EXCAVACIONES EN CASAS DE LUJÁN II Balnea, alfares y almazaras en el territorio segobricense

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Descripción

EXCAVACIONES EN CASAS DE LUJÁN II Balnea, alfares y almazaras en el territorio segobricense

Dionisio Urbina Martínez Jorge Morín de Pablos (Eds. científicos)

MArq Audema 2013 Serie Mundo Romano / Antigüedad Tardía

Este volumen de Memorias Arqueológicas AUDEMA ha sido publicado por:

MArq SMR/AT © de la edición: Área Científica y de Divulgación. Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. © de los textos: los autores © de las fotografías y de los dibujos: Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. ISBN: Depósito Legal: Dirección de la Serie: Jorge Morín de Pablos Diseño y Maquetación: Esperanza de Coig-O’Donnell Diseño Gráfico de la Portada: Esperanza de Coig-O’Donnell Impreso en España - Printed in Spain Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluído fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores

EXCAVACIONES EN CASAS DE LUJÁN II Balnea, alfares y almazaras en el territorio segobricense

MArq Audema 2013 Serie Mundo Romano / Antigüedad Tardía

TIPO DE OBRA CONDUCCIÓN DE AGUA POTABLE DESDE EL ACUEDUCTO TAJO- SEGURA PARA INCORPORACIÓN DE RECURSOS A LA LLANURA MANCHEGA

LOCALIZACIÓN T. M. SAELICES PROVINCIA DE CUENCA EMPRESA PROMOTORA

EMPRESA CONSTRUCTORA

P. I. Los Alces Calle 2 Parcela 21 13600 Alcázar de San Juan Tfno. 926 58 84 63 Fax. 926 55 23 28 CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA

Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA y MEDIO AMBIENTE, S.A. Avenida Alfonso XIII, 72 28016 Madrid Tfno. 91 510 25 55; Fax. 91 415 09 08 e-mail: [email protected] www.audema.com

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA MANUAL EN ÁREA DEL YACIMIENTO “ CASAS DE LUJÁN II”

DIRECCIÓN ARQUEOLÓGICA: Ernesto Agustí García y Jorge Morín de Pablos TÉCNICOS ARQUEÓLOGOS DE CAMPO: Dionisio Urbina Martínez, Catalina Urquijo Álvarez de Toledo, Rui Roberto de Almeida y Laura Benito Díez. TEXTO: Dionisio Urbina Martínez, Catalina Urquijo Álvarez de Toledo y Rui Roberto de Almeida. DIBUJO ARQUEOLÓGICO DE CAMPO: Catalina Urquijo Álvarez de Toledo y Enrique Navarro. PLANIMETRÍAS: Catalina Urquijo Álvarez de Toledo, Dionisio Urbina Martínez, Enrique Navarro y Francisco J. López Fraile.

EXCAVACIONES EN CASAS DE LUJÁN II Balnea, alfares y almazaras en el territorio segobricense

Dionisio Urbina Martínez Catalina Urquijo Álvarez de Toledo Jorge Morín de Pablos Rui Roberto de Almeida Ernesto Agustí García Francisco J. López Fraile

MArq Audema 2013 Serie Mundo Romano / Antigüedad Tardía

La intervención arqueológica llevada a cabo en el yacimiento de Casas de Luján ha permitido documentar una nueva villa en el territorio segobricense. Se han excavado tres zonas bien diferenciadas. Dos de ellas pertenecían a la pars rustica de la villa, un alfar y una almazara. Además, se ha excavado un balnea que debe asociarse a la parte residencial de la villa. El alfar excavado en Casas de Luján debe entenderse como una zona independiente asociada a un asentemiento tipo villa, donde el propietario o propietarios del asentamiento serían los del alfar. En sus hornos se elaboraba material latericio y cerámica común, concretamente grandes recipientes tipo dolia, destinados al abastecimiento de la propia ciudad y de otros yacimientos rurales del entorno de la misma. A media ladera se dispuso una zona dedicada a la elaboración del aceite, siguiendo las indicaciones de los agrónomos latinos como Varrón o Columela que aconsejaban que éstos se orientaran a la zona más cálida, ya que el aceite se condensa con el frío. Se han podido documentar las piletas para el prensado y la decantación, así como otras zonas que deben interpretarse como almacenes. Finalmente, se excavó en la parte baja del yacimiento, la más cercana al río, unos baños con la disposición habitual de estos establecimientos en el mundo romano: natatio, tepidarium, caldarium y praefurnium. Destaca el caldarium que se encontraba decorado por un mosaico. No queremos acabar esta presentación sin mencionar a todas las personas que han facilitado el desarrollo de los trabajos arqueológicos. En primer lugar a D. Federico López Zafra, D. Antonio Lanseros y D. Javier Sánchez García de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, promotora de la Conducción de Agua desde ATS para incorporación de recursos a la Llanura Manchega; a D. Juan Manuel Fernández Ruiz, D. Rafael Gutiérrez de La Fuente, D. Francisco Navarrete, D. Felipe Méndez Segovia, D. Javier García Herrero, D. Eduardo Fernández Carmona, D. Raimundo Ruiz Sánchez y D. José Luis Aranda Platero de O.H.L., adjudicatarios de las obras; a D. Miguel Ángel Valero Tébar de la asistencia técnica en arqueología; Dña. Virtudes Sánchez, de la asistencia técnica de medioambiente; D. Martín Almagro Gorbea; D. José Manuel Abascal Palazón, Dña. Rosario Cebrián Fernández y D. Ignacio Hortelano Uceda, de la Dirección Arqueológica del yacimiento y del Parque Arqueológico de Segóbriga; D. Antonio Madrigal Belinchón y D. Enrique Daza Pardo, técnicos arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha; D. Juan Manuel Millán y Dña. Concepción Rodríguez Ruza, del Museo de Cuenca y, por último, a todos los trabajadores que han participado en los trabajos arqueológicos, desde los técnicos a los peones arqueológicos, sin cuyo esfuerzo no sería posible la publicación de estos trabajos.

Dionisio Urbina Martínez - Jorge Morín de Pablos

…Después que estén limpias con cuidado, se llevarán inmediatamente al molino, se meterán enteras en capachos nuevos y se pondrán debajo de la prensa, donde se exprimirán prontamente y por poco tiempo. En seguida, después de levantada la prensa, se deberán moler echándoles sal en grano, a razón de dos sextarios por cada modio de aceitunas, y deberá prensarse la masa ayudándose de cuartones de madera, si fuere ésta la costumbre del país, ó al menos echándola en capachos nuevos. En seguida, lo primero que caiga en el tinajón redondo (pues éste es mejor que una vasija de plomo cuadrada ó un pilón de fábrica con muchos fundos) lo sacará el oficial al instante y lo pasará a los pilones de barro preparados al intento. Por lo demás, se deberán tener en el almacén del aceite tres filas de pilones para echar en la primera el aceite de primera calidad, esto es, el de la primera prensada, en la segunda el de la segunda y en la tercera el de la tercera. Pues es de la mayor importancia no mezclar el de la segunda prensada, y mucho menos el de la tercera con el de la primera; porque el que sale puro con menos esfuerzo de la prensa, es de mucho mejor gusto que los demás. En seguida, luego que el aceite se habrá reposado en los primeros pilones, lo deberá el oficial pasar á los segundos, después á los siguientes, y por este orden hasta los últimos. Columela, Libro 12, Cap. L.

INDICE I. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO CONSTRUCTIVO

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II. EL MEDIO FÍSICO

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1. CONTEXTO HIDROGEOGRÁFICO 2. DESCRIPCIÓN DE LOS MATERIALES GEOLÓGICOS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO DE CASAS DE LUJÁN 3. DESARROLLO DE LA RED FLUVIAL EN EL ENTORNO DE SEGÓBRIGA

19 26 28

III. INTRODUCCIÓN

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IV. HORNOS Y ALFAR

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1. EL HORNO PRINCIPAL: ÁMBITO 1 2. EL HORNO COMPLEMENTARIO: ÁMBITO 1A 3. EL TALLER DEL ALFAR: LOS ÁMBITOS 2 Y 3

V. ALMAZARA 1. EL EDIFICIO 2. FUNCIONALIDAD

VI. BALNEA 1. NATATIO 2. TEPIDARIUM 3. CALDARIUM 4. PRAEFURNIUM

37 42 44

51 51 64

69 70 75 76 80

VII. FICHAS DE U.E.

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VIII. MATERIALES

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1. ALMAZARA 2. BALNEA 3. HORNO Y ALFAR 4. LÁMINAS DE MATERIALES 3. INVENTARIO DE MATERIALES 5. ACTA DE ENTREGA DE MATERIALES

91 105 120 121 130 143

IX. CONCLUSIONES X. ANEJO INFORME ZOOARQUEOLÓGICO XI. ANEJO FOTOGRAMETRÍA XII. ANEJO DATACIÓN POR POLARIDAD XIII. BIBLIOGRAFÍA

145 153 157 165 183

Excavaciones en Casas de Luján

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Descripción del proyecto constructivo

I. DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO CONSTRUCTIVO Las obras correspondientes a esta 1ª FASE constan de un depósito regulador de cabecera, una conducción principal que discurre por el borde Norte del acuífero de la Mancha Occidental y los ramales secundarios de distribución. La 2ª FASE exige una segunda conducción principal que discurriría paralela a la anterior, previsiblemente hasta las inmediaciones de Quintanar de la Orden, para desde aquí dirigirse más hacia el Este y hacia el Sur bordeando el acuífero hasta el embalse de Vega del Jabalón o Puertollano. La interconexión con los ramales secundarios de la fase anterior daría lugar a una red mallada. En el momento presente es ineludible iniciar una serie de acciones de carácter urgente y perentorio encaminadas a satisfacer las demandas preferentes de la 1ª FASE. El proyecto que nos ocupa define la disposición general del sistema hidráulico asociado a tal fin, y define, a nivel constructivo, los elementos esenciales de la infraestructura hidráulica necesaria en una 1ª etapa: a) Depósito regulador de cabecera. b) Conducción principal. c) Ramal secundario al embalse de Gasset desde el cual se abastece la Mancomunidad de Ciudad Real. d) Casetas de derivación de los ramales secundarios. La segunda etapa de esta 1ª FASE será motivo de otros proyectos a fin de completar la red total con: e) Ramales secundarios de distribución. En el momento presente se consideran prioritarios los ramales a Puertollano y Manzanares-Valdepeñas que están siendo objeto de estudio por las Administraciones competentes. f ) Ramales de conexión con depósitos reguladores, estaciones depuradoras y embalses de regulación. La construcción de las obras correspondientes a esta 1ª FASE urgente deberá llevarse a cabo escalonadamente, en etapas sucesivas, pero de manera continuada.

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Conducción principal: A efectos de definición se ha subdividido en dos tramos consecutivos: Tramo I. La longitud es de 16,115 km., desde el origen, aguas abajo del caseta de toma en Valdejudíos, hasta el río Gigüela. Diámetro 1.700 mm. Tramo II. La longitud total es de 105,060 km. (Diámetros 1700 a 1500 mm) Empieza en el final del tramo anterior y finaliza en una caseta de válvulas, situada en las inmediaciones de la carretera CR 202 en su intersección con la nacional N-420, al sur de Puerto Lápice.

1. CONDUCCIÓN PRINCIPAL El esquema inicial del Proyecto estaba basado en la posible construcción previa del embalse de La Garita, sobre el río Gigüela, como elemento regulador, en cabecera, de las aportaciones derivadas del Acueducto Tajo-Segura. Complementariamente, se dispondría una tubería, a modo de by-pass, que enlazaría directamente el ATS con la conducción principal con origen en La Garita. Dado que las obras correspondientes a la primera fase han de llevarse a cabo con carácter urgente, no pueden supeditarse a la puesta en explotación del embalse de La Garita, cuya construcción, por otra parte, está supeditada al cumplimiento de importantes premisas técnicas, económicas y ambientales sobre las que en la actualidad existen razonables dudas para su logro. En consecuencia, esta Fase 1ª exige un depósito regulador de cabecera de mediana capacidad con dos funciones esenciales: por una parte permitir derivar el agua del ATS acomodándose al régimen de explotación de éste y, por otro lado, constituir una reserva mínima que garantice el abastecimiento durante un plazo de 1,5 a 2 meses. Se ha encontrado una cerrada y vaso asociado a ella en el cauce del río Valdejudíos, afluente del Gigüela, en una zona cercana al punto de derivación y toma del acueducto Tajo- Segura. La cuenca propia es de 40 km2. La cota de máximo nivel es la 862,50, suficiente para crear un embalse útil de 5,30 hm3 y suficiente para que con nivel mínimo se pueda pasar un collado de obligado paso en esta zona alta, y también suficiente para llegar por gravedad a todos los centros de consumo. Para fijar el trazado de las conducciones se ha efectuado previamente un estudio geológico general de la zona, y un reconocimiento de campo, con vistas a minimizar las afecciones de todo tipo. De esta manera se ha definido un corredor de una anchura media de 2 km. sobre el que se ha trabajado en una etapa posterior, una vez efectuado el vuelo y restitución de planos a escala 1:5.000. Se han seguido los siguientes criterios generales: 1) Desarrollar el trazado sensiblemente paralelo a carreteras y caminos. 2) Separarse de cauces naturales y evitar sus cruces en la medida de lo posible. 3) No afectar a las lagunas, humedales y zonas protegidas y de interés arqueológico 4) Rodear las poblaciones, alejándose del casco urbano y áreas de posible ampliación.

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Descripción del proyecto constructivo

La elección final del trazado, dentro del corredor, se ha efectuado con criterios hidráulicos y económicos, limitando la profundidad de las zanjas y la proliferación de puntos altos. El trazado de la conducción se sitúa sobre terrenos dedicados fundamentalmente a cultivos de olivo, vid y secano. La elección del trazado se ha basado en un estudio de la calidad ecológica y fragilidad del medio, del que se han obtenido las áreas de menor impacto ambiental. Para ello se ha empleado un Sistema de Información Geográfico (GIS), apoyado en la restitución de las fotografías aéreas, lo que ha permitido encajar una solución de mínima afección a los ecosistemas de interés ecológico de la región. La minimización del impacto ambiental ha sido el mayor condicionante en la elección de la traza. La longitud total de la conducción principal es de 121,2 km. El primer tramo se desarrolla por la margen derecha del arroyo Valdejudíos, cercano a la carretera de Carrascosa del Campo a Saelices, alejada del trazado del ATS, en cuyas inmediaciones se encontraron restos arqueológicos durante su construcción. El tramo siguiente tiene un trazado obligado para pasar por un collado existente (cota 854), en la divisoria entre el arroyo Valdejudíos y el río Gigüela. En este punto alto se ha proyectado una chimenea-ventosa, sobre la ladera, enterrada en zanja. Desde este collado, el trazado desciende hasta el río Gigüela (cota 773), pasando a la margen izquierda. En este tramo se ha evitado cualquier interferencia con el área arqueológica de las ruinas romanas de Segóbriga. El siguiente tramo, de unos 15 km. de longitud, se desarrolla por el valle del río Gigüela pasando alternativamente de una a margen a otra en otras dos ocasiones. No existe otra alternativa para el trazado por razones topográficas. Dentro del valle la conducción se ha dispuesto lo más alejado posible del cauce, en el borde más alejado de la terraza, al pié de las abruptas laderas, ya sea en una u otra margen. Una vez fuera del valle (P.K. 15,900) la conducción se independiza del curso de río Gigüela al cual no vuelve a cruzar hasta el PK 82,21, en las inmediaciones de Herencia. Este gran tramo discurre, en general, paralelo a las carreteras de la zona y caminos ya existentes, y alejado de las lagunas de este sector: los Charcones, en Miguel Esteban, y las existentes en el entorno de Alcázar de San Juan. Esta población se circunda por el norte y el oeste, evitando la zona industrial y las playas de vía del ferrocarril. Existe, no obstante, el cruce obligado de éste, y otro cruce con el oleoducto. También se ha previsto, en este tramo la futura variante de la carretera N-301, en las inmediaciones de Quintanar de la Orden, disponiéndose la conducción por la parte oeste, es decir, exterior a la variante. Una vez cruzado el Gigüela, PK 82,21 existen 2 trazados alternativos: uno siguiendo el cauce hasta Villarrubia de los Ojos, y otro, que consiste en independizarse del río pasando por el collado de Cerro Navajo (cota 710). Se ha elegido este último que ofrece ventajas medioambientales y además la posibilidad de disponer una chimenea -ventosa de fácil construcción, alojada en zanja cubierta, en las laderas de las montañas circundantes. Desde el punto de vista hidráulico resulta muy interesante. La conducción principal acaba después del cruce de la carretera N-420, de Puerto Lápice a Ciudad Real. Aquí se proyecta una caseta para las derivaciones a Puerto Lápice, hacia la zona sur y Puertollano, y hacia el embalse de Gasset.

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2. LA CONDUCCIÓN EN CASAS DE LUJÁN La intervención arqueológica en el yacimiento de Casas de Luján se efectuó en una zona de obra que discurre en paralelo a la carretera comarcal CM-310, concretamente entre los PP.KK. 10+600 y 10+700. La obra civil ejecutada consistió en un tramo de tubería de 1.800 mm., excavado en la llanura de inundación del Cigüela.

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El medio físico

II. EL MEDIO FÍSICO 1. CONTEXTO HIDROGEOGRÁFICO La zona de estudio se encuadra dentro de la llanura aluvial en la margen izquierda del propio río Gigüela en su curso medio-alto, cuya cuenca pertenece a su vez a la parte nororiental de la Cuenca Hidrográfica del río Guadiana, concretamente a la Cuenca Alta. Dicha cuenca alta se sitúa en la Submeseta Sur Peninsular, ocupando parte de las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real dentro de la zona centro de la Comunidad de Castilla - La Mancha, conocida también como la comarca interprovincial de La Mancha Alta. Esta altiplanicie comprende en su mayor extensión los territorios que se encuentran entre las cabeceras de los principales afluentes del Guadiana en su vertiente norte, como son los ríos Záncara, Gigüela y Riánsares, además del río Algodor afluente del Tajo (ver figura 1). Pese a ser el cuarto río más largo de la Península Ibérica el Guadiana presenta un escaso caudal (caudal medio 26 m³/s), siendo el décimo en esta valoración, caracterizándose además por una gran irregularidad interanual y una estacionalidad muy acusada. El régimen de los ríos que constituyen la Cuenca Alta del Guadiana, como el Gigüela, es netamente pluvial ya que sus caudales máximos están condicionados por los periodos de mayor pluviosidad que en su caso son los meses de diciembre, enero y febrero, siendo su periodo de estiaje muy acusado y largo. Este fuerte contraste se debe también a la escasa pluviosidad de su cuenca y a las elevadas temperaturas estivales que originan una fuerte evaporación. Otra razón de su régimen es la poca altitud a la que se producen sus nacimientos ya que las montañas de donde manan son relativamente bajas y al discurrir por la planicie manchega los perfiles longitudinales de dichos ríos van a tener una pendiente muy baja. Los sistemas montañosos de donde surgen los afluentes principales conforman el límite de la divisoria de la cuenca hidrográfica del Alto Guadiana. Así los Montes de Toledo constituyen el límite septentrional con alturas que rondan los 1.400 m, mientras Sierra Morena hace límite al sur con altitudes en torno a los 1.000 m y las estribaciones de algunas sierras del Sistema Ibérico como la Serranía de Cuenca hacen de límite al este con alturas que apenas superan los 1.000 m. 19

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Figura 1. Situación general de la zona de estudio dentro de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana (CHG) y su localización más exacta en el extremo septentrional de la Cuenca Alta del Guadiana.

Se trata de una red bien desarrollada en los bordes del territorio pero que se difumina paulatinamente cuando estos ríos atraviesan la Llanura Manchega coincidiendo con una de las zonas de mayor concentración de aguas subterráneas. En esta comarca las escasas pendientes favorecen la existencia de numerosas zonas húmedas como las Tablas de Daimiel o la Laguna del Hito situada entre las poblaciones de Montalbo y El Hito, hacia aguas arriba del Gigüela. Según se indica en el “Estudio general de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana”, dicha cuenca presenta un clima mediterráneo continentalizado, con una estación seca muy definida y marcadas oscilaciones térmicas. Las precipitaciones registran un valor medio anual de 550 mm que se distribuyen de forma heterogénea en función de cada zona, siendo de unos 350 mm en la Llanura Manchega. El contexto geológico donde se encuadra la zona de estudio queda enmarcado en el extremo oriental de la Depresión o Cuenca Meso-terciaria del Tajo, entre las lineaciones de las sierras mesozoicas que componen la Sierra de Altomira. Localizándose sobre los depósitos terciarios que rellenan las pequeñas subcuencas que quedan entre las alargadas elevaciones mesozoicas. Estos depósitos terciarios se encuentran en una zona intermedia situada entre la Cuenca

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El medio físico

de Loranca (al este) y la Cuenca de Madrid (al oeste), con lo que la potencia de los depósitos es relativamente pequeña, correspondiendo a los depósitos que conforman parte de la Serie Superior Tabular (plegada localmente en los bordes) atribuida al Neógeno (Mioceno y Plioceno). En esta zona no aparecen los depósitos de la Serie Inferior, con unidades plegadas y atribuidas comúnmente al Paleógeno (Eoceno y Oligoceno). La Cuenca del Tajo y la propia de Madrid representa una cuenca continental cerrada intraplaca generada por deformación alpina, rodeada por el Macizo o Zócalo hercínico (Sistema Central y Montes de Toledo) desde el norte hasta el suroeste, y por los macizos mesozoicos (Cordillera Ibérica y Sierra de Altomira) desde el noreste hasta el sureste (ver figura 2). La individualización de las subcuencas de Madrid y de Loranca, se produjo por el levantamiento de la Sierra de Altomira, que es un cinturón estrecho de pliegues y cabalgamientos que verge hacia el Oeste con una dirección general N-S, y que comenzó a emplazarse al final del Paleógeno. La Depresión Intermedia es, al menos para las unidades inferiores, una cuenca piggy back, generada durante la Orogenia Alpina según una tectónica que se nuclea a favor de una falla en el basamento por una accidente central, que es el Anticlinal de Trillo-Pareja-Huete-Carrascosa (Alonso-Zarza et alii, 2004). Otra característica que condiciona la composición de los depósitos que rellenan la Cuenca de Loranca y la distinguen de la de Madrid, es que proceden de la erosión y transporte de las rocas sedimentarias mesozoicas mayoritariamente carbonáticas y algunas arenosas (como las de utrillas), además de los propios depósitos paleógenos. Otros depósitos mesozoicos como los yesos del Lías inferior y en menor proporción los del Keuper, serán disueltos y resedimentados en áreas palustres y lacustres de la Depresión, dando lugar a los yesos bioturbados (Elizaga et alii, 1998). La topografía general de la zona de estudio está en gran parte influenciada por el proceso de incisión cuaternaria de la red de drenaje principal, asociada al río Gigüela y al Riansares. Este proceso comienza en edades plio-cuaternarias y se realiza a favor de la Mesa de Ocaña, de las Superficies del Páramo y de las lineaciones de la Serranía de Cuenca como la Sierra de Altomira, quedando los cursos fluviales encajados o condicionados por estas unidades geomorfológicas. La Mesa de Ocaña se localiza a unos 25 km al oeste de la zona de estudio y esta plataforma hace de divisoria con la Cuenca Hidrográfica del Tajo. Las Superficies del Páramo aparecen en varios retazos contiguos a la zona de estudio donde se ubica el yacimiento arqueológico. Al pie de estas plataformas o sierras y a favor de las pendientes, se generan mantos de arroyada conocidos como depósitos de glacis o derrames, que conectan las zonas altas con los depósitos de las terrazas fluviales asociadas a los valles de los ríos. Los materiales geológicos que componen la Sierra de Altomira poseen además unas propiedades hidrogeológicas importantes debido a su naturaleza carbonatada y disposición estructural, constituyendo buenas formaciones acuíferas por fracturación y karstificación. Esto hace considerarlos como uno de los grandes sistemas acuíferos que pertenecen, aunque parcialmente, a la Cuenca Hidrográfica del Guadiana. Así, la zona de estudio queda enmarcada dentro del Sistema Acuífero nº 19 o “Unidad Caliza de Altomira” según el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), también se le da el código 041.001 y se denomina Sierra de Altomira den-

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tro de la división de Masas de Agua Subterránea que hace la Confederación Hidrográfica del Guadiana(CHG). La superficie que ocupa dicha masa de agua es de 257.520,7 hectáreas dentro de dicha cuenca hidrográfica. Morfológicamente el área constituye un extenso relieve, suave y relativamente plano que destaca sobre el resto de la zona, formado por un conjunto de alineaciones estructurales mesozoicas de dirección norte-sur ensanchadas progresivamente hacia la parte meridional y vergentes hacia el oeste. Los relieves más altos están configurados por núcleos de anticlinales y los valles por sinclinales rellenos de sedimentos terciarios continentales

Figura 2: Marco geológico y geomorfológico general para la zona de estudio. - A: Fosa o Cuenca del Tajo dentro de la Península Ibérica. - B: Depresión Intermedia dentro de la Cuenca del Tajo. Modificado de Pérez-González (1994). - C: Mapa geológico general de la Cuenca de Madrid y Depresión Intermedia, localizando el yacimiento de “Casas de Luján”.

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El medio físico

de baja permeabilidad. En conjunto se considera como un gran anticlinorio de dirección nortesur, afectado por fallas y cabalgamientos que complican su estructura y permiten la conexión de los niveles más permeables. Se trata de un sistema acuífero complejo cuyos componentes funcionan en régimen libre o de semiconfinamiento en profundidad. Su aporte anual a la cuenca del Guadiana es de 126 hm³ al año, teniendo en cuenta que precipitación media anual sobre el conjunto del sistema se sitúa en torno a los 500 mm. El principal material con características de acuífero está formado por sedimentos jurásicos y cretácicos constituidos por carniolas, calizas, dolomías, brechas, arenas y arcillas, con espesores medios de 1100 m. dicho acuífero se apoya sobre una base impermeable compuesta por arcillas, margas y yesos de la facies Keuper del Triásico. La recarga del sistema se produce fundamentalmente por infiltración de agua de lluvia, tanto directamente como la escorrentía superficial, aunque más escasas también recibe aportaciones de los retornos de riego y de las aguas subterráneas procedentes de la Cuenca hidrográfica del Tajo. El yacimiento de Casas de Luján se encuentra influenciado por este acuífero de rocas mesozoicas ya que son los materiales del entorno del yacimiento y sobre los que se depositan las secuencias de inundación de la llanura del Gigüela. La Depresión Intermedia o Cuenca de Loranca, se sitúa entre los sistemas montañosos de la Sierra de Altomira y la Serranía de Cuenca (Cordillera Ibérica). Estratigráficamente el relleno de dicha cuenca, incluye dos series sedimentarias distintas: Serie Inferior, con unidades plegadas y atribuidas comúnmente al Paleógeno (Eoceno y Oligoceno), y Serie Superior Tabular (o plegada localmente en los bordes) atribuida al Neógeno (Mioceno y Plioceno). La zona de estudio se encuentra en la zona intermedia entre la Cuenca de Madrid y la Depresión Intermedia o Cuenca de Loranca localizándose entre las lineaciones centrales de la Sierra de Altomira. Según indican Alonso-Zarza et alii (2004), el registro estratigráfico de la cuenca ha permitido distinguir tres unidades paleógenas y una unidad neógena compleja dividida en cuatro ciclos. Los depósitos originados durante el Paleógeno se dividen en tres grandes unidades tectosedimentarias, cuyos estratos posteriormente son plegados y suelen aparecer a techo de los materiales mesozoicos, asociados a los últimos episodios de deformación relacionados con la orogenia alpina que origina las elevaciones del Sistema Ibérico. Estos materiales aparecen asociados a las zonas externas de los anticlinorios que constituyen los distintos afloramientos alineados de la Sierra de Altomira. Todo el Neógeno de la Depresión Intermedia se incluye en la Unidad Terminal (García Abad, 1977), que abarca cuatro ciclos (Torres y Zapata, 1986). - El Primer Ciclo Neógeno se deposita según una discordancia con paleorrelieve sobre materiales más antiguos en zonas plegadas y definiendo una ruptura sedimentaria con la Unidad Detrítica superior en zonas centrales de la cuenca. Está compuesta por conglomerados, areniscas grises y negras en sondeo, lutitas, yesos bioturbados y detríticos como los que aparecen en los alrededores del anticlinal de Carrascosa, otros materiales que caracterizan este ciclo son las calizas y

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arcillas de neoformación (sepiolitas de Pareja). Se interpretan, en su conjunto, como depósitos de abanico aluvial agradando a una zona central lacustre con su depocentro entre Huete y Pareja. De acuerdo con datos de sondeo, su potencia máxima es de 350 m. Su edad es Ageniense superior Aragoniense medio.

