Evaluación del huerto familiar de Coatlán del Río, Morelos

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Descripción

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

EVALUACIÓN DEL HUERTO FAMILIAR DE COATLÁN DEL RÍO, MORELOS.

TESIS PROFESIONAL QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: B I O L O G O P R E S E N T A: JUAN FRANCISCO QUINTERO GOMEZ BARANDA.

DIRECTORA DE TESIS DRA. MARÍA DE JESÚS ORDOÑEZ DÍAZ.

CUERNAVACA, MORELOS.

ABRIL, 2015.

D E D I CAT O R IA

A las mujeres que más amo en el mundo.

María Antonieta Gómez Baranda Sotomayor. Natalia Quintero Gómez Baranda. Carmen Elena Pérez Fernández.

Gracias por todo su amor, confianza y sacrificios hechos para la realización de este objetivo alcanzado.

A mis compañeros y amigos, con quienes compartí momentos inolvidables en el transcurso de mi carrera profesional.

A los habitantes de Coatlán del Río por brindarnos su amistad, por su buen trato, por su tiempo y por su confianza al compartir sus conocimientos y experiencias.

AGRADECIMIENTOS El autor agradece la beca de licenciatura otorgada por el programa PAPIIT, a través del proyecto de investigación multidisciplinaria “Evaluación de estrategias de manejo de recursos en comunidades rurales de Morelos, Tabasco y Quintana Roo”, No. ID300712, coordinado por la Dra. María de Jesús Ordoñez Díaz del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM), campus Cuernavaca, Morelos.

A la Dra. María de Jesús Ordoñez Díaz por su dirección, ayuda y el tiempo que dedicó en el desarrollo del presente trabajo.

A la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y a la Facultad de Ciencias Biológicas, por darme acceso a nuevas áreas de conocimiento y por todos los apoyos brindados durante mi formación y la realización de este proyecto.

A los miembros de la comisión dictaminadora de esta tesis, les agradezco sus valiosos comentarios y la revisión del manuscrito. Mtro. Hugo Zagal Maldonado. Dra. Rosa Emilia Pérez Pérez. Dra. Belinda Maldonado. Dra. Inés Ayala Enríquez.

A la Licenciada en Geografía Celia López Miguel, Técnica Académica del CRIM-UNAM, por su asesoría en el procesamiento y edición del material cartográfico utilizado en este trabajo.

Al Biól. Gabriel Flores, Curador del Herbario (HUMO) del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC-UAEM) por su apoyo en la identificación y resguardo del material vegetal colectado.

A mis compañeros de proyecto: Dra. Alejandra Juárez Mondragón por su apoyo en campo y en la elaboración de encuestas. Lic. Priscila Martínez Puga por su apoyo en campo y en la elaboración de planos de huertos. Mtro. Salvador Hernández Zarco por su apoyo en campo y en la obtención del material cartográfico.

A todo el personal del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, CRIM-UNAM, Campus Cuernavaca.

RESUMEN El presente estudio se abordó desde una perspectiva multidisciplinaria que incluyó factores ecológicos, económicos y socioculturales. En primera instancia se efectuó un estudio etnoecológico para analizar la apropiación del paisaje mediante la ubicación de huertos familiares y huertos comerciales. El área fue caracterizada mediante el análisis de mapas temáticos e imágenes aéreas en SIG, con las que se identificó la presencia de las unidades ambientales de valle y lomerío. El tamaño de muestra fue de 25 huertos de los cuales 16 fueron del tipo familiar y nueve del tipo comercial. Para obtener la información, se elaboró una encuesta que fue aplicada a 16 familias, con la que se obtuvieron datos cuantitativos. Para complementar la información y obtener información cualitativa se realizaron entrevistas abiertas a informantes clave. Se caracterizó la unidad de habitación, la función de sus anexos (áreas y estructuras), la estructura de los árboles y la cobertura de sus copas; se realizaron recorridos etnobotánicos y colectas vegetales. Se obtuvo un inventario de plantas para los huertos de Coatlán del Río que comprende 32 familias, 60 géneros y 86 especies. Las familias mayormente representadas son Rutaceae, Anacardiaceae, Leguminosae y Musaceae. Los usos más representativos que reciben las especies corresponden al comestible (69%), medicinal (33%) y ornamental (19%). Respecto a la cobertura de los árboles, la sombra proyectada por individuos con copas de 8 a 15 metros es el más representativo (55.47%), con copas de 4 a 8 metros (34.14%), con copas de 1 a 4 metros (28.67%). Las especies con mayor número de individuos fueron Manguifera indica L., Musa cavendishii Lamb., Manilkara sapota Van Royen, Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn y Crysophyllum cainito L. respectivamente. Se describieron las prácticas de manejo que se desarrollan dentro del huerto familiar y se determinó la participación de la familia, siendo la mujer quien participa más activamente. Por su importancia económica se describieron las prácticas agrícolas para el manejo de los principales frutales (mamey, caimito, mango, chicozapote, guanábana y limón persa). Se estimó el valor de uso (la cantidad consumida de lo producido por la familia) de los distintos satisfactores identificados en la unidad de habitación -principalmente frutales-. Se estimó el valor de cambio (ingreso económico generado al año por la familia) a partir de la venta de los productos generados por el huerto familiar. Con la información proporcionada por los informantes y mediante la observación en campo se generaron calendarios de prácticas de manejo y de fenologías de las especies frutales de huerto. Finalmente se comparó el inventario de plantas actual con el elaborado por De la Torre (1977), se observaron diferencias en las especies reportadas, en donde pese a las presiones de mercado, la tendencia actual de los huertos familiares señala un aumento en las especies presentes.

AB STRACT

This study has a multidisciplinary perspective that takes into account ecological, economical and sociocultural factors. An etno-ecological study was initially carried out to analyze the appropriation of the landscape by locating home and commercial gardens. The area was characterized by means of analyzing theme maps and aerial images in SIG, which identified landscape units of valleys and hills. The sample size was of 25 gardens, 16 of which were home gardens and 9 were commercial gardens. To gather information, a survey was conducted with 16 families, where quantitative data was obtained. In order to complement and obtain additional qualitative data, open surveys were carried out with key informants. Home units were defined, together with the function of its annexes (areas and structures), the structure of their trees and coverage of tree tops, as well ethno-botanical walks and collection of vegetable samples. A plant inventory of the gardens of Coatlán del Río identified 32 families, 60 genres and 86 species. The main families were Rutaceae, Anacardiaceae, Leguminosae and Musaceae. The most representative uses of these species correspond to edible (69%), medicinal (33%) and ornamental (19%). In relation to tree tops, the shadow projected by individuals with crowns of 8 to 15 meters is the most representative (55.47%), with crowns of 4 to 8 meters (34.14%), with crowns of 1 to 4 meters (28.67). The species with the greatest number of individuals were Manguifera indica L., Musa cavendishii Lamb., Manilkara sapota Van Royen, Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn and Crysophyllum cainito L. respectively. Administration practices carried out within the home garden as well as family participation, are described. One of the findings is that women are the ones who participate most actively. Due to their economic importance, agricultural practices in the management of main fruit trees (mamey, caimito, mango, chicozapote, guanabana and Persian lime) are also described. Also taken into account, was the value of use (the amount of produce consumed by the family) of the different satisfiers identified in the home unit – mainly fruit trees. The value of exchange was also estimated (monetary income generated per year by the family) as a result of the sale of produce generated in the home garden. From data provided by informants and through field observation, calendars were generated for management practices and phenologies of fruit species in the home garden. Finally, a comparison was made of the present plant inventory to the one prepared by De la Torre (1977), where differences in the reported species were observed: Market pressures notwithstanding, the present tendency point to an increase in the diversity of species found in home gardens.

CONTENIDO

1.

INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. -1-

1.1. 1.2. 1.3. 1.4.

Planteamiento del problema .................................................................................................................. -3Justificación ........................................................................................................................................... -3Hipótesis .............................................................................................................................................. - 4 Objetivos .............................................................................................................................................. - 4 -

1.4.1. 1.4.2.

1.5.

Marco teórico ....................................................................................................................................... - 5 1.5.1. 1.5.2. 1.5.3.

1.6.

Localización geográfica ........................................................................................................................ - 13 Características físicas........................................................................................................................... - 15 -

2.2.1. 2.2.2. 2.2.3. 2.2.4. 2.2.5. 2.2.6. 2.2.7.

2.3.

Geología...........................................................................................................................................................- 15 Fisiografía ........................................................................................................................................................- 15 Edafología ........................................................................................................................................................- 15 Hidrología ........................................................................................................................................................- 15 Clima ...............................................................................................................................................................- 16 Vegetación........................................................................................................................................................- 16 Uso de suelo y cobertura vegetal ......................................................................................................................- 17 -

Características socioeconómicas .......................................................................................................... - 24 -

METODOLOGÍA ............................................................................................................................... - 25 -

3.1.

Revisión cartográfica ........................................................................................................................... - 26 -

3.1.1. 3.1.2.

3.2.

3.3.

Obtención de unidades ambientales ..................................................................................................................- 27 Ubicación de huertos evaluados........................................................................................................................- 27 -

Entrada a la comunidad ....................................................................................................................... - 28 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4.

Recorridos en la comunidad .............................................................................................................................- 28 Diseño, aplicación de encuesta y entrevistas .....................................................................................................- 28 Enlistados libres ...............................................................................................................................................- 29 Recorrido etnobotánico e inventario de plantas .................................................................................................- 29 -

Levantamiento del huerto ................................................................................................................... - 29 3.3.1. 3.3.2. 3.3.3. 3.3.4. 3.3.5. 3.3.6.

4.

El huerto familiar en el Altiplano Central de México ........................................................................................- 10 Los huertos antiguos de Coatlán del Río ........................................................................................................... - 11 -

ÁREA DE ESTUDIO.......................................................................................................................... - 13 -

2.1. 2.2.

3.

Enfoque de ecología del paisaje ......................................................................................................................... - 8 Enfoque etnoecológico ...................................................................................................................................... - 8 -

Antecedentes históricos ...................................................................................................................... - 10 1.7.1. 1.7.2.

2.

Apropiación de territorio mediante el huerto familiar ........................................................................................ - 5 Contribución del manejo tradicional a la economía familiar .............................................................................. - 6 Cambios en la economía rural a causa de las presiones demográficas ................................................................ - 7 -

Fundamentos teóricos para el estudio del huerto familiar ...................................................................... - 8 1.6.1. 1.6.2.

1.7.

Objetivo general ................................................................................................................................................ - 4 Objetivos particulares ........................................................................................................................................ - 4 -

Estructura y composición .................................................................................................................................- 29 Cobertura y distribución ...................................................................................................................................- 30 Riqueza ............................................................................................................................................................- 30 Prácticas de manejo ..........................................................................................................................................- 30 Elaboración de calendarios ...............................................................................................................................- 30 Evaluación socioeconómica ..............................................................................................................................- 30 -

RESULTADOS .................................................................................................................................... - 31 -

4.1.

Unidades ambientales......................................................................................................................... - 32 -

4.1.1. 4.1.2.

4.2. 4.3.

Valle .................................................................................................................................................................- 33 Lomerío ...........................................................................................................................................................- 34 -

Ubicación de huertos .......................................................................................................................... - 39 Composición de la familia.................................................................................................................... - 40 -

4.4.

Descripción del predio de la unidad de habitación ............................................................................... - 41 4.4.1. 4.4.2. 4.4.3.

4.5.

4.6.

4.7. 4.8.

Topografía del predio .......................................................................................................................................- 41 Tamaño del predio ............................................................................................................................................- 42 Edad del huerto familiar ...................................................................................................................................- 42 -

Descripción de la unidad de habitación y anexos .................................................................................. - 42 -

4.5.1. La casa tradicional............................................................................................................................................- 43 4.5.1.1. Cocina .................................................................................................................................................- 45 4.5.1.2. Lavadero ............................................................................................................................................- 45 4.5.1.3. Espacio social .....................................................................................................................................- 46 4.5.1.4. Jardín de plantas ornamentales ........................................................................................................- 46 4.5.1.5. Medicinales.........................................................................................................................................- 47 4.5.1.6. Semillero .............................................................................................................................................- 47 4.5.1.7. Hortalizas ...........................................................................................................................................- 48 4.5.1.8. Milpa ..................................................................................................................................................- 49 4.5.1.9. Cercos .................................................................................................................................................- 49 4.5.1.10. Composteros .......................................................................................................................................- 49 4.5.1.11. Espacio para animales .......................................................................................................................- 50 4.5.2. La casa reciente ................................................................................................................................................- 50 4.5.2.1. Cocina .................................................................................................................................................- 50 4.5.2.2. Lavadero ............................................................................................................................................- 51 4.5.2.3. Espacio social .....................................................................................................................................- 51 4.5.2.4. Jardín de plantas ornamentales ........................................................................................................- 51 4.5.2.5. Medicinales.........................................................................................................................................- 51 4.5.2.6. Semillero .............................................................................................................................................- 51 4.5.2.7. Hortaliza .............................................................................................................................................- 52 4.5.2.8. Milpa ..................................................................................................................................................- 52 4.5.2.9. Cercos .................................................................................................................................................- 54 4.5.2.10. Composteros .......................................................................................................................................- 54 4.5.2.11. Espacio para Animales .....................................................................................................................- 54 4.5.3. Tipos de unidad de habitación [UH] .................................................................................................................- 55 -

Levantamiento del huerto familiar....................................................................................................... - 60 -

4.6.1. Recorrido etnobotánico e inventario de plantas .....................................................................................................- 60 4.6.1.1. Uso de las especies ....................................................................................................................................- 61 4.6.2. Estructura y composición del huerto .....................................................................................................................- 62 4.6.3. Cobertura y distribución del huerto.......................................................................................................................- 62 4.6.4. Riqueza de especies del huerto .............................................................................................................................- 65 -

Enlistados libres .................................................................................................................................. - 66 Manejo de la unidad de habitación ...................................................................................................... - 68 -

4.8.1. Descripción de prácticas de manejo ..................................................................................................................- 69 4.8.1.1. Establecimiento del huerto ................................................................................................................- 69 4.8.1.2. Siembra en el huerto ..........................................................................................................................- 70 4.8.1.3. Riego y manejo del agua ....................................................................................................................- 70 4.8.1.4. Selección de semilla ............................................................................................................................- 73 4.8.1.5. Siembra en semillero ..........................................................................................................................- 73 4.8.1.6. Acodar ................................................................................................................................................- 73 4.8.1.7. Injertar ...............................................................................................................................................- 73 4.8.1.8. Deshierbe manual ..............................................................................................................................- 74 4.8.1.9. Deshierbe químico..............................................................................................................................- 74 4.8.1.10. Barrer patio ........................................................................................................................................- 74 4.8.1.11. Podar árboles .....................................................................................................................................- 74 4.8.1.12. Tirar un árbol ....................................................................................................................................- 75 4.8.1.13. Quemas ...............................................................................................................................................- 75 4.8.1.14. Composteo ..........................................................................................................................................- 75 4.8.1.15. Abonado .............................................................................................................................................- 75 4.8.1.16. Calear .................................................................................................................................................- 75 -

4.9.

4.8.1.17. Cosecha...............................................................................................................................................- 76 4.8.1.18. Venta de fruta .....................................................................................................................................- 76 4.8.1.19. Animales .............................................................................................................................................- 77 4.8.2. Jornales invertidos en el manejo de la unidad de habitación ..............................................................................- 77 4.8.3. Evaluación socioeconómica de la unidad habitación ........................................................................................ - 81 -

Descripción del predio con huerto comercial “Huerta” ......................................................................... - 85 -

4.9.1. 4.9.2. 4.9.3. 4.9.4.

Topografía del predio ...................................................................................................................................... - 85 Tamaño del predio ........................................................................................................................................... - 85 Edad de la huerta ............................................................................................................................................. - 86 Tipos de huertas .............................................................................................................................................. - 86 -

4.10. Levantamiento de la huerta ................................................................................................................. - 89 -

4.10.1. Estructura y composición de la huerta ............................................................................................................. - 89 4.10.2. Cobertura y distribución de la huerta ............................................................................................................... - 89 4.10.3. Riqueza de especies de la huerta ...................................................................................................................... - 92 -

4.11. Manejo de la huerta ............................................................................................................................ - 93 4.11.1. Descripción de prácticas de manejo ................................................................................................................. - 94 4.11.1.1. Establecimiento de la huerta ............................................................................................................ - 94 4.11.1.2. Siembra en la huerta ......................................................................................................................... - 95 4.11.1.3. Riego y manejo del agua ................................................................................................................... - 95 4.11.1.4. Selección de semilla ........................................................................................................................... - 95 4.11.1.5. Acodar ............................................................................................................................................... - 96 4.11.1.6. Injertar .............................................................................................................................................. - 96 4.11.1.7. Deshierbe mecánico .......................................................................................................................... - 96 4.11.1.8. Deshierbe químico............................................................................................................................. - 96 4.11.1.9. Podar árboles .................................................................................................................................... - 97 4.11.1.10. Quemas .............................................................................................................................................. - 97 4.11.1.11. Composteo ......................................................................................................................................... - 97 4.11.1.12. Arrope ............................................................................................................................................... - 98 4.11.1.13. Fertilización....................................................................................................................................... - 98 4.11.1.14. Plagas y enfermedades ...................................................................................................................... - 99 4.11.1.15. Cosecha.............................................................................................................................................. - 99 4.11.1.16. Venta de fruta .................................................................................................................................... - 99 4.11.2. Jornales invertidos en el manejo de la huerta ................................................................................................. - 100 4.11.3. Evaluación socioeconómica de la huerta ........................................................................................................ - 102 -

4.12. Manejo de Especies con mayor importancia económica ..................................................................... - 105 -

4.12.1. Mamey .......................................................................................................................................................... - 105 4.12.1.1. Plantación ......................................................................................................................................... - 106 4.12.1.2. Fertilización ...................................................................................................................................... - 106 4.12.1.3. Producción ........................................................................................................................................ - 106 4.12.2. Caimito ......................................................................................................................................................... - 107 4.12.2.1. Plantación ......................................................................................................................................... - 108 4.12.2.2. Fertilización ...................................................................................................................................... - 108 4.12.2.3. Producción ........................................................................................................................................ - 108 4.12.3. Mango ........................................................................................................................................................... - 109 4.12.3.1. Plantación ......................................................................................................................................... - 109 4.12.3.2. Fertilización .......................................................................................................................................- 110 4.12.3.3. Producción .........................................................................................................................................- 110 4.12.4. Chicozapote ................................................................................................................................................... - 111 4.12.4.1. Plantación .......................................................................................................................................... - 111 4.12.4.2. Fertilización .......................................................................................................................................- 112 4.12.4.3. Producción .........................................................................................................................................- 112 4.12.5. Guanábana .....................................................................................................................................................- 113 4.12.5.1. Plantación ..........................................................................................................................................- 113 4.12.5.2. Fertilización .......................................................................................................................................- 114 4.12.5.3. Producción .........................................................................................................................................- 114 4.12.6. Limón Persa ...................................................................................................................................................- 114 4.12.6.1. Plantación ..........................................................................................................................................- 115 4.12.6.2. Fertilización .......................................................................................................................................- 116 -

4.12.6.3.

Producción .........................................................................................................................................- 116 -

4.13. Fenología de las especies presentes en los huertos ............................................................................ - 116 4.14. Presencia y ausencia de especies frutales en los huertos .................................................................... - 119 4.15. Cambio de uso de suelo en Coatlán del Río ........................................................................................ - 120 -

5.

DISCUSIÓN ...................................................................................................................................... - 123 -

6.

CONCLUSIONES ............................................................................................................................ - 132 -

7.

BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. - 134 -

8.

ANEXOS............................................................................................................................................ - 142 -

8.1. Encuesta para la evaluación de huertos familiares en Coatlán del Río, Morelos. .................................. - 142 8.2. Hojas de croquis en campo. ............................................................................................................... - 152 8.3. Preguntas guía de la entrevista abierta para aplicar a dueños de huertos familiares en Coatlán de Río, Morelos. ................................................................................................................................................... - 154 8.4. Listado de Plantas ............................................................................................................................. - 155 8.5. Listado de plantas con uso medicinal ................................................................................................. - 159 8.6. Glosario de manejo ........................................................................................................................... - 161 -

Lista de figuras Figura 1: Mapa de localización geográfica y despliegue de ortofotos del Municipio de Coatlán del Río, Morelos....-14Figura 2: Mapa de formaciones geológicas de Coatlán del Río, Morelos……………………………………………-18Figura 3: Mapa de sistema de topoformas de Coatlán del Río, Morelos. ………………………………….………..-19Figura 4: Mapa de distribución edáfica de Coatlán del Río, Morelos. ……………………………………….………-20Figura 5: Mapa de distribución hídrica de Coatlán del Río, Morelos. ………………………………………..………-21Figura 6: Mapa de distribución climática de Coatlán del Río, Morelos. ……………………………………..………-22Figura 7: Mapa de distribución del uso de suelo y cobertura vegetal de Coatlán del Río, Morelos. ………………-23Figura 8: Diagrama de flujo de los pasos a seguir en el método de evaluación del huerto familiar………...……..…-25Figura 9: Secuencia de cortes seguida en la delimitación del área………………………………………….……..….-27Figura 10: Ruta de sobreposición de cartas temáticas, para la determinación de unidades ambientales…..…………-27Figura 11: Mapa de unidades ambientales del área de estudio………………………………….………...…….-32Figura 12: Paisaje de la localidad de Coatlán del Río………………………………………………………………...-33Figura 13: Mapa de tipos de suelo y alcance del riego con apantles en el área de estudio …………………..……..-37Figura 14: Mapa de uso de suelo por unidad ambiental en el área de estudio…………………………...………...-38Figura 15: Mapa de ubicación de huertos evaluados ……………………………………………………….……-39Figura 16: Distribución de los anexos de la unidad de habitación …………………………………………..….…-43Figura 17: Casa tradicional……………...……………………………………………………….…….…..……….…-44Figura 18: Techo de teja y cimientos de madera…………………………………………………………………….-44Figura 19: Casa tradicional remodelada...…………………………………………………………….….………...…-44Figura 20: Cocina con fogón………..………………………………………..………….………...………………..…-45Figura 21: Lavadero con pileta.……………………………………………………………………………………….-45Figura 22: Espacio social bajo los árboles…………………………………………….……………………………-47Figura 23: Plantas ornamentales del patio…………………………………………………………………………….-47Figura 24: Plantas medicinales junto al cerco. ……………………….……………………….………………………-48Figura 25: Semillero en botes sobre la barda.. ……………………….……………………….………………………-48Figura 26: Hortaliza plantada en el suelo y en bolsas negras………………………….……………………….….-48Figura 27: Composta de hojas del huerto….……………………….………………………………………………....-49-

Figura 28: Semillero de árboles frutales juveniles………………………….……………………….………………-52Figura 29: Hortalizas en cama elevada….……………………….……………………….…………………………...-52Figura 30: Milpa dentro de la unidad de habitación con casa reciente….…………………………….………..……-53Figura 31: Unidad de habitación con casa reciente y huerto………………………………………………………….-58Figura 32: Unidad de habitación con casa reciente, huerto y negocio.…………..………..…….…………..………..-58Figura 33: Unidad de habitación con casa reciente, huerto y milpa………………..…….………………..……….…-59Figura 34: Estructura vertical de las principales especies del huerto familiar……………………………….……...-62Figura 35: Vista aérea de la cobertura de los árboles del huerto familiar………………..…………..……….….……-63Figura 36: Río Chalma y acueducto…………..……………………………………………………………………….-71Figura 37: Canal secundario del apantle “Sangría”……………………..……………………………………………-72Figura 38: Riego del huerto mediante el desborde del agua del apantle………………..….……………….……….-72Figura 39: Poda de árbol………………………………………………………………………………………………-76Figura 40: Cortador bajando de un árbol de caimito……………………………………..……………………..……-76Figura 41: Huerta……………………………………………………………………………………………………...-87Figura 42: Huerta con negocio…………………….……………………………………………..……………………-88Figura 43: Huerta con siembra…………………….…………………………………………..…….……….……..…-88Figura 44: Estructura vertical de las principales especies de la huerta………..……………..………..………..……..-89Figura 45: Vista aérea de la cobertura de los árboles de la huerta……………….……………………………....……-90Figura 46: Mamey, Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn ………………………………………………...-105Figura 47: Caimito, Crysophyllum cainito L..………………...………………………………………….….………-107Figura 48: Mango, Manguifera indica L..……………………………………………………………...……...….…-109Figura 49: Chicozapote, Manilkara sapota Van Royen.………...………………………………………….......……-111Figura 50: Guanábana, Annona muricata L..…………………….………………………………………………..…-113Figura 51: Limón persa, Citrus latifolia (Yu. Tanaka) Yu. Tanaka ………………………………..……….....……-115Figura 52: Venta local de frutas de temporada ciclo: Primavera–Verano……….……………………….….……-118Figura 53: Venta local de frutas de temporada ciclo: Otoño-Invierno………………………………….……..….-118Figura 54: Cambio de huerto a parcela de monocultivos anuales y de parcelas a invernaderos……….…….……-120Figura 55: La presencia de invernaderos y comercios afecta directamente el tamaño del huerto……..….……....…-121Figura 56: Los nuevos huertos muestran una marcada tendencia al monocultivo…………..……….…….........…..-122. Lista de cuadros Cuadro 1: Materiales obtenidos del INEGI tras la búsqueda cartográfica…………………………………….….….-26Cuadro 2: Índice de material fotográfico aéreo disponible en INEGI, de la superficie de Coatlán del Río…....….….-26Cuadro 3: Tipos de suelo por unidad ambiental y uso que reciben…………………………………..…………....….-36Cuadro 4: Nivel de estudios de la familia………………………………………………………………………..……-40Cuadro 5: Actividades económicas y productivas de la familia.…………………………………………………...…-40Cuadro 6: Topografía del predio de la unidad de habitación………………………………………………........…….-41Cuadro 7: Superficie del predio de la unidad de habitación….……..…….……………………………………..……-42Cuadro 8: Tipos de unidad de habitación en Coatlán del Río……………………..……………..……….……...……-55Cuadro 9: Clave del predio y porcentaje del área que ocupan los anexos de la UH con casa tradicional.……....……-56Cuadro 10: Clave del predio y porcentaje del área que ocupan los anexos de la UH con casa reciente……………-57Cuadro 11: Distanciamiento entre individuos muestreados dentro del huerto familiar…………...…………....……..-64Cuadro 12: Porcentaje de presencia de especies dentro del huerto familiar.………..…………………...……………-66Cuadro 13: Tipos de riego presentes dentro del huerto familiar..……….………………….…………………..……..-72Cuadro 14: Jornales invertidos en el manejo de la unidad de habitación en un año………………..………….……..-79Cuadro 15: Calendario de prácticas de manejo de la unidad de habitación en un año……………………...……..…-80-

Cuadro 16: Valor de venta y consumo de los productos del huerto familiar en un año……………………………...-83Cuadro 17: Insumos requeridos para el empaque de la fruta…………………………………………………...…….-84Cuadro 18: Valor neto total de la venta de la fruta del huerto familiar en un año………………………………..…...-84Cuadro 19: Topografía del predio de la huerta…………………………………………….………………….….….-85Cuadro 20: Superficie del predio de la huerta……………………….…………..………….…………….........…..…-85Cuadro 21: Tipos de huerta en Coatlán del Río.………………..………………………………………..….………...-86Cuadro 22: Distanciamiento entre individuos muestreados dentro de la huerta ………………………..……….....…-91Cuadro 23: Porcentaje de presencia de especies dentro de la huerta…………………………………………………-93Cuadro 24: Tipos de riego dentro de la huerta………..…………………………………………..………….…...….-95Cuadro 25: Jornales invertidos en el manejo de la huerta en un año.……………………………..……..…...……-101Cuadro 26: Calendario de prácticas de manejo de la huerta en un año ……………………………………...….…-102Cuadro 27: Valor de venta de los productos de la huerta en un año……………………………………………….-103Cuadro 28: Valor neto total de la venta de la fruta de la huerta en un año………………………………………….-104Cuadro 29: Calendario de fenológico de las especies presentes en los huertos……………………………………...-117Cuadro 30: Comparación de especies frutales reportadas en los años 1977 y 2005, que no coinciden con el listado actual (año 2011)………………………………........................……...-119. Lista de gráficas Gráfica 1: Familias vegetales registradas en los huertos y el número de especies…..…..…..…………….….............-60Gráfica 2: Principales usos que reciben las especies del huerto…….…………..…………….…..………...……..……-61Gráfica 3: Uso medicinal de las plantas y partes utilizadas…………………….…………………..………...…...……-61Gráfica 4: Porcentaje de cobertura de la proyección de las copas…….……………………………..……………..-64Gráfica 5: Número de especies presentes en cada huerto familiar …..…………………….………….……………….-65Gráfica 6: Número de individuos presentes en cada huerto familiar ………….…..…………..…………..….……….-65Gráfica 7: Número de especies nombradas por orden de mención………………….…………….………….………...-67Gráfica 8: Número total de especies nombradas...…………………………………..………………………..………...-67Gráfica 9: Distribución de actividades en la unidad de habitación……………………….…….………………….…..-69Gráfica 10: Frecuencia de árboles productivos del huerto familiar modelo…………...………………….….…..……..-81Gráfica 11: Número de especies presentes en cada huerta………….………………………………..……...………...-92Gráfica 12: Número de individuos presentes en cada huerta………….………………………………..…...………….-92Gráfica 13: Distribución de actividades en la huerta…………………………..…………………………………….….-94.

1.

INTRODUCCIÓN Los saberes tradicionales sobre el manejo de los recursos bióticos con que cuenta nuestro país no surgen

espontáneamente, cuentan con una larga historia de relación sociedad-naturaleza y a lo largo del tiempo han dado lugar a un complejo proceso de acumulación cultural (Barrera, 1979). Lo que hoy conocemos como agricultura tradicional o campesina es el resultado de esta antiquísima actividad de acumulación de conocimientos y prácticas sobre la domesticación, uso y manejo de los recursos, en función de los elementos autóctonos de cada región (Casas y Caballero, 1995), dando como resultado la adecuación de los sistemas de producción agrícola tradicionales o agroecosistemas tradicionales que hasta la fecha han permitido el uso racional, mesurado y consiente de los recursos naturales y se han desarrollado localmente a través del conocimiento empírico (Altieri, 1991). El huerto familiar ha sido descrito como un ecosistema agrícola de raíces prehispánicas, en donde habitan, producen y se reproducen prácticas de la familia campesina, que reflejan la identidad cultural del grupo humano al que pertenecen (Mariaca et al., 2007). En este sentido, los diversos grupos humanos que lo reproducen no consideran al huerto familiar como una entidad aislada, sino que lo relacionan directamente con el medio circundante y otras unidades de producción (Toledo et al., 1984). De esta forma, el huerto familiar es parte de un conjunto de factores ecológicos, socioeconómicos, culturales y tecnológicos que brindan a la familia su seguridad y soberanía alimentaria, mediante la provisión de recursos naturales que contribuyen a la satisfacción de sus necesidades básicas y la generación de ingresos complementarios (Gómez-González et al., 1998; García-Frapolli y Toledo, 2008). El huerto familiar es uno de los sistemas de cultivo más diversificados y productivos (Cano-Contreras y Siqueiros, 2009); esto se debe a que permite que los niveles de producción y consumo se mantengan dentro de los límites de la recuperación de los recursos, evitando el deterioro ambiental por lo que se le considera que es un sistema ecológicamente sostenible (Gliessman, 2002). Son espacios geográficos que forman parte de las viviendas rurales, que han permitido a los diversos grupos indígenas y mestizos, en el caso de México, hacer un uso adecuado y manejo de los recursos, con los que las familias campesinas obtienen parte importante de los productos necesarios para su subsistencia (Rebollar et al., 2008). Los huertos familiares son importantes en los ambientes rurales, ya que su vegetación se compone de una amplia gama de plantas útiles nativas y de otras regiones, que por su utilidad son preferiblemente conservadas cerca del hogar (Ospina, 2001; Bambaradeniya, 2003; Albuquerque et al., 2005). Aunque el estrato arbóreo es predominante, el huerto también se integra de arbustos, hierbas, palmas, enredaderas y (Lok, 1989; Gliessman, 1999; Kehlenbeck et al., 2005). Además de cumplir con su principal función de generar alimentos, es posible obtener otros beneficios como plantas medicinales, ceremoniales, ornamentales, aromáticas, hortalizas, alimento para animales, combustible (leña), materiales para la construcción, instrumentos de trabajo, enseres de la cocina, flores, resinas y fibras que son

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susceptibles a convertirse en productos para la venta e intercambio en los mercados locales, no sin antes abastecer a la familia que es quien lo maneja de manera continua durante todo el año (Lok, 1989; Colín 1990; Caballero, 1992; Gliessman, 1999; Ospina, 2001; Lane, 2005). Para Barrera (1980) el conjunto diversificado de individuos arbóreos y arbustivos dentro de los límites del predio donde habita la familia, constituye un anexo más dentro del espacio que comprende la casa o Unidad de Habitación [UH]. Es decir, existe un ordenamiento empírico del espacio habitado por la familia donde los anexos corresponden a zonas de manejo destinados a la cría de animales, semilleros, composteros, depósitos de madera, almacenes de granos, cercos vivos, cercos muertos, plantas medicinales, plantas ornamentales y en ocasiones también es posible encontrar estanques piscícolas, viveros y locales comerciales (Barrera, 1980; Gliessman, 2002; Chi-Quej, 2009), que la familia incorpora de acuerdo a sus necesidades para aumentar su capacidad de autosuficiencia (Méndez, 2000; Ayllón-Trujillo y Nuño-Gutiérrez, 2009). El agroecosistema “huerto familiar” se presenta en estrecha relación con la preservación de las condiciones sociales, económicas y culturales de la familia, así como el enriquecimiento, generación y apropiación de tecnologías (Mariaca et al., 2007). Los dueños de los huertos deciden el tamaño y delimitan la forma, estructura, diversidad y riqueza de las especies que lo integran, así como la historia y futuro de esta unidad de producción de la cual obtienen múltiples satisfactores (Gliessman, 2002). Autores como Altieri (2001) y Toledo (2010) señalan que los sistemas de agricultura tradicional son la alternativa más viable para mitigar la crisis ambiental y alimentaria que ha generado la revolución verde mediante el uso de tecnologías modernas. La imposición de paquetes tecnológicos ofrece mayores rendimientos económicos, pero no considera el costo social y ambiental que producen, poniendo en juego la seguridad alimentaria a escala mundial, la cual a su vez se vincula con dos crisis, la ecológica y la económica que afectan la estabilidad del planeta y de la humanidad (Altieri y Nicholls, 2010). El desabasto de alimentos a nivel mundial podría resolverse en grado significativo con la implementación del modelo de huerto familiar o producción de traspatio. Durante la primera y segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, las familias llegaron a producir en sus “Jardines de la Victoria” más del 40% del consumo nacional de hortaliza, granos, especias y frutas. Esta producción resolvió no tan solo la escasez de alimentos, sino que también previno la deficiencia vitamínica y de minerales de sus poblaciones ya que la mayor parte de los alimentos que el gobierno distribuía entre sus habitantes eran enlatados (Morán y Hernández, 2009). Para comprender la trascendencia de la fortaleza y sabiduría de la estructura social que guardan los huertos familiares es necesario analizarlos desde distintas perspectivas, ya que la parte productiva y biológica no se puede desligar del espacio habitado por la familia y sus procesos tradicionales, cognitivos y afectivos.

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Por lo anterior, en este trabajo se utilizaron distintos enfoques teóricos, que permitieron el desarrollo multidisciplinario de la investigación. Desde el enfoque de la ecología del paisaje (García-Frapolli y Toledo, 2008; Vallejo, 2009) se delimitó el área de estudio por medio de unidades ambientales con la finalidad de proporcionar información que justifique el establecimiento de huertos familiares respecto a la vocación específica de cada región. Desde un enfoque cultural se evaluó el espacio que comprende el predio retomando la propuesta de Barrera (1980), de unidad de habitación tradicional, que incluye la casa habitación, el huerto y demás anexos construidos. La caracterización de los componentes del huerto (Gliessman y Somarriba, 1981) consistió en identificar las especies arbóreas y arbustivas, determinando su estructura y composición, cobertura y distribución, y la riqueza de las especies ahí encontradas. Desde un enfoque etnoecológico se recabó información sobre el uso de las especies vegetales, la distribución de labores entre la familia y las prácticas de manejo tradicional que realizan, considerando el tiempo invertido (jornales) por la familia en la unidad de habitación. 1.1. Planteamiento del problema La transformación de la cubierta vegetal en México se debe principalmente al crecimiento poblacional y algunas de sus consecuencias tales como la demanda de alimentos y la ampliación de la infraestructura, lo que ha provocado fuertes cambios en el uso de suelo enfocados en promover la urbanización sin un claro ordenamiento territorial (Vallejo, 2009). Para el año 2002, INEGI reportó que Morelos es uno de los estados más afectados del país, ya que conserva menos del 35% de su vegetación natural; de ahí la importancia de la conservación de estos espacios que aún no han sido transformados a la agricultura intensiva, ni para alguna otra actividad. Los huertos familiares del Estado de Morelos se encuentran bajo una fuerte presión de los mercados locales, regionales y nacionales, que buscan cambiar la estructura y composición de los sistemas de policultivos por sistemas de agricultura intensiva basada en la producción de un solo cultivo y no necesariamente alimentario, ni para satisfacer la demanda local de alimentos (Colín, 1990; Salazar, 1994; Macías, 2005; Hernández, 2011). Coatlán del Río presenta dos factores principales con algunas variables que han afectado la permanencia de los huertos familiares: la reducción del tamaño de los huertos por la repartición de la tierra entre los hijos; y la clara tendencia del cambio del uso de suelo por la renta de tierras para plantíos intensivos y extensivos a cielo abierto y bajo invernadero que, además, hacen uso de una gran cantidad de agua y productos químicos. 1.2. Justificación El reconocimiento de saberes tradicionales entre los grupos indígenas y mestizos relacionados con las formas de manejar, conocer y utilizar su entorno natural, ha cobrado relevancia en la investigación etnoecológica (CanoContreras y Siqueiros, 2009) debido principalmente a que la apropiación y conocimiento de los recursos naturales por parte de los diferentes grupos culturales del país se basan en un amplio conocimiento de la biota como consecuencia de una estrecha convivencia con su medio a lo largo del tiempo (Toledo et al., 1983).

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El estudio y la recuperación del conocimiento tradicional es una actividad clave en la elaboración de nuevos modelos y estrategias de manejo ecológico, ya que la urbanización y la simplificación de los agroecosistemas por motivos comerciales amenazan su existencia (Altieri, 2009). Actualmente el huerto familiar continúa jugando un papel fundamental en la vida económica, cultural y alimenticia de las familias de Coatlán del Río, por lo que es necesario fomentar la permanencia de este sistema agrícola como una estrategia de desarrollo local generadora de productos para el abasto familiar. Hace más de tres décadas México perdió su soberanía alimentaria al fomentar la importación de productos alimentarios a precios por debajo del verdadero costo de producción; afectando la economía local y a los pequeños productores, ya que no les es posible alcanzar los mismos niveles de eficiencia (FAO, 2012). Actualmente el precio de los alimentos básicos en su mayoría importados depende de las fluctuaciones de los mercados extranjeros (Altieri, 2009). Por lo anterior es de suma importancia identificar, describir, ubicar y monitorear sistemas productivos basados en la economía familiar que incorporen el manejo y conocimiento tradicional, no solo por su estructura y contenido biológico, sino también por su importancia para rescatar estas prácticas que han perdurado como formas ecológicas y confiables, para avanzar hacia la producción sostenible de alimentos sanos para todos (Gliessman, 2002).

1.3. Hipótesis Las prácticas de manejo tradicional en el huerto familiar de Coatlán del Río, han permitido conservar su estructura y composición a pesar de las presiones de cambio que impone el mercado.

