EVIDENCIAS DE MUTILACIÓN DENTARIA EN LA NECRÓPOLIS ISLÁMICA (SIGLO VIII DC) DE PAMPLONA (NAVARRA)

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De los autores.

De la edición . Grupo Palcolab (Valencia). Aparta do de co rreos 601 7 460 80 Valencia . www.uv.eslpaleo lab

o Diseño de portada y contraporta da: Grupo Paleo lab .

Tít ulo: Investigaciones his t órico-m édicas sobre salud y enfermeda d en el pasado . Ed itores: Manuel Polo Cerd á ( [email protected])& Elisa Garcia -Próspcr (elisaprospe r@wanadoo .cs). I.S.B.N.: 978· 84·6 13·312 9·9 Depósito legal: V-2551-2009 Contacto. solicitud de ejemplares e intercambio: Manuel Polo Cerda. Apartado de correos 60 17 CP 460 80 Valencia. Website : '-"'\o\'w.uv.eslpaloolablActasIXCongrcso Paleopatolog ia Imprime : Imprenta M áñcz.. Diseño y maquetaci ón: Antonio Fclis Ciar.

7.4 Campillo, D; PIá, A; Garc ia-G uix é, E., Baxari as, 1., Carvajal, A. y Vila, S. A neurisma de la arteria vertebral derec ha a nivel de la tercera vé rtebra cervica l. ....

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Te ma 8 " Pa leo pa tule gia dental y paleodieta" 8. 1 De Miguel lbáñez, M' . P; Romero, A .; De Juan J. Evidencias de mutilación den taria en la nec rópoli s islámica (siglo V IIl ) de Pamplona (Nav arra)

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8.2 Labajo, E; Perea, B; Sánchez, J.A; Robledo , M ; Pum ar Martin, M . y Gó mez Sá nchez, M. Estudio de las mutilac iones dentales de un cráneo Tam il de l Museo de Antro po logía Forense de la Universidad Complutense de Madrid....

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8.3 Lópe z Merino, L ; Rasc ón Pérez, J y González Martín, A . Presencia de abscesos perirradiculares en la pob laci ón med ieval asturiana

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8.4 Ferre ira, M' .T; Sil va, A .M' y Ne ves , M' J. Dentes, doencas e hábitos : urna história do Castc lo de Po rtalegre ...

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8.5 Lozano Ruiz, M. Determ inaci ón de la dieta de los indi viduos del yacimiento de la Cueva de El Mirador (S ierra de Atapu erca , Burgos) a partir del an áli sis del mi crodesgast e y de las patologías dentales.

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8.6 Gómez, S; Romero, A. y De Ju an, J. Car ies y desgaste dental en poblaciones del Valle del río Vinalopó (A licante).

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8.7 Gallello, G . Aspecto s de paleodieta y eco nó micos de lo s habitante s de Fivi zzano: un fresco de una comun idad de montaña del sig lo XIV-X V de nue stra era ...

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8.8 Díaz-Zorita Bonílla, M .; Waterman , AJ . y Knudson, KJ. Explorando la movilidad y los patrones dietaríos durante la Edad del Cobre en el Suroeste de la Península lbéríca: Estudio Preliminar Bioarqueológico del Tholos de Palacio III (Almadén de la Plata, Sevilla).

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Tema 9 "Antropología Forense" 9.1 Polo Cerdá, M.; García-Próspcr, E.; Cruz Rico, E.; Ruiz Conde, E.; Coeh Ferriol, C. y Llidó Torrent, S. Exhumación de una fosa co mún de guerrilleros de la A.G.L.A . en Villarejo de la Peñu ela (Cu enca)

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9.2 Vicia no. JA; Liryo, A; Pinhe iro, J y C unha, E. Sobre la dificultad en determinar la causa de muerte en base al esqu eleto.

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9 .3 Cruz , C A hipótese da ap licacáo diferencial de agentes ace leradore s da decornposicáo em indiv íduos com patologias evidentes em vid a.

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Tema 10 "A rq ueolog ía funeraria" 10.1 Ga rc ía-Pr óspcr, E., López Flor es, 1. y Polo Cerdá, M . Escl avitud. cautiv idad y mue rte en Hispanla. A propósito de lo s caso s de Valentía. /lipa y Gades.

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EVIDENCIAS DE M UTI LACIÓN DENTARI A EN LA NEC RÓ POLIS ISLÁMI C A (SI GLO VIII OC) DE PAMP LO NA (NAVARRA) DE MtGUEL I BÁÑEZ, M' P (1 , 2); ROMERO,A (2); DEJUAN, J (2) (1) Área de Prehi storia, Faeullad de Filo sofia y Letra s. Universid ad de Alicante. (2) Departament o de Biotecn olog ía, Facultad de Cie ncias. Universidad de Alicante.

Resumen En las excavac iones arqueo lóg icas reali zadas en la Plaza del Ca st illo (Pamplona, Navarra ), se ident ificó un co njunto funerar io con ritual islámico de más de 100 ind ividuos estando representados ambos sexos y todas las edades. La ocupación islámi ca de Pampl ona se desarrolló a la largo del siglo Vl l l dC, iniciándose en el siglo IX dC la monarquía cristiana. Se ha reali zado la dat ación por AMS de uno de los individuos de la necrópoli s. confirmando el siglo VIII de como momento de uso de la maqhara. Para este trabajo se han anali zado macroscópicamente y por microscopía electrónica cinco dientes con signo s de mutil ación intencional del esqueleto de una mujer adu lta (PZ C-O159). Se discute el posib le origen tipológico y técnica empleada de las muti laciones a través de para lelos con otras pob laciones. Pal abras clave diente, mut ilación. microscopí a electrónica. Pampl on a. Islámico. Toolh mulilation found in an islamic site (VIII' century ad) from Pamplona (Nav a rra)

Abstraer Exeavations from Plaza del Castillo (Pamplona , Nav arra) found more than 100 islam ie human remains of both scxes and range of age . Th e Islami c inva sion of Pamplon a is historically documentcd durin g Vll l'" century AD and the Christain monarehy during IX" ee ntury AD . An AM S bone datati on eonfirms maqbara use at the VIII" century AD . Thi s paper reports a macro - and scanning microscop y analysis applied to five anteri or teeth with sings of inlen tiona l mutil atio n of an adult fem ale (PZC-O159). Types of modifieatio ns and their teehni ea l methods are diseussed between PZC site and tho se from other region s. Ke y words tooth, mutilation, Scanning M icroscopy, Pamplona, Islami c.

Int rodu cción La mutil ación y decora ción de los dientes por razon es tanto estéticas com o técnicas se ha documentado a través del estudio paleoa ntropológico y etnográfico en el este y oeste de África (Go ose, ¡ 963; Muwazi el al., 2005; Pindbo rg, 1969; Van Rippen, 19 18), Europa (Areini, 200 5; Campillo el al.. 2001 ; Go nza lo el a l ., 2001 ), India (Ke nned y el al., 1981), Filipinas, Japón

y el Archi piélago Malayo (Ah y Piehl er, 1998; Milner y Larsen , 1991). En Mesoamérica se documentan el mayor número de tipo s en el periodo preclásico medi o de la cultura Maya (ss. X-XVI dC) Y período clásico de México (s . XVI dC) (Romero Mo lina, 1958, ¡ 986 ; Rubín De la Borbota, 1940 ; Se ville, 1913; Tiesler el al., 2002 ). Durant e la época posterior a la conquista españo la, en el co ntinente america no. entre los mayas y otro s grupos indígen as mexicanos esta costumbre

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EVID ENCIA S DE M UTIL ACI Ó N DENTAR IA EN LA NEC RÓPOLIS ISLÁ MIC A (S IGLO VIII DC) DE PAMP LO NA (N AVARRA)

come nz ó a abandonarse (Tieslcr el al.• 2(02). No obsta nte. la llegada de grupos afri cano s como mano de obra escla va durant e la época colonial. produj o nuevas evidencias de mut ilación dentaria observadas tanto en la zona ce ntro . sur y nor te del continente america no (Ilandlc r el al., 1982; Lagun as y Karam, 2003; Miln cr el al., 199 1; Ort ncr, 1966; Price el al.. 2006; Stewart y Groom c, 1968; Tiesler el al.. 2002) .

