Estudios Sociales de la Contabilidad: Abriendo mundos nuevos en la investigación y la práctica contable

June 14, 2017 | Autor: J. Espinosa Cristia | Categoría: Estudios Sociales, Contabilidad, Performatividad
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Descripción

XIX CONGRESO NACIONAL DE CONTADORES DE CHILE Valdivia, 18, 19 y 20 de Noviembre 2015 REGIÓN DE LOS RÍOS Consejo Regional de Los Ríos - Colegio de Contadores de Chile

COLEGIO DE CONTADORES DE CHILE XIX CONGRESO NACIONAL VALDIVIA 2015 “SUPERANDO LOS GRANDES DESAFIOS DE NUESTRA PROFESION”

Estudios Sociales de la Contabilidad: Abriendo mundos nuevos en la investigación y la práctica contable Juan Felipe Espinosa Cristia Escuela de Comercio, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Financiado por Fondecyt N° 11140432 Jonathan Hermosilla Cortés Escuela de Comercio, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

La idea de que la contabilidad es un área poco visitada por la sociología, la antropología y otras ciencias sociales no es nueva. De hecho, tal como lo comentan Vincent Lepinay y Michel Callon (Lépinay y Callon, 2009) en un ensayo en honor del Profesor Anthony Hopwood, sería en el primero número de la conocida revista ‘Accounting, Organization and Society (AOS) en donde el mismísimo Profesor Hopwood (Hopwood, 1976) reconociera la importancia de los estudios sociales y el potencial impacto en el avance de la investigación para con la contabilidad. De hecho, el citado autor, realizó aportes fundamentales al modo de entender la contabilidad, bajo la influencia de uno de los mayores cientistas sociales de nuestra época. Me refiero aquí a Michel Foucault (Agudelo-Vargas, 2013). La contabilidad 1

entonces queda indiscutiblemente relacionada con el fenómeno social al desear representar los hechos económicos de las organizaciones y el mundo en general.

Hablando desde el grupo de estudios que se relacionan con los estudios de la gubernamentalidad, será Peter Miller (2001) quien plantee que si bien la sociología redescubrió la economía, ésta ciencia social ha ‘olvidado’ la contabilidad. Es allí donde dicho autor plantea entonces visitar la pregunta sobre las prácticas de cálculo que hacen visible la economía, prácticas que por cierto están íntimamente ligadas a la experticia y a la contabilidad. Aún más, Hatherly, Leung y MacKenzie (2008) insisten en que si bien los estudios de la contabilidad desarrollados en el journal Accounting, Organizations and Society si han realizado el difícil y trans-disciplinario paso desde la contabilidad hacia la sociología, ‘el entusiasmo no ha sido recíproco’ (Hatherly, Leung y MacKenzie, 2008: 131). De hecho, continúan éstos autores, la colaboración entre sociólogos y estudiosos de la contabilidad ha sido inusual. La excepción que confirma la regla es el trabajo de Nikolas Rose y Peter Miller en la ya comentada Escuela de la Gubernamentalidad para los estudios de la contabilidad.

Hoy por hoy, los estudios sociales de la contabilidad -Social Studies of Accounting por su nombre en lengua inglesa, es decir aquellas perspectivas adoptadas por expertos contables que han avanzado hacia un estudio basado en ciencias sociales para la comprensión de las prácticas contables han sido reconocidas dentro una paleta de aproximaciones al estudio de la contabilidad. Dentro

de éste grupo se encuentran: la economía política de la

contabilidad, las perspectivas interaccionistas para el estudio de la contabilidad, la aplicación de las ideas de la gubernamentalidad ‘foucaltiana’ en la contabilidad, los estudios neo-institucionalistas de la contabilidad y por cierto la original aproximación ya citada de Hopwood sobre ‘el estudio de la contabilidad en el contexto en el cual ella opera’ (Hopwood, 1983).

