Estéticas transversales y disyectas

May 26, 2017 | Autor: Benjamín Martínez C | Categoría: Feminist Theory, Queer Theory, Teoría Queer
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Descripción

Estéticas transversales y disyectas como formas de arte y vida.1 Benjamín J. M. Martínez Castañeda

Resumen. Partiendo de la premisa de Félix Guattari que la “Transversalidad” es el conocimiento del deseo de la alteridad en contra del reduccionismo modernoracional, se reflexiona sobre el “transfeminismo” como devenir minoritario de enunciación, es decir, como un agenciamiento de enunciación que hace de la vida personal un arma política. El “transfeminismo” como proceso de singularización que nos lleva a nuevos territorios que rompen con las estratificaciones dominantes, nos invita a la subversión de la norma desde el devenir putx/trans/marica/bollo/mestizx/precarix. De esta forma es en la que retomo los conceptos “Tranversalidad” y “transfeminismo”, para aplicarlos como estrategias estéticas dentro de mi práctica artística a partir de una interpretación corporal de las cadenas de signifcantes heteronormativas. Así mismo, se pretende recuperar la noción de ars disyecta propuesta por Alejandra Castillo, donde se busca romper los límites entre política y espacio común, para lograr una organización estética-política, es decir, comenzar a vivir y reconocer el cuerpo desde su adentro; esto se hace evidente en las prácticas artísticas (trans)feministas contemporáneas que intentan: “cuestionar el signo masculino/femenino a través de la transgresión, la denegación o la incorporación                                                                                                                

1  Este   ensayo   es   resultado   de   mi   investigación   de   Maestría   titulada   Performatividad  cuir.  Alteridad,   imagen   y   archivo.   Como   ponencia   se   ha   dictado   varias   veces   con   sus   pertinentes   adecuaciones   conforme   avanzaba   la   investigación.   Una   primera   versión   se   dictó   el   16   de   octubre   de   2014   con   el   título  Estéticas  trans-­‐transversales  en  mi  práctica  artística,  durante  el  IV  Coloquio  Latinoamericano  de   Estudios   de   Género   de   la   Facultad   de   Humanidades   de   la   Universidad   de   Valparaíso   (Chile).   Una   segunda   versión   se   dictó   el   24   de   marzo   de   2015   quedando   como   título   final   Estéticas  transversales  y   disyectas   como   formas   de   arte   y   vida   durante   el   III   Seminario   Internacional:   Los   debates   sobre   la   globalización  desde  una  perspectiva  de  género  del   Colegio   de   Geografía   de   la   Facultad   de   Filosofía   y   Letras  (UNAM).    

 

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paródica.”2 Es darle lugar a mi otro más íntimo desde la escenificación de la extrañeza de sí, es decir, desde el momento de posicionarme como figura de alteridad (mujer/monstro/puta/loco); es tomar el lugar del abyecto dentro del arte contemporáneo y así ir más allá de los cuestionamientos que han descrito la alteridad: femenino, maternidad, diferencia, matriz, vulnerabilidad, histérica, loca…, no con la finalidad de integración o sublimación sino mutar los signos propios de la heteronormatividad. Palabras claves: Transfeminismo, heteronormatividad, ars disyecta.

Introducción: el momento transversal. La cosa y lo real se resumen en , y debemos entenderlo como un límite donde las cosas y lo real se terminan o éstas se niegan, es decir, donde esas verdades universales se diversifican en otros saberes. A partir de estos otros saberes somos el resultado perdido de la Modernidad que anhelaba Hegel, el pasado regresó y la transformación se estancó; él pensaba que: …el espíritu que se forma va madurando lenta y silenciosamente hacia la nueva figura, va desprendiéndose de una partícula tras otra de la estructura de su mundo anterior y los estremecimientos de este mundo se anuncian solamente por medio de síntomas aislados; la frivolidad de lo desconocido son los signos premonitorios de que algo otro se avecina. 3

Sin embargo, ni en el mundo de Hegel ni en el nuestro la realidad es perfecta; lo que caracterizó el tiempo de Hegel fue la constitución del sujeto moderno, se dejó de ser bárbaro/esclavo/leproso/apestado/loco para convertirse en individuo político libre y razonable. Se establecieron dos tipos de individualidades, la hegemónica y la patologizada, donde ésta última tenía el derecho y la oportunidad de volverse hegemónica y formar parte de ese gran aparato universal llamado sociedad. Para Hegel “lo universal” implica la repetición constante e informe de lo uno y lo mismo disfrazados de diversidad, esto no es                                                                                                                 2

