EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL ALBACAR DEL CASTILLO DE SAX

Revista de temas históricos yde opinión editada por la Asociación de Estudios Sajeños - Grupo Amigos de la Historia de Sax I

Invierno de dos mil. Cuarta época. Número nueve

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Excavaciones arqueológicas en el albacar del castillo de Sax Desde los años 60, en el castillo de Sax se han realizado diversas actuaciones arquitectónicas no siempre afortunadas. Sin embargo, también han existido otras intervenciones científicas que han permitido aumentar el conocimiento sobre la vieja fortaleza. Se presenta a continuación un detallado informe sobre los logros obtenidos en los trabajos arqueológicos ejecutados durante J 998 Y J 999.

G. Segura Herrero J.L. Simón García La revitalización de la investigación arqueológica en los castillos de la cuenca del Vinalopó durante los últimos años , como consecuencia de la intervención arquitectónica en un buen número de los mismos, encaminada unas veces hacia la restauración de lienzos de murallas (Sax y Biar) y en otras a la puesta en valor de alguno de ellos (Villena), ha ido pareja a un replanteamiento en el estudio de la dinámica del patrón de asentamiento de las diversas construcciones fortificadas islámicas (Azuar Ruiz, 1998; Torró, 1998). En esta ocasión traemos a colación la intervención arqueológica llevada a cabo en el castillo de Sax, y más concretamente en la zona correspondiente al albacar de la fortaleza. Fue realizada durante todo el mes de diciembre de 1998 y primeros días de enero del año 1999, quedado incluida dicha intervención en el programa anual de obras en bienes culturales de la Exima. Diputación de Alicante, las cuales cuentan, en este caso, con la pertinente autorización de la Dirección General Promoción Cultural y Patrimonio Artístico de la Consellería de Cultura, Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana. A modo de breve resumen histórico decir que el castillo de Sax, ubicado sobre un espolón rocoso que se yergue sobre las tierras llanas de las orillas del río Vinalopó en el tramo final de su cuenca alta, aparece por primera vez en las fuentes documentales, conocidas hasta la fecha , en los momentos previos a la conquista cristiana (1239), siendo conquistado por miembros de la Orden de Calatrava en nombre del rey aragonés. Por ello, Sax constituyó parte de las posesiones de la citada orden militar hasta mediados del siglo XIII (A.E.S, 1999). Sin embargo, el tratado de Almizra (1244) supuso la incorporación de la villa y su fortaleza a la soberanía castellana, integrándose posteriormente en el señorío de los Manuel (ss. XIII-XIV), y más tarde en el marquesado de Villena (s. XIV-XVI). Con un escaso conocimiento del edificio a través de las fuentes documentales escritas, el castillo de Sax se vio sometido a una intensa labor de restauración a finales de la década de los años sesenta y primeros de los setenta. Actuaciones realizadas en aquellos momentos sin el estudio arqueológico previo que hubiera sino necesario pues las obras afectaron a la casi totalidad del recinto fortificado , configurando la actual fisonomía del mismo. Trabajos de restauración que , en diversas fases y de modo intermitentemente, se prolongaron hasta los inicios de la década de los años ochenta, cuando, en 1982, con el fin de construir una

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puerta de acceso a la fortaleza, se procede a la limpieza del camino de acceso lo cual conllevó la aparición de la base de los cubos semicirculares bajomedievales que flanqueaban la puerta externa del recinto murado. La intervención contó con el seguimiento arqueológico de la obra a cargo de C. Navarro Poveda (1994 : 144), siendo hasta la excavación que aquí presentamos la única actuación arqueológica realizada en el interior de la fortaleza sajeña. Producto de la misma son los materiales cerámicos publicados (Navarro Poveda, 1991 , 1994), cuyo estudio junto con la valiosa