El presente ensayo, buscará mostrar el potencial de los estudios sociales de la contabilidad y una línea menos conocida en el concierto de las ciencias sociales locales. Esto es, los Estudios de la Ciencia, Tecnología y Sociedad más conocidos como CTS -Science and 2

Technology Studies, por su nombre en inglés. Por un lado, los estudios sociales de la contabilidad, se han centrado en la pregunta sobre la calculabilidad, tecnologías de medición, prácticas de cálculo y como éstas dan cuenta del ordenamiento económico y social de las organizaciones y la sociedad como un todo. Por otro lado, los CTS acerca del cálculo y la objetividad (Lépinay y Callon, 2009: 259). Es el mismísimo Bruno Latour1 (1987) en su texto Science in Action: How to Follow Scientists and Engineers Through Society, texto fundacional para los CTS, que el autor estudia cómo es que se construye la objetividad en una heterogénea red de científicos, papers, resultados de laboratorio y variados dispositivos materiales-discursivos. Por otro lado, en otro texto fundamental, será Michel Callon (1998) quien constatará que una forma en que la economía debe ser estudiada es ‘al natural’ –in the wild, es decir, siguiendo a aquellos que la construyen en el día a día, en gran medida utilizando herramientas y dispositivos que permiten el cálculo mismo de aspectos relacionados con las organizaciones y la sociedad en general. Por cierto, uno de los actores centrales a estudiar serán los Contadores. Esto porque para Callon, la economía se construye justamente con aquellas herramientas en que Contadores permiten la visualización de las variables económicas y financieras de las organizaciones. Es decir, ‘las prácticas de la contabilidad crean activamente, más que sólo reflexionan, la realidad económica’ (Mennicken, 2002: 18)

Pero, ¿deben los Contadores ocuparse por éste tipo de preguntas, digamos más bien socioculturales, por nombrarlas de alguna manera? Nuestra respuesta clara es, ¡por cierto que sí! De hecho, en la introducción de un importante compendio de textos editados sobre los estudios sociales de la contabilidad, editado por dos importantes estudiosos de la contabilidad, como son Norman Macintosh y Trevor Hopper (2005), los editores comentaban que lo social y lo político son, hoy por hoy, aspectos centrales de los estudios contables, dado el impacto que tiene la práctica contable en las organizaciones y la sociedad como un todo. Los editores citan además la creciente necesidad de reflexionar sobre éstos temas, dados los escándalos en Norteamérica y en el mundo. Seguramente el caso Enron se encontraba en la mente de su texto, pero también llaman a construir una 1

Reconocido como uno de los padres de los modernos estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad

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práctica de investigación que permita reducir el espacio que existe entre los ‘ocupados profesionales y la cuidada investigación de los estudiosos de la contabilidad' (Macintosh y Hopper, 2005: 1).

El hecho de que la contabilidad pueda ser considerada como co-creadora de la realidad económica de la que da cuenta es por cierto suficientemente relevante como tomar atención respecto de las preguntas que realizan los Estudios de la tecnología. En particular, entendiendo la contabilidad –al menos en una parte importante- como una tecnología social, como lo han venido demostrando los CTS. Creemos que para los profesionales de la contabilidad será muy importante comprender y analizar aquellas aproximaciones que han comenzado a mirar las prácticas de cálculo desde la nueva sociología ‘performativista’ como la ha llamado Marion Fourcade (2007). Es ésta línea de que mezcla los CTS con la Sociología Económica, la que podría perfectamente venir a ser un buen complemento para el trabajo comenzado por los ya más tradicionales estudios sociales de la contabilidad.

No es que las aproximaciones de los estudios de la gubernamentalidad se encuentren erradas en su diagnóstico de lo que se puede hacer contable o imputar a un centro de responsabilidad o en las personas (ver para éste caso el trabajo de Miller & O’Leary, 1994). Lo que aquí planteamos es que en la medida de que avanzamos en una comprensión más interdisciplinaria de las prácticas contables, la pregunta central sobre la objetividad y sobre los mismos fundamentos y el concepto que tenemos de calculabilidad y mecanismos de cálculo, es el que se ponga en la mesa de la discusión. Es sólo de ésta manera, que podremos entender cómo es que sucede la interacción entre lo social y lo técnico y cómo es que la contabilidad no sólo da cuenta de los sucesos económicos, sino que también los ‘enacta’ para utilizar la expresión de Law y Mol (1995).

El caso es particularmente interesante para aquellos aspectos en donde se producen innovaciones en la economía. Un ejemplo actual y bastante bullado, son los mercados de derivados financieros. Un autor que ha sido pionero en éste trabajo es Vincent Lepinay. Estudiando etnográficamente (socio-culturalmente) la operación de un banco de inversiones, Lepinay (2007) ha construido un caso fundamental para comprender cómo 4

opera el banco y cómo genera innovaciones, por ejemplo al estructurar productos que permiten a los clientes del banco controlar el riesgo financiero de sus operaciones.