Alejandra Castillo, Ars Disyecta. Figuras para una corpo-política, (Chile: Palinodia, 2014), 12. Georg Wilhelm Friedrich Hegel, “Las tareas científicas del presente”, en Fenomenología del espíritu, (México: FCE, 1971), p. 12. 3

 

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mas que una fórmula gastada, estancada en un punto del camino, monótona y estéril. A partir de lo irreal se revela la incapacidad y la poca fuerza que puede tener un , así se disuelve lo determinado como punto de partida en este proceso de devenir otro, como proceso de reflexión entre el principio y el fin de uno mismo; por eso, el devenir es considerado por Hegel como una igualdad entre “lo mismo” y la negación del sí mismo. Es una negociación en lo inmediato del ir y el venir, sobre este punto Hegel menciona que: “El sujeto se adopta como un punto fijo, al que se adhieren como a su base de sustentación los predicados; por medio de él, podría el contenido presentarse como sujeto.” 4 Se trata de hacer evidente la deficiencia de lo universal desde nuestra propia experiencia, somos un punto en el plano que nos construimos con base a lo que nos rodea en nuestro espacio-tiempo; nuestra transformación, o devenir, dependerá de todo aquello que nos toca, nos sujeta y nos atraviesa. En función a esto que nos sujeta y nos constituye, recupero la noción de , propuesta por Félix Guattari como producto del estudio a la realidad social e institucional que construyen lo colectivo. Sus observaciones comienzan cuando el sentido de angustia se convierte en temor y peligro que instauran una moralidad como castigo. La Modernidad que estudia Guattari, a diferencia de la que anhelaba Hegel, es un desplazamiento entre la figura del y la , el ethos que cuestiona es la relación del individuo como una máquina consumidora y como una máquina productora. Por un lado, el esquizofrénico pertenece a un “grupo-sujeto” como un sujeto que enuncia y va en busca de intereses más amplios a los de su grupo, por lo tanto, es una máquina que produce; mientras que la sociedad industrial es un “grupo sometido” y se ajusta a la jerarquización de los demás, es una máquina consumidora. El individuo del “grupo-sujeto” es un ser parlante que cuestiona lo ya establecido, funge como ese fantasma que captura lo imaginario y lo simbólico                                                                                                                 4

Georg Wilhelm Friedrich Hegel, “Las tareas científicas del presente, en Op. Cit., (México: FCE, 1971), p. 18

 

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del grupo hasta llevarlo a un callejón sin salida; llegando a este punto nace la Institución como agente desterritorializador, Guattari se refiere a la Institución como: La misma estructura de las instituciones que no tienen otra corporeidad que imaginaria exige, para intentar tal operación, la instalación de medios institucionales particulares, pero sin perder de vista que no podrían construir otra cosa que mediaciones simbólicas que se inclinan por esa esencia a deshilvanarse en efectos del sentido.5

Así pues, la Institución es la fantasmatización que niega, incorpora y hace suyos los datos imaginarios y simbólicos de la colectividad; es una corporación que organiza y limita el diálogo con todo aquello que cuestiona las reglas de su juego. El esquizofrénico se desarrollará como la fuga a la transversalidad, es decir, se vuela: “…a una dimensión que pretende superar las dos impasses, la de una pura verticalidad y la de una simple horizontalidad; tiende a realizarse cuando una comunicación máxima se efectúa entre los diferentes niveles y sobre todo en los diferentes sentidos.”6 En otras palabras, “la transversalidad” es el espacio que ocupa el esquizofrénico ante su propia muerte, ya que recibe de forma pasiva elementos exteriores que lo determinan a partir de deseos y experiencias

que lo recomponen y lo enfrente a su propia alteridad como

muerte.

Transfeminismo: feminismos transversales. A más de trescientos años de la primera publicación feminista “De la igualdad de los sexos” a cargo de François Poullain, a más de cien años del movimiento sufragista femenino, a sesenta y cinco años del segundo sexo, a cuarenta y cuatro años de lo personal es político. ¿Qué se ha logrado con todo ello? Quizás el feminismo ortodoxo tenga respuesta a la pregunta anterior, sin embargo, el siglo XXI y la Teoría Queer han visto en el feminismo una estrategia poco                                                                                                                 5

Félix Guattari, “La Transversalidad”, en Psicoanálisis y transversalidad. Crítica psicoanalítica de las instituciones, (Argentina: Siglo XXI, 1976), p. 97. 6 Op. Cit, p. 101.