aportación castellológica de R. Azuar (1981, 1983), y los datos documentales E ofrecidos por Fullana Mira ~I (1920: 323), B. Herrero Ochoa (1964) , F. Ochoa Aljibe Barceló (1964) , Soler García (1969), Sáez (1982), o' Gil Peláez (1998) y López Serrano (1998) , se han convertido, hasta el momento , en las únicas refeTorre rencias válidas para el estudio e interpretación del castillo de Sax. En 1998, con motivo de la concesión de una subvención económica por parte de la Exima. Diputación Provincial de Alicante, Aljibe los servicios técnicos de la corporación municipal sajeña desarrollan una "Memoria Valorada" con el fin de intervenir en la zona correspondiente al albacar de la fortaleza para proceder al realmenado del lienzo de muralla N.O . y a la terminación de la re- Fig. 1. Castillo de Sax (1999) cuperación volumétrica de Situación de las excavaciones

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Murete de acceso Merlón la puerta de acceso a la fortaCASTILLO DE SAX ~Escal6n leza, iniciada a principios de Campaña 1998-1999 Explanada' , la década de los años ochenta. Sección NW-SE (Albacar) Ladera Actuación encaminada, por SE medida de seguridad, a finaRoca lizar el cerramiento del recinto Merión fortificado y a la creación de lmena un mirador o explanada sobre UE301 .. , la antigua cisterna semi subMuralla terránea existente junto a la Almena Roca puerta exterior. "Proyecto" O 50 m. que en principio no contem- Zona eliminada por la restauración piaba el desarrollo de una intervención arqueológica que documentase la única zona de la fortaleza con posibilidades de conservar niveles arqueoFig. 2. Sección del albacar (1999) lógicos inalterados . Por tal motivo, la Generalitat Valenciana obligó a modificar el "proyecto", proceder a la apertura de los cortes arqueológicos. Sillería que, en base a la Ley 04/98 del Patrimonio Cultural Valenciano, junto con el acondicionamiento de un espacio para su utilización aconsejando la inclusión de una fase de documentación arqueo- como terrera donde acumular las tierras procedentes de la lógica previa. Intervención de la que presentamos los resultados excavación para su posterior aterramiento, limitó considerablemente el área de excavación. preliminares. La superficie en la que se podía intervenir y desarrollar de Descripción de la intervención forma adecuada a la metodología arqueológica fue de 55 mo, En consonancia con lo dispuesto en la memoria valorada quedando dividida en dos cortes arqueológicos (Fig. 3). El corte aprobada, la intervención arqueológica se centró en el espacio n° 1, con unos 37'5 mo, abierto en el lateral oriental de la cisterna, existente entre la antigua cisterna semi subterránea, hoy en día quedando incluido en el mismo la citada zanja; y, el corte n° 2 convertida en habitación, y la escalera, de reciente construcción, (17'5 mo) , sito en la cabecera de la cisterna, entre ésta y el que permite salvar cómodamente el desnivel de casi 25 m afloramiento rocoso que conforma el escarpe sobre el que asienta existente entre la puerta de acceso y el recinto superior del el recinto superior fortificado. En dicho espacio se podía registrar castillo . Espacio de apenas 135 m 2 que , junto con algún otro la secuencia de utilización, es decir, como había evolucionado escaso punto del castillo, era el único donde a priori se conser- la zona en función de los usos que ella hubiera tenido, lo cual vaba sin alterar parte del relleno de tierras acumulado en el permitiría hacerse una cierta idea de cuales fueron los modos interior de la fortaleza , por la propia dinámica constructiva y de vida de sus habitantes, sus objetos cotidianos y a través de ellos las relaciones comerciales, los usos y costumbres, etc. De habitacional del edificio (Fig. 1 y 2). Este espacio se vio afectado, a principios de la década de los dichos objetos nos han llegado de forma mayoritaria los fragaños ochenta, por la apertura de una zanja (10m x 1'5 m) paralela mentos de las vajillas, ya que los objetos