ESTUDIOS ESTRATEGICOS DE COMERCIO INTERNACIONAL

July 26, 2017 | Autor: Julieta Sanchez Cano | Categoría: International Business, International Trade, International trade agreements
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Descripción

El Comité Científico de la obra Estudios Estratégicos de Comercio Internacional está integrado por profesores e investigadores de las Instituciones de Educación Superior de México, España y Dinamarca quienes dictaminaron en un total de 10 sesiones- 4 preliminares y 6 plenarias- entre mayo a noviembre de 2013, basándose en un plan de trabajo que integró etapas de recepción; selección; dictaminación; aprobación o rechazo, y que finalmente quedó asentado en una bitácora de control. El Comité Científico de la obra Estudios Estratégicos de Comercio Internacional se integra por: Carlos Berzosa Alonso-Martínez, Universidad Complutense de Madrid (España) Daniel Díaz Fuentes, Universidad de Cantabria (España) Miguel Ángel Díaz Mier, Universidad Alcalá de Henares (España) Birgitte Gregersen, Aalborg University (Dinamarca) Alfredo Islas Colín, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (México) Humberto Ríos Bolívar, Instituto Politécnico Nacional (México) Clemente Ruiz Durán, Universidad Nacional Autónoma de México (México) Julio Sequeiros Tizón, Universidad de Coruña (España) Erasmo Adolfo Sáenz Carrete, Universidad Autónoma Metropolitana (México) Xavier Vence Deza, Universidad de Santiago de Compostela (España) Francisco Venegas-Martínez, Instituto Politécnico Nacional (México)

ESTUDIOS ESTRATÉGICOS DE COMERCIO INTERNACIONAL AUTORES Miguel Ángel García Moreno, Omar Neme Castillo, Ana Lilia Valderrama Santibáñez. Miguel Ángel Díaz Mier, Ángela Andrea Caviedes Conde. José Ruiz Chico, Antonio Rafael Peña Sánchez, Mercedes Jiménez García. José Luis Barrera Canto, Ruth Noemí Ojeda López. Óscar Rodil Marzábal, Jorge Alberto López Arévalo. Marta Miranda García, Susana Blanco García, María Ramos Escamilla, Óscar Vargas Delgado, Segovia Vargas María de Jesús. Seyka Verónica Sandoval Cabrera, José Nabor Cruz Marcelo. Guillermo Valdiviezo, Joost Heijs. Ruth Ortiz Zarco, Juan Marroquín Arreola, Humberto Ríos Bolívar. Ana Fernández-Ardavín, Dorotea López Giral, Sofía Boza. Julieta Evangelina Sánchez Cano, Yeni Estrella Rodríguez Cisneros. Abigail Rodríguez Nava, Francisco Venegas Martínez.

UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO Óscar Erasmo Návar García Rector José Vicente Reyes Espino Secretario General Manuel Gutiérrez Corral Dir. General de Administración Ana Bertha Adame García Abogado General Alfonso Gutiérrez Rocha Dir. de Servicios Escolares Jacinto Toca Ramírez Dir. de Planeación y Desarrollo Académico

EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO Título: Estudios Estratégicos de Comercio Internacional. Diseño de Libro Digital: Carlos Martínez Torres. Diseño de portada: Víctor Manuel Rodríguez Guerrero. Diseño de interiores: Carlos Martínez Torres, © D.R.: Miguel Ángel García Moreno, Omar Neme Castillo, Ana Lilia Valderrama Santibáñez. © D.R.: Miguel Ángel Díaz Mier, Ángela Andrea Caviedes Conde. © D.R.: José Ruiz Chico, Antonio Rafael Peña Sánchez, Mercedes Jiménez García. © D.R.: José Luis Barrera Canto, Ruth Noemí Ojeda López. © D.R.: Óscar Rodil Marzábal, Jorge Alberto López Arévalo. © D.R.: Marta Miranda García, Susana Blanco García, María Ramos Escamilla, Óscar Vargas Delgado Segovia Vargas María de Jesús. © D.R.: Seyka Verónica Sandoval Cabrera, José Nabor Cruz Marcelo. © D.R.: Guillermo Valdiviezo, Joost Heijs. © D.R.: Ruth Ortiz Zarco, Juan Marroquín Arreola, Humberto Ríos Bolívar. © D.R.: Ana Fernández Ardavín, Dorotea López Giral, Sofía Boza. © D.R.: Julieta Evangelina Sánchez Cano, Yeni Estrella Rodríguez Cisneros. © D.R.: Abigail Rodríguez Nava, Francisco Venegas Martínez. © D.R.: De esta Edición, Editorial de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Constitución 404 sur. Zona Centro; C.P. 34000. Durango, Dgo. 2014. ISBN: 978-607-503-148-4. [email protected]

Índice. PRESENTACIÓN. (11) ¿AÚN PUEDEN IMPULSARSE LAS EXPORTACIONES MAQUILADORAS? ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA DE EXPORTACIÓN MEXICANA. Resumen. (19). I.- Introducción. (21). II.- La industria maquiladora de exportación: Un enfoque teórico. (27). III.- Algunos hechos: IME. (37). IV.- Fortalezas y debilidades de la IME. (46). V.- Reflexiones finales. (61). VI.- Bibliografía. (65). ¿UN NUEVO PROTECCIONISMO? Resumen. (73). I.- Introducción. (75). II.- Desarrollo. (78). III.- Aportaciones al análisis de la política comercial con mención del proteccionismo. (80). IV.Argumentos tradicionales empleados en la polémica tradicional entre libre comercio y protección comercial. El neoproteccionismo. (100). V.- Instrumentos que se utilizan en la definición de “nuevas políticas comerciales”. (116). VI.Tratamiento que se da actualmente en algunas instituciones internacionales a las medidas proteccionistas. (123). VII.- Reflexiones y justificación del título. (127). VIII.- Bibliografía. (129). COMPETITIVIDAD DE LAS EXPORTACIONES AGROALIMENTARIAS ESPAÑOLAS. UN ESTUDIO REGIONAL. Resumen. (135). I.- Introducción. (137). II.- Metodología. (144). III.- Panorama regional de las exportaciones agroalimentarias españolas. (148). IV.- Análisis Shift-Share de las exportaciones agroalimentarias españolas a nivel regional. (154). V.- Estudio de las elasticidades de atracción y localización de las expor-

taciones. (161). VI.- Conclusiones. (168). VII.- Referencias bibliográficas. (170). EL COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS DIGITALES. Resumen. (177). I.- Comercio electrónico. (179). II.- Normatividad internacional sobre comercio electrónico. (184). III.- Productos digitales y sus consideraciones. (188). IV.-Propiedad intelectual. (191). V.- Comparativo de países. (193). VI.- Conclusiones. (199). VII.- Referencias. (201). EL COMERCIO INTRA-INDUSTRIAL EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMÉRICA DEL NORTE (TLCAN). Resumen. (205). I.-Introducción. (207). II.- Aspectos teóricos: Integración y Comercio Intra- Industrial. (209). III.- El TLCAN como eje dinamizador del comercio en América del Norte: una panorámica. (218). IV.-Tendencias en la evolución del comercio intra-industrial en el TLCAN. (228). V.-Conclusiones. (242). VI.- Referencias bibliográficas. (245). EL EFECTO DE LAS VARIABLES Y RESTRICCIONES FINANCIERAS SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL. Resumen. (252). I.- Objetivo de la investigación. (254). II.- Síntesis de las principales aportaciones teóricas. (256). III.- El modelo explicativo: Variable dependiente y variables independientes. (261). IV.- Metodología y resultados. (267). V.- Análisis y conclusiones de los resultados obtenidos. (271). VI.- Bibliografía. (275). ESTRATEGIAS DE COMERCIO BAJO EL PARADIGMA INFORMÁTICO EN EUROPA: LAS LECCIONES DE CHINA. Resumen. (282). I.- Introducción. (284). II.- El modelo y el paradigma TICs. (287). III.- China y la estrategia de catching up. (296). IV.- Europa y la hipótesis de falling behind. (306). V.- China: Retos del forging ahead. (315). VI.Conclusiones. (322). VII.- Bibliografía. (325).

INNOVACIÓN Y COMPORTAMIENTO EXPORTADOR DE LAS MANUFACTURAS MEXICANAS. Resumen. (331). I.- Introducción. (333). II.- Innovación tecnológica y enfoques de comercio internacional. (336). III.- Evidencia microeconomía de la literatura. (342). IV.- Datos y métodos estadísticos. (352). V.- Estimación de los efectos de innovación en el comportamiento exportador. (355). VI.- Consideraciones finales. (364). VII.- Referencias. (366). INTERACCIÓN ENTRE EFICIENCIA CREDITICIA INTERNACIONAL, DESARROLLO FINANCIERO Y COMERCIO INTERNACIONAL. Resumen. (375). I.- Introducción. (377). II.- Revisión de la literatura. (380). III.- Crecimiento endógeno e intermediación financiera. (385). IV.- Análisis estadístico de la información. (389). V.- Análisis gráfico. (392). VI.- Modelo econométrico. (396). VII.- Planteamiento del modelo. (399). VIII.- Estimación y resultados. (400). IX.- Conclusiones. (403). X.- Bibliografía. (406). LA RELACIÓN COMERCIAL ENTRE CHILE Y LA UNIÓN EUROPEA: EVALUACIÓN Y DESAFÍOS . Resumen. (412). I.- Introducción. (414). II.- La política comercial de la UE. (416). III.- Efectos comerciales de las diferentes ampliaciones. (419). IV.- Ámbito multilateral. (422). V.- Acuerdos bilaterales. (423). VI.- La política comercial de la UE con América Latina. (430). VII.- La política comercial de Chile. (434). VIII.- Las relaciones comerciales de Chile- UE. (444). IX.- El comercio agrícola chileno a nivel mundial. (450). X.- El comercio agrícola Chile- UE. (454). XI.- El comercio agrícola en la AAE Chile- UE. (459). XII.- Conclusiones. (463). XIII.- Bibliografía. (465). LA VOLATILIDAD DEL PRECIO INTERNACIONAL DEL PETRÓLEO Y LOS ALIMENTOS BÁSICOS: REPERCUSIONES E IMPACTOS. Resumen. (470). I.- Introducción. (472). II.- El mercado del petróleo y sus repercusiones en el mercado de alimentos básicos. (474). III.- Conclusiones. (494). IV.- Bibliografía. (497).

MODELOS ACTUALES PRIMARIO, SECUNDARIO Y TERCIARIO EXPORTADOR EN AMÉRICA LATINA. Resumen. (502). I.- Introducción. (504). II.- Estudios empíricos recientes sobre el comercio internacional de América Latina. (506). III.- Modelos actuales de comercio internacional. (511). IV.- Conclusiones. (522). V.- Bibliografía. (524). Anexos. (528).

Presentación.

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sta obra ofrece una visión global sobre algunos de los aspectos relevantes que guarda en comercio internacional. Para ese fin colaboran especialistas de Chile, China, España y México. Los rubros analizados son el retorno del proteccionismo, el impacto de los precios del petróleo en una mayor pobreza alimentaria, el comercio intra-industrial que se da en los países del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la relación comercial entre Chile y la Unión Europea, las características del comercio digital, la competitividad de las exportaciones agropecuarias de España, el paradigma digital europeo visto en el espejo del comercio de China, el comportamiento de la innovación de la exportación de las manufacturas así como el estado que guardan la maquilas exportadoras mexicanas, los modelos primario, secundario exportador de América Latina. Así Miguel Ángel Díaz Mier y Ángela Andrea Caviedes Conde consideran la oportunidad de definir actualmente el proteccionismo comercial aunque se utiliza más la expresión barreras comerciales. Analizan las interrelaciones entre política comercial y política económica en diferentes etapas presentando los instrumentos comerciales que se han utilizado en ellas. Llegan a la conclusión de que se trata de “viejos vinos” pero presentados en nuevas botellas. En su investigación Julieta Evangelina Sánchez Cano y Yeni Estrella Rodríguez Cisneros analizan una serie de datos en el tiempo que muestran la volatilidad en los precios internacionales tanto del peP á g i n a | 11

tróleo como de los alimentos básicos. Por ello ven su impacto y repercusiones a nivel global y una mayor pobreza alimentaria en México. Al analizar la evolución en el precio de los alimentos básicos consideran también la correlación en el precio del petróleo, su alta volatilidad, ya que los altos precios de este último impactan directamente en la producción de alimentos. Otro de los fenómenos que generan efectos en los precios de los alimentos es la mayor producción de biocombustibles toda vez que incrementan a su vez la demanda de productos forrajeros agrícolas utilizados como insumos para su producción. Óscar Rodil Marzábal y Jorge Alberto López Arévalo estudian, por su lado, uno de los fenómenos más destacables del comercio mundial, esto es, el creciente predominio del comercio intra-industrial, entendido como el intercambio de diferentes variedades del mismo bien. Si bien dicho fenómeno se puso de manifiesto sobre todo en el marco de los procesos de integración regional, entre los que destaca el caso europeo, presenta, sin embargo, diferencias en base al tipo de países participantes. De ahí que su investigación analiza las características y evolución de este fenómeno en el contexto de los países participantes en un proceso de integración relativamente reciente como es el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte a la luz de los cambios acontecidos en la escena mundial. América Latina ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, el cual se ha basado en buena parte en los réditos de su apertura comercial. Ana Fernández-Ardavín, Dorotea López y Sofía Boza exploran en este sentido el caso de Chile, país que desde hace décadas mantiene una estrategia de crecimiento “hacia afuera”, basada principalmente en las exportaciones de cobre, pero también de productos de origen agropecuario y silvícola, como celulosa, vino o fruta. En este contexto, la Unión Europea es destino prioritario de las exportaciones chilenas. De ahí que las autoras realizan un análisis crítico en torno a la relación comercial entre Chile y la Unión Europea, estudiando de manera particular la situación de la agricultura. 12 | P á g i n a

José Luis Barrera Canto y Ruth Noemí Ojeda López discuten el concepto de productos digitales, las características que los diferencian de los servicios digitales y sus implicaciones en aspectos del comercio internacional. El mercado de estos productos está en constante crecimiento y las regulaciones existentes no responden a las dinámicas de estos nuevos productos. Aspectos como aranceles, infraestructura tecnológica, distribución o propiedad intelectual representan nuevas consideraciones que es necesario analizar, entender sus implicaciones en las prácticas tradicionales de comercio y plantear propuestas. Ruth Ortiz Zarco, Juan Marroquín Arreola y Humberto Ríos Bolívar proponen determinar la importancia que tienen tanto el desarrollo del sistema financiero como la eficiencia crediticia sobre la actividad del comercio internacional de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ( OCDE). Parten del modelo teórico de Ramsey, Cass y Koopmans con intermediación financiera. De ahí que los resultados de este trabajo son una aportación empírica a la visión que ve en el sector financiero un impacto positivo y como un detonante del comercio internacional. Mediante evidencia empírica se demuestra que existe una interacción positiva entre la eficiencia crediticia, el desarrollo del sistema financiero y el comercio internacional, para tal propósito, se utilizó información estadística de los países integrantes de la OCDE para el periodo 1999-2012. El sector agroalimentario puede ser considerado como un sector clave dentro de la economía española, ya que se ha visto menos afectado por la crisis actual menos que el resto de sectores. Con tal planteamiento, José Ruiz Chico, Antonio Rafael Peña Sánchez y Mercedes Jiménez García analizan la competitividad de sus exportaciones, para identificar las regiones más fuertes en el período 2007-2010, y comparar la situación actual con la situación previa a la crisis. Hemos utilizado una metodología Shift-share completada con el estudio de sus elasticidades. Podemos concluir que, principalmente, la posición P á g i n a | 13

estratégica de la competitividad de estas exportaciones depende de si su estructura productiva regional tiene una distribución adecuada. Al seguir el modelo de las revoluciones tecnológicas de Carlota Pérez (2004), Seyka Verónica Sandoval Cabrera y José Nabor Cruz Marcelo analizan las lecciones económico-institucionales de China para Europa, en términos de adaptación a la nueva realidad global del proceso de acumulación. Planteamos como supuesto central que Europa, en su tránsito del paradigma automotriz al informático, en los últimos cuarenta años, definió una trayectoria de crecimiento de catching up (dar alcance) a falling behind (quedarse atrás). A la par, se incrementó la competitividad de las industrias Chinas asociadas a los sectores vectores de la informática y las telecomunicaciones (TICs) desplazando paulatinamente la producción europea. Guillermo Valdiviezo y Joost Heijs estudian los factores que intervienen en el comportamiento exportador de las manufacturas mexicanas, poniendo énfasis en los aspectos de innovación tecnológica. La literatura especializada aporta evidencia empírica de que la innovación tecnológica tiene efectos positivos sobre las exportaciones y que la forma de asociación es de tipo lineal. No obstante, algunos investigaciones recientes han presentado evidencia de que este tipo de asociación puede ser no lineal y que asume la forma de “U” invertida. Por ello, a través de modelos econométricos no lineales se presenta evidencia de que las empresas mexicanas que tienen un comportamiento exportador más dinámico, son las que realizan una actividad innovadora intermedia, seguidas por las empresas que realizan mayor actividad innovadora y finalmente por las que realizan menor actividad de innovación. Miguel Ángel García Moreno, Castillo Omar Neme y Ana Lilia Valderrama Santibáñez identifican las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del modelo maquilador. Se parte de la idea que a pesar de sus limitaciones, éste tiene potencial para impulsar las exportaciones manufactureras, a través de medidas complementarias de la capacidad tecnológica y los encadenamientos productivos, en 14 | P á g i n a

un contexto en que la economía mexicana ofrece mano de obra semi-calificada, proveedores internacionales y facilidades fiscales y arancelarias. Se encuentra evidencia que la industria maquiladora dispone de fortalezas intrínsecas y oportunidades que pueden combinar para alcanzar mayor competitividad. No obstante, enfrenta focos rojos dado que las debilidades y amenazas parecen ser mayores. Dado el crecimiento que se ha venido produciendo en el comercio internacional sin precedentes, Marta Miranda García, Susana Blanco García, María Ramos Escamilla y Oscar Vargas Delgado pretenden recopilar las contribuciones que explican la importancia del desarrollo financiero y el efecto de las restricciones financieras en el comercio internacional y analizar el efecto de estas variables sobre el éxito de las empresas industriales españolas exportadoras a través de la aplicación de una técnica de Inteligencia Artificial, la teoría Rough Set. De esta manera se puede evaluar qué variables financieras afectan al éxito de una empresa en los mercados internacionales y obtener posibles patrones o recetas para evitar problemas de liquidez, estructura económica y financiera, que puedan lastrar el resultado exportador. Abigail Rodríguez Nava y Francisco Venegas Martínez analizan la orientación del comercio internacional de los años recientes en América Latina. Para tal propósito comparan tres estrategias distintas seguidas por estos países: a) la renovación del modelo primarioexportador, que surge ante la pérdida de competitividad en productos manufacturados elaborados en la región, respecto a productos similares elaborados en países asiáticos; b) el modelo secundarioexportador, que en su mayoría permanece sólo como resultado de la inserción de empresas extranjeras en los países latinoamericanos; y c) la promoción del sector terciario-exportador, que se sustenta sobre todo en la oferta de servicios financieros y de salud. La investigación concluye en que nuevamente es necesario replantear la posición de los países de la región en el entorno internacional, dado P á g i n a | 15

que sustentar la actividad productiva en los esquemas de ventajas comparativas no ha mostrado en los cuarenta años anteriores, ser suficientemente adecuado para fines del crecimiento económico y la superación de problemas estructurales. De esta forma, los escenarios y temas analizados abren nuevas perspectivas analíticas, modelos de exploración y teorías para entender el cambiante comercio internacional.

Erasmo Adolfo Sáenz Carrete.

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SEMBLANZA

Miguel Ángel García Moreno. Licenciatura en Comercio Internacional por la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional. Maestro en Ciencias Económicas por el IPN. Ha sido consultor de comercio internacional en diversas empresas del área. Actualmente es profesor de la Universidad del Valle de México, de la Universidad Tecnológica de México y de la Universidad del Distrito Federal.

Omar Neme Castillo. Licenciatura en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana. Maestría en Negocios Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México. Doctorado en Ciencias Económicas por el Instituto Politécnico Nacional. Fue Subdirector de Investigación de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana. Actualmente es profesor-investigador en la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I.

SEMBLANZA

Ana Lilia Valderrama Santibáñez. Licenciatura en Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana. Maestría en Economía por el Centro de Investigación y Docencia Económicas. Doctorado en Ciencias Económicas por el Instituto Politécnico Nacional. Fue Subdirectora de Investigación de la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía. Actualmente es profesora-investigadora en la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional y del Instituto Nacional de Administración Pública a nivel maestría y Doctorado. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel C.

¿AÚN PUEDEN IMPULSARSE LAS EXPORTACIONES MAQUILADORAS ? ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA DE EXPORTACIÓN MEXICANA. Miguel Ángel García Moreno. Omar Neme Castillo. Ana Lilia Valderrama Santibáñez.

Sumario: Resumen. I.- Introducción. II.- La industria maquiladora de exportación: Un enfoque teórico. III.- Algunos hechos: IME. IV.- Fortalezas y debilidades de la IME. V.- Reflexiones finales. VI.Bibliografía.

Resumen.

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l objetivo de este trabajo es identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del modelo maquilador. Se parte de la idea que a pesar de sus limitaciones, éste tiene potencial para impulsar las exportaciones manufactureras, a través de medidas complementarias de la capacidad tecnológica y los encadenamientos productivos, en un contexto en que la economía mexicana ofrece mano de obra semi-calificada, proveedores internacionales y facilidades fiscales y arancelarias. Este fortalecimiento sienta bases para el desarrollo de un modelo maquilador basado en innovación, conocimiento, servicios post-venta y toma de decisiones localmente, tal que se propicie el liderazgo en alguna cadena global de valor. P á g i n a | 19

Palabras Clave: Industria Maquiladora de Exportación, Fortalezas, Debilidades, Oportunidades, Amenazas.

Abstract. The aim of this paper is to identify the strengths, weaknesses, opportunities, and threats of the Mexican maquiladora model. It starts from the assumption that despite its limitations, it still has the potential to boost manufacturing exports through measures related to technological capabilities and production linkages, in a context in which the Mexican economy provides semiskilled labor, international suppliers and tax and tariff facilities. It is found evidence that maquiladora industry have intrinsic strengths and opportunities that could be combined to achieve greater competitiveness. However, it also faces red lights since weaknesses and threats seem to be of a greater degree. Key Words: Export Maquiladora Industry, Strengths, Weaknesses, Opportunities, Threats.

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I Introducción.

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esde sus inicios, la Industria Maquiladora de Exportación (IME) en México, ha sido motivo de estudio, debate, criticas, de diferentes posturas alrededor del papel que juega en la economía. Esta atención es más que merecida, basta señalar que en los últimos cinco años, es el rubro ligado al sector externo más importante después de las exportaciones petroleras, por encima de las remesas y el turismo. Este documento pretende identificar cuáles son los puntos de la estructura del modelo maquilador actual que se pueden modificar, mejorar o incluir, es decir, se considera que aún con las limitantes, y contrario a la percepción común de salarios bajos y beneficios fiscales como la única forma de competitividad del modelo maquilador, se puede lograr una mayor integración con la industria nacional como lo muestra la experiencia de otros países, de acuerdo con Dussel “et al”. (1997) y Contreras y Munguía (2007); considerando, por ejemplo modelos de capacidad empresarial autónoma. Con lo anterior se tendrán nuevos elementos que pueden considerarse en el diseño de política industrial y comercial del país tal que permitan orientar esfuerzos y recursos a este tipo de exportaciones o, por el contrario, reasignarse hacia otros sectores más productivos y con menos limitaciones (Dussel, 2003), lo que implicaría el cambio del modelo de crecimiento expo-orientado adoptado en la economía nacional desde hace más de tres décadas. En este contexto, es relevante cuestionarse por qué México fomenta la industria maquiladora de exportación ( IME); por qué la P á g i n a | 21

sitúa como eje de desarrollo económico, nacional e incluso regional, a tal grado que, de acuerdo con la Secretaría de Economía es el principal mecanismo de fortalecimiento de las exportaciones. Como bien afirma Dussel (2003) “no se le pueden pedir peras al olmo”, y parece que se es justamente lo que ha tratado de hacer México con la industria maquiladora. Por su propia naturaleza la maquiladora está restringida: es una subcontratación, sólo representa una parte del proceso productivo. Para entender mejor el alcance de la industria maquiladora como eje del desarrollo exportador, se debe remitir a sus orígenes en México. Esta industria surge como consecuencia de las decisiones de corporativos trasnacionales de trasladar, en los años sesentas, procesos productivos simples intensivos en mano obra, para enfrentar el aumento en el precio de este factor en países industrializados que recortaba la competitividad vía costos. En México, como respuesta de esta aparente oportunidad para el impulso industrial, se establecen la Política de Fomento a la Industria Maquiladora de Exportación y el Programa de Industrialización de la Frontera Norte con compromisos de las empresas relacionados con puestos y capacitación del empleo y saldo comercial. En la realidad la IME opera bajo esquemas de parques industriales o recintos controlados, donde empresas nacionales y extranjeras ingresan mercancías y materias primas, pasándolas a procesos de manufactura, remanufactura, ensamble, reparación, distribución y otras actividades que agregan cierto valor, para más tarde reexportarlas a sus lugares de origen o terceros mercados sin verse obligados a pagar aranceles aduaneros y fiscales. Asimismo, en la práctica, las empresas manufacturan por contrato lo que implica realizar procesos industriales previamente acordados con empresas, casi siempre extranjeras, relacionadas o no, que les proporcionan conocimientos, asistencia técnica, maquinaria, equipo, materias primas, partes y componentes a la empresa maquiladora, quienes, en contraparte, deben contar con los recursos necesarios como mano de 22 | P á g i n a

obra, conocimiento técnico, instalaciones, etc. Así, por sus orígenes, por su realidad y por su definición legal, 1 es simple entender que la IME, bastión del modelo exportador, como mecanismo para el crecimiento económico está limitado desde afuera, que no goza de autonomía en sus decisiones (la alta dirección de las filiales ejecuta instrucciones de la alta dirección de la casa matriz), que la dinámica propia del mercado (avance tecnológico, recursos para inversión, diferenciación de productos y servicios, crecimiento de ingresos y modificaciones de las preferencias de consumidores, etc.) es más fuerte que todos los esfuerzos gubernamentales por mantener un modelo con limitadas ventajas competitivas (Carrillo, 2007). Dicho de otra forma, como lo señala Alfaro (2003), no se le puede exigir que pague mejores salarios, que creé encadenamientos nacionales, que ocupe personal altamente calificado, que invierta en I+D, etc. El hecho que los insumos empleados por la IME sean básicamente importados, alrededor del 4%, según datos de INEGI, lleva a que la capacidad de empuje sobre las empresas nacionales y, por ende, en el crecimiento exportador, sea muy débil; por lo que tiende a generarse una brecha amplia entre la dinámica de las exportaciones de ese sector y el crecimiento de la economía nacional, dado el adelgazamiento del vínculo entre este tipo de empresas y el resto del sector productivo doméstico. Por otro lado, la oferta del gobierno federal por atraer y mantener inversiones se ha centrado en dos aspectos principales: asegurar salarios bajos y el establecimiento de incentivos fiscales. Para dimensionar el alcance de estas medidas fiscales basta con citar a la 1

De acuerdo con el Artículo 3º, fracción V, del Decreto para el Fomento y Operación de la Industria Maquiladora de Exportación, al proceso de maquila se le entiende como “el acto jurídico por virtud del cual, una persona denominada cliente o propietario encarga a otra denominada maquilador, una serie de acciones consistentes en la producción, transformación, elaboración o reparación de mercancías de procedencia extranjera, importadas temporalmente para su exportación posterior”.

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OCDE (2012), quien señaló la necesidad de “reevaluar los regímenes

especiales de tributación aplicable a las maquiladoras, quienes reciben tratos preferenciales en aspectos como tasas impositivas, regímenes de contabilidad simplificada, disposiciones de impuestos diferidos, depreciación acelerada, entre otros”. En particular, agrega el organismo internacional: “el régimen de maquiladoras IMMEX debe limitarse y evaluarse, ya que es posible que algunas concesiones fiscales sean ya en exceso generosas”. Así, son muchos los enfoques que podrían considerarse para comprender el papel y alcance de la IME, pero pueden resumirse en baja contribución al desarrollo tanto industrial como económico, esto es, no ha llevado a una mejora en el bienestar social (Fujii, “et al”. 2005). Por ende, parecería que la IME como eje del modelo de crecimiento orientado al exterior está en extinción. Carrillo (2007) presenta una clara evidencia respecto al descenso de la actividad de este sector, entre otros aspectos, señala la escasa vinculación con la planta productiva nacional, empleo mayoritario de obreros (alrededor de 78% del total en los establecimientos manufactureros) con bajos salarios relativos (aproximadamente 2.08 dólares por hora en las empresas IMMEX) y deterioró ambiental. En los últimos 5 años, el estado crítico de esta industria continua con la disminución de 148 establecimientos, el aumento de los salarios en no más de 100 pesos y el notable crecimiento de las importaciones de insumos de 32.85%.

No obstante, la IME representa casi siete de cada diez pesos producidos por el sector manufacturero, contribuye con una tercera parte de las exportaciones (178 mil millones de dólares), y emplea a 2.1 millones de trabajadores (casi el doble del número de trabajadores asegurados en Nuevo León) en más de cinco mil establecimientos (PWC, 2013). De acuerdo con KPMG (2013), el esquema maquilador cuenta con beneficios agrupados en cinco áreas: I) más exportaciones que aumentan las reservas inter-nacionales y mejoran la balanza de pagos, dotando de estabilidad a la economía; II) más ne24 | P á g i n a

gocios de productores nacionales que colocan sus productos como insumos para las empresas maquiladoras; III) favorece el proceso de formación de capital, principalmente a través de la IED; IV) más empleos; y, V) con-tribuye al ingreso, que en promedio es mayor a los existentes en el resto de la economía, además aumentan en el tiempo. Asimismo, las elevadas exportaciones maquiladoras han repercutido en mayores flujos portuarios tanto en el Pacífico como en el Golfo; por lo que la evolución de la IME ha generado efectos multiplicadores en otros sectores, principalmente en el de la construcción y transporte2. De igual forma, la ubicación geográfica estratégica sigue representando una prima a las empresas exportadoras en términos de costos, tiempos y presencia en el mercado estadounidense (CNIMME, 2012). Otra ventaja de la IME es el sector manufacturero mexicano (KPMG, 2013) y, particularmente, su capacidad de desarrollar procesos de producción de clase mundial (CEPAL, 2007). Por último, de acuerdo con PWC (2013) el crecimiento de la IME se debe significativamente a la existencia permanente de más de 45 años del programa de fomento a las exportaciones, conocido actualmente como IMMEX, instrumento que permite importar temporalmente los bienes necesarios para su uso en un proceso industrial o de servicio destinado a la elaboración, transformación o reparación de mercancías de procedencia extranjera importadas temporalmente para su exportación o a la prestación de servicios de exportación, sin cubrir el pago del impuesto general de importación, del impuesto al valor agregado y, en su caso, de las cuotas compensatorias.3 Por ende, contar con este mecanismo suma importantes ventajas competitivas para la industria maquiladora. De este modo, el objetivo es demostrar que, no obstante las 2

“Impulsa industria flujo portuario”. Disponible en: www.infomaquila.com/impulsaindustria-flujo-portuario/, consultado el 25 de mayo de 2013. 3 DOF, 1 de diciembre de 2006.

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limitaciones del modelo maquilador, éste todavía tiene potencial para impulsar las exportaciones manufactureras mexicanas, mediante medidas complementarias en aspectos que la fortalezcan, principalmente para encadenarse nacionalmente. Para ello, el trabajo se estructura en tres secciones. En la primera se consideran algunos elementos teóricos del comercio internacional permitan entender la llegada e impulso de la maquiladora en México. En el segundo epígrafe se analiza la IME de 2007 a 2012, definiéndose el concepto, sus diferentes variantes y algunos datos estadísticos de importancia a manera de diagnóstico situacional. En el tercer apartado, se describen las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) de la IME en el país, con la intención de determinar si las fortaleza del modelo maquilador pueden ser adoptadas como impulsor de las exportaciones mexicanas. Finalmente, se presentan algunas reflexiones que pueden considerarse para el diseño de política industrial-comercial.

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II La industria maquiladora de exportación: Un enfoque teórico.

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l objetivo es exponer algunas nociones teóricas del comercio internacional suficientes para comprender por qué la economía mexicana es un buen destino para ubicarse, por qué se ha presentado esta especialización maquiladora y por qué se integrado de este modo en la cadena de valor global. Para ello, se consideran brevemente factores relacionados con la ventaja competitiva y la localización. Asimismo, se describe la clasificación tecnológica de las maquilas para identificar el tipo de maquilas localizadas en México. En la literatura teórica se dice que un país con una gran oferta de un recurso con relación a la oferta de otros recursos, tenderá a producir y exportar relativamente más de los bienes que utilizan intensivamente sus recursos abundantes e importará las mercancías que utiliza en forma relativamente intensa el factor de producción escaso (Krugman y Obstfeld, 2006). Al respecto, la IME se caracteriza por ocupar intensivamente el factor trabajo. Las empresas maquiladoras en México tienden a exportar los bienes puesto que ocupan precisamente el factor más abundante, esto es, es la mano de obra poco calificada como los obreros, no técnicos y no ingenieros (Alfaro, 2003). Si bien, dentro de la IME hay heterogeneidad en las capacidades y empleo de este factor, que lleva a que los establecimientos maquiladores de tercera generación ocupen de forma intensiva el capital. P á g i n a | 27

Desde el milenio pasado se hablaba de la necesidad de las empresas por establecerse ya sea contiguo de los insumos para su producción o bien cerca de los clientes o proveedores que abastecían, siempre partiendo de una adecuada infraestructura que adecuada a su capacidad instalada. Así, de acuerdo Torres (2003), la distribución de los recursos determina las diferentes condiciones entre las regiones para la producción de ciertos productos. Sin embargo, el mismo Torres (2003) reconoce que en la medida que la acumulación del capital y el conocimiento tecnológico se desarrollan la dependencia de recursos naturales es menor, incluso sustituyéndolos por productos sintéticos. Sin desplazarlos del todo, los productos sintéticos restan importancia a los recursos naturales como factor de localización industrial. Al progreso tecnológico en materia industrial se suma la acción del desarrollo de los transportes. Dado lo anterior, Mercado (2008) propone que la diferencia de oferta de factores entre los países determina la localización de las actividades productivas. La teoría de localización de Weber (1909), considera tres factores decisivos de la localización: costos de transporte, costos mano de obra y las fuerzas de aglomeración, aunque considera central al primero pues contribuye a minimizan los costos de producción.4 La localización de ciertas industrias condiciona la de muchas otras propiciando la organización del espacio económico en torno a esos polos y creando fuerzas de aglomeración (Furtado 2006). La localización espacial es primordial para el desempeño de las actividades económicas, en grado tal que puede reducir la cuota de ganancia, lo que sólo puede subsanarse por la productividad. En palabras de Caloea “et al”. (2010), cuanto más productiva es una empresa, mayor, su probabilidad de elegir una mejor localización. De este modo, un ejemplo claro de relocalización se da en la 4

Por ejemplo, las industrias que transforman grandes volumenes de productos primarios tienden a localizarse cerca de la fuente de materias primas ya que disminuyen costos de transporte y maximizan las ventajas de escala de producción.

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maquila desde los años ochenta, reubicándose a distancias cortas. Un flujo de relocalización notable a nivel mundial se da en el contexto mexicano, cuando se creó el programa maquila “empresas gemelas”, llevando a que una empresa se ubicara del lado de Estados Unidos (EU) en la frontera y la otra del lado mexicano. Otro flujo de relocalización se dio entre Japón y China, que el tiempo de recorrido es de 90 minutos en avión, emigrando las maquilas hacia China (Baldwin y Venables, 2011). Entonces, la relocalización se presenta porque México y China son economías con nivel de industrialización emergente caracterizadas por emplear mano de obra intensiva en segmentos de la cadena de valor con salarios relativamente bajos (Memedovic y Gereffi, 2003). Por otro lado, citando a Porter ( 1999), existen cinco fuerzas determinan la rentabilidad de la industria, al influir en precios, costos y en la inversión.5 Por tanto, el estado de estas fuerzas determina el atractivo de entrar a ese sector en ese país. Dichas fuerzas varían dependiendo de las características económicas y técnicas de un sector industrial y, por ende, las estrategias para lograr el éxito variaran (Allen y Gorgeon, 2003). Porter (1999) añade que lo esencial para lograr costos bajos es decidir la ubicación de las actividades: “Junto con la decisión respecto al número de instalaciones para llevar a cabo un proceso hay que decidir el país o países donde vayan a ubicarse. Ahora las em5

I) condiciones de los factores, se refiere a los insumos necesarios para competir en cualquier sector, como los básicos (recursos naturales, clima, ubicación geográfica) y los avanzados, esto es, los que se pueden crear (infraestructura, personal altamente calificado, etc.), II) condiciones de la demanda, se refiere a la forma en que las empresas leen las necesidades de los clientes más exigentes que les obligan a innovar; III) sectores conexos y de apoyo, hace referencia a la importancia a que los proveedores o sectores conexos sean competitivos internacionalmente, dado que están en constante innovación y perfeccionamiento ayudando; IV) estrategia, estructura y rivalidad, se refiere a la forma como se combinan las estrategias, metas de los empleados o directivos y las técnicas y procedimientos, a la estructura de la empresa y al nivel de rivalidad interna. En pocas palabras en la competencia mundial las empresas triunfadoras compiten primero en su mercado local presionándose para innovar y perfeccionarse.

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presas al tener una estrategia mundial pueden elegir cualquier nación en la que montar productos, fabricar componentes o incluso llevar a cabo la investigación, desarrollo, diseño”. En este marco, se pueden definir a grandes rasgos las ventajas competitivas de la maquila en México: salarios bajos, facilidades fiscales y cercanía con sus proveedores-clientes, que resultan en costos bajos en las empresas que siguen procesos de outsourcing o maquila (Carrillo “et al”. 2001). Aparte, la actividad productiva dispersa a nivel mundial ha venido a integrarse funcionalmente con el proceso globalizador, como lo señalan Memedovic y Gereffi (2003). En este nuevo capitalismo global, surge con creciente fuerza la noción de cadena de valor, entendida como la integración de empresas que organizan y realizan actividades, primarias y de apoyo, para crear valor, entendido como lo que las personas están dispuestas a pagar por lo que compran. 6 Para Porter (2004), la cadena de valor permite dividir la empresa en sus actividades estratégicamente relevantes a fin de comprender el comportamiento de los costos, por lo que considera que la cadena está integrada por un sistema de valores. Además, agrega que la posición de los costos depende de factores estructurales, centrándose en: integración, ubicación y factores institucionales. La integración permite disponer de proveedores o clientes dotados de gran poder negociador, o bien permite bajar los costos, si confieren ciertas actividades a los proveedores, con menor costo de producción que la empresa. Como resulta claro, la tendencia de las empresas hoy en día es la desintegración (Abonyi, 2007). La ubicación geográfica de una actividad de valor repercute en el costo. La ubicación se debe muchas veces a una decisión política, 6

Entre las actividades primarias están la producción, comercialización, distribución, servicio postventa; mientras que entre las actividades de apoyo aparecen la logística, recursos humanos y la tecnología.

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a la disponibilidad de materias primas, al origen de la empresa, cercanía con los mercados, proveedores, etc. La diferencia entre costos altos o bajos, dependerá de la ubicación; por tanto, la empresa tomará la decisión de ubicarse o reubicarse donde pueda obtener una ventaja de costos (Quintero y Sánchez, 2006). Aunque los factores institucionales están fuera del control de las empresas, las regulaciones gubernamentales, exenciones fiscales, regulaciones arancelarias y no arancelarias, entre otros, afectan la estructura de costos (Porter, 2004). Las cadenas de valor “global” (CVG), adquieren esa categoría cuando las acciones que la componen están geográficamente disgregadas, a través de fronteras con localizaciones en múltiples países. En general, la proporción de los productos concebidos, fabricados y consumidos totalmente dentro de los límites geográficos de un país cada vez es menor. Puesto en diferente, la tendencia que las empresas encadenen sus actividades internacionalmente es creciente, incluso servicios como consultoría financiera, y de atención al cliente (Caloea “et al”. (2010). Para Gereffi (2000), muchos de los fabricantes más grandes el problema ya no es decidir entre producir domésticamente o en el extranjero, sino determinar la forma de organizar y gestionar la misma en múltiples países. Estas empresas suministran insumos intermedios a amplias redes de proveedores, normalmente se encuentra en los países vecinos de bajos costos con los acuerdos comerciales recíprocos que permiten bienes ensamblados para ser reimportados con un arancel que sólo cobran sobre el valor agregado por la mano de obra extranjera. A medida que los salarios se han elevado en los países desarrollados, éstos han buscado un ensamblaje basado en salarios bajos que se puede hacer en Asia, África o América Latina, mientras que los fabricantes se encargan de coordinar el proceso de producción P á g i n a | 31

de paquete completo (Abonyi, 2007),7 que requiere de la coordinación de la cadena completa como fuente de ventaja competitiva a través de redes de abastecimiento como un bien estratégico (Gereffi, 2001). No obstante, la CVG tiene consideraciones negativas para las empresas y países no lideres dentro de ellas. Así, la participación en alguna etapa depende de la decisión de las empresas líderes, generalmente de países industrializados, respecto a si la incorporación, con la consecuente actualización de capacidades, implique mayores beneficios (Prochnik, 2010). Las empresas multinacionales de este tipo tienden a crear redes de producción que se centran en el montaje de productos terminados con insumos importados. Las redes de paquete completo de abastecimiento son por lo general globales y las redes de producción de las empresas multinacionales son en su mayoría regionales. En el caso de las redes de montaje de fabricantes de EU la plataforma principal de montaje es México y la Cuenca del Caribe (Gereffi, 2000). México se ha integrado en la cadena de valor global en su mayoría de manera regional. Ha sido tomado en cuenta por las empresas multinacionales, por la cercanía a EU y con salarios bajos que lo hacen óptimo para el ensamblaje y montaje de productos, principalmente en las maquilas fronterizas (Memedovic y Gereffi, 2003). Al respecto, las mediciones TIVA evidencian un elevado nivel de integración de la economía mexicana en cadenas globales de valor, esto es, la razón insumos extranjeros y nacionales expresados como porcentaje de las exportaciones brutas, es superior al 40% en 2009. Al respecto, la OCDE (2013) señala que las ventajas comparativas pueden crearse en partes intermedias de las cadenas de valor más 7

El full package o paquete completo es un esquema de producción, el cual consiste en que el productor del artículo es responsable de la elaboración total, desde el proceso de compra de los insumos, la producción, empacado y envío del producto hacia su destino final.