A partir del estudio de restos humanos de época precolombina de Mesoarn érica, Perú , Ecuador y Argentina, se docum en tan tres modal idades dife rentes de alleración intencio na l de los d ie ntes (Fa st licht 1976) : (i) la mutilación mediante la técni ca de limado de uno o ambos bordes del diente, (ii) la incru stación en las superfic ies lab iales o (jii] la co mbinac ión de amba s t écnicas. cuyos obje tivos posiblem ente serían puramente estéticos o religiosos y e n ningún ca so terap éuti cos (Rubín De la Borbolla. 1940) . Estas tres técni cas fueron descritas hasta medi ado s del siglo XX en algunos tipos (Rubín De la Borbo lla, 1940; Sevillc, 19 13) y ampliadas con posteriori dad a través de nu evas evidencias (Rome ro Mol ina, 195X, 1986). De tod as ellas más del 500/0 de los tipo s clasificados se descr iben en México (Beltrán del Río. 2( 02 ). Al contrario que la mutilaci ón , la técn ica de la incru stación venia acompañada de una perforación inic ial para dispo ner de un orificio en el que ajustar algún tipo de mat eria, entre ot ras se cita la hernatin a, el hueso. ja de , jade íta, oro, pirita del hierro o la turquesa (Beltrán del Río. 2002 ; Rom ero Mal ina, 195X; Rubín De la Borb olla . 1940 ). Por otro lado, en diferentes pueb los anti guo s y actuales de África, se docum enta tanto la mutilación como la ab lación dentaria, con pre fer encia en los incisivos y ca ninos superiores para la m utilac ión e infe riores en el ca so de su extracci ón (Lagun as y Karm a. 2003 ; Muwazi el aí. , 200 5; Pindborg, 1969; Van Ripp cn, 1918). En este trabajo se constata la evidencia de mut ilación dentaria en diverso s dient es en un ente rra miento islámico procedente de Plaza del Castillo (Pamplona). siglo VIII de . Se reali zaron a nálisis macro scópicos y micro scópicos e n los dientes co n el obj eti vo de establecer una aproxi mac ión a su tipología . técni ca empleada y posible origen de sus formas a tra vés de paralelos. La doc ume ntac ión de mut ilación dent aria en la Peninsula Ibér ica es esca sa (Cam pillo el al.• 200 1;

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Go nza lo el al. , 200 1) y en algunos casos descrito s de carácter ritual post-mortem (Campillo el al., 200 1). La evide ncia de esta práct ica en el norte de la Península Ibérica y su marco cronológ ico-cultural supone nuevos p lant eami ento s de reco nstrucción históri ca.

Con/ex /o hist órico ... arqu eol ógico La maqbara de la Plaza del Castill o (Pampl ona. Navarra) fue ha llada de forma inesperada durante la con strucción de un aparc amiento en un céntrico lugar de la ciudad . Su estado de conservac ión era mu y bueno. a pesar de que el espacio ha sido utilizado desde época romana hasta nue stro s días. Se han excavado unas 150 sepulturas c uyo ritual fune rar io ind ica su adscr ipción inequ ívoca a la cultura islámica: deposición de l cadáve r en decú bito lateral der ech o, mirando al este, en fosa simple y sin elementos de ajuar acom pañante s. Hist órica mente su datación debe inscribirse en los inicios de la llegada del poder musulmán a la Pcninsul a (s. VIII). ya qu e en el siglo IX la mona rquí a loca l era cristiana (Unz u, 2004; Faro el al., 2007). Los restos materiales encontrado s durant e la excavac ión no permiten reali zar una dataci ón adecuada. ya que las sepulturas fueron ubic adas sobre antiguos niveles de ocupac ión romana, siendo los esca sos restos ce rámico s aparecido s propi os de la Época rom ana. Las fosas de inhum ac ión son principalmente fosas simples. sin qu e se hayan ident ificado elementos de señalización externos. En unos pocos ca sos se ha constatado la pre sencia de laj as que cubrían total o parcialmente la sepultura. Con el fin de precisar la cronolog ía de la necrópo lis realizamos una dat ación por AMS de los restos humanos de la sepultura 32 . Se obtuvo como resultado una fecha ca libra da (dos sigma s) de 660-770 dC (Beta: 2 18654). Dado que la ocu pación in icial de Pampl ona por el pod er musulm án parece que ocurri ó hacia el 7 15, el fallecimiento de este individuo debió suceder entre los años 7 15-770 d.C. este dato nos permite confirmar la pertene ncia de esta población a los momentos iniciales de la islarnizaci ón. Aunque no hay dema siados dato s sobre los aco ntecim ientos ocu rridos en Pamplona durante el siglo VIII, conocemos a través del la fuente s