realizados en materiales a la pared oriental de la antigua cisterna. Vaciado incontrolado perecederos, como madera, telas y cueros, se han descompuesto de tierras que ocasionó, en gran medida, la descontextualización con el paso del tiempo. estratigráfica de la cisterna, dificultando su datación cronológica En los niveles cristianos se han documentado fragmentos de y adscripción histórica. Tierras que, según testimonio oral de platos y cuencos, algún que otro fragmento de tarro y especiallos operarios que en ella trabajaron, fueron volteadas hacia el mente tinajas de almacenamiento. La variedad de formas y usos exterior del castillo, quedando depositadas a los pies del lienzo en los niveles islámicos es mayor, quizás por encontrarse estos de muralla noroccidental , donde en la actualidad se puede niveles menos alterados y removidos. En ellos se han documenobservar la presencia de abundante material arqueológico, espe- tado la típica vajilla de cocina, como marmitas y cazuelas, de cialmente fragmentos de cerámica. La zanja en cuestión fue varios tipos y técnicas decorativas. Junto a ellas aparecen la aprovechada a posteriori para la instalación del tendido que vajilla de almacenamiento, transporte y conservación, como las abastece de fluido eléctrico a la fortaleza. oreitas, jarras y tinajas, estas últimas como grandes contenedores. Sobre la superficie allanada de este espacio también fueron Las cerámicas de servicio y presentación de alimentos son sin depositados, durante la década de los años setenta, parte de los lugar a dudas las más numerosas, destacando por su vistosidad sillares de gran módulo procedentes de la demolición de la ermita decorativa los cuencos, jofainas, ataifores, jarritas y jarritos, las de San Sebastián (s. XVIII), que tuvieron que ser apilados para botellas y redomas y alguna que otra taza. Con un uso múltiple

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se encuentran los alcadafes, de formas , tamaños y decoraciones finales del siglo XV con motivo del enfrentamiento del Marques diversas y en un número muy reducido aparecen soportes y de Villena con los Reyes Católicos. Junto a estas piezas aparece un número elevado de fragmentos juguetes. Finalmente, y con un uso lumínico, se han documentado varios candiles y fragmentos de posibles hornillos . de vasijas cuya función esta relacionada con la vida cotidiana. La existencia de la zanja paralela a la cisterna permitió la Entre ellas destaca un fragmento de alfabeguer y un fragmento documentación de parte de la estratigrafia del corte nO 1, previa de lo que puede ser un hornillo. El origen de estos niveles es en su mayoría producto de al inicio de la excavación arqueológica. Teniendo clara la dinámica estratigráfica se procedió a la excavación en extensión de ambos movimientos de tierras y alteraciones posteriores, lo cual conlleva la presencia de cerámicas islámicortes, retirando cada capa y recas fuera de sus contextos origigistrando todos los materiales y nales, junto a las cerámicas crisestructuras que estaban asociadas tianas ya mencionadas (Fig. 5.10con ellas. 12), destacan en las islámicas dos Los resultados fragmentos de cerámica decorada Excavados los estratos superiores, mediante estampillado, un fragdel Corte n° 1 (Fig. 3), corresponmento de cerámica de cuerda seca dientes a los niveles bajomedievales, parcial y otro total y un número se documentaron toda una serie de muy elevado de vasijas de almarestos cerámicos, los cuales percenamiento con decoraciones mitían situar cronológicamente la aplicadas, especialmente cordones, construcción y uso de la cisterna lisos y decorados (Fig. 5.13). Todo existente junto a la puerta de acceso ello junto a un elevado número a la fortaleza, entre el siglo XIV de elementos de construcción, tipo o XV. Las producciones cerámicas tejas y ladrillos, producto del más destacadas son las escudillas arruinamiento de las estructuras de loza dorada, producidas en los de habitación existente en esta talleres del entorno de la