ESTUDIOS ETNOBOTÁNICOS PRELIMINARES EN ALGUNAS COMUNIDADES DE MATURÍN: RESCATE Y EMPODERAMIENTO SOCIOPOLÍTICO DE LOS SABERES ANCESTRALES LOCALES.

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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA CENTRO DE ESTUDIOS SOCIALES Y CULTURALES (CESYC) NUCLEO DE INVESTIGACIÓN EN ECOLOGÍA SOCIAL Ing. JOSÉ GREGORIO ORTIZ” (CIES), SEDE MONAGAS.

ESTUDIOS ETNOBOTÁNICOS PRELIMINARES EN ALGUNAS COMUNIDADES DE MATURÍN: RESCATE Y EMPODERAMIENTO SOCIOPOLÍTICO DE LOS SABERES ANCESTRALES LOCALES. Prof. Miguel Angel Sánchez Mercado. Programa de Formación de Grado en Gestión Ambiental, Centro de Estudios Sociales y Culturales. Núcleo de Investigación en Ecología Social Ing. “José Gregorio Ortiz”, Universidad Bolivariana de Venezuela, Sede Monagas. Junio del 2013. En tiempos recientes, y cada vez de forma más frecuente, ha empezado a rondar por nuestras mentes y a instalarse en nuestros deseos una pretensión: la de ser creadores de un pensamiento propio. Empezamos a escribir en nuestros textos, a inscribir en nuestros programas educativos y a manifestar en nuestras acciones ambientalistas, la aspiración a dar a nuestro pensamiento ambiental la certificación de una denominación de origen: Latinoamérica.1.

Palabras claves: Etnobotánica, Ecología Política, Saberes Ancestrales, Ecosocialismo, Relaciones de uso etnobotánico,

Introducción:

Algunos

referentes

geopolíticos

y

sociales

de

la

etnobotánica

latinoamericana y venezolana. Si bien el uso antrópico que se les da a las plantas se origina desde que el ser humano se encuentra habitando nuestra Pachamama2, la sistematización y estudio de las mismas se reconocen ancestralmente cuando se observan las primeras relaciones de utilidad de diversos vegetales para establecer la cotidianidad del entorno social. Infinita sería pues, la extensión de usos y aplicaciones de elementos vegetales que a lo largo de la historia humana se han desarrollado, hoy en día con mayor finura en diversos campos, disciplinas y afortunadamente, aún en entornos sociales que conservan usos ancestrales de elementos botánicos con diversos intereses: curativos, alimenticios, mágico-religiosos y muchos otros más. Es por ello, que en el presente trabajo intenta presentar en sus aproximaciones investigativas aquellos elementos que puedan delinear orígenes de la etnobotánica latinoamericana en general y venezolana en particular, tomando en cuenta lo ancestral que fundamenta dicha nominalidad, 1

: Enrique Leff (2009). Parte del texto conferencial desarrollado a partir de una intervención en el panel intitulado “Pensamiento Ambiental Latinoamericano”, VI Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, San Clemente de Tuyú, Argentina. 2 : El término preincaico de Pachamama (originado de las lenguas aimara y quechua) refiere al sistema de culturas mágico-religiosas en las cuales nuestros indígenas andinos de la zona Central y del Sur denominaron a la Madre Tierra (Merlino y Rabey, 1993). La concepción cobre en nuestros actuales momentos una revalorarización políticoideológica determinante al ser bandera de la lucha ambientalista emprendida por Evo Morales y nuestro Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías a lo largo de sus discursos, disertaciones y concepciones de trabajo (N.A.)

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dentro de sus tantos objetivos y propuestas que se originan desde esta intencionalidad investigativa. Esto supone que no está incluso por los mismos estudiosos de dicho campo y de las especialidades del conocimiento aproximadas al mismo (etnografía, antropología, medicina tradicional, entre muchas) acordada una definición plena y absoluta de la misma. Según lo que indica Pardo y Gómez (2003), no existe una definición que se tome como norma del concepto de etnobotánica, pues a lo largo de la historia se han referido diversas posturas entre autores y las épocas en las cuales se enfatizan las definiciones. Lo que sí se ha entendido en las relaciones conceptuales estudiadas, como condición común de ideas, es que los primeros trabajos que recibieron (o se acobijaron) bajo dicha nominalidad, consistían en desarrollar listas o catálogos que referían a su vez los usos que dichas plantas se les daban, variando en su especificación particular. Existen autores quienes datan el origen de dicha concepción. Según Benítez de Rojas et al. (2006), el término Etnobotánica fue usado por primera vez en 1895 por John Harshberger, para referirse al estudio de las plantas utilizadas por pueblos aborígenes, justificando su importancia al afirmar que la investigación de las plantas que esas etnias aborígenes habían usado, podía tener utilidad para la sociedad de su época (Bermúdez,1999). En revisiones más recientes, se define la Etnobotánica como el estudio de las bases biológicas de las interacciones entre los humanos y las plantas a través del tiempo y dentro de un espacio geográfico y contexto cultural determinados. Se considera que estas interacciones deben verse como influencias mutuas, basadas en la interdiscplinariedad para establecerse en una trasdisciplinariedad en su propiahistoria como área del conocimiento3 por lo cual es interesante preguntarse ¿cómo la gente reconoce un elemento vegetal?, ¿cómo lo valora a corto y largo plazo?, ¿cómo lo manipula y cómo lo afecta en su entorno natural?. Si bien las plantas se encuentran integradas en casi todos los aspectos sociales de una forma u otra, indistintamente del momento histórico o del origen cultural al que se refiera, se hace muy necesario resemantizar el enfoque en el que en los grupos humanos se encuentran en relación directa con la naturaleza en que se desarrolla los aspectos del mismo; así, los pueblos indígenas y 3

: Es importante aquí señala que, la concepción de la etnobotánica (al menos la adoptada en la propiacepción latinoamericana) es de ser integralmente un área común de recreación de saberes, sobre todo tomando los ancestrales y populares, pues las visiones más académicas e institucionalizadas acaban por replantear y achacar una concepción de múltiples disciplinas, mezcladas pero no sinergizadas para potenciarse unas con otras; por ello re-plantear una noción nuestramericana y nuestravenezolana de se un área de conocimiento multidisciplinaria, con integralidad de dichos saberes y que trasciende en la sociohistoria propia de cada región (se transdisciplina como tal). (N.A.)

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las culturas rurales son las que más han evolucionado en el aspecto etnobotánico, sobre todo en Latinoamérica. Nuestro continente nos hace privilegiados en ello al conservar una de las mayores diversidades biológicas a nivel mundial, derivando una serie de conocimientos tradicionales de usos y aplicaciones en extensión, que tiende al infinito de los saberes ancestrales en el área vegetal; no es por ello la denominación muy a propósito otorgada desde la mirada eurocentrista y, por supuesto, por las culturas de nuestro continente de Los Hijos del Maíz4. Una cultura que, mestizada por las mezclas étnicas, lo es también en lo conformante de nuestra biodiversidad del entorno natural en el que nos hemos desarrollado, tanto como la variegación cultural que el teosintle5 ha evolucionado hasta llegar al grano de maíz del cual provenimos según lo referido por nuestras culturas indígenas. Este es, quizás, uno de los más remotos ejemplos de procesos etnobotánicos registrados en nuestra cultura latinoamericana. Es entonces donde aquí re-definimos las concepciones que tradicionalmente se entienden de este campo o área de estudio: compartir y conservar el conocimiento tradicional, forma parte de una ciencia, la etnociencia; la cual hace referencia a la investigación de forma científica en comunidades, como un fomento a considerar la comprensión cultural, folclórica o étnica sobre determinados temas. El trabajo de la etnografía puede desenvolverse alrededor de temas como la zoología y la botánica, por lo que de ella se desprenden nuevas disciplinas como la etnozoología y la etnobotánica, respectivamente. La etnobotánica como concepto aparece expuesta como se indicó anteriormente por el médico botánico John Harshberger quien para el año 1895 acuña dicho concepto, aunque el desarrollo disciplinar se tienen entendido como se indica desde muy ancestralmente6. Esta estudia la relación que hay entre los hombres y las plantas, dándole un valor en el entorno social; cada utilidad, cada relato e historia por variopinta que parezca, forma parte de la cultura en las localidades. Es con esto que surge una inquietud de preservar la

4

: Todas las culturas nuestramericanas se encuentran relacionadas a propósito de la cultura del maíz. De la obra Hijos del Maíz (2003), se hace importante referencia a dichos orígenes, relacionándonos a nuestros ancestros originarios de dicha planta, como casi todas nuestras culturas indígenas los refieren. Esta no es más que la esencia de las relaciones originarias del ser humano que tenemos en infinita afinidad con nuestros vegetales autóctonos latinoamericanos (N.A.) 5 : El teosintle significa en lengua nauhált grano de dios. Es el nombre originario del predecesor del maíz actual, el cual, tras largos procesos de domesticación, llega a nuestros días en las diversas formas que todas las culturas nuestramericanas la preparan: chichas, tortillas, arepas, majaretes, atoles… formas infinitas de tratar ese grano de Dios. (N.A.). 6 : John Williams Harshberger (1869-1929), ecólogo y botánico estadounidense, hizo dentro del ámbito científico conocido el término etnobotánica como una especialidad de la botánica general, sin dejar de reconocer en su obra la ancestralidad de dichos saberes (N.A.).

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sabiduría de los “abuelos” en torno a la vegetación útil para ellos, que en su mayoría son provechosas medicamente. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2008), la medicina tradicional es la suma completa de conocimientos, técnicas y prácticas, creencias y experiencias propias de diferentes culturas y que se utilizan para mantener la salud y prevenir, diagnosticar, mejorar o tratar trastornos físicos o mentales, estos conocimientos se transmiten oralmente y cuya práctica ejercen los curanderos tradicionales o médicos del pueblo y comunidades, como también los procedimientos y rituales utilizados por ellos mismos, suelen emplear brebajes o artilugios como parte de sus métodos tradicionales de curación. Es por ello, que en el presente, se establece como un objetivo central sistematizar bajo diversos paradigmas de forma muy integral, los conocimientos ancestrales etnobotánicos que algunas comunidades monaguenses conservan para tratar de mantener el legado de conocimientos y experiencias que de otra forma no se significarían y expondría su invaluable aporte a la humanidad.