 

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inclusiva, pues es tanto su radicalismo que no son capaces de observar y aceptar lo que se encuentra más allá del binarismo genérico normativo. La tradición histórica, social y política se han encargado de deshumanizar la humanidad, haciéndola actuar como máquinas de mera producción-consumo; se ha propuesto que el nuevo feminismo se encargue de re-humanizar la humanidad a partir de ciertas figuras de alteridad como: Queer, cyborg, fronterizo, monstruoso. Me refiero a estas figuras de alteridad como condensación y desplazamientos del imaginario, como formas de exclusión para describir lo que no se conoce; el nuevo feminismo ha de optar por estas figuras como contra-argumentación política, es decir, como saberes y armas históricas para deslegitimar y desestabilizar las individualidades. El nuevo feminismo ha de ser: “Ejercicios de re-invención de lo humano que implicará salir de los binarismo con los que la tradición política moderna nos ha acostumbrado a pensar las identidades”7. Debemos ver el feminismo como un ejercicio negativo que disloca y transforma las relaciones sociales, y no como herramienta utilitaria y liberal que moldea la noción de individuo. Si seguimos pensando el feminismo con un asunto exclusivo de las mujeres, estaremos transitando una espiral sin fin, se debe renunciar al reconocimiento identitario simbólico y cuestionar los discursos totalizantes; al respecto dice Francisca Barrientos: “Mientras el feminismo sea un asunto exclusivamente de mujeres o de bio-mujeres, nunca habrá de alcanzar todo su potencial de transformación social. Así las mujeres son la piedra de tope del feminismo, son el signo que ha de condenarlo al fracaso.”

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Debemos

posicionarnos más allá de los propios límites performativos y enunciarnos como ese bárbaro en Estado de Naturaleza. Así pues, el nuevo feminismo ha de ser transversal, o mejor dicho “transfeminista” porque desarticula binarismos, renuncia a la producción cultural                                                                                                                 7

Alejandra Castillo, “El feminismo no es un humanismo”, en Por un Feminismo sin mujeres. 2º Circuito de Disidencia Sexual CUDS, ed. Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual, (Chile: CUDS, 2011), p. 20. 8 Francisca Barrientos, “La mujer como piedra de tope: Una mirada frente al fracaso del feminismo” en Por un feminismo…, ed. CUDS, (Chile: CUDS, 2011), p. 37.

 

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simbólica y usa el cuerpo como herramienta política. En el “Manifiesto para la insurrección transfeminista” se sugiere: Ya no nos vale con ser sólo mujeres. El sujeto político del feminismo “mujeres” se nos ha quedado pequeño, es excluyente por sí mismo, se deja fuera a las bolleras, a lxs trans, a las putas, a las del velo, a las que ganan poco y no van a la uni, a las que gritan, a las sin papales, a las marikas … somos lo que nos apetece, travestis, bollos, superfem, buch, putas, tras…9

De esta forma, el nuevo feminismo es transfeminista al renunciar al impasse hombre/mujer; es el nuevo fantasma que recorre los cuerpos, las calles, la política y las normas. El transfeminismo no es apto para el individuo moderno y normativo, aquí son bienvenidas todas las subjetividades disidentes dispuestas a dinamitar las relaciones de sometimiento y burocratización social. El transfeminismo adquiere fuerza y se sostiene del devenir Mujer 10, se sitúa desde para “…la creación de nuevos sujetos políticos para el feminismo, es decir, un devenir mujer entendido como ruptura con el modo de funcionamiento de la sociedad actual, que logre tejer alianzas con otros devenires minoritarios…” 11; esto tiene la finalidad de integrar las corporalidades y sexualidades para generar micripolíticas y agenciamientos de forma desterritorializadora, producto de la memoria histórica.

Estética disyecta. Como propuesta artística parto de dos puntos: ars disyecta y la alteridad. Siguiendo a Alejandra Castillo, en su libro “Ars Disyecta. Figuras para una corpo                                                                                                                 9

MEDEKA, “2010: Revolución TransFeminista” , medeka.blospot, http://medeak.blogspot.mx/2009/12/manifiesto-para-la-insurreccion.html (Consultado en Agosto de 2014). 10 Dice Teresa de Lauretis al respecto: “…las mujeres como seres históricos, sujetos de relaciones reales, están movitavadas y sostenidas por una contradicción lógica e irreconciliable en nuestra cultura: las mujeres están a la vez dentro y fuera del género, a la vez dentro y fuera de las representación. Esas mujeres continúan deviniendo la Mujer, continúan atrapadas en el género …nosotras persistimos en esta relación imaginaria aun cuando sabemos, como feministas, que no somos eso, sino que somos sujetos históricos gobernadas por relaciones sociales reales, que incluyen centralmente al género”, en Tersa de Lauretis, “La tecnología del género”, p. 16. 11 Sayak Valencia, “En el borde del border me llamo filo”, en Capitalismo Gore, (España: Melusina, 2010), p. 175.