ciudad de parte de la fortificación. HabitaValencia, especialmente en Paterna ciones que pudieron estar ocupay Manises. Entre las piezas más das o reutilizadas hasta momentos significativas esta un ejemplar, casi muy posteriores al uso militar de completo, de la serie de escudillas la fortaleza . llamada "de la monja o el ángel" Los niveles en contacto con las (Fig. 4.4), fechado a mediados del construcciones que a continuación siglo XV. Otro fragmento de espasamos a describir presentan un cudilla se puede adscribir al tipo Puerta restaurada nivel de alteración muy bajo y con decoración interior de "solfa", o 5 m. prueba de ello es el reducido núfechada entre el 1460 y 1530, junto mero de fragmentos de loza doal cual se documentan fragmentos rada y la presencia casi homogéde otros tipos decorativos, esennea de producciones islámicas de cialmente geométricos (Fig. 5.10- Fig. 3. Planta de la excavación en el albacar del Castillo de Sax (1999) cronología almohade. Entre las 12), fragmentos de platos y jarros piezas islámicas destacan un en los que se aprecian decoraciones en loza dorada y en azul sobre blanco cuyos motivos decorativos fragmento de cerámica esgrafiada (Fig. 5.8), parte de un reposamás significativos van desde los geométricos en las caras exte- dero o maqueta arquitectónica (Fig. 5.1) decorado mediante la riores a los de tipo vegetal, tanto al interior como al exterior de técnica del estampillado e incisa, utilizando una roseta de ocho las piezas, con unas gamas en los esmaltes que testimonian la pétalos que tiene sus más próximos paralelos, y sin duda origen, evolución de la producción cerámica de loza dorada, desde los en ejemplares del casco urbano de la ciudad de Murcia (Navarro tonos más cobrizos hasta los más achocolatados, característicos Palazón, 1986); también aparecen jarros con decoración pintada estos últimos del siglo XVI. Junto a estas piezas cerámicas ha en manganeso en cuello, panza y asas (Fig. 5. 3-6); un fragmento aparecido una punta de flecha de cobre/ bronce de forma cónica, de candil de piquera (Fig. 5.9), caracterizado por la cazoleta sección circular, con una perforación en la base para su sujeción bitroncocónica decorada al exterior con trazos lineales rojizos al astil (Fig. 4.3). Ésta pieza puede ponerse en relación con el que se prolongan hacia la piquera datado en los ss. XII-XIII; armamento propio de la defensa del castillo o como con una finalmente, destacan dos fragmentos de tinaja, uno decorado pieza perdida en los ataques y asaltos que la fortaleza sufrió a mediante incisiones formando motivos curvilíneos (Fig. 5.7) y

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identificar claramente un vano de acceso en su lado N .W. de apenas 60 cm de anchura, cuyo umbral era tierra apisonada, y no dejaba ser una mera nada más que una interrupción del muro de cierre, no constatándose enlucidos ni jambas, si bien parece que se encontraba elevado con respecto a los niveles de uso tanto exterior como interior. En el reducido espacio interior se pudo constatar la existencia de un pavimento muy alterado consistente en sucesivas capas de cal, cenizas y tierra apisonada. En una posición más o menos centrada se documentó la presencia de un hogar efectuado mediante una torta de arcilla rojiza de unos 40 cm de diámetro la cual presentaba evidentes signos de rubefacción. Dicho hogar fue sucesivamente respetado en los distintos acondicionamientos del piso de la estancia. El relleno arqueológico existente entre el pavimento y los niveles anteriormente descritos aportó esencialmente y como elementos más significativos ataifores decorados en manganeso bajo vedrío melado, manganeso bajo cubierta vítrea blanca; jarritas con cuello estriado, fragmentos de jarritas con decoración de oxido de hierro formando metopas de motivos geométricos y lineales en hombro y cuello; y un elevado número de tinajas con cordones aplicados sin decoración Una vez levantado el pavimento correspondiente a la estancia del siglo XII-XIII