El caso

de Lepinay, abre interesantes preguntas para preguntarse sobre qué se está haciendo en nuestros mercados locales, y en particular, cuáles productos se están vendiendo y cómo es que éstos se calculan y registran en el contexto de la banca de inversión y las operaciones que ésta realiza con clientes corporativos –AFPs, Compañías de Seguro, empresas en general.

En un trabajo financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) nos encontramos estudiando de manera socio-cultural el mercado de capitales y en particular, la operación de las mesas de dinero de dos importantes bancos de la plaza. El objeto central del estudio, es la observación de los Trader2 que operan productos –en su mayoría derivados- que son tomados para satisfacer los ‘flujos’ de clientes de los bancos. Productos como los swaps de tasas de interés –IRS- se transforman en vehículos que permiten reducir el riesgo del banco o en otras oportunidades lograr una buena utilidad cuando son vendidos a clientes corporativos. Si bien la construcción de los productos es conocida3, sin embargo, en muchos casos observados, posee interesantes aspectos que varían y que dependen del contexto en el que se realizan las operaciones.

Es así como por ejemplo, se observó a los Traders colaborando en la construcción de productos sintéticos, en donde mezclaban más de un tipo de derivado y activos subyacentes –por ejemplo tasas de interés- trabajando en conjunto, es decir, colaborativamente. Un caso particular, mostró al Trader de IRS, colaborar con el Trader del instrumento basis swap de tasa libor con tasa cámara local –es decir el intercambio entre dichas dos tasas flotantes. En dicho caso, el negocio se cerró con un cliente del banco y se logró construir un ‘paquete’ específico para que dicho cliente corporativo redujera el riesgo de exposición frente a tasas internacionales y locales, pero además, se tomó un swap de tasas locales –por parte del otro Trader- lo que permitió lograr balancear la posición de riesgo del banco. 2

En éste caso, nos referimos al Market Maker, es decir, al operador que hace mercado, tomando una posición que implica siempre algo de riesgo y potencial rentabilidad para un banco de inversión que opera en el mercado de Capitales/Valores de Chile. 3 Al respecto ver por ejemplo el Morales & Fernández (2002): Los Productos Derivados en Chile

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En todo momento, el uso de tecnología de la información instantánea –en éste caso Bloomberg- que permitía estar en contacto con el cliente vía chat, pero además conseguir la evolución del mercado de Libor versus tasas cámara locales y la interacción de los Traders colaborando se mezclaron de manera interactiva y compleja. Sin embargo, hacia el final del día de operaciones, cuando se encontraban cerrando el trading diario e ingresando la operación realizada al sistema, se produjo una negociación entre ambos ¿Quién es el que inscribe y qué parte de la operación? Aquí entonces observamos que los Traders negocian cuál parte de la operación tendrá efectos en el resultado diario –lo que en su lenguaje se llama la curva- de su portfolio. Esta negociación tiene implicancias importantes para el proceso de contabilización del rendimiento diario de su trabajo.

Es aquí entonces que un concepto interesante que puede ser movilizado desde los CTS para comprender la compleja red que se genera cuando se vende un producto derivado a un cliente corporativo, es el de agenciamiento socio-técnico (Callon, 2007). Este concepto, proviene directamente de la tradición de los CTS y su trabajo con la teoría actor-red. Esencialmente, implica que el dispositivo en el que se transforma la formula, o la conjunción de fórmulas como es en éste caso, no puede ni debe ser considerado en forma independiente del proceso de negociación y cálculo en que ha devenido el resultado del mismo. Sin las pantallas bloomberg, el sistema interno de imputación de operaciones de mercado de valores, los sistemas que entregan los Brokers que dan su servicio para que el mercado de derivados OTC –Over the Counter- sea líquido en Chile, y por cierto la operación de la negociación entre los Traders del banco, no sería posible construir el producto final que satisface la necesidad del cliente corporativo.