 

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política” (2014) plantea la posibilidad de una estética disyecta como una continuidad o flujo que fragmenta los límites, y así hacer política desde lo abyecto, esto es, abrir y cerrar un cuerpo en el espacio denominado como ; aquí el adentro está asociado con el reconocimiento, y el afuera interrumpe las lógicas del reconocimiento. Lo que importa es lo generado en lo entre, como ese nudo que enlaza, volviéndose un lugar fronterizo de lo propio y lo impropio; es ese espacio situado, espacio donde se crea la política,12 donde las: “(p)olíticas del arte que se intuyen en un límite abyecto que hace visible la duplicidad de la amenaza y el rechazo de aquello que nos constituye pero que preferimos dejar fuera” 13 Es romper con la convencional para movilizar los cruces públicos y hacer del espectador pasivo un participante activo; un espectador sólo que se relacione con el adentro, el afuera, lo suyo, lo mío, lo tuyo, lo nuestro, lo de ustedes, etc., y así llegar a la extrañeza de sí y cuestionarse a sí mismo dese las figuras de alteridad. En este sentido el cuerpo, lo cotidiano y la diferencia se construyen desde la alteridad, como todo aquello absolutamente otro y monstruoso; es a partir de la lógica del engaño que los cuerpos son abiertos y expuestos, y ver en lo animal, la mujer y la fealdad al enemigo que cuestiona y altera los procesos de afirmación identitaria, teniendo como resultado las políticas de la diferencia.

Mi práctica artística (a modo de conclusión). Mi cuerpo como medio pasivo ha sido construido por signos culturales y acontecimientos históricos que lo enmarcan y es regulado por códigos específicos, recupero la noción de “castigo” como eso que a partir de la                                                                                                                 12

Hablar de espacio situado como detonador político, es citar la noción de poder situado de Engels, en la que el poder se construye en el sitio y momento en que las contradicciones de clase no pueden reconciliarse; también es citar el conocimiento situado de Haraway, en la que se habla con, en y desde su cuerpo parcializado y/o cualquier cuerpo que no necesite de un lugar para hablar de lo real, sino que requiere de una conversación relacional. 13 Alejandra Castillo, Ars Disyecta, (Chile: Palinodia, 2014), p. 12.  

 

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experiencia y el dolor ha de ser tomado en cuenta como memoria; hay actos/ideas que deben y tienen que ser imborrables, inolvidables, fijos y constantes para que el sistema nervioso intelectual quede dominado por ellos, estos dispositivos se retienen en la memoria colectiva permitiendo vivir en sociedad. Así pues, la concepción del género en el cuerpo será a partir de exclusiones

y

ausencias

de

significantes,

en

este

sentido,

las

prohibiciones/castigos que construye la identidad culturalmente hablando es de heterosexualidad obligatoria para favorecer intereses biopolíticos. “Proyecto Walpurgis Gara” es mi catarsis, busco transformar mi cuerpo y mi imagen para desestabilizar la recepción de normas preestablecidas; entiendo por catarsis una purificación a partir de acciones recreadas, en las que me ensimismo de mi individualidad, y a través de un alter ego (personaje) devengo Otro. Es un juego entre lo real, lo artificial y el espectáculo, regidos en diferentes estratos; en primer lugar, se actúa en el plano de lo real y bajo las leyes reales de la sociedad humana, en segundo lugar, con lo teatral del personaje y lo performativo de la palabra, se llega a los planos sensibles y éticos del espectador. Son el respeto, el temor y el amor, los afectos que se necesitan trabajar para lograr la purificación; así pues, la catarsis como purificación de esos afectos, es una abyección y repulsión de mi Otredad obligada a salir al orden de lo real. Por otro lado, como propuesta estética, me sumo a las filas del proceso autoetnográfico desde una perspectiva epistémica donde una subjetividad puede exponer los contextos en los que se vive social, económica y políticamente, ya que es posible leer una sociedad a través de una biografía, pues el sujeto se debe en relación a su contexto inmediato y no totaliza como lo hace la sociedad, que totaliza al sujeto a partir de instituciones y regulaciones. De esta forma “Walpurgis Gara” es una drag queen que al performar un género hace una interpretación de lo que un grupo piensa, siente y hace; mi tarea como artista-ejecutante es comprender el significado de mi experiencia drag y conectarla con lo cultural, al ponerse en juego la estabilidad entre la anatomía del ejecutante y el género que se actúa. Es así como el drag queen se