se apreciaba que los muros de ésta apoyaban, en ocasiones en la misma dirección y en otras variando ligeramente esa tendencia sobre otros anteriores efectuados en mampostería. Este hecho señalaba que el lugar había sido habitado con anterioridad y que el nivel de ocupación en época almohade se había limitado a modificar ligeramente la organización del espacio preexistente . Estos muros se cimentaban directamente sobre la roca por lo que se trataba de las estructuras de habitación más antiguas conservadas en esta zona de la fortificación . El relleno contenido en su interior, sellado por el pavimento ya comentado, proporcionó un importante conjunto de jarritas decoradas mediante oxido de hierro y cuyos motivos decorativos principales son las metopas rellenas de líneas verticales y las metopas en el hombro con el motivo de la "flor de loto". Las asas de éstas también se encuentran decoradas con los típicos trazos. El número de ataifores es sensiblemente más reducido que en los niveles superiores, si bien la decoración sigue siendo de manganeso bajo cubierta melada, al igual que los fragmentos de tinaja con decoración de cordones lisos. Aparece en este nivel como elementos más significativos un alcadafe de labio engrosado al exterior (aprox. 50 cm. de boca) y un candil de piquera de cazoleta lenticular, base plana irregular, al que le falta el asa y el cuello, decorado mediante trazos lineales pintados en oxido de hierro y centrados en la cazoleta, mientras que la piquera muestra en su extremo el típico ennegrecimiento por el uso. Esta pieza, la cual apareció junto al umbral, se fecha en los

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Fig. 4. Castillo de Sax. Corte 1. decorado mediante digitaciones sobre cordón circular y otro cordón con decoración estampillada epigráfica (Fig. 5.8), cuya lectura por su estado fragmentado es imposible realizar. Como se aprecia este conjunto de cerámica es bastante homogéneo dentro de la cronología del siglo XIII facilitada por algunas piezas. Por debajo de los niveles bajomedievales empezaron a aparecer los restos de estructuras habitacionales cuya principal característica es su realización en tapial con base de mampuesto. Configuraban una recinto de planta rectangular, de 4'20 m de largo por 2'10 cm de ancho , adaptado a la pendiente natural de la ladera, la cual en muchas ocasiones afloraba y posiblemente llegó a condicionar la planta general de la zona de hábitat y de circulación entre las estancias. Pese al deficiente grado de conservación de la estancia y las distintas reparaciones sufridas a lo largo del tiempo -prueba de lo cual son la distinta fábrica de sus paramentos- se pudo

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siglos X Y XI , con perduración hasta el siglo XII. 3 Entre la pared Norte de la estancia y la cara Sur de la cisterna existe un pasillo, parcialmente excavado por C. Navarro a principios de los años ochenta y por donde transcurren tendidos eléctricos relacionados ~ tü1A con la iluminación de la forta leza. Con el fin de 2 determinar si este espacio era otra estancia anexa a la ya tratada y formaba parte de una vivienda de planta O compleja, o por el contrario se trataba de una zona Ot}Q de tránsito y comunicación entre un conjunto de estancias similares a la señalada, se procedió a excavar 4 en profundidad un sector que iba desde el muro Este hasta el umbral de la estancia. A su vez la documentación de dicho espacio podía informar de la zanja de cimentación de la cisterna. (, Pese al reducido espacio (1 '30 m de ancho por 6 metros de largo) se logró alcanzar una profundidad 5 de 1'25 m, que permitió documentar una compleja estratigrafía, lo cual era posible por el profundo buzamiento que la roca natural tenía en este punto, además de su seccionamiento ocasionado en el momento de la realización de la cisterna (Fig . 