Evolución y cambio del papel de las mujeres vietnamitas

July 23, 2017 | Autor: Hoàng Anh Vũ | Categoría: Feminist Literary Theory and Gender Studies, Feminism and Social Justice
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Descripción

Evolución y cambio del papel de las mujeres vietnamitas. Autora: Anh Vu Hoang. Entendemos que “el feminismo es el conjunto heterogéneo de ideologías y de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivos la igualdad de derechos entre varones y mujeres, así como cuestionar la denominación y la violencia de los hombres sobre las mujeres y la asignación de roles sociales según el género”1. Las investigaciones de esta disciplina social existen en muchos países y están influenciadas por la situación contemporánea y el punto de vista de los investigadores. En Vietnam, por las situaciones sociales, los pensamientos sobre la liberación y la igualdad para las mujeres han cambiado claramente en tres épocas: la época feudal, la época colonial, y la época revolucionaria. La sociedad autóctona vietnamita nace en el matriarcado. Durante las insurrecciones contra la dominación China (desde el siglo I A.N.E hasta el siglo IX), determinadas líderes, como las hermanas Trung Trac, Trung Nhi y Ba Trieu, se convirtieron en heroínas destacables de la historia vietnamita. Hasta el siglo X, la princesa Ly Chieu Hoang heredó la corona de la dinastía Ly. Además, en ese periodo, los pensamientos budistas jugaban un papel importante y no discriminaban a las mujeres. Luego, el patriarcado y el confucionismo dominaron toda la sociedad, por lo que las mujeres paulatinamente fueron perdiendo su rol social. Casi no aparecían en las actividades sociales, solo cumplían con las responsabilidades del hogar y la familia. Podemos decir que la discriminación hacia las mujeres no es el carácter fundamental de la sociedad autóctona, sino la consecuencia de influencias exteriores y de los cambios entre las relaciones productivas. En la época feudal, los hombres eran los dueños de la familia patriarcal en la que las mujeres no tenían derechos. El confucionismo destaca que los hombres son nobles, las mujeres son innobles. Por esto la posición de las mujeres siempre estaba bajo la de los hombres. Según las “tres órdenes, cinco costumbres” de la ética confucionista (los valores morales que guían las relaciones entre el rey y sus pueblos, entre las personas de la sociedad, y entre los miembros de la familia), las mujeres siempre dependían de los hombres. Se decía que las niñas tienen que obedecer a su padre,

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Artículo de Feminismo en la enciclopedia Wikipedia en www.wikipedia.org

la esposa a su marido, y la viuda a su hijo; durante toda su vida no son independientes, viven bajo la manipulación de los hombres. Así mismo, los hombres tenían el derecho de dejar a su mujer si ella sufría de los siguientes “defectos”: infértil, infiel, no rezar a los suegros fallecidos, hablar mucho, robar, ser celosa, tener malos hábitos. De cualquier manera, los hombres podían buscar un pretexto entre los siete para separarse de su esposa.2 La desigualdad genérica se mostraba claramente en la relación matrimonial. Las mujeres no tenían derecho al divorcio. Además, el esposo la podía dejar por otra mujer o vivir con muchas concubinas. Normalmente, eso sucedía cuando la esposa no podía dar la luz a un hijo varón o en las familias ricas donde el hombre quería mostrar su riqueza a través de la cantidad de mujeres que poseía. La poligamia es una característica de la sociedad feudal, que mostró una enorme falta de respeto hacia la mujer. Las concubinas vivían en la casa junto con la esposa oficial sin ceremonias matrimoniales, se consideraban como sirvientes que eran compradas para satisfacer la demanda sexual del hombre y hacer los trabajos duros. Estas podían ser revendidas o regaladas a otro hombre. Aunque la moral era estricta para las mujeres, las leyes y costumbres contemporáneas de Vietnam coadyuvaban a limitar las características extremistas del confucionismo. Según la ley de Gia Long (siglo XIX), los hombres podían separarse de su mujer, pero no se permitía en los siguientes casos: cuando la mujer estaba en el periodo de funeral de sus suegros; si ella apoyó y colaboró para que su esposo mejorara económicamente; si la mujer no tenía otros familiares a parte de la familia del esposo. El hombre podía ser castigado si dejaba a su esposa sin razón o en cualquiera de las circunstancias antes dichas. Además, el hombre no tenía el derecho de vender las propiedades de su esposa sin permiso de ella. En el caso de que lo hiciera, los padres de la mujer podían demandarle. Tampoco se les permitía vender a su esposa, obligarla a ser empleada fuera de su casa, o respetar a las concubinas más que a la esposa. En los asuntos familiares, las mujeres tenían el mismo derecho que su esposo. Normalmente, las mujeres no solo ayudaban a su esposo, sino también controlaban toda la propiedad de la familia. Por ello se les llamaba a las mujeres “general de la

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Dao Duy Anh, Viet Nam van hoa su cuong, (Breve historia de la cultura vietnamita), Editorial Nha Nam y The Gioi, Hanoi, 2014.

casa”, pues no ocupaban ninguna posición en la sociedad, pero podían resolver casi todos los problemas de su familia. El matrimonio era un concepto divino en la sociedad feudal. Los novios no se casaban por su voluntad, sino por sus responsabilidades con la familia. Por lo que las dos familias debían ser de igual clase social, propiedades, etcétera; y la pareja tenía que continuar la línea de sangre. Es por esto que las esposas se veían obligadas a dar luz a hijos varones. Además, ellas eran las que cumplían con todas las tareas domésticas, además de cuidar de los niños y ancianos de la familia de su esposo. La moral feudal dispone que las mujeres casadas se convierten en miembros de la familia del esposo y ya no pueden participar en los asuntos de la familia donde nacieron. Por ello, cuando se morían sus padres, no recibían las propiedades sucesoras, todas pasaban a manos de sus hermanos varones. Solo en el caso de que los padres no tuvieran un hijo varón, ellas tenían derecho a la herencia. Cuando el esposo moría, la posición de las mujeres era más alta. Aunque la moral confucionista la obligaba a obedecer a los hijos, en realidad, la viuda podía controlar la familia. Si sus hijos eran pequeños, ellas podían realizar todas las actividades importantes de la familia como las ceremonias para rendir homenaje a los antecesores, lo que se destacó como costumbre fundamental e indispensable. No obstante, si la viuda volvía a casarse con otro hombre, perdía todos sus derechos con sus hijos y la familia del esposo, puesto que cuando dejaba la familia del esposo fallecido, entraba a la nueva familia y debía tener responsabilidad con la nueva. Las únicas reglas de las leyes feudales que protegían a las mujeres no se aplicaron en la realidad. La ley de Gia Long decía que si un hombre usaba palabras obscenas con una mujer que la llevaran al suicidio, él podía ser puesto en prisión, golpeado 100 veces o ser desterrado. A pesar de que las costumbres que existían desde la época matriarcal coadyuvaron a limitar el carácter extremista de la ética confucionista, se puede decir que las mujeres no tenían posición en la sociedad feudal. Las niñas no podían acceder a la educación oficialmente, aunque en las familias de élite, podían aprender de los tutores. Sus capacidades se limitaban, a pesar de que no se podía negar el talento de las poetas, o la contribución de varios personajes femeninos en el desarrollo y defensa del país.

Desde las últimas décadas del siglo XIX hasta el principio del siglo XX, durante la colonización francesa, la sociedad vietnamita fue cambiando. Los pensamientos confucionistas perdieron su papel significativamente y los occidentales tuvieron más influencia en las generaciones contemporáneas. La construcción del sistema educacional francés, a pesar de que tuvo varios fallos y desigualdades, dio por primera vez la oportunidad de aprender a la minoría de las niñas de clase burguesa. Bajo la influencia de los pensamientos capitalistas, las mujeres vietnamitas empezaron a luchar por su liberación. No obstante, sus actividades solo se reflejaban en los grupos que tenían acceso a la educación occidental y no lograron ningún cambio evidente. En los años treinta del siglo XX, las mujeres vietnamitas participaron con mucho dinamismo en los movimientos revolucionarios para la independencia. Hasta ese momento, personajes, tales como Nguyen Thi Minh Khai, Pham Hong Thai… se consideraron como las revolucionarias de la liberación del pueblo, mostrando la fuerza de las vietnamitas en la lucha contra el colonialismo. Después del triunfo de la Revolución de 1945, el derecho de las mujeres fue instituido y protegido. Las mujeres participaron en la primera elección popular en 1946. Se creó la Federación de Mujeres Vietnamitas y este organismo se convirtió en la organización más importante que protege los derechos igualitarios y ayuda a las mujeres. En las dos guerras contra Francia y Estados Unidos (1945-1975), las mujeres vietnamitas contribuían a la tarea común de todo el pueblo, que es construir y defender el país socialista. Personajes, tales como la general Nguyen Thi Dinh, la heroína Vo Thi Thang, la ministra de Relaciones Exteriores del Gobierno Temporal de La República Sureña de Vietnam Nguyen Thi Binh y muchas más, son símbolos que lucharon por la independencia del país contra el imperialismo y también confirman el importante papel de las mujeres en la historia. La discriminación de género se deriva del prejuicio confucionista chino que disminuye el papel de la mujer en la sociedad, pero el ideario autóctono vietnamita, que ya existía mucho antes de la transculturación con China, siempre precisó del papel de la mujer en la familia y la nación. Esa conciencia debe ser devuelta a la población y a las propias mujeres. Los derechos de participación de la mujer en las actividades políticas y sociales se legitiman en las leyes. Por otra parte, a través de

la educación, con la contribución de las investigaciones de la historia, filosofía y ética, las generaciones reconocen la igualdad de género y se erradican las ideas erróneas sobre la discriminación de la mujer en la sociedad. El artículo 63 de la Constitución confirma que “Las ciudadanas y los ciudadanos tienen derechos igualitarios en todas las esferas: política, económica, cultural, social y familiar. Se prohíbe cualquier comportamiento de discriminación hacia las mujeres, así como, ofender su dignidad. Las trabajadoras y trabajadores de la misma profesión tienen el mismo nivel de salario. Para las trabajadoras se mantiene el pago de la licencia de maternidad en el periodo del alumbramiento. Todos los organismos crean las condiciones básicas para que ellas trabajen, estudien, descansen y cuiden a sus hijos…” El feminismo en las sociedades en transición hacia el socialismo debe lidiar con dos sistemas de opresión contra la mujer: el patriarcado y la sociedad de clase. Algunos investigadores destacan que existen determinados fallos en el pensamiento marxista sobre el trabajo de las mujeres, “las concepciones económicas, tanto las marxistas como las liberales, habían olvidado sistemáticamente el aporte del trabajo doméstico realizado por la mujer. Correspondía este hecho a la visión general de que el ama de casa, cuando no participaba en el mundo de la producción, era una mujer “que no trabajaba”.3 En la ideología de Ho Chi Minh, el pensador más importante de Vietnam del siglo XX, las amas de casa nunca son las mujeres que no trabajan. El trabajo doméstico también es una tarea importante. Cuando la mujer cumple esa tarea, está colaborando con el desarrollo de su familia y la sociedad. Es por eso que no se puede negar su papel. Ho Chi Minh también destaca la concepción subjetiva de la mujer, de su propio papel en la sociedad y tiende a resolver la contradicción hombremujer a través del pensamiento dirigente del Partido Comunista y las políticas públicas del Estado: “(…) Partido y Estado deben tener un plan efectivo para la superación, el reconocimiento y la ayuda a las mujeres, de manera que, cada vez más, muchas logren desempeñar cargos en todas las esferas, incluso llegar al

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Judith Astelarra, ¿Libres e iguales? Sociedad y política desde el feminismo, Editorial Ciencias Sociales, 2005.

