer esa junta era el precedente de la evaluación de un administrador. [...] la lógica no mía sino del liderato estudiantil era defender la permanencia de un proceso administrativo que fuera justo, no por él, sino por los sucesivos. La negativa de la Junta de Síndicos de evaluar al Presidente provocó la destitución de Saldaña el 11 de agosto de 1993. La destitución se da con doce votos a favor y el voto en contra de Hiram. Según el entonces estudiante, el reclamo de evaluar al Presidente llevó a que se estableciera un proceso para que, prospectivamente, los candidatos a la presidencia y a las rectorías presentaran sus planes de trabajo. Ante la renuencia de la Junta de aprobar el proceso de evaluación de los funcionarios, que era lo que nosotros estábamos exigiendo, se da un poco un vuelco y ahí es que nosotros logramos que la Junta certificará que, a partir de ese momento, candidatos a puestos administrativos de la universidad tenían que presentar su proyecto administrativo y presentárselo a la comunidad universitaria. En ese entonces proceden a nombrar como presidente interino al entonces Vicepresidente de la Junta de Síndicos y quien había sido rector del Recinto Universitario de Mayagüez, Salvador E. Alemañy Planell. En esa reunión, además, se aprobó brindar el beneficio de exención de matrícula al representante estudiantil ante la Junta de Síndicos, así como brindar una descarga no menor de

81 6 créditos ni mayor de 9 créditos para la representación claustral ante el cuerpo. Como producto del cambio en la presidencia de la UPR, comenzó un proceso de cambios de quienes ocupaban las rectorías. Según destacan las actas de la Junta de Síndicos, en ese año se produjeron cambios en cinco de las seis rectorías del sistema, siendo la del Recinto de Río Piedras la única que mantuvo su Rector, que había sido designado poco tiempo antes del cambio de gobierno. Sobre la intención de la Junta de provocar cambios en los funcionarios de la institución, Hiram lo atribuye a que había un interés de la Junta de gobernar y controlar la UPR. En su relato Hiram destacó, en varias ocasiones, el interés de algunos miembros de la Junta de Síndicos de destituir a los rectores porque era de un partido distinto. Otro de los asuntos que generó tensión en la Junta de Síndicos durante el año que estuvo Hiram fue el rol de la representación estudiantil a la hora de divulgar información sobre la discusión de asuntos internos. Yo me convertí en el ‘chota’ de la Junta de Síndicos. Y la Junta de Síndicos, yo creo que semanalmente, presentaba una moción de censura. Me censuraron, me amenazaron con botarme de la Junta de Síndicos. Sobre su relación con los representantes docentes ante la Junta de Síndicos, indicó que hubo muchas tensiones con ambos representantes. De una mirada de las actas se pueden ver varias ocasiones en las que hubo discusiones con los representantes. En una ocasión, Hiram solicitó que no se le permitiera aspirar al puesto de Rector a uno de los representantes claustrales. Asimismo, en la selección del Presidente en propiedad de la UPR hubo diferencias grandes entre el representante estudiantil y la representación claustral del cuerpo. Según

82 destacó Hiram, este momento fue uno importante para el sector estudiantil porque era la primera vez que el estudiantado iba a participar en la selección del Presidente de la institución. Ante ello, hubo una discusión entre los grupos estudiantiles sobre si era pertinente participar o no y si debía ser una votación abierta o una votación cerrada. Esta posición no era la que impulsaba la representación docente en la Junta por lo que hubo un proceso de tensión. Según relató, después de un primer intento de elección del Presidente, que terminó en un empate, se da una próxima votación. Dijimos que íbamos a votar, que habíamos tomado una decisión y que íbamos a participar del proceso y que estábamos en una negociación. No dijimos nada más, pero advertimos que y no lo dije yo verdad solo como representante estudiantil, estaban estudiantes de la Junta Universitaria, Consejos [de estudiantes], la Hermandad [HEEND], la APPU 2 [...] volví a hacer el emplazamiento de que votaran con papeleta abierta y yo voté abiertamente por Norman [Maldonado]. De acuerdo a Hiram, mantener una conexión con los grupos estudiantiles y con la comunidad universitaria fue parte de su rol como representante estudiantil. Según informó, el mantener un vínculo con la comunidad estudiantil y la comunidad universitaria fue algo que se mantuvo a nivel de las estructuras de gobernanza universitaria. El logro más grande que yo podía haber tenido era que el Senado Académico me deja y aprueba una certificación apoyándome y que se quede aquí, que venga aquí y que nos entere. ¿Sabes? Eso era un mérito para un estudiante, que el principal cuerpo deliberativo te diera un espaldarazo de esa magnitud y yo me debía a ese, ahí había un compromiso ético, tú sabes. Yo no puedo fallar esto.

2

Hace referencia a la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, también conocida como APPU.

83 Yo iba a senados académicos, a donde me invitaban yo fui a todos los senados académicos de los recintos mínimo dos veces, de todos los recintos. Esta comunicación con los diversos sectores de la comunidad universitaria se vio reflejada también cuando hizo referencia a su relación con los consejos estudiantiles. Desde la plataforma de la JEN continuaron los diálogos con los consejos de estudiantes, por parte del representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. La Junta Estudiantil Nacional de alguna manera continuó reuniéndose. Contaba con la discusión sobre la elección del presidente, se hizo con todos los representantes de la Junta Universitaria. Tú sabes no eran cosas ajenas, había vínculos, comunicación. Yo participaba en reuniones a donde me invitaban y a las reuniones de la Junta Estudiantil Nacional iba y presentaba informes. Yo era miembro del JEN yo iba a las reuniones durante ese año. A su vez, mantuvo comunicación con otros grupos estudiantiles, particularmente organizaciones políticas, entre las que destaca la FUPI, organización que había presidido y la Unión de Juventudes Socialistas (UJS), entre otras organizaciones existentes en aquella época A preguntas de con qué otros grupos estudiantiles mantuvo estrecha comunicación éste indicó que: Pues [con] los grupos políticos estudiantiles, [...], en el caso particular de la FUPI y las otras agrupaciones que se manejaban más en lo que se constituyó en un momento en el CRE, que era el Comité de Reivindicaciones Estudiantiles. En el CRE estaba, la FUPI [...] la UJS, [...]Patria Libre, el Taller de Formación Política. En términos de su relación con otros grupos universitarios, particularmente aquéllos que representaban los intereses de sectores laborales, Hiram sostuvo que mantenía una comunicación constante. Reconoció que la mayor comunicación la mantuvo con dos ex presidentes la Hermandad de Empleados

84 Exentos No Docentes, Carlos Echevarría y Ana Milagros Santiago y con la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, conocida como la APPU. La APPU y la Hermandad… la Hermandad siempre ha sido solidaria con la causa estudiantil, nosotros teníamos una relación muy estrecha, primero con Carlos Echevarría y luego con Ana Milagros Santiago. Entre los retos a los que se enfrentó durante su período de tiempo representando al estudiantado en la Junta de Síndicos, Hiram pudo identificar el tema de la conexión con la comunidad como uno de los más apremiantes. Describió el mantener vinculación con el estudiantado y espacios de representación estudiantil como elemento importante para mantener un buen desempeño como representante estudiantil. Ese primer año se discutió, se le siguió muy de cerca a que nosotros no mal lográramos el esfuerzo de una participación que se convirtiera en fútil. Para mí era una paranoia del carajo porque tú sabes, tú estás bregando en un escenario donde tú eras principal oposición [con Saldaña] y ahora vas a tener aquí [con la Junta de Síndicos] y vas a sentarte aquí a escuchar y discutir con estos tipos [...] ¿Cómo sale uno incólume de esto? Y yo creo que ese es el secreto, no perder vinculación. Mantenerte ahí amarrado. No comerte el cuento de que tú eres administrador y que tú decides aquí. La forma en que se tenía que configurar y articular ese espacio de poder estudiantil, dentro de un modelo de representación de intereses colectivos en foros universitarios es destacado como un asunto que debe tratarse con cuidado en la articulación de ese espacio. Una estrategia para atender la situación fue estar constantemente bajo el escrutinio del sector al que representó. El modelo de participación efectiva de alguien que represente intereses colectivos en foros de dirección administrativa fue la experiencia nuestra y quizás no lo logramos todo lo que nos propusimos, pero establecemos como práctica qué los

85 representantes en este caso estudiantil y los docentes porque entonces lo pusimos contra la pared tenían que mirar para atrás. Sobre los beneficios identificados por Hiram de que existiera representación estudiantil en la Junta de Síndicos, éste menciona el acceso a la información como uno determinante. Ese acceso a la información, según señaló, no se limitaba a tener un documento, sino que incluía el conocer qué políticas públicas se estaban discutiendo y las razones para adoptar esas políticas públicas. Yo creo, tienes acceso a una información que antes no tenías y tienes la autoridad legal de exigir. [...] Desde la Junta de Síndicos a mí no me pueden negar un documento. Entonces yo cogí, ese espacio de poder, mínimo, de acceder a información, documentos, que en momentos de conflictos ayuda, sobre todo cuando se van a tomar políticas públicas interesantes [...] Pienso que el beneficio es que te da acceso a un espacio de conversación en el que se supone que se establezca la política pública. De otra manera no te enterarás de por dónde van los tiros. Lo que pasa es que ese beneficio [el de la información] no puede ser un beneficio individual tiene que ser un beneficio colectivo. El acceso a la información no puede percibirse como un beneficio individual, según Hiram. Desde su punto de vista, en ese rol de representante, tiene que haber una manera de que ese beneficio se informe al sector que represente. De igual forma, destacó que es importante que haya una vía de comunicación abierta con los sectores que la persona representa, para que le cuestione por las decisiones que toma. Es efectivo siempre y cuando sea en virtud de la representación de un colectivo, que es a lo que se debe aspirar. Los representantes de sectores en cuerpos directivos tienen que representar sectores no individuos y deben estar sujetos al escrutinio y a la evaluación periódica de sus acciones y deben estar disponibles a que alguien lo llame a capítulo y le diga yo quiero saber por qué tú votaste a favor de x, y, z y deberían estar sujetos, aunque la ley diga lo contrario, a irse del cargo si se le

86 retira la confianza. Es la única manera de garantizar que la participación sea efectiva, de lo contrario para el carajo. A su vez, este proceso de comunicación constante con el sector que representaba, permitió que el proceso de comunicación con la persona que le sucedió fuese uno, a su entender, bastante ordenado. Destacó que como el proceso de elección surgía desde la Junta Universitaria y se reunía constantemente con los representantes estudiantiles, había sintonía sobre el status de las cosas. Desde esta perspectiva, destacó que luego de elegida la persona que le sucedió, respetó el trabajo que tenía que desempeñar esa persona. Yo me reunía con los miembros de la Junta Universitaria con frecuencia, así que había más o menos una sintonía de por donde estaban las cosas y lo que había y yo entregué un informe de donde estaban las cosas y toda esa vaina. Pero una vez él estaba allí ya eso era asunto de él. Y yo no estaba, yo no ocupé ninguna posición más en ningún sitio. En el ejercicio de su rol como representante estudiantil, Hiram recordó que no tuvo un acercamiento cordial. De acuerdo a lo que destaca, tuvo que asumir una posición de reclamar su espacio e interrumpir para lograr que se escuchara su voz. Este asunto lo interpreta como una incomodidad para los miembros de la Junta de Síndicos que resultaron en otras acciones por parte del cuerpo. Tenían que darme turno porque me lo daban o yo interrumpía. Tenían que reconocer que yo estaba allí, pero yo creo que con una incomodidad. Pero por incomodidad, porque yo no, yo no asumí la cordialidad de que estos son todos amigos, estamos aquí ahora todos, la universidad está allá y nosotros aquí. Yo no asumí esa vaina. Así que como yo no asumía eso pues no, por eso las mociones de censura. Acorde con esto, destacó Hiram que la Junta de Síndicos como estructura no tenía limitaciones. La falta de limitaciones que tenía la Junta de Síndicos fue

87 identificada por Hiram como un asunto que causaba problemas debido al exceso de poder sobre la universidad que tenía el organismo. Cuando se indagó sobre las limitaciones, éste indicó que: Yo no creo que tenía limitaciones al contrario yo creo que tenía exceso de poder. Yo creo que el problema de la Junta de Gobierno de la Universidad, de la Junta de Síndicos o el CES es que tiene exceso de poderes sobre asuntos académicos y administrativos. Pese al exceso de poder, Hiram entendió que una Junta de Síndicos tiene un rol en la UPR. A su juicio, el hecho de que hubiera fondos públicos en la universidad requiere que haya un agente que administre, vele y fiscalice el buen uso de los fondos públicos asignados a la institución. Debería ser concebida únicamente como un ente administrativo fiscal eso es lo que debe ser la junta para que haya un organismo público con amplia representación de interés de diversos sectores de la sociedad que velen por la buena utilización de los fondos que el Estado pone para el desempeño de la educación superior del país y que los rectores vaya allí y le rindan cuentas [sobre el] presupuesto, estamos haciendo tal y cual cosa, que ayuden a confeccionar el presupuesto, solo la cosa presupuestaria, la política pública administrativa, académica no. Alexis Morales Fresse Alexis Morales Fresse fue representante estudiantil ante la Junta de Síndicos desde julio de 1997 hasta el 30 de junio de 1998. Alexis fue electo mientras era representante estudiantil ante la Junta Universitaria de la Administración de Colegios Regionales. En el momento en que fue electo, Alexis era estudiante subgraduado del Colegio Regional de Utuado en el bachillerato de administración de empresas. Su proceso de inserción en los cuerpos de representación estudiantil surge de un proceso de búsqueda de estudiantes para participar en organismos institucionales que fueron surgiendo.

88 Yo llego a la Universidad en el 1993 en ese momento entré a la Universidad de Puerto Rico en Utuado. En el recinto [...] no había Consejo de Estudiantes y se empieza a dar un proceso de selección de posiciones para diferentes juntas, comités y el propio Consejo y a falta de estudiantes que tuviera interés pues se fueron dando las dinámicas para ocupar posiciones. Según destacó Alexis, en su proceso de inserción en los cuerpos de representación estudiantil el proceso de cambio del CES a Junta de Síndicos fue importante. Con el cambio a la Ley de la UPR se mandató a la Junta de Síndicos desarrollar un proceso de reforma universitaria. Ese proceso de reforma universitaria contó con grupos de trabajo en los que se incluyó la participación de estudiantes, asunto por el que comenzó su proceso de integración a los cuerpos de representación estudiantil. Acababa de entrar la Junta de Síndicos hacía poco en la universidad y tenía un mandato de ley de hacer una reforma universitaria. Entonces hay dos estudiantes. Teníamos la inquietud de participar [...] al otro lo escogieron para la consulta [de los rectores] y a mí me escogieron para reforma universitaria. De acuerdo a Alexis, la participación estudiantil en la Junta de Síndicos fue parte de un proceso de discusión en el que la JEN tuvo un rol importante. En ese momento deciden participar de la Junta de Síndicos, aun cuando entienden que la creación de esa estructura fue un proceso de intromisión político partidista y con un interés de controlar a la universidad por parte del gobierno entrante. Es desde esa posición que entienden que la participación estudiantil en la Junta de Síndicos debía tener un rol de protesta y resistencia a ese interés de control y debía formar estructuras estudiantiles más democráticas. En ese mismo momento se estaba planteando la articulación de una estructura a nivel sistémico que era la Junta Estudiantil Nacional, que surgió como respuesta de la enmienda a la Ley de la Universidad de Puerto Rico que creaba la Junta de Síndicos y

89 sacaba [...] al Consejo de Educación Superior. [...] La comunidad Universitaria entendió eso como un proceso de intromisión político partidista en la universidad y de control [...] el tema de que se añadiera un estudiante a la Junta de Síndicos había [sido] manejado de la siguiente forma: se entendía que debíamos participar para protestar y para resistir en cierta medida y estar presentes en los procesos, pero no de la manera en que la ley lo articuló. Ser decía que como el proceso de resistencia los estudiantes [debemos] participar en esta estructura más democrática que representaba a los estudiantes de todos los recintos, miembro de la Junta de Síndicos en representación de los estudiantes [la Junta Estudiantil Nacional]. La participación de Alexis en la JEN, y su participación en la discusión de asuntos relacionados a la reforma universitaria, fueron factores que contribuyeron a que fuera elegido representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. Particularmente, su participación en los espacios de reforma universitaria, le llevaron a tener una radiografía de la UPR y los diversos temas que se trabajaban desde ella. Un asunto que se configuró durante ese tiempo, según señala Alexis, fue un polo de organización del sistema universitario entre el Recinto de Río Piedras y el Colegio Regional de Utuado. Logro llegar a la Junta de Síndicos porque fui participando a través de estas juntas y esos comités, aunque estudiantil, de manera consecutiva y Utuado se convirtió en la segunda sede de esa estructura sistémica. O sea, era Río Piedras-Utuado y ambas estructuras guardaban los archivos y los documentos de las decisiones de nivel de sistema. [...] Los que estábamos en reforma recibimos planteamientos de todo tipo: de cultura, de normas, de procesos académicos. O sea, la reforma se planteaba desde todas las perspectivas. Así que yo tuve acceso el diagnóstico que hacía la comunidad y a las propuestas que [...] había hecho la comunidad. Así que [...] en ese momento me convertí en una persona con mucho conocimiento de lo que era la [...] problemática universitaria y formas de resolverla. Previo a su llegada a la Junta de Síndicos, Alexis contó con la mentoría de algunos estudiantes, particularmente del Recinto de Río Piedras. En el caso

90 específico señala a Jorge Díaz quien fuera representante estudiantil ante la Junta de Síndicos entre 1994 y 1995. Por otra parte, indicó que en algunos momentos estuvo solo tomando las decisiones. Yo estuve bastante solo en algunas cosas, en algunos momentos. Al principio no. Al principio había unos líderes estudiantiles de Río Piedras que hicieron bastante mentoría. Este, Jorge Díaz, había otros más, pero Jorge Díaz fue uno de los bastantes... había un grupo bastante amplio en Río Piedras que iba de salida que venían de finales de los 80 y principios de los 90, eh, que hicieron mucha mentoría. O sea, con ellos yo aprendí muchísimo. Alexis fue electo el 22 de abril de 1997 por el caucus estudiantil ante la Junta Universitaria. De un análisis de las actas y de la entrevista, se identificaron algunos temas que fueron discutidos durante ese año que tuvieron relevancia. La salida del Rector de Río Piedras, a varios meses de que hubiera un incidente durante una visita de la entonces Secretaria de Estado, Norma Burgos y del Gobernador, Pedro Rosselló González, a la UPR y su posterior proceso de consulta; la oposición de algunos senados académicos a una política que permitiría que estudiantes con C, D y F repitieran los cursos sin que se calculara para el promedio general la peor nota; las posibilidades de un aumento en la matrícula en los cursos de verano; la construcción del Tren Urbano y Plaza Universitaria; el proceso para otorgar autonomía a los Colegios Regionales; el nombramiento de un Rector en propiedad en el Recinto de Mayagüez que no contó con el aval del Senado Académico, pero sí con el de los estudiantes, su eventual salida y el proceso de consulta; y la oposición de la Junta de Síndicos a una ley que le quitaría fondos a la UPR, son sólo algunos de los temas que fueron parte de la agenda de ese año. Su elección ante la Junta de Síndicos provocó que se transfiriera académicamente al Recinto de Río Piedras. De esa

91 forma, éste pudo atender el reto de transportarse desde el centro del país hasta las reuniones de la Junta de Síndicos que eran en el Jardín Botánico de Río Piedras. [Cuando se da] mí participación en la Junta de Síndicos, por un tema de transportación, solicito a Río Piedras y me mudo a Río Piedras. Me mudo académicamente porque estuve viajando y haciendo veinte cosas para poder participar, pero se me hizo bastante difícil. El asunto de la transportación, fue identificado por Alexis como uno de los elementos que mayor reto tuvo para poder desempeñarse como representante estudiantil. El manejo de la gran cantidad de documentos que recibía fue identificado como un problema, aunque se entiende superados en la actualidad por el desarrollo del internet. No obstante, entendió que en su momento le representó una limitación en su desempeño como representante estudiantil. La transportación era bien complicada. En términos de, en ese momento todavía no teníamos el sistema electrónico, o sea todo el manejo de los documentos era una locura, o sea demasiado, el volumen de documentos era muy grande como para poderlo manejar. O sea, fácilmente ahora uno entra en el internet y lo lee ahí, en ese entonces tú tienes que cargar con grandes cantidades de documentos, este, el que tenía algún interés te lo llevaba. Yo recuerdo que yo residía en Torre Norte y quería aprobar algo de Plaza Universitaria y el, la persona, una de las personas que tenía mucho interés en que eso se aprobara, me envió cajas allí, me las llevó… las cajas de los, de todo lo que se planteaba de Plaza Universitaria. Mientras Alexis fue representante estudiantil en la Junta de Síndicos, se celebraron 20 reuniones, de las cuales 17 fueron de carácter ordinario y tres extraordinarias. Durante ese año, se excusó de dos reuniones extraordinarias y de cuatro ordinarias. Por consiguiente, estuvo presente en 13 reuniones ordinarias y una reunión extraordinaria. La Tabla 4 recoge el resumen de las

92 reuniones de la Junta de Síndicos durante el año en que estuvo sirviendo Alexis. Es importante destacar que las ausencias de Alexis en la Junta de Síndicos se dieron, principalmente a finales de su período como representante estudiantil. En las actas surge un planteamiento de que en dos ocasiones estaba resolviendo un asunto de un choque, así como en otra ocasión se señala que en esos días se llevó a cabo un paro sistémico del estudiantado. Junto a Alexis, los representantes claustrales fueron la Dra. Dolores Miranda, del Recinto de Río Piedras y la Dra. Gloria Ceide, del Colegio Universitario de Humacao. Tabla 4: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Alexis Morales Fresse Tipo de reunión Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria

Fecha de reunión 21 de agosto de 1997 4 de septiembre de 1997 25 de septiembre de 1997 9 de octubre de 1997 6 de noviembre de 1997 13 de noviembre de 1997 18 de diciembre de 1997 10 de enero de 1998 15 de enero de 1998 12 de febrero de 1998 26 de febrero de 1998 12 de marzo de 1998 25 de marzo de 1998 31 de marzo de 1998 16 de abril de 1998 29 de abril de 1998 14 de mayo de 1998 11 de junio de 1998 25 de junio de 1998 30 de junio de 1998

Asistencia Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Ausente Ausente Ausente Ausente Ausente Presente Ausente

Las protestas estudiantiles contra el entonces Gobernador, Pedro Rosselló González, durante una visita que hizo al Recinto de Río Piedras se dieron en momentos en los que en el país se discutía la venta de la corporación pública de teléfonos, conocida como la Telefónica. Días después, durante el mes de septiembre, el entonces senador por el Partido Nuevo Progresista, Kenneth

93 McClintock visitó el mismo recinto con un desenlace similar. El 1 de octubre de 1997 se llevó a cabo un paro nacional en el país en contra de la venta de la corporación pública de telefonía. A una semana del paro nacional, la entonces Secretaria de Estado de Puerto Rico, Norma Burgos, se dio cita en la institución, asunto que se interpretó como una provocación deliberada del gobierno de turno al estudiantado. Eso fue una época administrativa donde nombramos rectores. Una situación bastante intensa porque fue cuando entró Norma Burgos y [Pedro] Rosselló a la Universidad y pues yo estuve en la Junta. Y yo tuve que recibir los reportes del equipo legal que designó el entonces rector González Tejera, que en paz descanse y recibir pues la información [...] La situación la presentó González Tejera y fue interesante porque ya la los asesores de legales de la universidad en la Junta ya tenía un libreto de cómo se practicaban estos asuntos y recuerdo muy claro que en aquel momento que se filtró la recomendación que se hacía era pues generar una dinámica que provocará algún choque físico y entonces ir a un injuction. O sea, es una dinámica que ya es un libreto: tú trancas [...] se busca una provocación y traes el tema de la policía. No todos, no había una receptividad unánime a eso en la Junta. Pero sabemos que se dieron los incidentes y eso alborotó a toda la Universidad, completamente. De hecho, eso nos dislocó el proyecto de reforma universitaria porque nosotros pensamos que, activando a Río Piedras, o sea, movilizándola en términos de discusiones pues íbamos a impulsar el proyecto. Pero no contó con el diseño de una entrada de un Gobernador y una Secretaria de Estado. [...] Con ese diseño que se veía que hasta cierto punto era o sea la comunidad la interpretó como una provocación y se dividió la comunidad. Había [...] gente que entendían que no, que los estudiantes se habían comportado de manera violenta, etcétera y se dio todo este debate. Y eso [...] puso a mirar a toda la comunidad Universitaria en esos asuntos y no en el proyecto de reforma. Según Alexis, la intención de provocar a la comunidad universitaria tuvo el efecto de detener los esfuerzos de reforma universitaria que se gestaron por parte de la comunidad universitaria. Los esfuerzos de la comunidad se concentraron, según Alexis, en repudiar la violencia y en dividir a la comunidad

94 universitaria sobre el tema de la violencia y no en el beneficio para la Universidad. En aquel momento ya uno veía que, si es alguien, si alguno de la Junta aceptaba ese asesoramiento pues no iba a ser beneficioso para nadie en la Universidad y pues ahí uno le da la oportunidad y dice mira [...] la Universidad es otra cosa, es un mundo de choque de ideas donde entre nosotros podemos resolver nuestros asuntos. No hay necesidad de traer la violencia. Pero me parece que a veces hay unos diseños que vienen desde afuera por diferentes razones y esos diseños alteran mucho la dinámica interna de la universidad. Son como intenciones, vamos a decirlo de esa manera, pero no necesariamente están vinculadas con los mejores intereses del país, pero se dan. Las protestas al Gobernador y a la Secretaria de Estado, provocaron que se presentase el asunto a la Junta de Síndicos, organismo que ordenó una investigación al respecto en la reunión del 9 de octubre de 1997. En diciembre de 1997 se discutió el informe preliminar en una reunión ejecutiva de la Junta y en enero se anunció la decisión del Rector del Recinto de Río Piedras, Lcdo. Efraín González Tejera, de renunciar. Según el acta del 10 de enero de 1998, aunque se aceptó la renuncia ese día, efectiva el 15 de enero, se mencionó que hubo ocasiones previas en las que el Rector había expresado su deseo de renunciar. De igual forma, en el acta se anota que hubo una reunión entre miembros de la Junta de Síndicos nombrados por el Ejecutivo para hablar sobre la situación de la Rectoría del Recinto de Río Piedras. Esta acción provocó que la Dra. Dolores Miranda y la Dra. Gloria Ceide presentaran la preocupación de que la Junta estuviera tomando decisiones sin reunirse como pleno. En esa reunión, ambas claustrales solicitaron sin éxito que se explicaran las razones para solicitar la salida del Rector del Recinto de Río Piedras. La posición estudiantil sobre el asunto no estuvo plasmada claramente en el acta, aunque la votación fue de tres

95 votos en contra y 10 votos a favor, dejando entrever con ellos que la destitución del Lcdo. González Tejera fue tomada por los miembros de la Junta de Síndicos nombrados por el Ejecutivo. En otra ocasión similar, la Junta de Síndicos toma una decisión sin consultar a los miembros de la comunidad universitaria y tanto el representante estudiantil, como la Dra. Dolores Miranda Gierbolini, radicaron una demanda contra el Presidente de la Junta de Síndicos. En esa ocasión aunaron esfuerzos para oponerse a lo que consideraron una violación a unos principios compartidos por la comunidad universitaria que provocan que ambos sectores se unan en ciertas situaciones. Colaboré con los docentes [...] de los diferentes niveles y a nivel de Junta de Síndicos. Bueno, no había como que un proyecto en común, aunque pues en el caso de Dolores Miranda y yo nos unimos en el tema de la demanda pues, porque ahí, yo creo que sí se ha habido unos principios que se han compartido entre los sectores: autonomía universitaria y respeto a las decisiones democráticas y participativas. Ha habido unos principios y obviamente pues ante la decisión del presidente de la de cerrar la universidad sin nosotros participar pues nos unieron en su principio. El tema de la demanda a la que hizo referencia Alexis fue una acción judicial que incoaron ante la decisión del Presidente de la Junta de Síndicos de decretar un receso académico en el sistema de la UPR sin que hubiera una reunión de la Junta de Síndicos en la que estuvieran convocados debidamente sus miembros. En este cierre patronal no contaron con la participación de la claustral Dolores Miranda, ni conmigo y nosotros tuvimos que hacer una demanda. Pero como no podíamos demandarnos a nosotros mismo pues, tuvimos que demandar al Presidente de la Junta por haber [...] tomado la decisión y después convocó a la Junta para una ratificación y en esas ratificaciones no nos incluyeron a nosotros [...] y nosotros lo demandamos en el carácter [...] yo creo que personal y de Presidente.