Algunas apreciaciones históricas del estudio etnobotánico en Venezuela: En el contexto de nuestro país, remontar dichos antecedentes etnobotánicos precisa realmente ubicarnos muy previo a lo colonial, tal como se refirió anteriormente en el contexto latinoamericano. Sin embargo, algunos aspectos son fundamentales tratar en la historiografía de dichas referencias latinoamericanas en relación a nuestro país, sobre todo por el contexto particular de lo propiohistórico, de las relatorías de personeros y otras fuentes no-documentadas, pues son pocas las compiladas hasta ahora y en el presente, aunado a la orfandad que dicha área vive al estar sólo asociada en los botánicos sistemáticos mas como elemento alternativo de información y no como especialidad, por ser ésta un área no-prioritaria en las políticas nacionales o regionales. Históricamente en Latinoamérica y en Venezuela, las exploraciones botánicas se originaron por extranjeros interesados en las asociaciones de plantas que pudieran tener un interés comercial; esto nos sitúa en el análisis coyuntural de esa consecuente mirada en nuestro continente como fuente de riquezas naturales a explotar en mercados occidentales, y que más allá de otros elementos que determinan de forma más inmediata las discordias en dicho campo económicopolítico, como es el petróleo, por ejemplo, otros elementos naturales cobran relevancia por tratarse de elementos potencialmente estratégicos; bien refiere al respecto Leff (2005): La biodiversidad se ha revelado como un enorme banco de recursos genéticos que son la materia prima de los grandes consorcios de las industrias farmacéuticas y de alimentos, cuyo valor Página Nro. 4

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económico supera ya el de los consorcios petroleros. Esto recibe una lectura política muy controversial sobre esta muy tentativa disponibilidad a otros países con mayor poder económicopolítico de acceso a esta particular biodiversidad, especialmente la de origen vegetal por representar ésta una de las mayores potencialidades de implementación de sus especímenes para productos con diversas aplicaciones: alimenticias, textiles, energéticas, y principalmente, medicinales. Analizando históricamente este punto socio-político particular, las primeras exploraciones “profesionales” botánicas realizadas en territorio venezolano comenzaron en el siglo XVIII con las actividades de Pehr Löfling hacia la zona oriental y sur de nuestro país. Este botánico de origen sueco, discípulo de Carl Linnaeus, fue integrante de la Expedición de Límites al Orinoco enviada en 1754 por la monarquía española para trazar los confines entre los dominios españoles y portugueses en el continente americano, pero además tenía el objetivo etnobotánico de buscar canela, cacao y otras especies vegetales muy solicitadas en la época. Si bien el equipo de trabajo que acompañó a Löfling no fue ampliado y de la envergadura de los enviados a la Nueva Granada, Perú, Chile y Nueva España en aquel entonces, los reportes de las especies trabajadas durante dos años de exploraciones fueron recibidas por su maestro Linnaeus, así como sus notas botánicas con las cuales se prepararon la obra Inter hispanicum (1758), la cual fue publicada por la autoría del botánico sueco. Aun en la actualidad, se guardan en el Real Jardín Botánico de Madrid dichos apuntes inéditos de Löfling, incluyendo un curioso ejemplar del oriente venezolano: Flora cumanensis, y el diario de herborizaciones realizado en Guayana. En la misma temporalidad de Löfling, vino a nuestro país Nikolaus Joseph Jacquin, originario de los Países Bajos, encomendado por el Imperio Austríaco con los mismos fines del botánico sueco. Manejándose estratégicamente desde Martinica como centro operacional de trabajo, Jacquin viajó por numerosas islas caribeñas y las zonas costeras de Venezuela y Colombia. En Venezuela exploró parte de la Bahía de Saúco, a cincuenta kilómetros de Coro en junio del año 1757, siendo éstas colecciones botánicas las primeras realizadas para el Estado Falcón, con fines similares de ubicar especies vegetales potencialmente comerciales por su valor alimenticio, culinario u otro particular, de alta demanda y costo en aquella época. Otros exploradores realizaron expediciones similares en nuestro territorio con dichos fines comunes, sistematizados en las regiones donde se desarrollaron dichas exploraciones, todos ellos

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1754-1756 1757 1786-1788 1799-1800

TABLA I: Exploraciones botánicas en Venezuela en el Siglo XVIII Pehr Löfling. Anzoátegui, Sucre, Bolívar (Orinoco, Bajo Caroní) Nikolas Jacquin. Costas del Estado Falcón Franz Bredemeyer, Joseph Schücht, Franz Boos. Alrededores de caracas, Aragua, Cordillera de la Costa. Humboldt y Bonpland. Amazonas (Alto Orinoco), Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo, Guárico, Monagas, Silla de Caracas.

relacionados en la Tabla I tal como se indican en losa años que dichas expediciones se desarrollaron. Generaciones de botánicos prominentes que incursionaron en sistematizar el uso de ellas y otros elementos sociales asociados a las mismas, figura entre ellos el medico, historiador y periodista Arístides Rojas, el cual junto a su colega médico Manuel Vicente Díaz publicaron el artículo Apuntes para el repertorio de plantas útiles en Venezuela (1866), en el cual daban todo su fervoroso apoyo y planteada propuesta de creación y establecimiento de herbarios y jardines botánicos en nuestro país (Texera, 1991). Se puede decir entonces, que gracias a este caraqueño insigne se iniciaron las sistematizaciones e indagaciones con rigor científico en el campo etnobotánico venezolano, así como la promoción de la investigación en el mismo. Otro venezolano para la época quien aportó con sus investigaciones etnobotánica, fue el médico Lisandro Alvarado7, quien aprovechando recorrer la mayor parte del territorio nacional sistematizando las experiencias lingüísticas y etnográfica, aportó a la construcción etnobotánica nacional gracias a su amplio conocimiento de voces y costumbres indígenas, así como de la toponimia nacional, la cual fue aporte trascendental para que Henry Pittier pudiese citar en su obra Manual de Plantas Usuales de Venezuela (1926), el sistema de nomenclatura popular de las especies vegetales que allí se reportan. En la consecuencia histórica, es de hacer énfasis en las consecuentes necesidades de países imperialistas en los elementos naturales latinoamericanos, y la situación sociopolítica que generó la Segunda Guerra Mundial, que no dejó de tener importancia en nuestro territorio venezolano a propósito de dicho evento bélico. Se organizaron expediciones en nuestro territorio 7

: Es importante referir aquí que ambos médicos, Arístides Rojas y Lisandro Alvarado fueron formados en el área botánica formal por el naturista alemán Adolf Ernst, el cual representa un papel fundamental en la construcción del conocimiento botánico en Venezuela. El mismo es fundador de la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales, y patrocinó la participación de otros colegas extranjeros en las expediciones botánicas a Venezuela. Mantuvo una importante correspondencia tanto nacional (con sus discípulos), así como internacional. (Referencia de El Primer Libro Venezolano de Literatura, Ciencias y Bellas Artes, 1898. Caracas. Notas del autor se refieren en el mismo).

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y en otros latinoamericanos en un programa ampliado llamado Misión Cinchona en el cual, el botánico Llewelyn Williams en contraparte venezolana con el Servicio Botánico8 fue enviado a nuestro país no sólo para supervisar la colección de caucho, sino también para ubicar fuentes naturales de quinina (especies vegetales de los géneros Cinchona y Remijia) en el año 1941, a manera de obtener quinina y alcaloides naturales relacionados, por los graves problemas de paludismo que presentaban las tropas en dicha confrontación bélica. Si bien se evidencia plenamente la acción etnobotánica médica por un lado y de industrialización del caucho, por el otro, se reitera para ese momento histórico las necesidades neoliberales de la explotación de los elementos naturales en la cual ya citaba previamente Leff (2005) a ese respecto; más allá de las ventajas que algunos autores argumenta de dicha situacionalidad respecto a las posibilidades que representó para nuestro país dichas expediciones sobre territorios no explorados y el reporte de nuevas o poco conocidas especies al respecto (Kreig, 1970; Texera, 1991), pues se trata de negociar nuestro acervo genético natural de las especies endémicas; esto es,

básicamente

negociar al respecto de nuestra soberanía natural, la soberanía de nuestra biodiversidad vegetal.

Consideraciones respecto a la estructura geopolítica, social y organizativa en las comunidades socializadas en el análisis etnobotánico. El Estado Monagas presenta particularidades geopolíticas que infieren directamente en los procesos sociales que la caracterizan; esto inherentemente tiene también su efecto directo en los aspectos etnobotánicos que a lo largo de su historia se han descrito, desde el proceso de ser un estado eminentemente agrícola-pecuario a pasar a ser un eje de la política y producción petrolera venezolana. Este precedente incluso se refiere en los momentos post-independentistas cuando el periodista y cronista de Maturín, Juan José Ramírez (1983) describe lo siguiente:

El río Guarapiche por caño Colorado, era una vía obligada e importante tanto para el transporte de los productos agrícolas, como de ganado y mulas que salían rumbo a las Antillas; ejemplo de esto último tenemos que para 1840 el vapor “Monagas”, que fue elemento 8

: Para el año 1938, el Herbario Nacional dependía del Servicio Botánico, el cual a su vez era un ente adscrito estatalmente; posteriormente fue nominado como Departamento de Investigaciones Forestales en 1946, para pasar a ser lo que conocemos en la actualidad como Instituto Botánico desde 1950 (N.A. fundamentado en revisión de Texera, 1991)

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exportador de ganado siendo el negociante el señor General Juan José Tadeo Monagas.