Sin embargo, aún hay una dimensión que no ha entrado en el análisis señalado en el párrafo anterior. La calculabilidad y cómo se trata en los sistemas del banco, también depende del trabajo realizado por Morales y Fernandez (2002). Son ellos, profesionales de mesas de dinero, quienes en su texto: ‘Los Productos Derivados en Chile’ demostraron y con dichas 6

demostraciones (Stark y Paravel, 2008) lograron generar ‘escuela’ de cómo realizar los swaps de tasas de interés y otros derivados en Chile. Esto no es sólo haber traído las ideas de los textos extranjeros acerca de derivados, sino que generó todo un trabajo de ‘traducción’ (Brown, 2002) que permitió que muchos operadores y gente relacionada con la banca de inversiones, fuera formada bajo las formas en que los derivados se tratan, calculan y entienden en Chile. Esto es particularmente importante porque uno de dichos autores operaba en una mesa de dinero, en particular en la del BancoEstado. Además, el documento es un claro paso obligatorio en la mesa donde realizamos la investigación, ya que, fue entregado como lectura el primer día de observación de campo por parte de uno de los Gerentes de la misma y recalcando que resumía el trabajo que entre ellos –en el tiempo que dicho Gerente operaba- habían realizado para ordenar el trabajo realizado en derivados en mesas de dinero en Chile.

Es éste punto el que nos lleva a entender que el documento es también parte de una red heterogénea de elementos que permiten entender mejor cómo es que se calcula y cómo es que se han construido los instrumentos derivados, y por consiguiente, el mercado ‘Over The Counter’ de ellos en Chile. Como hemos visto, la forma en que la contabilidad se inmiscuye en el proceso de negociación de los Traders y del resultado económico de que ellos dan cuenta a diario es también central. La línea es delgada cuando se trata de definir qué es lo contable y qué es lo financiero en el ejemplo presentado. El mismo documento de Morales y Fernandez trata el tema de cuál es la normativa que aplica sobre derivados en Chile, citando el Compendio de normas financieras y de cambios del Banco Central de Chile y citando además el Boletín técnico N°57 de Colegio de Contadores, derogado a partir de la implementación de las Normas Internacionales de Información Financiera, en paticular la NIC 39 y la NIIF 9 que próximamente entrará en vigencia. Punto que claramente llama a una revisión por parte de los Contadores y de las nuevas IFRS.

Lo importante del ejemplo, es mostrar cómo es que dicho documento y en particular su uso, directa o indirectamente, es parte de la intrincada red que se teje cuando se calcula un derivado en una mesa de dinero y luego se cierran dichas posiciones en los libros del banco y de los clientes corporativos del mismo, pasando por el resultado diario de cómo se mide 7

la efectividad y eficacia de un Trader. Es éste el punto relevante para el presente texto. El programa iniciado hace mucho ya acerca del ‘estudio de la contabilidad en el contexto en el cual ella opera’ (Hopwood, 1983) es hoy más importante que nunca respecto de los derivados y se encuentra en el centro de la línea performativista de la sociología económica. Aquí cabe preguntarse, ¿cómo es que ahora enactará las operaciones sobre derivados de los bancos de inversión en Chile, el hecho de que se deben contabilizar vía IFRS? Esta es una particular forma de ‘hacer contabilidad de derivados’ y ciertamente tendrá un efecto sobre la operación de los mismos.

Tal como lo hemos observado en la mesa, un cambio incluso de forma en que se realizan los pagos, como es el caso de la nueva Cámara de Compensación de Derivados – COMDER- tiene efectos notables en las estrategias de los Traders de revelar o no información cuando realizan sus operaciones. Entonces, ¿Por qué no hacer la pregunta que cambios en la estrategia de los Traders puede tener el cambio en una particular normativa, sea esta externa o interna al banco?

Por último, el pensar en el poder generativo de la contabilidad, nos lleva a pensar la derivación como una operación básica que debe ser estudiada en el agenciamiento sociotécnico que se forma entre la fórmula (Lépinay y Callon, 2009) –es decir conocimiento de finanzas y de economía financiera y/o ingeniería económica- más aquellos aspectos de los sistemas que median en la operación del banco y los aspectos más económicos de los mercados Over the Counter en Chile. La contabilidad se encuentra ciertamente en el centro de ésta ‘economía moral y política’ que se conforma cuando los Traders colaboran para generar una ‘solución’ a un cliente corporativo del banco de inversión. La contabilidad no debe más ser considerada en forma aislada de las otras tecnologías de hacer la economía ‘al natural’, es parte central y fundamental de cómo se realizan los mercados de derivados en Chile.

Referencias 8

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