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Desde este punto de vista, se puede decir que hubo colaboración con el sector docente en varios asuntos. De igual forma, se puede constatar en las actas de ese año que en ocasiones hubo seguimientos por parte de los representantes docentes de proyectos estudiantiles, como al de un congreso de líderes estudiantiles. Para uno de los congresos de líderes estudiantiles, Alexis presentó una propuesta ante la Junta de Síndicos quien autorizó el desembolso de unos fondos de la Presidencia y de la Junta de Síndicos para llevar a cabo la actividad. En esas actividades se discutían aspectos relacionados a la vida estudiantil tales como cambios a las estructuras de representación estudiantil, cartas de derechos de los estudiantes, entre otros temas. [Se plantearon] reformas al interior de las estructuras de los estudiantes y hubo también propuestas unos congresos y uno o dos o tres congresos donde se aprobaron carta de derechos de los estudiantes y de deberes políticas de los estudiantes. Otra forma de colaboración que se dio entre la Junta de Síndicos y el representante estudiantil fue a través de una propuesta para que se permitiera la repetición de cursos a estudiantes que habían obtenido calificaciones C, D, F o No aprobado. Este asunto que fue aprobado por la Junta de Síndicos, en noviembre, recibió el rechazo de algunos senados académicos. La Universidad se resistió por mucho tiempo a la repetición de cursos cuando las universidades privadas las permitía. Entonces cuando venían las lógicas, o sea, los argumentos de por qué no era una lógica punitiva, que no se conocían las diferentes variables que el estudiante tiene para poder afectarse y lo que [...] quiero es una oportunidad: permíteme mejorar y reconocer esa mejoría. ¿Por qué tiene que ser un acumulativo en contra? En el caso particular del Recinto de Mayagüez, la política de cambio de notas, así como la designación de un Rector en propiedad que no fuese

97 recomendado por el Senado Académico, aunque fuera avalado por el comité de consulta estudiantil, conllevó a una situación de confrontación entre ambos cuerpos, según consta en las actas. Entre las consecuencias que hubo, se dio la salida del Rector un mes y medio luego de nombrado. Entre las discusiones que se desarrollaron en ese momento estaba la legitimidad de su nombramiento, específicamente la legitimidad de un comité de consulta estudiantil ante la inexistencia de CGE por siete años. Otro asunto que fue parte de la agenda de la Junta de Síndicos del año académico 1997-1998 tuvo que ver con el conceder autonomía a los Colegios Regionales para convertirlos en unidades autónomas. Ese proceso de cambio en las estructuras de los antiguos colegios regionales trajo preocupaciones y seguimiento en las reuniones de la Junta. Sonaba muy bien [...] dejarles ser autónomos y que te controlara una administración central, pero estaba la preocupación de que si se iban a replicar las mismas estructuras en todos los recintos. O sea, el mismo cuerpo de decanos, [...] todo el andamiaje y que al final iba a ser más costoso operar los recintos. Y, bueno, al final, les dieron la autonomía a todos los recintos. Yo creo [...] tuvo que ver en esa dinámica el cambio de nombre, porque ahora todas se llaman UPR en tal lugar y era importante. No sé si tú te has dado cuenta, pero le dicen IUPI a la UPR de Río Piedras y los demás no se sienten IUPI. Y entonces viene el tema de ponerles UPR en Cayey, UPR en Humacao. El asunto presupuestario fue otro elemento de discusión en esa época, debido a que el Gobernador presentó un proyecto de ley que le retiraba fondos a la institución para crear una ley de oportunidades educativas. Este asunto tuvo una discusión en la Junta de Síndicos y avalaron la posición del Presidente oponiéndose a la reducción de fondos a la UPR. De igual forma, se rechazó la

98 posibilidad de aumentar los costos de matrícula durante ese verano. Estas posiciones, sin embargo, fueron promovidas por la Presidencia. De acuerdo a Alexis, hubo un trato particular por parte de la Junta de Síndicos hacia él. De igual forma, señaló que no se le permitió presidir comités. No obstante, comentó que recibió invitaciones para participar de viajes oficiales al exterior en representación de la Junta, las cuales rechazó por entender que, para él, aceptar ese tipo de invitación podría interpretarse como un acomodo a unas estructuras que él tenía como deber cuestionar. Por esas mismas razones, rechazó por escrito un reconocimiento que le hiciera la Asamblea Legislativa. Esa apertura, sin embargo, no se traducía en apoyo a proyectos importantes. Hubo organizaciones que por ejemplo […] me aprobaron reconocimientos y cosas así y la Legislatura también, pero mí actitud no era muy buena en ese momento. Yo no quería recibir nada de nadie y usualmente no los aceptaba. Creo que fue un error, debí haber sido más abierto a eso. En ese momento era un poquito, era oposicional por decirlo de alguna manera y no veía con buenos ojos esas cosas. Y dejé pasar muchas cosas así y en algún momento la Legislatura aprobó una resolución y por escrito la contesté [...]debí haber una carta de agradecimiento y no una carta de protesta. De igual forma, algunos de los choques que se produjeron con algunos miembros de la Junta de Síndicos podían responder a la visión que tenían los miembros de la Junta sobre su rol en el organismo. Alexis indicó que no percibió por parte de los miembros de la Junta de Síndicos un interés en transformar a la UPR. Yo creo que nosotros en ese momento yo era bien idealista y quizás esa gente se ve, los miembros de junta [...] no van allí con una mentalidad reformadora ni de transformación. Van a tomar las decisiones y validar las decisiones que vienen desde abajo, vienen de distintos cuerpos o vienen del presidente, o vienen desde arriba, de alguna política por virtud de ley federal, estatal o

99 alguna política del gobierno. Pero me parece a mí, que los síndicos nombrados por el gobernador y confirmados por la Legislatura, este, no se visualizan necesariamente o en ese momento, no se visualizaban como agentes de cambio y de transformación. En términos generales, Alexis describió como una relación cordial la que mantuvo con los miembros de la Junta de Síndicos. De igual forma, señaló que había algunas personas con las que tenían choques por su visión sobre la UPR o por las experiencias previas que habían tenido con la institución o con los sectores estudiantiles. Era una relación cordial con los miembros de Junta, aunque había siempre había unos más vocales. [...] Con ciertos miembros de la junta pues se daba más conversaciones y pues uno podía ver las ideas y chocaban las ideas a veces porque generalmente estas gentes vienen de afuera de la universidad muchos de ellos, así que no comparte necesariamente la visión y la cultura de la universidad y entre uno que otro pues venían ya de la universidad. En este caso pues esta persona, que no recuerdo el nombre ahora, venía de la universidad y hay veces que vienen de experiencias no tan gratas. [Hubo] una administración no le dio oportunidades, está mí nombre la Junta de Síndicos entonces pues resiente en ciertas dinámicas y eso percola en las decisiones de la Junta o tiene una concepción de cómo interactuar con los estudiantes o con los líderes estudiantiles en particular. Alexis señaló que su relación de trabajo con los consejos generales de estudiantes del sistema fue articulada principalmente desde el caucus estudiantil de la Junta Universitaria y la JEN. Este organismo era el que se encargaba de atender los choques que existían entre los recintos y armonizar la posición estudiantil que tenía que presentar. Me parece que había siempre ha habido un choque por la preponderancia que tiene Río Piedras en virtud del acceso a los medios. Por ejemplo, puede ser que los diez recintos no quieran un proceso conflictivo, pero si Río Piedras dice a nosotros no nos gusta esto y vamos a hacer x o y acciones concertadas, es como si lo hubiesen decidido los 11. Entonces, esa dinámica, siempre

100 trajo problemas. Entonces, esos balances había que estarlos trabajando en la Junta Universitaria y en la Junta Estudiantil Nacional y en otros foros fuera de eso. Su relación de trabajo con la JEN apunta a que era una muy buena, al punto de que llegaron a plantear el que aspirara a un puesto electivo en el país en representación del estudiantado. Hubo una decisión en la Junta Estudiantil Nacional de que yo corriera como candidato independiente […] había un abogado y hubo gente designada, de estos […] Abogados ad hoc, notarios ad hoc, este… y no se dio. Destacó Alexis que tuvo situaciones de tensión con algunos grupos estudiantiles en ciertos momentos particulares. Una de esas confrontaciones se dio luego de que reclamara que la Universidad cumpliera con sus derechos de no divulgar su expediente académico. La denuncia, según Alexis, hubiera puesto en riesgo a la institución de perder fondos federales y conllevó a una molestia por parte de algunos sectores de la comunidad universitaria que fomentaron que lo confrontaran en una Asamblea de Estudiantes. En algún momento divulgaron mis expedientes a la prensa. Y [...] cuando hice el planteamiento de que eso era una violación a los derechos míos como estudiante, pues las disposiciones de Ley implicaban que la Universidad podía perder fondos federales, por esa violación de derechos. [...] Como hice ese planteamiento se polarizó tanto que, que hubo profesores que le exigieron a sus estudiantes que hicieran actos de reclamo en contra mía [...] Y recuerdo que unos estudiantes que después supe que su profesor le había dicho que no iban a pasar un examen que tenían [...] habían ido allí con instrucciones de sabotear esa asamblea. Esos estudiantes se pusieron bien difíciles en la asamblea, al punto que el Procurador de Estudiantes me pidió que me fuera con él de la asamblea porque yo había hecho ese planteamiento a la Oficina de Derechos Civiles en Estados Unidos y hay otra oficina que se llama por las siglas de la ley, FERPA.

101 Asimismo, la fiscalización constante por parte de los sectores estudiantiles, fue presentado por Alexis como un elemento persistente durante su espacio de tiempo en la Junta. Destacó que existía una constante sospecha sobre el trabajo del representante estudiantil tanto por la cercanía que pudiera darse con los administradores, así como por la falta de transparencia que pudiera desarrollarse. Esa cercanía, cónsona con la aprehensión a ser percibido como que se acomodaba demasiado a las estructuras y se concedieran unos privilegios al representante estudiantil, que eran mal vistos por la comunidad a la que representaba. Si tú te vas a discutir cosas muy cercanas con la con la administración pues tenías las presiones de otros grupos de la universidad diciendo "Oye, pero tú realmente lo que esta es trabajando para la administración" como si fuera algo negativo trabajar para la administración. Y es el tema de la sospecha y la sospecha se da, me parece a mí que se da, por la falta de transparencia entre todos los sectores la falta de transparencia en todos los sentidos y la idea de que de que unos somos privilegiados versus otros. Entonces pues si tú [como líder estudiantil] te pones a trabajar de cerca con la universidad o con algún funcionario de la universidad […] lo pueden pensar como que te quieres beneficiar eventualmente de esa relación Y eso era penalizado bastante penalizado entre los grupos estudiantiles de ese momento. Alexis indicó que en muchas ocasiones los organismos de gobernanza de la institución recurrían a la representación estudiantil, o claustral ante la Junta de Síndicos como mecanismo de llevar sus planteamientos o expresiones ante la Junta de Síndicos. Aunque catalogó como muy buena esa relación con los cuerpos de gobernanza, éste reconoció que había choques con algunos sectores docentes que estaban en los organismos y que pretendían que adelantaran esa agenda desde la posición estudiantil.

102 [Los cuerpos de gobernanza] no necesariamente usaban el canal del Rector. Decían, por ejemplo, nosotros nos expresamos sobre procesos de consulta de esta forma, o sobre reforma universitaria o sobre x o y cosa, la política de no confrontación, lo que fuera. Ellos hacían alguna expresión y si la aprobaban pues no necesariamente que el canal oficial le hiciera llegar la comunicación. O nos invitaban también a participar de las reuniones, eh, o hacían algún tipo de actividad o foro y nos invitaban. En este caso me invitaban a mí. Eh, creo que en Río Piedras eran más abierto a eso. Que como líder estudiantil de la Junta de Síndicos había una dinámica de que te permitían estar en el Senado Académico, entrar, creo que había una cultura de mucha más participación versus los otros recintos. Eh… Yo creo que es más básicamente era eso, esa dinámica así de, pero sí, siempre ha habido choques con algunos docentes que visualizan a la universidad de cierta manera y te piden que tú, eh, ejerzas tú liderato en esa dirección. De igual forma, Alexis señaló que su relación con los grupos que representan sectores laborales en la institución fue muy buena. De hecho, destacó que se sintió muy apoyado por éstos, aun cuando tenían choques en algunas causas. Conmigo colaboró, yo me sentí muy apoyado por, aunque habían [...] intereses diversos, yo me sentí muy apoyado por la CONAPU, por la Hermandad de Empleados, por el Sindicato. Tenía mucha, mucha recepción entre grupos de profesores de [...] todos los recintos, Como te digo, siempre hay [...] unas necesidades e intereses que chocan porque pues cada sector [...] quiere adelantar su causa, pero por lo menos, en mí tiempo, me sentí bastante, bastante apoyado en los asuntos que necesité. Alexis reflexionó sobre las situaciones en las que se podía interpretar como un conflicto entre sus intereses como representante de un sector y los mejores intereses para la UPR. Indicó, sin embargo, que, aunque parece que los roles entre representar un sector y los mejores intereses para la UPR se solapan, éste entiende que es posible ser balanceado en esos escenarios. Cuando tú estás en la Junta digamos que, de Disciplina, usualmente, tú te conviertes en alguna especie de abogado. Y el

103 estudiante pudo haber fallado en ciertas cosas, pero tú estás allí para garantizar un debido proceso de ley y alguien puede pensar que tú no debes y lo debes dejar solo y que el proceso lo aplaste. Pero aquí, el mejor interés para el país es que tú logres que prevalezca el debido proceso de ley, siempre, siempre. Porque es lo que mantiene, nos mantiene en armonía en la sociedad. Si tú permites que, aunque alguien haya actuado erradamente se le viole algún derecho procesal, pues permites que a un inocente eventualmente también se le aplique lo mismo. Así que es un retroceso en términos de proceso. Así que ese balance entre lo individual y lo colectivo se da en esos escenarios. De igual forma, destacó que el tomar decisiones y asumir posiciones lo lleva a cometer errores. No obstante, en la medida en que se participa en la toma de decisiones y se asumen posiciones, puede haber un proceso de reflexión y de aprendizaje para evitar cometer los errores en otros escenarios. A veces te protestan por un, por un profesor o por unas decisiones y tú entiendes que no necesariamente son, en el camino te das cuenta que no necesariamente son puntos válidos, pero ya el camino ocurrió y ya tú hiciste los planteamientos y luego que, en la reflexión, al final te das cuenta que defendiste algo que no [debía ser. Eso] te ayuda para aprender. Y para hacer un proceso de indagación mucho más profundo antes de llevar planteamientos. Este, pero son cosas que pasan, ¿no? Que nos pasa a todos en todos los niveles y que el que asume el rol de representar hay veces que representas demasiadas cosas. Demasiadas cosas. Y hay veces que te pones a defender asuntos que, que cogen vuelo, pero que no necesariamente son trascendentales y a veces desvían la atención de los asuntos medulares. De igual forma, identificó la coexistencia de dos modelos de gobernanza universitaria como uno de los problemas a la hora de tomar decisiones que tiene la institución. La existencia de un modelo norteamericano de gobernanza choca con la intención de tener un modelo latinoamericano, que es promovida por sectores de la comunidad universitaria. Nosotros tenemos un modelo bien latinoamericano de participación o por lo menos la intención de y unas estructuras

104 visualizadas de cómo se da la dinámica en Estados Unidos. Y choca todo el tiempo. Porque la Universidad está pensada más en el modelo americano, pero la intención de la comunidad es participar del modelo latinoamericano. Es una cosa bien activa, es acalorada, es un choque fuerte de las ideas, pero [...] esa dinámica no permite acumulación de una inteligencia organizacional porque hay discontinuidad cada vez. En esa dirección, el tema de reforma universitaria fue uno de los que considera importantes e inconclusos. En múltiples ocasiones Alexis hizo referencia a la intención de la JEN de que se aprobara una reforma universitaria, sin embargo, no tuvieron éxito. Desde su testimonio, uno de los asuntos que tiene que atender esa reforma universitaria era articular el modelo de gobernanza universitario para que no tuviera los choques y el otro presentaba un asunto de armonizar el discurso sobre el que está construido el espacio universitario, con su praxis. Yo creo que lo inconcluso está en que no se llegó a madurar una reforma universitaria como nosotros la planteamos. Ni como la planteamos en mí tiempo, ni después. Así que esos dos temas son importantes. La universidad está montada en unas lógicas y a veces sobre unos discursos que cuando tú los ves en la práctica no son realidad. Por ejemplo, esta es una universidad que se pensó o se plantea que está para transformar la realidad de la gente pobre. [Sin embargo], las dinámicas que en ese tiempo se estaban dando y que probablemente se han seguido dando no llevaban a que la gente pobre llegara a la Universidad, sino que las universidades privadas eran quienes atendían a los pobres o han estado atendiendo a los pobres. Así que te causa hasta conflictos emocionales. Asimismo, la preocupación por la continuidad de los trabajos, fue uno de los asuntos inconclusos que no pudo adelantar. Según señaló, tanto el aspecto de la continuidad de los trabajos, como los de profesionalización, eran asuntos que se discutieron, pero no se lograron concretar. Destacó que este asunto de la profesionalización, así como establecer unas estructuras más institucionalizadas

105 que permitan a los estudiantes compartir la inteligencia organizacional por medio de las generaciones, eran parte de los debates que sostenían y que considera importantes. Por ejemplo, si tú querías solidificar la causa estudiantil y querías generar condiciones para que haya una participación mucho más efectiva pues había quien pensaba que además de las exenciones de matrícula, que dan a unos niveles, pues el líder estudiantil necesita convalidación de crédito, necesita quizás un programa de… como una escuela de líderes, pero no diseñada por la universidad, diseñada por nosotros mismos con respecto a las necesidades. Necesitas, eh… quizás mayor flexibilidad en algunos temas, pero no puede, nosotros teníamos algunos que no podían darse al azar y porque tuviera buenas relaciones en algún recinto o en alguna que otra oficina. Tenía que haber una política institucional que fortaleciera, entendíamos que debía haber un reconocimiento institucional de la estructura que nosotros habíamos propuesto. No obstante, reconoció que en el estudiantado había sectores en contra de esa estructura por entender que podía desarrollar una burocracia que afectara el desarrollo de los cuerpos estudiantiles y las posibilidades de representar al cambiante sector estudiantil. Ese debate, entiende que ni tan siquiera luego de haberse graduado hace más de una década se ha podido superar, pero presenta los siguientes argumentos: Creo que tiene que haber una política que apoye al líder estudiantil en todos los sentidos. Y eso hay que hacerlo bien profesional. Para eso hay que decir, el líder estudiantil, ¿ya es líder estudiantil? Pues para facilitarle su proceso a lo mejor tiene que escoger primero los cursos, para poder armar bien su programación. Yo tuve que renunciar a casi todos mis cursos. Tiene que haber una flexibilidad en cuanto a cómo se le apliquen los términos, en las disposiciones sobre progresos académico y todas esas cosas. Tiene que haber unas salvedades porque este es un funcionario, el líder estudiantil es un funcionario público que nombra y despide al presidente de la Universidad, a los rectores, a los decanos, este, aprueba el presupuesto de la Universidad. Tiene el poder de hacer unos planteamientos a nivel del gobernador y de la asamblea legislativa porque está investido con

106 los poderes del estado y los diferentes líderes estudiantiles a diferentes niveles tienen unos niveles de poder, este que están consignados en la ley, así que cada uno de esos se convierten también en funcionarios en algún sentido y tiene que, ese ejercicio de formular o implantar políticas tiene que estar apoyado. Pero esto hay que verlo en manera profesional, no puede ser de manera acalorada. Hay que sentarse como cuerpo estudiantil y decir mira, para que un estudiante pueda ejercer bien sus labores, primero hay que profesionalizarlo, por lo tanto tiene que tener una capacitación y la universidad puede reconocer esa capacitación de alguna manera, porque ahí tú tienes que aprender de leyes, reglamentos de procesos parlamentarios, discursos, tienes que aprender de cómo, de procesos apelativos, o sea, son tantas dimensiones que tienes que entender y entenderlas bien para que todo el mundo se beneficie de esa participación. En esa dirección, Alexis reconoció que hubo un beneficio personal que obtuvo de haber participado de las estructuras de participación estudiantil, incluyendo la Junta de Síndicos. Destacó que los conocimientos obtenidos de dirigir reuniones, negociar y articulación de políticas públicas le ha servido en su desempeño laboral. Todo lo que yo sé hacer hoy día lo aprendí en los […] consejos de estudiantes. […] Todo lo que me ha servido en mí liderato en el país lo obtuve de los procesos de la Universidad: redactar comunicaciones, comunicados de prensa, dirigir reuniones, interactuar con diferentes actores, ser diplomático hoy. Se dio por un proceso de bastante intensidad. Eso es como (risas) haber pulido algo de… venir de zona volcánica a generar una zona urbana. […] Pero se dio por un proceso evolutivo. Y obviamente el haber interactuado con los profesores y los administradores, me enseñó a formular políticas públicas y a ver la formulación de políticas públicas a diferentes niveles hasta llegar al nivel de Junta de Síndicos y luego me ayudó a ser funcionario en la Universidad. Ese beneficio, pudo ser entendido como algo generalizado sobre líderes estudiantiles pasados o contemporáneos que se ven en puestos de liderazgo del país. Entre las personas que destaca está el pasado aspirante a la gobernación por el Partido Popular Democrático en las elecciones del 2016, David Bernier.

107 Al final si tú te das cuenta, todos esos líderes estudiantiles, en alguna medida, son la gente que al final dirige el país. Ponte a pensar, todos esos líderes estudiantiles en algún momento son los que dirigen el país. En mí tiempo, cuando yo dirigía, cuando estaba en la Junta de Síndicos y en la Junta Estudiantil, por ejemplo, David Bernier era presidente de Consejo. En un discurso de estudiante, allí es visto por la entonces gobernadora y es reclutado por ese discurso y entonces empezó a escalar mediante las estructuras, trabajando en diferentes momentos y con diferentes partidos. […] Y cuando tú vas pasando revista, casi todos los presidentes de y de los cuerpos legislativos o gobernador o secretario de estado, posiciones así, han sido líderes en la universidad. No necesariamente los legisladores en términos generales, pero los que llegan a posiciones más altas, ya pasaron por procesos de elecciones en los consejos o de decisiones en las juntas de la Universidad. Más allá del beneficio que tuvo en su formación o que tiene en la formación de la clase política del país y en la articulación de espacios democráticos, Alexis destacó que es importante la existencia de representación estudiantil en la Junta de Síndicos porque ayuda a comunicar el contexto en el que se aprueban las cosas. Mediante ese contexto, indica que como representante estudiantil puedo presentar un rol de fiscalización donde presentaba si se habían aprobado políticas que beneficiaban a la comunidad y al país, así como crear otro tipo de opinión pública. El líder estudiantil lo cubre la prensa, este, puede decir las decisiones que se tomaron, puede contextualizar esas decisiones y puede decir las implicaciones que tienen para Puerto Rico y para la comunidad universitaria. Y eso es un balance, es balancear los poderes. Si no estuviera esa participación ahí, Dios sabe lo que pasaría. Porque solamente se, solamente estarían representados unos intereses en particular que sabemos que obviamente en las estructuras de poder en los países, prevalece por la decisión popular una visión y eso después percola a través de todas las estructuras, aunque la Universidad se quiera ver distanciada de eso. No hay manera, no hay manera porque somos seres humanos, que se distancia. Puede haber una distancia relativa, pero al final hay una filosofía de cómo gobernar y cómo hacer las cosas y si no hay un estudiante no hay un balance de poderes.

