Establecimiento y Comparación de una Secuencia Cronológica Local: Un Estudio Arqueológico en el municipio de Frontino, Antioquia.

August 13, 2017 | Autor: David Escobar | Categoría: Arqueología, Sistemas de Información Geografica, Antioquia
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Descripción

23



Licencia de Estudio Arqueológico No. 428 expedida por el ICANH el 16 de febrero de 2005 a nombre de Carlo Emilio Piazzini, director de esta tesis de grado.
Como Antioquia La Vieja fue conocido el segundo establecimiento de la ciudad de Antiochia, efectuado en el Valle de Nore por Juan de Cabrera en 1542, luego de su fundación en la provincia de Hevexico por Jorge Robledo el año anterior.
Las fases de campo y laboratorio se realizaron en el marco del Proyecto "Transformaciones Territoriales en el Noroccidente de Antioquia, Municipio de Frontino" financiado por el Comité de Investigaciones, CODI de la Universidad de Antioquia y ejecutado en la línea de investigaciones Espacio, Tiempo y Sociedad del Grupo Estudios del Territorio del Instituto de Estudios Regionales, INER (cf. Piazzini 2009).
La UMP es una unidad espacial de referencia definida por el espacio mínimo en el cual se espera que se hallen evidencias de asentamientos antiguos, tales como cimas de colinas, planos coluviales o aluviales, aterrazamientos sobre ladera, etc.
Información obtenida en entrevistas efectuadas en el corregimiento de Nutibara (Piazzini 2009, Piazzini et al 2009).
Es importante decir que los resultados preliminares de la prospección efectuada en las cuencas de los ríos Verde y Musinga, situadas a unos 10 Km lineales al oeste de Nore y El Cerro, han permitido corroborar y precisar en buena medida la tipología de La Herradura y la aquí propuesta, con lo cual se pone de manifiesto un mayor alcance espacial como indicadores de cambio en la tecnología de producción alfarera (Piazzini et al 2009).
A estos tipos cerámicos se les antepuso el nombre según el municipio, para identificar el lugar donde se recuperaron.
Estas muestras hacen parte de una colección de referencia que comprende evidencias provenientes del proyecto La Herradura (Piazzini 2004) y del proyecto más reciente de arqueología de las cuencas de los ríos Verde y Musinga (Piazzini et al 2009).








ESTABLECIMIENTO Y COMPARACIÓN DE UNA SECUENCIA CRONOLÓGICA LOCAL: UN ESTUDIO ARQUEOLÓGICO EN EL MUNICIPIO DE FRONTINO, ANTIOQUIA.





CLARA EUGENIA ARANGO C.
DAVID ANDRES ESCOBAR C.



Trabajo de grado para optar el titulo de Antropólogo








ASESOR
CARLO EMILIO PIAZZINI S.
ANTROPÓLOGO UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Y Mg. en HISTORIA UNIVERSIDAD NACIONAL




UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA
MEDELLÍN
2010

AGRADECIMIENTOS




Al municipio de Frontino, al grupo de Estudios del territorio de la Universidad de Antioquia (INER), al museo de la Universidad de Antioquia especialmente a Santiago Ortiz, al laboratorio de geología de la Universidad EAFIT y a todas las personas que de una u otra forma ayudaron en este proyecto; a nuestro asesor, Emilio Piazzini por su apoyo y a nuestras familias por su paciencia. Gracias a todos.








INTRODUCCIÓN 5
1. PROBLEMÁTICA 8
2. ÁREA DE ESTUDIO 12
3. ANTECEDENTES 16
3.1 Antecedentes arqueológicos 16
3.2 Antecedentes etnohistóricos 20
4. OBJETIVOS 26
5. METODOLOGÍA 28
5.1 Trabajo de campo 28
5.2 Análisis de laboratorio 31
6. PROSPECCIÓN Y EXCAVACIONES 41
6.1 Prospección. 41
6.2 Excavaciones y levantamientos topográficos 48
7. CRONOLOGIA 80
7.1 Periodo temprano (1000 AC – 0DC). 80
7.2 Periodo medio (0-800 DC) 81
7.3 Periodo tardío (800- 1550 DC) 82
7.4 Periodo reciente (1550-1943 DC) 82
7.5 Periodo indeterminado 84
8. EL CERRO Y NORE EN PERSPECTIVA LOCAL Y REGIONAL 87
8.1 Áreas de estudio 87
8.2 La Herradura 99
8.3 Occidente de Antioquia 102
9 CONCLUSIONES 105
BIBLIOGRAFÍA 107
ANEXO 1. ANÁLISIS Y TIPOLOGÍA DE CERÁMICA Y LOZA 112
ANEXO 2. ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN DE MATERIALES EN VIDRIO 152
ANEXO 3 FICHAS DE REGISTRO. 157


RESUMEN




Esta investigación tiene como propósito, establecer una secuencia cronológica comparada del registro arqueológico entre el corregimiento El Cerro y la vereda Nore; ambas ubicadas en el municipio de Frontino, noroccidente Antioqueño. Empleando un reconocimiento sistemático con ayuda de análisis espaciales efectuados en un Sistema de Información Geográfica (SIG). Así mismo pretende comparar los resultados obtenidos, con lo propuestos en anteriores investigaciones para el noroccidente Antioqueño.

En un principio se realiza una descripción de los sitios identificados en la prospección y sus rasgos antrópicos. Posteriormente se procedió a describir los criterios para seleccionar los sitios que se excavaron y la asociación a otro tipo de evidencias. Más adelante se realiza una descripción de los tipos cerámicos, incluyendo la loza moderna y el vidrio; de esta forma se propone una cronología mediante el establecimiento de periodos apoyándose en las fechas de radiocarbono. Para finalizar se hace una comparación a tres escalas: la primera entre las dos áreas de estudio El Cerro – Nore. Luego se comparó dichos resultados con la cuenca del Río La Herradura, y finalmente con los estudios en el Occidente Antioqueño con el fin de dar luces al establecimiento de una secuencia cronológica con alcance regional.


INTRODUCCIÓN





La siguiente investigación ha sido planteada como monografía de grado para que los autores opten por el título de antropólogos que otorga el Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia. La investigación se deriva del Proyecto "Transformaciones territoriales en el noroccidente de Antioquia, municipio de Frontino", realizado entre 2005 y 2006 con apoyo del Comité de Investigaciones de la Universidad de Antioquia, CODI, por Carlo Emilio Piazzini, Diego Herrera y Lucella Gómez entre 2005 y 2006, investigadores del Instituto de Estudios Regionales (INER) de la Universidad de Antioquia. Tanto el Proyecto como la investigación que aquí se presenta, hacen parte de la línea de investigación sobre Espacio, tiempo y sociedad del Grupo de Estudios del Territorio del INER.

El estudio tiene por finalidad el establecimiento y evaluación de una secuencia cronológica comparada del registro arqueológico obtenido mediante el reconocimiento sistemático de dos áreas de interés histórico, ubicadas en el municipio de Frontino, noroccidente Antioqueño: el corregimiento de El Cerro, que posee una alta actividad minera reportada desde la Colonia y la vereda Nore que por su toponímico hace referencia a la provincia de Nore, descrita por los españoles en el siglo XVI. La secuencia cronológica se remonta desde el primer milenio Antes de Cristo, y se prolonga hasta la primera mitad del siglo XX, se ha establecido con base en el análisis y clasificación de los atributos tecnológicos de las evidencias de cerámica, loza, ladrillo, metal y vidrio, así como en la observación de la tipología resultante en las secuencias estratigráficas de los sitios excavados.

Esta secuencia es sometida a análisis comparados en tres escalas: en una primera se evaluarán diferencias y afinidades entre las dos áreas de reconocimiento, Nore y El Cerro, teniendo en cuenta diferencias en cuanto al potencial minero, la fertilidad de los suelos, la relación entre sitios ocupados y geomorfología, así como variaciones en la densidad de las ocupaciones, todo ello con ayuda de análisis espaciales efectuados en un Sistema de Información Geográfica (SIG). En una segunda escala, se compara la secuencia cronológica de El Cerro y Nore con la postulada previamente en la cuenca del río la Herradura (Piazzini 2004), localizada a unos cinco kilómetros lineales, hacia el este. Finalmente, la comparación se establece en una perspectiva regional, en relación con estudios arqueológicos realizados en el Occidente de Antioquia entre las décadas de 1980 y 1990.

En cuanto al contenido de los capítulos propuestos en este informe, a continuación se presenta una breve descripción. El primer capítulo trata la ausencia de indicadores cronológicos en los estudios cerámicos del Occidente Antioqueño, así como la ausencia de estudios que evalúen la eficacia espacio temporal de las tipologías cerámicas para establecer cronologías. En el segundo capítulo se localiza geográficamente el municipio de Frontino, se enuncian sus principales características, la ubicación de las dos áreas de estudio, así como su extensión y los reconocimientos arqueológicos efectuados. En el tercer capítulo se da una introducción a los antecedentes de investigaciones arqueológicas en el occidente Antioqueño, para luego mencionar los antecedentes etnográficos en donde se revisan datos inherentes a la zona de estudio en los textos de cronistas de indias del siglo XVI. Para el cuarto capítulo se proponen los objetivos, donde se plantean las directrices del estudio para presentar un orden temporal y espacial de las evidencias por medio de la clasificación tecnológica y el análisis del paisaje. En el quinto capítulo, se describe la metodología: la técnica aplicada para la obtención de las muestras, el desarrollo del muestro, el proceso, análisis de las muestras, como se establecieron las tipologías y como cada una se sitúa en la secuencia cronológica; y como se ubicaron estas cronologías tanto espacial como temporalmente. El capítulo seis, se divide en prospección y excavaciones. En prospección se realiza una descripción de las UMP (Unidades Mínimas del Paisaje) y colecciones registradas en cada una de ellas; en este apartado se evalúa cuantas UMP poseían rasgos antrópicos como túmulos, aterrazamientos o huellas de guaquería, así como donde se encontraron evidencias cerámicas, líticas, loza, vidrio o metal que permitieran otorgar una temporalidad relativa a los sitios. Posteriormente se procedió a describir los criterios para seleccionar los sitios que se excavaron, enunciando sitio por sitio, su localización geográfica, geomorfología, rasgos arqueológicos asociados, muestreos complementarios, dimensiones de los cortes de excavación así como su descripción estratigráfica, las fechas de radiocarbono obtenidas y su asociación a evidencias materiales y por último la frecuencia tipológica por nivel estratigráfico y la asociación a otras evidencias recientes.

Para el capítulo séptimo se realiza una descripción de los tipos cerámicos propuestos incluyendo la descripción de loza moderna y las características del vidrio. Ya para el capítulo octavo se propone una cronología, mediante el establecimiento de periodos según las fechas de radiocarbono, la tipología cerámica y su asociación a los diferentes rasgos antrópicos del paisaje (túmulos funerarios, huellas de guaquería o aterrazamientos). En el capítulo noveno se hace una comparación en tres escalas como se mencionó anteriormente, la primera entre las dos áreas de estudio El Cerro – Nore. Luego se comparó los indicadores cronológicos entre las áreas anteriormente propuestas y la cuenca del Río La Herradura, finalmente, una comparación entre la secuencia cronológica de los estudios arqueológicos en el municipio de Frontino con los estudios en el Occidente Antioqueño, sus posibilidades y dificultades para establecer una secuencia cronológica de alcance regional.

En este estudio se logró precisar la cronología del periodo precolombino tardío propuesto para la cuenca del río La Herradura, así como mejorar la eficacia de los tipos cerámicos que sirven de indicadores cronológicos en ése periodo, mientras que se suministran nuevos indicadores asociados a loza y vidrio para el periodo colonial y republicano.

Para la realización de los muestreos y excavaciones arqueológicas se contó con la autorización del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH.


PROBLEMÁTICA




Una definición general de lo que estudia la arqueología, entendida en el sentido de Clarke (1984) como la ciencia que "se ocupa de la recuperación, de la descripción sistemática y del estudio de la cultura material del pasado"(Clarke 1984:9) y que tiene por objetivo "La definición de las entidades fundamentales observables en los materiales, en sus elementos, estructuras y modelos, en los procesos sobre las entidades en las dimensiones de espacio y tiempo. Un estudio en estática y dinámica que va mas allá de ejemplos particulares" (Ibíd: 19). Para Schiffer (1976), citado por Clarke, "el tema de la arqueología son las relaciones entre el comportamiento humano y la cultura material en todos los tiempos y lugares" (Ibíd: 9). Lo que permite establecer la importancia de procurar un tratamiento cuidadoso de las dimensiones de espacio y tiempo en el registro arqueológico.

El tratamiento de la dimensión espacio-tiempo en la modernidad ha supuesto la separación de estas dos categorías de análisis, dándole preponderancia al tiempo sobre el espacio. Proporcionándole a este último un tratamiento netamente instrumental, entendiéndolo simplemente como un plano cartesiano donde reposan las evidencias. Actualmente esta separación ha venido siendo reevaluada para intentar crear un vínculo más estrecho entre el espacio-tiempo, como es el caso de la arqueología del paisaje por ejemplo, en donde el espacio es visto como una producción social que posibilita la comprensión del cambio; Evidenciado en el tratamiento de los monumentos como materialidad vinculante de las espacialidades y temporalidades sociales (Piazzini 2006).

En la historia de la arqueología se han perfilado diferentes enfoques e interpretaciones que han permitido establecer temporalidades a partir de la cerámica. Clive Orton lo describe en tres fases, la primera comienza después del año 1500, en la cual los estudios de cerámica se realizaron sobre la descripción de vasijas completas. Una segunda fase llamada tipológica que comienza en el siglo XIX cuando se ve la necesidad de clasificar los fragmentos de cerámica obtenidos en los registros arqueológicos y se diseña un sistema de clasificación cerámica para poder abarcar gran cantidad de material (Orton et al 1997: 21). Además se toma la relación de la cerámica con las secuencias estratigráficas, utilizando estilos artefactuales, asignando así un orden cronológico relativo a varias tumbas en Egipto; En esta fase se prestó mayor atención a la distribución cronológica, tratando las vasijas como si fueran fósiles diagnósticos (Orton et al 1997: 22).

La arqueología se centraba más en la historia cultural y las secuencias del progreso teleológico hacia la civilización; por ello la cerámica se estableció como uno de los elementos esenciales para la datación relativa. La seriación fue utilizada para ordenar conjuntos de artefactos en una sucesión temporal recreando cronologías a partir de datos porcentuales. Kroeber fue el primero en utilizar la seriación en arqueología basado en frecuencias de tipos cerámicos en relación a la comparación de la similaridad de las variables. Por otro lado se encontraban Evans, Petrie, Pitt-Rivers y Thomsen; que buscaron una clasificación de tipos basada en la relación evolutiva de los tipos, fuertemente influenciada por la teoría evolucionista de la biología.

Fue Rowe (1961) quien introdujo el principio de superposición estratigráfica en los análisis de seriación "la disposición de materiales arqueológicos en orden cronológico sobre la base de un principio lógico de superposición. El orden lógico en el que se basa la seriación se encuentra en las combinaciones de características de estilo o de inventario que caracterizan a las unidades, en lugar de las relaciones externas de las unidades en sí mismas" Citado por (Lyman et al 1998). Por otro lado James Ford se destaca por utilizar un método para graficar datos porcentuales en la seriación, esperando encontrar distribuciones de campana o lenticulares que evidencien los momentos de popularidad de cada tipo.

En 1956 Shepard unificó las tendencias de cronología, intercambio/distribución y desarrollo tecnológico; además identificó aspectos en la cerámica que debían ser estudiados para explicar cada uno de estos temas (Orton et al 1997: 26). Así, definió una estrategia metodológica para ayudar en la identificación de tipos para averiguar la cronología, la identificación de los materiales y sus fuentes para describir el intercambio y la identificación de las características físicas de las vasijas, de manera que fuera posible mostrar su lugar en el desarrollo tecnológico.

A partir de los años 60 comienza la fase contextual de los estudios de clasificación cerámica y se desarrolla la ecología cerámica, con raíces en la ecología cultural, que tiene como eje los estudios ambientales y de los recursos locales en la producción. La ecología cerámica fue propuesta por F. R. Matson quien propone un enfoque en el que se intenta relacionar la cerámica con la gente que la produjo y usó (Matson 1965). Se centra en la manufactura cerámica, vista como producción tecnológica, que representa un punto donde el sistema cultural interactúa directamente con el medio ambiente. El énfasis de éste enfoque está en el rol del individuo como un agente activo, que controla los procedimientos de la elaboración de la cerámica, y que puede ser establecido mediante análisis tecnológicos. Estos procedimientos pueden ayudar a inferir cuestiones tales como técnicas de manufactura, historia de la tecnología, organización de la producción, relaciones funcionales entre un recurso específico y patrones locales, regionales o extra regionales.

Para proponer un orden temporal y espacial de las evidencias es necesario establecer una clasificación cerámica basada en una tipología, la cual represente correctamente la variabilidad espacial y temporal en el registro arqueológico al cual son aplicados. Cada tipo debe ser definido por una agrupación de sus atributos basados en el propósito de la clasificación, donde estos se soporten con un análisis estadístico, estratigráfico y cronológico.

En los estudios de cerámica arqueológica realizados entre las décadas de 1950 y 1990 en Antioquia, se tuvieron en cuenta básicamente atributos formales y estilísticos, mientras que los aspectos tecnológicos se relegaron a un segundo plano, sólo para afinar la clasificación de las evidencias cerámicas. Para el Occidente de Antioquia, el resultado de estos análisis produjo la agrupación de la cerámica en dos complejos: Marrón Inciso con temporalidad temprana, definido por Wendell Bennett en 1941 para la cuenca del Rio Cauca e Inciso con borde doblado con temporalidad tardía, definido por Neyla Castillo en 1988 para el occidente de Antioquia; las diferencias estilísticas eran percibidas como diferencias entre grupos culturales y las sociedades como portadoras de un estilo cerámico particular e inmutable. En estos casos, la adopción del término complejo cerámico parte de una correlación establecida entre etnohistoria y datos arqueológicos, que "pueden incluirse dentro de un enfoque histórico-cultural" (Acevedo et al 1995: 23).