D E M IGUE L tBÁÑEZ. M " P: ROME RO. A : DE JUA N. J

árabe s que "fue la costumbre de este Ocho combatir a los idólatras todos los 0110.'1, y les tomaba sus ciudades , siendo él que conquistó la ciudad de Arbona, y sometió la Galiquia y Bambeluna. que hizo po blar de muslines" (Ibn Idari Al-Marrak usi, 1860 trad . 1999: 49) , por 10 que la necrópo lis pudi era ser el reflejo de esta llegada de gentes a Pamplona, con la intención de ejercer el poder en nombre del Emir, contro lando las continuas revueltas de la época (De Migue l, 2007 ). Una pregunta que nos surgía era si la población que llegó estaba formada únicamente por hombres con función militar, o si estaba formad a por grupos familiares (hombres. mujere s e infantiles).

Fig. l . Excavación de la se-

puttura 159.

La identificación de diente s con manipulaciones intencionales, como la procedente de la sepultura 159. desarro llada en este trabajo, nos hizo pensar que eran grupos familiares completos los que llegaron a la ciudad. Con esta base se ha iniciado el estudi o específico de los dien tes manipul ados, claramente con matices culturales, para lo que hemo s buscado sus correspondientes patron es en otros ámbitos cultura les, alej ados de nuestro espac io geográfico. Otra vía de investigaci ón ab ierta j unto a la Arizona State University (EE.UU), y de la que se están obte niendo los primeros resultados (Prevedorou et ot., 2008) es la del estudio de la mov ilidad residencial a partir de la determinac i ón de isótopo s de estroncio y oxígeno en la hidrox iapatita del esmalte dental. Dicho trabajo se ha iniciado preci samente con la mujer de la sepultura 159. Los resultados obtenidos parecen indica r el origen alóctono de la muj er, por lo que deberemos co nsiderarla como miembro de la primera generación de inmi grantes, siendo probablemente su orig en nort e africano . El ~nális is isotópico indica que la dieta de la mujer fue rica en plantas terrestres y cerea les, lo que hace ubicar su vida en el seno de una población agríco la. Material y

~létodo s

El esqueleto cont enido en la sepultura 159 se encontró relati vamente bien conservado. a excepción del cráneo que estaba bastante fragmentado ; fue restaurado parcia lmcnte (Fig. 1). Las caracte rísticas antropológicas indican que se trata de una mujer fallecida a edad adul-

Fig. 2, Maxilar (,\fAX) y mandíbula (MAND) en vista frontal del individuo 159 (mujer-adulta) COI1 eviden cias de mutilaci ón en dientes anteriores (11. 12Y CJ conservados ín sítu (a). Los dientes marcados se representan por micrografías a 30X ohu',/idas con /In SEA! en vista mestal (11 Sup. Dcho) (b) y labial (/ l b if. tzq.t. Esca la} CI/1 (a): h-e: escala I 111m,

