Estimulando a sus líderes de jóvenes: Dos conceptos que marcan la diferencia.

September 17, 2017 | Autor: Elizabeth Tamez | Categoría: Youth Studies, Youth Ministry, Youth
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Estimulando a sus líderes de jóvenes: Dos conceptos que marcan la diferencia. http://www.lifeway.com/liderazgo/2015/01/08/estimulando-a-sus-lideres-de-jovenes-dosconceptos-que-marcan-la-diferencia/ Por Elizabeth Tamez Platicando con varios grupos de pastores y líderes ministeriales durante nuestras más recientes sesiones de entrenamiento, les hice esta pregunta: “¿De qué manera pueden los pastores/líderes de la iglesia estimular a los líderes/ministros de jóvenes de su congregación?”. Fue interesante notar que, aunque los grupos eran variados en cuanto a los años de experiencia, cargos, denominaciones, países de residencia, número de congregantes, etc., en esencia, las respuestas fueron las mismas. Sus recomendaciones e inquietudes reflejan elementos claves en cuestiones del desarrollo de liderazgo y aspectos del ministerio juvenil. Acentuaré dos conceptos que marcan la diferencia para estimular el crecimiento en nuestros líderes. CONCEPTO 1. La concepción de mi tarea. Para estimular a otros, debo iniciar examinándome a mí mismo. ¿Qué es ser líder? Existen un sinfín de respuestas, pero en un contexto ministerial, nuestro mejor ejemplo es el modelo de liderazgo de Jesús. Jesucristo, siendo el hijo de Dios, concibió su ministerio y rol como líder desde la perspectiva del “servicio” (Marcos 10:45) y de la “multiplicación” (Marcos 3:14-19). Él tenía bien claro que su tarea conllevaba ver por el bienestar de los demás, servirles, enseñarles, guiarles y verter sobre otros los dones y habilidades para llevar a cabo la tarea del reino. De igual manera, nosotros podemos seguir Su ejemplo y ejercer nuestro rol interactuando con los líderes juveniles desde una perspectiva de servicio y guía. Este paradigma genera un ambiente saludable que estimula, equipa y multiplica líderes para el ministerio. He aquí algunas formas prácticas de lograr esto: a) – Siendo mentor del líder en potencia y contribuyendo a su crecimiento ministerial. Compártales los aciertos y luchas que usted ha vivido en su jornada. Resalte las lecciones que ha aprendido y dé testimonio de cómo Dios se ha manifestado. b) – Creando ocasiones para pasar tiempo juntos, orar y simplemente escuchar sus inquietudes sin juzgar o entrar en detalles. Así invirtiendo tiempo en ellos, tal como ellos invierten tiempo en la juventud. c) – Expresándoles palabras de ánimo, una palmada en el hombro, una notita inesperada. Cualquier gesto que les demuestre su apoyo. Esto incrementa la confianza en sí mismos y en su trabajo. d) – Generando oportunidades y designando recursos para que asistan a conferencias, a cursos y para que adquieran libros que les provean herramientas y conocimiento para desarrollar el ministerio. CONCEPTO 2. Fomentando intercambio y diálogo abierto. Ministrar a la juventud, especialmente durante la adolescencia, es muy gratificante y a la vez

complejo. Es una fase complicada entre ser niño, aprender lo que implica ser adulto y arraigar las convicciones que darán forma al resto de su vida. Aquellos que ministran entre la juventud ejercen un rol de maestro, amigo, consejero, experto cultural, confidente, conector social, etc. Consecuentemente es un trabajo arduo y a menudo solitario. Mantenga estos aspectos en mente y aproveche la oportunidad para estimularlos por medio de un ambiente de comunicación abierta. Algunas formas prácticas incluyen: a) – Construir intencionalmente una relación sana, de confianza, transparencia y respeto mutuo. Esto comunica un mensaje claro donde se reconoce y aprecia la autoridad de ambos. b) – Fomentar el trabajo en equipo, estando comprometidos a caminar bajo la misma visión. El ministerio lo hacemos en conjunto, no hay “llaneros solitarios”. c) – Organizar reuniones, periódicamente, para la dirección y el planeamiento del ministerio juvenil. d) – Demostrar que la opinión, dedicación y trabajo del líder juvenil son importantes, que se valoran y se toman en consideración en el momento de hacer decisiones que impacten a la congregación. e) – Participar, apoyando y ayudando en las actividades y programas del ministerio juvenil; sin caer en la tentación de querer hacer las cosas por ellos. f) – Reconocer y agradecer en público su trabajo, comunicando a la congregación algunos de los esfuerzos y eventos que se están llevando a cabo dentro del ministerio juvenil. Es una forma de demostrar que este sector ministerial es importante. Todos estos esfuerzos, que pueden parecer pequeños, hacen un impacto muy profundo que les impulsa a seguir fielmente en el ministerio y evitar los sentimientos de soledad, desánimo y distancia que muy a menudo Satanás utiliza como táctica para distraernos de nuestro llamado. En un tiempo donde la mayoría de la población latinoamericana es menor de 25 años y también lo es el 46% de los hispanos en Estados Unidos, está muy claro que este es el grupo demográfico en el cual debemos invertir y enfocar nuestros esfuerzos si queremos ver rendimiento de mayor impacto y resultados a largo plazo. El ministerio juvenil requiere de líderes capacitados y comprometidos para llevarlo a cabo. Al poner en práctica estos dos conceptos estamos marcando la diferencia para estimular a nuestros líderes de jóvenes y a su vez invertir en el futuro de nuestra congregación.

Elizabeth Tamez Méndez. Es Directora Ejecutiva de Nueva Generación3, una organización internacional dedicada al entrenamiento de líderes. Cuenta con más de 20 años de experiencia ministerial y es especialista en cuestiones de desarrollo juvenil. Está próxima a terminar el doctorado (Ph.D.) en liderazgo de Andrews University. FaceBook: www.facebook.com/ng3youth

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