2). En ningún momento se documentaron elementos 9 8 constructivos de ningún tipo, restos de hogar, enfos7 cados, pavimentos, etc. sino que se trataba de niveles de colmatación producto de los procesos deposicionales relacionados con el acondicionamiento continúo del espacio a lo largo de los momentos islámicos. Por dicha naturaleza los materiales cerámicos aparecieron muy fragmentados, pero sus características permitieron un buen encuadre cronológico. Eliminados todos los estratos alterados en época reciente se documentó a nivel del umbral de la es13 tructura de habitación un nivel de características arenosas en donde apenas apareció material arqueoFig. 5. Castillo de Sax. Corte 1. lógico y en donde tan solo cabe destacar la existencia de un cuello de redoma con vedrío melado al exterior y al interior. Bajo la misma se documentó una sucesión de finas no debe quedar muy alejado, desconociéndose por el momento capas de una amplia gama de colores, circunstancia relacionada su origen y cronología. con las sucesivas limpiezas de las estancias adyacentes y su Sin embargo, esta pieza se acompaña de un importante conjunto depósito en los espacios de tránsito, que curiosamente aportó un de jarritas pintadas en oxido de hi erro cuyo principal motivo significativo y singular conjunto cerámico tanto en los referente decorativo en el hombro es la metopa de flores de loto (Fig. 6.10) a las formas y decoraciones como a su encuadre cronocultural. y un cuello troncocónico de candil de piquera decorado con En primer lugar destaca un ataifor de labio recto y perfil curvo trazos irregulares en oxido de manganeso. Junto a estas piezas se documentó un fragmento de ataifor con un baquetón en el tercio superior de la pieza, bajo el cual se desarrollan cuatro acanaladuras, entre éstas y la inflexión carenada caracterizado por presentar una decoración policroma a base de del cuerpo de la pieza se desarrolla un motivo ondulado inciso melado, verde y morado, cuyo motivo no puede ser identificado a peine de cuatro púas (Fig. 4.1). No se conserva la base y la por el estado fragmentario de la pieza, pero que por sus caractepieza por su cara exterior se encuentra vidriada en tono melado rísticas técnicas y tipológicas se puede encuadrar dentro de las mientras que al interior se desarrollan motivos ovalados en producciones tunecinas de los siglos X y XI, lo cual permite manganeso bajo cubierta vítrea melada, decoración presente en ubicar a todo el conjunto, incluido el ataifor señalado y las jarritas todo el labio interior de la pieza. Esta pieza no posee claros pintadas, en la segunda mitad del sig lo X (Fig . 4 .2). paralelos en su entorno geográfico si bien su centro de producción Infrapuesto a estos niveles se documentó una gruesa capa de

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cal compacta, unifonne y homogénea, sin material arqueológico alguno que mostraba claramente una voluntad de nivelación y sellado de las capas más profundas. Estas características parecen apuntar claramente a una intencionalidad relacionada con el uso de este espacio como lugar de tránsito entre distintas estancias . Esta circunstancia, junto con la ya descrita para la estructura habitacional , y la topografia de la ladera parecen apuntar bien hacia que cada una de estas estancias fueran unidades habitacionales simples ocupadas por una unidad familiar o bien que varias de estas estancias simples pudieran conformar la vivienda , continua o dispersa en el espacio, de un grupo familiar musulmán. Nuevamente bajo este pavimento apareció una nueva sucesión de pequeñas capas de distinta coloración y textura en las cuales volvía a aparecer un elevado conjunto de fragmentos cerámicos. Las formas más significativas fueron las jarritas (Fig. 6.7-14), las redomas y, en un número menor, los fragmentos de candil de piquera y algunos fragmentos de ataifores (Fig. 6.1-3). En las jarritas destacan las de- \ coraciones pintadas tanto de motivos geométricos como vegetales, al igual que en las redomas, ambas mediante la pintura de oxido de manganeso. Por su parte, los candiles presentan similar decoración; y en el caso de los ataifores