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La limitación principal que tenía la representación estudiantil en la Junta de Síndicos, era el tiempo que estaba en la posición. De igual forma, destacó que en su tiempo en la Junta no había participación estudiantil de forma compulsoria en los comités de trabajo del organismo. Yo creo que la participación estudiantil en la Junta debe repensarse en términos de los tiempos, o sea la cantidad de tiempo que está el líder estudiantil, los comités que está de manera compulsoria que no sea por decisión de la Junta, que debe haber una participación que quizás en todos los comités, yo no sé si eso es así ya. Pero tiene que haberlo. En algunos comités, ese líder estudiantil debe ser el que preside. En términos de los beneficios que le traía la Junta de Síndicos a la UPR, éste destacó que era importante que hubiera una separación entre el rol de acreditación de la educación en el país y el rol de administrar una universidad pública. No obstante, indicó que el beneficio que pudiera traerle la Junta de Síndicos a la institución depende de lo conectado que puedan estar sus miembros con las realidades del país y con los insumos de las comunidades, el comercio y la industria. Yo creo que la Junta tenía, estaba, propiamente limitada por su, por su, por su diseño. O sea, el que […] fueran personas nombradas por el gobernador, confirmadas por la legislatura y que tuvieran en cierta medida una encomienda […] eso afecta y afectaba. Uno debe generar una, una dinámica distinta probablemente. […] Debe haber un plan de país consensuado por diferentes partes, así que tiene que haber una articulación entre la universidad, la industria, el comercio, las comunidades. O sea, tiene que haber una universidad conectada con las realidades, no puede ser una universidad que tú vayas a un residencial público y te diga cuántos estudiantes míos hay en tú universidad y te diga el residencial y tú le digas cero. […] Y esos miembros de Junta que son al final los que deciden qué es lo que va a hacer la universidad a los diferentes niveles, pues deben ser personas que quizás no sean escogidas por el Gobernador, por lo menos en

109 nuestra universidad. O quizás no todos. […] Y buscar maneras que esos miembros reciban los insumos de las comunidades. Desde ese punto de vista, el rol de micro manejo de su experiencia en la Junta de Síndicos no aportó elementos positivos a la institución. Esas dinámicas, así como la forma de operar de la Junta de Síndicos no era algo que fuera avalado por Alexis. Destaca que el interés de control por parte del organismo provocó que se hiciera micro manejo de la institución, contrario a lo que son las experiencias de otras juntas de gobierno de instituciones de educación superior. La Junta [...] se supone que es un cuerpo que ni siquiera debería reunirse tantas veces como se reúne en otros lugares las juntas de gobierno se reúnen cada tres meses y cosas así. Pero esta Junta de la Universidad, como [es] una junta que ha tenido bastante intención de control pues hace micro manejo y es una locura. Asimismo, señaló la necesidad de profesionalización por parte de los miembros de la Junta de Síndicos como elemento necesario para que pudiera contribuir de forma positiva a la institución. Esos gobernantes tienen que estar vinculados con las realidades del país y con las necesidades a largo plazo del país. Tienen que estas vinculados y hasta profesionalizados también. Esa vinculación con la, la AGB [Association of Governing Board], pero además con otras estructuras del mundo, no solamente con la visión de cómo Estados Unidos hace las cosas, o sea tiene que ser mucho más amplia y esos miembros tienen que tener acceso a eso. Y eso te lo da, para que sea algo que tenga efectividad, eh, te lo da el tiempo. O sea, no, gente que esté un año o dos, no va a hacer mucho. Y es posible que esos líderes estudiantiles también necesiten estar más tiempo. El otro tema es si debe ser una junta que micro maneje o que ya una vez tengan esos planes de largo plazo aprobados y de largo alcance, ya no tienes que reunirte tantas veces, sino que es más bien hacer unos procesos, procesos de evaluación cada cierto tiempo. En diversas ocasiones Alexis hizo referencia al trabajo que se había desarrollado por el sector estudiantil desde el 1993, dando a entender que había

110 un proceso de continuidad en los trabajos estudiantiles. En su testimonio Alexis mencionó a representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos que le antecedieron, como Hiram Guadalupe, Jorge Díaz y Carlos Mejías, así como algunos que le sucedieron, como Víctor Thomposon, Enrique Toledo y Urayoán Camacho. De igual forma, hizo señalamientos sobre la comunicación que hubo con representantes estudiantiles que le sucedieron. Yo tuve muy buena relación con Hiram Guadalupe, Jorge Díaz, Carlos Mejías y con los que siguieron también. […] Con Víctor Thompson, Enrique Toledo y con Urayoán Camacho, he tenido muy buena relación con ellos. Los considero mis amigos personales. Hay algunos que no interactúo con ellos por su dinámica de vida etcétera, pero todos ellos en algún punto, tanto unos como otros hemos estado dispuestos a colaborarnos en el plano personal, en situaciones de crisis. O sea que nos hemos mantenido como que bien vinculados y bastantes, bastante en el tiempo. […] Puedo decirte que la mayoría son gente que interactuamos, nos conocemos, tenemos la información de contacto, estamos en las redes sociales, etcétera. Finalmente, en varias ocasiones de la entrevista Alexis destacó su preocupación con el manejo de los documentos que se producían. Planteó que ese asunto se veía como algo más individual, pero que no se desarrolló un mecanismo adecuado para transferir esa información. Los estudiantes se van y hay veces que desaparecen los archivos y desaparecen las cosas. Nosotros archivábamos, pero a veces pasan cosas, son innombrables y desaparecen todos esos documentos. Y hay veces que los protege alguien que se va, que se va para otro país, o se va para Estados Unidos y se llevó los documentos con él. Y no hubo como que una gestión de llevarlos como que a un archivo. […] hoy día eso se puede hacer, pero necesitas […] robustecer las estructuras. Eso yo lo voy a insistir mucho porque creo que fueron parte de las limitantes que yo tuve como líder estudiantil.

111 Mauryne Rivera Reyes Mauryne Rivera Reyes fue representante estudiantil ante la Junta de Síndicos desde julio de 2006 hasta el 30 de junio de 2007. En esa ocasión ya había pasado un cuatrienio donde la Asamblea Legislativa y la Gobernadora, Sila María Calderón, eran del PPD. En ese proceso de tiempo se había suscitado un cambio en la Presidencia de la UPR y en los miembros de la Junta de Síndicos. El Gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, era del PPD y la Asamblea Legislativa tenía una mayoría del PNP. Mauryne fue electa mientras era representante estudiantil ante la Junta Universitaria de la UPR en Bayamón, donde cursaba estudios de bachillerato en Administración de Oficinas. Se convirtió en la primera mujer en representar al estudiantado ante la Junta de Síndicos, siendo la decimocuarta persona electa para la posición. Previo a ser electa como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos y contrario a los síndicos previos, Mauryne se había desempeñado como Presidenta de un CGE, en este caso de la UPR-Bayamón. Es importante destacar que la JEN había dejado de reunirse en años previos. Señaló Mauryne que el trabajo que estaba desarrollando el representante estudiantil ante la Junta de Síndicos del 2004-2005, Milton Colón Calero, de organizar a los consejos generales de estudiantes fue un factor que contribuyó a que se desarrollara una estructura de comunicación estudiantil a nivel de los recintos de la UPR. No obstante, la decisión de Colón Calero de apoyar un aumento en los costos de matrícula, provocó que la representación estudiantil le solicitara la renuncia y ella asumiera la gestión de articular a los consejos generales de estudiantes. Debido a que estaba fungiendo como

112 Secretaria del organismo que aglutinaba a los consejos de estudiantes, Mauryne se convirtió en una de las portavoces del equipo, aunque señaló a otros representantes estudiantiles como voces que surgieron para articular una posición estudiantil a nivel sistémico. Yo me convertí en presidenta del Consejo de Estudiantes en el 2004-05 [...] debido a que en Bayamón había un poquito de vacío [...] de un liderato fuerte y firme. Y yo era una de las personas más fuertes y firmes y más vocal, entonces me convierto en presidenta del Consejo de Estudiantes. Y ahí, en abril del 2005, nos surge lo del aumento de matrícula de los $10 dólares por crédito. Muchos consejos en ese tiempo estábamos todavía como muy débiles y teníamos un síndico que nos ayudaba, nos estaba dando forma. Empezamos con las asambleas de consejo generales, consejos generales de estudiantes, que él estaba trabajando y nos reunía para decirnos sus planes de trabajo, pero había [...] un vacío de líderes que tomaran la batuta, que pudieran dirigir un grupo y en el 2005 ante ese golpe que nos da el síndico, porque ese es un golpe que yo entiendo que nos da el síndico después de ciertas reuniones, se empezaron a crear diferentes portavoces en el movimiento a nivel nacional. [...] yo era ya la secretaria, con el síndico ya yo era la secretaria del grupo del Consejo Nacional y [...] la solicitud de renuncia que le hicimos al síndico, no teníamos vicepresidente, yo era la otra persona prácticamente en el cuerpo. Me convierto como en la portavoz del equipo en ese tiempo. En ese momento Mauryne determinó aspirar a la Junta Universitaria, con la intención de aspirar a la Junta de Síndicos. El proceso de elección contó con tres competidores y una votación donde no logró obtener la mayoría absoluta del caucus de representantes estudiantiles ante la Junta Universitaria. Al otro año, se acaba el proceso huelgario, el Consejo Nacional sigue trabajando, sigo siendo la presidenta de Bayamón. Corro para la Junta Universitaria porque me di cuenta que hacía falta un síndico que pudiera llevar la voz de verdad del estudiantado. En ese año, Ángel Rosario ganó para síndico que estaba de Junta Universitaria de Río Piedras [...] y yo corro para Junta Universitaria para poder ser candidato a síndico. [...] Llego, con el voto de 5 recintos, incluyendo el mío, en una votación donde hubo 10 recintos votando [...] Dos recintos, Río Piedras y Arecibo votaron por Río Piedras, Cayey, Humacao y Ciencias Médicas votaron por

113 Ciencias Médicas y todos los demás recintos como Bayamón, Aguadilla, Utuado, [...] Ponce y Mayagüez votaron conmigo. El único que no votó fue Carolina. Así fue como yo llegué a representante estudiantil… y embarazada. Es importante destacar que, pese a que la ley reconocía que la elección de la persona que va a representar al estudiantado ante la Junta de Síndicos iba a darse por y entre los estudiantes en la Junta Universitaria, en ese momento se seguía un proceso de presentación de candidatura a nivel de los consejos generales de estudiantes de los recintos y unidades del sistema, donde se abría el espacio de debate y participación a la comunidad estudiantil. Mauryne señaló que su elección fue una muy dividida y que en ese proceso se utilizó su embarazo para oponerse a su candidatura. De igual forma, indicó que además de estar embarazada, no estar casada y ser madre soltera fueron elementos que se usaron entre los ataques a su candidatura. Mira cuando estaba corriendo para síndico yo tristemente recibí un ataque, porque de [...] momento se convirtió como una guerra dentro del movimiento estudiantil. Quiénes estaban con quién, quiénes estaban aquí, con aquél. [...] Llevábamos ya, tres años conviviendo [...] prácticamente 2 años conviviendo cuando quedé embarazada de él y una de las cosas que más me dolió fue que me dijeron que yo iba a tener un bastardo más, [...] dijeron que yo no debía ser la síndico porque estaba embarazada y que eso me quitaba energía para trabajar. Y a mí más me dolió lo de bastardo que lo de las energías. [...] eso para mí no era una limitación. Y además yo era madre soltera también, yo tenía un niño. Las responsabilidades como madre fueron parte de las situaciones a las que se tuvo que enfrentar en su proceso de candidatura. Destacó Mauryne que, en el proceso de presentar su candidatura y su plan de trabajo, tuvo que hacer sacrificios en actividades que consideraba importante con su hijo. Esto afectó su desempeño a la hora de presentarse, al punto que lo describe como uno de los

114 peores debates de su vida. No obstante, determinó asistir al evento porque entendía que era un mecanismo de combatir las actitudes y los ataques contra ella que argumentaban que su relación de madre iba a afectar su desempeño como representante estudiantil. Yo había puesto una fecha y las fechas que no podía y dije por qué no podía esa fecha. Una era la graduación de kinder de mi nene mayor y la otra era el field day de mi nene. Escogieron el día del Field Day de mi nene. So, yo tenía dos opciones, o iba al Field Day de mi nene o iba al debate. Y habían puesto una regla de que el que no iba al debate no participaba, no podía correr para síndico. [...]Y yo le dije a los recintos que estaban conmigo, no vayan al debate. No vayan. Yo no voy ni a pelearlo, yo voy a presentar el plan, si me lo quieren, si me quieren matar con las preguntas y yo no sé contestar, que lo hagan. Ya están jugando de otro nivel. [...] recuerdo que yo falté al field day, yo estaba bien badtripeá ese día, porque el rol de mamá para mi es bien importante. Estaba como que bien desganada ese día, pero tampoco quería dejar de ir, porque yo creo que eso era parte de las cosas que uno tiene que combatir, ¿entiendes? Y fui. Yo te puedo decir que fue el debate más malo de mi vida, mira que yo he tenido debates con gente, ahí me dieron hasta por debajo del pelo. Los ataques por su embarazo y ser madre soltera contra Mauryne son recordados como una mala jugada por parte de quienes usaron esos argumentos con la intención de descarrilar su candidatura. Según ella, la intención era apelar a las emociones con el interés de que dejara su interés de aspirar al puesto. Estaban tratando de darme en la fibra de ser madre, de estar embarazada, porque nosotras estamos más emocionales, estamos como que, qué bonito es todo y nos duelen las cosas y nos hacen llorar. Ellos tocaron fibrita, tocaron llaguitas, verdad. Supieron jugarlo bien. Sobre su proceso de inserción en la Junta de Síndicos, destacó que participó de una reunión previa a ocupar el puesto de forma oficial. En esa primera reunión, que surgió de una costumbre instituida de que el representante

115 estudiantil electo asistía a la última reunión del mes de junio de la Junta de Síndicos, tuvo contacto con los miembros de la Junta de Síndicos por primera vez. Describió el momento como uno impresionante y describió con bastantes detalles ese momento. Yo fui con una ropa de embarazada. O sea, con una camisita de embarazada, mahones y en sandalias, con mi pelo riso así alborotado, nada de maquillaje, porque no me gustaba maquillarme en aquél tiempo y recuerdo que cuando entré fue como un poquito impresionante un poquito. Porque [...] yo los veía a un nivel muy alto para poder llegar a hablar con ellos [...] antes de ser síndica, como una gente de primer orden que mandaban al país. Una visión, obviamente distorsionada, pero que mandaban al país y eran los que decían lo que se hacía en la Universidad y a ellos no les importaba lo que nosotros íbamos a decir. [...] Fue impresionante. En esa primera reunión a la que asistió, además de la impresión, sintió que hubo una apertura por parte de la Junta de Síndicos en escuchar sus planteamientos y posiciones. Mauryne no pudo señalar si atribuir esa apertura al hecho de haber sido la primera mujer o al hecho de estar embarazada cuando inició en la posición, pero mantuvo la puerta abierta a esa posibilidad. Ante esa apertura percibida, desarrolló desconfianza y no se sintió cómoda de forma inmediata al no saber la intención de la apertura, pero luego entendió que hubo un interés genuino en conocer lo que iba a presentar. Cuando se enteraron que era la primera mujer síndico que ocupaba el puesto luego de yo creo 15 años o 16 años. [...] Yo también sé que por ser la primera mujer tomó como que "wow, una primera mujer" y las mujeres en la Junta de Síndicos se sintieron como que cómodas y nos sentábamos prácticamente juntas. Ellas se sentaban al lado mío, yo no me sentía cómoda y siempre estaba tapando mis papeles, mis notas. Pero ellas eran sí, ¿y qué opina Mauryne? ¿Qué tu opinas sobre esto? Y yo les preguntaba a otros síndicos (en susurro) ¿a ti te pasaba eso? y otros eran como que "No, a mí no me pasó eso" (otra voz) "¿estás seguro? Ah pues yo creo que es que me quieren hacer, me

116 quieren coger, me quieren coger". [...] Tengo que decirte que fue totalmente distinto la forma del approach de ellos hacia mí. Y ellos estaban interesados en qué yo iba a presentar. Y en la presentación mía ante ellos, verdad porque ellos me dieron la oportunidad de que yo me presentara y dijera [...] qué visión yo tenía de la Universidad, era totalmente distinto a lo que yo originalmente los veía. Acuérdate, yo los veía como gente que no les importaba el bienestar de la Universidad. Yo estaba totalmente cegada [...]Pero realmente ellos estaban interesados en saber lo que nosotros íbamos a presentar y era totalmente distinto lo que yo tenía como proyectado a lo que ellos me presentaron. Y yo tengo que decir que ellos eran muy abiertos a la opinión que yo tuviera y a las dudas que yo tuviera. Sabes, súper abiertos y totalmente contrario [...] como hasta noviembre, no me sentía cómoda con hablar con nadie, como si me llamaban y esas cosas y si me llamaban era como que todavía no. No me llames, no me llames ¿para qué tú me quieres? ¿estás buscando algo de mí? Esa no fue y la intención fue espectacular. Yo no sé si porque estaba embarazada y la gente dice ay que lindo vas a tener un nene. No sé si es eso, pero [...] hubo un carisma, hubo una, un interés genuino, yo lo sentí genuino, en saber qué era lo que nosotros íbamos a presentar. No obstante, a los ataques previo a su elección y las preocupaciones sobre su desempeño, de un examen de las actas de ese año se pudo constatar que Mauryne tuvo asistencia perfecta en las 9 reuniones ordinarias y 3 reuniones extraordinarias que se dieron. La Tabla 5 resume las reuniones que se dieron mientras Mauryne fue representante estudiantil ante la Junta de Síndicos Tabla 5: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Mauryne Rivera Reyes Tipo de reunión Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria

Fecha de reunión 9 de septiembre de 2006 18 de septiembre de 2006 20 de septiembre de 2006 28 de octubre de 2006 13 de noviembre de 2006 16 de diciembre de 2006 27 de enero de 2007 24 de febrero de 2007 24 de marzo de 2007 1 de mayo de 2007 22 de mayo de 2007 27 de junio de 2007

Asistencia Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente

117 Uno de los asuntos que se discutieron al inicio de su término como representante estudiantil fue una situación con la apertura del Teatro de la UPR. El Teatro había estado en labores de remodelación por más de una década y se hicieron dos actividades de apertura el 15 y 16 de septiembre de 2006. Las manifestaciones que surgieron en esa época se dieron porque se entendió por parte de algunos grupos estudiantiles que se iba a privatizar el uso y administración del Teatro. En la reunión del 9 de septiembre de 2006 se discutió la creación e incorporación de un estudiante en la Junta de Gobierno del Teatro de la UPR. En la actividad de apertura del Teatro surgió una confrontación entre asistentes, la guardia universitaria y estudiantes que protestaron. Sobre ese evento Mauryne recordó que fue cercano a la fecha en que dio a luz y que recibió la llamada de Segundo Cardona, quien se desempeñaba como Presidente de la Junta de Síndicos en ese entonces, quién tenía interés de que ella estuviera presente en la reunión. Mi hijo nació el 14, (cuenta) 15, 16, 17, eso fue un sábado, yo di a luz un jueves. [...] El asunto del Teatro explotó un 16 de septiembre de 2006. Yo había dado a luz el 14 de septiembre. Eso fue el jueves y a mí me habían dado de alta ese día. Yo iba para la actividad, pero no estaba apta para ir, así que no fui. Ese asunto explotó y Segundo Cardona me llama a mi celular, me dice, "nosotros sabemos que tú estás, que acabas de dar a luz, pero nosotros tenemos reunión nos… el lunes… a las 7 de la mañana en mi oficina en Metro Office Park. Eh… ¿Tú crees que tú puedas estar allí?" Y yo le dije, "yo no sé porque me acaban de dar de alta, tu sabe… yo acabo de dar a luz un nene de 10 libras, 21 pulgadas y… y yo acabo de dar a luz, sería el segundo día de estar en mi casa, arrancar a estar en una reunión de la Junta de Síndicos a las 7:00am un lunes". Y me dijo, "va a ser allí, si tú necesitas que te busquen, la Junta de Síndicos, tu sabes que tenemos transportación de la Junta de Síndicos para algunas reuniones, dímelo para yo coordinar eso ahora […]". Y yo realmente no sabía si físicamente, porque había sido un parto bastante doloroso, físicamente yo podía estar. Y yo llegué a las 7

118 y media caminando suave, subí unas escaleras, dije que era representante estudiantil ante la Junta de Síndicos, no me esperaban, tenía un montón de papeles, un montón de cosas en esas sillas y yo llegué a la reunión. Ellos querían saber lo que yo sabía, ellos se sorprendieron, "Hola Mauryne qué bueno que estás aquí" y lo primero que me dijo fue que tú sabes de lo que ha pasado aquí. Yo le dije, "Bueno, yo no sé qué pasó aquí. Yo tengo que investigar, yo estaba dando a luz el jueves, explotó el sábado, yo no me he comunicado con ninguno de los muchachos, me tengo que ir al Recinto" y prácticamente yo lo que tuve que hacer fue salir del parto y meterme a la Universidad. Esta situación fue significativa en el año que estuvo Mauryne como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. Destacó en su entrevista que la posición asumida por el Presidente de la UPR era una de que tenía que tomar acciones y hasta se interpretó como un interés de parte del Gobernador en que se tomaran acciones contra los estudiantes manifestantes. Destacó Mauryne que nunca percibió que la Junta de Síndicos respondiera a una presión del Gobernador, aunque sí atendieron el asunto. Yo pienso que [el Presidente] tenía que como que reaccionar o hacer que la Junta reaccionara, porque y que el Gobernador, a mí no me consta que esto sea cierto, pero yo entendí que el Gobernador necesitaba que hicieran algo. Y eso no pasó. [...] Por lo menos yo nunca me enteré que el Gobernador quería que hiciéramos esto [...]. Puede que a lo mejor le haya dado una llamada a Segundo Cardona, pero Segundo no lo dijo así nunca en la Junta, yo nunca lo pude interpretar. Más bien de [el Presidente], como que era una vergüenza nacional, ¿entiendes? Sobre esa misma situación, destacó Mauryne que tuvo diferencias con el Presidente de la UPR, el Lcdo. Antonio García Padilla, al que se refiere como Tony. Estas diferencias la llevaron a que el Lcdo. García Padilla le cuestionara su rol, para lo cual recibió un respaldo por parte de la Junta de Síndicos, en especial de Salvador Antonetti quien era uno de los designados por el Gobernador para ser miembro de la Junta.

119 En algún momento dado tuvimos en la Junta de Síndicos [discusiones] bien feas, a un nivel de [...] yo le empecé a hacer un cuestionamiento, uno detrás de otro, uno detrás de otro y nadie me cuestionó, nadie de la Junta de Síndicos me interrumpió. Era una pregunta tras otra, una pregunta tras otra y él dijo, yo recuerdo que Tony me dice [...] ¿alguien más tiene que hacer preguntas porque ella las está haciendo todas? y Salvador Antonetti [dice] bueno ella las está haciendo porque ella es miembro de la Junta y ella le puede hacer las preguntas. [...] No me gustaba [...] por donde iba el Presidente de la Universidad [...] presentaba un cuadro sobre seguridad y control y yo lo veía [...] como un carpeteo a ese sector estudiantil. [...] Y eso levantó unas banderas y yo sé que fue la reunión más fuerte que yo sé que tuve en toda la Junta de Síndicos, entre él y yo y los miembros de la Junta de Síndicos. Ninguno, ninguno, ni Segundo Cardona que era bien afín con el Presidente, ni Segundo Cardona, nadie me mandó a callar. Nadie me declaró fuera de lugar, ni fuera de orden, ni que si las preguntas eran inapropiadas, que si el tono no estaba bien. Ninguno. Salvador recuerdo que Salvador le dijo, yo creo que debes contestar esas dudas que hay en el cuerpo. De igual forma, Mauryne expresó que en ciertos momentos dados algunos miembros de la Junta de Síndicos preguntaban sobre su opinión respecto a los temas que impactaban al estudiantado. También señaló que una vez se integró al Comité de Finanzas, al expresar su desconocimiento sobre el tema de inversiones, recibió el apoyo y la explicación por parte del Presidente del Comité. Asimismo, destacó que el personal administrativo de la Junta de Síndicos no le expresó reparos a la hora de proporcionarle la información requerida. A pesar de ese respaldo, hubo una situación de tensión en la discusión de la situación del Teatro de la UPR que llevó a que Mauryne definiera su posición en la Junta de Síndicos. La situación presentada respondía a un interés por parte de la Lcda. Ygrí Rivera, quien era uno de los miembros de la Junta de Síndicos designados por el Gobernador, en que no se divulgara la información contenida en las reuniones utilizando como base el Reglamento Interno de la Junta de

120 Síndicos. Ante ese reclamo, Mauryne indicó que estaba en el cuerpo en calidad de representante de un sector y que por lo tanto debía cumplir con ese rol, por lo que la aplicación de la reglamentación recaía sobre los miembros de la Junta designados por el Ejecutivo. Yo no sentía como que me trataban de echar hacia un lado, de no consultarme. La única vez que alguien [...] dijo algo y lo dijo para mí, fue para las reuniones que íbamos a tener sobre el Teatro que Ygrí [Rivera] dijo, "las cosas que se discuten aquí no se pueden discutir en prensa porque aquí lo que, la posición de la Junta de Síndicos es exclusiva de la Junta de Síndicos y solamente el Presidente puede expresarse por la Junta de Síndicos". Y yo levanté la mano, "bueno eso está hasta en el reglamento, si es que yo no soy miembro de la Junta de Síndicos, yo soy un representante estudiantil ante la Junta de Síndicos, así que yo puedo hablar con la prensa lo que yo entienda". Y yo sé que ella lo dijo porque yo había tenido una entrevista frente al Teatro con Yolanda Vélez Arcelay sobre el asunto e íbamos a una reunión de la Junta, [...] y ella dijo ese comentario. Y me acuerdo que Salvador estaba al lado mío y se echa pa' trás como que, como que "ella tiene razón, nosotros somos los síndicos, ella no es síndico ella es la representante estudiantil ante la Junta". Y de ahí en adelante yo empecé a decir que yo era representante, yo no era síndico. Porque si yo soy síndico, yo estaba bajo el reglamento de ellos, yo no podía ni emitir presión, yo no podía decirle a nadie mi trabajo allí o las cosas que se hablaban allí, bajo su reglamento. Pero realmente yo soy un representante. Los síndicos son los seleccionados por el Gobernador. Adicional a esto, Mauryne señaló que sólo un tema le dejó un sabor amargo en su estadía en la Junta de Síndicos y fue cuando le retiraron un documento que se había enviado a todos los síndicos. El documento trataba sobre el Reglamento General de Estudiantes y las recomendaciones que hacían de enmiendas al mismo. De igual forma, destacó que el Secretario Ejecutivo de la Junta de Síndicos, Luis Mariano Villaronga, fue una figura con la que tuvo confrontaciones, tanto por acceso a la información como por que no creía en la participación estudiantil en el organismo. Esto provocó que se pospusiera la

121 aprobación del Reglamento General de Estudiantes, particularmente porque se proponían enmiendas contrarias al interés del sector estudiantil. De igual forma, se pudieron representar otras instancias en las que hubo una intervención del Presidente de la UPR y el Secretario Ejecutivo a la hora de entregar información a la Junta de Síndicos, entre las que destacó el informe del Comité Asesor para el Financiamiento Institucional, conocido como CAFI. Una sola cosa que siempre me dejó un sabor amargo fue que ellos me enviaban los papeles el mismo día que le enviaban los papeles a todo el mundo por mensajero y después que me enviaron unos papeles, me llaman de que me los van a quitar porque esos papeles no eran para mí. Y era el Reglamento General de Estudiantes. [...] A mí me estuvo extraño. Nunca me habían quitado papeles, yo si pedía cosas me las daban [...] Con Luis Mariano yo peleaba todo el tiempo porque él entendía que los estudiantes no debíamos ser parte del movimiento estudiantil, porque los estudiantes vienen a estudiar, no a ser parte de esto. Pero nunca tuve un problema de acceso a información. Era bien importante en la Junta de Síndicos. En aquel tiempo él hablaba y la Junta de Síndicos le hacía caso. Como si fuera un miembro más. Ese hombre, estamos hablando de Luis Mariano, era una cosa extraordinaria. Él decía, esto se hace así y ah, eso era lo que se iba a hacer y era prácticamente, bueno el director ejecutivo de la Junta y yo lo veía de esa manera. Y él y yo teníamos nuestras grandes discusiones de que yo iba oración por oración [en el Reglamento de Estudiantes], aquí lo que dice es esto y esto y esto y entiendo que se debe quedar aquí, porque, bueno yo explicaba lo que nosotros entendíamos que era lo que decía esa parte y él lo quería cambiar, yo prefería parar el proyecto y que no se aprobara. Mejor quedarnos con otra cosa a que nos fuera a afectar. Y yo sé que eso se quedó ahí. [Un miembro de la Junta dijo] el CAFI, se supone que ya lo hayamos recibido y nadie lo ha recibido. Y entonces, me acuerdo que fue y dijo, ya yo se lo entregué al Secretario Ejecutivo de la Junta, entonces entre Tony y Luis Mariano, que son muy grandes amigos, pues Luis Mariano le dice, pues tu no me has dicho que lo tenía que entregar ya. O sea, Luis Mariano le dice al Presidente de la Universidad, que él no lo entregó porque está esperando instrucciones del Presidente. Y de momento él fue allá y con la secretaria vinieron con las carpetas, porque ya las carpetas

122 estaban preparadas, so que en el momento en que me lo entregaron, se lo entregaron a todo el mundo. Y había unas instrucciones, esto no baja a la Universidad, iba a pasar como un mes y medio después que nosotros lo estudiáramos, para bajar a los Senados y a los Recintos y la copia que le iban a dar y a hacerla pública. Y pues, el movimiento estudiantil sabe que lo tuvieron a la próxima reunión. Mi problema más bien fue con Tony, no fue con y con Luis Mariano, no fue más bien con la Junta de Síndicos. En el tema del aumento en los costos de matrícula, se puede observar que Mauryne respondió a su visión de representante estudiantil en el organismo, al remitir la información recibida de forma inmediata a los cuerpos de representación estudiantil. De igual forma, en la votación sobre el tema Mauryne expresó que pudo verse en una disyuntiva entre su rol de representar a un sector y velar por los mejores intereses de la Universidad. Sin embargo, señaló que entiende que su votación no tuvo efecto y que los reclamos hechos por el movimiento estudiantil en torno a la necesidad de generar economías en otros asuntos antes de tocar los costos de matrícula, la convencieron de que tomó la decisión correcta para la institución. De hecho, señaló que uno de los representantes claustrales votó con ella en este asunto, siendo dos votos en contra de un aumento en los costos de matrícula. De hecho, Mauryne planteó como contradictorio que el representante estudiantil actúe de forma distinta a los intereses que debe representar. Yo pude presentar mis cosas a nivel personal, pero si no tengo el aval del estudiantado, yo no puedo hacer nada. De verdad que nosotros somos unos empleados del estudiantado, prácticamente. Yo lo veía de esa manera y en muchas ocasiones… yo podía presentar cosas buenas, pero [...] si el estudiantado no estaba a favor, yo no podía hacerlo porque iba en contra. Estoy trabajando como un ente independiente.