Figura 3: Situación general de la zona de estudio dentro de la Masa de Aguas Subterráneas de la Sierra de Altomira (código 041.001 según la Confederación Hidrográfica del Guadiana). Y su localización específica en el Sistema Acuífero nº 19 de la Unidad Caliza de Altomira (según el IGME). 24

El medio físico

- El Segundo Ciclo Neógeno se deposita según una discordancia con paleorrelieve sobre materiales más antiguos en zonas plegadas o definiendo una ruptura sedimentaria con el ciclo anterior en zonas centrales de la cuenca. Sus caracteres litológicos son similares a los del primer Ciclo Neógeno pero predominan los carbonatos sobre los sulfatos. En Córcoles se desarrolla una zona palustre carbonatada con importantes anomalías geoquímicas ligadas a aguas epitermales. La edad de la unidad es Aragoniense medio - Vallesiense. La potencia máxima es de unos 200 m. - El Tercer Ciclo Neógeno se corresponde con la “Calizas del Páramo”.Hacia la base de estas calizas se observan las arenas de la “red fluvial intramiocena”, constituida por conglomerados y arenas con paleocorrientes de dirección E-O. Por criterios regionales, Torres et alii (1984) le atribuyen una edad Vallesiense - Turoliense. Su potencia se estima en unos 50 m. Estas calizas aparecen en pequeños retazos en altos de plataformas o mesas situadas en la vertiente opuesta a la de zona donde se localiza el yacimiento de Casas de Luján. Varios de estos materiales geológicos contienen la denominada Masa de Aguas Subterráneas de La Obispalía (código 041.002 según la CHG), ya que presentan cierto grado de permeabilidad. El sistema puede considerarse compuesto por dos tramos, por un lado el acuífero superior instalado en las Calizas del Páramo que es libre y muy heterogéneo, y por otro el acuífero inferior complejo y heterogéneo, formado por múltiples acuíferos menores asociados a los niveles lenticulares detríticos de poca continuidad lateral. Por debajo, en el sustrato mesozoico se encuentra la otra masa de aguas de la Sierra de Altomira. La componente hidrogeológica donde se enclava el yacimiento está influenciado básicamente por la masa de agua correspondiente a la Sierra de Altomira. Seguidamente en el Plioceno comienza un aumento de las condiciones de aridez que junto con sucesivos impulsos tectónicos provocó el arrasamiento erosivo de las superficies que caracterizan al Páramo y más tarde el establecimiento de los niveles de Rañas en el norte de la cuenca, la Mesa de Ocaña al sur y de otras superficies erosivas desarrolladas sobre los depósitos detríticos mioceno, iniciándose el periodo erosivo y la desmantelación de estas superficies por la continua incisión de los principales cauces fluviales a favor de zonas de debilidad, de los contactos entre materiales de distinta resistencia y de las alineaciones de fallas reflejadas en superficie pero frecuentemente producidas en el basamento de la cuenca. Posteriormente en el Cuaternario el clima se enfrió, produciéndose una incisión de la red de drenaje (valles) y adquiriendo la morfología del paisaje un aspecto muy parecido al actual, quedando los depósitos y formas originados en esta época en zonas muy localizadas, a favor de las áreas de influencia de los ríos y arroyos, como es el caso en la zona de estudio del río Gigüela y de sus tributarios. Asociados a las vertientes de los valles se generan depósitos de derrame o glacis, coluviones, o los materiales más importantes asociados a los antiguos cursos de los ríos como son las terrazas fluviales, que pueden datarse desde el Pleistoceno inferior hasta el Pleistoceno superior y Holoceno, documentándose históricamente frecuentes hallazgos arqueológicos y paleontológicos. El yacimiento de Casas de Luján se encuentra en la margen izquierda del río Gigüela dentro de su llanura aluvial.

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Excavaciones en Casas de Luján

2. DESCRIPCIÓN DE LOS MATERIALES GEOLÓGICOS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO DE CASAS DE LUJÁN Para la descripción y numeración de los distintos materiales geológicos que conforman el entorno inmediato del yacimiento, se ha tomado como referencia la memoria y la cartografía geológica de la hoja 633 (Palomares del Campo) de la serie MAGNA del IGME (1999).

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El medio físico

- Sustrato geológico mesozoico: En la vertiente del valle donde se encuentra el yacimiento los afloramientos de rocas mesozoicas aparecen asociados al relieve de dicha vertiente y al sustrato geológico sobre el cual se depositan las secuencias de inundación del Gigüela. Estos depósitos parecen corresponderse con la unidad 1 de la hoja 633 del MAGNA, dicha unidad está formada por materiales carbonatados del Jurásico como son la Formación de Carniolas de Cortes de Tajuña, que pueden observarse en la zona Sur del área excavada. - Depósitos de Llanura de inundación: Estos materiales aparecen de forma más generalizada en las partes más bajas de las zonas excavadas y también tapando la mayoría de las estructuras, apareciendo limos, arenas y algún canto cantos (unidad 28) de colores grises oscuros a marrones.

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Excavaciones en Casas de Luján

Figura 4. Bloque diagrama con la orografía de la hoja 633 (escala 1:50.000) de Palomares del Campo. Se indica la localización del yacimiento de Casas De Luján, así como de otros lugares de interés como Segóbriga, Saelices, etc. Tomado y modificado de la memoria geológica de la hoja 633 de Palomares del campo (IGME, 1998).

- Depósitos Coluvionares: Son limos arcillosos de color anaranjado que parecen proceder de la erosión y meteorización de las rocas mesozoicas que afloran en la ladera. Estos materiales aparecen como base a partir de la cual se han construido la mayor parte de las estructuras. - Estos materiales aparecen tapados por las arenas arcillosas marrones con alto porcentaje en restos vegetales que componen el suelo vegetal actual. Estos materiales forman parte de la interacción entre los derrames de ladera y los periodos de avenida de del propio Gigüela.

3. DESARROLLO DE LA RED FLUVIAL EN EL ENTORNO DE SEGÓBRIGA El yacimiento arqueológico de Casas de Luján se encuentra en el margen izquierda de la llanura aluvial del río de Gigüela, dentro de su tramo medio-alto, a unos 3 km aguas abajo del entorno de Segóbriga tras pasar los meandros encajados en los afloramientos rocosos mesozoicos, presentando una dirección sur-suroeste. El río Gigüela tiene una longitud de 225 km y nace unos 35 km aguas arriba de la zona de estudio, cerca del puerto de Cabrejas a 1.080 m de altitud (ver figura 4). El río Gigüela presenta un régimen netamente pluvial dependiente de la fuerte estacionalidad de las precipitaciones llegando a quedar seco en algún mínimo mensual. Es posible que este régimen se haya mantenido a lo largo de la historia de los asentamientos humanos en el valle, si bien hay que tener en cuenta las variaciones climáticas que han ocurrido a lo largo de la

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El medio físico

historia y en concreto durante el periodo romano. Dentro de los datos disponibles de régimen de caudales superficiales circulantes se pueden citar los registrados en la estación de aforos nº 201 situada en el Gigüela dentro del municipio de Quintanar de la Orden (nº 201) que se encuentra unos 43 km aguas abajo. Estos datos anuales corresponden a las medias recopilados entre los años 1921/22 y 1981/82, en donde la aportación media es de 50,78 hm³/año, el coeficiente de escorrentía es 0,07 y los caudales medios de la serie son: el máximo 8,56 m³/s; el medio 1,64 m³/s y el mínimo es 0,00 m³/s, lo que hace pensar en el régimen extremo de estacionalidad de los caudales del río Gigüela y también de sus afluentes. Esta comarca tiene un clima mediterráneo continental, con 12ºC de temperatura media anual, con mínimos que pueden llegar a los -15ºC y a máximos de 20ºC en invierno y 43 ºC en verano. La precipitación media anual se encuentra en torno a los 500 mm y la evapotranspiración potencial media anual es de orden de los 725 mm. La red hidrográfica actual empezó a instalarse a finales el Plioceno, con la consiguiente disección del relieve, al tiempo que se producía su basculación hacia el oeste. Ya durante el Pleistoceno se afianza el encajamiento de la red principal con ríos como el Guadiana, Riansares y Gigüela y se inicia el de la red secundaria con sus arroyos tributarios. El encajamiento de la red hidrográfica afecta desde los relieves mesozoicos de la Sierra de Altomira, aflorantes en el cerro donde se localiza el Yacimiento de Segóbriga, Cabeza del Griego, la población de Saelices o el cerro a cuyo pie se encuentra el yacimiento de Casas de Luján, hasta los materiales terciarios que componen el techo del relleno de la Cuenca de Madrid y de la Depresión Intermedia como son las calizas que componen las Superficies del Páramo del entorno del Gigüela. El yacimiento de “Casas de Luján” se sitúa a unos 3 km al suroeste de la ciudad de Segóbriga, se sitúa en la margen izquierda del río Gigüela en una zona periférica y algo elevada respecto a la llanura de inundación, aunque parte del yacimiento si parece localizarse dentro de dicha llanura. La zona de excavación se localiza en un tramo de cerca de 1 km donde la propia llanura de inundación se estrecha desde los 350 m a la altura del P.K. 66 de la carretera CM-310 hasta los 100 m en el entorno del yacimiento aproximadamente en el P.K. 64+800, manteniendo esta medida hasta pasar el Puente con la CM-3011. Estos estrechamientos se producen cuando el curso fluvial atraviesa los afloramientos mesozoicos de las alineaciones de la Sierra de Altomira. El nivel medio de inundación para un ancho de unos 350 m está entre 1 y 5 m aunque en periodos de recurrencia de 50 o 100 años este nivel puede ser mayor, al igual que en zonas de estrechamiento del fondo de valle como el de la zona de estudio, donde los depósitos asociados a la avenida pueden alcanzar mayores cotas. Dentro del régimen de inundaciones que ocurren estacionalmente en la llanura de inundación del río, es de destacar las estructuras de contención que pueden encontrarse en la llanura del río, las cuales funcionaron como protección de las distintas actividades productivas que históricamente se han realizado en la vega del Gigüela.

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Introducción

III. INTRODUCCIÓN

La presente memoria de intervención arqueológica corresponde a las excavaciones realizadas por encargo de OHL en nombre de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, entidad promotora de la obra civil denominada “Conducción de agua potable desde el acueducto TajoSegura para la incorporación de recursos a la llanura manchega”, con el objetivo de cumplir con la legislación vigente en materia de protección del Patrimonio Histórico y Arqueológico, a nivel estatal (Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español) y regional (Art. 21 de la Ley 4/1990, del Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha y la Ley 9/2007 por la que se modifica la Ley 4/1990, del Patrimonio Histórico de Castilla - La Mancha, en su Artículo 21).

Vista de los trabajos de excavación.

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Excavaciones en Casas de Luján

Vista del enclave de las excavaciones desde el cerro próximo al Este.

El seguimiento arqueológico de los trabajos de desbroce fue realizado por Gonzalo Sáinz, a cuyo celo y buen hacer se deben los descubrimientos que han dado origen a la presente actuación. La zona se sitúa en el paraje denominado Casas de Luján, concretamente junto al llamado “Corral de las Vacas”, en las parcelas 182, 363 y 367 del Polígono 9 del catastro de rústica del término municipal de Saelices. Las Casas de Luján corresponden a una casa de labranza del siglo XVI que posteriormente perteneció a la familia real de la reina Isabel II. En ese tiempo estas tierras, que pertenecieron a la Orden de Santiago, concretamente al alfoz de Uclés, habían pasado a la Corona. La “Casa de las

Paisaje desde Casas Luján en dirección a Segóbriga con Saelices al fondo.

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Introducción

Planos 1:25.000 con la ubicación de las actuaciones.

Vacas “hace referencia a la vaquería que pertenecía a Casas de Luján, aprovechando los pastos de las orillas del Gigüela en este lugar angosto. Hoy sólo quedan los restos de una edificación de “cal y canto”, aunque todavía se puede apreciar la planta primitiva de la vaquería. La casa de las vacas se asienta sobre una pequeña loma que se asoma al río y le hace realizar un giro de unos 15º. En este lugar el Gigüela se estrecha para pasar entre dos serrezuelas calizas que aún están cubiertas de encinas y chaparros, antes de salir de nuevo a un espacio más abierto en el lugar denominado “Rasero de Luján”. El espacio llano apenas alcanza los 100m de ancha

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Excavaciones en Casas de Luján

Planos 1:25.000 con la ubicación de las actuaciones. Servidor Iberpix IGN.

y por el discurre el río y la CM 310 al otro lado. Junto al río la antigua vaquería se eleva unos 10m sobre el cauce, y esta loma de apenas 50m de anchura y con buena pendiente a medida que se acerca al cerro por el Este, se dispone el asentamiento romano, en parte bajo los propios restos de la casa de las vacas. Los terrenos de esta loma están formados por una base de calizas disgregadas en lo alto, sobre las que aparecen arcillas grises procedentes de la erosión del cerro próximo. A ambos lados se desarrollan unos niveles de arcillas sabulosas rojizas con vetas blancas calizas y granos de arena, pero sobre ellas aparecen las arcillas grises y marrones que forman el manto vegetal.

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Introducción

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5 m.

Planta de la excavación.

La proximidad del río y su cauce encharcado debido a la escasa pendiente, hacían de los terrenos colindantes lugares de buenos pastos, mientras que el lecho del río estaría a menudo anegado formando una gran charca en la que aún crecen los carrizos. Hoy se encuentra encauzado en una zanja más profunda y en este lugar se le viene a juntar un brazo de agua que se deriva 1,5km aguas arriba para abastecer a una central eléctrica ya en desuso. Finalmente, señalar que se ha excavado una superficie de 2.000 m2 correspondientes a las áreas productivas y al complejo termal del yacimiento de Casas de Luján. Fuera de este estudio, se ha dejado la ocupación correspondiente a la Guerra Civil española que será objeto de una monografía específica.

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Hornos y Alfar

IV. HORNOS Y ALFAR 1. EL HORNO PRINCIPAL: ÁMBITO 1 Del complejo alfarero de Casas de Luján, el mejor ejemplo de los que conocemos para el territorio segobricense, se conservaban dos hornos, uno de mayores dimensiones y otro geminado de menor tamaño, y dos habitaciones contiguas a éstos, correspondientes al taller del alfar, donde se identificaron varias estructuras relacionadas con el trabajo y almacenamiento de la arcilla para la producción cerámica. En primer lugar, hay que mencionar que la localización del horno de Casas de Luján es la idónea para la producción alfarera, que se ve condicionada por los recursos naturales. Asimismo, viabilizando el éxito de una instalación con estas características, su ubicación en áreas inmediatas a materiales arcillosos asegura una disponibilidad permanente de materia-prima, a la vez que la presencia de un curso de agua constante garantiza el aprovisionamiento para las tareas de decantación de las arcillas y del modelado de los recipientes cerámicos. Tal y como se recogió en la propuesta de la anterior intervención, se procedidó a ampliar el sondeo positivo de la intervención previa de evaluación, el sondeo nº 2, dado que los restos localizados en el mismo aparecían muy próximos a la superficie. A pesar de las destrucciones parciales que se hicieron notar en los restos arqueológicos debido a las labores agrícolas y a las construcciones modernas y contemporáneas - sobre todo en los hornos, estando ausentes las parrillas y las posibles cúpulas, así como de algunos cortes y acciones de saqueo de material pétreo, ya en época contemporánea, la planta conservada del horno de mayores dimensiones permite verificar que se trata de un horno con planta rectangular y pasillo central, que se puede adscribir al tipo IIB de Cuomo di Caprio, y la cámara al tipo 4A de la tipología de J. Coll.

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Excavaciones en Casas de Luján

Hay que referir en primer lugar que a totalidad del área de la estructura fue debidamente adecuada mediante la excavación del sustrato geológico de base, con el claro objetivo de reducir las pérdidas de calor en el proceso de trabajo y facilitar su construcción. En el área exterior, y circundando la cámara de combustión, fue intencionalmente colocado un pequeño relleno entre la pared externa del horno y el corte en el sustrato geológico.

Planta del horno y el alfar.

Planta del horno.

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Hornos y Alfar

Planta final de la excavación del horno de Casas de Luján

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Excavaciones en Casas de Luján

En lo que se refiere a la estructura propiamente dicha, se han documentado dos arcos de la suspensura completos y cuatro más fragmentados, realizados con ladrillos de adobe y colocados por aproximación de hiladas. En lo relativo a la cámara de combustión, presentaba 3 m de longitud por 3 m de anchura, sus paredes presentaban una altura máxima preservada de 1,1 m, y se encontraban construidas exclusivamente con ladrillos de adobe, con una clara función refractaria, adosados al corte realizado previamente en el sustrato de base. Las paredes de la parte inferior e interior de la cámara de combustión mostraban un elevado grado de deterioro, provocado por una intensa y continuada acción refractaria. Asimismo, presentaban en su cara interna una coloración entre el ocre pálido y gris ceniza, seguidas de áreas exteriores de color rojizo o rosado. Este aspecto indica claramente que las temperaturas más elevadas han actuado en menor grado en la parte interior del muro, hacia la cara exterior de la cámara de combustión. La ausencia de arranque de algún tipo de bóveda no permite saber si sería móvil o fija. No obstante, una cámara móvil de menor grosor que permitiera un mejor aprovechamiento del espacio de carga interno sería, quizás, la solución técnica adoptada. En cuanto al praefurnium, éste presentaba cerca de 2,7 m de longitud, y sus paredes se encontraban igualmente revestidas con arcilla rubefactada. En su parte inicial, se encontraba delimitado por un muro que conformaba una boca propiamente dicha, construido con bloques de caliza y cuarcita, al cual se adosaba otro perpendicular y que se desarrollaba hacia al norte, delimitando ya los espacios del alfar. En su lateral derecho, el más meridional, la componente de piedra fue extraída en época moderna, tal como lo certifica la fosa presente que corta no sólo parte del praefurnium de este horno, sino también el del pequeño horno anexo. La alteración del estrato geológico en el interior del praefurnium por los sucesivos episodios de cocción permite afirmar que el hogar se situó preferentemente entre la parte final del praefurnium y el inicio de la cámara de combustión. Al igual que la cámara de combustión, también éste se presentaba relativamente horizontal, con apenas una ligera inclinación en rampa en su parte inicial hacia la boca. Cabe suponer que el suelo exterior en uso, ya prácticamente en la pendiente hacia el río, estaría a una cota semejante al interior del praefurnium, de manera que permitiera una correcta alimentación del combustible. La excavación del interior del horno reveló una secuencia estratigráfica poco compleja, constituida apenas por dos unidades. En primer lugar se documentó la unidad 1001, en la que se recogieron los escasos fragmentos cerámicos documentados, todos ellos en el extremo exterior del praefurnium, y probablemente resultantes de un desecho del último episodio de cocción. Esta unidad colmataba igualmente la mayor parte del espacio de la cámara de combustión. En la parte inferior de la misma, directamente sobre el suelo de adobes, se documentó una unidad (UE 1003) de reducido espesor, consistente en un nivel arenoso muy alterado por el fuego, que prácticamente no presenta materiales arqueológicos a excepción de algún fragmento de teja.

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Hornos y Alfar

Horno de planta elíptica con muretes radiales Tipo Ib Cuomo di Caprio / 3B de Coll.

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Excavaciones en Casas de Luján

2. EL HORNO COMPLEMENTARIO: ÁMBITO 1A Al suroeste de este horno, la limpieza y decapado mecánicos realizados en una segunda fase de la intervención, fruto de los trabajos de ampliación de la traza, permitieron identificar un nuevo horno de menores dimensiones, designado como horno complementario. Se trata de un pequeño horno, orientado a 45° con respecto al horno principal. El praefurnium arranca desde el praefurnium del horno grande, compartiendo de ese modo la zona de alimentación. A pesar de no ser una solución ampliamente difundida, contamos con algunos paralelos en la alfarería romana, y en la misma alfarería popular, ya que ante la necesidad de ampliar un horno, es más barato construir otro a su lado de modo que se ahorra la construcción integral de un praefurnium independiente. Tipológicamente, se trata de un horno de planta elíptica con muretes radiales, atribuible al tipo IB de Cuomo di Caprio o 3B de Coll. En lo que concierne a la estructura propiamente dicha del pequeño horno, sólo se conserva la parte inferior de la cámara de combustión, con el arranque de los pilares de los arcos de suspensura de la parrilla, detectables por los restos de arcilla cocida que delimitan sus caras, y parte del praefurnium. Aspecto de particular interés es que el horno no presenta pilares/arcos construidos. En realidad, toda la estructura del horno resulta apenas del corte del substrato de base, con lo cual se conformó la morfología definitiva, y que fue totalmente revestido con arcilla. La cámara de combustión presenta una longitud máxima de 1,4 m, una anchura de 1,3 m, y una altura preservada de 70 cm. Los arranques de los arcos de suspensura se conservan en muy mal estado, aunque se han podido identificar tres en el lado norte y dos en el sur, el más afectado, por lo que debería contar con un total de seis. El praefurnium, parcialmente destruido por la apertura de una fosa en época moderna que lo cortó en parte, presenta una longitud estimada en 1 m. La altura conservada no sobrepasa los 60 cm. La secuencia estratigráfica de los rellenos preservados en su interior era relativamente sencilla, estando compuesta por tres estratos: Vista de la Cubeta 1.

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Hornos y Alfar

1) La capa superficial, formada por arcilla marrón claro, bastante compacta, en la que se hallan numerosas piedras calizas de tamaño medio, mezclados con fragmentos de ladrillos y adobes calcinados. Ésta se correspondía con el derrumbe parcial de la propia estructura. 2) Capa de 5 cm de grosor de color negro con algún carboncillo, sobre el nivel del último estrato en la cámara de combustión. 3) Arcillas rojizas muy compactas sobre el nivel inferior de la cámara de combustión, con fragmentos de ladrillos y tejas, también quemados. Desde un punto de vista estrictamente funcional, lo más probable es que se trate de un horno de producción complementaria, situación que está igualmente atestiguada en el mundo alfarero romano. Es decir, en algunas ocasiones, cuando un horno principal se destinaba sobre todo a producción de formas cerámicas de grandes dimensiones (como parece ser el caso del horno de Casas de Luján: material latericio y grandes recipientes de almacenaje), se construyen otros anexos, de menor tamaño, destinados a la producción de pequeños artículos. Esta situación está documentada por ejemplo en algunos hornos destinados a la cocción de recipientes anfóricos, en cuyas inmediaciones existen pequeños hornos destinados a la cocción de pequeños recipientes de cerámica común y de los respectivos opercula de las ánforas.

Vista final de la Cubeta 2 desde el este.

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Excavaciones en Casas de Luján

Vista de la Cubeta 3 desde el este después de su limpieza y definición.

3. EL TALLER DEL ALFAR: LOS ÁMBITOS 2 Y 3 El segundo bloque de vestigios identificados se ubicaba al norte del horno, Ámbito 1. Se trata de dos habitaciones contiguas a éste, que conformaban la parte de alfar. Así mismo, estos espacios se nombraron Ámbitos 2 y 3. Ambos se encontraban bastante afectados, dada su proximidad a la superficie. Los estratos arqueológicos estaban a escasos 10 cm de la misma, directamente por debajo del suelo vegetal y de la ubicación de los derrumbes de la casa actualmente existente. El compartimento inmediatamente al norte del horno, el Ámbito 2, estaba limitado al oeste por el muro UE 217, al norte por el muro UE 215, perpendicular al anterior, y al este por el muro UE 216, del cual apenas se identificó un pequeño segmento. El interior del compartimento presentaba un suelo de mala calidad, constituido por una parte de tierra arcillosa apisonada (UE 208) que se solapaba con otra parte de tierra arcillosa menos compacta, con abundante grava (UE 209), ambas depositadas sobre el sustrato geológico de base. El aspecto más novedoso y mejor documentado son las dos cubetas identificadas en su interior, Cubeta 1 y Cubeta 2. Ambas cubetas consisten en “cajas” construidas en el suelo, con tegulae hincadas en la vertical y formando sus paredes, mientras que sus bases bien pueden ser el mismo sustrato de base o el suelo hecho con tegulae dispuestas de modo horizontal. La Cubeta 1, localizada en el área central del ámbito, presentaba mayores dimensiones, con 2 m de longitud por 1,2 m de anchura, y sus paredes hechas con fragmentos de tegulae se en-

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Hornos y Alfar

Foto aérea de los Ámbitos 2 y 3 tomada desde el noroeste.

Foto aérea del alfar de Casas de Luján II tomada desde noroeste.

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Excavaciones en Casas de Luján

contraron bastante deterioradas. En su interior, yuxtapuesto a la unidad de derrumbe de material arcilloso compactado perteneciente probablemente a las paredes del ámbito (UE 202), se recuperó parte de un gran recipiente de almacenaje (UE 205) sobre el primer estrato de relleno (UE 206). Este recipiente presentaba idéntica pasta y factura que los pocos fragmentos recuperados en el interior del horno. Bajo el recipiente desechado se identificó un depósito de arcillas puras de tonalidad verdosa (UE 206), sin ningún tipo de inclusión cerámica o natural, que colmataba el resto del interior de la cubeta, apoyándose directamente en la base de la misma. En base a esta evidencia, creemos que se trata del último estrato de arcilla colocado en su interior para ser trabajado/preparado, pero que no llegó a serlo en el momento de amortización del alfar. La Cubeta 2, localizada en la esquina interior nordeste del ámbito, presentaba unas dimensiones más reducidas, con 2 m de largitud por 1,2 m de anchura, y mejor grado de preservación. Sus paredes se encontraban hechas con tegulae enteras colocadas en vertical y perfectamente encajadas. En su cara sur, la existencia de dos hileras verticales paralelas reveló que la cara más antigua, algo deteriorada, fue posteriormente sellada construyendo una nueva delante, reduciéndose parcialmente el tamaño de la cubeta. Por otra parte, en la esquina nordeste de la misma cubeta, una de las tegulae se encontraba fracturada y volcada hacia el interior. Este detalle parcial de su destrucción nos permitió observar que el límite superior de las paredes de la cubeta no estaba a ras del suelo, sino más bien elevado, formando de ese modo un reborde, impidiendo probablemente la acumulación al interior de eventuales elementos “contaminantes” al trabajo/preparado de la arcilla que pudiesen proceder del suelo circundante. En su interior, por debajo de la unidad de derrumbe de material arcilloso compactado perteneciente probablemente a las paredes del ámbito (UE 207), se identificó tal como en la Cubeta 1 un depósito de arcillas puras de tonalidad verdosa (UE 214), sin ningún tipo de inclusión cerámica o natural, que colmataba el resto del interior de la cubeta, apoyándose directamente en la base de la misma. A semejanza de la otra cubeta, creemos que se trata del último estrato de arcilla colocado en su interior para ser trabajado/preparado. Al norte de este compartimento que ahora se describió se localizó otro más, el Ámbito 3. Estaba limitado al oeste por el muro UE 217 y al sur por el muro UE 215, ambos comunes al ámbito anterior, no existiendo algún tipo de vestigio o evidencia que permita plantear la ubicación de sus límites septentrional y oriental. A su vez, el interior de este compartimento presentaba un suelo de diferente manufactura, constituido por una tierra arcillosa de color marrón con abundante grava (UE 211), depositada sobre el sustrato geológico de base, que aquí consistía en gravas de pequeño tamaño envueltas en una matriz arcillo-arenosa de color beige. Esta similitud en cuanto a los elementos constituyentes de ambos provocó algunos problemas para su correcta identificación. Así mismo, el solado conllevó también una antropización del sustrato geológico preexistente.

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Hornos y Alfar

En el área central del ámbito se identificó un gran elemento pétreo, la UE 210. Se trata de un bloque de piedra caliza trabajado en sus caras superior e inferior, perfectamente plano y con sus aristas redondeadas, colocado en el sustrato de base y envuelto por el nivel de suelo UE 211. Por sus características y ubicación parece corresponderse con una base para la colocación de un pie derecho o de algún otro tipo de elemento de sujeción del tejado. Finalmente, al noroeste del área preservada interior de este ámbito se documentó la Cubeta 3. Al contrario de las dos excavadas anteriormente, y al encontrarse a escasos 4 cm de la superficie, esta cubeta presentaba un elevado grado de deterioro, conservándose únicamente su base (UE 212) elaborada con fragmentos de tegulae y parte del arranque de su pared sur (UE 204). Estos nuevos ámbitos excavados conforman la parte de alfar propiamente dicha relacionada con el horno excavado con anterioridad. Las cubetas identificadas están directamente vinculadas con las actividades de preparación de la arcilla para su posterior moldeado. A pesar de ser bien conocidas en el mundo alfarero romano, no es frecuente el hallazgo de este tipo de estructuras de menor entidad y alto grado de fragilidad. En el entorno inmediato e inclusive un poco más lejano, incluyendo la propia área de la actual Comunidad de Madrid, apenas se conoce un caso de taller alfarero con estructuras de idéntica funcionalidad, el alfar de Villamanta. Aquí, la estructura documentada fue construida con tejas, y también en su interior se identificaron depósitos de arcilla pura. Los escasos materiales exhumados en la excavación de los Ámbitos 2 y 3 del alfar de Casas de Luján II apenas nos permiten de forma provisional atribuirle un período de actividad comprendido entre los inicios del siglo I y mediados del siglo II d.C.

4. EL HORNO DE CASAS DE LUJÁN II EN EL CONTEXTO DE LA PRODUCCIÓN CERÁMICA DE SEGÓBRIGA Con base en los materiales recuperados en el interior del praefurnium y en los estratos de uso y amortización de los ámbitos del alfar, se avanza un período de producción comprendido entre mediados del siglo I y finales del II d.C. La información actualmente existente sobre la producción de cerámica en la ciudad de Segobriga o en su entorno es relativamente escasa. En lo que se refiere a la existencia de alfares u hornos, la evidencia directa es prácticamente inexistente, y en lo que concierne a la existencia de producciones cerámicas locales la información es algo más significativa. Las primeras señales indirectas de la producción cerámica se refieren a las producciones pintadas. Algunos ejemplares recuperados en la ciudad presentaban defectos de cocción. Estas evidencias permiten considerarlos desechos de alfar, lo que permitió considerar seriamente la existencia en la ciudad de un horno dedicado a la producción de estas variantes cerámicas tan populares en el mundo de la Meseta en el Bajo Imperio (Abascal, 1986, pp. 195 ss). 47

Excavaciones en Casas de Luján

En 1990, J. Sánchez-Lafuente publicó el primer fragmento de molde aparecido en esta ciudad proponiendo, por primera vez y con evidencias sólidas, la posibilidad de situar un taller local de sigillatas en Segobriga. A este dato se le añade una serie de piezas que, a juicio de este investigador, no pertenecían ni desde el punto de vista técnico ni decorativo a ninguno de los centros alfareros hispanos conocidos y que pudieron ser fabricadas en la ciudad. El estudio decorativo de todos estos materiales permitió sugerir a Sánchez-Lafuente una cronología de época flavia (mitad del siglo II d.C.). A su vez, este mismo autor, planteó que la ubicación de los talleres estaría en las cercanías de uno de los cerros colindantes a la ciudad, el denominado cerro Carraplín (Sánchez-Lafuente, 1990, 179 y 183). En cuanto a la posible ubicación de talleres en la misma ciudad, las últimas excavaciones han proporcionado datos que permiten nuevas conjeturas. A juzgar por las limitaciones físicas del espacio en el interior de la ciudad para permitir la instalación de talleres (Abascal, Cebrián y Riquelme, 2003, 197), y por los hallazgos de moldes - que se han recuperado fuera del recinto amurallado, concretamente en las inmediaciones del Circo - el área donde hay mayores perspectivas de encontrar los alfares es la zona situada en la ladera noroccidental de Segobriga, entre el Anfiteatro y el Circo. Además, se ha sugerido que en esa zona podría situarse un barrio artesanal, debido a la gran cantidad de escoria de hierro documentada (Abascal, Cebrián y Riquelme, 2003, 197). No obstante, también se ha considerado la posibilidad de que exista un barrio industrial en las cercanías del tramo Norte de la Muralla y la Puerta Principal (Almagro-Gorbea y Lorrio, 1989, 199). En lo que concierne a la producción de materiales constructivos en el ámbito de la ciudad, particularmente la directamente ligada a las obras del foro y a la construcción de edificios públicos durante el reinado de Augusto en Segobriga, está atestiguada en el caso de las tegulae (Abascal, Cebrián y Riquelme, 2003) y antefijas (Abascal, Cebrián y Cano, 2003). Aún contando con estos datos, lo más probable es considerar que el grueso de la producción cerámica se realizara en territorio extraurbano. Un ejemplo de esta realidad productiva sería el Cerro Carraplín. Asimismo en la ladera del Cerro Carraplín se localizaría probablemente una de las villas romanas que circundaban la ciudad, y que podría tener asociado un taller. Con todo, sea cual sea la localización exacta de los talleres de Segobriga, tal como han destacado algunos autores (Sanfeliú y Cebrián, 2006), parece cumplirse escrupulosamente la legislación existente sobre la obligación de ubicar las manufacturas alfareras en los extrarradios de la ciudad1. Creemos, en primer lugar, ser éste el marco en que se debe de entender el yacimiento de Casas de Luján II. Todo parece indicar que, al contrario de otros alfares relativamente cercanos - pero que son los únicos del mismo tipo conocidos - los vecinos complejos de Loranca, Fuenlabrada (Oñate Baztán et alii., 2009: 433-436) o de Arroyo de Prado Viejo, Torrejón de la Calzada (Sanguino Vázquez y Delgado Arceo, 2009: 447), y del madrileño complejo alfarero de Villamanta (Zarzalejos Prieto, 2002), el horno de Casas de Luján II se trata de un alfar independiente aso1 Artículo 76 de la Lex Ursonensis. Hay autores que aceptan que el ámbito de aplicación de esta ley también afectaría a la producción de cerámicas finas, mientras otros investigadores afirman que esta legislación afectaría con exclusividad a la producción de tegulae.