Es evidente entonces que lo correspondiente a la entidad geopolítica de Monagas la importancia agrícola-pecuaria que para entonces apuntalaba como una de las más preponderantes de la época. Dichos procesos de uso de la tierra para la producción socio-económica se mantienen relativamente constantes previo a las tres primeras décadas del siglo XX, y como bien definen Loreto y Nuñez (1988), bajo un sistema de relaciones pre-capitalista. Incluso, los autores enfatizan que dicha dinámica agroeconómica sustentaba en gran medida el mercado nacional para dicho momento histórico; actividades que como bien se describen, no son antagónicas (agricultura y ganadería) pues las características físico naturales que describen a la región monaguense mantienen íntima correspondencia con las mismas. Esta configuración socio-productiva de la tierra a gran escala, da inicio a la inserción de los elementos tecnológicos necesarios que determinarían la expansibilidad agrícola: cultivos como el café, por ejemplo, conllevan a una ampliación del uso de la tierra y por ende, a la necesaria deforestación de bosques primarios; para cultivos como el del sorgo, el desplazamiento de bosques hidrófitos asociados a palmares (morichales) (Sánchez, 2008; 2012) y sabanas arboladas o inarboladas, así como muchos otros ejemplos de cultivares extensivos tecnológicamente, pese al esfuerzo que los hacendados realizaban para evitar acciones antrópicas sobre elementos acuíferos o pedológicos altamente susceptibles y de muy baja resilencia. De igual manera dicho proceso se extendió al sur del estado Monagas con la ganadería de extensión aplicando la técnica de la trashumancia9, en todo lo correspondiente al sur del municipio Maturín y toda la extensión geopolítica de Temblador. Posteriormente, dichos elementos agroproductivos se vieron altamente afectados por la aparición avasallante de la industrialización petrolera en el país que para finales de 1930 se instala en la región monaguense10. Ello, introduce una serie muy particular de elementos sociales, 9

: La trashumancia es una técnica ganadera basada en el traslado de animales de pastoreo a zonas de mejores condiciones de pastos dependiendo de la temporalidad estacional de la región, por lo que el procedimiento se basa en el aprovechamiento de los elementos naturales dispuestos por la temporalidad específica de la zona (N.A.) 10 : La producción comercial del petróleo en tierra monaguense se remonta para el año 1928 con la explotación del pozo Moneb Nro. 1 del Campo Quiriquire (renombrado posteriormente pozo Quiriquire 1), el cual estuvo sujeto en su época al devenir económico petrolero que imponía el mercado comercial internacional del mismo; es así que el inicio de la refinería de Caripito para 1931 tuvo una iniciativa geoestratégica particular aprovechando el acceso

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económicos e incluso políticos que recae directamente en la relación del entorno natural con la sociedad que a su vez trasforma más que incorporar los nuevos elementos que trae consigo dicha industrialización petrolera. Es entonces, que ya duramente se cuestionaba la acción antrópica de una sociedad agropecuaria extensiva del estado sobre el entorno natural, agudizando el compromiso de la sustentabilidad del mismo (entorno) por la trasformación que trae consigo estos “nuevos” elementos característicos de la industrialización y comercialización energética fósil, que hasta el presente están muy bien documentadas sus acciones en la discontinuidad de los ciclos naturales del entorno ambiental característico del estado. Es entonces, lo que puede interpretarse como un proceso de modernización de las estructuras socioproductivas desde el inicio del periodo petrolero regional monaguense, es necesario revisar las reestructuraciones que se evidencien en los aspectos ocupacionales y sobre todo, en la dinámica demográfica, pues los mismos infieren directamente en la caracterización del mercado interno local y por supuesto, nacional. Es por ello que es fácilmente inferible que se establecieron para el momento histórico, transformaciones que conformaron nuevas organizaciones en la distribución espacial, una nueva geopolítica de la explotación energética fósil que Loreto y Nuñez (1988) refieren como diferenciada y selectiva, en cuanto a la intensidad de los cambios introducidos por dicha actividad económica que pasó a ser la predominante en la clara tendencia de especialización del área social afectada, sin menoscabar las acciones directas que suceden en el entorno natural al considerarse parte de los elementos conformantes: agua, suelos, vegetación, parte necesaria para la explotación energética fósil, deteriorando no sólo la calidad de los mismos, sino también depredándolos en el fin económico único de extracción, procesamiento e industrialización del petróleo. Ahora bien, refiriéndonos a los procesos sociales y económicos a los cuales dicha afección ecológica se hacen inherentes, dibujaron para dicho momento otras series de transformaciones que inciden directamente en la redistribución socioespacial de las poblaciones, con el traslado necesario de la población trabajadora a los campos de explotación petrolera: Quiriquire, Caripito, Miraflores. Esto causó un notable resentimiento en la ya establecida marítimo del río San Juan. Sin embargo, patrones productivos nacionales y decisiones económicas incidieron en el cierre de la misma para 1975, aún a sabiendas de la importante incidencia socioeconómica que representaba en las poblaciones asociadas a dicha actividad petrolera, principalmente Caripito, quienes se vieron deprimidas desde dicho punto de vista. Aun así, la participación del Estado Monagas en la producción petrolera nacional para el momento la ubica como proveedor de materia prima, con una participación desigual en la participación del ingreso petrolero aun con el recién descubrimiento para la época (1978) de crudo liviano en el oeste del estado (Morales, 2001).

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industrias agrícola y pecuaria descrita anteriormente, además de la consecuente incorporación de los elementos que inherentemente traen el desarrollo urbano masificado: sistemas de centros poblados, vías de comunicaciones inter e intrarregional, lo correspondiente a la infraestructura de transporte y comunicaciones, servicios urbanos masificados; en fin, se intensifica las grandes divisiones sociales que consecuentemente trae la separaciones de espacios urbanos y rurales a partir de la intensidad del proceso de industrialización petrolera y urbanismo, tal como lo describen Lotero y Nuñez como la contradicción campo-ciudad. Es lo que a consecuencia trae en los años 60 que a nivel nacional repercutiría en las relaciones socioproductivas del país: la Reforma Agraria y la política de industrialización por sustitución de importaciones. Este último proceso se dejó sentir enormemente en la actividad agrícola empresarial previamente constituida, la cual se configuró en una muy cercana relación con los capitales de origen urbano y declinó entonces el sector agropecuario a un proceso de recesión en sus aspectos industrializados. Para el caso del Estado Monagas en aquellos momentos el impulsar ambas políticas económicas siempre resultaron débiles en sus inicios aunque las mismas representen por sí mismas el mayor impulso en la participación regional dentro de la redistribución del ingreso petrolero, relación que se extiende hasta finales de los años 70, cuando la política de sustitución de importaciones, sumados a los planes iniciales de la Reforma Agraria y la reestructuración que el Estado Venezolano establecía en función de las políticas y medidas económicas que estaban siendo dirigida ampliamente a apoyar y fomentar el desarrollo de la agricultura comercial, lo cual contó en su momento con el apoyo de algunos sectores empresariales a áreas y/o rubros muy específicos. En lo correspondiente a la política referida previamente de la Reforma Agraria, es importante la discusión que sobre ella precede, ya que para la década en la cual fue establecida (años 70), la misma reportaba un balance de resultados negativos para la región monaguense. Varios autores infieren al respecto (Morales, 2001; Loreto, 1984; Loreto y Nuñez, 1988; ), y todos coinciden en un punto particular: la distinguida desigualdad social, económica y sobre todo política que mantiene el sistema latifundista con el cual se recrea la práctica productiva de la tierra en esos momentos, es por sí sola capaz de mantener una ruptura entre los beneficios que entre los grupos humanos quienes las sostienen –dueños de tierras y campesinos- totalmente irreconciliable, creando entonces clases sociales con condiciones ambiguas desde sus diversos aspectos. Ahora bien, dicha estructura para el momento, presenta sus particularidades dentro del Página Nro. 10

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estado, pues se implementa más un sistema que caracteriza el Equipo Socio-Histórico del CENDES-UCV (1986), que es el minifundista, pues la Reforma Agraria sólo permitía adjudicar 20 Has. por unidad familiar. Productivamente tuvo severas consecuencias como ya se especificaron previamente, determinando la misma por la ineficacia en la asistencia técnica y de apoyo financiero a través de créditos por parte de los organismos gubernamentales de la época, a pesar de ser una política implementada. Especificando entonces las inferencias sociales ya desarrolladas a lo largo de este punto, las demarcadas relaciones sociales establecidas en un sector agroproductivo a partir de la ausencia del accionar en las políticas establecidas en una Reforma Agraria que si bien establecida en lo correspondiente a todos sus elementos, las relaciones e historias presentes serían distintas, nuestra realidad reflejada en los elemento de inmensa desventajas en cuanto a las relaciones sociales entre las masas campesinas sometidas a un sistema de explotación capitalista, y por ende, sometidas las mismas a un desarraigo por la producción de la tierra y a una proletarización por una parte de ellos a la producción agrícola capitalista y otros a una migración a centros poblacionales asociados a la producción petrolera, que si bien sigue siendo un sistema de proletarización similar, el status quo que ofrecía era mucho más remunerativo económicamente y socialmente dentro de los centros urbanos en emergencia. Esta redistribución de la economía social del entorno, traía consigo un inevitable desarraigo por las tradiciones sociales y culturales que, siendo muchas de ellas generacionales; es decir, pasan de padres a hijos y sucesivamente, la estratificación social emergente ha impedido que dicha tradicionalidad de conocimientos ancestrales se mantuviese, y fuese feneciendo a lo largo del tiempo hasta nuestros días. Una de las más importantes de ellas a trata de rescatar, corresponde entonces a las asociadas con las tradiciones etnobotánicas que han sido sumamente enriquecidas en momentos anteriores y que en el presente se presenta una propuesta investigativa a manera de rescatar parte de los mismos y documentarla correspondientemente para mantener la continuidad temporal de las mismas.