1.4. Objetivos 1.4.1.

Objetivo general

Describir el huerto familiar de Coatlán del Río desde el enfoque geográfico, biológico, agrícola y socioeconómico.

1.4.2.

Objetivos particulares

1. Caracterizar las unidades ambientales presentes en el poblado de Coatlán del Río.

2. Identificar la composición botánica del huerto familiar de Coatlán del Río. 3. Describir las prácticas de manejo del huerto familiar de Coatlán del Río. 4. Estimar el tiempo invertido en el manejo del huerto familiar de Coatlán del Río. 5. Estimar el ingreso económico de los productos cosechados del huerto familiar de Coatlán del Río.

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1.5. Marco teórico 1.5.1.

Apropiación de territorio mediante el huerto familiar

El hombre, a lo largo de su historia en el planeta, ha colonizado prácticamente todos los ambientes terrestres (Sutton y Anderson, 2010), esto por la necesidad de obtener los medios y satisfactores necesarios para su existencia, como alimento, vivienda, combustible, ropa y medicinas (Chávez, 1998). La relación entre el hombre y su ambiente ha tenido un intrincado desarrollo tanto en el tiempo “desde los primeros homínidos hace dos millones de años” (Steward, 1972), como en el espacio, en donde ha sido capaz de adaptarse a la enorme diversidad geográfica y ambiental del planeta, generando cultura y coexistiendo con su medio (Sutton y Anderson, 2010). Barrera (1976) define a la cultura como “el conjunto de modos de ser, de hacer y pensar de una colectividad. Estos rasgos cambian no solo en relación con el medio geográfico, sino también en relación con las normas económicas y sociales de cada grupo humano.” Por lo tanto estos fenómenos deben ser estudiados desde la percepción del mundo que tiene la comunidad en donde se realiza el estudio, dando como resultado la obtención del conocimiento empírico local que se ha conservado principalmente por estar ligado a prácticas mágicas y religiosas, relacionadas a su vez con la apropiación y manejo de sus recursos naturales. El proceso de apropiación de la naturaleza comienza con la acción humana desempeñada dentro de las inmediaciones del hogar. Las actividades realizadas están dirigidas a la manipulación, aprovechamiento o conservación, según sea el caso, de los distintos ambientes con que cuenta cada región. El huerto es un sistema de producción agrícola donde la familia utiliza los recursos naturales como medios básicos e irremplazables, con el fin de obtener a cambio bienes y servicios que satisfagan en forma sostenida sus necesidades (Toledo, 1992). La energía necesaria para obtener estos recursos se traduce en fuerza de trabajo o esfuerzo humano, que hará sinergia con los acervos materiales e intelectuales empleados por la familia para extraer sus medios de subsistencia a partir del aprovechamiento de un ecosistema, por medio de agroecosistemas que toleran la presencia de especies de flora y fauna silvestre y con algún uso, como es el caso del huerto familiar. Los productos obtenidos son utilizados en dos formas, el autoconsumo y el intercambio. En el primer caso el producto es retenido por su valor de uso para consumo doméstico. En el segundo, produce bienes con valor de cambio y son utilizados como mercancías generadas por influencia del mercado que actúa paralelamente sobre el núcleo familiar como productores y consumidores (Toledo, 1992). La estrategia multiuso utilizada por las familias campesinas es un mecanismo de supervivencia que garantiza el flujo ininterrumpido de bienes, materia y energía (Gliessman, 1999; 2002). A causa de ello, tienden a llevar a cabo una producción no especializada basada en la diversidad de recursos y prácticas productivas, lo que da lugar a que los campesinos y sus familias utilicen más de un espacio en su territorio, maximizando el uso de los ecosistemas disponibles, que permita obtener la mayor cantidad de productos con valor de uso, que cada ecosistema ofrece al año (Toledo, 1992; García-Frapolli et al., 2008).

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1.5.2. Contribución del manejo tradicional a la economía familiar El huerto familiar es el espacio social donde la familia interactúa e intercambia conocimientos y experiencias entre ellos mismos y con otros miembros de la comunidad sobre especies útiles, formas de cultivo y su mejor distribución en el predio (Kehlenbeck et al., 2005; Pulido et al., 2008). Este es un espacio que refleja las tradiciones culturales de subsistencia, que han sido transmitidas entre generaciones, en donde la familia elige las plantas y los anexos que habrá dentro del predio en donde habitan de acuerdo a sus gustos, necesidades, posibilidades y conocimiento del medio circundante (Estrada et al., 1998; Coomes y Ban, 2004; Mazarolli, 2011). El conocimiento de prácticas sobre el manejo y función de los sistemas agrícolas tradicionales se ha forjado desde hace cientos de años por medio de la experimentación empírica, enfocándose al mejor uso de la energía y materiales involucrados en los procesos de producción de los bienes de vida. En esta actividad la sociedad humana se relacionó íntimamente con el medio natural, donde el proceso de producción de dichos bienes resultó ser un proceso de adaptación activa y transformadora de la sociedad al medio natural, adaptando a su vez este medio para la sociedad (Gómez-González et al., 1998; García-Mora, 1999; Vogl y Vogl-Lukasser, 2004; Lerner, et al., 2009). El huerto familiar forma parte de una estrategia de uso múltiple que sostiene a las familias mediante la práctica de una amplia gama de actividades productivas (agricultura, pesca, cacería, recolección y más recientemente turismo y ecoturismo) y el manejo de un gran número de especies útiles, así como un heterogéneo mosaico de paisajes (Cordón y Toledo, 2008). Visto así, el huerto no satisface por sí mismo todas las necesidades de la familia, pero es, sin lugar a dudas, el pilar principal de una economía que tiende a ser autosuficiente (Ospina, 2001). El consumo de los productos generados por el huerto familiar permite a las familias acceder a una variada dieta alimenticia y asegura la alimentación en tiempos de escasez, ya que genera productos sanos todo el año, con un alto valor nutricional en términos de proteínas, minerales y vitaminas, además de ser libres de químicos y productos ajenos al huerto (Kehlenbeck et al., 2005; Alayón-Gamboa y Gurri-García, 2007; Perea, 2010). Se ha demostrado que, para abastecerse, las familias y principalmente las mujeres además de comercializar los productos del huerto, también utilizan mecanismos de reciprocidad, como el trueque o el regalo. La significancia sociocultural y económica de dichas actividades radica en la conservación de una estrategia de vida que mantiene los lazos sociales entre la comunidad (Kumar, y Nair, 2004; Kehlenbeck et al., 2005; Lane, 2005; Hailu, 2008; Mazarolli, 2011). Lo anterior no quiere decir que el huerto familiar no genere ingreso económico, de hecho esta es una de sus funciones más importantes, principalmente en las zonas rurales (Kehlenbeck et al., 2005). El valor productivo del huerto puede ser visto como lo que se puede vender o como lo que se ahorran las familias si tuvieran que pagar por el producto cosechado. De esta manera la familia, además de percibir un ingreso económico por la venta, se beneficia por el consumo de sus productos, generados con relativamente poca mano de obra y sin la necesidad de insumos externos, por lo que el margen de la ganancia se incrementa (Kehlenbeck et al., 2005; Gaspar et al., 2005; Alayón-Gamboa y Gurri-García, 2007; Mazarolli, 2011).

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1.5.3.

Cambios en la economía rural a causa de las presiones demográficas

Como se ha visto, el huerto familiar juega un papel fundamental en la vida económica, sociocultural y alimenticia de las familias campesinas (Kumar, y Nair, 2004; Pulido et al., 2008). A causa del incremento de la población, la urbanización de las zonas rurales ha sido inevitable, lo que ha provocado cambios drásticos en las economías locales. La introducción al mercado de productos no tradicionales y no producidos localmente, promueve que las familias modifiquen la estructura y composición de sus huertos familiares, ya que intentan seguir las aceleradas tendencias del mercado introduciendo especies de valor comercial que desplazan especies de variedades locales, raras e incluso algunas especies en peligro de extinción que anteriormente eran resguardadas por las familias dentro de sus huertos familiares (Sunwar et al., 2006; Méndez, 2000). Las políticas de apoyo al campo en México se han enfocado en la promoción de monocultivos de exportación o para consumo industrial a través de créditos, obras de infraestructura y beneficios fiscales (Gliessman, 1999; Gaspar et al., 2005; Perea, 2010). Lo anterior ha generado una serie de consecuencias socioeconómicas, que alteran las relaciones y condiciones de convivencia en las comunidades rurales, ya que los mejores recursos y el capital se han concentrado en pocas manos generando conflictos por la propiedad de la tierra y el agua, trayendo como consecuencia el empobrecimiento de un gran número de familias en las zonas rurales (Gómez-González et al., 1998). Los nuevos mecanismos de producción adoptados por un número creciente de familias han provocado el empobrecimiento de la tierra, disminución de la biodiversidad, así como alteraciones y cambios en los patrones de consumo, agravando el problema de la desnutrición, en amplias zonas rurales, en las que también se han erosionado su cultura y conocimientos del aprovechamiento de plantas y animales regionales (Gómez-González et al., 1998; Ospina, 2001). Con la tecnificación de los procesos agrícolas, la cooperación y la ayuda mutua son desplazadas; además disminuye la necesidad de mano de obra provocando que las filas de la migración nacional e internacional se incrementen con sus consecuencias socioeconómicas, culturales y políticas (Ospina, 2001). La formación escolarizada no debe contribuir a la erosión de la memoria cultural ignorando las actividades propias del campo y por supuesto del huerto familiar, ya que este es una opción histórica, sofisticada y futurista de reconstrucción material con profundo arraigo cultural (Ospina, 2001). Por esto es necesario desarrollar un modelo que fortalezca la práctica del huerto familiar desde enfoques interdisciplinarios que permitan la implementación exitosa de estos sistemas (Gliessman, 1999), considerando los avances de la ciencia moderna, pero también la tecnología tradicional regional, que busque mejorar las condiciones de vida de los habitantes del medio rural y su interrelación con las ciudades (Gómez-González et al., 1998) y organizando las actividades humanas mediante el ordenamiento territorial de acuerdo a la diversidad natural, del medio físico y biológico, reconociendo la potencialidad de los distintos paisajes para su aprovechamiento y preservación (Mendoza y Bocco, 1998).

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1.6. Fundamentos teóricos para el estudio del huerto familiar 1.6.1.

Enfoque de ecología del paisaje

El enfoque de ecología del paisaje contribuye a la conservación del patrimonio natural y cultural (Vila et al., 2006). Esta visión organiza la realidad de una manera holística, ya que estudia la heterogeneidad del territorio a lo largo del paisaje y su dinámica entre los factores bióticos y abióticos, controlados en gran parte por las actividades humanas (Vallejo, 2009; Vila et al., 2006), que utilizan el medio natural de distintas maneras, desde un ambiente no modificado hasta la drástica transformación de la naturaleza causada por el crecimiento poblacional (García-Frapolli et al., 2008). La ecología del paisaje tiene sus bases en la teoría general de sistemas desarrollada por L. Von-Bertalanffy (1968), que incide en el mismo sentido al organizar la realidad, considerando un sistema como una estructura formada por componentes que guardan relaciones discernibles con otros sistemas y juntos operan como un todo complejo (Mendoza y Bocco, 1998; Vila et al., 2006). Una forma de organizar las actividades humanas en el espacio en que estas se desarrollan, es mediante el ordenamiento territorial, que se concibe como una herramienta con miras al aprovechamiento sustentable de las actividades productivas (Mendoza y Bocco, 1998; Ferraro y Zulaica, 2011). Los levantamientos de ecología del paisaje tienen como finalidad referir la dinámica de los procesos ecológicos de los ecosistemas, con el objeto de aportar información útil para el manejo y planificación del uso de la tierra o suelo (Mendoza y Bocco, 1998). Este enfoque moderno de regionalización del territorio con fines de planificación se basa en la realización de un análisis integrado de los factores formadores del paisaje (Mendoza et al., 2009). Las unidades ambientales [UA] delimitan regiones del territorio, descritas como espacios que comparten características homogéneas de sus componentes (geología, fisiografía, edafología, clima, hidrología, vegetación, uso de la tierra y asentamientos humanos) (Vila et al., 2006; Mendoza et al., 2009), con la finalidad de proporcionar información de la vocación específica de cada región y las relaciones que guardan desde un punto de vista funcional, al producirse entre ellas intercambios de energía, materiales, organismos, etc. (Vila et al., 2006), ya que la toma de decisiones en materia ambiental se debe ejecutar a partir del conocimiento de la naturaleza y la aptitud del territorio (Mendoza et al., 2009). 1.6.2.

Enfoque etnoecológico

El estudio de los huertos familiares debe entenderse en un contexto sociocultural, esto en virtud de que para su manejo intervienen diversos factores, tanto naturales como socioculturales. El análisis desde una perspectiva etnoecológica revela rasgos de uso múltiple de la naturaleza a escala de la unidad de habitación, mediante el aprovechamiento de toda una variedad de paisajes tanto para fines de subsistencia como para su intercambio económico local y regional (Elizondo y López, 2009). Esta estrategia, denominada de uso múltiple de los recursos o de

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los ecosistemas, responde a una racionalidad que es tanto ecológica como económica y forma parte de un modo de apropiación de carácter histórico (Toledo y González de Molina, 2007). La etnoecología puede definirse como el estudio interdisciplinario de cómo la naturaleza (los paisajes) es percibida por los seres humanos a través de un conjunto de creencias y de conocimientos y de cómo mediante los significados y las representaciones simbólicas utiliza o maneja los paisajes y sus recursos naturales (Toledo y Barrera­Bassols, 2008). Esta corriente de pensamiento estudia la contribución del conocimiento local a la conservación de recursos y patrimonio natural en sistemas de manejo tradicional y su potencial para lograr un uso sostenible de los recursos en las sociedades modernas (Reyes-García y Martí 2007). En síntesis, “la etnoecología evoca la recuperación de la memoria del ser humano en forma de experiencia aprendida y perfeccionada colectivamente de saberes transmitidos entre generaciones a través del tiempo. Estas sabidurías acumuladas en múltiples culturas indígenas son un conjunto de conocimientos, prácticas, usos, tecnologías y estrategias relacionadas con los recursos naturales. Mismos que dan pauta al diseño de sistemas alternativos de producción que sean ecológicamente adecuados. Priorizando la idea de que el productor rural tradicional posee una cierta racionalidad ecológica que favorece un uso no destructivo de los recursos” (Toledo, 1990 y 1993). El estudio de la etnoecología se puede abordar desde diversos enfoques. En este caso, se incluye la interpretación del conocimiento, significación cultural, manejo y función de los elementos de su territorio por un grupo humano caracterizado por su propia cultura. Diversos autores (Maldonado-Koerdell, 1940; Hernández-Xolocotzi, 1976; Barrera, 1976; Caballero, 1976) señalan que la etnobotánica favorece a la interpretación del conocimiento y significación cultural, por lo que expone la existencia de tecnología tradicional y describe los alcances del manejo de los recursos naturales locales transmitidos a través del tiempo y en sus diferentes ambientes, ya que, independientemente de elaborar listados de usos tradicionales de las plantas, esta disciplina estudia la relación existente entre la cultura de las sociedades, su vida social, economía y los recursos vegetales existentes dentro de los ecosistemas naturales o transformados como es el caso de los huertos familiares. Barrera (1976) conceptualiza la etnobotánica como el estudio de las sabidurías botánicas tradicionales; Caballero (1976) la describe como una ciencia multidisciplinaria mediante la cual ha sido posible la explotación de aquellos recursos que poseen un mayor valor económico promisorio, es decir, construye la vía más adecuada de estudiar el valor potencial de los recursos vegetales; ya que describe hechos particulares referentes a organismos y su utilización por los distintos grupos humanos, contribuyendo a revelar el valor cultural que representan (MaldonadoKoerdell, 1940).

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1.7. Antecedentes históricos 1.7.1.

El huerto familiar en el Altiplano Central de México

El huerto familiar en México particularmente en el Altiplano Central es de origen prehistórico (9000–6500 a.C.) (González-Jácome, 2007). Las evidencias arqueológicas más antiguas de frutales inducidos por la acción humana para la creación de los primeros huertos fueron encontradas en la región de Los Tuxtlas, Veracruz y en el Valle de Tehuacán, Puebla (Casas y Caballero 1995; González-Jácome, 2011). En base a lo anterior cabe mencionar que la porción central de México, misma a la que pertenece el estado de Morelos, es mencionada por Casas y Caballero (1995) como uno de los lugares del mundo en que se encuentran los restos más antiguos de plantas cultivadas. Se puede suponer que los primeros huertos resultaron de la siembra no intencional en zonas con abundante vegetación natural y donde además existían aquellas especies que fueron utilizadas para el consumo humano y que agradaban al gusto como: mesquite (Prosopis laevigata (Willd.) M. C. Johnst.), chupandilla (Cyrtocarpa procera Kunth), nopal [tunas] (Opuntia streptacantha Lem.), nanche (Byrsonima crassifolia (L). Kunth), huaje (Leucaena esculenta (DC.) Benth.), aguacate (Persea americana Mill.), ciruelas nativas (Spondias spp.) y algunos agaves (Agave spp.) (Ospina, 2001; González-Jácome, 2007). Los antiguos habitantes, después de recolectar los frutos, los llevaban a los refugios temporales; al terminar de comerlos, tiraban los residuos al suelo y en consecuencia algunas semillas germinaban ahí mismo (Lane, 2005; González-Jácome, 2007). Estos huertos inducidos accidentalmente dependían del agua de las lluvias y no recibían mayores cuidados, por lo que eran visitados únicamente durante las cosechas. Con la invención de la agricultura y la domesticación de las primeras plantas cultivadas, (maíz, calabaza, frijol y chile) los huertos prehistóricos comienzan a establecerse en suelos cercanos a arroyos permanentes o cauces estacionales. En este escenario es donde aparecen los primeros y muy simples sistemas de riego, que consistían en zanjas rústicas que llevan el agua desde el afluente hasta los cultivos (González-Jácome, 2007). Con el tiempo se fueron agregando a los huertos otras plantas comestibles, además de plantas que eran utilizadas para extraer fibras y como recipientes. La relación del hombre con las plantas se intensifica al encontrar nuevos usos y beneficios en las especies cultivadas, inducidas y silvestres, ocasionando que la ocupación de los sitios se vuelve más permanente, lo que abre el camino a la sedentarización de los grupos humanos. Este incidente fue conveniente por facilitar la recolección y el cuidado de los frutos y plantas cultivadas de fauna depredadora, situación que también fue aprovechada, ya que los huertos se convirtieron en una zona de cacería cercana a los asentamientos familiares (González-Jácome, 2007; 2011).

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Los huertos antiguos se caracterizaban por ser un lugar de trabajo colectivo. En base a la continua experimentación se lograron formas de adaptación local a las distintas condiciones ecológicas del territorio (GonzálezJácome, 1985). La implementación de sistemas cada vez más complejos de irrigación dio como resultado un aumento en la superficie destinada a esta actividad y la cosecha de frutos constante durante todo el año (Rojas-Rabiela, 2009), haciendo posible la generación de excedentes, mismos que condujeron al incremento de la población, a la urbanización y la formación del Estado (González-Jácome, 1985).

1.7.2.

Los huertos antiguos de Coatlán del Río

La palabra Coatlán es de origen náhuatl, se compone de dos vocablos: “koatl”, que quiere decir serpiente y “tlan”, abundancia, por tanto el conjunto significa “lugar donde abundan las serpientes”. Se sabe que a pocos kilómetros del área de estudio se encuentran las ruinas arqueológicas conocidas como “Coatlán viejo” que señalan la antigua ocupación del lugar, donde aún subsiste un sistema de irrigación prehispánico (CNDM, 2001). La presencia de huertos pluriespecíficos en Coatlán del Río sugiere formas antiguas de aprovechamiento de los recursos vegetales y un amplio conocimiento botánico por parte de los habitantes del poblado (Torres, 1978; Robles de Benito, 1981). Al parecer esta región fue habitada por los Tlahuicas desde el siglo XII, quienes fundaron su capital Tlalhuic, en la provincia de Cuauhnahuac (ahora Cuernavaca). Después de continuas guerras con los Xochimilcas, fueron sometidos por Netzahualcóyotl al reinado de Texcoco, por lo que debían pagar tributo con plantas y variados frutos tropicales que se producían en la región (De la Torre, 1977). Se considera que Netzahualcóyotl (1403-1474) fue el fundador del primer jardín botánico del Anahuac que se estableció en Tezcutzinco (ahora Texcoco), el cual estaba destinado al cultivo y estudio de plantas locales y exóticas. Moctezuma Ilhuicamina, contemporáneo de Netzahualcóyotl, eligió Huaxtepec (ahora Oaxtepec) para cultivar plantas raras, vistosas y de propiedades benéficas provenientes del Golfo de México, las cuales iba descubriendo en sus conquistas (Del Paso y Troncoso, 1886, citado por De la Torre, 1977). El jardín de Oaxtepec fue heredado a Moctezuma Ilhuicamina por sus antepasados de tal forma que él no fue el fundador, pero si lo embelleció; en él ya existían árboles frutales de diferentes clases como el aguacate (Persea gratissima C.F. Gaertn.), ilamo (Annona diversifolia Saff.), tejocote (Crataegus mexicana DC.) y capulín (Prunus salicifolia Kunth). Por su parte Moctezuma se encargó de introducir cacao (Theobroma cacao L.), el “yoloxochitl” o magnolia (Talauma mexicana (DC.) G. Don), el “izquixochitl” o flor de ezquite (Bourreria huanita (Lex.) Hemsl.), el “cachauxochitl” o flor de cacao (Quararibea funebris (La Llave) Vischer), el “huacalxochitl” (Philodendron affine Hemsl.), el “tlilxochitl” o vainilla (Vanilla planifolia Jacks. ex Andrews), el “mecaxochitl” o flor de cordón (Piper amalago L.), entre otros (Nuttal, 1923, citado por De la Torre, 1977).

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Del Paso y Troncoso (1886) narra la imagen diciendo: “de todos los jardines semejantes a los señalados que había en México, el de Huaxtepec fue el que causó mayor admiración, por la gran variedad de plantas, por la exuberancia de su vegetación y por su extensión”. Nuttal (1923) cita la carta en donde Hernán Cortés describe este jardín al Emperador Carlos V, fechada el 15 de mayo de 1522 (Carta 3ª), diciendo: “Llegamos a Huaxtepec; y en la casa de una huerta del señor de allí nos aposentamos todos, la cual huerta es la mayor y la más hermosa y fresca que nunca se vio, porque tiene dos leguas de circuito (de 5,500 a 5,900 metros por legua aproximadamente) y por medio de ella una muy gentil ribera de agua; y de trecho a trecho cantidad de dos tiros de ballesta (de 150 a 200 metros por tiro aproximadamente), con aposentamientos y jardines muy frescos e infinitos árboles de diversas frutas y muchas yerbas y flores olorosas, que cierto es cosa de admiración ver la gentileza y grandeza de toda esta huerta”.

En el siglo XVI se combinaron las especies de plantas, animales y técnicas hortícolas de los huertos prehispánicos con las de los huertos españoles, para dar lugar a huertos enriquecidos culturalmente y con una mayor diversidad (González-Jácome, 2007; Pulido et al., 2008). Cuando Cuauhnahuac pasó a formar parte del Marquesado del Valle, Hernán Cortés introdujo en esta región una gran variedad de especies vegetales como la uva, la morera, el añil, la caña de azúcar, así como otros frutos europeos. Sánchez-Colín (1974) señala que a raíz de lo anterior se establecieron grandes huertos en secciones anexas a los cascos de las haciendas, siendo este el caso de la Hacienda de Cocoyotla, ubicada a no más de tres kilómetros del poblado de Coatlán del Río. Concluido el Virreinato, García-Cubas (1888) hace una descripción acerca del poblado de Coatlán del Río, diciendo “Erguidos cocoteros se agrupan en torno a la iglesia parroquial de humilde aspecto; los cafetos y plataneros forman pequeños bosquecillos entre los cuales descuella la hermosa planta del papayo. El tupido ramaje de corpulentos árboles, naranjos, mangos, limos y limoneros, da sombra a las hermosas y fértiles vegas del río, en las que se cosechan 2,500 cargas de maíz, 576 cargas de frijol, 450 tareas de caña para cañuteo, 35 tareas de camote, 43 de jícama y 1,500 cargas de plátano de varias clases. De los huertos se recogen en abundancia frutas de todas clases y propias del clima cálido”.

En base a los datos históricos previamente mencionados, se observa que los antiguos pobladores de Coatlán del Río mostraban gran interés en cultivar, junto a sus casas, plantas y árboles de los que obtenían múltiples beneficios, lo que indica que el conocimiento generado sobre los usos, funciones y el manejo de las especies encontradas en los huertos familiares data desde épocas remotas. En este sentido solo queda mencionar lo indicado por De la Torre (1977) y Robles de Benito (1981) sobre la introducción de los árboles de origen tropical al área de estudio, en donde señalan que Coatlán del Río se encuentra aproximadamente a 100 kilómetros en dirección sureste de Oaxtepec. Lo que hace pensar que por su cercanía, los huertos de Coatlán del Río recibieron una fuerte influencia de los jardines de Oaxtepec enriqueciendo su flora desde épocas prehispánicas y aún en la actualidad puede observarse en el interior de los huertos.

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2.

ÁREA DE ESTUDIO El presente trabajo se realizó en la región central del municipio de Coatlán del Río, Morelos; lugar donde se

asienta la cabecera municipal que recibe el mismo nombre. La localidad de Coatlán del Río y sus alrededores poseen una tierra altamente productiva y fértil con características favorables de clima, suelo y disponibilidad de agua en donde persisten sistemas agrícolas que datan de la época prehispánica (De la Torre, 1977). El poblado ha sido descrito por Bárcena-Ibarra (1977), como un sitio de muy antigua y continua ocupación humana en donde la tradición hortícola parece ser muy antigua y constituye un interesante ejemplo de aprovechamiento de recursos.

De acuerdo con Rodríguez (2007), al aplicar la tipología del índice de campesinidad-agroindustrialidad (herramienta que evalúa variables que caracterizan los sistemas productivos del mundo rural) en el Municipio de Coatlán del Río, registra la presencia de productores rurales semitradicionales a los que describe como una unidad de producción rural, que utiliza tecnologías tradicionales, forrajes para los animales y no tiene maquinaria ni instalaciones. Satisface sus necesidades alimentarias, productivas, usa semilla mejorada, tiene ganado fino y cuenta con financiamiento.

Diversos estudios botánicos realizados en la localidad de Coatlán del Río (Bárcena-Ibarra, 1977; De la Torre, 1977; Torres, 1978; Robles de Benito, 1981; Macías, 2005), reportan la presencia de una elevada riqueza biológica dentro de los huertos familiares y la obtención de diversos productos durante todo el año. Dichos estudios pronosticaron que la producción de los huertos de la región disminuiría ante la competencia de la agricultura moderna que produce altos rendimientos para los productores por la venta de monocultivos en diversos mercados (De la Torre, 1977; Torres, 1978). Años más tarde Macías (2005) indica que en esta región el mercado favorece el cultivo de frutales con valor comercial, las cuales desplazan especies cultivadas tradicionalmente para el autoabasto modificando la estructura del huerto familiar hacia especies comerciales.

2.1.

Localización geográfica El municipio de Coatlán del Río (Figura 1) se localiza en la zona sur poniente del Estado de Morelos, entre las

coordenadas geográficas 18° 39’ y 18° 49’ de latitud norte, los meridianos 99° 23’ y 99° 30’ de longitud oeste del meridiano de Greenwich, con una altitud que va de 900 a 1500 msnm (Prontuario de Información Geográfica Municipal de los Estados Unidos Mexicanos [PIGM], 2009). Información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2010) indica que el municipio cuenta con una extensión territorial de 7259.732 hectáreas, que representan el 2.07% de la superficie del Estado. El municipio se ubica a 65 kilómetros al sur de Cuernavaca, capital del Estado; colinda al norte con el Estado de México y el municipio de Miacatlán; al este con los municipios de Miacatlán, Mazatepec y Tetecala; al sur con el municipio de Tetecala y el Estado de Guerrero; al oeste con los Estados de Guerrero y Estado de México.

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Figura 1: Mapa de localización geográfica y despliegue de ortofotos del Municipio de Coatlán del Río, Morelos.

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2.2. Características físicas A partir de la interpretación de la cartografía temática publicada por el INEGI

para el año 2000, se

determinaron las principales características de geología, fisiografía, edafología, hidrología, clima y vegetación del Municipio de Coatlán del Río. 2.2.1.

Geología

El municipio de Coatlán del Río está asentado en un 60% sobre una formación perteneciente a la Era Cenozoica de los Periodos Terciario y Cuaternario, en afloramientos de roca arenisca-conglomerado, caliza y aluvial, mezcladas con formaciones de origen volcánico, mientras que el resto del territorio pertenece a la Era Mesozoica del Periodo Cretácico inferior en afloramientos de rocas sedimentarias, calizas (Figura 2). 2.2.2.

Fisiografía

Coatlán del Río se localiza en la provincia Sierra Madre del Sur, en la subprovincia de Sierras y Valles Guerrerenses, la cual se caracteriza por presentar una gran heterogeneidad de topoformas entre las que se identifican para el municipio Lomerío típico, Mesetas de aluvión antiguo con lomerío, Sierras de cumbres tendidas, Valles de laderas tendidas con meseta y Valles de laderas tendidas con lomerío (Figura 3). 2.2.3.

Edafología

Coatlán del Río cuenta con distintos tipos de suelos como Vertisol y Feozem los cuales reciben un uso agrícola; también cuenta con Litosol y Rendzina, donde crece la vegetación natural de Selva Baja Caducifolia y suelo del tipo Castañozem donde la vegetación es pastizal (PIGM, 2009), (Figura 4). Para la zona urbana, De la Torre (1977) identifica la presencia de Feozem calcáreo; este suelo es franco, es decir presenta una textura media, con una capa superficial blanda de color obscuro rico en materia orgánica. El suelo de textura media contiene una mezcla bien proporcionada de arena, limo y arcilla, que llega a tener una profundidad de hasta dos metros por lo que se considera de fácil manejo. De igual forma, Guerrero (1993) describe esta misma zona con suelos de textura media que se consideran aptos para el cultivo por su buen drenaje, aireación y fertilidad. Cuenta con partes pedregosas que limitan el uso de maquinaria agrícola, siendo su principal uso para el cultivo de frutales, con rendimientos satisfactorios a lo largo del año. 2.2.4.

Hidrología

El Río Chalma es el más importante cuerpo de agua que atraviesa en dirección noroeste-sureste al poblado de Coatlán del Río, es perenne, nace en la Serranía de Ocuílan y al sur del municipio se une al Río Amacuzac. Su afluente aporta más del 60% del agua utilizada para el riego de huertos y sembradíos (Torres, 1978; PIGM, 2009); en su caudal se construyeron 3 presas de las cuales se derivan numerosos canales de riego, los cuales benefician considerablemente la agricultura, fruticultura y floricultura, mejorando la economía regional e influyen en la determinación de los climas, microclimas y la vegetación (Robles de Benito, 1981; Bárcena, 1977), (Figura 5).

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2.2.5.

Clima

El municipio de Coatlán del Río registra un clima Awo(w)(i,)gw”, cálido subhúmedo, con lluvias en verano, el más seco de los subhúmedos, con presencia de canícula, porcentaje de lluvia invernal menor de 5%, presenta poca oscilación térmica; la marcha anual de la temperatura es de tipo Ganges, con una precipitación que va de los 800 a 1200 mm y una temperatura media anual de 24°C; el mes más frío es diciembre con un promedio de 21.3°C; en tanto que el mes más caliente es abril con un promedio de 26.9°C, con una oscilación de temperatura de 5.6°C (De la Torre, 1977; Guerrero, 1993; INEGI, 2000), (Figura 6). 2.2.6.

Vegetación

La vegetación natural del poblado ha sido transformada por la casi ininterrumpida actividad humana registrada desde hace varios siglos. Actualmente en los lomeríos es posible visualizar la presencia de Selva Baja Caducifolia, la cual se caracteriza por árboles de entre 8 y 15 metros de altura que pierden su follaje durante la época seca (Rzendowski, 2006). Destaca la presencia de especies como Ceiba aesculifolia subsp. parvifolia (Rose) P.E.Gibbs & Semir (pochote), Ipomoea murucoides Roem. & Schult. (cazahuate), Bursera copallifera (DC.) Bullock (copal), Bursera bipinnata (Moc. & Sessé ex DC.) Engl. (copal chino), Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth. (guamúchil), Ficus petiolaris Kunth (amate amarillo), Ficus cotinifolia Kunth (amate blanco), Ficus mexicana (Miq.) Miq. (amate prieto) y Crescentia alata Kunth (cuatecomate), entre otros.

El estrato arbustivo se compone de especies como Acacia cochliacantha Humb. & Bonpl ex Willd. (cubata blanca), Acacia farnesiana (L.) Willd. (huisache), Acacia bilimekii J.F. Macbr. (tehuistle), Mimosa polyantha Benth. (huisache de campo), Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth. (tepehuaje) (Torres, 1978; CNDM, 2001). Las plantas trepadoras y las epifitas son en general escasas y sólo se les encuentra con cierta abundancia en sitios protegidos, sobre todo en cañadas o laderas en exposiciones favorables. También destacan bromeliáceas como Bromelia pinguin L. (timbiriche), así como líquenes costrosos que a veces cubren por completo la corteza de los troncos (Rzendowski, 2006).

Los huertos de Coatlán del Río están constituidos principalmente por el estrato arbóreo, donde coexisten múltiples especies aprovechables de la región con muy variadas especies introducidas de climas más húmedos. Lo anterior refleja el esfuerzo y la sabia visión de los primeros pobladores, al transformar con ayuda de sus canales de riego el ecosistema de Selva Baja Caducifolia en una tierra con características de Selva Perennifolia (De la Torre, 1977; Robles de Benito, 1981).

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2.2.7.

Uso de suelo y cobertura vegetal

La extensión total del territorio del municipio de Coatlán del Río corresponde a 7259.732 hectáreas, de las cuales para agricultura de temporal dedica el 50.48%, para agricultura de riego 8.65%, pastizal 8.23%, Selva Baja Caducifolia 26.15% y para áreas urbanas 1.73% (INEGI, 2010), (Figura 7). Los principales cultivos de agricultura de temporal son: maíz, sorgo, cacahuate y ajonjolí. Los principales cultivos de agricultura de riego son: maíz, chile verde, jitomate, flores de crisantemo, rosa y gladiola (Gómez-Carrillo, 2008). El cultivo de frutales se realiza principalmente en la Cabecera Municipal y representa el tercer ingreso económico de las actividades agropecuarias para el Municipio . La producción frutícola ocupa una superficie de 670 hectáreas, una parte se realiza en huertos familiares y la otra en huertos comerciales, mejor conocidos localmente como Huertas. Algunos de los cultivos que podemos encontrar son: mango manila (Mangifera indica L.), mango petacón (Mangifera indica L.), mamey rojo (Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn), mamey domingo (Mammea americana L.), chicozapote (Manilkara sapota Van Royen), zapote prieto (Diospyros digyna Jacq.), aguacate (Persea americana Mill.), guanábana (Annona muricata L.), tamarindo (Tamarindus indica L.), ciruela roja (Spondias purpurea L.), ciruela amarilla (Spondias mombin L.), nanche (Byrsonima crassifolia (L.) Kunth), limón criollo (Citrus aurantiifolia (Christm.) Swingle), naranja dulce (Citrus sinensis (L.) Osbeck), mandarina (Citrus reticulata Blanco), coco (Cocos nucifera L.), plátano tabasco (Musa cavendishii Lamb.), caimito (Chrysophyllum cainito L.), entre otros.

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Figura 2: Mapa de formaciones geológicas de Coatlán del Río, Morelos.

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Figura 3: Mapa de sistema de topoformas de Coatlán del Río, Morelos.

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Figura 4: Mapa de distribución edáfica de Coatlán del Río, Morelos.

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Figura 5: Mapa de distribución hídrica de Coatlán del Río, Morelos.

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Figura 6: Mapa de distribución climática de Coatlán del Río, Morelos.

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Figura 7: Mapa de distribución de uso de suelo y cobertura vegetal de Coatlán del Río, Morelos.

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2.3. Características socioeconómicas El municipio de Coatlán del Río cuenta con una población de 9,471 habitantes (4,783 son mujeres y 4,688 son hombres) distribuidos en 20 localidades, de las cuales Coatlán del Río es la Cabecera municipal, misma que posee la

mayor población del municipio, con un total de 2,028 habitantes (1,031 son mujeres y 997 son hombres) (INEGI, 2010). De acuerdo con la clasificación de municipios según el tamaño poblacional de sus localidades, basándose en estudios de INEGI, Coatlán del Río se considera una localidad rural, ya que cuenta con menos de 2,500 habitantes.

Al no contar la localidad con una pirámide poblacional e información propia, se ocupa la del municipio de Coatlán del Río y tiene la siguiente estructura: menores de 14 años, 2,637 habitantes (27.84%); de entre 15 a 59 años, 5,411 habitantes (57.13%); la población mayor a 60 años es de 1,423 habitantes (15.02%). El ingreso mensual que recibe la población ocupada: el 44.89% (1,216 habitantes) recibe más de 1 hasta 2 salarios mínimos, el 16.65% (451 habitantes) no recibe ingresos y el 15.80% (428 habitantes) recibe hasta 1 salario mínimo. La tasa de asistencia escolar

de la población de 6 a 24 años de edad es de 63.96%. La población perteneciente al grupo de edad de 15 y más años registra 11.61% sin escolaridad, 17.75% con primaria completa y 23.65% con secundaria completa, con una tasa analfabeta de 12.29%. El municipio cuenta con una población de 19 personas que hablan la lengua Nahuatl. La población de 5 años y más que radica en otra entidad federativa es de 186 personas (94 hombres y 92 mujeres) y en los Estados Unidos de América es de 214 personas (154 hombres y 60 mujeres) (INEGI, 2010). El municipio de Coatlán del Río, el cual cuenta con un total de 2,636 viviendas habitadas, con un promedio de 3.6 habitantes por vivienda. El número de cuartos va de uno a nueve, siendo las viviendas más abundantes aquellas de tres cuartos (764 viviendas, 29.31%), de dos cuartos (636 viviendas, 29.31%) y de cuatro cuartos (565 viviendas, 21.67%); donde aquellas con dos dormitorios son la mayoría (1,092 viviendas, 41.89%), un dormitorio (1,015 viviendas, 38.93) y tres dormitorios (398 viviendas, 15.27%). Los materiales de construcción son: piso de cemento o firme (2,129 viviendas, 81.66%), piso de tierra (254 viviendas, 9.74%) y piso de madera, mosaico u otro material (224 viviendas 8.59%); techo de losa de concreto o viguetas con bovedilla (1,545 viviendas, 59.61%), techo de lámina metálica, lámina

de asbesto, palma, paja, madera o tejamanil (845 viviendas, 32.60%), techo de material de desecho o lámina de cartón (149 viviendas, 5.75%) y techo de teja o tejado con viguería (54 viviendas, 2.08%); paredes de tabique, ladrillo, block,

piedra, cantera, cemento o concreto (2,047 viviendas, 78.97%), paredes de madera o adobe (360 viviendas, 13.89%), paredes de embarro o bajareque, lámina de asbesto o metálica, carrizo, bambú o palma (164 viviendas, 6.33%) y paredes de material de desecho o lámina de cartón (22 viviendas, 0.85%). Los servicios con los que cuentan son: excusado o sanitario (2,347 viviendas, 90.03%), disponen de drenaje (2,361 viviendas, 90.56%), no disponen de drenaje (246 viviendas, 9.44%), disponen de agua entubada de la red pública (2,551 viviendas, 97.85%), no disponen de agua

entubada de la red pública (56 viviendas, 2.15%), disponen de energía eléctrica (2,549 viviendas, 97.78%), no disponen de energía eléctrica (58 viviendas, 2.23%), disponen de drenaje, agua entubada de la red pública y energía eléctrica (2,251 viviendas, 86.34%), disponen de cocina (1,949 viviendas 74.76%) y no disponen de cocina (643 viviendas 24.67%)

(INEGI, 2010).