 

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presenta como iconoclasta de la ficción reguladora del género y al imitar el género expone críticamente las limitantes y fracasos del género. Walpurgis y Benjamín, son dos personalidades diferentes y un mismo cuerpo que se transforma noche tras noche, no busco una imagen en particular, porque Walpurgis es eso: un ente mutable y con cabida en todos lados, que se apodera del cuerpo de Benjamín para llevar a cabo locuras en contra de la normatividad de género. Ella y yo somos disidentes de las reglas del juego, buscamos una alternativa, o la otra cara, del amor, los sexos, los cuerpos…en pocas palabras, buscamos otras formas de deseo.

 

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Anexo. (Imágenes)

Benjamín Martínez, Proyecto Walpurgis Gara, Fotografía digital, México, 2012.

 

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                        Benjamín Martínez, Proyecto Walpurgis Gara, Fotografía digital, México, 2012.

 

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Benjamín Martínez, Vestida para mutar, Fotografía digital, México, 2013.

 

12  

Benjamín Martínez, Vestida para mutar, Fotografía digital, México, 2013.

 

13  

Benjamín Martínez, Las noches de Gomorra, Fotografía digital, México, 2014.

 

14  

Benjamín Martínez, Las noches de Gomorra, Fotografía digital, México, 2014.

 

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Benjamín Martínez, sin título, Fotografía en dispositivo móvil, México, 2015.

 

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FUENTES DE CONSULTA. Bibliografía básica. BARRIENTOS, Francisca, “La mujer como piedra de tope: Una mirada frente al fracaso del feminismo”. En Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (editorxs), Por un Feminismo sin mujeres. 2º Circuito de Disidencia Sexual CUDS, editado por CUDS, 31-37. Chile: CUDS, 2011. CASTILLO, Alejandra, “El feminismo no es un humanismo”. En Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual (editorxs), Por un Feminismo sin mujeres. 2º Circuito de Disidencia Sexual CUDS, editado por CUDS, 13-21. Chile: CUDS, 2011. _________________, Ars Disyecta. Figuras para una corpo-política. Chile: Palinodia, 2014. GUATTARI, Félix, “La Transversalidad”, en Psicoanálisis y transversalidad. Crítica psicoanalítica de las instituciones, [Trad. Fernando Hugo Azurra], 92-107. Argentina: Siglo XXI, 1976. VALENCIA, Sayak, “En el borde del border me llamo filo: capitalismo gore y feminismo(s)”. En Capitalismo gore, 173-189. España: Melusina, 2010.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA. BUTLER, Judith, “Inscripciones corporales, subversiones performativas”. En El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad, [Trad. Ma. Antonia Muñoz], 253-275. España: Paidós, 2007.

 

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HEGEL, George W. F, “Las tareas científicas del presente”, “El desarrollo de la conciencia hacia la ciencia”, “Introducción (Propósito y método de esta obra)”, “Independencia y sujeción de la autoconciencia; señorío y servidumbre”, en Fenomenología del espíritu, [Trad. Wenceslao Roces y Ricardo Guerra], 7-25, 51-60, 113-121. México: FCE, 1971. NIETZSCHE, Friedrich, “Notas sobre retórica (Verano de 1872 – comienzos de 1873)”, en Escritos sobre Retórica, [Trad. Luis Enrique de Santiago Guervós], 217-225. España: Trotta, 2000. VALENCIA, Sayak, “13 puntos fundamentales sobre el capitalismo gore y el transfeminismo”.

En

Seminario-Encuentro

Movimientos

en

las

bases:

Transfeminismo, feminismos queer,despatologización, discursos no binarios, [s. p]. Andalucía: Universidad Internacional de Andalucía, 2010.

SITIOS WEB. MEDEKA, “Manifiesto para la insurrección transfeminista”, medeka.blogspot. http://medeak.blogspot.mx/2009/12/manifiesto-para-la-insurreccion.html (Consultado en Agosto de 2014). VALENCIA,

Sayak,

“Transfeminismos

et

al…”,

sayak.blogspot.

http://sayak.blogspot.mx/ (Consultado en Agosto de 2014).

VIDEOGRAFÍA. VILLEGAS, Armando, “Las figuras del salvaje y el bárbaro en la filosofía política”. En Coloquio Alteridad y Exclusiones. XVII Congreso Internacional de Filosofía en Morelia. 28:46. México, 2010. https://www.youtube.com/watch?v=rtcB5T6UC0A (Consultado en Noviembre de 2014).

 

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