Dicho enfoque resulta inconveniente para este estudio ya que no ofrece la posibilidad de comparar los estilos cerámicos predefinidos con la muestra extraída de los contextos arqueológicos. Esto debido a que la definición de estilos por sus características decorativas hace que las muestras no decoradas no puedan identificarse. El porcentaje de la muestra decorada que tendríamos para comparar en éste estudio sería solo el 7% de total. Otro aspecto que resulta inconveniente es la incapacidad del modelo para encontrar discontinuidades temporales que se refleja en la tendencia a la continuidad histórica en la tecnología cerámica (Piazzini et al 2008).

Por el contrario en este estudio, se buscó que la tipología cerámica, sirviera para definir marcadores cronológicos a partir de aspectos tecnológicos referidos a diferencias en el uso y procesamiento de las materias primas, especialmente los minerales agregados para servir como desgrasantes o atemperantes, todo ello en un análisis comparado con los contextos estratigráficos y las dataciones radiométricas asociados a las muestras cerámicas. Por su parte, los aspectos referidos a la forma y estilo de los utensilios cerámicos, sólo fueron tenidos en cuenta para complementar la caracterización de los tipos cerámicos.

Adicionalmente, y siempre en la perspectiva de contribuir con el establecimiento de una secuencia cronológica de valor local y susceptible de ser comparada en escala regional, se introduce el análisis de evidencias de loza y vidrio, para lo cual también se ha dado prelación al establecimiento de cambios en la tecnología de producción.


ÁREA DE ESTUDIO



























Mapa 1. Áreas de estudio en el noroccidente Colombiano.
Mapa 1. Áreas de estudio en el noroccidente Colombiano.


Para el desarrollo de esta investigación se seleccionaron dos áreas de aproximadamente 4,5 Km² cada una, localizadas en el municipio de Frontino, noroccidente de Antioquia (Mapa 1 y 2), en donde anteriormente se habían registrado evidencias de asentamientos precolombinos y en cuyas cercanías se había propuesto una secuencia cronológica basada en análisis de tecnología cerámica que se propone examinar (Piazzini 1994, 2004 y 2009). La primera área se encuentra en el corregimiento de El Cerro ubicado entre los 1700 y 2000 m.s.n.m. con terrenos generalmente empleados para la ganadería, cultivos de café y explotación de minas de veta. La segunda área de estudio fue la vereda Nore localizada entre los 1400 y 1600 m.s.n.m., sector utilizado especialmente para la ganadería; además allí se localizan antiguos tejares, que dan cuenta de la explotación de arcilla como materia prima durante épocas recientes. Estas dos áreas se encuentran ubicadas según el sistema de clasificación de zonas de vida de Holdridge en bosque muy húmedo pre-montano (bmh-Pm), que es característico de las zonas cafeteras. En general esta formación tiene como limites climáticos una bio-temperatura media aproximadamente entre 18 y 24°C y un promedio anual de lluvia de 2.000 a 4.000 mm (Mapa 2).



Mapa 2. Áreas de estudio en el municipio de Frontino.
Mapa 2. Áreas de estudio en el municipio de Frontino.

























El municipio de Frontino está situado sobre la cordillera occidental del sistema andino a 1350 m.s.n.m., con su mayor altura El Cerro Plateado a 3485 m.s.n.m., una temperatura media de 21ºc y a una distancia de 172 Km de Medellín. Sus coordenadas son: Latitud (N): 6º46'33" Longitud (W): 76º07'36". Su extensión es de 1263 km², cuenta con cuatro zonas de vida: Bosque húmedo tropical (bh-T) cañón del río Sucio, Bosque muy húmedo pre-montano (bmh-Pm) cabecera municipal, Bosque pluvial pre-montano (bp-Pm) Murrí y Carauta, por ultimo Bosque pluvial montano (bp-M) el paramo de Frontino. Los corregimientos que componen el Municipio son: Carauta, Pontón, Nobogá, El Cerro, Fuemía, Musinga, Nutibara, Murrí y Chontaduro.

La geomorfología de éste municipio, está conformada por valles y vertientes originados por antiguos glaciales, flujos de lodo y depósitos aluviales con unidades que afloran constituidas principalmente por derrames volcánicos (Escobar y Tejado 1992: 13). Entre sus principales alturas, superiores a los 3000 m.s.n.m. se encuentran El Cerro Plateado y Morrogacho; debido a su irregular relieve goza de un sistema abundante de ríos y quebradas entre los que se encuentran el Río Sucio y el Murrí, ambos afluentes del Atrato. Al primero vierten sus aguas el río la Herradura que a su vez recibe las del río El Cerro/Frontino y el río Verde que recibe las aguas del río Musinga. El río Murrí, se forma por la confluencia de los ríos Chaquenodá y Jengamecodá.

En cuanto a su geología, el municipio está ubicado en el geosinclinal que tradicionalmente se ha denominado "Arco de Dabeiba", que posee rocas cretáceas y está conformada por el grupo Cañasgordas (Ksv); Este está constituido por la formación Penderisco, que consta de dos miembros: Urrao (limonitas, areniscas tobáceas y conglomerados), y Nutibara (sucesión de capas de calizas delgadas y Chert negro) y la formación Barroso. Asimismo, está constituido por rocas terciarias, las cuales se encuentran conformadas por la formación Santa Cecilia y stocks dioríticos y además, se encuentran sedimentos del cuaternario, formados por aluviones, coluviones y flujos localizados en las márgenes de los ríos (El más importante el del río la Herradura). Además se encuentran las fallas de La Herradura, San Ruperto Urrao-oeste, Portachuelo, Cañasgordas (que es la continuación más noroccidental de la falla Tonusco) y el sistemas de fallas Río Verde - Fuemía- Murrí - Abriaquí (Cárdenas y Ospina 1996).

En la actualidad el municipio basa su economía en la producción agrícola y la extracción de oro. Estas prácticas económicas se remontan a la época prehispánica como se evidencia en crónicas y en antiguos documentos del siglo XVI (White 1883: 250); algunas de estas hacen referencia sobre la fertilidad de sus valles, proporcionando gran cantidad de alimento a los habitantes y a orillas de sus ríos varios sembrados como lo describe Castellanos refiriéndose a la primera entrada de Joan de Vadillo en 1538:

"Descubren valles de mayor distancia,
Y en ellos muy espesas poblaciones
Que de comida tienen abundancia"
(Castellanos 1589/1997: 768).
Además Juan Enrique White, quien conoció bastante bien la región de Dabeiba Frontino, ya que se dedicaba a la minería y a la construcción de vías, creía que los habitantes de estas regiones habían practicado la agricultura de quema que implicaba la rotación continua de bosques y cultivos, esto evidenciado en huellas de la vegetación actual (Parsons 1961: 50).

Así mismo, las crónicas del siglo XVI resaltan la actividad minera en el occidente, relacionando a Antioquia La Vieja con la explotación de las minas de veta de Nore. Estas minas y las de Buriticá fueron descubiertas en 1539 por Juan de Vadillo y estuvieron entre las primeras sometidas a explotación por los españoles (West 1952/1972: 34).

Al respecto Robert C. West escribe:

"Una de las primeras regiones de minería de aluvión que fueron explotadas en Antioquia fue la cuenca del alto río Sucio-Cañasgordas, un antiguo distrito minero indígena a 24 kms al noroeste de Buriticá. Allí se trasladó, en 1542, Antioquia La vieja, de su localización original en el Cauca al Valle de Nore cerca al Frontino Actual, donde los depósitos en las corrientes y los barrancos con depósitos de gravas en las riberas se trabajaron intermitentemente hasta bien avanzado el siglo XVII. Varios ataques de los hostiles Chocoes provocaron al parecer el abandono temporal de las minas en los últimos años del siglo XVI, pero en 1610 mineros de Santa Fé de Antioquia restablecieron la explotación de los ricos placeres de la región, llamada entonces río León ( río Cañasgordas actual)" (Ibíd:33-34).

Ya para el siglo XIX, compañías Inglesas se interesaron en la explotación de minas de veta en el corregimiento de El Cerro (Elejalde 2003: 204) y aun en la actualidad esta producción minera continúa pero en manos de la Sociedad Minera del Occidente de Antioquia.


ANTECEDENTES




Antecedentes arqueológicos

En el occidente Antioqueño se tienen noticias arqueológicas sólo desde la segunda mitad del siglo XIX, debido a que comienza un interés por recuperar y coleccionar piezas arqueológicas por parte de anticuarios y algunos viajeros extranjeros. En 1883 y 1884, el inglés Robert Blake White hace referencia a antiguos caminos indígenas, minas de sal y oro además de tipos de enterramientos como urnas, pozo y cámara y túmulos funerarios en el occidente Antioqueño, realizando descripciones sobre su forma, altura, ubicación y contenido (White 1884: 241-242). Un hermano suyo, Juan Enrique White, escribe en 1919 un artículo titulado "Disertación sobre los indígenas de Occidente", en donde refiere el hallazgo de antiguos caminos y sepulturas o perúes (túmulos funerarios) entre los ríos la Herradura y Murrí; más tarde en 1953 Gustavo White Uribe, ingeniero de minas en el municipio de Frontino publica un artículo sobre la "Civilización Katía precolombina", en el cual describe piezas arqueológicas obtenidas de sepulturas saqueadas en el Sinú, Dabeiba, Frontino, Cañasgordas y Urrao. De forma paralela el alemán Hermann Trimborn (1943, 1944, 1949 y 1953) realizaba investigaciones de carácter etnohistórico, mientras que Graciliano Arcila daba inicio a las primeras investigaciones arqueológicas en los municipios de Dabeiba, Chigorodó, Mutatá, Peque y Acandí en el Urabá Chocoano entre 1948 y 1958 (Acevedo et al: 16). Este ultimo estableció conjuntos y asociaciones estilísticas de cerámica como expresión de los valores culturales de los grupos que la utilizaban; para el área de Urabá identificó la decoración "Incisa relievada" y para la cuenca del río Sucio, la decoración "Incisa con variante de patillaje" (Arcila 1954).

Más tarde entre 1977 y 1980 se realiza la primera campaña de investigaciones arqueológicas en el Golfo de Urabá con el apoyo de la Universidad de Antioquia (Santos 1989: 11). A cargo de los arqueólogos Álvaro Botiva y Gustavo Santos, con el objetivo de recuperar datos arqueológicos y ecodatos. Luego el arqueólogo Gustavo Santos realizó la segunda campaña de investigaciones en el mismo sitio El Estorbo, entre 1981 y 1985, refinando la clasificación cerámica y la cronología de la campaña anterior y; definiendo una fase arqueológica, como parte de un complejo cultural que se extiende por toda la región del Golfo de Urabá, la costa Atlántica y Panamá, definido con base en la identificación del estilo cerámico "Modelado-Inciso" caracterizado por decoración a base de líneas y puntos incisos con motivos curvilineales; triángulos impresos entre líneas incisas paralelas e impresiones ungulares en los labios de los bordes, por último plantea la existencia de una sola etnia en ambas márgenes del golfo, siglos antes de la llegada de los conquistadores (Ibíd). En el marco de estas campañas se realizaron varias investigaciones y tesis de grado como en 1985 Carmen Bedoya y Elena Naranjo, en la población de Capurganá; en el mismo año, Hernán Morales, en la población de Tarena y Gustavo Román, en el municipio de Turbo; por último, en 1991 Dora Mejía, Helda Otero y Héctor Ramírez, en el municipio de Necoclí.

En 1983 Neyla Castillo, efectúo una investigación de salvamento en el municipio de Sopetrán. La excavación de un complejo funerario complementó los datos obtenidos en un sitio de habitación cercano. Realizó una clasificación cerámica fundamentada en los aspectos estilísticos, formales y tecnológicos de los materiales obtenidos en tumbas, los cuales comparó con los obtenidos en el sitio de habitación. Para 1988, esta investigadora basándose en prospecciones e investigaciones en el valle del río Cauca (en los municipios de Sopetrán y Santa Fé de Antioquia), propuso para el occidente Antioqueño un estilo cerámico que llamó "Inciso con borde doblado", cuyas características estilísticas son: decoración a base de incisiones en lineales y bordes de las vasijas formados por un rollo de arcilla doblado sobre la pared unión exterior, el cual casi siempre está decorado con impresiones digitales (Castillo 1988: 19). Además, propuso la ocurrencia de dos fases culturales: La primera con temporalidad temprana ubicada en el nivel más profundo de la excavación, se denomino complejo cerámico "Rojo inciso" (Ibíd: 32), el cual más adelante, por similitud en forma y decoración, se afilio al estilo cerámico "Marrón inciso", previamente definido para el Cauca Medio por Bennett en 1944. Esta primera fase, situada entre los siglos VI y VII DC. Se caracteriza por artefactos cerámicos y líticos, que sugieren el procesamiento de alimentos blandos como raíces o tallos (Ibíd: 20). La segunda ocupación, que aparece posteriormente sustituyendo la primera, se asocia al estilo cerámico "Inciso con borde doblado". Como lo mencionamos inicialmente, esta fase, situada cronológicamente entre los siglos X y XVI DC., presenta rasgos técnicos y decorativos que son diferentes a los de la primera (Ibíd: 21-25). Asimismo, el tipo de enterramiento asociado a ésta fase es el de tumbas de pozo con una o varias cámaras funerarias localizadas lateralmente (Ibíd). Por la cronología obtenida, los datos fueron correlacionados con los grupos sociales que se encontraban para el siglo XVI en el occidente Antioqueño. A las asociaciones entre estilos cerámicos de carácter arqueológico y grupos sociales del siglo XVI se las denomino "macroetnias" (Ibíd).

De forma simultánea se fueron desarrollando investigaciones arqueológicas, en otros municipios del noroccidente de Antioquia. En 1984 Carlos Mario Girón, realizó una prospección en el municipio de Buriticá, donde además documentó y excavó un túmulo funerario, datado en el siglo V DC. La cerámica hallada en el túmulo, estaba compuesta por fragmentos de vasijas sencillas, decoradas con engobe rojo e incisiones. Girón realizó una clasificación cerámica de acuerdo a las características tecnológicas de la pasta, formando ocho clases agrupadas en los mismos complejos cerámicos propuestos por Castillo. Igualmente, en 1988 Carlos Henry Arboleda realizó una prospección en el municipio de Santa Fé de Antioquia cuyos resultados se acogieron a las tipologías previamente definidas; de igual manera, reportó enterramientos con tumbas de pozo con una o varias cámaras funerarias (Arboleda 1988). Más tarde, en la perspectiva de correlación entre los datos arqueológicos y etnohistóricos propuesta por Neyla Castillo, se efectúan trabajos de campo, investigaciones y tesis de grado como la de Luz Elena Martínez en 1989, en el municipio de Peque, quien realizó una clasificación cerámica tomando variables tecnológicas y estilísticas, proporcionando como resultado dos complejos cerámicos formal y estilísticamente diferentes: "Inciso con borde doblado" documentado para el valle medio de rio Cauca y "Santa Águeda" hallado en el sur del municipio, en el sitio denominado Monos (Martinez 1989: 15) donde este último es sustituido estratigráficamente por el complejo "Inciso con borde doblado".

Por su parte, en 1992, Marta Montoya efectuó una investigación en el municipio de Anzá, realizando también prospecciones para rastrear los complejos culturales y los tipos cerámicos definidos previamente en Sopetrán por Castillo; de esta forma, registró para esta área la cerámica "Inciso con borde doblado" definido para el Occidente de Antioquia y "Marrón Inciso" definido para el Suroccidente y zona central de Antioquia. En 1996 Rosalba Castrillón, efectuó su tesis de grado en el municipio de Abriaquí, realizando una prospección y excavaciones; planteando una clasificación cerámica tomando como variables la composición de los desgrasantes, decoración, acabado y erosión. De esta forma, realiza una seriación Fordiana para establecer una cronología, obteniendo como resultado el complejo cerámico "Marrón Inciso", datado entre los siglos 0 y VI DC. (Castrillón 1996). Y para la cuenca alta del Rio Sucio el complejo "Inciso con borde doblado".

Continuando con el municipio de Frontino, se presentó un reconocimiento arqueológico y lectura del paisaje, efectuado entre 1993 y 1994 por Emilio Piazzini, recorriendo las cuencas de los ríos Carauta, Rio Verde y Musinga, además de la Herradura y Abriaquí, donde identifico la presencia de túmulos funerarios en las cimas de colinas y serranías (Piazzini 1994). Así mismo, en el 2004, efectúo otro estudio en la zona, a propósito de la construcción de la hidroeléctrica del río La Herradura, cuya área de estudio se ubicó en la cuenca superior y media del río La Herradura, entre los municipios de Frontino (corregimiento de Pontón), Abriaquí (corregimiento de La Antigua) y Cañasgordas (vereda La Herradura) (Piazzini 2004: 9). Realizó una prospección donde documenta 178 túmulos funerarios y excava 2 de estos; además propuso una tipología cerámica para esta zona referida a tres periodos históricos: El periodo temprano ubicado entre los Siglos X a I a. C. con viviendas dispersas, construcción de túmulos funerarios en cimas de cuchillas y tratamiento diferencial del espacio domestico y funerario. El segundo periodo se ubica entre los siglos I y VII DC. cuando las pautas de asentamiento incluían concentraciones a manera de aldeas. Continúa la construcción de túmulos en lugares diferentes a los domésticos, pero encuentra evidencias de otro tipo de enterramiento, en los sitios de vivienda. El tercer periodo se ubica entre los siglos IX y XVI DC. cuando hay continuidad en el uso del espacio, pero se observan cambios en la producción de la cerámica. Además señala que existen elementos iconográficos en la cerámica de La Herradura similar a los observados en la cerámica del Sinú y el Chocó (Ibíd: 81). Con este estudio, el autor aportó información para la construcción de una secuencia cronológica regional del noroccidente Antioqueño, sin embargo propone que deberá ser sometida a contrastación en investigaciones futuras, puesto que aún se encuentra débilmente articulada a dataciones radiométricas (Ibíd: 84). Lo que pretendemos evaluar y refinar en nuestro estudio.