tao Desde una perspectiva paleopato l ógica se ha identificado la presencia de sarro en diferentes dientes. Se observa la age nesia del tercer mo lar definitivo inferior izqui erdo. La exis tencia de signos de artrosis se constata en la cavi dad glcnoiden esca pular, en la articulación distal del cúbi to izquierdo, en la art iculación distal del fémur, y en la articulación calc áneo-astragaliana derecha. Igual mente, hay signos de artro sis en las articulaciones costales de algunas vértebras y en las vertebrales de varias co stillas. Se observa la presencia de Nódulos de Sehm orl y ca lcificación del ligamento amarillo, en algun as vértebras dorsales. Dentro de las variaciones epigenéticas presenta sutura mct ópica persistente e incisivo superior derecho en pala . Las inserciones musculares marcadas indican activ idad forzada de los músculos que se inserta n en la cara inferior medial de la

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EVID ENCIAS DE MUTILACIÓ N DENTARIA EN LA NECRÓ PO LIS ISLÁMI CA (SIGLO VIII DC) DE PAMPLONA (NAVARRA)

clavícula derecha, en las falanges de las manos, y en las inserciones de los g lúteos en ambos fémures. La talla según la fórmula de Manouvrier estaría entre 147-14 8 crn.; según la de Trolter y Gleser 149-150 cm . Su índice cranea l es de 72'5 1, correspondie ndo co n un individuo dolicocránco. Por último, destaca la docum entación de varias manipula ciones dentales de origen intencional. En el maxilar, los dientes que presentan alteraciones de carácter intencional son el primer incisivo (11 ) dere cho en facela mesial y distal, el canino (C) derecho en faceta mesia l y el seg undo incisivo (12) izquierdo con ev idencias de mutilación en mes ial y distal. En la mandíbula el segundo inci sivo (\ 2) derecho y prim er incisivo (11) izqui erdo presentan muti lación en faceta mcsial, no presentand o ningún signo de alterac ión intenc ional en distal (Fig. 2). Los tipos de mutilación que presentan los dientes fueron clasificados a partir de la tipología establecida por Javier Romero Mal ina (1986). Esta clasificación fue seleccionada por ser la más completa observada tras realizar una revisión de clasificaciones anteriores (Seville, 1913; Romero Malina, 1958; Rubín De la Borbolla, 1940). En segundo lugar, se realizó un análisis por Microscopía Electrónica de Barrido (SEM) con el objetivo de examinar el posible patrón de desgaste o abrasión en las superficies de los dientes que presentaban evidencias de mutilación a partir de métodos previamente descritos (Romero y De Juan, 2003). Tras la limpieza dcl esmalte con acetona y etanol, se valoró el estado de preservación y aspectos particulares del esmalte con una lupa binocular Zuzi" a IOX. A continuación se obtuvieron moldes de los dientes con silicona Colténe' President Plus Jet y su réplica resultante con resina epoxy transparente Araldite 2020jt,. Cada réplica se adhirió con silicona termofusible a un stub de latón, se metalizaron con - 20nm de oro (Balzers" SeD 004 Sputter Coa ler) y se aplicó plata coloidal en algunos puntos de la base para minimizar cargas de electrones. El análisis de las réplicas se realizó con un SEM Hitachi S3000N en modo SE capturando imágenes entre 30X y 500X (1,280 x 960 píxcl - BMP) para analizar las superficies y patrones de abrasión en forma de estrías en el esmalte de diferente distribución y anchura (Fig, 3). Estos patrones se analizaron sobre diferentes micrografías midiendo con el Software Microware 4.02 la anchura (W) en micras (urn) y orientación preferente (O) en un plano de

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Fíg . 3. Diferentes patrones observados en superficie mes íal o distal por SE /l.l en dient es con mutilación: patro nes de abrasi ón no-alimentaria (a y e), supe rficies pu lidas sin evidencia de abra sión (h) y relacionado co n la dieta (d),

180 160 w e 140 •• 120 ~ • 100 ~ eo 80 ~ 60 40 O 20 ~

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25 20

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Fíg. 4, Orientación pref ere nte (O) en un plano de 0°-180 " y anchura (W) en micras (p m) de diferentes pat rones de abras ión (a-e) obs er vados en mes tal y distal de incisivos afectados por mil/ilación dentaria a partir de micrografíaspor SEM a diferent e grado de magnificacion: 60X (a) y 500X {h-e], Escala: 100 um.