liderazgo. Ellas mismas tienen que esforzarse por progresar. Eso es hacer una revolución, que lleve igualdad auténtica a la mujer.”4 Hoy día, las delegadas y delegados continúan estableciendo políticas para la protección de las amas de casa y disminución de la desigualdad. Entre ellas, la Ley de Igualdad Genérica se creó y desarrolló como una ley más concreta acerca de la mujer y sus derechos. Así mismo, los pensamientos marxistas y de Ho Chi Minh son los que dominan casi todas las disciplinas sociales en Vietnam, se destaca que la desigualdad de género debe ser resuelta a través de las estrategias económicas y de la educación. La disminución de la discriminación hacia la mujer está ligada a la elevación del papel que esta juega en la esfera económica. El Estado lleva a cabo proyectos micro-económicos para fortalecer las actividades laborales que pueden ser realizadas por las mujeres y de esta manera eleva la contribución de ellas a la familia. Los organismos internacionales destacan que las mujeres juegan un papel indispensable en la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza en Vietnam. En la sociedad moderna actual, se ha demostrado claramente que el cambio del papel de las mujeres está influenciado por el desarrollo de la tecnología y las nuevas actividades productivas. “Las mujeres en el trabajo obrero son a menudo mayoría en las industrias tecnológicamente más avanzadas tales como la electrónica. El impacto del desarrollo sobre la tecnología, el empleo, los ingresos y las condiciones de trabajo de estos sectores es de interés, no solo para las mujeres que trabajan en ellos, sino también para las economías que dependen del empleo, de las ganancias del comercio exterior o de los ingresos generados por ellos.”5 Este comentario concuerda con la situación socioeconómica de Vietnam actual. Las mujeres vietnamitas ocupan un 48% de la población y tienen el mismo derecho a la educación que los hombres. Según el reporte del Ministerio de Educación y Formación en el año 2010, las escuelas primarias cuentan con un 47% de niñas y existe un 45% de profesoras en los institutos superiores. Así mismo, se popularizan los valores morales que aprecian la feminidad.

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Ho Chi Minh, El testamento en 1968. Documento digital publicado en la página web del Partido Comunista de Vietnam http://www.cpv.org.vn 5 Gita Sen y Karen Grown, Desarrollo, crisis y enfoques alternativas perspectivas de la mujer en el Tercer Mundo, El colegio de México, 1988.

También la mujer recibe oportunidades igualitarias de participación en los organismos estatales. Las mujeres ocupan cargos importantes en el gobierno y la Asamblea Nacional. Aunque ellas solo representan un 37% de los delegados de este organismo, su opinión sobre los problemas nacionales y de géneros cada vez atrae más atención y coadyuva a resolverlos. A pesar de los avances logrados en el proceso de liberación de las mujeres, hay varios problemas de género en la sociedad actual. Existen numerosos casos de violencia contra la mujer, especialmente en las zonas rurales, donde el nivel educacional es muy bajo. Todavía se mantienen varias ideas preconcebidas que desestiman a las mujeres. La discriminación en el trabajo, en particular en las profesiones que destacan la fuerza física, todavía limita a las mujeres. Podemos llegar a la conclusión, de acuerdo con la realidad del papel que juega la mujer en la sociedad vietnamita actual, que estos problemas se derivan de diferentes razones y deben ser resueltos a través de la contribución de varias investigaciones sociales.

Bibliografía 1. Astelarra Judith, ¿Libres e iguales? Sociedad y política desde el feminismo, Editorial Ciencias Sociales, 2005. 2. Dao Duy Anh, Viet Nam van hoa su cuong (Breve historia de la cultura vietnamita), Editorial Nha Nam y The Gioi, Hanoi, 2014. 3. Ho Chi Minh, El testamento en 1968. Documento digital publicado en la página web del Partido Comunista de Vietnam http://www.cpv.org.vn 4. La Constitución de Vietnam en la página web de Ministerio de Justicia www.mofa.gov.vn 5. Sen Gita y Grown Karen, Desarrollo, crisis y enfoques alternativas perspectivas de la mujer en el Tercer Mundo, El colegio de México, 1988.

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