Aspectos metodológicos tomados en cuenta en el proceso social del análisis etnobotánico. A modo preliminar, el presente trabajo intenta re-crear algunos aspectos investigativos integrales en cuanto a la caracterización etnobotánica de dos comunidades pertenecientes al Municipio Maturín: Aribí, la cual se encuentra en la zona sur del municipio, y Amarilis, ubicado al este del mismo (municipio), equidistándose entre ellas por 48,2 Km lineales (MapSource®, Vers 6.11.6, Página Nro. 11

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2006) (Fig. 1 y 2). Ambas comunidades se encuentran en la dominancia de ecosistema de sabanas llaneras, las cuales están muy bien caracterizadas para la zona oriental de Venezuela, pues corresponden al paisaje dominante de altiplanicie, el cual se conoce regionalmente con el nombre de mesa. Estas mesas se encuentran separadas entre sí por sistemas de valles internos (vegas y terrazas) formando lo que comúnmente se conoce como farallones a modos de glacís coluviales (Pittier, 1948). Los suelos característicos de estas sabanas son de tipo arenoso, profundos con muy baja retención de humedad (alta escorrentía o muy bien drenados) y de muy pobre fertilidad natural, condiciones éstas que determinan que dichas mesas se encuentren cubierta dominantemente por la poácea Trachypogon, con algunos elementos arbóreos y ecosistemas de bosques hidrófitos asociados a palmares, comúnmente denominados morichales (Sánchez y Bottini, 2011; Sánchez 2012; Sánchez et al., 2012), sobre todo en las zonas de terrazas y vegas de los valles inundables (González, 1987).

Fig. 1: Croquis parcial de relaciones de distancia del Municipio Maturín (Edo. Monagas), respecto a las comunidades de Amarilis (señalado con ovalo, punto y cruz) y Aribí (señalado con cuadrado y ovalo). Linealmente entre ellas, se separan por 48,2 Km lineales (MapSource®, 2006) (M. Sánchez, 2013).

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En lo referente a la parte metodológica del trabajo en ambos sectores poblacionales, se hicieron contactos con actores sociales vinculantes (Sra. Mariana de Ponce, comunidad de Amarilis, y Sr. Absallom Villamizar, comunidad de Aribí, ver Fig. 2), que apoyaron incondicionalmente en el encuentro con otros actores sociales de los sectores respectivos. Con cada encuentro de entorno social particular, se realizaron entrevistas simples, conociendo a las familias o personas particularizadas con las acciones de uso de las plantas que en su ámbito cultivan o encuentran para usos particularizados en su cotidianidad. Esto supone entonces, que la investigación inicialmente es de corte etnográfico, tal como lo describen diversos autores (Krotz, 1991; Atkinson y Hammersley, 1994; Jociles, 1997; Cerri, 2010), quienes coinciden que ésta metodología es un punto de partida para otras disciplinas y técnicas de investigación, por lo que se convierte en un modelo investigativo integrador de otras, al ser éste un modo de describir las recopilaciones descriptivas referidas en el contacto con los participantes del proceso socioanalítico. Esto caracteriza con rigor social y científico los elementos culturales y de carácter taxonómico vegetal asociado a la flora que es de utilidad en sus diversos aspectos cotidianos. Esto nos llevó a través de las conversaciones, entrevistas informales y anotaciones diversas de campo a desarrollar una matriz de catálogo florístico parcial por cada comunidad asociado al uso de cada planta particular, así como la relación de uso que una especie vegetal puede tener. Respecto a las metodologías de campo correspondientes a la caracterización botánica propiamente dicha, se realizan levantamientos florísticos particularizados por cada familia, habitante o grupo social con el cual se interactúen según las indicaciones que los actores sociales vinculantes indicaran apropiados según las costumbre de usos que se tenga de plantas en su residencias y la disponibilidad de ofrecer dichas muestras para su levantamiento y procesamiento botánico. A razón de ello, para la comunidad de Amarilis se visitaron ocho (8) residencias, siendo atendidos tanto por grupos familiares, como personas particulares quienes son los que practican el cultivo de plantas con diversos usos, estableciendo el correspondiente diálogo de saberes y toma de muestra con el consentimiento de los mismos. Las entrevistas fueron sistematizadas respecto a los caracteres de uso de las plantas y las experiencias que con ellas se han desarrollado ancestralmente, y las muestras botánicas fueron procesadas con las técnicas convencionales de prensando, secado y montaje para posterior identificación y depósito en el Herbario Académico de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Sede Monagas, para su posterior relación interna e intercambio correspondiente de duplicados con el Herbario de la Universidad de Oriente (UOJ) y Página Nro. 13

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A

B Fig. 2: Relación geopolítica de la comunidad de Amarilis (A) y Aribí (B), ambas ubicadas en el municipio Maturín. La relación urbana de las misma es de concepción rural (INTI, 2013), y las áreas indicadas en cada uno de los croquis corresponden a las poligonales donde se realizaron los encuentros de saberes con las familias y personas asociadas al análisis y los levantamientos florísticos correspondientes a cada uno de ellos (Elaborado con ArcGIS®, Ing. Zahira Rocca 2013).

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Herbario Nacional de la Fundación Instituto Jardín Botánico de Caracas (VEN). Dichas relaciones se indican en las Tablas I (Amarilis) y II (Aribí).

Correlación de resultados obtenidos del análisis etnobotánico preliminar e impresiones (inferencias) sociopolíticas asociados al mismo. De acuerdo a lo planteado anteriormente, podemos correlacionar varios elementos útiles para el correspondiente análisis cuantitativocualitativo del presente trabajo: A.) Analizando las Tablas II y III respecto a las plantas colectadas en los trabajos de campo en Amarilis y Aribí, se determinó la relación de biodiversidad y sociodiversidad en el uso dado a las plantas tipificadas y catalogadas, resultando la relación indicada en la Tabla IV: TABLA IV: Relación de Biodiversidad y Sociodiversidad en la Flora Etnobotánica de Amarilis y Aribí, Municipio Maturín del estado Monagas NoRelación total de usos COMUNIDAD Familias Géneros Especies reportados identificadas AMARILIS

42

72

60

2

94

ARIBÍ

25

28

19

1

78

TOTALES

67

100

79

3

172

B.) Asimismo, tomando en cuenta el uso que a una planta se le adjudique en una comunidad particular, y relacionándola con el total de usos dados a las plantas reportadas, se estima el índice de proporcionalidad de uso etnobotánicco (IPUE) el cual se determina numéricamente de la siguiente forma:

IPUE =

Número de usos conferidos a una especie particular iesima Número total de especies asociadas al uso particular

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C.) La estimación del índice referido en (B), en base a la correlación que pueda estimarse respecto al número de usos posibles que puede tener una especie vegetal particular, nos lleva a inferir mediante el uso de correlaciones lineales (Stell y Torrie, 1988), que existe una relación inversa respecto al número de usos que una planta pueda asociárseles en un entorno ecosocial particular y el número de ejemplares que puedan existir de ese tipo de plantas con amplio rango de usos diversos. En ambos entornos ecosociales (Aribí y Amarilis) la tendencia es la misma, pese a número dispar de muestreos en cada caso particular asociados a las aplicabilidades de una planta en cuanto al número de ejemplares tipos de uso diversos (plantas con amplio rango de usos). Esto se evidencia en los valores negativos atribuidos a la ecuación de las rectas respectivas en cada caso, así como los altos índices de correlatividad reportados por el coeficiente de determinación R2 en ellos (Fig. 2).

En relación a las experiencias de los métodos particulares de uso y preparación de las plantas o la mezclas de ellas para un fin culinario, médico, artesanal u otro que pertenezca al cotidiano de los cohabitantes de los entornos visitados expresan generalmente que nada como lo que uno consigue en el monte para poder preparar las comidas o curar una sarna, quitar las garrapatas de ir al campo, o simplemente bañarse con un estropajo; esos que usan esponjas, gastan mas y se dañan la piel (Sra. Ofelia Jiménez, de Aribí; Agosto 2013) (Figs 3 y 4). Otro personajes quienes han sido claves, son aquellos que a lo largo de los años se han dedicado a la herbolaria médica de una forma u otra por el tradicionalismo que ha sido herencia trascendente de padre a hijo, como el caso del señor Pedro Salas de Aribí (Fig. 8), quien expresa que cada planta con la que trabajo, parte las ubico aquí en mi patio y el resto las voy a buscar al monte; paso uno o dos días, con una torta de casabe y algo de cacería y el ron para aguantar. Traigo de todo para los encargos que tenga de la gente de Aribí y de otros sitios de Maturín que me visitan, incluso le curé la culebrilla a una señora que vino de Caracas sólo para ello, pues allá no se la pudieron curar luego de dos meses con ella… en un día se la recé y con chincamochina (Justicia secunda), ron de palo de arco

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A 0,2

IPUE

y = -0,0118x + 0,1596 R2 = 0,7206

0,15

0,1

0,05

0

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

22

Número de veces de usos

B 0,5 IPUE 0,45 0,4 0,35 0,3

y = -0,0241x + 0,2459 2 R = 0,5409

0,25 0,2 0,15 0,1 0,05 0

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

22

Número de veces de usos

Fig. 2: Relación proporcional del uso etnobotánico (IPUE) respecto al número relativo de usos que puede tener cada especie botánica en los levantamientos desarrollados en Amarilis (A) y en Aribí (B). La tendencia lineal es similar en ambos casos (M. Sánchez, 2013).