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que en productos finales, tarea pendiente en la economía mexicana para enfocarse en actividades de mayor productividad. En general, las industrias donde la economía mexicana se ha integrado con mayor éxito son la automotriz y electrónica. Asimismo, un aspecto central para evaluar la fortaleza de la IME en México y, por ende, su continuidad como eje del crecimiento exportador, son los contenidos tecnológicos en la misma. En concreto, siguiendo a Carrillo y Lara (2004) existen cuatro generaciones de maquiladoras. En la primera fase de “Ensamblado en México”, las actividades se basan en la intensificación del trabajo manual, se caracterizan por la presencia de empresas extranjeras principalmente estadounidenses de ensamble tradicional desvinculadas productivamente de la industria nacional. Se identifica la raquítica tecnología, la dependencia en la toma de decisiones hacia sus casas matrices y clientes principales, y principalmente el trabajo manual intensivo a cargo de mujeres y jóvenes con actividades monótonas esencialmente (Barajas “et al”. 2009). Son plantas ensambladoras, más preocupadas por la cantidad de producto que por la calidad. Su competitividad se basa en bajos salarios e intensificación del trabajo lo cual explica los empleos de baja calidad. Este tipo de maquila comienza a proliferar en México desde el inicio del Programa de Industrialización Fronteriza en 1965 hasta un año antes de la crisis económica en 1981 y su auge fue en los años setenta. Las principales debilidades son la falta de tecnología, manufactura, la mano de obra poco calificada y que no ayuda a desarrollar ventajas competitivas este capital humano, así como la casi nula integración productiva nacional y regional (Carrillo y Hualde, 1996). En la segunda generación, “Hecho en México”, los establecimientos se basan en la racionalización del trabajo y se advierten diversidad de empresas originarias de varios países, ya no sólo de capital estadounidense sino asiáticas y mexicanas. Son plantas cada vez menos orientadas al ensamble y más a los procesos de manufactura y aunque aún mantienen un reducido grado de integración naP á g i n a | 33

cional comienzan a formar vínculos con proveedores cercanos, no solo de insumos o materias primas sino también de servicios directos e indirectos a la producción particularmente en las empresas asiáticas (Alfaro, 2003). Existe un mayor uso de tecnología, puesto que se emplean máquinas-herramienta de control numérico y robots, y se presentan los primero procesos de ingeniería de manufactura. Se vive un proceso de mayor autonomía de las casas matrices y clientes principales, tomándose decisiones desde México por gerentes mexicanos. Se basan en la racionalización de la producción y el trabajo (García, 2001). Así, se da una participación más amplia de técnicos e ingenieros y el establecimiento de un proceso de flexibilidad y multitareas, lo que se traduce en plantas modernas con núcleos estables de trabajadores calificados, que tienen como preocupación central el mejoramiento de los estándares de calidad, así como la reducción de tiempos de entrega, retrasos, tiempos muertos, inventarios, etc., y en éstos factores se determina principalmente su competitividad (Carrillo y Hualde, 1996). Se registra un salto tecnológico y organizacional, no sólo por la adaptación del sistema de producción japonés, sino por el aprendizaje organizacional y los constantes ensayos de innovación organizacional, tecnológica, etc.8 Se mantiene en éstas una mayor capacidad de proyección, pero sobre todo de una respuesta rápida a las mayores fluctuaciones de la demanda (Barajas “et al”., 2009). El predominio de esta segunda generación de empresas maquiladoras se puede situar de 1985, cuando se inicia este movimiento por la calidad, a 1994, tras la entrada en vigor el TLCAN (Carrillo y Hualde, 1996). En la etapa de “Creado en México”, la tercera clase de maquila8

Son aplicaciones de los principios justo a tiempo y control total de la calidad, encaminados al mejoramiento organizacional y a la normalización internacional de la calidad (ISO 9000).

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doras se basa en competencias intensivas en conocimiento. Se diferencian por una representación mayor de corporaciones transnacionales. Ya no se trata de plantas montadas para ensamble o la manufactura, sino a la investigación, desarrollo y al diseño (Alfaro, 2003). Las empresas conservan escasos proveedores nacionales, pero desarrollan encadenamientos (clusters) intraempresa y potencian las cadenas (commodity chains) interempresa. Esto es, se comienza un proceso de integración vertical centralizada mediante la formación de complejos industriales del lado mexicano, lo que a su vez potencia los vínculos con proveedores nacionales (Carrillo y Hualde, 1996). Los complejos enlazan, dentro del mismo territorio a los centros de ingeniería que surten a maquiladoras las cuales, a su vez, integran proveedores directos especializados y proveedores indirectos como talleres de maquinado o de inyección, además de significativos proveedores de “responsabilidad total” en distintas regiones de EU (Carrillo y Hualde, 1996). Lo anterior se acompañó de mano de obra especializa con la incorporación de empleo con maestrías y doctorados y por la obtención de las primeras patentes en el país. El grado tecnológico se incrementa considerablemente en centros de I+D, pero no necesariamente por la implementación de procesos automatizados, sino por la complicada y diversa maquinaria y característicamente por los sistemas electrónicos para el diseño de prototipos. Surgen los primeros procesos de ingeniería de alta tecnología. La subordinación tecnológica hacia la matriz en estos centros habitualmente desaparece y la toma de decisiones es libre, sin embargo, siempre está evaluada y certificada por los clientes (Hualde, 2008). Estas empresas se desarrollan en México como parte de una estrategia de las empresas que terminó siendo una tendencia de trasladar los centros de investigación y desarrollo de países industrialmente avanzados a países con menor nivel de industrialización o emergentes (Barajas “et al”. 2009). P á g i n a | 35

En la cuarta generación, “Coordinado en México”, las maquiladoras incorporan nuevas actividades basadas en la coordinación y las tecnologías de información. Esto es, además de las capacidades de ensamble y manufactura, de las actividades de investigación, desarrollo y diseño, estas empresas ejecutan tareas inmateriales que llevan a la coordinación de una amplia gama de actividades, agentes y unidades de producción conectadas a lo largo de México y de la región de América del Norte. Así, las maquiladoras evolucionan hacia el desarrollo de funciones tipo casa matriz. Las actividades que realizan corresponden a la producción de algoritmos y software para apoyo de flujos de información intrafirma y el suply chain managment. La coordinación de actividades de manufactura, investigación, compras y servicios se convierte en eje central de esta generación (Carrillo y Lara, 2010). Lo anterior, lleva a un proceso de mayor integración de integración, esto es, de vinculación de cadenas productivas de proveeduría local. Finalmente, existe una categoría emergente que se asocia con la idea de “Integrado en México”, en ésta, las acciones de las maquiladoras implican un proceso de integración de las tres fases de la cadena global, esto es, investigación y desarrollo, manufactura y logística, con servicios de ingeniería, procesos y mayores inversiones, así como una evolución hacia tareas de diseño, comercialización y mercadeo, que generan mayor valor agregado. De igual modo, la logística es parte esencial, sobre todo en lo que se refiere a los despachos aduaneros desde el parque industrial o planta.

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III Algunos hechos: IME.

E

n este apartado se realiza una breve descripción de la IME a través de variables como exportaciones, insumos importados y nacionales, número de establecimientos, remuneraciones y personal ocupado, entre otros. Brevemente, el ciclo de difusión e importancia de las EME en México ha pasado por dos periodos de tiempo. El primer periodo, que va desde 1964 a 1973, en el cual se conforma y aumenta manteniendo un peso no significativo en la actividad industrial del país. El segundo periodo, que va desde 1974 hasta hoy en día en donde se incrementa su importancia en los flujos comerciales, el empleo y la inversión (Mendiola, 1999) y es impulsada por la firma del TLCAN para ser el principal modo de inserción internacional de la economía mexicana (Vega, 2004). Cuando nació la maquila de exportación y mientras era promovida en los años setentas, existía un gobierno nacionalista con marcados lineamientos proteccionistas que acotaban y restringían la participación de la IED y que tenían como objetivo no depender del capital extranjero y tener un desarrollo industrial interno (Mendiola, 1999). En claro contraste a la evolución reciente, donde surge un mayor grado de dependencia, si bien no total, de capitales foráneos. Por otro lado, algunos autores mencionan que la industria maquiladora no es una industria como tal (Vega, 2004) ya que no pertenecen a un solo ramo o sector productivo sino que están situadas en diferentes tipos de industrias y son fundamentalmente un régimen arancelario de importación temporal en el cual se inscriben las empresas para importar libres de impuestos, los insumos, compoP á g i n a | 37

nentes, maquinaria y equipo necesario para producir un bien o un servicio en México y reexportarlo hacia Estados Unidos (García, 2001).Sin embargo, INEGI y CEPAL en sus estudios definen a la IME como a todas las unidades que pertenecen a los diferentes sectores que realizan la actividad de maquila (Vega, 2001).9 Si bien la actividad en la IME se caracteriza por un elevado grado de heterogeneidad estructural, en términos generales resaltan tres actividades: autopartes (sector 6), materiales y accesorios eléctricos y electrónicos (sector 8) y confección de ropa (sector 2). Respecto a las exportaciones, como se aprecia en la tabla 1, en promedio desde el 2007 a 2012 el porcentaje de las exportaciones IMMEX en las exportaciones totales es de 34.8%. Además, se distingue la gran relevancia de la IME para la manufactura y para las exportaciones totales, que si bien en proporción ha disminuido, aún representa un porcentaje significativo.

9

El INEGI agrupa a todas las empresas inscritas en doce sectores: 1. Selección, preparación, empaque y enlatado de alimentos; 2. Ensamble de prendas de vestir y otros productos confeccionados con textiles y otros materiales; 3. Fabricación de calzado e industria del cuero; 4. Ensamble de muebles, sus accesorios y otros productos de madera y meta; 5. Productos químicos; 6. Construcción, reconstrucción y ensamble de equipo de transporte y sus accesorios; 7. Ensamble y reparación de herramienta, equipo y sus partes excepto eléctrico; 8. Ensamble de maquinaria, equipo, aparatos y artículos eléctricos y electrónicos; 9. Materiales y accesorios eléctricos y electrónicos; 10. Ensamble de juguetes y artículos deportivos; 11. Otras industrias manufactureras; 12. Servicios.

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Tabla 1. Participación de las manufacturas con maquila en las exportaciones totales. Periodo

Exportaciones IMMEX (XIMMEX)

Exportaciones Manufactureras (XM)

Exportaciones totales (XT)

IMMEX/XM (%)

IMMEX/XT (%)

2007/02

578,039.3

1,261,381.8

1,570,017.8

45.83

36.82

2008/01

578,173.2

1,227,094.7

1,587,474.7

47.12

36.42

2008/02

582,583.0

1,344,974.5

1,654,310.6

43.32

35.22

2009/01

486,663.5

1,188,715.9

1,436,424.8

40.94

33.88

2009/02

554,418.5

1,367,997.8

1,659,321.6

40.53

33.41

2010/01

635,207.4

1,466,371.9

1,789,514.3

43.32

35.50

2010/02

679,964.5

1,637,662.4

1,980,580.5

41.52

34.33

2011/01

705,475.6

1,612,881.5

2,036,039.9

43.74

34.65

2011/02

779,801.2

1,854,157.0

2,310,288.9

42.06

33.75

2012/01

848,402.7

1,966,145.6

2,443,978.0

43.15

34.71

2012/02

839,433.3

2,009,092.8

2,438,974.7

41.78

34.42

Millones de Pesos.

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI.

La causa de la caída de las exportaciones en 2009 obedece a la dependencia del destino de las exportaciones mexicanas en EU de alrededor del 80%, quien en ese año se encontraba en recesión, así puede notarse que la tendencia es afectada por externalidades desde la economía de EU, además que las decisiones de las matrices de maquiladoras en México vienen desde ese país vecino. De todo lo anterior, la IMMEX juega un papel importante en las exportaciones mexicanas, por tanto, se vislumbran cierta fortaleza del sector maquilador que sostienen el crecimiento de las exportaciones. Para conceptualizar en 1975 había 454 establecimientos que ocupaban 67,241 personas. Para 1990 eran 1,789 con 451,169 empleados. Diez años después, los unidades maquiladoras eran 3,703 que empleaban 1,291 miles personas. No obstante, en 2002 la crisis de la IME tomó mayor relevancia, ya que desde 2000 cerraron 500 plantas P á g i n a | 39

y se perdieron más de 100,000 empleos (Bendesky “et al”. 2004). Al respecto, Pérez (2006) señala que algunas maquiladoras emigraron al continente asiático, mayoritariamente a China atraídas por los salarios bajos de dicho país, en ese momento. Tabla 2. Indicadores de la IMMEX. Periodo

Personal Ocupado

Remuneraciones reales por persona ocupada

Promedio de establecimientos

2007/02 2008/01 2008/02 2009/01 2009/02 2010/01 2010/02 2011/01 2011/02 2012/01

1,930,197 1,905,519 1,834,880 1,621,507 1,619,684 1,724,959 1,813,627 1,842,327 1,878,477 1,935,681

12,258.0 11,981.5 12,350.8 12,019.5 12,557.7 12,116.1 12,480.0 12,092.0 12,531.2 12,155.2

5,144 5,230 5,274 5,268 5,249 5,283 5,151 5,095 5,085 5,080

*Pesos a precios de la segunda quincena de diciembre de 2010. Fuente: Elaboración propia con información del INEGI.

Aparte, siguiendo a Dussel “et al”. (1997), la IME juega un papel dominante en el comercio exterior de México, convirtiéndose en pieza clave para insertarse en la cadena global dentro del proceso maquilador. Desde la década de los 80s se inicia la inserción de México en los flujos comerciales internacionales, lo que llevó a que muchas de las redes de producción y comercio de grandes empresas multinacionales pasan por la economía mexicana. Esta situación, condujo al incremento de la subcontratación internacional. Asimismo, tanto la mundialización del capital y de la producción, como la restructuración industrial, explican el alto grado de concentración de la industria maquiladora, caracterizada por los grandes flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia el interior (García, 2001). Un aspecto importante de la IED es su relación con en el sector manufacturero en México (Mendoza, 2011), como se 40 | P á g i n a

puede ver en la Tabla 3. De esta manera, casi 50% de la IED total, se ubica en la industria Manufacturera, es decir, quienes realizan inversiones internacionales ven atractivo en México para ubicar plantas manufactureras, incluidas en ésta la maquila, siendo entonces que encuentran ventajas de participar en la economía mexicana. Esto ocasiona que nuestro país sea un país maquilador en gran medida. Cabe señalar que, de acuerdo con Mendoza (2011), la inversión extranjera productiva se ha dirigido especialmente hacia las actividades manufactureras orientadas a la exportación y en particular a la industria del automóvil y autopartes. Tabla 3. IED en la industria manufacturera. Año

IED manufacturera (con maquila)

IED Total

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Total

10,113.30 5,943.90 8,639.00 9,646.40 13,876.90 11,040.30 10,101.70 13,661.20 7,938.20 5,648.60 11,647.50 9,593.60 117,850.60

18,110.55 29,927.38 23,882.76 18,654.78 24,827.35 24,385.18 20,180.67 31,785.22 27,239.17 16,315.58 20,868.35 20,356.90 276,533.89

IED Manufacturera / IED Total

55.84% 19.86% 36.17% 51.71% 55.89% 45.27% 50.06% 42.98% 29.14% 34.62% 55.81% 47.13% 42.61%

Millones de dólares.

Fuente: Elaboración propia con datos de Secretaría de Economía.

Con la entrada en vigor del TLCAN, como el proyecto de integración más ambicioso después de la Unión Europea, se dan cambios en los procesos para la producción compartida regional y sectorial. Estos cambios alcanzan a la IME, por ejemplo, México eliminó los aranceles al 80% de sus exportaciones y al 40% de las importaciones (Mendiola, 1999). P á g i n a | 41

Asimismo, Mendiola (1999) señala que el posicionamiento de México como uno de los países con mayores intercambios comerciales del mundo, se debió, sin duda, a las maquiladoras derivado del TLCAN. Con este acuerdo comercial, las empresas estadounidenses pagarían menores tasas arancelarias relacionadas con la maquila, al importar insumos norteamericanos y canadienses con costos menores. De este modo, dado que el boom de la IME por el TLCAN fue tan significativo en términos de empleo y producción, el gobierno la colocó como eje central del modelo económico. Para el 2000 las exportaciones maquiladoras representaron 48 por ciento de las exportaciones de la manufactura. No obstante, en los últimos doce años la tendencia se revirtió debido a distintos factores como la recesión de EU que contrajo la demanda de mercancías de la IME; la migración de maquilas a otros países con salarios menores (China, India y países de América Central); un peso sobrevaluado que reduce la competitividad de las exportaciones (Bendesky “et al”. 2004). Históricamente, una problemática central de la IME es el bajo contenido local de los insumos en su producción y exportación. Siguiendo a Dutrénit “et al”. (2006) se percibe que las maquiladoras no están vinculadas al resto de la economía nacional. A pesar de los esfuerzos del sector gubernamental y privado la participación de la proveeduría nacional en la IME ha sido relativamente baja. Según Ollivier (2007), en el 2004 el encadenamiento con proveedores nacionales fue de 10%.10 De la tabla 5, se deduce que si bien el porcentaje de insumos ha aumentado en casi 5% de 2007 a 2012, esta participación es redu-

10

Entre los principales insumos nacionales utilizados por la IME están los materiales indirectos como empaques de cartón, cables y maquinados los cuales no se transmiten directamente al producto; mientras que los insumos importados son básicamente materiales directos, los cuales son componentes clave para la elaboración del producto (Dutrénit “et al”. 2006).

42 | P á g i n a

cida. Una posible causa de este aumento, de casi uno por ciento por año, es la operación del programa IMMEX desde 2007.11 Tabla 4. Insumos nacionales e importados. Periodo

2007/02 2008/01 2008/02 2009/01 2009/02 2010/01 2010/02 2011/01 2011/02 2012/01 2012/02

Insumos nacionales (IN) 231,789,427 233,292,347 234,148,893 210,834,684 224,718,635 278,572,336 318,586,771 325,026,982 354,709,010 400,136,466 406,226,685

Insumos importados (IM) 735,909,962 725,039,269 758,160,479 686,277,642 694,381,981 743,218,131 778,587,600 763,644,690 840,788,265 935,419,362 977,630,277

Total de Insumos (TI) 967,699,389 958,331,616 992,309,372 897,112,326 919,100,616 1,021,790,467 1,097,174,371 1,088,671,672 1,195,497,275 1,335,555,828 1,383,856,962

IN / IT

IM / IT

23.9 24.3 23.6 23.5 24.4 27.3 29.0 29.9 29.7 30.0 29.4

76.1 75.7 76.4 76.5 75.6 72.7 71.0 70.1 70.3 70.0 70.7

Miles de Pesos.

Fuente: Elaboración propia con datos elaborados por INEGI.

Al respecto, como un mecanismo gubernamental para incentivar las actividades de la IME, se establece el Programa IMMEX que resulta de la fusión de los Programas Maquila y PITEX, dada las semejanzas en cuanto a facilidades administrativas, beneficios fiscales y ventajas arancelarias. También, de acuerdo con la Secretaría de Economía, se crea con la finalidad de facilitar al gobierno la administración de un solo instrumento. El objetivo es fomentar y otorgar facilidades a las empresas manufactureras, maquiladora y de servicios de exportación para rea11

Al respecto, Dussel et al. (1997) señalan que algunos países optaron por establecer como requisito legal la construcción de encadenamientos nacionales e incentivar esta subcontratación vía disminución de impuestos. Mientras que un instrumento exitoso en Asia, fue la creacion de empresas con extrabajadores de empresas extranjeras asistida por el excontratante. Este tipo de instrumentos pueden contribuir a crear encadamientos entre grandes empresas y PYMES para el caso mexicano.

P á g i n a | 43

lizar procesos industriales o de servicios a mercancías de exportación y para la prestación de servicios de exportación, siendo este programa el principal para promover las exportaciones mexicanas. Así, el programa IMMEX permite importar temporalmente libre de impuestos a la importación y del IVA, los bienes necesarios para ser utilizados en un proceso industrial o de servicio destinado a la elaboración, transformación o reparación de mercancías de procedencia extranjera importadas temporalmente para su exportación o a la prestación de servicios de exportación. El programa IMMEX busca incidir de manera directa en la baja de los costos de operación de los programas de fomento a las exportaciones, permitiendo: I) profundizar en el aprovechamiento de los beneficios de los tratados comerciales; II) optimizar el aprovechamiento de los beneficios de los tratados comerciales; III) optimizar el aprovechamiento de la ventaja competitiva por su ubicación geográfica y cercanía con el mercado más importante del mundo; IV) aumentar la competitividad de las empresas maquiladoras de exportación; V) incrementar las exportaciones; VI) atracción de IED; VII) adquisición de nuevas tecnologías; y, VIII) creación de nuevos empleos. De acuerdo con Silva (2011), el Decreto IMMEX considera cinco modalidades de establecimientos: I) controladora de empresas, cuando en un mismo programa se integren las operaciones de manufactura de una empresa certificada denominada controladora y una o más sociedades controladas; II) industrial, cuando se realice un proceso industrial de elaboración o transformación de mercancías destinadas a la exportación; III) servicios, cuando se realicen servicios a mercancías de exportación o se presten servicios de exportación, para el desarrollo de determinadas actividades; IV) albergue, cuando una o varias empresas extranjeras le faciliten la tecnología y el material productivo, sin que estas últimas operen directamente el Programa; y, V) tercerización, cuando una empresa certificada que no cuente con instalaciones para realizar procesos produc44 | P á g i n a

tivos, realice las operaciones de manufactura a través de terceros que registre en su Programa. Así, el IMMEX parecería dotar de competitividad al sector maquilador-exportador, al ser más flexible respecto al tipo de empresas beneficiarias.

P á g i n a | 45

IV Fortalezas y debilidades de la IME.

P

ara identificar la situación actual de la IME se realiza un análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA), a partir de los factores más importantes señalados por las diferentes teorías resumidas en la primera sección. En este análisis se realiza una evaluación de la situación del ambiente interno y externo de una unidad de análisis. El estudio del ambiente externo está dado por el estudio de las Oportunidades y Amenazas, la primera se refiere a las acciones de los actores que forman parte del entorno, que podrían ofrecer un beneficio para la IME si se identifican oportunamente para ser aprovechadas; y las segundas se refieren a las acciones de los actores del entorno cuyo efecto podría causar un daño para el desempeño maquilador. El análisis del ambiente interno está dado por el estudio de las Fortalezas y Debilidades, las primeras se refieren a aquellos aspectos propios de la industria maquiladoras que le otorgan ventajas por disfrutar mayores beneficios respecto a su competencia; las segundas se refieren a las características de la IME que representan una desventaja en relación con su competencia (Boland “et al”. 2007). Este análisis es más común en el sector privado y en especial para empresas (Fred 2003), pero cada vez más analistas lo emplean en el sector público, en especial para evaluar los programas públicos como es el caso de la Industria Maquiladora de Exportación (Artesi y Madoery 2007). El análisis FODA permite detallar la situación de la maquila de exportación en México, resaltando los principales aspectos que la caracterizan. Los principales elementos FODA se presentan en la tabla 6. 46 | P á g i n a

Fortalezas y Oportunidades. La serie de fortalezas de la IME permiten que la economía mexicana siga creciendo. Un aspecto que puede considerarse estructural del modelo maquilador es la mano de obra semi-calificada. Al respecto, de acuerdo con Mendiola (1999), el país cuenta con una gran abundancia a tal grado que las maquiladoras y las empresas que fraccionan sus procesos productivos trasladaron procesos intensivos en mano de obra. De acuerdo con datos del INEGI, en 2010 la población económicamente activa (PEA) fue de 65.8 millones, de los cuales 12.9 cuentan con estudios superiores (19.6%). Considerando la economía de EU, origen y destino principal de las actividades de la IME, se tiene una PEA de 158.4 millones, 40% de los cuales cuenta con estudios superiores (Banco Mundial, 2012). Comparativamente, se puede afirmar que México cuenta con mano de obra abundante poco calificada. Tabla 6. Matriz FODA de la IME. Fortalezas -Abundancia en mano de obra semicalificada (TV); - Salarios bajos que lo hacen óptimo para el ensamblaje y montaje de productos (CVG y TL); -Facilidades regulatorias, fiscales y arancelarias (TV, TL y CVG); -Ubicación geográfica estratégica como acceso a todo el continentes (TVC); -Tiempo de transportación de mercancías (TL); -Alto número relativo de filiales de firmas multinacionales, poco más de 3,000 (CGV); -Mayores procesos de certificación de proveedores locales (TL, CGV); -Capacidad de proveeduría internacional (TL, CGV); -Empleo de obreros, técnicos y adminis-

Oportunidades -Diferencia salarial respecto a EU positiva, impactando en menores costos (TV y (TL); -Diversidad de tratados comerciales y, particularmente el TLCAN (CVG y TVC); -Flexibilidad del modelo maquilador por diversidad de programas para la IME (TV, TL y CVG); -Gran variedad y cantidad de recursos naturales (TV) (CVG); -Incremento salarial de economías emergentes, particularmente de China (TV y TL); -Traslado de centros de I+D a nivel mundial, lo que permitiría afianzar tercera y cuarta generación de maquiladoras (TL y CGV).

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tradores (semi-calificados) y pago de prestaciones de ley (estrategia empresarial); por lo que está en etapa madura (lista para pasar a quinta generación) (CGV). Debilidades -Altos costos de transportación y derechos aduaneros (TL); -Limitada integración con proveedores locales (CGV) -Falta de proveedores locales con capacidad de crear insumos con contenido tecnológico (TVC); -Rezago en contratos por especificación (CGV); -Concentración de mercados de exportación (TL); -Emergencia de nuevos competidores con jornadas de trabajo flexible y bajos salarios (TVC y CGV). -Escasez de mano de obra altamente calificada (TVC); -Deterioro salarial (limitado incremento de las remuneraciones) (TV, TL y CGV).

Amenazas -Reducción de costos de transporte internacional (TL); -Pocos incentivos para encadenamientos nacionales (CVG); -Mano de obra a precios competitivos en países del Sudeste Asiático (TV) (TL); -Abundancia de mano de obra altamente calificada en China (TVC y CGV); -Planes estratégicos para integrar a las Pymes en países asiáticos (TVC y CGV); -Altos niveles de inversión de empresas chinas (fusiones y adquisiciones) en el mundo (Europa principalmente).

(TV) Teoría de las Ventajas Comparativas, (TL) Teoría de Localización, (TVC) Teoría de las Ventajas Competitivas, (CVG) Cadena de Valor Global.

Fuente: elaboración propia.

Esto lleva a disponer de una mano de obra barata, siendo el argumento que más explica la presencia de la IME. En la gráfica 1 se muestra una comparación entre países en el sector manufacturero. Como se puede notar, México es uno de los países con salarios más bajos. No obstante, de acuerdo con Comas (2002), los salarios y las condiciones de trabajo no guardan relación directa con los niveles de productividad de las maquiladoras. Para la autora, el trabajo contratado sin prestaciones de Ley, abarata la mano de obra, redundando en la disminución de los costos para las maquiladoras, razón central para su ubicación en territorio mexicano.12 En este sentido, 12

Aún más, Comas (2002) señala que ante el deterioro salarial y la necesidad que tienen las

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las empresas IME, siguen procesos de contratación básicamente sin criterios de selectividad estrictos, derivado de la intensa rotación laboral que las obliga a un reclutamiento constante y masivo de trabajadores buscando mantener costos bajos y alcanzar los objetivos de producción (Alonso “et al”., 2000). En el 2011, el promedio mensual de personal contratado por empresas maquiladoras fue de poco más de dos millones de personas, considerando obreros, técnicos y empleados administrativos, además de incluir personal contratado y subcontratado por un tercero (KPMG, 2012). Asimismo, otra fortaleza con la que México cuenta es la posición geográfica. Una línea fronteriza al norte de 3,117.9 kilómetros que colinda con Estados Unidos (Delgado 2003). Para contextualizarla, EU sigue siendo el principal mercado de consumo, es el mayor importador mundial y segundo exportador ( OMC 2012). Así, la ubicación geográfica representa beneficios como puente exportador no sólo a ese país, sino al centro y sur del continente americano. Por ende, para Alonso “et al”. (2000) el modelo maquilador mexicano parece una opción para las firmas maquiladoras de EU pues, además, supera a China en productividad y costos de transportación. Lara (1998) [citado en Alonso “et al”. (2000)] Enfatiza que la lógica en la decisión de localización, se basa en que la vecindad con EU representa no solo la cercanía con el consumidor, sino además la disponibilidad de un mercado de insumos, bienes y servicios y fuerza de trabajo especializada.

maquiladoras de aumentar su productividad, los trabajadores han tenido que aceptar el aumento de la duración de sus jornadas laborales para incrementar sus ingresos. En algunos casos llegan a duplicar la jornada de trabajo, con todas las consecuencias laborales y humanas imaginables”.

P á g i n a | 49

Gráfica 1. Salario Promedio en el sector manufacturero, dólares por hora, 2011, países seleccionados.

Gráfica 1. Salario promedio en el sector manufacturero, dólares por hora, 2011, países seleccionado

40 34.3

35 30 25 18.3 18.9

20

21.1 21.2

23.3 24.2

25.8

14.5

15 8.7

10 4.7 4.9 5.4

5

1.4 1.6 2.1

0

Fuente: Elaboración propia datosMdel Informe Mundial sobre Salarios Fuente: elaboración propia con datos con del Informe undial sobre Salarios de la Organización Internacional del Tra de la Organización Internacional del Trabajo 2012 / 2013.

En cuanto a los beneficios fiscales, regulatorios y arancelarios, Dussell (2009) señala que en los procesos de importación temporal se hacen uso de incentivos fiscales como el impuesto sobre la renta, el impuesto al valor agregado y en costos arancelarios mínimos para importar partes y componentes y reexportar el producto terminado y manufacturado, convirtiéndose así en una gran fortaleza. Este tipo de facilidades en la IME permiten atraer proyectos nivel internacional, mediante estrategias como el programa de Modernización de las Operaciones de Comercio Exterior para la Industria Maquiladora de Exportación (MOCEIME) que pretende crear un régimen aduanero libre de trámites burocráticos, reducir el tiempo de despacho aduanero, con semáforo verde, y eliminar el segundo reconocimiento. 50 | P á g i n a

Siguiendo a Díaz “et al”. (2011), los beneficios fiscales son de mayor relevancia si se considera que ahora existen varios tipos de empresas maquiladoras. Por un lado, las que únicamente pueden acceder a beneficios en materia aduanera y a tasa 0% del impuesto al valor agregado o en exportación; y, por el otro, las que tienen acceso a todos los beneficios, generando mayor competitividad al esquema maquilador mexicano a nivel internacional. Vinculado a lo anterior, el programa maquilador es dotado de flexibilidad, por medio de seis programas de la Secretaría de Economía, orientados a estimular, directa o indirectamente, las exportaciones: Industria manufacturera maquiladora y de servicios de exportación ( IMMEX), programa de devolución de impuestos de importación a los exportadores (Drawback), programa de empresas altamente exportadoras (Altex), Programa para el desarrollo de las industrias de alta tecnología (Prodiat), programas de promoción sectorial (Prosec) y registro de empresas de comercio exterior (Ecex). Los programas tienen dos elementos en común: la devolución de aranceles a la importación, excepto el Prodiat; y la orientación, salvo el Prosec y el Prodiat, a empresas exportadoras. Asimismo, los actuales procesos de certificación a las empresas IME comienzan a tener un impacto importante dentro del sector exportador, puesto que, las empresas certificadas obtienen beneficios considerables, entre ellos, importar presentando en aduanas solo la factura de la mercancía y hacer un solo trámite (pedimento consolidado), una vez por semana, en el que reportan el conjunto de sus operaciones. De igual forma, un elemento distintivo de la localización de la IME en México, respecto a otros países competidores, es la duración del tiempo de transporte hacia el mercado de consumo más grande del mundo -Estados Unidos-. Los envíos desde México a esa economía tardan de 2 a 4 días (Dussell, 2008); los envíos por mar desde Centroamérica y el Caribe toman, en promedio, seis días y medio; los envíos desde Sudamérica llevan veintiún días en proP á g i n a | 51

medio y desde China veinticuatro (Devlin “et al”. 2007). Los costos del tiempo afectan también la calidad en cuanto a sincronización de actividades y entregas (Santiso, 2009). México puede aprovechar esta ventaja de localización que se refleja en costos y calidad. Así, esta cercanía a los principales centros de consumo del mundo, permite a las empresas responder con mayor rapidez a cambios en la demanda y reduce el costo de los inventarios, lo que se traduce en bajos costos de transporte. Respecto al estado actual del modelo maquilador, para la propia Secretaría de Economía las industria maquiladora y manufacturera son capaces de proveer a los mercados internacionales más dinámicos. Citando a Carrillo y Lara (2004), el modelo maquilador se encuentra en una cuarta generación, donde la industria ya superó el reto de una mano obra tecnificada, cuenta con productos y procesos de alta tecnología, ingenieros con maestrías y doctorados y se concentra en elevar la integración productiva con empresas domésticas. La evolución de la IME le permite perfilarse para alcanzar la quinta generación, según informes de dada la madurez de la industria que implícitamente lleva ventajas competitivas. 13 Uno de los elementos centrales del proceso de integración de México en la economía mundial es la gama de acuerdos, convenios y tratados comerciales. Su complementación con diferentes programas como el IMMEX, sientan bases para un mejor aprovechamiento de los tratados comerciales, representando una fortaleza del esquema maquilador en el país. Los tratados de libre comercio no solo son una fortaleza sino un área de oportunidad para la IME, los doce tratados de comercio con 44 economías representa un potencial acceso preferencial a más de 1,200 millones de consumidores y a casi 63.5 del PIB mundial.

13

“Maquila: Rumbo a la quinta generación”, Disponible en: http://www.manufactura.mx/industria/2012/09/25/maquila-rumbo-a-quinta-generacion, consultado el 27 de julio de 2013.

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Aparte, una de las oportunidades de la IME para aprovechar el entorno económico se relaciona con los salarios del sector manufacturero de EU, que es el principal socio comercial de México, y principal importador de los productos de la maquila mexicana (Carrillo y Gomis 2005), son más altos que en México, y esto ocasiona que EU busque subcontratar los procesos de maquila en el país vecino más cercano y con menores costos de mano de obra. En la siguiente gráfica se puede observar el comparativo de los salarios de la industria manufacturera en México que es con mucho menor que en EU y en Canadá. En 2012, según datos de la OIT (2013), los salarios manufactureros en EU son casi doce veces mayores a los mexicanos. Aún más, existe una gran oportunidad para el modelo maquilador, a partir del incremento constante de los salarios en China, entendida ésta como competidor de inversiones. Al respecto, Dussell (2012) indica que el Departamento de Comercio de EU en 2011 calculó para 2002-2008 que los salarios por hora en dólares crecieron 138 por ciento en la nación asiática. Dussell (2012) agrega que, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo para 2000-2009, el incremento de las compensaciones reales en China fue, en promedio, del 15%, muy superior al dinamismo de las remuneraciones en México. En corto, durante 1999-2008 los salarios manufactureros en China aumentaron tres veces, mientras que en México lo hicieron en apenas 95%. Esta diferencia salarial es un área de oportunidad para las empresas maquiladoras estadounidenses en México, pues implica mejores condiciones salariales que en China, además en aspectos como costos de transportación y, en menor medida, productividad. Además, este proceso se caracteriza por la formación de cuadros altamente calificados en ciertas empresas, las cuales con el tiempo contribuyen a la creación de un mercado de trabajo local caracterizado por el empleo de ingenieros y gerentes mexicanos que han logrado convertirse en empleados de clase mundial (Alonso “et al”, 2000). P á g i n a | 53

Esto, sin duda, es una ventaja para las empresas maquiladoras en México representando, sin embargo, una competitividad ficticia pues es un factor exógeno al modelo, además que establece dudas respecto al sostenimiento de la competitividad bajo ese esquema. Asimismo, Carrillo (2009) señala la existencia de una creciente tendencia mundial al traslado de centros de investigación y desarrollo de los países desarrollados a los emergentes, convirtiéndose en una oportunidad para la economía mexicana, lo que permitiría la consolidación definitiva de la tercera y cuarta generación de maquiladoras. Conforme estos centros de I+D se establezcan en el país, los tiempos y costos entre el diseño y la manufactura se reducirán. La relevancia de estos centros de investigación es que son maquilas que se distinguen porque ya no son plantas de ensamblajes sino de investigación, desarrollo y diseño; lo que provoca encadenamientos intra-empresa y la creación de complejos industriales (Carrillo y Hualde, 1996). Por otro lado, la economía mexicana representa una gran oportunidad de acceso a recursos naturales (destacan petróleo, plata y de fluorita); puesto que la IME puede comprar una gran variedad de insumos rápidamente y a precios relativamente competitivos. Según la teoría de localización, para las empresas es atractivo ubicarse cerca de donde se producen sus insumos, puesto que evitar costos de transporte (Furtado, 2006). Por ende, la disponibilidad de recursos se entiende como una oportunidad para la maquila.

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Gráfica 2. Pronósticos de costos laborales unitarios, 2005-2015 Gráfica 2.Índice Pronósticos de costos unitarios, 2005-2015 2011=100, en laborales dólares por año, países seleccionados. índice 2011=100, en dólares por año, países seleccionados. 170 China

India

México

Brasil

150

130

110

90 2011

2012

Fuente: Global Insight, Fuente: Global Insight, agosto Agosto 2012

2013

2014

2015

2012.

En este sentido, el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales juegan un papel de suma importancia, como mecanismo de respuesta a las nuevas condiciones productivas (Pérez, 2008); así esta nueva alternativa de producir hace más competitivos los costos de estas firmas, al tiempo que impulsa la renovación del modelo productivo maquilador (Carrillo y Hualde, 2002), propiciando un desarrollo de su potencial, al impulsar un aprovechamiento en la transformación de materias primas con procesos ambientalmente aceptables. Debilidades y Amenazas. México cuenta con altos costos de transporte. Según la UNCTAD (2011) en promedio durante el 2000 al 2009 los costos de transporte de las importaciones representaron 8.2% de los costos P á g i n a | 55

totales.14 Añade la tendencia de los costos de transporte en Asia es a la baja, en América Latina ha sido casi constante. Esta reducción en los costos de transporte internacional se convierte en una amenaza a la IME en México. Para Carrillo (2007) ocasiona la perdida de la ventaja competitiva de México en cuanto a su ubicación geográfica, ocasionando que maquiladoras emigren ya que en ciertos productos por su tamaño y ciclo de vida, los costos de transporte pierden importancia relativa. Una de las debilidades principales de la IME es la falta de integración entre maquilas con proveedores nacionales. Al respecto, Oropeza (2012) comenta que según datos de la OCDE el 70% de las exportaciones mexicanas son realizadas por cerca de 400 empresas con capital extranjero; además que solo 17.5% de la compra de insumos es a empresas nacionales –no necesariamente de capital mexicano-. Esto muestra el bajo nivel de integración de materias primas hechas en México y se observa su atraso y limitación cuando comparativamente con otras economías asiáticas. Así, como se puede observar en la tabla 7, el contenido nacional está muy debajo de lo que lo que podría esperarse para un modelo de crecimiento basado en las exportaciones. Tabla 7. Insumos nacionales empleados por la IME (IMMEX)

2008/01

% insumos nacionales 24.34

Periodo 2010/02

% insumos nacionales 29.04

2008/02 2009/01 2009/02 2010/01

23.60 23.50 24.45 27.26

2011/01 2011/02 2012/01 2012/02

29.86 29.67 29.96 29.35

Porcentaje de insumos nacionales respecto al total de insumos empleados por la IME bajo el programa IMMEX.

Fuente: Elaboración propia con datos elaborados por INEGI. 14

En Asia para el mismo periodo representa 7.4%, e incluso para países desarrollados como Estados Unidos representan 6.4%.

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En este contexto, para Carrillo y Zarate (2002) los proveedores mexicanos participan como proveedores del tercer nivel de la cadena productiva, mientras los proveedores extranjeros en el segundo y tercer nivel, dadas las características de la industria maquiladora y, particularmente la electrónica. Olliver (2007) enlista una serie de obstáculos que impiden el crecimiento de la proveeduría local: bajo desarrollo tecnológico, volumen insuficiente, problemas de calidad, precio elevado, incumplimiento en entregas, y certificación limitada, altos impuestos, aranceles, la falta de infraestructura. Señala que la Asociación de Maquiladoras de Nuevo León, considera que los proveedores nacionales no están suficientemente desarrollados para proveer los volúmenes requeridos por el sector y carecen de competitividad. Para Vera-Cruz y Dutrenit ( 2002) hay dimensiones de la maquila que han evolucionado lentamente; destaca la lentitud en el traslado de la función de compras a México que, advierten, probablemente ha tenido efecto negativo en el desarrollo y encadenamiento de proveedores nacionales. Además, señalan que si bien los proveedores locales mexicanos tienen la ventaja de la cercanía con los clientes, enfrentan dificultades, principalmente las pymes, para alcanzar niveles de calidad y volumen demandados, así como para mantener el ritmo de reducción de costos que alcanzan las competidoras. Al respecto, Carrillo y Zárate ( 2002) agregan que los proveedores locales enfrentan importantes barreras al acceso a recursos financieros y, del mismo modo, compiten bajo condiciones desiguales con las grandes empresas en los mercados locales e internacionales para comercializar sus productos, quedando su desarrollo condicionado a estrategias provenientes de los propios clientes, particularmente en cadenas globales. Asimismo, para Vera-Cruz y Dutrenit (2002), los programas de desarrollo de proveedores de las maquilas tratan de apoyar a los proveedores a alcanzar los niveles de calidad requeridos, pero al no financiar a los proveedores, no los P á g i n a | 57

pueden ayudar con el volumen de producción. En particular, Fuji y Huffman (2008) afirman que del total de empresas registradas en alguno de los programas fiscales de la Secretaría de Economía, entre el 25%-28% pertenecen a sectores que han desarrollado capacidades tecnológicas; por lo que solo una cuarta parte de las empresas apoyadas por estos esquemas tendrían capacidades de aprovechar los recursos del gobierno para invertir en actividades relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación. En este sentido, Carrillo y Zárate (2002) exponen que se puede propiciar el desarrollo de las capacidades tecnológicas de las proveedoras, a partir de la vinculación con las firmas transnacionales, basados en el aprovechamiento de ventajas tecnológicas, información de mercado, capacitación y asistencia. Advierten que sólo 25% de empresas proveedoras mexicanas tienen relaciones de este tipo; mientras que el 75% de las empresas extranjeras se relacionan como proveedoras. Esto implica que las proveedoras extranjeras forman parte de las redes de las empresas maquiladoras trasnacionales. En contraste, las mexicanas no han podido participar en este tipo de redes por problemas de costos, calidad y entrega. Así, concluyen que la vinculación de las empresas proveedoras locales con firmas transnacionales depende de las capacidades tecnológicas, que pueden ser adquiridas mediante la transferencia tecnológica y la asistencia.15 Por otro lado, el hecho que el grueso de las exportaciones de la IME se dirija a EU, ocasiona una alta dependencia de la IME del nivel de actividad económica de ese país (Carrillo y Gomis, 2005). La OMC (2012) en un estudio sobre el comercio de mercancías de los países del TLCAN, muestra que México exporta el 83.4% de manufacturas a los países del TLCAN y no está aprovechando los doce acuerdos comerciales firmados en los cuales se compromete con 42 países (Oropeza 2012). No obstante esta debilidad de las exporta15

Los autores identifican que en la industria de la electrónica en Tijuana y Mexicali, que 17% de plantas proveedoras mexicanas recibieron transferencia tecnológica en procesos por las firmas transnacionales; en contraste al 90% en el caso de las empresas extranjeras.

58 | P á g i n a

ciones, totales y manufactureras, Gerber y Carrillo ( 2006) afirman que la pérdida real del trabajo en la IME se explica por factores que van más allá de la crisis estadounidense. La recesión de la producción industrial en EU explica 40% de la pérdida de empleos; la fortaleza relativa del peso entre 25 y 30 por ciento y otros factores externos e internos, entre 30 y 35%. Aparte, la IME se ha rezagado en los esquemas de “contratos por especificación”, es decir, no se ha desarrollado la manufactura de bienes de consumo por firmas locales, encontraste a varios países asiáticos como Hong Kong, Taiwán, Singapur, y Corea del sur, que han seguido ventajosamente esta estrategia basados en el desarrollo de una amplia red local de servicios de alta calidad, así como industrias de bienes intermedios (Gereffi, 1994). Así pues, como se señaló, el modelo maquilador adolece de la falta de proveedores nacionales con capacidad de crear insumos tecnológicos y que cubran necesidades de las maquilas (Alonso “et al”. 2000). Un factor estructural macroeconómico de la IME es la infraestructura; particularmente, se enfrenta a un deterioro. La falta de recursos para nuevas inversiones en infraestructuras (carreteras, aduanas y telecomunicaciones) incrementó el tiempo de entrega y distribución, al igual que los costos de las carreteras y las telecomunicaciones, así como el tiempo de espera en las aduanas; combinado con los problemas de seguridad pública, el aumento de la violencia, la corrupción y los secuestros, llevó a un aumento de los costos de operación de las empresas en general. Por último, quizás la principal amenaza del modelo maquilador mexicano es la emergencia de países con alta competitividad basada en costos salariales, gangas fiscales, y capacidad de compra doméstica. En concreto, las empresas en China registran costos de operación notablemente bajos. Carrillo y Gomis (2003) señalan que la mano de obra disponible en ese país asiático es 10 veces la mexicana (1.3 contra 100.4 millones, respectivamente). Además, agregan que en 2001 en China existían alrededor de 27,000 establecimientos P á g i n a | 59

manufactureros que exportaban, frente a los 3,000 en México. Además mantienen un régimen de jornada de trabajo flexible y bajos costos indirectos. China es además el principal destino de la inversión extranjera directa en escala mundial.16

16

La IED en empresas electrónicas y automovilísticas en China aumentó considerablemente, por lo que no sería difícil que en un futuro productos como los cables arnés hechos en México (que representa casi la totalidad del consumo en el mercado norteamericano) se produzca de forma masiva en China. Otro ejemplo es la producción de televisores de 27 pulgadas, que se relocalizó a China (Carrillo y Gomis, 2003).