123 Mauryne destacó que su relación con el personal docente en la Junta de Síndicos no fue muy cordial. En relación al Reglamento de Estudiantes ésta indicó que no podía contar con ellos, así como en otras ocasiones particulares. Según ella, un factor que la llevó a desconfiar de los representantes claustrales fue que la representación que hacían ante la Junta de Síndicos era totalmente similar a la que hacía al Presidente y que en muy pocas ocasiones lo cuestionaron. Mauryne señaló que tenía comunicaciones con los cuerpos de gobernanza universitaria y que tuvo estrechas colaboraciones a la hora de solicitar documentos. De igual forma, tampoco tuvo mayores problemas con los sectores laborales tanto docentes como no docentes de la institución. No obstante, sobre su relación con los consejos de estudiantes, ésta destacó que tenía que asistir a los consejos en aspectos reglamentarios, así como en situaciones con sus rectores. No obstante, uno de sus mayores retos fue con grupos estudiantiles con los que había tenido situaciones de conflicto, dado que no pudo establecer una buena comunicación con ellos para atender sus preocupaciones. En particular, Mauryne hizo referencia al Comité Universitario Contra el Alza, conocido como CUCA, que fue uno de los organismos responsables de la huelga del 2005 que duró aproximadamente 30 días en el Recinto de Río Piedras y al que se unieron unidades como Bayamón, Aguadilla y Humacao. Entre las razones que destaca para ese problema de comunicación estaba el que tenía una visión distinta de cómo articular la representación estudiantil previo a los conflictos con esos grupos y éstos no lograron sentir confianza en su cambio de perspectiva.

124 En el 2005 [mi posición] era que nosotros éramos los consejos de estudiantes que somos los estudiantes electos por el estudiantado y estamos avalados por el reglamento y somos los únicos y universales representantes del movimiento estudiantil. [...] Cuando yo tuve esa exposición, tuve que enfrentar unas cosas [huelga del 2005], me di cuenta que esos grupos eran importantes, pero también, en mi opinión [..] pienso que esos grupos carecen de, a veces, un poquito, madurez. Porque [...] si tú y yo tuvimos un problema por el CUCA y yo estaba en contra del CUCA, eso no va a ser eterno mi problema con el CUCA. Yo no voy a decir, ahí están los del CUCA toda mi vida, ahí están los del CUCA y todavía me odian. No mano, uno madura con el tiempo. Uno reflexiona sobre las cosas que le pasan a uno todos los días. Yo soy una persona que reflexiono después de haber dicho algo y sabes qué, yo rectifico. Y corrijo lo que tenga que corregir. ¿Cuál es el problema? Yo no pierdo nada. ¿Dejo de ser más fuerte? Wow… no y mis posturas cambiaron. De acuerdo a Mauryne, más allá de esos choques, pudo mantener comunicación con la mayor cantidad de grupos estudiantiles. Destacó que mantener contacto con los ex representantes ante la Junta de Síndicos le sirvió de apoyo, desde la redacción de su plan de trabajo hasta en el desarrollo de estrategias. El plan de trabajo, de veintiuna áreas de acción y del que aún mantiene copia accesible, lo presentó al indicar su interés en aspirar en el puesto. Prácticamente si yo tenía dudas sobre cómo hacer, cómo manejar, qué ellos opinaban sobre cómo yo iba a opinar sobre una cosa, yo los llamaba a ellos. Y yo tenía una constante comunicación y al día de hoy mantengo una constante comunicación con ellos. Ellos eran prácticamente como el grupo asesor. [...] yo tenía [reuniones] con los ex-síndicos estudiantiles porque esos ex-síndicos que yo te estoy hablando, fueron los creadores prácticamente de la Junta Estudiantil Nacional. [...] Y yo quería replicar eso una década después. A pesar de haber resaltado la gran apertura por parte de los miembros de la Junta de Síndicos en escuchar sus propuestas, Mauryne destacó que muchas de las ocasiones los asuntos eran atendidos con algunos funcionarios

125 universitarios, con el Presidente o bajaban a consulta a la Junta Universitaria. Desde esta perspectiva, el rol de orientación a la persona que le sucedió fue importante para darle continuidad a los trabajos. No obstante, reconoció que también había temas que no eran de interés por parte de los miembros de la Junta de Síndicos en que fueran atendidos. Hay muchas partes de nuestro plan de trabajo que nosotros, los síndicos anteriores se habían reunido conmigo, Mauryne esto se quedó aquí, esto se quedó aquí. Sabes dónde quedó alguno de sus puntos y donde nosotros lo íbamos impulsar. [...] Muchas cosas que nosotros queríamos proyectar, presentar, uno nosotros no teníamos en mi tiempo no teníamos un comité de asuntos estudiantiles y nosotros lo llevábamos al pleno y no pasó ni a moción porque nos la amapucharon la moción para que no tuviéramos gente, pero tenía una buena relación con muchos síndicos nombrados por el gobernador, pero no querían que el comité de asuntos estudiantiles estuviera allí. Porque parte del comité de asuntos estudiantiles era que este plan de trabajo era el plan de trabajo de ese comité. Y a ellos no les convenía muchas de las cosas, no las querían trabajar o entendían que eso le tocaba a Tony García Padilla antes de llegar a la Junta de Síndicos. Mauryne señaló que su impresión sobre la Junta de Síndicos cambió radicalmente de la que tenía previamente. Desde esa perspectiva planteó que era necesario una Junta de Síndicos para la UPR y destacó que su experiencia era que ese organismo en el año que estuvo funcionó de forma autónoma. Asimismo, señaló que el perfil de los miembros de la junta permitió que fueran personas que aportaron positivamente en los trabajos realizados y en beneficio de la UPR. Mi visión el día uno de la Junta de Síndicos, mi visión al último día era un cambio radical de qué es la Junta de Síndicos. Tu sabes, yo entré pensando que eran los demonios, la maldición de la institución, no. La Junta de Síndicos hace falta, hace falta. Ya sea Junta de Síndicos, Junta de Gobierno, el CES, debe haber una Junta Rectora. [...] Yo creo que la Junta de Síndicos es como

126 autónoma realmente autónoma. Seleccionada por el gobernador porque es por ley, pero ellos hacen ellos tienen una autonomía, hay una autonomía administrativa real. No es que están detrás del gobernador. En mi año no pasó así. [...] Yo creo que ese grupo de gente, tenía mucho que aportar a la universidad, porque era gente de primer orden. No era, si eran amigos o no eran amigos realmente eso no era lo que marcaba allí. Ellos estaban allí por lo que ellos representaban en el área que ellos estaban. En la banca, en las leyes, en la medicina, en la academia, [...] el comercio. En esa dirección, indicó que el rol del representante estudiantil ante la Junta de Síndicos es importante en el organismo. Ese rol se traduce en permitirle ver a los demás miembros del cuerpo sobre el efecto de sus políticas, así como el cumplimiento por parte de la administración en la aplicación de las directrices impartidas. “Nosotros tenemos mucho que aportar porque somos el que estamos sentado en el salón de clase. Somos el que recibimos el servicio, somos los que tenemos la necesidad. Y ellos no pueden estar ajenos. Las juntas de síndicos no pueden estar ajenos [...] Es importante que ellos vean cómo es que nosotros vemos, cómo es que nos sentimos y qué es lo que, como lo que ellos mandaron a hacer se redunda en un servicio y si el servicio se está dando como ellos pensaron que se tenía que hacer. Nosotros somos el feedback del trabajo que ellos hacen allá arriba.” A nivel personal, Mauryne entendió que la experiencia en los espacios de representación estudiantil no le ha favorecido en su búsqueda de empleo. Según destacó el hecho de que su área de estudio hubiera sido administración de oficinas y haber estado en un foro que se asocia con la lucha estudiantil le ha causado problemas. Yo tengo que decir que yo no creo que a nivel laboral sea tan positivo. En el caso mío mira, [...] esta tiene que ser una turba, no lo ven como un líder. [...] Y es una cosa mala porque yo me gradué de secretarial, prácticamente, administración de oficinas, [...] en vez de darme la oportunidad de uno decir, ah no ella es una líder que sabe trabajar en equipo, que puede tomar

127 decisiones, que, no no no, no. Ella no sigue instrucciones, porque ella es una líder. [...] Es súper fuerte porque fue del movimiento estudiantil. Siempre mano, no sé si es porque es una cuestión de que soy mujer y le ponen el sello de que ah… si es brava es porque es mujer. Si llega a ser un hombre, ah no ese es un macharrazo, un hombre de carácter. No sé si es por eso y tampoco quiero pensar así. Yo me hago de la vista larga. Destacó que tuvo una estrecha colaboración con la persona que le sucedió en la Junta de Síndicos, Rohemir Ramírez Bállagas. Nosotros nos mantuvimos comunicados todo el tiempo. [...] Él cogió mi plan de trabajo y muchas cosas que se quedaron en el tintero él las trabajó. El reglamento general de estudiantes, al primer mes de él haber llegado allí se concretó lo de las elecciones de estudiantes electrónicas en el mes de abril, so que hubo par de cosas que hubo ahí, así que y [...] los talleres que se dan sobre procedimientos administrativos en los sitios él los siguió haciendo. Yo creo que sí, mi relación con él y con los futuros también ha sido muy buena. Yo creo que yo soy la última síndica que se ha mantenido en comunicación con todos los que me han sucedido, si no me equivoco. Los he conocido a todos, me he sentado con todos. René Antonio Vargas Martínez René Antonio Vargas Martínez fue representante estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR desde julio de 2010 hasta junio de 2011. En aquel momento René cursaba estudios en Derecho, luego de haber hecho su bachillerato en Historia en el Recinto de Río Piedras de la UPR. Semanas antes de la llegada de René a la Junta Universitaria, se había dado la renuncia del Presidente de la UPR, Lcdo. Antonio García Padilla, quien había sido nombrado bajo la administración del PPD. Esto conllevó a que se seleccionara como Presidente interino al Dr. Miguel Muñoz y luego se dio la elección del Presidente, José Ramón de la Torre ambos afiliados al PNP.

128 Antes de la llegada de René a la Junta de Síndicos, la UPR había pasado por una huelga estudiantil que duró aproximadamente 60 días y contó con paralizaciones en las ocho unidades autónomas y los tres recintos universitarios del sistema universitario. Las razones para la huelga estudiantil, iniciaron con una propuesta para eliminar la posibilidad de que estudiantes que recibieran becas pudieran disfrutar del beneficio de exención de matrícula. Esta reacción surgió luego de que la Junta de Síndicos hubiera determinado cambiar la política de exenciones, respondiendo de esa forma a una proyección de reducción en el presupuesto de la Universidad. A mediados de ese proceso de huelga, surgió un segundo reclamo de importancia que estaba relacionado con el incremento en los costos de matrícula, que era otra medida propuesta por la Junta de Síndicos para atender la reducción presupuestaria que había provocado el gobierno de turno del PNP. René fue el representante estudiantil ante la Junta Universitaria del Recinto de Río Piedras en momentos en que dio inicio esa huelga estudiantil. Llegó a la Junta de Síndicos por lo que denomina como un accidente, debido a que la persona que favorecía para el puesto no pudo aspirar. Adicionalmente, el proceso de elección estuvo inmerso en una disputa entre las unidades autónomas y los recintos universitarios que componen el sistema de la UPR. La elección, comentó René, fue mediatizada porque se descubrió que el candidato contrario estaba siendo promovido por el PNP y era empleado de un miembro de la Asamblea Legislativa del partido en el poder. En ese momento el caucus de la Junta Universitaria estaba bastante dividido. Había unos estudiantes que se identificaban con el gobierno de turno. Pero uno de ellos había sido muy activo

129 mientras Antonio García Padilla era presidente de la Universidad. Cuando digo activo digo en la oposición. Cuando cambia el Gobierno y entra José Ramón de la Torre, primero Miguel Muñoz y luego José Ramón de la Torre, en propiedad, pues él cambia. Lo digo porque él era la persona que en ese momento cuando yo entré a la Junta […] Universitaria […] esa era la persona que se tenía pensada que iba a subir a la Junta de Síndicos. […] Como de momento bajó su activismo, empezó a perder apoyo. Hubo una división entre aquellos que entendían que se debía hacer una mayor oposición al nuevo gobierno y entre las personas que estaban cómodas con el nuevo gobierno. Y estas personas eran, militaban en un partido político particular, en este caso en el PNP. Y entonces pues ambos bandos tenían su candidato. Curiosamente la división no era solamente entre afinidad a la administración actual y no afinidad a la administración actual, sino que también se daba entre recintos pequeños y los recintos grandes. Los recintos pequeños entendían que luego de años de que Río Piedras estuviera en la Junta de Gobierno ya era hora de que los recintos pequeños tuvieran un candidato. […] Y había mucha tensión entre los representantes estudiantiles de los recintos grandes o los recintos metropolitanos y los de los recintos pequeños, que la gente le dice los colegios. Y todo eso pues chocó en esa elección. Fue una elección muy cerrada y fue una elección que fue mediatizada, en el sentido de que se descubrió en ese momento de que uno de los candidatos, eh, estaba trabajando para una legisladora en particular y eso, eh, salió a la luz pública el día antes de la elección y hubo un escarceo bien fuerte y al final pues fui electo por un voto. Fue una de las elecciones más cerradas, yo creo que la más cerrada en los pasados diez, diez años probablemente. Y te lo digo ¿por qué? Porque mi elección fue un accidente. Yo nunca pensaba correr, en ese momento yo acababa de llegar, yo era nuevo en la Junta Universitaria, yo estuve cuatro reuniones, cinco tal vez máximo antes de ser electo síndico. René destacó que ese proceso de elección, además de ser cerrado y ser una elección que considera un accidente, contó con un proceso de presentar un plan de trabajo. Sin embargo, ese plan de trabajo no contaba con metas muy definidas porque se anticipaba un clima hostil en la Junta de Síndicos ante las propuestas estudiantiles. Nadie esperaba que yo ganara. Este, así que en cuanto a lo que se pensaba hacer en ese momento había un plan de trabajo, pero

130 no era un plan de trabajo y te lo tengo que decir con toda sinceridad, un plan detallado. También porque la expectativa de lo que se podía lograr en ese momento no era muy alta. Así que el plan de trabajo estaba limitado a lo que para nosotros era nuestra expectativa, porque veíamos una Junta de Síndicos hostil, en ese momento. Que todavía no era del todo hostil porque no se había dado la expansión. René hizo referencia a una expansión en la Junta de Síndicos. Esta expansión se dio cuando se enmendó la Ley de la UPR para aumentar la composición del organismo de 13 a 17 miembros, luego de terminada la huelga que inició en abril de 2010. Este aumento en la composición de la Junta de Síndicos surgió en respuesta a que, en el proceso de huelga, a pesar de que había mayoría de los síndicos nombrados por el Partido Nuevo Progresista, un grupo de ese bando decidió apoyar unos acuerdos con el sector estudiantil en huelga. Esta decisión provocó que la entonces Presidente de la Junta de Síndicos, Lcda. Ygrí Rivera, se negara a firmar el acuerdo alcanzado por vía judicial entre los estudiantes en huelga y la representación de la Junta. Como mecanismo de garantizar una mayoría de los miembros del partido en el poder, se descargó la medida y el mismo día fue aprobado en el Senado, en la Cámara de Representantes y firmado por el Gobernador. Ese día, mientras se estaba dando ese trámite legislativo, se estaba llevando a cabo una Asamblea General de Estudiantes de las once unidades, donde se decidió acoger los acuerdos alcanzados y levantar la huelga. En ese momento cuando yo entré, concluía la primera huelga, se da la asamblea en Ponce y ese mismo día la Legislatura aprueba la expansión de la Junta […] de Síndicos […] de 13 a 17 miembros. ¿Por qué? Porque Ygrí Rivera perdió control de la Junta. El gobierno perdió control de la Junta después de la huelga. Algunos miembros que eran del PNP, estaban Norman Maldonado, había un médico, Germán, no me acuerdo el apellido.

131 Pero había unos miembros de la Junta que habían decidido votar a firmar el acuerdo en el tribunal. Y la orden de la Presidenta de la Junta era no firmar el acuerdo y ellos por terminar la huelga, pues decidieron hacerlo. Y bueno dos de ellos renunciaron, se quedó uno, este, que fue Norman Maldonado que se, que nunca se fue. Luego German Lagares renunció después. Primero hubo unos cambios en la Junta y luego una expansión por lo que de momento la Junta se convirtió en un cuerpo completamente político. Durante el término de René se llevaron a cabo 31 reuniones, de las cuales 20 fueron de carácter extraordinario, una fue catalogada como telefónica y 10 fueron ordinarias. De las reuniones, René estuvo ausente en dos reuniones y estuvo presente en 28 reuniones de forma presencial y una de forma telefónica, aunque aparece en el acta como ausente. La Tabla 6 resume las reuniones en las que estuvo presente René. Tabla 6: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de René Vargas Martínez Tipo de reunión Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Telefónica (E) Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria

Fecha de reunión 8 de julio de 2010 28 de agosto de 2010 7 de septiembre de 2010 9 de septiembre de 2010 18 de septiembre de 2010 7 de octubre de 2010 23 de octubre de 2010 3 de noviembre de 2010 20 de noviembre de 2010 3 de diciembre de 2010 10 de diciembre de 2010 18 de diciembre de 2010 12 de enero de 2011 20 de enero de 2011 11 de febrero de 2011 14 de febrero de 2011 25 de febrero de 2011 26 de febrero de 2011 7 de marzo de 2011 18 de marzo de 2011 19 de marzo de 2011 29 de marzo de 2011 6 de abril de 2011 26 de abril de 2011 3 de mayo de 2011

Asistencia Ausente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Ausente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente

132 Tipo de reunión Extraordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria

Fecha de reunión 12 de mayo de 2011 18 de mayo de 2011 24 de mayo de 2011 18 de junio de 2011 21 de junio de 2011 28 de junio de 2011

Asistencia Ausente Presente Presente Presente Presente Presente

Según René, este clima de hostilidad provocó que la mayoría de las votaciones se dieran lo que catalogó como votos de línea, donde al menos el representante estudiantil y los dos representantes claustrales en la Junta de Síndicos se oponían o se abstenían de la votación. Esto se pudo evidenciar de la revisión de las actas. También se pudo constatar que se emitieron votos explicativos en al menos 15 reuniones por parte de algunos de los miembros de la Junta de Síndicos. En ese contexto, René señaló que se configuró una mayoría y una minoría donde no se aprobaban las propuestas de la minoría. Se convirtió en un enfrentamiento entre la mayoría y la minoría por lo que presentaba la mayoría pasaba y lo que presentaba la minoría no pasaba. Y cuando hablo de la mayoría, hablo de que el Presidente de la Universidad de Puerto Rico presentaba algo y siempre, independientemente de lo que pensaran los síndicos. […] yo me sentaba a veces al lado de [algunos] te decían, “no tú tienes razón, ese argumento está excelente. No yo entiendo por dónde vienes” y entonces cuando venían a votar, te votaban en contra. ¿Por qué? Porque eran votaciones de línea, so que no había deliberación en realidad. Es importante destacar que, aunque en la gran mayoría de las ocasiones se puede constatar en las actas el planteamiento esbozado por René, también hubo algunas ocasiones en las que se aprobaron propuestas presentadas por él como Presidente del Comité de Asuntos Estudiantiles de la Junta de Síndicos. Esto fue reconocido como parte de la entrevista por René cuando planteó que

133 hubo algunos consensos, pero que en los temas medulares tuvieron que esbozar votos explicativos para dejar expresada su opinión sobre los temas discutidos. Yo creo que para lo más que sirvió nuestra opinión fue para constatar el récord nuestra posición y tener votos explicativos. Probablemente, si tú buscas las actas de ese año yo creo que vas a encontrar la mayor cantidad de votos explicativos, eso era voto explicativo en contra para todo. Nosotros para todo teníamos votos explicativos. Si los buscas los va a ver. Era una cantidad de votos explicativos absurdo. En todas las reuniones había votos explicativos […] a veces había 2 y 3 votos explicativos por reunión, dependiendo del tema. Esta estrategia fue utilizada tanto para dejar expresadas sus opiniones, como por la preocupación de que las actas no recogían los acuerdos o expresiones de los miembros. Las actas estaban maquilladas. Se había determinado que las actas ya no iban a ser minutas, sino que iban a contener exclusivamente algunas partes de la reunión, so que tú veías en el acta, por ejemplo, Ygrí Rivera y tenía tres párrafos hablando y nos tenías a nosotros con una oración, porque nos limitaban lo que decíamos para limitar nuestros argumentos en el récord oficial. Así que nosotros, decidimos… eh… nosotros crear nuestra propia acta. Eh… y eso ocurría. Y rápido que salíamos de la reunión, nos íbamos a un sitio y nos poníamos a comer y ahí escribíamos nuestro informe y esa misma noche la enviábamos a los senados. Íbamos mucho a la prensa. La estrategia de ir a la prensa, también fue destacada en varias ocasiones durante el testimonio de René. Según indicó, recurrieron al mecanismo de mantener informada a la prensa, ya que ejercía una presión pública que en ocasiones lograba detener o cambiar las posiciones de la Junta de Síndicos de forma más efectiva que la que hacía el grupo de la minoría. Lo que yo era, era un comisionado residente, tenía voto, pero es tan absurdo, tenía un voto que verdaderamente no había necesidad y más en ese momento cuando estaban cuadrados. Es más, llegamos a ser seis, en una junta de 17 y como quiera apenas influíamos en las decisiones. Lo que influía en las

134 decisiones era porque nosotros lo llevábamos a la prensa y la prensa empezaba a presionar. Entonces no sólo utiliza una prensa, como mecanismo para ponerle presión a la mayoría para que bajara a o para que suavizaran las políticas que implantaba. Fue la única manera en que pudimos hacerlo y si tú miras las microfichas en ese periodo para saber que muchas de las portadas de El Nuevo Día eran de la Iupi. Era porque nosotros, sacábamos la información, es la verdad. Entonces el día de la reunión por la mañana salía una noticia en portada, entonces el teléfono empezaba a sonar porque le habíamos creado un problema político y eso era la estrategia que utilizábamos. No sé qué más decirte, es que no había otra. En ese grupo de minoría se encontraban los síndicos que aún quedaban de los nombrados por el gobierno del PPD y la representación claustral electa ante el organismo. Particularmente, la relación con la representación claustral se conformó porque habían trabajado previamente en la Junta Universitaria y porque percibieron que en la Junta de Síndicos iban a ser ignorados en sus opiniones. Esta percepción de que iban a ser poco efectivos, les llevó a establecer una alianza donde actuaban, prácticamente, como un solo grupo de trabajo. Cuando nosotros llegamos ya nos conocíamos y habíamos desarrollado una cultura de colaborar entre nosotros. Luego cuando nos encontramos con la aplanadora que nos encontramos allí pues entonces decidimos que aquí no había otra opción que colaborar abiertamente, que nos olvidáramos de cualquier cosa que nosotros quisiéramos impulsar que tuviera que ver con nuestro sector en particular y que simplemente teníamos que poner un frente unido y se hizo. Se hizo por un año completo. […] Todas las decisiones se discutían hasta la saciedad, hasta que todo el mundo estuviera de acuerdo con la postura que se iba a asumir como grupo, como colectivo. Así que después de un rato fue hasta natural porque ya nosotros sabíamos por dónde venía cada uno. Después de como tres o cuatro meses ya nosotros sabíamos cómo, o sea nos convertimos en amigos, fue algo y todavía somos amigos y nos hablamos constantemente. Así que fue muy bueno. Sobre su relación de trabajo con los miembros de la Junta de Síndicos, destacó que no fue la mejor, con excepción del grupo de minoría. Señaló que, en