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(Vitex orinocensis) y los rezos con la cruceta (Chromolaena11 sp.), y al siguiente ya no había ni la roncha. El señor Pedro hace uso de métodos deductivos para sus diagnosis en cada caso que le visita, con sólo mirarle y preguntar específicamente de dolores u otra sintomatología que le refiera el consultante al momento. Sólo le miro el claro del ojo y a veces ni le pregunto mas na… voy pa’ dentro del rancho y miro que tengo; si no tengo todas las matas, le digo que pase en dos días que voy pal monte a buscar lo que falta y me de algo pal ron. La señora Ofelia, de 78 años en la comunidad de Amarilis, nos relata que ella esta allí desde niña. Ni pensaban pasar por aquí la vía principal del pueblo, menos aun una autopista, al referirse a la autovía La Vinotinto. Yo le curaba los ombligos a los recién nacidos aquí, trabajaba de partera y le daba de beber mi melao e’ mujer12 para que el muchacho no naciera volteao o malpario. Otra realidad es evidente, y que cobra importancia vital en la consecuencia a través de las generaciones de conocimientos que datan desde la época prehispánica, y es la perpetuación de dichos conocimientos que suelen suceder generacionalmente, de padres a hijos, y que actualmente existe un gran deterioro de dicho legado a través de los tiempos. Manifiestan muchos oriundos de Aribí y de Amarilis que las nuevas generaciones presentan una evidente apatía por mantener la continuidad de dichos saberes; en consulta a varios grupos de muchachos y muchachas que residen en dichas comunidades, manifiestan que la abuela es muy gritona y la verdad no quiero saber nada de matas; no me gusta cuando me da a beber esas cosas con ron o las ramas hervidas que me da cuando me duele la cabeza o me viene la regla, manifiesta Yusmelis, nieta de Ofelia (Fig. 4). Prefiero criar a mis muchachos y estar pendiente de la casa; si me duele algo, es mejor ir a la farmacia, aunque quede lejos. Si no, cualquiera cosa mi mario me lleva a la clínica a mí y los niños.

11

: Se hace relaciones de las plantas que se emplean con su binomio denominativo (género y especie) en los casos que se indiquen, además de referir los nombres vulgares a los que se asocian. Las plantas indicadas aquí corresponden al ritual que el Sr. Pedro Salas hace particularmente y que la experiencia de cada herbolario particular realiza totalmente distintos uno de otros (N.A.). 12 : Este preparado de melao e’ mujer lo confecciona la Señora Ofelia Jiménez (Amarilis) para las mujeres parias, para que echen el resto y se levanten rápido. Consiste en una mezcla de frutos juveniles de catuche (Annona muricata), hojas de citronera (Cybopogon citratus), cortes pre-fermentados de cocuiza (Agave cocui) y algunas hojas de árnica (Thitonia diversifolia) en base a ron blanco. Los cortes de cocuiza pre-fermentados le da el sabor dulzón a la preparación, por lo que le otorga ese calificativo al medicamento de melao. (N.A.)

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Carlos, nieto de Ofelia, mantiene una mirada similar al respecto. Mi abuela es muy brava, si le digo esto, no es así, si lo hago asao, tampoco… me regaña mucho y ni me deja tocar sus matas si no lo hago como ella dice. Pero reconoce a su vez, la aplicabilidad de las plantas en curaciones, cuando manifiesta que una vez me corté jugando pichas, y mi abuela cortó unas tiras de concha e’ lechoza y me las puso en la cortada… se pasmó la sangre y se curó rapidito, ni marca me dejó, ¿ves?, mostrándonos la pierna donde se cortó con una lata donde llevaba las metras con las cuales jugaba. Este desinterés generacional también tiene algunas razones de las visiones con las que actualmente se conciben a muchos de estos cultores botánicos, denominándolos tradicionalmente y con cierto dejo despectivo como brujos o yerbateros y que de una forma u otra son invisibilizados por las actuales concepciones de la farmacopea comercial, industrialización de productos de consumo a niveles masivos, entre otros aspectos neoliberales por sólo citar algunos puntuales que ni en regiones relativamente remotas de la citanidad de Maturín escapan de su extensiva influencia. Es evidente entonces cómo las combinaciones de factores tecnológicos, sociales, económicos, políticos e incluso del mismo entorno natural de finales de siglo XX y nuestros comienzos en el XXI han transformado a tal punto la importancia y los conocimientos locales, de tal manera al punto de influir importantemente en las organizaciones políticas y sociales de dichas localidades. Es por ello, que la importancia estratégica de lo establecido dentro del Quinto Objetivo Histórico del Plan de Gestión Bolivariano Socialista (2013-2019), y tomando en parte de lo planteado en la presente sistematización de experiencias y análisis de tendencias evidenciadas en dichas localidades en un esfuerzo para quitar esos velos que ocultan realidades y conocimientos ancestrales negados a sociedades que aún estando más interconectadas entre sí, mantienen niveles de conflictividad mayores, dando la impresión de un falso diálogo que no existe como tal. Bien refería nuestro querido poeta Mario Benedetti a ese respecto: “De los medios de comunicación en este mundo tan codificado con internet y otras navegaciones, yo sigo prefiriendo el viejo beso artesanal que desde siempre comunica tanto” (Mass Media13). Es necesario, ese contacto directo con todos los actores sociales quienes participan directamente de los procesos que no sólo son capaces de manejar el conocimiento, sino también de re-crearlo y hacerlo trascender más allá del tiempo, sino de las esferas sociales en los cuales son -y somosoriginarios. 13

: Tomado de: PAPEL MOJADO. En Mario Benedetti. Inventario tres. Poesía 1995-2002.

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Es por ello, que necesaria es la ruptura de la codificaciones neoliberales que tanto mal hace a la preservación y continuidad temporal de los conocimientos ancestrales; conocimientos que de no mantenerse dicha consecuencia en las generaciones futuras, perderemos un importante legado de conocimientos propios, definidos por Herrera y Rodríguez (2004) como etnoconocimientos, o conocimientos tradicionales, propios de comunidades como la de Aribí, Amarilis y muchas otras dentro de la periferia urbana de Maturín, así como aquellas indígenas trasmitidas de generación en generación, habitualmente de manera oral y desarrollados al margen del sistema de educación formal. Según estos autores, dichos conocimientos se desenvuelven de forma dinámica en un proceso de constante adaptación, basándose en una sólida estructura de valores, forma de vida y creencias míticas, profundamente enraizados en la vida cotidiana local del entorno particular, sobre todo el indígena. Esto último, puede explicar la creciente apatía de las actuales generaciones en las cuales los procesos neoliberales presentan una cultura de antivalores y falsas promesas muy atractivas y de fácil acceso, frente a una cultura altamente arraigada en valores y concepciones de vidas formalizados en lo ético y cosmogónico, que los jóvenes prefieren disentir de la misma y optar por la cómoda opción que ofrece la vida basada en las dominancias tecnológicas, necesidades apremiantes de consumo, arraigo al ganar dinero para gastar de inmediato… desestimando lo que ancestralmente ha persistido y arraigado de una forma u otra a través de los tiempos.

Reflexiones finales y otras disertaciones para la necesaria discusión del rescate de saberes ancestrales. Planteándonos inicialmente las diversas facetas de un complejo análisis respecto al entendimiento de las condiciones por las cuales las localidades con tradiciones ancestrales se han visto en un latente riesgo de romper con la consecuencia de dichas tradiciones etnobotánicas propias de sus realidades y entornos, podemos abrir los entendimientos a dichas situacionalidades reconociendo en un modo generalizado la relación actual de la diversidad biológica vegetal de Latinoamérica en dos facetas. Por un lado, la comprobada amplitud de su gran riqueza, por lo que se estima que los países de nuestra región poseen soberanía sobre más de la mitad de la diversidad biológica del planeta. Por otra parte, el entendido que dicha riqueza no está proporcionando a nuestra región poco o ningún retributo al ser ésta parte de los modos de comercialización/transacción de empresas biotecnológicas de capital extranjero quienes patentan secuencias genéticas transgénicos y productos farmacológicos, de los cuales posteriormente, Página Nro. 20

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nosotros mismos como países de la región latinoamericana nos convertimos consumidores de los mismos. Es por ello, la prioritaria necesidades de considerar la preservación y sustentabilidad a lo largo del tiempo de dicha fuente de diversidad en las cuales nos encontramos y a su vez, los conocimiento tradicionales que van el plena sinergia de dicha preservación desde épocas ancestrales, tal como se ha referido inicialmente desde épocas prehispánicas. Políticas regionales, pero sobre todo el activamiento de trabajos conjuntos locales para la participación de todas y todos en los diversos campos que promuevan dicha preservación y sustentabilidad de la biodiversidades locales, se hace fundamental en lo que respecta directamente al Quinto Objetivo Histórico planteado en el Plan de Gestión Socialista Bolivariano 2013-2019, en el cual promueve directamente todas aquellas prácticas que rescaten, estimulen y documenten los saberes ancestrales, garante de la preservación de la biodiversidad y la vida planetaria. Si bien es preocupante las necesidades en la investigación respecto al etnoconocimiento, sobre todo en el área etnobotánica, es mayor aún alarmante el comprender que con los modelos con los cuales se construyen teorías; es decir, los modos de producción científicas se encuentren direccionados en una manera y forma que sólo se conciban en la investigación científica. Tal como afirma Morles (2007), la idea de concebir la producción de ciencia bajo dicho paradigma se ha internalizado tan profundamente en los organismos promotores del desarrollo científicotecnológico, que solamente se financia proyectos que se califiquen o puedan calificarse como investigaciones. Esto, además de re-crear clases sociales que sólo pueden hacer verdadera investigación, invisibiliza la existencia de otros modos de producción del conocimiento; mas aún negar la integralidad de los saberes y conocimientos de diversas formas y orígenes de creación que en los actuales momentos sociopolíticos pueden sinergizarse de forma exponencial y demostrar que otras formas y modos son posibles. Es por ello, que se hace necesario desde las estructuras básicas donde se promueven y desarrollan formas y modos de investigación en un Estado, y éstas son las universidades, estén éstas acordes con las nuevas y necesarias miradas de hacer ciencia de forma integral, donde pueda entenderse al docente-investigador en una esencia orgánica de hacer ciencia, tal como relacionaba Gramsci, cuando se refería a su tesis del entendimiento de la intelectualidad, tomando aquella forma histórica donde precisa la esencialidad de funciones en lo productivo, si bien ésta es referida a lo económico, cuando un intelectual asume orgánicamente la creación en su contexto de lo cotidiano, uno o más intelectuales que establecen en el entorno de vida una estructura de Página Nro. 21

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homogeneidad en los diversos aspectos: económicos, políticos, sociales, entre otros. Es entonces, bajo ese paradigma de intelectualidad orgánica que los investigadores debemos vernos a través de nuestras formas y modos de desarrollar la ciencia en aquellos entornos donde nos desenvolvemos día a día, apostando a una integralidad desde lo disciplinar, intelectual, y sobre todo, ético. El presente sólo intenta aportar un referente no sólo en la sistematización integral de diversas metodologías en la producción científicas; desde revisar los análisis de correlaciones lineales inferentes a los usos dados a una o un grupo de especies vegetales particulares, o cómo entender socialmente las inferencias de la biodiversidad vegetal respecto a los elementos de empoderamiento de conocimientos ancestrales, sin contar con el uso y asociación al resto de los datos obtenidos en el presente, de metodologías etnográficas en sus diversas sistematizaciones para presentar esta compilación de investigaciones que a partir de un proyecto ha nacido para establecerse como parte de una línea mayor de investigación14; es la contribución al crecimiento necesario de los modos distintos de la producción científica sin distinción de clases, origen y sobre todo, con la esencia de la cual nace: la humana.

A modo de epílogo. Quisiera tomar las palabras en este apartado para hacer la necesaria justipresencia de nuestros actores sociales en los entornos tradicionalmente invisibilizados de nuestro Estado Monagas, así como todos aquellos de nuestra Patria. Son ellos que quienes formaron las escuelas originarias de saberes ancestrales, y que las sinrazones del miedo, como bien cita Eduardo Galeano han negado su incalculable valor en todos los sentidos. A todos ellos, mis expresión de agradecimiento y del equipo de trabajo quien acompaña a los procesos aquí descritos, se hacen ínfimas ante su militante y trascendental apoyo. Un especial reconocimiento al señor Abssalom Villamizar de Aribí, quien con su infinita paciencia nos indicó los primeros personeros y cultores botánicos en la localidad. El Sr. Abssalom se convirtió más que un actor de acción social, en un gran amigo dentro de un proceso de trabajo que revindica sus creencias fundamentadas en sus padres y abuelos.

14

: El presente trabajo de investigación se encuentra asociado al Proyecto: ESTUDIO DE LA ETNOBOTÁNICA EN LA BIORREGIÓN ORIENTAL, correspondiente a la Línea Central de Investigación: SOCIOCONSERVACIÓN DE ESPACIOS NATURALES EN LA REGIÓN ORIENTAL VENEZOLANA. Los mismos se encuentran referidos y avalados por el Centro de Estudios Sociales y Culturales (CESYC). (N.A.).

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Necesario es revindicar como ejemplo de tenacidad y perseverancia en no dejar morir su memoria, en palabras propiamente dichas de nuestra querida señora Ofelia Jiménez, cultora de conocimientos y creencias heredadas de sus propios abuelos, aplicados directamente en las labores de comadrona, enfermera y rezandera de Amarilis. Ella se convirtió en nuestro trabajo de sistematización de sus experiencias en un referente invaluable, al ofrecernos entrevistas detalladas de sus preparaciones, las cuales citamos sólo parte de ellas, y que en próximas publicaciones nos hemos propuesto a dar a conocer junto a otros cultores monaguenses en este proyecto investigativo en curso. No menos necesario es reconocer el militante y muy importante apoyo del equipo de investigación que ahora me acompaña como parte de estos procesos creadores del pueblo, como bien citaba Aquiles Nazoa. Ellos, en su juventud se han apasionado por la investigación con razón de vida, por esta investigación tan necesaria y en palabras de ellos, por el estudio de las matas que son tan mágicas, como bien expresa Valeria Missel. Valeria, quien inicia al igual que Jephersson Ramos su ruta de vida en esta Casa de Los Saberes aprendiendo (y aprehendiendo) todo lo que humildemente les puedo enseñar, y transformando ello en algo increíblemente poderoso, como es enseñar a otros y dar vida de estos conocimientos con su aplicabilidad en el campo de las vivencias. A Fabiola Borregales, quien al igual que los chicos ella inició en su alma mater (UPEL-IPM) sus primeros paso botánicos junto a La Negra (Hayddé Daniels) y que ahora se ha integrado militante al equipo con su proyecto de tesis doctoral, aportando al conocimiento etnobotánico monaguense de una forma y manera que la vida le recompensará en todo lo mejor para ella. Sus pasos, los pasos de noveles talentos son pasos humanos… pero que paulatinamente serán pasos de gigantes. Cuando los hechos que el conocimiento, como bien lo definían inicialmente los griegos y posteriormente los filósofos medievales como scientia (reivindicación latina del conocimiento), cobran significancia y es capaz de transformar una realidad, el presente contexto analítico y crítico que desde los grupos de investigación organizados han dado su significancia de formas tradicionales, otros siguiendo líneas duras y formando escuelas de ellas, me hace estimar (y seguiré estimando) como una convicción mas allá de cualquier atisbo sentimental, que cuando los unos se reúnen, son la verdadera fuerza capaz de cambiar al mundo infundado en un sentir del amor único, que es la esencia de lo colectivo. Ello, a través del tiempo recorrido en nuestra Universidad, cobra una significancia más allá de lo especial en el que nacientemente Página Nro. 23

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denominamos Colectivo y ahora se califica como Núcleo de Investigación en Ecología Social Ing. “José Gregorio Ortíz”, en honor a un ser que de una forma u otra nos unió en ese sentir que intento expresarles en las actuales líneas. A través de grandes amigos, el mundo puede mirarse de distintas formas, si todo ese devenir de lo verdaderamente humano como quiso calificar Nietzche, nos lo proponemos mas allá de lo que quiso expresar Arquímedes cuando pedía un punto de apoyo para mover al mundo. Maryorie Bottini, Eliud Lárez, Euclides Villegas y el resto de la patota, gracias infinitas por ser ese punto de apoyo siempre presente en cada momento de este y todos los trabajos que nos proponemos, y permitirme mirar la vida de forma siempre distinta. He establecido de este espacio un punto epilogar my particular; casi nadie comienza por el principio tradicional de los agradecimientos y expresiones significativas, pero… ¿quién dijo que el principio necesariamente no es el final? Si la ciencia no se convierte en acción transformadora, en acción rebelde… ¿para qué hacer ciencia? Hagamos de los giros de nuestras vidas, estas transformaciones, las necesarias para mirar con el cristal necesario nuestros particulares cotidianos en íntima integralidad con la de los otros.

3

4

Figs. 3 y 4: Visita en la casa de la Sra. Ofelia Jiménez, quien nos muestra de primera mano una planta de Tuna (CACTACEA), indicándonos también sus propiedades tanto curativas como usos mágicos-religiosos entre otros (3). Su nieta, Yusmelis, nos proporciona una muestra de Orégano orejón (LAMIACEAE: Plectranthus sp.) (4), facilitándole nosotros las tijeras para ello. Mi abuela se tibia si dejo que otros toquen sus matas, nos expresa el celo natural que la Sra. Ofelia tiene por sus plantas cultivadas para los fines particulares de usos que ancenstralmente ha aprendido e intentado pasar a generaciones futuras. Comunidad de Amarilis, Febrero del 2012. Página Nro. 24

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Fig. 5: Inicio de actividades de entrevistas y relaciones etnográficas en casa del Sr. Absallom Villamizar (camisa roja), Comunidad de Aribí. Agosto del 2013.

Fig. 7: Los profesores Elíud Lárez (primer plano) y el Prof. Miguel Sánchez, procesando in situ muestras botánicas colectadas en el patio del Sr, Pedro Salas. Aríbí, Agosto del 2013.

Fig. 9: Las profesoras Yberlis Betancourt (camisa azul) y la Profesora Liliana Flores (camisa roja), e apoyo al montaje y caracterización de muestras en Amarilis, como parte de su trabajo en el Diplomado en Gestión de la diversidad Biológica. Febrero del 2012.

Fig. 6: Las exploración directa en el jardín de plantas con diversas aplicaciones, y la información directa del Sr. Absallom es fundamental para recrear los saberes de manera directa y explicita. Aribi, Agosto 2013

Fig. 8: Conversación con el Sr. Pedro Salas de Aribí. Llevo desde chiquito en esto, me lo enseño mi papa, que era muy terco pa’ enseñá, nos comenta de primera mano su maestría en la herbolaria. Agosto 2013.

Fig. 10: Prof. Miguel Angel Sánchez, en la sistematización de las muestras colectadas en el patio del Sr. Absallom Villamizar, comunidad de Aribí. La mayoría de los procesos de trabajo son in situ. Agosto del 2013.

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Fig. 11: La estudiante Valeria Missel (primer plano) y la Prof. Fabiola Borregales (segundo plano) en el laboratorio de Análisis de la Biodiversidad y Sociodiversidad en el proceso de montaje de las muestras botánicas, una vez pasado el proceso de prensado y secado. Octubre del 2013

Fig. 12: El estudiante Jephersson Ramos en el proceso de dibujo botánico, empleando técnica de mano alzada. Parte de los procesos necesarios para la caracterización de la biodiversidad etnobotánica requere desarrollar este tipo de dibujo para la preparación de documentos de Flora Etnobotánica, como producto de estas investigaciones. Octubre 2012.

Fig. 13: Equipo de Investigación en Socioconservación de Espacios Naturales Orientales. De izquierda a derecha: Prof. Fabiola Borregales (estudiante Doctorado en Botánica UCV), Prof. Miguel Sánchez (Coordinación de Línea de Investigación, Núcleo de Investigación CIES, Gestión Ambiental UBV), Jephersson Ramos (Estudiante Gest. Ambiental UBV) y Valeria Missel (Estudiante Gest. Ambiental UBV). Trabajo de Campo en Taller de Manejo Integral de la Biodiversidad Vegetal, dictado a docentes y estudiantes UBV en Aragua de Maturín. Noviembre 2013.

Fig. 14 (dibujo a la derecha): Los dibujos botánicos desarrollados por el estudiante Jephersson Ramos componen una parte fundamental de la caracterización del trabajo realizado en este proyecto etnobotánico, como en los comprendidos en análisis de la biodiversidad y caracterización de morichales, pues de ello depende de desarrollar la Flora como obra editada y disponible para su consulta bibliográfica. Este esquema corresponde a una muestra tipo de merey (ANACARDIACEAE: Anacardium occidentale L.) Julio del 2013.

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TABLA Nro. II: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Amarilis, Municipio Maturín, Estado Monagas. Nro.

Familia. Género y especie

1

Poaceae Cymbopogon citratus (DC.) Stapf

2 3 4

Crassulaceae Kalanchoe pinnata (Lam.) Pers. Euphorbiaceae Euphorbia hirta L. Apocynaceae Nerium oleander L.

Nombre común.

Usos/Aplicaciones

Órgano en uso/aplic.

Citronera

Gripe y malestar general, Aliviar dolores menstruales, Abortivo. Repelente de insectos (mosquitos)

Planta completa

Libertadora

Dolores de cabeza, Papera (Parotiditis).

Hoja

No se reporta nombre común.

En el control de pequeños roedores de campo Espantar ratones.

Toda la planta.

Flor de la reina, Berbería

Sinusitis; otras molestias nasales.

Solo flores.

5

Scrophularaceae Capraria biflora L.

Fregosa

6

Cecropiaceae Crecropia sp.

Yagrumo

7 8 9 10 11 12 13 14 15

Annonaceae Annona muricata L. Lamiaceae Melissa officinalis L. Costaceae Costus sp. Caprifoliaceae Sambucus sp. Lamiaceae Plectranthus sp. Anacardiaceae Mangifera indica L. Monimiaceae Rubiaceae Morinda citrifolia L. Solanaceae Solanum americanum Mill.

Diarrea y malestares estomacales. Fiebre, Dolores menstruales y de ovarios. Disminuir los niveles de colesterol, Azúcar en la sangre, Control de peso, Gripe.

Catuche

Desmayos, Tensión arterial.

Citrona

Fiebre, malestar general, gripe.

Caña la india Asauco - Sauco Orégano orejón Mango Atamel Noni Yerba Mora

16

Cucurbitaceae Momordica charantia L.

Cundeamor

17

Cucurbitaceae Cucurbita sp.

Auyama.

Problemas renales. Gripe y tos, bronquitis, asma, Amigdalitis, Hemorroides, Conjutivitis. Dolor de oído. En aderezo de comidas Aderezar comidas (condimento culinario). Desinflamatorio, antiinflamatorio. Heridas y golpes.

Hojas jóvenes (cogollos).

Hojas maduras.

Hojas. Hojas y flores. Hojas. Flores. Hoja. Hojas.

Malestar general. Diurético, Artritis y dolores musculares, Tensión arterial, Migraña. Sabañón, llagas, picaduras de insectos, Quemaduras, Diurético, Afecciones hepática. Diabetes, diurético, cálculos renales, Purgante, Desinflamatorio, Heridas, Enfermedades de la piel, Quemaduras, Fiebre, Dolor de cabeza, Dolores menstruales, Hemorroides. Alimenticia, Diurético, Cicatrizante, Manchas en la piel, Diarrea, Golpes e inflamaciones.

Fruta Fruta madura.

Toda la planta

Toda la planta, excepto las raíces. Página Nro. 27

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TABLA Nro. II: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Amarilis, Municipio Maturín, Estado Monagas (Continuación). Nro.

Familia. Género y especie

18

Verbenaceae Lantana camara L.

19

Fabaceae Tephrosia sp.

Nombre común.

Órgano en uso/aplic.

Usos/Aplicaciones

Cariaquito

Lavar ojos irritados, gripe, fiebre, dolores menstruales, duchas vaginales, migrañas, dolor de cabeza, mareos.

Hojas y flores.

Añilito

Pesca tradicional aplicando partes de la planta (barbasco)

Raíz.

20

Euphorbiaceae Jatropha curcas L.

Piñón

Diurética, empeines en la piel, cicatrizante de heridas recientes, ulceras leves, para alejar espíritus y abono para plantas.

21

Acanthaceae Justicia secunda Vahl.

Chinchamochina

22

23 24 25 26

27

28

Asteraceae Ambrosia artemisiifolia Phyllanthaceae Phyllanthus niruri L. Boraginaceae Heliotropium indicus L. Rubiaceae Coffea sp. Meliaceae Azadirachta indica A. Juss Sapindaceae Manilkara achras (Mill.) Fosberg Manilkara zapota (L.) Royen Achras sapota L. Lamiaceae Hyptis suaveolens (L.) Poit.

Fruta. Látex. Hojas. Semillas.

Lechina y Fiebre alta

Hojas. Flores.

Altamisa.

Malestar general, Desinflamatorio. Reumatismo, Artritis, Calambres. Irregularidades menstruales, Menopausia, Abortiva, Llagas, Repelente de insectos. Para hacer baños y despojos.

Toda la planta.

Huevo abajo, Flor escondida

Diabetes, colesterol, hipertensión, diurético, cálculo en los riñones.

Toda la planta.

Rabo de alacrán, Borrajon.

Toda la planta excepto la raíz.

Dolores musculares.

Café.

Dolor de cabeza, Migraña. Abscesos y heridas purulentas.

Hojas y Semillas.

Nim - Neem.

Diabetes, Psoriasis, Escabiosis, Infecciones, Ulceras, Desintoxicante del hígado.

Hojas y flores.

Níspero.

Alimenticio, Digestivo, Diurético, Diabetes.

Mastranto

Anemia, Dolores estomacales, Hipertensión.

Hojas y flores.

29

Malvaceae Gossypium sp.

Algodón.

Menstruación dolorosa, Amenorrea, Abortivo, Antiespasmódico.

30

No Identificada

Caicareña

31

Agavaceae Agave cocui Trel.

Cocuiza.

32

Asteraceae Tithonia diversifolia (Hemsl.) A. Gray

Pesca tradicional aplicando partes de la planta (barbasco) Gripe, Asma, Dolores e hinchazón, Problemas menstruales, Llagas, Fístula, Preparar licor, Construcción, Obtención de fibras. Dolor muscular, Hinchazón, Desinflamatorio, Golpes, Reumatismo, Varices, Hemorroides, Garganta irritada, Amigadalitis, Fiebre, Alimento para animales.

Árnica.

Fruto Semillas.

Corteza del tallo (súber). Toda la planta Hojas, flores y raíz.

Hojas, tallo y flores

Página Nro. 28

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TABLA Nro. II: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Amarilis, Municipio Maturín, Estado Monagas (Continuación). Nro.

Familia. Género y especie

Nombre común.

Usos/Aplicaciones

Órgano en uso/aplic.

Sazonar alimentos. Dolor estomacal, Carminativa, Cólicos, Digestiva, Antiemético. Cálculos renales, Diurética, Diabetes, Colesterol, fiebre, Sedante, Dolor de oído, Galactógena, Bajar de peso, Mareos y vértigo, Caída del cabello, Baños y despojos, Alejar espíritus, Picaduras de insectos, Insecticida, Antimosquitos.

Toda la planta.

33

Lamiaceae Ocimun sanctum L

Albahaca morada.

34

Chenopodiaceae Chenopodium ambrosioides L.

Pasote.

Tratamiento de la parasitosis humana

Hojas y flores.

35

Piperaceae Piper marginatun Jacq.

Anís. Atroverán

Dolores estomacales, Cólicos ventrales, Digestión, Nauseas, Gases (Carminativa), Olor corporal.

Hojas maduras.

Cruceta.

Curaciones mágico-religiosas (ensalmes y rezos)

Toda la planta.

Tomate.

Irritación en los ojos, Diabetes. Reumatismo.

Fruto y hojas.

Tua tua morada.

Fiebre, Dolor de muelas, Úlceras, Cólicos, Diabetes, Bajar de peso, Diurético, Cálculos renales y en vesícula, Golpes e hinchazón., Emética.

36 37

38

39 40

Asteraceae Chromolaena sp. Solanaceae Solanum lycopersicum L. Euphorbiaceae Jatropha gossypiifolia L. Malvaceae Urena sinuata L. Meliaceae Melia azedarach L.

Hojas

Pata de perro.

Diarrea con sangre, Molestias hepáticas.

Toda la planta

Árbol Paraíso.

Fiebre.

Hojas y flores.

41

Phytolaccaceae Petiveria alliacea L.

Mapurite. Mapuritico.

42

Zyngiberaceae Zingiber officinale L.

Jengibre

43

Caricaceae Carica papaya L.

Lechoza.

44

Bromeliaceae Ananas comosus (L.) Merr.

Piña.

Quistes en ovarios, Infecciones renales, Cálculos en riñones y vesícula, Diabetes, Depurativo, Abortiva, Antiespasmódico, Antiinflamatorio. Cocinar, Dolor de garganta, Amigdalitis, Digestivo, Estimulante del apetito, Dolor de cabeza, Migraña, Gripe y catarros, Bronquitis, Reumatismo, Colesterol, Purificante de la sangre, Circulación sanguínea. Estreñimiento, Limpieza estomacal, Laxante, Desparasitante, Heridas, Cicatrizante, Desinflamatorio, Heridas purulentas, Fiebre. Durezas y callosidades en la piel, Hemoglobina. Alimenticia, Diurética, Pérdida de peso, Bronquitis, Dolor de garganta, Artesanal.

Raíz y hojas jóvenes.

Raíz.

Fruto y hojas.

Fruta y Hojas.

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TABLA Nro. II: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Amarilis, Municipio Maturín, Estado Monagas (Continuación). Nro. 45 46 47 48

Familia. Género y especie Scrophulariaceae Scoparia dulcis L. Piperaceae Peperomia pellucida L. Lamiaceae Mentha × piperita L. Asteraceae Ageratum conyzoides L.

Nombre común.

Usos/Aplicaciones

Órgano en uso/aplic.

Escobilla.

Diabetes, Carminativo, Digestivo, Hemorroides, Cólicos estomacales.

Hojas, tallo y flores

Berro de sapo. Menta Yacuría.

49

Xanthorrhoeaceae Aloe vera (L.) Burm. f.

Sábila.

50

Rutaceae Citrus sp.

Limón.

51 52 53

Convolvulaceae Ipomoena sp. Myrtaceae Psidium guajava L. Malvaceae Hibiscus rosa-sinensis L.

Hojas y flores.

Digestivo, Estreñimiento, Hemorroides, Purgante, Laxante, Pérdida de peso, Afecciones de la piel, Cicatrizante, Acné, Caída del cabello, Tuberculosis, Bronquitis, Asma, Durezas y callos en la piel, Próstata. Gripe y catarro, Amigdalitis, Hemorragias, Purificador de sangre, Blanqueado de dientes, Pérdida de peso, Diurético, Diarrea, Desparasitante, Dolor de cabeza, Migraña.

Hojas.

Fruto y hojas.

Alimenticia, Anemia, Diarreas, Desparasitante, Hemoglobina.

Hojas y fruto.

Cayena

Expectorante, Pasmo, Sedante, Insomnio, Cuidado del cabello.

Hojas y flores.

Plantaginaceae Plantago major L.

Llantén.

58

Trastornos menstruales, Dolor de ovarios, Abortivo, Cicatrización.

Guayaba.

55

Lamiaceae Salvia officinalis L.

Hojas y tallos.

Hojas y flores

Naranja.

57

Digestivo, Asma, Dolores de garganta, Sedante.

Lavar ojos irritados.

Rutaceae Citrus × sinensis (L.) Osbeck

Apocynaceae Thevetia peruviana Verbenaceae Stachytarpheta jamaicensis (L.) Vahl.

Toda la planta.

Celedonia.

54

56

Diurético, Infecciones urinarias, Tensión arterial.

Nervios, Insomnio, Circulación sanguínea, Reumatismo, Gota, Dolores estomacales, Digestión, Hemorroides, Amigdalitis, Bronquitis, Desparasitante, Afecciones de la piel, Fiebre, Pérdida de peso. Catarros, Descongestionar las vías respiratorias, Amigdalitis, Hemorragias, Antiséptica, Dolores óticos, Hemorroides.

Hojas, flores y fruto.

Hojas y flores.

Retama.

Artesanal, Veneno para animales.

Frutos y hojas.

Verbena.

Malestar general y fiebre.

Toda la planta.

Salvia.

Condimentar alimentos, Circulación, Digestiva, Halitosis, Fiebre, Infecciones renales, Diurético, Sedante.

Hojas.

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TABLA Nro. II: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Amarilis, Municipio Maturín, Estado Monagas (Continuación). Nro. 59

Familia. Género y especie Bixaceae Bixa orellana L.

Nombre común. Onoto.

Usos/Aplicaciones Condimentar alimentos. Artesanal. Alimenticia, Sedante, Oxigenante cerebral, Energizante, Antidepresivo, Hemorragias, Trastornos menstruales, Tos, Irritación de garganta, Fiebre. Golpes, Reumatismo, Digestión.

Órgano en uso/aplic. Fruto.

60

Amaranthaceae Amaranthus spinosus L.

Pira.

61

Myrtaceae Syzygium malaccense (L.) Merr. & L.M. Perry

Pumalaca.

Alimenticia, Hemoglobina, Anemia, Desparasitante.

62

Solanaceae Solanum melongena L.

Berenjena.

Calculo en los riñones, Infecciones renales, Circulación sanguínea, Tumores, Diurético, Diabetes, Pérdida de peso.

Fruto y hojas.

63

Arecaceae Cocos nucifera L.

Coco.

Diurético, Laxante, Estreñimiento, Desparasitante, alimenticia.

Fruto.

64

65 66 67 68 69 70

71

72 73 74

Verbenaceae Lippia micromera Schauer Pasifloraceae Passiflora adenopoda DC. Caesalpinaceae Cassia fistula L. Oxalidaceae Averrhoa carambola L. Caesalpinaceae Tamarindus indica. L. Anacardiaceae Anacardium occidentale L. Caesalpinaceae Senna occidentalis (L.) Link. Asteraceae Cosmos sp. Boraginaceae Cordia curassavica (Jacq.) Roem. & Schult. No Identificada Apiaceae Eryngium foetidum L.

Orégano chiquito

Condimento. Digestivo, Gases (carminativa), Dolor abdominal, Antiespasmódico, Dolores menstruales, Dolores de cabeza, Migraña. Jugos y como alimento para

Parchita montañera. ganado, Caña fístola. Tamarindo chino.

Diabetes, laxante. Quitar manchas de la ropa.

Toda la planta.

Frutos.

Hojas, tallo y flores.

Toda la planta. Hojas. Fruta verde.

Alimenticia, depurativa, adelgazante.

Fruto.

Merey.

Alimenticia.

Fruto.

Brusca

Riñones, próstata y febrífugo.

Tamarindo

Manzanilla

Fiebre, malestar general, gripe, dolor de cabeza, sedante, digestiva, dolor de estómago, cicatrizante, antiinflamatorio, duchas vaginales, lavar ojos irritados.

Raíz y hojas.

Flores.

Rabo de alacrán montañero.

Fiebre y malestar general.

Hojas y tallo.

Pama.

Fiebre y malestar general

Hojas y tallo.

Culantro.

Condimento, dolor de estómago.

Planta completa.

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TABLA Nro. III: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Aribí, Municipio Maturín, Estado Monagas. Nro. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Familia. Género y especie Annonaceae. Annona muricata L. Monimiaceae Peumus sp. Piperaceae Peperomia pellucida L. Bignonaceae Crescentia cujete L. Lythraceae Punica sp. Phyllanthaceae Phyllanthus niruri L. Phytolaccaceae Petiveria alliacea L. Costaceae Costus sp. Boraginaceae Heliotropium indicus L. Verbenaceae Lippia micromera Lamiaceae Plectranthus sp. Caesalpinaceae Cassia fistula L. No Identificada Poaceae Cymbopogon citratus (DC.) Stapf Cucurbitaceae Momordica charantia L. Acanthaceae Barleria sp. Cactaceae Opuntia sp. Agavaceae Agave cocui Trel. Musaceae Musa sp. Asteraceae Tithonia diversifolia (Hemsl.) A. Gray

Nombre común. Catuche, Guanábana

Usos/Aplicaciones Somnífero, cáncer de estómago

Órgano en uso/aplic. Hojas y fruto.

Bral, Atamel

Dolor de cabeza, mareo, migrañas, fiebre, malestar general.

Berro de sapo

Dolor, irritación y llagas en la garganta

Toda las partes, excepto la raíz.

Tapara

Sarna, dolor de estómago, piojos, ectoparásitos en perros, utensilios de cocina.

Fruto.

Cáncer de próstata.

Fruta.

Granadilla Huevo abajo Mapuritico Caña la india.

Reumatismo, dolor de riñones y diabetes. Diabetes en sus diversas denominaciones. Dolores renales, dificultad para orinar.

Hojas y tallos jóvenes (cogollos).

Toda la planta. Flores, tallo y hojas. Hojas y tallo.

Rabo de alacrán

Herpes zóster, fiebre, malestar estomacal

Toda la planta.

Orégano chiquito

Condimento culinario

Hojas.

Orégano orejón Caña fístola Escorzonera, corsonera Citronera

Fiebre, síndromes nerviosos, circulación sanguínea, condimento culinario Tratamiento de malestares asociados a la próstata Regular la menstruación, estimular el parto. Gripe, fiebre, dolor de cabeza, mareos, migrañas, malestar corporal general.

Hojas y tallos. Hojas. Raíz. Hojas y raíz.

Cuandeamor

Diabetes en sus diversas denominaciones

Hojas, flores y fruto.

Cuaimapiña

Mordeduras de serpiente.

Hojas.

Cardón santo

Gripe y asma.

Corteza del tallo.

Cocuiza

Elaboración de de bebidas alcohólicas

Hojas de la planta (pencas)

Cambur

Consumo humano; acompañamiento alimenticio

Árnica

Hinchazón, golpes, desinflamatorio, antiinflamatorio, reumatismo, dolores musculares, piel irritada.

Frutas. Hojas, flores y tallos.

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TABLA Nro. III: Relación de plantas colectadas y usos dentro de la comunidad de Aribí, Municipio Maturín, Estado Monagas (Continuación). Nro. 21 22 23 24 25 26 26 28

Familia. Género y especie Sterculiaceae Melochia sp. Malvaceae Sida sp. Verbenaceae Lantana camara L. Amaranthaceae Justicia secunda Valh. Malvaceae Urena sinuata L. Cactaceae Caesalpinaceae. Senna occidentalis (L.) Link Fabaceae Caricaceae. Carica papaya L.

29

Nombre común. Bretonia

Usos/Aplicaciones

Órgano en uso/aplic.

Gripe.

Hojas y flores.

Acciones doméstica (como base de escoba)

Toda la planta.

Fiebre, malestar general, gripe, migrañas, mareos.

Hojas y flores.

Chinchamochina

Lechina y fiebre alta

Hojas y flores.

Cadillo de perro

Malestar estomacal

Toda la planta.

Ornamental (alrededores de casa), insecticida

Toda la planta

Riñones y próstata.

Toda la planta.

Escoba Cariaquito

Tuna Brusca Barbasco

Lechoza

Pesca tradicional aplicando partes de la planta Comestible, para hacer dulces, desinflamatorio, antiinflamatorio, dificultad para orinar, control de peso, estreñimiento, dolor de estómago, digestiva, llagas en la piel.

Raíz.

Fruto.

REFERENCIAS Y CONSULTAS BIBLIOGRÁFICAS:     



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