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V Reflexiones finales.

D

eterminar la posibilidad que el modelo maquiladorexportador, principal mecanismo de fortalecimiento de las exportaciones nacionales, sea un verdadero bastión del desarrollo exportador obliga a considerar diferentes dimensiones asociadas al propio esquema maquilador. Existen diferentes puntos de vista respecto al estado actual y perspectivas de la IME en el país, sin embargo, se aprecia dos elementos comunes en la mayoría de los estudios. Primero, la relevancia de los salarios pagados por esta industria parecen ser clave en el proceso de consolidación, expansión y avance generacional de las plantas maquiladoras. Bajos salarios y diferenciales salariales con competidores, hacen atractivo el sector maquilador. Segundo, el modelo maquilador mexicano se caracteriza por un escaso encadenamiento de firmas maquiladoras extranjeras con proveedoras nacionales –mexicanas o no-. Al respecto, la baja capacidad tecnológica de las empresas con algún grado de relación con empresas extranjeras les impide integrarse sistemáticamente en la cadena de producción global de éstas. Un aspecto relevante de la IME es su estadio actual de cuarta generación. La industria transitó de la fase conocida como “ensamblado”, basada en la intensificación del trabajo manual; a la etapa de “hecho”, caracterizada por la racionalización del trabajo con mayor orientación a procesos de manufactura; a la fase de “creado”, donde la ventaja competitiva es el conocimiento, y el grado tecnológico se incrementa en centros de I+D; para llegar a la cuarta generación de “coordinado”, en la que empresas realizan actividades basadas en la P á g i n a | 61

coordinación y las tecnologías de información, evolucionando hacia funciones de casa matriz. Algunas voces señalan que la IME está lista para transitar hacia la quinta generación, que implica la consolidación de las generaciones anteriores además de tareas de diseño, comercialización y marketing. En este contexto, México muestra un relativo nivel de integración en la cadena de valor global regionalmente, por lo que la IME ha desempeñado un rol central en comercio exterior nacional a través de su presencia en cadenas globales de valor y, particularmente, de procesos maquiladores, lo que evidencia el bajo valor agregado en las actividades realizadas además de los limitados encadenamientos productivos. Al respecto, la estrategia gubernamental para incentivar a la IME se centra recientemente en el Programa IMMEX que dota de flexibilidad al modelo. Así, desde la década anterior el sector maquilador no ha podido despegar a nivel internacional, mostrando signos agotamiento o, estancamiento. Los procesos de reestructuración productiva y financiera mundial la condicionan a modernizarse a través de actualizaciones tecnológicas, desarrollo de proveedores nacionales con altos estándares (pequeños, medianos y grandes), inversión e incorporación de crecientes masas de capital humano con salarios competitivos, todo lo que implica inversiones cuantiosas y sostenidas para explotar el potencial de integración a las cadenas globales más dinámicas. De este modo, los industriales maquiladores disponen de fortalezas intrínsecas al modelo y oportunidades que pueden combinar para alcanzar mayor competitividad reflejada en sus exportaciones. Por ejemplo, mano de obra semicalificada con salarios bajos, facilidades regulatorias, fiscales y arancelarias, ubicación geográfica, alto número de filiales, mayores estándares de calidad de los proveedores, diversidad de tratados comerciales y programas de fomentos maquilador, recursos naturales, mayores actividades de I+D. 62 | P á g i n a

No obstante, enfrentan focos rojos puesto que las debilidades y amenazas parecen ser mayores. A saber, altos costos de transportación, limitada integración con proveedores locales principalmente por el bajo contenido tecnológico, rezago en contratos por especificación, concentración de los mercados de exportación, emergencia de nuevos competidores, como China, India o Brasil, limitación de la mano de obra altamente calificada, deterioro salarial, reducción de costos de transportación internacionales, pocos mecanismos para los encadenamientos, mano de obra semicalificada a precios competitivos en Asia, abundancia de capital humano en China, planeación privada-pública para la integración de proveedores nacionales a las redes de producción maquiladoras en economías del este asiático e inversiones mundiales chinas. En última instancia, si bien la industria maquiladora genera puestos laborales a millones de mexicanos y paga salarios superiores al promedio manufacturero a nivel nacional, el valor agregado, inversiones, innovación, tecnología, encadenamientos y desarrollo de redes de producción doméstica, todos, son aspectos que la restringen y limitan su proyección a nivel mundial. En el balance entre fortalezas-oportunidades y debilidades-amenazas, continuar bajo el esquema maquilador implica un desarrollo de vía baja, esto es, otorgando facilidades a las filiales extranjeras para explotar los recursos nacionales a bajo costo, que lleva a una magra contribución al crecimiento, al tiempo que favorece marginalmente a la competitividad exportadora basada en elementos perecederos. Basta contextualizar con el hecho que la IME paga salarios bajos comparativamente con otras zonas maquiladoras, que han generado un deterioro salarial, laboral, sindical y ecológico, además un escaso impacto productivo en la economía mexicana. En consecuencia, las características del modelo maquilador parecen limitar el potencial para impulsar las exportaciones manufactureras mexicanas. Como se señaló, la capacidad tecnológica de las empresas proveedoras en México es restringida. El elevado costo P á g i n a | 63

del capital para inversiones industriales complementarias y la falta de una política industrial se presentan como un obstáculo vital para el desarrollo de la IME y su posicionamiento como verdadero eje del modelo de crecimiento orientado al exterior. Es indispensable el establecimiento de medidas complementarias en aspectos que la fortalezcan, principalmente para encadenarse nacionalmente pero acompañado de salarios competitivos que le otorguen el carácter de “sostenible” a dicha industria. En suma, para que la IME pueda impulsar sosteniblemente las exportaciones mexicanas, las medidas públicas deben intentar incrementar la producción, la eficiencia laboral, el contenido tecnológico y de insumos nacionales. La apuesta es de mediano plazo, para que se transite con fortalezas reales hacia la quinta generación de maquiladoras y, aún más, hacia la sexta generación que implicaría liderar cadenas globales de valor desde territorio mexicano.

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SEMBLANZA

Miguel Ángel Díaz Mier. Es Doctor en Ciencias Económicas y Diplomado en Desarrollo Directivo. Obtuvo mediante concurso oposición la condición de Técnico Comercial y Economista del Estado. Llevó a cabo sus labores administrativas en la Oficina comercial de España en el GATT y participó en las negociaciones de accesión de España a la Comunidad Europea. En 1992 se incorpora como profesor Titular a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Alcalá donde ha sido Vicedecano y Director de Departamento. En la actualidad es profesor emérito de dicha Universidad.

SEMBLANZA

Ángela Andrea Caviedes Conde. Obtuvo su Doctorado en Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Alcalá en septiembre de 2012. Con anterioridad en la Universidad Tadeo Lozano de Colombia y en el Instituto de Administración Pública Española se graduó en Economía (1999) y consiguió la Maestría en Administración y Gerencia Pública. Ha desarrollado su experiencia profesional en empresas privadas en el campo de comercio exterior y ha colaborado en publicaciones centradas en el análisis de las Instituciones comerciales Internacionales.

¿UN NUEVO PROTECCIONISMO? Miguel Ángel Díaz Mier. Profesor emérito Universidad de Alcalá.

Ángela Andrea Caviedes Conde. Doctora en Economía Universidad de Alcalá.

Sumario: Resumen. I.- Introducción. II.- Desarrollo. III.- Aportaciones al análisis de la política comercial con mención del proteccionismo. IV.- Argumentos tradicionales empleados en la polémica tradicional entre libre comercio y protección comercial. El neoproteccionismo. V.- Instrumentos que se utilizan en la definición de “nuevas políticas comerciales”. VI.- Tratamiento que se da actualmente en algunas instituciones internacionales a las medidas proteccionistas. VII.- Reflexiones y justificación del título. VIII.- Bibliografía.

Resumen.

H

emos dedicado el trabajo a considerar la oportunidad de definir actualmente el proteccionismo comercial pues encontramos que actualmente se utiliza más la expresión barreras comerciales. Hemos analizado las interrelaciones entre política comercial y política económica en diferentes etapas presentando los instrumentos comerciales que se han utilizado en ellas. Hemos llegado a la conclusión de que se trata de “viejos vinos” pero presentados en nuevas botellas. P á g i n a | 73

PALABRAS CLAVES: Protección comercial, Neoproteccionismo, barreras comerciales, arancel aduanero.

Abstract. This work has been dedicated to analyze concepts relate to protectionism. We have studied different stages of international economic relations, beginning in the classical period. After it some new definitions have been considered such as new protectionism. All have been related to economic policy and above all instruments used in order to achieve the commercial protection have been considered. The recent definition of trade barriers is also included but we thing are “old wine in new bottles”. KEY WORDS: Trade Protections, New Protectionism, Trade Barriers; Tariff

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I Introducción.

A

l conocer el proyecto inicial del volumen del que ahora disfrutamos y aceptar la amable invitación de sus editores para participar en el mismo tuvimos un especial interés en hacerlo por un buen número de razones. Pretendíamos con ello compartir algunas reflexiones sobre un tema que, desde tiempo atrás, forma parte de nuestro trabajo tanto académico (la impartición de materias relativas a política comercial en la Universidad de Alcalá) como profesional. Desde esas dos perspectivas nos ha interesado presentar un conjunto de cuestiones que nos han preocupado –y ocupado- desde tiempo atrás y que tienen su reflejo en el título. Sea nuestra primera observación destacar que situamos el tema entre interrogantes a los que buscaremos dar respuesta. Durante los años 1970-1980 tuvimos ocasión de ir conociendo en diversos foros los problemas que se asociaban aun concepto que entonces parecía gozar de una definición precisa. El mismo era el proteccionismo y aún más el neoproteccionismo. Treinta años después las aportaciones que se han ido registrando en muy diversas áreas del saber socio-económico, la introducción en el mismo de aspectos políticos y culturales nos han hecho reflexionar que quizá este no sea hoy un concepto plenamente ocupado para reflejar nuevas situaciones. Nos decidimos así a plantear la oportunidad -o vigencia - del término como descriptor adecuado. Finalmente nos propusimos realizar en la medida de lo posible un trabajo amplio dedicado al tema y sobre todo exponer las principales variaciones que, según nuestro criterio, se habría producido respecto a la adeP á g i n a | 75

cuación del término si nos referimos a las décadas más recientes del siglo XXI. En pocas palabras, partíamos de una cierta intuición de que, como en tantos órdenes de la vida humana, y según lo que alcanzábamos a conocer, el concepto no resultaba totalmente adecuado si se pretendía reflejar la incidencia de los factores que se han conocido tras los años indicados 1970 -1980. En una primera aproximación queremos destacar inicialmente que nuestro estudio pretende referirse a varios “nuevos” temas dignos de análisis. Del modo sintético con que pretendemos llevar a cabo nuestro estudio destacamos cuatro: a) En primer lugar la existencia de una situación que, si bien de modo riguroso no es totalmente nueva en la historia de la humanidad, sí se presenta hoy con características y extensión diferentes a las registradas en épocas anteriores. Nos referimos a la globalización o mundialización como prefieren definirla autores de signos diferentes. Lógicamente nos habríamos de preguntar sobre las formas en que la misma afectaba a los conceptos de política comercial vigentes en 1970-1980; b) En segundo lugar, en nuestro análisis preliminar nos ha producido una satisfacción especial la comprobación de que en la literatura científica relacionada con el tema puede constatarse la presencia de una preocupación compartida por autores de ramas científicas diversas por introducir en sus análisis aportaciones de especialistas de otras ramas abandonando el juego tradicional de las descalificaciones “a priori” 1. Nos hemos declarado siempre partidarios de buscar y emplear en lo posible la interdisciplinariedad; 1

En este orden y como ejemplos de aplicación a nuestro objetivo queremos destacar que, en obras muy notables de autores de formación jurídica y en especial los de derecho internacional van apareciendo importantes capítulos dedicados a las teorías del comercio internacional. Lo hace así la obra magistral del profesor JACKSON “The World Trading System: Law and Policy of International Relations”; la monumental obra de MACRORY, APPLETON y PLUMMER “The World Trade Organization: Legal, Economic and Poli-

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c) En otro orden nos han interesado lógicamente las modificaciones institucionales que han tenido lugar en el período en el dominio de la regulación de los intercambios económicos internacionales que han afectado a diversos dominios que se dan en el tradicional comercio de mercancías. Así, lógicamente habríamos de conocer y evaluar tanto el nacimiento como el desarrollo de la OMC y las formas en que habrían influido sobre el proteccionismo comercial internacional. Deberíamos considerar la diversidad de situaciones y de relaciones de poder manifestadas en los años transcurridos. Entre otros elementos que hemos considerando en nuestro estudio hemos utilizado la llamada nueva “economía política internacional”; d) Pero también en la medida en que nuestras formaciones académicas proceden del mundo de la economía no podíamos dejar de considerar y referirnos a las nuevas aportaciones que se han registrado en los estudios sobre economía internacional y políticas comerciales en los últimos años. De forma especial queremos llamar la atención acerca de las aportaciones que se han recogido en muy interesantes “handbooks” 2 dedicados a política comercial y economía internacional.

tical Analysis”; y la cuarta edición, (de 2013) del libro de TREBILOCK, HOWSE y a los que se han añadido. A. ELIASON. Todas ellas se han escrito ya en el siglo XXI. 2

Entre estos “handbooks” figuran el de HEYDON y WOOLCOCK (2012, ed. Ashgate); el de KREININ y PLUMMER (2012, ed. Oxford y University Press), el de BERNHOFEN, FALVEY, GREENAWAY y KRICKEMEIER (2011, ed. Palgrave) y el algo anterior de KERR y GAISFORD (2007 ed. Edward Elgar). Naturalmente han de consultarse también las obras y capítulos específicos dedicados a política comercial de los tratadistas de economía internacional. Resultan así bien conocidos en la universidad española los textos de KRUGMAN y OBSTFELD, los de SALVATORE junto otros que citamos en bibliografía. En general, en las obras citadas se encuentra una impresionante contribución de otros autores no nombrados específicamente pero nos hemos limitado a citar los textos que más hemos utilizado.

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II Desarrollo.

U

na sencilla reflexión sobre el contenido de los cuatro párrafos anteriores pondría de manifiesto que llevar a cabo un análisis “in extenso” del tema requeriría la utilización de un espacio que supere los límites impuestos a un volumen como el que conocemos ahora. Por ello nuestro trabajo se ha circunscrito a realizar presentaciones de las que consideramos aportaciones principales con alguna incidencia sobre el título del trabajo y ello según los criterios que hemos obtenido con ocasión de nuestros análisis previos3. Dentro de estas limitaciones el artículo se propone presentar muy brevemente en los apartados siguientes varios temas objeto de nuestras consideraciones iníciales esperando poder llevar a cabo investigaciones en el futuro: i) ii) iii)

3

Aportaciones al análisis de la política comercial con mención del proteccionismo; Argumentos tradicionales empleados en la polémica tradicional entre libre comercio y protección comercial. El neoproteccionismo; Instrumentos que se utilizan en la definición de “nuevas políticas comerciales”;

Véase especialmente la tesis doctoral de AA. CAVIEDES “Evolución de la regulación del comercio internacional de productos agropecuarios” Universidad de Alcalá 2012.

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iv)

v)

Tratamiento que se da actualmente en algunas instituciones internacionales a las medidas proteccionistas (a las que por coherencia desde ahora preferimos calificar de “barreras comerciales”); Presentación de nuestras reflexiones y justificación del título elegido.

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III Aportaciones al análisis de la política comercial con mención del proteccionismo.

U

na cita de W.A KERR4 nos parece un pórtico adecuado para expresar lo que constituye el ámbito de la política comercial desde la óptica de los economistas. Para este autor pueden distinguirse tres áreas de análisis a las que, con diversos grados de especialización, se han dedicado a lo largo de la historia y especialmente desde la creación de la “nueva” ciencia los pensadores sobre economía. Ellas son: a) la fundamentación teórica; b) los estudios empíricos; y c) la política comercial. Para él la primera “buscaría basar el conocimiento por medio de una aplicación rigurosa de aquellas aportaciones formales que se van sucediendo” mientras que la segunda se dirigiría a la comprobación de las proposiciones teóricas y finalmente la tercera trata acerca de las intervenciones directas e indirectas de los gobiernos (entendiendo este concepto en su sentido más amplio) que pueden modificar las formas en que tienen lugar las transacciones internacionales objeto de nuestro estudio, esto es, las comerciales. Nos ha parecido de interés recordar esta distinción inicial pues efectivamente encontramos en nuestra materia un amplio espectro de estudios de todo tipo cuya distinción resulta conveniente. Así, muchos autores han analizado los aspectos teóricos como, por ejemplo, los relacionados con el arancel de aduanas, instrumento 4

En su “Introduction to Trade Policy” del Handbook on International Trade Policy, edt. E. Elgar.

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clásico del proteccionismo. Pero hemos de resaltar que cada vez más según nuestra percepción los autores “clásicos” de la economía internacional presentan interesantes incursiones en los dominios de las políticas comerciales y no sólo para facilitar su comprensión por medio de ejemplos. También encontramos un amplio número de obras sobre constatación empírica de los principios de la economía internacional. Cabe complicar el tema objeto de nuestro estudio al profundizar, como hacen KREININ y PLUMMER5, en los temas de política comercial. Esta, que ha de tener sin duda una buena base teórica ha de considerar que la comercial es parte de la política exterior del país que sea objeto de examen, pero a su vez afecta a la política económica nacional y en la medida en que el comercio afecte a una economía nacional lo hace en aspectos tan significativos como la producción de bienes y servicios, la distribución de la renta, el crecimiento económico o el empleo. No puede extrañarnos así que, sin entrar en lo que es seguramente algo más que una cuestión semántica, desde los comienzos de la ciencia económica como hoy es conocida -y aún desde mucho antes- se hayan planteado en grados diferentes en civilizaciones y países también distintos cuestiones relacionadas con las aludidas intervenciones públicas permitiendo analizar de forma más o menos rigurosa sus ventajas e inconvenientes (costes). Ello se ha incrementado muy especialmente desde los inicios de los modernos Estados. Algunos han destacado la correspondencia entre la aparición de tales Estados y el desarrollo del saber sobre economía, lógicamente incrementado en los últimos trescientos años. Así lógicamente la aplicación sistemática de conceptos económicos a las relaciones entre Estados como hoy los conocemos y específica e inicialmente a los intercambios de mercancías se encuentran en los trabajos de economistas desde el siglo XVIII. 5

En la Introduction del “Oxford Hanbook of International Economy Police”.

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En este trabajo, al lado de un recorrido mínimo por las aportaciones conceptuales que los economistas han ido realizando a lo largo del tiempo6 y que se encuentran en muy notables trabajos hemos preferido recurrir al mecanismo que anunciamos anteriormente (punto b de la introducción). De esta forma hemos preferido recurrir para iniciar nuestro estudio sobre proteccionismo a autores de formación jurídica. Ahora bien, terminado este recorrido, en el epígrafe siguiente realizaremos una exposición sintética de los principales argumentos utilizados en las polémicas habidas hasta bien entrado el siglo XX entre partidarios del comercio libre (expresión que, en nuestra opinión, es más adecuada en español que la de libre cambio) y los defensores de la protección comercial. Pero no podemos olvidar la diversidad de formas y grados en que ocupan su lugar las acciones públicas con impacto sobre el comercio. Los análisis de política comercial (no siempre se han hecho y especialmente por parte de los analistas teóricos el examen de variables políticas tanto interiores como exteriores a las que nos hemos referido y sobre cuyas complejidades y dificultades de valoración no parece necesario insistir. Como se indica en el prólogo del Ashgate Research Companion to International Trade Policy pero aún con todas la dificultades inherentes “las cuestiones relativas a política comercial siguen manteniendo un lugar central en los debates sobre globalización, hoy tan actuales y también por sus impactos sobre variables como

6

Utilizaremos en nuestro análisis empleando los criterios anteriormente señalados, el capítulo 1 de la obra de TREBILCOCK, HOWSE y ELIASON que se refiere a los grandes rasgos de la evolución de las teorías del comercio internacional de la política comercial como también a las instituciones comerciales, especialmente las multilaterales. Claro es que en este punto no podemos dejar de referirnos a la monumental obra de SCHUMPETER “Historia del análisis económico” y a los trabajos de R.SALLY (“Free Trade Versus Protection: An Intellectual History”) en el Handbook coordinado por HEYDON y WOOLCOCK; al de ARNDT (“Free Trade and its Alternatives”) en la coordinada por KREININ y PLUMMER, así como a los capítulos introductorios de las obras sobre economía internacional de KRUGMAN y SALVATORE.

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el empleo, el medio ambiente, la energía, la cooperación internacional y un muy amplio etc.

A)

Como resaltan TREBILCOCK “et al”. 7 es relativamente fácil trazar un cierto paralelismo entre la evolución de las teorías sobre comercio internacional y la historia de la política económica internacional. Los autores citados nos recuerdan así las aportaciones de pensadores griegos y romanos 8 que reflejaron una cierta ambivalencia en relación con los intercambios realizados por los ciudadanos de un país con extranjeros especialmente por razones no económicas (así los comerciantes eran considerados una clase social inferior, lo que se acentuaría en el caso de no nacionales). Ahora bien, especialmente autores de los primeros siglos del primer milenio adoptaron la idea de que Dios había creado el mar y la diversidad de dotaciones de los territorios para promover interacciones entre distintos pueblos por medio del comercio. Esta idea, que sería recogida en el siglo XVIII, lógicamente chocaba con el mantenimiento de la anteriormente expresada y obligaría a establecer determinadas precauciones acerca de la actividad comercial. Es importante resaltar que ninguna de las opiniones anteriores se basaba en argumentos económicos pero ciertamente se continuaba concediendo, y en ello hay coincidencias con opiniones contemporáneas un papel de importancia a las cuestiones no económicas. Sería preciso esperar a los siglos XVII y XVIII para que surgiera la que ha sido denominada primera escuela del pensamiento eco7

En la cuarta edición de su obra “The Regulation of International Trade” pags. 1-40. Naturalmente los aspectos teóricos que se examinan en la misma encuentran su explicación y desarrollo analítico en prácticamente todas las obras sobre economía internacional. En la bibliografía hemos recogido una enumeración mínima. 8 Evidentemente TREBILCOCK, et al. no son los únicos. La monumental obra de SCHUMPETER “Historia del análisis económico” nos permite conocer con precisión las más importantes contribuciones. También lo hacen EKELUND y HÉBERT en su “Historia de la Teoría Económica y de su Método”. BLAUG en su “Teoría Económica en Retrospección” y PERLMAN y McCANN en “The Pillar of Economic Understanding”.

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nómico9 que presentaba ya una primaria fundamentación económica. Como se resalta en la obra que seguimos “si bien no eran contrarios a una actividad comercial de carácter general o relativa al comercio internacional a los mercantilistas destacaban en sus trabajos la necesidad de que se ejerciese una cuidada regulación pública del comercio internacional y ello por dos razones: a) el mantenimiento de una balanza comercial favorable, lo que se traduciría en la utilización de políticas agresivas en exportación y restrictivas en importación (es decir se reconocían la necesidad de medidas proteccionistas ejercidas a través del instrumento comercial tradicional de los derechos arancelarios; b) eran partidarios de promover la producción de manufacturas en la nación, utilizando para ello materias primas importadas antes que importar bienes terminados. Pero en la segunda mitad del siglo XVIII esas dos razones serían objeto de críticas por parte de los que se han considerado primeros economistas. Así, la primera razón indicada se criticaría bajo la idea de que el comercio internacional podría originar un incremento inadecuado en la oferta de oro monetario como resultado de los saldos comerciales, frente a la idea de que los metales preciosos debían ser los principales valedores de la riqueza nacional y esenciales para su actividad. D. HUME demostraría frente a ello que el comercio internacional probablemente conseguiría mantener el equilibrio de la balanza comercial. Fue sobre todo, como han recogido prácticamente todos los autores que se han preocupado del tema, A. SMITH quien en su “Riqueza de las Naciones” proporcionaría el elemento necesario para criticar el segundo argumento mercantilista -el relativo a la composición de los productos- demostrando que, de forma similar a la obtención de ganancias derivadas de la especialización de las activi9

Conocida como mercantilismo ha sido estudiada de modo magistral en la citada de SCHUMPETER. De una u otra forma varios de los principios e inquietudes expresados por sus autores siguen estando presentes en las discusiones de nuestros días sobre política económica comercial.

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dades económicas de una nación, tal especialización se podría aplicar también al comercio internacional. Se recuerda así su frase “sí un país extranjero puede suministrarnos un producto más barato que el fabricado nacionalmente lo mejor sería comprarlo en el extranjero con alguna parte del producto de nuestra propia industria nacional”. SMITH, en definitiva, expondría a la luz pública la que se ha

denominado “teoría de la ventaja absoluta”. Pero los años siguientes los economistas intentarían perfilar este concepto introduciendo las llamadas “ventajas comparativas”. A ellas nos referiremos seguidamente, pero preferimos dejar claras tres ideas: a) que el comercio internacional tiene desde los comienzos de su estudio un fuerte componente “nacional” en la medida en que también sus actores son miembros de comunidades nacionales; b) que los actores o agentes de comercio son de modo especial fabricantes y consumidores que tienen intereses no siempre coincidentes; c) que desde el principio de las actividades comerciales las autoridades nacionales han intervenido sobre ellas a través de medios tradicionales como son los derechos arancelarios, aunque no quepa ignorar las razones fiscales de su establecimiento y las cuotas o contingentes. La literatura específica sobre estos instrumentos, así como más adelante la consideración de los subsidios o subvenciones se han ido desarrollando hasta constituir un área interesante de gran especialización técnica. Pero entremos, siguiendo esta exposición mínima, en la teoría de las ventajas comparativas. Resultaba importante el tema planteado por la aplicación total de las ventajas absolutas: ¿qué ocurriría cuando un país no posee este tipo de ventaja sobre ninguno de sus competidores en ningún producto (hoy habrían de añadirse los servicios comerciales)? Fue David Ricardo quien en sus “Principios de Economía política” proporcionaría una respuesta utilizando para ello un ejemplo que se ha hecho famoso. En efecto, un país (Inglaterra) podría producir una cantidad determinada de paño con el traP á g i n a | 85

bajo de 100 hombres y también producir una cierta cantidad determinada de vino con el de 120 hombres; pero, a su vez otro país (Portugal) podría producir la misma cantidad de paño pero con el trabajo de 90 hombres y la misma de vino con el trabajo de 80 hombres. De aplicarse las ventajas absolutas Portugal las tendría respecto a Inglaterra en los dos productos. La aportación de Ricardo consistiría en mostrar que con la aplicación de su ejemplo el intercambio resultaría ventajoso para los dos países. Como se muestra en multitud de textos que han analizado el ejemplo si Inglaterra exportase a Portugal el paño producido con el trabajo de 100 hombres a cambio del vino producido por 80 portugueses, Inglaterra podría importar un vino que hubiese requerido el trabajo de 120 ingleses. Y por su parte Portugal ganaría con el paño resultado del intercambio del trabajo de 80 hombres pero que si no se hubiese producido tal cambio le habría costado 90. Quienes10 siguen el desarrollo de la teoría del comercio internacional y especialmente los neoclásicos han contribuido en diversos grados al perfeccionamiento de la teoría de las ventajas comparativas. Inicialmente han tratado de valorar la posibilidad de extender el caso ricardiano a un número mayor de economías y productos. Además se ha intentado superar las limitaciones de los supuestos de la teoría ricardiana (especialmente el supuesto de existencias de costes constantes y de productividades similares para todos los niveles de producción). La aplicación del concepto de ventaja comparativa habría llevado a la conclusión de que un país debería especializarse en aquellas producciones en que tuviera mayores ventajas comparativas o menores desventajas comparativas. En este orden hemos de indicar como una contribución muy destacada el perfeccionamiento de la antedicha teoría ricardiana 10

La exposición detallada y con ejemplo numéricos de ambos grupos de teorías se encuentra prácticamente en todos los manuales de economía internacional. Por su claridad, hemos elegido para impartir nuestras clases la obra del profesor TUGORES (pp. 32 y 33).

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mediante la llamada hipótesis de las proporciones de las dotaciones de los factores (teorema Heckscher-Ohlin de los años 1930). Según la misma los países tenderían a disfrutar de ventajas comparativas cuando producen bienes en los que emplean factores de los que tienen mayor abundancia. Cada país terminará por exportar aquellos bienes en que posee factores de mayor abundancia intercambiándolos por otros bienes importados en los que tal país tiene menor abundancia de factores. Hemos querido destacar en esta breve síntesis a efectos de nuestro trabajo las principales aportaciones teóricas que han llenado el ámbito académico hasta bien entrados los años 1960.Tales teorías -la ricardiana o la de Heckscher-Ohlin 11- especialmente- han sido objeto de numerosos estudios empíricos utilizando modelos matemáticos y estadísticos. Pero siguiendo el esquema que nos hemos propuesto nos interesa destacar dos elementos cara al análisis del proteccionismo: a) que hasta bien entrado el siglo XX buena parte de las intervenciones de política comercial se han fundamentado teóricamente en las teorías tradicionales del comercio internacional (clásica y neo-clásica); b) aún con la existencia de modelos más perfeccionados las hipótesis clásicas han constituido la base sobre la que se construyó la principal institución internacional que se estableció para ordenar la política comercial en la segunda mitad del siglo XX. Nos referimos al GATT, cuyo estudio, bien merecedor de muchos comentarios de todo signo limitamos en este trabajo en su extensión12. 11

Una buena síntesis de estos estudios respecto a la hipótesis ricardiana se encuentra en la obra de J.BORKAKOTI que analiza contribuciones de Mc DOUGALL, STERN, BALASSA, KREININ, SAILORS-BRONSON, McGILVRAY, SIMPSON y BHAGWATI. Entre las que estudian la hipótesis Heckscher-Ohlin se encuentran los trabajos de LEONTIEF, BALDWIN, STERN, MASKUS, BOWEN y BALASSA. 12 Partimos de la idea de que el lector tiene un conocimiento mínimo del llamado sistema – GATT-OMC- al que examinaremos solamente en relación con el proteccionismo. Hoy en día este estudio se encuentra facilitado por la página web de la OMC que dedica importantes comentarios a la historia del sistema.

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B)

Para complementar los rasgos anteriormente analizados de las grandes líneas de la evolución de la teoría del comercio internacional a continuación realizamos un ejercicio similar respecto a política comercial13. Y como en el caso anterior utilizaremos como elemento de base el trabajo de TREBILCOCK “et al”. Para ellos “las relaciones comerciales entre comerciantes (ahora preferiríamos el término más amplio de empresarios) de diferentes naciones se hunden en el amanecer de la historia. El comercio era importante no sólo en los tiempo medievales sino mucho antes y la regulación de las actividades comerciales mediante algún tipo o especie de derecho de peaje tiene tanta antigüedad como el mismo intercambio. Pero sin duda resulta necesario llevar un análisis más concreto de las fuerzas que impulsaron el comercio libre en las principales potencias europeas de los siglos XVIII y XIX. El comercio internacional y sus instituciones -señalan TREBILCOCK “et al”.- requieren ser contemplados como un aspecto importante dentro de un proceso más general conducente a facilitar el acceso a la creación de mercados de una mayor dimensión pero también unificados, de manera que, a mediados del siglo XIX sólo permanecían como barreras al comercio las fronteras nacionales, (esto es se habían suprimido los peajes dentro de los países). En efecto, la denominación de proteccionismo y la utilización de instrumentos “ad-hoc” han de asociarse 13

Somos plenamente conscientes de las limitaciones de este ejercicio. Un examen detallado de prácticamente tres siglos de la moderna historia comercial del mundo se encuentra alejado del objetivo de nuestro trabajo y por ello queremos hacer un llamamiento a la expansión y profundización de los estudios de historia económica tanto a nivel mundial general como en su aplicación a distintos países especialmente las grandes potencias comerciales en cada período. Compartimos la idea de que, en todas las etapas de la historia económica de los últimos trescientos años y al examinar las situaciones por ejemplo de Francia e Inglaterra se percibe la coexistencia de posiciones políticas y sociales proteccionistas y librecambistas con predominio de algunas de ellas en determinados períodos; pero no puede decirse que tal país sea absolutamente proteccionista o plenamente librecambista. Para estudiar este tema resulta bien ilustrativa, entre otras, la obra completa de P. BAIROCH.

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al hecho indicado14. En estos procesos deben destacarse la revocación de algunas leyes que prohibían la exportación de determinadas materias que eran consideradas esenciales, la abolición de otras normas nacionales que afectaban a las técnicas de producción y, entre otras materias importantes, la adopción casi total de sistemas uniformes de pesos y medidas. A mediados del siglo XIX, en definitiva muchas de las potencias europeas más avanzadas habían establecido un comercio libre dentro de sus fronteras. Pero, al tiempo, las mismas continuaban practicando internacionalmente aquellas fórmulas a las que habían renunciado internamente. Seguían utilizándose técnicas proteccionistas en grados y momentos diversos 15. Pero, en el caso ingles debemos destacar que, en las discusiones políticas que tenían como objeto el comercio se emplearían en un sentido o en el contrario los argumentos puestos en manifiesto por la teoría clásica del comercio a que nos hemos referido. Naturalmente que los grandes rasgos anteriormente esbozados permiten indicar que ya en el siglo XX se empezarían a conocer y a emplear otros instrumentos de protección comercial que se irían desarrollando más adelante, especialmente los derechos antidum14

Ya nos hemos referido anteriormente al empleo de los derechos arancelarios y las cuotas como principales instrumentos de protección. Desde una perspectiva más jurídica y de relaciones internacionales habría que añadir la negociación y establecimiento de tratados comerciales en los que, al lado de los instrumentos anteriores, se utilizaría la fórmula tradicional de “clausula condicional de nación más favorecida”, hoy criticada como un sistema que permite la discriminación entre naciones pues está claro que la igualdad entre las mismas no pasa de ser una entelequia. También adquiriría una mayor importancia el empleo con fines “comerciales” de los tipos de cambio. Hoy con la aplicación de los principios del Fondo Monetario Internacional están lejos de la importancia (insistimos derivada de su uso discriminatoria) que alcanzaron especialmente en la década de 1930. 15 Resulta tradicional utilizar el ejemplo de las relaciones comerciales entre Francia e Inglaterra. Los movimientos hacia el libre comercio en este país, basados en las doctrinas económicas de los autores citados se habían puesto de manifiesto en la práctica con la abolición de las Corn Laws. En materia de relaciones comerciales exteriores se suele considerar como ejemplo de libre comercio el Tratado Cobden-Chevalier de 1860. Los avatares de la política francesa posteriormente alejarían a este país del objetivo del comercio libre.

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ping empleados para contrarrestar los efectos de las prácticas de dumping. Pero, sobre todo el impacto de la segunda guerra mundial, y el de las formulas empleadas para solucionar las cuestiones derivadas del final del conflicto y una consideración de las situaciones nuevas que se habían planteado en el mundo, especialmente el nacimiento práctico de sistemas basados en el socialismo nos debían llevar a realizar un examen de un tema de gran interés para nuestro objetivo: la forma en que un cierto número de potencias harían frente a las consecuencias de la segunda gran guerra mundial, sobre todo intentando evitar los errores de situaciones anteriores. Un examen de estos años (de gran interés sin duda), sin embargo, nos distraería de nuestro objetivo de exposiciones sintéticas.

C)

Debemos finalizar este primer análisis de la política comercial de acuerdo con el esquema que hemos presentado. Para ello terminaremos este epígrafe con unas consideraciones también mínimas sobre el GATT. En el segundo epígrafe realizaremos una exposición somera de los argumentos que se han empleado en las polémicas libre comercio-proteccionismo que contribuyen a hacer más explícitos los conceptos recogidos en los subepígrafes A y B. Realizaremos así en este subepígrafe (C) una breve exposición de las que constituyen las características comerciales del GATT 16, partiendo de los antecedentes de las épocas anteriores. Seguiremos en la exposición las líneas principales que se encuentran en la tesis doctoral de A.A CAVIEDES. En ella, la consideración del GATT se inicia con una cita de tres autores (JOSLING, TANGERMANN y WARLEY en su obra “Agriculture in the GATT”). Para ellos “uno de los hechos más notables de la historia moderna lo constituye el que un grupo de notables políticos y distinguidos funcionarios y académicos del Reino 16

Una exposición completa de los antecedentes y características del Acuerdo General se encuentra en la tesis doctoral de A. CAVIEDES CONDE “Evolución de la regulación del comercio internacional de productos agropecuarios.

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Unido y de los Estados Unidos iniciaran la planificación para la reconstrucción de la postguerra y la cooperación económica en los primeros años de la II Guerra Mundial”. Los autores citados recogían así ideas, preconizadas entre otros por Keynes ( 1940) de que fue el conjunto de políticas económicas internacionales inadecuadas así como las empleadas en el que se ha denominado período interbélico, lo que retrasó la recuperación posbélica. Pero también se puede analizarla etapa proteccionista de la Gran Depresión de los años 1929 y en los acontecimientos que llevaron a un nuevo conflicto bélico. Recordemos al respecto que la insistencia de los vencedores de la Primera Gran Guerra del siglo XX en introducir una política de reparaciones de guerra, exigiendo fuertes indemnizaciones, llevaron a la crisis del marco alemán, empobreciendo a este país y provocando en él una inflación de cifras poco conocidas hasta entonces en los países occidentales. También siguiendo opiniones bien sedimentadas se habían sembrado las semillas del totalitarismo y del revanchismo alemán. En el período interbélico, además, se había llevado a cabo por las principales potencias una política comercial restrictiva con el uso de instrumentos como las restricciones cuantitativas, aplicadas de manera discriminatoria hasta extremos inverosímiles, así como una aplicación excesivamente minuciosa de derechos arancelarios muy elevados, grandemente proteccionistas por sus efectos. Todo ello, junto a la inestabilidad de tipos de cambio, conducían a las que se han llamado “políticas de dañar al vecino (“Beggar your neighbour policies)”. Ciertamente, como han recordado los historiadores del siglo XX que describen la época de creación de la Sociedad de Naciones (precedente de la ONU) y otras instituciones (entre las que destaca la Cámara de Comercio Internacional en su función de petición de reglas estables y predecibles para el comercio) intentaron modificar sin éxito la tendencia. Si bien su diagnóstico resultaba P á g i n a | 91

correcto, sin embargo no existió la voluntad política para llevarlo a cabo. En el trasfondo de la situación los autores17que han estudiado el período de negociación que dio origen a la hoy Organización Mundial del Comercio y en su día al primer GATT han analizado las posiciones de los dos países preponderantes, es decir de Estados Unidos y del Reino Unido. Especialmente para los estadounidenses el fundamento de una paz duradera residía en la creación de una economía internacional en la que su país habría de jugar un papel de liderazgo. Además, los objetivos de su Reciprocal Trade Agreements Act de 1934 requerían la creación de una economía mundial abierta y expansiva para asegurar sus inversiones y un volumen de exportaciones (muchas de ellas de productos agrícolas clásicos en su nación), como dos conceptos precisos para asegurar el pleno empleo y el crecimiento económico. Por su parte, al Reino Unido, que había iniciado la guerra como una gran potencia económica, posición que en la medida en que se ampliaba el conflicto iría perdiendo, le resultaba evidente que el término de la contienda acabaría con una destrucción de su tejido industrial, con unas infraestructuras dañadas, con la liquidación de sus inversiones en el exterior, con un desequilibrio de su comercio de mercancías y con una acumulación de deudas y los consiguientes efectos negativos sobre sus reservas exteriores y su balanza de pagos. De ahí que los representantes del país compartiesen (quizá a desgana) la idea de que a largo plazo para asegurar su desarrollo económico sería preciso crear una economía mundial abierta. En este orden parecía, pues, importante que se llegase a unos ciertos tipos de acuerdos internacionales. De ellos nos fijaremos primordialmente en los aspectos de política comercial, pero, sin 17

Entre los autores que han estudiado a fondo el GATT deben citarse Curzon (1965); Jackson (1969); Kock (1969); Dam (1970); Hudec (1976). En la literatura francesa debe mencionarse la obra de Carreau; Flory y Juillard, (1990) y las ediciones siguientes. Los textos en español comienzan a estudiar la cuestión mucho más tarde.