En el 2001 Luis Carlos Cardona y Luis Eduardo Nieto, realizaron una investigación en el occidente medio Antioqueño, cuyo "objetivo estuvo formulado hacia la comprensión de la dinámica de poblamiento y de interacción con el medio ambiente desarrollada por las sociedades que ocuparon la región del Occidente Medio Antioqueño a través del tiempo" (Cardona 2001: 7). Compararon la cerámica recuperada con la obtenida en investigaciones anteriores en el occidente Antioqueño, obteniendo 9 grupos cerámicos (Ibíd: 163) asociados dos de ellos (Grupo 1 y 2) al complejo Marrón Inciso, otro (Grupo 3) al complejo Ferrería cuya cronología se ubica a comienzo de la era cristiana hasta el siglo VII DC. lo que corresponde al Periodo I (Ibíd: 223). Otros dos grupos (Grupo 4 y 5) asociados al complejo Inciso con Borde Doblado; el periodo II, cuyo inicio corresponde al Siglo VII DC. (finales del anterior) hasta el Siglo X DC. Luego otros tres grupos cerámicos (grupos 6, 7 y 8) ubicados en el periodo colonial y republicano, esta cerámica es relacionada con la obtenida en algunos sitios de el municipio de San Jerónimo, con el denominado estilo tardío. Finalmente un grupo cerámico (Grupo 9) que corresponde a los productos alfareros elaborados actualmente en la vereda Untí al norte del municipio de Buriticá (Ibíd: 163).

Por último se tiene información del hallazgo de un hipogeo ubicado cerca de la desembocadura de la quebrada La Llorona en el río Sucio, Municipio de Cañasgordas. Su forma es hexagonal, se encuentra constituido por lajas en piedra tanto en la base de la estructura como en el techo. Este lugar fue documentado mediante una visita de reconocimiento efectuada por investigadores del Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia (Botero 2002).

Antecedentes etnohistóricos

Los primeros datos escritos que se tienen sobre las sociedades del occidente Antioqueño, son los proporcionados por las crónicas y conquistadores Españoles. Uno de los primeros en entrar a las provincias de Guaca y Nore, fue Pedro de Heredia en 1533, quien partió desde San Sebastián de Urabá y llegó a Nori con el objetivo de descubrir "tierra adentro":

"…a la costa de la mar se pobló una cibdad (que) se dize la cibdad de San Sebastián de Buenavista de donde salimos pa(ra) descubrir estas mynas q(ue) he dicho y quarenta leguas desta cibdad poblamos otra que se dize la cibdad de Nori es tierra áspera y sierras peladas ay muchas frutas de diversas maneras y muy sabrosas es tierra frutífera aunque falta de comydas es muy rica de mynas"(Heredia 1533/s.f: 323).

Posteriormente, en 1537 Francisco Cesar con cien hombres, cruzó la Serranía de Abibe detrás de la cual creía que se encontraban los tesoros de Dabaibe; llegó hasta al valle de Guaca, donde lo recibió hostilmente el cacique principal de la región, llamado Nutibara, así que, éste decidió volver a Cartagena con algo de oro que obtuvo allí (Vadillo 1537/1864: 407); Pero en 1538, Juan de Vadillo, incitado por las noticias de Francisco Cesar parte desde San Sebastián de Urabá hacia la serranía de Abibe, llegando así, a la cuenca media y alta del Rio Sucio, en lo que al parecer constituida el territorio dominado por el cacique Nutibara. Según Cieza de León, quien lo acompañó, y luego estuvo por estas partes de regreso hacia Urabá con Jorge Robledo: "Todos los más de estos indios que viven en estas montañas eran subjetos a un señor o cacique grande y poderoso llamado Nutibara" (Cieza de León 1560/1941: 23).

Dice el mismo cronista:

"Desta provincia (de Guaca) era señor o rey uno llamado Nutibara, hijo de Anunaibe; tenía un hermano que se decía Quinuchu. Era en aquel tiempo su lugarteniente en los indios montañeses que vivían en las sierras de Abibe y en otras partes, el cual proveyó siempre a este señor de muchos puercos, pescado, aves y otras cosas que en aquellas tierras se crían, y le daban en tributo mantas y joyas de oro. Cuando iba a la guerra le acompañaba mucha gente con sus armas. Las veces que salía por estos valles caminaba en unas andas engastonadas en oro, y en hombros de los más principales; tenía muchas mujeres. Junto a la puerta de su aposento, y lo mesmo en todas las casas de sus capitanes, tenía puestas muchas cabezas de sus enemigos, que ya habían comido, las cuales tenían allí como en señal de triunfo" (Ibíd: 33).

Por su parte Fernández de Oviedo, refiriéndose a la entrada efectuada por Vadillo, indica que:

"Las minas de Buriticá, al parescer del licenciado, son de Cartagena ochenta leguas de la vila de Sanct Sebastian de Urabá; y para poblarlas, es menester pacificar el camino de Urabá é sojuzgar la provincia del Guacichica que está llana, é Nori, que está en medio, luego verná de paz" (Fernadez de Oviedo 1548/1959: 456).

Ya en 1542 Jorge Robledo, saliendo de Penco, pasando por el pueblo de Çunquyva llegó a las provincias de Guaca y Nore, encontrado todo destruido:

".e salimos a los valles de Nori e a la provincia del Guaca que solía ser una de las mejores poblazones que en toda aquella comarca avía, y estava todo destruydo e abrasado por las armadas de Cartajena que por allí avían pasado que hera la m(a)yor lástima del mundo ver las arboledas y frutales y asientos de bohíos y fuentes hechas a mano que todo estava destruydo, esta provincia está de la cibdad de Antiochia cerca de treinta leguas" (Sardella 1864: 322).
"... les dezía que vinyesen de paz por quemarles o tormarles lo que tenya(n) como avian hecho otros xristianos que avian pasado por la provincia de Nori que avian quemado a los Señores saliéndoles de paz sobre demandarles oro." (Robledo 1993: 356).

Para noviembre de 1541 Jorge Robledo había fundado la ciudad de Antiochia en la provincia de Hebexico, cerca al actual Municipio de Peque. De allí paso a San Sebastián donde fue apresado por el gobernador de Cartagena Pedro de Heredia, declarándolo alzado y desertor por haber abandonado la nueva población fundada en Antioquia y fue embarcado a España. Pero las verdaderas razones del gobernador eran tener el total control de la región, al parecer por el interés sobre el dominio de la extracción del oro de veta y aluvión. Así que, el capitán Juan de Cabrera decide cambiar la ubicación de la Ciudad de Antiochia ( Robledo 1993: 356) a la provincia de Nori, expresando que:

"la provincia de Nore, hay todas las cosas que se requieren para que un pueblo se haya de poblar y allí estar (...) porque hay buenas aguas montes y pastos y el sitio tierra llana y poblada…" (Robledo 1945: 300).

Así, en septiembre de 1542 se refunda la ciudad a cargo del Capitán Isidro de Tapia (Ibíd: 303). Además, como el objetivo principal de los colonizadores era la búsqueda de oro, como ya se había expresado, utilizaron a los indígenas para actividades mineras y el saqueo de tumbas. Así lo señala el cronista Fernández de Oviedo:

"...que aquel oro lo cogían, cuando no llovía y estaban secos los arroyos, levantando las piedras, debajo de ellas hallaban granos de oro y los fundían y hacían caracuris…" (Fernández de Oviedo 1548/1959: 455).

Sin embargo; la ciudad de Antiochia (La vieja), no duro mucho en éste sitio; debido a los constantes hostigamientos de los indígenas cercanos a esta ciudad que obligaron a los pocos habitantes a abandonarla hacia 1547 y trasladarse completamente a la villa minera de Santa Fe a orillas del río Cauca (Castellanos 1589/1997: 963). Que desde entonces fue el principal centro de población Española en esta región.

Durante los siguientes dos siglos XVII y XVIII fue inminente la presión colonizadora, fundando los primeros pueblos así que algunos grupos indígenas realizaron alianzas para impedir el avance de los españoles y determinar un territorio de frontera desde el occidente del río Cauca hasta el río Atrato (Vargas 1993: 43) logrando que estos obtuvieran un dominio parcial en el occidente Antioqueño. A finales del Siglo XVIII los españoles se beneficiaron de la mano de obra indígena, las encomiendas y en el trabajo de las minas; igualmente se encargaron de adoctrinar a los indígenas, construyeron iglesias en sus poblados y además, realizaron obras de infraestructura como puentes y caminos por orden de Felipe rey de Castilla.

"[…] y os ynformeis de los caminos y malos pasos que ubiere de unos pueblos a otros y abiendo necesidad de rreparo los areis aderesar lo mejor que se pueda para que se puedan andar con bestias de cargas y los yndios sean relebados dellas y probeais que se hagan las puentes necesarias en rrios arroyos y malos pasos y todo quede asentado de manera que tenga efecto […]" (AGN 1614/1615: folio 10v).

Para 1776, por orden del visitador Francisco Silvestre se funda la parroquia de San Carlos de Cañasgordas para controlar los indígenas de guerra, huidos, chocóes o carautas, tratando de concentrarlos para que vivieran en un poblado, con un párroco que los instruyera y enseñara:

"En el sitio de Cañasgordas, a dos días de distancia de esta capital, están unos treinta y tantos indios gentiles descendientes de otros fugitivos del Chocó, los cuales se hallan amparados de este Gobierno con aprobación del Superior del Reino. Son mansos y dóciles, salen a esta ciudad a menudo, y han solicitado con instancia se les nombre cura (…). Han hecho de mi orden una capilla de paja en sitio escogido y a propósito para poblarse con un galpón o casa grande para su vivienda (….) Importa no dejar perder esta mies aunque reducida, porque pueda aumentarse con algunos otros indios sueltos y fugitivos de las cimarronas del Chocó" (Silvestre 1887/1950: 184).

Durante el siglo XIX el área adquirió gran importancia en el contexto regional debido a la construcción de la vía al mar, la explotación minera y la fundación de pueblos. Así mismo ingenieros ingleses que vivieron y trabajaron allí se interesaron por la historia de la región como Robert Blake White (1883 y 1884), su hermano Juan Enrique White (1914) y Agustín Codazzi (1854) en el marco de la Expedición Corográfica.

Más tarde, en 1914 Juan Henrique White, Ingeniero Ingles, quien poseía gran interés por la región de Frontino y se dedicó al trazado de vías describe que en 1844:

"el Consejo de Santafé de Antioquia mediante la ley 6 decretó la exploración de un camino que saliera a Urabá y si fuera posible, el inicio de su construcción dentro de los siguientes 10 años. Se encomendó a los señores José Villa Leal y Flórez la exploración"
( White 1914: 2).

Luego en 1854 la cabecera del Distrito de Dabeiba había sido trasladada al corregimiento de El Cerro, hoy el Municipio de Frontino, el cual obtuvo gran importancia ya que, por un tiempo, fue un centro de intensa actividad comercial debido a que se encontraban importantes minas, las cuales eran operadas por empresas Inglesas (Ibíd: 4).

También se tiene información de la entrada de la comisión corográfica, liderada por el Ingeniero Agustín Codazzi, cuya misión era esclarecer los linderos entre las provincias, promover el comercio interno y externo, describir los recursos naturales y obrar como árbitro entre las disputas territoriales. Así, en 1854 Codazzi junto con un grupo de ingenieros Ingleses explora la región del Darién (Restrepo y Restrepo 1988: 1171-1180). Interesándose por la ubicación geográfica de la provincia de Nore y describiéndola en "…el llano que hoy se llama Frontino que lleva este mismo nombre…" así mismo, se refiere a los diferentes sitios elegidos por los indígenas para ubicar sus cementerios "… algunos eligen cuchillas altas y secas, superiores al nacimiento de las aguas…" (Codazzi 1958: 39), igualmente describe las formas de sus sepulcros "… unos son redondeados, otros cuadrados y otros cuadrilongos, teniendo la entrada debajo del agua" (Ibíd: 1958).

En 1850 Frontino adquiere la categoría de distrito municipal, siendo hasta entonces un caserío conformado por familias procedentes de Antioquia y de otros lugares del Occidente. Pero según Juan Enrique White no progresó como se esperaba, ya que se encontraba situado entre resguardos indígenas que conformaban una gran extensión (White 1914: 4). Pese a que desde 1832 se venían liquidando los resguardos indígenas, todavía en 1914 se veía la necesidad, por parte del gobierno de fomentar "la reducción de estas tribus salvajes (y) la fundación de escuelas para los indígenas…" (Ibíd: 14), esto con ayuda de la religiosa Laura Montoya quien puso en marcha las misiones y la catequización de los indígenas de la región.

En 1941 Ramón Elejalde escribe la Monografía de Frontino donde se dedica a seguir las rutas, paisajes y nombres descritos por los conquistadores Españoles durante el siglo XVI. Con el fin de hallar la ubicación de las provincias de Guaca y Nore (Elejalde 1943: 2). Por la misma época Herman Trimborn, etnólogo Alemán, quien estaba muy interesado en el occidente de Colombia, y apoyándose en fuentes escritas del siglo XVI junto con datos arqueológicos publica "Los reinos de Guaca y Nore" cuyo objetivo era el estudio de sus sistemas políticos para lo cual requería establecer la ubicación geográfica de dichas provincias (Trimborn 1943: 44). La ubicación geográfica establecida por Trimborn para la provincia de Nore en el actual municipio de Frontino, así como la presencia de túmulos funerarios, rasgos arqueológicos de la mayor importancia en Frontino, permiten establecer que esta investigación se realiza en espacios que por lo menos en el siglo XVI correspondían a dicha provincia indígena. De acuerdo con Cieza de León:

"Cuando se mueren los principales señores de estos valles (de Nore) llóranlos muchos días arreo, tresquílanse sus mujeres, y mátanse las más queridas, y hacen una sepultura tan grande como un pequeño cerro, la puerta della hacia el nacimiento del sol. Dentro de aquella tan gran sepultura hacen una bóveda mayor de lo que era menester, muy enlosada, y allí meten al difunto lleno de mantas y con el oro y armas que tenía; sin lo cual, después que con su vino, hecho de maíz o de otras raíces, han embeodado a las más hermosas de sus mujeres y algunos muchachos sirvientes, los metían vivos en aquella bóveda, y allí los dejaban para que el señor abajase más acompañado a los infiernos" (Cieza de León 1560/1941: 37).

El toponímico que se identifica en las noticias del siglo XVI aún permanece en la cartografía actual, con algunas modificaciones referidas a sus referentes y escala espacial de adscripción.


OBJETIVOS




Este estudio se ha propuesto elaborar una tipología de evidencias arqueológicas susceptible de aportar al establecimiento de una secuencia cronológica regional referida a los asentamientos humanos de la época precolombina, colonial y republicana en el municipio de Frontino. Para ello se ha implementado una prospección arqueológica de carácter sistemático en dos áreas, el Corregimiento El Cerro y la vereda Nore de 4,5 km² respectivamente. Mediante la aplicación de técnicas de muestreo intensivas como pozos de sondeo, recolecciones superficiales y registro de rasgos antrópicos en el paisaje. Así mismo, se realizaron excavaciones de carácter estratigráfico y se analizaron las evidencias recuperadas, la cerámica, la loza y el vidrio, así como los rasgos antrópicos en el paisaje. Con ello, se espera contribuir al ordenamiento temporal y espacial a las evidencias arqueológicas, necesario para la interpretación de las transformaciones territoriales en el Noroccidente de Antioquia.

Los objetivos específicos de la investigación han sido los siguientes:

Obtener mediante una prospección intensiva y sistemática, así como excavaciones de carácter estratigráfico una muestra de evidencias arqueológicas con especial referencia a la cerámica, lo suficientemente representativa en términos espacio-temporales para el establecimiento de tipologías indicativas de discontinuidades cronológicas.

Analizar tecnológica, estratigráfica y radiométricamente las evidencias para establecer tipologías sensibles a las variaciones cronológicas de los asentamientos humanos.

Realizar análisis mediante sistemas de información geográfica, para comprender el comportamiento espacial de las tipologías y sus relaciones con otras evidencias arqueológicas presentes en el paisaje.

Comparar la secuencia cronológica local, con esquemas tipológicos propuestos para la Cuenca del Río La Herradura en Frontino y a escala regional con investigaciones arqueológicas realizadas previamente en los Municipios de Abriaquí, Anzá, Peque, Sopetrán y Santa Fe de Antioquia.


METODOLOGÍA




Trabajo de campo

El trabajo de campo estuvo dirigido al reconocimiento y establecimiento de las áreas de muestreo, así como a la realización de una prospección intensiva de las mismas, y excavaciones estratigráficas que contribuyeran a suministrar las claves del ordenamiento cronológico del registro arqueológico identificado.

Las áreas seleccionadas para realizar el muestreo tuvieron una extensión aproximada de 4,5 km² cada una, siendo su localización y límites precisos los siguientes: el área de Nore al norte limita con el municipio de Frontino, al oeste limita con el rio El Cerro y la carretera que conduce de Frontino al corregimiento de Nutibara, al este se encuentra la hacienda Villa Juliana y la carrera que conduce de Frontino a Pontón, y al sur se encuentra el filo que separa la quebrada El Limo del el Rio Nore en la vereda El Limo.