135 términos del trato, el grupo era amable, pero eso no implicaba que tomaran en cuenta sus opiniones para establecer políticas públicas. De igual forma, sólo en los comités lograban ser efectivos a la hora de disuadir a ese sector de la Junta. También, cree que lograron romper con el bloque, cuando renunció el Presidente, José Ramón de la Torre y tuvieron que escoger a un interino. En esa ocasión, escogieron al entonces Vicepresidente de Investigación y Tecnología, Dr. José Lasalde Dominicci, como Presidente interino por un fin de semana. [La relación fue] terrible. Bueno depende había algunos con los que tú podías hablar y eran amables y podría negociar algunas cosas, pero regularmente eso era para votaciones en los comités. Pero en el pleno de la junta de gobierno las votaciones eran de línea, la mayoría de ellas a menos de que ya estuvieran divididos, que no pasaban mucho. Solamente un momento, por ejemplo, cuando decidieron nombrar de interino a Miguel Muñoz de nuevo luego de la renuncia de José Ramón de la Torre, ellos se dividieron. Había un grupo quería que se nombrara al vicepresidente Lasalde como interino y había otros que quería a Miguel Muñoz. Obviamente, Miguel Muñoz prevaleció por mucho, por mucho. Pero si, en ese momento se pudo hablar, pero regularmente no había mucho. Sí era muy amables, porque el doctor Norman Maldonado era muy amable, Aníbal Jover era muy amable, Aura González era muy amable, que era con la que te dije anteriormente, pero la verdad es que ellos se ponían de acuerdo y no había manera, de que discreparan. René describió el clima existente como uno de mucha confrontación, en donde se dieron situaciones álgidas y amenazas de referir a los representantes a la Oficina de Ética Gubernamental por divulgar el detalle de lo que pasaba en las reuniones. No obstante, entendía que su rol allí era circular los documentos públicos. Era un ambiente bastante árido y bastante confrontacional. Hubo reuniones donde se tiraron botellas, este, discusiones a pulmón completo, este… así que… no era un ambiente donde se pudieran aprobar propuestas. Esa es la realidad. Nuestro rol y mi rol, en particular, se limitó a mantener siempre informado a los

136 estudiantes y se hacían informes de cada reunión por escrito, de lo que pasaba en la Junta y se circulaba a todos los senados académicos y a todos los consejos de estudiantes. De hecho, eso nos causó problemas porque nos amenazaron con llevarnos a ética, porque nos decían que nosotros no podíamos hacer eso, que eso no era parte de nuestro trabajo como síndicos, que las actas eran los documentos oficiales de las reuniones y que eso es lo que se debía circular. Este planteamiento de no informar a la comunidad universitaria, chocaba con la perspectiva que tenían sobre el rol de la representación estudiantil. De acuerdo a René, ese rol de representar conlleva la comunicación de los datos al sector que representa y permitir que le indiquen cuál es la decisión que se debe tomar. Nos amenazaron con llevarnos a ética, con expulsarnos, pero es que también, nosotros los documentos los filtrábamos, porque entendíamos que eran documentos públicos y que la comunidad tenía derecho de conocer lo que se estaba haciendo. Y ellos entendían que no, que los documentos solamente se podían publicar luego de su aprobación, cosa que a nosotros nos parecía absurdo porque si yo no ausculto la comunidad universitaria sobre lo que se va a [aprobar] ¿cómo yo voy a ser representante y no voy a consultar a mis representados sobre lo que está a punto de aprobarse? No el representante tiene que decir, tiene que ir donde sus representados-estudiantes y tiene que decirle mira se está discutiendo esto, ¿qué ustedes piensan de esto? Mira el borrador. Ayúdame. Dame tú insumo porque yo tengo una reunión en dos semanas y tengo que allí presentar una propuesta y presentar la posición de ustedes. Y eso que se trata. Desde esa perspectiva René planteó que entiende como una mala práctica el que la Junta de Síndicos no utilizara la retroalimentación que puede brindar el representante estudiantil para mejorar políticas o permitir que funcionara la gobernanza universitaria. Cuando estamos hablando de la estructura de la junta, o sea el secretario ejecutivo de la junta, los síndicos de mayoría pues ellos hacían todo lo posible para que no solamente yo, nosotros no pudiéramos participar. […]Y no ven a la representación estudiantil

137 como una manera de buscar cambios, de buscar información, de personas que ve el día a día de la Universidad. […]Es decir, el estudiante es el que verdaderamente ve desde abajo como todo el andamiaje que está corriendo le afecta. Y eso no lo aprovechan porque lo ven como un enemigo, de nuevo. Entonces tú no puedes esperar que la gobernanza que se supone que funcione, funcione cuando los componentes de, cuando las personas que se supone que permitan que corra la gobernanza ven con recelo las estructuras que la ley les impuso. Y entienden que no, que esas estructuras deberían ser nada más que para un sector en particular. Algunos de los retos a los que se enfrentó René a la hora de fungir como representante estudiantil fue la carga de trabajo con la que tuvo que lidiar mientras ocupó el puesto. De igual forma, la cantidad de reuniones fue un factor que le afectó. Debido a que era el único estudiante en el organismo, René entendía que debía evitar ausentarse de los comités y de las reuniones del cuerpo, aun cuando le costara sacrificar sus clases y a nivel de pareja. Yo fui estudiante de la escuela de derecho nocturno, trabajaba a tiempo completo. Así que tuve que tomar tiempo sin paga del trabajo. Esa junta se reunía muchísimo, a veces dos y tres veces en la semana, dos veces. A veces había ordinarias y extraordinarias en un mes, por porque vino el problema de la acreditación, estábamos en huelga constante, renunció el Presidente de la Universidad en ese momento, hubo búsqueda y consulta. O sea, fue un tiempo, un tiempo de mucha inestabilidad, que personalmente requirió mucho de mí. Y obviamente como yo era el único representante estudiantil yo no me podía dar el lujo de faltar a ninguna de las reuniones, aunque tenía confianza en mis compañeros docentes, pero es que el responsable soy yo. So, yo tenía que ir. Y esto es en general, los estudiantes como regla general van a pagar que los docentes o los miembros del gobierno, porque los estudiantes no tienen, más allá de una descarga a la inversa de seis créditos, la verdad es que los estudiantes tienen que sacrificarlo todo, si tú eres miembro de la junta de gobierno es bien difícil trabajar, es bien difícil. Porque la carga de trabajo es tan grande, si lo hacen bien. Si haces una porquería pues no es problemático. Si tú quieres hacer el trabajo bien pues verdaderamente tú interrumpes tus estudios, yo bajé mis notas, más el estrés que te causa. No es fácil, no es fácil. Yo

138 tuve problemas en ese momento hasta con mi pareja en ese momento por el problema que tenía. Cuando se indagó sobre lo que pudo aportar en la Junta de Síndicos éste indicó que fue muy poco. Sin embargo, destacó que pudo aportar a nivel de gestar un grupo unido de la comunidad universitaria que integrara a los diversos sectores de la comunidad en resistencia a la intervención político partidista que se impulsaba desde la Junta de Síndicos y mediante los administradores. Lo más importante fue que nosotros pudimos por primera vez en muchos años pudimos enfrentarnos en un frente unido de la comunidad universitaria. Y cuando digo unido era unido de verdad. Entre docentes y estudiantes y mover a los senados académicos y mover a todo el mundo en la misma página de que las diferencias pequeñas que tenemos entre nosotros que a veces no son tan pequeñas, entre estudiantes y profesores, éste no es el momento de traerlas al ruedo. Lo que hay que buscar es, tenemos que vernos como un grupo como la comunidad universitaria… y en ese momento todo el mundo no importa si era docente, de la Hermandad o del Sindicato, los profesores, todo el mundo estaba colaborando. Todo el mundo. Y se hacían conferencias de prensa y venía todo el mundo no y se logró que ante los medios se pudiera construir al menos ante los medios una voz coherente ellos y nosotros ellos y nosotros. Ellos eran el partido que estaba tomando control de la Universidad desde la Junta de [Síndicos] y los administradores y nosotros éramos el resto: los senados académicos, los empleados, los estudiantes que a pesar de tener nuestras diferencias había asuntos que eran más importantes. Que nosotros y que allá arriba que ninguno de nosotros ni los estudiantes y los profesores ni yo permitimos que nos compraran o que nos manipularan o que nos utilizaran para causar desunión entre nosotros. Sobre su relación con la representación estudiantil del sistema de la UPR, René señaló que hubo choques con algunos, pero que mantenía comunicación con los consejos de estudiantes, con los senados académicos y con la Confederación Estudiantil Nacional (CEN), que agrupaba a los consejos de estudiantes del sistema.

139 Hubo choques con unos representantes estudiantiles en particular, […] pero en general la relación fue muy buena. Yo me pasaba en los consejos por los recintos, yo daba charlas y cómo manteníamos siempre los consejos de estudiantes y también a los Senados, por los recintos no era como que tenían problemas con nosotros y nosotros casi todo lo discutíamos con la Confederación Estudiantil Nacional y se discutía con los consejos de estudiantes, o sea había mucha apertura. De hecho, yo a veces ponía minutos a minuto en mi página de Facebook, de lo que pasaba en la Junta ellos [la Junta de Síndicos] se molestaban conmigo, pero a mí no me importaba. Esa comunicación con los senados académicos y los consejos de estudiantes fue planteada como una muy eficiente. Según planteó René, en ocasiones se habían expresado de forma simultánea varios organismos en contra de una propuesta que estaba siendo considerada o quería ser aprobada por la Junta de Síndicos. Se hacía un trabajo bastante en equipo, yo me comunicaba, yo trabajaba con los estudiantes en la junta. Los claustrales con los claustrales en los senados y se hacían negociaciones. Muchas veces la Junta de [Síndicos] aprobaba cosas, pero ya seis o siete senados se había expresado en contra antes de que llegara al floor en la junta y era porque nosotros desde que estaba en comité. Decíamos mira por ahí viene este golpe, aquí está el borrador. Ese era nuestro estilo y bueno desarrollamos una buena relación. René indicó que siempre entendió que todo lo que hacía en la Junta de Síndicos resultaba en beneficio de la institución, por lo que no entiende que hubo un choque entre su rol de representante estudiantil y su rol de velar por los mejores intereses de la institución. Además, destacó que mantuvo mucha comunicación con los sectores laborales de la UPR, al punto de que llegaron a establecer estrategias en conjunto para oponerse a posiciones que consideraban perjudiciales para la institución y que eran promovidas por la Junta de Síndicos.

140 Asimismo, René planteó que la experiencia de estar en la Junta de Síndicos le permitió ver mejor el impacto que tienen las decisiones que se toman en la UPR sobre el país. Indicó, sin embargo, que en su experiencia la intervención político partidista hizo que no viera que se ejerciera la autonomía universitaria. Destacó que: La autonomía universitaria es una falacia, porque al final del día ahí donde tú lo ves, el presidente de la Junta de [Síndicos] se pasa metido en Fortaleza, le deben el nombramiento al partido en el poder y estoy seguro que cuando piensa en contratos en todas las cosas, toda la cosa se toma en consideración. Pero yo creo que esa es la limitación más grande y tiene que ver con la estructura que hay actualmente decidido no tienes un sector estudiantil y claustral lo suficientemente grande como para hacer un contrapeso a esa influencia política, entonces cómo lo que hay es una representación, así como que protocolar, pues entonces, lo único que te salva es que si hay divisiones internas pues entonces ahí tú puedes negociar, si hay discusiones entre los mismos miembros de la junta de gobierno. […] El problema de esa estructura es precisamente que es la que ejerce el control político de la Universidad. Como está estructurado es que una vez yo te nombro yo soy dueño tuyo y Fortaleza llama la Junta de [Síndicos] hace lo que diga Fortaleza. Por lo menos esa fue mi experiencia en mi año. Desde el punto de vista esbozado por René, el rol del estudiante en la Junta de Síndicos va a depender de cómo los miembros de la Junta vean a ese representante. Indicó que era vital la participación estudiantil en la Junta ya que éste conoce de primera mano lo que está pasando en las unidades del sistema, así como la calidad del servicio que reciben los estudiantes. [Si] esa clase de administradores, esa elite y los miembros de la junta consideraran al representante estudiantil como un ente positivo allí, que está allí para traer problemas cotidianos de los estudiantes y que se puedan atender desde la Junta de [Síndicos] pues definitivamente que el trabajo de representante estudiantil es vital. Es vital porque ninguno de los miembros de esa Junta tiene contacto con lo que pasa el día a día con los servicios estudiantiles. Los mismos claustrales tampoco porque los

141 claustrales no está en el área de servicio. Y tampoco saben cuáles son las prioridades de los estudiantes, cómo bregar con asuntos que tienen que ver con retención, todas esas cosas si tú lo ves desde abajo pues es bien difícil. Entonces, se discutían cosas en el abstracto sin tú verdaderamente, tú tener una idea de cuál va a ser el impacto abajo con la persona que recibe el servicio que es el estudiante. Y el representante estudiantil, aparte de que el representante estudiantil también está en un proceso de formación en la disciplina que está, puede traer propuestas, puede traer cosas que estas personas que llevaban ahí años tal vez todavía no les ha pasado ni por la cabeza y recientemente ha pasado en algunos casos que los representantes estudiantiles han sido centrales, los que vinieron después de mí luego del cambio de gobierno en la aprobación de muchas políticas que yo entiendo que son políticas de avanzada que si no hubiera estado son representantes estudiantiles la universidad probablemente nunca los hubiera, no se hubiera aprobado sino porque los estudiantes estaban empujando que se aprobara. Así que yo creo que es invaluable, es invaluable si se le concibe como es. No obstante, René planteó que es necesario reconocer que existen asuntos que afinar en el rol de la representación estudiantil. Particularmente, destacó que no existían unos requisitos mínimos que se le exigieran a ese representante estudiantil, dejando aspectos relacionados a la transparencia a discreción absoluta del estudiante que ocupe la posición. Yo creo que uno de los problemas actualmente es que el nivel de transparencia del síndico depende del síndico, o del gobernante en este caso. Y yo creo que no, yo creo que cuando tú estás en un puesto como ese, donde ese es el único puesto donde el estudiante puede y tiene una cuota de poder mínima, pero la tiene, nosotros como estudiantes deberíamos dar un poco el ejemplo en términos de lo que es transparencia y lo que es el proceso de toma de decisiones en un cuerpo colegiado. Y a veces yo he visto que hay algunos que sí, que comparten, que hacen informes, que comparten la información y hay otros que no lo hacen, que no lo hacen. Yo pienso que tiene que haber una manera en que nosotros podamos establecer como estándar y tener unos mínimos de lo que se le requiere a un síndico estudiantil y lo que debería hacer. Los roles van a variar, Aníbal, dependiendo del tipo de gobierno con el que te encuentres.

142 Christopher Torres Lugo Christopher Torres Lugo fue representante estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR del año 2012 al año 2013. Era estudiante de bachillerato en Ciencias de Computadoras del Recinto de Bayamón, al momento en que ingresa a la Junta Universitaria, sin embargo, era estudiante graduado del Recinto de Río Piedras mientras se desempeñó como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. Su proceso de insertarse en los cuerpos de gobernanza universitaria comenzó luego de finalizada la huelga estudiantil del 2010, cuando surgió un interés de su parte en pertenecer al CGE de la UPR en Bayamón como representante estudiantil ante el Departamento de Ciencias de Computadoras. Luego de haber sido parte del CGE por el espacio de un año, Christopher fue electo como representante estudiantil ante la Junta Universitaria por la UPR en Bayamón. Al cabo de diez meses en ese cuerpo, se llevó a cabo la elección para ocupar la posición de representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. En ese proceso eleccionario compitió contra los representantes estudiantiles de los recintos de Río Piedras y Mayagüez. Según lo narrado por Christopher: La Confederación Estudiantil Nacional llevó a cabo un debate entre los candidatos a representante estudiantil en la Junta de Síndicos en el cual participó este servidor y dos representantes más, uno siendo el de Río Piedras y otro siendo el de Mayagüez. Fue una votación bastante cerrada. Si no mal recuerdo fueron cinco votos a favor mío, cuatro a favor del representante de Río Piedras y un voto por el representante de Mayagüez, con un recinto que no participó de la votación que fue el Recinto de Ciencias Médicas. Como parte del proceso que se llevó a cabo se presentó un plan de trabajo. Un asunto de gran importancia que mencionó Christopher sobre su plan de trabajo fue atender a los estudiantes que no son admitidos en su primera

143 opción cuando solicitan estudios a la universidad. El siguiente fragmento resume lo expresado por Christopher: La propuesta que recuerdo ahora mismo [era] atender las situaciones en las que hay, en las que la universidad admite estudiantes a una opción que no es su primera y esa opción […]en la que el estudiante está admitido no es algo en lo que el estudiante quiere estudiar. Así que pues, el estudiante entra a una concentración o un programa con miras a cambiarse al programa que sí quiere estudiar pero al que no fue admitido […] he escuchado una cantidad de historias y de situaciones en las que el estudiante pues coge unos cursos de concentración de una cosa que no le gusta, por ende no le va bien, saca una mala nota, baja el promedio y como baja el promedio pues entonces no se puede cambiar, como no se puede cambiar se frustra y eventualmente se da de baja de la universidad, así que […] la universidad incurre en un gasto, en un estudiante que no termina. El estudiante pues tiene una mala experiencia con la universidad. Lo que se quería hacer era ver cómo se podía atender esa problemática. No se pudo. Según las actas de la Junta de Síndicos, durante el período de tiempo que Christopher sirvió como representante estudiantil se llevaron a cabo nueve reuniones ordinarias, seis reuniones extraordinarias, dos referéndums y una reunión de orientación. Las actas de las reuniones de la Junta de Síndicos reflejan que Christopher estuvo de manera presencial en las dieciséis reuniones del cuerpo y que participó en los dos referéndums que se llevaron a cabo por parte del cuerpo. Además, fue el primer representante estudiantil que participó de los diez comités de la Junta de Síndicos durante ese año. La Tabla 7 recoge el desglose de reuniones que se llevaron a cabo durante la incumbencia de Christopher como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos. Tabla 7: Reuniones de la Junta de Síndicos durante la incumbencia de Christopher Torres Lugo Tipo de reunión Orientación Ordinaria

Fecha de reunión 13 de julio de 2012 11 de agosto de 2012

Asistencia Presente Presente

144 Tipo de reunión Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Extraordinaria Ordinaria Ordinaria Referéndum Referéndum

Fecha de reunión 4 de septiembre de 2012 22 de septiembre de 2012 3 de octubre de 2012 12 de octubre de 2012 20 de octubre de 2012 10 de noviembre de 2012 15 de diciembre de 2012 10 de enero de 2013 26 de enero de 2013 7 de febrero de 2013 16 de febrero de 2013 28 de febrero de 2013 16 de marzo de 2013 27 de abril de 2013 29 de abril de 2013 29 de abril de 2013

Asistencia Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente Presente

La carga de trabajo de pertenecer a la Junta de Síndicos, ser miembro de los diez comités de organismo y complementarlo con su vida de estudiante graduado fue identificado como uno de sus mayores retos. Destacó Christopher que: Era mi primer año de maestría, así que estaba en la transición de ser un estudiante subgraduado a ser un estudiante graduado por primera vez [...]estaba manejando mis clases, los comités de la Junta de Síndicos [que] se reunían mayoritariamente en las noches y mis clases eran por las noches, así que estaba barajeando […] las ausencias a mis clases con poder atender […] mis responsabilidades en la Junta. A la misma vez estábamos atendiendo todas las unidades porque en […] momentos de tranquilidad en la universidad […] los problemas van subiendo por los canales, pero en la medida en que la universidad no funciona bien, pues los representantes en la Junta tienen que bajar a atender los problemas que surgen abajo […] Es algo que cansa mucho, que le mete mucha presión a uno, que si uno no está preparado se va a perjudicar académicamente porque le está dedicando de su tiempo de estudio. Así que eso fue lo más difícil. Atender las unidades y barajear mi carga académica. De los miembros de la Junta de Síndicos, uno era el representante estudiantil, dos eran representantes claustrales, once miembros habían sido designados el entonces Gobernador, Luis Guillermo Fortuño Burset

145 perteneciente al PNP y tres miembros habían sido designados por el anterior Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá perteneciente al PPD. De acuerdo a Christopher, al interior de la Junta de Síndicos tuvo colaboraciones con algunos miembros del organismo para desempeñar su labor. En especial catalogó como bastante estrecha su relación de trabajo con los representantes del personal docente en la Junta de Síndicos. No obstante, durante la entrevista Christopher, consistentemente dividió a la Junta de Síndicos en un sector de mayoría y un sector de minoría y estableció dos parámetros para ambos sectores. El sector de minoría estaba integrado por los miembros de la Junta de Síndicos que fueron nombrados por el gobernador Aníbal Acevedo Vilá. El sector de mayoría estaba compuesto por los miembros de la Junta de Síndicos que fueron nombrados por el gobernador Luis Fortuño Burset. La mayoría de las colaboraciones que tuvo como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR al interior del organismo se dio con los representantes del personal docente y el sector de minoría. En su relato Christopher destacó que: En casi todas las reuniones la Junta de Síndicos aprobaba cosas que iban en contra de los deseos de la comunidad universitaria o que simple y sencillamente iban en contra de los mejores intereses de la universidad, como, por ejemplo, la cuestión de la permuta de terrenos de Gurabo que los miembros de la Junta de Síndicos, el bloque de la mayoría le votó a favor, mientras la minoría le votamos en contra. Un análisis de las actas de la Junta de Síndicos para ese período refleja que en nueve reuniones y en los dos referéndums hubo al menos una ocasión en la que se observaba una votación donde la representación estudiantil y docente votaban contrario o se abstenían de la decisión de la mayoría del cuerpo. En la

146 mayoría de las quince votaciones, alguno o todos los miembros del sector de minoría votaba acorde con la posición de la representación estudiantil y docente en la Junta de Síndicos. La permuta de terrenos de Gurabo, según consta en las actas de la Junta de Síndicos, surge de la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa de una Resolución Conjunta que le requirió a la UPR transferir al Municipio de Gurabo 50 cuerdas de la Subestación Experimental Agrícola a cambio de unos terrenos en el Municipio de Yabucoa. Según consta en el acta número 10 de 2012-2013 de la Junta de Síndicos, la transferencia se paralizó ante el compromiso del entonces gobernador electo, Alejandro García Padilla, de devolver los terrenos a la UPR una vez asumiera el poder. De acuerdo a lo relatado por Christopher, en muchas ocasiones él, junto a los representantes del personal docente y el grupo de minoría, se reunía para atender las diferentes situaciones que estaban ocurriendo y plantear su reacción ante ese tipo de situaciones. Señala Christopher que: La mayoría de la […] interacción entre los miembros de la comunidad y la minoría, pues fue […] sentarnos a ver cómo íbamos a atender las diferentes situaciones que estaban ocurriendo y cómo íbamos a reaccionar a ellas y cómo íbamos a movernos para que otros foros de […] gobernanza tuvieran la información y pudieran tratar de atender la problemática. Por su parte, la relación que Christopher tuvo con el sector de mayoría de la Junta fue descrita como diametralmente opuesta a la relación que tuvo con los síndicos de la minoría y con los representantes del sector docente. En su relato establece que: Una vez nosotros íbamos y expresábamos nuestras preocupaciones y hacíamos nuestros argumentos, pues muchas

147 veces ellos nos daban la razón. Ellos [los síndicos de mayoría] entendían de que sí estábamos en lo correcto, pero ellos simple y sencillamente nos votaban en contra porque aparentemente tenían una directriz del Presidente de la Junta en ese entonces de […] votar todos como un grupo. […] Había síndicos de la mayoría que mostraban […] un desprecio a los miembros de […] la comunidad y a la comunidad […] a los estudiantes, a los no docentes, etcétera. El ambiente que existía al interior de la Junta de Síndicos durante el período en que Christopher se desempeñó como representante estudiantil en el organismo fue catalogado como poco universitario y tóxico. Según describe Christopher en ocasiones había gritos y se mandaban a callar a los miembros. Los siguientes fragmentos de su testimonio recogen el sentir expresado por Christopher sobre su experiencia: Allí a unos les gritaban, a unos los mandaban a callar. Era un ambiente bastante tóxico, no era nada, eh… universitario, nada como lo que uno espera que se diera en una institución universitaria. Simple y sencillamente no las tomaron en cuenta [mis opiniones]. De parte de la mayoría, que era a quien necesitábamos para aprobar todo, pues no las tomaron en cuenta. Y no solamente las mías, sino las de la representación claustral y de minoría en la Junta. Así que […] se acaban las reuniones y nos íbamos a comer y lo que decíamos era que nosotros íbamos allí a pintarnos, básicamente éramos una pintura en las reuniones porque no nos hacían caso. [N]o había un debate nutrido como se da en otros foros como la Junta Universitaria o el Senado Académico […] donde, uno tiene la oportunidad de convencer a los otros miembros del cuerpo para que voten con uno […] cuando entraban a la reunión ya todo el mundo sabía cómo iba a votar en todos los diferentes asuntos. Una de las situaciones a las que se enfrentó en la Junta de Síndicos fue la dificultad de acceso a la información por parte del cuerpo y la administración universitaria. Esta limitación de acceso a la información supuso que entendiera

148 que se afectaba su habilidad de tomar decisiones informadas y descargar su deber en la Junta de Síndicos. En su relato Christopher indicó: La dificultad mayor [provenía] de la administración ya que […] no nos proveían ningún tipo de información y la información que nos proveían era o a medias o no existía. Incluso […] llegaban al punto de que nos circulaban un documento y el documento nos lo retiraban. O sea, nosotros los recibíamos en la Junta, los podíamos leer, los discutíamos y teníamos que entregarlos de vuelta porque ellos querían evitar que la información fluyera hacia, hacia las unidades […] En la medida en que nosotros no teníamos información para saber cómo estaba la situación en la universidad pues se veía afectada nuestra habilidad de tomar decisiones informadas y de comunicarle a nuestros representados qué estaba pasando y por qué estaba pasando. Esta representación hecha por Christopher se ve reflejada en el acta de la reunión ordinaria del 11 de agosto de 2012 donde se discute un acuerdo entre el Banco Gubernamental de Fomento y la UPR. También, el acta del 10 de enero de 2013 y el voto explicativo que someten los representantes claustrales ante la Junta de Síndicos Ana Matanzo, Carmen Ana Miranda; Christopher Torres Lugo y los miembros de la Junta de Síndicos designados por el gobernador, Isabel Picó y Carlos Pérez, ante el acuerdo de la Junta de Síndicos de utilizar los fondos de una línea de crédito otorgada por el Banco Gubernamental de Fomento a la UPR para subvencionar algunas investigaciones que habían recibido una congelación de fondos por parte del National Science Foundation, sustentan lo expresado por Christopher. La tirantez de la relación entre Christopher y los miembros de la Junta de Síndicos de la mayoría permeó a su relación con la administración universitaria. Christopher sugirió las razones por las que no había mucha apertura para escuchar o considerar las propuestas que presentaba cuando señaló que:

149 Parece que durante el proceso huelgario [del 2010] la administración se cerró y de ahí en adelante nos consideraron que lo que veníamos era a causar problemas, así que ellos no nos escuchaban […] y en muchas ocasiones ellos estaban de acuerdo con lo que nosotros le estábamos planteando, pero cuando iban a votar pues votaban en contra del estudiante. Esta situación de tirantez y la falta de información llevó a que se desarrollaran otras redes de información, que no eran las oficiales para adquirir la información necesaria. Ejemplo de esto es cuando Christopher señaló que A pesar de que la administración no nos daba la información, nosotros entonces nos movíamos a hacer llamadas a las unidades, a los representantes, a gente que nos pudiera informar lo que estuviera pasando. Por ejemplo, tuvimos, durante mi año se dio la situación de la suspensión de la National Science Foundation y en ese entonces particularmente el Recinto Universitario de Mayagüez estuvo trabajando fuertemente leyéndose la documentación, leyéndose la reglamentación, viendo resúmenes que pudieran informar a la comunidad sobre las posibles consecuencias de que la universidad no corrigiera la situación que estaba pasando, así que la comunidad en ese entonces, fue de gran ayuda para que nosotros pudiéramos descargar nuestro deber de fiducia. De igual forma, otra de las redes que se desarrollaron para adquirir información fue con la prensa del país. Indicó Christopher que: Nosotros teníamos dificultad en tener acceso a la información y había uno que otro periodista que a veces estaba más informado […] que nosotros o que otros miembros de la comunidad y hasta que la misma administración. Christopher señaló que como parte de ejercer sus labores de representante estudiantil ante la Junta de Síndicos mantuvo una comunicación constante con los consejos de estudiantes del sistema. Esa comunicación se daba de manera continua: Luego de las reuniones importantes de los comités, nosotros teníamos […] un grupo privado en Facebook donde se les decía esto es lo que está pasando. Nos reuníamos todos los meses con

150 la Confederación Estudiantil Nacional donde se presentaba un informe y se recibía el insumo de los estudiantes. Así que, dentro de todo, tuvimos una muy buena relación. De igual forma, Christopher indicó que participaba activamente de las discusiones que se daban en el caucus estudiantil de la Junta Universitaria. De esa manera se podía desarrollar un trabajo mano a mano con los planteamientos estudiantiles en la Junta Universitaria. En esa dirección Christopher presentó su relación con los senados académicos. Según su relato: Llegamos a visitar a algunos Senados, en especial el de Río Piedras y el de Bayamón, donde íbamos porque el Senado nos invitaba. Nosotros íbamos y nos sentábamos como miembros de la comunidad y si surgía alguna duda, o la información que estaba presentando la autoridad nominadora era distinta a la que nos habían presentado, entonces nosotros aclarábamos y presentábamos la información que a nosotros nos habían dado en la Junta de Síndicos. A pesar de mantener comunicación estrecha con los senados académicos y el caucus estudiantil y claustral en la Junta Universitaria, ese comportamiento no se replicó con las juntas administrativas. A juicio de Christopher esa distancia se debe a la poca cantidad de representantes estudiantiles en el organismo: La interacción con las juntas administrativas, era muy poca, porque es un cuerpo que está dominado principalmente por la administración y solamente contamos con un representante en propiedad y un alterno de parte […] de los estudiantes […] Así que era muy poco […] lo que subía para que nosotros atendiéramos. Por otra parte, la relación con los gremios laborales de la institución fue abierta y cordial. Christopher fue el último representante estudiantil en la Junta de Síndicos, debido a que en el año en que estuvo se aprobó legislación para sustituir la Junta de Síndicos por una Junta de Gobierno. En esa nueva Junta de Gobierno se

151 estableció que debía haber representación de un estudiante subgraduado y un estudiante graduado. A juicio de Christopher sobre las razones que llevaron a que se eliminara la Junta de Síndicos, éste destacó el cambio de gobierno del PNP al PPD y la situación con la National Science Foundation. “La situación con la Fundación Nacional de las Ciencias fue la situación que […] colmó la copa. La comunidad universitaria estaba muy preocupada sobre las consecuencias […] que iba a tener la universidad con las agencias federales, porque no solamente era una situación con la Fundación Nacional de las Ciencias. […] En el caso de que la NSF nos declarara en un debartment pues eso nos afectaba con las otras agencias porque una vez que una de las agencias nos declara en debartment, pues todas las otras nos quitan los fondos federales, así que ahí se veía afectado no solamente las subvenciones de NSF, sino que se afectaba NIH, se afectaba NASA, se afectaba Departamento de Energía, se afectaba Departamento de Defensa, se afectaba el acceso a las Becas Pell y a los Préstamos estudiantiles del Departamento de Educación. Así que era una situación de vida o muerte porque en la medida en que la universidad perdía el acceso, pues no iba a tener los recursos para, para operar y simple y sencillamente había que cerrar la universidad porque el gobierno no tenía con qué dinero sostener la cantidad de fondos que nos llegaban de las agencias federales […] Y eso llevó a la comunidad universitaria a que una vez se diera el cambio de gobierno y una de las promesas que hizo, que hizo el Partido Popular [Democrático] en la campaña fue que venían a salvar la universidad, a quitar la cuota de estabilización fiscal […] La comunidad empezó a plantearse que había que cambiar la ley de la universidad porque ya habíamos visto que una junta y una administración dominada por el partido de turno nos estaba llevando a la ruina, así que la comunidad impulsa para que el mismo gobierno cambie la junta”. La situación que describió Christopher Torres Lugo se ve reflejada parcialmente en las actas de la Junta de Síndicos de ese año. Según consta en esos documentos, en casi todas las reuniones de ese año se discutió la suspensión de fondos que había aplicado la National Science Foundation a la UPR. Las actas aluden a cartas de la agencia federal indicando las medidas que

152 tomarían contra la institución por no cumplir con la normativa de la agencia. De igual forma, las actas indican que parte de las discusiones mostraban la preocupación de algunos miembros de la Junta en que, de no tomarse acciones correctivas por parte de la institución, se podría haber extendido la suspensión de fondos a todo el sistema universitario. También, se destacan que hubo allanamientos por parte de la Oficina del Inspector General como parte de un proceso de investigación por unos manejos cuestionables de fondos de la agencia. Este proceso de cambio llevó a que se produjeran choques con el sector de la minoría en la Junta de Síndicos. Christopher relata que los momentos de roces con los miembros de esa minoría surgieron al final del término en la Junta de Síndicos: Con la minoría tuvimos nuestros roces mayormente al final de mi término en la Junta de Síndicos. Al final pues se dio durante mi término tuvimos el cambio de gobierno, el gobierno cambió de ser uno dominado por el Partido Nuevo Progresista, a ser un gobierno dominado por el Partido Popular Democrático. En ese entonces, pues, surgieron diferencias en cómo se iba a atender la situación en la universidad y si el gobernador iba a entrar a cambiar la Junta de Gobierno, de Síndicos, [y] cómo iba a ser la composición. Así que la comunidad universitaria quería que se diera un cambio […] los representantes de minoría en la Junta tenían una visión particular, los representantes de la comunidad teníamos otra muy diferente. Nosotros queríamos que nos dieran un co-gobierno en el cambio de la Junta de Síndicos a la Junta de Gobierno que esperaba a hacer el nuevo gobernador y los síndicos de minoría entonces entendían que, que el Ejecutivo debería mantener la mayoría […] en la nueva Junta de Gobierno porque era el gobierno el que financiaba mayoritariamente las operaciones de la universidad. Y ellos nos decían simple y sencillamente […]cuando ustedes consigan más de su 50% de su financiamiento en su presupuesto, nosotros los dejamos gobernarse. Mientras ustedes no tengan esa cantidad, pues nosotros vamos a seguir mandando.

153 Ese proceso de cambio en la Junta de Síndicos contó con la intervención del entonces recién juramentado gobernador, Alejandro García Padilla, del PPD, quien se reunió en una ocasión con Christopher, las dos representantes claustrales ante la Junta de Síndicos y el sector de minoría en la Junta. Luego de esa reunión, hubo una segunda reunión donde no participaron los representantes claustrales y donde se acordó el cambio específico en la ley de la UPR. Según Christopher: [En] la segunda reunión que sostuvimos con el Ejecutivo […] los representantes claustrales decidieron no participar de la reunión por razones personales […] El gobernador nos expresó cuál era su interés y cómo él iba a atender la situación. En el caso particular era enmendar el artículo [3] de la ley de la universidad, el cual contenía la Junta de Síndicos. Él proponía que hubiera una Junta de Gobierno que tuviera una composición diferente a la que tenía. Allí se mantenía igual la representación estudiantil, un solo estudiante y dos claustrales y él cambiaba la representación del gobierno [...] Durante el intercambio […] se logró incluir un estudiante adicional. Claro, ese estudiante adicional se consiguió después de discutir extensamente con el gobernador y que el gobernador lo consultara con su equipo de asesores. A juicio de Christopher nunca se enfrentó a un momento donde tuvo que hacer un balance entre tomar una decisión que beneficiara a la institución a pesar de que perjudicara al sector estudiantil. Según señaló, todo lo que atendieron en ese año era en beneficio de la universidad y los estudiantes, por lo que no tuvo que asumir una posición que fuera contraria al interés estudiantil. Desde ese punto de vista destaca que su rol como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos era educar a los síndicos nombrados por el Ejecutivo y brindarle información a la comunidad universitaria sobre las decisiones que se tomaban: [Los beneficios de que haya estudiantes en la Junta de Síndicos es] mover la información […] para que la comunidad sepa qué es lo que está pasando. Dos, plantearles a los miembros nombrados

154 por el Ejecutivo una perspectiva diferente a lo que es la universidad […]educar a los síndicos del Ejecutivo sobre las dificultades que se dan y que ellos no ven porque ellos están en un edificio, aparte. Ellos no comparten con la comunidad. Ellos no caminan por los pasillos de la universidad [ni] ven las dificultades que pasan los estudiantes y el claustro por la falta de servicios, de secciones, de materiales. Así que, la representación de la comunidad es como una, una conciencia de la Junta. A tono con eso, Christopher indicó que desde su punto de vista la mayor limitación que tiene la Junta de Síndicos es su desconocimiento con lo que pasa en la UPR. Desde ese punto de vista, la lejanía con el día a día de la institución y con los miembros de la comunidad universitaria fue identificada como una de las limitaciones de la Junta. [Aunque] los síndicos fueron parte de la universidad, así que fueron partícipes de lo que es la vida universitaria, […] no eran personas que conocían así que como no conocen, no pueden tomar decisiones a favor de la comunidad o no se sienten obligados a tomar unas decisiones y, ellos simple y sencillamente llegan a la Junta, participaban de la reunión y se iban. Tenían sus trabajos, así que no tenían que caminar por el recinto. […] la limitación más grande que tiene la Junta es que mayoritariamente está constituida por personas que no conocen o no tienen que, que, que verle la cara a las personas a las cuales sus decisiones afectan. Por otra parte, Christopher destacó que la Junta de Síndicos debía enfocarse en tareas de auditar el presupuesto y buscar que la institución fuese más efectiva. El beneficio que le pudiera traer la Junta de Síndicos a la Universidad […] debe ser en términos de auditar el presupuesto de la universidad, asegurarse que el presupuesto no se esté sobregirando o ver cómo se puede hacer la operación más eficiente. Pero en mi término en la Junta esa no era la visión ni la expectativa, ni lo que los miembros iban allí a hacer […] Así que el beneficio que entiendo que la Junta pudiera proveer, no lo proveyó en ningún momento.

155 Sobre su proceso de inserción en la Junta de Síndicos, Christopher reflexionó sobre las limitaciones que tuvo cuando llegó e indicó que deberían proveerse talleres para que su participación en la Junta fuese más efectiva. De igual forma, destacó que el término de tiempo de un año puede actuar como limitación debido a que, en su experiencia, cuando logró dominar los temas que se discuten en la Junta, se acabó su primer término. Christopher señaló que cuando fue miembro de la Junta de Gobierno, organismo que sucedió a la Junta de Síndicos, tuvo mayor comodidad a la hora de trabajar los temas que le correspondían atender desde la Junta. Mi área de estudio es la computación y nosotros llegábamos a la Junta de Síndicos sin ningún tipo de preparación más allá de la participación que [habíamos] tenido y de los comités que [habíamos] participado en otras instancias. Pero de momento uno llega y tiene que ser experto en 20 temas diferentes: infraestructura, ley y reglamento, apelaciones, auditoría y la Junta no te da ningún tipo […]taller […] o de documentación que uno pueda leer y pueda uno ponerse al día y pueda adquirir el conocimiento que va a requerir para poder desempeñar sus funciones en el cuerpo. Así que, el problema que hay es que cuando el estudiante viene a adquirir suficiente conocimiento y a sentirse bastante cómodo con […] la amplia variedad de temas que se tocan en la Junta pues por lo general ya se le acabó el término de representación de un año. En mi caso, pues, tuve la oportunidad de estar un segundo año y el segundo año me parece que corrió mucho más cómodo que el primer año por el conocimiento que había adquirido sobre los comités y sobre la operación de la universidad en general. Dentro de ese proceso Christopher destacó que tuvo una muy buena relación con su antecesora en la Junta, quien le ayudaba a aclarar situaciones que había y a conocer personas claves que le sirvieron de aliados a la hora de desempeñarse en la Junta de Síndicos.

156 Christopher indicó que a pesar de ocuparle mucho tiempo y las dificultades que tuvo a la hora de desempeñarse en el cuerpo, la experiencia fue enriquecedora. A pesar de que en ocasiones la Junta ocupaba mucho tiempo y era difícil barajear […] la cantidad de trabajo que había en la Junta y con sus representados y la carga académica, la Junta fue, en mi caso, una experiencia enriquecedora. Que tal vez otras actividades que se dan en la comunidad universitaria no me hubieran provisto, ya sean los deportes o ya sean las organizaciones estudiantiles. Así que […] en lo personal me beneficié en gran manera de la experiencia que tuve. Quisiera yo que, que una mayor cantidad de estudiantes pudieran tenerla.

CAPÍTULO V ANÁLISIS, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Este capítulo se divide en tres partes. En la primera parte, se presenta un análisis de las entrevistas y los datos presentados en el capítulo anterior, desde unas categorías que pudieron ser identificadas por este servidor. Esas categorías de análisis, las cuales están interrelacionadas entre sí, se utilizaron para identificar los acuerdos generales de los participantes, así como los desacuerdos. La primera parte de este capítulo discute así esos hallazgos, organizados en los siguientes cuatro temas: a) inserción y continuidad en la Junta de Síndicos; b) el rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos; c) acceso a la información, rendición de cuentas, transparencia y conflictos y d) impacto en la carga personal. Bajo el título de conclusiones, la segunda parte del capítulo toma como punto de partida las preguntas de investigación y las contesta a partir de las entrevistas a los participantes, según complementadas por el examen de actas correspondientes. Las tres preguntas que guiaron la investigación fueron: 1. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con otros miembros de la Junta, tanto de la comunidad universitaria, como con aquellos que representaban al Gobernador? 2. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con sectores externos a la Junta?

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158 3. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones en el funcionamiento y toma de decisiones de la Junta? La última parte de este capítulo presenta algunas recomendaciones tanto a la representación estudiantil, como a la administración universitaria para el desarrollo de políticas y acciones que fomenten la inclusión efectiva de la voz estudiantil como población interesada que debe participar de la gobernanza. Análisis Inserción y continuidad en la Junta de Síndicos Elfreth (2011) destaca que la representación estudiantil ante las juntas de gobierno de universidades en Estados Unidos se enfrenta al reto de que en un período de un año tienen que aprender sobre el funcionamiento de la institución y a la misma vez adelantar sus propuestas en el cuerpo. No obstante, a diferencia de los demás miembros de las juntas de gobierno de las instituciones de educación superior, en el caso de la representación estudiantil ésta suele tener un período de duración de un año, por lo que la transferencia de conocimientos sobre el funcionamiento de las universidades, así como de las dinámicas internas del organismo no puede darse de forma similar a como se da con los demás miembros del cuerpo, que suele ser a través del tiempo y la experiencia. En este caso, la representación estudiantil tiene que aprender y adelantar sus propuestas en un tiempo corto de tiempo, en comparación con los tres años que suele ser el tiempo que le toma a los demás miembros de las juntas de síndicos entender el organismo.

159 Las entrevistas desarrolladas en esta investigación a los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR permitieron identificar paralelismos con lo señalado por Elfreth (2011). Las palabras de René Vargas Martínez al señalar que “tú llegas allí, te sientas allí y empezó el juego de pelota. O sea, no es que hubo un entrenamiento allí ni nada por el estilo”, resumieron lo planteado por todos los representantes estudiantiles sobre este tema. Desde esta forma, se documenta de que no existe un proceso de transferencia de conocimiento a otros representantes estudiantiles sobre cómo opera una junta de gobierno de una institución de educación superior. Ante esta situación, la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR utilizó la historia oral y las cercanías con pasados representantes estudiantiles como mecanismos para transferir los conocimientos a otros representantes estudiantiles. En el testimonio de Alexis Morales Fresse se pudo percibir cómo se comenzó a hacer referencia a la labor de pasados representantes estudiantiles ante la Junta, al señalar que tuvo “muy buena relación con Hiram Guadalupe, Jorge Díaz, Carlos Mejías” quienes fueron sus antecesores. En el caso de Mauryne Rivera Reyes, ésta señaló que: A partir del 2005, de la huelga del 2005, yo empecé a tener cerca de mi exlíderes estudiantiles y ex-síndicos estudiantiles. Entre ellos estaba Alexis Morales Fresse […] Urayoán Camacho que fue síndico estudiantil, Rafael Linero que fue síndico estudiantil, Víctor Thompson que fue síndico estudiantil […] prácticamente si yo tenía dudas sobre cómo hacer, cómo manejar, qué ellos opinaban sobre cómo yo iba a opinar sobre una cosa, yo los llamaba a ellos. Este evento se da un año antes de que ella fuera electa al cargo. De igual forma, Christopher Torres Lugo destacó que se fueron configurando unas redes

160 de apoyo para desempeñar su labor y que el conocimiento sobre esas personas fue transferido por su antecesora: Una vez fui electo, me llevó [Manuela Cortés Mulero] a través de todo el edificio y me presentó a la gente que tenía que conocer en la Administración Central, persona que fueron claves en la ejecutoria que llevé a cabo durante mi término. Es importante destacar que a partir del relato de Mauryne, incluyendo la incumbencia de René y Christopher, se pudo constatar que comenzó a darse un proceso de invitar al futuro representante estudiantil ante la Junta de Síndicos a la última reunión del año académico. Esa invitación a la última reunión de la Junta de Síndicos no fue planteada como un elemento que les llevara a conocer las labores que iban a desempeñar en la Junta de Síndicos, aunque les permitía articular algún tipo de continuidad para con los últimos temas discutidos en el organismo. Otro de los mecanismos que tuvieron un valor importante en el proceso de inserción de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos, tenía que ver con la disposición de ley que requería a todos los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos haber servido previamente como representantes estudiantiles de sus respectivos recintos o unidades ante la Junta Universitaria del sistema de la UPR. Al ser representantes estudiantiles ante la Junta Universitaria, eran parte de los senados académicos y de los consejos generales de estudiantes de sus respectivas unidades. Los senados académicos son identificados por Cuadrado Cuadrado (2011) como un organismo importante para conocer los trabajos que se desarrollan al interior de la Universidad, así como el proceso para la creación de

161 políticas públicas. Según señala Cuadrado Cuadrado (2011, pp 3-4) “el senado académico es uno de los cuerpos deliberativos más importantes en el desarrollo de las IES, en el cual la facultad y los administradores toman decisiones de asuntos institucionales” y “simbolizan el compromiso de la comunidad académica con el gobierno universitario”. Debido a que los senados académicos son los organismos donde se discute la creación de nuevos programas, así como otro tipo de asuntos concernientes a la política académica de las unidades, esa participación previa le permitía al representante estudiantil ante la Junta de Síndicos conocer los temas que eran parte importante del desarrollo universitario, así como tener la experiencia en la gobernanza en la UPR. Hiram Guadalupe Pérez destacó que consideraba al Senado Académico como “el principal cuerpo deliberativo” y fue enfático en señalar como un momento honroso para su proceso decisional el ser catalogado como invitado permanente del cuerpo. Alexis indicó que en su proceso de transición desde el Senado Académico hasta la Junta de Síndicos pudo ver cómo se iba desarrollando el proceso para la aprobación de programas académicos. Alexis indicó que fue “un proceso evolutivo” donde “haber interactuado con los profesores y los administradores, [le] enseñó a formular políticas públicas y a ver la formulación de políticas públicas a diferentes niveles”. Por su parte, Mauryne, aunque no destacó su participación en el Senado Académico como un elemento de importancia, sí le atribuyó mucho peso al que los documentos que llegaran a la Junta de Síndicos fueran discutidos previamente en los senados académicos y en la Junta Universitaria. Comentó

162 que “muchas cosas […] tienen que llegar a la base, a los Senados y de ahí [subir] a la Junta [de Síndicos, ya] que tenemos que ver cómo lo ven los once recintos”. René y Christopher destacaron que existió mucha colaboración entre ellos y los senados académicos. Esto denotó unos intereses comunes y un conocimiento sobre las agendas de los organismos involucrados. René destacó que “antes de que bajara [un asunto a la discusión de la Junta de Síndicos], los senados académicos [estaban] al tanto, antes de que se aprobaran las cosas […] y muchas veces la Junta [de Síndicos] aprobaba cosas, pero ya seis o siete senados [académicos] se había expresado en contra antes de que llegara al [piso] en la Junta [de Síndicos]”. Christopher señaló que “nos reuníamos con la representación ante la Junta Universitaria, con los senados académicos. Estábamos llamándonos todo el día, todos los días. Tocando base con las unidades para que nos dieran insumo de lo que estaba pasando”. Como puede observarse, la participación previa en el Senado Académico sirvió para que los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos conocieran sobre el funcionamiento del gobierno universitario. Ese conocimiento logró, en ocasiones, que pudiera desarrollarse una estrecha comunicación entre miembros de la Junta de Síndicos con algunos senados académicos. Alexis y Mauryne presentan la idea de que se desarrollen espacios donde continuamente se esté orientando a nuevos representantes estudiantiles sobre la dinámica universitaria. Alexis señaló que “necesitas tener como que una escuela de líderes estudiantiles desde la perspectiva del gobierno estudiantil”. Según la idea de Alexis, “cada vez que llegue un estudiante [debe] explicarle cuál es la estructura de la Universidad, cuál es la complejidad de la universidad las leyes

163 que la rigen los reglamentos, cuál es la filosofía educativa, de dónde es que venimos y cuáles han sido las luchas estudiantiles”. En dirección similar se expresó Mauryne al destacar que “había unos congresos estudiantiles en América Latina que nosotros teníamos muchas ganas de participar, para ver las formas, los usos, las otras formas y maneras de cómo se manejaban las cosas allá y que nosotros pudiéramos implementar acá. Pero la administración universitaria nunca estuvo a favor. Eso es una de las cosas que por más que se discutió, nunca nos hicieron caso, pero era algo que nosotros, yo creo que nos hace falta”. Como puede observarse en esta investigación la inserción en la Junta de Síndicos, así como el proceso de transición es un tema en el que se comparte preocupaciones con Elfreth (2011). No obstante, las estrategias identificadas, así como las ideas presentadas por Alexis y Mauryne pudieran sugerir unas formas de actuar que garanticen la transferencia de los conocimientos por parte de las personas que funjan como representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos. El rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos Otra de las categorías que surgieron del proceso de análisis de documentos y de las entrevistas que formaron parte de esta investigación fue el rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos. Desde esta perspectiva es necesario destacar la relación estrecha entre los cuerpos de representación estudiantil y lo que la teoría de los nuevos movimientos sociales denomina el movimiento estudiantil. Si bien es cierto que los cuerpos de

164 representación estudiantil están reglamentados por las autoridades universitarias y son parte de la estructura universitaria, existe una gran influencia del movimiento estudiantil en el quehacer de esta estructura. Señala Aranda Sánchez (2000) que una de las características organizativas del movimiento estudiantil radica en que las asambleas generales de estudiantes se configuran como la autoridad máxima del movimiento y se conforman espacios de asambleas que toman decisiones en las diversas facultades o escuelas. Esta característica, además de adoptada por el movimiento estudiantil, es parte de las formas de operar por los organismos de representación estudiantil de la UPR, según ha sido estudiado por Picó (1981), Nieves Falcón (1971), Navarro Rivera (2000), Surillo Luna (2006), Rosa (2015), entre muchos otros. De un análisis de las experiencias de los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la UPR que participaron en este estudio, pueden presentarse algunas similitudes con la concepción de ese rol como uno que representa a ese movimiento estudiantil. Los relatos de los momentos de rendición de cuentas tanto a los constituyentes, como a los organismos a los que entendían que representaban, es un elemento común entre los testimonios. Hiram destacó que en ciertas ocasiones tuvo comentarios por parte de miembros de la Junta de Síndicos que lo visualizaban como administrador. Ante esos señalamientos, su contestación era “Yo no soy administrador. Yo soy voz de los estudiantes. Yo no administro nada”. Desde este punto de vista se establece una distinción entre el rol del miembro de la Junta de Síndicos y los representantes de sectores universitarios en dicho organismo. Según esbozó Alexis, ese

165 representante estudiantil ante la Junta de Síndicos tiene un rol donde chocan diversos temas, intereses y “hay veces que te pones a defender asuntos que, que cogen vuelo, pero que no necesariamente son trascendentales y a veces desvían la atención de los asuntos medulares”. En el caso de Mauryne, aunque en ocasiones distinguió su rol como de “síndico estudiantil”, fue enfática en señalar que “el síndico estudiantil era un empleado del movimiento estudiantil” y en el que su “opinión no era la importante ahí” ya que era una “mera representante” o “un portavoz [estudiantil] ante la Junta de Síndicos”. El caso de Mauryne toma mayor relevancia que los demás que participaron de esta investigación debido a que en su año se discutió y aprobó un aumento en los costos de matrícula. El tema de los costos de estudio es señalado constantemente por la Association of Governing Board en escritos de Álvarez-Breckenridge (2010), Schwartz (2010) y Middleton (2010) como factores utilizados para oponerse a la participación de estudiantes y docentes en las juntas de síndicos de universidades norteamericanas. En el caso de la UPR, es importante destacar que la ley que estableció la Junta de Síndicos a partir del 1993 establecía en su exposición de motivos la intención de que hubiera representación de los miembros de la comunidad universitaria. Desde esta perspectiva, pudiera entenderse que el rol de esa representación de los miembros de la comunidad universitaria es precisamente partir de esa posibilidad de conflicto de intereses, para que en la representación de esos grupos pueda articularse una mejor toma de decisiones sobre el rumbo de la UPR. Esto es distinto a algunas universidades norteamericanas donde los