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duda, otros muchos merecerían la pena ser considerados, entre otras razones por su relación con el comercio (pensamos en los temas financieros y monetarios especialmente), pero por coherencia con este trabajo nos centraremos en el GATT como expresión de unas políticas comerciales “nuevas” de modo especial en las que constituyen el objetivo de este trabajo. En líneas generales nuestros citados autores subrayan la existencia de una amplia identidad de concepciones entre los países indicados. Así, por ejemplo, respecto a derechos arancelarios hablarían de su reducción y de su consolidación, es decir de la renuncia a aumentar sus cuantías. Eran partidarios de prohibir las restricciones cuantitativas (cuotas o contingentes) y de proscribir las subvenciones a las exportaciones. Pretenderían también que las entidades de comercio de Estado actuasen con criterios comerciales similares a los de las empresas privadas. Todo ello y otras medidas comerciales tendrían que inscribirse en el marco de unas obligaciones internacionales pactadas y sometidas a control. En las discusiones sobre estos temas la relación indicada se incrementaría con otros temas que afectaban al comercio como son los relacionados con los acuerdos intergubernamentales sobre materias primas, los efectos sobre la competencia y especialmente los efectos sobre la ocupación (el término empleo se usaría más tarde) de las economías que participaran, en el Acuerdo que se discutirían. Las negociaciones a que nos hemos referido en los párrafos anteriores progresaron muy rápidamente, si bien no cabe olvidar que existían diferencias en puntos fundamentales de aquel momento como eran las preferencias imperiales británicas. Pero finalmente se llegó a un acuerdo que se acabaría formulando en la Conferencia de Bretton Woods por parte de los dos países interesados y otros convocados por iniciativa de los dos principales. En este acuerdo se establecía un Fondo Monetario Internacional y un Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (hoy Banco Mundial), instituciones en las que se llevaría a cabo la cooperación en materias P á g i n a | 93

financieras y monetarias y que fueron creados oficialmente tras el nacimiento de las Naciones Unidas. Los temas comerciales, especialmente los que afectaban a las políticas comerciales tendrían un progreso mucho más lento. De hecho, conocemos que sólo en 1945, la administración de los Estados Unidos hizo públicas sus “propuestas para su consideración por una conferencia internacional sobre comercio y empleo”. Los tres años anteriores de trabajos en los que se habían presentado, entre otros temas, un documento sobre la Carta del Atlántico y un acuerdo de préstamos, finalmente habían fructificado, pero no en el terreno de las políticas comerciales. Fue en febrero de 1946 cuando el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, recientemente creado decidió convocar una “Conferencia de las NN.UU. sobre comercio y empleo”. No debe extrañar que, siguiendo los procedimientos habituales de trabajo en las instituciones internacionales multilaterales, se reuniese para llevarla a efecto un Comité preparatorio, con el objetivo de centrar su atención en materias de derechos arancelarios (su reducción) y en establecer los fundamentos de una institución de alcance similar a las ya creadas FMI y Banco Mundial. Tampoco cabe causar extrañeza el hecho de que las “Propuestas” anteriormente señaladas de los Estados Unidos se utilizasen como documento base de los trabajos. Se ha subrayado que en la Conferencia se abordaron muchas formas de prácticas restrictivas del comercio, empleando como elementos de análisis real los acuerdos comerciales que los Estados Unidos habían concluido con diversos países en aplicación de su Reciprocal Trade Agreements Act de 1944, pero no se llegó a acuerdos sobre las mismas. En el análisis que han llevado a cabo los autores citados han señalado agudamente que “no podía esperarse que países bien diferentes en sus etapas de desarrollo económico, en sus sistemas políticos y económicos, en sus tradiciones legales, en sus concepciones sobre el papel del Estado y la naturaleza de las relaciones interna94 | P á g i n a

cionales se pusieran fácilmente de acuerdo en aceptar una Carta”. Por ejemplo, los Estados Unidos, siguiendo los objetivos antes señalados, hubiesen querido que se hubiese creado un sistema comercial que garantizase un uso eficiente de los recursos mundiales, que redujese el papel del sector público en los asuntos económicos y que buscase la aplicación uniforme de normas y disciplinas comerciales. No fue así. Entre los otros países, unos preconizarían un papel más activo para el sector público, mientras que otros no aceptaban la creación de una institución internacional con poderes de control sobre las políticas económico-comerciales nacionales. Todas estas y otras muchas diferencias se fueron poniendo de manifiesto lógicamente en el largo proceso de negociación de la Carta. Debemos añadir que en dicho proceso participaron la casi totalidad de los países entonces independientes (54) y que, finalmente, los temas comerciales a que hemos aludido en párrafos anteriores fueron tratados de forma bien distintas a las pensadas en el proceso iniciado en 1941. No vamos a entrar en el detalle del proceso negociador ni en las circunstancias que rodearon a la no puesta en vigor de la Carta a que hemos aludido (conocida como Carta de la Habana) para centrarnos en las negociaciones sobre derechos arancelarios y otras materias. Las negociaciones, especialmente las relacionadas con los derechos arancelarios, se completaron en octubre de 1947. Debe señalarse que el Acuerdo sobre comercio se aprobaría en una Conferencia celebrada en la Habana, que realmente había continuado los trabajos del Comité Preparatorio e incluía la creación de la Organización Internacional del Comercio. Ha de señalarse que este Acuerdo de la Habana fue firmado por 23 países y que tiene tres partes bien diferenciadas: a) La primera contiene las listas de concesiones arancelarias; b) Las otras dos recogen las reglas sobre comercio de mercancías especialmente aquellas partes relativas al mismo que se inP á g i n a | 95

cluían en el borrador de Carta de la Habana y contienen aquellas normas que se encuentran muy frecuentemente en los acuerdos comerciales bilaterales de los siglos anteriores para proteger los compromisos arancelarios. En resumen, obligado por las limitaciones del trabajo debemos dejar bien claro que el GATT (Acuerdo sobre Derechos Aduaneros y Comercio) tiene su nacimiento en las negociaciones que se celebraron dentro del Comité preparatorio para la creación de la Organización Internacional de Comercio (OIC), que hubiera nacido en el caso de que la Carta de la Habana hubiese sido aprobada. Pero, a las negociaciones sobre derechos arancelarios, el texto del Acuerdo añadiría el conjunto de normas sobre comercio que hubieran debido formar parte de la Carta de la Habana. Es decir, que en buena medida, el GATT surgió como una especie de anticipo de lo que hubiera sido la OIC, pero sin entrar en las materias controvertidas. A destacar también que, por la limitación de estos resultados, no se dotaba para la puesta en práctica del Acuerdo de los compromisos de proporcionarle servicios de secretaría (que serían llevados a cabo durante mucho tiempo el ICITO, siglas que corresponden a “Interim Committee for International Trade Organization”). Ello reafirma el carácter provisional del Acuerdo en su primera formulación y que serían las “PARTES CONTRATANTES” del Acuerdo, es decir los ejecutivos de las naciones que participasen en el mismo los que habrían de tomar las decisiones para su puesta en práctica. Esta provisionalidad y en cierta manera el que se ha dominado nacimiento accidental, aunque hemos mostrado que debería denominarse más adecuadamente nacimiento “retrasado”, ha constituido una característica en la vida del GATT, reflejando una serie de debilidades que han sido puestas de manifiesto por todos los tratadistas del tema, y que, a lo largo de los años siguientes, con mayor o menor fortuna se intentarían resolver. 96 | P á g i n a

Pasemos a realizar una descripción de los fundamentos del GATT para examinar especialmente la forma en que en él se abordaría las cuestiones relacionadas con el proteccionismo. Seguiremos inicialmente el esquema facilitado en el trabajo de JOSLING “et al.”. Para ellos deben considerarse en el Acuerdo los siguientes elementos: 1) Las poblaciones y en definitiva los consumidores disfrutarán de un mayor bienestar cuando tengan un acceso más libre a los recursos humanos y materiales del mundo obtenibles a través de los intercambios comerciales. La disminución y remoción de las barreras al comercio deberían convertirse así en un objetivo para todos los gobiernos, aunque no estén obligados a emprenderlas; 2) Todos los países se beneficiarán del orden, la justicia y la previsibilidad que resultan de unas relaciones comerciales basadas en reglas y no en el peso económico de los mismos. Para conseguirlo se basarán en principios y normas de conducta aceptables que guíen los intercambios comerciales deberían ser codificados y plasmados en compromisos internacionales con fuerza legal; 3) Las fuerzas del mercado deberían ser el elemento regulador más importante del comercio internacional. No debería estimularse a los gobiernos a crear barreras directas o indirectas al comercio y solamente se permitiría la injerencia de los gobiernos con las fuerzas del mercado de formas enunciadas específicamente. Resultaría así un llamamiento a evitar el problema del proteccionismo; 4) Si los esfuerzos nacionales para promover objetivos económicos y sociales afectaran a las relaciones comerciales, pasarían a ser objeto de preocupaciones internacionales. Así, cuando los países diseñasen y pusiesen en práctica sus políticas y programas nacionales, deberían respetar los intereses comerciales legítimos de otros países y deberían procurar causarles perjuicios mínimos; 5) De necesitarse y producirse alguna forma de protección, esta debería llevarse a cabo solamente por medio de derechos arancelarios y otros sistemas similares. El arancel constituye una barrera visible P á g i n a | 97

que puede conducir directamente a una negociación que pueden medirse en términos cuantitativos. Los métodos indirectos de protección sólo deberían utilizarse en circunstancias excepcionales y conforme a reglas pactadas. La mayoría de las reglas del Acuerdo están diseñadas para proteger la integridad de las concesiones arancelarias de los miembros frente a su anulación o menoscabo causado por medidas tales como las restricciones cuantitativas, las subvenciones, el dumping, los derechos compensatorios, la valoración en aduana y las formalidades aduaneras, el comercio de Estado y las compras públicas como principales medidas no arancelarias; 6) Las barreras comerciales de todo tipo deberían ser administradas sobre una base no discriminatoria. Así, las importaciones de productos deberían ser tratadas de la misma forma que los productos nacionales respecto a cargas y regulaciones administrativas. Cualquier ventaja o beneficio comercial concedido a un país habría de extenderse de forma incondicional a todos los demás proveedores del producto. No deberían crearse nuevas preferencias mediante la creación de barreras comerciales. Por el contrario, todas las preferencias deberían reducirse progresivamente y en último extremo eliminarse por medio de negociaciones destinadas a la liberalización del comercio; 7) En este orden, cuando se llevasen a cabo negociaciones destinadas a reducir barreras comerciales, (especialmente arancelarias) las mismas deberían realizarse de forma que se estableciera un equilibrio de ventajas mutuas o recíprocas; 8) Si el equilibrio de las ventajas establecidas en la negociaciones se viera modificado (anulado o menoscabado) por la acción de algún país, deberían proporcionarse medios para corregir la situación. Ahora bien, si mediante negociaciones no se pudiera llegar a un acuerdo mutuo, el equilibrio podría restaurarse mediante la liberación para el país perjudicado de algunas de sus obligaciones negociadas como su contribución a los objetivos del Acuerdo; 9) Debería realizarse el mayor uso posible de las oportunidades de consulta y cooperación proporcionados por el GATT para 98 | P á g i n a

hacer efectivos los principios antedichos, para resolver los problemas comunes y para resolver las diferencias comerciales. Nos parece necesario, una vez llegados a este punto examinar algunas afirmaciones que encontramos con frecuencia al referirse al GATT, unas veces magnificando y otras disminuyendo su importancia: a) Debe señalarse que el Acuerdo General es un instrumento muy importante para conseguir como indica su preámbulo, entre otros objetivos económicos de carácter general (“niveles de vida más elevados, pleno empleo y utilización completa de los recursos mundiales”) otros como un acrecentamiento de la producción y los intercambios de productos. No trataría, pues, de lograr una eliminación completa de las prácticas comerciales proteccionistas sino que, siguiendo nuestro análisis inicial, ha de destacare que la comercial tiene una relación directa con las políticas económicas generales; b) Ahora bien, los objetivos han de conseguirse con instrumentos ya bien establecidos en las políticas comerciales (“celebración de acuerdos encaminados..... a la reducción sustancial de los aranceles aduaneros y de las demás barreras comerciales, así como la eliminación del trato discriminatorio en materia de comercio internacional”); c) Se reconocen implícitamente que los derechos arancelarios constituyen el principal instrumento de política comercial pero no se propone su eliminación sino una reducción sustancial que habrá de conseguirse mediante negociaciones; d) También implícitamente se reconoce la existencia de otras barreras comerciales no explicitadas. Precisamente ello situaría al GATT de 1947 en condiciones de hacer frente a una ordenación y posible reducción de dichas barreras no definidas en el momento de creación del mismo pero que serían objeto de atención en varias rondas negociadoras especialmente como veremos, en la Ronda Tokio y en la Ronda Uruguay. P á g i n a | 99

IV Argumentos tradicionales empleados en la polémica tradicional entre libre comercio y protección comercial. El neoproteccionismo.

D)

Para continuar la presentación mínima de los temas que hemos presentado en el epígrafe 1 en este segundo examinaremos la que muchos manuales han definido como la polémica tradicional dela economía del siglo XIX, a la que nos referimos en el análisis expositivo de las teorías del comercio internacional. Es decir la que enfrentaría a partidarios del libre comercio y a los que preconizaban la utilización de medidas de protección de una economía nacional. Hemos utilizado en este subepígrafe el esquema proporcionado por uno de los principales economistas expertos en pedagogía expositiva como es el profesor R. BARRE y lo cerraremos con unas consideraciones sobre el denominado “neoproteccionismo” y su tratamiento en la Ronda Tokio del GATT18. Los partidarios del libre comercio, que son también, por lógica contrarios al proteccionismo comercial es decir a la utilización de medidas restrictivas tradicionales del comercio se han centrado en resaltar tres aspectos importantes: a) el estímulo de la competencia libre, asociando a la misma las posibilidades de incrementar las innovaciones que se agrandarían en el ámbito espacial al extenderse la competencia a más países; b) la libertad de comercio que permitiría un incremento en las dimensiones de los mercados, estimulando la producción en masa de productos a la vez que la disminución de 18

R.BARRE y F. TEULON: “Economie politique” tomo II, pp 593 y ss.

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sus costes supondría un beneficio para los consumidores; c) ligado al análisis teórico del comercio según el modelo ricardiano, el libre comercio permitiría una distribución de las producciones según las ventajas (o costes) comparativas. Se llegaría así a una especialización de las naciones que sería en general ventajosa pues permitiría la adquisición de bienes donde estos se produjesen más abundantemente y/o con menores costes. Pero sobre todo los argumentos de los partidarios del comercio más libre se destinan a mostrar los inconvenientes del proteccionismo. En esta línea encontramos tres criterios significativos: a) la protección no presenta ventajas desde el punto de vista de la producción nacional, por destruir el espíritu de competencia y desarrollar privilegios y, en pocos términos por provocar la esclerosis de la economía nacional; b) la protección produce perjuicio a los consumidores nacionales, en buena parte debido al incremento de precios que supone la aplicación de derechos arancelarios elevados y también por la invitación implícita a la constitución de acuerdos limitativos de la competencia c) desde otro punto de vista la protección constituiría una amenaza para la paz internacional. (Ni que decir, en general, los partidarios del libre comercio son internacionalistas en su sentido más amplio). Como ocurre en las consideraciones que hemos iniciado al introducir una cierta diferenciación entre aspectos teóricos y políticos-comerciales la estimación para cada nación de los costes y beneficios la distinción según sectores de producción y de otras actividades económicas han planteado problemas de evaluación que no han sido de solución fácil. Se han distinguido así en una diferenciación no siempre posibles entre “protección nominal” y “protección efectiva”. Muchas veces el criterio utilizado para el empleo de los instrumentos arancelarios ha estado asociado a consideraciones fiscales. En efecto, para muchos países la renta proporcionada por los derechos aduaneros constituía hasta bien entrado el siglo XIX la principal fuente de ingresos públicos. El nacimiento de la moderna P á g i n a | 101

imposición sobre la renta de las personas y las empresas ha cambiado esta situación. Los argumentos no económicos de los proteccionistas han tenido un peso especial en función de las circunstancias sociales y políticas de los distintos países. También brevemente pueden agruparse en: a) argumentos relacionados con la seguridad nacional en que se ponen de relieve los riesgos que se pueden presentar para una economía nacional en situaciones bélicas19(como no poder disponer de artículos que hubieran dejado de fabricarse en tal economía); b) los argumentos relacionados con la defensa de un cierto nivel de vida. En este orden las medidas proteccionistas deberían constituir salvaguardia de determinados niveles (¿o privilegios?), especialmente de los salarios nacionales frente a los competidores que llevarían a cabo países con niveles de vida más bajos y traducidos en menores salarios; c) finalmente, en esta línea, los proteccionistas han pretendido salvaguardar ciertas actividades nacionales con la aplicación de sus medidas20. Desde una perspectiva de análisis teórico nos han parecido más consistentes los argumentos económicos. Desde la misma podemos distinguir por razón de su alcance temporal entre argumentos a corto y a largo plazo. Entre los que entrarían en esta última categoría destaca sobre todo el llamado argumento de la industria naciente, también conocido como “la protección educadora”. Han sido especialmente situaciones de inicio del desarrollo económico de algunos países (la Alemania del siglo XIX como ejemplo más co19

Un ejemplo que debe recordarse es el caso que se presentó el GATT con motivo de la regulación del comercio de productos textiles (Acuerdo Multifibras) algunos países partidarios de la liberalización total de su sector textil alegaron una limitación a la misma señalando que, en caso de guerra no podían depender de importaciones de productos como las vendas que habían dejado de producirse nacionalmente y que resultaban plenamente necesarias para esos casos extremos. 20 Ello constituiría en nuestra opinión una invitación a profundizar en las relaciones existentes entre las variables sociales, políticas y culturales con temas fundamentalmente económicos.

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rrientemente citado) las que se han utilizado como justificación para limitar o impedir la entrada de productos extranjeros, pese a las dificultades que se plantean con frecuencia tanto para definir los sectores que han de protegerse como la duración de la medida 21. A este argumento se han añadido otros como los relacionados con la atracción de capitales y sobre todo los relativos a diversos objetivos de política económica nacional como el mantenimiento del empleo. En los últimos años, entrado el siglo XX se han añadido otros como los relacionados con la escasez de divisas, la defensa del medio ambiente y la cultura nacional o la aplicación a sectores productivos estratégicos. En el fondo cabría calificar las nuevas situaciones como “viejos vinos en botellas nuevas” según afortunada definición de BHAGWATI. A lo largo de las décadas 1960 y siguientes se produjeron importantes modificaciones en la economía mundial, a las que nos referiremos en el subepígrafe siguiente al exponer la situación previa al lanzamiento de la Ronda Tokio, pero nos interesa especialmente realizar una serie de consideraciones acerca de un concepto que afectó especialmente a las políticas comerciales de los años citados y que se conoce con el nombre de “neoproteccionismo” 22. Destacaremos dos de los principales aspectos del mismo: por una parte las razones del nacimiento del concepto y por otra presenta21

Las cuestiones relacionadas con la duración de las medidas comerciales de diversos tipos se han presentado frecuentemente en el GATT. Así las encontramos hoy en la duración de las medidas de salvaguardia, en la de los derechos antidumping y especialmente en las asociadas el concepto de ajuste estructural y a la cuantía de los derechos compensatorios que no han dejado de estar presentes en la institución multilateral que es el GATT y hoy la OMC. 22 La literatura al respecto es amplia. Si bien no existe un cuerpo doctrinal al respecto son muy interesantes las aportaciones y análisis que se han realizado en reuniones específicas. Así, en “Le proteccionismo: Croissance, -Limites-, Voies alternatives” se recogen las ponencias de un número importante de autores coordinados por LASSUDRIE – DUCHÊNE y REIFFERS; A. BOUËT ha publicado en las mismas décadas un importante volumen sobre “Le protectionnisme: Analyse économique”. En España J. TUGORES se refiere al neoproteccionismo en su “Economía internacional”

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remos los principales instrumentos de política comercial asociados al concepto. En el libro de LASSUDRIE y REIFFERS los autores se preguntan acerca de la proliferación de medidas proteccionistas en los años 1960-1980 mientras que los derechos arancelarios tradicionales se habrían visto reducidos como consecuencia de las rondas de negociación del GATT. ¿A qué se debería esto? Respondemos con el trabajo del profesor MICHALSKI de la Universidad de Hamburgo. Para él “en estos últimos treinta años los intercambios económicos internacionales han sido una de las principales fuentes de la flexibilidad económica de los países industrializados y uno de los principales motores de su expansión económica. Pese a las tensiones y a las dificultades que han marcado la década de 1970 los flujos internacionales de bienes, de servicio y de capitales no han cesado de jugar un papel cada vez más importante de la vida económica de todos los países miembros de la OCDE”. Naturalmente si nos preguntamos por la situación ya entrado el siglo XXI la nómina de países y Estados no ha cesado de crecer. Pues bien, al tiempo se habrían producido fenómenos de integración económica, con incremento de la competencia internacional estimuladora de la innovación. Los intercambios internacionales aseguran no solamente la circulación de ideas, de productos y de técnicas de producción sino que también la demanda procedente de un mercado de dimensión mundial favorece con frecuencia las innovaciones a las que los mercados de dimensiones nacionales no ofrecen, al menos inicialmente sino salidas muy reducidas. En este marco económico y político parece que el comercio internacional habría tenido una prioridad menor que las preocupaciones relativas al crecimiento, al paro, a la inflación y a problemas estructurales interiores. En lugar de utilizar los intercambios internacionales como un medio para resolver los problemas las naciones frecuentemente han buscado soluciones rápidas y fáciles de ejecutar con perjuicio de los fabricantes extranjeros y sin preocuparse de los efectos 104 | P á g i n a

secundarios, es decir han adoptado medidas especialmente proteccionistas. Este elemento de fondo sirve para que estudiemos no tanto el concepto de neoproteccionismo como los “nuevos” instrumentos que se han utilizado para actuar frente al libre comercio. Destacamos así los siguientes: a) Restricciones “voluntarias” a la exportación ( VERs). Son medidas mediante las cuales los poderes públicos o una industria del país importador de un bien llegan a un entendimiento con las autoridades o la industria competidora del país exportador para conseguir una reducción del volumen de sus exportaciones durante un período determinado. BOUËT en “Le protectionnisme” ha destacado que los acuerdos cuantitativos intergubernamentales denominados OMA (Acuerdos de ordenación de mercados) son más transparentes pero los VERs, pueden concluirse entre dos industrias originándose así una mayor falta de transparencia; b) Procedimientos de asignación de compras gubernamentales (mercados públicos). Ha sido tradicional en muchos países reservar a empresas nacionales la compra por parte de entidades públicas de mercancías o servicios produciéndose, así una discriminación entre productores locales y extranjeros que lógicamente vulnerarían uno de los principios fundamentales del GATT; c) Normas sanitarias, normas técnicas, normas medioambientales y en general procedimientos administrativos. Se ha destacado que las fórmulas para definir las características técnicas de un producto, para autorizar las ventas en un territorio o para establecer procedimientos administrativos a las entradas del producto en cuestión en un territorio nacional podrían ser utilizados con fines proteccionistas. Los ejemplos de este tipo se han multiplicado; d) Valor en aduana. Se ha registrado durante cierto tiempo una diferenciación entre los países respecto a la base técnica sobre P á g i n a | 105

la que se aplicaría en cada uno de ellos el derecho aduanero. Ello ha planteado problemas en países en los que la forma de establecer tales bases originaba mayores gastos para los actores del comercio; e) Normas de origen. Se establecieron con el propósito de evitar que mediante el envío de una mercancía a países en que existían menores derechos arancelarios pudiesen reenviarse más adelante a otros países en los que el derecho fuese más elevado y que por pertenecer a un proceso de integración económica podría tener menores derechos para la operación de reexportación. Sin duda uno de los problemas importantes subyacentes es evitar la utilización fraudulenta de derechos aduaneros preferenciales. También se ha planteado en la época la utilización de otros instrumentos muy diversos y con propósitos de protección comercial justificándolas por razones muy variadas (por ejemplo el tratamiento del dumping social, la aplicación de medidas de defensa de la competencia interior, normas de autorización de actividades con privilegio al contenido local, etc.).

E)

Aunque no resulte cronológicamente exacto el tratamiento de las cuestiones económicas y comerciales que se presentaron en los años 1960 y 1970, en este subepígrafe nos proponemos analizar de una forma especial la actuación del GATT con respecto a los temas relacionados con el neoproteccionismo. También en un subepígrafe posterior enumeraremos también las más destacadas aportaciones registradas en el dominio de la teoría del comercio internacional y de la política comercial. Pero antes de entrar en los acontecimientos más importantes registrados en el orden de la cooperación comercial internacional queremos llamar la atención sobre algunos elementos que podrían definirse a fines de las décadas indicadas como su macro entorno económico. En primer lugar, el hecho de que, el conjunto de acciones y reacciones que se registraron en el período, la etapa ha sido muy 106 | P á g i n a

estudiada en la esfera internacional desde la perspectiva de los fenómenos monetarios y financieros pero quizá no tanto desde los relativos a temas comerciales, aunque sin duda, el gran fenómeno de la época se asocia a las crisis del petróleo. En efecto, en una descripción muy breve, durante esos años se conoció las incidencias prácticas de todas las acciones que contribuyeron al hundimiento del sistema de cooperación monetaria internacional que se había diseñado en Bretton Woods (precisamente un nacimiento muy cercano al del GATT). Hay que citar así hechos como el abandono de la convertibilidad del oro, con el abandono de las diversas formas de patrón oro que habían subsistido tras la segunda guerra mundial; el nacimiento de los Derechos Especiales de Giro como referente para las denominaciones de las reservas internacionales de los países; el abandono del sistema de cambios fijos, etc., como algunos de tales datos. No pueden olvidarse tampoco los intentos de cooperación monetaria dentro de Europa. Como resultado de todo ello en el mundo académico se registró una proliferación de estudios sobre estas cuestiones23 con preterición de los temas comerciales. En un plano muy relacionado con el párrafo anterior y en lo que se refiere a la economía internacional, y a impulsos de una forma de entender la libertad económica se fue registrando poco a poco la presencia de entidades multinacionales de creciente importancia y la liberalización de las intervenciones del sector público. De forma especial en el dominio de los intercambios comerciales, podemos observar una tendencia a la concentración en grandes entidades que, en el caso de la agricultura, se empiezan a conocer como los “agrobusiness”. Además, se produce el incremento de las inversiones internacionales en dominios no solamente relacionados con las mercancías, sino especialmente en servicios y en Derechos de Propiedad Intelectual. 23

Pueden citarse como ejemplos los trabajos de BALDWIN “Beyond the Tokio Round the Negotation”; COBERT, H y R. JACKSON “In Search of a New World Economic Order” y BERGSTEN “Towards a New International Economic Order”.

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Se registraron también en los años de la década progresos importantes en las tareas relacionadas con el intercambio de productos. A parte de la presencia del cartel de países productores de petróleo es preciso referirse a los avances en materia de transportes, especialmente del marítimo y sobre todo la que se calificaría de revolución en el dominio de las informaciones y sus intercambios (las famosas TICs). Todo iría creando el ambiente necesario para la globalización. Ha de tenerse en cuenta también el peso que en las tomas de decisiones en las instituciones internacionales de carácter económico -y el GATT de los primeros decenios no es una excepción- van adquiriendo los países en desarrollo, que han ido adquiriendo su independencia masivamente en los años sesenta, pero culminando el proceso en los setenta. Curiosamente, pese a sus diferencias de origen y estructurales, estos países buscan crear un bloque común, unidos por los intereses de su enfrentamiento al grupo de países desarrollados. Así, hoy nos referimos históricamente al que se denominó “Grupo de los 77” como opuesto al “grupo B”, integrado este por los países desarrollados de la OCDE. Con ello se hace mención a una situación que hoy por hoy se ha prolongado pero con muchas escisiones y aspectos diferenciadores. Examinaremos seguidamente con algún detalle los antecedentes de la Ronda Tokio para comentar finalmente los resultados de la Ronda especialmente en materias que afectan al neoproteccionismo. Las Partes Contratantes del GATT, conscientes de las dificultades de tratar las medidas comerciales distintas al arancel iniciaron un procedimiento para conocer las medidas empleadas entre las que pueden destacarse las que hemos definido anteriormente. Para ello, mediante un procedimiento de notificaciones y contra notificaciones (que pueden constituir un precedente de los sistemas que analizaremos en el epígrafe iv) se creó un inventario o catálogo de medidas no arancelarias. La enumeración de las mismas constituiría un elemento que se tendría en cuenta en la elaboración de algunos có108 | P á g i n a

digos de conducta sobre ciertas medidas no arancelarias que examinaremos más adelante. Josling, Tangermann y Warley 24 señalan que, al finalizar la Ronda Kennedy en 1967 no se percibían las importantes modificaciones que se registraban en la vida económica internacional, especialmente en los aspectos monetarios. Pero al respecto “las Partes Contratantes del GATT eran conscientes de la importancia de mantener e incrementar la liberalización del comercio”. En la reunión de 1967 de dichas Partes Contratantes se aceptó un Programa de Trabajo que en buena parte constituía un ejercicio técnico de preparación de otra futura Ronda. En este Programa se fijaban objetivos de gran amplitud como eran la identificación de problemas relacionados con el comercio mundial; la recogida de informaciones relevantes al respecto y, en tanto fuese posible, soluciones para aquellos. En definitiva, en el orden metodológico, se trataba de una aplicación operativa de las fórmulas de investigación científica preconizadas en los manuales técnicos sobre comercialización exterior. En este orden, los trabajos se organizarían en forma de tres Comités, en cuya definición y contenido se dejaban sentir las recomendaciones de un Comité de gran importancia en la evolución del GATT como fue el Comité Haberler 25 . Se crearon así un Comité sobre Comercio de Productos Industriales; otro sobre Comercio y Desarrollo; y finalmente un Comité sobre Agricultura. El primero de ellos debía preocuparse básicamente del problema de las disparidades existentes en los derechos arancelarios 26 , y sobre todo del 24

Op cit pp 73. Se conoce con este nombre, el de su presidente, el informe elaborado por un grupo de expertos en 1958 con el título “Trends in International Trade: A Report by a Panel of Experts”. 26 Se reconocía que las técnicas de negociación sobre materias arancelarias especialmente reducciones empleadas en Rondas anteriores habían producido el efecto perverso de concentrarse en una serie muy limitada de productos mientras que en otros muchos no se habían registrado reducciones. Se habían producido así las denominadas “crestas arancelarias”. 25

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análisis de las medidas no arancelarias que causaban distorsiones en el comercio internacional de los productos implicados. El Comité segundo, de Comercio y Desarrollo, una vez aprobados en 1966 los tres artículos que conforman la parte IV del Acuerdo General, se preocuparía de los problemas específicos de los países en desarrollo en el sistema comercial mundial. Sin entrar en un análisis pormenorizado del proceso de lanzamiento de la Ronda, parece relativamente sencillo indicar las dificultades para buscar puntos comunes de los intereses contrapuestos, y valorar la situación de las economías de la época respecto a los objetivos indicados. Ahora bien, a lo largo de 1973 y con los trabajos de un Comité Preparatorio que se había creado tras la reunión de Partes Contratantes de 1972 se llegó a pactar un documento que sería aprobado en Tokio en septiembre de 1973 como Declaración de lanzamiento de la Ronda. Entre sus objetivos figuran los siguientes: a) Rebajar los derechos arancelarios para productos manufacturados; b) Diseñar nuevas reglas y disciplinas destinadas a reducir los efectos distorsionadores de las medidas no arancelarias sobre el comercio; c) Fortalecer el sistema de salvaguardias temporales (que habían sido introducidas en el Acuerdo General como “cláusulas de escape”) y que en la época se asociaban a las medidas de reajuste estructural; d) Mejorar la posición de los países en desarrollo en el sistema comercial internacional (aunque no se anunciaban las formas de hacerlo); e) Reducir los efectos comerciales de las medidas de apoyo y protección de las políticas agrarias. 110 | P á g i n a

Sin entrar en el interesante ejercicio que supone el análisis del proceso de negociación iniciado en 1973 y que por un conjunto de circunstancias especialmente las derivadas de las crisis antes mencionadas (petróleo, sistema monetario como las más relevantes) nos interesa por razones de coherencia y como elemento necesario para presentar la última gran Ronda de negociaciones del GATT (la Ronda Uruguay que se iniciaría en 1986 y cuyos resultados constituyen hasta el momento el marco más importante por el que se rigen las políticas comerciales internacionales) realizar una valoración de los resultados de la Ronda Tokio en materias de políticas comerciales 27. Nos referimos en primer lugar a las negociaciones en materia de reducción de aranceles. En la ronda Tokio se utilizó una fórmula en la que el valor del derecho arancelario final resultaba de aplicar al derecho inicial un cierto factor. Destaquemos que, entre los países desarrollados, no hubo unanimidad inicial en la cuantía de ese factor. Para unos fue 14 y para otros 16, que fue el que finalmente se aplicó. Es importante destacar las grandes cifras del alcance de las reducciones arancelarias. Sin entrar en un detalle casuístico cabe resaltar la reducción media de las mismas afectó al 34% del total de las mercancías y ello para el conjunto de los países desarrollados (con un 31% para Estados Unidos, un 49% para Japón y un 29% para la Comunidad Europea). Los tipos medios de los aranceles se situarían tras la aplicación de las reducciones en un 4,7%, 4,4%, 2,8% y 4,7% para los países o grupos señalados. En materias no arancelarias (a las que nos hemos referido al hablar de neoproteccionismo) ha de destacarse la negociación de algunos códigos de conducta especialmente en algunas materias que se habían identificado en el catálogo de medidas no arancelarias. De ellos destacaremos en primer término los que llegaron a plasmarse 27

Véanse para un tratamiento más amplio las obras del profesor Miguel Ángel DÍAZ MIER: La solución de diferencias comerciales en las instituciones económicas internacionales que constituyen la tesis doctoral y la obra “del GATT en la Organización Mundial del Comercio.

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en algún tipo de compromiso en forma de Acuerdo o Código al finalizar la Ronda. Posteriormente presentaremos los que quedaron pendientes tras esta Ronda. La estructura de estos acuerdos o códigos recuerda la del propio Acuerdo General. De ahí que se les haya descrito como los miembros más jóvenes de una misma familia. Empiezan con una definición específica de los objetivos y características del tema al que se dedica el código. Se señalan a continuación los derechos y obligaciones que se establecen. Esta cuestión y su tratamiento en la Ronda Tokio tiene una significación especial puesto que los códigos solo obligarían a los países firmantes28, en contraste con la obligación total de aceptarlos que hoy tienen los países Miembros de la OMC. Se establece seguidamente un mecanismo institucional, encargado de velar por el cumplimiento de los objetivos indicados en cada uno que lógicamente se encuentran en coherencia con los principios del Acuerdo General. En grandes líneas se crea un Comité que lleva la denominación del Código o Acuerdo del que se trate y en el que se integran los representantes de las partes signatarias de los mismos. Estos Comités se reúnen de forma no idéntica, pero tienen como elemento común la obligación de informar anualmente a las Partes Contratantes (recordemos que la reunión de estas constituía el órgano supremo del GATT). Por último siguiendo criterios similares pero no idénticos a los sistemas del Acuerdo General para la solución de diferencias, también a esta materia dedican los Códigos una atención especial. 1) Mencionaremos en primer lugar al Código sobre licencias de importación, puesto que habría de ser de aplicación en aquellos países signatarios que utilizaban esta fórmula para autorizar las im28

En algunos de los códigos se ha hecho patente que muy pocos países en desarrollo se firmaron. Es interesante analizar lo ocurrido en el caso de España en cuyo análisis no podemos entrar.

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portaciones de productos. La finalidad del mismo es que la administración de las licencias, cuya necesidad se reconoce, no fuera llevada a cabo de forma que pueda constituir un obstáculo adicional a las corrientes comerciales; 2) En el lenguaje GATT se entiende por Código de normas técnicas o de obstáculos técnicos al comercio el que tiene por objeto impedir que las normas (estándares) técnicas y los reglamentos técnicos, incluyendo en ellos los requisitos de envase y embalaje, marcado y etiquetado, así como los métodos de certificación de la conformidad con dichas normas y reglamentos, creen obstáculos innecesarios al comercio internacional; 3) El Código de Compras del Sector Público (conocido igualmente como Código de mercados públicos y en los países de Europa como Código sobre contratación pública) trata de abrir a una mayor competencia internacional las adquisiciones de bienes y servicios que, por su volumen y especialización, se llevan a cabo por entidades del sector público en muchos países, como ponen de relieve para los de la OCDE las cuentas nacionales de esta institución. Para conseguir este objetivo se establece que los reglamentos, procedimientos y prácticas relativas a las señaladas compras no deben ser elaborados, adoptados ni aplicados a los productos nacionales y extranjeros de forma que les diferencie. (Principio de igualdad de trato). Tampoco los firmantes pueden discriminar entre proveedores; 4) En la ronda también se llevó a cabo una revisión del Código Antidumping establecido en la Ronda Kennedy para desarrollar el Artículo VI del Acuerdo General. Este Código, como los anteriores citados, sería objeto de un proceso de revisión importante en la Ronda Uruguay. De análoga forma debe señalarse que en la Ronda Tokio se registró un tratamiento similar para las subvenciones a través de un Acuerdo de título complejo (“interpretación y aplicación de los Artículos VI, XVI y XXIII, y derechos compensadores”); 5) Se señaló en los años siguientes al término de la Ronda Tokio la importancia del Acuerdo sobre Subvenciones y Derechos P á g i n a | 113

Compensatorios, que debemos destacar por las razones que indicamos desde el primer capítulo de este trabajo. Hemos de destacar que su tratamiento es muy similar al establecido en el Acuerdo sobre Derechos Antidumping. No obstante debemos remarcar que ha sido este un Acuerdo muy criticado y objeto de numerosas reformas en la Ronda Uruguay, donde lo estudiaremos con mayor extensión; 6) Junto con los Códigos descritos se consideró como un logro importante de la Ronda Tokio el Acuerdo sobre valoración en aduana, que es de aplicación a todo tipo de productos en las operaciones de despacho aduanero. Los principios y criterios introducidos en el mismo han sido aceptados por las principales potencias comerciales del mundo. En efecto, hasta la Ronda en la práctica los países aplicaban en esta materia diversos criterios, lo que introducía elementos de perturbación en los intercambios, por depender en definitiva la cuantía total de los derechos a satisfacer en las distintas aduanas del mundo de las diferencias en las bases impositivas. En consecuencia, el principal objetivo del Código fue llegar a construir un sistema equitativo, uniforme y neutro para establecer los valores, el cual se traduce técnicamente en la estimación de las bases sobre la que se habrían de aplicar los tipos arancelarios. Pero al lado de estos temas debemos realizar una enumeración de los temas que quedaron pendientes especialmente, la cuestión de medidas de salvaguardias. Tampoco pudieron establecerse acuerdos sobre las medidas de limitación voluntaria de exportaciones y otros de difícil conocimiento y valoración como las cuestiones relacionadas con las medidas comerciales justificadas por razones de protección del medio ambiente. Pero, sobre todo, conviene señalar que la Ronda Tokio contemplaría una serie de Acuerdos en materia institucional entre las que hay que señalar los siguientes: 114 | P á g i n a

a) Marco jurídico para un trato diferenciado y más favorable para los países en desarrollo respecto a las disposiciones del Acuerdo General (incluyendo las cláusulas de nación más favorecida, clave del GATT); b) Medidas de salvaguardia por razones de desequilibrio en la balanza de pagos y de desarrollo económico; c) Procedimientos de consulta, de solución de diferencias y de vigilancia de conformidad con las disposiciones del Acuerdo General (especialmente los artículos XXII y XXIII); d) A efectos de futuras negociaciones comerciales la aplicabilidad del principio de reciprocidad en las relaciones comerciales entre países desarrollados y países en desarrollo se ponía en tela de juicio. Se buscaría la mayor participación de estos últimos en una estructura mejorada de derechos y obligaciones en virtud del Acuerdo General en la que se tuvieran en cuenta sus necesidades específicas de desarrollo; e) Examen de las normas vigentes del Acuerdo General sobre la aplicación de restricciones en frontera que afectan a las exportaciones, teniendo en cuenta las necesidades de desarrollo de los países en desarrollo. Estas cuestiones han de examinarse en el momento actual en orden a conocer el marco de la regulación del comercio internacional29.

29

Este tema lo ha desarrollado especialmente A. CAVIEDES CONDE en su tesis doctoral.

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V Instrumentos que se utilizan en la definición de “nuevas políticas comerciales”.

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xaminados en los epígrafes anteriores una serie de aspectos relacionados con la teoría del comercio internacional y la evolución de las consideraciones de la política comercial tendentes a mostrar la presencia del proteccionismo y sus diversas instrumentos, de una forma muy breve queremos dedicar un apartado muy especial a mostrar la evolución de estos conceptos en los últimos veinte-treinta años para dedicarnos especialmente a mostrar las líneas de la nueva institución que regula el comercio internacional (la OMC) y como actúa sobre los que se consideran nuevos problemas. Desde la primera perspectiva debemos señalar que el desarrollo de los análisis sobre teoría del comercio internacional ha sido enorme en el período 30. Desde nuestro punto de vista nos contentamos con realizar una enumeración de los principales aspectos que no en todos los casos han aportado novedades a la consideración del proteccionismo. Podríamos distinguir así una serie de trabajos que han contribuido a un perfeccionamiento formal de los instrumentos de política comercial. Aquí cabrían cuestiones relacionadas con las que se han considerado teorías sobre el arancel óptimo, el manejo del arancel en los procesos de integración comercial (especialmente las uniones aduaneras). También estos perfeccionamientos se pueden encontrar en el tratamiento del dumping y de las sub30

Así como los textos en esta materia evidencian una formalización realmente importante.

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venciones, pero desde nuestro punto de vista personal siguen quedando pendientes muchas cuestiones relativas a la evaluación cuantitativa de sistemas de medición de las medidas no arancelarias. Desde el punto de vista de la teoría podemos señalar otras varias líneas importantes especialmente son interesantes las relacionadas con el comercio intraindustrial, con la consideración de situaciones de competencia imperfecta, con la diferenciación de productos, rendimientos crecientes de escala 31. A ellas cabe añadir otros trabajos como los relacionados con la formulación de las políticas comerciales estratégicas, los modelos de equilibrio general que han llevado a la reformulación de diversos ensayos y el estudio de los llamados modelos de gravedad. Especialmente interesantes son los trabajos relacionados con las estrategias de internacionalización de las empresas, y las que se han denominado “complejidades relacionadas con el comercio”32. Nos interesa destacar sobre todo las modificaciones experimentadas en relación con las perspectivas públicas sobre objetivos de política económica (especialmente cuestiones relacionadas con el empleo y la regionalización) que tienen efectos sobre la política comercial. En este orden, en un buen volumen, J. MORRISON33 ha señalado varias áreas importantes de la política nacional en las que la política comercial se encuentra directamente afectada por intereses nacionales. Ellas son: a) Promoción de la industrialización; b) Protección del empleo; c) Protección de los consumidores; 31

En este orden cabe indicar una serie de modelos como los de KRUGMAN, LANCASTER, FALVEY y BRANDER-KRUGMAN. 32 Entre ellas se encuentran “comercio e inversiones; comercio y políticas de competencia; protección de medio ambiente; comercio y normas laborables; comercio y desarrollo; comercio y evaluación de riesgos”. 33 En “The Global Business Environment: Meeting the Challenges”.

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d) Promoción de intereses estratégicos; e) Protección de la cultura nacional34. De forma similar a la que hicimos en el epígrafe anterior recordaremos algunos de los aspectos que consideramos más significativos de la Ronda Uruguay, comenzando por sus aspectos previos, por las definiciones incluidas en su lanzamiento y una muy breve descripción de los resultados finales. Ello nos ha permitido introducir en el epígrafe siguiente una distinción entre medidas de protección ajustadas a un tratamiento normativo mediante la aplicación de los Acuerdos pactados y otras medidas que hoy por hoy no están incluidas en alguna normativa de la OMC. Díaz Mier35 ha destacado que “la finalización de la Ronda Tokio en 1979 se consideró por muchos de los participantes como insatisfactoria en líneas generales. Tanto países desarrollados como países en desarrollo expresaban que el Acta final de la Ronda Tokio, pese a haberse incluido en ella ciertas normas sobre medidas no arancelarias y otras para mejorar la institucionalidad del GATT, no satisfacía las aspiraciones propias y mucho menos colmaban las ilusiones que los ambiciosos objetivos fijados en la declaración de Tokio habían despertado”. Se iniciaría un largo proceso en cuyos detalles no podemos entrar puesto que se encuentran muy bien tratados en trabajos como la tesis doctoral de uno de los autores de este trabajo. 34

Lógicamente como ocurre en la práctica totalidad de los objetivos de la política económica se utilizan instrumentos muy variados con efectos muy diversos que sería necesario examinar caso a caso porque, sin duda, pueden tener efectos de protección aunque no sea esta su intención inicial. Valorar cuantitativa y cualitativamente tales efectos es una tarea superior a la que nos habíamos propuesto al iniciar este trabajo. Sencillamente queremos poner de manifiesto este tema porque en definitiva se puede hablar con mucho conocimiento teórico de los efectos proteccionistas no pretendidos por normas que intentan llevar a la práctica objetivos nacionales políticos o económicos generalmente admitidos pero que desde una perspectiva puramente comercial pueden tener efectos sobre el libre comercio. 35 Op cit pp. 158 y ss.

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Inicialmente se aprobó, tras un largo proceso la Declaración conocida como de Punta del Este. Tiene dos partes. La primera enumera los objetivos de la negociación a los que acompaña un conjunto de principios, así como la que se ha llamado “Declaración política” que contiene compromisos relativos al proteccionismo que examinaremos más adelante. Además se incluyen los temas de negociación y un calendario previsto para la realización del ejercicio negociador. Señalemos que los objetivos de la negociación son cinco: a) Conseguir la liberalización y la expansión del comercio mundial en línea con el propósito que había existido con la creación del GATT. Esto debería lograrse mediante una mejora en el acceso a los mercados; b) Reforzar el papel del GATT, con lo que se recogían las opiniones del mundo académico y de los negocios a las que nos hemos referido; c) Mejorar la capacidad de respuesta del GATT a las modificaciones en el entorno económico, lo que se interpreta como la búsqueda de una acción de la institución más en consonancia con la coyuntura económica mundial; d) Favorecer la coordinación del GATT con otras organizaciones económicas internacionales. Se trataría de conseguir una efectiva acción macroeconómica frente a la dispersión de las instituciones económicas multilaterales; e) Estimular la cooperación como solución a los problemas del comercio. Esta definición se aplica de modo especial a los países en desarrollo. Desde el punto de vista de nuestro análisis, junto a los resultados finales relativos a la creación de la OMC es de señalar la que hemos denominado “Declaración política” relativa a ciertas formas de hacer frente al proteccionismo. Es importante indicar que la P á g i n a | 119

misma supone una gran diferencia respecto al funcionamiento del GATT, pues este implica que las Partes Contratantes han de aceptar compromisos con efectos en materias arancelarias (reducciones especialmente) o en otras materias relacionadas con la política comercial. Esos compromisos tienen un gran valor pues son obligatorios (han de cumplirse) y en caso de no hacerlo existe en el GATT un mecanismo especial para lograrlo. Recordemos que dichos compromisos han sido negociados y objeto de un proceso de valoración de compensaciones a ofrecer por cada uno de los participantes en el lenguaje del GATT “pagos”. La declaración política se apartaba de la línea tradicional del GATT pues recogía un compromiso político (y hay que insistir en que no introducía derechos y obligaciones). Suponía una manifestación de voluntades de no aumentar el proteccionismo. A tal efecto los mismos manifestaban que no aumentarían su grado de protección comercial (compromiso de “Statu quo” o “stand-still” en sus términos ingleses) y de que disminuirían sus medidas de protección (“desmantelamiento” o roll-back). Haciendo abstracción de aspectos tan importantes como el desarrollo de las negociaciones y de la estructura institucional de la actual Organización Mundial del Comercio 36 entraremos en los resultados finales, especialmente por cuanto significan mejoras institucionales y sobre todo un conjunto de acuerdos sobre comercio de mercancías que incluyen junto al tratamiento de los tradicionales temas relativos a los derechos arancelarios otro grupo de acuerdos que desarrollan con mayor precisión algunos de los acuerdos de la anterior Ronda Tokio, proporcionándonos los trabajos que se han realizado en los órganos creados los elementos de análisis requeridos para responder a la cuestión inicial de si nos encontramos ante un “nuevo” proteccionismo.

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Por razones de espacio hemos de repetir las principales notas bibliográficas que hemos incluido a lo largo de este trabajo haciendo una referencia especial a la página web de la OMC donde se puede encontrar el Organigrama de la Institución http://www.wto.org

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Recordemos que el acuerdo final conocido como Acuerdo de Marraquech, encarga a la OMC junto a la aplicación, administración y funcionamiento del mismo 37 la de los dos cinco grandes Acuerdo Generales y de los multilaterales sobre comercio de mercancías. Recordémosles con un breve comentario especialmente en lo que afecta al tema objeto de nuestro análisis. 1) Acuerdos multilaterales sobre comercio de mercancías, en el que se incluyen junto aún Acuerdo de Agricultura los ya conocidos sobre obstáculos técnicos del comercio, licencias de importación, y valor en aduana, antidumping y subvenciones. Y se les añaden los de aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias, medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio, inspección previa a la expedición, normas de origen y salvaguardias; 2) Un Acuerdo General sobre comercio de servicios. Posiblemente constituya un campo en el que la definición y evaluación de medidas proteccionistas ofrece una perspectiva de necesario análisis doctrinal. No se cuenta en este campo como si ocurre en el comercio de mercancías con algo similar a los derechos arancelarios; 3) Un Acuerdo sobre los aspectos de derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio. Desde la perspectiva de un estudio sobre proteccionismo ha de destacarse la carencia de un instrumento aceptado generalmente para llevar a cabo su evaluación cuantitativa; 4) Un Mecanismo de Examen de Políticas Comerciales, que constituye, en nuestra opinión, una de las principales fuentes para el conocimiento de las medidas comerciales adoptadas por los países Miembros de la OMC. Sobre las informaciones facilitadas, la secretaría de la OMC elabora periódicamente unos informes sobre medidas comerciales que constituyen el fundamento de las observacio37

Artículo III.

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nes que realizaremos en el epígrafe cuatro de este artículo. El último de ellos comprende el período de octubre de 2012 a mayo de 2013. Igualmente la Secretaría de la OMC bajo la denominación informes sobre medidas relacionadas con el comercio y las inversiones adoptadas por las economías del G-20 realiza este ejercicio conjuntamente con la OCDE y la UNCTAD; 5) Constituye uno de los rasgos característicos de la OMC el Entendimiento relativo a normas y procedimientos por los que se rige la solución de diferencias. En efecto, aun siendo discutida su eficacia, la OMC ha ido contemplando una serie de contenciosos comerciales que han sido examinados en un mecanismo reglado especialmente interesante que, en nuestra opinión, sin entrar en su consideración jurídica, constituye un complemento eficaz del mecanismo de examen de las políticas comerciales. En definitiva, desde la perspectiva de este trabajo y tras estudiar en los primeros epígrafes con un mayor detenimiento los aspectos históricos, que se han ido configurando para analizar las consecuencias operativas de medidas comerciales adoptadas por razones de protección debemos destacar dos cuestiones importantes: a) la tendencia a la consideración de un mecanismo multilateral que se encuentra siempre en momentos de perfeccionamiento en el que se han abordado las cuestiones planteadas por diferentes países a lo largo de un período de casi setenta años; b) naturalmente las dificultades para obtener conclusiones de carácter general puesto que las medidas proteccionistas tienen generalmente su origen en acciones muy concretas de países también muy concretos sobre las que no resulta fácil obtener ideas omnicomprensivas.

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VI Tratamiento que se da actualmente en algunas instituciones internacionales a las medidas proteccionistas (a las que por coherencia desde ahora preferimos calificar de “barreras comerciales”).

H

emos examinado en los epígrafes anteriores la evolución de conceptos relacionados con el proteccionismo, aplicándolos de una forma especial al análisis de los que constituyen elementos de protección que se han aplicado a lo largo de los últimos trescientos años. Ello nos ha permitido realizar una distinción en dos grandes grupos de las hoy se denominan barreras al comercio. Así, por una parte se encuentran las que han sido objeto de algún tipo de tratamiento en el sistema GATT-OMC y por otra las que no tienen hoy por hoy esta característica de estar incluida en algún Acuerdo. En este apartado presentaremos algunos estudios efectuados por instituciones internacionales para intentar medir los efectos de medidas de carácter proteccionista con carácter general. Lógicamente la base de estudios son los informes elaborados y relativos a medidas definidas en algún Acuerdo por la secretaría de la OMC. Seguidamente incluimos el elaborado por dicha secretaría y relativo a países del grupo G-20. Posteriormente presentaremos algunos informes significativos de intentos de clasificación de barreras al comercio internacional, los cuales, pese a su interés, no han podido ser cuantificados por el momento. Finalmente incluimos una metodología utilizada por países de la Unión Europea que pretende el P á g i n a | 123

establecimiento de una base de datos de acceso al mercado 38 que permite identificar concretamente algunas barreras. El informe indicado de la OMC resume en un cuadro significativo algunos aspectos de las medidas que han sido objeto de análisis en los sistemas de información correspondientes a los exámenes de políticas comerciales. Cabe deducir la idea de que las medidas comerciales objeto de análisis en los distintos Acuerdos de la OMC no tendrían un peso excesivo en cuanto fórmula de protección.

VARIABLE

Antidumping Salvaguardias Medidas arancelarias Derechos compensatorios Otros

VALOR TOTAL DEL NÚMERO DE COMERCIO AFECTADO EFECTO MEDIO DE COMBINACIONES DE NÚMERO DE MEDIDAS POR RESTRICCIONES REDUCCIÓN DEL PAISES Y PRODUCTOS 2011-2012 COMERCIO (%) AFECTADOS (millones de dólares)

273 9 83 45 126

11.410 1.027 184.749 2.312 54.573

33.172 4.676 86.200 18.017 22.290

5,00 3,80 25,30 16,60 21,70

Debemos indicar que, en nuestra opinión, este procedimiento tiene dificultades técnicas para conseguir un conocimiento cuantitativo razonable de todos los efectos de las medidas (por ejemplo no pueden cuantificarse los efectos de pérdida de tiempo, de complejidades administrativas, etc.). Sin embargo, pese a estas dificultades de medición si nos parece un avance los intentos de clasificación de medidas con efecto proteccionista puesto que constituyen un primer paso para su mejor conocimiento y posible invitación a establecer, de ser necesarias, medidas correctoras.

38

Debemos destacar que en la OMC se ha establecido muy recientemente el que se denomina portal integrado de información comercial que permite un conocimiento de casos especiales por tipos de medidas por productos afectados y por países.

124 | P á g i n a

En este orden citamos dos ejemplos. En primer lugar la clasificación utilizada en los estudios de la Unión Europea que en que se distinguen: 1) 2) 3) 4)

Barreras arancelarias; Barreras no arancelarias; Barreras al comercio de servicios e inversiones; Medidas de defensa comercial.

Cada uno de estas cuatro categorías abarcaría otros con conceptos en los que no entraremos. Indicamos sencillamente que su enumeración se puede encontrar en la página: www.barrerascomerciales.es Un segundo ejemplo de posibles barreras proteccionistas que se hagan de los términos es el inventario realizado por la UNCTAD bajo la denominación TRAINS (Trade Analysis and Information System) que está asociado al WITS (World Integrated Trade Solution) del Banco Mundial. Es un catálogo que nos parece muy bien estructurado aunque de aplicación compleja. Comprende las siguientes categorías: 1000 Medidas arancelarias; 2000 Medidas para arancelarias; 3000 Medidas de control de precios; 4000 Medidas financieras; 5000 Medidas relativas a la concesión automática de licencias; 6000 Medidas de control de la cantidad; 7000 Medidas Monopolísticas; 8000 Medidas Técnicas. P á g i n a | 125

Finalmente, nos interesa destacar de un modo especial que algunos países (especialmente los de la Unión Europea han establecido bases de datos en las que se pueden buscar barreras que afectan a sus operadores en países terceros. Dichas bases se han creado mediante contestaciones a cuestionarios establecidos por las instituciones responsables de conseguir las mayores informaciones posibles sobre obstáculos al comercio tanto en importación como en exportación, pero en la actualidad su tratamiento sistemático no permite establecer cuantificaciones, si bien ha de reconocerse que cumplen un importante papel en la búsqueda de transparencia comercial.

126 | P á g i n a

VII Reflexiones y justificación del título.

E

n este punto final queremos destacar en primer lugar, las grandes dificultades que hemos encontrado para resumir en muy pocos indicadores las grandes cantidades de información de la que pueden disponer los investigadores sobre la pluralidad creciente de temas relacionados con el comercio internacional y la política comercial. En este trabajo hemos intentado seguir una línea que permite destacar que el proteccionismo comercial en muy diferentes formas han existido desde el nacimiento de la economía como ciencia. En segundo lugar hemos querido destacar las interrelaciones que existen entre política comercial, política económica y en el sentido más amplio de la palabra acción política de los países. Sin duda las manifestaciones existentes en cualquier etapa y en cualquier país que se considere son muy notables y probablemente invitan a realizar un mayor esfuerzo por parte de la comunidad de pensadores sobre estos temas para intentar trazar criterios de evaluación con cierta continuidad. Específicamente, hemos subrayado que en la historia de las políticas comerciales se puede indicar que el proteccionismo como doctrina y como realidad comenzó a manifestarse con el nacimiento de los Estados modernos. Estos emplearían una serie de instrumentos que no han dejado de existir en los últimos trescientos años (derechos arancelarios, contingentes, acuerdos y tratados internacionales sobre comercio, etc.). En los años 1960 se acuño un término para P á g i n a | 127

intentar reflejar nuevas formas de manifestación del antiguo proteccionismo con la denominación “neoproteccionismo”. También en los últimos veinte años encontramos con frecuencia que se llevan a cabo estudios muy importantes explicativos de casos muy concretos de países e instrumentos. En un elevado número de casos su denominación ha tendido a ser la de “barreras comerciales” que nos parecen muy significativas del cambio registrado. Es esta denominación a la que nos adherimos. Por último y quizá con una especie de sentimiento contradictorio nos hemos referido a la inmensidad de temas susceptibles de ser estudiados con las metodologías que proporciona el desarrollo de la ciencia económica. Por una parte desearíamos realizar un llamamiento a las comunidades de estudiosos para que sigan dedicando sus esfuerzos a su análisis y por otra la necesidad de resolver cuantitativamente aspectos que están lejos de haber sido totalmente resueltos. Especialmente en nuestro caso ha de insistirse una vez más en la necesidad de conseguir la valoración de los instrumentos no arancelarios de protección, sean estos de tanto alcance como los expresados en la clasificación de la UNCTAD como los que son hoy objeto de acuerdos en el marco de la OMC. Aun conociendo los esfuerzos por conseguir introducir en el ámbito de la regulación aspectos hoy por hoy estudiados pero sobre los que no han existido voluntad de llegar a algún tipo de acuerdo39, volvemos a expresar la necesidad de avanzar en el camino del conocimiento de las políticas comerciales. Un buen epílogo para este trabajo en cuanto significa en diversos ordenes la expresión afortunada de J. BHAGWATI: de que el proteccionismo sería como un viejo vino que se encuentra en botellas nuevas (llámense estas: “neoproteccionismo” o bien “Barreras comerciales”) merece una vez más ser destacada.

39

J. N. BHAGWATI: “Protectionism: Old Wine in New Bottles” en el trabajo dirigido por D. SALVATORE: “The New Protecctionist Threat to World Welfare. Ed. North-Holland (1987).

128 | P á g i n a

VIII Bibliografía.

H

emos preferido realizar una mínima relación de referencias bibliográficas sin incluir por ejemplo los nombres de la gran cantidad de los autores que se encuentran en los “Handbooks”. Igualmente indicamos solamente páginas web generales de instituciones comerciales sin profundizar en su detalle.

BARRE, R. y TEULON, F. (1997, 11ª ed.): “Economie politique”, tomo 2, P.U.F. París. BERNHOFEN, D; FALVEY, R; GREENAWAY, D y KREICKEMEIER U. (ed. 2011).“Palgrave Handbook of International Trade”, Ed. Palgrave McMillan. BHAGWATI. J. N. (1987): “Protectionism: Old Wine in New Bottles” Ed. North-Holland BORKAKOTI; J. (1998): “International Trade: Causes and Consequences”, ed. McMillan. BOUËT, A. (1998): “Le protectionnisme: analyse economique”, ed. Vuibert. CAVIEDES CONDE, A. A. (2012): “Evolución de la regulación del comercio internacional de productos agropecuarios”, tesis doctoral inédita. U. de Alcalá. P á g i n a | 129

DÍAZ MIER M.A. (1983): “La solución de diferencias comerciales en las instituciones económicas internacionales, tesis doctoral. U. Complutense. DÍAZ MIER M.A. (1996): “Del GATT a la Organización Mundial del Comercio”. Síntesis. FEENSTRA, R; TAYLOR, A. (2012, 2 ed.) “Macroeconomía International” y “Comercio Internacional”. Ed. Reverte. GANDOLFO, G. (1998): “International Trade Theory and Policy”. Springer-Verlag. GROSSMAN, G y ROGOFF, K. (eds. 2ª 1997): “Handbook of International Economics”. North-Holland. HENN, C y McDONALD, B. (2011): “Protectionist Responses to the Crisis: Damage Observed in Product-Level Trade” IMF. Working Paper 11/139. HEYDON, K y WOOLCOCK, S. (cords. 2012): “The Ashgate Research Companion to International Trade Policy”.Ed. Ashgate. HOUCK, J.P; DE FELIPE, I y BRIZ, J. (2012. 4 ed.): “Comercio Exterior Agrario: fundamentos y análisis”. Ed. Mundi-prensa. JACKSON, J.H. (1992): “The World Trading System: Law and Policy of International Relations”. MIT Press. JOSLING, T., TANGERMANN, S. and WARLEY, T.K (1996), “agriculture in the GATT”. McMillan Press. KEE, H. L; NEAGU, C y NICITA, A. (2010): “Is Protectionism on the Rise?”. Assenssing National Trade Policies during the Crisis of 2008, World Bank Policy Research Working Paper 5274. KERR, W. Y GAISFOERD, J. (coords, 2007): “Handbook on International Trade Policy” Oxford University Press. 130 | P á g i n a

KREININ, M.E y PLUMMER, M. (coords, 2012): “The Oxford Hanbooks of International Commercial Policy”. Oxford University Express. KRUGMAN, P; OBSTFERD, M y MELITZ, M. (2012, 9ª ed.): “Economía Internacional: Teoría y Política”. Pearson, ed. española. LASSUDRIE-DUCHÊNE. (coords, 1985): “Le protectionnisme”. Ed. Económica. MAcRORY, P., E. APPLETON, A., PLUMMER, M. (2005), “The World Trade Organization: Legal, Economic and Political Analysis”. Springer. MORRISON, J. (3 ed. 2011): “The Global Business Environment: Meeting the Challenges”, ed. Palgrave. PETTMAN, R. (ed. 2012): “Handbook on International Political Economy”. World Scientific. REINERT, K. (2012): “An Introduction to International Economics: New Perspectives on the World Economy”. Cambridge University Express. SALVATORE, D. (ed. 1987): The New Protectionist Threat to World Welfare”. Ed. North-Holland. SALVATORE, D. (2007, 9ª ed.): “International Economics”. Wiley. SCHUMPETER, J, A. (1995 3ª ed., en español): “historia del análisis económico”. Ed. Ariel. TUGORES QUES, J. (2006, 6ª, ed.): “Economía Internacional: globalización e integración regional”. McGraw-Hill. TREBILCOCK, M; HOWSE, R y ELIASON, A. (2013, 4ed): “The Regulation of International Trade”. Routledge. VAN DEN BERG, H. (2010): “International Finance and OpenEconomy Macroeconomics”, World Scientific. P á g i n a | 131

Páginas web. COMISIÓN EUROPEA: www.madb.europa.eu ESPAÑA: www.barrerascomerciales.es FMI: www.imf.org y en ella data and stadistics. OCDE: diversos números de Trade Policy Working Papers. UNCTAD: buscar UNCTAD/STAT. TRAINS (Trade Analysis and Information System). WORLD BANK: WITS (World Integrated Trade Solution). WTO: Exámenes de políticas comerciales por países.

Sistema de solución de diferencias. Informe del Director General sobre G-20: WT/TPR/OV/15 Portal integrado de información comercial (data base I-TIP goods).

132 | P á g i n a

SEMBLANZA

José Ruiz Chico. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Extremadura y Doctor por la Universidad Politécnica de Madrid, en el Departamento de “Economía y Ciencias Sociales Agrarias”. Tiene diversas publicaciones en libros y revistas sobre alimentación, y ha participado en varios congresos nacionales e internacionales. Actualmente, es profesor en la Universidad de Cádiz (España), en el Departamento de Economía General. Previamente, ha sido durante diez años profesor de enseñanzas universitarias en un centro universitario adscrito a la Universidad de Gales.

Antonio Rafael Peña Sánchez. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Doctor en Economía por la Universidad de Cádiz. Profesor Titular de Universidad del Área de Economía Aplicada. Es coautor de los libros “La economía y la política económica española en 1990”, “La mujer en el mercado de trabajo” y “Aspectos sociales, económicos y jurídicos de la agroalimentación. La perspectiva ecológica”. Ha publicado artículos en la Revista de Estudios Regionales, la Revista Estudios de Economía Aplicada, la Revista de Información Comercial Española, la Revista Cuadernos de Economía y en el Boletín Económico del ICE. Además, ha participado en distintos Congresos abordando cuestiones sobre las disparidades económicas territoriales.

SEMBLANZA

Mercedes Jiménez García. Es licenciada en Administración y Dirección de empresas en 2003, Máster en economía y desarrollo territorial y Doctorado Europeo en Economía por la Universidad de Sevilla en 2009. Desde entonces ha desarrollado una línea de investigación en turismo, participando en varios proyectos internacionales de investigación. Ha publicado diversos capítulos de libros, artículos, documentos de trabajo y participaciones en congresos. Obtuvo dos 1º premios: en el II concurso de comunicación cientifiques & posters del IV Seminario internacional d'innovacio i turisme (INTO IV) y en los premios a estudios relacionados con el sector agroalimentario en la modalidad de estudios económicos.

COMPETITIVIDAD DE LAS EXPORTACIONES AGROALIMENTARIAS ESPAÑOLAS. UN ESTUDIO REGIONAL. Dr. D. José Ruiz Chico. Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). ([email protected])

Dr. D. Antonio Rafael Peña Sánchez. Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). ([email protected])

Dra. Dª. Mercedes Jiménez García. Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). ([email protected])

Sumario: Resumen. I.- Introducción. II.- Metodología. III.- Panorama regional de las exportaciones agroalimentarias españolas. VI.- Análisis Shift-Share de las exportaciones agroalimentarias españolas a nivel regional. V.- Estudio de las elasticidades de atracción y localización de las exportaciones. VI.- Conclusiones. VII.Referencias bibliográficas.

Resumen.

E

l sector agroalimentario puede ser considerado como un sector clave dentro de la economía española, ya que se ha visto menos afectado por la crisis actual menos que el resto de sectores. Con tal planteamiento, hemos analizado la competitividad de sus exportaciones, para identificar las regiones más fuertes P á g i n a | 135

en el período 2007-2010, y comparar la situación actual con la situación previa a la crisis. Hemos utilizado una metodología Shift-share completada con el estudio de sus elasticidades. Podemos concluir que, principalmente, la posición estratégica de la competitividad de estas exportaciones depende de si su estructura productiva regional tiene una distribución adecuada. Palabras clave: Sector agroalimentario, exportaciones, competitividad, análisis Shift-Share.

Abstract. The agrifood sector can be considered as a key sector in the Spanish economy, as it has been less affected by the current crisis than other sectors. With such aims in mind, we have analyzed the competitiveness of their exports, to identify the stronger regions in 20072010, and compare the current situation with the previous one to the crisis. We have used a Shift-share methodology, completed with the study of their elasticities. We can conclude that, mainly, the strategic position of the competitiveness of these exports depends on whether regional productive structure has an appropriate distribution. Keywords: Agrifood sector, exports, competitiveness, Shift-Share analysis.

136 | P á g i n a

I Introducción.

L

a economía ha sufrido desde el año 2008 una gran crisis mundial derivada de la sobrevaloración de los activos. Fruto de la misma se generó una burbuja cuya explosión generó graves consecuencias, con un alcance aún no ha sido definido totalmente. Esto ha producido un colapso crediticio en la economía real y una caída de la actividad que ha supuesto un importante cierre de empresas y un grave aumento del desempleo. Para estudiar la reacción del sector alimentario español ante esta crisis, se debe distinguir entre producción agraria e industria de alimentación. Con los últimos datos disponibles, MERCASA (2012) valora la producción agraria española en 2011 en 41.176,8 millones de euros (corrientes), un 3 % más que en el año anterior, con un valor añadido bruto de 21.403 millones de euros a precios básicos. Este valor alcanzó los 22.181 millones de euros a precios corrientes en términos netos a coste de factores (Renta agraria). De esta manera, el sector agrario español supuso en 2011 el 2,4 % del PIB nacional, ligeramente por encima del año anterior, aunque su participación en el total nacional ha disminuido. Sus producciones más destacadas aparecen en la Tabla 1.

P á g i n a | 137

Tabla 1. Principales producciones agrícolas y ganaderas españolas en 2011* (Miles tm.) Trigo Cebada Maíz grano Arroz (cáscara) Garbanzos Guisantes secos Girasol Remolacha azucarera Sandías Melones Fresas/fresones Manzanas de mesa Peras Albaricoques Melocotones Plátanos Uvas de mesa Naranjas Mandarinas Limones

6.900 8.328 4.150 920 31 240 1.084

Patatas Tomates no conserva Pimientos Alcachofas Coliflores Ajos secos Cebollas

2.361 3.836 970 186 150 145 1.357

3.633 740 894 261

Judías verdes Pepinos Aceite de oliva Aceitunas aderezo

146 698 1.607 520

579 522 89 853 349 290 2.645 2.120 720

Vino y mosto Carne de vacuno Carne de ovino Carne de porcino Carne de aves Carne de conejo

38.583 (Mil Hl.) 604 132 3.469 1.373 67

Leche de vaca (entregada a industria) Leche de oveja** Leche de cabra**

6.160 (Mill. L.) 369 316

Almendras 1.000 grano 37 Huevos (Mill. docenas) * Datos estimados. ** Disponibilidades en explotaciones agrarias. Fuente: MERCASA (2012), según datos de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Con respecto a la industria de alimentación y bebidas, MERCASA (2012) la describe como un sector sólido, que se ha mostrado 138 | P á g i n a

así ante la crisis actual, puesto que se ha visto menos afectada que el resto de sectores españoles. Así, constituye uno de los motores económicos más importantes del país por su tamaño, su producción, su ocupación y su valor estratégico (Peña Sánchez, 2011). En 2011, este sector estaba formado por 29.334 empresas, un 3 % menos que en 2010, dando empleo a 445.000 personas (Un 19,5 % del sector industrial y un 2,5 % del total del país). De igual modo, su producción bruta en 2011 fue de 83.773 millones de euros, un 1,77 % más sobre 2010 (aunque cayó un 1,48 % en términos físicos). Según el INE, el Índice de Producción de la Industria de la Alimentación tuvo una variación anual del +1,80 % en 2011 y del +2,60 % en 2010, lo que destaca por encima de los Índices de Producción del total Industrial (-6,9 % en 2011 y +0,40 % en 2010) y de los Bienes de Consumo (-4,20 % en 2011 y +0,80 % en 2010). Estos datos aparecen desglosados en la tabla 2. Tabla 2. Producción de la industria alimentaria española (Millones de euros). Producción bruta 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

40.338 44.420 47.401 49.555 52.703 53.626 54.911 55.705 62.423 64.523 67.242 72.817 76.985 78.726

Términos físicos -6,13 6,18 0,65 1,29 5,60 3,49 0,71 -0,88 7,82 2,29 1,45 5,65 1,90 0,06

Var. Prod (%) En valores corrientes 2,15 10,12 6,71 4,54 6,35 1,75 2,40 1,44 12,06 3,36 4,21 8,29 5,72 2,26

En valores constantes -2,57 5,69 2,11 0,98 4,44 -0,05 0,10 -2,66 9,62 -0,66 1,66 5,26 2,10 -0,45

P á g i n a | 139

2007 82.094 5,65 4,28 0,08 2008 87.600 6,61 6,71 5,38 2009 80.177 -5,52 -8.47 -9,35 2010 82.315 -1,07 2,67 -0,34 2011* 83.773 -1,48 1,77 -0,65 *Avance provisional. Fuente: Muñoz Cidad y Sosvilla Rivero (2012) a partir de datos del INE

Las ventas desglosadas por ramas de actividad aparecen en la tabla 3. Tabla 3. Ventas en la industria alimentaria en España en 2011

Industria Cárnica Transformación pescados Transformación frutas y hortalizas Fabricación de grasas y aceites Industria láctea Ptos molinería Ptos alimentación animal Pan, pastelería y galletas

Ventas Netas (Mill. €) 17.535 3.785 6.625 7.351 8.221 2.564 7.414 6.822

% Ventas s/ total 21,3 4,6 8,0 8,9 10,0 3,1 9,0 8,3

% Incr. s/ 2010 3,1 4,5 7,6 5,9 -3,2 -5,5 3,9 9,0

Azúcar, chocolates y cacaos 4.008 4,9 2,1 Otros ptos alimentarios 4.359 5,3 4,3 Elaboración de bebidas alcohóli8.876 10,8 0,9 cas Aguas minerales y bebidas al4.756 5,8 -3,9 cohólicas Total 82.316 100 1,81 Fuente: Muñoz Cidad y Sosvilla Rivero (2012) para la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas

1

Inflación aparte, la producción cayó un -0,7 % frente al -2,5 % de 2010.

140 | P á g i n a

El sector exterior alimentario presenta un saldo comercial positivo en 2011 por tercer año consecutivo, con un superávit de 1.077 millones de euros. MERCASA (2012) lo justifica ya que, aunque las importaciones (18.344 millones de euros) crecieron un 9,1%, las exportaciones lo hicieron en mayor medida (un 12 % más, hasta los 19.421 millones de euros) por el progreso de las economías emergentes y la recuperación de las economías desarrolladas. Así, la tasa de cobertura fue del 105,9 % (3,1 % más que en 2010), 23 puntos más que la de la economía española. Muñoz Cidad y Sosvilla Rivero (2012) destacan las tasas de sectores como la carne y los despojos comestibles (300,5 %) y las preparaciones de legumbres y frutas (245,6 %), mientras que la de los residuos (45,7 %) y los pescados y crustáceos (49,1 %) tienen una cobertura muy reducida. Según el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, las exportaciones alimentarias ascendieron a 32.037 millones de euros en 2011, un 7,8 % más que en 2010. Destacan sobre todo las frutas (5.520 millones de euros con un crecimiento de +1,2 %), las carnes (4.100 millones y +15 %), las legumbres y hortalizas (3.930 millones y -2,6 %), las bebidas ( 3.100 millones y +13,5 %), pescados (2.800 millones y +12,6 %) y grasas y aceites (2.700 millones y +8,8 %). Su mercado principal ha sido desde siempre Europa, lo que se ha intensificado con las sucesivas ampliaciones de la UE. Los datos generales se recogen en la tabla 4. Tabla 4. Principales exportaciones agroalimentarias españolas. Producto Animales vivos vacuno Animales vivos porcino Carne de vacuno Carne de porcino Carne de ovino Carne de aves Túnidos congelados

Valor (Mill. €) 2010 2011 85,7 89,9 191,4 214,3 353,0 308,7 1.752,2 2.086,3 106,9 123,9 169,6 193,3 177,4 246,0

Cantidad (Miles Tm.) 2010 2011 2,7 3,8 153,5 149,7 115,3 29,6 880,0 995,3 27,2 28,6 126,5 142,7 165,0 199,0 P á g i n a | 141

Merluza congelada Camarones y langostinos Calamares Pulpos congelados Leche fresca Leche en polvo Quesos Yogures Huevos Flores Patatas Tomates frescos Cebollas Ajos Coles y brócolis Lechugas Pepinos y pepinillos Pimientos Calabacines Almendra cáscara y grano Plátanos o bananas Naranjas Mandarinas Limones Uvas Sandías Melones Manzanas Peras Aguacates Ciruelas Melocotones y nectarinas Fresas Arroz Aceite de oliva Conservas túnidos Azúcar de caña o remolacha 142 | P á g i n a

85,3 181,8 145,1 145,0 164,0 57,1 211,9 65,8 128,7 25,3 73,9 818,9 93,7 161,9 306,0 589,0 372,8 593,2 247 176,3 41,9 924,7 1.280,7 315,7 195,8 214 247,2 55,4 89,5 85,7 85,9 629,0 23,5 142,0 1.860,4 303,7 89,7

72,4 191,1 162,2 185,0 168,0 87,9 217,9 70,5 142,7 27,8 70,5 842,7 86,3 140,6 242,4 503,5 391,7 602,3 181,2 244,4 50,3 906,5 1.242,4 302,5 228,3 184,6 220,2 78,3 89,5 120,5 86,9 568,4 36,8 136,8 1.837,4 366,4 118,3

41,8 28,6 76,0 29,4 162,4 30,4 46,5 59,0 31,8 17,5 239,0 740,0 224,0 65,1 252,6 613,0 449,6 446,8 243,0 61,3 58,0 1.341,5 1.484,0 397,6 126,7 492,0 376,6 111,5 129,6 53,0 85,9 585,0 360,0 301,5 846,0 74,4 156,7

30,3 35,8 50,5 28,2 164,5 40,1 46,7 66,6 31,1 17,9 241,6 959,0 252,0 14,8 288,3 654,6 539,3 500,0 269,6 59,6 50,3 1.506,0 1.577,0 477,3 138,4 408,6 371,5 130,0 127,4 68,0 103,4 656,5 229,7 262,0 841,0 81,3 176,4

Artículos de confitería 302,8 341,8 113,0 120,6 Conservas de tomate 253,0 242,3 316,5 351,8 Aceitunas preparadas 26,0 6,3 21,2 3,9 Jugo de piña 3,2 3,2 4,0 5,7 Jugo de naranja 72,0 78,8 128,8 77,8 Jugo de uva 117,0 173,6 159,7 220 Aguardiente de vino 152,8 208,2 64,5 83,2 Cerveza 75,1 81,2 96,0 103,4 Vino y mosto 1.882,0 2.219,8 1.827,0 2.441,4 Fuente: MERCASA (2012), según datos del Departamento de Aduanas.

Tras esta introducción, se pretende analizar a nivel regional la competitividad de las exportaciones agroalimentarias españolas. Para ello, tras una descripción sectorial y metodológica, los resultados de este estudio se estructuran en un primer apartado que presenta la configuración general de las exportaciones en este sector, para pasar a realizar un análisis Shift-Share de esta magnitud a nivel regional. Por último se examinarán sus distintas elasticidades, para acabar con las conclusiones y la bibliografía.

P á g i n a | 143

II Metodología.

U

tilizaremos la metodología Shift-Share para estudiar la competitividad de las exportaciones agroalimentarias. Esta técnica es un instrumento muy práctico para realizar análisis regionales, puesto que es una técnica muy sencilla (Stevens y Moore, 1980) que parte de una información estadística fácilmente disponible y que no exige conocimientos muy complejos. Dunn (1960) la desarrolló para analizar las variaciones de una magnitud económica susceptible de desagregación espacial, descomponiendo su crecimiento, en referencia a un área determinada, en un conjunto de factores para un periodo de tiempo concreto, explicando las causas de las diferencias producidas en su crecimiento. Esta metodología ha sido ampliamente aplicada en estudios de economía regional (Arcelus, 1984; Dinc “et al”. 1998; EstebanMarquillas, 2000; Mayor y López, 2003; Reig Martínez, 2007; Brox y Carvalho, 2008; Maudos “et al”. 2008). También se ha utilizado para estudiar el crecimiento del empleo (Ezcurra “et al”. 2005; Cörvers y Meriküll, 2007; Ezcurra y Rapún, 2006; Fotopoulos, 2007), así como de sectores como la industria manufacturera (Dinc y Haynes, 1999; Zhao “et al”. 2006; Castaldi, 2009), el turismo (Shi “et a”. 2007; Sirakaya “et al”. 2002) o el transporte (Haezendonck “et al”. 2006). El análisis Shift-Share básico parte de la tasa de crecimiento de una variable del sector i en la región r, entre los periodos t y t+m, que se calcula como: 144 | P á g i n a

Li ( t  m )  Li ( t ) r

ri  r

r

r

 Li ( t  m , t ) r



r

Li (t )

Li (t )

Si se consideran ri  y r como las tasas de crecimiento del sector i y del agregado total en la economía nacional, en general se verificará que: ri r ≠ ri  ≠ r . De esta forma, el crecimiento se puede desglosar en estos elementos: 















 L i  r L i ( t )  ri  r L i ( t )  ri  ri L i ( t ) r

r

r

r

r

- El primer componente r Lri ( t )  a ir mediría el crecimiento de la variable regional si hubiera evolucionado al mismo ritmo que el agregado nacional. - El segundo elemento ri   r Lri ( t )  bir nos explica que hay parte de la diferencia entre el crecimiento observado  Lri ( t  m , t ) y el estándar ( a ir ) que se debe a que el sector i ha crecido de forma diferente al conjunto nacional, de una manera más o menos dinámica que la media ( ri  ≠ r ). - El tercer componente ri r  ri  Lri ( t )  c ir nos explica que la diferencia restante se debe a que el sector i en la región r tiene ciertas condiciones económicas que facilitan o dificultan su expansión, por lo que podrá crecer de forma distinta al resto del sistema regional ( r  ri ≠ ri ). A pesar de su utilidad, el análisis Shift-Share ha sido criticado por autores como Dinc “et al”. (1998), Dawson (1982) o Loveridge y Selting (1998). En primer lugar, el crecimiento resultante de la unión entre la industria y los efectos de la competitividad se incluyen en el efecto competitivo, no estando aislado. La segunda crítica se refiere a la inestabilidad en el tiempo del componente de participación regional y a su variación entre las industrias (Esteban-Marquillas, P á g i n a | 145

1972a; Arcelus, 1984; Haynes y Dinc, 1997). Muchos trabajos lo criti-

can también por no tener en cuenta los cambios estructurales (Garrido, 2002; Wadley y Smith, 2003). En este contexto, se han propuesto variaciones en el modelo (Esteban-Marquillas, 1972a; Arcelus, 1984; Haynes y Dinc, 1997; Dinc “et al”. 1998; Garrido, 2002; Dinc y Haynes, 2005), pero la principal variante, denominada “Shift-Share espacial”, fue propuesta por Nazara y Hewings (2004), cuya versión se justifica mediante relaciones horizontales o de región a región. Así, han aparecido contribuciones como la de Mayor y López (2005), que combinan este concepto con el de empleo homotético de Esteban-Marquillas (1972a). Ramajo Hernández y Márquez Paniagua (2008) destacan también la contribución de Haynes y Machunda (1987) y de Haynes y Dinc (1997). Una de las contribuciones más relevantes es la ya mencionada de Esteban-Marquillas (1972a), que estima que el Regional Share no refleja con exactitud el dinamismo regional del sector, ya que éste se verá afectado por el nivel de especialización de la región analizada. Por ejemplo, si un sector ha crecido del mismo modo en dos regiones, se podría entender que es igual de dinámico en ambas. No obstante, si una de ellas exporta en un sector el doble que la otra ( r s r s L i ( t )  2 L i ( t ) ) ante exportaciones totales similares ( L  ( t )  L  ( t ) ), el Regional Share comparado de la primera será duplicará al de la segunda ( ri r  ri  Lri ( t )  2 ri s  ri  Lsi ( t ) ), lo que iría en contra de la filosofía del Shift-Share. Para evitar estos casos, este autor descompone el efecto competitivo en participación regional (o efecto sobre la competencia, que recoge las ventajas o inconvenientes del sector j en la región i) y efecto de asignación (que muestra el nivel de la política regional de especialización en el sector) para eliminar del efecto competitivo la influencia de la estructura regional, utilizando para tal fin el efecto homotético. Estas variables implicarían que las exportaciones 146 | P á g i n a

agroalimentarias en cierta región se corresponde con el valor teórico que se observaría si esa región tuviera la misma estructura que el país (Arcelus, 1984; Esteban-Marquillas, 1972a). Esto es:  ~r r  L  Li  L  i   L 

~

Siendo L ir las exportaciones homotéticas de la región r en el sector i. La descomposición Shift-Share se podría reinterpretar como elasticidad de localización. Este análisis mejora el planteamiento tradicional pues admite un tratamiento gráfico de los resultados. Este concepto destaca los conceptos de asimetría y parsimonia (Girardi, 1993). Los sistemas económicos regionales son asimétricos puesto que las repercusiones de un shock concreto suelen ser muy heterogéneas en el espacio, pudiendo ser un estímulo positivo en unas zonas y en otras muy negativo. Igualmente, estas reacciones se suelen dar en el tiempo de forma muy dilatada. Esto implica que será difícil aislar la cadena de respuestas respecto al shock inicial ya que, por la parsimonia, se superpondrán reacciones sucesivas a impactos distintos. Estos análisis se centrarán en las exportaciones agroalimentarias españolas en el periodo 2007-2010 ya que 2007 es el año previo a la crisis mundial y 2010 el último año con datos disponibles (a nivel de exportaciones como de deflactores).

P á g i n a | 147

III Panorama regional de las exportaciones agroalimentarias españolas.

L

a tabla 5 recoge las exportaciones totales españolas en 20072010 por regiones2. Estos datos han sido homogeneizados expresándolos en unidades monetarias constantes de 2007. Se puede destacar que, a pesar de la caída de las exportaciones españolas en este período (4,79 %), hay regiones con una evolución positiva: Navarra (+21,62 %), Andalucía (+12 %) y Extremadura (+10,34 %). Las grandes caídas de Baleares (-47,6 %), Galicia (-15,6 %), Asturias (-13,26 %), País Vasco (-12,07 %) y Comunidad Valenciana (-10,33 %) determinan el resultado negativo nacional. Tabla 5. Exportaciones totales españolas 2007-2010 (miles €).

15.965.998 8.753.463 3.677.163 1.585.522 1.799.205

16.069.744,02 8.053.590,35 3.014.777,48 1.410.107,75 2.117.913,50

13.604.125,76 6.616.160,43 2.399.417,91 1.115.900,27 1.446.251,63

17.882.430,21 7.971.161,30 3.189.554,08 830.836,86 1.875.319,80

Crecimiento (20072010)* 12,00 -8,94 -13,26 -47,60 4,23

2.178.772

2.282.066,06

1.704.652,12

2.153.944,62

-1,14

3.088.563 9.768.961 49.678.312 19.650.242

3.090.639,81 9.143.737,46 47.798.122,48 18.283.519,88

2.778.439,38 8.747.558,62 38.343.340,53 15.742.297,67

3.214.512,48 9.857.969,81 45.846.327,23 17.619.808,49

4,08 0,91 -7,71 -10,33

2007* Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana 2

2008*

2009*

2010*

Ceuta y Melilla no se han incluido ya que sus peculiaridades sesgarían las conclusiones finales.

148 | P á g i n a

Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco Total España

1.082.377 16.669.173 1.144.763 20.289.297 4.410.829 5.728.844 19.072.434 185.023.218

1.194.556,87 1.101.405,75 1.194.295,81 14.926.171,73 13.000.361,11 14.068.055,03 1.191.704,92 1.051.127,56 1.227.544,78 20.745.300,21 17.579.611,04 19.990.162,18 4.362.714,90 4.082.318,73 4.716.893,94 6.036.610,25 5.083.768,57 6.967.536,90 19.166.743,92 13.830.938,68 16.770.699,24 179.699.197,37 148.764.680,35 176.161.479,04

10,34 -15,60 7,23 -1,47 6,94 21,62 -12,07 -4,79

* Precios constantes3 (Base año 2007). Fuente: ICEX Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y elaboración propia

Se podrían sacar conclusiones parecidas si se analiza la elasticidad de desarrollo regional, un índice que mide la reacción del output regional total ( y r ) ante variaciones el output nacional total ( y  ). Calculada como

E r 

  y r   r  r   y    y   y       r    y     y    y       y 

Sus resultados se recogen en la tabla 6. En ella se comprueba que las elasticidades negativas muestran las regiones más competitivas en exportaciones totales, debido a la caída de las exportaciones nacionales en términos constantes en 2007-2010. Tabla 6. Elasticidad de desarrollo regional Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias 3

-2,4157 1,7986 2,6688 9,5796 -0,8514

Se ha utilizado como deflactor el Índice de Precios Implícitos del Balance Económico Regional (Autonomías y Provincias), de Alcalde Guindo (2012), por su desglose por regiones.

P á g i n a | 149

Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco Fuente: Elaboración propia.

0,2293 -0,8207 -0,1834 1,5524 2,0796 -2,0810 3,1405 -1,4554 0,2967 -1,3965 -4,3516 2,4289

Si se centra el análisis en el sector agroalimentario español, las exportaciones regionales aparecen en la tabla 7. En este periodo el sector agroalimentario ha ganado peso en el comercio exterior ya que sus exportaciones han pasado de ocupar un 12,1 % del total, en 2007, a un 13,7 % en 2010. De hecho, sus exportaciones han aumentado un 7,24 % en un período en el que las totales cayeron un 4,79 %. Resulta interesante el peso de las exportaciones agroalimentarias sobre el total, para cada región. Así, regiones como Murcia, Extremadura y Andalucía tienen un peso importante (50,2 %, 47,4 % y 31,2 % respectivamente, en 2010). Por contra, se debe resaltar la actividad de regiones más especializadas en otros sectores como Baleares, País Vasco y Madrid, cuyo peso es testimonial (2,3 %, 2,5 % y 4,5 % respectivamente).

150 | P á g i n a

Tabla 7. Volumen de exportaciones agroalimentarias españolas en 20072010 (Miles €). 2007*

2008*

2009*

2010*

Crecimiento (20072010)* 4,3 31,8 13,0 10,9 -23,4 52,5

5.342.083 5.540.821,6 4.931.310,6 5.573.434,5 Andalucía 549.751 662.227,5 603.924,3 724.557,9 Aragón 189.342 158.232,2 128.434,4 214.021,7 Asturias 17.596 21.315,3 18.512,7 19.506,9 Baleares 242.685 225.601,5 213.981,8 185.773,4 Canarias 154.098 154.566,2 164.628,2 235.028,8 Cantabria Castilla - La 431.254 452.086,0 438.077,3 500.196,5 16,0 Mancha Castilla y 966.410 951.032,1 865.955,9 993.472,9 2,8 León 4.366.094 4.771.730,2 4.347.228,0 5.011.529,9 14,8 Cataluña 3.784.160 3.556.448,3 3.772.485,4 3.801.629,4 0,5 C. Valenciana 538.488 592.210,7 578.070,4 566.638,6 5,2 Extremadura 1.832.446 1.712.917,3 1.530.747,6 1.776.761,2 -3,0 Galicia 168.998 224.917,0 190.709,8 232.077,0 37,3 La Rioja 751.374 891.379,1 751.111,7 898.625,3 19,6 Madrid 2.204.472 2.223.454,4 2.111.615,0 2.367.538,1 7,4 Murcia 395.534 414.945,3 415.012,2 526.500,4 33,1 Navarra 455.088 476.517,6 391.616,1 415.340,0 -8,7 País Vasco Total 22.408.680 23.044.840,1 21.440.292,4 24.030.353,8 7,2 * Precios constantes (Base 2007) Fuente: ICEX Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y elaboración propia.