El área de El Cerro limita al norte en el interfluvio donde se encuentran las quebradas Las Azules, El Hoyo y El Carmen; para formar el Rio El Cerro, al oeste limita hasta la cota de 2000 m.s.n.m. en la vereda Las Azules, al este la bordea la quebrada El Carmen y al sur El Cerro Plateado y la zona de extracción minera. Las áreas de estudio están separadas entre sí por 3 Km lineales, por la quebrada La Piedrahita, y el aeropuerto del municipio.

Se seleccionaron dos áreas cercanas geográficamente, aun cuando no contiguas, tratando de garantizar términos de comparación en el comportamiento de las evidencias arqueológicas en cuanto al relieve, la calidad de los suelos y la disponibilidad de recursos biofísicos.

Los muestreos de material arqueológico efectuados con el ánimo de suministrar una muestra estadísticamente representativa y comparable, consistieron en recolecciones superficiales y pozos de sondeo de 40 x 40 cm de profundidad variable dependiendo del espesor de los estratos arqueológicamente significativos. De acuerdo al tamaño de la unidad mínima del paisaje (UMP) identificada se realizaron los muestreos a razón de cuatro por hectárea, registrando el estado de alteración del sitio, rasgos antrópicos asociados, así como la profundidad y cantidad de las evidencias recuperadas.

Los muestreos positivos al interior de una UMP recibieron el nombre de colección y constituyen la representación estadística de un cuadrante de 2.500 m2. Por lo cual se garantizó que dos muestreos no se encontraran a menos de 50 metros lineales, esto con el fin de no sobredimensionar la muestra estadística y darles el mismo tratamiento a todas las unidades del paisaje. Además se implementó la categoría de rasgos arqueológicos, (túmulos funerarios, muros o ruinas, banqueos o aterrazamientos, etc.) para incluirlos en los análisis. Estos le dan valor positivo a una UMP, así no se hayan obtenido evidencias en los muestreos. De esta manera la observación en terreno contó también con referentes artificiales o antrópicos, además de las geoformas naturales que habitualmente sirven en las prospecciones arqueológicas como referentes para establecer el lugar en donde se deben realizar los muestreos. Especial atención recibieron los túmulos funerarios que fueron registrados detalladamente en cuanto a sus dimensiones (alto y diámetro), huellas de guaquería y localización específica en la UMP de referencia. Así mismo se registraron aterrazamientos y cimientos de edificaciones en planos levantados con brújula y lienza, debidamente amarrados a puntos de georeferenciación (Tabla 1).
Elemento
Cantidad
Cerro
Nore
UMP
77
41
36
Aterrazamientos artificiales
37
23
14
Túmulos funerarios
46
2
44
Muros en piedra
11
11
0
Cicatrices de guaquería (sin túmulos)
16
14
2







Tabla 1. Sitios y rasgos arqueológicos registrados.


Otra estrategia empleada en el estudio fueron los muestreos complementarios, que se refieren a evidencias arqueológicas que no se incluyen en el análisis estadístico, sea porque están a menos de 50 m entre sí, porque se desconoce su procedencia (donación) o porque hacen parte de un corte estratigráfico. Estos muestreos complementarios aunque no posean representatividad estadística si pueden ser utilizados para comparar y refinar las tipologías de clasificación de los artefactos.

Una vez realizada la prospección intensiva y sistemática mediante muestreos de valor estadístico, se procedió a identificar los lugares más apropiados para efectuar cortes estratigráficos, que nos permitieran obtener información de valor cronológico y ampliar las muestras obtenidas. Para establecer la localización específica de los cortes, se procedió a trazar una malla de sondeos de 40 x 40 cms, cada 10 o 5 metros, dependiendo de la extensión de la UMP, de tal forma que fuera posible identificar áreas en las cuales las condiciones estratigráficas y de cantidad de evidencias fueran las más apropiadas. Los cortes cubrieron generalmente un área de dos metros por uno, y fueron excavados por niveles arbitrarios de 5 cm de espesor siguiendo la pendiente del terreno. El espesor de estos niveles sólo varió cuando eran evidentes los cambios en la estratigrafía. Cada vez que se retiró el material excavado en cada nivel, se hizo registro fotográfico de la planta; se recuperó y registró aparte, por cada nivel, todo tipo de material que suministrara información sobre algún tipo de ocupación humana; cada uno fue debidamente embolsado, rotulado y pesado para su posterior análisis en el laboratorio. Al finalizar la excavación, se procedió a realizar la lectura de los perfiles estratigráficos, fotografiarlos y dibujarlos. Para la lectura de cada perfil se tomaron las siguientes variables:

Textura: Es la distribución de los tamaños de las partículas individuales que componen el suelo. Se expresa por un diagrama de tres componentes: arcilla, limo y arena (Heras y Martinez 1992: 32).

Estructura: Es la manera como se agrupan entre sí los minerales y el humus. Se expresa como estructura migajosa, granulosa, en bloques o sin estructura (Ibíd).

Color: Color predominante del estrato u horizonte de suelo en húmedo. Se define según los códigos de la tabla Munsell Soil Color Chart.

Profundidad: Niveles superior e inferior medidos en cm, entre los cuales se encuentra el horizonte o estrato.

Contenido: La clase de material que compone el horizonte (cultural, orgánico o inorgánico).

Tanto los muestreos de valor estadístico como los rasgos arqueológicos del paisaje y las excavaciones fueron georeferenciadas mediante el empleo de un sistema de posicionamiento global marca Garmin de la generación Etrex, calibrado en coordenadas geográficas con datum geodésico WGS 84.

La investigación contó con cartografía base digital del noroccidente del departamento, proporcionada por Corpouraba con datum geocéntrico Bogotá. Lo cual implicó la transformación de las coordenadas originales para su correcta visualización.

Como otras actividades importantes en el trabajo de campo, estuvo la entrevista con varias personas de la región, lo que permitió identificar varios sitios arqueológicos y conocer referentes acerca de las materias primas, producción y uso de utensilios cerámicos recientes. Así mismo se visitaron las ruinas y minas del corregimiento El Cerro, con el fin de conocer la forma en que se explotan actualmente las vetas de oro (Tablas 2 y 3).


Tipo de Muestreo
Cantidad
Colecciones provenientes de pozos de sondeo
62
Colecciones provenientes de recolecciones superficiales
20
Total colecciones
82




Tabla 2. Tipos de muestreo arqueológico en prospección.



Tabla 3.Intervenciones y levantamientos intrasitio.

Intervenciones
Levantamientos
UMP
Cortes estratigráficos de 2 x 1m y transepto de sondeos
Planos esquemáticos
18, 40, 50, 55, 70.
Corte estratigráfico de 1 x 1m.
Planos esquemáticos
61



Análisis de laboratorio


Una vez en el laboratorio, especial atención se dio a las evidencias cerámicas, de loza y vidrio tanto por constituir la muestra más numerosa, como por su valor para establecer discontinuidades tecnológicas que pueden remitir a cambios cronológicos en las ocupaciones humanas. En el caso del material lítico, si bien tuvo el mismo tratamiento en laboratorio; no se incluyo en el análisis estadístico, básicamente por la dificultad que implica su ordenamiento para que puedan servir como marcadores cronológicos.

Las muestras recuperadas se lavaron, contaron, marcaron, y analizaron. El procedimiento de marcado del material se realizó de la siguiente manera: el primer carácter corresponde al nombre del municipio, en éste caso F de Frontino; seguidamente el numero de la UMP, a continuación una letra que aporta información sobre la unidad de recuperación, pozo de sondeo (P), recolección superficial (R) o corte (C1) acompañado por el numero que se le asignó a éste o el numero de la colección como se denomina, por ultimo un numero consecutivo o código de 1 a n, el cual es único para cada fragmento. De esta forma, el rotulo seria así: F55-R61-480. En cuanto a la loza, vidrio y metal, se realizó el mismo procedimiento, con un número consecutivo de 1 a n.

Para clasificar los fragmentos cerámicos se elaboro una tabla de "códigos de clasificación cerámica" que contiene la siguiente información:

Código: Número consecutivo que identifica el fragmento en la base de datos (1 a n).

UMP: Unidad Mínima del Paisaje. Unidad mínima que resulta de la división del paisaje en unidades discretas para el muestreo (1 a 77).

Colección: Número consecutivo que identifica cada pozo de sondeo, recolección superficial o perfil donde se recupero material arqueológico (1 a 91).

Unidad de recuperación: Técnica de muestreo que se utilizó para la recuperación de las evidencias, así: Pozo de sondeo (PS), Recolección superficial (RS) o Corte (C).

Rasgo: Huella de alteración antrópica.

Nivel: Nivel de excavación en cm (0-n).

Estructura de la pasta: variables porosa, compacta y laminar.

Color de la pasta: Según los códigos de la tabla Munsell Soil Color Chart.

Tono de la pasta: Según las agrupaciones de valores de los códigos de la tabla Munsell Soil Color Chart, así:

Intensidad: Very=muy
Tonalidades: Pale=Pálido, Weak=Claro, Light=Claro, Strong=Intenso, Dusky=Pardo, Dark=Obscuro
Colores base: White=Blanco, Yellow=amarillo, Pink=Rosado, Red=Rojo, Olive=Olivo, Brown=Café, Gray=Gris, Black=Negro.
Colores mezcla: Yellowish=Amarillento, Pinkish=Rosáceo, Reddish=Rojizo, Brownish=Cafesoso, Grayish=Grisáceo.

Proporción Desgrasante / Pasta: Proporción de partículas minerales agregadas a la arcilla durante su elaboración. Éstas se observan en la fractura fresca de la pasta. Las variables fueron: Equilibrado, más del 50% de desgrasante o menos del 50% de desgrasante.

Composición del desgrasante: Partículas minerales que componen los fragmentos, las cuales se observan en la fractura fresca de la pasta con un estereoscopio, estas partículas se ordenan según su tamaño y cantidad de aparición. De ésta forma se establecieron diferentes tipos cerámicos (1 a 18).

Tamaño de desgrasante: Se tomó como referencia la punta y la cabeza de un alfiler así: muy fino (menor que la punta de un alfiler), fino (como la punta de un alfiler), medio (como la cabeza de un alfiler) o grueso (mayor que la cabeza de un alfiler).

Forma del desgrasante: según sea angular o redondeada.

Acabado de las superficies: se refiere al tratamiento interno y externo, que se utilizó para homogeneizar las imperfecciones que dejan las diferentes formas de elaboración de los recipientes cerámicos. Las variables son: burdo, alisado, pulido o erosionado.

Cocción: Acción y efecto del fuego sobre la pasta arcillosa, endureciéndola y transformando químicamente sus componentes (Heras y Martinez 1992: 16). Dando como resultado .zonas de color más oscuro que la pasta y que tienen diferente ubicación en el interior de la vasija. La cocción puede ser homogénea o diferencial.

Atmósfera de cocción: Es la presencia de mayor o menor cantidad de oxígeno en el horno durante el proceso de cocción del utensilio (Ibíd: 13). Las variables son: Oxidante (buena oxigenación en el horno durante la cocción del utensilio) o Reducida (una restringida circulación del aire durante la cocción del utensilio).

Parte del Utensilio: Ésta es la parte del recipiente o utensilio a la cual corresponde tentativamente el fragmento descrito. Las variables empleadas son: Cuerpo, Base, Borde, Cuello, Quilla o Asa.

Grosor de las paredes: Espesor de la pasta de cada fragmento. Medida promedio en milímetros utilizando calibrador.

Residuos / Costras: Presencia o ausencia de residuos de sustancias contenidas en los recipientes, durante su uso. Las variables empleadas son: presente o ausente.

Ahumado: Presencia o ausencia de ahumado de las superficies del recipiente. Las variables empleadas: presente o ausente.

Forma de borde: Forma de la boca o final de la abertura de un recipiente. Las variables empleadas son: Evertido adelgazado plano, evertido adelgazado redondeado, evertido sencillo plano, evertido sencillo redondeado, evertido engrosado plano, evertido engrosado redondeado, evertido sencillo adelgazado, evertido doblado redondeado, evertido sencillo biselado, directo adelgazado redondeado, directo sencillo plano, directo sencillo redondeado, directo engrosado plano, invertido adelgazado plano, invertido adelgazado redondeado, invertido sencillo plano o invertido sencillo redondeado.

Diámetro del borde: Se tomó como referencia una tabla de diámetros. Medida en cm o indeterminado.

Forma del utensilio: Determinación aproximada de la forma del utensilio con base en los rasgos morfológicos del fragmento. Variables: Plato, Cuenco pando, Cuenco hemiglobular (vasija tiene la forma de media esfera), Cuenco globular (pequeña que tiene la forma de una esfera), Olla hemiglobular, Olla globular, Olla subglobular (tiene la forma de más de media esfera, pero no de esfera completa), Olla subglobular pequeña o indeterminado.

Tipo decoración: Es la técnica más el elemento y el motivo utilizados. Acanalado rectilineal, Inciso rectilineal, Inciso curvilineal, Impresión triangular Impresión digital, Impresión punteada, Muescado, Impresión tubular, Impresión ranurada o Impresión ungular muescada.

Engobe color: capa delgada de arcilla a la cual se le agrega color y se aplica a las superficies del utensilio y se determina según los códigos de la tabla Munsell Soil Color Chart. Cara interna, Cara externa o ambas.

Ubicación engobe: Cara interna o externa.

Posteriormente, se generó una base de datos en Excel, que contiene estas mismas variables, para tener esta información sistematizada y realizar el análisis estadístico.
En general, las variables código, UMP, colección y, unidad de recuperación, suministran información del contexto en que se hallaron las muestras; el nivel estratigráfico determina la secuencia de los artefactos, su ausencia o presencia durante el transcurso de la excavación; mientras que las variables como estructura de la pasta, color, tono, proporción pasta/desgrasante, composición, tamaño de desgrasante, acabado de superficie interno y externo, cocción y atmósfera, nos aproximan a las técnicas de manufactura; diferenciado así cada tipo cerámico de acuerdo a estas variables y de esta forma servir para el establecimiento de diferencias en la producción alfarera que remitan a discontinuidades cronológicas. Por su parte, las variables parte del utensilio, grosor paredes, residuos y ahumados aportan información sobre función y distribución que contribuyen a caracterizar mejor las tipologías establecidas con base en las variables tecnológicas.

Con base en el análisis cualitativo y cuantitativo de la muestra, se estableció una clasificación tipológica para la cerámica, basada en diferencias notables en las clases y porcentajes de partículas minerales que componen las pastas, observables en su fractura fresca, mediante un análisis macroscópico en estereoscopio y un análisis de secciones delgadas efectuado por los autores de este estudio con apoyo del laboratorio de mineralogía de la Universidad EAFIT (Anexo 1). De esta forma, se definieron 12 tipos cerámicos que posteriormente fueron analizados en su comportamiento estratigráfico, en su asociación con dataciones de radiocarbono y en su relación con tipologías establecidas en estudios previos realizados en la región, como condición para averiguar su eficacia a la hora de indicar diferentes posiciones cronológicas.

En los cortes estratigráficos se recuperaron dos muestras de carbón vegetal que fueron enviadas al laboratorio Beta Analytic para su datación absoluta por carbono 14.

De otra parte, se elaboraron dos tablas más de clasificación, para la loza y el vidrio; ya que estas evidencias son muy significativas para la secuencia cronológica en las áreas de estudio, y poseen atributos diferentes a los de la cerámica. La consulta de documentos que se refieren a la historia industrial de Antioquia (El Colombiano 1987) (Angel y de la Cuesta 2001) (Openhaimer 1935) y el catálogo de cerámica colonial y republicana de la Nueva Granada (Therrien et al 2002), fueron muy útiles a la hora de precisar las variables de clasificación de este tipo de evidencias.

Las variables de clasificación de la loza son las siguientes:

Contextuales: Código del fragmento, UMP, Unidad de recuperación. (RS, Pozos de sondeo o Corte) y Nivel.

Tecnológicas: Color de la pasta, Textura y Estado de las superficies (Craquelada o Sin craquelar).

Decorativas: Motivos decorativos, Color de la decoración y Observaciones.

En cuanto a la clasificación del vidrio, se examinaron textos que explican su manufactura (Nieto 1974) (Openhaimer 1935: 21) (Fleming y Honour 1987: 633) y de esta forma, se realizó una tabla de clasificación muy sencilla pero que aportara a la descripción del fragmento y al control de su ubicación en cada muestreo y UMP (Anexo II). En este caso las variables de clasificación fueron:

Contextuales: Código del fragmento, UMP, Unidad de recuperación. (RS, Pozos de sondeo o corte) y nivel.

Tecnológicas: formas de fabricación por colado, soplado, prensado, estirado y laminado.

Decorativas: color del fragmento.

Otra línea de análisis relevante en el trabajo de laboratorio, fue el análisis espacial y del paisaje. El análisis de paisaje en arqueología se desarrolla, a partir de los estudios del general Pitt Rivers (1827-1900) alemán y militar británico que fue reconocido por ser pionero en establecer métodos de excavación, superar el valor estético de las piezas como tal y adoptar el total del registro arqueológico en sus estudios. Además contextualiza los sitios de excavación con áreas determinadas, lo que posibilito "superar la miopía del enfoque sobre el yacimiento aislado" (Thomas 2001: 165). Posteriormente, entre los años 1920 y 1930, con la llegada de los estudios de cerámica norteamericana que incorporan análisis estadísticos como herramienta metodológica de interpretación; se crean las bases para lo que se denominaron los estudios espaciales en arqueología. I. Hodder retoma el tema de la estadística en arqueología y dice que el lento desarrollo de los estudios espaciales se debió a que "los primeros pre-historiadores se dedicaron fundamentalmente a establecer secuencias cronológicas y muy poco a la dimensión geográfica de las culturas que trataban." (Hodder y Orton 1990: 11) Uno de los principales aportes de Hodder a los estudios espaciales son los análisis de vecino más próximo en arqueología, que a grandes rasgos se expresa como el radio de la distancia observada dividida por la distancia esperada. Siendo la distancia esperada el rango de distancia entre vecinos en una distribución aleatoria. Los resultados del análisis varían desde muy dispersos hasta agrupados (clústeres).

