ESTADOS UNIDOS ANTE EL INMINENTE DECLIVE

ESTADOS UNIDOS ANTE EL INMINENTE DECLIVE

"Los dogmas del quieto pasado no concuerdan con el tumultuoso presente"
Abraham Lincoln

Fernando Álvarez Simán*

Un pronóstico ronda entre los círculos académicos y económicos de todo el mundo: Estados Unidos perderá ante China la supremacía económica entre el año 2025 y el 2040. Este 2011 China superó a su vecino Japón en el segundo lugar mundial (se esperaba que esto sucedería en el 2018) y el tamaño de su economía sigue creciendo a tasas (más del 10% anual) más elevadas que cualquier otro país del mundo Su éxito económico se fundamenta en cinco ventajas comparativas de origen histórico que las estrategias de desarrollo socialista implementadas entre 1949 y 1980 no supieron capitalizar. Primero, una enorme masa de trabajadores rurales dispuestos a trabajar por muy bajos salarios y que cuentan con una sólida educación básica (87% de alfabetismo). Segundo, una tasa de ahorro nacional altísima (38% del PIB) lo que posibilita un proceso de inversión rápido y sostenido. Tercero, un sistema de disciplina social y de estabilidad política, administrado por el Partido Comunista, que brinda certidumbre a la toma de decisiones económicas de largo plazo. Cuarto por el impulso a la producción manufacturera incluyendo un vasto programa de de generación de innovaciones. Quinta es un comprador muy importante de materias primas en África y América Latina.

Es muy claro que aunque en materia económica EU mantiene una gran ventaja sobre cualquier país principalmente por el empuje de sus sectores tecnológicos y de servicios, lo cierto es que la brecha de la riqueza que los separaba de otras naciones se hace cada vez más estrecha. El Producto Interno Bruto de de China es de 5, 745,133 millones de dólares y el per cápita de 6,675. Por otro lado el PIB de EE.UU es de 14, 624,184 millones de dólares (es 2.5 veces mayor que el chino) y el per cápita es de 46,436 dólares (casi 7 veces más que el chino). Por ello seguramente Norteamérica mantendrá durante algunas décadas el primer lugar mundial como potencia económica; pero esta posición y competencia por el liderazgo se complica cuando vemos más allá de las implicaciones económicas de este pronóstico, incluyendo en el estudio los factores geopolíticos, militares e incluso sociales y culturales.
En ese sentido, nada genera más incertidumbre en la mente de los norteamericanos que perder hegemonía mundial; un hecho que ni siquiera se debatió después de los sucesos del 11 de septiembre de 2001 cuando para muchos es el parteaguas de lo que hoy le sucede a esa nación. En ese momento actuaba el miedo colectivo hacia futuros ataques terroristas masivos y un deseo de devolver el golpe a Al Qaeda, incluso las bombas del ataque aéreo que antecedieron a la invasión de Afganistán llevaban inscrito "Departamento de Bomberos o de Policía de Nueva York" en un intento por recordar a los más de 300 bomberos y 60 policías que fallecieron en las torres gemelas cumpliendo su deber. Nos referimos al espíritu de competencia que en el marco de la carrera espacial se dio con el lanzamiento del cohete Spunik 1 y la hazaña soviética de Yuri Gagarin al convertirse en el primer ser humano en orbitar la tierra.

¿Cuál es entonces el futuro panorama y las fortalezas americanas? que errores en la conducción del país se han cometido y conociendo el proverbial espíritu emprendedor americano ¿cuál es el camino a seguir para continuar siendo potencia internacional? Es indudable que el ejército americano es el más poderoso del mundo y si a ello le agregamos su fuerza nuclear ello representa una primera fortaleza, adicionalmente si el mundo se mueve cada vez más hacia la sociedad del conocimiento y el desarrollo tecnológico, encontraremos que los centros educativos por excelencia se asientan en territorio norteamericano, Silicon Valley no puede entenderse sin la influencia de las Universidades de California en Stanford, Berkeley y Palo Alto por ejemplo y en la costa este, la generación de conocimiento y la influencia del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de Harvard se siente hasta en la cultura popular americana. La fortaleza de sus centros educativos va a permitirles mantener el liderazgo en la generación de conocimiento tecnologías durante un tiempo. En ese sentido, continúa formando sólidos recursos humanos y sus instituciones de educación superior representan además el principal destino para numerosos estudiantes de todo el mundo, sobre todo en ingenierías, administración de empresas y ciencias exactas. Corea del Sur, Canadá y Japón son los países que más estudiantes envían a Estados Unidos y México es el séptimo lugar con casi 15 mil estudiantes.