Como se puede ver en esta tabla, sólo son tres las regiones cuyas exportaciones agroalimentarias han caído (Canarias, País Vasco y Galicia). Además, se puede destacar que de las que crecen, Aragón, Navarra, La Rioja y Cantabria lo hacen por encima del 20 %, siendo evidente por tanto la importancia del sector en estas comunidades. En este punto, se puede estudiar la elasticidad de desarrollo sectorial, que mide la reacción de las exportaciones agroalimentarias ( y s ) ante incrementos en las totales nacionales ( y  ). Calculada como. P á g i n a | 151

E s

  y s        y s    y s   y  ´          y     y    y s      y 

Sus valores aparecen en la tabla 8, donde se repite el comportamiento de la elasticidad de desarrollo regional: El signo negativo agroalimentario se produce por la disminución de las exportaciones totales, mientras que las exportaciones de este sector han crecido. El sector agroalimentario se muestra entonces más fuerte que el resto de sectores. Su valor nos mostraría el alto potencial de crecimiento del sector agroalimentario a nivel exportador. Tabla 8. Elasticidad de desarrollo sectorial Sector Agroalimentario E  s 

Sectores no Agroalimentarios

-1,4845

1,3431

Fuente: Elaboración propia.

Este análisis se puede hacer también mediante el coeficiente de especialización. Este ratio nos mediría si la economía de una región determinada está especializada en una actividad con respecto a la estructura económica del país. Si se estudia la distribución de una variable interregional, este coeficiente se puede definir como:

CE

r j/M

        

r Lj   r L M   Lj    L M 

Siendo r la región, j el sector, respecto al agregado. Así, a modo de ejemplo, L rj y L j serán las variables del sector j observada en la región r y en el total nacional. En nuestro caso, el resultado sólo 152 | P á g i n a

tomará valores positivos, siendo 1 el valor de referencia y reflejando cierta especialización cuando este valor sea superior. El gráfico 1 muestra los resultados de este análisis. Se observa cómo Murcia, Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana, La Rioja y Castilla - La Mancha serían las únicas regiones con cierta especialización, aunque ésta baja en todos los casos salvo en Castilla - La Mancha, que se mantiene en 1,14-1,15 y La Rioja, que sube casi 2 décimas. Por contra, las regiones menos especializadas serían Madrid, País Vasco y Baleares. Gráfico 1. Coeficientes de especialización de las exportaciones agroalimentarias a nivel regional. 4.5 4 3.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0

2007 2010

2007

Mu 4.12

Ext 4.1

And 2.76

Val 1.59

Rio 1.22

CM 1.15

Gal 0.91

Cant 0.58

Cat 0.72

CyL 0.82

Cana 1.11

Ara 0.52

Nav 0.57

Ast 0.42

Ma 0.31

Pva 0.2

Bal 0.09

2010

3.66

3.46

2.27

1.57

1.38

1.14

0.92

0.8

0.8

0.74

0.72

0.66

0.55

0.49

0.33

0.18

0.17

Fuente: Elaboración propia.

P á g i n a | 153

IV Análisis Shift-Share de las exportaciones agroalimentarias españolas a nivel regional.

L L  r

a descomposición elemental antes presentada del crecimiento regional de la variable analizada nos ayuda a explicar la variación de las exportaciones para S sectores:



S i 1



 L i  r r





 r L ( t )  r

S

Li ( t )  r

i 1

 r S

i 1

i



 r S

i 1





i





 r Li ( t )  r



 r L i ( t )  r

 r S

i 1

i

r

 r S



r

i

i 1







 r L i ( t )  r

 ri Li ( t ) r

La expresión resultante sería la ecuación básica del análisis Shift-Share, en la que se desagrega el crecimiento de las exportaciones en tres factores (Mostrados en la tabla 9 para los datos objeto de estudio). Los dos primeros factores reflejarían el crecimiento estándar. Tabla 9. Componentes del Shift-Share básico. Región Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha

National Shift

Ind-Mix Agroal.

Ind-Mix Total

15.172.685,8 8.318.524,4 3.494.453,6 1.506.741,2 1.709.806,8 2.070.514,0

659.486,4 67.867,4 23.374,5 2.172,2 29.959,7 19.023,6

478.389,4 -71.974,5 -36.079,5 -24.554,9 3.427,0 -15.489,4

Reg. Share* Agroal. -162.699,6 134.255,3 10.713,2 613,0 -74.812,9 69.564,0

2.935.099,7

53.238,8

7.941,9

37.131,7

154 | P á g i n a

Reg. Share* Total 2.231.355,0 -275.388,6 -268.820,0 -651.349,5 162.085,9 98.919,9 271.470,9

Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco

9.283.564,7

119.304,4

-30.745,3

-44.223,0

605.150,4

47.209.915,7 18.673.868,6 1.028.596,3 15.840.921,7 1.087.882,5 19.281.170,4 4.191.665,5 5.444.191,5 18.124.770,4

538.999,4 467.159,0 66.477,0 226.217,6 20.863,0 92.758,0 272.144,7 48.829,1 56.181,1

-233.400,3 196.703,1 57.205,8 -26.691,8 4.229,9 -240.288,7 234.534,7 -42.083,4 -261.173,3

323.377,2 -261.663,8 -11.570,2 -190.852,6 50.613,1 91.827,3 456,4 101.790,4 -73.316,9

-1.130.188,1 -1.250.763,1 108.493,8 -1.746.174,9 135.432,4 949.280,5 290.693,7 1.565.428,8 -1.092.897,9

*Bruto. Fuente: Elaboración propia.

El primer factor r Lr ( t )  a r se denomina National Shift o Impulso Nacional, y muestra el crecimiento de la variable regional, común para todas las regiones del análisis. De esta forma, nos mide entonces el cambio económico se habría producido en una región si ésta hubiera crecido al mismo ritmo que el país. Se observa así cómo Navarra (128 %), Andalucía (117,9 %), Extremadura (116,1 %), La Rioja (112,8 %), Murcia (112,5 %), Canarias (109,7 %), Castilla - La Mancha (109,5 %), Castilla y León (106,2 %), Cantabria (104 %) y Madrid (103,7 %) tienen unas exportaciones totales mayores a las que les corresponderían según este indicador. El resto ha tenido unas exportaciones inferiores a las asignadas por este componente: Cataluña (97,1 %), Aragón (95,8 %), Com. Valenciana (94,4 %), País Vasco (92,5 %), Asturias (91,3 %), Galicia (88,8 %) y Baleares (55,1 %). De hecho, sus exportaciones han caído en el período estudiado. Serían, por tanto, las regiones españolas más débil a nivel exportador, ya que en estos casos la región restaría en el total nacional en vez de añadir. El componente  i 1 ri   r Lri ( t )  b r se conoce como Industrial-Mix, cambio estructural o efecto sectorial comparado (Mayor y López, 2003) y nos muestra el crecimiento de las exportaciones reS

P á g i n a | 155

gionales que se debe a la estructura económica de la región r, producido por los diferentes ritmos de crecimiento sectorial. En otras palabras, mide el porcentaje de cambio de una economía regional atribuible a su distribución, viendo cómo el cambio en la variable se puede deber a su composición sectorial, con respecto a la estructura regional, indicando el grado de especialización de esa región en industrias de rápido crecimiento o no. Así, si una región está especializada en sectores dinámicos (  ri  r ), podrá aumentar sus exportaciones más fácilmente. De esta forma, una región con industrias de gran crecimiento a nivel nacional tendrá un valor positivo en su estructura sectorial, y sería negativo en caso contrario. Así, si este componente es positivo, la región exporta más que la media nacional, lo que supondría que su estructura regional tiene un diseño adecuado y su especialización se centra en los sectores más dinámicos del país. 

En la tabla 9 se comprueba que, según su volumen de exportaciones, el sector agroalimentario sería estratégico en todas las regiones españolas, dado su signo positivo en todos los casos, frente a los sectores no alimentarios. Se debe destacar que el peso de sus exportaciones agroalimentarias superan al del resto de sectores en Andalucía, Canarias, Castilla - La Mancha, Com. Valenciana, Extremadura, La Rioja y Murcia, dejando patente su fortaleza. La diferencia restante se denomina Regional-Share, efecto S competitivo o efecto regional comparado (  i  1 ri r  ri  Lri ( t )  c r ) (Mayor y López, 2003), mostrando factores de crecimiento no atribuibles a los dos factores anteriores. Este efecto nos indica que cada sector crece de forma diferente según las facilidades de localización que encuentra en cada región, revelándose como el componente más importante. Así, este reflejará un auge o declive de cada sector según su posición competitiva. De este modo, según la tabla 9, Murcia, Castilla - La Mancha, La Rioja, Cantabria, Madrid y Navarra serían regiones muy fuertes a nivel total y en el sector agroalimenta156 | P á g i n a

rio en concreto, pues su contribución regional sería positiva. En el caso contrario, País Vasco, Com. Valenciana y Galicia reflejarían debilidades tanto globales como específicas de este sector. En una posición intermedia, Asturias, Aragón, Baleares y Cataluña tendrían sectores agroalimentarios con aportaciones positivas, pero los no agroalimentarios tendrían una influencia negativa mayor. En cambio, el sector agroalimentario de Andalucía, Canarias, Castilla y León y Extremadura muestra ciertas debilidades que serían compensadas con la contribución de los sectores no agroalimentarios. Por último, se puede destacar que en Cantabria, Asturias, Aragón, Baleares, Com. Valenciana, País Vasco, Galicia y Cataluña la contribución a la competitividad regional del sector agroalimentario sería mayor, o menos negativa, que la correspondiente a los sectores no agroalimentarios. Para examinar el adecuado diseño o no de la estructura económica de una región, según los signos del regional-share y del industrial-mix, pueden identificarse cuatro tipologías regionales: IEste grupo (br y cr positivos) implica tener sectores de gran crecimiento con ventajas de localización, de forma que estas regiones crecerían rápidamente, ganando importancia en el total nacional. Sería el caso de Andalucía, Canarias, Castilla - La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia; IIEn este grupo (br positivo y cr negativo) se tendría una composición industrial adecuada, con cierta especialización en sectores dinámicos pero habría problemas de funcionamiento. Serían regiones que desarrollan nuevas industrias con gran potencial de crecimiento, pero en la madurez son expulsadas a otras regiones por presiones de coste. En este perfil estaría la Com. Valenciana; IIILa estructura industrial de este grupo (b r negativo y cr positivo) no sería óptima, pero se dan ventajas de locaP á g i n a | 157

lización. Sería el caso de Cantabria, Castilla y León, Madrid y Navarra; IVEs la peor situación (br y cr negativos) pues habría una estructura deficiente con una localización inadecuada. Serían regiones en declive, con algunas industrias básicas en crisis. Las regiones de Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Galicia y País Vasco estarían en este grupo. A continuación, se ha descompuesto el Regional Share según la propuesta de Esteban (1972a). Con tal fin, la tabla 10 recoge las exportaciones homotéticas en el período analizado, pudiéndose observar también el nivel de especialización regional del sector agroalimentario. Si una región no está especializada en el sector agroalimentario, las exportaciones observadas serán inferiores al valor homotético, teniendo un indicador de especialización inferior a 1. En sentido contrario, una región bien especializada tendrá este indicador superior a 1. Las regiones con especialización en las exportaciones agroalimentarias en ambos años serían Andalucía, Castilla La Mancha, Com. Valenciana, Extremadura, La Rioja y Murcia. Canarias la tendrían sólo en 2010.   Lri   Li  ~r r  Li  r Li  L     Li   r      L   L   L 

1

 1  CE

r j /

1

Tabla 10. Estimación de las exportaciones homotéticas (miles €) Región Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha

158 | P á g i n a

Agroalimentario 2007 1.937.112,1 1.062.034,4 446.140,4 192.367,1 218.292,7 264.344,6 374.727,1

Total 2007 14.028.885,8 7.691.428,6 3.231.022,6 1.393.154,8 1.580.912,2 1.914.427,4

Agroalimentario 2010* 2.451.475,2 1.092.754,4 437.251,1 113.898,2 257.084,7 295.281,0

Total 2010* 15.430.955,0 6.878.406,9 2.752.303,0 716.938,7 1.618.235,1 1.858.663,6

2.713.835,8

440.672,6

2.773.839,8

1.185.242,1 6.027.337,6 2.384.111,7 131.321,9 2.022.426,5 138.891,1 2.461.646,5 535.154,2 695.065,4 2.314.007,7 22.391.009,0

Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco Total

8.583.718,9 43.650.974,4 17.266.130,3 951.055,1 14.646.746,5 1.005.871,9 17.827.650,5 3.875.674,8 5.033.778,6 16.758.426,2 162.159.384,0

1.351.414,1 6.285.003,3 2.415.472,8 163.724,2 1.928.568,3 168.282,2 2.740.420,9 646.631,8 955.169,0 2.299.069,7 24.042.649,7

8.506.555,7 39.561.323,9 15.204.335,7 1.030.571,6 12.139.486,7 1.059.262,5 17.249.741,2 4.070.262,1 6.012.367,9 14.471.629,6 151.337.876,4

*Valorado a precios de 2007. Fuente: Elaboración propia.

Siguiendo a Esteban (1972b), el Regional-Share se descompone como: RS r ( t  m ) 

 r s

i

i 1

r





 ri L i ( t )  r

 r s

i

i 1

r



 ~r  ri L i ( t ) 

 r s

i 1

r

i

 ri



L ( t )  L~ ( t )  r i

r i

El primer término se denomina Regional Share Neto y muestra las posibles ventajas de localización del sector en una región concreta. Así, se podría identificar el mayor o menor dinamismo del sector en ella. Los resultados se recogen en la tabla 11. De esta forma, no habría ventajas de localización agroalimentarias en Andalucía, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y País Vasco, siendo algunas de ellas regiones históricamente fuertes en este sector. Estas ventajas sí se darían en las demás. Tabla 11. Descomposición del Regional Share bruto. Regional Share Neto Agroalimentario Total REGION Andalucía Aragón Asturias Baleares





~r ri  ri L i ( t ) r



-58.997,1 259.360,6 25.243,2 6.701,3

  s

i 1



~r ri  ri Li ( t ) r



3.102.353,4 -124.703,0 -233.708,8 -572.589,2

Efecto Distribución Agroalimentario Total

r

i

r



~r  r  ri Li ( t )  Li ( t )

-103.702,5 -125.105,3 -14.530,0 -6.088,3



 r s

i 1

i

r



~r  r  ri Li ( t )  Li ( t )



-870.998,4 -150.685,6 -35.111,2 -78.760,3

P á g i n a | 159

Canarias Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco

-67.293,4 119.332,4

173.317,8 147.089,8

-7.519,4 -49.768,3

-11.231,9 -48.169,9

32.264,6

271.588,8

4.867,1

-117,9

10.013,8 -123.040,9 -96.809,3 -8.748,5 19.786,8 9.016,7 -209.016,7 345,6 -77.084,2 299.481,2

26.157,2 -176.331,8 -9.529,6 -98.630,8 -128,7 6.399,6 -133.958,6 -219.246,4 5.117,2 197.677,2

-54.236,8 446.418,1 -164.854,5 -2.821,6 -210.639,4 41.596,4 300.844,0 110,8 178.874,6 -372.798,1

578.993,2 -953.856,4 -1.241.233,5 207.124,6 -1.746.046,3 129.032,7 1.083.239,1 509.940,2 1.560.311,6 -1.290.575,2

Fuente: Elaboración propia.

El segundo término se denomina efecto distribución y vincula el dinamismo del sector en una región con su estructura de especialización. Este efecto distribución será positivo cuando la región aumenta sus exportaciones en aquellos sectores en los que se ha especializado, por lo que tiene ventajas de localización, o cuando no se encuentra especializada en actividades en las que no tiene ventajas de localización. Esta estructura más adecuada se daría en el País Vasco, Galicia, Castilla y León, La Rioja, Castilla - La Mancha y Murcia. La contribución del efecto distribución será negativa, ante posibles errores de especialización, en el resto de comunidades, ya que la región tiene ventajas de localización en sectores en los que aún no se ha especializada, o al contrario.

160 | P á g i n a

V Estudio de las elasticidades de atracción y localización de las exportaciones.

L

a elasticidad de atracción sectorial mide la variación de las exportaciones del sector s ( y sr ), ante incrementos del total de exportaciones de esa región ( y r ). Se calcularía como:

E rsr 

  y sr  r  ys    y r  r  y

  r r    y s   y    r  r     y   y s   

Su inversa nos mide la capacidad del sector para beneficiar el crecimiento de la región. Esta elasticidad tendría valores altos si viene referida a regiones cuyas exportaciones reciben impulsos positivos para ello. Los resultados se muestran en la tabla 12. Las comunidades más dinámicas en el sector estudiado serían Navarra, Castilla y León, Castilla - La Mancha y La Rioja, destacando por encima de los sectores no agroalimentarios. Por contra, las regiones más críticas serían Cantabria, Madrid, Canarias, Aragón y Cataluña, donde habría frenos para que este sector crezca, sobre todo ante a sectores no agroalimentarios.

P á g i n a | 161

Tabla 12. Elasticidad de atracción sectorial. Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco

Sector agroalimentario 0,3608 -3,5579 -0,9830 -0,2282 -5,5433 -46,0891

Sectores no agroalimentarios 1,3214 1,3054 1,1076 1,0138 2,0202 4,5840

3,9203 3,0735 -1,9165 -0,0447 0,5056 0,1947 5,1616 -13,2924 1,0660 1,5314 0,7237

0,5261 0,7724 1,2810 1,2492 1,4895 1,0995 0,2792 1,5496 0,9340 0,9606 1,0068

Fuente: Elaboración propia.

En segundo lugar, la elasticidad de localización sectorial mide la variación de la variable estudiada del sector s en la región r ( y sr ) ante un aumento en la variable del sector s nacional ( y s ). Este indicador nos mostraría entonces las cualidades de localización regional para ese sector. De este modo, valores superiores a 1 implicarían que la variable analizada se ha favorecido de las condiciones de su región, creciendo más rápidamente que la variable nacional gracias a esa especialización propia. La aportación regional será nula ante E =1, pues crecería al mismo ritmo que el país. Calculada como rs  s

162 | P á g i n a

E rs  s

  y sr   r  r   ys   ys   ys       r    y s    y s   y s      ys 

Los resultados obtenidos se muestran en la tabla 13. De esta manera, las regiones de Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Canarias, Com. Valenciana, Galicia y País Vasco tendrían condiciones operativas negativas para desarrollar las exportaciones agroalimentarias. Se puede destacar el dato de las cuatro primeras regiones, donde aun siendo un dato crítico, es mejor que el de las exportaciones no agroalimentarias. En el caso de Com. Valenciana, Galicia y País Vasco no se presentaría especialización agroalimentaria aunque sí en otros sectores. Tabla 13. Elasticidad de localización sectorial.

Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco

Sector agroalimentario 0,5871 4,3107 1,7671 1,4723 -3,1792 7,1199 2,1673 0,3796 2,0041 0,0626 0,7087 -0,4120 5,0601 2,6568 1,0028 4,4888 -1,1841

Sectores no agroalimentarios -2,3768 1,7483 2,2010 7,2309 -1,2807 0,7827 -0,3215 -0,1055 1,4807 1,9342 -2,3079 2,5709 -0,3026 0,3424 -0,9712 -3,1124 1,8207

Fuente: Elaboración propia.

P á g i n a | 163

Desde un punto de vista positivo, como comunidades más destacables, con condiciones favorables al crecimiento, estarían Castilla - La Mancha, Madrid, Navarra, Murcia, La Rioja, Cantabria, Baleares, Asturias, Cataluña y Aragón, siendo estas cuatro últimas las únicas que destacan en los sectores no alimentarios. Por último, si replanteamos esta definición de esta elasticidad, introduciendo esta reformulación en la elasticidad de desarrollo regional, y sumando y restando 1 se obtendría la expresión siguiente: E r  



S



s 1

E  s   a s CE

r s /





S



s 1

a s CE

r s /

E  s   ( E rs  s  1)  Ars  B rs

Estos términos se denominan Elasticidad Share (Ars que indica qué habría ocurrido en una región si cada sector hubiera crecido al mismo ritmo que el sector nacional) y Elasticidad Shift (Brs referido al crecimiento concreto de cada región). Estas expresiones simplificadas serían: Ars 

B rs 

Siendo



S s 1

 

S s 1



E  s   a s CE

r s /





S

r

s 1

as E s

a s CE s /  E  s   ( E rs  s  1)  r

 yr   r E rs  s  E  s   ( E rs  s  1) y a s   sr  .  y 



S s 1

r



a s E rs  s

Así, se puede simplifi-

car la elasticidad Shift-Share como: E r     Ars  B rs 



S s 1

as E s  r



S s 1

r



a s E rs  s

La elasticidad Share tomará un valor superior a 1 cuando la estructura sectorial tenga un diseño adecuado, asentada en sectores con grandes posibilidades de crecimiento, por lo que crecerá por encima del total nacional. La elasticidad Shift tomará valores positivos cuando las peculiaridades regionales se adaptan bien a las necesidades de su estructura económica. Estas elasticidades aparecen en 164 | P á g i n a

la tabla 14. Con estas consideraciones, puede construirse una tipología regional, que aparece en el gráfico 2. Tabla 14. Elasticidades Shift y Share de las exportaciones agroalimentarias en las regiones españolas. Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla - La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco

Ars 0,3970 1,1655 1,1975 1,3117 0,9617 1,1431 0,9482 1,0633 1,0946 0,7985 -0,0637 1,0322 0,9256 1,2384 -0,0701 1,1478 1,2756

Brs -2,8127 0,6332 1,4713 8,2679 -1,8131 -0,9137 -1,7690 -1,2467 0,4579 1,2810 -2,0173 2,1083 -2,3810 -0,9416 -1,3264 -5,4994 1,1533

Suma -2,4157 1,7986 2,6688 9,5796 -0,8514 0,2293 -0,8207 -0,1834 1,5524 2,0796 -2,0810 3,1405 -1,4554 0,2967 -1,3965 -4,3516 2,4289

Fuente: Elaboración propia.

P á g i n a | 165

Gráfico 2. Representación de las elasticidades Shift y Share para las regiones españolas. 10.0

Baleares

5.0

Galicia Asturias

C. Valenciana

País Vasco

Cataluña

Aragón

0.0 -0.5

Murcia

0.0

Extremadura

Cantabria

0.5

1.0 C La Mancha

Andalucía

Madrid

1.5

C y Leon Canarias

La Rioja

-5.0

Brs

Navarra

-10.0 Ars

Fuente: Elaboración propia.

I. Regiones Tipo I (Elasticidad Shift > 0 y Elasticidad Share > 1): Serían Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Galicia y País Vasco. En estos casos, su estructura sectorial les repercutiría de manera positiva en el crecimiento, gracias a que tienen una dotación de factores adecuada; II. Regiones Tipo II (Elasticidad Shift < 0 y Elasticidad Share > 1): Castilla y León, Cantabria, Madrid y Navarra. Su modelo regional de desarrollo estaría basado en sectores dinámicos, pero se dan condicionantes regionales negativos que limitarían su crecimiento; 166 | P á g i n a

III. Regiones Tipo III (Elasticidad Shift > 0 y Elasticidad Share < 1): Sería el caso de la Com. Valenciana. Funcionaría bien, aunque su estructura sectorial no es óptima, por tener sectores maduros; IV. Regiones Tipo IV (Elasticidad Shift < 0 y Elasticidad Share < 1): Castilla - La Mancha, Canarias, Extremadura, La Rioja, Murcia y Andalucía. Tendrían problemas de crecimiento y condiciones regionales muy mejorables, con una estructura mal diseñada basada en sectores en recesión.

P á g i n a | 167

VI Conclusiones.

P

artiendo del estudio realizado, se pueden destacar que las regiones de Castilla - La Mancha, La Rioja y Murcia muestran una gran fortaleza en sus exportaciones agroalimentarias, por tener unos indicadores muy positivos. No obstante, según su elasticidade Shift y Share, estas comunidades tendrían algunos problemas de crecimiento, pues apoyan su estructura económica en sectores en recesión, presentando ciertas deficiencias en sus condiciones para que se opere de manera adecuada. La Comunidad de Navarra también destacaría, pero en menor medida, ya que no está tan especializada en el sector agroalimentario. Su desarrollo regional se estructura en sectores muy dinámicos, presentando también condicionantes que frenan su expansión. Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Cantabria y Madrid entrarían en el bloque de valoración media-alta de las regiones españolas. Sorprende la presencia de Madrid en este grupo pero se puede deber a la localización de las sedes centrales de las empresas alimentarias en esta región. En estas comunidades, también presentan algunos impedimentos en su estructura sectorial que frenan su desarrollo exportador. Aragón, Cataluña, Canarias, Asturias, Baleares y Com. Valenciana estarían dentro del perfil medio-bajo. Aunque sólo las dos primeras tienen una evolución positiva en sus exportaciones, estaríamos ante un sector exterior agroalimentario más débil, sobre todo por el mayor peso de sectores no agroalimentarios. Es patente 168 | P á g i n a

que sólo en Canarias y Com. Valenciana se percibe cierta especialización agroalimentaria, pero o su estructura general no es adecuada (caso de Canarias) o no es óptima (caso de la Com. Valenciana). Por último, Galicia y País Vasco sólo muestran resultados positivos en el análisis del efecto distribución y de las elasticidades Shift y Share. Aun teniendo una estructura sectorial adecuada y unos sectores agroalimentarios relativamente dinámicos, serían regiones más débiles con respecto al resto. De hecho, sus exportaciones agroalimentarias disminuyen en términos constantes en el periodo estudiado, con mejores indicadores en los sectores no agroalimentarios.

P á g i n a | 169

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SEMBLANZA

Ruth Noemí Ojeda López. Estudió la licenciatura de Contador Público y la Maestría en Administración. Curso estudios de especialidad en Docencia y cuenta con una segunda licenciatura en Derecho. Realizo sus estudios doctorales en la Universidad Nacional Autónoma de México obteniendo el grado de Doctora de Ciencias de la Administración haciéndose acreedora a una mención honorifica. Su experiencia académica inicia en 1992 cuando ingresa a la FCyA de la UADY, donde actualmente realiza actividades de docencia e investigación. –cuenta con certificación de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración desde 2003, así como con el reconocimiento del programa de mejoramiento al profesorado. En el ámbito de la investigación es miembro del Sistema Nacional de Investigadores con el nivel 1. Ha escrito diversos libros, capítulos de libro y artículos relacionados con las áreas económicas- administrativas y fiscal. Ha participado en numerosos foros y congresos nacionales e internacionales como ponente y/o conferencista. Su experiencia profesional incluye su participación en diversos cargos tanto en el sector público como en el privado. Actualmente participa en el sector independiente como consultor.

SEMBLANZA

José Luis Barrera Canto. Estudio la licenciatura en Ciencias de la Computación y la Maestría y Doctorado en Administración. Su experiencia académica inicia en el año 2000 impartiendo cursos de las áreas de negocios e ingeniería tanto a nivel de licenciatura como maestría en diversas universidades nacionales y extranjeras. Es actualmente consejero vocal de la División de Ingeniería y Ciencias Exactas de la Universidad Anáhuac Mayab. Ha escrito diversos artículos y ponencias relacionados con las áreas de tecnologías de información y administración. Ha sido conferencista en diversos congresos del área de tecnologías de información. Como investigador tiene amplia experiencia con software para investigación Cuantitativa y cualitativa, ha colaborado en diversos proyectos de ambos enfoques metodológicos. Es miembro del colegio de maestros en administración, A.C. siendo su presidente en el periodo 2010- 2011 y actualmente es tesorero de la Federación de Colegios de Profesionales del Estado de Yucatán, A.C.

EL COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS DIGITALES. Dr. José Luis Barrera Canto. Dra. Ruth Noemí Ojeda López.

Sumario: Resumen. I.- Comercio electrónico. II.- Normatividad internacional sobre comercio electrónico. III.- Productos digitales y sus consideraciones. IV.-Propiedad intelectual. V.- Comparativo de países. VI.- Conclusiones. VII.- Referencias.

Resumen.

E

l presente capítulo discute el concepto de productos digitales, las características que los diferencian de los servicios digitales y sus implicaciones en aspectos de comercio internacional. El mercado de estos productos está en constante crecimiento y las regulaciones existentes no responden a las dinámicas de estos nuevos productos. Aspectos como aranceles, infraestructura tecnológica, distribución o propiedad intelectual representan nuevas consideraciones que es necesario analizar, entender sus implicaciones en las prácticas tradicionales de comercio y plantear propuestas. Palabras clave: producto digital, servicio digital, e-commerce, legislación.

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Abstract. This chapter discuss the concept of digital products, how they are different from digital services, and their implications for international trade issues. The market for these products is constantly growing and actual regulations do not respond to the dynamics of these new products. Aspects such as taxes and tariffs, technological infrastructure, distribution or intellectual property represent new considerations that it is important to be analyzed, in order to understand their implications on trade practices and make proposals. Keywords: digital product, digital service, e-commerce, legislation

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I Comercio Electrónico.

L

as tecnologías de información y comunicación ( TIC) han cambiado radicalmente muchos procesos y procedimientos dentro de las empresas; los sistemas de información han evolucionado en las dos últimas décadas para irse integrando en las distintas áreas, desde sus primeras concepciones con programas para manufactura, para costos e inventarios, para la contabilidad y los registros financieros, hasta las modernas plataformas tecnológicas orientadas a la relación empresa-cliente (CRM1) y las orientadas a la gestión estratégica de recursos (ERP2). En la constante búsqueda de mercados, tanto para captar nuevos clientes como para conservar los ya existentes, las empresas han aprovechado las tecnologías de información y comunicación para implementar el concepto conocido como comercio electrónico (eCommerce o e-commerce), en el que la compra y venta de productos y servicios se lleva a cabo sobre medios electrónicos. En Europa, el sector de comercio minorista ocupa a poco más de 17 billones de empleados y para 2007, alrededor de un tercio de estos comercios minoristas ya utilizaban comercio electrónico como herramienta de comercialización. Esta nueva plataforma para llegar al consumidor sin la necesidad de una tienda física, es un importante facilitador de la expansión internacional para estas empresas (Frasquet-Deltoro, Mollá-Descals, & Ruiz-Molina, 2012). 1 2

Por sus siglas en inglés, Customer Relationship Management. Por sus siglas en inglés, Enterprise Resource Planning.

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El comercio electrónico no es un concepto nuevo, ya el uso de medios electrónicos para llevar a cabo operaciones de compra venta se realiza desde hace aproximadamente dos décadas, sin embargo, el incremento acelerado del uso de Internet por parte de los individuos para realizar transacciones y buscar servicios, ha marcado un aumento significativo en las operaciones de comercio electrónico para algunas organizaciones y para otras ha representado motivación suficiente para entrar a este esquema de comercio. Actualmente, el comercio electrónico se ha convertido en un componente clave de las políticas de desarrollo para algunos países. La Internet se ha establecido como el medio o lugar virtual donde el consumidor puede realizar transacciones comerciales, volviendo esta plataforma un nuevo mercado comercial que demanda regulaciones particulares y medios de protección para sus participantes (Cotoi, 2010). Schianu (2001 citado en Cotoi, 2010) plantea el comercio electrónico como un nuevo método post-modernista caracterizado por el deseo de sus participantes (comercializadoras, empresas y consumidores) de reducir los costos y tiempos de la entrega de bienes y servicios, para mejorar la calidad recibida. La Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica (OECD3) define una transacción de comercio electrónico como la venta o compra de bienes o servicios, realizada sobre una red de cómputo a través de métodos específicamente diseñados con el propósito de recibir o generar órdenes de compra-venta. Dichos bienes o servicios son ordenados por medio de estos métodos y plataformas, sin embargo, el pago y la entrega de los mismos no tiene que realizarse en línea (OECD, 2011). El comercio electrónico puede darse entre empresas, individuos, gobiernos u otras organizaciones públicas o privadas. La definición de medios electrónicos incluye la utilización de la WWW 3

Por sus siglas en inglés, Organization for Economic Co-operation and Development.

180 | P á g i n a

(World Wide Web), una extranet o el intercambio electrónico de datos (EDI4) para el levantamiento de la orden, excluyendo el uso de llamadas telefónicas, facsímiles o correos electrónicos redactados manualmente (OECD, 2011). Según estadísticas de la OECD (2011) a partir de los indicadores de sus países miembros, en promedio cerca del 35% de las empresas de 10 ó más empleados compran bienes o servicios usando la Internet y el 18% lo utiliza para vender, representando esto un promedio del 13% del total de sus transacciones tomando en consideración que existe una alta variabilidad entre los indicadores individuales. El avance de las TIC está presentando nuevas tendencias relacionadas con el comercio electrónico, la cantidad de usuarios de Internet está creciendo, la rápida penetración de los dispositivos móviles (smartphones) y de las redes sociales, así como los servicios en la nube (cloud computing) representan nuevas oportunidades pero también nuevos riesgos; cada vez más el consumidor está prefiriendo optar por el comercio electrónico sobre el comercio con canales tradicionales. Sin embargo, estas prácticas de comercio electrónico también enfrentan retos a resolver, algunos de ellos ajenos a las tecnologías en sí. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD5) menciona los siguientes puntos: 

4 5

Las empresas requieren una infraestructura de TIC costeable y eficiente. Algunos países no cuentan con la infraestructura adecuada para proporcionar anchos de banda suficientes que soporten adecuadamente el volumen de las transacciones generadas. Algunos países sí cuentan con la infraestructura, pero los costos asociados a estos servicios los hacen inaccesibles a algunas empresas;

Por sus siglas en inglés, Electronic Data Interchange. Por sus siglas en inglés, United Nations Conference on Trade and Development.

P á g i n a | 181













Son necesarios sistemas de pago electrónico confiables. Existe todavía mucha desconfianza por parte de los consumidores en proporcionar información de tarjetas de crédito o datos personales relacionados con sistemas de pago electrónico, generando esto la necesidad de desarrollar mejores esquemas y prácticas; Mejoras en las redes de distribución (transporte físico para los productos). La eficiencia al momento de la entrega de los bienes es fundamental para el éxito del comercio electrónico, la logística involucrada es compleja y tiene mayores demandas que en una empresa de comercio tradicional; Monitoreo y regulación fiscal de estas transacciones. Dada la naturaleza de las transacciones, los países necesitan actualizar las regulaciones fiscales relacionadas, así como establecer esquemas que garanticen un adecuado monitoreo y registro de dichas operaciones; Un marco legal que de confianza en estas transacciones. Es necesario actualizar el marco legal referente, ya que en muchos países, la legislación existente se planteó considerando esquemas tradicionales y en la mayoría de los casos, estas legislaciones no aplican o son difíciles de analizar dadas las nuevas características de las operaciones; Evitar la competencia desleal. Dada la facilidad con la que una empresa puede generar un sitio de comercio electrónico en la actualidad, es necesario establecer esquemas y regulaciones que prevengan prácticas desleales de comercio; Solucionar barreras y bloqueos internacionales de comercio. Similarmente con los aspectos fiscales y normativos, las regulaciones económicas entre países que se traducen en disposiciones de entrada y barreras para los productos, deben ser revisadas para adaptarse eficientemente a este tipo de transacciones electrónicas; La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo se encarga de discutir sobre aspectos de comercio

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internacional de los países miembros, buscando identificar y consensar las acciones apropiadas. Actualmente está conformada por 194 países. La UNCTAD tiene el E-Commerce and Law Reform Program orientado a desarrollar y establecer marcos legales y regulatorios para asegurar la confianza en las transacciones en línea (UNCTAD, 2013). El organismo dirige sus acciones con el fin de ayudar a:    

Evaluar las reformas legales que pudieran ser necesarias en los países, dadas las prácticas actuales y el desarrollo del comercio electrónico; Realizar comparaciones de las legislaciones en aspectos cibernéticos de las regiones en desarrollo; Elaborar borradores preliminares de legislación de comercio electrónico, con referencia a las leyes y modelos internacionales actuales; Generar consciencia en aspectos legales de los países en desarrollo.

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II Normatividad internacional sobre comercio electrónico.

E

l comercio electrónico no figuró como un tema importante durante las rondas de negociación del GATT6 hasta después de la Ronda Uruguay (1986-1994) que generó la transformación del GATT en la actual Organización Mundial de Comercio (OMC). Se pasó de un sistema de reglas establecida por los países participantes a un organismo internacional. Para 1995, los acuerdos de la OMC no contenían elementos específicos para comercio electrónico, pero se dieron acciones para identificar que modalidades del marco multilateral de comercio internacional pudieran adaptarse o modificarse para aprovechar estas nuevas tecnologías. En 1998 se finalizaron las negociaciones del Tratado de Tecnologías de Información enfocado fundamentalmente en la eliminación de aranceles para el comercio de ciertos productos de tecnologías de información. Ese mismo año se adoptó la Declaración sobre Comercio Electrónico Globalizado que puntualizaba la creación de un programa de trabajo para analizar todos los aspectos relacionados al comercio electrónico globalizado, tomando en consideración las necesidades económicas, financieras y de desarrollo de los países; y también establecía la decisión de no imponer aranceles a las transmisiones electrónicas. Finalmente, en 2001, la OMC inaugura la Ronda Doha7donde se inician las negocia6 7

Por sus siglas en inglés, General Agreement for Tariffs and Trade. También conocida como Doha Development Agenda.

184 | P á g i n a

ciones relacionadas con los aspectos de comercio electrónico y tecnologías de la información (Rădulescu & Dumbrăvescu, 2009). Previo a la Ronda Doha, se había establecido un programa de trabajo orientado a analizar aspectos de comercio electrónico en el contexto de los tratados y acuerdos de la OMC; creándose para esto los grupos siguientes:    

Council for Trade in Goods; Council for Trade in Services; Committee on Trade and Development; Council for Trade-Related aspects of Intellectual Property Rights.

Los trabajos concluyeron en la imposibilidad de establecer un marco regulatorio definido para transacciones de comercio internacional sobre tecnologías de comercio electrónico, debido a que no se logró un consenso en los siguientes puntos: a) clasificación de los productos digitales como bienes o servicios; b) eliminación de los impuestos arancelarios para las transmisiones electrónicas; c) acuerdos institucionales para continuar los trabajos. La Declaración Ministerial Doha reconoció estos esfuerzos y decidió continuar con el Programa de Trabajo sobre Comercio electrónico. La codificación internacional del comercio electrónico es un punto que preocupa de manera importante a todos los países involucrados, así como a las organizaciones internacionales. Constituye un proceso complejo que abarca cuatro categorías de actividades: armonización, estandarización, unificación y uniformización. El resultado de estos esfuerzos se ha manifestado en instrumentos leP á g i n a | 185

gales, convenciones internacionales, legislaciones modelo, regulaciones, etc., siendo una iniciativa importante la propuesta por parte de la Comisión para la Ley de Comercio Internacional de las Naciones Unidas (UNCITRAL8) de su Model Law on Electronic Commerce, que establece el principio de autonomía y el de nodiscriminación. Se busca facilitar la adopción del comercio electrónico tanto de manera doméstica como internacional, promoviendo igualdad en el tratamiento legal de estas operaciones (Cotoi, 2010). Shih, Dedrick y Kraemer (2005) estudiaron la percepción de los compradores y vendedores respecto de la existencia de un mecanismo legal confiable (rule of law en los países anglosajones), capaz de defenderlos ante acciones de fraude, como un elemento importante para la adopción y desarrollo del comercio electrónico. Cuando dicha percepción es fuerte, ambos protagonistas saben que tienen recursos legales eficaces en contra del fraude en línea y las personas adquieren un mayor nivel de confianza para realizar transacciones en mercados remotos. En el estudio, argumentan que el nivel de actividad de comercio electrónico en un país está determinado principalmente por cuatro factores: a) disponibilidad de recursos financieros para inversión en iniciativas de comercio electrónico; b) nivel de conocimiento y familiaridad con los mecanismos para realizar transacciones remotas; c) disponibilidad de mecanismos de pago que faciliten las transacciones en línea; y d) el nivel de consolidación de la infraestructura tecnológica para las actividades de comercio electrónico.

8

Por sus siglas en inglés, United Nations Commission on International Trade Law.

186 | P á g i n a

Analizaron también la influencia que el rule of law tiene sobre el efecto de estos factores en la actividad de comercio electrónico y los resultados arrojaron que el rule of law tiene una asociación positiva con el comercio electrónico, mientras que los costos del servicio de Internet tiene una relación negativa. Los altos indicadores de frecuencia del uso de tarjeta de crédito como forma de pago en línea sugieren que la infraestructura para este tipo de transacciones en línea existe, y por lo tanto, se esperaría que los países con estos altos indicadores también presentaran altos niveles de actividad de comercio electrónico. Sin embargo, esto únicamente se observó en los países con un alto valor de rule of law, donde los consumidores y las empresas sienten confianza y tienen menor temor de ser víctimas de algún tipo de fraude electrónico. Ajeno a las herramientas y plataformas tecnológicas que las empresas y consumidores tengan disponibles, la seguridad percibida asociada a estas plataformas es un elemento crítico para que se adopten en sus actividades comerciales. Desde la perspectiva internacional, los principales obstáculos para la actividad de comercio en línea se derivan de los aspectos legales, la falta de normatividad internacional adecuada, las diferencias entre legislaciones, y la poca colaboración para establecer acuerdos y adoptar convenciones generales. En operaciones de comercio internacional, el consumidor busca que las condiciones comerciales sean claras, expresas y completas. Conocer y entender estas condiciones comerciales le proporciona la seguridad buscada, y también es un factor importante en el proceso de selección para escoger a quien comprarle (Burinskas, Merkuryeva, & Burinskiené, 2010).

P á g i n a | 187

III Productos digitales y sus consideraciones.

E

n términos generales, se denomina producto digital a cualquier bien o servicio que puede ser digitalizado, es decir, que pueda ser convertido a formato binario (Hui & Chau, 2002).La naturaleza y características de cada producto en particular, ocasiona que su tratamiento comercial pueda ser variado y por consiguiente, su estrategia de comercialización debe estar enfocada a los atributos del bien o servicio. Para poder identificar las estrategias adecuadas, Hui & Chau (2002) proponen un sistema de clasificación de los productos digitales basado en su categoría y sus características intrínsecas. Tabla 1. Categorías de productos Nombre

Descripción

Herramientas y utilerías

Son productos que generalmente auxilian al usuario a realizar una tarea o completar un objetivo.

Contenidos digitales

El valor de estos productos está en la información que contienen, más que el producto en sí; el objetivo del consumidor es la información contenida.

Servicios en línea

Estos servicios proporcionan acceso a recursos útiles para llevar a cabo una tarea o actividad. Los usuarios no pagan por el servicio en sí sino por el derecho a usarlo para obtener los recursos.

Fuente: (Hui & Chau, 2002)

188 | P á g i n a

Tabla 2. Características de los productos Nombre

Descripción

Forma de entrega

Es el mecanismo usado por el vendedor para entregar al comprador el producto por medio de Internet. El producto puede ser descargable de forma total en un solo momento, o consumible interactivamente de forma regular.

Granularidad

Es que tan divisible es el bien o servicio, de forma que el comprador pueda recibir pequeñas partes autónomas del mismo. También se refiere a que el bien pueda entregarse en diversas versiones.

Susceptible de demostración

Que el producto o servicio pueda ser ofrecido en modo demo o try-out para que el comprador pueda evaluarlo antes de tomar la decisión de compra.

Fuente: (Hui & Chau, 2002)

Las estrategias que se implementen de comercio electrónico por parte de las organizaciones, así como todos los aspectos normativos y de impuestos, deben diferenciarse dependiendo de la categoría y de las características del producto digital específico. Algunos productos digitales pueden tratarse considerando las regulaciones actuales asociadas a productos y servicios tradicionales, sin embargo, cada vez surgen más productos y servicios diferentes, que presentan retos diversos para su comercialización y para los que es necesario la creación de nuevas regulaciones. Adicional al modelo planteado anteriormente, otras características que diferencian los productos digitales de los tradicionales (Ying, 2010) y que impactan en su tratamiento comercial, especialmente en aspectos de precios, son:  

Durante la duplicación no se pierde calidad del producto; Su espacio de almacenamiento es muy reducido, en algunos casos, casi despreciable; P á g i n a | 189

 

Su entrega está disponible 24x7 y normalmente se realiza en forma puntual e inmediata; Son fáciles de transferir y procesar.

En términos de las regulaciones internaciones actuales, la OMC establece dos categorías principales para el comercio electrónico: 



Comercio con productos digitales. Es el que se realiza con aquellos productos que de forma tradicional se comercializaban como bienes, y ahora pueden ser entregados en forma digital sobre redes de telecomunicaciones; Comercio electrónico de servicios. El que se realiza con servicios (financieros, de comunicación, de información, de gestión, etc.) que son entregados sobre redes de telecomunicaciones.