La década de los 60 se caracterizó por su desarrollo tecnológico y surgen nuevas herramientas que posibilitan la mirada espacial del territorio, junto con los sistemas informáticos aparecen imágenes satelitales, ortofotografías que combinan el detalle de una foto aérea con las características geográficas de un plano y por ultimo una década más tarde surgen los sistemas de posicionamiento global que juntos forman la materia prima de los sistemas de información geográfica que posibilitaron tanto el registro de densas cantidades de información como su inmediato análisis.

En este estudio, una vez georeferenciada toda la información arqueológica, se generaron diferentes capas o "shapes" en el programa ArcGis 9.1, empleando además información secundaria suministrada por Corpouraba como coberturas de curvas de nivel, cabeceras municipales, drenajes y carreteras. Los sistemas de información geográfica (SIG), son a grandes rasgos sistemas de información especializados en el manejo y análisis de datos geográficos. Quiere decir que son bases de datos con referencia geográfica que permiten agrupar datos para ser comparados o superpuestos. En cuanto a la información geográfica puede decirse que es una abstracción o representación de la realidad geográfica.

Luego se realizaron análisis con el objetivo de establecer posibles pautas o patrones de distribución espacial de los sitios arqueológicos. Para ilustrar el comportamiento espacial se ubicaron los puntos en una imagen de radar arropada con una imagen de satélite landsat, que permitió tanto visualizarlos en 3D como ubicarlos en un paisaje simulado. Mientras que para ilustrar la densidad de materiales se generó una cobertura raster con la herramienta "density" de la aplicación "spatial analisys", lo que genero una imagen tridimensional que muestra los picos de las mayores densidades de artefactos y su ubicación en el espacio. Este primer análisis apunta a visualizar en términos temporales las áreas de estudio. Posteriormente se analizó la distribución en el paisaje de túmulos funerarios, banqueos, guaquería, proximidad a fuentes de agua y por último la relación entre el tamaño de la UMP y su geomorfología.

Para llevar a cabo los análisis de los sistemas de información geográfica, se requirió exportar los datos de la tabla maestra de una hoja de cálculo (Excel 03) que contiene la información recuperada en campo, a un programa estadístico compatible (SPSS v13) y complementarlo con la variable temporalidad que se desprende de la clasificación por tipos de la cerámica, loza y vidrio, las dataciones relativas estratigráficas o de material reciente y las dataciones absolutas de los cortes de excavación (Tabla 4).
Tabla 4. Base de datos tabla maestra SPSS.
Tabla 4. Base de datos tabla maestra SPSS.
















Tabla 4. Base de datos tabla maestra SPSS.
Tabla 4. Base de datos tabla maestra SPSS.

Esta información se organizó ascendentemente por colección con el fin de utilizar esta variable como punto de unión (join), con la tabla de atributos producida por el "ArcGis" (Tabla 5).












Tabla 5. Tabla de atributos ArcGis.
Tabla 5. Tabla de atributos ArcGis.

La unión produce una capa de puntos con toda la información recopilada (capa maestra), que posteriormente se desagrega por capas con la información individualizada a analizar. Es así como se individualizaron capas para colecciones, UMP, cortes, banqueos, túmulos y ruinas o muros. Además se utilizó la información cronológica agregada para establecer otras cuatro capas con información temporal ordenada según periodos denominados temprano, medio, tardío y reciente. Se diferenciaron los periodos cronológicos por colores, así: periodo temprano verde oscuro, para el periodo medio se empleo el color azul, para el tardío el rojo y finalmente amarillo para el periodo más reciente, se establecieron estos colores para el resto de los análisis y mapas como indicador de su temporalidad.

Pese al margen de error (entre 5 a 10 metros generalmente) que posee el GPS, solo 5 colecciones en dos UMP necesitaron ser corregidas para que quedaran a no menos de 50 metros entre sí, que es condición estadística para no sobredimensionar espacialmente la muestra. Las correcciones se hicieron con base a los levantamientos y planos obtenidos de las fichas de registro de campo y mediante las proyecciones de equidistancias radiales (buffer) a 25 metros (Figuras 1 y 2).











Figura 2. Colecciones corregidas a 50 mts.Figura 1. Cobertura de colecciones a menos de 50 mts.
Figura 2. Colecciones corregidas a 50 mts.
Figura 1. Cobertura de colecciones a menos de 50 mts.


Adicionalmente se agregaron los puntos de túmulos que no fueron tomados en campo, ya que en algunos casos dada su proximidad espacial solo se tomo un punto de túmulo por UMP. Se procedió de igual manera, revisando fichas de campo, comparando con levantamientos, planos in situ y utilizando le herramienta de medida del programa para ubicar las distancias de los túmulos con más certeza.

Una vez terminadas las coberturas se trazaron polígonos que delimitaran espacialmente los puntos a razón de colección, banqueos, túmulos y por último UMP que contiene todas las anteriores. Para obtener estos resultados fue necesaria la conversión de los datos discretos (puntos, líneas y polígonos) a datos continuos (celdas o píxeles) de una cobertura raster mediante el uso de la herramienta "allocation". Una vez obtenidos los polígonos de colección se observó que algunos se encontraban con algunas esquinas superpuestas, para corregir esto se utilizó la herramienta "disolve". Terminados los polígonos se procedió a dar significación temporal a cada colección, para esto se toman las coberturas temprano, medio, tardío y reciente que obtuvimos al desagregar la capa maestra y se superpusieron según región a observar (Figuras 3 y 4).

A continuación, se compararon los resultados del análisis espacial entre las dos áreas de estudio (Cerro-Nore), luego se procedió a contrastar las tipologías ya establecidas en áreas de influencia de la zona delimitada en éste estudio, esta comparación se realizó tanto tecnológicamente como de estilo; con el fin de encontrar similitudes entre estas áreas. Primero se comparo con la investigación en la cuenca del río La Herradura y luego estos resultados con las otras investigaciones del Noroccidente Antioqueño.

Figura 4. Disolución de polígonos por UMP.Figura 3.trazado de polígonos

Figura 4. Disolución de polígonos por UMP.
Figura 3.trazado de polígonos
PROSPECCIÓN Y EXCAVACIONES




Prospección.

En este estudio se tomaron como referencia los reconocimientos regionales sistemáticos, que tienen por objetivo "…documentar los patrones de distribución de la ocupación en una zona determinada durante los diferentes periodos prehistóricos o históricos también." (Drennan 2000: 42). Tiene como antecedente un estudio de G. Willey (1953) en el valle de Virú en Perú y posteriormente un reconocimiento en la cuenca de México efectuada en 1979 por Sanders, Parsons y Stanley. Son implementados en Colombia por Drennan (2000) en el Valle de la Plata, suroccidente colombiano.

Un aspecto fundamental de esta metodología es la delimitación de un área de estudio, la cual es examinada sistemáticamente y se definen ocupaciones en relación de ausencia o presencia de evidencias. Es de resaltar la utilización del dato negativo como elemento de análisis estadístico para la definición de áreas no ocupadas, a diferencia de muestreos dirigidos, que sacrifican su valor estadístico al juzgar subjetivamente las áreas como más "aptas" (Drennan 2000). Una de las modificaciones hechas en este estudio al muestreo regional sistemático es la definición de la unidad mínima de paisaje (UMP), la cual sirve como unidad de observación en terreno, para referenciar todos los rasgos del paisaje atribuibles a actividades humanas tales como caminos, banqueos, sepulturas, etc. Esta categoría fue provisional y se utilizó en campo para diferenciar cada lugar donde se realizaron muestreos, pero una vez detectadas evidencias de actividad humana, puede ser equiparable a la noción de sitio arqueológico.

Otro de los cambios importantes que sufrió el modelo, es la intensificación de muestreos. Mientras que en los muestreos convencionales se utilizaba 1 muestreo por hectárea, se aumentó a razón de 4 por hectárea, lo que le brindó un mayor nivel de detalle espacial y la posibilidad de encontrar sitios que no necesariamente tenían una alta densidad de evidencias acumuladas (Tabla 6).























Tabla 6. Relación de área y localización geomorfológica de las UMP.
Tabla 6. Relación de área y localización geomorfológica de las UMP.

En el corregimiento de El Cerro se registraron un total de 41 UMP (53%), de un total de 77 UMP para este estudio; 23 banqueos o aterrazamientos artificiales (62%) de los 37 que en total se registraron, y en solo una UMP se observó la presencia de dos túmulos funerarios, que corresponden al 4% de la muestra total. En relación a la guaquería se encontraron 16 huellas (25%), entre túmulos y banqueos. En cuanto a la cerámica, en El Cerro se encontraron 307 fragmentos que corresponden al 49.5% de los 619 fragmentos incluidos en el análisis. En el caso de las evidencias recientes sólo se recuperaron 12 fragmentos de loza (21%), y 56 fragmentos de vidrio. Todo el material reciente se halló en la UMP 7, lugar donde se encuentran las ruinas de muros y otras estructuras pertenecientes a un asentamiento minero, explotado por ingleses, que duró desde el siglo XIX hasta mitad del XX DC. (Foto 1, Tabla 7 y Mapa 3).

Por otro lado en la vereda Nore se localizaron 36 UMP (47%), 14 banqueos (38%) y se registraron 44 túmulos funerarios (96%) distribuidos en 11 UMP. Esta área presenta mayor impacto de guaquería ya que presenta el 75%, son 48 casos entre túmulos y banqueos. En Nore, se recuperaron 312 fragmentos que equivalen al 50.5% del total de la muestra. Las evidencias recientes se reparten uniformemente en 10 UMP. En el caso de la loza aumenta la cantidad a 46 fragmentos para un 79% de la muestra, y en el caso del vidrio si bien son solo 16 fragmentos, estos son más representativos ya que se encontraron distribuidos en varias UMP (Foto 2, Tabla 8 y Mapa 4).

Foto 1 Panorámica El Cerro.















Foto 2. Panorámica Nore



Tabla 7. Inventario de sitios El Cerro.




Tabla 8. Inventario de sitios Nore.



Mapa 4. UMP en Nore.Mapa 3. UMP en El Cerro.

Mapa 4. UMP en Nore.
Mapa 3. UMP en El Cerro.
En total en las dos áreas se obtuvieron 3339 fragmentos de cerámica, de los cuales 619, el 18.5% de la muestra; provienen de las colecciones con valor estadístico, es decir, pozos de sondeo y recolecciones superficiales expresamente realizados a razón de cuatro por hectárea. Los restantes provienen de muestras complementarias, bien pozos de sondeo, recolecciones superficiales o excavaciones, cuya realización no aspiraba a entrar en los análisis estadísticos de orden espacial (Tabla 9).
Tipo de evidencia
Cantidad
Cerámica
3339
Líticos
93
Metal
8
Loza
118
Vidrio
79






Tabla 9. Discriminación de tipos de evidencias arqueológicas obtenidas.



Para el análisis de tamaño de UMP y su geomorfología, se procedió a clasificarlas por rangos de extensión en hectáreas (¼, ½, 1, 1.5, y 2 has) y luego se cruzaron los datos con la información de geomorfología registrada para cada sitio. El resultado muestra el predominio de pequeñas UMP menores o iguales a ¼ de ha. en aterrazamientos sobre ladera y en algunas cimas de colinas y cuchillas; los sitios de mayor tamaño se encuentran sobre planos coluviales y cimas de cuchillas.


Excavaciones y levantamientos topográficos

A continuación se presentan los sitios que se eligieron para efectuar las excavaciones arqueológicas. Se trata de un total de 8 sitios excavados; en el corregimiento El Cerro se realizaron dos cortes en las UMP 18 y 40, junto con un reconocimiento y registro de estructuras de la UMP 7; y en la vereda Nore se efectuaron 4 cortes en las UMP 50, 55, 61 y 70. Las dimensiones de todos los cortes fueron de 2 X 1 m a excepción del corte de la UMP 61 que se realizó de 1 X 1 m (Mapa 5).
Mapa 5. UMP con corte en ambas áreas de estudio.

Mapa 5. UMP con corte en ambas áreas de estudio.
6.2.1 UMP 18

La UMP 18 se ubica en el corregimiento El Cerro, sector El Hoyo, en la finca La Manuelita, propiedad de Leonardo Jesús Villa. Con coordenadas son N6º42´49.0" W76º09´35.1", a una altitud de 1892 m.s.n.m. Su geomorfología corresponde a un aterrazamiento sobre ladera (Fotos 3 y 4) y se encuentra alterado por el pisoteo del ganado y algunas huellas de guaquería. Se efectuaron 12 pozos de sondeo a una distancia de 10 m cada uno, entre los sondeos donde se obtuvo mayor densidad de material arqueológico se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 2 x 1 m entre los sondeos 8, 9, 4 y 3 (Foto 5).

La lectura estratigráfica se realizó sobre el perfil oeste, donde tenemos seis horizontes de suelo. El horizonte A1, con gran cantidad de materia orgánica va de 0 a 10cm, es de color 10YR 2/1 (negro), textura limo arcillosa, estructura migajosa y sus límites son difusos, su contenido es cerámica y raíces. Luego tenemos un horizonte A2 que va de 10 a 21cm, de color 5YR 4/4 (naranja oscuro), textura limosa, estructura migajosa y sus límites son difusos, su contenido es cerámica y raíces. Los horizontes A3 y el horizonte A4 van de 21 a 31cm, son difíciles de diferenciar entre sí; el horizonte A3 tiene un color 10YR 2/1 (negro) y el horizonte A4 un color 10YR 2/2 (café oscuro); ambos poseen textura limo arcillosa, estructura migajosa y en su contenido encontramos cerámica, lítico y carbón. El horizonte transicional AB va de 31 a 41cm, es de color 10YR 4/4 (café), textura limo arcillosa, estructura granular y límites difusos, en su contenido encontramos cerámica, lítico y carbón. Por último el horizonte B que va desde los 41cm hasta el final de la excavación que llegó a una profundidad de 90 cm, su color es 5Y 5/6 (amarillo), textura limo arcillosa, estructura en bloques y límites difusos; en su contenido encontramos cerámica y lítico (Fotos 6 y 7, Figura 5).

En el nivel 25 a 30cm, de la cuadrícula A, se recuperó una muestra de carbón vegetal asociada a una buena densidad de fragmentos cerámicos. El análisis por el método de radiocarbono con conteo extendido dio como resultado una edad convencional de 800±60 AP (Beta–215037). Tomando en cuenta la interceptación entre la curva de calibración y la edad radiocarbónica, se puede estimar que el sitio estuvo ocupado hacia el año 1250 de la era cristiana, o en general, hacia el siglo XIII DC.

En el corte de excavación se recuperaron 270 fragmentos cerámicos, compuestos por los tipos XIV (rocas rojas), XV (rocas gruesas) y III (félsicos y mica) hallados desde el nivel 0-10 cm (fin de la ocupación) hasta el nivel 40-45 cm. La mayor cantidad, 206 de los fragmentos (76%), es del tipo XV, el cual se presenta desde el nivel 0-5 cm aumentado su frecuencia de aparición hasta el nivel 25-30cm donde se observa la mayor densidad, en los siguiente niveles su frecuencia disminuye, hasta llegar al rasgo R1 (45–95 cm) donde aumenta nuevamente. El comportamiento del tipo XIV con 40 fragmentos, es muy similar, es decir, aparecen juntos y constantes desde el nivel 20-25 y hasta el nivel 40-45 cm (inicio de la ocupación), siendo el nivel 25-30 cm (horizonte A4) donde su frecuencia de aparición es mayor, en los niveles siguientes disminuye su densidad hasta desaparecer a los 45 cm. Esto podría indicar que los tipos XIV y XV son contemporáneos. En cuanto al tipo III también se encuentra disperso en todos los niveles de excavación pero en menor cantidad, solo 24 fragmentos. No obstante aparece con mayor densidad en el horizonte A4 en el nivel 25-30cm; nivel de mayor intensidad de la ocupación de acuerdo con la densidad de la cerámica. Sin embargo según el comportamiento de la frecuencia, este tipo se observa desde el comienzo de la ocupación así que, es más antiguo que los otros dos tipos (Figuras 6 y 7).

En la planta final del corte de excavación se observó un rasgo R1, éste se excavó hasta los 95cm de profundidad y se hallaron dos metates acompañados del tipo XV (Rocas Gruesas), lo que indica por asociación estratigráfica que podrían haber sido depositados en la misma época de la ocupación. Respecto a su uso, posiblemente fueron utilizados para procesar algún tipo alimento, pero igualmente pudieron ser utilizados para la extracción del oro, como se efectúa actualmente en varios lugares de este corregimiento, en donde los mineros emplean metates, que denominan "cateadores" para moler la roca extraída de los socavones, averiguando sobre su potencial para contener oro (Fotos 8 y 9).



Foto 3.Panorámica UMP 18.


Foto 7. Perfil sur en UMP 18.Foto 6. Perfil sur en UMP 18Foto 4.Ubicación del corte estratigráfico en UMP 18.Foto 5. Planta final corte estratigráfico en UMP 18.

Foto 7. Perfil sur en UMP 18.
Foto 6. Perfil sur en UMP 18
Foto 4.Ubicación del corte estratigráfico en UMP 18.
Foto 5. Planta final corte estratigráfico en UMP 18.