El problema es que para muchos analistas americanos de pronto la crisis económica y financiera les ha hecho ver que se han convertido en una sociedad más consumista que productora y por tanto muy dependiente de los recursos que pueden conseguir en el exterior, entre ellos el motor que mueve sus actividades económicas; el petróleo.

A manera de conclusiones puede afirmarse que a semejanza de la España colonial, la Francia aristócrata y luego impulsora de la modernización del Estado, de la Inglaterra victoriana; con el declive económico de los Estados Unidos se ve de nueva cuenta la tendencia de ascenso y caída que han visto todas las potencias imperiales de todo el mundo. Si el pronóstico se cumple China sustituirá a Estados Unidos como potencia mundial y lo hará al parecer sin ninguna confrontación bélica de por medio. Falta algo todavía para verlo, pero a corto y mediano plazo el mundo será multipolar con zonas de comercio e intercambio muy definidas como el sureste asiático y la unión europea.
En el corto plazo también los países productores de materias primas como Brasil, Rusia y los petroleros seguirán creciendo al igual que los que producen manufacturas como China e India. Estados Unidos seguirá siendo la potencia comercial y política dominante al menos en nuestro continente y por lo pronto hoy pugna por invertir en eficiencia y seguridad energética haciendo que esto sea su principal prioridad doméstica para los próximos años, en todo ello permea el debate de lo nacional. Hacia el exterior la prospectiva tiene que ver con el rumbo de la forma de hacer diplomacia que hoy reconocen pasa más por el consenso y la cooperación que la fuerza misma.

El mundo no parece ir en otra dirección más que en profundizar la economía de mercado y en ese contexto cuidar los intereses y la influencia regional, hoy en lugar de ideologías rivales y confrontadas hasta el choque violento lo que vemos son modelos de desarrollo distintos. El contexto mundial ha hecho que Latinoamérica entera y México por supuesto dirija cada vez más su estructura productiva, comercial y financiera hacia el mundo.

El reto para México entonces es primero entender que en este nuevo contexto internacional existen tres bloques claramente identificados; América del Norte, Europa y Asia-Pacífico, en este contexto es obvio que requiere integrarse a los grandes mercados, no solo como hasta ahora ha sido la prioridad: atrayendo inversión, si no también participando activamente en la conformación del nuevo orden mundial.

Para ello se necesita ser competitivo y solo podrá logarse si se superan las grandes asimetrías con el mayor mercado doméstico internacional: los Estados Unidos, quienes hoy requieren que el TLCAN sea un proyecto sólido y competitivo, capaz de competir económicamente con otros similares en el mundo multipolar. En ese sentido el debate futuro como nación viable en el contexto internacional debe pasar por preguntarnos ¿qué queremos los mexicanos?

Si concluimos que los norteamericanos quieren un socio comercial fuerte y seguro, estable políticamente y económicamente próspero indudablemente verán una buena oportunidad de replantear, vía la influencia mexicana su relación siempre tirante con el resto de América Latina. La pregunta es si estamos preparados en México para profundizar nuestra integración comercial con Estados Unidos o mejor aún ¿sabremos qué camino tomar? si la integración comercial, económica y productiva debe ser con Norteamérica o con los paises latinoamericanos con quienes tenemos más afinidad cultural pero de quienes nos hemos alejado por pragmatismo económico.

También puede ser que elijamos el ser un país Norte/Sur que sirva como puente comercial entre un sur como nosotros rico en materias primas con un mercado Norte de la republica que necesita los recursos para transformarlos y competir con el resto de los bloques comerciales Internacionales. Esos puntos son precisamente el futuro debate sobre las relaciones internacionales de México.

Necesitamos construir de nueva cuenta el liderazgo regional que ha caracterizado a México, pero necesitamos también superar nuestros rezagos sociales, transformar nuestras instituciones, ponerlas al día y aprender lo mejor del mundo, ya lo decía el presidente Obama en uno de sus mensajes a su nación: "En estados unidos, la innovación no simplemente nos cambia la vida. Es con ella que nos ganamos la vida". Ese país al verse superado por los soviéticos en los inicios de la carrera espacial hizo grandes esfuerzos por recuperar el liderazgo científico y tecnológico y pudo lograrlo, invirtiendo en educación, pensando global y actuando local con una visión de en el futuro.

Hacia la innovación tecnológica y la cooperación camina el mundo y de la mano de estos dos elementos transformándose, México no debe quedarse estático requiere participar activamente en el concierto actual de las naciones, en nosotros mismos está lograrlo.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas