Evidencias bíblicas sobre el santuario del cielo - Rodrigo Boyadjian

June 29, 2017 | Autor: Rodrigo Boyadjian | Categoría: Biblical Exegesis, Investigación bíblica
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Descripción


Evidencias bíblicas sobre el santuario del cielo

En este trabajo de investigación personal, se analizarán las evidencias bíblicas en cuanto a la existencia del santuario celestial. Antes que Dios le muestre el modelo del santuario celestial a Moisés en el monte Sinaí (Éxodo 25:8, 9), ya hay una mención importante de parte de Moisés, donde se puede entender claramente que ya se tenía conocimiento de este santuario, y en dónde quedaba; y aun más, hacia dónde estaba dirigiendo Dios a su pueblo.

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, Moisés hizo un canto y lo dejó por escrito. Dentro de este canto se puede notar lo siguiente, que es importante para entender por qué el Señor saca a su pueblo de Egipto y hacia adónde lo quiere llevar:

"Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; lo llevaste con tu poder a tu santa morada"; (Éx 15:13).

"Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado". (Éx 15:17).


Claramente, en estos textos se pueden entender varios puntos en concreto:

Hasta ese momento, no existía el santuario terrenal, ya que Dios le ordenará a Moisés que lo construya conforme al modelo que le mostró cuando recibió las leyes en el monte Sinaí (Éxodo 25:8, 9; 26:30). De modo que, Dios tiene una morada real: "en el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado" (Éx 15:17); esta morada es celestial, y otra que seguiría a ese modelo: el santuario terrenal, que el hombre prepararía por orden divina, pues el pueblo de Israel no fue al cielo sino a Canaán: "condujiste... a este pueblo... a tu santa morada", -decía Éx 15:13. Allí, en Canaán, más tarde se erigiría el santuario siguiendo el modelo del celestial. Aquí se nota la expresa orden de Dios a Moisés para que haga un Santuario en la tierra:

"Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis. (…) Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte". (Éx 25:8, 9; 26:30).

Otro punto importante, es que, Dios dirige a su pueblo hacia "su" morada: "condujiste... a este pueblo... a tu santa morada" (vs 13). Aunque los condujo a la tierra de Canaán, ellos no llegaron al cielo, a la morada real de Dios. Todavía no podían llegar, hasta que no se cumpliera el proceso más importante del santuario: el sacrificio del Cordero (Jesús). Esto se entiende cuando se lee Hebreos 11:13-16, 39, 40: la patria de la cual se habla es la celestial, donde está la ciudad preparada, la cual no llegaron a recibirla, ya que no podían ser perfeccionados ellos aparte de nosotros, es decir, Cristo no había muerto todavía. Por esto, el Señor está preparando moradas en "su casa", según Juan 14:2, y volverá a buscar a su pueblo para llevarlo allá (Jn 14:3).

El tercer punto a destacar, es que el lugar de su morada real está hecho por sus propias manos, no por el hombre (Éx 25:8, 9; 26:30). De modo que, su morada real, sería el santuario celestial:

"Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti". (2 Crónicas 6:39);

"Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo". (2 Crónicas 30:27);

"Desde los cielos miró Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres; Desde el lugar de su morada miró Sobre todos los moradores de la tierra". (Salmos 33:13);

"Mira desde el cielo, y contempla desde tu santa y gloriosa morada". (Isaías 63:15);

"Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres". (Salmos 11:4);

"Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su Testamento fue vista en su templo. Y fueron hechos relámpagos y voces y truenos y terremotos y grande granizo". (Apocalipsis 11:19).


Más fundamentos en el Nuevo Testamento

En los siguientes textos del Nuevo Testamento, se dan las evidencias de la existencia del santuario celestial:

"Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. (…) Los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte". (Hebreos 8:1 - RV2000).

"Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal". (Hebreos 9:1 - RV2000).

"Dando en esto a entender el Espíritu Santo, que aún no estaba descubierto camino para el Santuario, entre tanto que el primer Tabernáculo estuviese en pie. Lo cual [era] figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto al que servía [con ellos], en cuanto a la conciencia, sino en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas de la carne impuestas hasta el tiempo de la corrección. Mas Cristo ya estando presente, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por [otro] más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una [sola] vez en el Santuario diseñado para eterna redención". (Hebreos 9:8-12 - RV2000).

"Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios". (Hebreos 9:23, 24 - RV2000).


Reflexión
¿Cuál es la intención de Dios? Habitar con los seres humanos que él creó. Siempre fue ese su deseo. Desde que Adán y Eva pecaron, Dios siempre fue a buscar al hombre para no dejarlo. Hasta el punto que Cristo, Dios mismo, se encarnó, se hizo humano para estar junto a sus criaturas! Sublime gracia!
Y finalmente, luego de la segunda venida de Cristo, la morada que Dios mismo preparó, su santa morada, la ciudad celestial, su santuario, su campamento, bajará aquí a la tierra para morar para siempre con sus hijos:

"Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo será con ellos [y será] su Dios. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas son pasadas. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas". (Apocalipsis 21:3-5 - RV2000).

Y ya no habrá un templo, un santuario, porque con Cristo mismo se cumplen los símbolos del santuario:

"Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero". (Apocalipsis 21:22 - RV2000).






Preparado por: Rodrigo Boyadjian (Licenciado en Teología)


Nótese que el trono de Dios está en el cielo mismo, y que Jesucristo se sienta la diestra: Hebreos 4:14-16; 7:25; 10:12, 19; Apocalipsis 4:2.
Leer vss 25-28, donde se explica que Cristo entra al santuario celestial "una vez para siempre" cuando sube al cielo, y luego aparecerá por "segunda vez"; es decir, sale del santuario para regresar a la tierra.



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