Figura 6. Frecuencia de evidencias en corte estratigráfico de UMP 18.Figura 5. Perfil estratigráfico UMP 18.

Figura 6. Frecuencia de evidencias en corte estratigráfico de UMP 18.
Figura 5. Perfil estratigráfico UMP 18.
Foto 9. Metates excavados en rasgo R1 de UMP 18.Foto 8. Fragmento de metate actualmente utilizado para minería.Figura 7. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 18.

Foto 9. Metates excavados en rasgo R1 de UMP 18.
Foto 8. Fragmento de metate actualmente utilizado para minería.
Figura 7. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 18.
6.2.2 UMP 40

La UMP 40 se encuentra ubicada en el corregimiento El Cerro, en la finca de Darío González. Con coordenadas N6º42´53.9", W76º09´02.0", a una altitud de 1780 m.s.n.m. Su geomorfología corresponde a un plano coluvio-aluvial, el cual estuvo sembrado de caña y actualmente es utilizado como potrero (Foto 10). Se efectuaron 8 pozos de sondeo a una distancia de 10 m cada uno, luego se hicieron otros 4 pozos a una distancia de 5 m alrededor del sondeo 4, el cual obtuvo mayor densidad de material arqueológico; de esta forma se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 2 x 1 m entre los sondeos 4 y 10 (Fotos 11 a 14).

Las medidas del perfil se realizaron sobre el lado sur, pero la lectura se hizo en el oeste; donde tenemos siete horizontes de suelo. El primer horizonte A1 con gran contenido de materia orgánica, va de 0 a 5cm, tiene un color 10YR 2/2 (café oscuro), textura limo arcillosa, estructura migajosa y su contenido son raíces. El horizonte A2 va de 5 a 11cm, con un color 10YR 5/8 (café claro), textura limo arcillosa, estructura granular y su contenido son raíces, carbón y algo de cerámica. El horizonte A3 va de 11 a 22cm, de color 10YR 4/4(café), textura limo arenosa, estructura granular y en su contenido encontramos pocas raíces, carbón, abundante cerámica y líticos pequeños. El horizonte A4 va de 22 a 4cm, color 10YR 2/1 (negro), textura limo arenosa, estructura granular y en su contenido aumenta la cerámica con respecto al horizonte A3. El horizonte A5 va de 34 a 44cm, color 10YR 2/2 (café oscuro), textura areno-limosa, estructura granular y disminuye el material cerámico. El horizonte transicional AB va de 44 a 52cm, de color 10YR 4/4(café), textura arcillo arenosa, estructura en bloque pequeños y su contenido muy poca densidad de material cerámico y piedras grandes. Por último tenemos el horizonte B (meteorización del material parental) el cual va desde 52cm hasta el final de la excavación que llegó a una profundidad de 60 cm. Es de color 5Y 5/6 (amarillo), con una textura arcillo arenosa, estructura en bloques medios y sin evidencias en su contenido (Foto 15 y Figura 8).

En el nivel 25-30 de la Cuadricula B, se recuperó una muestra de carbón vegetal asociada a una buena densidad de fragmentos cerámicos dando como resultado una edad convencional por el método de radiocarbono de 740±50 AP (Beta–215038). Tomando en cuenta la interceptación entre la curva de calibración y la edad radiocarbónica, se puede estimar que el sitio estuvo ocupado hacia el año 1280 de la era cristiana, lo que indica que es contemporáneo del asentamiento datado en la UMP 18, localizada también en El Cerro.

Como en dicho sitio, en este corte se recuperaron fragmentos cerámicos (616) que pertenecen a los tipos III (félsicos y mica), XIV (rocas rojas) y XV (rocas gruesas). La mayor cantidad de fragmentos son del tipo XV con un total de 478 (77%), siguiéndole el tipo XIV con 81 fragmentos y finalmente el tipo III con 57 fragmentos. Se presentan desde el nivel 15-20cm (fin de la ocupación) aumentando su densidad hasta el nivel 40-45cm (inicio de la ocupación) donde decrecen notablemente, la mayor densidad se presenta en el nivel 25-30cm que corresponde al horizonte A4 y donde es el nivel de mayor intensidad de la ocupación de acuerdo con la densidad de la cerámica. Según la frecuencia de aparición, los tipos III y XIV se hallan en los comienzos de la ocupación a los 40-45 cm en el horizonte A5, así que serian más antiguos que el tipo XV, pero su uso continuó durante la ocupación; como se evidencia en la UMP 18. Así mismo según la secuencia deposicional sin interrupciones; se podría inferir que el sitio estuvo ocupado durante un largo periodo de tiempo. Ya que el nivel donde se encuentra la mayor densidad de cerámica fue el nivel donde se obtuvo la fecha de radiocarbono y además fue el nivel donde se recuperó mayor densidad de fragmentos del tipo XV, así que su temporalidad está dada para el siglo XIII DC (Figuras 9 y 10).

Foto 12. Excavación del corte estratigráfico en UMP 40.Foto 11. Ubicación del corte estratigráfico en UMP 40.Foto 10. Panorámica UMP 40

Foto 12. Excavación del corte estratigráfico en UMP 40.
Foto 11. Ubicación del corte estratigráfico en UMP 40.
Foto 10. Panorámica UMP 40
Foto 14. Fragmento cerámico en cuadricula A de UMP 40.Foto 13. Planta final corte estratigráfico en UMP 40.

Foto 14. Fragmento cerámico en cuadricula A de UMP 40.
Foto 13. Planta final corte estratigráfico en UMP 40.
Foto 15. Perfil oeste en UMP 40.Figura 8. Perfil estratigráfico en UMP 40.

Foto 15. Perfil oeste en UMP 40.
Figura 8. Perfil estratigráfico en UMP 40.

Figura 9. Frecuencias de tipos cerámicos del corte estratigráfico de UMP 40.Figura 10. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 40

Figura 9. Frecuencias de tipos cerámicos del corte estratigráfico de UMP 40.
Figura 10. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 40
6.2.3 UMP 7

La UMP 7 se encuentra en el corregimiento El Cerro, sitio conocido como "El Taller". Con coordenadas N6º42´16.6", W76º09´08.7", a una altitud de 1871 m.s.n.m. Su geomorfología es un plano coluvial sobre el cual se observan las ruinas de lo que en otra época fue el caserío de El Cerro. Se trata de cimientos de muros de piedra que describen espacios cerrados rectangulares, a orillas de la quebrada El Carmen, no lejos de donde se localizan los socavones antiguos y actuales de las minas de veta de El Cerro (Foto 16). Allí, desde 1852 la compañía Inglesa "The New Granada", explotaba las minas; luego, en 1866 las explotó la "The Frontino And Bolivia Gold Mining Company Limited" y posteriormente, en 1915, "The Carmen Valley" Esta compañía poseía "… un campamento con viviendas para los mineros, las cuales contaban con fluido eléctrico y una maquinaria muy avanzada para la extracción del oro." (Elejalde 2003: 139), Pero el 10 de junio de 1943 ocurrió un deslizamiento en la mina "La Palma" cuando el lodo sepultó todo el campamento minero y mató a varios habitantes. A causa de esto, la zona fue desocupada. y sólo quedan las ruinas mencionadas que de acuerdo con datos de archivo correspondían a " la escuela, seis casas, la oficina de la empresa, la planta eléctrica, la compresora, algunos depósitos, reses, bestias, aves del corral, cerdos, etc." (Gobierno Municipios 1943).

Allí se realizaron medidas de las estructuras en piedra y recolecciones superficiales, donde se recuperaron varios fragmentos de cerámica, loza, vidrio y metal. En este lugar no se realizó corte estratigráfico, pero se considera significativo en cuanto permite asociar algunas de esas evidencias al periodo reciente de ocupación humana del área (Fotos 17 y 18).

Los fragmentos cerámicos recuperados pertenecen a los tipos I (Mucha Mica) y V (Crema Fino), entre los fragmentos de vidrio se hallaron varios fragmentos de un frasco en el que se observa la leyenda "Confortativo Salomón". También se hallaron, otros fragmentos de bocas de botella sin rosca y algunas bases, elaborados con la técnica de soplado y moldeado. Igualmente se recuperaron tres fragmentos de loza, elaborados con técnica similar a la de la loza recuperada en el UMP 70, en Nore, que se describe más adelante (Fotos 19 y 20).


Foto 17. Labores de Registro de las ruinas en UMP 7.Foto 16.Panorámica "El Taller" UMP 7.

Foto 17. Labores de Registro de las ruinas en UMP 7.
Foto 16.Panorámica "El Taller" UMP 7.
Fotos 19 y 20. Fragmentos de metate, cerámica y loza en UMP 7.Foto 18. Ruinas de "El Taller" en UMP 7.

Fotos 19 y 20. Fragmentos de metate, cerámica y loza en
UMP 7.
Foto 18. Ruinas de "El Taller" en UMP 7.
6.2.4 UMP 70

La UMP 70 se localiza en Nore, sector de El Bordo, en la finca Mate Caña, propiedad de Robeiro Restrepo. Con coordenadas N6º45´43.9", W76º08´11.8", a una altitud de 1468 m.s.n.m. Su geomorfología corresponde a un plano coluvial, utilizado como potrero, posee construcciones recientes (la casa principal), un antiguo trapiche que ahora funciona como establo y cerca se registraron 4 túmulos funerarios. Se efectuaron 8 pozos de sondeo a una distancia de 5 m cada uno, luego se hicieron otros 5 pozos a una distancia de 2.5 m entre los sondeos donde se obtuvo mayor densidad de material arqueológico; de esta forma se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 2 x 1 m entre los sondeos 10 y 12 (Fotos 21 y 22).

La lectura estratigráfica se hizo en el perfil sur, donde tenemos cuatro horizontes de suelo y tres rasgos. El horizonte A1, que va de 0 a 6cm, de color 10YR 2/1 (negro), textura limosa, estructura migajosa, límite gradual y su contenido es teja, ladrillo, vidrio, metal y raíces. Luego tenemos un horizonte A2, que va de 32 a 38cm, de color 10YR 4/4(café), textura limo arcilloso, estructura granular, límite gradual y su contenido es abundante en densidad de cerámica, carbón y hueso. El horizonte transicional AB, va de 38 a 44cm, con un color 10YR 5/6 (café claro), textura limo arcillosa, estructura granular, límite gradual y su contenido es algo de cerámica. Por último encontramos el horizonte B, que va desde los 44cm hasta el final de la excavación que llegó a una profundidad de 60 cm, es de color 5Y 7/8 (amarillo), textura limo arcillosa y estructura en bloques. En cuanto a los rasgos tenemos el rasgo R1, que interrumpe los horizontes A2 y AB y posee un límite abrupto con el horizonte B. Es de color 10YR 2/2 (café oscuro), tiene una textura franco limosa, estructura migajosa y en su contenido encontramos abundante cerámica y carbón. El rasgo R2 va de 6 a 16cm, se encuentra interrumpiendo el horizonte A1 y R3 con límites abruptos, color 10YR 6/6 (café más claro), textura limo arenosa, sin estructura y en su contenido encontramos poca cerámica. Finalmente, el rasgo R3 va de 16 a 32cm, interrumpe el rasgo R2 y el horizonte A2, contiene límites difusos y es de color 10YR 3/3 (café oscuro), una textura limo arcillosa, estructura migajosa y en su contenido encontramos poca cerámica (Fotos 23 y 26, Figura 11).

En el corte de excavación se recuperaron 409 fragmentos cerámicos, acompañados por 51 fragmentos de loza, 13 de teja, 13 de metal (Fotos 24 y 25) y 12 de vidrio; Los tipos recuperados en el corte son: I (mucha mica), V (crema fino) y XVIII (loza moderna). El tipo I posee 395 fragmentos cerámicos, es decir un 94% del total de la muestra, se presenta desde el nivel 10–15cm hasta el nivel 35-40cm. Junto con éste tipo se halló el tipo V, con un total de 13 fragmentos, este es similar a la cerámica utilizada hasta hace muy poco por las comunidades emberá (Piazzini et al 2009) de la región. Asimismo, encontramos entre los fragmentos de loza uno con un sello en la base de la Locería de Caldas, y un frasco de vidrio con un sello en la base de la Vidriería de Caldas. Lo anterior permite inferir la temporalidad reciente de los tipos cerámicos registrados (Figuras 12 y 13).

Foto 21. Panorámica UMP 70.
Foto 21. Panorámica UMP 70.
Foto 22. Pozos de sondeo en UMP 70.

Foto 22. Pozos de sondeo en UMP 70.
Fotos 24 y 25. Fragmentos de Peltre y metal en pozos de sondeo de UMP 70.Foto 23. Planta final corte estratigráfico en UMP 70.
Figura 11. Perfil estratigráfico en UMP 70.Foto 26.Perfil sur en UMP 70.

Fotos 24 y 25. Fragmentos de Peltre y metal en pozos de sondeo de UMP 70.
Foto 23. Planta final corte estratigráfico en UMP 70.
Figura 11. Perfil estratigráfico en UMP 70.
Foto 26.Perfil sur en UMP 70.
Figura 13. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 70.Figura 12. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 70.

Figura 13. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 70.
Figura 12. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 70.
6.2.5 UMP 55

La UMP 55 se ubica en Nore, vereda El Limo, en el sitio conocido como El Tejar, propiedad de Alirio Álvarez. Sus coordenadas son N6º45´31.8", W76º08´02.0", a una altitud de 1451 m.s.n.m. Su geomorfología corresponde a un plano coluvial, que se encontró muy alterado, ya que fue totalmente arado para la siembra de pasto, aquí se encontró gran cantidad de material en superficie, lo que facilitó una recolección superficial. Conjuntamente, se efectuaron 10 pozos de sondeo a una distancia de 5 m cada uno, rodeando el área menos alterada por el arado. Entre los sondeos donde se obtuvo mayor densidad de material arqueológico se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 2 x 1 m entre los sondeos 2 y 3 (Foto 27 y 28).

La lectura estratigráfica se hizo en el perfil Noreste donde tenemos cuatro horizontes de suelo. El horizonte A1, con gran contenido de materia orgánica, va de 0 a 7cm, de color 10YR 2/1 (negro), con estructura granulosa, textura limosa y límites difusos; el contenido de este horizonte es plástico, adobe, madera y raíces. Más abajo encontramos un horizonte A2, que va de 7 a 19cm, de color 10YR 2/2 (café oscuro), con estructura granulosa, textura limo arcillosa y límite gradual; su contenido es adobe, algo de raíces, cerámica, carbón y lítico. Luego tenemos el horizonte transicional AB que va de 19 a 24 cm, de un color veteado entre 10YR 2/2 (café oscuro) y 5Y 7/8 (amarillo), con una estructura granulosa, textura arcillo limosa, su contenido es algo de cerámica y rocas. Por último un horizonte B (meteorización del material parental) va desde los 24cm hasta el final de la excavación que llegó a una profundidad de 40 cm, es de color 5Y 7/8 (amarillo), con una estructura en bloques, textura arcillosa, sin material arqueológico, sólo roca (Fotos 29 a 31, Figura 14).

En el corte de excavación se recuperaron 57 fragmentos cerámicos, entre los niveles 10-15cm (fin de la ocupación) hasta 20-25cm (comienzo de la ocupación). Están compuestos principalmente por los tipos XI (Félsicos) con un total de 32 fragmentos y XII (Naranja Friable) con 21 fragmentos. Ésta cerámica se caracteriza por presentar altos niveles de erosión. El tipo X (Rocas finas y cuarzo) se presenta del nivel 10-15cm hasta el 15-20cm con solo 4 fragmentos, con estructura compacta y una composición muy diferente a los otros dos tipos. Se puede inferir que los tipos félsicos son más antiguos que el tipo X por su posición estratigráfica. Cabe señalar que en este sitio no se encontraron los tipos cerámicos predominantes en las UMP 18 y 40 los cuales están fechados en el siglo XIII DC, así como tampoco se hallaron los tipos predominantes en la UMP 70, que por encontrarse asociados a loza y vidrio les fue asignada una temporalidad reciente. Por esto y además por su composición mineralógica, se podría proponer que estos tipos poseen una temporalidad más temprana (anterior al siglo XIII DC) que los tipos fechados en las UMP 18 y 40 (Figuras 15 y 16).


Foto 28. Planta final corte estratigráfico en UMP 55.Foto 27. Panorámica UMP 55.

Foto 28. Planta final corte estratigráfico en UMP 55.
Foto 27. Panorámica UMP 55.
Foto 31. Perfil Noreste en UMP 55.Figura 14. Perfil estratigráfico en UMP 55.Foto 30. Lectura de perfiles en UMP 55.Foto 29. Excavación corte estratigráfico en UMP 55.

Foto 31. Perfil Noreste en UMP 55.
Figura 14. Perfil estratigráfico en UMP 55.
Foto 30. Lectura de perfiles en UMP 55.
Foto 29. Excavación corte estratigráfico en UMP 55.
Figura 15. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 55.Figura 16. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 55.

Figura 15. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 55.
Figura 16. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 55.
6.2.6 UMP 50

La UMP 50, se localiza en la vereda Nore, en la finca Villa Paula; propiedad de Mauricio Elejalde. Sus coordenadas son N6º 45´ 39.5", W76º 07´ 52.3", a una altitud de 1420 m.s.n.m. Su geomorfología corresponde a un plano aluvial formado por el rio Nore, se encuentra junto al antiguo camino a Abriaquí y de la actual carretera a Abriaquí; construida en 1953 por Juan Enrique Álvarez White (Elejalde 2003: 257), cerca al lugar donde se encuentra la represa que antaño surtía el agua de la zona. El sitio se encuentra alterado por pisoteo de ganado, ya que es utilizado como potrero. Se efectuaron 14 pozos de sondeo a una distancia de 5 m cada uno, luego se hicieron otros 4 pozos a una distancia de 2.5 m entre los sondeos donde se obtuvo mayor densidad de material arqueológico; de esta forma se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 2 x 1 m entre los sondeos 2 y 7 (Foto 32).