166 gobernadores suelen designar a los representantes estudiantiles ante las juntas de síndicos. En lo relacionado con el aumento en los costos de estudio que se discutió durante su incumbencia como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos, Mauryne destacó que luego de diez años de haber votado en contra de la decisión, entiende que era una política con mucha lógica y coherencia el que se aumentara anualmente dos dólares la matrícula en vez de que se diera un aumento sustancial de un año para otro. No obstante, destaca que en aquel momento estaba convencida de que el aumento no era necesario y que el movimiento [estudiantil] dijo que votara en contra y había un grupo que estaba firmemente en contra porque acabábamos de recibir un aumento hace pocos años”. Mauryne justificó su voto al señalar que no le hizo daño a la institución y tampoco fue una posición exclusiva de ella como representante estudiantil, toda vez que uno de los representantes claustrales ante la Junta también votó en contra del aumento. Es por esta razón que Mauryne indicó que su posición no representó una amenaza a los mejores intereses de la institución. Por su parte, René señaló que durante su incumbencia no se enfrentó a conflictos de intereses sobre su rol de representante estudiantil y los intereses de la UPR. Destacó que siempre votaba en bloque con el sector claustral y que “la administración lo que estaba haciendo era socavando a la institución” por lo que “todo lo que hacíamos beneficiaba a la institución”. Este posicionamiento es compartido por Christopher quien destacó que “lo que era beneficioso para la comunidad universitaria y la Universidad en general, era beneficioso para el

167 estudiantado” por lo que “no había una necesidad de balancear, porque todo lo que teníamos que atender era en beneficio de la Universidad y los estudiantes”. Desde estos puntos de vista, se articula una posición por parte de los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos donde indican que los intereses de la UPR, como institución, se ven mejor defendidos en la medida en que se establece una mayor atención a los reclamos estudiantiles. No obstante, el rol transversal de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos obtiene mayor complejidad en la medida en que estaba enmarcado en un sistema universitario con tres recintos con programas graduados, subgraduados y profesionales y ocho unidades con programas subgraduados distribuidas por toda la isla. Los representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos asistían constantemente a espacios como las asambleas generales de estudiantes para lograr representar esos intereses diversos, de una comunidad heterogénea como son las estudiantes. También, participaban y mantenían una constante comunicación con organismos representativos de las estudiantes como lo eran los consejos generales de estudiantes. Asimismo, se reunían con organizaciones estudiantiles reconocidas por la institución, grupos de presión que se formaron en momentos particulares y otros grupos de estudiantes que se organizaban por diversas razones políticas. La participación en las asambleas generales de estudiantes fueron espacios en los que además de participar, se dieron momentos de tensión según recuerdan algunos de los participantes. Alexis recuerda que, durante su participación en una asamblea de estudiantes, tuvo una situación difícil con un grupo de estudiantes en un recinto donde tuvieron que sacarlo del espacio. De

168 igual forma, Mauryne señaló que previo a estar en la Junta de Síndicos tuvo dificultades con un grupo de estudiantes y que eso le afectó cuando fue representante estudiantil a la hora de establecer comunicación con ellos. Señaló que "esos grupos, ante el problema que nosotros tuvimos en la huelga del 2005, yo pienso que no me daban la oportunidad [...] de abrir comunicación con ellos [...] les pedí que me orientaran sobre cómo pasó para yo poder defenderlos, para yo poder ir con todas". Mauryne describió que en ese escenario de tensión "estaba dando el cuello por gente que no me quería hacer caso y yo los estaba defendiendo". Por su parte Christopher señaló que tuvo momentos de confrontaciones, aunque eventualmente logró aclarar las situaciones. Según recordó, "hubo estudiantes en [la] asamblea, particularmente estudiantes graduados y extranjeros que se estaban viendo afectados porque sus ayudantías con fondos federales no estaban pasando, no se estaban pagando y hubo estudiantes que mostraron disgusto con que no le podía dar la información". En la siguiente categoría de análisis, se aborda el tema de la transparencia atado al proceso de rendición de cuentas. Como puede observarse, el rol de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos de la UPR fue uno que no sólo se circunscribe al tema de servir como miembro de un cuerpo de directores que toman decisiones sobre una corporación pública. En este caso, ese rol de representante estudiantil les llevaba a presentarse ante distintos organismos universitarios y espacios deliberativos, explicar su toma de decisiones. El rol de esta representación no se limita así al análisis de documentos y a emitir sus impresiones, sino que afronta otras

169 complejidades que le son propias al rol de representar grupos o intereses de esos grupos. Aun así, queda constatado que la impresión de la representación estudiantil era que en la medida en que representaban esos intereses, beneficiaban y buscaban los mejores intereses para la institución. Acceso a la información, rendición de cuentas, transparencia y conflictos Los participantes destacaron que establecieron un mecanismo para rendir cuentas de forma continua, informar sobre las discusiones que se daban y recoger el sentir del sector al que representaban, aun cuando les generaba conflictos con miembros de la Junta de Síndicos. Ese mecanismo, aunque con distintos nombres y composición, era un organismo no reconocido por las autoridades universitarias que integraba la participación de representantes estudiantiles de todos los consejos generales de estudiantes del sistema de la UPR. En sus inicios, el organismo era la Junta Estudiantil Nacional (JEN) que surgió del proceso de manifestaciones de los primeros años de los 90, de acuerdo a Hiram. Según Hiram, la JEN es la que encomienda a la representación estudiantil ante la Junta Universitaria participar del proceso de elección del primer síndico estudiantil y escogerlo en esa elección. Hiram planteó que es en la JEN que lo eligen para que pase a la Junta de Síndicos. Esto, aunque dista de la disposición de ley que establece que la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos es electa por y entre la representación estudiantil ante la Junta Universitaria, recoge el interés de que “la conversación [no] fuera entre seis [representantes estudiantiles ante la Junta Universitaria]” razón por la que recurren a la JEN como organismo más representativo del sector estudiantil. Esto deja en evidencia un

170 paralelismo entre estos espacios de representación estudiantil con el movimiento estudiantil atado a los nuevos movimientos sociales, dado que se persigue tener un mayor sentido de democracia y participación, por encima de lo que establecen las leyes y reglamentos. La elección de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos por parte de la JEN y luego elevar ese resultado a la Junta Universitaria fue el mecanismo que recordó Alexis que se seguía en esta selección. Aun así, hubo “un momento en que eso se rompió, pero eso fue mucho después de que yo estuviera” según destacó Alexis. En el testimonio de Mauryne, René y Christopher, aunque se puede ver que se daban procesos donde integraban a una estructura similar, se tomaba la decisión por la representación estudiantil ante la Junta Universitaria. De acuerdo a Alexis, el proyecto más importante durante el tiempo en que estuvo, fue aportar al fortalecimiento y unificación del discurso estudiantil mediante la JEN. Esta JEN, que luego fue transformada en el Consejo de Estudiantes Nacional y luego en la CEN, se convirtió en el foro donde se articulaban posiciones tanto de los consejos generales de estudiantes de los recintos, como se discutían propuestas estudiantiles para ser presentadas en los diversos foros universitarios. Mauryne indicó que en esas reuniones “le hacía un informe al movimiento estudiantil” de lo que pasaba en las reuniones y hasta enviaba las agendas de las reuniones para discutir con el grupo los posicionamientos que asumir en esas reuniones. Ese proceso de información, aunque se daba de manera constante según explicaron todas las personas entrevistadas, les causó algún tipo de

171 tensiones con algunos miembros de la Junta de Síndicos. Mauryne recordó que en una ocasión que ella había hecho declaraciones a la prensa sobre una situación que estaba por verse en el pleno de la Junta de Síndicos, una de las personas que era parte de la Junta le dijo que “las cosas que se discuten aquí no se pueden discutir en prensa porque […]la posición de la Junta de Síndicos es exclusiva de la Junta de Síndicos y solamente el Presidente puede expresarse por la Junta de Síndicos”. Ante ese reclamo, la posición asumida por Mauryne fue decir que “yo no soy miembro de la Junta de Síndicos, yo soy un representante estudiantil ante la Junta de Síndicos, así que yo puedo hablar con la prensa lo que yo entienda”. De igual forma, en momentos en que se recibió el informe que recomendaba el aumento en los costos de estudio, conocido como CAFI, donde se estableció una fecha para divulgar el informe y según destaca ella, “el movimiento estudiantil sabe que lo tuvieron a la próxima reunión, antes que la Junta Universitaria [aun cuando] se supone que yo no dijera nada”. En estos dos incidentes puede observarse cómo el rol de la representación estudiantil difería de la lógica de accionar de los demás miembros de la Junta de Síndicos, en la medida en que debía responder a una comunidad de intereses con quienes tenía que consultar y a quiénes debía informar. De igual forma, pone en evidencia que el rol asumido por la representación estudiantil y su posición de informar y tomar decisiones requerían unas formas de operar distintas a las que se adoptaban al interior de la Junta de Síndicos. A tono con esto, René recordó que ejerciendo su rol de informar a los senados académicos y a los consejos de estudiantes le causó problemas. Según indicó en algunas ocasiones les amenazaron con llevarles a la Oficina de Ética

172 Gubernamental debido a que “no podíamos hacer eso, que eso no era parte de nuestro trabajo como síndicos, que las actas eran los documentos oficiales de las reuniones y que eso es lo que se debía circular”. Hiram mencionó que “me censuraron, me amenazaron con botarme de la Junta de Síndicos”. De igual forma, en comparecencia en foros públicos tuvo altercados con miembros del organismo que le reclamaban por señalar asuntos que se discutían en las reuniones de la Junta de Síndicos. Según recordó Hiram, en una de las ocasiones una de las integrantes de la Junta de Síndicos señaló ante los medios de comunicación que “Guadalupe dice cosas aquí que son privadas de la Junta y yo no voy a discutirla aquí”. Por su parte, Christopher destacó que ese rol de informar y “hacer transparente los trabajos que se estaban llevando a cabo” le causó muchos choques con los miembros de la Junta de Síndicos quienes “llegaban allí esperando hacer sus trabajos a puertas cerradas y en cuartos oscuros”. A pesar de esas confrontaciones por abogar por la transparencia, René entendió que esas confrontaciones responden a que hay personas que “no ven a la representación estudiantil como una manera de buscar cambios, de buscar información” sino que los perciben como “enemigos”. Alexis, por su parte, también expresó que había algún tipo de resistencia a promover cambios, especialmente por parte de los síndicos nombrados por el Gobernador al señalar que “no se visualizaban como agentes de cambio y de transformación”. Entre las razones que estableció René para hacer esa afirmación es que existe una estructura universitaria que lleva muchos años y que mantiene la idea de que la función del estudiante es estudiar y no participar de la gobernanza universitaria.

173 Según relató, en un momento dado se confrontó a funcionarios que abiertamente se oponían a que la opinión estudiantil fuera considerada, a pesar de que la ley y los reglamentos disponían lo contrario. Impacto en la carga personal La labor de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos tuvo unas implicaciones en la vida de cada una de los participantes que variaron. Entre los asuntos que destacó Hiram como importantes tener en cuenta es que hay ocasiones en las que se tenía que excusar de clases por reuniones, así como en términos de la intensidad con que pudo dedicarse a los cursos. No obstante, Hiram relató que, al ser de Río Piedras, que está muy cercano a la Administración Central y ser estudiante diurno de maestría en sociología, le permitía una mayor flexibilidad. De igual forma, reconoció que esa flexibilidad no la tenían otros estudiantes. Por su parte, Alexis comenzó como estudiante de Utuado y tuvo que trasladarse de unidad para poder desempeñar su labor en la Junta de Síndicos. Según Alexis “la transportación era bien complicada”. Esto le trajo dificultades respecto a la vivienda, por lo que tuvo que vivir en Torre Norte, una de las residencias universitarias del Recinto de Río Piedras. De igual forma, el manejo de documentos fue un problema que confrontó Alexis ya que “todavía no teníamos el sistema electrónico” por lo que “el manejo de los documentos era una locura” dado el gran volumen. Alexis reconoció que ese escollo que tuvo no debe tenerse al presente por el uso de la tecnología. Sin embargo, destacó que en una ocasión recibió cajas de documentos a su apartamento en Torre Norte, un espacio que suele ser bastante pequeño para hospedarse y guardar

174 documentos. Además, Alexis tuvo algunas malas experiencias que recuerda con mucho desagrado, entre las que destaca que se divulgó su expediente académico y tuvo que recurrir a las oficinas del Departamento de Educación Federal para reclamar que se protegieran sus derechos. Por su parte, Mauryne resaltó como uno de los momentos más difíciles el proceso de elección, ya que sintió que recibió ataques por ser mujer y madre. Según relató Mauryne, en el proceso de elección se hizo un debate por parte del Consejo de Estudiantes Nacional, donde decidieron “escoger la fecha del Field Day de mi nene” y pusieron como condición de que quien “no iba al debate, no podía correr para síndico”. Ante esas presiones Mauryne decidió asistir al debate, aunque reconoce que tuvo un impacto emocional fuerte. Según su explicación, sintió que ese día “estaban tratando de darme en la fibra de ser madre, de estar embarazada”. Luego de iniciado el debate en el que participó a pesar de sentirse afectada, llegó su hijo al lugar donde se estaba dando el debate y “el nene grita, Mami y empieza a bajar con una cintita, con su primera cintita del colegio. Y él va hasta la tarima”. Sin embargo, hubo personas que plantearon que “el niño no puede estar en el debate, se tiene que salir”, evento que la llevó a catalogar el evento como “el peor debate de su vida”. Además de ese ataque, Mauryne señaló que se utilizó como argumento que al ser madre y estar embarazada no tendría el tiempo y las energías para cumplir con su labor. A pesar de eso, del examen de las actas se puede documentar que Mauryne asistió a las 9 reuniones ordinarias y 3 reuniones extraordinarias que tuvo la Junta de Síndicos durante ese año. De hecho, ella destacó que su compromiso por demostrar su capacidad fue tal que asistió a una

175 reunión de un comité que se llevó a cabo 5 días luego de “dar a luz un nene de 10 libras, 21 pulgadas”. A su vez y siendo madre de dos hijos, Mauryne tuvo que lidiar con estar en su último año académico con 16 créditos durante un semestre y la práctica el segundo semestre, donde señala que “tuve todas A, en ese año nada más”. Durante ese período de tiempo Mauryne no tan solo “iba y visitaba a los recintos” sino que sufragaba los costos de gasolina, dieta y celular durante esas visitas. René indicó que en su caso tuvo ocasiones donde tenía que tomar tiempo de su trabajo debido a que la Junta de Síndicos se reunía mucho. Es importante recordar que durante ese año la Junta de Síndicos se reunió en 31 ocasiones, 20 de carácter extraordinario, 10 de carácter ordinario y una telefónica. Según señaló, el hecho de que era el responsable de llevar la voz estudiantil lo llevaba a priorizar por las reuniones, en vez de sus clases o su trabajo. A juicio de René “si tú quieres hacer el trabajo bien, pues verdaderamente tú interrumpes tus estudios”. En su caso bajó las notas y hasta tuvo problemas con su pareja, por el estrés y la carga de trabajo. De igual forma, relató que lograr que se “acomodaran las reuniones [a su horario] era casi imposible”. Para Christopher, el tener que atender una gran cantidad de situaciones como representante estudiantil y estar en el proceso de “transición de ser un estudiante subgraduado a ser un estudiante graduado” fue su mayor reto. Desde su experiencia tuvo que manejar con sus “clases [nocturnas] y los comités de la Junta de Síndicos [que] se reunían mayoritariamente en las noches”, asunto que le llevó a tener una gran cantidad de ausencias en sus clases para cumplir con sus responsabilidades en la Junta. Asimismo, asistir a las reuniones de los

176 consejos generales de estudiantes, los senados académicos, las asambleas de estudiantes “cansa mucho” y le “mete mucha presión a uno”. Como puede observarse de lo presentado anteriormente, más allá de lidiar con el proceso de transición, con un constante proceso de rendición de cuentas y fiscalización, así como estar atendiendo asuntos en distintos espacios universitarios, acoplarse a un estilo administrativo y llevar unos posicionamientos estudiantiles a un foro, las personas que ocuparon la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos tuvieron que lidiar con aspectos de su vida personal que se vieron afectados por su rol. En todos los casos se pudo observar que dado a que la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos era de una sola persona, éstos entendían que no podían fallar a las reuniones y que debían anteponer sus clases y hasta sus trabajos, para cumplir con ese rol. De igual forma, puede identificarse que no existieron programas de apoyo económico a estudiantes que viajaban por las once unidades que componen el sistema universitario en gestiones de consultar o reunirse con grupos a quiénes debían representar, recayendo ese impacto en la representación estudiantil, que además de tener una carga académica de estudiante regular, en ocasiones tenía que trabajar. Por su parte, en el caso de Mauryne, además de lo que se percibió como un ataque por razón de género y que merece mayor estudio, se pone de manifiesto que no existen apoyos institucionales para desempeñarse, como pudiera ser cuido para los hijos de quienes se desempeñan como representantes estudiantiles. Tampoco se identifican apoyos académicos, fuera de los arreglos con profesores, para garantizar el éxito estudiantil mientras está en esa faena de

177 representación en la administración universitaria. La falta de apoyos académicos, económicos e institucionales es indicativa de que la persona que se desempeñaba como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos necesitaba prepararse con tiempo para desempeñarse en su labor, o tener algunos insumos económicos que le permitiera continuar con su vida universitaria. Es importante destacar que todos los participantes del estudio lograron completar sus estudios universitarios. Conclusiones A continuación, presento las conclusiones tomando como punto de partida las tres preguntas que guiaron esta investigación. Se establece una contestación a partir de las entrevistas de los participantes. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo desarrolladas con otros miembros de la Junta, tanto de la comunidad universitaria como con aquellos que representaban al Gobernador? En términos de las opiniones estudiantiles en la Junta de Síndicos, sólo en el caso de Mauryne hubo una expresión clara de que había una disposición en escuchar la posición de la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos. A pesar de ello, Mauryne destacó que en los primeros meses sintió suspicacia por la forma en que la trataban. Esto fue motivo de que se dijera en muchas ocasiones “me quieren coger” y que en ocasiones sus antecesores le comentaran que tuviera “cuida’o que te quieren engatusar”. Este elemento de la sospecha, fue mencionado por Alexis cuando destacó que en su época “la cultura de la sospecha era bastante influyente”. Según Alexis, esa sospecha

178 surgía por una “falta de transparencia” tanto entre sectores de la comunidad universitaria, como a la hora de tener acceso a la información de lo discutido en la Junta de Síndicos. Mauryne le atribuyó a su embarazo y al ser la primera mujer electa como representante estudiantil ante la Junta de Síndicos parte de lo que posibilitó lograr mayores cercanías con miembros del cuerpo que la alcanzada por pasados representantes estudiantiles. Destacó que hubo mucha disposición de los miembros de la Junta de Síndicos en escucharla y señaló que tuvo “la oportunidad de que […] ellos quisieran escuchar lo que yo quería que decir”. El tema de acceso a la información fue identificado como uno de los elementos que mayores tensiones produjeron con los demás miembros de la Junta de Síndicos, tal y como fue reseñado previamente en este capítulo. Hiram señaló que haberse convertido en el “chota de la Junta de Síndicos” le llevó a tener muchas tensiones, así como mociones de censura por parte del organismo. René, por su parte, indicó que su rol con brindar la información de lo que se discutía en la Junta de Síndicos era el mecanismo para “darle las armas al resto de la comunidad universitaria para que dieran los cantazos” sobre decisiones que se estaban tomando a nivel de la Junta de Síndicos que no respondían a los intereses de los organismos universitarios. No obstante, René reconoció que la táctica de divulgar la información e ir a la prensa provocaba que “las oportunidades que tú tenías de que lo que tú presentaras se atendiera bajan dramáticamente”. Fuera de la experiencia de Mauryne, en los demás casos se observó un clima de confrontación entre los representantes estudiantiles y la Junta de

179 Síndicos como organismo. En el caso de Christopher éste destacó que “era un ambiente bastante tóxico”, mientras que René lo presentó como un “ambiente bastante árido y bastante confrontacional”. Este clima de confrontación iba desde asuntos relacionados con la forma en que estaba organizada la Junta de Síndicos, hasta aspectos sobre el alcance en la toma de decisiones. Pudo observarse un interés de la Junta de Síndicos en tomar acción en aspectos tales como la destitución de rectores, llevar a cabo procesos disciplinarios y otros asuntos, que fueron percibidos por los representantes estudiantiles como un interés de satisfacer a unos intereses político partidistas desde la Junta de Síndicos. En el caso de Hiram, éste señaló la destitución del Presidente Saldaña y de algunos rectores, Alexis mencionó el interés de implementar un “libreto” donde se trajera “el tema de la policía” para responder al conflicto de las protestas contra la presencia de la Secretaria de Estado y el Gobernador en el Recinto de Río Piedras. Mauryne, por su parte, destacó que en su experiencia ese interés de satisfacer a los intereses políticos surgió por parte del Presidente de la UPR y no de la Junta de Síndicos. En los casos de Christopher y René, en todo su relato se puede observar su choque tajante con la mayoría de la Junta de Síndicos y sus alianzas con los miembros de la Junta de Síndicos designados por el partido que no ostentaba el poder. En los casos de Alexis, René y Christopher se pudo observar una colaboración entre la representación docente y la representación estudiantil en el cuerpo. En el caso de René, éste en múltiples ocasiones les llamó “mis compañeros docentes” y se describe como que “éramos un equipo” que llevó a que se convirtieran en amigos. Por su parte, Christopher señaló de forma tajante

180 que durante su año “no tuvieron diferencias”. En cambio, Alexis, aunque señaló que tuvo lazos de colaboración con el sector docente, fue enfático en señalar que había unas diferencias por la relación que tiene el docente con la institución. Alexis resumió esas diferencias al señalar que Generalmente el docente tiene una dinámica distinta […] a los estudiantes. El docente viene de una base que es colegiada, donde toma decisiones como directivos desde el departamento. O sea, que no es un empleado realmente. Es un actor importante en la toma de decisiones de la universidad a diferentes niveles, porque hay gradaciones si tú estás a nivel de un comité de departamental no es lo mismo que si fuera un profesor que no participa de ningún comité. Pero en el departamento se toman decisiones, en la facultad se toman decisiones, esos profesores se convierten en los representantes en […] las diferentes juntas de la universidad y son los que eventualmente ocupan los puestos directivos del director del departamento del programa, el decano, los decanos asociados y todos esos títulos que tiene la universidad hasta casi el presidente de la Universidad. Entonces un miembro [docente] de la junta es alguien que logró visibilidad y generalmente sabe que va a retornar a su unidad y generalmente también tienen pretensiones de asumir posiciones, las que sean director, decano, rector hasta presidente de la universidad. Y eso, yo creo que siempre está presente en la manera en que el docente […] se comporta en la junta y obviamente el estudiante no tiene eso. Bueno quizás uno que otro [estudiante] sí. En el caso de Hiram, se pudo notar que hubo un clima de tensión entre la representación claustral y la representación estudiantil. En el momento de la elección del Presidente de la UPR, destacó Hiram que uno de los representantes docentes “estaba bien molesto conmigo”. En el caso de Mauryne, se pudo constatar que hubo colaboración con un representante claustral en uno de los temas discutidos durante el año. Desde este punto de vista, se puede observar que en ocasiones hubo colaboraciones estrechas entre la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos y la representación docente ante el organismo. Estas colaboraciones se

181 fortalecían en momentos en que se percibía mayor intervención político partidista, excepto en la experiencia de Hiram. En términos de cómo eran percibidos por los otros miembros de la Junta de Síndicos la mayoría presentó constantemente en sus relatos que existía un clima donde tenían que reclamar su espacio para ser escuchados y donde se limitaban sus intervenciones. Hiram rememoró con mucho coraje el cómo recurrentemente se preguntaba a sí mismo, cómo era que se había “metido” en ese espacio. Recuerda que sentía que estaban “mirándome mal todo el tiempo. [Yo] Pidiendo turno y [ellos] pasándote por encima. Mira que yo estoy pidiendo un jodío turno” Aunque reconoce que probablemente no era el mejor mecanismo para reclamar el espacio de hablar, destaca que “tenía que hacerlo” para que su voz fuera escuchada. Las experiencias de los participantes de este estudio denotan que existe la percepción de que la Junta de Síndicos tenía un interés de control político partidista en la UPR, confirmando así la percepción de la comunidad universitaria recogida por González Ortiz (1994) y los planteamientos de Aragunde Torres (1996), así como lo estudiado por López Valentín (2014) desde la época de Jaime Benítez hasta el 2013. Esta percepción de control político partidista llevó a que la representación estudiantil que participó de este estudio resintiera las formas de actuar por parte de los miembros de la Junta de Síndicos nombrados por el ejecutivo y en ocasiones resultaran en grandes oposiciones. Se puede observar que, en momentos de mayor percepción de control político partidista por parte de la Junta de Síndicos, se observaba mayor tensión con la representación estudiantil en el organismo.