La decisión de la OMC de suspender aranceles en las transacciones electrónicas ha ocasionado que productos idénticos sean tratados de forma diferente dependiendo su modalidad de entrega. Por ejemplo, libros, música, películas o software están exentos de impuestos aduanales cuando se reciben electrónicamente, pero sí generan pago de impuestos si se reciben en forma física (Rădulescu & Dumbrăvescu, 2009). El debate surge, ¿deben considerarse un bien? ¿Un servicio? ¿Ninguno de los anteriores? Esta ambigüedad plantea una problemática importante, ya que ante las regulaciones internacionales actuales, los países miembros de la OMC se adhieren a diferentes tratados dependiendo de que el comercio sea de un bien o de un servicio ( GATT o GATS respectivamente). Por otro lado, existe la aparición de nuevos servicios relacionados con las plataformas tecnológicas de comercio electrónico, servicios cuya naturaleza es 100% digital, y para los cuáles las definiciones actuales resultan insuficientes (Rădulescu & Dumbrăvescu, 2009). 190 | P á g i n a

IV Propiedad intelectual.

L

a legislación relacionada con propiedad intelectual y derechos de autor es otro aspecto importante asociado al comercio electrónico internacional. Para las formas tradicionales de entrega de un producto, parte del mecanismo de entrega exige que se cumplan con las legislaciones tanto del país de origen como el de destino, y en caso de no cumplir algún requerimiento, la operación se detiene. Por otro lado, los medios electrónicos como forma de distribución, no exigen el cumplimiento de dichas legislaciones, ya que los bienes y servicios cruzan fronteras instantáneamente. En México, los aspectos relacionados con propiedad intelectual fundamentalmente son atendidos por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR). El IMPI es un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio con la autoridad legal para administrar el sistema de propiedad industrial del país. El INDAUTOR es un órgano desconcentrado adscrito a la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, encargado de promover y fomentar los derechos de autor, promover la creatividad, controlar y administrar el registro público del derecho de autor, mantener actualizado el acervo cultural y promover la cooperación internacional. Adicional a la legislación propia, México se ha adherido a las legislaciones internacionales, a los acuerdos y tratados internacionales. México es miembro de la OMC y de la Organización Mundial de P á g i n a | 191

Propiedad Intelectual, se ha adherido a la Convención de París para la Protección de Propiedad Intelectual, al Tratado de Cooperación de Patentes y a la Unión para la Protección de Nuevas Variedades de Plantas. Sin embargo, a pesar de toda la legislación existente, su aplicación es muy laxa y su economía informal es muy grande, con problemas graves de piratería que afectan la industria del entretenimiento, patentes médicas, software, publicaciones, entre otras áreas. En 2009 se creó la Sala Regional en Materia de Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa que para finales de dicho año ya tenía 3,000 expedientes por resolver. A pesar de todos estos esfuerzos, la demanda de bienes de piratería es muy grande constituyendo una fuente importante de ingreso para el sector informal del país. En 2010 se aprobaron reformas en materia penal que facultaron a la Procuraduría General de la República ( PGR) para perseguir de oficio a quienes realicen prácticas de piratería. Sin embargo, este es un ejemplo claro de la poca aplicación efectiva de la ley, ya que la piratería —especialmente de software y películas— ha permanecido, al grado de que es común encontrar en los mercados de ciertas ciudades un puesto semi-fijo de venta de películas y software pirata, artículos que incluso normalmente se encuentran en exhibición. En julio de 2012, México firmó el Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA) para adherirse a la nueva legislación internacional relacionada con la propiedad intelectual y combatir la piratería de bienes y servicios. Esta acción fue muy debatida en los medios de comunicación y generó bastante polémica entre la población, principalmente debido a que este acuerdo puede tener implicaciones negativas respecto de la protección de datos personales de los individuos.

192 | P á g i n a

V Comparativo de países.

C

on el objetivo de dar un panorama más puntual de las complejidades asociadas a estas prácticas comerciales, se seleccionaron tres países miembros de la OMC para analizar aspectos específicos relacionados con el tema de comercio electrónico y hacer un comparativo. Los países seleccionados se hicieron miembros de la OMC en la misma fecha –1 de enero de 1995– y representan diferentes regiones económicas y desarrollo económico. Con la finalidad de tener una consistencia de la información consultada, los datos de los 3 países se tomaron de documentos publicados por la misma institución: México (Intellectual property and ecommerce, 2010), Italia (Intellectual property and e-commerce, 2012) e India (Intellectual property and e-commerce, 2011).

México. En términos de gasto absoluto, México ocupa el segundo mercado más grande de tecnologías de información en Latinoamérica, después de Brasil. A pesar de los avances en materia de telecomunicaciones y la gradual reducción de precios de los servicios digitales y de Internet, México todavía está muy por debajo de los países más desarrollados miembros de la OECD. La actividad de comercio electrónico ha ido gradualmente en aumento en la última década, pero todavía está fuertemente concentrada en las tres ciudades más grandes del país: Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey. Este avance se ha dado en gran medida por P á g i n a | 193

que los ciudadanos lentamente han ido aceptando la idea de realizar operaciones en línea con su tarjeta de crédito sin temor a ser víctimas de algún delito, congruentemente con el postulado de rule of law (Shih, Dedrick, & Kraemer, 2005). La mayoría de las grandes empresas y ciertas empresas de mediano tamaño, mantienen un sitio web con alguna opción de comercio electrónico para sus clientes. Sin embargo, las pequeñas empresas –que representan más del 90% del total– no tienen un sitio web y las que lo tienen, predominantemente es informativo sin opciones de servicios en línea. La infraestructura tecnológica estuvo monopolizada durante muchos años por la empresa Teléfonos de México (Telmex), y ha sido hasta años recientes que empresas como Cablemás han podido ofrecer servicios de Internet y competir con Telmex. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresa paraestatal ofrece una red de fibra óptica de unos 22,000 kilómetros a todas aquellas empresas que quieran ofrecer servicios de telefonía, Internet o transmisión de datos; aunque esta red es un avance más para lograr un mercado competitivo de servicios digitales, la red de CFE abarca menos de un cuarto de extensión que la de Telmex. Hoy todavía los servicios de Telmex y Cablemás como empresas líderes, no son accesibles a toda la población debido al costo. En materia de gobierno electrónico se han concretado bastantes avances y hoy existe una amplia gama de servicios que el ciudadano puede realizar por medios electrónicos; en el estudio EGovernment Survey 2010 de las Naciones Unidas, México ocupó el lugar 56 de 190 países en el índice de desarrollo de gobierno electrónico, que mide la calidad y el alcance de los servicios en línea del país. Desde el punto de vista legal y de protección al consumidor, México obtuvo 6.1 (en una escala de 10) en la E-Readiness Surveyen la categoría de entorno legal para comercio electrónico que mide la efectividad de las leyes respecto del cibercrimen, privacidad de los datos y libertad de expresión. La Ley Bancaria y la Ley de Institu194 | P á g i n a

ciones de Crédito reconocen las transacciones realizadas sobre medios electrónicos, al igual que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores regula la compra-venta de acciones en Internet. Sin embargo, la legislación establece que las transacciones de comercio electrónico son reguladas como una transacción comercial tradicional; el Código de Procedimientos Civiles reconoce comunicaciones electrónicas como pruebas en juicios, pero la implementación de estos criterios sufre de incongruencias e inconsistencias, lo que lo hace muy ineficiente. Finalmente, en términos de materia fiscal, México no tiene regulaciones particulares o especiales para operaciones de comercio electrónico, se cobra el Impuesto al Valor Agregado ( IVA) y los aranceles aduanales que pudieran aplicar. Esto hace que su aplicación a productos y servicios digitales sea muy débil y laxa, incluso para descargas electrónicas no existe legislación que sustente la aplicación del IVA. La vigilancia y regulación de empresas basadas en Internet es escasa. Aunque ha habido esfuerzos e iniciativas para establecer lineamientos y regulaciones específicas para los aspectos fiscales y de seguridad relaciones con las transacciones electrónicas, el avance ha sido lento.

Italia. En este país el comercio electrónico se lleva a cabo con actividades tanto del tipo business to consumer (B2C) como del tipo business to business (B2B). La infraestructura necesaria para estas actividades está disponible tanto para empresas como para consumidores aunque la disponibilidad de Internet de banda ancha es comparativamente menor que con otros países de igual capacidad económica dentro de la Unión Europea. Sus sistemas de pago electrónico están muy desarrollados pero los indicadores muestran su baja utilización comparados con otros países europeos. La actividad de comercio electrónico no está muy P á g i n a | 195

desarrollada en comparación con otros países europeos debido a que la sociedad italiana se mantiene predominantemente como una sociedad de consumo basada en efectivo como forma de pago; el uso de tarjetas de crédito es relativamente bajo. Para 2011, 54.5% de la población tenía acceso a Internet, y 26.4% de los usuarios de 14 años o más habían realizado al menos una compra en línea. Para finales de 2010, solamente 14.7% de la población italiana había realizado compras en línea, muy por debajo del 40.4% de Estados Unidos o el 71.2% de Noruega; respecto de las ventas de las empresas italianas, solo el 5.4% provenían de comercio electrónico. A pesar de estar rezagado en estos indicadores, el país italiano ha mejorado considerablemente comparando sus resultados previos. La Unión Europea ha establecido legislaciones y directrices para comercio electrónico, orientadas a regular las condiciones que debe afrontar un consumidor en línea, se han normado aspectos relacionados con la publicidad engañosa, las prácticas desleales y el tratamiento de los datos personales de los consumidores; de este último punto, existen lineamientos específicos para transferir datos personales fuera del área económica europea. La Unión Europea ha avanzado mucho en aspectos legales asociados al comercio electrónico doméstico e internacional. Existen bases legales y directrices para los contratos electrónicos, que establecen claramente los derechos y obligaciones de los participantes; existe un fuerte sustento legal para el uso de la firma electrónica. Adicionalmente a toda esta legislación general, los países miembros tienen la prerrogativa de aplicar reglas domésticas al respecto. Todos los miembros de la Unión Europea han acordado un enfoque común respecto del comercio electrónico relacionado con los impuestos correspondientes. La legislación vigente distingue entre los bienes ordenados y pagados de forma electrónica, y los servicios digitales. El principio básico es aplicar el impuesto del país 196 | P á g i n a

donde se recibe el bien o servicio. Para los bienes vendidos por compañías fuera de la Unión Europea, el impuesto se recauda con la tasa del país donde se recibe el bien o servicio, pero esta práctica ha demostrado ser compleja y derivar en una amplia evasión fiscal. Para los servicios digitales (almacenamiento de sitios web, software, bases de datos, etc.) el criterio de impuestos es considerando que el servicio fue vendido en el mismo país donde se adquirió. No se aplican impuestos a las descargas digitales gratuitas, al servicio gratuito de internet o a los servicios de libre acceso a la información.

India. Este país posee una sólida legislación relativa a propiedad intelectual, abarcando patentes, diseño industrial, marcas registradas, indicadores geográficos y derechos de autor; sin embargo, la ejecución de estas leyes dista mucho de ser efectiva. Los niveles de piratería son muy altos, debido a la falta de un organismo de vigilancia bien entrenado, exceso de corrupción y un sistema jurídico saturado. La presión internacional exige a este país encontrar prontamente soluciones a estos aspectos de implementación y cumplimiento de sus leyes. El comercio electrónico se utiliza para viajes y boletaje, en el mercado minorista las categorías dominantes son compra-venta de dispositivos electrónicos, música, libros y ropa. Ciertos servicios en línea cada vez son más populares, como sitios de relaciones personales, portales de empleo, subastas y servicios financieros. En el 2011, en la India existían 19.6 millones de usuarios de Internet y 865.71 millones de usuarios de telefonía móvil teniendo la mayoría, capacidad de acceso a Internet desde dichos dispositivos. Sin embargo, un fuerte obstáculo para el comercio electrónico es la seguridad, los delitos cibernéticos como robo de identidad son P á g i n a | 197

muy frecuentes, y esto ocasiona que por desconfianza, son reducidas las personas dispuestas a utilizar Internet como plataforma de negocios. Adicionalmente, el uso de tarjetas de crédito en la India no es muy común, considerando que para una población que excede mil millones de personas, existen en circulación 17.58 millones de tarjetas. Por el lado de protección al consumidor, no existe legislación y aunque se han realizado iniciativas y se han estudiado otras leyes para tomarlas como modelos de referencia, hasta octubre de 2011 no existía algún avance al respecto. En materia de gobierno electrónico, la India ocupa lugares muy bajos en las clasificaciones internacionales, sin embargo, respecto de la región del sur de Asia, es la más avanzada en estos temas y analizando su actuación en los últimos años, el avance logrado ha sido bastante significativo. Relacionado con los impuestos, las autoridades identifican que el único cambio necesario derivado de las transacciones de comercio electrónico está relacionado con la transferencia en línea de bienes, pero la legislación actual no está preparada para esto. Las transacciones de comercio electrónico quedan bajo la categoría de impuestos y aranceles internacionales.

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VI Conclusiones.

L

a temática de comercio electrónico de productos digitales la podemos centrar alrededor de tres ejes: tecnológico, seguridad y cooperación.

El eje tecnológico abarca todos los aspectos de infraestructura necesarios para el comercio electrónico: telecomunicaciones, sistemas de pago, Internet, etc. Actualmente, este es un eje sencillo para cualquier país y empresa que quieran desarrollar esta actividad, refiriéndonos por sencillez a elementos tecnológicos existentes e identificados, donde su obtención se vuelve una problemática de gestión de recursos. Respecto al eje de seguridad, es imperante que los actores involucrados puedan realizar esta actividad con confianza en todos sus aspectos, pago, entrega, cumplimiento, calidad y resolución de conflictos. Esto exige un trabajo constante en legislación, tanto desde la perspectiva de revisión y creación, como el sistema adecuado para su aplicación y observancia. Las acciones en este eje cubren diferentes ámbitos, legal, comunicación, penal, etcétera. Este eje debe proporcionar las definiciones operativas asociadas a productos y servicios digitales, que fundamenten todo el aparato de seguridad en las transacciones electrónicas. Finalmente, el eje de cooperación exige que los países busquen esquemas de actuación y colaboración que les permitan homologar prácticas, legislaciones domésticas e internacionales. Dada la naturaleza compleja de estos acuerdos internacionales, que funP á g i n a | 199

damentalmente buscan realizar acciones conjuntas, que beneficien a los países involucrados respetando su autonomía e identidad, los tiempos asociados son largos y en relación al comercio electrónico debe buscarse una mayor capacidad de adaptación. En muchos casos, las particularidades del comercio de productos digitales no tienen un tratamiento eficiente bajo las condiciones actuales de los acuerdos comerciales internacionales. Cada eje opera con ritmos diferentes, siendo el tecnológico el más rápido de cambio y adecuación, mientras que el eje de cooperación es el más lento en producir resultados. El principal reto que un país afronta es lograr que estos ejes se sincronicen correctamente. En primera instancia podría pensarse en un enfoque secuencial, con acciones encadenadas de forma que primero se consolide un eje antes de atender al siguiente; sin embargo, dada la velocidad de las TIC para fusionarse en los procesos de las organizaciones, es muy factible que antes de consolidar el eje de seguridad (por ejemplo), cambios en el eje tecnológico planteen nuevas consideraciones y necesidades. Es necesario un enfoque orgánico, donde las acciones domésticas y externas de los países puedan reaccionar en concordancia a la evolución conceptual de una nueva categoría de elementos. Las definiciones tradicionales de bien y servicio ya no son suficientes, y las definiciones en uso de bienes y servicios digitales se han derivado de su contraparte, heredando por consiguiente características que en algunos casos ya no están presentes. Nuevas definiciones son necesarias, totalmente puras, asociadas a la naturaleza intrínseca de estos nuevos elementos de comercio.

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VII Referencias. Cotoi, E. (2010). Electronic commerce within the context of globalization. Annals of DAAAM & Proceedings., 727-728. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=a9 h&AN=55674821&lang=es&site=ehost-live Frasquet-Deltoro, M., Mollá-Descals, A., & Ruiz-Molina, M. E. (2012). Factores determinantes y consecuencias de la adopción del comercio electrónico B2C: una comparativa internacional. Estudios Gerenciales, 28 (123), 101-120. Hui, K., & Chau, P. (2002). Classifying Digital Products. Communications of the ACM, 45(6), 73-79. Intellectual property and e-commerce. (2010). Country Commerce. Mexico, 63-74. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=bt h&AN=53549209&lang=es&site=ehost-live Intellectual property and e-commerce. (2011). Country Commerce. India, 84-95. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=bt h&AN=69989822&lang=es&site=ehost-live Intellectual property and e-commerce. (2012). Country Commerce. Italy, 68-83. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=bt h&AN=74631156&lang=es&site=ehost-live P á g i n a | 201

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SEMBLANZA

Óscar Rodil Marzábal. Es Doctor en Economía, profesor de Economía Aplicada y miembro del Grupo de Investigación en Innovación, Cambio Estructural y Desarrollo Económico (ICEDE) de la Universidad de Santiago de Compostela. Forma parte de la Comisión Académica del Máster en Desarrollo Económico e Innovación que se imparte en dicha universidad. Es profesor de Estructura Económica Mundial en titulaciones de Grado y, de Innovación, comercio y competitividad en titulación de Máster. Sus principales líneas de investigación son: crecimiento económico, comercio e integración, economía y políticas de innovación. También ha realizado estudios de ámbito regional y sectorial, así como sobre las disparidades regionales en la Unión Europea. Ha participado en proyectos de investigación de carácter público-competitivo (de ámbito nacional y europeo) y, cuenta con numerosos libros y artículos científicos.

SEMBLANZA

Jorge Alberto López Arévalo. Es economista por la Universidad Nacional Autónoma de México, Maestro en economía por la Universidad de La Habana y Doctor en economía aplicada por la Universidad de Santiago de Compostela, España. Actualmente se desempeña como profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas. Ha sido profesor-investigador visitante en el doctorado en economía aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, la Universidad de Cantabria en España, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, del Centro Universitario de Occidente de la Universidad de Guadalajara en México. Fue ganador de la cátedra extraordinaria de economía “Tomás de Mercado” de la Universidad de Salamanca en 2009. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1.

EL COMERCIO INTRA-INDUSTRIAL EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMÉRICA DEL NORTE (TLCAN). Óscar Rodil Marzábal.

Universidad de Santiago de Compostela. ([email protected])

Jorge Alberto López Arévalo. Universidad Autónoma de Chiapas. ([email protected])

Sumario: Resumen. I.-Introducción. II.- Aspectos teóricos: Integración y Comercio Intra- Industrial. III.- El TLCAN como eje dinamizador del comercio en América del Norte: una panorámica. IV.-Tendencias en la evolución del comercio intra-industrial en el TLCAN. V.-Conclusiones. VI.- Referencias bibliográficas.

Resumen.

U

no de los fenómenos más destacables del comercio mundial es el creciente predominio del comercio intraindustrial, entendido como el intercambio de diferentes variedades del mismo bien. Si bien dicho fenómeno se puso de manifiesto sobre todo en el marco de los procesos de integración regional, entre los que destaca el caso europeo, puede presentar sin embargo diferencias en base al tipo de países participantes. Este trabajo tiene como objetivo analizar las características y evolución de este fenómeno en el contexto de los países participantes en un P á g i n a | 205

proceso de integración relativamente reciente como es el caso del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), a la luz de los cambios acontecidos en la escena mundial. Palabras Clave: Comercio Intra-Industrial, Comercio Mundial, Integración Económica, TLCAN.

Abstract. One of the most remarkable phenomena of world trade is the increasing prevalence of intra-industry trade, defined as the exchange of different varieties of the same good. This phenomenon was evident especially in the context of regional integration processes, among which the European case. However there are differences based on the type of participant countries. This paper aims at analyzing the characteristics and evolution of this phenomenon in the context of NAFTA (North American Free Trade Agreement), a relatively recent integration process, in the light of the changes occurring on the world stage. Key words: Intra-Industry Trade, World Trade, Economic Integration, NAFTA1.

1

Los autores desean agradecer a Saúl Valdez Gastelum, postgraduado de Economía de la UNAM, su labor de colaboración y asistencia en el tratamiento de la información estadística.

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I Introducción.

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no de los fenómenos más destacables del comercio mundial es el creciente predominio del comercio intraindustrial, entendido como el intercambio de diferentes variedades del mismo bien. Si bien dicho fenómeno se puso de manifiesto sobre todo en el marco de los procesos de integración regional, entre los que destaca el caso europeo, puede presentar sin embargo diferencias en base al tipo de países participantes. Este trabajo tiene como objetivo analizar las características y evolución de este fenómeno en el contexto de los países participantes en un proceso de integración relativamente reciente como es el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés), a la luz de los cambios acontecidos en la escena mundial. Para alcanzar este objetivo, el trabajo se estructura en tres apartados, además de esta introducción y las correspondientes conclusiones. En primer lugar, se abordan los aspectos conceptuales y teóricos relativos a los dos ejes del presente trabajo: la integración económica y el comercio intraindustrial. En segundo lugar, se realiza una breve panorámica del TLCAN con el fin de identificar los rasgos más destacables y singulares de este proceso de integración que incluye a países de muy desigual nivel de desarrollo. En el último apartado se aborda el análisis del comercio intra-industrial en el marco de este proceso de integración y desde una perspectiva espacial comparada, diferenP á g i n a | 207

ciando los diferentes flujos bilaterales de comercio que tienen lugar entre los tres países socios. Para el análisis empírico se parte de la información proporcionada por la base de datos de Naciones Unidas, UN COMTRADE, tomando como período de referencia para dicho estudio el período 1990-2011.

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II Aspectos Teóricos: Integración y Comercio Intra-industrial.

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omo se señaló anteriormente, este trabajo versa sobre un fenómeno concreto, el comercio intra-industrial, en un contexto analítico determinado, el proceso de integración del TLCAN. Debemos señalar que la integración económica y el comercio intra-industrial son dos conceptos diferenciados, aunque en la práctica han venido manifestándose de forma conjunta. En pocas palabras y a la luz de los diversos estudios realizados, se puede afirmar que uno de estos fenómenos (integración económica) facilita, aunque no determina, la formación del otro (comercio intraindustrial). Para entender mejor esto, conviene realizar un breve acercamiento teórico y conceptual a cada uno de ellos. La teoría tradicional de la integración económica emerge en los años sesenta a la luz de los trabajos de Jacob Viner (1950), sobre todo centrada en torno al estudio de los efectos estáticos que tienen lugar como consecuencia del establecimiento de una Unión aduanera y que afectan al comercio, al consumo y a la producción de los países que se integran. Estos efectos estáticos se derivan de la alteración de los precios relativos debido a la liberalización interna (eliminación de barreras) y al mantenimiento de una cierta protección con respecto a terceros países, ajenos al proceso de integración. El efecto estático más pretendido, dado que conduce a una asignación más eficiente a nivel global, es el denominado efecto “creación de comercio”, que consiste en un aumento de los flujos P á g i n a | 209

de comercio entre los países que se integran, como consecuencia de la liberalización recíproca, aunque no necesariamente simétrica. Esta creación de comercio “interna” puede ser a costa de la sustitución de toda o parte de la producción de un país socio por la producción más eficiente de otro(s) país(es) socio(s) (efecto producción); aunque también puede corresponder a una creación de comercio “neta” debido a una elevación de los niveles de consumo derivada de una reducción de los precios (efecto consumo). Alternativamente, la teoría tradicional de las uniones aduaneras identifica otro efecto estático, de signo contrario al anterior en la medida en que su existencia conduce a un empeoramiento de los niveles de eficiencia en la asignación de los recursos a nivel global. Se trata del denominado efecto “desviación de comercio”, que consiste en una sustitución de importaciones procedentes del exterior del área integrada por producción menos eficiente procedente de un país socio 2. De lo anterior se deduce que cuanto mayor sea el efecto creación de comercio y menor el efecto desviación de comercio, más beneficioso será el proceso de integración desde una perspectiva de eficiencia global3. Diversos trabajos han abordado esta problemática para diferentes escenarios de integración, aunque con una clara preponderancia del caso europeo, debido a su mayor amplitud temporal y espacial. Con referencia al caso del TLCAN, algunos trabajos (Rodil y López 2011) han puesto de manifiesto la existencia de un predominante efecto creación de comercio en el caso de México, con especial presencia en los sectores de mayor significación económica (maquinaria, bienes de equipo, automóviles…). Adicionalmente, señalan la particular evidencia de que una parte importante de esta creación de comercio es de carácter intra-industrial, respondiendo en gran medida al patrón dictado por el capital transnacional. 2

La razón de este comportamiento aparentemente irracional se halla en el hecho de que, si bien la producción interior (país socio) es menos eficiente que la exterior (resto del mundo), la liberalización interna puede llevar a una alteración de los precios relativos suficiente como para alterar “artificialmente” (vía arancelaria) los niveles de competitividad. 3 Se demuestra que lo mismo se puede deducir en términos de niveles de bienestar.

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Al margen del interés que puedan suscitar los efectos estáticos, cuyo estudio cuenta con una amplia tradición en la literatura de la integración, resultan todavía más importantes, por sus implicaciones en términos de crecimiento de largo plazo, los efectos de carácter dinámico. Estos efectos se relacionan con el aumento del tamaño del mercado (a más socios, más mercado y más clientes potenciales) y con la intensificación de la competencia (a más socios, más competidores). En última instancia, estos efectos se traducen en un mejor aprovechamiento de las economías de escala, una reducción de los márgenes de precios, un mayor estímulo a la innovación, etc. Todos estos elementos tienen su incidencia en los niveles de crecimiento e innovación en el medio y largo plazo, por lo que su impacto es de mayor repercusión que el que se pueda derivar de los efectos de carácter estático. En lo que se refiere al estudio del impacto de los procesos de integración sobre la dinámica de las disparidades económicas, el debate se puede agrupar en diversas corrientes teóricas. Estas corrientes van desde las de corte neoricardianas y neoclásicas hasta las teorías neoschumpeterianas de la innovación. Las primeras consideran que de estos procesos resultaría una reducción de la disparidad económica entre los países, debido a los flujos contrapuestos de capital y tecnología desde el centro a la periferia y de capital humano de la periferia al centro. Por su parte, las segundas consideran que los procesos de divergencia aumentan debido a los costes ligados a la difusión del conocimiento, considerando que las transferencias de conocimientos tecnológicos (spillovers) benefician a los territorios en donde se ha producido la innovación y que la transmisión de éstos no se produce de manera equitativa y su coste aumenta con la distancia (notables desarrollos se han producido desde las aportaciones de autores tales como Dosi 1988; Audretsch y Feldman 1996; Storper 1997). Estos spillovers, a modo de desbordamientos del conocimiento, generan efectos multiplicadores en los espacios donde ya hay una alta concentración de tecnología y actividad innovatiP á g i n a | 211

va, que suelen coincidir con los espacios centrales (Archibugi y Iammarino 2002). Ello lleva a la aparición de círculos virtuosos del conocimiento, mientras que los espacios periféricos no sólo se encuentran más alejados para beneficiarse de la difusión de éste, sino que su estructura industrial y empresarial no es la más adecuada para la asimilación y recepción de la innovación (Cohen y Levinthal 1998). Otra línea muy productiva y sugerente viene dada por la denominada “nueva geografía económica”, que arranca en gran medida de la aportación de Fujita, Krugman y Venables ( 1999). Esta corriente considera que la combinación de factores, como una mayor accesibilidad y una mejor dotación de recursos humanos con la existencia de fuertes vínculos empresariales y de economías de escala y aglomeración, así como menores costes de transporte en los centros, favorece una cada vez mayor concentración de la actividad económica y una mayor divergencia (Rodríguez-Pose y Petrakos 2004). En última instancia, se puede afirmar que las diferentes teorías económicas no ofrecen una respuesta unívoca sobre el impacto territorial de los procesos de integración, ya que los posibles efectos varían dependiendo del enfoque teórico (Rodríguez-Pose y Petrakos 2004). Por ello se hace necesario recurrir al análisis empírico concreto para establecer en qué medida y de qué formase manifiestan los principales efectos y relaciones. En lo que se refiere al fenómeno del comercio intra-industrial, su estudio se inicia en los años sesenta con los trabajos de Verdoorn (1960), Balassa (1963) y Grubel (1967), entre otros. En sus inicios, estos estudios tenían como referencia fundamental al que era en aquellos años el principal y más ambicioso proceso de integración económica: la Comunidad Económica Europea, creada a raíz del Tratado de Roma de 1957. Estos autores partían de la constatación empírica de que una parte creciente de los flujos comerciales entre los países que se estaban integrando respondía a un patrón de especialización diferente del tradicional de tipo inter-industrial, 212 | P á g i n a

consistente en el intercambio de diferentes productos. La novedad era que una parte creciente de los intercambios comerciales internacionales tenía lugar dentro de las mismas industrias y sectores. Esta novedosa forma del comercio internacional dio lugar al concepto económico hoy denominado comercio intra-industrial. El análisis del comercio intra-industrial fue objeto de notables desarrollos en particular a partir de las nuevas teorías del comercio internacional, que con creciente profusión desde los años noventa han ido incorporando nuevos elementos explicativos a raíz de las aportaciones de autores tales como Krugman ( 1995), Grossman y Helpman (1990), entre otros. Estos enfoques han llevado a que se distingan en la actualidad dos pautas diferentes, y en cierta medida contrapuestas, en la especialización comercial de los países: la especialización inter-industrial (intercambio de productos distintos) y la especialización intra-industrial (intercambio de variedades diferentes del mismo producto). Las explicaciones que para cada tipo de especialización nos proporciona el marco teórico actual son notablemente diferentes. El caso de la especialización inter-industrial responde adecuadamente a lo que ha venido constituyendo el núcleo central de la teoría clásica y neoclásica del comercio, ejemplificada tradicionalmente por la explicación aportada por David Ricardo, que demostró que para que dos países comerciasen entre sí y que fuese beneficioso para ambos bastaría con que existiese una diferencia relativa (y no absoluta, como había afirmado anteriormente Adam Smith) en los costes de producción de los bienes. De este modo, la explicación de la ventaja comparativa ricardiana predecía que cada país tendería a exportar aquellos bienes que obtuviesen con menores costes relativos (aunque sin lograr explicar el porqué de estas diferencias). Un siglo más tarde, los economistas suecos, Heckscher y Ohlin (H-O) ofrecieron una explicación de estas diferencias de costes relativos aludiendo a las desiguales dotaciones factoriales de los países, aunque hay que reconocer que a partir de una serie de supuestos basP á g i n a | 213

tante restrictivos (dos países, dos bienes, no movilidad internacional de los factores,…). En definitiva, este tipo de interpretaciones pueden ayudar a entender, por ejemplo, por qué algunos países exportan determinado tipo de bienes e importan otros totalmente diferentes. Sin embargo, ni la aportación de Ricardo ni la de H-O sirven para explicar una parte cada vez más importante del comercio internacional: el comercio intra-industrial. De hecho, sus planteamientos resultan incluso contradictorios con la existencia de este tipo de comercio, ya que, de acuerdo con H-O, los sectores exportadores e importadores deben diferir en función de las ventajas (exportaciones) y desventajas (importaciones) que tenga cada país. Esta previsión no se cumple en el país que exporta e importa variedades de un mismo producto. En este marco explicativo, la idea de que una economía pueda al mismo tiempo exportar e importar bienes similares o sustitutos resulta incomprensible. En cualquier caso, esto no debe ser considerado una crítica hacia los planteamientos de Ricardo y de Heckscher y Ohlin ya que fueron desarrollados en un contexto histórico en el que todavía no existía el comercio intraindustrial, que como se ha señalado es un fenómeno que se desarrolla posteriormente. La teoría moderna del comercio proporciona hoy en día una serie de elementos explicativos, a través de los modelos de competencia imperfecta, economías de escala y diferentes variedades. En este sentido, el comercio intra-industrial aparece como resultado de la existencia de rendimientos crecientes, empresas capaces de diferenciar productos sin incurrir en costes adicionales y de consumidores con gustos diversos. Por una parte, las economías de escala promueven la concentración productiva, originando intercambios comerciales intensos al tratar de abastecer amplias demandas desde un mismo punto de producción. Por otro lado, cada empresa puede diferenciar productos respecto a empresas rivales para segmentar la demanda y mantener así un cierto grado de monopolio sobre su 214 | P á g i n a

variedad. Finalmente, un requisito imprescindible para que surja el comercio intra-industrial es la existencia de una amplia masa de consumidores finales con preferencias diversas respecto a las múltiples variedades de producto ofertadas. Como se puede deducir fácilmente, estas condiciones tienden a adquirir una mayor notoriedad en los procesos de integración económica que tienen lugar, en particular, entre economías de mayor nivel de desarrollo económico; lo que explica por qué ciertas áreas de integración, como la europea, protagonizan este tipo de intercambios. En este sentido, existen diversos procesos que se han ido desarrollando de forma paralela al auge de los intercambios intraindustriales y que, en cierto modo, han resultado impulsados por estos. En este sentido, destacan los avances en la liberalización comercial, en particular de los productos industriales, que se han producido tanto a nivel mundial (GATT, OMC) como regional (UE, TLCAN, ASEAN, Mercosur, Mercado Común Centroamericano…), y que han sido guiados sobre todo por la expansión del comercio intra-firma en la búsqueda de la libre movilidad de los bienes tanto intermedios como finales que es favorable a las empresas multinacionales. Algunos trabajos relativamente recientes (Navaretti, Haaland y Venables 2002; OCDE 2002, Helpman 2006) introducen este último elemento en el análisis del comercio intra-industrial, centrándose en el papel desempeñado por las empresas multinacionales que se han convertido en las auténticas protagonistas del actual proceso de globalización. A modo de síntesis se pueden identificar tres modelos explicativos del comercio intra-industrial: en primer lugar, el comercio intra-industrial basado en la diferenciación de productos y en las economías de escala (la explicación más general y extendida; íntimamente ligada a los procesos de integración); en segundo lugar, el comercio intra-industrial de bienes funcionalmente homogéneos (ligado al comercio fronterizo y al comercio periódico o estacional); y, por último, el comercio intra-industrial basado en la brecha tecP á g i n a | 215

nológica así como en el ciclo de vida del producto y en la internacionalización del proceso productivo (comercio intra-firma).Otra forma de diferenciación es la que existe entre comercio intraindustrial vertical y horizontal. En este sentido, se habla de comercio intra-industrial horizontal cuando dos cadenas de producción independientes llevan al intercambio internacional de bienes de la misma industria con un mismo nivel de elaboración. Por su parte, hablamos de comercio intra-industrial vertical cuando una misma cadena de producción se localiza en diferentes países, dando lugar a la reexportación de bienes (Dussel y León González 2001). A nivel metodológico, se han diseñado indicadores para cuantificar la mayor o menor presencia de comercio intra-industrial en los intercambios de las diferentes economías, entre los que destaca el índice de Grubel y Lloyd. Éste se construye sobre la base de que los flujos comerciales bilaterales entre países se pueden dividir en dos grupos: uno correspondiente al comercio de tipo interindustrial, y que se refiere al flujo comercial neto (exportaciones netas de un país con el resto del mundo), y otro al comercio de tipo intra-industrial, que coincide con el resto de los flujos comerciales (el flujo total menos el flujo neto). Este índice presenta valores entre 0 y 1 en función de la no existencia (valor igual a 0) o existencia total (valor igual a 1) de comercio intra-industrial4. Para el cálculo del índice a nivel agregado frecuentemente se utiliza una expresión corregida con el fin de evitar el efecto desequilibrador de la balanza comercial5. Por otro lado, dado que la medición del comercio intraindustrial puede resultar afectada por el nivel de desagregación sectorial, lo más apropiado es emplear la mayor desagregación dispo4

La fórmula del índice agregado de Grubel y Lloyd es la siguiente: IGL=1-[ximi/(xi+mi)], donde xi y mi es el valor de las exportaciones e importaciones del sector i respectivamente. 5 La versión corregida del índice agregado de Grubel y Lloyd viene dada por la expresión: IGLcorregido=[(xi+mi)-xi-mi]/[(xi+mi)-xi-mi], siendo xi y mi el valor de las exportaciones e importaciones del sector i respectivamente.

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nible con el fin de no catalogar como comercio intra-industrial flujos comerciales que en realidad son de naturaleza inter-industrial6. En el presente trabajo, la información estadística consultada para el caso de Estados Unidos, Canadá y México proceden del United Nations Commodity Trade Statistics data base (en adelante, UN Comtrade). Finalmente, debe señalarse que la mayoría de los trabajos que abordan el estudio del comercio intra-industrial se refieren al comercio de países desarrollados, contemplando en mucha menor medida el de los llamados países emergentes. Por ello, una de las peculiaridades del presente trabajo es que involucra el comercio de países desarrollados (Estados Unidos y Canadá) con países de menor nivel de desarrollo (México).

6

En ocasiones puede ocurrir que se tengan índice Grubel y Lloyd (GL) altos por un error de agregación y no necesariamente se trate de un indicador de Comercio Intra-industrial (el comercio de Haití en artículos manufacturados con Estados Unidos es una buena ilustración; el índice GL alto resulta del funcionamiento de operaciones de ensamblaje que reflejan dotaciones y precios de factores diferentes) (Bulmer-Thomas, 2000).

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III El TLCAN como eje dinamizador del comercio en América del Norte: una panorámica.

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ara entender bien el papel que ha venido desempeñando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, suscrito en 1994 entre Estados Unidos, México y Canadá, es preciso señalar los compromisos acordados. En concreto, entre los objetivos del TLCAN estaban: a). Eliminar los obstáculos al comercio y facilitar la circulación

transfronteriza de bienes y servicios entre los territorios de las partes.

b). Promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio. c). Aumentar sustancialmente las oportunidades de inversión en los territorios de las partes. d). Proteger y hacer valer, de manera adecuada y efectiva, los derechos de propiedad intelectual en territorio de cada una de las partes. e). Crear procedimientos eficaces para la aplicación y el cumplimiento de este tratado, para su administración conjunta y la solución de controversias. f). Establecer lineamientos para la ulterior cooperación trilateral, regional y multilateral para ampliar y mejorar este tratado (Secofi 1993). 218 | P á g i n a

Desde el 1 de enero de 2008, teóricamente, no debería existir ninguna clase de barrera, arancelaria o no, en el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Ésta fue la primera vez en la historia en que dos naciones industrializadas firmaron un tratado de libre comercio con un país en vías de desarrollo. El TLCAN es muy desigual en términos de tamaño de las economías. En conjunto Canadá y México apenas representan el 14 por ciento del PIB de esa área de libre comercio y por consiguiente el tamaño de los mercados es muy asimétrico (Gráfico 1). Lo es más si a eso le agregamos que el PIB per cápita y la distribución del ingreso son no muy distantes entre Estados Unidos y Canadá, mientras que México guarda una asimetría considerable (Gráfico 2). Gráfico 1

Fuente: Elaboración propia con base en Banco Mundial.

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Gráfico 2

Fuente: Elaboración propia con base en Banco Mundial.

Como era de esperar, la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha conllevado un creciente dinamismo de los intercambios comerciales del interior de este bloque regional. No obstante, merece también ser señalada la existencia de ciertas asimetrías y particularidades que nutren de diversidad la evolución de esta experiencia de integración. En el caso de México, su entrada en el TLCAN ha acelerado su integración plena al proceso de globalización y a la estructura de fábrica mundial. En realidad, este país ya lo venía haciendo en cierta medida desde su incorporación al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) desde 1986, 220 | P á g i n a

aunque la consolidación de este proceso tiene lugar a raíz de la firma del TLCAN. Actualmente, México tiene firmados 12 Tratados de Libre Comercio con 44 países (TLCs), 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) y 9 acuerdos de comercio (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) (Secretaría de Economía, 2013) 7 .Por su parte, Estados Unidos tiene firmados 14 tratados con 20 países y Canadá 7 tratados con 11 países (OMC 2013). México, pese a tener firmados acuerdos comerciales con numerosos países, su comercio se encuentra fuertemente concentrado con Estados Unidos; emergiendo recientemente China como el más importante proveedor en el mercado de los Estados Unidos, desplazando a México en 2003 y a Canadá en 2009 y como el segundo proveedor en el caso de México y Canadá, por detrás de Estados Unidos (López, Rodil y Valdez 2013). En este contexto, el principal cambio estructural que experimentó México en relación al proceso de apertura que inició con el cambio de modelo económico iniciado en 1982, la incorporación de México al GATT en 1986 y que se consolidó con la firma del TLCAN en 1994 fue sin duda en la estructura de las exportaciones, pues pasó de ser un país que exportaba petróleo a uno que exporta fundamentalmente bienes manufactureros (Gráfico 3).

7

Además, México participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la ALADI (Secretaría de economía, 2013).

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Gráfico 3

Fuente: Elaboración propia con base a datos INEGI.

Existen planteamientos que abogan por las ganancias del comercio para los países atrasados en su relación con los desarrollados, por ejemplo nos dice Dornbusch (1992:185) que en un escenario de competencia perfecta, un país pequeño y tomador de precios se beneficiará con la eliminación de aranceles. Los consumidores se benefician, pues sus ingresos se incrementan, y los recursos son utilizados más eficientemente porque ya no son destinados a producir bienes que podrían ser importados a menor precio. Sin embargo, esas propuestas pertenecen a la teoría económica convencional, aunque las corrientes heterodoxas (de influencia marxista o keynesiana) sostienen la existencia del intercambio desigual y que el libre comercio puede aumentar la desigualdad de estas relaciones (Berzosa 2002:127). 222 | P á g i n a

La experiencia demuestra, en todo caso, que lo conveniente no parece ser el proteccionismo o la liberalización a ultranza, propuestos como nuevo estilo de desarrollo para México, sino la liberalización y la protección selectiva, que deben considerar el diferente grado de desarrollo entre México, Estados Unidos y Canadá. En este sentido, México no debería renunciar a contar con una política industrial en aras de la liberalización, ni reproducir los altos niveles de ineficiencia del proteccionismo a ultranza. La propuesta de Dornbusch en el caso de México resulta hasta cierto punto improcedente, pues él es el economista que más se asocia en América Latina a las propuestas de estabilización heterodoxa y una de las condiciones establecidas en el país mediante la política de los “pactos” fue la utilización del tipo de cambio como ancla dentro del proceso de combate a la inflación, por un lado, y la apertura comercial, por el otro. Se puede decir que hasta el año 2000 el comercio de Estados Unidos con sus socios comerciales iba cobrando cada vez mayor importancia y el TLCAN era el eje dinamizador, pero comienza un declive a partir de 2001. Sin duda, la firma en 1999 por parte de China del acuerdo de nación más favorecida con Estados Unidos y su incorporación a la Organización Mundial de Comercio en 2001 tiene que ver con la disminución del peso relativo del comercio de Estados Unidos con sus socios comerciales del TLCAN (Gráfico 4).

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Gráfico 4

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

Por otro lado, desde una perspectiva empírica, el TLCAN puede resultar afectado porque el cálculo de las cadenas de valor mundiales que participan en esta área de libre comercio se reflejan en las estadísticas sobre las corrientes comerciales internacionales en términos brutos, lo que comporta una contabilización múltiple del comercio de productos intermedios. Ello distorsiona la realidad del comercio en el área del TLCAN y en el mundo, pudiendo encontrarse importantes diferencias si el comercio se mide por el contenido nacional de las exportaciones y no por las corrientes comerciales brutas (Koopman “et al”. 2012). El hecho de que se atribuya a los países que realizan principalmente actividades en las fases posteriores del proceso productivo la mayor parte del valor de los bienes y servicios influye en los desequilibrios trilaterales. Por ejemplo, una 224 | P á g i n a

parte considerable de las importaciones estadounidenses procedentes de México es el resultado de la adquisición a empresas estadounidenses de bienes y servicios que se ensamblan en México para obtener el producto final. En este sentido, un aumento de los aranceles tendría efectos negativos en el empleo en esas empresas estadounidenses. (OMC 2013b). Por otro lado, el tamaño de las economías influye en el coeficiente de cobertura por tratados de libre comercio y ello tiene que ver con que, tanto para Canadá como para México, Estados Unidos es su principal socio comercial; mientras que para Estados Unidos, si bien sus socios comerciales son los más importantes del lado de las exportaciones, ha convertido a China en su principal proveedor, desplazando a Canadá y México a un lugar secundario. Además, los porcentajes que representa para Canadá y México el comercio con Estados Unidos es muy superior al de éste con ellos por el tamaño del mercado. Tabla 1. Coeficiente de cobertura por comercio de los acuerdos comerciales en países del TLCAN en 2009 Países Estados Unidos Canadá México

Cobertura por tratados de libre comercio (%) Exportaciones + Importa- Exportaciones Importaciones ciones 34.4 40.1 30.5 68.4 81.5

77.7 93.0

59.2 70.2

Fuente: Organización de Comercio Exterior de Japón (JETRO), 2010 JETRO Global Trade and Investment Report. Tomado de Rosales y Kuwayama, 2012.