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3.

METODOLOGÍA Se elaboró un modelo que permitió evaluar el agroecosistema huerto familiar desde una perspectiva integral,

donde se consideraron los aspectos geográfico, cultural, ecológico, agrícola y económico. Para alcanzar los objetivos planteados se utilizaron métodos tanto cualitativos, como cuantitativos que permitieron comprender la permanencia de los huertos familiares como un proceso histórico, mediante la revaloración de las características culturales del uso tradicional de las plantas y sus formas de manejo, partiendo de que la comunidad hace uso de los recursos y su forma de relacionar sus prácticas de manejo con la naturaleza. La Figura 8, resume la organización y la secuencia utilizada en el abordaje de cada uno de los aspectos mencionados, para obtener una muestra lo más integral posible del sistema productivo huerto familiar de Coatlán del Río, Morelos.

Figura 8: Diagrama de flujo de los pasos a seguir en el método de evaluación del huerto familiar.

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3.1. Revisión cartográfica Con el fin de realizar la caracterización del área de estudio se acudió al Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), entidad de gobierno federal encargada de generar información oficial sobre los aspectos naturales, sociales y económicos del territorio nacional. Se realizó la búsqueda de los límites estatal y municipal, así como la selección de información topográfica y de cartografía temática (Cuadro 1), mismas que se descargaron en formato Shape (.shp), año 2000, desde la página web de INEGI (http://www.inegi.org.mx/geo/contenidos/geografia/default.aspx). Paralelamente se realizó la búsqueda de la cobertura de ortofotos digitales (fotografías aéreas) del área de estudio dentro de la página web del Mapa Digital de México (http://gaia.inegi.org.mx/mdm5/viewer.html); una vez obtenidas las claves de las ortofotos (Cuadro 2), se solicitaron en las oficinas del INEGI, quien las proporcionó gratuitamente en formato Raster (.bil). Los materiales obtenidos se procesaron en formato vectorial para poder desplegar, analizar y editar dentro del Sistema de Información Geográfica (SIG)

proporcionado

por

el

INEGI

denominado

“Mapa

Digital,

versión

5.0.2”

(http://www.inegi.org.mx/geo/contenidos/mapadigital/).

Cuadro 1: Materiales obtenidos del INEGI tras la búsqueda cartográfica. Factor

Tema Marco Geoestadístico Nacional Topografía

ABIÓTICO

Mapas Temáticos

BIÓTICO

Ortofotos

Información Área geoestadística estatal [AGEE]

Formato

Escala 1:250,000

Área geoestadística municipal [AGEM] Curvas de nivel Áreas Urbanas Localidades rurales Carreteras Geología Fisiografía (Provincia, Sistema de topoformas) Edafología Hidrología Climas Subcuencas

1:50,000

Shape Subprovincia, 1:1,000,000

Uso de suelo y cobertura vegetal, año 2000 Municipio de Coatlán del Río

Raster

1:50,000 1:75,000

Cuadro 2: Índice de material fotográfico aéreo disponible en INEGI, de la superficie de Coatlán del Río. Clave de ortofoto (INEGI) E14a58e E14a58f E14a68b E14a68c

Escala

Tamaño del pixel

Fecha de la imagen

Proyección

Área cubierta

1:75000

2 metros

Noviembre 1995

UTM

Todo el municipio

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La obtención del área de estudio se importó al SIG el mapa vectorial de la República Mexicana que contiene las Áreas Geoestadísticas Estatales [AGEE], de este mapa se exporto el polígono del Estado de Morelos en formato (.shp). Al polígono del Estado de Morelos se le sobrepuso la carta del área geoestadística municipal [AGEM], de la cual mediante la herramienta “extraer” se obtuvieron los límites políticos de los 33 municipios de la entidad, donde se exportó el polígono del territorio del Municipio de Coatlán del Río. Por último, en base a la ubicación de los huertos estudiados en la localidad de Coatlán del Río y sus alrededores, se delimitó el polígono del área de estudio (Figura 9).

Figura 9: Secuencia de cortes para la delimitación del área de estudio. 3.1.1.

Obtención de unidades ambientales

Para la obtención de las unidades ambientales se utilizó el polígono del municipio de Coatlán del Río con base en los mapas temáticos y el polígono del área de estudio para delimitar el corte y realizar la extracción dentro del SIG y así obtener polígonos que comparten características de dos o más temas dentro del área de estudio (Figura 10).

Clima y Agua

Fisiografía Geología

Edafología

Uso del suelo y vegetación

Figura 10: Ruta de sobreposición de mapas temáticos, para la determinación de unidades ambientales. 3.1.2.

Ubicación de huertos evaluados

El mapa del área de estudio se delimitó con apoyo del SIG siguiendo dos aspectos: los recorridos realizados por cuenta propia para localizar huertos familiares y por las visitas guiadas por los informantes a otros huertos comerciales. Una vez dentro del predio se georeferenció su ubicación con al menos cinco puntos (las cuatro o más esquinas del predio y en el centro). Los datos fueron importados al SIG, para colocar puntos de localización y trazar los polígonos de cada huerto familiar y huerto comercial sobre el mosaico de ortofotos.

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3.2. Entrada a la comunidad Se concertó una cita con el Comisariado Ejidal de Coatlán del Río para exponerle el proyecto y presentarlo en la asamblea ejidal. Al final de la presentación del proyecto frente a la asamblea, se solicitó el apoyo y la participación de ejidatarios y en particular a los dueños de huertos para que permitieran la entrada a sus predios. Como resultado se obtuvo una lista de personas interesadas en que sus huertos fueran evaluados. 3.2.1.

Recorridos en la comunidad

Debido a que INEGI no cuenta con la ortofoto reciente del municipio de Coatlán del Río, se optó por complementar el mosaico de ortofotos del año 1995, con imágenes del software “Google Earth, versión 7.0.2”, para obtener la imagen satelital donde se ubicaron algunos de los huertos señalados por De la Torre (1977) como los más representativos y así contar con un mapa inicial de la ubicación de huertos de la localidad. Adicionalmente se realizaron caminatas por el pueblo para identificar otros huertos, cuyos dueños permitieran el acceso para su estudio. Cabe mencionar que para el presente estudio se trabajó solo en aquellos huertos donde los dueños otorgaron el permiso. De manera complementaria se visitó la plaza principal, el mercado y algunos de los expendios de fruta con la finalidad de localizar personas consideradas como “informantes clave” y en base a sus conocimientos recabar información sobre las prácticas de manejo del huerto y las especies frutales. 3.2.2.

Diseño, aplicación de encuesta y entrevistas

Para obtener la información y caracterizar la Unidad de Habitación [UH] se diseñó una encuesta con preguntas cerradas y abiertas agrupadas en temas referentes a la familia, el predio, la casa, las plantas, el manejo y el huerto (Anexo 1), que se organizaron con el siguiente orden: • • • • • •

Composición de la familia: género, edad, escolaridad, actividades económicas y productivas de los miembros que integran la familia. Descripción de la unidad de habitación y anexos: tamaño del predio, topografía del predio, ubicación, forma y función de las áreas y estructuras, participación de la familia en las labores de la UH. Inventario de plantas: nombre de la planta, número de individuos, uso de la planta. Descripción de prácticas de manejo de la unidad de habitación: actividades realizadas, cuando se realizan, como se hacen, quien lo hace y tiempo invertido. Cuantificación de la producción por especie: producción por individuo, pago por corte, precio de venta, destino de la producción. Descripción de prácticas de manejo de especies: descripción cronológica del manejo de las principales especies del huerto.

Una vez diseñada la encuesta preliminar, se realizó una prueba piloto en la localidad de Coatlán del Río, donde se aplicó a dos familias con el fin de evaluar su estructura, contenidos y capacidad para obtener la información requerida en este estudio. Los resultados obtenidos en el pilotaje de la encuesta permitieron realizar la adecuación y cambios pertinentes en el diseño de esta herramienta. El formato definitivo de la encuesta se diseñó en el software de distribución libre denominado “Limesurvey, versión 2.0”, el cual permite la captura, sistematización, integración y

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análisis de la información obtenida en la encuesta. Asimismo, para la obtención de información cualitativa, se aplicaron entrevistas abiertas con el fin de profundizar en aquellos temas no cubiertos por completo en la encuesta. 3.2.3.

Enlistados libres

Los enlistados libres son un instrumento fundamental para profundizar en la jerarquización y organización del sistema de conocimiento tradicional (Ryan et al., 2000). Se entrevistó a 30 miembros del poblado seleccionados aleatoriamente, pidiéndoles que mencionaran los árboles más importantes cultivados en los huertos de Coatlán del Río. La información recabada permite identificar las especies más importantes para los pobladores, las cuales para el presente estudio solo corresponden a las primeras cinco especies nombradas por los entrevistados. 3.2.4.

Recorrido etnobotánico e inventario de plantas

En este trabajo solo se consideraron los estratos arbóreo y arbustivo, dado que la estructura biológica de los huertos familiares de Coatlán del Río, se orienta principalmente a la producción de frutales en dichas formas de crecimiento; además determinan la estructura del huerto, son responsables de aminorar el clima cálido de la región y aportan la mayor cantidad de nutrientes (hojarasca) al huerto. Dentro del huerto se realizaron recorridos en compañía de uno o más miembros de la familia, a quienes se les preguntó el nombre común, el uso y función de cada planta que ellos conocieran. Durante el recorrido, se solicitó permiso a la familia para colectar material vegetativo, tomando en cuenta la presencia de flor y fruto de las especies arbóreas y arbustivas para facilitar su identificación taxonómica; las muestras colectadas y procesadas fueron manejadas de acuerdo a las técnicas de colecta botánica de Lot y Chiang (1986), para su determinación se contó con el apoyo del Biól. Gabriel Flores Franco, encargado del herbario “HUMO” del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Paralelamente, en los sitios de internet www.tropicos.org y www.theplantlist.org, se realizó la búsqueda actualizada de nombres científicos de las especies colectadas durante los recorridos dentro de los huertos. Con la información recabada se elaboró un listado de plantas organizado por familia, género, especie, nombre común, origen biogeográfico y el uso que recibe las plantas dentro de la comunidad. 3.3. Levantamiento del huerto Se realizó un croquis del predio ubicando la casa, la infraestructura hidráulica, los anexos y la distribución de las especies vegetales del huerto. Para la toma de datos se establecieron cuadrantes de 10x10 metros utilizando dos tramos de cuerda de 20 metros marcados a la mitad de su longitud. Se trazaron los cuadrantes necesarios para cubrir la superficie total del predio. Se diseñó una hoja de captura de información en el que se organizaron los parámetros biológicos a medir (Anexo 2). 3.3.1. Estructura y composición La obtención del perfil vertical de la vegetación (número de estratos) se obtuvo estimando la altura de los individuos mediante una garrocha graduada de tres metros y promediando los valores obtenidos por especie,

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diferenciándolos entre individuos juveniles y adultos, para cada huerto. Para obtener la composición florística (número de familias, géneros y especies), se colectaron e identificaron los individuos de las especies arbóreas y arbustivas presentes en cada huerto (Gliessman y Somarriba, 1981). 3.3.2. Cobertura y distribución Para estimar el espacio que cubre la proyección de las sombras de las copas de los árboles sobre el suelo, es decir su cobertura, se tomaron dos medidas en forma de cruz, con ayuda de una brújula y una cuerda graduada. El tronco de los individuos a medir constituye el centro de la cruz y los extremos están dados por la extensión máxima de la fronda de los mismos. Los datos de cobertura se proyectaron en los croquis para mostrar el cubrimiento de las especies en el huerto. Paralelamente, para conocer la forma de distribución y el ordenamiento de los individuos, se tomó el diámetro a la altura del pecho (DAP) de cada individuo muestreado y su distancia en metros entre los individuos vecinos (Gliessman y Somarriba, 1981). 3.3.3. Riqueza La riqueza del huerto se obtuvo al contabilizar el número de individuos de cada especie en cada huerto. También se contabilizó el total de individuos adultos (productivos) y juveniles (improductivos) para identificar las especies con mayor número de individuos y las especies con mayor presencia dentro de los huertos estudiados (Gliessman y Somarriba, 1981). 3.3.4. Prácticas de manejo La obtención de las prácticas de manejo del huerto y de las especies frutales, se diseñó un formato de entrevista abierta (Anexo 3). Previo a la aplicación de las entrevistas se concertaron citas con los dueños de huertos a quienes se les preguntó sobre las prácticas que realizan para el huerto en general y sobre las especies frutales en particular. 3.3.5.

Elaboración de calendarios

En base a la información obtenida durante los recorridos y entrevistas se elaboró un calendario de las prácticas de manejo que reciben los distintos tipos de huertos a lo largo del año. Paralelamente con la información de las entrevistas y colectas botánicas se generó un calendario fenológico que registra las fechas de floración, fructificación y cosecha de las especies frutales del huerto. 3.3.6. Evaluación socioeconómica Mediante la aplicación de una entrevista dirigida, se obtuvo información sobre los gastos realizados al interior de la UH para el manejo y mantenimiento del huerto y los demás anexos. Como resultado de la entrevista se obtuvo información detallada sobre las prácticas realizadas, el tiempo invertido y el costo que implica ejecutarlas, ya sea con mano de obra familiar o con la ayuda de peones contratados por día. Paralelamente se preguntó por los ingresos obtenidos por la comercialización de la cosecha de los frutos (valor de cambio) y se estimó el ahorro que representa para la familia el no tener que comprar las frutas que obtienen de su huerto para el autoabasto familiar (valor de uso).

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4. RESULTADOS Como se mencionó anteriormente, el huerto familiar es considerado un anexo más dentro del predio que comprende la casa o Unidad de Habitación [UH], lugar donde se establece y habita la familia. El predio es visto como un espacio geográfico delimitado, donde la familia dependiendo del tipo de actividad que ahí realice puede, o no habitarlo.

En este trabajo, se determinó el paisaje sobre el que se asientan los huertos de la localidad, haciendo una división del territorio utilizando las curvas de nivel, resultando dos unidades ambientales, Valle y Lomerío, que por sus atributos físicos, se aprovechan con distintas actividades productivas, entre las que destacan el establecimiento de huertos familiares y huertos comerciales “Huertas”. En ambos tipos de huertos, se tomaron los mismos datos (se describió el predio, las especies arbóreas y arbustivas, las prácticas de manejo, el tiempo invertido y las ganancias generadas por la comercialización de los productos), para conocer las principales características que los distinguen.

En la unidad de habitación, se describen los diferentes tipos de casa encontradas, distinguiéndose entre sí, por la época en la que fueron construidas; de acuerdo con los datos obtenidos durante las entrevistas, la construcción de la casa tradicional, se remonta a principios del siglo XX, mientras que la construcción de la casa reciente, va de mediados siglo XXI a la época actual. En ambos tipos de casa, se describen físicamente los espacios y estructuras (anexos) que contiene cada una, comparando los materiales utilizados y los cambios encontrados. El manejo de la unidad habitación, describe como se utilizan los anexos y la forma en que realizan las actividades que permiten a la familia obtener múltiples beneficios de su predio.

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4.1. Unidades ambientales Al sobreponer el mapa de Uso de suelo y cobertura vegetal año 2000, sobre la ortofoto año 1995, se observó que la mayor concentración de huertos se localiza al centro del municipio, área señalada por INEGI con el uso de agricultura de riego. El polígono del área de estudio se utilizó para desplegar el mapa temático de fisiografía y el mapa de curvas de nivel, mismos con los que se logró diferenciar las dos unidades ambientales presentes en esta región, valle y lomerío (Figura 11).

Figura 11: Mapa de unidades ambientales del área de estudio.

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El paisaje de Coatlán del Río permite el establecimiento de diversas actividades productivas que benefician a la familia generando alimentos e ingresos por el cultivo de diversos productos que satisfacen las demandas del mercado. Desde el valle se aprecian sembradíos en monocultivo de árboles de jacaranda (Jacaranda mimosifolia D. Don), (primer plano de la imagen), huertas diversificadas (centro de la imagen), cultivo de jitomate bajo invernadero (centro de la imagen), agricultura de riego de cultivos de maíz y arroz (lado izquierdo de la imagen). Mientras que en el Lomerío (fondo de la imagen) apenas se distingue la presencia de las casas, ya que lo que más resalta del paisaje son las abundantes y voluminosas copas de los árboles presentes en el interior de los huertos familiares (Figura 12).

Figura 12: Paisaje de la localidad de Coatlán del Río. 4.1.1.

Valle

La unidad ambiental de Valle se distribuye en la región centro y sur de la cabecera municipal hasta sus límites con el municipio de Tetecala. Presenta una variación altitudinal que va de los 980 a los 1030 msnm. Su afluente principalmente es el Río Chalma, del cual se desprenden diversos apantles que cubren la totalidad de la zona urbana y los alrededores del valle dotándolo de riego durante todo el año, factor importante para el cultivo de frutales.

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Las formaciones edáficas del valle provienen de formaciones de suelo aluvial. Predominan dos tipos de suelo. El más abundante es Feozem lúvico (Hl/3), su color es negro, tiene un alto contenido de arcilla, provocando que la superficie retenga el agua y los nutrientes por más tiempo. El segundo tipo de suelo es Feozem calcáreo (Hc/2) de color café obscuro, rico en materia orgánica y nutrientes, con textura media que también le permite retener el agua (Cuadro 3 y Figura 13).

Las características fisiográficas del valle ofrecen superficies planas o de poca pendiente que facilitan el acceso de maquinaria como tractores y el transporte de insumos para la siembra, así como para el transporte de lo que se cosecha. Anteriormente el valle se aprovechaba principalmente para sembrar maíz, hortalizas y el establecimiento de huertas diversificadas que promovían la presencia de otras especies de usos múltiples además de las comerciales. En la actualidad, aún es posible encontrar los cultivos mencionados pero en menor medida, debido principalmente a los cambios en el uso de suelo que ha permitido la implantación de monocultivos industrializados dirigidos a cubrir las demandas del mercado. En la unidad ambiental de valle es posible observar los mayores cambios en el uso de suelo. En el valle predomina la presencia de huertas, donde se cultivan los frutales de mayor importancia económica. Otras de las actividades productivas presentes son los cultivos de flores de ornato y jitomate de invernadero, ambos con riego y hasta con dos cosechas al año. Cabe señalar que la presencia de estos cultivos y la siembra bajo invernadero se ha incrementado considerablemente en los últimos años, ocasionando el desplazamiento de cultivos tradicionales y de tierras para cultivos de autoabasto, que para el valle normalmente son cultivos de maíz, arroz, frijol, chile serrano, calabacita y huacamote (Figura 14).

4.1.2.

Lomerío

Dentro del área de estudio, el lomerío alcanza una altitud que va de los 1031 hasta los 1100 msnm. El lomerío rodea el valle, cubriendo la parte norte y oeste de la zona urbana, extendiéndose hasta los poblados vecinos de Tilancingo y Cocoyotla, donde por invitación de las familias se evaluaron algunos huertos. El afluente principal de esta unidad ambiental, también es el Río Chalma, pero al no ser tan próxima a su caudal, se abastece principalmente con el agua de los apantles.

Las formaciones edáficas del lomerío provienen de roca sedimentaria de tipo arenisca-conglomerado y caliza. Los suelos que integran esta unidad ambiental son las siguientes combinaciones: Rendzina y Litosol con textura media y fase lítica (E+L/2l), considerados suelos no aptos para cultivo por su consistencia dura y poca profundidad, por lo que generalmente son conservados con su vegetación natural y no reciben un uso intensivo. Vertisol pélico con textura fina y fase pedregosa (Vp/3p), suelo rico en nutrientes y pobre en materia orgánica, es arcilloso, retiene agua y es chicloso. Regosol éutrico con textura media y fase lítica (Re/2l), son suelos color claro, contienen cal y son de poca

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materia orgánica. Por último Feozem calcáreo (Hc/2) y Feozem lúvico (Hl/3), de textura media y fina con una capa superficial blanda de color obscuro, ricos en materia orgánica y nutrientes, considerados suelos de moderada producción agrícola; se ubican en las faldas del lomerío, lugar donde se localiza la mayor parte de los huertos familiares (Cuadro 3 y Figura 13).

El lomerío, además de funcionar como reserva forestal con vegetación natural de Selva Baja Caducifolia, recibe diversos usos agrícolas que se clasifican por la disponibilidad del aporte hídrico en riego y de temporal. El factor determinante para el establecimiento de huertos, más que la pendiente o el tipo de suelo, es la disponibilidad de agua. El área de riego tiene una topografía irregular que va desde suelo plano hasta una pendiente de 30°. En la actualidad, se ha visto que en el área de temporal, algunos pobladores utilizan bombas hidráulicas para establecer huertos familiares en sus hogares, aun estando por encima del nivel que alcanzan los apantles en su zona más alta. El lomerío también es aprovechado con parcelas de temporal, cuya producción está dirigida al autoabasto siendo los principales cultivos en esta unidad de paisaje el sorgo, el maíz (semilla mejorada) en asociación con calabaza y el cacahuate en asociación con ajonjolí (Figura 14).

Los suelos que rodean el Área de Estudio [AE]: en la parte sur presentan suelo de tipo Feozem lúvico y Regosol éutrico con textura media y fase lítica (Hl+Re/2l), son suelos destinados a reserva forestal, pero, por su abundancia en nutrientes, también son aprovechados para agricultura de temporal. En la parte norte del área de estudio están presentes suelos de tipo Feozem calcáreo y Rendzina con textura media y fase lítica (Hc+E/2l) y suelos de tipo Feozem calcáreo con textura media y fase lítica, pedregosa (Hc/2lp), mismos que proporcionan un importante aporte pedregoso a las faldas del mismo, lo cual dificulta el desempeño de labores agrícolas mecanizadas, pero es considerado un suelo de alta fertilidad y permeable por lo que beneficia la producción de algunos frutales como el mamey, caimito y chicozapote (Cuadro 3 y Figura 13).

Las características físicas del suelo se describieron gracias a la participación de los informantes y mediante la observación directa en campo. Los suelos que rodean el área de estudio también fueron descritos, ya que contribuyen con materiales acarreados por la erosión, para la formación del suelo en que se encuentran establecidos los huertos. También se trazó el curso de la red de distribución de los apantles, para destacar el alcance que logran en el área de estudio (Figura 13).

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Cuadro 3: Tipos de suelo por unidad ambiental y uso que reciben. Valle Lomerío

Rodean el AE

Tipo de Nombre local suelo

Color

Textura

Arcilloso, arenoso y materia Drenado, productivo HF - HC - AR - AT orgánica Arcilloso, pegajoso y Retiene humedad HF - HC - AR - AT compacto Limoso Pedregoso - HC - AR - SBC Mal drenaje, poca Arcilloso - AT - SBC aireación Mal drenaje, retiene Arcilloso y pedregoso HF - HC - AR - AT - SBC humedad

x

x

Hc/2

Atocle y migajón

Café oscuro

x

x

Hl/3

Barro

Negro

x

x

E+L/2l

Tierra de monte

Café claro

x

Re/2l

Tepetate

Café claro

x

Vp/3p

Tierra de monte

Café claro

Hc/2lp

Tepetate

x x

Hc+E/2l Tierra de monte

x

Hl+Re/2l Tepetate

Gris oscuro Café oscuro Café claro

Características

Uso que recibe

Arenoso, fresco y pedregoso Pedregoso Pedregoso y materia orgánica Duro

-

-

- AT - SBC

Pedregoso

HF -

-

- AT - SBC

Pedregoso

HF -

-

- AT - SBC

Hc/2 = Feozem calcáreo de textura media (Hc/2).

HF = Huerto Familiar.

Hl/3 = Feozem lúvico de textura fina (Hl/3).

HC = Huerto Comercial “Huertas”.

E+L/2l = Rendzina y Litosol con textura media y fase lítica (E+L/2l).

AR = Agricultura de Riego.

Re/2l = Regosol éutrico con textura media y fase lítica (Re/2l).

AT = Agricultura de Temporal.

Vp/3p = Vertisol pélico con textura fina y fase pedregosa (Vp/3p).

SBC = Selva Baja Caducifolia.

Hc/2lp = Feozem calcáreo con textura media y fase lítica, pedregosa (Hc/2lp). Hc+E/2l = Feozem calcáreo y Rendzina con textura media y fase lítica (Hc+E/2l). Hl+Re/2l = Feozem lúvico y Regosol éutrico con textura media y fase lítica (Hl+Re/2l). *Donde el nombre local, fue mencionado por los informantes en base a su experiencia en cuanto a color, textura y características del suelo de su predio. *Donde la información de la clasificación de suelos se obtuvo de otros trabajos en la región (De la Torre, 1977; Guerrero, 1993; PIGM, 2009) y fueron confirmados con datos de INEGI (2000). *Donde el uso que recibe el tipo de suelo se obtuvo mediante la observación directa en campo y la interpretación de imágenes aéreas del área de estudio.

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Elaborado en base a información de INEGI (2000), De la Torre (1977), Guerrero (1993), PIGM (2009) y puntos de referencia obtenidos con ayuda de GPS en campo.

Figura 13: Mapa de tipos de suelo y alcance del riego con apantles en el área de estudio.

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*HF = Huerto Familiar. *HC = Huerto Comercial “Huertas”. *AR = Agricultura de riego (maíz, arroz, huacamote, flores e invernaderos) *AT = Agricultura de temporal (maíz, cacahuate y ajonjolí) *SBC = Selva Baja Caducifolia.

Figura 14: Mapa de uso de suelo por unidad ambiental en el área de estudio.

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4.2. Ubicación de huertos El mapa de ubicación de los huertos (Figura 15), muestra el polígono de cada uno de los 25 predios evaluados en dos numeraciones para diferenciar la ubicación de los 16 huertos familiares y de los nueve huertos comerciales “Huertas” que comprendió este trabajo, mismos que en conjunto suman una superficie total de 131,500m2 (13.15 Hectáreas).

Figura 15: Mapa de ubicación de huertos evaluados.

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A continuación se presentan los datos obtenidos de la encuesta respondida por las 16 familias que participaron en este trabajo. En la Unidad de Habitación [UH], se describe a la familia, el predio, la casa y sus anexos incluyendo el huerto, así como también se describe el manejo de la UH, el tiempo invertido y los ingresos que genera la venta de los productos cosechados del huerto familiar. 4.3. Composición de la familia De las familias evaluadas, en el 70% de las viviendas muestreadas, el Jefe de Familia [JdeF] es el hombre y el 30% restante son las mujeres. La edad promedio del hombre es de 57 años, mientras que la edad de la mujer resultó mayor que la del hombre, con un promedio de 68 años. La familia promedio está formada por cinco integrantes, los dos padres y tres hijos. El 30% de los JdeF solo saben leer y escribir. Este mismo porcentaje se repite en aquellos JdeF que estudiaron hasta la secundaria, mientras que el 20% obtuvo un grado universitario. Del total de hijos de las familias encuestadas, el mayor porcentaje se encuentra cursando la escuela secundaria que representa el 30%, seguido por los que estudian la primaria con el 23%. De los hijos mayores el 18% estudia en la universidad y el 14% ya están titulados (Cuadro 4). Cuadro 4: Nivel de estudios de la familia. Grado obtenido No sabe leer y escribir Sabe leer y escribir Primaria Secundaria Preparatoria Universidad Universidad titulados

# padres

%

# hijos

%

1 6 2 6 1 4

5 30 10 30 5 20

5 10 13 2 8 6

11 23 30 5 18 14

El ingreso familiar proviene de diversas actividades económicas que varían de acuerdo con los medios con los que disponen las familias y como se organicen entre ellos. La actividad económica más común es la venta de fruta (85%), donde la mujer es quien más participa, ya sea desde su casa o en la plaza. En el caso de los hombres, el 40% de ellos se dedica a los cultivos anuales y el 35% cuenta con huertas (Cuadro 5). Cuadro 5: Actividades económicas y productivas de la familia. Actividad Quien lo hace Venta de fruta Todos Cultivos anuales Hombre Huerta Hombre Negocio dentro UH Todos Negocio fuera UH Todos Jornalero en campo Hombre Trabajo asalariado Hombre e hijos Vivero Mujer Estanques de tilapia Mujer e hijos Taxista Hijos Albañil Hijos

% 85 40 35 25 20 20 20 20 5 5 5

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Por lo general las mujeres se encargan de las actividades domésticas como limpiar la casa y el patio, preparar la comida, realizar las compras en el mercado, entre otras. Dentro de las actividades de los hijos, la gran mayoría asiste a la escuela y en las tardes ayudan en el negocio familiar. De los hijos mayores que están recibidos, dos no ejercen su carrera y trabajan dentro de la localidad, uno atendiendo un negocio y el otro manejando un taxi. De los hijos que no estudiaron, dos se dedican a la albañilería, uno trabaja de jornalero en actividades del campo y uno es productor de cultivos anuales de maíz y cacahuate. La cuarta parte de las familias participantes, cuentan con pequeños negocios dentro de la UH donde venden la fruta cosechada de su huerto. Recientemente se ha optado por construir locales comerciales que pueden ser atendidos por la familia o simplemente los rentan para que alguien más los trabaje. Se ha visto que participan todos los miembros de la familia en la implementación de balnearios donde construyen palapas y albercas para recibir a los visitantes, así como también el establecimiento de autolavados, estacionamientos y en otros la presencia de viveros con plantas frutales, ornamentales, medicinales y aromáticas para su venta al público. Del total de las familias entrevistadas se registraron ocho hijos migrantes, cuatro se fueron a otros estados de la República Mexicana, todos están titulados, dos envían dinero a sus familias y todos regresan al menos una vez al año; mientras que los otros cuatro se fueron a los Estados Unidos, ninguno tenía estudios universitarios, uno no tiene estudios, una es mujer, dos envían remesas y sólo dos regresan al menos una vez al año. 4.4. Descripción del predio de la unidad de habitación 4.4.1. Topografía del predio Se registraron cuatro formas topográficas sobre las que se asienta la UH. El 38% de los predios estudiados se distribuye en zonas de pendiente suave, el 31% en zonas planas; ambas formas facilitan las actividades domésticas, el arreglo espacial de los árboles y en general el manejo del predio volviéndolo más funcional. El 19% de las UH se asienta sobre pendiente abrupta y zona plana, son de difícil acceso, el arreglo espacial de sus árboles es aprovechado para aminorar la pendiente y contener el suelo, es común que una parte del predio no tenga ningún uso por ser considerada inaccesible y funcione como límite del predio conservando la vegetación natural y ubicando la casa en la zona plana. Los predios con pendiente abrupta y terrazas (12.5%) se distinguen por aminorar la pendiente construyendo bardas de contención que pueden medir desde medio metro, hasta tres metros de altura (Cuadro 6). Cuadro 6: Topografía del predio de la unidad de habitación. Topografía del predio Pendiente suave Plano Pendiente abrupta y zona plana Pendiente abrupta con terrazas

No. de huertos 6 5 3 2

% 38 31 19 12.5

*Donde los datos se obtuvieron por observación directa en campo.

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4.4.2. Tamaño del predio Las UH estudiadas presentaron una amplia variedad de tamaños en la superficie. La mayoría de los predios son rectangulares o al menos conservan líneas rectas en su periferia a menos que sigan el cauce del río y de los apantles. La superficie mínima muestreada dentro de los 16 predios fue de 1,000 m2, el 50% de los predios tiene una superficie menor a los 2,500 m2, mientras que el otro 50% va de los 2,800 m2 hasta los 6,500 m2 que fue la mayor superficie registrada (Cuadro 7). Cuadro 7: Superficie del predio de la unidad de habitación. Número de UH muestreadas Superficie mínima de la muestra Superficie máxima de la muestra Superficie promedio de la UH Superficie total de las 16 UH muestreadas

16 1,000 m2 6,500 m2 3,137.5 m2 50,200 m2

Con el tiempo, el tamaño del predio ha ido disminuyendo al ser fraccionado de acuerdo a la decisión del jefe de familia, que es quien lo divide para repartirlo entre sus hijos. Los acuerdos familiares para el acceso y uso del predio son muy diversos y dependen de las decisiones que se tomen en cada familia. Cuando los hijos casados siguen residiendo en casa de los padres, muchas veces construyen desde un cuarto más en la casa principal, o hasta una nueva vivienda dentro del mismo predio. En ocasiones también esta nueva casa se independiza de la UH separándose físicamente vía la construcción de bardas para marcar sus límites reduciendo aún más las dimensiones del predio, siendo el huerto el primer anexo en ser fragmentado. 4.4.3. Edad del huerto familiar A pesar de que la introducción de frutales exóticos en los huertos de Coatlán del Río, data de la época prehispánica, es difícil determinar la edad de los huertos dado que no existe registro de su establecimiento. En las entrevistas se preguntó por la fecha de inicio del huerto y algunos de los informantes lo ligaron al establecimiento de la familia en ese sitio tomando como fecha de referencia el asentamiento de los abuelos o los padres y las fechas de construcción de las viviendas, algunas de las cuales, quedaron grabadas en sus cimientos, por lo que se infiere una edad mayor a 100 años; dato que se corrobora con el trabajo elaborado por De la Torre en (1977), quien registró huertos de 150 años de antigüedad. 4.5. Descripción de la unidad de habitación y anexos En Coatlán del Río es posible distinguir dos tipos de casa habitación, aquella que obedece al patrón de construcción tradicional y aquella de construcción reciente. Ambos tipos de construcción se describen a continuación haciendo un mayor énfasis en las casas del tipo tradicional, ya que la mayoría de los anexos y estructuras que encontramos en la casa tradicional actualmente, se reproducen dentro de las casas del tipo reciente, pero con algunas variantes principalmente en los materiales utilizados. Del total de las casas evaluadas a las que se obtuvo el acceso, seis corresponden al tipo tradicional y diez al tipo de construcción reciente. En la casa tradicional normalmente viven los abuelos o los padres, mientras que en las casas recientes viven los hijos y aquellas familias que inmigraron en los últimos años a la localidad.

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Los anexos son aquellos espacios o estructuras que con el tiempo las familias han implementado para aumentar su comodidad, productividad, seguridad, autosuficiencia y facilitar sus actividades cotidianas dentro de la UH. La distribución espacial de los anexos no es una constante, dependiendo del espacio y actividades que realice cada familia estos anexos pueden estar o no presentes (Figura 16).

Figura 16: Distribución de los anexos de la unidad de habitación. 4.5.1. La casa tradicional Dado que este tipo de construcciones son las más antiguas del lugar, se ubican en el centro o sobre las calles principales, nunca en la periferia del poblado. La extensión de estos predios se ha reducido e incluso lotificado, ya sea por la repartición entre los hijos o la construcción de nuevas edificaciones para su uso comercial. En los predios con casa tradicional es común que el espacio se comparta con la familia, por lo que es posible encontrar dentro del mismo predio casas de construcción reciente, donde normalmente viven distintas generaciones emparentadas consanguíneamente, donde el dueño del predio es considerado el jefe de la familia, quien normalmente es la persona de mayor edad. La casa tradicional por lo general se ubica al frente del terreno, la puerta principal da a la calle, es de madera gruesa, con aldaba y cerrojos; tiene al menos un cuarto principal en donde está la cocina y otro en donde está la habitación para dormir, pero se ha visto que también cuenta con una o dos habitaciones más, comedor y recibidor; la mayoría de los cuartos se comunican entre sí, por lo que no hay pasillos dentro de la casa y más bien se utilizan amplias terrazas techadas para acceder a los diferentes cuartos (Figura 17).

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La construcción se caracteriza por utilizar materiales locales, son de un solo piso, anteriormente el suelo era de tierra compactada. Los muros son de adobe con un grosor mayor a los 40 centímetros, el techo es de 3 a 5 metros de altura de una o dos aguas; los cimientos del techo se construyen con distintas maderas entre ellas la de Chicozapote (Manilkara sapota); se utilizan troncos rectos y uniformes de 25 a 30 centímetros de diámetro dispuestos entre sí cada medio metro y colocados en la misma dirección de la pendiente, sobre de ellos se cruzan ramas de 10 centímetros de diámetro colocadas una de otra aproximadamente cada 15 centímetros; esta estructura sirve de base para asentar las tejas de barro rojo, colocadas una sobre otra, de manera que no permitan el paso del viento, ni de agua (Figura 18).

Figura 17: Casa tradicional.

Figura 18: Techo de teja y cimientos de madera.

Algunas casas tradicionales han sido remodeladas conservando la mayoría de los elementos antes descritos, incorporando elementos modernos, como pisos de cemento o azulejo; la construcción de baños dentro de la casa, uso de estufas y calentadores de gas, ventanas de vidrio, tomas de agua, energía eléctrica, puertas de metal y cerraduras (Figura 19).

Figura 19: Casa tradicional remodelada.

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4.5.1.1. Cocina La cocina se encuentra afuera a un costado de la casa, tiene acceso directo al lavadero y al huerto. Su configuración es simple, en uno de los muros se ubica la estufa de leña o fogón con al menos dos quemadores, anteriormente se hacían del mismo material de los muros, ahora son de cemento y ladrillo; en la parte baja se almacenan leños secos y en lo alto del muro hay respiraderos para la salida del humo (Figura 20). Existe la costumbre de construir en una esquina de la cocina o en el pasillo de acceso a la casa, una estructura en forma de cubo hecha de piedra y cemento con la base superior cóncava en el que se coloca un jarrón de barro lleno de agua natural, que siempre está disponible para tomar un vaso de agua fresca. 4.5.1.2. Lavadero Cerca de la cocina pero afuera de la casa, se ubica un espacio asignado al área de lavado. El lavadero tradicional se integra de varios módulos, el primero y el más importante es la pileta. Esta es una estructura de forma rectangular que mide 2.5 metros de largo, 1.5 de ancho y un metro de alto. Los muros son de piedra, con 40 centímetros de grosor, recubiertos de cemento y tiene una capacidad que va de los 1500 a 2000 litros. Al frente de la pileta se encuentra una segunda estructura rectangular de la misma altura, que mide 1.5 metros de largo y 50 centímetros de ancho. Al centro de la estructura se encuentra un depósito de agua con capacidad de ocho a 10 litros, en cada lado está empotrada una piedra de río con su parte plana expuesta. Una de las piedras se dedica exclusivamente para lavar y tallar la ropa, mientras que en la otra piedra se lavan los alimentos y los enseres de la cocina. En algunos casos a un lado de la pileta se encuentra una tercera estructura de forma cubica (atrás del señor), relleno con tierra de atocle, en donde se procuran algunas plantas aromáticas, medicinales o es utilizado como semillero de especies del huertos (Figura 21).

Figura 20: Cocina con fogón.

Figura 21: Lavadero con pileta.

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El agua utilizada en el lavadero es dirigida por medio de canaletas de desagüe que desembocan en los rodetes de los árboles cercanos que forman parte del huerto; por lo que no solo se reutiliza el agua, sino que también se evitan encharcamientos en el patio durante la época lluviosa, que por gravedad dirige el agua a la zona de absorción más cercana, que es el huerto.

Anteriormente el agua llegaba a la casa por medio de una canaleta principal que desviaba la corriente del apantle más cercano hacia la pileta (uso doméstico) y hacia el huerto (riego). Actualmente las canaletas de uso doméstico se han sustituido por llaves conectadas a la red de agua potable del municipio, mientras que las que se dirigen al huerto se siguen utilizando con mucha eficiencia. 4.5.1.3. Espacio social Generalmente esta área se localiza al frente del predio, pero también puede estar en la parte trasera o a un costado de la casa colindando con la terraza. Su tamaño puede variar de acuerdo al tamaño del predio, pero normalmente ocupa uno o más lados de la casa. Es utilizado por la familia para convivir al aire libre bajo la comodidad de la sombra de algunos árboles perennes. Aquí se recibe a las visitas y se les invita a ponerse cómodos en el lugar de su preferencia. En esta área juegan los niños, mientras los padres realizan alguna otra actividad. El sitio también es utilizado para descansar después del trabajo y para realizar algún evento importante (Figura 22). 4.5.1.4. Jardín de plantas ornamentales El área se ubica principalmente al frente de la casa o en algún lugar visible para la familia y/o para aquellas personas que van por la calle. El área que cubre puede llegar a medir hasta 200m2. Las plantas que integran este anexo principalmente son herbáceas y arbustivas, pero también hay algunos árboles como la flor de mayo (Plumeria rubra L.) y la jacaranda (Jacaranda mimosifolia D. Don). Algunas de estas plantas se encuentran sembradas directamente en el suelo, pero la gran mayoría están en macetas y botes sobre una barda, colgando de un árbol o de las paredes de la casa.

El jardín de plantas ornamentales es el espacio más vistoso y la carta de presentación de la mujer, quien es la que generalmente decide sobre el tipo de plantas y el arreglo de las mismas. Dependiendo de la situación económica de la familia se puede notar el tamaño de este anexo y la excentricidad de las plantas, ya que la mayoría se tienen que comprar, además de que no todas las familias tienen el interés o el tiempo necesario para su mantenimiento (Figura 23).

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Figura 22: Espacio social bajo los árboles.

Figura 23: Plantas ornamentales del patio.

4.5.1.5. Medicinales Las plantas medicinales pueden estar incluidas en otros anexos, como en el jardín de plantas ornamentales, en las hortalizas o en el huerto. Su ubicación depende básicamente de su forma de vida, ya que estas pueden ser desde una hierba, un arbusto o un árbol que crezcan mejor en las condiciones que brinda el huerto o estar colocada cercana a la casa por ser una planta que requiera de algún tratamiento especial para su crecimiento o que sea una planta accesible para ser utilizada frecuentemente por la familia (Figura 24).

Aquí es posible encontrar plantas que curan enfermedades frecuentes como un resfriado, enfermedades respiratorias, dolor de cabeza, cólicos, problemas estomacales, piquetes de insectos. También se encuentran plantas que curan o disminuyen los síntomas de enfermedades no tan frecuentes como fracturas de huesos, control de la diabetes e incluso cáncer. Generalmente esta sección también es manejada por la mujer, quien es la que más se ha visto que conozca el uso y la forma de preparar los remedios. Las plantas medicinales a diferencia de las plantas ornamentales se van adquiriendo ante la necesidad de evitar alguna enfermedad, por lo que es más común que se regalen entre vecinos, pero también es posible adquirirlas por trueque o con dinero con aquellas personas que conocen bien sus cualidades curativas y se dedican a cultivarlas.

4.5.1.6. Semillero Esta área se ubica cercana a la casa junto al lavadero, sobre una barda o en una pequeña sección del jardín de plantas ornamentales. Este lugar requiere de atención y riego constante, por lo menos cada tercer día. Aquí es donde se colocan las semillas que fueron cuidadosamente seleccionadas de los mejores frutos en cuanto a su color, sabor o tamaño. Las semillas se siembran en latas, botes, bolsas negras o en el anexo especial que forma parte del lavadero con

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una mezcla de tierra de atocle, hojarasca y composta. Ahí permanecerán hasta tener el tamaño suficiente para soportar el trasplante, ya sea a su lugar definitivo en el huerto o a otro contenedor de mayor tamaño (Figura 25).

Figura 24: Plantas medicinales junto al cerco.

Figura 25: Semillero en botes sobre la barda.

4.5.1.7. Hortalizas Esta área se localiza en espacios soleados detrás o a un costado de la casa, se realiza directamente en el suelo, en macetas o bolsas de plástico. Actualmente la producción de hortalizas está dirigida únicamente al consumo familiar y se limita a algunas especies. Por lo general utiliza sustrato fértil como el que resulta de la composta, se mezcla cuidadosamente con atocle para garantizar una mejor cosecha. El riego de esta sección es frecuente, diario o cada tercer día (Figura 26).

Figura 26: Hortaliza plantada en el suelo y en bolsas negras.

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4.5.1.8. Milpa En la actualidad el anexo de milpa no se encontró dentro de las casas de estilo tradicional muestreadas, esto quizá porque el espacio que anteriormente se destinaba para esta actividad ahora es ocupado por otras casas de construcción reciente. Anteriormente la milpa se encontraba dentro de la casa tradicional, sobre todo en los predios de aquellas familias que no tenían acceso a otros espacios para sembrar además de donde vivían. 4.5.1.9. Cercos Son estructuras utilizadas para proteger y delimitar la unidad de habitación o incluso secciones dentro de la misma. Generalmente están construidas con materiales de la región. “El Tecorral” es un tipo de cerco de piedras apiladas una sobre otra, construido de manera tradicional, con mano de obra familiar o contratando al “Tecorralero” la persona que va construyendo el cerco con las piedras que le arrima su peón el “Teyolero”. También se encuentran cercos vivos los cuales son construidos con diversos materiales vegetales como árboles de Zompantle (Erythrina americana) y Guamúchil (Pithecellobium dulce); enredaderas como la maracuyá (Passiflora edulis Sims); bromelias como el timbiriche (Bromelia pinguin) y cactáceas como el Nopal (Opuntia ficus-indica (L.) Mill.), que además de delimitar espacios y aumentar la estética del lugar, cumplen con otras funciones que varían de acuerdo a la planta utilizada, como generar sombra, alimento, medicinas, leña, además de protección. 4.5.1.10. Composteros Esta área se ubica normalmente en un lugar sombreado fuera de la vista y alejado de la casa. Se identificaron dos diferentes espacios destinados al acopio de desechos orgánicos. Se distingue uno de otro por el tamaño y el tipo de residuos que recibe cada uno. En el primero se acopian los desechos pequeños procedentes de los residuos de cocina, deshierbes y hojas. En el segundo espacio se acopian desechos de mayor tamaño provenientes de las podas y ramas secas. El tamaño del huerto determina el número de espacios destinados a la descomposición de ramas y troncos (Figura 27).

Figura 27: Composta de hojas del huerto.

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4.5.1.11.Espacio para animales Anteriormente la UH albergaba importantes áreas como gallineros, porquerizas o corrales, para la cría de aves, cerdos, caballos, mulas y vacas. Actualmente la presencia de estos animales en los huertos y en la localidad de Coatlán del Río ya no es común y, en caso de que los haya, no son abundantes y sus espacios se reducen a cobertizos donde pasan la noche y por el día están amarrados bajo la sombra de un árbol donde se les acerca agua y comida. Ahora los animales más vistos dentro de la UH son los perros y los gatos, que son básicamente mascotas. Los espacios abandonados están siendo acondicionados como bodegas o como habitaciones para nuevos miembros de la familia o simplemente no tienen ningún uso. 4.5.2.

La casa reciente

Estas casas se ubican normalmente en la periferia del pueblo en calles pavimentadas o en proceso de serlo. También las hay en el centro de la localidad en predios que anteriormente fueron huertas, donde los dueños decidieron lotificar su propiedad para venderla en pequeñas partes. La casa está construida de materiales como ladrillo, cemento, block y varilla, puede tener más de un piso. Cuando el tamaño del predio es reducido la casa ocupa la mayor parte del espacio, por lo que solo se observan algunas plantas ornamentales dentro de las que destacan pequeños jardines con césped y por lo general no tienen huerto y ningún anexo visible por lo que estas casas no fueron consideradas en el presente estudio. Cabe destacar que algunas de estas casas son construidas por nuevas familias llegadas a la localidad y son señaladas por los vecinos por bloquear el paso del agua del apantle que atraviesa su predio. Esta situación ocasiona que el agua no siga su curso hacia casas aledañas y afecta directamente a otros vecinos que hacen uso del agua para sus huertos. Las casas recientes consideradas en el presente estudio son aquellas construidas por los padres o los hijos fuera del predio de la casa tradicional. Basándose en la forma de construcción tradicional, en la casa reciente se procura que la forma de construcción amortigüe las altas temperaturas y aumente la ventilación del lugar implementando techos altos de doble altura, terrazas amplias con plantas ornamentales y permitiendo el paso del apantle para regar los árboles de su huerto. En sentido funcional se sigue incorporando la mayoría de los anexos utilizados de manera tradicional, pero principalmente se siembran árboles frutales y se conservan los que ya se tienen. Esto, por la sencilla razón de que los árboles grandes son los responsables de conservar la humedad en el ambiente por más tiempo y de aminorar el calor por la sombra que proyectan sus copas, generando el clima confortable y característico al interior de los huertos de la región. 4.5.2.1. Cocina Esta estructura invariablemente se encuentra dentro de la casa, puede ser un cuarto completo en donde también se encuentra el comedor o solo estar en una de las paredes del cuarto principal. Algunas cocinas también son abiertas y se comunican con la terraza. Además de la puerta principal, la cocina puede tener su propia salida que da al patio donde se encuentra el lavadero.

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4.5.2.2. Lavadero La estructura del lavadero se compra prefabricada y solo se empotra en una base a una altura cómoda para las mujeres de la casa. En esta pieza única se talla la ropa, pero también es utilizada para lavar enseres de la cocina y algunos alimentos, ya que las señoras, aunque cuenten con su lavadero de acero inoxidable, mezcladora y con su escurridor dentro de la cocina, prefieren seguir utilizando el que está afuera con la pileta. La capacidad de almacenamiento sigue siendo la misma que tiene la pileta de tipo tradicional, pero ahora está fabricada con cemento, varillas y blocks de concreto por lo que sus muros ya no son tan gruesos. Se llena con la llave de agua potable. El agua utilizada se conduce por medio de tubos de PVC hacia el drenaje de la casa, pero también se ha visto que estos tubos tienen su salida dirigida al huerto. 4.5.2.3. Espacio social Esta área muchas veces se encuentra en alguna terraza que da al jardín de plantas ornamentales; dependiendo de la situación socioeconómica este sitio se reconoce por la presencia de sillas y bancas y en caso contrario por la presencia de piedras y troncos colocados bajo alguna sombra para convivir en familia y con las visitas al aire libre. 4.5.2.4. Jardín de plantas ornamentales Esta área se conserva bella en todas las casas, algunas plantas se exponen hacia la calle por donde pasa la gente y otras adornan las fachadas y los espacios cercanos a la casa. El área que cubre puede llegar a medir hasta 500m2. Las mujeres de algunas de estas casas han encontrado oportuno cultivar y propagar sus plantas ornamentales para después venderlas a los turistas y a los comerciantes locales que las revenden sobre la calle principal o desde sus camionetas. Razón por la cual en algunos casos el jardín de plantas ornamentales puede ser visto como un vivero con un alto número de especies y variedades ornamentales. 4.5.2.5. Medicinales Al igual que en la casa tradicional las plantas medicinales se distribuyen por todo el predio en diferentes estratos de vegetación, pero el lugar donde es posible encontrar un mayor número de estas plantas es junto a las ornamentales cercanas a la casa. 4.5.2.6. Semillero Además de los botes de metal y plástico utilizados para colocar una o dos semillas, también se construyen almácigos para la germinación de semillas de una misma especie a mayor escala. Son elaborados con blocks de cemento o troncos apilados para formar camas tanto en el suelo como elevadas con una profundidad no mayor de 25 centímetros. El sustrato que se utiliza es una mezcla recién cernida de gallinaza seca y suelo fértil procedente de la composta (Figura 28).

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4.5.2.7. Hortaliza Esta área también se ubica en un espacio soleado y ocupa un espacio no mayor a los 20m2. El riego se realiza diario o cada tercer día; preferiblemente para esta actividad se utiliza el agua potable y no la del apantle, ya que esta agua se dice que viene contaminada con los químicos que utilizan los floricultores en sus cultivos. La siembra puede ser en el suelo en un espacio delimitado con estacas y rodeado con malla de alambre, se hacen pequeños surcos en el suelo para que corra el agua y no se estanque, colocando las semillas o plántulas sobre el surco. Las hortalizas también se cultivan en camas elevadas que, además de facilitar el acceso al momento de cosechar, logra evitar algunas plagas del suelo. La estructura es rectangular o en forma de “L” y su altura es de 50 centímetros, sus paredes se construyen con palos apilados o blocks de concreto, se rellena primero con una base de hojas del huerto en el fondo de 30 centímetros, se añade tierra de composta y del huerto hasta sobrepasar ligeramente el ras, por último se riega abundantemente para que se compacte el sustrato y después se colocan las semillas o las plántulas (Figura 29).

Figura 28: Semillero de árboles frutales juveniles.

Figura 29: Hortalizas en cama elevada.

4.5.2.8. Milpa Esta área se ubica en la parte trasera o a un costado de la casa, su extensión varía de los 1,000 m2 hasta los 2,800 m2. De acuerdo a la ubicación del predio es posible tener acceso al riego por apantles y tener hasta dos cosechas al año, en caso contrario, el espacio es aprovechado únicamente durante el temporal. Este espacio se utiliza para realizar la siembra de cultivos anuales por medio de una mezcla de semillas de diferentes especies, principalmente maíz, calabaza y frijol o huacamote y calabaza. Para sembrar la milpa, primero hay que preparar el terreno limpiando la mayor parte de la vegetación existente y removiendo las piedras grandes para que pueda entrar la yunta a roturar o abrir la tierra a una profundidad de 30 centímetros, después se rastrea la tierra o se cruza es decir arar la tierra por segunda vez pero ahora en forma cruzada, dejando una distancia entre surcos de 70 centímetros. Esto debe estar listo en el mes de mayo para asentar el riego y se puede ver que todos los surcos queden con la inclinación deseada, para que el agua fluya sin estancarse hasta la

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achololera (canal que recoge el excedente de agua, para reincorporarla de nuevo al cauce del río o apantles). Una vez corregido el nivel se riega de nuevo para humedecer la tierra y poder recibir la semilla, para que el maíz nazca parejo entre cinco y ocho días después. La siembra se realiza entre la última semana de mayo y la primera de junio. Por un lado, a la mitad del surco, se hace un orificio de 5 centímetros de profundidad y se depositan dos o tres semillas por golpe, separadas entre sí cada 50 centímetros. En la segunda semana de junio se realiza la primera limpia para evitar que crezcan las hierbas que debilitan al maíz, está limpia es manual, se arrancan desde la raíz y se dejan tiradas ahí mismo para que nutran el suelo. En la tercera o cuarta semana de junio ya cuando el maíz mide 50 centímetros se hace “la despachada o el arrope”, consiste en meter la yunta para volver a ponerle tierra encima y aprovechar para abonar. A partir de la primera semana de agosto se utiliza fumigante foliar cada 15 a 20 días para combatir al gusano cogollero, de no ser así, diario se revisa por secciones y se remueven los gusanos manualmente hasta la cosecha. En la tercera o cuarta semana de agosto se hace la segunda limpia de hierbas. La cosecha inicia a finales de septiembre y concluye en la última semana de octubre. Para secar la mazorca se quiebra hacia abajo y se deja colgando del mismo tallo o jehuite para que las aves no se lo coman. Por último, para obtener el grano se lleva la maquina desgranadora hasta la parcela y ahí mismo se desgrana la mazorca y el grano se empaca en costales o se recolectan todas las mazorcas y se llevan a la casa en donde la familia se encarga de desgranar manualmente la cosecha (Figura 30).

Figura 30: Milpa dentro de la unidad de habitación con casa reciente.

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4.5.2.9. Cercos Se utilizan distintos cercos además del tecorral construido tradicionalmente. Normalmente en los lados que el predio da a la calle se construyen bardas de piedra y cemento de mediana altura, pero los otros flancos que colindan con el huerto se acostumbra utilizar dos o tres líneas de alambre estirados y amacizados con postes vivos de zompantle, guayaba y guamúchil enterrados al menos medio metro. Intencionalmente se siembran más árboles pegados al límite del predio, para aprovechar mejor el espacio del predio y dar más firmeza al cerco de alambre. 4.5.2.10. Composteros Al igual que en la casa tradicional la presencia de áreas donde se acopian los residuos orgánicos se ve diferenciado por el tamaño de los mismos. En varias secciones del predio se logran distinguir montículos de ramas podadas o de troncos de algún árbol viejo que fue tirado. La gente normalmente no saca estos residuos del predio, sino que les da algún uso, aprovecha algunos tocones como asientos, selecciona y guarda algunos para la estufa o fogatas y el resto los deja podrirse ahí mismo. En cuanto a los residuos de la cocina se ha visto que los concentra en el suelo, en algún lugar alejado de la casa. También se ha visto que utiliza un tambo grande para ir arrojando los desechos de la cocina, no siempre lo cubre, pero cuando ya hay muchos mosquitos, encima se le pone tierra u hojas del huerto. 4.5.2.11.Espacio para animales Por ser casas construidas recientemente se podría pensar que la tendencia a no tener animales se vería reflejada con la ausencia de estos espacios. Sin embargo en muchas de estas casas también hay estructuras abandonadas donde alguna vez también hubo animales principalmente cerdos. Los animales que se observados en la casa reciente, básicamente fueron gallinas que estaban libres y dormían en los árboles, por lo que sus huevos los ponían en algunos recovecos que ellas mismas encontraban, así que las familias no las tenían tanto por el huevo, sino más por la carne. Otro animal encontrado fue un caballo que estaba amarrado bajo la sombra de un tamarindo, una tinaja de agua junto al tronco y jehuite esparcido en el suelo.

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4.5.3.

Tipos de unidad de habitación [UH]

Se clasificaron los predios visitados por las características en la construcción de la casa habitación, destino de los productos que se obtienen del huerto y la forma en la que se compone el ingreso familiar. En relación a las características anteriores se identificaron dos tipos de UH con casa tradicional (6 predios) y tres tipos de UH con casa reciente (10 predios) (Cuadro 8). Del total de las casas evaluadas, las de tipo tradicional con huerto (18.75%) resultaron tener el mismo porcentaje que aquellas en las que tenían un negocio dentro del predio. De los tres tipos de casa reciente, aquella en donde únicamente tiene huerto registró el mayor porcentaje (43.75%), la presencia de la casa reciente con milpa resultó del 12.5% y la casa reciente con negocio solo fue del 6.25%. Cuadro 8: Tipos de unidad de habitación en Coatlán del Río. Tipo de unidad de habitación No. de predios UH con casa tradicional Huerto 3 Huerto y negocio 3 UH con casa reciente Huerto 7 Huerto y milpa 2 Huerto y negocio 1

% 18.75 18.75 43.75 12.5 6.25

La unidad de habitación presenta las siguientes características: •

Huerto: Es el principal anexo productivo de la Unidad de Habitación, se emplea principalmente mano de obra familiar. Los propietarios deciden las especies a sembrar y el destino de los productos generados.



Huerto y negocio: es aquel en donde la familia se abastece de los productos del huerto y destina una parte del terreno para establecer un negocio (venta de fruta, vivero, locales comerciales, balnearios, restaurantes, autolavados, etc.), procurando conservar la mayor parte del espacio dedicado al huerto, ya que, además de generar alimentos, dota al lugar de un clima confortable para quienes habitan y visitan el sitio.



Huerto y siembra: es aquel en donde la familia además del huerto, dentro del mismo predio cuenta con un espacio abierto a los cultivos anuales como son el maíz y el huacamote.

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El área total de las seis UH con casa tradicional es de 16,500m2, cifra que se utilizó como base para calcular el porcentaje de área destinada para cada anexo. El anexo huerto es el área más extensa de la UH ocupando el 60.1% del predio. La casa es la construcción más grande que tiene el predio y ocupa el 11.0% del área total; no obstante esta construcción también es más grande que las casas de construcción reciente, llegando a medir hasta 276m2. El predio de la UH muchas veces se reduce por la presencia de otras casas, restándole al menos el 8.4% del espacio que originalmente formaba parte del huerto o de la milpa, sin contar la presencia de otras construcciones para la nueva casa como pueden ser la cocina, el lavadero c/pileta y bodegas. El espacio destinado para los animales (1.1%) aún conserva este uso en tres de las seis UH con casa tradicional, mientras que en los otros tres este espacio se ha convertido en bodegas o en otras viviendas. Algunos anexos se encuentran al aire libre bajo la cobertura de los árboles, como el espacio social (4.2%), el compostero (0.7%) y el semillero (0.3%); otros anexos requieren de espacios soleados como es el caso de las hortalizas (0.1%) y algunas plantas ornamentales (3.6%) (Cuadro 9).

Cuadro 9: Clave del predio y porcentaje del área que ocupan los anexos de la UH con casa tradicional.

UH casa tradicional Área total 16,500 m2

Áreas

Huerto

Tamaño del predio Total Total m2 %

1

2

3

4

5

6

2,800m2

2,500m2

3,000m2

2,200m2

5,000m2

1,000m2

m2

%

m2

%

m2

%

m2

%

m2

%

m2

%

10,879.8

60.1

1880

67.13

1437

57.48

2214

73.8

1073

48.8

3929

78.57

348

34.78

Espacio social

595

4.2

124

4.429

216

8.64

60

2.0

45

2.0

90

1.8

60

6

Ornamental

490

3.6

100

3.571

200

8

60

2.0

30

1.4

40

0.8

60

6

Medicinales

102

0.6

30

1.071

40

1.6

10

0.3

12

0.5

10

0.2

Semillero

57

0.3

15

0.536

20

0.8

2

0.1

10

0.5

10

0.2

Hortalizas

30

0.1

10

0.357

5

0.2

15

0.3

Milpa

0

0.0

Cerco

338.7

2.1

64.5

2.304

60

2.7

87.3

1.746

22.2

2.22

Compostero

150

0.7

40

1.429

50

1

Animales

117

1.1

32

3.2

1,414.5

11.0

250

8.929

196

Almacén

198

1.5

25

0.893

Cochera

312

2.2

62

2.214

Negocio

458

1.7

Lavadero c/pileta

60

0.4

10

0.357

12

Cocina

118

0.8

30

1.071

1,180

9.5

160

5.714

Casa tradicional Estructuras

Clave del Predio

Otra casa dentro de UH

27

1.08

77.7

2.6

60

2.0

40

1.3

45

2.0

7.84

167.5

5.6

276

12.5

271

5.42

254

25.4

24

0.96

32

1.1

80

3.6

16

0.32

21

2.1

70

2.8

40

1.3

70

3.2

40

0.8

30

3

16

0.5

26

1.2

416

8.32

0.48

10

0.3

10

0.5

10

0.2

8

0.8

30

1.2

16

0.5

16

0.7

16

0.32

10

1

228

9.12

195

6.5

442

20.1

155

15.5

- 56 -

El área total de las 10 UH con casa reciente es de 33,700m2, cifra que se utilizó de la misma forma que en la casa tradicional para calcular el área que ocupa cada anexo. El tamaño del predio en la UH con casa reciente fue mayor que en la UH con casa tradicional. El área destinada para el anexo huerto fue del 67.7%, cifra también mayor que en la UH con casa tradicional. El tamaño de la casa reciente es menor que el de la casa tradicional ya que ocupa solo el 4.6% del predio. Únicamente en tres de los 10 predios se encontraron otras casas dentro de la UH y, aunque son de tamaño similar a la casa principal, el porcentaje de espacio que ocupan es solo del 1.1% del área total de las 10 UH con casa reciente. Algunos de los anexos ocupan una mayor área que en la casa tradicional como es el caso del espacio social (4.7%), las plantas ornamentales (5.3%) y las plantas medicinales (1.0%). Cabe señalar que el anexo milpa solo se encontró en dos UH con casa reciente, llegando a ocupar en uno de los predios el 43% y en el otro el 25% abarcando un total del 68% del área total de los 10 predios (Cuadro 10).

Cuadro 10: Clave del predio y porcentaje del área que ocupan los anexos de la UH con casa reciente. Clave del predio

7

Tamaño del predio

5,700m

UH casa reciente

Áreas

Área total 33,700 m2

Total %

2

2

m

%

9 2

4,200 m 2

m

%

10 2

1,600 m 2

m

%

Huerto

21,809

67.9

Espacio social

1,497

4.7

600 10.5

127

3.0

30

1.9

Ornamental

1,795

5.3

400

240

5.7

80

5.0

Medicinales

315

1.0

120

2.9

70

4.4

Semillero

79

0.2

25

0.6

Hortalizas

66

0.2

Milpa

3,860

6.8

Cerco

706

2.5

Compostero

140

Animales

4439 77.9 2123 50.5

7.0

11 2

5,000 m 2

m

%

2

2

m

%

90

%

2.5

120

1.8

500 10.0

150

3.8

100

1.5

40

0.6

25

0.5

40

1.0

20

0.4

30

0.8

16

0.3

20

0.5

20

14 2

1,200 m 2

m

%

15 2

1,500 m 2

m

%

1074 89.5 874 58.3 40

3.3 130

16 2

2,000 m 2

m

%

2

2,000 m 2

m

%

1448 72.4 1356 67.8

8.7

60

3.0

200 13.3

100

5.0

20

1.0

4

0.2

10

0.5

0.3

200 10.0 25

1.3

63

3.2

2800 43.1

18

0.4

180

0.6

60

1.4

1,204

4.6

200

4.8

140

8.8

70

1.4

150

Almacén

144

0.5

20

0.5

20

1.3

30

0.6

Cochera

200

0.9

40

0.8

Negocio

1,200

2.4

66

0.3

Cocina

135

0.5

Otra casa dentro de UH

304

1.3

2.6

2

m

100

0.4

150

1.6

2

6,500 m

1.8

1060 25.2 91

13

1182 73.9 2875 57.5 3312 82.8 3126 48.1

2.3

Lavadero c/pileta

12

4,000 m

97

Casa reciente

Estructuras

Total m2

8

60

3.8

87

1.7

60

1.5

105

1.6

40

0.8

50

1.3

10

0.2

50

0.8

3.8

102

1.6

20

0.5

10

0.2

40

1.0

40

40

3.3

40

2.7

63

3.1

20

1.3

2

0.1

40

2.0

30

1.5

3.3 130

8.7

102

5.1

120

6.0

16

1.1

8

0.4

20

1.0

60

4.0

20

1.0

40

2.0

1200 24.0

20

0.4

10

0.2

8

0.5

2

0.0

8

0.2

12

0.2

3

0.3

10

0.7

3

0.2

10

0.5

20

0.5

10

0.6

5

0.1

20

0.5

5

0.1

3

0.3

20

1.3

16

0.8

16

0.8

80

1.9

104

5.2

120

6.0

- 57 -

La figura 31, muestra una sección de la UH con un huerto típico de la región, en donde se logra distinguir el jardín de plantas ornamentales con una pequeña sección de césped bajo las abundantes copas de algunos árboles del huerto que están rodeando la casa principal y una pequeña cabaña que anteriormente utilizaban los hijos, pero ahora es utilizada para recibir a las visitas.

Figura 31: Unidad de habitación con casa reciente y huerto. La figura 32, muestra la entrada a la UH con casa reciente, huerto y negocio. En el primer plano se observa una plancha de cemento que funciona como un puente para cruzar el apantle que pasa junto al límite del predio y paralelo a la calle. La casa se encuentra en la entrada del predio y se encuentra rodeada de árboles que le dan sombra todo el día. En este caso la familia, además de comercializar parte importante de la fruta cosechada, cuenta con un vivero dedicado a la venta de una gran variedad de plantas ornamentales y árboles frutales de interés comercial que ellos mismos propagan, ya sea por medio de la germinación de semillas, por esquejes, acodos o injertos.

Figura 32: Unidad de habitación con casa reciente, huerto y negocio.

- 58 -

La figura 33, muestra la UH con casa reciente y milpa; esta imagen muestra en primer plano el cerco que delimita el predio, elaborado con material vegetal inerte y alambre de púas. En segundo plano la siembra de maíz con la casa de construcción reciente al fondo con algunos árboles a su alrededor para darle sombra. En esta parte del lomerío el nivel de los apantles ya no alcanza a llegar, por lo que la UH se abastece únicamente con agua potable, así que la siembra de maíz es de temporal y la mayoría de los árboles presentes en el huerto son de la región.

Figura 33: Unidad de habitación con casa reciente, huerto y milpa.

- 59 -

4.6. Levantamiento del huerto familiar Como ya se mencionó en la sección anterior, dentro de la UH, el huerto familiar es el anexo que ocupa la mayor parte del predio. El ambiente que generan los árboles que integran el huerto permite el establecimiento de otros anexos que aumentan el espacio productivo del predio, mejorando el funcionamiento de la unidad de habitación, ya que no solo se comparte el espacio y los recursos como el agua, el suelo, los nutrientes y la energía, sino también la mano de obra familiar, lo que permite el manejo de un mayor número de cultivos con los que la familia reduce sus gastos, asegurando sus propios alimentos y con la posibilidad de generar ingresos económicos adicionales. 4.6.1. Recorrido etnobotánico e inventario de plantas Como resultado del recorrido realizado en los huertos en compañía de la familia, se obtuvo el inventario de plantas (árboles y arbustos) para los huertos de Coatlán del Río, que comprende 32 familias, 60 géneros y 86 especies (Anexo 4). En orden de mención, las cuatro familias mayormente representadas por el número de especies vegetales registradas dentro de los huertos familiares son Rutaceae (10), Anacardiaceae (9), Leguminosae (9) y Musaceae (8) (Gráfica 1). Actinidiaceae 1 Anacardiaceae Solanaceae Sapotaceae 1 9 Annonaceae 3 Apocynaceae Rutaceae 3

10

2 Arecaceae 3 Bignoniaceae 3

Rubiaceae 2 Rosaceae 3 Poaceae 1 Piperaceae 1

Boraginaceae 1 Bromeliaceae 1

Passifloraceae 1

Burseraceae 1

Nyctaginaceae 1

Cactaceae 1

Calophyllaceae 1 Caricaceae Musaceae 2 8 Cupressaceae Moraceae 1 3 Meliaceae Ebenaceae 1 1 Malpighiaceae Euphorbiaceae Lythraceae Lauraceae 3 2 Leguminosae 1 2

Myrtaceae 4

9 Gráfica 1: Familias vegetales registradas en los huertos familiares y el número de especies.

- 60 -

4.6.1.1. Uso de las especies Del total de las especies arbóreas y arbustivas de los huertos, se encontraron 12 usos que reciben las plantas. Los usos más representativos corresponden al comestible (69%), medicinal (33%) y ornamental (19%), aunque cabe mencionar que la mayoría de las especies reciben más de una forma de uso como pueden ser de sombra (14%), maderable (12%), cerco vivo (10%), entre otros (Gráfica 2).

Ornamental 19%

Sombra 14% Maderable 12% Cerco vivo 10%

Medicinal 33%

Tóxico Ceremonial 1% 2% Artesanal Aromático 2% 1% Tintura 1%

Otros 12% Leña 5%

Comestible 69%

Gráfica 2: Principales usos que reciben las especies del huerto. Durante los recorridos y en las entrevistas se obtuvo el registro de 23 especies con usos medicinales las cuales controlan o curan 28 enfermedades comunes. Las partes más utilizadas de las plantas para preparar los remedios en orden de mención son la hoja, la flor y el fruto (Gráfica 3). La forma de aplicar el remedio es principalmente por infusiones tomadas o aplicando la hoja o parte de la planta directamente en la zona afectada (Anexo 5).

Tallo 3%

Rama 3%

Vaina 3%

Hoja 44%

Latex 4% Corteza 7% Semilla 10%

Fruto 13%

Flor 13%

Gráfica 3: Uso medicinal de las plantas y partes utilizadas.

- 61 -

4.6.2. Estructura y composición del huerto Los huertos estudiados presentan una estructura vertical compleja configurada en base a múltiples estratos. La apariencia externa de los huertos está dada principalmente por los árboles más altos (11.8% de los individuos muestreados), aunque al analizarlos en su interior es posible encontrar hasta cinco estratos verticales al parecer sin ningún orden aparente. Los elementos del estrato arbóreo alto (12-25 m) son palmas de coco y árboles frutales adultos. El estrato arbóreo medio (6-12 m), es el más abundante, puede representar hasta el 38% de los individuos del huerto y está formado básicamente de árboles maduros de mango, caimito, mamey, chicozapote y tamarindo. El estrato arbóreo bajo (3–6 m), representa el 23.6% de los individuos y se compone de guanábana, cítricos y árboles juveniles que empiezan a producir frutos. El estrato arbustivo (1-3 m), representa el 26.6% de los individuos muestreados y se integra principalmente por plantas de café, medicinales, ornamentales y algunos árboles en su etapa juvenil. El estrato herbáceo no fue descrito en el presente estudio, pero cabe señalar que su presencia es promovida por la familia ya que contribuye evitando la erosión del suelo y la pérdida de humedad dentro del huerto, además de aportar una gran variedad de especies con uso medicinal y ornamental (Figura 34).

8

1. Caimito, 2. Mango, 3. Mamey, 4. Coco, 5. Limón, 6. Café, 7. Chicozapote, 8. Papaya, 9. Guanábana, 10. Plátano, 11. Tamarindo, 12. Naranjo, 13. Mandarino.

Figura 34: Estructura vertical de las principales especies del huerto familiar. 4.6.3. Cobertura y distribución del huerto La distribución espacial de los individuos vegetales presentes en el huerto corresponde a un arreglo irregular, en el que se distinguen hasta cinco estratos verticales que se distribuyen en el espacio para competir por la luz solar. Los espacios abiertos al sol que encontramos en el huerto son promovidos por la familia comúnmente alrededor de la casa. En cambio dentro del huerto estos espacios se forman a causa de podas o al tirar un árbol improductivo o enfermo, donde el espacio abierto será ocupado por un nuevo individuo o por las ramas de árboles cercanos (Figura 35).

- 62 -

Canaletas

Huerto Compostero

Semillero

Pomarroza

Figura 35: Vista aérea de la cobertura de los árboles del huerto familiar.

- 63 -

Con respecto a la cobertura de los árboles, el cubrimiento de la sombra del estrato arbóreo medio es el más representativo con copas que oscilan entre 8 a 15 m de diámetro y con su sombra cubren el 55.47% del total de la superficie de los 16 huertos muestreados. Esto indica que más de la mitad de los árboles muestreados ya son adultos. Los individuos con copas que oscilan entre 4 y 8 m cubren el 34.14% de la superficie y se integran principalmente del estrato arbóreo bajo y en menor medida por el estrato arbóreo medio. Mientras que los individuos con copas que oscilan de 1 a 4 m comprenden el 28.67% de la superficie y se componen principalmente del estrato arbustivo y en menor medida del estrato arbóreo bajo (Gráfica 4). 60 50 40 % de 30 cobertura 20 10 0 1a4m

4a8 m

8 a 15 m

Tamaño de las copas de los individuos

Gráfica 4: Porcentaje de cobertura de la proyección de las copas. Se establecieron cuatro categorías para englobar el distanciamiento entre los árboles y arbustos de los huertos. La distancia en la que se encuentra el mayor porcentaje de los individuos es entre 3-6 m (38%) con especies como mamey, mango, caimito. Los individuos a distancia de ≤1 m (26.6%) fueron los arbustos como el cafeto, platanares y plantas ornamentales. Los individuos sembrados a distancia de 1-3 m (23.6%) fueron principalmente los cítricos, ciruelas y granada. Por último aquellos individuos sembrados a una distancia ≥6 m (11.8%) son aquellos que se encuentran aislados o sus copas son muy grandes como el mango y chicozapote (Cuadro 11). El resultado de la suma total de área destinada para el establecimiento del anexo huerto, dividido entre el número de individuos muestreados dio como resultado una densidad promedio de 334.4 árboles por hectárea.

Cuadro 11: Distanciamiento entre individuos muestreados dentro del huerto familiar. Distancia entre individuos

# de individuos

%

≤1 m

291

26.6

1-3m

258

23.6

3-6m

415

38.0

≥6 m

129

11.8

- 64 -

4.6.4. Riqueza de especies del huerto Al contabilizar el número de especies arbóreas y arbustivas presentes en los huertos familiares, resultó que la amplitud de la muestra va de 8 a 47 especies. Al agrupar los huertos en rangos de 10 especies, se encontró que los huertos familiares más abundantes son los que tienen de 11 a 20 especies y representan el 37.5% seguidos de los huertos de 21 a 30 especies con el 25% y los huertos con 10 especies o menos con el 18.75%. Mientras que los huertos menos comunes son los de 31 a 40 especies (12.5%) y aquellos huertos con más de 41 especies (6.25%), son los menos abundantes (Gráfica 5). 47 36 32

30

27 20

Número de especies

20

19 10

1

2

24

3

17

17

17 10

8

4

5

6

27

7 8 9 10 Clave del predio

11

12

13

14

15

16

*Donde la clave del predio, corresponde del 1 al 6 a UH con casa tradicional y del 7 al 16 a UH con casa reciente. Gráfica 5: Número de especies presentes en cada huerto familiar. El total de individuos muestreados dentro de los 16 huertos familiares fue de 1093 árboles; la mayor riqueza de especies se encontró en tres huertos con más de 150 individuos cada uno, cuyos árboles representan el 45.67% del total de los individuos muestreados. En siete huertos se registraron más de 51 individuos, mientras que en nueve se registraron 50 individuos o menos, de los cuales los de menor riqueza fueron dos, con 12 y 18 árboles respectivamente. Al dividir el total de árboles entre el número de huertos, la media de individuos por huerto resultó de 68 árboles (Gráfica 6). 176 169 154

Número de individuos 43

38

49

41

58

50 32

26

12 1

2

3

4

5

82

76

69

6

7 8 9 Clave del predio

10

11

12

18 13

14

15

16

*Donde la clave del predio, corresponde del 1 al 6 a UH con casa tradicional y del 7 al 16 a UH con casa reciente. Gráfica 6: Número de individuos presentes en cada huerto familiar.

- 65 -

Las especies con mayor número de individuos fueron los mangos y sus diferentes variedades (12.14%), los plátanos y sus diferentes variedades (9.5%), el chicozapote (8.09%), el mamey (5.93%) y el caimito (3.86%). El número de individuos juveniles presentes en los huertos se puede considerar un indicador que muestra tanto el interés de la familia como la importancia actual del fruto en la comunidad. En este caso las especies con mayor número de individuos juveniles, en comparación con el total de individuos son el mamey (42.85%), el chicozapote (40.69%) y el caimito (39.02%), lo que significa que sus poblaciones están creciendo en mayor proporción que las poblaciones de mangos (27.90%) y de plátanos (10.89%). Las especies que mayor presencia tienen dentro de los huertos familiares son los mangos (93.3%) y el caimito (86.6%) (Cuadro 12). Cuadro 12: Porcentaje de presencia de especies dentro del huerto familiar. % de Individuos

% de presencia de especies en huertos familiares

Especie

Adultos

Juveniles

Total de individuos

Mangos

93

36

129

12.14

93.3

Plátanos

90

11

101

9.50

80

Chicozapote

51

35

86

8.09

80

Mamey

36

27

63

5.93

80

Caimito

25

16

41

3.86

86.6

Papaya

30

4

34

3.20

73.3

Naranjo

28

4

32

3.01

80

Coco

31

0

31

2.92

80

Limón persa

31

0

31

2.92

66.6

Guanábana

24

3

27

2.54

66.6

Aguacate

22

3

25

2.35

80

Tamarindo

24

0

24

2.26

73.3

4.7. Enlistados libres Aleatoriamente se le pidió a un total de 30 personas de la localidad que mencionaran los árboles frutales presentes dentro de los huertos de Coatlán del Río. Los pobladores entrevistados mencionaron los nombres de los árboles en el orden de importancia de su elección al contestar a la pregunta ¿Cuáles son los principales árboles frutales de los huertos de Coatlán del Río? Las especies del huerto que fueron mencionadas más veces en la posición donde se ubican revela el nivel de importancia que tienen para los pobladores. Los enlistados sitúan al mamey como la especie más importante, muy probablemente a causa de que su fruto tiene un mejor precio en el mercado y ha demostrado ser más resistente a las

- 66 -

plagas que el mango, cuyos frutos en muchas ocasiones los dueños de los huertos prefieren dejar pudrir por el elevado costo que representa su mantenimiento y cosecha. En la actualidad el mercado del mango se ha visto invadido por la producción procedente del Estado de Veracruz, cuya temporada de cosecha se anticipa a la de Coatlán del Río, ocasionando que el precio se devalúe en los meses de mayor abundancia. En orden de importancia le siguen el chicozapote, el caimito y la guanábana que también son los frutos preferidos por los pobladores y visitantes por su excentricidad y delicioso sabor (Gráfica 7).

Mamey

Especie

Mangos Chicozapote Caimito Guanábana 0 2 4 6 8 Número de veces nombrada por orden de mención

10

Gráfica 7: Número de especies nombradas por orden de mención. La cantidad de veces que las especies fueron nombradas sin importar el orden de mención, es un indicador de la importancia que los pobladores le asignan a esas especies. Es el caso del mango cuya frecuencia de mención se relaciona con su abundancia tanto en número de individuos, como por su presencia dentro de la mayoría de los huertos. En el caso del chicozapote, caimito, mamey y tamarindo, son las especies más abundantes y las que mejores cosechas producen, además sus frutos se venden a buen precio, por lo que en cierta forma se convierten en un motivo económico por el que la población tiene más presentes estas especies que otras (Gráfica 8).

Especies

Mangos Chicozapote Caimito Mamey Tamarindo 0

5 10 15 20 Número total de veces nombrada

25

30

Gráfica 8: Número total de especies nombradas.

- 67 -

4.8. Manejo de la unidad de habitación No se encontraron cambios significativos en las actividades que se realizaban antiguamente, con las que se realizan ahora para el manejo de la UH. Las actividades están asignadas entre los miembros de la familia. Dependiendo de la situación económica de la familia o las actividades a realizar, es común que también se contraten peones con experiencia para realizar tareas demandantes de un mayor esfuerzo o que representan un riesgo para la familia. Las mujeres son quienes invierten más tiempo y participan en un mayor número de actividades dentro de la UH. Esto les permite estar al pendiente de lo que ocurre y tomar decisiones importantes, principalmente en la selección de especies que se utilizan para el autoabasto, pero también contribuyen seleccionando y sembrando las mejores semillas de las especies comerciales. Las mujeres se encargan de las actividades cotidianas o que se realizan con mayor frecuencia como barrer el patio, alimentar animales, llevar y revolver los desechos en la composta. También realizan actividades laboriosas que requieren de atención y cuidado como la selección y siembra de semillas, regar semilleros y plantas ornamentales, cosechar estratos bajos y algunos árboles grandes utilizando garrochas, además se encargan de vender sus productos localmente, ya sea desde la UH o en la plaza del pueblo. Los hombres se encargan de las parcelas de cultivo fuera de la UH, pero también participan en las actividades del huerto y otros anexos que demandan un mayor esfuerzo, como por ejemplo desbordando el agua del apantle para regar el huerto, limpiar apantles, cosechar la fruta de los árboles más altos y también participan en la venta de la fruta, ya sea tratando con intermediarios (los coyotes) dentro o fuera de la localidad o también al igual que las mujeres despachando fruta en la entrada de la UH.

Los hijos adolescentes dependiendo del género participan en el mismo tipo de actividades que sus padres pero en menor medida. Su ocupación principal es ir a la escuela dentro o fuera de la localidad o son muy pequeños como para realizar labores importantes. Los hijos mayores también trabajan como asalariados, ayudan al padre en la parcela o cuentan con una parcela o huerto propio que trabajan ellos mismos. Las hijas además de asistir a la escuela ayudan en las actividades de la casa, venden fruta dentro de la UH o atienden algún negocio dentro de la localidad.

La familia determinó el tiempo que emplea cada miembro para realizar las actividades concernientes con el manejo del huerto. De las 19 actividades que se requieren para el manejo de la unidad habitación, mujeres y hombres participan en 11 actividades, las mujeres tienen mayor participación en seis y los hombres en cinco; aisladamente dos actividades son exclusivas de las mujeres y cuatro son de los hombres con la posibilidad de recibir ayuda de peones (Grafica 9).

- 68 -

Mujer

Hombre

Peón

Sembrar en huerto Animales

100 % 90

Vender fruta

80

Riego Limpiar apantles

70

Selección de semilla

60

Cosecha

50 40

Siembra en semillero

30

Calear árboles

20 10 0

Abonado

Injertar

Composteo

Acodar Deshierbe manual

Quemas Tirar un árbol Podar árboles

Deshierbe químico Barrer patio

Gráfica 9: Distribución de actividades en la unidad de habitación. 4.8.1. Descripción de prácticas de manejo A continuación se describen en orden cronológico las actividades que se realizan dentro de la unidad de habitación para mantener en buen estado los espacios, las estructuras, las plantas y los animales que a cambio generan confort y múltiples beneficios a los miembros de la familia. 4.8.1.1.

Establecimiento del huerto

Esta práctica dependerá de las condiciones en las que se encuentre el predio y el uso que haya recibido anteriormente, ya sea que tenga vegetación natural o que haya sido una parcela o un huerto. El proceso lleva su tiempo, es preciso contar con una visión acerca de la distribución de las áreas y estructuras que comprende la unidad de habitación, así como la posible ubicación de los primeros árboles del huerto en caso de no haberlos.

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Se roza y se tumba la mayoría de la vegetación herbácea, para apreciar mejor las condiciones del predio; se contempla el aprovechamiento a futuro de los árboles ya existentes; se remueven las piedras que estorban, pero se conservan para construir la barda o alguna estructura; después de asignar los espacios que ocuparán la casa, la cocina y el lavadero, se elige el lugar de los árboles circundantes que marcaran el límite de la casa con el huerto; de contar con apantle, se hacen surcos y canaletas para llevar el agua a todo el huerto considerando la topografía del predio. En caso de no tener apantle además de los canales se procura la construcción de rodetes para focalizar la absorción del agua en la base de los árboles. Los dueños eligen el lugar donde sembrar los árboles de las diferentes especies, considerando la forma del terreno y las condiciones del suelo en cuanto a fertilidad, pedregosidad y acumulación de humedad. Junto a la casa se procuran las especies que producen frutos todo el año como el limón, la papaya y los plátanos que comienzan a producir pocos años después de haber sido sembrados. Con el paso de los años el huerto va alcanzando los diferentes estratos verticales en donde comienzan a sobresalir las especies más altas como el cocotero, el mango y el mamey. Después se van colocando algunas especies arbustivas para aprovechar el estrato bajo donde hay más sombra como el café, la guanábana y el higo. 4.8.1.2.

Siembra en el huerto

Para plantar un árbol hay que regar antes, para que afloje la tierra y facilitar la excavación. Excavar un hoyo que cubra por lo menos el doble del tamaño de las raíces del árbol. Apartar la tierra del fondo de la superficial, para colocarlas en el mismo orden. Colocar algunas piedras en el fondo, para facilitar el drenaje. Antes de plantar el árbol se agrega una capa de estiércol o algún animal muerto, para que esté nutrido. Se saca el árbol de su contenedor, extendiendo las raíces sobre el fondo, eliminando las raíces dañadas. Una vez sembrado el árbol cuidando de no dañar las raíces, se clava una estaca de madera de la que se sujetará el árbol procurando mantenerlo de forma vertical. Agregar tres partes de tierra superficial y una de composta. Aprieta la tierra para evitar que queden huecos de aire bajo el suelo. Finalmente, colocar piedras alrededor formando un círculo que delimite y retenga el agua; regar y cubrir alrededor del tallo con tierra de hoja del mismo huerto. Las semillas de los árboles maduros germinan más fácilmente en el ambiente sombreado que se genera dentro del huerto. La mayoría de las veces estos brotes se dejan en el lugar donde nacen y en ocasiones, de acuerdo al interés de la familia por la especie, se le colocan rodetes de piedra y estacas para resaltar la presencia de un nuevo individuo en el huerto. 4.8.1.3.

Riego y manejo del agua

Desde la época prehispánica, los habitantes de Coatlán han estado organizados en torno al manejo del agua para satisfacer sus necesidades de consumo humano y actividades productivas. Aprovechando el cauce del Río Chalma (Figura 36) y algunos manantiales se construyó una extensa red de canales de riego conocidos como “apantles” que facilitan el acceso del agua a todas las manzanas del centro del poblado y a los campos de cultivo que se encuentran en

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los alrededores; con la introducción de la red de agua potable, el agua proveniente de los apantles solo se utiliza para el riego de huertos y cultivos agrícolas.

Figura 36: Río Chalma y acueducto. Existe un comité encargado de la distribución del agua y mantenimiento de los apantles. El pago de este servicio se realiza anualmente y tiene un costo de 25 pesos por cada tarea (1000m2) que mida el predio. El comité organiza a los usuarios dos veces al año para limpiar y dar el mantenimiento necesario a los canales de riego. La actividad se reparte equitativamente de acuerdo al tamaño del predio de cada quien. Así que los que más tierra tienen, más metros deben limpiar, de tal forma que, por cada tarea que mida el huerto, el dueño debe hacerse cargo de limpiar 20 metros del apantle que irriga su predio. A pesar de que los canales de riego tienen agua todo el año, es en la temporada seca cuando se procura el uso de esta agua. El dueño o responsable del huerto puede aplicar el riego con la frecuencia que considere necesaria, pero por lo general es cada 15 días. Para hacer uso del apantle, es necesario desviar el agua dentro del huerto. Una vez que el suelo está suficientemente hidratado, se vuelve a bloquear la entrada para que el agua llegue a los siguientes predios. Cuando el huerto se ubica cerca de los apantles, solo se abre la compuerta para que el agua entre por las canaletas previamente construidas de cemento, piedras o palos; o simplemente se deja desbordar el agua y se deja rodar por todo el huerto. Los huertos más retirados del apantle principal son regados por múltiples canales secundarios de aproximadamente 40 centímetros que se desprenden del mismo y son conocidas como “Sangrías” las cuales siguen su cauce por entre los huertos, hasta volver a incorporarse ya sea al apantle o al río (Figura 37). El riego con agua del apantle es una actividad realizada principalmente por los hombres, aunque las mujeres también apoyan. La acción consiste en subir el nivel del agua del apantle por medio de rocas, tablas y costales; mientras tanto la mujer con pala va abriendo un surco en la tierra para que el agua entre al huerto y se distribuya por

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las melgas. Cuando la entrada del agua al huerto está controlada por una compuerta de metal, es la mujer quien la retira y se encarga del riego del huerto, ya que el agua comienza a fluir por las canaletas internas que llevan el agua a todos los árboles del huerto (Figura 38).

Figura 37: Canal secundario del apantle “Sangría”.

Figura 38: Riego del huerto mediante el desborde del agua del apantle.

El desborde con melgas consiste en trazar surcos en el suelo que dirijan eficientemente el curso del agua a todos los árboles del huerto, esta es la principal forma de riego (42.8%). El desborde e inundación (28.4%) es la segunda forma de riego más utilizada, se practica en terrenos planos donde el agua no escurre por la pendiente del terreno, se ha visto que para no utilizar tanta agua se trazan melgas en las secciones más distantes del huerto. Las canaletas con rodetes (14.2%) son menos frecuentes por requerir de dinero y esfuerzo para su construcción; sin embargo funcionan muy bien, ya que optimizan el agua concentrándola en los rodetes de cada árbol. El uso de manguera y cubetas para regar el huerto es poco común, solo se da en lugares donde ni el apantle, ni las sangrías están al alcance, por lo que solo utilizan el agua entubada, que también puede ser presurizada para agilizar el riego por medio de bomba eléctrica (Cuadro 13). Cuadro 13: Tipos de riego presentes dentro del huerto. Tipo de riego Desborde con melgas Desborde e inundación Canaletas con rodetes Manguera y cubetas Bomba eléctrica

No. de huertos 6 4 2 1 1

Porcentaje 42.8% 28.4% 14.2% 7.1% 7.1%

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4.8.1.4.

Selección de semilla

Esta es una actividad realizada principalmente por las mujeres. Consiste en seleccionar los frutos con mejores características de tamaño y aspecto principalmente. El mejor momento para obtener las semillas es cuando el fruto está maduro y listo para comer. Las semillas se colocan en un traste con agua para comprobar su fertilidad, aquellas que se sumergen en el fondo son semillas completas que “no están huecas” por lo que serán las utilizadas para sembrar en el semillero.

4.8.1.5.

Siembra en semillero

Algunas semillas requieren de tratamientos previos a su siembra para asegurar su germinación. Los principales métodos para aumentar la cantidad de semillas germinadas son dos. El primero es mediante el ablandamiento de la semilla sumergiéndola en agua de uno a dos días. El segundo es realizando un pequeño corte a la semilla que facilite el inicio del crecimiento de la planta. Después del proceso pregerminativo, las semillas se siembran a poca profundidad y permanecen en el semillero hasta que tengan el tamaño adecuado para ser trasplantadas a un contenedor más grande.

4.8.1.6.

Acodar

Otra forma de reproducción vegetativa es el acodo, esta técnica consiste en quitar la cutícula de la rama de un árbol en un 80%, cubriendo la incisión con tierra y musgo sujetándolos mediante una bolsa negra, para oscurecer aún más el área y promover la formación de raíces. Se debe regar cada tercer día, después de dos meses se retira ligeramente la bolsa para verificar la presencia de pequeñas raíces. Una vez que la rama genera raíces suficientes (aproximadamente seis meses), se corta la rama un par de centímetros más abajo de la bolsa y se puede trasplantar directamente al suelo o en una maceta grande. 4.8.1.7.

Injertar

Esta práctica consiste en unir dos porciones de tejido vegetal vivo de árboles distintos y ambos sigan viviendo comportándose como un solo individuo. Para llevar a cabo esta práctica se requiere la selección de un “Patrón o porta injerto” que se elige por su resistencia a las condiciones ambientales locales y su tendencia a formar un árbol con características deseadas. Sobre el patrón se coloca la porción de la otra planta conocida como “Púa o Injerto”, que se elige atendiendo a la calidad del fruto.

La obtención de patrones por lo general proviene de especies criollas resistentes a las plagas y enfermedades. Se realiza por medio de semillas que crecen en semilleros o en el compostero hasta los 40 centímetros, después se trasplantan en macetas. Los arbolitos están listos para servir de porta injerto, cuando su tallo alcanza un diámetro de al menos tres centímetros. Una vez que los patrones y las púas tienen el mismo diámetro, en ambos se hace un corte sesgado de 10 centímetros de largo. Posteriormente se unen ambos individuos poniendo en contacto los cortes, procurando que las cortezas coincidan y se envuelven firmemente con cinta adherible.

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4.8.1.8.

Deshierbe manual

Esta práctica la realizan en mayor medida los hombres en el área del huerto, pero en los espacios cercanos a la casa es la mujer quien se encarga de realizarla. Generalmente se hacen dos deshierbes al año, uno antes o durante la época de lluvias y otro después. Una vez concluida la práctica se junta la hierba y se pone a secar para después quemarse; también se le deja secar hasta su descomposición en el mismo sitio en donde se corta la hierba.

El deshierbe manual se realiza con la finalidad de permitir que las plantas introducidas o las nacidas de forma natural puedan desarrollarse libremente por lo que la vegetación circundante no deseada se remueve desde la raíz para que dure más tiempo limpio y se realiza hasta que la planta deseada esté vigorosa. También se deshierba para mantener transitable el huerto, tolerando la presencia de herbáceas en aquellos espacios donde el paso no es constante. 4.8.1.9.

Deshierbe químico

Prácticamente esta actividad no se realiza a menos de que la familia no cuente con el tiempo o la mano de obra suficiente para realizar el deshierbe de forma manual o cuando sobran productos de lo que se utiliza en las parcelas. El procedimiento para el deshierbe químico es el mismo al que se emplea en las huertas, con la diferencia de que se utiliza una menor concentración de productos y solo se realiza una vez al año al terminar la temporada de lluvias. El problema de esta práctica es que una vez que la hierba está seca se queda levantada por lo que sigue estorbando el paso y de todas formas se requiere arrancar o pisotear para liberar los caminos. 4.8.1.10.

Barrer patio

Se realiza diariamente para mantener limpio y libre de hojas el área circundante a la casa. En ocasiones también se barre la parte de la calle que comprende los límites del predio para dar una buena imagen. Esta actividad la realizan las mujeres por las mañanas antes de que el calor comience y dificulte más este proceso que por lo general no toma más de 10 minutos. Las hojas y pequeñas ramas que se juntan después de barrer se utilizan en la composta para tapar los desechos orgánicos resultantes de la cocina. 4.8.1.11.

Podar árboles

Esta actividad la realizan también ambos sexos, las mujeres cortan las ramas bajas o las que están secas y los hombres las ramas más gruesas. En ocasiones también suben a los árboles con ayuda de escaleras para tirar las ramas altas, para que le entre más luz al árbol. Se podan solo aquellas ramas que estorben el paso por los caminos del huerto o aquellas que obstruyen el crecimiento de otro árbol, pero en general se conservan la mayoría de las ramas incluyendo para aumentar la sombra y conservar más la humedad dentro del huerto. Dependiendo de la especie a la que pertenezcan las ramas podadas, estas se utilizan como leña o para formar bardas o reforzar una estructura. Si el árbol no produce o tiene alguna plaga, se le cortan todas las ramas (Figura 39).

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4.8.1.12.

Tirar un árbol

Esta actividad la realizan principalmente los hombres quienes la mayoría de las ocasiones contratan jornaleros para agilizar la actividad. Para tirar un árbol se requiere cortar primero las ramas altas con ayuda de cuerdas para dirigir la caída. Una vez que se han cortado todas las ramas hasta el tocón principal, se van cortando en pedazos más pequeños que son trasladados a algún sitio cercano y apilados en orden. El tiempo requerido en esta práctica corresponde al tamaño del árbol y al número de personas involucradas así como al tipo de herramientas utilizadas. 4.8.1.13.

Quemas

Esta actividad la realizan tanto los hombres como las mujeres. No es común que se realice para quemar la basura del hogar, solo se práctica en aquellos casos cuando se podan ramas enfermas, así evitan que se siga propagando la enfermedad que se esté presentando en los árboles. Cuando el espacio no es suficiente para procesar las ramas podadas se elige un espacio abierto dentro de la unidad de habitación para quemarlas. 4.8.1.14.

Composteo

Esta práctica la realizan principalmente las mujeres una vez por semana. Se utilizan las hojas que se barren del patio y los residuos orgánicos provenientes de la cocina. Los residuos son llevados a una sección de la UH dedicada exclusivamente para esta tarea, en donde los desperdicios se revuelven unos con otros para promover su descomposición e integración. 4.8.1.15.

Abonado

Esta actividad la realizan principalmente los hombres aunque la mujer también contribuye produciendo composta y llevándola hasta los árboles. En los huertos familiares raramente utilizan fertilizantes químicos para aumentar la producción, ya que, antes de requerir esta acción, se abona el huerto empleando la composta producida con desperdicios de la cocina y del mismo huerto. En el suelo del huerto también se promueve la presencia de hojas secas y ramas tiernas o porosas que al descomponerse reincorporan nutrientes al suelo y al mismo tiempo, además de proteger de la erosión, favorece la conservación de la humedad durante las horas más cálidas del día. 4.8.1.16.

Calear

Esta práctica es un antiguo método utilizado para el control de plagas y evitar enfermedades en los árboles. A 10 litros de agua se le agrega un kilo de cal, se revuelven y se aplica con brocha sobre toda la circunferencia de la base del tallo del árbol con dos repeticiones. Una vez que el árbol absorbió las dos capas de la mezcla de cal y agua, se prepara una segunda mezcla de sulfato de cobre, cal y agua, que se aplica formando un anillo de 15 centímetros de ancho sobre la capa anterior de cal y agua. La mezcla se hace disolviendo 250 gramos de sulfato de cobre y 250 gramos de cal en 25 litros de agua, la mezcla esta lista una vez que al meter la hoja de un cuchillo no se oxida, de no ser así se agrega más cal a la mezcla, hasta que el cuchillo salga limpio.

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4.8.1.17.

Cosecha

La temporada de mayor cosecha (abril, mayo y junio) es cuando más participa la familia. Por la mañana se cosecha lo que se venderá durante el día o la familia se programa semanalmente para hacer una cosecha general y venderla por mayoreo. Cuando la familia vende la producción completa de su huerto, como regla general los intermediarios se encargan de cosechar, empacar y transportar los productos.

Dentro de los huertos familiares es común que la fruta se coseche durante todo el año. Las especies de menor altura son cosechadas principalmente por las mujeres. Cuando los árboles son muy altos, se dificulta el corte de la fruta, por lo que se utilizan escaleras y garrochas con canastillas desde el piso o se le paga a un cortador para que suba al árbol y baje la fruta. El oficio de cortador de fruta es más popular en las temporadas de mayor producción. Esto se debe a la presencia de frutales con alturas de hasta 25 metros y la única forma de alcanzar los frutos es subiendo. Por lo que se vuelve indispensable la presencia de cortadores experimentados. El sujeto sube al árbol con ayuda de cuerdas. Una vez arriba desprende los frutos más alejados con ayuda de un carrizo largo, con canastilla en un extremo. En su ayate va guardando los frutos para bajarlos con una de sus cuerdas, sin tener que bajar del árbol (Figura 40).

Figura 39: Poda de árbol.

4.8.1.18.

Figura 40: Cortador bajando de un árbol de caimito.

Venta de fruta

Algunas familias realizan esta actividad más intensamente que otras. Los hay quienes venden diariamente en algún punto fijo y quienes venden únicamente los fines de semana. Durante la temporada de mayor cosecha la mayoría de las familias venden su fruta ya sea a intermediarios o por sus propios medios transportando la fruta hasta los mercados locales y regionales.

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4.8.1.19.

Animales

Dentro de la UH además de encontrarse perros (Canis lupus familiaris L.) y gatos (Felis silvestris catus) también se reportaron los siguientes animales de traspatio de los cuales a continuación se describe la forma en como los aprovechan. Las gallinas, polluelos y gallos (Gallus gallus domesticus) andan sueltos por el huerto y normalmente duermen sobre las ramas de algún árbol bajo. Anidan en recovecos que encuentran y en ocasiones se les acercan telas para que formen sus nidos. Se alimentan de insectos que encuentran cuando escarban en la tierra y de maíz quebrado que se les da en recipientes o solo se les arroja en el patio para evitar que se congreguen todas en un mismo punto. El macho (Equidae africanus x ferus) es un animal híbrido estéril para trabajo en campo, puede jalar el arado y carga hasta dos veces su peso. El animal llega a vivir hasta 40 años, cuando es joven puede ser un “animal cerrero” que no le guste trabajar, ni que lo toquen, por lo que hay que amansarlo. El costo de este animal es de 10,000 pesos aproximadamente, dependiendo de su edad, porte y estado de salud. Su alimentación durante la época de secas son pastos y bejucos que se le cortan del campo, cuando están secos se muelen para que le rindan más; una tarea de jehuite seco, le dura dos meses y tiene un costo de 800 pesos. El alimento comprado tiene un costo de 40 pesos por bulto de 20 kilos y consume dos porciones por semana. En lluvias se deja que el animal entre a comer la vegetación herbácea del huerto o se le compra una tarea de jehuite fresco que le dura mes y medio, con un costo que va de 300 a 500 pesos por ser más abundante.

Generalmente cuando la familia tiene cerdos, estos no andan sueltos, están amarrados bajo la sombra de un árbol o en su corral (porquerizas). Se alimentan de los desperdicios de la cocina y sobras de comida, también comen frutas del huerto que están por descomponerse. Sus excretas no son utilizadas para abonar ninguna planta debido a la falta de capacitación para darle un adecuado aprovechamiento, por lo que son enterradas con cal en un área alejada de la casa destinada especialmente para esta actividad con la finalidad de evitar enfermedades parasitarias como la oncocercosis. 4.8.2. Jornales invertidos en el manejo de la unidad de habitación La cantidad de trabajo invertida en el manejo se calculó utilizando la unidad de medida acostumbrada en la localidad “jornal” que equivale a ocho horas de trabajo al día. Como se mencionó anteriormente la familia puede llegar a requerir ayuda externa como peones, vecinos o familiares que viven fuera de la UH. El pago se acuerda dependiendo de la actividad que se vaya a realizar, ya sea por jornales ($130.00 pesos) o por destajo (pago variable). Como por ejemplo la limpieza de apantles es un trabajo pesado pero necesario y de carácter obligatorio que al menos se realiza dos veces al año en todo el poblado, comúnmente se contratan peones y se les paga por jornal. En cambio, para la cosecha de fruta en los árboles más altos se contratan cortadores y su pago es por destajo, ya sea que se pague por árbol o por el número de cajas o arpillas de frutas cosechadas.

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Algunas actividades no siempre demandan de todo un jornal de trabajo, como la selección y siembra de semillas, el trasplante de plantas al huerto, compostear los residuos de la cocina. Así que, con la finalidad de estandarizar estas fracciones de tiempo con la medida de jornal, se sumó el total del tiempo invertido en cada evento durante un año y se dividió entre ocho horas. Un ejemplo de esto también puede ser el riego del huerto, se efectúa cada 15 días durante 34 semanas de las 52 semanas del año, ya que las 18 semanas restantes corresponden a la temporada de lluvia y no se requiere del riego. Esto significa que el huerto se riega un total de 17 veces en un año y se invierten dos horas en cada evento dando un total de 34 horas, que se dividen entre ocho horas para estimar el número de jornales invertidos. Para calcular el costo que implica realizar cada actividad una sola vez “costo unitario”, se estimó el tiempo invertido traducido en jornales y el resultado fue la fracción de dinero asignada por el trabajo realizado. Como por ejemplo el composteo es una actividad que se realiza una vez por semana, el tiempo requerido por evento es de una hora, equivalente a la octava parte de un jornal ($16.25 pesos). Para estimar el costo que implica realizar cada actividad durante un año “costo anual”, se multiplicó la hora que se invierte cada semana por las 52 semanas del año. El producto se dividió entre ocho horas y finalmente la cifra resultante se multiplicó por los $130.00 pesos que se pagan por un jornal completo. Para calcular los jornales invertidos en la venta de fruta solo se consideraron los días viernes, sábado y domingo ya que son los días con mayor afluencia de visitantes en el poblado, aunque algunas familias también venden su fruta diariamente. Se asignó un tiempo por día de cuatro horas, esto se multiplicó por las 52 semanas del año. El producto de la operación se dividió entre ocho horas y finalmente el cociente se multiplicó por los $130.00 pesos que se pagan por jornal. En resumen, las actividades que requieren mayor tiempo por parte de la familia son la venta de fruta, la cosecha, atender a los animales, barrer el patio y el composteo. El tiempo que la familia invierte en el manejo de su huerto en un año es aproximadamente de 215.05 jornales. Las mujeres invierten alrededor de 146.55 jornales al año, que equivalen al 68.15% del total de jornales, mientras que los hombres y los peones se encargan del resto. Si la familia no se hiciera cargo de estas actividades y deseara seguir conservando el nivel de producción y de beneficios el costo que tendría que absorber la familia pagándolo a jornaleros equivaldría a $27,956.50 pesos. La ayuda extra (jornales pagados) requerida en un año es únicamente de ocho jornales con un valor de $1,040.00 pesos. La suma de los jornales invertidos por la familia y los jornales pagados es de 223.05 jornales y representa un valor “costo anual total” de $28,996.50 pesos, cifra que, si se divide entre 12 meses “costo mensual”, representa un monto mensual de $2,416.38 pesos (Cuadro 14).

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Cuadro 14: Jornales invertidos en el manejo de la unidad de habitación en un año. Tamaño de la unidad de habitación 3 tareas

1 tarea= 1000m2

1 jornal = 8 horas = $130.00 pesos

Un año = 52 semanas

QUIEN LO HACE PRÁCTICA Sembrar en huerto Riego

JORNALES FAMILIARES

Cosecha Vender fruta Animales Jornales familiares Total de jornales Total de jornales

COSTO unitario

MUJER

HOMBRE

0.2 1

0.3 2.25

1

$2.70 $32.50

0.5

2.5

$195.00

Limpiar apantles Selección de semilla Siembra en semillero Acodar Injertar Deshierbe manual Deshierbe químico Barrer patio Quemas Podar árboles Tirar un árbol Composteo Abonado Calear árboles

JORNALES PEÓN

0.75 4.5 0.6 0.6 0.5

0.25 0.4 0.4 1.5 0.5

36.4 0.5

0.5 1 1 1.5 1 1 21 19 16.4

5 0.5 17 59 20 146.55

1 3

0.5 (Cuadro 20)

10 min x árbol 2 horas 4 horas x cada 25m de apantle

24 árboles al año Cada 2 semanas 2 veces al año, 25m de apantle x tarea de huerto 1 vez cada 3 meses 1 vez al mes 32 ramas por año 32 ramas por año 2 veces al año 1 vez al año Todos los días 2 veces al año 2 veces al año 1 cada 5 años 1 vez por semana 1 vez al año 1 vez al año

(Cuadro 20)

(Cuadro 20)

Todo el año

4 horas x día 10 min

Fin de semana V,S,D. Todos los días

COSTO anual

$5.40 $46.04

$65 $552.50

$32.50

$390.00

$10.83 $48.75 $10.83 $10.83 $21.67 $5.40 $394.33 $10.83 $21.67 $8.67 $70.42 $16.25 $16.25 $411.67 $845.00 $394.33

$130.00 $585.00 $130.00 $130.00 $260.00 $65.00 $4,732.00 $130.00 $260.00 $104.00 $845.00 $195.00 $195.00 $4,940.00 $10,140.00 $4,732.00 $27,956.50 $1,040.00 $28,996.50

Pago de jornales Costo anual Costo mensual

-79-

COSTO mensual

Aporte de trabajo familiar

8 223.05

FRECUENCIA de la actividad

2 horas x vez $32.50 $48.75 3 horas x vez $4.06 15 min x rama $4.06 15 min x rama $130.00 3 tareas x jornal $65.00 3 tareas x 4 horas 10 min x día $2.70 4 horas $65.00 $130.00 3 tareas x jornal 4 jornales $520.00 1 hora $16.25 $195.00 2 tareas x jornal $195.00 2 tareas x jornal

$195.00 $2.70

68.5 215.05

TIEMPO invertido

$2,416.38

Con el fin de obtener un calendario de prácticas de manejo de la unidad de habitación, en la entrevista se preguntó sobre el mes del año en que se realiza cada actividad, así como el tiempo que se le asigna, de tal forma que de cada actividad (20), se tiene información del momento y frecuencia con la que se realiza, si es solo en un mes en particular (sembrar en el huerto, acodar, abonar), si se realiza dos veces al año (limpiar apantles, deshierbe manual, podar árboles), si se realiza periódicamente (selección de semilla) o si se realiza durante todo el año (composteo, cosecha y venta de fruta). El establecimiento del huerto puede requerir muchos años por la cantidad de actividades necesarias, el ingreso de la familia y el tiempo que tardan en desarrollarse las especies más perennes; siendo así, para facilitar el trabajo, se procura no hacerlo durante la temporada de lluvias. Los meses con mayor actividad, Abril y Mayo, coinciden con la temporada en que la cosecha es más abundante, mientras que los meses de menor actividad, Julio y Agosto, coinciden con la temporada de lluvias (Cuadro 15). Cuadro 15: Calendario de prácticas de manejo de la unidad de habitación en un año. Práctica / mes Establecimiento del huerto Siembra en el huerto

Ene.

Feb. Mar. Abr. May.

Riego

Jun.

Jul.

Ago.

Sep.

Oct.

Nov.

Dic.

10

11

9

TEMPORADA DE LLUVIAS

Limpiar apantles Selección de semilla Siembra en semillero Acodar Injertar Deshierbe manual Deshierbe químico Barrer patio Podar árboles Tirar un árbol Quemas Composteo Abonado Calear Cosecha

+

+

+

12

13

11

Vender fruta Animales Prácticas por mes

8

9

10

6

6

7

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4.8.3. Evaluación socioeconómica de la unidad habitación De los tres huertos con mayor número de especies, se eligió aquel en donde la familia mostró mayor accesibilidad en compartir su información económica. El huerto seleccionado (Huerto familiar modelo) se utilizó de para obtener el tamaño de la producción considerando únicamente los árboles de uso comestible por ser aquellos que pueden representar una mayor importancia económica para la familia, ya que son especies conocidas dentro de la localidad y su intercambio o mercadeo es más factible. En base a los individuos juveniles (árboles improductivos) se puede observar el interés de la familia por incrementar el número de individuos de las especies que ellos consideran de su agrado para el autoabasto o de mayor importancia económica. Para calcular la venta de los productos se consideraron únicamente los individuos adultos (árboles productivos). En este huerto es notoria la frecuencia del mango sobre las demás especies; sin embargo dentro de los árboles más importantes también se encuentra el mandarino, la guanábana, el mamey, el chicozapote, el aguacate y el caimito que son algunas de las especies de mayor valor de importancia económica en la localidad (Gráfica 10).

Juveniles

Productivos

35

Individuos

30 25 20 15 10 5 0

Especies

Gráfica 10: Frecuencia de árboles productivos del huerto familiar modelo.

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Para determinar el valor de venta y consumo de los productos generados por el huerto, se utilizó el número de árboles productivos de cada especie presente en el huerto. El tamaño de la producción por árbol en un año, los precios de empaque y los precios de venta fueron establecidos por la familia. La información que proporcionó la familia se utilizó para estimar el ingreso familiar al comercializar los productos del huerto, el ahorro generado al emplear mano de obra familiar durante la cosecha y el ahorro al consumir parte de la cosecha generada (Cuadro 16). El pago del corte total de cada especie se estimó utilizando el valor mínimo de la producción por árbol. Dependiendo de cada especie se utilizan diferentes unidades de medida (caja, arpilla, gruesa o fruto) para su venta y en base a las mismas medidas se acostumbra pagar por destajo a los cortadores lo que representa un desembolso de hasta $5,990.00 pesos. El pago por empaque se realiza solo para trasladar la producción en caso de ser vendida por mayoreo a intermediarios dentro o fuera de la localidad y puede llegar a tener un costo de hasta $2,581.00 pesos.

El precio de venta de cada unidad de medida puede variar, así que para obtener el valor de la venta se realizó el cálculo en base al precio más bajo proporcionado por la familia para cada especie. Dentro de las unidades vendidas, es posible encontrar únicamente aquellas especies con valor comercial. Los mayores ingresos reportados para la familia en orden de importancia provienen de la venta de los frutos de mamey, las diferentes variedades de mango, chicozapote y caimito que, unido a las demás especies comerciales, generan un valor de venta aproximado de $33,845.00 pesos al año.

Debido a que la familia participa activamente en la cosecha, la parte de la producción que consumen (unidades consumidas) la cortan ellos mismos por lo que no se debe pagar por esta actividad. En las unidades consumidas por la familia se encuentra parte de la producción de especies con valor comercial y todas las demás especies que por elección de la familia no siempre se venden, como el arrayan, la guayaba, los plátanos, entre otras. Para estos frutos se estimó su costo en el mercado, valor que también se utilizó para obtener el valor de lo que ahorra la familia por el volumen consumido. De tal forma que el valor de la fruta consumida por la familia, se convirtió en una cifra que ascendió a $13,790.00 pesos al año, monto que la familia ahorra, ya que no tiene que desembolsar esa cantidad de dinero para obtener y consumir estos productos.

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Cuadro 16: Valor de venta y consumo de los productos del huerto familiar en un año. Nombre del árbol

Árboles productivos

Producción por árbol

Pago de corte x unidad

Precio de venta x unidad

Aguacate Anona Arrayan

6 3 3

2 cajas 1 caja 2 cajas

$40 x caja $20 x caja $30 x caja

Caimito

5

2 cajas

$80 x caja

Chico

8

3 a 5 arpillas

$70 x arpilla

Coco Zompantle Cuajilote Guanábana Guayaba Pomarrosa Lima Limón persa

2 1 1 10 1 2 1 3

15 a 25 cocos 2 cajas 20 a 30 frutos 20 a 50 frutos 2 cajas 2 cajas 1 a 2 arpillas 1 a 2 arpillas

$100 x palma $20 x caja $10 x árbol $30 x árbol $20 x caja $20 x caja $20 x arpilla $20 x arpilla

Mamey

10

3 a 5 arpillas

$80 x arpilla

Mamey domingo

1

30 a 80 frutos

Cae solo

Mango manila

22

4 a 6 cajas

$10 x caja

Mango petacón

10

4 a 6 cajas

$10 x caja

Mandarino Maracuyá

11 1

4 a 6 cajas 2 cajas

$10 x caja $10 x caja

Naranja

2

2 arpillas

$20 x arpilla

Papaya

1

$10 x árbol

Plátano

3

20 frutos 1 penca x palma

200 x caja $80 a 100 x caja $350 a 400 x caja $200 x arpilla $30 x gruesa $12 x coco $150 x caja $2 x fruto $20 a 50 x fruto $80 a 100 x caja $80 a 100 x caja $80 x arpilla $100 x arpilla $350 a 400 x arpilla $250 x caja $15 a 20 x fruto $100 a 120 x caja $100 a 120 x caja $50 x caja $60 x caja $100 a 150 x arpilla $15 x fruto

$5 x palma

Tamarindo

2

4 a 6 arpillas

$40 x arpilla

Toronja Zapote negro

1 4

1 arpilla 2 a 4 arpillas

$10 x arpilla $10 x arpilla

114

-83-85-

NV = No se vende

Unidades Unidades vendidas consumidas

Pago de corte total

Pago de Empaque

Valor de venta

Valor consumido

10 1 NV

2 2 1

$400.00 $20.00 MOF

$145.00 $14.50 -

$2,000.00 $80.00 -

$400.00 $160.00 -

8

2

$640.00

$116.00

$2,800.00

$700.00

14 16 NV 1 NV 100 NV NV NV 2

6

$144.00

$1,200.00

30 1 20 100 2 4 1 1

$14.50 $16.00

$2,800.00 $480.00 $150.00 $2,000.00 $200.00

22

3

$216.00

$7,700.00

$1,050.00

8 NV

30

-

$2,000.00 -

$450.00

70

28

$700.00

$1,015.00

$7,000.00

$2,800.00

35

5

$350.00

$507.50

$3,500.00

$1,000.00

20 1

24 1

MOF MOF

$290.00 $14.50

$1,000.00 $60.00

$1,200.00 $60.00

1

3

MOF

$8.00

$100.00

$300.00

NV

20

MOF

-

-

$300.00

$10 x mano

NV

3

MOF

-

-

$210.00

$250 x arpilla $15 x kilo $50 x arpilla $50 x arpilla

5 35 NV 4

2

MOF = Mano de obra familiar

1 4

$1,260.00 $200.00 $20.00 MOF MOF MOF MOF MOF MOF $2,160.00 MOF

$240.00 MOF MOF $5,990.00

$48.00

$360.00 $150.00 $40.00 $2,000.00 $160.00 $320.00 $80.00 $100.00

$500.00

$32.00

$1,250.00 $525.00 $200.00

$2,581.00

$33,845.00

$13,790.00

$50.00 $200.00

Existen insumos especiales para el empacado y transporte de la fruta, como las cajas, costales, periódico y los mecates que al igual que la mano de obra se deben contabilizar en el desglose de gastos en los que se incurre para el corte, almacenamiento, transporte y venta de los productos de los huertos. Los materiales requeridos para el empaque de la producción no siempre son pagados por los compradores de la fruta. Cuando la familia se hace cargo, los gastos que debe cubrir para empacar correctamente la producción de su huerto dependerá del tipo de fruto ya sea que se empaque en caja o en arpilla. (Cuadro 17). Cuadro 17: Insumos requeridos para el empaque de la fruta. Insumos de empaque en caja

Costo

Cajas de madera Mano de obra para empacar Mecate para amarrar Periódico para forrar la caja

$10.00 $3.00 $1.00 $0.50

Costo de empaque caja

$14.50

Insumos de empaque en arpilla

Costo

Arpillas Mano de obra para empacar Mecate para amarrar

$2.50 $5.00 $0.50

Costo de empaque arpilla

$8.00

El valor neto total de la venta ($24,034.00 pesos), se obtuvo al restarle al valor de la venta los pagos realizados a peones por el corte de la fruta (cosecha), por el pago del empaque, por el pago de jornales utilizados al año como ayuda en las prácticas más pesadas de manejo del huerto y por el pago del servicio de agua del apantle (Cuadro 18). Cuadro 18: Valor neto total de la venta de la fruta del huerto familiar en un año. Concepto Costo Valor de la venta Pago por corte Pago por empaque Pago de 8 jornales Pago de agua del apantle

$33,845.00 -$5,990.00 -$2,581.00

Valor neto total de la venta

$24,034.00

-$1,040.00 -$200.00

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4.9. Descripción del predio con huerto comercial “Huerta” A continuación se presentan los datos obtenidos sobre las huertas, aquí se describe el predio y sus anexos, así como también se describe el manejo de la huerta, el tiempo invertido y los ingresos que genera la venta de los productos cosechados. Es importante mencionar que para los habitantes de Coatlán del Río, existe una diferencia entre “el huerto” que se encuentran dentro de la casa o unidad de habitación y “la huerta” que se encuentra en un predio donde no vive la familia y está dirigido a la plantación de frutales con fines comerciales. 4.9.1. Topografía del predio Se registraron tres formas topográficas sobre las que se asientan las huertas. El 44% de los predios son planos y el 33% se distribuye en predios con pendiente suave, ambas formas facilitan el acceso de maquinaria y la extracción de las cosechas, permiten la siembra en formación según sea el caso de las especies presentes y es posible aprovechar todo el espacio. Los predios con pendiente abrupta y zona plana (22%); en la pendiente permiten el desarrollo de la vegetación natural, siembran los árboles en desorden procurando especies grandes como el mamey, mango y chicozapote y forman piletas con piedras alrededor de los árboles, todo esto, para contener el suelo y el agua de riego, mientras que en la zona plana siembran los árboles en formación según sea la especie o se ocupa el espacio para el cultivo de maíz, arroz o huacamote. A diferencia de la unidad de habitación, en las huertas no se reportó la construcción de terrazas en el predio para corregir la pendiente (Cuadro 19). Cuadro 19: Topografía del predio de la huerta. Topografía del predio Plano Pendiente suave Pendiente abrupta y zona plana Pendiente con terrazas

No. de huertas 4 3 2 0

% 44 33 22 0

4.9.2. Tamaño del predio La forma de las huertas es variable, pero siempre tiende a ser rectangular. Existen diferencias en cuanto al tamaño de la huerta dependiendo de que otros usos reciba el predio (milpa, restaurantes, balnearios, auto lavado, entre otros), pero también hay las que solo tienen árboles frutales y los dueños no tienen contemplado remplazarlos. La superficie promedio de las huertas es de 9,033m2, superficie tres veces mayor a la de los huertos familiares (Cuadro 20). Cuadro 20: Superficie del predio de la huerta. Número de huertas Superficie mínima de la muestra Superficie máxima de la muestra Superficie promedio de la huerta Superficie total de los 9 predios muestreados

9 2,300m2 20,000m2 9,033m2 81,300m2

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4.9.3. Edad de la huerta Anteriormente las huertas se ubicaban en los alrededores de la localidad, en la actualidad el aumento de la población las ha dejado rodeadas de casas y negocios, provocado también que algunas se lotifiquen en pequeños predios para la construcción de viviendas. En general el establecimiento de las huertas es más reciente que el de los huertos familiares. De las nueve huertas evaluadas, dos fueron establecidas hace menos de 20 años, cuatro se establecieron hace más de 20 años, una se estableció hace más de 40 años y dos se establecieron hace más de 70 años. 4.9.4. Tipos de huertas Algunas familias además de contar con el sustento que brindan los anexos de la UH, disponen de predios fuera de la misma, en los que desarrollan diferentes actividades productivas para complementar la economía familiar como es el caso de las huertas. Debido a la importancia en el ingreso familiar y por formar parte del conocimiento local sobre el manejo tradicional que reciben los huertos de la región, las huertas también fueron consideradas dentro del estudio, de las cuales se logró identificar tres tipos (Cuadro 21). Cuadro 21: Tipos de huerta en Coatlán del Río. Tipo de huerta

No. de predios

%

Huerta

5

56

Huerta con negocio

2

22

Huerta con siembra

2

22

Las huertas presentan las siguientes características: •

Huerta: Es aquella en la que toda la producción es destinada a la venta, se realiza el pago por jornal y generalmente la familia no vive ahí.



Huerta con negocio: Esta huerta generalmente es de fácil acceso y por su ubicación comercial resulta viable construir locales comerciales, albercas, estanques piscícolas o invernaderos de plantas ornamentales.



Huerta con siembra: En esta huerta además de la producción de los frutales, se abren espacios, normalmente planos en los que se siembran cultivos anuales con riego todo el año.

En la Figura 41, se observa una huerta con más de 70 años de haberse establecido mide aproximadamente doce tareas y su cultivo principal es mamey. Los árboles están plantados en formación tresbolillo (18x12m), bajo estos árboles se han introducido arbustos de café y más recientemente en las zonas con más luz solar árboles de limón persa y naranja. Se puede observar como en el suelo se dibujan las melgas

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por donde pasa el agua en diferentes direcciones de la huerta. También se observa que la vegetación herbácea es casi inexistente, debido a la presencia de hojarasca y al continuo deshierbe mecánico que recibe este predio.

Figura 41: Huerta. En la Figura 42, se observa una huerta con negocio (balneario), el cual es manejado por la familia. Consta de dos palapas, alberca, chapoteadero vestidores y un restaurante; donde se prepara principalmente mojarra tilapia (Oreochromis niloticus L.), ya que dentro del predio se construyeron dos estanques para la producción de dicha especie. En primer plano se observa el jardín y plantas ornamentales para recibir a los visitantes, al fondo de la imagen donde se observan árboles frutales adultos es el estacionamiento. Anteriormente este predio era una huerta con siembra, pero la familia opto por sustituir el cultivo de maíz por el balneario, conservando los árboles en el perímetro del predio.

Figura 42: Huerta con negocio.

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En la figura 43, se observa un huerto comercial con siembra. En este caso, el cultivo de maíz abarca en su totalidad la parte central del predio, conservando los árboles frutales en el perímetro como se acostumbra disponerlos para facilitar el paso de la yunta y la entrada de la máquina desgranadora.

Figura 43: Huerta con siembra.

- 88 -

4.10. Levantamiento de la huerta 4.10.1.

Estructura y composición de la huerta

En las huertas estudiadas se encontró que la estructura vertical de las más antiguas es más diversa y las más recientes son más uniformes, tanto en su composición, como por la edad de los árboles presentes. El número de especies de las huertas no en todos los casos se reduce, ya que de los nueve predios evaluados solo una huerta es monoespecífica. El estrato herbáceo está presente principalmente en los espacios soleados, pero se controla su crecimiento con podas o herbicidas. El estrato arbustivo prácticamente no existe salvo la vegetación en los límites del predio o de algunas plantas de café esparcidas en la huerta. El estrato arbóreo bajo (3–6 metros) es el mayormente representado, se compone de mango, chicozapote, limón persa y naranjos. El estrato arbóreo medio (6-12 metros) se forma de algunos árboles sin podar de mango y el estrato arbóreo alto (12metros o más) se forma de árboles adultos de mamey (Figura 44).

1. Chicozapote, 2. Limón persa, 3. Mango, 4. Mamey 5. Naranja.

Figura 44: Estructura vertical de las principales especies de la huerta. 4.10.2.

Cobertura y distribución de la huerta

La distribución de los árboles de la huerta, normalmente se hace siguiendo alguna formación simétrica entre los individuos. Ya sea en forma de rombo “tres bolillo” o en forma de cuadrado “marco real”, el arreglo es premeditado y se determina de acuerdo al cultivo y las condiciones topográficas del predio. La finalidad de este tipo de formación es la de optimizar el uso del espacio, facilitar el riego y la entrada de maquinaria al momento de la cosecha. Se acostumbra dejar un área del predio de fácil acceso y sin árboles, que permite un espacio con

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mayor iluminación , para realizar actividades como concentrar la cosecha, estacionar la camioneta para cargar la cosecha, para distribuir fertilizantes, tierra de composta y para realizar la quemas (Figura 45).

Apantle

Tres bolillo

Marco real

N Apantle

Escala Gráfica

Huerta

2

Superficie de predio 14,000m2

Escala 1:1000

Figura 45: Vista aérea de la cobertura de las huertas.

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Por lo general los dueños de las huertas procuran que la cobertura de los árboles sea uniforme para cada especie. En huertas de más de una especie, la formación utilizada es la de Tres bolillo ya que permite sembrar un árbol grande en una esquina (mamey y mango principalmente) y dos árboles pequeños (limón y/o naranja) en las dos esquinas de un triángulo dejando seis metros entre columnas y cuatro metros entre filas. Si los árboles son grandes y se combinan como el mango y chicozapote se ubican a una distancia de 7 x 5 metros.

Las huertas que cultivan una sola especie utilizan la formación marco real. Esta formación permite una mayor densidad de individuos por hectárea. Los árboles se siembran uno en cada esquina de un cuadrado o un rectángulo. Dependiendo el tamaño de la especie los individuos se disponen a una distancia que va de cinco (cítricos) a 15 metros (mango y mamey).

Las huertas más antiguas tienen características similares a los huertos familiares. Presentan un mayor número de especies, permitiendo la presencia de especies silvestres. Sus individuos no tienen una formación preestablecida, provocando un distanciamiento irregular. Se distinguen fácilmente porque los individuos adultos prácticamente no reciben podas.

Como ya se mencionó el espaciamiento entre individuos determinado por las podas, genera bloques de copas de un mismo tamaño o con las mismas variaciones. Se utilizaron las mismas cuatro categorías que en el huerto familiar para englobar el distanciamiento entre individuos. Se encontró que el 69.90% de los árboles se encuentran dispuestos a una distancia de (≥3 – ≤6 m) y el 21.77% se encuentran a una distancia de (≥6 m), (Cuadro 22). El resultado de la suma total del área de las nueve huertas estudiadas, se dividido entre el número de individuos muestreados y dio como resultado una densidad promedio de 118.1 árboles por hectárea, cifra que representa una menor densidad que en el huerto familiar.

Cuadro 22: Distanciamiento entre individuos muestreados en la huerta. Distancia entre individuos

# de individuos

%

≤1 m

25

2.60

≥1 – 3 m

55

5.73

≥3 – ≤6 m

671

69.90

≥6 m

209

21.77

- 91 -

4.10.3.

Riqueza de especies de la huerta

El número de especies presentes demostró que la mayor parte de las huertas de la localidad aún conservan un elevado número de especies. La amplitud de la muestra va de 1 a 28 especies, al agruparlas en rangos de 10 especies sin contar la huerta que tuvo una especie (11%), se encontró que el 44% de las huertas tiene de tres a 10 especies, el 33% son huertas que tienen entre 11 y 20 especies y el 11% restante son huertas con más de 21 especies (Gráfica 11). 28

18 14

Número de especies

11 7 5

5 3 1

1

2

3

4

5 6 Clave del predio

7

8

9

Gráfica 11: Número de especies presentes en cada huerta. El total de los individuos muestreados dentro de las nueve huertas fue de 960 árboles. La mayor riqueza de especies se encontró en la huerta número cuatro con 257 individuos. La media de individuos es de 106 árboles por huerta. La huerta con menor número de individuos tuvo nueve árboles (Gráfica 12). 257 186 163 Número de individuos

150

97 32

1

39

27 2

3

9 4

5 6 Clave del predio

7

8

9

Gráfica 12: Número de individuos presentes en cada huerta.

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De las 28 especies encontradas dentro de las huertas, las de mayor número de individuos fueron el limón persa (37.6%), los mangos y sus diferentes variedades (20.5%) y el mamey (13.9%). Las especies con mayor número de individuos juveniles son el limón persa (45.7%), el mamey (31.57%) y la naranja (10.22%). Las especies que mayor presencia tienen dentro de las huertas son los mangos (77.7%) el limón persa (66.6%) y el mamey (66.6%) (Cuadro 23). Cuadro 23: Porcentaje de presencia de especies dentro de la huerta. % de Individuos

% de presencia de especies en huertas

Adultos

Juveniles

Total de individuos

Limón persa

196

165

361

37.6

66.6

Mango Mamey Naranja

184 91 79

13 42 9

197 133 88

20.5 13.9 9.2

77.7 66.6 33.3

Plátanos

29

7

36

3.8

33.3

Chicozapote

33

2

35

3.6

33.3

Guanábana

10

0

10

1.0

44.4

Caimito

8

2

10

1.0

44.4

Papaya

9

0

9

0.9

22.2

Guamúchil

8

0

8

0.8

44.4

Aguacate

6

0

6

0.6

33.3

Mandarina

4

0

4

0.4

22.2

Especie

4.11. Manejo de la huerta En los últimos años el establecimiento de huertas es el modelo imperante en la región, ya que tienen como principal objetivo generar un ingreso económico, para ello los productores reducen considerablemente el número de especies frutales y para enfocarse en el cultivo de hasta una sola especie con la finalidad de especializarse, obtener mejores apoyos económicos para el establecimiento de la huerta y satisfacer específicamente las necesidades que demande el mercado.

Las actividades necesarias para el manejo de la huerta las realiza principalmente el dueño. Dependiendo de la situación económica de la familia, se les paga a peones con experiencia, para que trabajen durante todo el año en la huerta o solo por temporadas ($130.00 pesos al día). La familia del propietario generalmente no vive dentro de la huerta, pero en ocasiones se le paga a una persona para que la cuide, principalmente durante la temporada de mayor cosecha y evitar el robo del producto.

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Debido a que el dueño de la huerta participa prácticamente en todas las actividades dentro de la huerta, puede estar al pendiente de las necesidades del predio y sus árboles, a la vez que puede conocer la calidad y el tamaño de la producción antes de la temporada de cosecha. De las 16 actividades reportadas que se requieren para el manejo de la huerta, seis las realiza el dueño. Juntos dueño y peón participan en nueve actividades, los dueños tienen mayor participación en cinco y los peones tienen mayor participación en dos actividades (cosechar y limpiar apantle), para las cuales, por su magnitud, el dueño opta por contratar más peones (Gráfica 13).

DUEÑO

Vender fruta Cosecha

Plagas y enfermedades

Fertilización

PEÓN

Siembra en la huerta 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

Riego Limpiar apantles

Selección de semilla

Acodar

Arrope

Injertar

Deshierbe mecánico

Composteo Deshierbe químico

Quemas Podar árboles

Gráfica 13: Distribución de actividades en la huerta entre el dueño y el peón. 4.11.1. Descripción de prácticas de manejo 4.11.1.1.

Establecimiento de la huerta

Como ya se mencionó las huertas por lo general se ubican en terrenos planos o con pendiente suave, cuentan con fácil acceso, que permite la entrada de maquinaria y animales de trabajo. Su establecimiento normalmente se realiza en los primeros meses del año, para que los árboles estén sembrados antes de la

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temporada de lluvia. Se delimita el predio construyendo cercos vivos o de materiales inertes. Se construye el acceso del agua de riego, desviando el agua del apantle hacia la huerta empleando materiales duraderos como cemento, tabique y varilla. Se limpia el predio removiendo la vegetación herbácea con máquina desbrozadora o machete. Antes de remover los árboles existentes se contempla si van a permanecer o si es necesario quitarlos. Se remueven las piedras grandes, para corregir el nivel del suelo y para que el agua pueda llegar a todos los árboles de la huerta. Dependiendo de las especies que se vayan a cultivar se determina la distancia entre árboles y la forma en que serán distribuidos en el predio. 4.11.1.2. Siembra en la huerta Los dueños de huertas fomentan la presencia de las principales especies cultivadas en la región. La mayor parte de los arbolitos sembrados provienen del semillero del huerto familiar o de algún vecino con experiencia en su reproducción. La mejor época del año para trasplantar un árbol es poco antes del inicio de la temporada de lluvias. Dependiendo de la especie cultivada se colocan los árboles formando un cuadro (para árboles pequeños como limón persa y naranja) o un rombo (para árboles grandes como mamey, mango y chicozapote). 4.11.1.3. Riego y manejo del agua La forma más común de regar es desbordando el agua del apantle hasta que se inunda todo el suelo de la huerta, con el único inconveniente de que esta práctica requiere de más tiempo y por lo tanto de más agua. Otra forma menos utilizada, pero más eficiente tanto en el consumo de agua como en el tiempo invertido, es el riego por medio de melgas; consiste en trazar canaletas con la yunta junto a cada hilera de árboles que facilitan y dirigen el agua directamente a los árboles. El riego con bomba de agua es muy poco utilizado debido al gasto que representa en equipo y energía eléctrica; sin embargo se realiza cuando la huerta se encuentra a una altura mayor que el nivel del río o del apantle y es necesario traer el agua con bomba y mangueras desde el afluente más próximo; cuando el agua llega a la huerta se dirige por un canal principal que la distribuye por medio de melgas hasta los árboles (Cuadro 24). Cuadro 24: Tipos de riego dentro de la huerta. Tipo de riego Desborde e inundación Riego con melgas Bomba de agua

No. de huertos 5 3 1

Porcentaje 56% 33% 11%

4.11.1.4. Selección de semilla El productor debe estudiar las características de los árboles padres, elegir dentro de la huerta los árboles más saludables, los de mejor tamaño y con mejor forma, los más resistentes a plagas y enfermedades, observar si tiene ramas fuertes o estas se inclinan hacia abajo poniendo los frutos cerca del suelo, si es fácil de cosechar, si da fruta todo el año o solo en una temporada y de estos árboles seleccionar los mejores frutos por su tamaño,

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sabor y textura. Dentro de la huerta no se cuenta con un semillero, razón por la cual las semillas seleccionadas se siembran en el semillero de la UH donde recibirán mayor atención y cuidados. 4.11.1.5. Acodar Algunos productores, con la intención de reducir el periodo juvenil de sus árboles frutales, recurren a técnicas de propagación vegetativa. El acodado consiste en hacer desarrollar raíces a un tallo sin separarlo de la planta. Una vez que ha enraizado, se corta la rama del árbol unos centímetros más abajo de las nuevas raíces obteniéndose otra planta independiente, que vivirá con sus propias raíces.

La mejor época del año para acodar es en primavera (antes de lluvias) y la rama enraizada estará lista en otoño o en la primavera siguiente dependiendo de la especie. Es primordial que no entre luz en las partes en las que se desea que se formen raíces. Se expone la corteza mediante un corte en dirección del tallo, se cubre primero con una mezcla de tierra y musgo, después con tela de yute, esto se amarra bien con cuerda y al final se cubre con periódico o papel aluminio. Se recomienda hacer el riego con una jeringa para evitar exponer el área a la luz. 4.11.1.6. Injertar En la huerta, el injerto se realiza principalmente en árboles adultos que se desean rejuvenecer o cuando una variedad de fruta ya no es de interés comercial se puede cambiar por otra injertando árboles existentes. Se elige una rama delgada y se corta con un serrucho dejando al menos 20 centímetros de distancia al tallo principal. Con un machete y un martillo, se parte por la mitad la rama del patrón de injerto al menos cinco centímetros y con ayuda de un desarmador plano se mantiene abierto para recibir el injerto. Se prepara la púa con una navaja filosa y se adelgaza por dos lados en forma de tablita, preservando los otros dos lados con corteza. Se introduce la púa en la ranura hasta que desaparezcan las partes adelgazadas previamente, cuidando de que la parte de corteza coincida perfectamente con la corteza del patrón de injerto. Una vez en su lugar se envuelve la zona con cinta de polietileno, a manera de sellar la abertura de los cortes en el tocón. 4.11.1.7. Deshierbe mecánico Consiste en remover el estrato herbáceo del predio. Esta actividad se realiza mensualmente para no dejar que la maleza crezca, ya que si se deja después será más difícil cortarla y puede perjudicar a los árboles. La hierba cortada se deja secar tirada en el mismo lugar sin juntarla. Algunos dueños que poseen animales de trabajo como mulas o bueyes los llevan a pastar a la huerta amarrándolos por secciones. El deshierbe mecánico se hace con maquina desbrozadora con la que se puede deshierbar hasta tres tareas por jornal. 4.11.1.8. Deshierbe químico El deshierbe químico se realiza no más de dos veces al año, se aplica con bomba de mochila y requiere de medidas de seguridad personal como lentes de seguridad, guantes y ropa especial; al término de la aplicación la persona se debe lavar y cambiar de ropa. La mezcla se aplica con la siguiente proporción: se disuelven dos

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litros de herbicida sistémico en 200 litros de agua, se revuelve bien y se le agregan seis kilos de sulfato de amonio; esta mezcla sirve para cubrir una superficie aproximada de seis tareas. Se debe cuidar que al momento de rociar la mezcla no toque los troncos ni las hojas de los árboles. Una semana después todo el estrato herbáceo estará seco, con el inconveniente de que se endurece, no se vence por su peso y permanece en el mismo sitio, formando refugio para insectos y arácnidos que pueden infestar los árboles frutales. 4.11.1.9. Podar árboles Realizar estas prácticas reduce plagas y promueve la floración generando más frutos. Árboles como el mango, el limón y la guanábana se benefician de las podas. Cuando un árbol está oscuro y no se alcanza a secar durante el día es necesaria una poda de aclareo. La práctica consiste en cortar las ramas pequeñas que estorban o se rozan entre ellas, impidiendo el paso de luz solar a las ramas principales. Cuando el árbol productivo tiene cierta edad y crece mucho su copa, esta también se corta. Cuando el árbol tiene ramas débiles, estas se inclinan dejando los frutos cerca del suelo. Para evitar esto se poda una parte y se sostiene por un tiempo con cuerdas desde la rama principal; de no atenderla facilita que animales o enfermedades del suelo dañen los frutos. 4.11.1.10. Quemas Las quemas son una forma de controlar problemas de enfermedades y plagas en la huerta. Cuando un árbol está enfermo o plagado, las ramas afectadas se podan y se alejan de los demás árboles para ser quemadas. Cuando en la huerta no hay espacio suficiente para hacer composta o el dueño no tiene tiempo, la frecuencia de las quemas es mayor, ya que los montículos de ramas y hojas secas que resultan de podas y deshierbe suelen servir de refugio a plagas y animales silvestres que dañan la producción. 4.11.1.11. Composteo El compostero de la huerta debe estar ubicado lo más alejado posible de los árboles y siempre tiene que estar limpio y ordenado. El manejo del compostero requiere de tiempo y espacio suficiente. Las huertas que cuentan con un compostero promueven la higiene del predio y la reincorporación de nutrientes al predio. Las ramas muertas, frutos caídos y malezas pueden acarrear plagas y enfermedades, pero, si son procesadas en el compostero, pueden servir como abono orgánico disminuyendo la necesidad de fertilizantes granulados.

En el compostero se agregan todos los residuos orgánicos de la huerta. Las ramas se deben trozar con machete para facilitar su descomposición. Los frutos caídos, las hojas y las malezas se mezclan con las ramas formando un montículo. La composta necesita tener suficiente humedad para que el proceso de descomposición se realice. Para conservar la humedad del montículo se recomiendo taparlo con una lona o plástico impermeable, que también evitará el exceso de agua durante las lluvias. Cuando se remueve la superficie del montículo y está seco el interior, se debe esparcir los residuos y humedecerlos cuidando de no excederse de agua. Mientras más veces se esparzan y mezclen los residuos orgánicos más rápido estará lista la composta. Esta práctica se realiza después de podar árboles y después del deshierbe mecánico de la huerta.

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4.11.1.12.

Arrope

Se realiza dos veces al año, antes y después de la temporada de lluvias. Cuando el suelo que rodea los árboles se va erosionando a causa del riego y por efecto de las lluvias, se le vuelve a colocar tierra alrededor del tronco, para evitar que las raíces se expongan y se debilite el árbol. Esta práctica también beneficia al árbol por los nutrientes que pueda llegar a tener el sustrato colocado, que generalmente proviene de la composta generada dentro de la misma huerta. 4.11.1.13.

Fertilización

En la huerta, como en el huerto familiar, antes de pensar en la aplicación de fertilizantes químicos, se emplean diversas fuentes de nutrientes orgánicos disponibles, por ejemplo excremento de vacas, de caballos, de gallinas, pequeños animales muertos y desperdicios vegetales, todos previamente procesados y convertidos en composta para su aplicación en el suelo. El abono orgánico es muy valioso porque mejora las condiciones del suelo en general, ya que reduce la erosión, regula la temperatura del suelo, retiene la humedad por más tiempo, mejora la fertilidad y sirve de alimento para los organismos del suelo. Por lo anterior el abono orgánico también funciona como una base para el uso exitoso de los fertilizantes químicos, ya que el abono orgánico mejora las propiedades del suelo y los fertilizantes químicos suministran nutrientes específicos para el crecimiento de las plantas.

La fertilización beneficia a los árboles, principalmente en el momento de la siembra. Se deben aplicar dos kilogramos de composta al plantar y luego, cada cuatro meses, se debe aplicar otro tanto. Se puede poner fertilizante o composta antes de la floración, nunca durante la misma, y otra vez cuando el fruto está medio maduro. Cada vez que se coloca materia orgánica en la base del árbol, se contribuye a proveer de materia orgánica el suelo, controlar malezas y retener la humedad en el suelo, disminuyendo la necesidad de fertilizantes.

La dosis requerida de fertilizantes químicos depende del tipo de cultivo y los requerimientos nutricionales de cada tipo de suelo. Principalmente se emplean fertilizantes granulados, elaborados con nutrientes esenciales para la mayoría de las plantas, como es el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), necesarios para la absorción de otros nutrientes, el crecimiento de la planta y la tolerancia a enfermedades. En condiciones normales, para nutrir una huerta se requieren aproximadamente 50 kilos de fertilizante por cada 1000m2. Se hace una ranura de 15 centímetros de profundidad alrededor de la zona de goteo del árbol (circunferencia que marcan las ramas del árbol), se aplica el producto y se vuelve a tapar con la misma tierra. Cuando los árboles son más grandes, el producto es aplicado en las melgas exteriores por donde pasa el agua de riego, pero de todas formas se abre una raya con el arado, que se vuelve a tapar después de aplicar el producto.

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4.11.1.14.

Plagas y enfermedades

Se pudo observar la existencia de diversos organismos, entre ellos hongo, arácnidos e insectos, que atacan los árboles frutales de las huertas. Es probable que los frutales también tengan otras enfermedades causadas por bacterias, virus o deficiencia de nutrientes que no fueron detectadas, por no ser el objetivo principal de este trabajo.

No existen nombres comunes para distinguir dichas plagas a pesar de que los productores están conscientes de la presencia de la enfermedad. La única plaga que tiene nombre común es la hormiga llamada “cuatalata” (Atta mexicana, Smith.); por lo general se utilizan los términos “moyote” o “gusano” para infestaciones por insectos y “chahuistle” para enfermedades que secan y marchitan las hojas.

Se utilizan insecticidas, principalmente folidol (O,O-dimetil O-4-nitrofenil fosforotioato), para combatir plagas en general y particularmente a las cuatalatas. Estas hormigas se comen las hojas de plántulas y las yemas florales de árboles como el mamey, chicozapote, mango y cítricos en general. Se prepara una solución con este compuesto y con una brocha, se pintan círculos alrededor del troco del árbol, a la altura del pecho o antes de las ramificaciones.

4.11.1.15.

Cosecha

El dueño de la huerta acuerda con dos o más peones, para encargarse de cortar la fruta al menos una vez cada 30 días durante la temporada de mayor cosecha (abril, mayo y junio). Cuando los árboles reciben podas de formación, es más fácil la cosecha y se puede hacer desde el piso. Cuando son árboles muy altos es necesario que alguien suba al árbol y se encargue de cortar la fruta. La fruta que se va cortando se acumula al pie del árbol, para seleccionarla por tamaño y en este orden se coloca en cajas de madera o en arpillas para calcular la cantidad cosechada por árbol. Una vez que la fruta ha sido clasificada y empacada, se acarrea hasta una camioneta que entra a la huerta para llevarla a diferentes puntos de venta. 4.11.1.16.

Venta de fruta

Una vez que la fruta fue cosechada, se empaca en arpillas y huacales según sea el caso del fruto y es transportada fuera de la huerta al punto donde será almacenada para su maduración o dispuesta para ser comercializada. Cuando toda la producción de un fruto es comprada por algún intermediario, este es quien se encarga del pago de los cortadores y de la transportación.

Los comerciantes tienen la función principal de vincular al productor con el consumidor final ya que muchas veces, para el productor, la distancia hasta el punto de venta es el factor determinante entre vender o perder la producción. Los productores prefieren vender su producción a un coyote a pie de huerta, debido a que

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se ahorran los costos de cosecha y transporte y porque el pago es inmediato y en efectivo. Los coyotes conocen puntos de venta y las demandas del mercado, tienen mejores vínculos con las empacadoras de fruta y acostumbran hacer compromisos de abasto con las mismas.

Los coyotes acostumbran comprar la producción completa de los principales cultivos de la huerta y la comercializan en dos formas: a) en forma directa a pequeños comerciantes, redistribuidores y empacadoras, obteniendo utilidades en la transacción por haber realizado el corte y traslado y gracias a su conocimiento en los precios del mercado, b) dándole un valor agregado al producto por medio de la selección de los mejores frutos, que son colocados en puntos de venta estratégicos. 4.11.2.

Jornales invertidos en el manejo de la huerta

El tiempo invertido en el manejo de la huerta se reparte principalmente entre el dueño y peones de la región. Al igual que en el huerto familiar, la cantidad de trabajo invertido se calculó utilizando jornales (ocho horas de trabajo, por $130.00 pesos). Para determinar la cantidad de trabajo que se requiere para manejar una huerta enfocada únicamente al cultivo de frutales, se promedió el número de especies y número de individuos, para elegir la huerta más representativa. La participación de los demás miembros de la familia se observó únicamente en aquellas huertas con negocio.

En resumen, las actividades que requieren mayor tiempo por parte del dueño de la huerta son el deshierbe manual, el riego, la fertilización y la venta de fruta. El tiempo que invierte el dueño en el manejo de su huerta en un año es aproximadamente de 76.5 jornales, que equivalen al 72% del total de jornales que requiere la huerta, mientras que los peones se encargan del resto. Si el dueño no se hiciera cargo de las actividades que realiza, tendría que absorber el costo pagando a peones el tiempo que invierte y su equivalente en dinero es de $9,945.00 pesos. La ayuda extra (jornales pagados) requerida en un año es de 29.85 jornales con un valor de $3,880.50 pesos. La suma de los jornales invertidos por el dueño y por los peones es de 106.35 jornales y representa un valor “costo anual” de $13,825.50 pesos, cifra que, si se divide entre 12 meses “costo mensual” representa un monto mensual de $1,152.13 pesos (Cuadro 25).

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Cuadro 25: Jornales invertidos en el manejo de la huerta en un año.

Tamaño del huerto = 12 tareas

160 árboles

1 tarea = 1000m2

QUIEN LO HACE PRÁCTICA Siembra en la huerta Riego Limpiar apantles Selección de semilla Acodar Injertar Deshierbe mecánico Deshierbe químico Podar árboles Quemas Composteo Arrope Fertilización Plagas y enfermedades Cosecha Vender fruta Jornales Jornales dueño y peón

DUEÑO DE LA HUERTA PEÓN

COSTO unitario

1 jornal = 8 horas = $130.00 pesos

TIEMPO invertido

FRECUENCIA de la actividad

COSTO anual

2.4 7.5

1 1

$441.73 $65.00

10 min x árbol 4 horas

1 vez Cada 2 semanas

$36.81 $92.08

$441.73 $1,105.00

4

8

$780.00

4 horas x cada 25m de apantle

2 veces al año, 25m de apantle x tarea de huerto

$130.00

$1,560.00

2 horas x vez

1.35

$32.50 $2.71 $2.71 $520.00 $130.00 $441.73

1 vez al año 50 acodos al año 50 injertos al año 4 veces al año 1 vez al año 4 veces al año 2 veces al año 4 veces al año 2 veces al año 2 veces al año 2 veces al año 1 vez al año 1 vez al año

$10.83 $11.29 $11.29 $86.67 $21.67 $147.24 $5.42 $21.67

$130.00 $135.50 $135.50 $1,040.00 $260.00 $1,766.92 $65.00 $260.00 $1,040.00 $1,040.00 $1,040.00

1 1.3 1.3 16 1 4 0.5 1.5 6 6 6 8 10 76.5 106.35

0.5 2 2 2 12

$32.50 $65.00 $520.00 $520.00 $520.00 (Cuadro 35)

$130.00 29.85

10 min x rama 10 min x rama 3 tareas x jornal 1 jornal 10 min x árbol 2 horas x vez 4 horas 3 tareas x jornal 3 tareas x jornal 3 tareas x jornal (Cuadro 35)

6 jornales x año

$86.67 $86.67 $86.67 (Cuadro 35)

$65.00

Aporte del dueño

(Cuadro 35)

$780.00 $9,945.00 $3,880.50

Pago de jornales Costo anual Costo mensual

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COSTO mensual

1 año = 52 semanas

$13,825.50 $1,152.13

El mantenimiento de una huerta debe ser constante a lo largo del año, en mayor o menor medida, pero no se descuida, sino, la producción se puede perder por completo principalmente por las múltiples plagas que afectan a los árboles frutales. Los meses con más actividad son Abril y Mayo, los meses de menor actividad son Julio, Septiembre y Diciembre. El establecimiento de la huerta no implica más que unos meses, ya sea que se siembre todo el predio o solo una sección ya preparada para recibir los arbolitos, pero siempre se espera culminar al menos un mes antes de la temporada de lluvias. El riego se realiza durante todo el año dos veces al mes; durante los meses de junio a septiembre no se riega debido a la temporada de lluvias. Los meses de mayor cosecha son Abril, Mayo y Junio. Ya que la mayoría de las huertas son diversificadas se puede cosechar en menor medida a lo largo del año. (Cuadro 26). Cuadro 26: Calendario de prácticas de manejo de la huerta en un año. Práctica / mes Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun.

Jul.

Ago.

Sep.

Oct.

Nov.

Dic.

8

8

2

Establecimiento de la huerta Siembra en la huerta Riego

TEMPORADA DE LLUVIAS

Limpiar apantles Selección de semilla Acodar Injertar Deshierbe mecánico Deshierbe químico Podar árboles Quemas Composteo Arrope Fertilización Cosecha Vender fruta Prácticas por mes

3

6

6

+

+

+

10

11

5

2

3

2

4.11.3. Evaluación socioeconómica de la huerta De acuerdo con el número de árboles productivos de cada especie presente en la huerta, el dueño puede conocer un valor aproximado del tamaño de la producción en un año. Al igual que en el huerto familiar, para conocer el ingreso que genera cada especie en particular y toda la huerta en general, se utilizó la cantidad mínima cosechada por árbol en un año y el precio mínimo de venta por medida de cada especie.

Dependiendo de la especie, se vende a los intermediarios que llegan a la localidad o en puntos de venta en Cuernavaca y el Distrito Federal, por caja (aguacate, caimito, y mangos) o por arpilla (mamey, naranja y

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limón) y en base a las mismas medidas se le paga a los cortadores. Antes de la cosecha cuando el dueño puede calcular un aproximado del tamaño de la producción, puede acordar un precio por toda la producción de la huerta, en este caso, son los intermediarios quienes se encargan de cosechar, empacar y transportar la producción.

La parte que aporta el dueño de la huerta en la cosecha (35%), se puede incrementar si algún miembro de la familia participa. El pago por corte (cosecha) es pactado con anterioridad entre el dueño y el peón, pero por lo general es el mismo precio en toda la localidad. El precio por empaque se realiza solo para trasladar la producción hasta su punto de venta y puede llegar a tener un costo de hasta $3,580.00 pesos. El precio de venta de cada especie frutal puede variar, así que para obtener el valor de la venta se realizó el cálculo con base en el precio más bajo proporcionado por el dueño de la huerta. Los mayores ingresos reportados para la huerta provienen de la venta de los frutos del mamey ($31,500.00 pesos) que, unido a las demás especies, generan un valor de venta aproximado de $53,685.00 pesos (Cuadro 27). Cuadro 27: Valor de venta de los productos de la huerta en un año.

ESPECIE

Árboles productivos

Producción por árbol

Pago de corte x unidad

Precio de venta x unidad

Chicozapote

30

3 a 5 arpillas

$70 x arpilla

$200 x arpilla

90

$6,300.00

$720.00

$18,000.00

L. Persa

80

1 a 2 arpillas

$20 x arpilla

$100 x arpilla

80

$1,600.00

$640.00

$8,000.00

Mamey

20

3 a 5 arpillas

$80 x arpilla

$350 a 400 x arpilla

60

$4,800.00

$480.00

$31,500.00

M. Manila

30

4 a 6 cajas

$10 x caja

$100 a 120 x caja

120

$1,200.00

$1,740.00

$8,800.00

$13,900.00 $3,580.00

$66,300.00

Unidades vendidas

160 Aporte del dueño en la cosecha (-35%) =

Pago corte total

Pago de Empaque

Valor de venta

$4,865.00 -$3,580.00 $9,035.00

-$9,035.00

$53,685.00

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Es importante mencionar que el ingreso suele ser mayor, ya que la producción por árbol no siempre es lo más bajo como se está planteando para esta evaluación. El pago de jornales se realiza en el momento que el peón concluye la actividad por la que fue contratado, en cambio el dueño no puede conocer el ingreso real que le generó la huerta en el año “valor neto total de la venta”, hasta que descuente los insumos (fertilizantes, herbicidas y plaguicidas), que requirió durante el año para dar el mejor manejo posible a sus árboles (Cuadro 28). Cuadro 28: Valor neto total de la venta de la fruta de la huerta en un año. Concepto

Costo

Valor de la venta

$53,685.00

Pago de Jornales

-$3,880.50

Fertilizante Herbicida Plaguicida

-$9,600.00 -$270.00 -$60.00

Valor neto total de la venta

$39,874.50

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4.12. Manejo de Especies con mayor importancia económica Los habitantes de Coatlán del Río durante años han acumulado conocimiento sobre el manejo de los diferentes árboles frutales dentro de sus huertos, basándose en el aprovechamiento de las características ambientales locales. Por la anterior, en esta sección se utiliza la información recabada en las entrevistas sobre las prácticas de manejo implementadas en las especies más importantes por aportar ingresos económicos a las familias.

4.12.1.

Mamey

Familia: Subfamilia: Especie:

Sapotaceae Chrysophylloideae Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn

Pouteria sapota conocido en esta región como “mamey” (Figura 46), es originario de América Central, crece de forma silvestre desde el nivel del mar hasta poco más de 1000 metros de altura (Geilfus, 1994). La forma del fruto es ovalada y alargada, puede llegar a pesar hasta 2.5 kilogramos. El color de la pulpa varía de anaranjado a rojo oscuro, pero el color café claro de la cascara siempre es el mismo. El mamey es un árbol que dentro de los huertos requiere de pocos cuidados. En buenas condiciones el árbol propagado por semilla se toma de seis a ocho años para ensayar (su primera cosecha). Los arboles injertados tardan más tiempo en crecer y son menos altos, sin embargo su producción inicia dentro de los primeros cuatro años. Crece mejor en suelo arcilloso, no resiste el exceso de agua, soporta ligeramente el frío y la sequía, lo que provoca que sus hojas cambien de coloración de verde a rojizo, hasta perderlas durante los meses más fríos del año. Sus flores serán los frutos a cosechar dentro de dos años, el fruto tarda alrededor de 20 meses en llegar a su periodo de maduración, mientras se cosecha se pueden observar los pequeños frutos del siguiente año y cada dos temporadas el árbol carga más fruta.

Figura 46: Mamey, Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn

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4.12.1.1. Plantación Las semillas seleccionadas siempre son las más grandes y las de los frutos con mejor sabor, coloración y tamaño. La semilla se debe sembrar lo antes posible después de haber sido cosechada, ya que pierde rápidamente su viabilidad; esto se puede comprobar metiéndola en agua y si la semilla flota significa que ya no es útil. Se siembra en posición horizontal con la parte lisa expuesta al aire. Se utilizan recipientes de seis a diez kilos con perforaciones en el fondo que permitan salir el exceso de agua. Se prepara una mezcla de tierra de composta y atocle con la que se llenan los recipientes donde la plántula podrá permanecer hasta un año o hasta alcanzar una altura máxima de metro y medio, para que su desarrollo no se vea afectado. Las semillas también son sembradas en camas elevadas que cumplen la función de semillero, en donde logran germinar en pocas semanas y al cabo de tres meses podrán ser trasplantadas a su lugar definitivo en el huerto o en bolsas negras para su comercialización. Dentro del huerto familiar las plántulas o árboles juveniles requieren de cuidados que los favorezcan de la competencia con otras plantas principalmente por la luz solar, por lo que son ubicados en un espacio abierto y soleado, en ocasiones inducidos por medio de podas o remplazando algún otro árbol que haya sido retirado. Los productores señalan que las plantas sembradas bajo el dosel sí alcanzan a desarrollarse, pero su crecimiento no es óptimo y muchas veces esto puede provocar que el árbol no alcance la altura, ni la amplitud promedio. En las huertas los árboles de Pouteria sapota se siembran a 12 metros de distancia entre sí, en formación tresbolillo (formando rombos), que permite intercalar con dos árboles de cítricos entre cada espacio, mismos que reciben podas cada año para evitar que se alcancen sus ramas y se facilite el acceso en la cosecha, mientras que el mamey nunca es podado. 4.12.1.2. Fertilización El mamey, a diferencia de otros árboles como Mangifera indica L. “Mango”, no presenta plagas, ni enfermedades, por lo que no requiere de ser fumigado. El huerto familiar no requiere fertilizantes químicos si el suelo tiene la cantidad suficiente de hojarasca, ya que, además de aportar constantemente pequeñas dosis de nutrientes, retiene la humedad del suelo. Algunos productores con huertas sí consideran necesario el uso de fertilizantes granulados para aumentar los rendimientos de sus árboles de mamey. La recomendación es aplicar medio kilo de fertilizante por cada año de edad que tenga el árbol, enterrándolo a 30 centímetros de profundidad en diversos puntos dentro del área de goteo del árbol. 4.12.1.3. Producción Los frutos al momento de ser cosechados están duros, pero en una semana se maduran y si se les envuelve en hojas de posquelite u hoja elegante (Xanthosoma robustum Schott.), que abunda en los huertos familiares, los frutos se maduran en dos días. La vida útil de este fruto es corta, una vez que el fruto ha madurado se debe consumir en un lapso no mayor a tres días.

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El precio de venta del mamey dentro del pueblo varía de acuerdo al tamaño de la compra. Actualmente es posible adquirir desde un fruto grande por $15.00, una canastilla (cuatro frutos) por $50.00, hasta una arpilla (100 frutos) por $350.00 o $400.00 pesos, principalmente durante los meses de mayor cosecha del mamey que comprende los meses de abril, mayo y junio. Cabe destacar que del árbol de mamey, al igual que muchos otros presentes en los huertos familiares de la región, no solo se comercializan los frutos, sino que también los individuos juveniles que regularmente son vendidos entre vecinos para sus mismos huertos y a los visitantes a un precio que va de $70.00 a $120.00 pesos por árbol. 4.12.2.

Caimito

Familia: Subfamilia: Especie:

Sapotaceae, Chrysophylloideae Crysophyllum cainito L.

El fruto del caimito (Figura 47) se consume principalmente fresco y es de alto interés comercial tanto en el mercado nacional como en el internacional (Ricker, 2001). El caimito es uno de los árboles frutales más comunes y con mayor valor de importancia en Coatlán del Río; no obstante, su cultivo se limita únicamente a los huertos familiares. De este árbol no hay huertas en cuya estructura predomine esta especie, debido principalmente a que Crysophyllum cainito tarda de 9 a 15 años en ensayarse. Requiere de una alta temperatura todo el año y un elevado porcentaje de humedad ambiental; no tolera heladas, ni inundaciones prolongadas por lo que se desarrolla mejor en suelo preferentemente arenoso y profundo.

Figura 47: Caimito, Crysophyllum cainito L.

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4.12.2.1. Plantación La propagación tradicionalmente se hace por semilla la cual es seleccionada por el método de flotación – hundimiento. Se ha visto que las semillas viables se manejan de dos modos antes de ser plantadas. En el primer caso se les realiza un pequeño corte en el extremo angosto de la semilla, que asegure la germinación ya que la semilla es muy dura y no siempre se logra su vialidad. En el segundo caso y haciendo caso a la misma lógica de ablandar la semilla, estas son sumergidas en agua durante un periodo de 24 a 48 horas. Una vez realizado el proceso pregerminativo, se efectúa la siembra de 2 o 3 semillas por maceta. Las semillas se colocan verticalmente con el extremo angosto siempre hacia abajo, enterrándolas casi superficialmente dentro de una maceta que previamente se ha llenado con una mezcla de cuatro kilos de tierra de composta y uno de arena. La germinación de las semillas se da en un plazo de hasta 30 días, tiempo durante el cual deben permanecer a la sombra; una vez que germina se debe mantener con riego frecuente hasta los seis meses. Posteriormente, el riego se realiza cada dos semanas principalmente por medio de inundación de la huerta. Los árboles de caimito se pueden sembrar a 12 metros de distancia entre sí, no requieren de podas y solo durante los primeros años es conveniente realizar deshierbes a su alrededor al menos dos veces al año. 4.12.2.2. Fertilización El uso de fertilizantes granulados no es necesario más que cuando se quiera aumentar la producción del cultivo. Debido a que el árbol de caimito se encuentra principalmente dentro del huerto familiar, es común que las hojas secas se dejan donde caen, convirtiendo este recurso en una fuente natural de nutrientes para todo el huerto. 4.12.2.3. Producción El fruto se cosecha a mano subiendo a los árboles con canastilla y ayate, se puede cosechar una vez que la cáscara deja de ser brillante, toma una apariencia un poco arrugada y el fruto se vuelve ligeramente blando. Algunos árboles de caimito dan frutos durante los meses de octubre a diciembre, la otra parte que es mayoría, sus frutos están listos para ser cosechados durante los meses de abril a junio. El fruto maduro se logra conservar en buen estado dos semanas si está a temperatura ambiente y dura hasta tres semanas si se encuentra en refrigeración. Cuando se abre el fruto no se debe permitir que el látex que libera la cascara entre en contacto con la pulpa del fruto ya que genera una sensación de escozor y puede causar una ligera reacción en el paladar. La madera solo se utiliza cuando es necesario remplazar un árbol ya que se prefieren los frutos; sin embargo es considerada una madera fina por tener una consistencia compacta, dura y de buen peso, estas características la hacen una madera muy resistente y duradera, en otros tiempos se utilizaba como vigas para soportar el entrecruzado del techo de teja roja de la casa de la unidad de habitación tradicional de Coatlán del Río, así como también sus ramas aún son utilizadas para fabricar mangos de herramientas agrícolas.

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4.12.3.

Mango

Familia: Subfamilia: Especie: Variedades:

Anacardiaceae Anacardieae Manguifera indica L. Mango manila, corriente, petacón, manga y piña.

El cultivo de mango (Figura 48), se da bien tanto en terrenos planos como con pendientes. En huertos con terrenos planos, elaboran melgas, en huertos con pendiente se forman terrazas o se le hacen pequeños rodetes de piedra que aprovechan mejor el agua y disminuyen la erosión que provoca la escorrentía sobre el suelo.

Figura 48: Mango, Manguifera indica L. 4.12.3.1. Plantación Dentro del huerto familiar es común ver plántulas de mango desarrollándose por sus propios medios a lo largo del año; estas plántulas son apreciadas por su vigorosidad y muchas veces se trasplantan en macetas para procurarlas o se les delimita con un rodete de piedra que además de guardarle el agua resalta su presencia. La semilla seleccionada se debe escoger desde el árbol, no del suelo. Se elige de los mejores árboles en base a las características deseadas (resistencia a enfermedades, vigorosidad del árbol, tamaño y sabor del fruto). Se colocan dentro de un balde con agua y las semillas infértiles flotarán. Se siembra al poco tiempo de haber sido cosechado el fruto, ya que las semillas pierden muy rápido su viabilidad. Con la finalidad de asegurar y acelerar el proceso de germinación de la planta (tres a cinco semanas), se le practica un corte solo al endocarpio fibroso (vaina) para exponer y retirar el cotiledón (la almendra). La siembra del embrión se realiza casi superficialmente, enterrándola dos centímetros con la parte cóncava hacia abajo; el suelo debe tener buen drenaje (arenosa), libre de malezas y en un espacio ligeramente soleado. Se siembra en bolsas de polietileno negras con cuatro kilos de capacidad, introduciendo un embrión por

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cada recipiente. Al momento de germinar, estas plantas sacan varios tallos por lo que se deben retirar dejando únicamente el primer tallo o el más vigoroso. Durante el trasplante a su lugar definitivo se debe cuidar mucho que las raíces se dañen lo menos posible, por lo que se debe procurar que la tierra de la bolsa conserve su forma y así se entierre. El riego requerido por Manguifera indica, es más demandante durante los dos primeros años, después sus necesidades disminuyen solicitando riego una vez cada 15 días por medio de inundación y escorrentía principalmente en huertos familiares y, si el acomodo de los árboles del huerto está dispuesto en hileras, el riego se hace por medio de melgas, que son utilizadas con mayor frecuencia en las huertas. Para obtener una cosecha abundante al inicio de la floración se incrementa el riego a una vez cada 10 días, hasta que comienza a fructificar. La propagación por medio de injerto es más utilizada en las huertas, principalmente para asegurar la calidad deseada y ahorrar tiempo hasta la primera cosecha. Las semillas plantadas en junio y julio están listas para ser injertadas en los meses de diciembre y enero y se pueden colocar dentro del huerto iniciando la temporada de lluvias del siguiente año, por lo que el tiempo requerido para que un árbol de mango injertado ensaye es de tres a cuatro años como máximo. En huertas Manguifera indica es sembrado tanto en sistema marco real (cuadro) como en sistema tresbolillo (rombo) guardando el espacio requerido por cada variedad, ya que la variedad de mango pequeño se siembra más cerca uno de otro a 5x5m y los mangos de mayor tamaño se siembran a una distancia de 14x10m. 4.12.3.2. Fertilización La fertilización de los árboles de mango se ha convertido en una práctica muy común, desde el primer año de vida se recomienda aplicar sulfato de amonio o urea dos veces al año. La primera aplicación se ejecuta al iniciar la temporada de lluvias y la segunda antes de que el temporal termine. 4.12.3.3. Producción La poda es una práctica que debe realizarse por medio de una planeación desde temprana edad de la planta, ya que más adelante puede provocar roturas de ramas e injertos mal ubicados por causa de peso excesivo durante la fructificación. Los frutos son cosechados de forma manual; después de ser cosechados los frutos el mismo día tienen que ser lavados para evitar manchas negras en el fruto por el látex que libera el tallo al momento de ser desprendido el fruto. La variedad de mango manila es el primero en producir de abril a mayo. El mango corriente inicia su producción de mayo a junio, las ramas de este árbol son más duras y se cargan más de fruta, aunque la calidad ni el sabor son los mismos del manila. El resto de las variedades mango petacón y mango manga se pueden cosechar desde marzo a julio.

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La mayor parte de la producción de mango de esta región se vende con anticipación a intermediarios, quienes se encargan de pagar la cosecha y el empaque. El pago se acuerda en base al valor de toda la producción de la huerta y se realiza antes de que dé inicio la cosecha. Existen huertos familiares con viveros que producen plántulas e injertos de mango y otras especies frutales de la región, las cuales son vendidas a visitantes y vecinos que las revenden junto con la fruta de sus huertos. 4.12.4.

Chicozapote

Familia: Especie:

Sapotaceae Manilkara sapota Van Royen

El Chicozapote (Figura 49), es un fruto que crece bien en suelo pedregoso y en pendiente "suelo pobre", no le gusta el atocle y prefiere el barro negro. Es de lento crecimiento y produce frutos a los 5 ó 7 años de haber sido sembrado. Esta especie tolera bien las inundaciones y crece bien bajo sombra.

Figura 49: Chicozapote, Manilkara sapota Van Royen 4.12.4.1. Plantación En Coatlán del Río la gran mayoría de los árboles se propagan por semilla, el árbol se desarrolla bien gracias al abundante riego de las huertas, el fruto globoso de hasta 20 centímetros de diámetro tiene comúnmente cinco semillas. Las semillas se deben colectar de los frutos maduros de árboles previamente seleccionados por su vigorosidad y cuyos frutos estén maduros, sanos y libres de pudriciones, roturas o dañados por agentes externos como ardillas, aves u hongos. Las semillas se pueden ir juntando mientras se come el fruto o partiendo el fruto por la mitad se accede fácilmente a las semillas. Al momento de seleccionar las semillas, dentro de las que no flotaron se escogen las de mayor tamaño, ya que son las más vigorosas para la siembra; son muy fáciles de crecer, no requieren tratamientos y germinan entre las dos y cinco semanas después de la siembra.

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Se siembran de forma horizontal a dos centímetros de profundidad, en bolsa de plástico o semillero, en una mezcla al 50% de tierra de composta libre de malezas y arena lavada. Mientras se desarrolla la plántula, durante los primeros tres meses requiere sombra, pasada esta fecha se le puede mudar a un sitio soleado, siempre con agua suficiente, ya que durante los primeros dos años es muy susceptible a la deshidratación. Es mejor si en el fondo del ahoyado se coloca tierra rica en nutrientes provenientes de la composta. La distancia entre cada árbol con sus ramas abiertas es de 10x10m o se pueden sembrar a una distancia de 5x5m, siempre con la posibilidad de quitar los del medio cuando alcanzan la madurez. El sistema de siembra acostumbrado en terrenos con pendiente es tresbolillo ya que contribuye a disminuir la erosión, dejando una distancia entre árboles de 5x7m. Los árboles no requieren de ningún tipo de poda, además de que sus ramas son fuertes y logran soportar la carga de una cosecha de hasta 3000 frutos al año. En las huertas se realizan podas de las copas para controlar la altura del árbol. Esta práctica, además de facilitar la cosecha, contribuye al desarrollo de las ramas laterales. Al terminar la cosecha se hace una limpieza del huerto, eliminando ramas rotas, secas o enfermas, que son acopiadas en los espacios destinados a la madera. 4.12.4.2. Fertilización Dentro del huerto familiar estos árboles no requieren de fertilizantes granulados, siempre que tengan un suelo rico en materia orgánica y la cantidad suficiente de agua durante todo el año.

En la huerta se agrega fertilizante desde el momento de la siembra debajo de la planta con la finalidad de que las raíces absorban la sustancia de primera mano. Las siguientes aplicaciones se realizan entrando la temporada de lluvias en la circunferencia que marca el área de goteo. Cuando la siembra se hace en terrenos con pendiente el fertilizante se coloca en media luna en la parte superior de la pileta de riego de cada árbol. La cantidad de fertilizante que requiere el árbol guarda una proporción de 50 gramos por cada año de vida del árbol. 4.12.4.3. Producción La temporada de mayor cosecha se lleva a cabo durante los meses de abril a junio, pero es común ver árboles produciendo a lo largo de todo el año. Los frutos se recogen del suelo o del árbol subiendo a las ramas cercanas al tallo y con garrochas con cuchilla desde el piso. Si el fruto tiene una coloración rosada o rojiza ya está listo para ser cosechado. Luego se pone a madurar en un sitio fresco y seco para preservar las condiciones óptimas de consumo; se ha visto que resisten bien en refrigeración, aumentando su caducidad hasta por dos semanas. La madera de Manilkara zapota es utilizada para la elaboración de herramientas de trabajo y vigas para la construcción, debido a que es de muy buena calidad por su dureza, peso y durabilidad.

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4.12.5.

Guanábana

Familia: Subfamilia: Especie:

Annonaceae Annonoideae Annona muricata L.

El guanábano (Figura 50), es un árbol que alcanza hasta 10 metros de altura, su primera cosecha se inicia entre los tres y cinco años de edad y se puede plantar bajo otros árboles como el caimito y mamey. Su fruto es muy apreciado, no solo por su sabor y valor alimenticio, sino por el interés que muestra el mercado y su valor comercial. En Coatlán del Río no existen cultivos comerciales de Annona muricata, únicamente se encuentra dentro de los huertos familiares y en pequeñas poblaciones, por lo que su producción no es muy abundante, pero sí es representativa, ya que durante todo el año es posible la cosecha de estos frutos.

Figura 50: Guanábana, Annona muricata L. 4.12.5.1. Plantación La guanábana se propaga por semilla, la selección de semillas se hace de los árboles con las mejores características fisiológicas que produzcan frutos sanos y grandes. Las semillas se extraen manualmente, se lavan para eliminar el mucílago y se secan a la sombra, después se colocan en un recipiente con agua, para eliminar las semillas flotantes. Las semillas que no flotaron se dejan en agua hasta el día siguiente cuando serán sembradas, ya que mientras más pronto se siembren mayor poder germinativo tendrán. Para su siembra en macetas se requiere una mezcla de tierra de composta y tierra del mismo huerto, que muchas veces es arenosa o de atocle. Las semillas se entierran a una profundidad de dos o tres centímetros, tienen un tiempo de germinación de 25 a 30 días y se pueden sembrar en cualquier época del año siempre que tengan media sombra y agua suficiente. La plántula nacida en semillero se puede trasplantar a los 30 días a una maceta con capacidad para cuatro kilos utilizando tierra de la misma mezcla. El trasplante definitivo es posible realizarlo aproximadamente a los tres meses o cuando la planta alcance una altura mínima de 50 centímetros. Se pueden plantar a una distancia de 6x6 metros y a una profundidad de 40 centímetros en tierra profunda o libre de piedras.

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Durante el primer año se practica el deshierbe manual para evitar dañar las delicadas raíces superficiales de la planta, ya que la competencia por el agua, sol y nutrientes con las malezas perjudican al guanábano menguando su crecimiento y por consiguiente su producción. Debido a que el árbol no es resistente a las sequias, desde el segundo año de vida se le practica una especie de arrope, acercándole montones de hojarasca y tierra alrededor del tronco. De esta forma se aumenta la humedad del suelo bajo la copa del árbol y se mantiene libre de malezas. Los árboles crecen normalmente bajo la sombra de otras especies de mayor tamaño, pero también se ha visto que soportan bien la exposición directa al sol. Cuando los árboles crecen en sombra, tienden a ser más altos que cuando están en áreas soleadas. Las podas de la guanábana se realizan después de la cosecha y consisten en eliminar las ramas secas o enfermas y aquellas ramas bajas que no estén fructificando para evitar que estas lleguen al suelo. 4.12.5.2. Fertilización De acuerdo con los productores estos árboles no requieren de fertilizantes químicos si tienen hojarasca suficiente a su alrededor y agua suficiente. La producción de estos árboles ha disminuido, pero no por la falta de nutrientes, sino por la baja polinización de sus flores. 4.12.5.3. Producción La temporada de mayor producción de la guanábana es durante los meses de abril a junio, aunque a lo largo del año constantemente está produciendo flores que fructifican y están listas para ser cosechadas entre cuatro y seis meses más tarde. Se sabe que el fruto está listo una vez que comience a perder su brillo cambiando su coloración a un tono más opaco. Si se cosecha antes, la pulpa no madura y es amarga. El fruto puede ser cosechado del tronco, ramas o ramitas, se corta manualmente con escalera, tijeras de corte y un canasto o con una garrocha equipada de una navaja en la punta y un saco amarrado sobre un aro metálico donde caen los frutos. Se debe cuidar del manejo del fruto, ya que es delicado y sufre fácilmente mallugaduras por golpes o sobrepeso. 4.12.6.

Limón Persa

Familia: Subfamilia: Especie:

Rutaceae Citroideae Citrus latifolia (Yu. Tanaka) Yu. Tanaka

Debido al aumento en la demanda de este producto a nivel nacional e internacional, el consumo del Limón Persa Citrus latifolia (Figura 51), desplaza cada vez más a su competidor, el limón criollo Citrus aurantifolia. Prueba de ello es la creación de huertas monoespecíficas de Citrus latifolia dentro del poblado, lo que ofrece a las familias y a los productores locales una nueva opción de mercado que se ha venido insertando fuertemente mediante programas de apoyo del gobierno en los últimos años.

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La ventaja de cultivar cítricos, en este caso limón persa, consiste en que los productores tienen la posibilidad de obtener un ingreso continuo durante todo el año, porque se cosecha cada tres o cuatro semanas. Los productores de Coatlán del Río tienen bajas posibilidades de financiamiento; aunque el gobierno ha realizado apoyos proporcionando arbolitos, se tienen algunos problemas en la comercialización del producto, por lo que recurren a los intermediarios locales y regionales.

Figura 51: Limón Persa, Citrus latifolia (Yu. Tanaka) Yu.Tanaka 4.12.6.1. Plantación El limón persa es una variedad de limón sin semilla que se propaga por medio de injertos y empieza a producir al tercer año. Se plantan árboles injertados de un año a año y medio, libres de plagas y enfermedades, con una buena unión entre patrón e injerto y tronco único que mida como mínimo 50 centímetros de altura. Un árbol adulto puede producir frutos durante todo el año, con una mayor cosecha durante los meses más cálidos de abril a junio. No resiste heladas, ni sequías prolongadas y, para asegurar una producción sana y estable a lo largo del año, el árbol requiere de riego frecuente. Los terrenos utilizados para este cultivo generalmente son planos y con buen drenaje. En caso de no ser así, se trazan curvas de nivel en cada hilera de acuerdo a la distancia de siembra entre árboles, que por lo general es de 5x7 metros (entre árboles e hileras respectivamente). El sistema de siembra más utilizado es el de marco real, el cual promueve la ventilación entre los árboles y facilita el acceso durante la cosecha. Antes de la siembra se marcan los puntos donde se colocarán los árboles, el ahoyado que se hace es de al menos 50 x 50 x 50 centímetros. Al momento de la siembra se debe cuidar no desbaratar los terrones que cubren las raíces, para que estas no se expongan. Después de plantar se debe regar abundantemente y mantener la intensidad durante el primer mes regando cada tercer día, después será una vez por semana. El deshierbe inicia después del trasplante y es fundamental durante el desarrollo de los arbolitos. Cuando los árboles son grandes se utilizan herbicidas para destruir la maleza de la base del árbol. Entre las hileras se realiza el deshierbe mecánico cuidando de no lastimar las raíces y la base del tallo.

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En los primeros seis meses cada 30 días se eliminan las ramas que brotan del “patrón” sobre el que se fija el injerto, ya que debilitan el injerto consumiendo el agua y nutrientes disponibles, causando que el árbol tarde más tiempo en producir su primera cosecha. Los siguientes dos años el árbol recibe podas de formación, donde se eliminan las ramas y brotes mal ubicados. Cuando el árbol ya es productivo recibe podas anuales para evitar que las ramas laterales impidan el paso de la luz solar y la copa del árbol crezca más de 3 metros. 4.12.6.2. Fertilización Con el fin de mantener un balance en los elementos que integran el suelo, evitar carencias que afecten la cosecha y obtener producciones de óptima calidad, cantidad y rentabilidad, es indispensable realizar estudios sobre la calidad del suelo para conocer la cantidad de materia orgánica y la acidez del suelo. Por lo anterior se aportan elementos nutritivos al suelo en forma de abonos orgánicos que complementen y mejoren las condiciones del mismo, para disminuir o anular la necesidad de fertilizantes granulados.

Antes de sembrar un arbolito, en el fondo del hoyo se aplican 50 gramos de fertilizante granulado mezclados con dos kilos de composta. Los productos se deben aplicar sobre la zona de goteo, ya que ahí están las raíces que absorben los nutrientes. 4.12.6.3. Producción La cosecha se realiza una vez que la cáscara se vuelve brillosa y lisa, después del corte se evita que la fruta se exponga al sol, colocándose bajo la sombra. La cosecha se realiza a mano, mediante una ligera torsión del pedúnculo o con tijeras de corte. Se procura mantener podados los árboles (2 a 3.5 metros) para evitar el crecimiento de las copas y facilitar la cosecha. Cuando los árboles son más altos se utiliza escalera de doble pie, para evitar daños en la fruta, las ramas, frutos pequeños y flores. El uso de garrochas de madera para arrancar los frutos no se practica para evitar sacudir las ramas y tirar sus flores. El tiempo de almacén no debe exceder las tres semanas, pero los cítricos tienen la ventaja de que se pueden quedar más tiempo colgados del árbol y así fomentar temporadas con una mayor producción. 4.13. Fenología de las especies presentes en los huertos Dentro del huerto es posible observar diferentes etapas en el desarrollo de los árboles de cada especie. Algunos árboles del huerto como los de guanábana, papaya, limón y el chicozapote están produciendo flores en mayor o menor medida durante todo el año, por lo que su producción es constante. La producción diversificada a lo largo del año de las especies del huerto, contribuye a generar un ingreso económico. Las especies de mayor importancia económica coinciden en los meses de Abril, Mayo y Junio temporada de mayor producción, razón por la que el movimiento dentro de los huertos y en la localidad en general aumenta (Cuadro 29).

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Cuadro 29: Calendario fenológico de las especies presentes en los huertos. Familia Anacardiaceae Anacardiaceae Annonaceae Annonaceae Annonaceae Arecaceae

Árbol / mes Mango Ciruela roja Ilamo Guanábana Anono Coco

Bignoniaceae Bromeliaceae Caricaceae Caricaceae Ebenaceae Fabaceae Guttiferaceae Lauraceae Leguminoceae Musaceae Myrthaceae Punicaceae Malpighiaceae Myrtaceae Rosaceae Rubiaceae Rutaceae Rutaceae Rutaceae Rutaceae Rutaceae Rutaceae Rutaceae Sapotaceae

Cuajilote Timbiriche Papaya Bonete Zapote negro Guamúchil Mamey domingo Aguacate Tamarindo Plátano Arrayan Granada Nanche Guayaba Níspero Café Zapote blanco Limón Lima Limón real Toronja blanca Mandarina Naranja Caimito

Sapotaceae

Chicozapote

Sapotaceae

Mamey

F=floración, C=cosecha

Enero

Febrero

Abril

Mayo

Junio

+

+

+

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Sin hojas

Sin hojas F5 - C12

F6 – C13

Diciembre Sin hojas

+

FLORACIÓN

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Marzo

+

+

+

+ +

+ +

+ +

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+

+ F8 – C14

+ F6 – C12

+ F2 – C12

Rebrote F10–C12

FRUCTIFICA

Sin hojas F2 – C12

F3 – C16

COSECHA

F1 – C15 +

+

F4 – C12 +

F2 - C13

MAYOR COSECHA

F2 – C13

Las figuras (52 y 53) muestran la variedad de productos que se encuentran a la venta en las calles del poblado de acuerdo a la época del año. En el periodo que comprende las estaciones de primavera y verano se pueden encontrar aguacate, caimito, chicozapote, guanábana, mamey, mango. Mientras que en las estaciones de otoño e invierno es posible encontrar calabaza, huacamote, maíz, mandarina, naranja, tamarindo y distintas variedades de plátano.

Figura 52: Venta local de frutas de temporada ciclo: Primavera–Verano.

Figura 53: Venta local de frutas de temporada ciclo: Otoño-Invierno.

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4.14. Presencia y ausencia de especies frutales en los huertos Después de obtener el listado de plantas encontradas en los huertos evaluados, se comparó la presencia y ausencia de especies frutales, con los estudios realizados en la localidad de Coatlán del Río, por De la Torre (1977) y por Macías (2005). El listado año 1977, no comparte con el listado de Macías (2005), ni con el listado actual (2011), algunas variedades de Mangifera indica (mango manzano, mango real y mango piña), Prunus pérsica y Theobroma cacao, esto se puede deber a que algunas familias constantemente introducen frutales de otras regiones, dentro de una continua búsqueda de aumentar el número de especies dentro de sus huertos, situación que no siempre tiene resultados positivos. Este mismo interés se ve reflejado en el creciente número de especies reportadas en el listado 2005, en donde destaca la introducción de al menos dos especies de interés comercial como lo son Macadamia ternifolia, Pimenta dioica y distintas variedades de cítricos de posible agrado de la familia. En un menor lapso de tiempo, el listado 2011, muestra que en los huertos familiares, existe una constante introducción de especies de interés comercial, tales como Actinidia chinensis, Anacardium occidentale y Morinda citrifolia, sin dejar a un lado especies del gusto familiar, como Ficus carica, Syzygium jambos y Prunus virginiana.

Cuadro 30: Comparación de especies frutales reportadas en los años 1977 y 2005, que no coinciden con el listado actual (año 2011). Familia Nombre científico N. común 1977 2005 2011 Actinidiaceae Actinidia chinensis Planch. Kiwi x Anacardiaceae Anacardium occidentale L. Marañona x Anacardiaceae Macadamia ternifolia F. Muell. Macadamia x Anacardiaceae Mangifera indica L. Mango machete x x Anacardiaceae Mangifera indica L. Mango manzano x Anacardiaceae Mangifera indica L. Mango real x Anacardiaceae Mangifera indica L. Mango copal x x Anacardiaceae Mangifera indica L. Mango piña x Arecaceae Phoenix dactylera L. Palma de dátil x x Caricaceae Carica papaya L. Papaya hawaiiana x Moraceae Ficus carica L. Higo x Myrtaceae Eugenia uniflora L. Arrayán x x Myrtaceae Syzygium jambos L. Pomarrosa x Myrtaceae Psidum guajava L. Guayaba morada x Myrtaceae Pimenta dioica (L) Merr. Pimienta x Rosaceae Prunus virginiana L. Capulín x Rosaceae Prunus persica L. Durazno x Rubiaceae Morinda citrifolia L. Noni x Rutaceae Citrus reticulata Blanco Mandarina chino x Rutaceae Citrus reticulata Blanco Mandarina reina x Rutaceae Citrus medica L. Cidra criolla x Rutaceae Citrus paradisi Macfad. Toronja blanca x Sterculiaceae Theobroma cacao L. Cacao x

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4.15. Cambio de uso de suelo en Coatlán del Río Con ayuda de imágenes satelitales es posible notar los cambios en la cobertura vegetal de lugares que en un principio habían sido huertos y ahora están siendo abiertos a la agricultura de monocultivos o con invernaderos dedicados a cultivos de flores (Figura 54).

Figura 54: Cambio de huerto a parcela de monocultivos anuales y de parcelas a invernaderos. La presencia de productores de flor ha venido aumentando en la zona. La mayoría de los floricultores vienen del Estado de México y rentan las tierras con riego pagando de 12 a 15 mil pesos por hectárea cada seis meses, por lo que muchos propietarios han elegido esta opción, pasando por alto las consecuencias que implica este tipo de cultivo, que demanda grandes cantidades de productos químicos para su desarrollo y control de plagas, mismas que se ven en la necesidad de refugiarse en los árboles de los huertos cercanos que como regla general, no utilizan fumigantes.

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En Coatlán del Río actualmente se puede encontrar la tendencia a reacondicionar el predio para dar un giro a las actividades que se realizan dentro. En algunos casos, con apoyos del gobierno y en otros con el aporte familiar, se han construido estanques para la cría de tilapia, comercios y albercas que modifican tanto la UH, como las huertas para convertirlas en pequeños balnearios en donde se vende comida a los turistas que visitan el pueblo o en invernaderos para la producción de flores que satisfacen la demanda de los municipios cercanos (Figura 55).

Figura 55: La presencia de invernaderos y comercios afecta directamente el tamaño del huerto.

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En los últimos años el gobierno ha venido otorgando apoyos a fruticultores regalando árboles en edad de trasplante de limón persa (Citrus latifolia) y mango petacón (Mangífera indica) para su producción en monocultivo. Algunos productores aun con este tipo de apoyos continúan formando huertas con producción diversificada que aún guardan similitud con los huertos familiares y las costumbres locales (Figura 56).

Figura 56: Los nuevos huertos muestran una marcada tendencia al monocultivo.

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5. DISCUSIÓN Unidades ambientales El territorio es el resultado de prácticas ejercidas sobre el medio físico, que van desde la no manipulación y preservación, hasta la transformación y aprovechamiento de sus recursos, ambos con el fin de obtener satisfactores (García-Frapolli et al., 2008). Los resultados de la investigación revelan que las características ambientales de Coatlán del Río han permitido el establecimiento de una gran riqueza de especies frutales procedentes de climas más húmedos dentro de los huertos familiares pertenecientes a esta región, que, como ya se ha mencionado, para el área de estudio cuenta con un clima cálido subhúmedo con lluvias únicamente en verano. Se coincide con De la Torre (1977) y Torres (1978), respecto a que este acontecimiento se debe a la manipulación del medio físico, lograda por los antiguos pobladores del lugar, que mediante la aplicación de prácticas y conocimientos lograron modificar el cauce del río implementando el uso de apantles, aumentando la superficie del territorio con acceso al recurso hídrico durante todo el año. Lo que también ocasionó que la humedad del ambiente se incrementara y fuera constante, permitiendo el establecimiento de un mayor número de frutales tanto nativos como exóticos demandantes de agua durante todo el año. Con el fin de identificar la forma en que se aprovecha el territorio, se delimito el área de estudio por medio de unidades ambientales. En el valle se asientan las huertas y parcelas comerciales, por lo que ha sido transformado casi en su totalidad. Mientras que en el lomerío, se asienta el área urbana de la localidad, lugar donde se ubica el mayor número de huertos familiares y parcelas de temporal insertadas en la vegetación conservada. El trabajo realizado por De la Torre (1977), no considera otras formas de aprovechamiento que generan ingreso a la familia y solo propone una división del territorio en dos regiones, la zona urbana, donde se encuentran los huertos familiares y la zona rural donde se encuentran los huertos comerciales. La investigación de García de Miguel (2000) en la península de Yucatán, delimito el área de estudio en zonas agro-económicas, que reflejan la influencia antrópica sobre los ecosistemas de la península a través de un análisis de la historia reciente, aspecto decisivo en la evolución de los huertos familiares.

Composición de la familia El nivel educativo de los miembros de la familia, registró un aumento en el número de hijos que alcanza el nivel universitario, lo que provoca la migración a las ciudades con fines educativos o la búsqueda de nuevas fuentes de empleo con la intención de mejorar su nivel de vida. De acuerdo con Moctezuma (2013), el incremento en los años de educación formal de los hijos campesinos, cambio su percepción sobre la agricultura como una forma de subsistencia familiar, a la agricultura que sólo complementa sus principales fuentes de ingresos; que corresponden a trabajos asalariados.

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Lo anterior ha generado una disminución en la mano de obra familiar que atendía la unidad de habitación, las huertas y las parcelas, provocando no solo que se tenga que recurrir al pago de jornales, sino también a la renta o venta de los predios que han sido propiedad y sustento de las familias por generaciones; debilitado aún más, la función de proveer alimentos y generar excedentes, haciendo real lo que asume Moctezuma (2013), en cuanto a que la agricultura se está alejando de las viviendas, ya que ahora, son consideradas solamente como el espacio de convivencia familiar y descanso, haciendo de la agricultura una idea puramente comercial y no de subsistencia.

Al igual que en otras regiones del país (Cano-Contreras y Siqueiros, 2009) y del Estado de Morelos (Colin, 1990), un factor de riesgo en la permanencia de los huertos familiares de Coatlán del Río, es causado por la migración a las ciudades y al extranjero, dejando esta unidad de producción sin mano de obra familiar, provocando la pérdida de costumbres y la adquisición de nuevos patrones de conducta, orillando a la familia que no migra a contratar mano de obra, para realizar las actividades más pesadas en el manejo del huerto familiar. Así mismo como lo indica Macías (2005), para Coatlán del Río este hecho ha provocado la dominancia de las mujeres en el manejo de los huertos familiares, ya que generalmente son los hombres los que migran.

De acuerdo con Moctezuma (2013), la migración se considerada como una forma de obtener mejores ingresos para sacar adelante a las familias, particularmente en el aspecto educativo de los hijos y en el mejoramiento de las viviendas. El envío de remesas permite a la familia, cambiar la función de sus predios para hacerlos más rentables, construyendo locales comerciales, introduciendo atractivos turísticos, o buscando programas de apoyo al campo para el establecimiento de invernaderos y huertos comerciales.

Unidad de habitación La casa tradicional de Coatlán del Río, obedece a una construcción de tipo vernácula que satisface las necesidades de sus ocupantes en relación con su entorno. Se basa en el uso de materiales locales y la construcción de espacios funcionales y habitables que amortiguan el clima cálido del lugar. La construcción considera la presencia de áreas ventiladas y sombreadas por los árboles del huerto, combinación que, hace la casa más fresca durante los meses secos y por sus materiales más cálida durante los meses fríos, motivo elemental que ha promovido la conservación de la vegetación del huerto. La relación existente entre clima y arquitectura esta explicada por Dollfus (1955), en su muestrario de viviendas características de todo el mundo, afirma que el principal objetivo de las construcciones ha sido siempre la búsqueda de las condiciones óptimas de confort térmico. Según sus análisis, concluye que la tipología constructiva se define más por las zonas climáticas, que por las fronteras territoriales, aunque existan variaciones, producto de particularidades de cada cultura o de disponibilidad de material, por tanto la forma de la vivienda autóctona nace de su relación con el entorno.

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La casa tradicional se construía de manera comunitaria, afirmando los lazos entre familiares y vecinos. El zacate, el barro y las piedras eran los recursos locales más utilizados para la edificación de las diferentes estructuras que comprende la casa; con el mismo fin también se utilizaban ramas y troncos de especies del huerto familiar o de la vegetación nativa circundante, seleccionadas especialmente para cada parte de la casa, lo cual sugiere la existencia de comunidades vegetales de edad determinada. El estudio realizado por Barrera (1980), señala que en la actualidad obtener algunos materiales representa una dificultad, debido a la disminución de la vegetación natural y esto ha conducido a la sustitución de estos insumos, por materiales modernos impuestos a las costumbres regionales y ajenos al clima, pero de fácil acceso.

La construcción de la casa reciente en Coatlán del Río, ya no utiliza muros de adobe y techos de teja con estructuras de madera, pero conserva las principales áreas y estructuras de la casa tradicional, respondiendo a las costumbres locales y las necesidades de la familia, pero adaptándose a los materiales modernos prefabricados (láminas de cartón y asbesto, ladrillo, cemento, varilla, entre otros materiales), que muchas veces no son los más adecuados para aminorar el clima. No obstante la presencia de los árboles del huerto y la pileta del lavadero se mencionan en la propuesta de Olgyay (2002), quien indica que árboles altos alrededor de la casa, proporcionan sombra y su altura no interviene con las brisas, además el aire que incide en el agua de la pileta beneficia refrescando la casa.

La casa tradicional se ha visto en la necesidad de reducir el área destinada al huerto o sacrificar por completo el espacio para la milpa, principalmente por la construcción de nuevas casas para los hijos. El trabajo realizado por Juan-Pérez (2014), en la región Sur del Estado de México, de igual forma indica que el espacio geográfico que ocupan los huertos familiares, está siendo utilizado para fines similares a los que suceden en Coatlán del Río, como por ejemplo, la construcción de otras casas, construcción de establecimientos comerciales y el fraccionamiento el predio para venta o alquiler a inmigrantes.

La casa reciente, al no tener otras viviendas dentro del predio, mantiene el espacio original del huerto e incluso en algunas unidades de habitación, aún se cuenta con espacio suficiente para el cultivo de maíz o huacamote. Sin embargo existen otros retos que afronta la familia, reportados también por Juan-Pérez (2014), en donde la familia expone su pérdida de interés en el manejo de los huertos, argumentando los altos costos de insumos que ahora consideran necesarios, como fertilizantes, abonos orgánicos y pesticidas para el control de plagas y enfermedades; así como, los bajos costos de sus productos al momento de comercializarlos en los mercados.