DE MtGUEL tBÁÑEZ , M' P; ROMERO, A; DE JUAN, J

0°_180°, obteniendo su media y desviación estándar para establecer posibles diferencias.

y otros con una dispersión mayor (86,75°±37 ,613") y similar anchura de estrias (I ,15±0.39¡¡m) de etiologia ligada a la dieta (Romero y De Juan, 2003) .

Resultados Discusión El patrón generalizado de mutilación dentaria corre sponde a los tipos B y C (Romero Molina, 1986). A diferencia de otros tipos de mutilación, estas clasificaciones presentan unas características más sencillas ya que en algunos casos únicamente afecta a rnesial o distal y en otros a ambas superficies en dirección oclusocervical. A nivel particular, la clasificación de sus tipos es más compleja ya que la variabilidad de formas establecida por Romero Molina (1986) para los subtipos de las clases 8 y e, en muchos aspectos mantienen diferencias poco marcadas. En este sentido los dos incisivos inferiores (Pig. 2a y c) se encuentran mutilados en mesial desde la zona oclusal a la cervical en ángulo recto y corresponderian al tipo B3 (Romero Molina, 1986), pero eliminando incluso el resto de esmalte en la zona cervical del diente. El estudio microscópico revela para la superficie afectada un patrón de abrasión homogéneo de estrías paralelas en dirección labio-lingual (Fig. 3a y Fig. 4), con una anchura media de 18,2 1±6,73um y orientación horizontal (1O,35°±4,157"). Por el contrario , los dientes mutilados del maxilar se encuentran afectados en mesial y distal los incisivos y únicamente en mesial el canino. Los diente s ausentes no permiten como se considera, homogeneizar un patrón tipológico para la dentición anterior. La mutilación en incisivos responde al tipo CI y el canino al BI (Romero Molina, 1986), con un tipo de mutilación no obstante algo más marcada en dirección cervical. Al contrario que para los dientes de la dentición inferior descritos, en el maxilar el patrón de corte forma un ángulo menos rectilíneo buscando algún tipo de forma. Sin embargo, el t~abajo en algunos dientes (C e 1I superiores) parece no concluido o no cumplidos los requisitos tipológicos que se quisieron establecer ya que se observan muescas que nos orientan a un tipo de técnica de mutilado por percusión (Fig. 2a-b). Para estos dientes a nivel microscópico se observan diferentes patrones, desde superficies lisas sin ningún signo de abrasión (Fig. 3b) que orientan a un tratamiento de pulimento de la superficie, a otras con signos de abrasión (Fig. 3-4) que afectan a los bordes, algunos unidireccionales, con una anchura de estriación media de 1,79±0,62¡¡m y 70,52°±5 ,178°

Según la documentación antropológica y etnográfica, relativa a Mesoamérica y África, la mutilación dentaria se realizaba con preferencia en los seis dientes anteriores del maxilar (Goose, 1963; Romero Molina, 1958). No obstante, como en el caso que se describe y en otros (Fasllicht, 1976; Lagunas y Karrna , 2003; Romero Ma lina, 1958) tanto la mutilación como incrustación es posible observarla en premolares superiores y dientes inferiores. Por otro lado, en época preclásica en Méx ico, se documentan entre hombres y mujeres adultos (Fasllicht, 1976). Entre un 20% -60% de los adultos cn asentamientos mayas prehispánicos presentan algún tipo de alteración intencional del diente que para la incrustación, queda ligada a hombres en su mayoría y la técnica de limado a las mujeres (Tiesler el al., 2002). No obstante, en la población de Uganda la mutilación se encuentra asociada en un mayor porcentaje a las mujeres (Muwazi el al., 2005; Pindborg, 1969) sin embargo en Vikingos del sureste de Swed en (800-1050 dC) se presenta sólo en hombres. Los tipos de mutilación presentados corresponden a una mujer adulta, sin descartar la presencia en la necrópolis de más individuos con dientes mutilados, no podemos establecer, por el momento, diferencias o preferencias por género.