destaca un fragmento con decoración policroma en verde-blanco y manganeso, cuyo motivo central articula la decoración radial de la pieza. Finalmente aparecen fragmentos de cazuela y un jarro-aguamanil con una decoración pintada de "flores de loto" entre metopas, similar al documentado en El Castellar de Alcoi (Azuar, 1989). Las últimas capas, hasta la intersección de la roca de la ladera con el aljibe proporcionaron un elevado número de fragmentos cerámicos pertenecientes esencialmente a jarritas decoradas con oxido de hierro, destacando los motivos de flores de loto entre metopas geométricas, alguna con asas trenzadas, cazuelas y una cabeza de un cuadrúpedo, que 6 serviría como juguete, esmaltado en blanco con manchas en verde (Fig. 4.5), jarritas con decoración en manganeso, un fragmento de cand il , una jarra pintada con oxido de hierro y un fragmento de jarrita en verde con decoración estampillada bajo cubierta (Fig. 4,6). ralla (Fig. 3), se pudo documentar los resto parciales de dos habitaciones de plana angular, definidas por un muro adosado a la roca del cerro con orientación NW -SE, efectuado en mampostería de gran tamaño recibida en cal, con una sola cara hacia el interior de las estancias. De él parte un muro en sentido perpendicular, que divide las estancias, efectuado en mampostería de mediano y pequeño tamaño recibida en cal , con enlucido en ambas caras . Finalmente se constató los restos de un muro, paralelo

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al situado sobre la roca, realizado en mampostería de mediano tamaño recibida en mortero de cal, del cual apenas si se conservaban una hileras. Respecto a los pavimentos, la estancia n° l presentaba un suelo de argamasa de cal en un buen estado de conservación y presente en toda la superficie excavada, encontrándose roto en el perfil Norte, debido a la afección de la reconstrucción del paño de muralla septentrional durante los años setenta. Este nivel de pavimento se encuentra a una cota inferior al pavimento de la estancia n02, en una adaptación a las curvas de nivel del terreno, con caída hacia el NW. De la estancia n° 2 tan sólo se excavo su parte septentrional, quedando el resto más allá del área de intervención. Todo este conjunto se encuentra muy alterado en su lado septentrional y occidental por una serie de zanjas relacionadas con restauraciones, tendidos eléctricos, vertidos, etc.

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Conclusiones: que hasta la fecha se había cobijado, total o parcialmente, al De los trabajos de seguimiento que en su día fueron estudiados amparo de la orografia de la peña, reforzada en sus puntos más y publicados por C. Navarro (1991), ya se señalaba la existencia vu lnerables con elementos concretos como torres y murallas . de cerámicas adscritas a momentos finales del siglo X y primera mitad del siglo XI, destacando por su profusión las marmitas, las jarritas pintadas en óxido de hierro con motivos de flores de loto, las jarras con decoración pintada en blanco, los candiles de Bibliografía piquera larga, con decoración de líneas paralelas y un ataifor ASOCIACiÓN DE ESTUDIOS SAJEÑOS (1999). "1247: Sax, para la Orden de Calatrava". El Castillo de Sax, n O 8, 2-4 . Sax. con decoración epigráfica en verde y manganeso . Azuar Ruiz, R. (1981). Castellología medieval alicantina: Área meridional. Dicho registro no sólo se ha visto confirmado, sino que se ha Alicante. ampliado con otras producción cerámicas procedentes en unos (1983). "Panorama de la arqueología medieval de los va lles alto y medio casos de los talleres locales o regionales y en otros, aunque de del Vinalopó (Alicante)". Lucen tum 11, pp . 