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Hornos y Alfar

Casas de Luján, dolia

ciado a un asentamiento de tipo villa, donde el propietario o propietarios del asentamiento serían probablemente los del alfar. Ahí se produciría material latericio y cerámica común, concretamente grandes recipientes de tipo dolia, probablemente destinado al abastecimiento de la propia ciudad y de otros yacimientos rurales del entorno de la misma. En lo relativo a su posible período de producción, se avanza la posibilidad de que se trate de un horno con un período de actividad centrado en el siglo I y el III d.C - tal como parecen indicar sus tipos cerámicos y la propia topología del horno - destinado a la producción de parte de la cerámica doméstica y de construcción destinada al consumo local. Este aspecto concuerda por lo general con la información actualmente existente para las restantes áreas peninsulares, y que se puede con algunas reservas extrapolar hacia el área de la meseta. A pesar de no ser conocida la producción en los vecinos complejos alfareros de Fuenlabrada y Arroyo de Prado Viejo, la bien conocida y estudiada producción del alfar de Villamanta nos indica que se trata de un complejo alfarero especializado, sobre todo en material constructivo. Tal diferencia con Casas de Luján II no resulta anómala, puesto que, por norma general, los talleres rurales de baja tecnología y entidad tenderán a una mayor variedad productiva, adecuada a sus necesidades (tegulae, imbrices, dolia, cerámicas comunes, etc.), mientras que los centros con productos cualificados tendrán una mayor especialización y menor variedad de productos (Coll Conesa, 2008: 114).

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Almazara

V. ALMAZARA 1. EL EDIFICIO En mitad de la ladera que se orienta al Norte se realizó un corte de 1m de profundidad sobre el que se dispuso un muro de 1m de anchura, con la misma orientación que los muros de la instalación alfarera, es decir unos 8º desviado a Noroeste del eje Este/Oeste: 98º/278º. Curiosamente la casa de las vacas tiene la misma orientación, lo que nos hace suponer que pudo asentarse sobre los restos aún visibles de algún muro romano. Esta pared (EM1) que se apoya sobre el escalón cavado en la ladera constituye el cierre meridional del edificio dividido en 5 estancias que hemos interpretado como almazara. Tiene, como decimos 1 m de anchura aunque no es exacto, ya que tiende a engrosarse hacia el Este hasta alcanzar 1,2 m de anchura. No obstante, hay que tener en cuenta que la propia ladera ha ejercido empujes hacia abajo inclinando la parte alta conservada del muro hacia el interior de la habitación y dando por tanto la impresión de ser más ancho de lo que fuera en realidad. Conserva una altura máxima de 90cm en la cara interna y está fabricado con piedras calizas canteadas al interior, que aparecen sin argamasa o bien la pudo tener de tierra. En las distintas habitaciones han aparecido restos de barro pertenecientes a los derrumbes de la pared así como restos de estuco. Suponemos por tanto que la pared conservaría una o dos hiladas más de piedras para sobresalir sobre el nivel de la ladera, y el alzado estaría fabricado con adobe o tapial (la ausencia de fuego impide constatar la existencia de bloques de adobe). El acabado interior era sin duda estucado, ya que se han conservado algunos fragmentos del mismo. Este estucado está formado por una capa de mortero de cal y arena de 5cm de grosor. Presenta en su cara interna incisiones con forma de espiguilla para facilitar el agarre de la última capa sobre la que se dispone la pintura. Entre los fragmentos hallados se documentan los fondos blancos y los colores rojo, azul y negro (en algún caso el negro tiene una franja amarilla de 1 cm de anchura). Desconocemos si esta decoración corresponde a un zócalo de la pared o la pintura llegaba hasta el techo, ya que no se han conservado restos de las partes altas del edificio y tampoco del sistema constructivo de la cubierta, más allá de algunos fragmentos de tégulas e ímbrices.

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Planta general con indicación de la numeración de la estructuras.

Vista general de la almazara desde el Este.

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Almazara

El edificio se cierra al Oeste con otra pared de 90 cm de anchura de la que apenas se ha conservado la esquina de unión y unos 4m del muro (EM2), puesto que la proximidad del pequeño talud sobre el cauce del río no ha permitido que se conserve la esquina Nororiental del edificio. El interior del edificio está dividido en 5 espacios por medio de cuatro paredes de técnica constructiva similar a los muros anteriores (EM3a-d) pero más estrechas: 60cm de anchura, que se conservan con una altura de 90cm en las partes más altas que se adosan a EM1 y apenas la última hilada de piedras en la parte más baja de la ladera, al Norte. Esta conservación se debe a la pendiente acrecentada por los efectos de los arados. Debieron tener igualmente un alzado de tierra y asimismo se conservan algunos fragmentos de estuco junto a ellas. En concreto en EM3d, que divide los espacios de la Habitación 1 y 5 (H1 y H5) en su mitad superior, se conserva el inicio del levantado de tierra de la pared y los revocos de estuco in situ, aunque apenas en un altura de 8-12cm. Sobre la tierra se colocó un revestimiento de mortero de unos 4cm de color blanco, y sobre él una capa de 1cm de color rosáceo sobre la que se dispone la pintura. No quedan evidencias en el alzado de tierra de bloques de adobe, tan sólo un color ocre amarillento que indica un cierto tratamiento de la tierra, al menos una selección y cribado de la misma. Este trozo de pared permite hacernos una idea del aspecto original de las paredes y las estancias. El muro de cierre septentrional de la almazara EM14 tiene una anchura de 60cm y conserva 23 m longitud, aunque debía prolongarse unos 10m más hasta llegar a unirse con el EM2 en la esquina Noroeste. Al exterior y paralelo a él dejando una especie de pasillo de 1,6 m de anchura, se dispone una nueva estructura: EM15. Se trata de un muro de factura irregular con piedras sin escuadrar y que, sobre todo al interior, no se hallan bien alineadas. Creemos que se trata de una estructura cuya funcionalidad fue la de sujetar los taludes de la ladera y evitar la erosión de los mismos. El muro de cierre septentrional de la almazara EM14, no sólo es más estrecho que el meridional sino que se halla construido sobre un escalón en ladera, en vez de encajarse en él como sucedía con el meridional EM1. Habida cuenta de que al tratarse de un edificio de 9m de anchura y de algo más de 30m de longitud, las vertientes del tejado deben establecerse hacia los lados largos, el vertido de las aguas sobre la pendiente baja de la ladera podría acabar por socavar los cimientos de la pared de cierre EM14. El pasillo que mencionamos no está explanado sino que presenta un perfil cóncavo inclinado a favor de la pendiente de la ladera, en cuyo extremo se halla el muro irregular EM15. Este pasillo debió servir de receptor de las aguas del tejado haciéndolas correr hacia el río, al Oeste, y la estructura EM15 debe interpretarse en realidad como la pared de un bancal, lo que se conoce en la zona como una “calzada”. De este modo se evitarían los corrimientos de la ladera por efecto de las canales del tejado y que la tierra pudiese llegar a afectar incluso a la natatio de las termas que se encuentran debajo. Las habitaciones de la almazara tienen dimensiones similares aunque no exactas, así la H4, situada al Oeste del edificio tiene 5,4m de anchura, la H3 posee 5,8m de anchura, 5,4m, la H1 4,8m y la H5, al Este, igualmente 4,8m. El muro EM3c conservado en íntegramente en su longitud, nos permite establecer que entre los 4 muros divisorios y la pared septentrional de cierre del edificio se dejaron unos vanos de 1,2m de anchura. los suelos de estas estancias son

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Vista aérea de la parte oriental de la almazara.

de tierra apisonada y los remates de las paredes están muy alterados por la erosión, hasta el punto de que se ha perdido casi por completo la superficie original del pavimento en el último metro de las habitaciones junto al muro septentrional, es difícil establecer la existencia o no de puertas que cerrasen completamente las estancias. La H4 es la peor conservada de todas las habitaciones. Apenas se han hallado materiales arqueológicos en ella. Su mitad oriental, junto al muro EM3a, estaba ocupada por un cúmulo de piedras que dejó una doble depresión sobre el suelo. Parece tratarse de un acopio de material de cara a realizar alguna reforma en las paredes. La H3 conservaba sobre el pavimento de tierra diversas manchas negruzcas producidas por el fuego. En el centro de la estancia apareció una piedra con la cara superior alisada pero sin forma definida. En el centro de la estancia y a la altura donde las paredes laterales acaban para dejar el vano de la puerta, se localizó un pequeño hoyo cuadrado de 60x60cm relleno con piedras calizas muy disgregadas, en general se halla muy alterado por las rejas del arado. En esta habitación aparecen ya algunos fragmentos de tejas, especialmente ímbrices de gran tamaño, uno de ellos pasado de cocción. La H2 contiene mayor número de fragmentos de ímbrices y algunos de tégulas, junto a restos de tinajas o dolia. Destaca la existencia de un hoyo cuadrado de 1x1m en la misma posición que el hoyo de la H3, es decir en el centro de la estancia a la altura en que acaban los tabiques.

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Detalle del acopio de ímbrices (UE11) y aspecto fina de H1.

Este hoyo de unos 40cm de profundidad está relleno de piedras calizas muy disgregadas y restos de yeso que pudieran ser de una rudimentaria argamasa muy deteriorada. Es de señalar que no se alinea exactamente con la dirección de las paredes, sino que lo hace ligeramente en oblicuo. Una de las posibilidades es interpretar esta estructura, la estructura similar de H3 y el sillar que comentaremos de la H1 como bases para postes de sujeción de la techumbre, ya que todas se hallan en la misma disposición. Hay que tener en cuenta que la anchura del edificio con los muros laterales incluidos alcanza los 9m. Pero la existencia de las paredes divisorias pensamos que hace innecesario estos postes ya que dividen los vanos dejando anchuras de tan sólo 4,5 a 5,5m. Más probable es la posibilidad de que se trate de estructuras relacionadas con la función del edificio. La H1 es la estancia en la que más restos arqueológicos han aparecido. Se conservaban numerosos fragmentos de estucos así como de los morteros de los mismos. La existencia de un nivel de estucos sobre los ímbrices nos permite deducir que la pared divisoria entre H1 y H2 (EM3c) fue la última en caerse después del desplome del tejado. De igual modo se conservaba el derrumbe del tejado formado principalmente por ímbrices de los cuales se halló un acopio de más de una veintena de ejemplares rotos por el derrumbe de las paredes, apoyados sobre el muro lateral EM1 (UE11), junto a una pileta. Adosada en la esquina Sureste de la estancia (EM1- EM3d), se halló una pileta totalmente rellena por el derrumbe de las paredes y el tejado (EM5). El estado de conservación es bueno permitiéndonos conocer las dimensiones originales de la misma. Está parcialmente excavada sobre el suelo de la habitación sobresaliendo 20cm sobre el mismo. Sus dimensiones son 1,90x0,94m, 70cm de altura, y paredes 48cm de anchura. Presenta boceles en las cuatro esquinas inferiores así como en las laterales. Tiene un pocillo central de20cm Ø y 15cm de profun-

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EM5. Pileta en H1: proceso de excavación y resultado final.

didad. Está construida con paredes de piedras unidas con argamasa de cal y arena revestidas con un mortero de opus signinum con poco rudus cerámico lo que le da un color blanquecino, salvo en la base de la pileta que es rojizo. La parte superior de las paredes se remata con las esquinas redondeadas y una capa hidráulica con escaso rudus cerámico por lo que se disgrega

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fácilmente una vez producida alguna grieta o rotura. Presenta fragmentos de teja y cerámica colocados verticalmente sobre las piedras para regularizar la superficie vertical sobre la que se dispone el mortero. En el lado oriental, junto al muro EM3d, la pileta tiene un rebaje realizado después de ser construida para encajar un tubo de plomo que comunica con otra pileta situada al otro lado del muro, en la H5. El caño de plomo aparece en la pared de la pileta a una altura de 20cm sobre la superficie de la misma, y el espacio que queda sobre él está tapado con fragmentos de tejas. Da la impresión de que se produjo un error a la hora de construir las piletas cuyos niveles no se adecuaron perfectamente, teniendo que recurrir a insertar el caño 20cm por debajo del nivel superior de la pared de la pileta. La tubería de plomo está formada por una hoja que se suelda en la parte superior por medio de una cinta de plomo. Las piezas de plomo de la tubería tienen forma troncocónica poco pronunciada, para que encajen unas en otras, con la parte más estrecha atrás, en relación al lugar donde se inicia la tubería en H5. La primera y última piezas de la tubería de plomo tienen unos 20cm de longitud. El diámetro interior de la parte más ancha es de 9cm. Presenta un desnivel de 5,5cm para un recorrido de 1,32cm. En el inicio, la tubería se encaja en la P3H5 unido a la pared con mortero. El inicio del tubo se produce a la altura de la pared de la pileta, por lo que fue necesario abrir un hueco en el bocel de la esquina para dejarlo a la altura del piso de la pileta. En esta parte el encaje del tubo se realiza a la perfección y la abertura en el bocel en mitad del ancho de la pileta, indica que ésta y el tubo se construyeron al mismo tiempo. Sin embargo, parece que la pared EM3d que las separa se construyó con anterioridad, ya que las piletas se adosan a ella por ambos lados y se puede observar en el lado de la P3H5 que ese estuco del muro se oculta en parte con la pared de la pileta. El suelo de esta pileta se halla a mayor altura que el de la parte inferior de la estancia. En la H1 a la misma altura que los hoyos con piedras de las H2 y H3, pero ahora mejor alineada con los muros, se localiza un sillar de caliza cuadrado de 56x56cm que sobresale 10cm sobre el nivel del suelo de tierra apisonada (arcillas rojas mezcladas con ocres) y tiene otros 15cm enterrados bajo el suelo. Ya indicamos anteriormente que esta piedra debe estar relacionada con la funcionalidad del edificio, y que se alinea con los hoyos de H2 y H3. Finalmente la H5 se dispone en el extremo oriental del edificio. A pesar de tener unas dimensiones similares a H1 el espacio de la misma está ocupado por 4 piletas y una pequeña estancia. En la mitad Sur de la habitación, en la parte más elevada de la misma ocupando el espacio entre el muro de cierre Este (no escavado) la divisoria con H1 (EM3d) y EM1, se halla la P3 (EM6). Tiene 4,7x2-2,2m, 60cm altura, una pared de 30cm de anchura compartida con la Pileta 2 (EM7). Esta pileta sólo se ha excavado en parte ya que se halla fuera de la traza. La pared lateral Oeste tiene una anchura de 30cm, a no ser que se halle embutida bajo el muro EM3d, que no ha sido desmontado, y se ha dejado con la capa de estuco conservada y una franja de tierra protectora. La pared septentrional presenta un tramo de 2,4m que remata al interior de la pileta con un bocel o columnilla circular que sirve para disimular una esquina, ya que desde aquí hasta el muro de cierre oriental la pileta es algo más ancha, pues gana 20cm. Las paredes

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este y sur no han sido excavadas. Las paredes septentrionales están fabricadas con la técnica descrita para la pileta anterior, si bien en ésta se aprecia con mayor nitidez el tabiquillo de fragmentos de teja para regularizar la superficie de la pared y ofrecer una línea vertical para el revoco del mortero de cal y arena. Este mortero es blanco, pues apenas tiene rudus cerámico y es, por tanto, más frágil. La parte alta de la pared se remata con las esquinas redondeadas y en el centro se dispone de nuevo una capa de fragmentos de teja que se ha perdido en esta pared dejando a la vista los dos remates redondeados de ambas caras de la pared y un canal más profundo en el centro.

Piletas H5: EM6, EM7, EM8 y EM9.

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En la mitad más oriental de la pared norte de la P3, se adosa una nueva pileta (P2 o EM7) de aproximadamente la mitad de superficie que la anterior. Sus dimensiones son 1,4x1,86m, con 65cm de altura, y pared de 40cm de anchura compartida al Sur con EM6. Al igual que la pileta de la H1 (EM5) presenta boceles en todas sus esquinas, tanto las 4 verticales como las horizontales, y la superficie interior, especialmente las partes más bajas, están fabricadas con un mortero hidráulico con mayor porcentaje de rudus cerámico, de modo que su color es más rojizo y su dureza mayor. Esta pileta ha perdido parte de la superficie superior de dos de sus paredes, ya que nos encontramos a cotas de apenas -10cm sobre la superficie del suelo, pero los sistemas constructivos son siempre iguales en las piletas. En este caso, la pared sur es más estrecha (20cm) ya que se adosa con la pared de la pileta EM6. Esta pileta presenta un nuevo caño que va a desaguar a otra pileta que se halla hacia el Norte (EM8). Se trata de la más pequeña de las piletas con apenas 1,85x1,15m y los consabidos 70cm altura. Sus paredes tienen la misma anchura que el resto: 38cm, y presenta boceles en las esquinas inferiores no existiendo en los vértices verticales, sin duda debido a su pequeño tamaño.

Detalle de los caños de plomo que unen las piletas EM5-6.

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Detalle de los caños de plomo que unen las piletas EM7-8.

El piso de las piletas P3 y P2 (EM6 y EM7) se halla al mismo nivel, mientras que el de la P1 o EM8 se encuentra a -52cm con relación a ellos. El caño que sale de EM7 lo hace como en EM6, es decir, embutido a ras en la pared de la pileta y con una abertura en el bocel. Desemboca en la P1 a unos 15cm de su parte más alta, de modo que al igual que ocurría en EM5 no se podría aprovechar la totalidad del volumen de la pileta. En este caso el caño está revestido con el mortero de la pared de la pileta, demostrando que se construyó al mismo tiempo que las piletas. Ni la P1 o la P2 presentan el pocillo central de la EM5. Tenemos que hablar todavía de otra pileta más descubierta en los últimos días de excavación. Se trata de un espacio rectangular de 1,8x1,2m con una profundidad de 50cm. A diferencia del resto, esta pileta (EM9) está construida con piedras, grandes lajas de caliza dispuestas en sentido vertical, sin revestimiento alguno. Estaba rellena por una arcilla ocre amarillo apelmazada y dura (UE17) y no había otra señal de suelo que el cambio de color del relleno a las arcillas sabulosas rojizas. Este nivel de base de la EM9 se halla 10cm por encima del suelo de la P1 o EM8.

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Estas 4 piletas se hallan en la H5 ocupando parte de su espacio excepto un cuarto de la estancia que linda con H1. La P4 o EM9 se dispone enterrada bajo el pasillo pegado al muro lateral de cierre Norte. Aunque no se trata estrictamente de un pasillo lo denominamos así porque es el espacio pegado a la pared lateral en donde se abren los huecos de las puertas de las distintas habitaciones. En el lugar de los vanos de las paredes EM3a-d que correspondería al muro corto de cierre del edificio al Este (no excavado), se halla una piedra que interpretamos como el umbral de la puerta de entrada al edificio, reforzando la sensación de pasillo que mencionamos para el espacio de 1m de anchura contiguo al muro lateral Norte (EM14). El umbral está fabricado en caliza, tiene 1,3m de longitud y 60cm de anchura, y se halla fracturado en uno de sus lados. En ese lado corto que corresponde a la parte en que se uniría a la pared lateral EM14, presenta un rebaje de 3cm de profundidad y 12cm de anchura, con unión en curva con el resto de la piedra. Hay otro rebaje de 8cm de anchura y 60cm de longitud rematado en un agujero circular de 12cm de Ø, en la mitad del lateral interior de la piedra, y otro más de 12x18cm junto al lateral exterior en ese mismo lado. Deben corresponder a los rebajes destinados a anclar y sujetar la puerta. Como decimos, la pileta EM9 excavada en el suelo y construida con piedras se dispone en el lugar de paso casi junto al umbral de la entrada. Resulta evidente que esta pileta debió construirse en un momento en el que la disposición original del edificio debió sufrir algunos cambios. El más evidente de todos ellos es la construcción de una pared (EM11) que cerraba el espacio de H5 delimitando el pasillo de entrada. Esta pared está construida con piedras unidas sin argamasa, canteadas a ambos lados y sin evidencias de revocos. Tiene una anchura de 50cm el largo es el ancho de H5: 4,8m. Esta pared atraviesa la pequeña pileta EM8 cubriéndola completamente de piedras. Quedaba de este modo un espacio cerrado en el que se englobaban todas las piletas a excepción de la construida con piedras (EM9). Dentro de él queda un espacio cuadrado fuera de las piletas de 2,2x2,45m, delimitado por el muro EM3d, la P3 y P2 y el nuevo muro EM11. En este espacio se acumulaban una serie de piedras entre las que cabe destacar la base de un molino rotatorio (EM12) o meta, construido en caliza, de forma cónica con la base plana de 62cm de Ø, el cono con un altura de 32cm y diámetro superior de 9cm con un agujero de 5cm de Ø y 8cm de profundidad. La otra piedra (EM13) también de caliza, corresponde a un contrapeso de viga de molino, de forma prismática de 1,1x0,8x0,8m. Presenta rebajes en dos caras laterales afrontadas y el frente, consistentes en una franja de 10cm de anchura y 6cm de profundidad, y otros dos pequeños rebajes en las otras dos caras laterales y el frente de 10cm de anchura y 3cm de profundidad. La impresión es que estas piedras fueron arrojadas a este lugar cuando ya estaban inservibles, pues la meta presenta algunos rotos cuyos fragmentos no se han podido hallar, si bien no se terminó de excavar totalmente la estancia. De hecho parece que este espacio se utilizó para ir depositando las piedras que ya no servían al tiempo que se condenaban las piletas, por lo que suponemos que la EM9 de piedras sobre el pasillo, se excavó entonces aunque no podemos determinar con qué utilidad.

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Piedra de molino y contrapeso de prensa de viga en H5.

Se constata por tanto la existencia de reformas en el edificio, aunque parece que sólo afectan a esta parte, ya que no se ha documentado en otros lugares la construcción de nuevas estructuras o la amortización de las antiguas, a no ser que los cúmulos de piedras de la H4 que comentamos anteriormente respondan a procesos similares. Del pasillo existente entre el muro lateral EM14 y el que sujeta la ladera EM15, apenas se recogen materiales. Como ya comentamos, se trata de una superficie en declive ligeramente cur-

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UEs 21-23.

vada. Entre el nivel de las piedras más altas conservadas de EM15 y la base de EM14 hay unos 10cm de diferencia a favor del último, por lo que la curvatura de la superficie endurecida del suelo de este pasillo, da la sensación de horizontalidad. EM15 se dispone sobre una superficie explanada que hacia la parte baja de la ladera presenta un desnivel de 1,2m de altura, ligeramente ataludado. La parte baja de este desnivel corresponde ya con la superficie sobre la que se dispusieron las distintas estancias del balnea que comentaremos más adelante. Toda esta superficie que presenta una forma piramidal de 30x10x20m, estaba cubierta por un relleno de tierra, piedras y fragmentos de cerámica entre los eran muy abundantes los restos de grandes recipientes. Este espacio se dividió en las UE 21, 22 y 23, más en función del contenido que por cuestiones estratigráficas. Ésta se trata de un paquete de relleno procedente del derrumbe de la almazara pretendimos aislar lo mejor posible los restos que podrían haber correspondido a cada una de las habitaciones de ésta. De esta forma la UE21 se corresponde grosso modo con los derrumbes de la H3, la UE22 con los de la H2 y la UE23 con los de la H1, ya que la parte baja de la H4, además de estar muy afectada por la erosión se sitúa fuera de la traza. Hemos podido comprobar al menos que varias piezas de cerámica correspondientes a la UE23 unen con piezas de la H1.

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2. FUNCIONALIDAD Los elementos más significativos a la hora de indicarnos la funcionalidad del edificio son las piletas y las piedras halladas en H5. Por lo que respecta a estas últimas, uno de ellas de correspondería a una meta de molino rotatorio. Aunque las destinadas a moler aceitunas suelen tener la superficie rayada con grandes estrías, en este caso presenta una superficie lisa. El hecho de estar desechada junto con otras piedras que sin duda correspondieron a sistemas de molienda de aceitunas, además de su tamaño, mayor que el usual para las piedras de molinos de cereal, nos inducen a pensar que estamos ante una piedra de molino rotario cilíndrico. Junto a ella yace otra piedra con forma de prisma rectangular de 1m de longidud con caras de 80cm. Los rebajes dejan las caras posterior y anterior unas marcas en forma de cruz. Este contrapeso correspondería al tipo 13 de los contrapesos de prensas de torno de Peña Cervantes (2010: fig. 21), aunque lleva rebajes en sus cuatro caras. El cruce de estos rebajes es el que determina la cruz de los lados cortos, pero en ningún caso se puede hablar de orificio que sirviera para el ancleja de husillo o tornillo de las prensas de este tipo. Es el único indicio hallado sobre la existencia de una prensa de este tipo, ya que no se han encontrado otras piedras de anclaje del mecanismo de la prensa. Las prensas de torno tienen un origen más antiguo que las de tornillo, aunque naturalmente conviven durante largo tiem-

Plano de la almazara.

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Almazara

po. Sólo recientemente se han documentado prensas de tornillo de época Julio-Claudia (Peña Cervantes, 2010:71), lo que avalaría de alguna manera las indicaciones cronológicas de otros elementos como el mosaico sobre el inicio del yacimiento en época augustea o tiberiana. No podemos por tanto realizar más precisiones sobre los sistemas de prensado existentes en Casas de Luján. Aunque no pudo excavarse la parte final del edificio, todo indica que el muro de cierre EM1 continuaría hasta formar una esquina con el muro oriental de H5 apenas investigado, pero del que existen indicios. De este modo se cerraría la H5 y el edificio. No obstante, dada la disposición de las piletas parece lógico pensar que la sala de prensado se hallase junto al remate del muro EM1, ya que a él se adosa la pileta mayor y que se dispone a mayor altura. En este caso el muro EM1 no continuaría o presentaría un hueco para comunicar ambos espacios. La sala de prensado se dispondría como un anejo al muro EM1 al Sur de éste en la parte más alta de la ladera, algo que favorecería el vertido del líquido en la pileta. Finalmente, otro de los aspectos que podría considerarse a favor de unas instalaciones para aceite, es el hecho de la existencia de tuberías de plomo entre las piletas, metal que a decir de los autores antiguos era recomendado para el aceite (Peña Cervantes, 2010:184 nota 162). Más definitoria es la existencia de piletas de decantación de structile gemella. Contamos con dos ejemplos de piletas de decantación: EM6-5 y Em7-8. Ambas unidas por los caños de plomo que comentamos. Las piletas se conservan enteras, lo que permite calcular el volumen que podían contener. De ese modo las dos más pequeñas que están conectadas podrían contener 1.460 y 450 litros de aceite respectivamente (EM7 y 8), mientras que las mayores 4.200 y 680 litros de aceite cada una (EM6 y 5). Se trata de piletas que Peña Cervantes encuadra en el tipo 3, o piletas de decantación mediante cubetas conectadas, tipo que sería característico de la Península Ibérica (Peña Cervantes, 2010:84), de las cuales existen ejemplos igualmente unidas con tuberías de plomo en el yacimiento murciano de Fuente de la Teja (Murcia Muñoz, 1997-8). Distintos detalles nos hacen pensar que en un principio se construyeron las piletas EM7 y 8, unidas perfectamente por un caño de plomo. Para disponer el suelo de EM7 al nivel de la altura de EM8, hasta donde hay 55cm de diferencia, se aprovechó el talud de la ladera, pues en todas las estancias H1 a H5 fue preciso regularizar el suelo excavando en la parte alta de la ladera hasta obtener una superficie horizontal. La pileta más pequeña (EM8) se construyó sobre un hoyo practicado en el suelo de la estancia. Posteriormente estas piletas debieron de resultar pequeñas y se construyeron dos nuevas piletas mayores (EM6 y 5), ocupando una de ellas 1/3 de la H5, mientras que fue preciso construir la otra (EM5) fuera de esta habitación, en la H1. El nivel de EM6 es el mismo que EM7, mientras que EM5 se excavó en el suelo de H1, al igual que lo había sido antes EM8. Para ello fue necesario que el tubo de plomo atravesase el zócalo de piedra del muro EM3d. Quizá como fruto de un pequeño error de cálculo que dejó la pileta EM5 unos centímetros por debajo de la altura deseada, o sencillamente por falta de minuciosidad, el caño de plomo de la Pileta no está embutido en el mortero de la misma, sino que se practicó una hendidura en la parte alta de la pared de la pileta

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Excavaciones en Casas de Luján

Detalle del umbral de entrada y Piletas EM8 y 9.

para recibir el caño, tapando la parte sobre el tubo con unos fragmentos de teja sin rellenar el espacio con mortero. Probablemente las cuatro piletas estuvieron en uso durante un tiempo. Teniendo en cuenta estas ampliaciones podríamos incluso considerar la posibilidad de la instalación de la prensa de torno en la H5 en primera instancia. El contrapeso podría hallarse en su lugar original y la viga disponerse hacia el Sur, en el espacio que luego ocupó posteriormente la EM6. El espacio de esta pileta pudo estar elevado a la altura en la que se inicia la pileta y en ese espacio ubicarse la sala de prensado o area. El aceite podría entonces verter directamente sobre la pileta EM7. La construcción de las nuevas piletas obligaría a sacar la prensa de la H5 y llevarla al Sur de la EM6. Más difícil de entender es la función de la construcción de un muro (EM11) que aislaba la zona de piletas de la H5 separándola del pasillo o zona de tránsito desde la entrada y tapando además con el mismo la pequeña pileta EM8. Entonces el pequeño espacio sin piletas delimitado por el nuevo muro debió convertirse en una zona de desecho en la que se acumularon piedras, entre las que se hallan la meta del molino rotatorio y el contrapeso de la viga. Por lo que respecta a la pileta excavada en el suelo con las paredes formadas por grandes lajas de caliza, desconocemos su funcionalidad. El principal problema consiste en que se halla tras el umbral de la puerta de acceso al edificio, ocupando el paso, por lo que o bien debemos suponer que cuando se excavó esta cubeta el edificio no se utilizaba ya o al contrario, que se construyó antes que el edificio. El edificio poseería ventanas que se abrirían probablemente al Sur, dando a la explanada en donde se halla el alfar, ya que los agrónomos latinos como Varrón o Columela aconsejan que se orienten a la zona más cálida los edificios dedicados a vino o aceite, pues el líquido se condensa con el frío.