Para concluir este apartado, nos referiremos a la evolución de la tasa de apertura de los tres Estados miembros del TLCAN a lo largo de las dos últimas décadas (Gráfico 5). Como se puede observar, dicha tasa de apertura ha tendido a aumentar de forma especialmente clara a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre P á g i n a | 225

comercio en los tres casos, si bien en el caso de Canadá presenta una inversión de este proceso a partir del año 2001. En el caso de México también se observa este cambio de tendencia, aunque a partir de 2004 tiende a continuar paulatinamente con su proceso de apertura. Por su parte, el caso de Estados Unidos resulta llamativo por dos razones. En primer lugar, por mostrar una tendencia continuada de apertura que apenas sufre una breve ralentización al inicio del presente milenio, para recuperar dicha tendencia a continuación. En segundo lugar, si bien Estados Unidos destaca por un menor grado de apertura comercial que sus dos socios comerciales (apenas el 30%, frente al 60% de México y Canadá en el año 2011) 8, comparte con México un singular avance en términos relativos (un 50% más de apertura en comparación con el inicio del período analizado, 1990-2011). Lo anterior evidenciaría empíricamente lo que Martínez Peinado (2010), denomina economía extravertida para el caso de México, pues en el caso de Canadá y Estados Unidos, el desarrollo del sistema de crédito y del sector exterior aseguran la dinámica auto centrada, en la que, en definitiva, las necesidades del mercado interno definen las relaciones externas (mediante la expansión comercial y financiera) y el consumo improductivo del excedente (consumo de lujo, tercerización y otros mecanismos de absorción del excedente). Mientras que en el caso de México se trataría de aquellas economías que no pueden retener los avances en productividad en su seno, sino que se les fugan a través del comercio con los centros (Intercambio desigual) y el ajuste financiero permanente (endeudamiento externo). Es decir, como México no es CENTRO, no forma 8

No se debe obviar, en este sentido, que existe una regularidad empírica en tanto que se viene observando con carácter casi universal la existencia de una relación inversa entre el tamaño de una economía y su grado de apertura comercial. Una razón que contribuye a explicarlo es el hecho de que cuanto mayor es el mercado interno, menor es la necesidad de búsqueda de clientes y proveedores en el exterior y más amplia y variada es la disponibilidad de materias primas e insumos. Por el contrario, las economías de tamaño reducido se ven más obligadas a la búsqueda de clientes y proveedores en el exterior, así como de materias primas e insumos.

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parte del núcleo de la acumulación auto centrada del capitalismo global, porque no cuentan, para él, como mercados internos nacionales, sino como corona externa (y siempre dependiente, por extravertida) del mercado interno mundial. Gráfico 5

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

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IV Tendencias en la evolución del comercio intra-industrial en el TLCAN.

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iguiendo el eje central del trabajo, trataremos de mostrar a continuación en qué medida se observan avances en los flujos comerciales de carácter intra-industrial en un contexto temporal marcado por el proceso de inserción del TLCAN, y qué pautas específicas se constatan en su evolución. En este sentido, partimos de los resultados alcanzados en otros estudios llevados a cabo con anterioridad (Dussel y León González 2001; OCDE 2002; Rodil y López 2008, 2011; entre otros), que apuntan a la existencia de una creciente presencia del carácter intra-industrial en los intercambios comerciales intra-TLCAN. No obstante, el presente trabajo incorpora un enfoque analítico singular en la medida en que se profundiza en el fenómeno del comercio intra-industrial a partir del análisis comparado del conjunto de los intercambios intra-TLCAN, es decir abarcando las tres economías implicadas y diferenciando los flujos bilaterales. Siguiendo este planteamiento, se analizan por separado el comercio entre Estados Unidos y México, entre Estados Unidos y Canadá y entre México y Canadá. A modo comparativo también se realiza un análisis del comercio intra-industrial del conjunto del TLCAN con el resto del mundo, con el objeto de comprobar en qué medida se está produciendo un proceso de especialización dual: de carácter intra-industrial a nivel interno (comercio intra-TLCAN) y de carácter extra-industrial a nivel externo (comercio extra-TLCAN). 228 | P á g i n a

4.1. El Comercio intra-industrial entre los países socios del TLCAN (1990-2011) El análisis de los intercambios comerciales en el área del TLCAN (flujos intra-TLCAN) refleja con claridad el impacto que la firma de este acuerdo ha tenido sobre la intensificación del contenido intra-industrial de dichos flujos. Concretamente se observa una significativa y progresiva elevación de los niveles de comercio intraindustrial, especialmente a partir del año 1994, en los diferentes intercambios bilaterales que se producen en el interior de dicha área de libre comercio. Si bien es cierto que el salto producido ha sido especialmente importante en el caso del comercio entre Estados Unidos y México y entre México y Canadá; aunque no tanto, pero también se percibe, en el caso del comercio entre Estados Unidos y Canadá, que ya partía de un elevado contenido intra-industrial antes de la firma de dicho Tratado. Este resultado se manifiesta tanto a través del cálculo del índice de Grubel y Lloyd sin corregir (Gráfico 6) como corregido por el saldo comercial (Gráfico 7). Gráfico 6

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

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Gráfico 7

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

Lo anterior conduce a la convergencia de dos hipótesis, aparentemente independientes. La primera de ellas hace referencia al supuesto, ampliamente contrastado, de que el comercio intraindustrial tiende a ser preponderante en el caso de las economías de mayor nivel de desarrollo, como ya venía sucediendo con el comercio, tanto previo como posterior a la firma del TLCAN, entre Estados Unidos y Canadá, en comparación con el comercio entre México y estos dos países. La segunda hipótesis, algo más difusa en su contrastación a nivel universal, se refiere al hecho de que los procesos de integración económica tienden a potenciar los intercambios de carácter intra-industrial sobre los de carácter inter-industrial (véase, si no, el caso de la Unión Europea como ejemplo paradigmático). La ambigüedad a la que nos referimos con esta segunda hipótesis deriva de la existencia de otros factores que pueden resul230 | P á g i n a

tar decisivos a la hora de promover los intercambios de contenido intra-industrial, como es el caso de la mayor (menor) homogeneidad existente al comparar las estructuras productivas de las economías que se integran, la cual favorece (dificulta) la aparición de este tipo de intercambios comerciales. Parece lógico que a mayor nivel de homogeneidad y carácter competitivo de las economías que se integran, los procesos de integración amplifican la creación de comercio intra-industrial; mientras que si la integración tiene lugar entre economías estructuralmente heterogéneas o complementarias, como sucede en el caso de países con muy diferente nivel de desarrollo, la creación de comercio predominante tendería a ser de carácter inter-industrial 9. Parece claro que, al menos aparentemente, en el caso del TLCAN coexisten las dos casuísticas: mayor homogeneidad y carácter competitivo entre Estados Unidos y Canadá; y, mayor heterogeneidad y carácter complementario en el comercio entre México y sus dos socios del norte. Esta combinación de casuísticas distintas parece quedar reflejada en cierta medida en los resultados obtenidos en nuestro análisis. Una observación adicional viene dada por el hecho de que, si bien la tendencia global es de intensificación del comercio intraindustrial, a partir del año 2001 se observa una cierta reversión de este proceso, especialmente en el comercio de México con Canadá y, en menor grado, en el comercio de México con Estados Unidos. En cualquier caso, merece ser señalado que este cambio de tendencia no llega a anular el incremento en el volumen de comercio intraindustrial que se viene observando desde la entrada en vigor del TLCAN. 9

En el caso europeo, la mayor (aunque no total) homogeneidad entre las estructuras productivas de los Estados miembros ha venido favoreciendo la creación de comercio de carácter intra-industrial, frente a los intercambios de carácter más complementario (interindustrial). De ahí que haya sido en el marco de este proceso de integración, iniciado en los años cincuenta, donde hayan surgido las primeras evidencias empíricas de este fenómeno, convirtiéndolo en el foco de atención de los primeros trabajos que abordaron este fenómeno.

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Entre las razones que pueden contribuir a explicar en parte este fenómeno se halla la coincidencia, no casual, de la entrada de China en la OMC a partir de ese año. En este sentido, diversos trabajos (Dussel y Trápaga 2007; Cárdenas y Dussel 2011; De la Cruz y Núñez 2005; Neme 2006; López, Rodil y Valdez 2013) han analizado los efectos de la irrupción de China en el área del TLCAN; efectos que se han visto multiplicados a raíz de su entrada en la OMC y que también han venido alimentados por la reestructuración del capital transnacional en el marco de la fábrica mundo. 4.2. Notas sobre el comercio intra-industrial en el área TLCAN en clave sectorial Las tendencias observadas en el contenido del comercio intraindustrial a nivel global esconden una amplia diversidad de patrones sectoriales no siempre coincidentes, aunque tampoco necesariamente divergentes. A efectos de síntesis merece ser destacado el comportamiento en particular de tres capítulos, con especial relevancia en cuanto a peso relativo en el comercio intra-TLCAN. Se trata de los capítulos relativos a maquinaria y equipos mecánicos (capítulo 84); maquinaria y equipos eléctricos (capítulo 85); y automóviles, sus partes y accesorios (capítulo 87). Se trata de un grupo de productos que constituyen el eje central tanto de la estructura productiva como de los flujos comerciales propios de las economías desarrolladas. De ahí el interés en analizar también su comportamiento en un entorno como el del TLCAN, en el que confluyen economías altamente desarrolladas (los dos socios del Norte, Estados Unidos y Canadá) con otras de menor nivel de desarrollo (el socio del Sur, México). En este caso concreto, estos tres capítulos concentraban en 2011 desde el 30% del comercio total (comercio entre Estados Unidos y Canadá) hasta el 46% (comercio entre Estados Unidos y México) o el 50% (comercio entre Canadá y México) (Gráfico 8).

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Gráfico 8

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

En lo que se refiere al comercio en el interior del área del TLCAN relativo a maquinaria y equipos mecánicos, se puede observar una intensificación del carácter intra-industrial de los diferentes flujos comerciales bilaterales a raíz de la entrada en vigor del Tratado de libre comercio (Gráfico 9). Al lado de esta tendencia debe ser destacado el elevado nivel de comercio intra-industrial alcanzado, que en algunos años llega incluso a rozar el techo máximo. Llama la atención, por otro lado, el cambio de tendencia que se observa en el caso del comercio entre Estados Unidos y México, que muestra una progresiva caída del contenido intra-industrial a lo largo del último decenio. Para entender mejor este fenómeno se debe tener en cuenta, como se señaló anteriormente, la irrupción de China en el comercio del TLCAN, cuyos efectos están mudando el patrón de comercio del interior de este bloque regional. P á g i n a | 233

Gráfico 9

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

Por su parte, el comercio correspondiente a maquinaria y equipos eléctricos (Gráfico 10) no difiere sustancialmente en su comportamiento con respecto al caso anterior, salvo que ahora el cambio de tendencia (descenso en el contenido intra-industrial) es compartido también por el comercio entre México y Canadá, retornando al final del período analizado a los niveles de principios de los noventa. Es, una vez más, el comercio entre los dos socios del Norte, Estados Unidos y Canadá, el que presenta una senda más estable, de paulatino incremento en los niveles de comercio intra-industrial, resultando aparentemente menos afectado por los cambios ocurridos en el marco de la fábrica-mundo, así como por la irrupción de China en el TLCAN a raíz de la firma en 1999 por parte de China del 234 | P á g i n a

acuerdo de nación más favorecida con Estados Unidos y de su incorporación a la Organización Mundial de Comercio dos años después. Gráfico 10

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

Por último, el comercio de automóviles, partes y accesorios (Gráfico 11) pone nuevamente de manifiesto la intensificación del carácter intra-industrial de los diferentes flujos bilaterales en consonancia con el avance del proceso de integración en el marco del TLCAN. Se observa, eso sí, una mayor sostenibilidad de esta tendencia en el conjunto de las relaciones comerciales bilaterales; resultando aparentemente menos sensible a los cambios experimentados en el escenario mundial.

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Gráfico 11

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

4.3. Análisis comparado del comercio intra-industrial de los países del área del TLCAN con sus socios comerciales y con el mundo. Un paso adicional para completar el estudio realizado sobre el comercio intra-industrial existente entre los países del área del TLCAN viene dado por su comparación con el que se observa en sus relaciones con el resto del mundo. Por ello, consideramos oportuno presentar gráficamente la evolución comparada de los diferentes índices de comercio intra-industrial observados para cada caso: Estados Unidos (Gráfico 12), Canadá (Gráfico 13) y México (Gráfico 14). Para facilitar las comparaciones se ha optado por representar en trazo continuo el índice de comercio intra-industrial (corregido) de los flujos intra-TLCAN (comercio de cada país con los demás 236 | P á g i n a

países socios) y en trazo discontinuo el índice de comercio intraindustrial global (comercio de cada país con el mundo). Como primera nota característica cabe destacar el hecho de que la evolución del comercio intra-industrial global de cada país miembro del TLCAN con el mundo sigue una evolución bastante similar al que se observa en sus relaciones con el resto de países socios. Esto es especialmente claro en el caso de las relaciones comerciales con Estados Unidos, que constituye el principal socio comercial tanto de Canadá como de México. En segundo lugar, se puede observar que, salvando el caso de Canadá, tanto para Estados Unidos como para México, el mayor nivel de comercio intra-industrial se observa en sus relaciones con el mundo, siendo inferior el volumen de comercio intra-industrial presente en sus relaciones con los demás países del TLCAN. Esto lleva a cuestionar la hipótesis de que este proceso de integración haya sido el que ha impulsado un mayor carácter intra-industrial de las relaciones de estos dos países con el mundo. Es cierto que la tendencia seguida en su evolución ha sido creciente a lo largo de las últimas décadas (recuérdese los resultados anteriores) en el conjunto de los flujos internos al área del TLCAN, pero no es menos cierto que en sus relaciones con el mundo, los niveles alcanzados son ciertamente superiores en buena parte de los años considerados en el análisis. En el caso de Canadá, sin embargo, sí se manifiesta con mayor intensidad el comercio intra-industrial de este país con Estados Unidos, su principal socio comercial; arrastrando al alza a su comercio intra-industrial global correspondiente a sus relaciones comerciales con el mundo en su conjunto.

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Gráfico 12

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

238 | P á g i n a

Gráfico 13

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

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Gráfico 14

Fuente: Elaboración propia con base en UN Comtrade.

A la luz de estos resultados se puede afirmar que, si bien el TLCAN ha conducido a una creciente integración comercial de tipo intra-industrial entre los tres países socios (al menos así se desprende de la evolución del índice de comercio intra-industrial a lo largo de las dos últimas décadas), el perfil de inserción comercial de estos países en el mundo ya venía presentando en general un contenido intra-industrial superior al que caracteriza a los flujos del interior de dicha área de libre comercio. Por lo tanto, sin negar que el TLCAN ha podido contribuir a la existencia de un creciente comercio intraindustrial entre los países socios, se debe introducir el matiz de que parece ser más su patrón de inserción externo (extra-TLCAN) y no tanto el interno (intra-TCLAN) el que les otorga a estos tres países socios una mayor especialización intra-industrial en sus relaciones comerciales. Posiblemente tenga que ver con ello el hecho de ser un 240 | P á g i n a

proceso de integración entre países de muy desigual nivel de desarrollo (en particular, México frente a sus dos socios del Norte), lo que conlleva la integración de estructuras productivas con un mayor grado de complementariedad que de competitividad. Por otro lado, no debe obviarse el papel desempeñado por China a partir de 2001, en particular en sus relaciones productivas y comerciales con Estados Unidos, en la lógica señalada (fábrica mundo).

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V Conclusiones.

E

l presente trabajo se planteó como objetivo analizar las características y evolución del patrón de comercio intraindustrial en el contexto del TLCAN (NAFTA, por sus siglas en inglés). Todo ello partiendo del hecho de que este fenómeno, referido al intercambio de diferentes variedades del mismo bien, viene constituyendo sin duda uno de los hechos más destacables del comercio mundial. Bien es cierto que dicho fenómeno se ha puesto de manifiesto y ha sido más estudiado sobre todo en el marco de los procesos de integración de larga trayectoria, donde destaca especialmente el caso europeo. Ello no es óbice, sin embargo, para su estudio en otros contextos de integración regional, como el norteamericano. Es más; como hemos podido comprobar, el TLCAN conjuga elementos que constituyen más un acicate que un obstáculo a la hora de abordar el análisis de este fenómeno, como es el caso de combinar países de muy diferente nivel de desarrollo (México frente a sus dos grandes socios del Norte, Estados Unidos y Canadá) en un mismo proceso de integración regional. El análisis de los intercambios comerciales en el área del TLCAN refleja con claridad el impacto que la firma de este acuerdo ha tenido sobre la intensificación del contenido intra-industrial de dichos flujos. En particular, se observa una significativa y progresiva elevación de los niveles de comercio intra-industrial, especialmente a partir del año 1994, en los diferentes intercambios bilaterales que se producen en el interior de dicha área de libre comercio. 242 | P á g i n a

Lo anterior hace posible la convergencia de dos hipótesis, aparentemente independientes: la preponderancia del comercio intraindustrial en el caso de las economías de mayor nivel de desarrollo y la intensificación de los intercambios de carácter intra-industrial en contextos de integración regional. Adicionalmente se observa una cierta reversión de este proceso de intensificación del comercio intra-industrial a partir del año 2001, aunque también es cierto que este cambio de tendencia no llega a anular el incremento que se viene observando desde la entrada en vigor del TLCAN. Entre las posibles razones de este cambio de tendencia se halla la coincidencia, no casual, de la entrada de China en la OMC a partir de ese año, como se desprende de diversos trabajos. También hemos podido comprobar que las tendencias observadas a nivel global esconden diversos patrones sectoriales no siempre coincidentes, aunque tampoco necesariamente divergentes. De modo singular, y a modo de síntesis, destaca el comportamiento de tres capítulos, con especial relevancia en cuanto a peso relativo en el comercio intra-TLCAN. Se trata de los capítulos relativos a maquinaria y equipos mecánicos (capítulo 84); maquinaria y equipos eléctricos (capítulo 85); y automóviles, sus partes y accesorios (capítulo 87). Todos estos capítulos concentraban en 2011 desde el 30% del comercio total (comercio entre Estados Unidos y Canadá) hasta el 50% (comercio entre Canadá y México), pasando por el 46% (comercio entre Estados Unidos y México). En el caso de los dos primeros (maquinaria mecánica y eléctrica), se constata una intensificación del carácter intra-industrial de los diferentes flujos comerciales bilaterales a raíz de la entrada en vigor del Tratado de libre comercio; siendo el comercio entre los dos socios del Norte, Estados Unidos y Canadá, el que presenta una senda más estable, de paulatino incremento en los niveles de comercio intraindustrial Por su parte, en el comercio de automóviles, partes y accesorios se constata también una intensificación del carácter intraindustrial de los diferentes flujos bilaterales en consonancia con el avance del proceso de integración en el marco del TLCAN. No obstanP á g i n a | 243

te, en comparación con los anteriores, se aprecia una mayor sostenibilidad de la tendencia creciente en el conjunto de las relaciones comerciales bilaterales; resultando aparentemente menos sensible a los cambios experimentados en el escenario mundial. Por último, se abordó el estudio del fenómeno del comercio intra-industrial desde una perspectiva espacial, diferenciando los flujos intra-TLCAN del conjunto de flujos comerciales con el exterior. En este sentido, cabe destacar que la evolución del comercio intra-industrial global de cada país miembro del TLCAN con el mundo sigue una evolución bastante similar al que se observa en sus relaciones con el resto de países socios. Esto es especialmente claro en el caso de las relaciones comerciales con Estados Unidos, que constituye el principal socio comercial tanto de Canadá como de México. Así mismo, tanto para Estados Unidos como para México, el mayor nivel de comercio intra-industrial se observa en sus relaciones con el mundo, siendo inferior el volumen de comercio intra-industrial presente en sus relaciones con los demás países del TLCAN. Esto lleva a cuestionar, o al menos matizar, la hipótesis de que este proceso de integración haya sido el que ha protagonizado el creciente carácter intra-industrial de las relaciones de estos dos países con el mundo. En el caso de Canadá, sin embargo, sí se manifiesta con mayor intensidad el comercio intra-industrial de este país con Estados Unidos, su principal socio comercial; arrastrando al alza a su comercio intra-industrial global correspondiente a sus relaciones comerciales con el mundo en su conjunto. En consecuencia, se puede afirmar que, si bien el TLCAN ha conducido a una creciente integración comercial de tipo intra-industrial entre los tres países socios (al menos así se desprende de la evolución del índice de comercio intra-industrial a lo largo de las dos últimas décadas), el perfil de inserción comercial de estos países en el mundo ya venía presentando en general un contenido intra-industrial superior al que caracteriza a los flujos del interior de dicha área de libre comercio.

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P á g i n a | 249

SEMBLANZA

Blanco García, Susana. PhD y Profesora titular de universidad. Departamento de economía financiera y actuarial. Facultad de económicas. Universidad complutense de Madrid.

Segovia Vargas María Jesús. PhD y Profesora titular de universidad. Departamento de economía financiera y contabilidad I. Facultad de económicas. Universidad complutense de Madrid. Especialista en Auditoría de Cuentas por la UNED y MBA por la Escuela de Negocios de la Universidad San Pablo CEU.

Miranda García Marta. PhD y Profesora titular de universidad. CES Felipe II .Universidad Complutense de Madrid.

SEMBLANZA

Ramos Escamilla María. PhD. Instituto Politécnico Nacional con estancia en Universidad de Santiago de Compostela Profesora titular de universidad. Departamento de relaciones económicas internacionales. Facultad de Economía. Universidad Autónoma del Estado de México.

Delgado Vargas Óscar. PhD. Universidad de Santiago de Compostela con estancia en National Chengchi University. Facultad de Ciencias Económicas y empresariales. Departamento de Economía

EL EFECTO DE LAS VARIABLES Y RESTRICCIONES FINANCIERAS SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL. Marta Miranda García.

CES Felipe II. Universidad Complutense de Madrid.

Susana Blanco García.

Universidad Complutense de Madrid.

María Ramos Escamilla.

Universidad Autónoma del Estado de México.

Óscar Vargas Delgado.

National Chengchi University.

Sumario: Resumen. I.- Objetivo de la investigación. II.- Síntesis de las principales aportaciones teóricas. III.- El modelo explicativo: Variable dependiente y variables independientes. IV.- Metodología y resultados. V.- Análisis y conclusiones de los resultados obtenidos. VI.- Bibliografía.

Resumen.

D

ado el crecimiento que se ha venido produciendo en el comercio internacional sin precedentes, se pretende en este trabajo recopilar las contribuciones que explican la importancia del desarrollo financiero y el efecto de las restricciones financieras en el comercio internacional y analizar el efecto de estas variables sobre el éxito de las empresas industriales españolas ex252 | P á g i n a

portadoras a través de la aplicación de una técnica de Inteligencia Artificial, la teoría Rough Set. De esta manera se puede evaluar qué variables financieras afectan al éxito de una empresa en los mercados internacionales y obtener posibles patrones o recetas para evitar problemas de liquidez, estructura económica y financiera, que puedan lastrar el resultado exportador. Palabras clave: comercio internacional, restricciones financieras, rough set, inteligencia artificial.

Abstract. Nowadays the international trade has experienced an unprecedented growth. Therefore, the objective of this paper is to collect contributions that explain the importance of the financial development and the effect of the financial restrictions in the international trade. The effect of these variables on the success of the Spanish exporting industrial firms has been analyzed by means of an Artificial Intelligence technique, Rough Set theory. This method shows the most relevant variables to evaluate the success of a firm in the international markets and to obtain patterns to avoid liquidity, financial and economic problems that may affect the export performance. Keywords: international trade, financial constraints, rough set, Artificial Intelligence.

P á g i n a | 253

I Objetivo de la investigación.

E

n el actual marco económico, la apertura a los mercados internacionales está constituyendo una alternativa cada vez más utilizada para resolver los problemas que plantea no sólo un mercado interior lastrado por el descenso del consumo sino también como una herramienta que permite afrontar asuntos clásicos de la gestión empresarial tales como el crecimiento, el logro de la viabilidad a largo plazo y la innovación (GREENAWAY y KNELLER, 2007) ya que la internacionalización de empresas resulta ser una estrategia compleja que puede permitir ampliar el ciclo de vida de los productos y la mejora de la productividad y eficiencia empresarial, mediante la participación en entornos altamente competitivos (ZOU y STAN, 1998). La investigación sobre la internacionalización de empresas ha tratado de responder por un lado a cuestiones tan relevantes como el por qué, cómo y dónde se internacionalizan las empresas, y por otro, una vez que han iniciado la salida a los mercados exteriores, cuál es el grado de compromiso que adquieren las empresas y el éxito que alcanzan, en los distintos mercados donde están presentes (ALONSO y DONOSO, 2000). Este trabajo se centra precisamente en este último asunto, al tratar de explicar, cuáles son los atributos que desde el punto de vista de su capital humano, distinguen a las empresas exportadoras con éxito de aquellas que no lo son y para ello será necesario efectuar un examen sobre dos cuestiones, la posible influencia directa de estos factores sobre el resultado exportador valorado a través de 254 | P á g i n a

la intensidad exportadora, como vendrá detallado más adelante, y en el caso de producirse, el tipo de relación que se establece entre las variables. Por tanto, además del análisis empírico, el objetivo de esta investigación es formalizar una aportación en el aspecto metodológico ya que se aplica una técnica de Inteligencia Artificial, la metodología PART que puede definirse como un clasificador con base en reglas generadas mediante la incorporación de una forma modificada de un árbol de decisión J48 (SEGOVIA VARGAS y CAMACHO MIÑANO, 2012) para el análisis de los datos reales obtenidos de la Encuesta de Estrategias Empresariales (2008) y así determinar qué factores laborales contribuyen al éxito exportador.

P á g i n a | 255

II Síntesis de las principales aportaciones teóricas.

E

n la medida que la venta en el exterior es una prolongación de las actividades de producción y/o venta de bienes y servicios de las empresas y no es una actividad que pueda desarrollarse de forma aislada del resto de la organización y su entorno, puede contribuir al desarrollo y viabilidad de las empresas pero también puede constituir un freno a su crecimiento y sostenibilidad, por lo que resulta de interés analizar qué factores influyen en el éxito de las exportaciones y cómo estos elementos deben interrelacionarse para conseguir las metas empresariales deseadas. Los distintos marcos teóricos han puesto de manifiesto que el éxito empresarial en general y en particular en los mercados exteriores se trata de una cuestión compleja en la que pueden intervenir múltiples variables y relaciones entre ellas que resultan confusas y complicadas de esclarecer. Tal y como ya apuntaron CAVUSGIL y ZOU (1994) a pesar del importante avance teórico y metodológico que ha experimentado el campo de la performance- resultado de exportación todavía hay determinados problemas sin una respuesta unánime. Uno de ellos y si cabe el más importante, son los distintos marcos conceptuales que se han utilizado para explicar el comportamiento del resultado exportador. La literatura proporciona principalmente tres marcos teóricos para valorar el comportamiento exportador de las empresas dice el paradigma estrategia resultado que proviene de la teoría de la organización industrial, el paradigma basado en los recursos y capacidades, y el enfoque contingente (SOUSA et al.,, 2008).Las variables 256 | P á g i n a

con influencia ya sea ésta positiva o negativa, que los modelos han incorporado en las investigaciones empíricas, han tenido que ver principalmente con el marco teórico que hayan asumido los investigadores y de los datos disponibles al realizarlas. La primera corriente utiliza como paradigma explicativo la vinculación estructura-estrategia-resultado (BAIN, 1951). Este marco teórico explica la peformance empresarial como el resultado logrado al implantar una estrategia empresarial determinada por los factores externos a la empresa que son la estructura del mercado y la industria. Siguiendo este enfoque, los factores externos y la estrategia son los principales determinantes del resultado exportador. Según la Teoría de Recursos y Capacidades, no son los factores externos los que tienen un papel principal en la determinación de la estrategia exportadora, que influye a su vez en el resultado, sino que son precisamente las condiciones y características internas de las empresas. Las variables más relevantes para alcanzar un mejor resultado empresarial son, desde este enfoque, los elementos particulares de cada empresa en la medida que existe una dotación diferencial de recursos estratégicos entre ellas que puede permanecer a largo plazo ya que no son perfectamente intercambiables, por lo que la elección estratégica es entendida como la herramienta controlable por la empresa para aprovechar su dotación específica de recursos (BARNEY, 1991). Este enfoque concibe así la empresa como un conjunto único de recursos (activos tangibles e intangibles, capacidades, procesos, cualidades de la dirección, posesión de información y conocimiento) que son controlados por la empresa y que son los que permiten planear e implantar estrategias con el fin de lograr mejorar los resultados (BARNEY, 1991). Así, desde esta aproximación teórica se argumenta que el principal determinante de la performance de exporP á g i n a | 257

tación son la estrategia y los recursos y capacidades internas de la organización que la determinan al ser éstas el origen de las de las ventajas competitivas. Una empresa puede generar ventajas competitivas empleando recursos valiosos, raros e inimitables (BARNEY, 1991). Sin embargo, desarrollos más recientes diferencian entre recursos y capacidades (MAKADOK, 2001). Según este autor un recurso es un activo observable, aunque no necesariamente tangible, que puede ser valorado y comerciado, tal como una marca, una patente, una licencia, etcétera, mientras que una capacidad es un proceso organizacional intangible y puede cambiar de manos solamente como parte de una unidad entera. El rango y dispersión de valores de la performance entre empresas vienen explicados desde esta perspectiva teórica por el hecho de los recursos que pueden ser usados por la empresa para crear capacidades distintivas e inimitables (MURRAY “et al”. 2011, p. 254). Los recursos sólo tienen un valor potencial en la medida que si no se desarrollan capacidades exitosas no se puede crear una ventaja competitiva. De manera que el núcleo central de la teoría de recursos y capacidades se encuentra en la relaciones: recursos estratégicos- acción estratégica-ventaja competitiva-resultado. (KETCHEN et al. 2007 citado en Murray et al., 2011, p.255). Las competencias o capacidades de la empresa que son la clave para que se construyan ventaja competitiva sostenible y el desarrollo de éstas, la vía para alcanzar el éxito en los mercados exteriores (CAVUSGIL y ZOU, 1994). La sostenibilidad de esas ventajas no pasa sólo por la posesión de recursos y capacidades superiores a la competencia, sino que es necesario generar nuevos activos (CAMISÓN ZORNOZA, 2007), lo que la teoría estratégica ha definido como competencias dinámicas o basadas en la innovación (TEECE “et al”. 1997). 258 | P á g i n a

A través de esas capacidades dinámicas, las empresas deben continuamente construir, cambiar y transformar sus recursos para atender la demanda cambiante de los consumidores y responder a los movimientos competitivos. De esta forma, y gracias a esas capacidades y ventajas sostenibles y específicas, las empresas tendrán mayor y mejor capacidad para servir a los mercados exteriores que sus competidores, y por tanto mejorar su resultado exportador (KATSIKEAS “et al”. 1996). Desde este punto de vista la posesión de tales activos (capacidades y habilidades), tanto de la empresa como del capital humano, permiten al exportador identificar la idiosincrasia de los mercados exteriores, seleccionar el mejor mercado de destino de las exportaciones, el desarrollo de una apropiada estrategia sostenible y su ejecución efectiva (CAVUSGIL y ZOU, 1994, p. 5) ya que la mejora de la “performance” está en el corazón de la dirección estratégica (VENKATRAMAN y RAMANUJAM, 1986, p. 801). El tercer marco teórico que se viene utilizando en la actualidad para explicar los determinantes del resultado exportador (LEONIDOU et al., 2010) es el enfoque contingente. En términos generales postula que el resultado exportador de cada empresa es dependiente del contexto en el que opera (interno y externo), y lo relevante entonces para alcanzar mejores resultados es el ajuste “fit” estratégico adecuado, entre la estrategia utilizada por la empresa y su contexto (ROBERTSON y CHETTY, 2000). Así la estrategia solo podrá mejorar el resultado en la media que se alinee o se ajuste a esos factores internos y externos de la empresa. Así en términos generales, dependiendo del enfoque utilizado, los determinantes del éxito exportador se han atribuido a factores internos controlables y no controlables, factores externos o a ambos y con un efecto directo o indirecto sobre ese resultado (CAVUSGIL y ZOU, 1994). P á g i n a | 259

1. Los factores internos relacionados con las características individuales y específicas de la propia empresa y su capital humano. 2. Los factores externos relacionados con el macro y micro entorno externo en el que la empresa desarrolla su actividad económica relativos al mercado doméstico y al mercado exterior. Ilustración 1: Relación causal factores internos-externos y resultado exportador.

Factores Internos: característica empresa y capital humano (incluido decisores)

Estrategia internacional: a) expansión b) marketing

Resultado de Exportación

Factores Externos: Entorno

Relación causal basada en el paradigma estructuraestrategia-resultado. Relación causal basada en la Teoría de Recursos y Capacidades

260 | P á g i n a

III El modelo explicativo: Variable dependiente y Variables independientes.

S

e toma como variable dependiente el resultado o desempeño exportador. En términos generales el desempeño exportador refleja el “resultado del comportamiento exportador de una empresa específica, en circunstancias de su entorno también específicas” (DIAMANTOPOULOS, 1998), por lo que la visión más global lleva a identificar tres dimensiones del resultado exportador: la dimensión económico-financiera, la estratégica, y la satisfacción alcanzada con el resultado exportador (SHOHAM, 1998). A pesar de los importantes esfuerzos que se han realizado para clarificar el concepto y las medidas apropiadas para valorarlo, no se ha conseguido llegar a una conclusión definitiva sobre su conceptualización y definición operativa, hecho que se explica fundamentalmente por la complejidad inherente al fenómeno exportador y por las múltiples facetas del comportamiento de las empresas en el exterior. El presente estudio se centra en la dimensión económicafinanciera, que es considerada como la más importante (ZOU “et al”. 1998) y la que mejor puede reflejar aspectos comunes entre distintas empresas ya que es la que está relacionada más directamente con los resultados objetivos del comportamiento exportador, de manera que así se facilita la posible obtención de patrones de comportamiento: Por tanto la performance de exportación aquí analizada se refiere a los resultados económicos obtenidos de la exportación en términos de cifra de ventas. P á g i n a | 261

La medición de este aspecto del resultado exportador también resulta dificultosa, ya que exige establecer los parámetros representativos. Como resultado de la revisión de la literatura (ZOU et al., 1998) se ha optado por utilizar la intensidad exportadora o ratio de exportación, que viene definida como el cociente entre las exportaciones y las ventas totales de la empresa. Esta medida proporciona una descripción razonable del desempeño exportador (COOPER y KLEINSCHMIDT, 1985) y es la medida que con más frecuencia se utiliza en las investigaciones relacionadas con la performance de exportación y en investigaciones que utilizan el análisis discriminante. Así se caracteriza a las empresas como exitosas (empresas con éxito) a aquellas que presentan un nivel de intensidad exportadora mayor al 15% y las no exitosas (no éxito) las que presentan las que presentan valor de la intensidad exportadora igual o inferior al 15% (KATSIKEAS “et al”. 2000). De manera que el total de 1159 empresas analizadas quedan clasificadas en la categoría 1 como exitosas y en la categoría 2 como no exitosas de la forma siguiente: Clasificadas 1

666

Clasificadas 2

493

Total empresas

1159

En cuanto a las variables explicativas se opta por un enfoque integrador que considera el capital humano general de la organización como factor con potencial de influencia en la expansión de la actividad internacional, ya que la habilidad para competir en entornos complejos no sólo depende de las características de los directivos sino también de las cualidades del capital humano de toda la empresa. Tal y como señala LÓPEZ RODRÍGUEZ (2006, pp.12) existen trabajos que han analizado la influencia del capital humano de 262 | P á g i n a

toda la organización en la internacionalización de la empresa, observando una influencia positiva. Dentro del capital humano se puede distinguir el componente genérico y el específico (BECKER, 1975). El primero se obtiene del aprendizaje formal y el segundo se adquiere dentro de la empresa. La formación genérica contribuye a la productividad de la empresa, aunque es una capacidad menos distintiva ya que puede ser imitada; la formación de carácter específico facilita el aumento de la productividad también, pero es más difícil de imitar e intercambiar entre empresas, por lo que es este el que tiene una mayor capacidad para generar ventajas competitivas distintivas que facilitan la expansión en los mercados exteriores. Siguiendo a LOPEZ RODRÍGUEZ (2006), y con base en las características objetivas en las que se centra el presente estudio el capital humano genérico (educación) se medirá por el porcentaje que el personal no titulado representa sobre el total del personal de la empresa. La formación específica del capital humano se medirá a través de dos atributos: la experiencia, medida como porcentaje de empleados con contratos indefinidos, tanto a tiempo completo como temporal, sobre el total de empleados de la empresa, entendiendo que “una mayor duración de los contratos facilita la creación de un «stock de experiencia» y un mayor conocimiento de las tareas individuales” LOPEZ RODRÍGUEZ (2006, pp.16), así como un mayor compromiso con la empresa y sus actividades, en este caso exteriores. Una mayor duración de los contratos de trabajo estimula al empresario a llevar a cabo inversiones en formación de carácter específico (ROYALTY, 1996, citado en LÓPEZ RODRÍGUEZ, 2006). Se toma como segundo factor la formación recibida por el trabajador dentro de la empresa, que se mide mediante distintas variables para tratar de identificar que conocimiento puede influir en P á g i n a | 263

mayor grado en el resultado exportador y recoger relaciones específicos que podrían darse de esta formación con los mercados exteriores, como es la formación en idiomas, formación técnica, en tecnologías de información, en ventas y marketing así como el grado de formación en términos de licenciados, ingenieros y grados medios. De esta forma con base en la teoría de recursos y capacidades, el capital humano de la empresa, puede representar algunos de los activos más valiosos, únicos y difíciles de imitar (PENG, 2001), y por ello el rendimiento de la empresa en el exterior no sólo será función del acceso a los recursos o posesión de una ventaja competitiva sino también de la capacidad de gestión de los dirigentes así como la motivación, las capacidades y las características de las personas involucrados en el proceso de la internacionalización. (REUBER y FISCHER, 1998). Además se incluyen como variables complementarias el personal total como aproximación del total de recursos de la empresa y por tanto su tamaño, así como la productividad por trabajador.

264 | P á g i n a

Tabla 1. Variables explicativas Capital Humano Características capital humano genérico y específico

PNT2006

Porcentaje que el personal no titulado representa sobre el total del personal de la empresa a 31 de diciembre.

GEFIN2008

Gastos externos en la formación de los trabajadores en idiomas sobre la aproximación del personal total medio. Expresado en euros por ocupado.

GEFIFN2008

Gastos externos en la formación de los trabajadores en ingeniería y formación técnica, sobre la aproximación del personal total medio. Expresado en euros por ocupado.

GEFIFN2008

Gastos externos en la formación de los trabajadores en informática y tecnología de la información sobre la aproximación del personal total medio. Expresado en euros por ocupado.

GEFVMN2008

GEFOT2008

PFTC2008

Gastos externos en la formación de los trabajadores en ventas y marketing, sobre la aproximación del personal total medio. Expresado en euros por ocupado. Gastos externos en formación en otros temas.

Porcentaje que el personal con contrato indefinido a tiempo completo representa sobre el total de personal con contrato indefinido ocupado en la empresa a 31 de diciembre.

P á g i n a | 265

PFTP2008

PEVEN2008

Porcentaje que el personal eventual representa sobre el total.

PIL2006

Proporción de ingenieros y licenciados.

PTIM2006

PERTOT2008

PBTP2008

266 | P á g i n a

Porcentaje que el personal con contrato indefinido a tiempo parcial representa sobre el total de personal con contrato indefinido ocupado en la empresa a 31 de diciembre.

Proporción de titulados medios.

Personal total o tamaño de la empresa. Productividad por trabajador.

IV Metodología y resultados.

E

n los últimos años, junto con las técnicas estadísticas (análisis discriminante, logit o probit) hay un nuevo enfoque a la hora de abordar muchos problemas financieros basado en la aplicación de técnicas y metodologías encuadradas en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA). Estas herramientas de la IA son de gran utilidad y un complemento y, en algunos casos, una alternativa a los métodos estadísticos ya que mejoran en algunos aspectos algunos de sus problemas. En cualquier caso, dan una nueva visión o enfoque a los problemas financieros acometidos por estas nuevas metodologías En IA existe el denominado aprendizaje automático o machine learning. Este enfoque consiste en la elaboración de programas de ordenador que sean capaces de generar conocimiento a través del análisis de los datos y posteriormente utilizar dicho conocimiento para realizar deducciones sobre nuevos datos. Dentro de las técnicas aplicables de este enfoque encontramos redes neuronales artificiales, algoritmos de inducción de reglas y árboles de decisión. Algunas de ellas tienen un carácter explicativo (inducción de reglas y árboles de decisión), otras se caracterizan por un enfoque de caja negra (black box), como las redes neuronales. Dada la naturaleza del problema que queremos tratar, utilizaremos técnicas explicativas. De manera resumida, podemos definir el algoritmo PART (desarrollado por Frank y Witten, 1998) como un clasificador basado en reglas. Dichas reglas son generadas mediante la incorporación P á g i n a | 267

de una forma modificada del árbol de decisión J48 (versión que incorpora el software de minería de datos WEKA del árbol de decisión C4.5) mediante la eliminación de algunas de las ramas de la estructura original del árbol de decisión inicial. Las reglas que se obtienen (si…..entonces) de la siguiente forma:

son

sentencias

lógicas

“si se satisfacen las condiciones que indica la regla entonces el dato (caso) se clasifica en la clase que indica la regla” Por tanto este resultado expresado en reglas es muy fácil de entender y emplear por un usuario no experto en el algoritmo, esta es una de las ventajas que presentan las técnicas explicativas de la IA. El PART, por tanto, podríamos afirmar que "combina" un árbol de decisión y un algoritmo de reglas de aprendizaje. De hecho, PART (WITTEN and FRANK, 2005) se define como un algoritmo de reglas de aprendizaje basado en árbol de decisión parcial. Por tanto, representa un enfoque alternativo híbrido entre la inducción o generación de listas de decisión y el aprendizaje mediante árboles de decisión. De hecho combina la estrategia de “dividir y conquistar” (consiste en ir añadiendo casos al árbol de decisión que se está construyendo, buscando siempre la máxima separación entre las diversas decisiones o clases que tenga nuestro problema) característica de los árboles de decisión con la estrategia de “separar y conquistar” (consiste en ir añadiendo casos a la regla que se está construyendo buscando siempre que dicha regla sea lo más precisa posible) característica de la inducción o generación de reglas. Al combinar ambas estrategias su funcionamiento sería el siguiente: Adopta la estrategia de “separar y conquistar” cuando construye la regla, eliminando los casos que no satisfacen las condiciones descritas por la regla y continúa creando reglas de manera recursiva para los casos que quedan hasta que no queda ninguno. 268 | P á g i n a

Sin embargo difiere del procedimiento estándar en el modo en que se crea la regla. En esencia crea una única regla que se correspondería con la rama con la mayor cobertura (número de casos que satisfacen dicha rama) del árbol que se genera y el resto del árbol se descarta. Por tanto es un árbol de decisión parcial ya que crea un árbol se queda con las ramas “más fuertes” (que están verificadas por un mayor número de casos) y el resto del árbol se descarta, de esta forma se consigue una regla más general. En consecuencia, el empleo de la estrategia de separar y conquistar en unión con el árbol de decisión añade flexibilidad y velocidad. Sin embargo, su principal ventaja no radica solo en su funcionamiento, sino en su simplicidad. De esta forma, definidas las variables del modelo como ha quedado explicado anteriormente, da lugar a una tabla de información formada por 1159 empresas y los correspondientes valores para las 13 variables señaladas. Dicha tabla ha sido introducida en el paquete de minería de datos WEKA a partir de la Universidad de Waikato (WITTEN y FRANK, 2005) que contiene el algoritmo PART, obteniendo los siguientes resultados: === Run information === Instances:

1267

Attributes: 13 Test mode:

10-fold cross-validation

=== Classifier model (full training set) === PART decision list -----------------PERTOT2008 > 69 AND GEFVMN2008
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