349-383 . Alicante . forma más puntual, de lugares más alejados, como Murcia capital (1989). Denia Islámica. Ali ca nte. y Túnez (Navarro 1986 y 1991). Las estructuras documentadas (1998). "Fortificaciones de taifas en el Sarq al-Andalus". Castillos y apuntan hacia la existencia de un poblado en altura, anterior a territorio en al-Andalus, pp. 116-140. Granada. las estructuras defensivas que hoy se pueden observar y con BAZZANA, A. et alii (1988). Les chateaux ruraux d'al-Andalus. Madrid . amplios paralelos en otros asentamientos en altura, como Salva- FULLANA MIRA, L. (1920). Historia de la villa y condado de Cocentaina. Valencia. tierra en Villena y El Castellar de A1coi (Azuar, 1989). Si dicho GIL PELÁEZ , F. (1998). "Asedio a la fortaleza de Sax por el conde de pob lado presentaba estructuras defensivas o la propia orografia Cocentaina ( 1476)" . El Castillo de Sa x, nO 4, pp. 25-27. Sa x . del cerro era suficiente es una cuestión que está por dilucidar. HERNÁNDEZ PÉREZ, M.S. y PÉREZ BURGO, J.M . (1991). "Excavaciones Las viviendas , de planta simple rectangular, presentan una en la Peña de Sax". Revista de Fiestas 1991. Sax. reducidas dimensiones y unos complejos procesos constructivos HERRERO OCHOA, B. (1964). Historia de Sax. Sax. que les llevan a usar tanto la mampostería cogida con cal como LÓPEZ SERRANO , A. (1998). "La toma de posesión de la villa y castillo el tapial. Su disposición parece responder a una adaptación en de Sa x por Diego López Pacheco en 1468". El Castillo de Sax, nO5, pp. función de la pendiente de la roca, dejando entre las estancias 26-29. Sax. MATEO BOX, J. (1986). 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"Los castillos y el poblamiento en época bajomedieva l en los albacar, el cual se vera modificado en sus niveles superiores por va lles del Vinalopó (Alicante)". Fortificaciones y castillos de Alicante, pp. construcciones, derribos, movimientos de tierras y finalmente 103-165. Petrer. tendidos modernos. OCHOA BARCELÓ , F. (1964). "Notas sobre el castillo de Sax" . Revista La cronología aportada por los materiales, desde finales del de Fiestas de Moros y Cristianos, slp . Sax. siglo X hasta el siglo XVI, muestran la evo lución sufrida por el PAZ, J. (1978). Castillos y fortalezas del reino. Noticia de su estado y de asentamiento del Castillo de Sax a lo largo de casi medio milenio, sus alcaides durante los siglos XV y XVI. Madrid . desde un asentamiento en altura, que venía a retomar el lugar PONCE HERRERO , G. Y VÁZQUEZ HERNÁNDEZ, V. (1997). "Aprovechamientos hidráu licos medievales y urbanismo en Sax". I Congreso de como asentamiento, ya empleado por una comunidad humana a Estudios del Vinalopó: Agua y Territorio, 273-287. Centre d'Estudis Locals finales de la Edad del Bronce (Hernández Pérez y Pérez Burgos, de Petrer. Petrer-Villena . 1991), hasta el siglo XVI, cuando se efectúan las últimas reformas RETUERCE , M. Y ZOZAYA, J. (1986). "Variantes geográficas de la en la fortificación en relación con el peligro morisco. Entre ce rámi ca omeya andalusi: los temas decorativos". 111 Congreso Intern aambos momentos se desarrolla un poblado a lo largo del siglo cional de la Cerámica Medieval del Mediterráneo Occidental, pp. 69-128. XI, el cual sé ira adaptando a las necesidades del momento y a Firenze. los cambios políticos y militares, especialmente a finales del RICHART GOMA, J. (2000). "Inventarios de armas en el castillo de Sax y torre de Salinas en 1492. Su relación con los Corella. Revista de Moros siglo XII con el dominio almohade, tal y como lo muestran las y Cristianos. pp. 182-183. Sax. cerámicas del momento y la construcción o reformas de los SÁEZ, C. (1982). "Los sitios de Sax y Chinchilla". Anuario de Estudios sistemas defensivos, especialmente el torreón oriental de tapial. M edie va les , n O 12, pp . 585-ss . C.S.r.C. Barce lona-Madrid. Con la conquista cristiana el uso del espacio de la Peña, y por SOLER GARCíA, J.Ma . (1969). La relación de Villena de 1575. Alica nte. lo tanto de su fortificación, quedó posiblemente con una exclusiva Torró , J. (1998). "Fortificaciones en Yibal Ba/ansiya. Una propuesta de función militar, desplazándose a la ladera meridional el poblado, secuencia". Castillos y territorio en al-Andalus, pp. 385-41 8. Granada.

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