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Almazara

“Hay algunos molineros que, aunque son cuidadosos, no ponen la aceituna entera debajo de la prensa, porque creen que se pierde haciendo esto algún aceite: pues así que ha cargado sobre ella el peso de la prensa no exprime sólo el alpechín, sino también arrastra algún licor craso. Mas el precepto general que tengo que dar es, que no se deje entrar humo ni hollín en el molino mientras se está extrayendo al aceite verde, como ni tampoco en la bodega en que se encierra, pues ambas cosas son contrarias á este líquido, y los maestros de molino más inteligentes apenas consienten que se haga esta maniobra a la luz de un candil. Por lo cual se debe fabricar el molino y la bodega del aceite hacia el lado del cielo que esté menos expuesto a los vientos fríos, porque el calor del fuego que sería entonces menester hacer es dañoso”. Columela, Libro 12, Cap. L. De este modo se conseguiría, además, evitar el contacto visual entre el edificio y la zona de los baños, de modo que los trabajadores no importunasen a la familia de los dueños. No descartamos que en las 3 estancias libres de piletas se pudieran guardar otros productos además de aceite, como vino, del mismo modo que no sería extraño que el edificio tuviese dos alturas, y aprovechar así para guardar grano en la de arriba. Tampoco es desdeñable que los trabajadores hicieran buena parte de la vida allí, al menos comieran a menudo, lo que justificaría la presencia las sigillatas halladas en estas estancias. Estos indicios de Casas Luján poseen el interés de situarse en el centro peninsular donde existe un vacío de documentación sobre la producción de aceite en época romana (Véase el mapa de la fig. 59 de Peña Cervantes, 2010). Este vacío se debe sin duda a una investigación arqueológica menos intensiva que en las zonas costeras, y no dudamos que en los próximos años se incrementarán los ejemplos de instalaciones para la producción de aceite, sin ir más lejos, en el yacimiento de Llanos de Pinilla, se documentaron unas instalaciones que se pueden interpretar como torcularium y cella olería (Véase la memoria correspondiente en esta misma serie).

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Balnea

VI. BALNEA La loma donde se ubican los hornos y el taller alfarero, la casa de las vacas y la almazara, desciende hacia tierras bajas. Nos encontramos ante una capa de arcillas marrones de algo menos de 1m de potencia, bajo las que aparecen ya las tierras ennegrecidas por los procesos de bioturbación. Estamos por tanto en el borde de las tierras que podían ser habitadas antes de adentrarse en las zonas encharcadas del cauce del Gigüela. Bajo la estructura EM15 y con dirección de 48º con relación a ella y el resto de estructuras de los lados largos de la almazara, se hallan nuevas estructuras con orientación casi de 45º con respecto a los puntos cardinales. En este caso se corresponden con lo que interpretamos como un balnea perteneciente a la villa a la que hay que asociar la almazara y el alfar.

Vista aérea de la zona de baños.

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Excavaciones en Casas de Luján

1. NATATIO La primera de estas estructuras corresponde a H10 dentro de la cual se documenta una natatio. Está delimitada por unos muros de 50cm de anchura de piedras de pequeño tamaño careadas en ambos lados y bien unidas con mortero de cal y arena. El largo del edificio lo da la longitud del muro EM18 de 11,5m, mientras que el ancho no ha podido ser determinado, ya que se pierde más allá del ancho de la traza de la obra. El muro que cierra el espacio al Sur (EM17) tiene una longitud de 7,5m hasta que se une con una estructura apenas excavada (EM16). En este punto el muro EM17 presenta un rebaje de 65cm de altura en lo que podría ser la apertura de un vano para una puerta. En la parte baja no hay una piedra de

1

2 3

2

1 3

Fig 16 planta general del balnea.

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Balnea

umbral, sino la misma mampostería de la pared. En su extremo se dispone un sillar de caliza de de50x80cm, sobre el que se pudo ver el perfil de una hilada de mampostería, así como que más allá del sillar la nueva pared continúa con fábrica de mampostería. Ahora bien, esta nueva estructura (EM16), no forma un ángulo recto con EM17, sino obtuso, de unos 115º. Al hallarse ya fuera de la traza no se pudo continuar investigando. Probablemente se trate del inicio del cerramiento del Peristilo, o de una reforma posterior, ya que la abertura en EM17 parece corresponder efectivamente a la apertura de un hueco de 90cm para una puerta donde antes estaba el muro. En las caras interiores de las 3 paredes excavadas del peristilo: EM17, 18 y 29, se conservan los restos de un revoco de estuco de 5cm de grosor, formado, como en la almazara, por el mortero de 4cm de grosor rematado con incisiones en espiguilla, de color blanco y la capa de 1cm de grosor rosácea sobre la que se dispone la pintura. La esquina de EM17 con EM17 es la mejor conservada, en ella se aprecian hasta 4 hiladas de piedra que dan una altura de 80cm, sin que haya podido investigar la presencia o no de cimientos. Sobre ellas se han conservado sobre EM17 con unos 2m de longitud, la capa de tierra que se dispone sobre el zócalo de piedras. Se trata de un tapial que en la cara interna conserva el estuco in situ. Esta estancia (H10) está ocupada por una natatio en el centro, construida con grandes lajas de piedra caliza dispuestas verticalmente, algunas de las cuales presentan un rebaje en sus lados dando el aspecto de un suave almohadillado. Estas piedras tienen un grosor de medio pie (15cm) con anchos diferentes y altura de al menos 1,40. Decimos esto porque no fue posible excavar las partes bajas de la natatio debido a las surgencias de agua que lo inundaban todo. Utilizando una bomba para achicar el agua, pudimos investigar una esquina. Comprobamos que a la altura de 1,24m comenzaba un suelo de opus signinum (EM48) que junto a la piedra tenía 14cm de grosor, probablemente porque llevara el típico bocel de ¼ de círculo en la unión con la piedra. Bajo el opus signinum se comprobó la existencia de nuevas piedras colocadas ahora horizontalmente. Si estas piedras fueran la base o la solera de la natatio (EM49) y sus dimensiones fueran similares a las colocadas en los lados, sobre todo de grosor, los ortostatos laterales medirían 1,53m de altura.

Vista aérea de la natatio.

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Excavaciones en Casas de Luján

Vista general de la natatio.

Sólo se conservaba 1 ortostato (EM21) en el lado Norte de la natatio, de 1,52m de largo, los dos del lado Oeste tienen 1,56m cada uno. En el lado Sur se conservan los 4 que debió tener, con longitudes de Oeste a Este de 1,95m, 1,35m, 1,56m y 160m, respectivamente, lo cual da unas dimensiones a la natatio de 3,12x6,16 o 6,31m, lo que nos acercaría a los 30m3 de capacidad. Estas diferencias se deben a la unión de las losas que se realiza mediante junta al tope, apoyándose las dos del lado corto en las de los lados largo. Para evitar fugas de agua, entre las dos testas de los ortostatos se dispuso una capa de plomo en la testa de la pieza del lado corto, además de unas

Detalle de los ortostatos de la natatio.

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Balnea

Acúmulo de rudus sobre el lado occidental del frigidarium.

pequeñas grapas en la parte alta asegurando ambas piezas. Los cantos de los ortostatos están rematados con ranura y lengüeta, a fin de ensamblar unas piezas en otras, pero dada la longitud del ensamble: 1,53m, los cantos presentan además una capa de plomo en toda su longitud. Como decimos, la base de la piscina apenas pudo ser investigada dadas las malas condiciones de un terreno encharcado en el que se deshacían los restos arqueológicos. A pesar de ello, se descubrieron sobre la superficie del opus signinum en el ángulo Noreste, dos sillares ensamblados con un ligero desnivel entre ellos (EM28. A pesar de que no se han conservado ortostatos en el lado Este de la piscina y sólo 1 en la otra parte del lado Norte, no cabe duda de que ambos sillares se hallan en la esquina opuesta ya que marcan las direcciones en las que debieran estar los ortostatos. Tienen un ancho de 60cm y 34 y 58cm respectivamente. No sabemos si el desnivel de 3cm entre ellas se debe al rebaje de la inferior o la superior, en otras palabras, si formaban un escalón entre ambas o cada una de ellas era un escalón. Entre la piscina y las paredes que delimitan la estancia existen 4 corredores de 1,65m de ancho los laterales y 1,70m el septentrional. Estuvieron o iban a estar recubiertos de un pavimento de opus signinum (EM47) del que se conserva parte del lado oriental, el lado occidental y el arranque del septentrional. Imaginamos la existencia de una disposición similar al Sur, parte que no se excavó al situarse fuera de la traza de la obra. En el lado Oeste quedaban los restos de dos piedras calizas talladas, de 60x60cm y 15cm de grosor (EM19 y 20) que interpretamos como la base de sustentación de sendas columnas, ya que cada una de ellas se disponía sobre

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Excavaciones en Casas de Luján

el suelo pero junto a las esquinas NO y SO de la natatio. También pudieron servir como base de elementos decorativos, tales como columnas de un parterre o incluso estatuas, pues en realidad no podemos afirmar si la estancia estuvo techada o no. Junto a la basa de la esquina SO aparecieron los restos de lo que parece un nuevo suelo de opus signinum (EM46), a no ser que se trate de un gran fragmento procedente de un derrumbe, ya que sólo se pudo investigar el frente del mismo, pues sobre él se hallan los derrumbes de la pared EM17 con grandes fragmentos de estuco que fueron dejados in situ. Se halla a 8cm del anterior y sus características son similares, con una capa de pequeños guijarros en la base y mortero de cal y arena con abundante rudus cerámico, hasta alcanzar los 8cm de grosor. Destaca precisamente la presencia de pequeños fragmentos de tejas y tinajas procedentes de un machaqueo grosero. Son piezas con aristas de unos 3x3cm que se concentran en gran cantidad sobre el 2º suelo de opus signinum en el lateral Oeste, justo antes de llegar a los derrumbes de la pared con estucos. Se excavó algo menos de 1m3 de este material del que, como de todos los morteros revestimientos y hormigón, se guardaron muestras para su posterior análisis. La impresión es que estamos ante un acopio de rudus preparado para ser mezclado con el mortero. Esta interpretación refuerza la sensación de que se estaban acometiendo reformas en el edificio, al menos en esta estancia de la natatio. Obras que no llegaron a ser terminadas, al menos así se explicaría la falta del pavimento de opus signinum en el lado Norte, pues a pesar de que el derrumbe se produjo hacia ese lado y la estructura EM17 resultó más dañada que otras al recibir el impacto, no se han hallado restos del pavimento entre los escombros. También se podría explicar de este modo la falta de casi la mitad de los ortostatos de la piscina, pues a pesar de que se encontraron algunos fragmentos rotos entre el relleno del derrumbe, son muy pocos para explicar la falta de 5 de estas grandes piezas. Tanto la natatio como el resto de la estancia se hallaban completamente colmatadas con un relleno formado por piedras, fragmentos de dolia, panderones de estuco, tejas, ladrillos y algunos fragmentos de cerámica. Los fragmentos de estuco son abundantes por lo que una vez que se proceda a la excavación completa del relleno de la piscina, no descartamos que se puedan hallar evidencias de que la estancia estuvo techada. Pero a pesar de todo sorprende la gran cantidad de fragmentos de tinajas o dolia recuperados. Tal vez contigua a la estancia de la piscina se hallaba otra que sirviera para almacenaje, o incluso que estos restos provengan de la cercana almazara, que al fin y al cabo se encuentra en la parte alta de la ladera. En cualquier caso sorprende que los trabajos de reforma se abandonasen repentinamente sin ser concluidos y que sobre éstos se derrumbase todo el edificio, al parecer, además repentinamente, ya que los derrumbes afectan por igual a todas las dependencias del balnea así como de la almazara. Hemos llegado incluso a plantearnos la existencia de un fenómeno natural como un terremoto que provocara los derrumbes sobre las reformas a medio hacer. Tal vez haya que pensar en motivos de índole económica, o el fallecimiento repentino del dueño de la villa o algún hecho similar que acarreara el abandono de los trabajos de reforma y el abandono del lugar que posteriormente se derrumbaría.

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Balnea

2. TEPIDARIUM El muro de cierre de la natatio en la parte que da al río (EM17), presenta una esquina y se retrae 1,6m. A esta altura continúa un nuevo muro de similares características (EM31). Tiene también un largo similar a EM17, 30cm más: 11,8m, y engloba 3 estancias: H11, H12 y H13 que hemos interpretado como el praefurnium, el caldarium y el tepidarium del balnea. De ellas sólo se ha podido excavar una parte, ya que el resto se sale de los límites de la traza de la obra. La primera de estas estancias (H11), contigua a la natatio, la interpretamos como el tepidarium. Se trata de una estancia de 3,2x3,2m. Calculamos las dimensiones del lado que no se ha excavado suponiendo que los dos vanos que se abren en los muros que la separan de la natatio (EM29) y el caldarium (EM32) se disponían en el centro de la estancia. Ambos muros tienen una fábrica de mampostería con piedras careadas unidas con mortero de cal y arena; un ancho de 60cm y presentan restos de haber tenido estucos por ambas caras. Los vanos de ambas puertas tienen 70cm de ancho y están formados por sendos bloques escuadrados de caliza, con la particularidad de que el que une el tepidarium con el caldarium presenta la superficie curvada con lomo de unos 10cm de diámetro. Esta particularidad ha de deberse a la existencia de un arco bajo el muro para paso del aire caliente, pues la habitación debe conservar intacto el sistema de hipocausto bajo el suelo de opus signinum. Así lo consideramos aunque el pavimento está completo. Se trata de un pavimento con los característicos boceles de ¼ de círculo en todas las uniones con las paredes. Estos boceles no se interrumpen en los vanos de las puertas ya que ambos umbrales se hallan 18cm sobre elevados con relación al pavimento de la estancia. En el derrumbe que ha quedado bien marcado en el perfil, se puede apreciar con claridad el derrumbe de tejas que se produjo directamente sobre el suelo, la existencia de algún ladrillo mezclado con las tejas y sobre ellas los fragmentos blancos de los morteros del estuco que recubría las paredes. Apenas se hallan materiales entre los escombros.

El tepidarium visto desde el Norte con el derrumbe marcado sobre el perfil de la traza.

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Excavaciones en Casas de Luján

Detalle de la puerta que comunica el tepidarium con la natatio.

3. CALDARIUM Contigua a la H11, y separada de ella por el muro EM32 se dispone la H12 o Caldarium. En este caso se ha podido excavar menos de la mitad de la estancia. Sus dimensiones serían 4,5x1,6m si de nuevo el hueco de la puerta que comunica con el tepidarium se halla en el centro de la estancia. Las paredes tienen la misma factura que las anteriores y tan sólo debemos señalar la existencia de dos sillares de pie y medio cada uno (45x45cm) en el muro EM31 justo en el centro de la estancia. Están dispuestos en línea con la cara exterior del muro y separados entre sí por otros 45cm. Desconocemos su altura pues no se llegó a excavar hasta los niveles de fundación de los muros, para no debilitar las estructuras, ya que debían ser de nuevo tapadas y sobre ellas trabajar la maquinaria pesada encargada de disponer en su lugar (5m por debajo del nivel de los muros) la tubería de la conducción de agua. Por ello podemos sólo constatar que estos sillares poseen cuando menos 50cm de altura. Esta estancia tuvo igualmente las paredes decoradas con estuco, además de un pavimento de mosaico. Se trata de un mosaico bícromo que combina el blanco y el negro (en realidad se trata de un verde muy oscuro) en un diseño geométrico. La porción de este pavimento descubierta se halla en muy mal estado de conservación ya que el derrumbe de las estructuras situadas hacia el Este, en donde el terreno se eleva ligeramente, ha roto el mosaico fragmentándolo en buena medida porque la existencia del hipocausto bajo él dejaba una superficie hueca. Esto nos ha permitido observar la disposición del hipocausto y los detalles de fabricación del pavimento.

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Balnea

El mosaico se apoya sobre una capa de mortero de 7cm de grosor; esta capa de mortero se apoya sobre unos ladrillos bipedalis de 56x56cm y 5cm de grosor, de acuerdo a la más ortodoxa tradición vitruviana. Presentan en la superficie superior incisiones en ajedrezado realizadas con los dedos para mejorar el agarre del mortero. Las pilae del hipocausto están construidas con ladrillos besales 22x22cm, con 6cm de grosor y un pedalis como remate y apoyo de las bipedalis, de 29x29cm y 6cm de grosor. Se han excavado 7 hiladas de los besales sin haber llegado a la base del hipocausto. La separación entre cada una de las pilae es de 60cm desde el centro de las mismas, por lo que dejan entre ellas unos vanos de 38cm. Junto a la pared EM31 se adosan unas pilae que en este caso están formadas por ladrillos semicirculares de 4cm de grosor y de 28cm de diámetro. La aparición de estas pilae semicirculares

Vista del caldarium y detalle del hipocausto.

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Excavaciones en Casas de Luján

Pared Oeste del caldarium con el tepidarium al fondo.

junto a las cuadradas se da en los conjuntos termales de Pompaelo y Complutum, entre otros (Fernández Ochoa et al., 1999). Por el contrario, junto al muro EM32 que separa esta estancia del tepidarium no se adosan pilae sino que se dispone un murete de ladrillos de 20cm de ancho que deja una estrecha cámara de aire entre él y la pared de piedra de 5cm de ancho.

Detalle de la bañera del caldarium.

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Balnea

Hemos documentado la existencia de huecos abiertos de 20x20cm en murete de ladrillos. Se disponen como las pilae a 38cm de distancia de la pared EM31 y otros 38cm uno de otro y 60cm por debajo de la altura a la que se disponen los bipedalis. Su función sería la de permitir que ascienda el aire caliente del hipocausto por el hueco de la pared. Este murete ofrece una superficie de apoyo a los bipedalis sobre los que se disponían los ladrillos mammatae para dejar una cámara de aire en toda la altura de la pared. Además de los numerosos restos de estos ladrillos hallados en esta estancia, se conserva una mammata in situ, junto a la puerta de comunicación con el tepidarium, lugar en donde mejor conservado está el mosaico, su mortero e incluso un bipedalis, que aunque fracturado, también se halla in situ. La parte excavada el mosaico se ha fragmento por efecto del derrumbe y sus trozos aparecen dentro del hipocausto. En la parte Este de la estancia y adosada a la pared (EM35) que la separa del praefurnium, se dispuso una bañera de obra. Esta bañera descansa sobre el mosaico. Está construida con unos muretes de fragmentos de tejas y ladrillos colocados horizontalmente y unidos con argamasa, que miden 40cm de anchura y 60cm la longitud que da al interior. Están forrados al exterior e interior con una capa de 5cm de opus signinum de color rosa de muy buena calidad. La bañera tiene una anchura interna de 80cm, e imaginamos que doble largo. Se rematan con boceles las uniones horizontales. Para acceder a ella posee un escalón de 80cm de longitud y 30cm de huella fabricado con opus signinum. Esta bañera parece estar construida directamente sobre el pavimento de mosaico ya que por debajo del escalón de acceso, parte que ha quedado abierta sobre el hipocausto gracias al derrumbe, las teselas aparecen cubiertas por el mortero del escalón. En principio no parece tener mucho sentido que se cubra la superficie de mosaico que ocupa la bañera, a no ser que se dispusiera una zona sin mosaico y que la bañera apoyara sólo su borde sobre las teselas. En caso contrario tendríamos que pensar que pudo haber en un principio una bañera exenta y que posteriormente se construyó la bañera de obra que hemos encontrado.

4. PRAEFURNIUM La última de las estancias corresponde al horno o praefurnium. Tiene 2,3m de anchura y una longitud desconocida ya que sólo se han podido excavar 1,8m. Aquí remata el muro exterior EM36 que tiene una especie de contrafuerte o escalón de opus caementicium de 20cm de anchura. Aparte de los niveles con abundancia de carbones y el derrumbe con abundancia de tégulas y ladrillos hallados en el interior de la estancia, lo más destacable es la existencia de un arco (EM39) bajo el muro EM35 para el paso del aire caliente hacia el hipocausto del caldarium. Se trata de un arco de medio punto con un vano de 2m y una altura de 1m. Se abre en la pared de mampostería con piedras de 40x40 bien careadas, con una hilada de ladrillos en horizontal forrando las piedras para regularizar la superficie, y otra hilada de ladrillos dispuestos de canto a modo de dovelas. Estos ladrillos tienen una anchura de 4cm y 14cm el frente o largo, pero desconocemos el ancho. 79

Excavaciones en Casas de Luján

Junto al estribo del arco se dispone un murete formado por ladrillos de 40x40cm unidos con argamasa, con dos ladrillos de largo, que debe interpretarse como un dispositivo para aumentar el tiro y facilitar la salida del aire caliente por el arco. De nuevo el afloramiento del nivel freático impidió la excavación completa de esta porción de la estancia.

Restos del balnea desde el Norte.

Praefurnium.

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Excavaciones en Casas de Luján

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Fichas de U.E.

VII. FICHAS DE U.E. ÁREA

UE

Descripción

H4

1

Derrumbe de paredes, parte superficial. Escasa cerá- Sobre2. Entre EM1 EM2 EM3a Arcilla arenosa ocre, suelta, grumosa. mica

2

Derrumbe tapial-adobe paredes. Arcilla Cerámica ocre amarillo grumosa, dura.

Bajo1 Sobre3 Entre EM1,2,3a

3

Espacio amorfo en el suelo rellena de Piedras. Arcilla marrón oscuro, suelta, blanda.

Bajo2 Entre EM1 EM3a UE2

4

Derrumbe de paredes, parte superficial. Escasa cerá- Sobre5 Entre EM1, EM3a, b Arcilla arenosa ocre, suelta, grumosa. mica

5

Suelo de arcilla apisonada rojizo con manchas negras y afloramiento arcilla ocre subsuelo.

6

Derrumbe de paredes, parte superficial. Escasa cerá- Sobre7 Entre EM1 EM3b, c Arcilla arenosa ocre, suelta, grumosa. mica

7

Suelo de arcilla apisonada rojizo con manchas negras junto a EM3b.

Escasa cerá- Bajo6 Entre EM1 EM3b, c mica dolia

8

Hoyo rectangular con piedras calizas y de yeso, en oblicuo a paredes. ¿soporte de viga?

Piedras pequeñas

9

Derrumbe de paredes, parte superficial. Abundante Arcilla arenosa ocre, suelta, grumosa. cerámica

Sobre10 Entre EM1 EM3c, d

10

Suelo de arcilla apisonada rojizo sobre base ocre de arcilla subsuelo.

Cerámica, metales

Bajo 9 Entre EM1 EM3c, d

11

Acúmulo de tejas dispuestas en vertical junto a EM1 con relleno de arcilla suelta.

Imbrices

Bajo 9 Entre 10 y EM1 EM5

P1

12

Relleno de cubeta, arcilla ocre marrón 2 lagoenas, suelta, grumosa, capa final apelmazada y dura.

H5P1

13

Relleno de cubeta sobre y entre EM11, arcilla marrón claro, suelta.

Escasa cerá- Cubre EM11 Entre EM8 mica

14

Relleno inferíos cubeta, arcilla ocre amarillo compacta.

Sin materiales

Bajo 13 EM11 Entre EM8

H5P2

15

Relleno cubeta con arcilla ocre amarillo compacta y apelmazada en parte inferior.

Sin materiales

Bajo 19 Entre EM7

H5P3

16

Relleno cubeta: arcilla marrón-ocre, suelta, grumosa

Sin materiales

Bajo 19 Entre EM6

H5P4

17

Relleno ocre amarillo apelmazado y duro sobre arcilla roja subsuelo.

Sin materiales

Bajo 19 Entre EM9

18

Parte inferior relleno cubeta, arcilla rojo Sin mateoscuro, apelmazado, grumoso. riales

Bajo 17 Entre EM9

19

Arcilla ocre oscuro suelta y blanda, con restos de tierra vegetal. Cubre las cubetas

H3

H2

H1

H5

Materiales

83

Piedras

Cerámica, podón

Relaciones Estratigráficas

Bajo4 Entre EM1, EM3a, b

Bajo y Entre 7

Bajo9 Entre EM5

Escasa cerá- Sobre 13 15 17 Entre EM1 3d mica

Excavaciones en Casas de Luján

20

Relleno ocre apelmazado con piedras molino, contrapeso almazara, etc.

Escasa cerá- Bajo 19 Entre EM6 7 11 3d mica

21

Derrumbe ladera abajo almazara, parte Oeste, arcilla grumosa, dura, marrón, con tejas.

Abundante cerámica

Entre 22 y EM15

22

Derrumbe almazara parte central, arcilla marrón compacta y dura, piedras sueltas

Abundante cerámica

Entre 21 y EM15

AMB8

23

Derrumbe almazara Este, arcilla marrón Abundante compacta y dura, tejas, piedras, argacerámica masa, etc.

Entre 21 EM15 EM16 EM17

ÁREA

UE

Descripción

Materiales

Relaciones Estratigráficas

H10

24

Relleno Natatio con superficie del derrumbe arcilla marrón, piedras, tejas estuco, etc.

Abundante dolia

Sobre 29 Entre EM17 18 29

25

Fragmentos de rudus (teja y ladrillos) para opus signinum: 3x3cm esquina NW Natatio

Sin materiales

Sobre 27 Entre EM17 Bajo 24

26

Derrumbe de arcilla marrón con estucos in situ, sobre opus signinum 27. Sin excavar

Sin materiales

Bajo 24 Entre EM16 EM17

27

Suelo 1º opus signinum, 10cm grosor, base guijarros pequeños.

Sin materiales

Sobre 28 Bajo 26 Entre EM17

28

Suelo 2º opus signinum, 10cm grosor, base guijarros pequeños. Superficie escarificada.

Sin materiales

Bajo 27 Entre EM17 18

29

Derrumbe sobre piscina, arcilla marrón con estucos, tejas, ladrillos, piedras y dolia.

Cerámica

Bajo 24 Entre EM18 y 21-28

30

Derrumbe en piscina, arcilla marrón con estucos, tejas, ladrillos, piedras y dolia.

Cerámica, dolia

Bajo29 Entre EM21 a EM28

31

Opus signinum fondo de piscina, 13cm de grosor, cal, arena y rudus con base guijarros.

Sin materiales

Bajo30 Entre EM21 a EM28

32

Derrumbe arcilla marrón claro en Tepidarium, suelta, blanda.

Cerámica

Sobre 33 Entre EM29 31 32

33

Derrumbe de arcilla ocre oscuro, apelmazada con estucos, tejas, ladrillos y piedras.

Escasa cerá- Sobre 31 Entre EM29 31 32 mica

34

Suelo de opus signinum con superficie escarificada. Compldeto, sin excavar.

Sin materiales

Bajo 33 Entre EM29 31 32

35

Parte superficial del derrumbe sobre el Caldarium. Piedras, tejas y alguna tesela.

Cerámicas

Sobre 36 Entre EM31 32 35

36

Arcilla gris y negra por efecto de las cenizas y algún carboncillo.

Cerámicas

Sobre 38 Entre EM31 32 35

37

Arcilla marrón-ocre, apelmazada, dura que rellena la bañera del Caldarium.

Sin materiales

Entre EM40

AMB7

H11

H12

84

Fichas de U.E.

H13

38

Suelo Caldarium: mosaico geométrico verde oscuro y blanco, mortero de10cm.

Sin materiales

Sobre EM44 bipedalis

39

Arcilla negruzca, mojada, apelmazada, con carboncillos piedras, tejas y ladrillos.

Cerámicas

Sobre 40 Entre EM31 35 36

40

Arcilla negra con abundantes carbones y manchas grises de ceniza, suelta, mojada.

Cerámicas

Bajo 39 Entre EM31 35 36

41

Arcilla marrón grisácea, apelmazada, mojada, dura.

Escasas cerámicas

Junto a EM31

42

Relleno de depresión entre almazara y alfar, arcilla grisácea suelta y blanda.

Sin materiales

Junto a 43

43

Mancha de arcilla rojiza, grumosa entre superficie blanca caliza del subsuelo.

Sin materiales

Junto a 42

44

Mancha de arcilla polvorienta gris, suel- Sin mateta, entre arcilla rojas del subsuelo (Sur riales traza).

Junto a 44

45

Relleno de oquedad del subsuelo blanco.-rojizo, con arcilla marrón claro, suelta.

Junto a 45

Sin materiales

ÁREA

EM

Descripción

Materiales

Argamasa

Enlucido

Vanos

H1-5

1

Muro lateral W almazara. 31,2m alto 90cm cara interna, 10cm externa, ancho 1,3m Se practicó un escalón en la ladera que se rellena con el zócalo de piedras. Alzado de tierra

Zócalo calizas careadas

Tierra

Estuco

No

Zócalo calizas careadas

Tierra

Estuco

¿?