La lectura estratigráfica se hizo en el perfil sur, donde tenemos cinco horizontes de suelo y tres rasgos. El horizonte A1, que va de 0-9cm, es de color 10YR 4/4(café), textura limo arcillosa, no posee estructura, sus límites son graduales y su contenido son raíces, carbón, teja y cerámica. El horizonte A2 va de 9-20cm de color 10YR 4/3(café), textura limo arcillosa, estructura migajosa y límites abruptos, sus contenidos son raíces, carbón, teja, loza y cerámica; el horizonte A3, posee un espesor de 10cm, es de color 10YR 4/1 (gris), textura arcillo limosa, estructura migajosa, límite gradual y en su contenido encontramos cerámica y carbón; el horizonte transicional AB va de 32-40cm, tiene un color 10YR 2/2 (café oscuro), textura limo arcillosa, estructura granular, límite gradual y en su contenido poca cerámica, carbón y rocas redondeadas; el horizonte B va hasta el final de la excavación que llego hasta los 60cm, tiene color 5Y 5/6 (amarillo), textura arcillosa, estructura en bloques, límite gradual y en su contenido no halló material cultural. Por su parte el rasgo R1 posee un espesor de 5cm, su color es 5YR 4/6 (café más claro), textura arcillo limosa, estructura granular, límites abrupto y en su contenido no se halló material cultural. Interrumpiendo el horizonte A2 y el rasgo R2; el rasgo R2 va de 20-32cm, tiene un color 10YR 2/1 (negro), textura limosa, estructura migajosa, límites abruptos y en su contenido no había material cultural. Interrumpiendo el horizonte A3 y el horizonte AB. Finalmente, el rasgo R3 es de color 10YR 4/3(café), textura arcillo limosa, estructura migajosa, en su interior se halló material cultural (Fotos 33 a 36, Figura 17).

En el corte de excavación se recuperaron 156 fragmentos cerámicos entre los cuales tenemos los tipos I (mucha mica), II (cuarzo y mica), III (félsicos y mica), V (crema fino) y VII (cuarzo y félsicos). Estos estaban acompañados por 3 fragmentos de loza, 9 de teja, uno de vidrio y 3 de metal.

El tipo I y el tipo V se localizan en los niveles 0-10cm (fin de la ocupación) hasta 15-20cm, lo que corresponde a los horizontes A1 y A2; con un total de 107 y 12 fragmentos respectivamente, se encontraron acompañados de fragmentos de loza, vidrio, teja y metal similares a los recuperados en la UMP 70, además se nota que el piso de A2 se encuentra muy alterado por varios rasgos de intervenciones realizadas posiblemente por esta ocupación. Por estas razones a estos tipos cerámicos les corresponde una temporalidad reciente, como se propuso en la UMP 70. El tipo II se encuentra entre los nivel 0-10 (fin de la ocupación) y 15-20cm, con 2 fragmentos cerámicos, acompañados de los tipos I y V, además, de material cultural reciente. Por esta razón podría ser contemporáneo a estos, sin embargo la muestra es muy poca para asignarle temporalidad; además los primeros niveles de la excavación se encuentran muy alterados. Del tipo III se recuperaron 33 fragmentos en los primeros niveles de excavación, junto con los tipos I y V. En el nivel 25-30 cm. (Horizonte A3), comienza a aparecer sin material cultural reciente y además bajo las huellas de alteración. Lo que nos hace suponer que es más antiguo que los tipos I y V. Adicionalmente, como se afirmo en las UMP 18 y 40 a este tipo fue fechado en el siglo XIII DC correspondiéndole una temporalidad tardía (Figuras 18 y 19). Con respecto al tipo VII, sólo se recupero un fragmento pequeño entre toda la muestra. Así que no nos proporciona información confiable, por esta razón no se le puede asignar temporalidad alguna (temporalidad indeterminada).

Foto 32. Panorámica UMP 50.

Foto 32. Panorámica UMP 50.
Foto 35. Planta final corte estratigráfico en UMP 50.Foto 34. Lectura de perfiles en UMP 50.Foto 33. Registro de materiales en UMP 50.

Foto 35. Planta final corte estratigráfico en UMP 50.
Foto 34. Lectura de perfiles en UMP 50.
Foto 33. Registro de materiales en UMP 50.
Figura 17. Perfil estratigráfico en UMP 50.Foto 36.Perfil sur en UMP 50.

Figura 17. Perfil estratigráfico en UMP 50.
Foto 36.Perfil sur en UMP 50.
Figura 18. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 50.Figura 19. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 50.

Figura 18. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 50.
Figura 19. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 50.
6.2.7 UMP 61

La UMP 61 se localiza en la vereda Nore, en la finca El Paraíso. Con coordenadas N6º45´45.9", W76º07´52.8", a una altitud de 1454 m.s.n.m. Su geomorfología es un plano coluvial, cerca al Río Nore (Foto 37). Actualmente es utilizado como potrero y ofrece un buen panorama hacia el corregimiento El Cerro. Se efectuaron 6 pozos de sondeo a una distancia de 5 m cada uno, luego se hicieron otros 4 pozos a una distancia de 2.5 m entre los sondeos donde se obtuvo mayor densidad de material arqueológico; de esta forma se definió el sitio donde se realizó el corte estratigráfico de 1 x 1 m en el sondeo 10 (Fotos 38 y 39). Este corte fue más pequeño, debido a que se amplió el sondeo, que era un rasgo casi en su totalidad y presentaba gran densidad de material, además sé tenía un interés de establecer un orden cronológico de la cerámica, de forma que se pudiera comparar la estratigrafía con la obtenida en el corte de la UMP 50.

En la lectura del perfil tenemos cuatro horizontes de suelo y un rasgo. El horizonte A1 va de 0 a 8cm, de color 10YR 4/4(café), una textura limo arcillosa, estructura migajosa, limite gradual y en su contenido abundantes raíces. El horizonte A2 va de 8 a 15cm, de color 5YR 4/6 (café más claro), textura limo arcillosa, estructura migajosa, limite gradual y en su contenido cerámica y carbón. El horizonte transicional AB va de 15 a 23cm, moteado entre 5YR 4/6 (café más claro) y 5Y 5/6 (amarillo), textura arcillosa, estructura en bloques, límite gradual y en su interior no se encontró material cultural; el horizonte B va desde 36cm, es de color 5Y 5/6 (amarillo), textura arcillosa, estructura en bloques y en su interior no se encontró material cultural. Por último tenemos el rasgo R1 ubicado entre los 15 y 36cm, interrumpiendo el horizonte A2 y el horizonte AB, de color 10YR 2/1 (negro), textura limosa, estructura granular, límite abrupto y en su contenido cerámica y carbón (Foto 40, Figura 20).

En el corte de excavación se recuperaron 20 fragmentos entre los cuales tenemos, 1 fragmento del tipo XI (Félsicos), en el nivel 15-20cm y 12 fragmentos del tipo XII (Naranja Friable), también en el mismo nivel. Del tipo III (Félsicos y Mica) se obtuvieron 3 fragmentos entre los niveles 0-10, 10-15cm y en el nivel 20-35 (R1) 4 fragmentos. Los tipos XI y XII constituyen un 65 % de la muestra total recuperada en el corte, estos se encontraron depositados en el horizonte A2. El cual se halló alterado en un extremo por rasgo R1, que se profundizo hasta el horizonte AB y en su interior se recuperaron fragmentos del tipo III. Así que, como se expuso en la UMP 55; los tipos XI y XII parecen corresponder a una temporalidad temprana. Pero en el caso del tipo III, se podría inferir que es más reciente, ya que se encuentra en los dos primeros niveles de excavación (horizontes A1 y parte superior del A2); Además se recuperaron 4 fragmentos en el rasgo R1, el cual altero el horizonte AB, de esta forma los fragmentos del tipo III podrían haber sido intruidos allí, por acción de esta ocupación. Igualmente, su desgrasante principal es el feldespato lo que es común en los tipos XI y XII, pero la diferencia del tipo III es la presencia de mica y su pasta más compacta; éste podría ser un tipo transicional entre los tipos temprano y los tipos de temporalidad intermedia pero hay que tener en cuenta que este tipo fue hallado en las UMP 18 y 40 donde se obtuvieron fechas de radiocarbono para el siglo XIII DC, sin embargo este tipo al parecer es más antiguo ya que se encontró desde el inicio de la ocupación. De esta forma, el sitio fue posiblemente habitado por dos ocupaciones, una temprana y otra más reciente; variando un poco la composición tecnológica de la cerámica (Figuras 21 y 22).

Fotos 38 y 39. Plantas en corte estratigráfico en UMP 61.Foto 37. Panorámica UMP 61.

Fotos 38 y 39. Plantas en corte estratigráfico en UMP 61.
Foto 37. Panorámica UMP 61.
Figura 20. Perfil estratigráfico en UMP 61.Foto 40. Rasgo R1 en UMP 61.

Figura 20. Perfil estratigráfico en UMP 61.

Foto 40. Rasgo R1 en UMP 61.
Figura 21. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 61.Figura 22. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 61.

Figura 21. Frecuencia de tipos cerámicos del corte estratigráfico en UMP 61.
Figura 22. Frecuencia de evidencias del corte estratigráfico en UMP 61.
CRONOLOGIA




El análisis cronológico de las evidencias obtenidas en esta investigación, fundamentalmente en cerámica, la loza y vidrio (la muestra que tiene representatividad estadística), así como de la información estratigráfica y de dataciones radiométricas, permite establecer una correlación entre tipologías y periodos cronológicos de carácter tentativo, que debe evaluarse y ajustarse en posteriores investigaciones. En este ejercicio, fue fundamental la comparación con los resultados obtenidos para la investigación arqueológica previamente efectuada en la cuenca del río La Herradura (Piazzini 2004). En ésta, con base en el análisis del desgrasantes de la cerámica, sus contextos de proveniencia y las fechas de radiocarbono asociadas, se planteó una secuencia cronológica compuesta de la siguiente manera: un periodo temprano (1000 AC – 0DC) caracterizado por tipos cerámicos con desgrasante de feldespato (Piazzini 2004: 57) estos tipos cerámicos son similares a los obtenidos en nuestro estudio, y según el comportamiento estratigráfico, hallados en los niveles más profundos de la ocupación (cortes UMP 55 y 61) indicaría que también son tempranos, así que dichos tipos fueron asignados a este periodo; un periodo medio (0 – 800 DC) caracterizado por cerámica con desgrasante de cuarzo y mica (Ibíd: 58), al igual que el anterior periodo, los tipos que lo integran son tecnológicamente similares a los recuperados, y según el comportamiento estratigráfico, estos tipos cerámicos se hallaron en los niveles superiores a los niveles donde se hallaron los tipos cuya temporalidad es temprana (corte UMP 55); así que por asociación y comportamiento estratigráfico se asume que son del mismo periodo cronológico; finalmente un periodo tardío (800 – 1600DC) caracterizado por cerámica de rocas gruesas (Ibíd: 59) que para este estudio, posee tipos cerámicos semejantes a los propuestos para la Herradura, cuya posición cronológica ha sido precisada por las dos fechas de radiocarbono correspondientes al siglo XIII DC. Adicionalmente en este estudio ha sido posible establecer un periodo reciente entre 1550 –1943 DC, referido a los asentamientos de época colonial y republicana, en cuyo establecimiento han sido claves los datos tanto históricos como etnográficos.
Periodo temprano (1000 AC – 0DC).

Este se caracteriza por tipos cerámicos con desgrasante de minerales félsicos y una estructura muy friable, como son los tipos XI (Félsicos) y XII (Naranja friable). A este periodo se asocian 60 colecciones: en El Cerro 32 y en Nore 28. La mayoría de los fragmentos cerámicos, el 53% del total de muestra para estos tipos, se hallaron en El Cerro, con el 54% de los sitios ocupados para este periodo. En cuanto a la ubicación en el espacio se observa que en ambas áreas los sitios muy dispersos.

No se contó con fechas de radiocarbono, ya que la cantidad recuperada de muestras de carbón no fue suficiente. No obstante, la posición estratigráfica de las evidencias cerámicas de estos tipos en los cortes 55 y 61 señala una temporalidad temprana. Así mismo, por comparación de estos con los de la Herradura por Piazzini (2004), se encuentra que son similares en su composición, en el caso del tipo XI (Félsicos) es semejante a los tipos 3, 5 y el tipo XII (Naranja friable) se asemeja al tipo 8, así que se asigno para este periodo el mismo rango de tiempo correspondiente al 1000 y 0 DC propuesto para La Herradura (Piazzini 2004: 57).

Para este periodo se tiene la construcción de túmulos funerarios que en ocasiones se concentran para formar cementerios, sobre los lugares más altos del relieve local, sobre todo en Nore. Finalmente, es importante tener en cuenta que la abundancia de evidencias de estos tipos en El Cerro y Nore, tiene que ver con el amplio lapso cronológico que abarca este periodo (Mapa 6).
Periodo medio (0-800 DC)

Este se caracteriza por un cambio en el componente mineral de los desgrasantes, caracterizándose por tener una estructura más compacta que los tipos félsicos, además se destaca la presencia de mica en su composición. Los tipos correspondientes son II (Cuarzo y mica) y X (Rocas finas y cuarzo). A este periodo se asocian 19 colecciones: en El Cerro 10 y en Nore 9. Los fragmentos cerámicos fueron recuperados en su mayoría (54%) en Nore. Se observa una reducción en la densidad de la ocupación estando presentes sólo en el 47% de los sitios identificados para esta área, así como también la reducción significativa de la cantidad de fragmentos representado en las dos áreas de estudio, en cuanto al comportamiento espacial se observa la nucleación de los asentamientos en ambas áreas de estudio.

El tipo X pertenece a este periodo, por su posición estratigráfica, en los niveles superiores del corte de excavación de la UMP 55, donde en los niveles inferiores, se recuperaron los tipos cerámicos que pertenecen al periodo temprano, así como tampoco se recupero en las UMP 18 y 40 de El Cerro, donde se hallaron tipos cerámicos que pertenecen a una temporalidad tardía (siglo XIII DC). En cuanto al tipo II (Cuarzo y mica) se recupero entre los primeros niveles del corte de excavación de la UMP 50, pero solo con 2 fragmentos cerámicos, por la baja densidad de la muestra fue difícil inferir su temporalidad (Mapa 7). Sin embargo, al igual que los tipos del periodo temprano se procedió a realizar una comparación con tipología cerámica obtenida en cuenca de rio la Herradura (Piazzini 2004: 58). Se halló que el tipo X, es similar en su composición mineralógica al tipo 1 y el tipo II (Cuarzo y Mica), se asemeja por su composición mineralógica al tipo 2 de la Herradura (Arena fina), a los cuales le fue asignada una temporalidad intermedia 0-800 DC. Según Piazzini "en el primer milenio de la era cristiana, el empleo del desgrasantes de mica y cuarzo fino se hizo más popular" (Ibíd: 55). Por lo tanto se le asigno a este periodo el mismo rango de tiempo entre 0 y 800 DC (Ibíd: 58).
Periodo tardío (800- 1550 DC)

Se caracteriza por los tipos cerámicos XIV (Rocas rojas) y XV (Rocas gruesas); presentando un cambio notorio en la producción de la cerámica, en la medida en que sus desgrasantes son más gruesos y la estructura de la pasta es más compacta. A este periodo se asocian 22 colecciones: en El Cerro 19 y en Nore 3. La mayoría (95%) de los fragmentos fueron recuperados en El Cerro; se aprecia un cierto aumento en la densidad de la ocupación en esta área respecto del periodo anterior. En cuanto a la distribución espacial se observa la aparición de algunos sitios nucleados sobre todo en El Cerro (Mapa 8).

La localización cronológica de estos tipos ha sido definida fundamentalmente con base en dos fechas de C14 correspondientes al siglo XIII DC, en las UMP 18 y 40 del corregimiento El Cerro, donde se hallan en el nivel 25-30 cm el cual es el nivel de mayor intensidad de la ocupación de acuerdo con la densidad de la cerámica. Por otra parte, estos tipos son semejantes a los mencionados para la Herradura, específicamente los tipos 7 (Rocas Rojas) y 4 (Rocas Gruesas) respectivamente, cuya temporalidad propuesta (800 – 1600 DC) (Piazzini: 59) es coherente con los resultados aquí obtenidos.

Periodo reciente (1550-1943 DC)

Se caracteriza por los tipos cerámicos I (Mucha mica) cuyo componente tecnológico principal es el desgrasante con abundante mica, y V (Crema fino). Para el primero de ellos se obtuvo información de los habitantes de la región que dicen que ese tipo de cerámica era utilizada hasta hace muy poco, proveniente de Buriticá. En la vereda El Limo fue donado un fragmento de vasija Tipo I que según su propietaria se utilizaba en la región para procesar los alimentos, antes de que fueran reemplazados por las ollas de aluminio. En cuanto al tipo V, se sabe que era elaborado por indígenas Emberá en el Valle del río Verde hasta épocas recientes. Por su parte, los tipos VI (Loza Colonial) y XVIII (Loza Moderna), corresponden por sus características técnicas y de materias primas a la época colonial y republicana (Mapa 9).