Aproximación a la tipología y técnica empleada Algunas referencias de cronistas de indias aluden a la técnica empleada para la realización de la mutilación en dientes (Beltrán del Río, 2002; Fastlicht J 976). Por ejemplo Fray Bemardino de Sahagún observó que "( ... ) limaban sus dientes a posta y los pintaban de negro y otros colores ( )" o Fray Diego de Landa quien documentaba que "( ) tenían por costumbre aserrarse los dientes dexandolos como diente de sierra y hacían este oficio viejas, limándoles con ciertas piedras y agua". La técnica de la mutilación podía ser realizada por algún especialista o por el propio individuo ya que actualmente en América del Sur los miembros de algunos grupos indígenas, en un tipo de operación a largo término, liman sus propios dientes (Beltrán del Río, 2002).

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EV IDENC IAS DE M UTILACiÓN DE NTAR IA EN LA NECR ÓPOLI S ISL ÁM ICA (S IGLO VIII DC ) DE PAMPLONA ( NAVARRA )

Las herramientas y técnic a para el corte pudieron ser variadas. sin emba rgo está claro que el cort e debió realizarse con materias de gran dure za y resistencia como el pedern al o la obsidi ana para reducir el esmalte y un limado u abrasión posterior para obtene r la forma deseada (Romero Molina , 1958). Este segundo procesad o mecánic o pud o rea lizarse mediante un po lvo de cuarzo con agua y algún cítrico para atenuar el poten cial de abra sión y evitar el calentamiento excesivo de la superficie mientras se aplicaba la técnica, evitando daño s en la dentina e incluso la pul pa denta ria; operaci ón que se realizaría prob ablemente con la administra ción de algunas plantas con propiedades analgés icas (Beltrán del Río, 2002; Romero Mol ina, 1958). Aunque se han localizado absce sos o exposi ción pulpar en incisivos cent rales superiores relacionados con dientes mutil ados (Beltrán del Río, 2002 ; Goose, 1963), en general los documentados en diferentes continentes no presentan pato logia asoc iada (Alt y Pieh ler, 1998; Lagun as y Karm a, 2003) . Para los grupos a fricanos de Campeche (México) se determina un cincelado, go lpeo y en oca sio nes combinado con su limado, sin em bargo para el territorio mexicano aún no se ha descrito una posib le etiología de corte medi ante cuchillos metálicos (Ticsler el al., 2002). La descrip ción de las téc nicas para grupos africanos es muy variada, lo que etnog ráficamente supone la observaci ón dc diferentes estilos (Goose, 1913; Van Rippcn. 1918), algunos enco ntrados en población antigua y mod erna del sur de Asia emp icando técnicas similares (Kennedy el ul., 1981). En algunos dientes de la cultura Maya. se observa un patrón de abrasiones en dirección antero-postcrior en los bordes de incisivos que se ha interpretado como causa de la actua ción de un instrumento filoso (Ha vill el al.. 1997) real izado co n piedra (obsidiana o cuarzo entre otras), madera u otro materi al como el cuero o fibras vegetales que posib ilitarían el trabajo de desgaste en el borde o ángulos de las superficies del dient e (Mata, 1998). Entre los Mayas las dos únicas técnicas empleadas fueron el limado y la incrustac ión, técnicas que pueden encontra rse aisladas o combinadas, encontrándo se ausentes técnicas de cort e o cincelado, técnica aparentemente importada de l continente afri cano