Tierra

Estuco

1m EM14

Cal-arena

cal

Caño

Pared de adobe o tapial

H4

2

Muro de cierre de EM1 al N. 1m ancho. Se conserva 5,5m largo. Alto de 0 a 50cm.

H1-5

3

4 paredes divisorias (a,b,c,d) Calizas almazara (estancias ±5x7,5m) careadas 6m largo 0,6m ancho 0-90cm Mortero estuco de cal y arena 8cm grosor y 2cm capa estucada, espiguilla en reverso.

H1

4

Estructura de caliza cuadrada 70x70cm y 26cm alto, como base poste en H1.

Caliza escuadrada

H1P1

5

Pileta 0,94x1,90m, 70cm alto, pared 48cm ancho. Boceles y pocillo central Ø20cm. Piedras con argamasa y trozos de tejas de canto enlucidos con mucha cal y algo de arena

Teja, piedra, cal, arena

85

EM76

Excavaciones en Casas de Luján

H5P3

6

Pileta 4,7x2-2,2m, 60cm alto, pared 30cm ancho compartida EM7. Boceles. = EM5. Paredes compartidas

Teja, piedra, cal arena

Cal-arena

cal

Caño

H5P2

7

Pileta 1,4x1,86m, 50cm alto, pared 40cm compartida EM6 y 8.

Teja, piedra, cal, arena

Cal-arena

cal

Caño

H5P1

8

Pileta 1,85x1,15, 60cm alto, pared 38cm. Tubo de plomo desde EM7, boceles

Teja, piedra, cal arena

Cal-arena

cal

Caño

H5P4

9

Pileta 1,8x1,2, , alto 50cm. Pared 10-15cm, fondo tierra amarillenta y rojiza.

Piedras 50x50cm

No

No

10

Umbral puerta. 1,3x60cm. Rebaje Caliza lateral y rebaje corto central, rebaje redondo

11

Pared posterior cerrando espacio Calizas H5 50cm ancho, 4,8m largo. Cu- medianas bre EM9

tierra

no

12

Piedra de molino (Aceite), meta,

Caliza

13

Contrapeso viga molino, caliza, prisma 1,1x0,8x0,8. Rebajes 10cm 2 lados, 3cm 2 lados

Caliza

14

Muro de cierre de la almazara. Conserva 23m largo, ancho 60cm. Deja hueco de 1m

Calizas irregulares

tierra

no

15

Muro irregular 70cm ancho, largo conservado 30m. Calzado sobre escalón del terreno

Calizas irregulares

no

no

16

Arranque de muro en oblicuo a Balnea. Sillar en esquina, continua EM17

Calizas y sillar 50x80cm

No

no

90cm

17

Muro W Frigidarium. 50cm ancho, largo 7,5m. 90º EM18 75º EM16 comparte vano.

Calizas canteadas

Cal y arena

Estuco

90cm

18

Muro N Frigidarium 50cm ancho 11,5m largo. 90º EM17 y EM19. Perdido en parte.

Calizas canteadas

Cal y arena

Estuco

19

Restos base de sustentación de la columna NW. Peristilo del Frigidarium 60x60cm.

Caliza 20cm grosor

20

Restos base de sustentación de Caliza la columna SW. Peristilo del Frigi- 20cm grodarium 60x60cm. sor

86

Fichas de U.E.

ÁREA

EM

Descripción

Materiales

Argamasa

21

Piedra piscina frigidarium: lado N. ancho 18cm, alto 1,52m, largo 1,4m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

22

Piedra piscina frigidarium: lado W. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,56m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

23

Piedra piscina frigidarium: lado W. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,56m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

24

Piedra piscina frigidarium: lado S. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,95m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

25

Piedra piscina frigidarium: lado S. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,35m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

26

Piedra piscina frigidarium: lado S. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,56m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

27

Piedra piscina frigidarium: lado S. ancho 18cm, alto 1,4m, largo 1,60m.

Caliza con almohadillado

Machihembrado Plomo

28

Piedra esquina NE Natatio. 1m largo, 60cm ancho. 2 bloques Escalón de5cm a58 y 34cm

Sillar caliza 40cm grueso

29

Muro E Frigidarium 50cm ancho 4m largo hasta vano. 90º EM18 y EM29 que se adosa E.

Calizas canteadas

30

Sillar umbral de puerta en EM29 de acceso Tepidarium-Frigidarium

Caliza. sillar.

31

Muro cierre N. Balnea: PrefurCalizas nium, Caldarium, Tepidarium. canteadas 60cm ancho, largo 11,8m Altura vista 60cm, 2 sillares 40x40cm en mitad del largo.

Cal y arena

Estuco en Caldarium

32

Muro divisoria Caldarium-Tepida- Calizas rium. Ancho 60cm, alto consercanteadas vado al suelo 20cm.

Cal y arena

Estuco

33

Sillar umbral puerta CaldariumCaliza canTepidarium. Tiene la parte poste- teada rior curvada.

34

Suelo opus signinum Tepidarium. Con bocel, acabado rojizo, superficie friable

Cal-arenacerámica

35

Muro divisoria Praefurnium-Caldarium. 50cm Alto axcavado 1m. Sobre arco de ladrillo.

Calizas canteadas

87

Cal y arena

Enlucido

Estuco

Vanos

70cm

70cm

70cm

70cm

Cal y arena

Estuco

Arco

Excavaciones en Casas de Luján

ÁREA

36

Muro de cierre E del Praefurnium. 60cm. Esquina con EM31 largo 2,2m. Alto exc 1m.

Calizas canteadas

37

Escalón exterior al muro EM36 del Praefurnium. Argamasa con cantos. 20cm ancho

Opus cae- Cal y arena memticium

38

Murete de salida, lado del arco del Praefurnium. Ladrillos que forman un pasillo al arco.

Ladrillos Cal y arena 40x40x4cm

39

Arco medio punto bajo EM35 Praefurnium-Caldarium. Vano 2m. alto arco 1m.

Ladrillos 20x4cm,

Cal y arena

40

Bañera Caldarium 0,8x1,6m . Muretes 40 y 60cm ancho, tejas horizontales int Op. Sig.

Op. Sig rosa, boceles

Cal y arena

Opus sig

41

Escalón acceso bañera Caldarium. 30cm ancho. Frente de Op Sig sobre murete bañera

Opus caementicium

Cal y arena

Opus sig.

80cm

42

Pilae Hipocausto Caldarium. Se- 7 hiladas micirculares 28cmØ. Grosor 4cm. excavadas. Junto pared EM31

EM

Descripción

Materiales

Argamasa

Enlucido

Vanos

43

Pilae Hipocausto Caldarium. Besales 22x22xm, con capitel de Pedalis de 29x29cm.

7 hiladas excavadas.

Grosor 6cm

44

Suspensura hipocausto CaldaMortero rium. Bipedalis de 56x56cm. Mar- del mosaicas para agarre mortero. co

Grosor 5cm

45

Suelo mosaico Caldarium teselas de 1c, mortero 7cm. Geométrico blanco-verde oscuro.

Cal y arena, grano fino.

46

1º Suelo opus signinum Peristilo del Frigidarium, grosor 12cm. Ancho pasillo 1,7m

cal-arenateja-cerámic

Hidraulico

Sup. rojo

47

2º Suelo opus signinum Peristilo del Frigidarium, grosor 12cm.

cal-arenateja-cerámic

Hidraulico

Sup. rojo

48

Suelo opus signinum fondo de la cal-arenanatatio. Grosor 12-14cm. Aspec- teja-ceráto blanquecino. mic

Hidraulico

49

Base del suelo opus signinum Peristilo del Frigidarium, caliza de grosor desconocido

Machihembrado

Caliza con almohadillado

88

Cal y arena

Plomo

Caliza con almohadillado

Fichas de U.E.

ÁREA

UE

Descripción

Relaciones Estratigráficas

Horno 1000 Cobertera vegetal Ámb.1

Cubre a 1001

Horno 1001 Estrato arcilloso anaranjado que se Ámb.1 encuentra bajo la cobertera vegetal y que cubre al derrumbe de adobes del interior del horno y rellena tanto el praefurnio como el espacio interior de los arcos del horno

Cubierta por 1000 y cubre a 1003 y 1002

Horno 1002 Serie de cinco hiladas paralelas de adoÁmb.1 bes

Cubierta por 1001 y 1003 y se apoya en 1009 y 1014

Horno 1003 Nivel arenoso muy alterado por el fueÁmb.1 go que se extiende por la parte inferior del horno. Prácticamente no presenta materiales arqueológicos a excepción de algún fragmento de teja

Cubierta por 1001 y cubre a 1012

Horno 1004 Unidad de tierra marrón que contiene Ámb.1 materiales relacionados con el horno (tejas, alguna cerámica)

Cubierta por 1000 y rellena 1005

Horno 1005 Fosa que corta la pared sur del praeÁmb.1 furnio, y corta también a una fosa de tendencia circular que queda al sur del praefurnio sin llegar a cortarlo

Rellena por 1004 y corta a 1007 y 1006

Horno 1006 Unidad de tierra muy oscura que relleÁmb.1 na una fosa de tendencia circular situada al sur del praefurnio

Cubierta por 1004, cortada por 1005 y rellena por 1007.

Horno 1007 Fosa de tendencia circular al sur del Ámb.1 praefurnio. Corta al sustrato geológico y a la arcilla anaranjada asociada al exterior del horno

Rellena por 1006 y cortada por 1005

Horno 1008 Pequeña estructura de mampostería Cubierta por 1001 y se apoya Ámb.1 adosada a la cara interna del lado norte en 1010 del praefurnio Horno 1009 Hilada de adobes que se adosa a la cara Cubierta por 1001 y 1003 y se Ámb.1 interna del lado norte del praefurnio, y apoya en 1011 se extiende desde la estructura ue 1008 y se prolonga hasta el fondo del horno sirviendo de apoyo a los arcos en su lado norte Horno 1010 Enlucido que cubre la cara interna del Ámb.1 contorno del horno

Cubierta por 1001 y 1003 y se apoya en 1011

Horno 1011 Unidad arcillosa que rodea a toda la Apoyada por 1010 Ámb.1 estructura del horno, no siendo claro su origen (si natural o antrópico) Horno 1012 Unidad de adobes colocados en varias Ámb.1 hiladas superpuestas, situados en el fondo de la cámara del horno

Cubierta por 1003

Horno 1013 Interfaz de excavación para la construc- Corta a 1011? Ámb.1 ción del horno Horno 1014 Estructura de adobes que sirve de base Ámb.1 a los arcos en su lado sur

89

Cubierta por 1001 y 1003 y se apoya en 1010

Materiales

VIII. MATERIALES 1. ALMAZARA Los materiales muebles hallados en las estancias de la almazara han sido escasos, con excepción de la H1. Pero esta escasez se debe al efecto del derrumbe del edificio a favor de la pendiente, y la posterior erosión en la misma línea, que ha depositado el relleno hacia el Norte, bajo el muro de contención EM15, de modo que si contamos los hallazgos de las UEs 21-23, el conjunto de materiales recuperados es más abundante.

H4 En la H4 apenas se hallaron unos fragmentos de ollas de cocina reductoras, de borde engrosado cuadrado, unos bordes redondeados de cuencos ocres, y dos fragmentos de sigillatas, una base y galbo con decoración a base de círculos concéntricos.

H3 En la H3 los hallazgos son algo más numerosos, comenzando a documentarse ya en la UE4 fragmentos de dolia de pasta ocre con decoraciones a base de dobles cordones o dobles baquetones en el tercio superior del cuerpo. También se documentan ya bordes de tapaderas de dolia de perfiles cónicos, bases de cerámicas comunes, bordes engrosados al interior de cazuelas reductoras de cocina y varios fragmentos de terra sigillata hispánica, entre los que se pueden reconocer un fragmento de borde de la forma 15/17 y otro de la 37 junto con varios galbos decorados con círculos concéntricos. Hay que destacar la existencia de un pequeño caliciforme de cuello alargado al que le falta el borde, con pie apuntado y que conserva parte de una pintura a base de dobles líneas en rojo bajo el cuello. Se trata de un modelo que no está muy alejado de los pequeños caliciformes del final del mundo ibérico, bien representados en las estatuas femeninas de conjuntos como el Cerro de los Santos.

91

Excavaciones en Casas de Luján

METALES Sobre el suelo de tierra de la estancia, y junto a la pared EM1, se halló un pequeño podón o pequeña hoz de hierro que pudo recuperarse completa a pesar de su mal estado de conservación. Tiene el mango con cachas de madera y la hoja con arranque recto de 4cm de anchura y 6cm de longitud, y curvatura en forma de pico de gavilán con ancho máximo de 6cm y diámetro del arco de 9cm. Este tipo de herramientas son relativamente comunes y han pervivido sin apenas cambios hasta principios del siglo XX, si bien comienzan a abundar en los repertorios de época romana siendo más escasos en los hallazgos de la Edad del Hierro (Barril, 1992; Manrique, 1980; Sanahuja, 1971). Estos instrumentos pueden tener un enmangue de tubo para instalarles un astil de madera, o como en nuestro caso directamente para asirlos con la mano. Los podones como el de Casas de Luján encajarían más con el trabajo de la poda de la vid que del olivo, debido a su pequeño tamaño.

Podón H3.

En el mismo suelo de la estancia se hallaron 2 clavos de hierro de cabeza redonda de unos 3cm de diámetro y sección cuadrangular de una longitud de 9cm. También una especie de abrazadera de plomo con forma de T, con una base formada por una placa de plomo muy rota, y tres remaches unidos por sendos vástagos de plomo dejando 3 espacios de 4x1cm para ajustar algún tipo de material a la pieza de plomo.

UE21 Además, a esta estancia deben corresponder la mayoría de los hallazgos de la UE 21 situada en la parte baja de la ladera, que están formados por 4 bordes de dolia y varias bases, bordes redondeados de urnas y cuencos ocres, un fragmento de borde de ánfora asimilable a una variante del tipo Ober. 74 del que se hablará en extenso en el trabajo sobre la excavación en Rasero de Luján, y varios fragmentos más de ánforas de pastas amarillento-verdosas como dos fragmentos bases (una tal vez Dres. 30 u olearia itálica con paralelo en Segobriga (Almagro y Lorrio, 1989: fig12.2) y dos de asas pertenecientes a los tipos Dres. 2 y Dres. 7-11.

92

Materiales

H2 Por lo que respecta a la H2 los fragmentos de dolia son ya abundantes aunque pudieran corresponder a una sola tinaja. Tienen en su mayoría pastas ocres y galbos decorados con doble baquetón o baquetón combinado con cordón. Los bordes son entrantes y curvados, con pared delgada, con diámetros de 50cm al exterior y 34 al interior. Existe un buen número de fragmentos pertenecientes a 3 tapaderas de dolia o recipientes cóncavos que podrían servir a la vez como tapadera y para recibir líquido, ya que presentan un perfil cónico muy abierto de hasta 15cm de profundidad.Se encuentran bases umbilicadas y urnas de bordes vueltos en pastas ocres, junto con las características producciones grises de cocina, con los bordes engrosados en cuadrado y las paredes con las marcas de los dedos del torno. Entre las sigillatas hay galbos con decoraciones de círculos segmentados y bordes Drag. 37 con indicios de decoración metopada con espiguillas. Destacan varios fragmentos que dan la forma completa de una 15/17 y dos bordes probablemente de TSI Goud. 13 o 24. Finalmente dos fragmentos de borde bífido de una pintada de tradición indígena Abascal 18a.

Bordes y tapadera de dolia. H2.

Entre los metales se hallaron unos fragmentos de hierro pertenecientes a un cuchillo de hoja curvada, dos clavos sin cabeza y un pequeño fragmento de bronce que pudiera corresponder a la cartela de una pulsera o incluso a una chapita para el sello de algún producto. También se hallaron dos fragmentos de vidrio, uno blanco y otro azulado.

UE22 Las UEs 22 y 23, que son las de mayor abundancia de materiales cerámicos, deben repartirse entre las estancias H2 y H1, respectivamente, ya que se corresponden con los derrumbes acumulados bajo el escalón donde se yergue el muro de contención EM15, aproximadamente en la línea de los derrumbes de cada una de las estancias y, como se indicó anteriormente, se han hallado algunos fragmentos que unen de H1 y UE23, por lo que imaginamos que grosso modo la UE22 debe relacionarse con la H2.

93

Excavaciones en Casas de Luján

COCINA La cerámica de cocina está muy bien representada en la UE22, con fragmentos de al menos 10 ejemplares, de entre los cuales se pueden diferenciar tres botellas de cuello largo y estrecho con un asa, sin que se hayan conservado los cuerpos que debieron ser alargados. Las ollas con bordes engrosados al exterior, tanto cuadrados como redondeados, con incisión para encaje de la tapadera o no, están representadas por al menos 7 ejemplares. Se hallaron 3 bases umbilicadas y dos ligeramente cóncavas con pequeño talón. También dos de pomos con el inicio del cuerpo de sendas tapaderas. En todos estos casos destacan las estrías del torno claramente marcadas en cuellos y galbos hasta la misma base. Los tonos son grises con algunas partes ahumadas. Por lo que respecta a las cazuelas tenemos fragmentos de dos ejemplares, uno gris claro con borde engrosado al interior con forma más parecida a una gran escudilla, y otra de borde biselado y de color negro. También en negro y muy alisada, se documenta una pequeña ollita con labio abierto para recibir la tapadera.

Cerámicas de Cocina: H1 UE9 y UE22

94

Materiales

COMUNES Las cerámicas comunes tienen un porcentaje de representación similar al de las cerámicas de cocina. Junto a fragmentos de tapaderas de dolia aparecen bordes engrosados de botellas con cuello estrecho, bases planas y bases con pie de tinajillas en pastas ocre y rojizas, abundancia de bordes vueltos y engrosados así como pico de ánade pertenecientes a tinajillas, en pastas ocres, y en pastas rojizas pequeños recipientes con el cuello estrangulado y otros de borde bífido, todos ellos con restos de pintura rojo oscuro, encuadrables en las formas Abascal 9 y 18a. Asimismo se documenta la presencia de algún cuenco semiesférico de borde reentrante también en pasta ocre y dos fragmentos de bordes de cuencos con visera (Tipo 10 de Vegas). Finalmente destaca la presencia de un borde triangular, cuello estrecho y hombro con un asa de una jarra correspondiente al tipo Vegas 38, que debe poseer un cuerpo grande y un cuello relativamente corto, similar en forma a las conocidas “perulas” andaluzas de la alfarería popular para aceite, así como otra jarra con asa al borde del mismo tipo, ambas en pastas ocre, un cuello con borde engrosado y arranque de asa también en pasta ocre que recuerda a las ánforas Haltern 70, un asa de Lucerna tal vez correspondiente a una Dres. 17, y un pequeño anforisco de factura tosca, con cuerpo grueso y boca abierta. Debe tratarse de un conquius o medida, utilizado también como tapón de ánfora. Es común a finales del siglo I e inicios del II d.C. (Casas i Genover et alii, 1990).

Cerámicas comunes. UE22

95

Excavaciones en Casas de Luján

SIGILLATAS Por lo que respecta a la sigillata contamos con varios ejemplares de la forma hispánica 37a, como una base con serie inferior de círculos dobles con árbol dentro, otro ejemplar con series de círculos con arbusto dentro, otro con grifo dentro, separados por una palmera (paralelos del grifo se encuentran en piezas de Edeta) y metopa inferior separadas por espiguilla con perro; otro ejemplar con series de círculos sogueados excéntricos, y finalmente otro cuenco con series de cuatro círculos concéntricos separados por aritas. Por último se localizaronun galbo curvado con serie de círculos superior y metopa con hoja de parra inferior y un pequeño cuenco liso perteneciente a la forma Ritt. 8 Gálica.

Sigillatas UE22

96

Materiales

METALES Y VIDRIOS Destacar, por otro lado, la existencia de 7 fragmentos de hierro pertenecientes a clavos, algún fragmento de bronce, otro de plomo, numerosos de vidrio, entre los cuales hay varios galbos de una vasija globular de vidrio blanco muy delgada, pero que no ha conservado borde ni bases, y otros azules más gruesos con un fragmento de borde curvado y cuello estrecho probablemente perteneciente a un botella de la forma Ising 50. Un rasgo que debemos destacar es la ausencia de fragmentos de dolia o tinajas tanto en la UE22 como en la 23, cuando sí aparecen en la H1, H2 y H3. Probablemente, al tratarse de material de arrastre los fragmentos de mayor tamaño se hayan movido menos de su posición original. En todo caso, este arrastre habría que atribuirlo a las labores agrícolas realizadas en los últimos 20 años, desde que se vienen cultivando cereales, ya que anteriormente eran tierras de pastos.

H1 La H1 es la estancia de la almazara que más materiales arqueológicos ha aportado. Este hecho puede deberse a que el derrumbe se produjo de forma más abrupta, sellando parte de los restos del interior, como así lo atestiguaban la multitud de tejas conservadas en los niveles superficiales. Se hallaron numerosos restos de dolia con galbos decorados a base de baquetones dobles, y bases planas, casi exclusivamente en pastas ocres. Llama la atención la ausencia de bordes de dolia de los que sólo apareció un fragmento de borde entrante con galbo con doble baquetón. Este borde presenta un perfil superior curvado y ondulado, con pared delgada.

COMUNES Entre los grandes recipientes se encuentran 2 bordes con ala horizontal rectangular, de diámetros superiores a los 40cm., de pastas ocres. Debe tratarse de sendos lebrillos de unos 25-30cm de altura y presumiblemente de base plana. Otros recipientes interesantes son una especie de jarras de gran tamaño con cuerpo alargado y borde abultado ligeramente abierto que

Cerámicas y teja Pileta EM5

97

Excavaciones en Casas de Luján

se marca del hombro con una moldura redondeada. Se han hallado dos bordes, dos asas y un recipiente casi completo, de 40cm de altura aproximada, boca de 10cm y base ligeramente umbilicada de otros 10cm. Una de las peculiaridades de esta vasija es la existencia de dos (o tres) asas disimétricas, pues una se dispone bajo la moldura del cuello y otra u otras dos, se hallan en la parte baja del cuerpo y con un ángulo de 45º con respecto a la anterior. Por lo que se refiere a la forma, nos recuerda vagamente las altas jarras de cerámica numantina, aunque éstas sólo llevan un asa. Asas disimétricas son características de recipientes para el agua u otros líquidos, como las conocidas hydrias griegas, en la que el asa disimétrica sirve para agarrar la vasija al llenarse en pocos o fuentes estrechas. Probablemente, tanto estas jarras como los lebrillos o barreños haya que relacionarlos con el uso de la pileta hallada en esta estancia, probablemente la recepción de aceite y sus subproductos como el alpechín o tinaco.

Jarra para recoger el aceite.

Entre las cerámicas comunes apenas encontramos dos bordes: redondeado y almendrado, de recipientes medianos como tinajillas, y tres fragmentos de bases planas. Las cerámicas de cocina están representadas por una tapadera gris con pomo redondeado con talón, una olla de borde engrosado y bordes de otros 6 recipientes similares, tres de ellos con el hombro marcado, además de un borde engrosado al interior de cazuela o cuenco.

SIGILLATAS Curiosamente, las sigillatas son las producciones más representadas en la H1. De nuevo las copas Drag. 37 son las más abundantes con varios fragmentos de borde (tal vez alguno de ellos atribuible a la forma 29), algunos galbos decorados con metopas divididas por espiguillas y líneas onduladas y varios recipientes de gran interés. Uno de ellos casi completo con decoración a base de metopas muy perdidas, separadas por líneas onduladas, y otro con series de círculos concéntricos. Entre los ejemplares más completos se halla una copa Drag. 27 con la marca del alfarero: A·GI·LI·A·NI--, aparecida en la UE11 que corresponde al cúmulo de ímbrices apoyados sobre EM1 y junto a la pileta. Este nombre es conocido como un alfarero riojano: Agilianus, aunque

98

Materiales

Sigillatas H1

no existen paralelos para una interpunción similar a la nuestra. El taller de este alfarero se localizó en 1999 con motivo de las obras de mejora de una carretera junto a Tricio (La Rioja). Un sello parecido aunque sin interpunciones apareció en el santuario de La Serreta de Alcoy (Alicante) (Poveda Navarro, 2005: lám V.19 y p115 con bibliografía). Hay algún sello del mismo alfar en la cercana Segóbriga. Este alfarero se fecha desde el 30/40 hasta el 120 d.C. Otro de los ejemplares casi completos pertenece a la forma 15/17. Precisamente uno de los escasos fragmentos que falta es el que ocupa la mayor parte de la cartela rectangular con el sello del alfarero, del que sólo se han conservado la primera y la última letra: N-----------O. Otros fragmentos corresponden a otra forma 27, un galbo más de la 15/17, un borde de 36, fragmentos de un cuenco liso de la forma 8, varios bordes más pertenecientes a la 15/17 y quizá otro de la 35, y un pie de la 27 o 35. Sobre el nivel del suelo (UE10) de la estancia aparecieron varios elementos como una fusayola, una cuenta de collar de pasta vítrea azul, agallonada, varios fragmentos de hierro amorfos, y un clavo con cabeza redonda, un fragmento de un anillo de bronce y finalmente un As de bronce

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Excavaciones en Casas de Luján

correspondiente a Tiberio, con la leyenda en el anverso: TI. CAESAR AVG. F. AVGVSTVS IMP y la cabeza laureada de Tiberio a derecha. En el reverso se lee: CLUNIA C. N. POMP. M. AND. T. ANTO. M. IVL. SERAN.IIII VIR, y aparece un toro con cabeza a izquierda. Se trata de una moneda que conmemora la fundación de Clunia por Tiberio. Por último, se aislaron en la UE12 los materiales hallados dentro de la pileta de la H1. Están formados por unos fragmentos de sigillata, entre los que hay una base con pie alto del tipo 5 o similar y dos fragmentos de borde de la forma 27. También se halló una base plana de dolia o recipiente de gran tamaño, y un ímbrice diferente a los apilados en la UE11, ya que tiene mayor longitud: 78cm y menor ancho: 20cm diámetro en el lado estrecho y 29,5 en el ancho. También se localizaron unos galbos de urna globular de pasta anaranjada con restos de pintura en rojo, a base de semicírculos y triángulo con melenas al exterior. Esta técnica no se corresponde con las pintadas de tradición indígena, sino que es aún plenamente indígena, correspondiente a los momentos finales de las producciones locales. Dentro de la pileta se hallaron también dos recipientes completos, consistentes en dos jarras, una de ellas con el cuerpo globular alargado que se prolonga en el cuello, asa geminada y borde cortado; la base tiene pie indicado. Presenta dos series de dos líneas en rojo vinoso, una a la altura en la que descansa el asa, y la otra en mitad del cuerpo. Mide 25cm de altura. La otra jarra tiene el cuerpo más rechoncho, globular con la mitad superior más rebajada, cuello y asa cortos, con ésta que nace del borde, que es con moldura muy ancha. El mal estado de conservación nos impide saber si tiene algún tipo de decoración. Esta jarra recuerda de nuevo las “perulas” para aceite típicas de los alfares populares de Lucena (Córdoba). Aunque los materiales de la pileta pueden considerarse que cayeron dentro de ella al derrumbarse el edificio, las dos jarras y el ímbrice, al menos, parecen haber estado relacionados con la función de la pileta. La existencia del pocillo en el fondo de la misma, permitiría dejar cualquiera de estas jarras para recoger el líquido final que goteara del caño de plomo que comunica con la pileta 3 de H5.

UE23 Son varias las piezas de esta unidad que unían con otras de la UE9 de la H1, al igual que otras de ellas lo hacían con la UE22 que es parte del mismo derrumbe. Por ello tenemos que incluir los materiales de la UE23 junto a los de la H1 ya que deben considerarse como arrastres procedentes de la UE9. Destacamos de nuevo la escasa presencia de fragmentos de dolia y recalcamos la abundancia de sigillata. A pesar de no ser muy abundantes, se hallan de nuevo varios fragmentos de ánfora. Entre las cerámicas comunes encontramos varias asas, una pequeña tapadera con pomo macizo y agujero en el borde para la cuchara, una base umbilicada de recipiente de gran tamaño, media docena de bordes redondeados vueltos y pico de ánade de recipientes medianos, bor-

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des de tapaderas de dolia, bases con pies y pies indicados de cuencos, un borde de cántaro de pastas rojiza con perfil que imita la Dressel 1. Igualmente varios galbos de pasta roja con restos de engobe anaranjado y líneas en negro que deben corresponder a productos de tradición indígena, así como otros bordes con cuello estrangulado y borde abierto cóncavo para recibir la tapadera, característicos de la forma 17 de Abascal. Entre estas producciones destaca una olla con borde horizontal que recuerda vagamente a la forma a la 1 de Abascal, pero con pasta ocre y decoración a base de bandas naranja perfiladas por líneas y dobles líneas en negro. Estas cerámicas son muy comunes a lo largo del siglo I a.C. preludiando las producciones posteriores romanas de tradición indígena que derivarán en los tipos C2 y C6 de Abascal, presentes en la venia Segóbriga. En los Ojos del Guadiana se unen a pequeños caliciformes como el comentado de la estancia H3, en la zona del centro de Ciudad Real, donde tuvimos la oportunidad de excavar una necrópolis de esa fecha que utilizaba ambos tipos de recipientes como urnas, junto a tapaderas de paredes finas (Urbina y Urquijo, 2007). Por lo que respecta a las ánforas se han hallado varios fragmentos de cuellos no atribuibles a una forma determinada. Junto a ellos el borde y arranque de un asa de una Dres. 7-11, y otro borde con un asa y el arranque de otra de una Dres. 2/4. La primera tiene pasta anaranjada y la segunda amarillenta.