182 Las relaciones desarrolladas con los miembros de la Junta de Síndicos nombrados por el Gobernador por parte de la representación estudiantil fueron, excepto en el caso de Hiram, cordiales con la mayoría de los miembros del organismo. No obstante, esas relaciones de cordialidad no redundaron en la aprobación de políticas públicas o proyectos presentados por la representación estudiantil. Por otra parte, las relaciones de trabajo con la representación docente en la Junta de Síndicos tuvieron momentos de mucha colaboración cuando entendían que se daba una intromisión política a la hora de tomar decisiones sobre la UPR. En el caso de Hiram, no obstante, no se dio esa colaboración y en los casos de Alexis y Mauryne fue coyuntural a unos temas particulares. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen sus relaciones de trabajo con sectores externos a la Junta? Todos los representantes estudiantiles contaban con experiencia en cuerpos como los senados académicos, Junta Universitaria y otros cuerpos de gobernanza estudiantil previo a servir como miembros de la Junta de Síndicos. Esto, más allá de haber sido un requisito de ley, les permitió conocer las dinámicas de trabajo de los organismos institucionales. A su vez, su participación en estos organismos les permitió mantener buenas relaciones de trabajo y comunicación con dichos organismos. René señaló la importancia de mantener una comunicación constante con esos organismos, de forma tal que pudieran resistir lo que entendió que eran intentos de controlar a la UPR por parte de la Junta de Síndicos. Según René, una vez salía de las reuniones, se reunía con la

183 representación docente ante la Junta de Síndicos a redactar el informe y “esa misma noche lo enviábamos a los senados”. Por su parte, Alexis indicó que su participación en organismos previos le permitió conocer cómo iban madurando los proyectos dentro del proceso de hacer propuestas en el contexto universitario. Este proceso de maduración fue presentado como uno de importancia, debido a que permite que se articulen proyectos con mayores consensos y apoyos por parte de la comunidad universitaria. Aún a pesar de ser valorado el actuar basado en consensos y en procesos de maduración de proyectos, las actas del año en que Alexis sirvió ante la Junta de Síndicos reflejan que un asunto discutido previamente en cuerpos universitarios generó mucha resistencia luego de ser aprobado en la Junta. Este fue el caso de una política de repetición de cursos más laxa a la existente en algunas unidades. Este asunto generó mucha resistencia por parte de los senados académicos que conllevó la revocación de la política. Alexis señaló que esas resistencias y oposiciones de los senados académicos se debían a la existencia de una “lógica punitiva que no conocían las diferentes variables que el estudiante tiene para poder afectarse” a la hora de tomar un curso. Hiram, por su parte, indicó que esa participación en organismos como el Senado Académico del Recinto de Río Piedras fue una que le resultó muy gratificante en la medida en que le reservaron una silla en el cuerpo para que pudiera informar lo que pasaba en el cuerpo. Esa relación con el Senado Académico tuvo un momento importante cuando la representación docente fue al Senado Académico de Río Piedras y les cuestionó por sus acciones dado que

184 Hiram “decía [inmediatamente] todo lo que ocurría en la Junta”, incluso las votaciones de esos representantes. Esto se ve replicado en las experiencias de Mauryne y Christopher quienes resaltan su constante visita a los senados académicos, la Junta Universitaria. Mauryne fue la única que destacó que mantuvo comunicación con los rectores y decanos para presentarle problemáticas de los recintos y unidades. En términos de su relación con el estudiantado, la mayoría destacó la existencia de un organismo a nivel sistémico que aglutinaba a los consejos generales de estudiantes de la UPR, con el cual mantenían contacto constante para informar sobre los acontecimientos y detalles de las reuniones en la Junta de Síndicos. Como ya mencionado, en sus inicios este organismo fue la Junta Estudiantil Nacional, luego fue la Asamblea de Consejos de Estudiantes, luego el Consejo Estudiantil Nacional y finalmente la CEN. Este espacio de comunicación, que no contaba con un reconocimiento reglamentario en el organigrama universitario, servía de plataforma tanto para informar como para mantener contacto entre la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos y la representación estudiantil de los once recintos. La constante comunicación por parte de quienes fueron representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos con los consejos generales de estudiantes y los senados académicos, denota que más allá de la labor de asistir y prepararse para las reuniones de la Junta, quien se desempeñaba en esa función tenía que mantenerse asistiendo a otros cuerpos estudiantiles. Mauryne indicó que Los reunía todos los meses, a veces a principios y a veces a mitad. Cada sábado había convocatoria. Me faltaba uno que otro recinto como Humacao y Cayey que no iban siempre, pero los demás siembre iban.

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Por otra parte, se destaca que, aunque no se mantuvo una comunicación constante con los sectores laborales y sindicales de la institución, la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos estaba consciente de los reclamos de este sector. En más de una ocasión acordaron acciones en conjunto para exponer sus reclamos ante la comunidad universitaria y el país. Uno de los grupos, fuera de la comunidad universitaria, con los que mantuvieron vínculos estos representantes estudiantiles fue con la prensa del país. Esta relación se dio en distintos contextos, pero principalmente en términos del acceso a la información. Tanto Christopher como René señalaron que esa relación con la prensa fue instrumental en el proceso de adelantar sus agendas. Esa comunicación con la prensa fue establecida por Christopher “para decirle lo que estaba sucediendo, compartirle documentación sobre situaciones que nosotros queríamos evitar que se aprobaran y una vez salían a la luz pública [...] la Junta decidía no aprobarla o posponerla”. El análisis de las voces de los participantes y de los documentos considerados, evidencian que los representantes estudiantiles fomentaron espacios de trabajo y colaboración que trascendían la Junta a la que pertenecían. Esto incluía espacios de gobernanza como los senados académicos, la Junta Universitaria, no así las juntas administrativas. En tan sólo un caso se pudo indicar que existía una comunicación con los rectores del sistema. Además de los espacios administrativos y de gobernanza, las personas participantes destacan que tuvieron comunicación continua con los consejos

186 generales de estudiantes. Asimismo, destacan que tuvieron una relación estrecha con los grupos sindicales que agrupan a empleados de la UPR. En el caso de sectores externos a la UPR, se destacó el rol de la prensa en casi todos los casos, dado que servía como instrumento para comunicar los procesos que se daban a nivel de la institución universitaria. También, esa comunicación con la prensa se dio como mecanismo de influenciar en las decisiones de la Junta de Síndicos en asuntos que consideraban contrarios a los intereses estudiantiles y de la comunidad universitaria. ¿Cómo representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones en el funcionamiento y toma de decisiones de la Junta? La tendencia de la representación estudiantil fue destacar como su mayor aportación el brindar información a la comunidad universitaria. El brindar esa información a la comunidad universitaria les llevó a tener momentos de tensión en la Junta de Síndicos, donde hubo censuras, amenazas de referidos a la Oficina de Ética Gubernamental, así como recriminaciones individuales por parte de algunos de los miembros del organismo. No obstante, la percepción de que su rol como representante estudiantil era una en la que la información no podía ser retenida para ellos, ya que no podían descargar efectivamente su función sin haber informado, les llevó a mantener una posición de firmeza ante los contratiempos. Es importante destacar que en ciertas ocasiones la Junta de Síndicos limitó el acceso a la información a los miembros durante las reuniones. A modo de ejemplo, Christopher hizo referencia a un acuerdo colaborativo entre el Banco Gubernamental de Fomento con la UPR, donde requirió un documento

187 que “eventualmente nos lo enseñaron, pero yo quería una copia física”. La contestación recibida era que “eran documentos confidenciales, así que no entregaban nada”. Esto fue descrito como un elemento que limitaba el rol de representación y de informar adecuadamente que debe tener un representante estudiantil al no contar con el beneficio de los documentos, o limitar su acceso a los mismos. Más allá del acceso a la información, los representantes estudiantiles consideraron que otra de sus grandes aportaciones, además de brindar transparencia en la toma de decisiones, era presentar cómo la política adoptada por la Junta de Síndicos afectaba al estudiantado. Según indicó Mauryne, su mayor aportación era cuando “les daba un down to earth de lo [que] como comunidad veíamos” respecto a los proyectos o las políticas que se proponían ante la Junta de Síndicos. De igual forma, René señaló que la aportación de la representación estudiantil “es vital porque ninguno de los miembros de esa junta tiene contacto con lo que pasa el día a día con los servicios estudiantiles”. En ocasiones, esta aportación, no fue bien recibida por los miembros de la Junta de Síndicos, quienes la veían con recelo. Es importante destacar que, dentro de ese contexto, la representación estudiantil se enfrentó a una estructura que no necesariamente estaba de acuerdo con que los estudiantes tuvieran un peso en la toma de decisiones institucionales. Esto les llevó a enfrentarse a funcionarios universitarios quienes entendían que el rol del estudiantado era estudiar y no opinar sobre políticas universitarias. Por ejemplo, René destacó que la Vicepresidenta de Asuntos Académicos repitió en una reunión “esa cita famosa

188 de Jaime Benítez de los estudiantes a estudiar, los administradores a administrar y los profesores a enseñar”. Por otra parte, la representación estudiantil ante la Junta de Síndicos, en ciertas ocasiones, se limitó de presentar ciertos proyectos ante la consideración del cuerpo por entender que iban a ser rechazados. Esto fue reseñado por René al plantear que “de ninguna forma” pudo adelantar los proyectos que tenía proyectados por el clima “hostil” existente en el cuerpo. Este elemento es de importancia, debido a que, aunque el estudiante tenía peso en el organismo, no necesariamente se vio como parte del mismo. La única excepción en estos casos fue la de Mauryne Rivera Reyes. Sobre los proyectos inconclusos, fue recurrente el planteamiento esbozado por la representación estudiantil de que no pudieron alcanzar los reclamos que consideraban de mayor impacto, aunque lograron adelantar reclamos puntuales del estudiantado. Tales reclamos pueden verse en mejoras en la creación de las oficinas de procuradurías, cambios en las políticas de repetición de cursos, cambios en los procesos de elecciones de los consejos de estudiantes, entre otros temas. Sin embargo, muchos de esos reclamos, según presentan, se lograron mediante acciones de la Presidencia y no como acciones de la Junta de Síndicos. Finalmente, entre las limitaciones que consideraron que tenían en su rol de representante estudiantil se destacan dos elementos principales: el llegar con conocimientos para hacer su gestión y la cantidad de tiempo que conlleva tomar clases y ejercer su rol de representantes estudiantiles. Desde muy temprano en sus respectivas entrevistas, tanto Mauryne como Alexis destacan la importancia

189 de profesionalizar al líder estudiantil y brindarle talleres, charlas y conferencias para que estén preparados para ejercer su rol. Destacan, además, la necesidad de que el gobierno estudiantil cuente con la capacidad de “contratar peritos, de contratar abogados, de contratar gente que te pueda introducir un proyecto de ley en la legislatura” así como gente que sea capaz de “hacer un planteamiento a otros niveles”. Todas las personas que participaron del estudio destacaron que es sumamente importante el que haya estudiantes en el organismo que aprueba políticas públicas y administra la UPR. A tono con esto, Alexis señaló que “hay que buscar las maneras para hacerla mucho más robusta y sólida”. En esa dirección, Christopher destacó que: El beneficio viene siendo el educar a los síndicos del Ejecutivo sobre las dificultades que se dan y que ellos no ven porque ellos están en un edificio, aparte. Ellos no comparten con la comunidad. Ellos no caminan por los pasillos de la universidad y ven las dificultades que pasan los estudiantes y el claustro por la falta de servicios, de secciones, de materiales. Así que, la representación de la comunidad es como una conciencia de la Junta. Es importante destacar que ninguna de las personas que participaron de este estudio se hacen responsables por grandes políticas o acciones a largo plazo que definen el rumbo de la UPR. Sin embargo, apuestan a que con la voz de los estudiantes en la creación de diversas políticas públicas pueden gestar unas realidades distintas para quienes representan. De hecho, se pudo identificar un señalamiento reiterado de que miembros de la Junta de Síndicos no se percibían como promotores de cambios a la estructura, o la forma de hacer las cosas en la institución y que es esa voz estudiantil quien lleva la voz cantante tanto a la vez de proponer cambios a los procedimientos, como de que esas

190 políticas adoptadas respondan a las realidades estudiantiles. Esto denota lo necesidad de fortalecer el desarrollo de políticas públicas de forma tal que se integren las opiniones y el día a día de los estudiantes como parte interesada en la gestión universitaria. En resumen, las aportaciones estudiantiles percibidas como de mayor impacto fueron varias. Entre ellas se encuentra el presentar la voz de un sector estudiantil a la hora de tomar decisiones en la Junta de Síndicos de la UPR. Sin embargo, se pudo constatar una insatisfacción dado el hecho de que en ocasiones esa voz quedaba silenciada por los demás miembros de la Junta de Síndicos que no percibían como urgentes o importantes esas voces estudiantiles. Otra de las aportaciones de impacto que describen los participantes del estudio es en el proceso de promover el acceso a la información y abonar a la transparencia administrativa de la institución. Este elemento es de mucha importancia en la medida en que debe haber un constante proceso de rendición de cuentas sobre la gestión pública, que se extiende al contexto universitario. Recomendaciones Las recomendaciones que propongo surgen tanto del análisis de las entrevistas y de los documentos, así como de la experiencia de haber sido representante estudiantil en diferentes foros en la UPR, incluyendo la Junta de Gobierno. En primer lugar, entiendo que es sumamente importante que la administración y el sector docente de la UPR asuma con mayor compromiso el incluir la voz estudiantil en el proceso de formación, creación e implementación de planes. Esa opinión estudiantil no debe verse como algo a la ligera, sino que

191 debe estudiarse de forma detallada y concienzuda de forma tal que permita que se traduzca en cambios organizacionales y administrativos para garantizar un mejor servicio al estudiantado, así como un trato deficiente a un miembro de la comunidad académica en su ejercicio del derecho a la educación y de participar activamente en su quehacer educativo. Los efectos de una atención no adecuada al estudiantado pudieran ser distintos, e inciden en el concepto de la democracia en el contexto educativo. De igual forma, otros de los efectos que pudieran darse de no tomar en cuenta la opinión estudiantil, el servicio al estudiantado y la transparencia, tienen que ver con la sana administración pública, el buen uso de los fondos asignados a la educación y lo que denomina Díaz-Rivera (2009) en los esfuerzos de recabar fondos de sus exalumnos. No obstante, esto requiere que por parte de la representación estudiantil se desarrollen mecanismos más claros y efectivos para la rendición de cuentas y, a su vez, identificar las preocupaciones del sector al que representan. En segundo lugar, considero importante que se atienda el planteamiento esbozado por Mauryne y por Alexis respecto a la necesidad de darle las herramientas a la persona que sea representante estudiantil, no tan solo ante la Junta de Gobierno, sino en todos los espacios de participación, para que puedan maximizar su tiempo en esos organismos. Entiendo que se pueden articular talleres relacionados a cómo organizar una reunión efectivamente, cómo entender un presupuesto universitario, historia del movimiento estudiantil y de la UPR, cómo hacer investigación sobre políticas públicas, cómo organizar un plan de trabajo, diseño de cuestionarios y cómo organizar el tiempo deben ser algunas de las herramientas que deben estar disponibles para estos estudiantes que

192 ocupen algún puesto de representación estudiantil. Estas herramientas, si bien deben estar disponibles y deben desarrollarse por los espacios administrativos, así como los docentes, no deben plantearse como requisitos previos al desempeño de la labor de representación. Asimismo, y como mecanismo para atender algunas preocupaciones de que se quiera imponer una agenda al sector estudiantil, esos apoyos deben ser brindados por personas que gocen de la confianza de esa representación estudiantil. No obstante, esto requiere que haya una disposición de aprendizaje y no meramente de ejercer el poder por parte de esa representación estudiantil. Es mi convencimiento, apoyado tanto en los testimonios como en la literatura consultada, que entre mejor sea la labor que rinde la representación estudiantil, mayor es el beneficio para la institución. De igual forma, más allá de apoyar en términos de formación, debe ser parte de la agenda de la comunidad universitaria brindar mayores apoyos académicos, institucionales y económicos a quienes representen al estudiantado en estos organismos y cumplan con la labor de llevar los consensos estudiantiles y según sean requeridos por los estudiantes. Si bien es cierto que esto puede ser un tema de mucha controversia, no adoptar medidas sobre estos temas pudiera ser perjudicial para estudiantes de bajos recursos, estudiantes madres y padres o con algún tipo de diversidad funcional. Entiendo esto ya que pudiera limitarse el tiempo disponible de estos sectores a la hora de desempeñar labores de representación estudiantil. El efecto de excluir estas voces, pudiera verse reflejada a la hora de crear políticas públicas que no cuenten con las experiencias de vida de esos estudiantes.

193 De igual forma, es importante que se asuma la participación política del estudiantado como algo de valor universitario. Esa participación en el mundo político se da en los espacios de representación, pero también se da en espacios donde se organizan los estudiantes en asociaciones o clubes. Ese proceso de organización requiere que se garanticen las destrezas de comunicación y generación de consensos en esos espacios. Para ello, unos espacios continuos de investigación y apoyo deben brindarse. En este trabajo sugiero cuatro categorías de análisis de la experiencia de la representación estudiantil. Sin embargo, deberían establecerse proyectos de investigación que aborden las propuestas estudiantiles presentadas en los cuerpos donde hay representación estudiantil y analizar las razones por las que fueron aprobadas de forma exitosa, o las razones por las que no recibieron el endoso de los cuerpos donde fueron presentadas. Asimismo, deben hacerse investigaciones donde se comparen las experiencias y políticas dirigidas a la participación y derechos de estudiantes en la Universidad de Puerto Rico con las experiencias y políticas en otras universidades a nivel internacional. En ese estudio, pudieran proponerse políticas públicas para permitir mayor participación de la comunidad estudiantil en el desarrollo de políticas públicas universitarias y en la gestión administrativa. Por otra parte, es necesario que se desarrollen mayores investigaciones y acciones de alcance para fomentar la inclusión de las mujeres en la representación estudiantil. Debe ser motivo de investigación y acción, la realidad de que en un período de 20 años solo hubiera dos mujeres representando al estudiantado. Este asunto debe ser preocupante cuando la realidad universitaria

194 refleja una mayor presencia de estudiantes mujeres que de hombres. Más aún, las fuertes aseveraciones hechas por la única mujer que participó del estudio sobre los retos que se enfrentó denotan que las desigualdades por razón de género se ven reflejadas en estos espacios universitarios. Múltiples preguntas emergen relacionadas con este asunto, incluyendo las razones que llevaron a que pocas mujeres se involucraran en estos espacios de representación estudiantil y cómo se constituía la representación que llegaba a posiciones de liderazgo en el gobierno estudiantil. De las recomendaciones previas, puede desprenderse la necesidad de que la representación estudiantil transforme su rol de reclamar espacios de participación, a uno en el que se asume como parte integral de la gobernanza universitaria. Ante ese nuevo escenario, que tiene como requisito indispensable el cogobierno universitario, se debe gestar una forma distinta para solucionar los conflictos al interior de la comunidad universitaria. En la medida en que se integra al estudiantado de forma efectiva en la gobernanza universitaria y se atienden efectivamente sus reclamos y preocupaciones, debe asumirse una posición de mayor diálogo para atender disputas internas y le impone un rol de mayores responsabilidades a la representación estudiantil. Finalmente, destaco la necesidad de que se hagan mayores investigaciones sobre la opinión y las percepciones de otras personas que hayan sido representantes estudiantiles en los diversos cuerpos de gobernanza, así como del estudiantado en general. El desarrollo de estas investigaciones permitirá articular una mejor realidad de los cambios que se deben dar en el espacio universitario, desde la perspectiva estudiantil.

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APÉNDICES

204

Anejo 1 - Representantes estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico Año

Nombre

Recinto

1993-1994

Hiram Guadalupe Pérez

Río Piedras

1994-1995

Jorge Díaz

Mayagüez

1995-1996

Abdiel Trujillo

Humacao (ACR)

1996-1997

Carlos A. Mejías

Ciencias Médicas

1997-1998

Alexis Morales Fresse

Utuado (ACR)

1998-1999

Víctor Thompson Mas

Río Piedras

1999-2000

Enrique Toledo Hernández

Utuado

2000-2001

Urayoán Camacho

Bayamón

2001-2002

Ángel L. Landrón Landrón

Cayey

2002-2003

Juan Camacho Semidei

Río Piedras

2003-2004

Rafael Linero Rivera

Bayamón

2004-2005

Milton A. Colón Calero

Humacao

2005-2006

Ángel Rosario Rivera

Río Piedras

2006-2007

Mauryne Rivera Reyes

Bayamón

2007-2008

Rohemir Ramírez Ballagas

Río Piedras

2008-2009

Jorge Farinacci Fernós

Río Piedras

2009-2010 Carlos Andrés Pagán Cuevas

Río Piedras

2010-2011

René A. Vargas Martínez

Río Piedras

2011-2012

Manuela Cortés Mulero

Humacao

2012-2013

Christopher Torres Lugo

Bayamón

205

Anejo 2 – Hoja de Consentimiento Informado

206

207

208

Anejo 3 - Alineación entre preguntas de investigación y protocolo Preguntas Generales A. ¿Cómo los representant es estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen las relaciones de trabajo desarrolladas por ellos con otros miembros de la Junta? B. ¿Cómo los representant es estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen las relaciones de trabajo desarrolladas por ellos con sectores externos a la Junta?

C. ¿Cómo los representant es estudiantiles ante la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico describen el impacto de sus aportaciones

Preguntas Específicas 1. ¿Cuál fue su relación de trabajo con los miembros del personal docente en la Junta? ¿En qué momento se dieron tensiones y por qué? ¿En qué momentos estaban en acuerdo? 2. ¿Cuál fue su relación de trabajo con los miembros de la Junta nombrados por el Ejecutivo? ¿En qué momento se dieron tensiones y por qué? ¿En qué momentos estaban en acuerdo? 3. ¿Cómo se dio el proceso de inserción en la Junta de Síndicos? 4. ¿Qué tipo de colaboración hubo para que pudiera desenvolverse de forma exitosa en la Junta de Síndicos? 5. ¿Qué tipo de trabas o dificultades hubo para ejercer su labor de representación estudiantil? ¿Cómo pudo superarlas? ¿Cuáles no pudo atender? 6. ¿Cuál fue su relación con la persona que le sucedió en la Junta de Síndicos? 7. ¿Qué beneficios entiende que tenía la Junta de Síndicos? 8. ¿Qué limitaciones entiende que tenía la Junta de Síndicos? 9. ¿Cómo considera que eran tomadas en cuenta sus opiniones y propuestas en la Junta de Síndicos?

1. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los consejos de estudiantes del Sistema de la UPR? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 2. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y otros grupos estudiantiles del Sistema de la UPR? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 3. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los sectores no docentes (Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, Sindicato de Trabajadores, Federación Laborista de Empleados del Recinto Universitario de Mayagüez)? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 4. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los sectores docentes? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 5. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los cuerpos de gobernanza universitaria (Senado Académico, juntas administrativas, Junta Universitaria)? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 6. ¿Con qué otros grupos desarrolló algún tipo de relación mientras estuvo en la Junta de Síndicos? ¿Por qué asuntos se dio la relación? 1. ¿Qué proyectos tenía en mente promover en la Junta de Síndicos? 2. ¿Cómo pudo adelantar esos proyectos durante su estancia en la Junta de Síndicos? 3. ¿Cuál cree que fue su mayor aportación en la Junta de Síndicos? 4. ¿Cuál cree que fue su mayor reto en la Junta de Síndicos? 5. ¿Cuál asunto cree que se quedó inconcluso en su estancia en la Junta? 6. ¿Qué limitaciones tuvo para adelantar los proyectos propuestos? 7. ¿De qué forma armonizaba lo que consideraba como de mayor beneficio para la institución y su rol como representante de los intereses estudiantiles? 8. ¿Qué beneficios considera que tiene la participación estudiantil en la Junta de Síndicos?

209

210 en el funcionamien to y toma de decisiones de la Junta?

9. ¿Qué limitaciones considera que tiene la participación estudiantil en la Junta de Síndicos? 10. ¿Cómo considera que eran tomadas en cuenta sus opiniones y propuestas en la Junta de Síndicos?

Anejo 4 - Protocolo de entrevista 1. ¿Cómo llegó a la Junta de Síndicos? 2. ¿Qué proyectos tenía en mente promover en la Junta de Síndicos? ¿Cómo pudo adelantar esos proyectos durante su estancia en la Junta de Síndicos? 3. ¿Cómo se dio el proceso de inserción en la Junta de Síndicos? ¿Qué tipo de colaboración hubo para que pudiera desenvolverse de forma exitosa en la Junta de Síndicos? ¿Qué tipo de trabas o dificultades hubo para ejercer su labor de representación estudiantil? ¿Cómo pudo superarlas? ¿Cuáles no pudo atender? 4. ¿Cuál cree que fue su mayor aportación en la Junta de Síndicos? 5. ¿Cuál cree que fue su mayor reto en la Junta de Síndicos? ¿Cuál asunto cree que se quedó inconcluso en su estancia en la Junta? 6. ¿Qué limitaciones tuvo para adelantar los proyectos propuestos? 7. ¿Cuál fue su relación de trabajo con los miembros del personal docente en la Junta? ¿En qué momento se dieron tensiones y por qué? ¿En qué momentos estaban en acuerdo? 8. ¿Cuál fue su relación de trabajo con los miembros de la Junta nombrados por el Ejecutivo? ¿En qué momento se dieron tensiones y por qué? ¿En qué momentos estaban en acuerdo? 9. ¿Cómo considera que eran tomadas en cuenta sus opiniones y propuestas en la Junta de Síndicos? 10. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los consejos de estudiantes del Sistema de la UPR? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 11. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y otros grupos estudiantiles del Sistema de la UPR? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 12. ¿De qué forma armonizaba lo que consideraba como de mayor beneficio para la institución y su rol como representante de los intereses estudiantiles? 13. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los sectores no docentes (Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, Sindicato de Trabajadores, Federación Laborista de Empleados del Recinto 211

212 Universitario de Mayagüez)? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los sectores docentes? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 14. ¿Qué tipo de relación existía entre usted y los cuerpos de gobernanza universitaria (Senado Académico, juntas administrativas, Junta Universitaria)? ¿En qué asuntos colaboraron y por qué? ¿En qué asuntos tuvieron choques y por qué? 15. ¿Con qué otros grupos desarrolló algún tipo de relación mientras estuvo en la Junta de Síndicos? ¿Por qué asuntos se dio la relación? 16. ¿Qué beneficios considera que tiene la participación estudiantil en la Junta de Síndicos? ¿Qué beneficios entiende que tenía la Junta de Síndicos? 17. ¿Qué limitaciones considera que tiene la participación estudiantil en la Junta de Síndicos? ¿Qué limitaciones entiende que tenía la Junta de Síndicos? 18. ¿Cuál fue su relación con la persona que le sucedió en la Junta de Síndicos?

RESUMEN BIOGRÁFICO DEL AUTOR El autor nació en un hospital puertorriqueño en el pueblo de Bayamón. Durante sus primeros dos años vivió en el Sector La Loma del Barrio Quebrada Grande en Barranquitas. Al cabo de ese tiempo su familia se mudó al Sector Hoya Fría en el Barrio Pulguillas de Coamo. Fue allí donde recibió su educación, principalmente en el hogar, a cargo de su madre y su padre. Cuando cumplió los doce años, cursó estudios en el décimo grado en la Escuela Superior Bonifacio Sánchez Jiménez. Una vez culminó el décimo grado, fue admitido a la Universidad de Puerto Rico en Cayey donde culminó estudios en Ciencias Naturales con Concentración en Matemáticas. Tomó cursos en el Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Posteriormente comenzó estudios graduados en la Facultad de Educación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico donde obtuvo su grado de Maestro en Educación con énfasis en Investigación y Evaluación Educativa en el 2016. Durante sus años de estudio fue tutor de matemáticas, asistente de cátedra, asistente de investigación de diversos proyectos. De igual forma, se desempeñó como representante estudiantil en diversas instancias del gobierno universitario que incluyen el Senado Académico, la Junta Universitaria y la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico.

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