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(Ticsler el a í.. 2002) con limados-tipo del grupo A, B o C (Romero Melina, 1986). Un análisis por SEM (Ticsler el al., 2002) sobre las superficies dc esmalte en dicntes mutil ados de Campeche (México), revela dos tipos de patrones similares a los observados en el presente estudio. En primer lugar se documenta un patrón generalizado de estrías oclusocervicales de - l ¡. un de grosor que en nuestro caso presenta una media de I.Su m (Fig, 3c y Fig, 4) sugiriendo la actuación de un instrumento de tipo metálico. En segundo lugar, un tipo de abras ión en el esmalte represen tada por estrías de - 10- 15¡' m de patrón homogéneo en una sola dirección que se interpreta por la actuac ión de instrumentos no metálicos y más acorde a tipos ab rasivos como piedras (Tieslcr el al., 2002). En las superficies analizadas por nosotros este tipo de patrón caracterí stico presenta un rango de I8J1m (Fig. 3a y Fig. 4). Un terce r tipo representado en nuestro caso en los bordes labiales de las superficies mesial y distal de incisivos, es el relativo a la actuación de part ículas abra sivas contenidas en los alimentos de orige n vegeta l com o los fito litos de sílice u oxa lato de calcio u otras part ículas de sílice cristalizada adheridas al aliment os tras su preparación o manip ulación, representado por estrías en anchura de l .I 5Jlm (Fig. 3d Y Fig. 4), dentro del rango entre 0 , 8 0~m -I , 8 6~m establecido en estudios prev ios (Romero y De Juan, 20(3). Por último. se ha documentado superficies sin ningún signo de abrasión y con una apariencia de pulimento (Fig. J d), El tipo de técnica de corte con instrumento metá lico o go lpeo y limado son menos comunes en el registro mesoam ericano donde impera el limado y la incru stación (Romero, 1958) y significativa en las moda lidad es recuperadas de contextos coloniales de grupos de procedencia africana (Tiesler el al., 2002) e inelu so african os (Goose, 1963). Sin embargo algunos autores (Lagunas y Karam , 200 3) recogen documento s que mencionan para los grupos africa nos la mutilación con escalpelo y martillo sin un limado posterior. En nuestro caso, es posible evidenciar que algunas marcas presentes en los dientes ilustran un trabajo de fractura por percusión (con instrumento posiblemente metálico) y reduc ción del espeso r del esma lte sin afectar a la dentina y para darle forma, por medio de algún tipo de raspado o pu lido, sin poder preci sar por el rno -

DE MIG UEL tBÁÑEZ. W P; ROMERO. A; DE JUAN. J

mento e l uso de un limado posterior ya que algunos patrones de abrasión encontrados pueden rel ac ionarse con diferentes técnicas descritas.

Conclusión La tipolo g ía de los dientes mutilados (incis ivos y canino) parece corresponder a los tipos B y e ( Rome ro Mo lina , 1986). El es tudio micro scóp ico (S EM) revela un tipo de técnica en dos pasos: fractura por percusión y pulido posterior. Algunos dientes prese ntan la técn ica co ncluida (inc isivos inferiores), otros es posi ble que quedaran en fase de fractu ra (C e I 1 del maxilar ). En contra de las téc nicas de limado e incrustaci ón mayo rmente empleadas en Mcsoam érica , en Áfric a se documenta la técnic a por fractura (Lagunas y Karam , 2003 ; Romero Mo lina , 1958, 1986, Pl énot, 1975; Tiesler ct al.. 2002) que "(. ..) consistía en go lpear poco (}poco los ángulos mestales y distales de los incisivo s pa ra producir f racturas en el diente. y después vendria el

limado mediante el cual se alisaban las irregularidades del diente. "( Pl énot, 1975; 22-23) . Por e l mom en to podernos afirmar que los tipos de mutilación de la población analizada orientan a un origen africano . Consideramos que los datos aportados en este trabajo sobre las manipulaciones dentales claramente intencionales, el análisis de los isótopos realizado (Prcvedorou er al.. 2008), y la cro no logía de la necrópoli s (sig lo V III), nos indican que estamos ante los restos de una mujer proceden te, muy probablement e de África, y que llegó a Pamplona formando parte de un grupo familiar con la misión mi litar de controlar las revue ltas loca les surgidas contra el poder islámico .

Agradeci mientos Los a ná lisis por SEM se rea liza ron en los SS . TT. Investigación - Análisis Instrume ntal de la Unive rsidad de A licante (UA) con fon dos de l Vicerrectorado de Investigación (UA) y G V04 B-52 1 de JD J .

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