En cuanto a las estructuras que albergan los dos tipos de construcción, en la casa tradicional, la cocina se ubica afuera de la casa; en la casa reciente la cocina está adentro. En la casa tradicional, la pileta es de piedra y se

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llena de agua con una pequeña desviación de la canaleta que ingresa el agua del apantle a la UH; en la casa reciente es de ladrillo o tabique y se llena con agua entubada. En la casa tradicional, el lavadero utiliza dos rocas grandes por su cara aplanada, una para lavar la ropa y otra para los enseres de la cocina; en la casa reciente, también se utilizan dos lavaderos, pero estos son prefabricados. Se coincide con Ayllón y Nuño (2009), en que la arquitectura y sobre todo los materiales de construcción de la casa reciente han cedido a los embates de la modernización, sin embargo la unidad de habitación tradicional subsiste cuando su estructura y función perdure. Así, en sentido opuesto, la casa vernácula deja de hacerlo cuando la familia modifica sus valores intrínsecos.

Aunque en la actualidad se han hecho diferentes propuestas para definir una tipología de huertos familiares, ninguna ha sido aceptada universalmente por la heterogeneidad de elementos que componen e influyen en estos agroecosistemas. El trabajo de Torres-Rosas (2010), identifica dos tipos de huertos familiares, aquellos orientados al autoconsumo y aquellos que los comercializan. La clasificación que sugiere Lerner et al. (2009), se basa en aspectos socioeconómicos e históricos-culturales en tres estratos que clasifican a la familia en bajo, medio y alto. En este estudio se han definido tres clases de huertos de acuerdo no solo al destino de los productos de las especies cultivadas en el huerto, sino que también considera la forma en que la familia aprovecha el predio de la unidad de habitación, siguiendo la lógica de tener muchas actividades productivas dirigidas hacia tanto al mercado como al autoabasto.

Levantamiento del huerto Dentro del huerto familiar es posible encontrar una amplia gama de plantas útiles, nativas y de otras regiones, que por sus múltiples usos y beneficios que aportan a la familia se prefieren dentro del huerto (Bambaradeniya, 2003). En el inventario de plantas obtenido de los huertos de Coatlán del Río, a grandes rasgos se observa que el 45.12% tienen sus origen en el viejo mundo. Por otra parte, el otro 54.88% de las especies tienen su origen en el nuevo mundo, de los cual el 31.71% son propias de la región y el otro porcentaje está representado por especies del clima tropical húmedo.

La flora de los huertos de Coatlán del Río, ha sido enriquecida desde tiempos prehispánicos principalmente con especies frutales del Sureste de México y Centroamérica, durante la época de la conquista se enriqueció nuevamente con la introducción de especies provenientes de Asia, Europa y África. Esto se puede constatar al comparar los listados de especies frutales realizados por De la Torre, (1977) y Macías (2005), se notó la pérdida principalmente de variedades de Manguifera indica L., Psidium guajava L. y especies como Prunus pérsica y Theobroma cacao. En cambio aumento el número de especies de interés comercial, tales como Actinidia chinensis, Anacardium occidentale y Morinda citrifolia, sin dejar a un lado especies del gusto familiar, como Ficus carica, Syzygium jambos y Prunus virginiana.

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Los principales usos que reciben las especies del huerto familiar, son comestible, medicinal y ornamental, lo cual concuerda con lo planteado por Kumar y Nair (2004), quienes mencionan que la función básica de los huertos familiares tropicales es la producción de alimentos y en consecuencia, son estos los cultivos que más abundan. En cuanto al uso medicinal, las plantas del huerto suelen curar enfermedades comunes que pueden ser atendidas en el hogar a través de remedios caseros, en lugar de pagar por la atención de un doctor y los medicamentos recetados. El estudio realizado en tres localidades del municipio de Cárdenas, Tabasco por TorresRosas (2010), indican que los huertos familiares manejados por mujeres, mantienen una relación de los roles de género socialmente asignados para las mujeres como son la alimentación, el cuidado de la salud de la familia, así como los aspectos estéticos u ornamentales de la vivienda.

La estructura de los huertos de Coatlán del Río, al igual que la reportada por otros autores, para distintas regiones (Caballero, 1992; Alburquerque, 2005; Lane, 2005), guarda una semejanza con la vegetación nativa adyacente, ya que en su interior se conservan especies nativas, principalmente frutales como: ciruela amarilla (Spondias mombin L.), ciruela roja (Spondias purpurea L.), anono (Annona reticulata L.), bonete (Jacaratia mexicana A. DC.), zompantle (Erythrina americana Mill.), huaje blanco (Leucaena leucocephala (Lam) de Wit.) y cirian (Crescentia alata Kunth).

Se evaluó una extensión aproximada de 32,689m2, repartida en 16 huertos familiares donde se registró una riqueza de 86 especies repartidas entre árboles, arbustos, palmas y bromelias cultivadas, con una densidad promedio de 334.4 individuos por hectárea. En Campeche Poot-Pool, et al. (2012), encontraron 89 especies entre árboles, arbustos y palmas con una densidad mayor de 475.3 individuos por hectarea. El número de especies encontradas en Coatlán del Río, también es similar a lo reportado en el área Maya por Caballero (1992), con 83 especies de árboles y arbustos en 60 huertos, quien mencionó que la cantidad de especies aumenta considerablemente si se incluye a las especies herbáceas.

Diversos autores (Lok, 1989; Ospina, 2001; Kehlenbeck et al., 2005), señalan que la estructura del huerto familiar intenta reproducir la estructura de la vegetación natural, en el sentido de que hay una gran variedad de especies en los diferentes estratos, por lo que se aumenta el espacio horizontal aprovechando mejor el espacio vertical, reflejándose en el aumento de la productividad medida en términos de biomasa por unidad de superficie. Esta información es posible comprobarla al comparar la densidad promedio de árboles en el huerto familiar (334.4 individuos por hectárea), con la cantidad reportada para las huertas de Coatlán del Río (118.1 individuos por hectárea), cifra casi tres veces menor a la cantidad de individuos presentes por hectárea en el huerto familiar.

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Prácticas de manejo La ubicación geográfica de Coatlán del Río permite el acceso a importantes recursos hidrológicos, que benefician considerablemente la economía regional, mismos que también influyen en la creación de microclimas y en la vegetación presente en los huertos familiares. En Coatlán del Río, aún existe una organización entre los pobladores en torno al manejo del agua, conservando un manejo tradicional de trabajo comunitario, para la limpieza de los apantles. No con la misma suerte, en otras regiones del país, como es el caso de San Francisco Tepeyanco, localizado a nueve kilómetros al sur de la ciudad de Tlaxcala, Moctezuma (2013) reconoce que también existían tecnologías utilizadas en los huertos -que en otras épocas consistía en canales de irrigación al interior de los huertos- ha cambiado y sólo se utilizan cubetas para regar las plantas, ocasionado principalmente por la disminución del tamaño del huerto y la perdida de interés en obtener recursos de subsistencia. El riego del huerto normalmente se realiza cada 15 días durante la temporada seca; asimismo, al igual que en huertos de la península de Yucatán (Hernández, 2010), se aprovecha el agua que resulta de lavar ropa y enseres de la cocina en el lavadero, haciéndola circular por canaletas de desagüe superficiales en dirección a los árboles del huerto, donde también es aprovechada por algunas plantas adyacentes a las canaletas. El riego de otros anexos como el semillero, hortalizas (cada tercer día), plantas ornamentales (una vez por semana), se realiza con mayor frecuencia dado que las plantas aquí presentes requieren de atención constante. El huerto familiar, como la afirman distintos autores (Caballero, 1992; Ospina, 2001; Gliessman, 2002), es un sistema agrícola capaz de mantener niveles de producción aceptables a lo largo del tiempo, sin la necesidad de insumos externos. La inversión económica necesaria para la obtención de la producción es mínima y, en la mayoría de los casos, las familias de Coatlán del Río se limitan únicamente a realizar los pagos por el servicio de agua de apantle ($200.00 pesos al año), agua potable ($50.00 pesos al mes), y cuando se contratan peones ($130.00 pesos por jornal). La distribución de actividades dentro de la UH, cae principalmente sobre la mujer, que, además de encargarse del hogar, se encarga de la mayor parte de la venta de fruta. La participación del hombre dentro de la UH, se da esencialmente en las actividades que demandan un mayor esfuerzo, ya que por lo general se encarga de manejar la huerta y parcelas fuera de la unidad de habitación. Los hijos dedican más tiempo a los estudios y apoyan en menor medida en la UH, de acuerdo a su género, en las diferentes actividades reportadas. Al igual que en otras regiones (Kehlenbeck et al., 2005; Chi-Quej, 2009; Perea, 2010), el manejo del huerto familiar lo realizan principalmente las mujeres, situación que les permite decidir en las especies que permanecen o se agregan al huerto. Dentro de la localidad, son las mujeres las que más promueven el trueque, esta práctica tradicional sirve de sustento a la familia cuando tiene alguna necesidad y, a falta de dinero, puede intercambiar sus plántulas, plantas ornamentales, plantas medicinales y fruta de sus árboles con sus vecinos por algún otro producto con valor semejante.

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El uso de productos químicos dentro del huerto familiar, se puede decir que es nulo e innecesario (Gliessman, 2002); en los casos que así sucede, es por emplear los sobrantes de fertilizantes o plaguicidas no utilizados en las parcelas de monocultivos o en las huertas y se aplican principalmente en los árboles de mayor demanda comercial o en aquellos árboles enfermos, por lo que en ningún caso sucedió que se aplicaran productos en todos los árboles del predio principalmente por los altos costo, que esta práctica representa.

Dentro de la UH, los espacios para animales principalmente las porquerizas y establos, están abandonados; al parecer ahora ya no se promueve su crianza y lo más común es encontrar un solo ejemplar atado a un árbol; solo las aves andan sueltas, anidan donde ellas eligen y duermen en los árboles del estrato bajo. La causa más probable como también lo indica Moctezuma (2013), es la falta de mano de obra y la disminución en la producción familiar de hortalizas, maíz y otras plantas que servían para alimentarlos, ya que ahora estos productos se compran en las tienditas y mercados sobre ruedas que llegan a la localidad.

Anteriormente cuando los animales de corral y animales de trabajo agrícola, habitaban en la unidad de habitación, estos podían ser vendidos, consumidos, o utilizados en los demás terrenos de cultivo y además proveían de una cantidad importante de abono natural. Ahora, como lo indica Moctezuma (2013), estas actividades ya no son primordiales para la subsistencia familiar, el manejo de animales se considera que implica mucho trabajo alimentarlos y cuidarlos, ya que el trabajo asalariado no deja tiempo suficiente para atenderlos, lo que se traduce en que la agricultura se va alejando del espacio físico de la vivienda. De acuerdo con Mariaca (2012), la ausencia de animales de traspatio no solo ocasiona la pérdida de importantes prácticas para su manejo, sino también afecta directamente en la alimentación de la familia, que suele complementarse con las proteínas de la carne y otros productos de origen animal, por lo que se vuelve necesario pagar o prescindir de ellos, disminuyendo la productividad de la UH y el potencial económico de la familia.

Huertas El manejo de las huertas lo realizan principalmente hombres (el dueño y peones), como también lo indica Moctezuma (2013), mencionando que por ser predios de mayor tamaño, estos sólo los trabajan los hombres, los cuales destinan las cosechas exclusivamente al comercio, donde las plantas del estrato herbáceo son pocas y no siempre son utilizadas por la familia. En la actualidad los principales cultivos comerciales presentes en las huertas de Coatlán del Río, son los de mango, mamey, chicozapote y limón persa. El acelerado cambio en las demandas del mercado puede ser un factor que ocasione grandes pérdidas a los productores, ya que como lo indicó Macías (2005), para las huertas comerciales de Coatlán del Río en el año 2005, las especies más comerciales eran el chicozapote, mamey, caimito y guanábana.

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Las huertas más antiguas son diversificadas por lo que están mejor adaptadas a los cambios que muestre el mercado. En estas huertas se producen principalmente mango, mamey y chicozapote, pero su estructura no está exenta de las demás especies comerciales como los cítricos. Las huertas actuales con no más de 10 años de antigüedad, para su establecimiento reciben mejores apoyos por parte de los programas de gobierno, haciendo necesario el uso del paquete tecnológico para su manejo y capacitación a productores con apoyo técnico de especialistas, con una clara tendencia a reducir el número de especies, enfocándose en los últimos años principalmente en el cultivo de limón persa. Resultados del estudio realizado por Juan-Pérez (2014), indica que en los huertos de menor superficie, existe mayor número de especies vegetales, mientras que en los huertos de mayor superficie (en este caso las huertas) poseen menor riqueza de especies. La situación espacial y el número de especies están asociados con la importancia que atribuyen las familias a sus huertos familiares, pues siempre tratan de dar un uso intensivo que les permita obtener productos todo el año a cambio del autoempleo.

El mercado es uno de los factores que más incide en la modificación de la estructura de los huertos de Coatlán del Río, pues las familias con tal de obtener un mejor ingreso, orientan la producción de frutales hacia las especies comerciales. Así como reporta Macías (2005), las especies más comerciales son a la vez, las que tienen un mayor número de individuos en los huertos familiares de Coatlán del Rio, lo cual ocasiona el desplazamiento de especies silvestres y de usos destinadas al abasto familiar, lo que de acuerdo con Mariaca (2012), ocasiona la perdida no solo de germoplasma y componentes socioculturales, sino también de autosuficiencia alimentaria a nivel familiar y local.

Ingresos monetarios La venta de la producción ocasiona que la familia se relacione con otros productores, comerciantes y consumidores; en este sentido la familia puede tener cierta fama o reconocimiento por el sabor, tamaño y calidad de los frutos que se dan en su huerto. A nivel local, la familia puede contar con un pequeño expendio de fruta al pie de la UH, en el mercado local o en la plaza junto a la iglesia, donde pueden vender los frutos cosechados por menudeo, además de algunas plantas ornamentales, arbolitos del semillero y en ocasiones algunas hierbas aromáticas y medicinales. En caso de contactar con los comerciantes de fruta, estos acaparan la producción completa de las especies comerciales, pero a menor precio para que les resulte atractivo. Resultados similares fueron reportados en Tabasco, por Van der Wal et al. (2011), al mencionar que algunos huertos brindan los insumos para generar valor agregado; otros generan ingresos por venta de los productos cosechados, en puerta de la casa (al menudeo o al mayoreo a comerciantes) a pie de carretera, o en mercados; o bien, disminuyen el gasto al proveer productos para el autoconsumo.

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El tiempo que la familia invierte en el manejo de la unidad de habitación en un año es aproximadamente de 215.05 jornales ($27,956.50 pesos) en donde es la mujer quien invierte más tiempo, pero la familia no se sostiene del ingreso que genera el huerto, sino que este, solo contribuye con la venta de los excedentes. Esta cifra contrasta con la obtenida por Hernández (2011), en Coajomulco, Morelos, donde reporta la mano de obra de dos personas que manejan el huerto con la finalidad de obtener de esta unidad de producción tradicional el sustento familiar a cambio del trabajo durante 240 días al año de ambas personas a un costo por jornal de $150.00 pesos, que al año tiene un valor de $72,000.00 pesos.

Los mayores ingresos reportados para la familia en orden de importancia provienen de la venta de los frutos de mamey, las diferentes variedades de mango, chicozapote y caimito que, unido a las demás especies comerciales, generan un valor de venta aproximado de $33,845.00 pesos al año, que al restar los gastos generados para obtener la cosecha, el ingreso real para la familia es de $24,034.00pesos al año, que al mes significa un ingreso de $2002.83 pesos. En el huerto de Coajomulco, Hernández (2011), reporta que el ingreso económico, no solo proviene de frutales, sino también de monocultivos de flores, razón por la que el huerto demanda mayor mano de obra. Las principales especies en orden de importancia son pera, chile manzano, agapando, manzana, durazno, ciruela y alcatraz, generando una utilidad anual de $118,578.30 pesos asegurando un ingreso mensual para la familia de $9,881.50 pesos.

El estudio de Van der Wal et al. (2011), tiene mayor concordancia con el ingreso que se reporta para la unidad de habitación de Coatlán del Río ($2002.83 pesos), ya que la fracción comercializada de la producción, genera un ingreso promedio estimado (al igual que en el presente trabajo), con base en precios de mayoreo de $2,630.00 pesos al mes, donde se recalca, que la estimación es conservadora, ya que el precio del mercado al consumidor es mayor. El valor de la fruta consumida por la familia en Coatlán del Río, asciende a $13,790.00 pesos al año, que al mes representa un ahorra de $1149.16 pesos. Mientras que en Tabasco el valor de la producción para el autoconsumo era en promedio $1,800.00 pesos por año y se regalaban productos por un valor de $650.00 pesos por año.

Como se mencionó anteriormente en Coatlán del Rio, una forma de complementar el ingreso familiar es mediante la producción de frutales comerciales en huertas. El tiempo que invierte el dueño en el manejo de su huerta en un año, es aproximadamente de 76.5 jornales ($9,945.00 pesos), que equivalen al 72% del total de jornales que requiere la huerta, mientras que los peones se encargan del resto, 29.85 jornales con un valor de $3,880.50 pesos. Al descontar el costo de los insumos y pago de jornales, el ingreso de la huerta es de $39,874.50 pesos. Cifra que complementa a la economía familiar, aportando mensualmente la cantidad de $3322. 87 pesos.

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6. CONCLUSIONES Los huertos de Coatlán del Río son espacios en continua producción que ofrecen múltiples satisfactores a las familias que en ellos habitan, mismas que siguen buscando aprovechar sus predios haciendo un uso diversificado del espacio, así como un uso múltiple de recursos, en base a sus conocimientos del medio y de las condiciones climáticas de su territorio. En Coatlán del Río, esto se puede traducir en el continuo enriquecimiento de la flora presente en sus huertos, iniciando con la introducción de especies del sureste de México y Mesoamérica antes del siglo XVI, lo que propicia un ambiente atractivo para la introducción de cultivos comerciales, que permitan generar recursos monetarios sin que esto implique el abandono de sus cultivos de subsistencia, por lo que se debe promover la permanencia y reproducción de este agroecosistema.

Las casas y los anexos encontrados en la unidad de habitación son el resultado de procesos de adaptación cultural al medio. En su construcción se reflejan también aspectos cotidianos y de su estilo de vida. La mayor parte de los elementos arquitectónicos están orientados al manejo y distribución del agua; por tanto, existe una cultura de manejo del agua, que merece ser valorizada, ya que el futuro de los huertos familiares, así como el de las huertas depende en gran medida de este recurso.

Las difíciles condiciones económicas, políticas y sociales del país han influido para que las familias busquen nuevas formas de obtener dinero, en este caso los cultivos comerciales y el trabajo asalariado han sido la opción para mejorar su situación económica y contar con recursos para invertir nuevamente en cultivos comerciales o infraestructuras dentro de la unidad de habitación para el establecimiento de negocios familiares. De lo contrario las consecuencias se reflejan en las condiciones de vida de las familias involucradas, ya que en algunos casos deciden abandonar la actividad agrícola, con el fin de emplearse en las ciudades temporal o permanentemente en busca de nuevas formas de vida.

La reestructuración de los huertos familiares para adecuarse a la producción de especies comerciales, puede representar a futuro la perdida de la agrobiodiversidad de especies frutales, además de poner en riesgo las funciones ambientales que estos agroecosistemas proporcionan a la región como captación de agua, amortiguamiento climático, fijación de carbono, resguardo de fauna silvestre, entre otros servicios. Los huertos familiares de Coatlán del Río, representan un sistema de conservación de especies y variedades frutales, que nos habla del arraigo de los pobladores a sus raíces culturales, mismas que deben ser revaloradas por las autoridades, quienes deben promover su permanencia, ya que estos sistemas reducen la pobreza, promueven el empleo rural y aprovisionan de alimentos de calidad a la familia.

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Recomendaciones para incrementar el potencial de autoabasto y utilidad de los huertos familiares 1. Colmenares seguros: la deficiente polinización de algunas especies como es el caso de la guanábana (Annona muricata L.), se puede remediar mediante la polinización manual de sus flores, aunque lo ideal sería aumentar las poblaciones de polinizadores, implementando colmenares seguros en huertos ubicados en las inmediaciones de la localidad que garanticen una mayor producción de los frutales. 2. Introducción de hortalizas: es necesario hacer conciencia en las familias sobre el potencial de la producción de hortalizas para el abasto de la familia y su venta local e incluso la conversión en su producción de manera orgánica que busque la certificación, para su venta en los mercados regionales. 3. Establecimiento de cooperativas entre grupos de personas de la comunidad: realizar procesos de conservación e industrialización de los diversos productos que se obtienen de los huertos, tales como la extracción y comercialización de pulpa para la producción de helados, néctares y jugos enlatados; deshidratación para la elaboración de infusiones frutales, conservas, mermeladas y envasado de los principales productos que el mercado demande. Esta condición concibe mejores condiciones para las familias generando fuentes de trabajo e ingresos, ya que el productor, al someter él mismo su cosecha en alguno de los procesos antes mencionados, no sacrifica sus costos ante los intermediarios y disminuye las pérdidas generadas durante el transporte, almacenamiento y procesado de la fruta en fábricas fuera del poblado. 4. Protección del medio ambiente: es necesario que la producción de fruta sea una actividad más eficiente, que permita mantener e incrementar la participación dentro de los mercados mediante la implementación de programas en base a los sistemas de producción tradicional utilizados localmente, que respondan a las necesidades de las familias, sin comprometer aún más la calidad del ambiente, excluyendo el uso de agroquímicos y prácticas no ecológicas. 5. Renovación de individuos adultos: en base a material genético local cuidadosamente seleccionado, para renovar el vigor de los huertos y los niveles de producción. 6. Promover recorridos eco-turísticos: por senderos demostrativos, sin destruir, ni perder la identidad y la integridad del huerto familiar. 7. Hacer conciencia del valor real del huerto familiar como herencia, como propiedad, como abastecedor de alimentos y como status para las siguientes generaciones.

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- 141 -

8. ANEXOS 8.1. Encuesta para la evaluación de huertos familiares en Coatlán del Río, Morelos.

- 142 -

143-

144

145

146

147

148-

149-

150-

151-

8.2. Hojas de croquis en campo. A) Croquis de la unidad de habitación y sus anexos. Leyenda:

Vista Aérea

1_______________

2_______________ 3_______________ 4_______________ 5_______________ 6_______________ 7_______________ 8_______________ 9_______________ 10______________ 11______________ 12______________ 13______________ 14______________ 15______________ 16______________ 17______________ 18______________ 19______________ 20______________

*Ubique la UH en el mapa de la localidad) 152-

*Incluir (plantas, construcciones, caminos y drenajes).

B) Croquis de la estructura vertical de las plantas del huerto según su altura y por estratos.

* (Ubicar árboles, arbustos y su distancia entre ellos mismos).

*Indica el porcentaje que ocupa cada estrato del huerto.

Estrato (12-25m) Arbóreo alto (6-12m) Arbóreo medio (3-6m) Arbóreo bajo (1-3m) Arbustivo

153-

%

8.3. Preguntas guía de la entrevista abierta para aplicar a dueños de huertos familiares en Coatlán de Río, Morelos.

¿Podría platicarme sobre su huerto? --------------¿Quién o quienes lo establecieron? ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo era su huerto en ese entonces? ¿Cuánto medía? ¿Cuánto mide? --------------¿Quién le enseñó a trabajar el huerto? ¿Cómo decide que plantas va a tener en su huerto? ¿Qué más le gustaría tener en el huerto? ¿Cuánto tiempo le dedica? ¿Quién más le ayuda? ¿Cuánto le paga? --------------¿En qué meses produce más su huerto? ¿Qué planta es la que más produce de su huerto? ¿Cuánto obtiene? --------------¿Cuánto tarda la planta en producir su primera cosecha? ¿Cómo se propaga esta especie? ¿Qué condiciones requiere para tener un crecimiento adecuado? --------------¿En qué mes florece? ¿En qué meses fructifica? ¿Cómo selecciona la semilla? ¿Cómo siembra la semilla? ¿Qué cuidados requiere la planta? ---------------¿Cómo abona la planta? ¿En qué mes la abona? --------------¿En qué meses cosechan? ¿Cómo cosechan los frutos? --------------¿Vende todo o también lo ocupa en su casa? ¿Qué medida utiliza para la venta? ¿A cuánto lo vende? ¿Dónde lo vende? ¿Intercambia sus productos o plantas con alguien más?

154

8.4. Listado de Plantas No. Familia 1 Actinidiaceae

Nombre científico Actinidia chinensis Planch.

Nombre común Kiwi

Origen Biogeográfico Asia

2

Anacardiaceae

Anacardium occidentale L.

Marañona

Sudamérica

1–2

3

Anacardiaceae

Mangifera indica L.

Manga

México

1–4

4

Anacardiaceae

Mangifera indica L.

Mango corriente

Asia

1–4

5

Anacardiaceae

Mangifera indica L.

Mango manila

Asia

1–4

6

Anacardiaceae

Mangifera indica L.

Mango petacón

Asia

1–4

7

Anacardiaceae

Pistacia vera L.

Pistache

Europa y Asia

8

Anacardiaceae

Spondias mombin L.

Ciruela amarilla

México y Centroamérica

1–7

9

Anacardiaceae

Spondias purpurea L.

Ciruela roja

México y Centroamérica

1–5

10

Anacardiaceae

Comocladia engleriana Loes.

Hincha huevos

México y Centroamérica

10

11

Annonaceae

Annona diversifolia Saff.

Ilamo

México y Centroamérica

1–2

12

Annonaceae

Annona muricata L.

Guanábana

México, Centro y Sudamérica

1

13

Annonaceae

Annona reticulata L.

Anono

México y Centroamérica

1

14

Apocynaceae

Nerium oleander L.

Adelfa

Asia

15

Apocynaceae

Plumeria rubra L.

Flor de mayo

México, Centro y Sudamérica

3

16

Arecaceae

Chrysalidocarpus lutescens H.Wendl.

Arecas

África

3

17

Arecaceae

Cocos nucifera L.

Coco

Sudamérica y Sureste de Asia

18

Arecaceae

Syagrus romanzoffiana (Cham.) Glassman

Coco plumoso

Sudamérica

3

19

Bignoniaceae

Parmentiera edulis D.C.

Cuajilote

México y Centroamérica

2

20

Bignoniaceae

Crescentia alata Kunth

Cuatecomate o Cirián

México

21

Bignoniaceae

Jacaranda mimosifolia D. Don

Jacaranda

Sudamérica

Donde los Usos en la región son: Comestible (1), Medicinal (2), Ornamental (3) Sombra (4), Cerco vivo (5), Maderable (6), Leña (7), Artesanal (8), Ceremonial (9), Tóxico (10), Aromático (11), Tintura (12).

155-

Usos en la región 1

1

2–3

1–7–8

2–8 3

No. Familia 22 Boraginaceae

Nombre científico Cordia morelosana Standl.

Nombre común Palo prieto

Origen Biogeográfico México

23

Bromeliaceae

Bromelia pinguin L.

Timbiriche

México

1–5

24

Burseraceae

Bursera copallifera (DC.) Bullock

Copal

México

7–9

25

Cactaceae

Opuntia ficus-indica (L.) Mill.

Nopal

México y Centroamérica

26

Calophyllaceae Mammea americana L.

Mamey domingo

México y Antillas

1

27

Caricaceae

Carica papaya L.

Papaya

México y Centroamérica

1

28

Caricaceae

Jacaratia mexicana A. DC.

Bonete

México y Centroamérica

1–2

29

Cupressaceae

Cupressus sempervirens L.

Cipres

Europa y Asia

3

30

Ebenaceae

Diospyros digyna Jacq.

Zapote prieto

México y Centroamérica

1

31

Euphorbiaceae

Codiaeum variegatum (L.) Rumph. ex A.Juss.

Croto

Asia

32

Euphorbiaceae

Euphorbia tanquahuete Sessé & Moc.

Pega hueso

México

2

33

Euphorbiaceae

Euphorbia pulcherrima Willd. ex Klotzsch

Noche buena

Sur de México

3

34

Lauraceae

Persea americana Mill.

Aguacate

México

1–2

35

Leguminosae

Acacia cochliacantha Willd.

Acacia

México

3

36

Leguminosae

Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth.

Guamúchil

México

1–2–5–6

37

Leguminosae

Cassia fistula L.

Lluvia de oro

Asia

38

Leguminosae

Delonix regia (Hook.) Raf.

Tabachín o Framboyán

África

39

Leguminosae

Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb.

Parota o Huanacaxtle

México y Centroamérica

40

Leguminosae

Erythrina americana Mill.

Zompantle

Centro de México

41

Leguminosae

Leucaena esculenta (Sessé & Moc.ex DC.) Benth.

Huaje rojo

México y Centroamérica

1–2–4

42

Leguminosae

Leucaena leucocephala (Lam) de Wit.

Huaje blanco

México y Centroamérica

1–2–4

43

Leguminosae

Tamarindus indica L.

Tamarindo

África y Asia

156-

Donde los Usos en la región son: Comestible (1), Medicinal (2), Ornamental (3) Sombra (4), Cerco vivo (5), Maderable (6), Leña (7), Artesanal (8), Ceremonial (9), Tóxico (10), Aromático (11), Tintura (12).

Usos en la región 2–4–6

1–2–5

3–5

3 3–4 2 1–2–5–6

1

No. Familia 44 Lythraceae

Nombre científico Lawsonia inermis L.

Nombre común Resedad

Origen Biogeográfico Norte de África y Asia

45

Lythraceae

Punica granatum L.

Granada

Asia

46

Malpighiaceae

Byrsonima crassifolia (L.) Kunth

Nanche

México y Centroamérica

1–2

47

Malpighiaceae

Malpighia mexicana A. Juss.

Huachacate

México y Centroamérica

1

48

Meliaceae

Cedrela odorata L.

Cedro

México y Centroamérica

4–6

49

Moraceae

Ficus benjamina L.

Ficus

Asia

4–7

50

Moraceae

Ficus carica L.

Higo

Asia

1

51

Moraceae

Ficus petiolaris Kunth

Amate

México

4

52

Musaceae

Musa acuminata L.

Plátano limón

Asia

1

53

Musaceae

Musa acuminata L.

Plátano morado

Asia

1

54

Musaceae

Musa acuminata L.

Plátano tabasco

Asia

1

55

Musaceae

Musa paradisiaca L

Plátano dominico

Asia

1

56

Musaceae

Musa paradisiaca L.

Plátano macho

Asia

1

57

Musaceae

Musa paradisiaca L.

Plátano perón

Asia

1

58

Musaceae

Musa sapientum L.

Plátano guineo

Asia

1

59

Musaceae

Musa sapientum L.

Plátano manzano

Asia

1

60

Myrtaceae

Syzygium jambos (L.) Alston

Pomarrosa

Asia

1

61

Myrtaceae

Psidium guajava L.

Guayaba blanca

México y Centroamérica

1–2–6

62

Myrtaceae

Psidium guajava L.

Guayaba rosa

México y Centroamérica

1–2–6

63

Myrtaceae

Psidium sartorianum (O. Berg) Nied.

Arrayán

México y Centroamérica

1–2–4–6

64

Nyctaginaceae

Bougainvillea berberidifolia Heimerl

Bugambilia

Sudamérica

2–3–5

65

Passifloraceae

Passiflora edulis Sims

Maracuyá

Sudamérica

1–2–5

157-

Donde los Usos en la región son: Comestible (1), Medicinal (2), Ornamental (3) Sombra (4), Cerco vivo (5), Maderable (6), Leña (7), Artesanal (8), Ceremonial (9), Tóxico (10), Aromático (11), Tintura (12).

Usos en la región 3 – 11 – 12 1

No. Familia 66 Piperaceae

Nombre científico Piper auritum Kunth

Nombre común Hoja santa

Origen Biogeográfico México

67

Poaceae

Bambusa vulgaris Schrad.

Bambú

Asia

5–6

68

Rosaceae

Eriobotrya japonica (Thunb.) Lindl.

Níspero

Asia

1–2

69

Rosaceae

Prunus virginiana L.

Capulines

México, Norte América

1

70

Rosaceae

Rosa centifolia L.

Rosal

Asia

3

71

Rubiaceae

Coffea arabica L.

Café

Asia y África

1

72

Rubiaceae

Morinda citrifolia L.

Noni

Asia

73

Rutaceae

Casimiroa edulis La Llave

Zapote blanco

México y Centroamérica

74

Rutaceae

Citrus aurantiifolia (Christm.) Swingle

Limón criollo

Asia

75

Rutaceae

Citrus latifolia (Yu. Tanaka) Yu. Tanaka

Limón persa o injertado

América

1

76

Rutaceae

Citrus limetta Risso

Lima

Asia

1

77

Rutaceae

Citrus limon (L.) Osbeck

Limón real

Asia

1

78

Rutaceae

Citrus paradisi Macfad.

Toronja

Asia

1

79

Rutaceae

Citrus reticulata Blanco

Mandarina

Asia

1

80

Rutaceae

Citrus aurantium L.

Naranja agria

Asia

1

81

Rutaceae

Citrus sinensis (L.) Osbeck

Naranja dulce

Asia

1–2

82

Rutaceae

Murraya paniculata (L.) Jack

Limonaria

Asia

3

83

Sapotaceae

Chrysophyllum cainito L.

Caimito

México y Centroamérica

1

84

Sapotaceae

Manilkara sapota Van Royen

Chicozapote

América

1–6

85

Sapotaceae

Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn

Mamey

México, Centro y Sudamérica

1–6

86

Solanaceae

Brugmansia candida Pers.

Floripondio

México, Centro y Sudamérica

2–3–9

158-

Donde los Usos en la región son: Comestible (1), Medicinal (2), Ornamental (3) Sombra (4), Cerco vivo (5), Maderable (6), Leña (7), Artesanal (8), Ceremonial (9), Tóxico (10), Aromático (11), Tintura (12).

Usos en la región 1–2

1–2 1 1–2

8.5. Listado de plantas con uso medicinal Nombre científico

Nombre común

Uso

Parte de la planta

Preparación

Acacia farnesiana (L.) Willd.

Huisache

Dolor de muelas

Vainas

Aloe vera L.

Sábila

Inflamación

Hojas

Aloysia citriodora Palau Annona diversifolia Saff.

Cedrón Ilamo

Empacho Mejora la digestión

Hojas Fruto

Frescas meterlo en la boca Se calienta en un comal, se quitan las espinas, se abre para exponer el centro y se le pone sal, para después aplicar y dejar hasta que se enfríe en el área afectada Tomar infusión , combinar con manzanilla Licuado por las mañanas

Annona muricata L.

Guanábana

Cáncer

Hoja

Tomar infusión

Anoda cristata (L.) Schltdl.

Violeta

Sana heridas

Hojas

Hervir y aplicar sobre la herida

Aster hesperius A. Gray

Te negro

Para la diarrea

Hojas

Tomar infusión

Bougainvillea berberidifolia Heimerl

Bugambilia

Para la tos

Flor

Tomar infusión, combinada con alcanfor es más potente

Chrysophyllum cainito L.

Caimito

Diabetes y reumatismo articular Afrodisíaco

Hoja

Tomar infusión

Fruto

Comer fresco regularmente

Crescentia alata Kunth

Cirián o cuatecomate

Enfermedades respiratorias

Hervir las semillas

Tomar infusión

Equisetum arvense L.

Cola de caballo

Limpia el riñón y próstata

Tallo

Tomar infusión

Erythrina americana Mill.

Zompantle

Dolor de muela

Semillas molidas

Ponerla dentro de la boca

Cura las quebraduras y torceduras

Látex

Untar en parte afectada y colocar un parche hasta sanar

Euphorbia tanquahuete Sessé & Moc. Pega hueso

159-

Nombre científico

Nombre común

Uso

Parte de la planta

Preparación

Matricaria chamomilla L. Mentha piperita L. Ocimum basilicum L.

Manzanilla hierbabuena y albahaca

Dolores menstruales

Flor y hojas

Tomar infusión de las tres especies juntas

Mentha piperita L.

Hierbabuena

Dolores

Hojas

Tomar infusión

Parmentiera edulis D.C.

Cuajilote

Infecciones del riñón

Corteza y fruto

Crudo o cocido se licua y se toma en las mañanas

Flor

Tomar infusión

Maracuyá

Para la tos y los nervios Desveladas y resacas

Fruta

Fresco

Passiflora edulis Sims Plumeria rubra L.

Flor de Mayo

Dolor de oído

Flor

Tomar infusión

Portulaca oleracea L.

Verdolaga

Postemillas bucales

Hojas

Poner directo en la zona afectada

Psidium guajava L.

Guayaba

Hojas

Tomar infusión , combinada con manzanilla y canela

corteza

Tomar infusión

Psidium sartorianum (O. Berg) Nied.

Arrayán

hojas

Tomar infusión

Puntas de ramas, cortadas con ciertas medidas y cierto número de hoja

No se observo

Colitis estreñimiento y dolor de estomago infecciones de garganta diurético y antidiarreico

Senecio salignus DC.

Jarilla

Para el mal de ojo, aires y para hacer limpias

Swietenia humilis Zucc.

Árbol del zopilote

Diabético

Semillas

Tomar dos semillas en la mañana y dos en la noche

Piquete de alacrán

Baba de la hoja

Aplicar sobre el piquete

Xanthosoma robustum Schott

Hoja elegante ó Posquelite

Para madurar los frutos

Hojas

Se forra por dentro una caja de madera con estas hojas, se introducen los frutos y se tapa con más hojas,

160-

8.6. Glosario de manejo -Animal cerrero: Es aquel animal que no es dócil, no se deja tocar y pueden ser violentos. -Achololera: Canal utilizado como desagüe del huerto, que reintegra el agua al río. -Apachicho: Cuando el árbol sigue tierno y aun no se ensaya. -Apantle o apancle: Del náhuatl atl, agua, y pantli, hilera, es un sistema de riego prehispánico que sirven para llevar el agua a los huertos familiares y campos de cultivo de la región, en un principio estaban hechos solo con piedras barro y palos, pero estos han sido modernizados y ahora son de piedras y cemento y tienen compuertas de metal para controlar la dirección y la intensidad. -Arado: Instrumento de agricultura que, movido por la fuerza animal o mecánica, sirve para labrar la tierra, abriendo surcos. -Ayate: Es un saco abierto con una argolla de donde se ancla a la cuerda. -Desbrozadora: Maquina con motor a gasolina y aceite de 2 tiempos. -Ensayar: Cuando un árbol joven da su primera fructificación. -Jehuite: Hierba con florecita amarilla que es muy resistente a los herbicidas. -Labrar: Es la acción de preparar la tierra de cultivo volteándola mediante el arado. -Marco real: Se siembran los arboles uno en cada esquina de un cuadro dependiendo el árbol de 7 a 15 metros de separación. -Melga: Son los 2 surcos que pasan por ambos lados de un árbol, se hacen dentro de la zona de goteo del árbol y son utilizados para el riego de la huerta. -Rompe agua: Pequeño dique que detiene la fuerza del agua, para evitar la pérdida del suelo y distribuye la corriente por los surcos. -Roturar: Es la acción de labrar la superficie del terreno con una profundidad no superior a unos 30 centímetros. Con esta tarea se consigue oxigenar el terreno y permitir la entrada de otros agentes introducidos por la acción humana o natural. Es la abertura progresiva de nuevas tierras. -Surco: Canaleta hecha para llevar el agua desde el apantle hasta las plantas. -Tecorralero: Es el encargado de hacer los corrales de piedra llamados “tecorrales”. Es compañero del Teyolero. -Teyolero: Es el peón del Tecorralero. Es quien arrima la piedra para que este construya el tecorral. -Tlalamite: Matón difícil de erradicar. -Tresbolillo: Se siembran en las esquinas de un triángulo dejando 6 metros entre filas y 4 entre los de la misma línea o 7 x 5 para dejar espacio y entre la camioneta.

161

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