SIGILLATAS La terra sigillata es de nuevo el tipo de cerámica más abundante. Dos grandes cuencos de la forma 37b tenían fragmentos en la H1. Uno de ellos presenta friso de circulitos con metopas separadas por espiguillas y series de 3 líneas onduladas a cada lado. En el friso superior de las metopas se representan personajes con diversos elementos en las manos, que deben corresponder a los oficiantes del inicio y los entreactos de espectáculos en el circo. En el friso inferior se conservan dos lanceros en metopas separadas, cada una de ellas afrontada a otras con fieras: un león, y en otro registro un oso. La otra pieza tiene friso de círculos con metopas separadas por 9 líneas onduladas. Sólo se puede distinguir el motivo de una columna que se repite en otra metopa y un ciervo a la carrera. Junto a estas vasijas se recogieron abundantes galbos lisos y algunos decorados con círculos, varios fragmentos de bases con pie de las formas 15/17, 18, 37 y 35, un borde de la forma 27, bordes redondos rectos de cuencos lisos de las formas 27, 49, 24/25, 28 y 15/17, otros bordes de las formas 29, 30 y 37, dos de ellos de esta última con círculos, un borde con hoja en relieve de la forma 36, un borde probablemente de un cazo de la 31, un galbo decorado con guirnaldas y otro con dos perros galgos, dos fragmentos de ollitas de la forma 2, dos bordes de la 44, otro de la 9. Entre los productos sudgálicos se pueden enumerar dos galbos de la 15/17 con la carena abultada, una copita Ritt. 9 y otra Ritt. 8, junto a dos fragmentos de borde de la misma forma. Finalmente un borde en ala, ancho de la forma 36, con el barniz de color rojo-anaranjado y varios fragmentos de un borde engrosado cuyo paralelo formal más estrecho la forma

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Cuenco Drag. 37b UE23

Lamb. 55A o Hayes 88 de la africana D, pero cuyo barniz no se corresponde con las producciones de este tipo. Sería además el único ejemplar de esa cronología. Entre los ejemplares casi completos destacan dos de la forma 15/17, uno de ellos con el sello IVC O P (F), y la base de un plato de la forma 18 con el sello OP(F) MOM. Ambos corresponden a alfareros sudgálicos. Por lo que respecta al primero, Iucundus es un alfarero bien conocido del centro de Montans, que

Sigillatas UE33

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suele firmar con los sellos: OF IUCUN, OF IUC, predominantemente sobre platos de las formas 18, 18/31 y 15/17. Está muy bien representado en la Península Ibérica y sus producciones se encuadran entre Claudio y los Flavios. Paralelos exactos de nuestra marca para la zona valenciana en Ribera i Lacomba (1988-9:186.76 y 200) y en general Oswald (1931:148-9). Por lo que respecta a la otra marca: OP(F)·MOM debe corresponder al taller sudgálico de Mommo (Oswald, 208-9). Este alfarero trabajó en La Graufesenque en el período de Claudio a Vespasiano. Las producciones de Mommo se documentan entre otros lugares en Ampurias, Tarragona, Barcelona, Sagunto, Elche, Tossal de Manises (Ribera i Lacomba, 1988-9), La Serreta de Alcoy (Poveda, 2005), Pamplona, Celsa, Arcobriga y oteros de Andalucía, Membrilla (Ciudad Real), Valeria (Sánchez-Lafuente, 1985), y Segóbriga (Montesinos, 2004:63). Hay un paralelo exacto de nuestro sigillum en la marca 9A de Hartley y Dickinson (2008:173), que lo sitúan en los años 65-80 d.C. alargándolo otros autores hasta Trajano.

Sigillatas del alfar de Segóbriga y molde

Dejamos para el final el comentario de 5 fragmentos de galbos de una peculiar producción, caracterizada por una pasta porosa de color carne con un barniz anaranjado poco adherente que en su mayor parte se ha perdido. Están decorados con círculos

Sigillatas UE 23

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concéntricos de 2, 3 y 4 círculos, en dos frisos, y separados a veces por aras. Se trata de una producción de mala calidad. El examen de uno de los moldes hallados en Segóbriga (Sanfeliú y Cebrián, 2006: Fig. 2.6) nos muestra que es idéntico al fragmento nº 82 y nº 85 de las piezas que estamos comentando. En concreto, nuestros fragmentos poseen 4 círculos concéntricos, el exterior segmentado, y un ara (que no se conserva completa en uno de ellos) separándolo, suponemos que de un nuevo círculo. Estos motivos se repiten de forma idéntica en al menos dos de los moldes hallados en la ciudad de Segóbriga (Ibidem, fig. 2.6 y 7). De este modo creemos haber podido identificar sin lugar a dudas la producción del taller de Segóbriga, que sus descubridores sitúan desde finales del s. I al s. II d.C.

H5 Falta sólo por comentar los escasos hallazgos realizados en la H5, en parte debido a que la mayoría de la estancia está ocupada por piletas, y también porque al quedar fuera de la traza no se nos permitió la excavación completa de la mayor de las piletas (EM6). Entre las cerámicas encontradas hay un borde engrosado, otro vuelto con hombro marcado y una cazuela con borde engrosado al interior, grises, de cocina; dos bordes de cántaros o jarras grandes, engrosados cuadrados, y otro más con arranque de asa, un borde redondeado de cuenco, y una base con pie indicado; todos ellos en pastas ocres, y varios bordes vueltos de pequeñas ollas comunes de pasta rojiza. Entre los fragmentos de sigillata destacan dos galbos y un borde de 37 decorados con círculos, dos galbos de la carena de sendas 15/17, dos bordes de la 29, y otros galbos lisos y decorados con círculos, y casi la mitad de un cuenco liso de la forma 8. Además algunos fragmentos de plomo, otros de plaquitas de bronce y un clavo de hierro de cabeza redonda. Estos materiales se reparten por las tres piletas y el pasillo de entrada, sin que haya elementos significativos dentro de las mismas como ocurría en la pileta de H1, sino que deben proceder de los derrumbes del edificio.

ESTUCOS Además de los hallazgos cerámicos y los escasos metales que hemos comentado, en todas las estancias de la almazara se encontraron fragmentos de estuco. La decoración, en base a estos fragmentos parece ser a base de un fondo de color amarillo con un zócalo en rojo, y bajo él una franja negra o gris oscuro que lleva una línea roja. Probablemente se trate de la decoración inferior de las paredes, a las que deben pertenecer los fragmentos recuperados. También se hallaron fragmentos del mortero sobre el que se disponía el estuco. Sobre la tierra de las paredes se disponía una capa de 4cm de mortero de cal y arena blanco. Esta capa se remata con incisiones en espiguilla para facilitar el agarre de la nueva capa. La nueva capa tiene 1,8cm de grosor y su color es ahora rosáceo. Sobre ella se dispone el enlucido de la pintura que tiene un grosor de 0,5mm.

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Estucos de las estancias de la almazara

2. BALNEA NATATIO (H10) La piscina y la estancia en la que se halla, estaban cubiertas por los materiales procedentes de un derrumbe que habían colmatado totalmente este espacio. Aunque este derrumbe era bastante homogéneo en su conjunto, diferenciamos tres niveles separados por la capa superior del derrumbe que cubre toda la H10 (UE24), y la parte inferior que se concentra en la natatio exclusivamente, con dos unidades que corresponden de nuevo a la capa superior (UE29) y la inferior (UE30).

UE24 DOLIA En la UE24 se hallan las mayores concentraciones de fragmentos de dolia de toda la extensión excavada. Entre ellas, se han distinguido tres tipos fundamentales en función de sus bordes. Uno de ellos (tipo1) presenta el labio entrante horizontal, a veces ligeramente hundido en la parte superior y remate recto curvado. El borde constituye un engrosamiento de la pared con un giro de 120º. El perfil del labio se marca claramente al exterior y bajo él presenta un baquetón marcando su anchura que suele ser de 2cm. De este baquetón nace un asa geminada, gruesa pero de pe-

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queño tamaño. Los ejemplares completos debían llevar 4 de estas asas. El cuerpo está decorado con series de baquetones dobles, de las que debe llevar dos o tres, una a la altura del hombro, otra en el centro de la panza, y otra en el tercio inferior del cuerpo. Se dan siempre en pastas ocres a veces con acabados exteriores y/o interiores anaranjados. Este tipo de dolia es común en yacimientos republicanos desde el siglo I a.C.: Numancia, Botorrita, etc., hasta el período augusteo. Ya comentamos la aparición de algunos ejemplares en el vicus de Las Madrigueras y el cercano yacimiento indígena republicano del Cerro del Gollino, en Corral de Almaguer (Santos, Perea, Prados, 1998: fig10.1, estando presentes igualmente en Segóbriga encuadrados dentro de la cerámica celtibérica en la forma Vegas 49.4 (Almagro y Lorrio, 1989: Fig. 38,4). Según Beltrán Lloris es en época de Augusto cuando se producen una serie de variantes sobre esta forma desde la Oberanden 112, con labios triangulares aún horizontales: Oberanden 113 y 114 (Beltrán, 1990:260-1). Otro de los tipos (tipo2) presenta el borde abultado como prolongación de la pared en posición casi vertical. Puede identificarse con el tipo 49.6 de Vegas. Esta variante es mayoritaria en pasta ocre aunque hay algún ejemplar con pasta anaranjada. Finalmente, uno de los tipos más abundantes en el yacimiento (tipo3) lo constituye una variante de los labios triangulares Oberanden 113 y 114. Se trata de labios alargados y curvados al exterior, que se disponen en horizontal o en oblicuo, inclinados hacia el interior del recipiente donde el labio es más estrecho, recodando el perfil de una chapela. Pueden ser gruesos o más delgados, acorde con el grosor de las paredes que siempre es menor que en los tipos de dolia anteriores. En este caso las patas suelen ser anaranjadas o rojizas, con algún ejemplar en ocre, del mismo modo que los dobles cordones ganan en porcentaje a los dobles baquetones en la decoración del cuerpo.

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Dolias.

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En los tres tipos las bases son planas, pudiendo tener talón o no, y estrechas, rara vez por encima de los 30cm de diámetro. Por su parte las bocas oscilan de los 40-50cm de diámetro al interior a los 50-60cm al exterior. En la UE24 se han localizado fragmentos de un total de 20 ejemplares de dolia. Junto a las dolia se han hallado algunos fragmentos de las grandes tapaderas cónicas de borde recto, así como el borde engrosado y redondeado de otro recipiente de gran tamaño de al menos 50xcm de diámetro, así como un ejemplar de borde abierto cóncavo con estrías al interior, de sección cilíndrica, y otra pieza similar sin estrías. Una pieza similar se localizó en Madrigueras. Las estrías interiores pudieran indicar que nos hallamos ante una colmena, ya que recipientes similares son conocidos desde época ibérica en el Levante español. No obstante, no descartamos otros usos, ya que las estrías son adecuadas para el embreado de las vasijas.

Dolias.

Columela da algunas indicaciones relativas al cuidado de las vasijas en donde se guarda el aceite: Pero las tinajas grandes y pequeñas en que se guarda el aceite, no sólo se han de cuidar en aquel tiempo en que la necesidad de poner cobro al fruto obliga á ello, sino luego que las han desocupado los tratantes, debe al instante la casera dedicarse á sacar las heces ó alpechin que hayan quedado posadas en el fondo de ellas, y a lavarlas, no con legía caliente, no sea que suelten la cera, lo que se repetirá una y muchas veces. En seguida se frotará ligeramente con la mano, y se lavarán muchas con agua tibia y después se enjugarán muchas veces con una esponja para secar toda la humedad. Algunas personas deslíen barro de alfareros en agua para hacer una especie de hez líquida, y así que han lavado las vasijas, las bañan por dentro con esta especie de licor y lo dejan que se seque. Después, cuando tienen necesidad de servirse de ellas, las lavan con agua pura, algunos lavan primero las vasijas con el alpechín; en seguida con agua, y las secan; después dé lo cual examinan si las tinajas necesitan cera nueva. Pues los antiguos dijeron que convenía encerar las tinajas a cada seis cosechas poco más ó menos; lo que no entiendo que pueda hacerse, porque así como las vasijas nuevas, si se calientan, ad-

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miten con facilidad la cera derretida, del mismo modo no creo que las antiguas sufran el encerado a causa del jugo aceitoso en que están empapadas. Libro 12, Cap. L.

COMUNES Otros fragmentos de vasijas de almacenamiento son un cuello de pasta roja con arranque de asa desde el borde, encuadrable genéricamente en el tipo 38 de vegas, un galbo con arranque de asa y 4 bordes de grandes jarras o anforoides, uno con el borde engrosado al exterior de sección triangular con moldura asimilable a tipos como Ober 43ª o 51, otros dos engrosados y abiertos, uno de ellos con digitaciones, y otro horizontal similar al tipo 3 de las dolia. Todos ellos son recipientes de buen tamaño encuadrables genéricamente en los tipos 38 y 39 de Vegas. También se hallaron algunos bordes vueltos de pastas grises y con restos de pintura roja, pertenecientes a vasijas globulares de tamaño mediano, y tan sólo un fragmento de tapadera, otro de cuello de botella y un borde engrosado al exterior de sección cuadrada de cerámicas grises de cocina.

ÁNFORAS Aislamos 7 fragmentos de ánforas, de ellos dos asas pertenecientes a una Dres. 2/4 y el arranque de otra probablemente de una 7/11, junto con galbo de base maciza, una base con maciza con acanaladura en espiral tal vez de Dres. 2/4 ó 3, y el arranque de otra base maciza probablemente de la misma forma. Incluimos junto a los anteriores un fragmento de cuello ocre con acanaladura en espiral al interior similar a la acanaladura de la base maciza. Todas ellas tienen pastas anaranjadas muy claras, excepto una de las asas de Dres. 2/2 y el asa Dres. 7/11. Anfora UE24 y Conquius UE22

UE29 Bajo los acúmulos de fragmentos de dolia, tejas, piedras y ladrillos de la UE24, se desarrolla un nivel con arcillas en el interior de la piscina (UE29). Se trata de un nivel de transición en

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el que se documentan algunos ejemplares cerámicos de cocina formados por 2 borde engrosados de ollas y dos bases umbilicadas grises, y dos bordes engrosados al interior de cazuelas negras. Varios fragmentos de galbos, alguna base con pie indicado, cuellos de botellas y bordes reentrantes de cuencos en pastas ocres. Destaca la presencia de 6 asas de distintas jarras y otras asitas pertenecientes a recipientes pintados de tradición indígena, con engobe anaranjado y líneas en negro, junto con el borde de un ollita de la forma Abascal 18a. También se documentan varios bordes vueltos y de pico de ánade en pastas rojizas, y dos bordes abultados con cuello estrecho de pequeñas jarras. Anfora UE23.

UE30 En la parte más baja excavada de la piscina vuelven a aparecer fragmentos de dolia de todos los tipos, aunque en menor proporción que en la UE24. tipo 1. De nuevo los galbos presentan dobles cordones o baquetones, y el tipo 3 de borde está representado por ejemplares de pastas rojizas. Aparecen asimismo varios bordes de tapaderas de dolia. Uno de los fragmentos de borde del tipo 1, presenta una marca incisa en la pasta con las letras NIC. En esta UE así como en la 24, se hallaron varios fragmentos de lo que parecen base de dolia pero más estrechos, de 10cm, más gruesos y de mejor factura que las bases de tinajas, además de presentar la peculiaridad de tener un agujero en el centro de la base realizado al fabricar la pieza, de 1,6cm de diámetro. Esta agujero anula la posibilidad de que se trate de una base. Piezas similares serían los tubos documentados

Dolia con grafito y base de tubo afusado.

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como sistema de construcción de bóvedas y cúpulas, usuales en baños y termas, llamados tubos afusados, cuya función es la de dejar pasar el calor y aliviar el peso de los arcos. Algunas de las piezas del sistema para la cúpula del caldarium y tepidarium de las termas republicanas de Cabrera del Mar, Barcelona (Martín, 2000: fig. 4), colocada con la base agujereada hacia arriba, son muy similares a las fragmentos de Casas de Luján. Además de las dolia y las sigillatas que comentamos a continuación, se halló un fragmento de asa de ánfora Dres. 2/4. De pasta ocre-marrón se halló el cuerpo de un ánfora a la que le faltan las asas, el borde y la base. El cuerpo cilíndrico tiene 54cm de longitud y 26 de diámetro. Conserva el hombro con el arranque de las asas geminadas, y dos pequeñas acanaladuras a la altura del arranque del asa y en el inicio del cuello. Debe corresponder a una Dres. 2A con el hombro curvado sin carena. Se documentó también un borde ahuecado y cuerpo de tendencia cilíndrica de recipiente similar a los anteriores posiblemente relacionados con la miel. Tampoco posee en este caso estrías al interior, pero sí un agujerito de 0,8mm de diámetro en el arranque del borde. Igualmente un fragmento de tubuli con borde machihembrado similar a los hallados en la Cloaca II de Madrigueras, pero de menor tamaño, semicircular con 22cm de diámetro. Entre los fragmentos de sigillatas se hallaron restos de una copa Drag. 37a decorada con dos frisos de círculos segmentados dentro de los cuales se representan arbustos. Entre el resto de fragmentos se halla otro borde y galbo con círculos Drag. 37a, un borde un galbo y un pie de Drag 27 (no de la misma pieza). El pie conserva el inicio o final de una cartela rectangular con los signos II de la marca del alfarero. También apareció una ollita de la forma 2, un borde de 15/17, varios galbos lisos, otros con círculos y dos bordes y varios galbos n o identificables. Destacamos un borde de la forma 37 con el barniz anaranjado y en parte perdido que debe corresponder a la fabricación local de Segóbriga, ya la pasta y el barniz son similares a los fragmentos con círculos comentados anteriormente. Finalmente comentamos la parición de 8 fragmentos de bronce, 3 fragmentos de vidrio, y más de 40 clavos de hierro, 28 de los cuales están completos con largos de 8-12cm, la mayoría de cabezas redondas y algunos sin cabeza. Estos clavos se hallaban en ocasiones junto a grandes bloques de estuco.

H11, H12 y H13 En el tepidarium y caldarium los hallazgos cerámicos han sido escasos, se reducen a un borde de dolia del tipo 1 y un fragmento de hierro en el tepidarium, y varios galbos de dolia y dos asas de grandes jarras en la H12. En la H12 se hallaron unos fragmentos de hierro que están formados por una especie de manilla y un vástago con abultamiento central. Son de sección cuadrada de 0,8mm, huecos. Junto a ello aparecieron otros dos objetos de hierro consistentes en otra manilla corta y gruesa y un vástago de 20cm de largo de sección circular y también hueco, ambos con forma de L. Hay otros dos fragmentos, uno de ellos similar a parte del vástago de las segundas

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piezas, y otro más pequeño con forma de pequeña boya con un pestañita en la parte superior. Da la sensación de que nos hallamos frente a unos mecanismos relacionados con el agua. La primera de las piezas parece una llave, para dejar o cerrar el paso al agua y las segundas también semejan grifos que al girar hacia un lado u otro podrían dejar pasar el agua a voluntad. Si estuviéramos en un baño moderno diríamos que cada una de las segundas piezas serviría para el agua caliente y fría. En la H13 o praefurnium, entre los derrumbes de piedra y ladrillos y numerosos restos de carbones, se recuperaron 72 fragmentos de una vasija de perfil bitroncocónico, de unos 40cm de altura, con la base umbilicada, pero que ha perdido el borde. La pasta es gris claro al interior y ocre amarillento al exterior. Pudiera tratarse de una tinajilla de las que fueron tan populares en la Segunda Edad del Hierro, aunque la factura es romana. Se recuperaron también 65 fragmentos de otras dos vasijas de tendencia globular con la patas anaranjada, y varios bordes vueltos que pudieran corresponder a las mismas. Este tipo de urnas globulares nos remiten también al mundo de la Edad del Hierro o indígena, si se prefiere.

H12, Caldarium. Tégulas y tégulas mammatas.

Otros materiales son los 15 fragmentos de la base con pie indicada y el galbo inferior de otra vasija de pasta ocre con paredes muy gruesas, el borde engrosado y el arranque del cuello de una jarra de buen tamaño, varios fragmentos de bases umbilicadas, varios galbos de pastas ocre de vasijas de gran tamaño, un asa y dos bordes de cuencos y uno

Piezas latericias del Caldarium y Praefurnium.

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Excavaciones en Casas de Luján

redondeado con galbo recto de un pequeño lebrillo. Finalmente, un pie muy realzado de 5,5cm de diámetro en terra sigillata, de un cuenco tal vez perteneciente a la forma 24/25 o 35.

ESTUCOS Aunque en los perfiles de las estancias H11 y H12 quedan restos de estuco claramente visibles, en la excavación no se recuperó ningún fragmento. Por el contrario en la H10 de la natatio se recuperaron las mayores cantidades de este material. Queda algún resto conservado in situ en la base interior de EM18, sobre el suelo de opus signinum del muro de cierre Norte de del frigidarium. Los restos se reducen a una línea roja sobre un fondo blanco. En la parte interior del muro Oeste de la misma estancia (EM17) se conserva in situ la parte baja del enlucido de estuco con 80cm de altura y los derrumbes de las partes más altas en un paquete con restos de la pared que ocupa toda el espacio hasta 80cm de altura sobre el suelo de opus signinum de este lado Oeste de la habitación. Tan sólo hemos podido rescatar algunos fragmentos cerca ya de la natatio, extraídos al excavar el frente de los ortostatos de la piscina y el borde del suelo de opus signinum. Estos fragmentos presentan un fondo blanco sobre el que se desarrollan motivos de marcos de cuadros, uno de ellos en el que parece coincidir dos marcos, tiene dos líneas separadas en rojo, espacio en blanco, otra línea en rojo más ancha, otra en amarillo más ancha aún, una en blanco más estrecha, otra vez amarillo y rojo. Arranca en un lado en oblicuo con un ángulo de 120º otro marco con la combinación rojo, amarillo y blanco. Junto a numerosos fragmentos con líneas rojas y rojo y

Fragmentos de estuco con motivos vegetales de la pared Oeste.

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amarillo, siempre sobre un fondo blanco, se distinguen un fragmentos con un pequeño cuadro en rojo, otros marco combinando amarillo, rojo, blanco en distintos grosores, cuadros en rojo con fragmentos de círculos en rojo dentro de los cuales irían otros motivos, cuadros en rojo con motivos vegetales, un fragmento con marco combinando líneas rojo y amarillo con una planta en flor de lis de tres hojas y circulito rojo sobre ella, dentro de él, que debe formar parte de un motivo más complejo como se aprecia en otro fragmento en donde aparece esta planta repeti-

Fragmentos de estucos de las paredes del frigidarium

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da cada 7cm sobre un franja de 10cm enmarcada por marco en amarillo. De la parte alta cuelga una rama con tallos en rojo y 4 hojas, una se ha perdido y otras más en verde, y a su derecha se conserva parte de una planta con hojas en verde y rojo.

Fragmentos de estucos azules del techo del Frigidarium.

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Materiales

En resumen, y con todas las reservas que unos fragmentos no mayores de 10x10cm permiten hacer, parece que esta pared estaba decorada con motivos vegetales encuadrados en marcos formados por combinaciones de líneas en rojo y amarillo, jugando también con el fondo blanco. El color verde parece reservado para ciertas partes de las plantas. Distintos fragmentos muy pequeños en rojo y otros en azul pudieran pertenecer al derrumbe del interior de la natatio (UE30). Los colores aquí son distintos, con predominio de los azules y se conservan pedazos de pared mayores. No obstante optamos por excavar tan sólo hasta la mitad de la altura de la piscina ya que el terreno estaba en exceso húmedo y comenzaba a florar el agua. Entre los fragmentos recuperados los más abundantes son los pintados en azul, varios de los cuales presentan una capa de mortero de 0,5cm con un frente basto pintado en color rosáceo. En otros fragmentos azules encontramos marcas de yeso adheridas formando cuadros con un lamparon circular en el centro o franjas entre las que hay líneas con equis sobre ellas, así como cruces con aspas. Imaginamos que todos estos motivos colocados sobre la pintura azul servían para realizar motivos en relieve que se combinaban con un fondo azul, tal vez simulando arquitecturas, como parecen indicar los numerosos fragmentos de molduras hallados, entre ellos uno que conserva 1/8 de arco con tres estrías. Volvemos a encontrar marcos que combinan líneas en rojo y amarillo, y otros dobles marcos, con la franja blanca sobre la que se disponen dos rojas, una amarilla de 5 veces el ancho de las anteriores y otra roja, estando ahora el interior del marco cubierto de azul. Otro de los motivos es una banda roja con remates ondulados, y se conservan fragmentos con trozos de círculos, cuadrados y ramas, en rojo, algunos en rojo con salpicones de yeso, y varios fragmentos con motivos florales que combinan el rojo y el amarillo, o el rojo y el anaranjado. Uno de ellos en concreto se dispone dentro de un marco formado por dos líneas rojas separadas, al interior crece un planta con tallos largos en abanico, en rojo los de los lados y en amarillo los más verticales. Este motivo se repite y sobre él se adivinan dos círculos en rojo de unos 20cm de diámetro con flores de ocho pétalos en tojo en el interior de los círculos. Otro motivo presenta trazos circulares en anaranjado y un desarrollo en rojo y azul muy perdido. Finalmente hallamos pequeños fragmentos con fondo amarillo y trazos curvos en rojo y otros con fondo azul grisáceo, motivos curvos, probablemente florales con finas líneas en rojo y espacios que marcan estas líneas rellenos de amarillo. No descartamos que los fragmentos de estuco caídos sobre la natatio pertenezcan a un techo abovedado como es común en termas y balnea, en todo caso hay indicios suficientes para imaginarnos una estancia con paredes pintadas y columnas y columnillas adosadas para separar paneles de la pared, así como diversas molduras y frisos que podrían marcar la línea de remate de la pared e inicio de la cúpula, para la que el color azul es muy indicado. Lo fragmentario de la muestra no permite encuadrar con precisión estas pinturas dentro de uno de los estilos pictóricos romanos. Conservamos fragmentos que podrían encuadrarse dentro del tercer estilo y la presencia de las molduras y fragmentos de columnas de estuco podrían llevarnos al 4º estilo.

115

Excavaciones en Casas de Luján

Clavos de los estucos del techo.

Estos aspectos son de gran interés ya que, como comentaremos más adelante, el frigidarium se estaba construyendo cuando acaeció la ruina del edificio y marca por tanto el momento final del yacimiento.

MOSAICO A pesar del estado fragmentario del pavimento de mosaico hallado en el caldarium de los balnea, gracias a un paciente trabajo de excavación y reconstrucción de los motivos, ha podido ser reconstruido el diseño del mismo. Como puede comprobarse se trata de un diseño geométrico compuesto por la alternancia de teselas blancas y negras (verde oscuro en realidad). Gracias a la conservación in situ de la parte de acceso al tepidarium podemos reconstruir también el borde del mismo. Consta de un fondo blanco sobre el que se dispone una franja de 3 teselas en negro formando un marco y dejando 23 teselas en blanco hasta el borde de la estancia. Sigue otra franja de tres teselas en blanco y de nuevo un franja en negro de dos teselas sobre la que comienzan a distribuirse los motivos geométricos. La composición es en cuadriculado con estrellas de ocho losanges y rombos que enmarcan cuadrados. Estas losanges y rombos están formados por hiladas de dos teselas en negro, y lo rombos llevan un cruz de cinco teselas en el centro. Los cuadrados también están formados por filas de dos teselas. El remate del borde arranca con un rectángulo formado por medios cuadrados. Los elementos más variados son los motivos que se disponen en el centro de los cuadrados, y que en los 12 documentados no se repiten. Entre estos motivos se halla un rombo que cu-

116

Materiales

Detalles constructivos del Caldarium.

bre todo el cuadrado, con alternancia de teselas blancas y negras en ajedrezado, una flor de 4 pétalos, un círculo con trazo de tres teselas de ancho alternando también en ajedrezado las blancas y negras, un rombo en negro con una cruz de 5 teselas blancas en el centro, un cuadrado igualmente en negro con 5 teselas en el centro en damero, dos triángulos en negro afrontados por el vértice, dos peltas en negro también afrontados, dos rombos en negro con sendas cruces de 5 teselas blancas en los centros, un rombo con línea de una tesela negra con dos rombos dentro en negro y dos en blanco, un marco en la parte más ancha del cuadrado, de tres teselas de ancho combinando blanco y negro en ajedrezado, y una composición con líneas negras consistente en dividir el cuadrado en 9 cuadrados más pequeños con una estrella de ocho puntas en los cuadrados centrales, un punto negro en los cuadrados en blanco laterales y una cruz de 5 teselas en negro en el cuadrado central. El motivo general queda claramente establecido mientras que los motivos interiores de los cuadrados, que son los dan más diversidad y dinamismo al conjunto, son diversos ofreciendo

117

Excavaciones en Casas de Luján

múltiples combinaciones que nos es posible deducir de los fragmentos excavados para la totalidad del pavimento. La composición geométrica unida al bicromatismo del pavimento son signos de antigüedad que están en uso en el mundo romano tardorrepublicano. El desarrollo del Segundo Estilo de la pintura y el uso del mármol en los pavimentos, producen un cambio en los gustos de los mosaicos extendiéndose los modelos en blanco y negro hacia el cambio de Era fruto del gusto por el clasicismo y la austeridad a comienzos del Principado (Dunbabin, 1999; Hidalgo, 1991).

Diseño del mosaico.

118

Materiales

Pero también supone un ahorro con respecto a los pavimentos coloreados, de modo que se generaliza el uso del mosaico que cubre cada vez espacios más extensos. A mMediados de la primera centuria va creciendo el tamaño de las teselas que a menudo llegan y superan 1cm2, siendo más irregulares en tamaño. Los motivos geométricos una vez diseñados se van haciendo más complejos y sofisticados, siendo fácilmente variados por los artesanos regionales. Uno de los motivos de mayor éxito es precisamente el de estrellas de ocho rombos enmarcando cuadrados, que se desarrollará con innumerables variantes a lo largo de los siglos siguientes. Podemos ver las diversas combinaciones de mosaicos cuadriculados con estrellas de ocho losanges en los diseños recopilados por Balmelle et alii (1985) de entre los que se hallan más próximos al de Casas Luján los de las figuras nº 173 y 174, y ya con hexágonos en vez de cuadrados los nº 176 o 214. Como puede apreciarse en estos diseños, el motivo básico admite múltiples combinaciones y así vamos a encontrar diseños mucho más desarrollados que aprovechan no sólo las posibilidades de combinación geométricas, sino el propio policromatismo, en ejemplos españoles más tardíos (como bien menciona Dunbabin, 1999: 293) como son el mosaico de Itálica conservado en el museo de Sevilla (inv. 786) y datado a mediados del siglo II d.C. o el del triclinio central de la Casa I de Taracena, de Clunia, conservado en el MAN, que juega ya con el cromatismo más que con el diseño geométrico. Esta casa fue excavada primero por Tarecena y luego por Palol, siendo difícil de establecer con precisión su cronología, que genéricamente se sitúa entre los siglos II-III d.C. (Palol, 1969). Ambos mosaicos presentan un diseño exacto al nuestro aunque, lógicamente más elaborados en la composición cromática, hay que destacar que el Sevilla tiene los remates como el da Casa Lújan, con medios cuadrados y medios rombos que separan los brazos de la estrella de 8 losanges Muchas otras referencias a este popular motivo y sus variantes en Hidalgo (1991: 330-3). Cuando Ovadiah publica su trabajo sobre mosaicos geométricos (1980) el diseño de de estrella de ocho losanges y cuadrados (H6) sólo se documentaba en Pompeya a mediados del siglo I a.C. pensando que había sido creado allí por artesanos locales (Ovadiah, 1980:138). También de ese momento es el empleo de la pelta (modelo I14 de Ovadiah) localizado igualmente en Pompeya y Reggio Emilia. Un modelo similar al de Casas Luján aparece en la Casa VII.6,7 y Casa VIII.5 de Pompeya (Ovadiah, 1980:Fig. 85 y 90), otro en Fossombrone (Ovadiah, 1980:Fig. 31) y Reggio Emilia (Ovadiah, 1980:Fig. 116). Estos son los modelos más parecidos a Casas Luján, si bien los juegos entre el blanco y el negro se producen de distintas maneras. En palabras de Hidalgo: la estrella de ocho losanges constituye un esquema decorativo muy antiguo, documentándose en Pompeya en el s. I a.C. En cuanto a su origen, posiblemente se trata de la adaptación de una decoración propia del opus sectile al tessellatum. En los pavimentos más antiguos se representan las losanges en negro sobre fondo blanco, añadiendo polígonos, generalmente cuadrados, para completar el esquema (1991: 331). Resumiendo todas estas informaciones tenemos que concluir que nos hallamos ante un ejemplo muy temprano del empleo de mosaico en el centro de la Península Ibérica, que admitiría perfectamente una data de época augustea, si bien ateniéndonos al criterio de la irregularidad de las teselas y de su tamaño en torno a 1cm2, podríamos llevarlo e época de Tiberio o Calígula.

119

Excavaciones en Casas de Luján

3. LÁMINAS DE MATERIALES

Dolias UE24.

Dolias UE24.

Dolias y grandes recipientes.

Anfora UE30.

120

Materiales

Ánfora UE24.

Ánforas.

Fragmentos ánforas UE21, 24.

Ánfora y botella UE22.

Asas y cuellos UE 29 y 24.

121

Excavaciones en Casas de Luján

Botellas.

Jarras UE9.

Botellas H1UE12.

122

Materiales

Varios UE22 y 23.

Comunes.

Comunes UE19 24 29.

Morteros y ollas comunes.

123

Excavaciones en Casas de Luján

Cocina cuencos UE22.

Cocina UE7y 9.

Ollas cocina UE22.

Ollas UE22.

124

Materiales

Jarras cocina UE22.

Sigillatas UE 15-17.

Pintadas.

Pintadas.

125

Excavaciones en Casas de Luján

Sigillatas UE9, 11.

Drag 37 UE22.

Sigillatas UE22

UE30.

126

Materiales

Sigillatas UE9 13.

D37B UE22.

127

Excavaciones en Casas de Luján

Sigillatas UE23.

Sigillatas varias.

Mammatae.

Molino y hierro UE35.

128

Materiales

3. INVENTARIO DE MATERIALES SUPERFICIE 2

frgas tubitos de cobre.

4

frgs de vidrio.

HABITACIÓN 1. ALMAZARA H1UE9

42 Galbos dolia y otras vasijas pequeñas, + frags Tégula, +1 frag ladrillo. 20 Galbos dolia doble baquetón pasta ocre, 5 pasta rojo.

1

Base pie indicado, talón, ocre.

2-4

Tapadera dolia, ocre.

5-6

Asas geminadas.

7-17

Bases dolia planas, pasta rojo.

18, 20-25

Borde horizontal en ala tipo kalathos, lebrillo, pasta ocre.

19

Borde entrante dolia pasta ocre.

28-34

Borde redondeado de cántaro con cuello estrecho, ocre.

39-140

Borde redondeado abierto, cántaro con cuello estrecho, ocre.

35-38 y 152-162 Jarra de gran tamaño, cuerpo alargado no redondo, dos asas a distinta altura, borde redondeado, similar a las anteriores, base en omphalos. 40

TSH Borde Dr 37a.

41-51

TSH Cuenco liso Mezq 8

52-57

TSH Cuenco grande Dr. 37 decorada con metopas, ciervo y figura humana.

58-9, 67, 72

TS Bordes rectos redond 15/17, 33 o similares

60

TS Pie anular curva int Dr 27 35 o similares

61

TS Borde ala Dr 36

62

TS Galbo decorado metopas

63

TS Galbo liso

64, 66

Bordes vueltos ollitas ocre, pequeñas quizá pint. ind.

65, 69, 74

TS Pies anulares

68, 70-1

TS Copa Dr 27

73

TS Galbo Dr15/17

75

Tapadera gris cocina 20cm Ø. Pomo para agarre.

76-79

+ 300gr galbos. Olla gris-negro cocina,borde saliente redondeado.

80-90

Bordes gris-negro cocina cuadrados excepto: 84 engrosado int cuenco, 81 borde apuntado, 87 borde apuntado hombro marcado,

91-100

TSH Cuenco Dr 37 pequeño, decoración en metopas, muy perdida.

101-107

TSH Dr. 37 decoración círculos.

108-130

TSH Dr 15/17 sigillum perdido, muy largo: N-----------O.

163

Base plana dolia

164-66

Bases planas urnas

167

Asa, blanco.

168-9

Bordes tapaderas dolia.

170

Borde urna pico ánade, ocre.

171

Borde pico ánade con moldura para tapa.

172

Borde pico ánade tinajilla.

129

Excavaciones en Casas de Luján

H1UE10 Fusayola Carbón. ½ Cuenta colla pasta vítrea azul, agallonada. Varios frags de hierro amorfos, y 1 clavo cabeza redonda. As de bronce Anv. TI. CAESAR AVG. F. AVGVSTVS IMP. Cabeza laureada de Tiberio a derecha. Rev. CLUNIA C. N. POMP. M. AND. T. ANTO. M. IVL. SERAN.IIII VIR H1UE11

3 frgs. ímbrice.

1-2

TSH Dr 27. Sigillum GUILIANI

1

clavo de hierro cabeza cuadrada.

H1P1UE12

12 Galbos negros cocina.

1

Base plan interior estriado, tapadera.

2-3

TSH bases. ¿Mezq 5?

4-5

Bordes rectos redondeados TS ¿Dr27?

6-8

Galbos pintados ibéricos, en rojo, triángulo y semicirc. con melenas. Vasija 1 Jarra cuerpo globular estilizado, cuello largo, borde cortado asa larga,pintada 2 series de 2 líneas rojo vinoso. Vasija 2 Olpe con cuerpo globular, cuello estrecho, borde ancho y asa al borde. Frags madera. 1 Imbrice

HABITACIÓN 2. ALMAZARA H2UE6

33 Galbos dolia, 2 tinajas 1 ocre, 1 ocre pasta marrón pared 3cm. Cordón doble 9, Baquetón doble 9, mixta cordón-baquetón 2.

1-3

Bases planas dolia ocre.

4

Borde ánfora pasta rojiza,

5-7

Base cuenco, pie indicado.

8-11

Borde entrante curvado, dolia ocre.

12-13

Tapadera dolia, ocre. Fragmentos de estuco rojo, amarillo y negro.

H2UE7

2.300gr. Galbos. + 31 galbos negro cocina con marca dedos interior.

1-19

Bordes tapaderas dolia, +22 galbos.

20-2, 25

Base umbilicada, ocre.

23

Asa doble, ocre.

24-28

Bordes vueltos, urnas ocre.

29-30, 33

Borde recto cuenco ocre.

31-2

Borde ollita pintada trad indígenea Abascal 18.

34-43

Ollita negro-gris cocina borde engrosado ext cuadrado, galbo con arranque asa.

44-49

TSH Cuenco Dr. 15/17

50-1

Borde TSH Dr. 37 decorada.

52

Base pie TSH

53-57-8

Bordes TSI Goud. 13 o 24

54-6

Galbos TSH decorados círculos y líneas con espiguillas en metopas. 1 Frag Bronce, laminita en forma de cartel.

130

Materiales

2 frags vidrio, galbos 3 frags cuchillo de hierro 2 frags punzón cuerpo cuadrado, punta. HABITACIÓN 3. ALMAZARA H3UE4

18 Galbos dolia pasta ocre. + 6 doble cordón + teja pasada de cocción. 52 Galbos + 9 TSH

1

Borde dolia redonda, ocre.

2,5

Borde entrante dolia ocre.

3-4

Tapadera dolia, ocre.

6

Base pie, cuenco.

7

Base plana dolia ocre.

8-10

Bordes tapaderas dolia.

11-15

Bordes cuadrados negras cocina.

16-20

Sigillatas (Dr. 37 y tal vez Dr.15/17).

21

Asa

22-24

Base omphalos.

25

Caliciforme pequeño. Fragmentos de estuco rojo, amarillo y negro.

H3UE5 Abrazadera de plomo. 2 clavos de hierro de cabeza redonda. Podón de hierro. HABITACIÓN 4. ALMAZARA H4UE2

6 Galbos + sigillatas.

1-2

Bordes engrosados cuadrados negro-gris cocina.

3-4

Borde curvado al interior, cuenco ocre

5

Borde gris

6

Galbo TSH decorado con círculos

7

Base pie TSH

HABITACIÓN 5. ALMAZARA. ZONA DE PILETAS H5P1UE13

1.520Gr. Galbos

1

Borde redondeado lebrillo

2

Borde engrosado imitación Dr. 1 cántaro.

3-4

Borde cuadrado cocina, negro.

5

Asa geminada.

6

TSH galbo decorado circ. Dr 37

7

Borde TSH Dr 15/17

8, 10

TSH Galbo decorado círculo. 1 clavo doblado en redondo, cabeza redonda, hierro. 1 clavo cabeza cuadrada sección piramidal, hierro. 2 clavos largos (13cm) 1 con cabeza de escarpia plana, el otro redonda.

H5P2UE15

600Gr. Galbos dolia

1-7

Dolia ocre.

131

Excavaciones en Casas de Luján

1 frag plomo 1 frag vidrio, borde ondulado. H5P3UE16

12 Galbos

1-2, 4-6

Cántaro borde engrosado, con asa desde el borde.

2

Base o Tapadera dolia ocre.

7-11

TSH Cuenco liso Mezq 8. 3 frags bronce, láminas, con agujeros. 1 clavo cabeza redonda, corto, hierro.

H5UE19

3.850gr galbos (60% de dolia ocre con dos baquetones.

15

Galbo cuello botella, grueso

16

Borde vuelto hombro marcado, ollita gris.

17

Borde engrosado int cazuela gris.

18,22

TSH Pies anillados.

24

Galbo TSH Dr. 15/17

20-1

Galbo TSH decorado círculos.

19, 23

Borde TSH Dr 37

25, 30

Galbos TSH lisos.

26-9

TSH Bordes rectos redondeados.

31

Borde engrosado cuenco. ¿Dr. 37 o 29?. Fragmentos de estuco rojo, amarillo y negro.

AMB7UE21

Galbos dolia pasta rojo 6,9kg, ocre 8,9kg, mixtos 5,3kg + 12 galbos Galbos cordón 17 Galbos baquetón 22.

1-5

Bordes entrantes dolia pasta ocre.

6

Borde curvado dolia pasta rojo

7-11

Bases planas dolia pasta ocre.

12

Base pie cuenco ocre

13-14

Tapaderas dolia, pasta ocre + 15 galbos.

15

Galbo rojo con arranque de asa, cántaro

16

Borde moldurado cortado horizontal. Ánfora ocre. Ober 74.

17-19

Bordes redondeados tinajas, ocre.

20

Cuello cántaro, ocre.

21

Arranque de asa ánfora pasta verdosa.

22-23

Base cilíndrica, ánfora, pasta roja

24

Base ánfora hueca (¿Apula?), pasta verdosa.

25

Asa doble ánfora, pasta verdosa ¿Dress 2-4?

AMB7UE22

2.250gr negro-gris cocina. 12 galbos pint paredes finas 13 galbos gruesas

1-2

Bordes tapaderas dolia.

3-9, 14

Bordes cuadrados negro-gris cocina, ollas

10

Borde recto negro cocina.

11-17

Bordes vueltos y cóncavos negro cocina.

18-29

Bordes engrosados cuadrados negros cocina, 1 vasija.

30-34

Cuello y asa negro cocina, 1 vasija + 113 galbos.

132

Materiales

35-40

Bordes engrosados cuadrados negros cocina, 1 vasija.

41-45

Bases omphalos negro cocina.

46-49

Cuellos y asa negro cocina.

50-53

Bases planas negro cocina.

52

Galbo curvado negro cocina.

54-59

Borde engrosado cuadrado línea para tapadera negro cocina.

60-65

Borde engrosado int cazuela gris, cocina.

66-67

Cazuela borde engrosado base plana, negro cocina.

68-70

Cazuela carenada negro cocina.

71-72

Galbos negro ext rojo int.

73-80

Bordes engrosados cuadrados negro cocina, 1 vasija.

81-87

Bases planas jarras y cántaros, 4 vasijas.

88, 104, 112

Borde moldurado y Cuello de cántaro con arranque de asa.

89

Borde triangular, cuello, asa y galbo de botella.

90-93, 96-99, 105, 114

Bordes pico de ánade tinajillas.

94, 103, 116

Borde triangular cuenco para preparar alimentos.

95

Borde horizontal en ala.

100

Borde redondeado botella

101

Borde recto pint. Trad ind.

102

Borde cuenco para preparar alimentos.

104, 120-25

Bordes tapaderas.

106

Borde recto cuenco.

107-11

Bordes vueltos cóncavos pint ind. Abascal 17.

113

Borde botella.

115

Borde saliente pint ind. Abascal 18.

117

Borde mortero con filete en borde.

118-19, 126, 128

Bordes curvados al interior cuencos.

127

Asa

129

Borde vuelto ala, tinajilla

130

Borde curvado dolia, rojo.

131

Borde botella con arranque de asa.

132-135

Borde redondeados engrosados y cuello estrechos, botellas.

136

Pezón mammata.

137-8

Bordes tapaderas

139-151

Bases omphalos y planas de tinajillas y urnas.

152-155

Asas.

156

Asa Lucerna pasta verdosa.

SIGILLATAS 157-8

Base pie Dr. 37a decorada círculos con arbusto en el interior.

159-161

Dr. 37a que enlaza con 91-100 H1UE9

162-168

Dr. 37a Metopas con ciervo. Enlaza 52-57 H1UE9.

133

Excavaciones en Casas de Luján

169-187

Dr. 37a Cuenco de gran tamaño, dos series de decoración en metopas con escenas de oficiantes de juegos gladiatorios y lucha con fieras.

177

Pie anillado.

188-191

Cuenco TSG Ritt. 8

192-196

Dr. 37a, círculos con grifo separados por palmeras, y perro debajo.

197-201

Dr. 37a, círculos en forma de soga enrollada.

202-204

Dr. 37a círculos concéntricos separados por columnas.

205-208

Dr. 37a círculos con hojas dentro.

209

Galbo curvado con hoja de parra ¿Dr 37 Gálica?.

210-217

Pomo o ungüentario basto, cborde abierto y base con apéndice. Frag Plomo. Frag Bronce. 24 frags vidrio, (17 una vasija). 15 frgas vidrio, blanco, muy fino, 1 vasija. 7 frags hierro, 3 clavos, 2 grandes.

AMB8 UE23

Galbos 5.400gr. + 700gr. cocina.

1-3

Borde ánfora con arranque de asas, Dr 7-8

4-10

Bordes y asas ánfora Dr. 2-4

11

Galbo ánfora.

12

Borde redondo cántaro ocre

13-16

Galbos cuello ánforas

17

Arranque asa cántaro.

18

Base dolia ocre.

19

Base omphalos, tinajilla.

20

Borde tapadera dolia

21-30

Bordes urnas y tinajillas pico de ánade

31-2

Asas de cinta

33-35

Urna pintada trad indígena, Abascal 1.

36-38

Galbos pintados trad ind. Negro sobre rojo

39

Borde cántaro imitación Dr 1, pasta rojo

40-44

Bordes pintadas, Abascal 17.

45

Asa geminada

46

Galbo pintado negro sobre rojo

47-8

Bordes tapaderas dolia

49-53

Bases omphalos

54-59

Bases con pie, cuencos y tinajillas.

60-73

Olla cocina gris-negro con pigmento rojo al interior. + 700gr galbos.

74-5

Borde vuelto, gris, pared delgada.

76-7

Galbos cuenco pared delgada, gris int. rojo ext.

SIGILLATAS

Galbos 500gr.

78

Borde vuelto en ala, Dr. 36. O Lamb 4 africana A

79

Borde recto, liso, cuenco.

80

Galbo liso.

81-86

Galbos decorados círculos, barniz muy claro y muy perdido.

87-98

Cuenquitos (2) tipo Mezq 2.

134

Materiales

99-109

Dr15/17 sigillum IVC O P. la forma es Hispánica. Iucundus es alfarero sudgálico y en la Rioja.

110-126

Dr 15/17, barniz más claro, Hispánica

127-128

Dr. 44

130-31

Dr. 44, tamaño más pequeño.

132

Dr. 37, molduras y cenefa de circulitos.

133-4

Bordes Dr. 29 o 37

135-6

Borde Dr 37 decorado círculos.

137-140

Dr 27, frags borde y galbos curvados.

141

Borde redondeado.

142

Borde Dr. 30 decorada.

143-4

Dr. 15/17 Galbos con carena de perfil exterior Gálicas.

145

Copita Ritt. 9 Gálica.

146

Ritt 8?. Gálica.

147-49

Lamb 55A Africana D. Tardía.

150

Borde recto doble moldura ext, barniz perdido ext. negro al int. ¿engobada?

151

Dr. 18 Gálica sigillum: OP (II) MOM

152-165

Bases pie. (152, 162 Dr15/17 o 18; 154 Dr 27 o 35).

166

Borde Dr. 37

167-170, 171-2, 174-179

Galbos decorados con círculos

171

Galbo decorado con guirnaldas

173

Galbo decorado 2 galgos.

178

Borde Dr 37

180 180

Dr.37, 30 o29

181,184, 186195

Bordes redondos rectos cuencos lisos: Dr. 27, 49, 24/25, 28, 15/17.

182-183

Bordes Ritt. 8?

185

Galbo Dr. 27

196

Borde ala con hoja Dr. 36

197-199

Cuenco ¿Ludow sh. Gálica?

200

Borde y galbo entre Dr. 30 y Mezq 9.

201-205

Bordes redondos rectos cuencos lisos: Dr. 27, 49, 24/25, 28, 15/17.

206-7

Borde Dr. 29, 30 o 37

208

Asa.Mezq. 12 o 32 6 frags bronce, láminas.

HABITACIÓN 10. NATATIO H10UE24 GALBOS DOLIA: pasta roja 7,9kg, 7,5kg. Con cordón 40 baquetón 18 pasta ocre 13kg, 8,9kg, 8,3kg. Con cordón 17, baquetón 14 lisos 5 28 galbos baquetón pasta ext ocre int rojo GALBOS varios.

2,8kg.

1-3

100 y 109, Bases planas dolia pasta ropa

4-24

Bordes dolia pasta roja (4-5 entrantes, 6-24 perfil curvo, 16-24 baquetones bajo borde). Total 8 vasijas.

135

Excavaciones en Casas de Luján

26-55

Bordes dolia pasta ocre. Entrantes. Vasijas 30-33,35,37,43-44; 34,38,40,42; 29-31; 39; 41; 45; 36; 51,53-55; 46-50; 52. Total 10 vasijas. (26 borde y cordón)

56-57

Base plana dolia ocre.

58

Borde dolium pasta ocre perfil curvo.

59-64

Ánforas pasta verdosa (59-61 asas, 62-64 bases)

67-68, 74-75

Bases planas agujero central, dolia pasta ocre

65-66, 73

Bases planas dolia pasta ocre.

69,70,76

Galbos asas dolia pasta ocre.

71

Borde cóncavo con agujerito y estrías al interior.

72,77

Borde redondeado pasta ocre, tinaja

78

Borde cóncavo

79

Cuello anforoide

82-91

Bordes tapaderas dolia pasta ocre + 9 galbos.

80

Cuello jarra, pasta rojo

81

Galbo con asa

93-95

Bases planas pasta ocre cerámica común

96-99

Bordes de jarra e imitaciones de ánforas.

100

Borde perfil curvo dolia pequeño, pasta roja

101-103,104

Borde pico ánade

105

Borde recto

106

Tapadera negro, cocina

107

Borde engrosado ext cuadrado, negro cocina

108

Mamelón de ladrillo mammato

110-12

Galbos y arranque base dolia ext ocre int rojo.

113-117

Galbos ánfora pasta marrón 28Ø. Une copn UE30 13-18 Carbón.

H10UE29

Galbos variados 1,6kg.

1

Borde redondeado anforoide, pasta ocre

2

Borde recto, pasta ocre

3-4

Borde redondeado botellita pasta rojo

5

Pintada trad. indígena, Abasc 1

6,9

Bordes tapaderas dolia pasta ocre

7

Borde recto ollita gris

8,10-16

Bordes vueltos y pico de ánade (14 une con UE24101-103)

17-29

Asas (20-21 pintadas trad ind. 24-29 anforoides y jarras)

30-42

Galbos curvados, bordes de cuencos, cuello 32, base plana 40, galbo gris 36.

43-52

Negro cocina (47,49-50 borde engrosado ext y52 48,51 Cuenco borde engro int)

H10UE30

Galbos dolia pasta roja 8,2kg, con cordón 12; ocres 10,6kg,con cordón 9

1-2

Base agujero dolia ocre

3

Borde dolia pasta ocre marca NIc

4-12

Bordes tapaderas dolia ocre (+25 galbos)

13-18

Ánfora pasta marrón (une UE24 113-117)

19-23

Bordes perfil curvado dolia pasta rojo

24-26

Bases planas dolia pasta rojo

136

Materiales

27-29, 31, 37, 41, 45

Bases planas dolia pasta ocre

30, 32-36,38-39

Bordes entrantes dolia pasta ocre

40

Galbo arranque asa dolia pasta ocre

42

Borde redondeada ocre

43

Asa doble (¿Dressel 2-4?)

44

Borde cóncavo con agujerito (colmena)

46-70,

Sigillatas 48, 51, 53 (37a) 47 pie trozo sigillum: II, 54 (Atlante XXXIV)58 (27), 49-50 círculos, 56 (37a), 62 (37a), 61 (15/17), 59 (35), 55 (Mezq 2),60 (Atlante XXIV). 39 frags, de hierro: 28 clavos, de 8-12cm, cabezas redondas, algunos sin cabeza. Fragmentos de estuco rojo, negro y azul, motivos florales, marcos con dos colores, sujeciones de molduras, y molduras. 8 frags de bronce, láminas. 3 frags vidrio

HABITACIÓN 11. TEPIDARIUM H11UE32 1

Borde dolia, engrosado, acanaladura antes del borde.

2-3

Ladrillo de al menos 40x40cm 2cm grosor, marcas para agarre de argamasa.

4

Frag de Tégula. 1 frag de hierro, cuerpo de clavo grueso.

HABITACIÓN 12. CALDARIUM H12UE35

15 Galbos (5 dolia rojo doble baquetón).

1-2

Asas geminadas ocres, cántaro.

3

Borde entrante dolia ocre.

4

Ladrillo con mammata, 4 frags. Frag bocel opus signinum. Frags de esquina rosácea con mortero. 19 frgas de ladrillos mammatae de al menos 10 ladrillos. Frag de ladrillo con marca de clavos de caliga en anverso. Fragmento de Tégula que se hallaba entre dos sillares de EM31 5 Frags de ladrillo bipedalis de la testa de la suspensura del hiopocausto. Grosor 6cm. Frag de tégula con cordón. 5 frag de mortero con revoco blanco. 10 frags de hierro: Llave de paso de agua y dos grifos con forma de L. Fragmentos de mosaico y teselas sueltas.

HABITACIÓN 13. PRAEFURNIUM H13UE39 1-37

Tinajilla ovoide base omphalos ocre ext, gris con líneas ocre int.

H13UE40

2 Galbos dolia ocre.

1-10

Vasijas pasta roja, globulares.+ 65 Galbos, base plana (2 vasijas).

23-30

Base omphalos vasija ovoide ocre. + 72 galbos.

31-32

Base pie indicado, pared gruesa +15 Galbos engobe naranja int. pasta marrón.

11-12

Borde ánforoide.

137

Excavaciones en Casas de Luján

13-14

Asa.

15

Borde entrante cuenco, pasta ocre.

16-19

Bordes pico de ánade urnas ocres.

20-21

Cuello botella

22

Borde redondeado cuenco o lebrillo pequeño, ocre.

33

Pie Terra Sigillata (¿24/25?) Frags, carbón.

CASAS LUJAS I. SECTOR B OBRADOR ALFAR. UE212 Pileta 3

Tégula en 21 frags.

UE201

As de Bronce, CartagoNova. anverso: C CAESAR AVG GERMANIC IMP P M TR P COS.R cabeza laureada a derecha. Reverso: cabeza de Cesonia como Salus, a los lados SAL-AVG. Alrededor. CN ATEL FLAC CN POM FLAC II VIR Q V I N C.

MUESTRAS PARA ANALIZAR H1 UE 9

MORTERO ESTUCO ADOBE

H1 PILETA UE 12 TIERRA H1 PILETA UE12

VASIJA 3 TIERRA

H5 PILETA 1 UE14

TIERRA ARGAMASA PARED

H5 PILETA 2 UE15

REVOCO

H5 PILETA 3 UE16

REVOCO

H5 PILETA 4

TIERRA

H10 UE 28

RUDOS OPUS SIGNINUM

H10

MORTERO ESTUCO

H12

REVOCO PARED

H12 UE 37

MORTERO BAÑERA

138

Materiales

5. ACTA DE ENTREGA DE MATERIALES

139

Conclusiones

X. CONCLUSIONES

Por medio de la presente actuación se han descubierto los restos de una villa romana situados a 2km de la ciudad de Segóbriga. Estos restos constan de un horno con un alfar asociado, el edificio de una almazara y unos baños que imaginamos contiguos a la vivienda del propietario. Uno de los aspectos más reseñables es el buen estado de conservación de los restos. Ello se debe tanto al escaso empleo de estas tierras como campos de cultivo como el hecho de que las estancias sufrieron un colapso repentino que selló la parte baja de los restos permitiendo así su mejor conservación. El derrumbe de las estructuras parece acaecer repentinamente y producirse al menos en la zona de los baños y probablemente también abarcara el edificio de la almazara. La destrucción no se debe al efecto del fuego, del que no se han hallados indicios, así que llegamos a plantearnos incluso alguna catástrofe natural como un pequeño terremoto. El yacimiento se dispone sobre una pequeña loma que avanza desde los cerros próximos hasta el río Gigüela, en un paso estrecho. La casa del propietario se dispone en ladera del Norte de la loma, en cuya parte más baja se ha excavado parte de unos baños privados. Estos baños aportan multitud de detalles constructivos que no es fácil hallar en otros lugares, ya que los hipocaustos del caldarium y el tepidarium se conservan prácticamente completos, permitiendo constatar el modo en el que se fabricaron elementos como las areae, suspensurae y concamerationes. El mosaico de tema geométrico en blanco y negro, aporta una datación temprana para el conjunto, ya que estos modelos se conocen desde mediados del s. I a.C. en Italia. Cuando acaece la destrucción del edificio de los baños, éstos están en proceso de ampliación. Hay varios elementos que así nos permiten suponerlo. En primer lugar la propia natatio que sólo conserva la mitad de sus ortostatos y apenas si se han hallado fragmentos de otros en los derrumbes. A pesar de que estas piezas debieron ser en extremo atractivas. No tenemos constancia estratigráfica de que se haya procedido a su robo alterando los niveles del derrumbe. Tampoco parece probable que se llevasen las piezas antes de acabar la obra. Sí es más lógico

141

Excavaciones en Casas de Luján

Trabajos de excavación. Almazara.

pensar que las grandes piedras podrían estar acopiadas cerca de este edificio para ser puestas en obra, pero que la destrucción del mismo las dejase acopiadas y así pudieron ser recuperadas y utilizadas en otros lugares. Por otra parte, el acopio de rudus para el mortero del suelo que rodea como un atrio a la piscina, es una señal clara de que este pavimento se estaba construyendo en el momento del derrumbe y abandono del lugar. Si existió una estancia anterior con otro uso no hemos podido evidenciarlo, si bien hay que tener en cuenta que no se ha excavado toda la estancia ni se ha llegado al final de los depósitos excavados. En cualquier caso, se reestructurara un espacio previo para transformarlo en frigidarium con natatio, o bien se construyera ex novo, parece una hecho perfectamente factible, ya que las salas frías con piscina no aparecen en los primeros ejemplos de balnea y su uso sólo se generaliza a mediados del s. I d.C. Concretamente en Glanum, donde existe una piscina con bloques de piedra relativamente similares a los de Casas de Luján, los baños se construyen en 40-30 a.C. pero el frigidarium no lo hace hasta el período 50-80 d.C. (Bouet, 2000). Este dato es de vital importancia de cara a establecer el momento final del yacimiento. La destrucción de la estancia donde se iba a disponer la piscina nos ha permitido documentar parte de la decoración pictórica de las paredes y probablemente del techo. A pesar de lo fragmentario de los estucos, se han documentado decoraciones vegetales enmarcadas en cuadros de tonos rojos y amarillos, junto con numerosos elementos en estuco como molduras y columnas. Podrían encuadrarse dentro del 4º Estilo. Como hemos visto, la mayoría de las cerámicas aparecidas se encuadran en fechas del siglo I d.C., y en concreto las piezas de sigillata sudgálicas pueden encuadrarse en el período 50-80 d.C., así como la mayor parte de las hispánicas. Incluso las cerámicas que hemos atribuido al alfar de Segóbriga podrían encuadrarse a finales del siglo I, ya que sus descubridores proponen el inicio de las producciones en época de Domiciano. La misma cronología podría aplicarse a

142

Conclusiones

los dos grandes cuencos de sigillatas hispánicas 37b con decoraciones en relieve, que guardan algunas semejanzas con las de la famosa pieza de Cástulo con la marca decorativa de Miccionis. Igualmente la fecha de fines del siglo I d.C. sirve para los fragmentos de ánforas hallados en las UEs 22-24. Tan sólo algunos cuencos decorados con círculos podrían encuadrarse dentro de la primera mitad del siglo II, aunque los inicios de estas producciones arrancan del último tercio del siglo I d.C. Debemos tener en cuenta a que estos materiales representan los momentos finales de la ocupación de la villa, por lo que si llevamos hasta mediados del II d.C. las producciones hispánicas, especialmente las Drag. 37 decoradas con círculos, nos obliga a suponer la pervivencia de los productos más antiguos, como algunos ejemplares sudgálicos, hasta esta fecha. En cualquier caso el final de la villa se encuadraría en el intervalo de los años 50/80 hasta el 150 d.C. Finalmente las dos monedas encontradas, una de Tiberio y otra de Calígula, nos inducen a pensar que el abandono del lugar se produjo no demasiado tiempo después del reinado de este último. De modo que la destrucción del yacimiento podría encuadrarse en torno a los años 50-80 d.C., o tal vez un poco después, si pensamos que las sigillatas hispánicas nos pueden llevar al siglo II d.C., algo difícil de precisar, por lo que creemos delicado aceptar una fecha más allá de finales del siglo I o inicios del II d.C. para el abandono del sitio. Por lo que respecta a los inicios del asentamiento, los materiales son menos decisorios, ya que en buena lógica, corresponden en su mayoría a los momentos finales del yacimiento. En este sentido, el mosaico es uno de los elementos de mayor interés. Se trata de un ejemplo de los más sencillos y tempranos, que podría situarse grosso modo de Augusto a Calígula. La presencia de las tegulae mammatae para el sistema de calefacción de las paredes sería otro signo de antigüedad de los baños (Graciani, 2008). La casa debe estar en la parte alta de la ladera a continuación de los baños. Hacia el Oeste, la lengua de tierra se adentra hacia el río, y sobre ella se debieron disponer varias instalaciones de transformación, entre las que hemos podido documentar un horno con su alfar, y un edifico identificado como almazara. Este edificio rectangular de unos 30x9m. Está subdividido en 5 estancias todas ellas comunicadas por una puerta junto al mura lateral Norte. La presencia de 4 piletas comunicadas dos a dos por medio de tubos de plomo, y la presencia entre ellas de un molino rotatorio y un contrapeso paralelípedo de molino de viga, nos induce a interpretarlo como almazara, aunque no creemos haber descubierto el torcularium que se hallaría en el extremo Suroriental del área excavada (la puerta documentada se abre hacia el Este). En la H5 de la almazara se documenta una reforma por medio de una pared que cierra el espacio cubriendo una de las cubetas. Interpretamos que las primeras dos cubetas unidas por tubo de plomo debieron quedarse pequeñas y se construyeron dos nuevas mayores, aprovechando la H1 para ubicar una de ellas ya que no cabe en la H5. De todos modos, los materiales asignables a estas estancias no permiten sostener que la almazara estuviera más tiempo en uso que el intervalo calculado para los baños. Las instalaciones para la producción de aceite, a las que hay que unir las cerámicas producidas en el taller alfarero, y quizá otras instalaciones para la fabricación de vino aun no descubiertas,

143

Excavaciones en Casas de Luján

Trabajos de excavación. Natatio.

son una evidencia de que en la primera mitad del siglo I d.C. ya están funcionando este tipo de producciones en el centro peninsular. Algo desconocido hasta el presente pero que, sin embargo, está en consonancia con los hallazgos del Levante español, donde los molinos de aceite aparecen en época tardorrepublicana y están ubicados a menudo en espacios suburbanos y periurbanos. Sin duda nos hallamos ante un excelente ejemplo de villa romana que podemos considerar como periurbana, dada su proximidad con Segóbriga. Esta villa se encuadra dentro de la serie de hallazgos del mismo tipo que se han producido con motivo de las obras hidráulicas de la conducción de agua a la llanura manchega. Los descubrimientos han cambiado por completo el panorama que se tenía de la ocupación del entorno inmediato a la ciudad de Segóbriga, sacando a la luz un panorama prácticamente insospechado que pocas veces ha sido documentado en los alrededores de las urbes romanas. Asentamientos como la Peña II, Llanos de Pinilla, Los Vallejos, Rasero de Luján y Casas de Luján, evidencian una temprana ocupación del espacio exterior a la urbe, al tiempo que permiten ver parte del funcionamiento económico de la sociedad romana altoimperial de una ciudad como Segóbriga. Todos estos asentamientos pueden considerarse como villae, pues aunque sólo se ha documentado fehacientemente la zona residencial en Casas Lujan, no dudamos de su existencia en los otros lugares. El elemento más destacado de estos asentamientos lo constituyen las instalaciones de transformación de productos, fundamentalmente vino y aceite, sin olvidar otros como la miel, el lino o la producción de tejas y cerámicas. Los restos arqueológicos investigados que avalan estas producciones, especialmente las de aceite, vino y cerámica, sobrepasan el nivel de autoabastecimiento de los yacimientos a los que pertenecen y su razón parece estar

144

Conclusiones

Dibujando.

clara en función del abastecimiento de los mercados de la urbe. Hay que tener en cuenta que la capacidad de transformación de productos supera el volumen que se podía producir en los alrededores inmediatos de estas villae, caso evidente en Casas de Luján, donde el terreno impone la necesidad que de los campos de cultivo se hallen relativamente alejados ya que no hay lugar para el cultivo de olivos a menos de 1km de la villa. Estamos ante una ocasión privilegiada para observar de primera mano una parte del funcionamiento económico de la sociedad romana altoimperial, para observar cómo los nobles disponen los espacios de transformación de productos cercanos a la urbe, junto a sus residencias campestres no exentas de lujo. A ellas llegan una variedad de productos de consumo del exterior que en poco tienen que envidiar a los hallados hasta el presente en la propia Segóbriga. Y todo ello se produce desde fechas bien tempranas. Las 4 instalaciones descubiertas en las inmediaciones de Segóbriga sólo se justifican por la existencia de la ciudad, su ubicación no responde a la proximidad de terrenos en donde se cultiven vides u olivos sino a la proximidad del mercado capaz de consumir los productos transformados en estas instalaciones. Deben ser considerados lugares de transformación más que villae rusticae, algo que se pone excelentemente de relieve en Casas de Luján. Sería por tanto perfectamente aplicable el término de “villa esclavista” en tanto que en ellas los trabajadores o esclavos cooperan forzosamente en un proceso productivo ajenos a los medios de producción y a los productos que se dirigen hacia el gran mercado (Carandini, 1989).

145

Anejo informe arqueozoológico

X. ANEJO INFORME ZOOARQUEOLÓGICO

ESTUDIO DE LOS RESTOS ÓSEOS El estudio zooarqueológico del yacimiento de Casas de Lujan II ha proporcionado 41 restos óseos bastante fragmentados que casi ningún resto era determinable. Los únicos taxones que hemos podido determinar son 7 restos apendiculares de ovicáprido correspondientes a un húmero, unos metapodios y una falange de un MNI de 2 individuos y dos restos de Orictolagus cuniculus de un único individuo. Entre los demás restos óseos hemos observado cinco huesos de un ave indeterminada y un resto malacológico. Además de estos huesos se han observado huesos indeterminados de animal de talla pequeña que podrían corresponderse con los ovicápridos y otros restos de animal de talla grande que podrían ser de un bóvido o un équido. Por lo tanto tenemos que decir que los 41 restos óseos de este yacimiento han ofrecido huesos de ovicápridos, conejo y algún elemento indeterminado de animal de talla grande, vaca o caballo. Entre los huesos analizados encontramos huesos de todas las porciones anatómicas, entre las que destacan las pertenecientes a las extremidades. Lo más significativo de estos huesos son las marcas de corte que hemos encontrado en algunos de ellos, que sugieren usos alimenticios ligados al aprovechamiento cárnico. En la tabla 1 mostramos un inventario por unidades de todos los huesos de este yacimiento, entre los cuales destacamos los de la UE 100 y 107 por presentar huesos quemados con diferente grado de cremación. Por último y en cuanto a las mediciones biométricas poco podemos decir más allá de las medidas que se muestran en la tabla 1, las cuales se refieren al diámetro antero posterior (DAP) y al diámetro trasversal (DT) de la epífisis distal.

147

Excavaciones en Casas de Luján

UE

NR

Taxón

Edad

Parte anatómica

208

1

Adulto

100

1

100

1

Pequeño Grande/ Medio Grande

100

1

100

QueGrado mado de fuego

Sección

MC

Indet.

Diáfisis

0

1

Adulto

Mandíbula

Craneal

1

1

Adulto

Indet.

Diáfisis

1

Pequeño

Adulto

Tibia

Diáfisis

1

1

Pequeño

Adulto

Indet.

Diáfisis

1

Calcinado

107 107 107 107 109 109 109 109 109

1 1 1 1 1 1 1 1 1

Ave sp. Ave sp. Pequeño Ave sp. Pequeño Ovicaprido Pequeño Pequeño Pequeño

Adulto Adulto Adulto Adulto Adulto Adulto Adulto Adulto Adulto

Radio Húmero Ulna Radio Costilla Metacarpo Húmero Pelvis Indet.

Ep. Proximal Ep. Proximal Diáfisis Diáfisis Axial Diáfisis Diáfisis Axial Diáfisis

1 1

Carbonizado Carbonizado

1

Carbonizado

103

1

Ovicaprido

Adulto

Metapodio

Diáfisis

103 103

1 1

Lagomorfo Pequeño

Adulto Adulto

Tibia Húmero

UE

NR

Taxón

Edad

Parte anatómica

103 103 101103 101103 101103 101103 101103 101103 101103 101103 101103 101103 101103

1 1

Pequeño Indet.

Adulto Adulto

Indet. Indet.

1

Ovicaprido

Adulto

Húmero

1

Ovicaprido

Adulto Metacarpo

Ep. Distal

1

Ave sp.

Adulto

Coracoide

Completo

1

Malacofauna

Adulto

1

Ave sp.

Adulto

Coracoide

Completo

1

Ovicaprido

Adulto

Metacarpo

1

Pequeño

Adulto

Costilla

Axial

1

Lagomorfo

Adulto

Tibia

Diáfisis

1

Grande/ Medio

Adulto

Tibia

Diáfisis

1

Grande

Adulto

Indet.

Diáfisis

1

Pequeño

Adulto

Indet.

Diáfisis

109

2

Grande

Adulto

Cráneo

Craneal

2

Ovicaprido

3

Pequeño Medio/ Pequeño

101103 103 109

4

Adulto Falange 1ª

Lado

Obser.

DAP ep dist

DT ep dist

DAP ep dist

DT ep dist

19

23

18

25

Calcinado

Tiene patología

Izq.

Ep. Proximal Diáfisis

Lado

Sección

MC

Izq.

Diáfisis

1

QueGrado mado de fuego

Obser. Tajo

Ep. Proximal

Izq.

Ep. Proximal

Compacto

Adulto

Costilla

Axial

Adulto

Indet.

Diáfisis

Fig 50 Diseño del mosaico.

148

Anejo informe arqueozoológico

METODOLOGÍA SEGUIDA PARA EL ESTUDIO El objetivo de este análisis consiste en identificar qué especies hay, qué frecuencia presentan y qué implicaciones tienen de cara al comportamiento humano en la interpretación de este yacimiento. Para ello es necesario determinar que especies aparecen y que representación tienen unas respecto a otras, por lo cual tras identificar cada especies se ha tratado de estimar la frecuencia de unas u otras según el NR (Número de Restos) y el MNI (Mínimo Número de Individuos). Posteriormente a través de los análisis de los patrones de edad, los esqueléticos y los de alteración ósea veremos que otras implicaciones tiene cada animal de cara al comportamiento humano. Para la identificación taxonómica se ha seguido a Lavocat (1966), Pales & Lambert (1971), Schmid (1972), Martin & Blázquez (1983) y Hilson (1992). Para casos mas específicos se ha seguido a Boesseneck (1969), Payne (1985), Prummel & Fresch (1986) y Fernández (2001) para la diferenciación entre Ovis aries aries y Capra hircus hircus, para la de Cervus elaphus y Bos taurus a Prumel (1988). Junto a los trabajos de estos autores se ha manejado nuestra colección de referencia personal como medio de contraste. Para el cálculo del NR se han incluido todos los elementos tanto identificables como los indeterminables. El MNI se adscrito en función del resto anatómico más abundante diferenciando la edad y el sexo siguiendo a Brain (1969) frente a Binford (1978). Los patrones de edades han podido observarse a partir de los elementos dentáreos, a través del desgaste de la corona dentárea y la emergencia de los dientes definitivos respecto a los deciduales. También se ha tenido en cuenta para este apartado el grado de fusión epifisiaria. Finalmente decir que los diferentes grupos de edad se han dividido en tres tipos que son: infantiles, juveniles y adultos. En relación con el cálculo de las edades se han seguido los trabajos de Pérez Ripoll (1988) y de Couturier (1962) para los ovicápridos, los de Mariezkurrena (1983), Klein et al (1981 y 1983) y Brown & Chapman (1991 a y b) para el ciervo, y los de Levine (1982) y Guadelli (1998) para los équidos.

149

Anejo fotogrametría

XI. ANEJO FOTOGRAMETRÍA

METODOLOGÍA E HISTORIA La Fotogrametría nace a mediados del siglo XIX con Aimé Laussedat, la primera persona que fue capaz de obtener mediciones precisas mediante el tratamiento de fotografías. En varios países europeos comienza a extenderse como práctica aislada, llegando a España en 1886 con un levantamiento del barranco de Vista Hermosa de Madrid a 1:1.000, obra de Torres Quevedo. La evolución es constante a lo largo del siglo XX, con los avances de los primeros restituidores (principios del s. XX), el cálculo electrónico (mediados del s. XX) y, por último, la llegada de la era digital para la Fotogrametría, con gran empuje desde los años 80. Hoy día, se siguen utilizando los métodos tradicionales analógicos y analíticos, con los característicos montajes de pares de fotos con cámaras dobles y grandes restituidores ópticos. Sin embargo, la Fotogrametría digital poco a poco va desbancando esta manera de trabajar, ya que ofrece muchas ventajas al utilizar herramientas automáticas o semiautomáticas de extracción de datos, evidentemente ganando tiempo, además de precisión y versatilidad. La Fotogrametría digital se puede dividir en tres grandes ámbitos de trabajo, como ramas que siguen diferente camino y se diversifican. La clasificación responde a una diferenciación básica según la distancia desde donde se realizan las fotografías. Esta es una diferencia de peso, ya que según la distancia surgen matices importantes en cuanto a la geometría y diferentes errores de cálculo matemático a considerar. Las soluciones divergen desde diferentes ámbitos, creándose distintas líneas de problemática, teoría y aplicaciones prácticas. Los tres grupos son los siguientes:

151

Excavaciones en Casas de Luján

-

Fotogrametría terrestre: la fotografía tiene con distancias menores a 300 m., por lo que no se tienen en cuenta errores de esfericidad o refracción.

-

Fotogrametría aérea: obviamente la toma de fotografías se realiza desde vehículos aéreos, dependiendo la distancia del espacio a modelas y la calidad de detalle del mismo. Se utiliza básicamente para producir Modelos Digitales de Terreno (M.D.T.) y ortofotografías.

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Fotogrametría satélite: utiliza los mismos principios básicos que la aérea, aprovechando los avances en la resolución de la fotografía satélite.

Salvo para estudios de grandes áreas de terreno, la Fotogrametría terrestre es la más utilizada en aplicaciones para la Arqueología. Existen numerosos trabajos dedicados al análisis del territorio en relación con las ocupaciones y explotaciones humanas. Para estos casos es muy útil, por ejemplo, el uso de modelos de terreno con base de ortofoto, en los que visualmente se aprecian las barreras y los condicionantes geográficos (p.ej. análisis de captación de materiales). Sin embargo, hay que destacar el valor documental de la Fotogrametría terrestre centrada en los niveles y estructuras arqueológicos. Resulta muy útil, a modo de ejemplo, la modelización de una columna estratigráfica o una pintura rupestre, reproduciendo su forma volumétrica. La fotogrametría realizada para los hornos de Casas de Luján es de tipo terrestre, empleando cámaras digitales para la obtención de datos. Para el procesado de de las fotografías digitales se ha empleado un software de tipo comercial, con capacidad de restituir puntos comunes de las fotografías y convertirlos en coordenadas tridimensionales de XYZ. Es importante señalar que la fuente de datos es directa, por medio de cámaras fotográficas digitales. Son datos obtenidos desde sensores CCD (Charge Couple Device), que convierten los fotones que llegan a su superficie en electrones, que son convertidos en información digital. Este complejo sistema está incorporado en todas las cámaras digitales. Por el contrario, se pueden obtener datos por vía indirecta, mediante el escaneado de fotografías analógicas con escáneres fotogramétricos. La ventaja del uso de cámaras digitales es su versatilidad en relación con su coste. No se necesitan escáneres de elevado precio, ni montar complejos sistemas para “bicámaras” o “cámaras métricas” analógicas (que conllevan el uso de grandes restituidores ópticos). En el mercado hay gran variedad de software capaz de soportar procesos de rectificación y restitución fotogramétrica. Software ALLPLANPHOTO 2005 ARPENTEUR ASR BLUH CAP CDW

Distribuidor NEMETSCHEK ENSAIS-LERGEC AND GAMSAU S. NICKERSON UNIVERSIDAD DE HANNOVER HINSKEN AND KOTOWSKI ROLLEI

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Anejo fotogrametría

ELCOVISION ELSP LISA BASIC MSR ORIENT PHIDIAS PHOTOMODELER PHOTOPLAN PICTRAN TIPHON

PMS AG PMS AG UNIVERSIDAD HANNOVER ROLLEI UNIVERSIDAD DE VIENA RWTH-ACHEN EOS SYSTEMS KUBIT TECHNET ENSAIS-LERGEC

El aprendizaje de este tipo de programas es bastante complejo, ya que utilizan para el procesado sistemas matemáticos, con un lenguaje propio que hay que manejar al menos de forma básica. Es preciso entender qué se está haciendo para saber si el resultado es bueno o malo. Por otro lado, cualquier cámara fotográfica digital es susceptible de ser empleada como estación fotogramétrica. La única condición imprescindible es que la cámara pueda establecerse para realizar fotos exactamente en, al menos, una focal en concreto. Es decir, que pueda fijarse el zoom en una focal concreta, como 28 mm., 35 mm., 80 mm., etc… Este requisito es necesario, ya que hay que calibrar los errores circulares que produce la lente, y esta calibración sólo funciona para grupos de fotos con la misma focal. No obstante, hay cámaras que por sus características mejoran el tiempo de procesado y el resultado de la fotogrametría. Un factor importante es la capacidad de memoria de la cámara para obtener fotografías. La capacidad de ver detalles para el proceso es mayor cuantos más megapixels contienen la fotografía. Es recomendable registrar fotografías con un mínimo de 5 megapixel, mejorando hasta llegar a las nuevas cámaras que quintuplican esta cifra (y seguirán evolucionando). Por otro lado, también destaca el tipo de óptica y de CCD que posea la cámara, ya que la calidad de fotografía beneficia en el proceso.

Colocación de punterías.

Planta esquemática

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Excavaciones en Casas de Luján

La cámara utilizada para la elaboración de la fotogrametría de los hornos es una Ricoh Caplio, cámara compacta (ventaja de prefijar la focal) de gran angular (24 mm.) y resolución de 10 megapixels. Una vez en campo hay que definir qué se quiere modelar y definir un plan de fotografiado. Primero se ubican las punterías de base, en este caso se han empleado chinchetas amarillas, y posteriormente realizar todas las fotografías necesarias según el borrador. La planificación varía ligeramente al ver los encuadres de la cámara, porque a veces interesa retener más campo visual en detrimento de la angulación. El tiempo de la toma de fotografías varía según las condiciones y características del yacimiento. En este caso, la toma de fotografías duró alrededor de una hora. Una vez que se han realizado todas las fotografías comienza el trabajo en oficina. Las fotos son descargadas y nombradas de forma que facilite su reconocimiento con respecto a nuestro croquis. El procesado a través del programa de Fotogrametría se realiza fotografía a fotografía con la identificación de los puntos de control visibles y su referenciación. Una vez referenciados un mínimo básico de punterías el programa realiza los cálculos matemáticos necesarios para asignar a cada punto una coordenada precisa. El proceso matemático consiste simplemente en la resolución de problemas trigonométricos. El software resuelve los problemas planteados según las posiciones de la cámara para cada foto, el error lenticular de la cámara y la focal utilizada. Teniendo en cuenta todos los parámetros habrá mayor precisión si las fotografías están realizadas con mayor angulación entre sí. Las fotografías, ya sean digitales o analógicas, representan la realidad de forma distorsionada. El denominado error lenticular reside en la inevitable utilización de lentes de cristal en la cámara fotográfica. La fotografía contiene un error de tipo circular que aumenta de manera directamente proporcional a la focal. Cuanto menor es la focal más espacio de realidad aparece representado, pero mayor es la distorsión y el error lenticular. Por ejemplo, un objetivo de 20 mm. (denominado “ojo de pez”) conlleva un error mucho mayor que uno de 300 mm. Por otro lado, con anterioridad al proceso, se ha calibrado la focal de la cámara con la que se va ha desarrollar el proyecto fotogramétrico. De esta manera, el programa promedia los errores lenticulares de cada foto y calcula las distancias de todos los puntos referenciados. El resultado es la creación de una nube de puntos con coordenadas absolutas. Se define la X Y y Z de todos los puntos con una precisión global que no supera los 5 mm. de error respecto a su posición relativa real. La nube de puntos resultante dibuja la forma de los hornos excavados. El conocimiento preciso de las referencias tridimensionales es muy útil para hacer mediciones exactas entre elementos conocidos. Gracias a software se pueden seleccionar dos puntos de la nube y obtener medidas. De otro lado, la gran utilidad que ofrece la Fotogrametría es que puede generar superficies entre los puntos y aplicar como “mapa” o “textura” partes de las mismas fotografías que sirvieron para el proceso. De esta manera, la ventaja es doble: es posible crear ortofotografías y, de forma más compleja, modelos de 3D que reproducen la realidad.

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Anejo fotogrametría

Las ortofotografías son imágenes digitales de un elemento de la realidad, representada en 2D (de forma plana) y con el error lenticular corregido. La vista del elemento es totalmente frontal, como si viéramos un plano topográfico. Las ortofotos que estamos acostumbrados a manejar en programas de S.I.G. (Sistemas de Información Geográfica) como SigPac o IBERPIX son muy comunes hoy día. Estas ortofotos han sido creadas a partir de procesos fotogramétricos. No obstante, las ortofotos de territorio no son las únicas que nos interesan, ya que se pueden crear ortofotos de otros elementos más reducidos, como murallas o mosaicos, y extraer información valiosísima de

Mediciones en 3D.

Sección interactiva.

Modelo alámbrico.

Modelo nube de puntos.

Detalle texturas.

Nube de puntos con color.

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Excavaciones en Casas de Luján

forma relativamente rápida. Otro ejemplo puede ser generar una ortofoto de un perfil estratigráfico, ahorrando el trabajo de dibujo de campo y obteniendo una documentación más completa y exacta. Por otro lado, es posible generar una documentación mucho más compleja, creando un modelo de 3D de cualquier elemento de la realidad. Se puede adaptar a la nube de puntos una consecución de imágenes de ortofoto, de tal manera que se crea una malla triangular que

Vista cenital.

Vista perspectiva.

Modelo texturizado.

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Anejo fotogrametría

actúa como una “piel”, reproduciendo fielmente la realidad. Cada ortofoto se acopla a los puntos de 3D, sin ninguna distorsión lenticular. Los modelos más conocidos son los incluidos en videojuegos, donde aparecen vehículos, edificios, etc… reproduciendo la realidad. Un ejemplo más interesante podría ser el caso del modelo de una pintura rupestre. Por lo general, las pinturas rupestres no son planas, sino que se adaptan a las curvas de la roca. La nube de puntos reproduce una forma ondulada y la imagen de la pintura se adapta de igual manera, alineándose con los puntos tridimensionales. La gran virtud de conseguir un modelo de 3D es que, a través de software comercial, se puede visualizar en una pantalla e interactuar con el ratón. La interacción consiste en poder desplazar la visual hacia cualquier dirección, al igual que acercar o alejar la visual hasta los elementos que se desean observar. Además, el interactivo se puede compartir con otros profesionales fácilmente, ya que los archivos no ocupan demasiada memoria y es posible enviarlos por e-mail.

HORNOS DE CASAS DE LUJÁN En un primer momento se realizó la excavación del horno grande, dejando al descubierto la estructura conservada, compuesta por una cámara con arcos semiderruidos y un pasillo de carga con praefurnium realizado en piedra. La parte derecha del pasillo estaba cortada por una fosa contemporánea, pero se excavó siguiendo la forma teórica de la estructura de horno. Se hizo una primera fotogrametría del elemento dando como resultado un modelo del horno. Posteriormente, después de excavar la fosa reciente se pudo documentar otro horno adosado de dimensiones más reducidas. Igualmente se procedió a hacer una fotogrametría del nuevo elemento. El resultado fue la obtención de una fotogrametría de cada uno de los hornos. Finalmente se unieron los modelos tridimensionales para crear uno conjunto, aunque se excavaran en momentos diferentes.

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Anejo datación por polaridad

XII. ANEJO DATACIÓN POR POLARIDAD En este informe se recogen los resultados del estudio arqueomagnético llevado a cabo por el Centro de Apoyo a la Investigación (C.A.I.) de Arqueometría y Análisis Arqueológico (A.A.A.) de la UCM de Madrid. El objetivo del trabajo ha sido la datación de un horno para la cocción de material cerámico perteneciente al yacimiento arqueológico de “Casas de LuJan II”, ubicado en el término municipal de Saelices, Cuenca. La datación de la piroestructura ha sido realizada mediante la técnica arqueomagnética, basada en la comparación de la dirección de la magnetización retenida por los materiales, con los valores direccionales experimentados por el campo magnético de la tierra, descritos por la Curva de Variación Paleosecular de Iberia (Gómez-Paccard et alii, 2006). Previamente a la descripción de los procedimientos adoptados para la realización de las medidas de laboratorio y a la exposición de los resultados conseguidos, se incluye una introducción al arqueomagnetismo y a la técnica de datación arqueomagnética.

INTRODUCCIÓN AL ARQUEOMAGNETISMO El arqueomagnetismo investiga la historia del Campo Magnético de la Tierra (CMT), en los términos de las variaciones en dirección e intensidad que ha experimentado en el pasado, sirviéndose de materiales arqueológicos que han sufrido procesos de calentamiento de alta temperatura (>300 – 4c00ºC). Más en concreto, los materiales de interés son arcillas cocidas (ladrillos, tejas, adobes, cerámicas) y sedimentos quemados in situ por la presencia de hogares, termas, tumbas de incineración y otras estructuras de combustión. El principio del arqueomagnetismo se basa, por un lado en las peculiaridades del CMT y por otro en las propiedades magnéticas de algunos minerales de hierro que se encuentran comúnmente en los materiales mencionados arriba.

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Excavaciones en Casas de Luján

Comenzando por el CMT, los aspectos de interés desde una perspectiva arqueomagnética son los siguientes: Desde un punto de vista físico, el 90% del comportamiento del CMT puede modelarse asumiendo un modelo de campo dipolar y geocéntrico. En otras palabras, en primera aproximación, se puede asumir que el CMT en la superficie de la Tierra es el resultado de un dipolo magnético que atraviesa el centro de la Tierra, actualmente inclinado 11.5º respecto al eje de rotación del planeta. La diferencia entre los valores de orientación e intensidad del CMT observados en la superficie de la Tierra, y los valores teóricos obtenidos aplicando un modelo dipolar se cuantifica en un 10% que representa la componente de campo no-dipolar. Debido a factores que, en parte residen fuera de la Tierra (factores externos) y por otra parte en la dinámica del núcleo de la Tierra (factores internos) ambas componentes, dipolar y nodipolar, experimentan en el tiempo variaciones de diferente tipo y periodicidad. Se considera que los factores externos producen variaciones de período menores de 10 años en la orientación y en la intensidad del CMT en la superficie terrestre, mientras que los debidos a factores internos generan variaciones de mayor periodicidad, comprendida entre 10 y 3000 años, y denominadas Variación Secular (SV). Cabe destacar que las variaciones del CMT debidas a causas internas se distribuyen de forma nohomogénea en la superficie terrestre y suelen considerarse uniformes en regiones de superficies menores a 106 Km2 (Tarling, 1983), es decir, aproximadamente, el doble de la España Peninsular. En la superficie terrestre el CMT se describe mediante un vector de intensidad F y orientación definida por dos ángulos correspondiente con la Declinación magnética (D) y la Inclinación magnética (l). El primero es el ángulo que forma la componente horizontal (H) del vector magnético (F) con el Norte geográfico y varía entre 0º y 360º. El segundo es el que forma el vector F con el plano horizontal, comprendido entre 0 y 90º para lugares situados en el Hemisferio Norte (fig. 1). Mientras que los cambios de corto periodo de F, D e I pueden detectarse en los observatorios magnéticos mediante aparatos de medición, veremos a continuación que los de larga periodicidad han quedado registrados en una multitud de rocas y en diferentes materiales arqueológicos. La clave de este fenómeno la llevan algunos óxidos de hierro contenidos en muy pequeña cantidad (300-400ºC) y que tienen un contenido en fases magnéticas de baja coercitividad próximo al 2% (fig. 10). En la figura 10 se han representado también los llamados índices de Koenigsberger Qn (definidos por la relación Qn=H*χ/NRM, donde H=intensidad del campo geomagnético, χ=susceptibilidad y NRM=intensidad de la imanación natural remanente) (Stacey, 1967). Éstos permiten deducir informaciones sobre el mecanismo de adquisición de la NRM donde, en general, valores muy elevados (Qn≥1000) suponen una imanación de origen isotérmico (típicamente debida al impacto de rayos), valores intermedios (1
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