Con frecuencia, todos estos tipos se encontraron asociados con fragmentos de vidrio y metal, lo que fortalece su correlación con la cronología propuesta para este periodo. Cabe destacar que las evidencias de vidrio poseían marcas de fabrica, como los fragmentos de loza uno con un sello en la base de la Locería de Caldas, la cual fue fundada en 1881 en Medellín. También sobresale, un frasco con un sello en la base de la Vidriería de Caldas creada en 1898. (El Colombiano 1987, 194) Además un fragmento de vidrio de CONFORTATIVO SALOMÓN, el cual era un reconstituyente que se vendía hacia 1930 (Openhaimer 1935: 21). Al mismo tiempo, realizando algunas lecturas encontramos que "…hacia el fin del siglo XIX comenzaron a exportarse de Caldas (Antioquia), para otras partes de la república, objetos de cerámica y vidriería en gran cantidad" (Parsons 1961: 253).

En cuanto a la ocupación, a este periodo se asocian 33 colecciones: en El Cerro 18 y en Nore 15. Se observa un aumento progresivo de la densidad de la ocupación en Nore, en la medida en que un 46% de los sitios identificados para este periodo poseen evidencias de estos tipos cerámicos. La distribución espacial de las evidencias durante este periodo muestra que en Nore los sitios se encuentran nucleados y directamente relacionados con la distribución de materiales como vidrio y loza; que también corresponden a este periodo cronológico. Esta nucleación de sitios se encuentra ubicada en la zona norte del área, contigua al barrio Manguruma. De esta forma se propone un periodo entre 1550 que es marcado por la llegada de los Españoles a la región hasta 1943 DC, cuando decae la explotación de minas de veta en El Cerro.
Periodo indeterminado

Por último, se tienen dos tipos cerámicos a los cuales no se les asignó una temporalidad específica, ya que no fue posible asociarlos con alguno de los tipos descritos para la Herradura, no poseían un comportamiento claro en su posición estratigráfica o no estuvieron asociados a las dataciones de radiocarbono. Se trata de los tipos III y VII (Mapa 10).

A continuación se presenta una tabla, que expresa la correlación entre la tipología y los periodos cronológicos propuestos en este estudio. Con base en la muestra cerámica que tiene representatividad estadística con el fin de observar su comportamiento a manera espacial (Tabla 10, Figura 23).



Mapa 9. Sitios del periodo reciente.Mapa 6. Sitios del periodo temprano en ambas áreas de estudio.Mapa 10. Sitios del periodo indeterminado. Mapa 8. Sitios del periodo tardío.Mapa 7. Sitios del periodo medio.

Mapa 9. Sitios del periodo reciente.
Mapa 6. Sitios del periodo temprano en ambas áreas de estudio.
Mapa 10. Sitios del periodo indeterminado.
Mapa 8. Sitios del periodo tardío.
Mapa 7. Sitios del periodo medio.

Agrupación de los tipos cerámicos por periodos cronológicos

PERIODO
TIPOLOGIA
FRECUENCIA DE FRAGMENTOS
FRECUENCIA DE COLECCIONES


CERRO
NORE
CERRO
NORE
TEMPRANO
1000 AC- 0 DC
XI (Félsicos)
XII ( Naranja friable)
53%
47%
54%
46%
MEDIO
0 – 800 DC
II ( Cuarzo y mica)
X (Rocas finas y cuarzo)
45%
54%
53%
47%
TARDIO
800 – 1550 DC
XIV ( Rocas rojas)
XV (Rocas gruesas)
95%
5%
86%
14%
RECIENTE
1550 –1943 DC
I ( Mucha mica)
V ( Crema fino)
VI ( Loza colonial)
XVIII ( Loza moderna)
28%
72%
54%
46%
INDETERMINADO
III (Félsicos y mica)
VII ( Cuarzo y félsicos)

65%
35%
50%
50%
Tabla 10. Agrupación de los tipos cerámicos por periodos cronológicos



















Figura 23. Seriación cronología de tipos cerámicos para Frontino. Los asteriscos representan los sitios con dataciones radiométricas.



EL CERRO Y NORE EN PERSPECTIVA LOCAL Y REGIONAL




Áreas de estudio

Según el resultado del análisis de correspondencia entre tipologías y cronología, se han propuesto cuatro periodos para ordenar la ocupación humana de las áreas de estudio. Ahora corresponde efectuar un análisis desde una perspectiva local teniendo en cuenta el comportamiento espacial de las evidencias de El Cerro y Nore, así como su relación con las diversas huellas antrópicas en el paisaje, tales como túmulos funerarios, aterrazamientos y cimientos de edificaciones.

En términos generales, durante el periodo temprano las evidencias de cerámica que tienen representatividad estadística indican una mayor cantidad de fragmentos en El Cerro (112), que constituye el 39.8% del total de la muestra en esta área. Además se nota una estrecha relación entre los tipos cerámicos (XI y XII) y los aterrazamientos identificados en dicha área de estudio, ya que de 37 terrazas en total registradas, 23 se encuentran en Nore y 20 poseen evidencias de material cerámico temprano. La densidad de materiales de este periodo muestra que en ambas áreas la distribución espacial del material se distribuye en 5 pequeñas nucleaciones de sitios dispersos (Figura 24).

Para el área de Nore, las evidencias de este primer periodo son menores en cantidad con 97 casos, el 30.2% para ésta área de estudio. El comportamiento de las evidencias cerámicas para el periodo medio, indica por su parte 66 fragmentos establecidos para este periodo, 30 en El Cerro, el 9.8% y 36 en Nore el 11.5%, haciéndose evidente la reducción significativa de la cantidad de fragmentos en este periodo representado en las dos áreas de estudio. El análisis de densidad muestra como el material está concentrado en El Cerro en la zona sur-este, y en Nore en dos núcleos en la zona norte del área.

Para el periodo tardío en El Cerro se aprecia un aumento notable de la densidad de ocupación, con respecto a Nore. En el caso de El Cerro con 79 fragmentos que representa el 25.8% vs Nore con 4 el 1.3% de la muestra (Figuras 25).

La mayoría de los sitios asociados a los tipos XIV y XV se encuentran en el corregimiento de El Cerro, observándose cierta nucleación de los mismos en 5 zonas del área de estudio (Figuras 26 a 30).
Figura 25. Frecuencia de cerámica por temporalidad en Nore.Figura 24. Frecuencia de cerámica por temporalidad en El Cerro.Figura 27. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo medio.Figura 26. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo temprano en ambas áreas.

Figura 25. Frecuencia de cerámica por temporalidad en Nore.
Figura 24. Frecuencia de cerámica por temporalidad en El Cerro.
Figura 27. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo medio.
Figura 26. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo temprano en ambas áreas.
Figura 30. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo indeterminado.Figura 29. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo recienteFigura 28. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo tardío.

Figura 30. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo indeterminado.
Figura 29. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo reciente
Figura 28. Análisis de densidad de ocupaciones durante el periodo tardío.
Por último, durante el periodo reciente en El Cerro se identifican 61 fragmentos que representan el 19.9%, lo que indica que continúa el descenso paulatino en la cantidad de evidencias con respecto a los periodos anteriores; exceptuando el notorio descenso durante el periodo medio. A diferencia, el periodo reciente en el área de Nore presenta una gran cantidad de evidencias cerámicas, con 162 que son el 52% de la evidencias. La distribución espacial de las evidencias durante este periodo también muestra un contraste entre las áreas de estudio, ya que las evidencias en Nore se encuentran nucleadas y directamente relacionadas con la distribución de materiales como vidrio y loza; que también corresponden a este periodo cronológico. Dicha nucleación de sitios se encuentra ubicada en la zona norte del área, contiguo al municipio de Frontino en el barrio Manguruma. Y en El Cerro las evidencias se distribuyen básicamente en torno a la UMP 7, zona del viejo taller de minería.

Para un acercamiento detallado al comportamiento espacial de las evidencias por período, debemos referirnos a los túmulos funerarios en una perspectiva de un análisis de paisaje.

Para la práctica funeraria de construcción de los túmulos, los estudios efectuados en La Herradura indican una fecha de 2540±70 AP, lo que indica que ya estaban siendo usados en el primer milenio AC (Piazzini 2004: 39). Ahora bien, las descripciones efectuadas por Cieza de León para el Valle de Nore indican que aún continuaban en uso en el siglo XVI DC:

"Cuando se mueren los principales señores de estos valles (de Nore) llóranlos muchos días arreo, tresquílanse sus mujeres, y mátanse las más queridas, y hacen una sepultura tan grande como un pequeño cerro, la puerta della hacia el nacimiento del sol. Dentro de aquella tan gran sepultura hacen una bóveda mayor de lo que era menester, muy enlosada, y allí meten al difunto lleno de mantas y con el oro y armas que tenía; sin lo cual, después que con su vino, hecho de maíz o de otras raíces, han embeodado a las más hermosas de sus mujeres y algunos muchachos sirvientes, los metían vivos en aquella bóveda, y allí los dejaban para que el señor abajase más acompañado a los infiernos" (Cieza de León 1560/1941: 37).


En este estudio se identificaron 48 túmulos funerarios, la gran mayoría de ellos (46) localizados en Nore. Los túmulos son las huellas arqueológicas del paisaje que muestran un patrón espacial más definido, ubicados casi en su totalidad en las cimas de las cuchillas con excepción de 6 casos (13%), que se encuentran en planos coluviales y sólo 3 casos (6%) que se encuentran cercanos a fuentes de agua, sobre planos coluvio-aluviales (Foto 41).

En cuanto a la relación espacial de los túmulos con las evidencias cerámicas, se presento una dificultad al tratar de relacionar estos contextos funerarios con la tipología, ya que si bien en el área de Nore abundan los túmulos funerarios, son muy pocas la evidencias de material cerámico relacionable a estas estructuras (Tabla 11). Mientras que para El Cerro, abundan los sitios de vivienda con material cerámico, pero solo dos túmulos para analizar en toda el área de estudio.

Tabla 11. Frecuencia de túmulos.En cuanto a densidades podemos decir que en la mayoría de los casos se encuentran agrupados entre 2 y 3 túmulos, y que la mayor densidad de éstos se presenta en la vereda el Limo, con un total de 17 túmulos ubicados en la UMP 57, seguida de una concentración de 5 túmulos en la UMP 45. El diámetro de estas estructuras va desde los 6 a los 25m, siendo el promedio de 12.23m. La altura oscila entre los 0,40 y 5m, un promedio 1,43m. Una característica de los túmulos es un definido patrón de guaquería que en el (77%) de los casos muestra un pozo de acceso por el centro (Fotos 42 a 44).
Tabla 11. Frecuencia de túmulos.

De otra parte se registraron un total 37 banqueos o aterrazamientos artificiales, de estos 23 están ubicados en El Cerro y 14 en Nore. En El Cerro 20 se sitúan en las laderas y en 3 casos están en las cimas de cuchillas. Se destaca en Nore la localización de 2 banqueos sobre cimas asociados a túmulos, uno de ellos con evidencias cerámicas del periodo tardío (Mapa 11). Estos banqueos no parecen estar asociados a la adecuación de áreas de vivienda, sino más bien podrían ser considerados parte de la construcción de los túmulos.


Mapa 11. Sitios con banqueo y guaquería en El Cerro.


Fotos 43 y 44. Registro de túmulos funerarios en Nore.Foto 42. Túmulo funerario con huellas de guaquería y quema reciente.Foto 41.Túmulos funerarios sobre cima de cuchilla en Nore.

Fotos 43 y 44. Registro de túmulos funerarios en Nore.
Foto 42. Túmulo funerario con huellas de guaquería y quema reciente.
Foto 41.Túmulos funerarios sobre cima de cuchilla en Nore.
En El Cerro se observan por lo menos 3 o 4 concentraciones de hasta 5 banqueos, uno de ellos ubicado en la parte alta de la quebrada Las Azules alrededor de la UMP 31. Otra concentración clara se ubica en la parte alta de la quebrada El Hoyo. De la temporalidad de estos banqueos se encontró que 19 tienen evidencias del periodo temprano; sólo 3 casos del periodo medio, mientras que para el periodo tardío se presentan 9 banqueos, pero 6 de estos comparten evidencias con el periodo temprano, por lo cual pueden ser readecuaciones de banqueos del periodo anterior y sólo 3 casos con material de éste periodo exclusivamente. Por último para el periodo reciente aparecen 10 aterrazamientos que al igual que el periodo anterior contienen material cultural del periodo temprano (Fotos 46 y 47).

Un rasgo adicional que se encuentra asociado a los banqueos es la aparición de huellas de guaquería diferentes a las observadas en los túmulos, consistentes en agujeros o depresiones sin ningún tipo de amontonamiento en su perímetro. De un total de 16 casos registrados 14 están en El Cerro y 2 en Nore, de los cuales 10 cumplen la condición de ser aterrazamientos con guaquería y evidencias del periodo temprano; mientras que en El Cerro se presenta sólo un caso en el periodo medio y otro en el tardío. Estas actividades de guaquería pueden indicar que como en la Herradura, existió otro tipo de patrón de enterramiento, que no implicó la construcción de túmulos; pero a diferencia de lo planteado allí, la guaquería de El Cerro parece estar asociada al periodo temprano (Foto 45).
Foto 45. Túmulo funerario con aterrazamiento.

Foto 45. Túmulo funerario con aterrazamiento.
Foto 46. Concentración de banqueos en El Cerro.
Foto 46. Concentración de banqueos en El Cerro.
Foto 47.Banqueo en El Cerro.

Foto 47.Banqueo en El Cerro.
Interesa por último ofrecer algunas pautas en relación a determinados tipos de sitios y su cercanía o lejanía a fuentes de agua, lo que puede estar indicando tendencias en determinados periodos y áreas hacia la explotación de minerales de oro de aluvión, cuyas evidencias se encuentran presentes en la cuenca del río El Cerro y sus afluentes. Para el corregimiento de El Cerro, durante el periodo temprano de 32 UMP ocupadas 11 (34%) se encuentran ubicadas cerca a fuentes de agua.

Para establecer la cercanía o lejanía de las colecciones a analizar, se procedió a establecer un rango de 200m a lado y lado de las fuentes de agua, mediante la herramienta buffer del Arcgis, y se basa en el análisis de densidad de materiales y su temporalidad en torno a 3 unidades hidrológicas que atraviesan el área de El Cerro, la Quebrada Las Azules, Quebrada El Hoyo y Quebrada El Carmen.

El anterior análisis muestra en el periodo temprano 3 sitios ubicados entre la Q. El Hoyo y la Q. El Carmen; 6 casos entre la Q. Las Azules y la Q. El Hoyo y 2 en la Q. El Hoyo. Para el periodo medio, de 11 UMP ocupadas, 7 (64%) se encuentran cerca a fuentes de agua. Así, la UMP 7 se localiza en el lugar en que se sitúa el antiguo entable minero de El Cerro, que podría ser un sitio clave para la extracción y lavado del oro ya desde ésta época. Así mismo, las UMP 40 y 41 ubicadas entre la Q. El Hoyo y la Q. El Carmen, continúan apareciendo durante éste lapso cronológico, al igual que las UMP 5, 22 y 23 ubicadas en la Q. El Hoyo.

Ya en el periodo tardío, de 19 UMP ocupadas 8 (42%) se encuentran cerca a fuentes de agua. Continúa la permanencia de las UMP 40 y 41 además de otras 6 UMP ubicadas entre la Q. Las Azules y la Q. El Hoyo. Por último en el periodo reciente de 20 UMP ocupadas 10 (50%) se encuentran cerca a fuentes de agua. Continúa la permanencia de las UMP 40 y 41. Otros dos sitios que tuvieron reocupación son la UMP 5 ubicada entre la Q. Cristales y la Q. El Hoyo y la UMP 26 entre la Q. Las Azules y la Q. El Hoyo. Estas fueron habitadas en época temprana y fueron reocupadas en el tardío. Así mismo hay reocupación de la UMP 7 pero en relación con el entable minero del siglo XIX.

En el sector de Nore durante el periodo temprano, de 30 UMP registradas 11 (37%) se encuentran ubicadas cerca a fuentes de agua en un rango de 200 m. específicamente cerca al río El Cerro, El río Nore y la Q. El Limo. En el periodo medio, de 10 UMP, 5 (50%) se encuentran ubicadas entre las fuentes de agua ya mencionadas. Para el periodo tardío no hay referencias de sitios ubicados en lugares con acceso evidente a dichas fuentes de agua. Para el periodo reciente, de 21 UMP, 9 (43%) se encuentran ubicadas cerca a la Q. El Limo y sólo 1, la UMP 67, cerca al río El Cerro. De esta forma tenemos que las UMP 50, 55 y 60 ubicadas cerca a la Q. El Limo, fueron ocupadas en una época temprana y reocupadas durante los lapsos cronológicos tardío y reciente (Mapa 12).


Mapa 12. Sitios por periodo próximos a fuentes de agua en ambas áreas.
Mapa 12. Sitios por periodo próximos a fuentes de agua en ambas áreas.
En síntesis, se observa que tanto en El Cerro como en Nore la preferencia por establecer los sitios de asentamiento en cercanía a las fuentes de agua fue mayor durante los periodos medio y reciente, lo que quizá tenga relación con una mayor importancia de la explotación aurífera en esos tiempos. Por otra parte, se observa una mayor tendencia en este sentido en el área de El Cerro respecto a una menor en Nore. De un total de 41 UMPS examinadas en El Cerro, 36 es decir el 87.8% están localizadas en cercanías a fuentes de agua. Por su parte en Nore, de un total de 36 UMPS registradas, 26 es decir el 72% están localizadas en cercanías a fuentes de agua. Es posible que estas tendencias se relacionen con una mayor disponibilidad de fuentes auríferas en El Cerro que en Nore, y que, ya desde épocas precolombinas, notablemente desde el periodo medio, se estuviesen explotando los yacimientos auríferos de veta y aluvión de El Cerro.


La Herradura

Los resultados de este estudio, se compararon con los obtenidos en la investigación realizada por Emilio Piazzini en la cuenca del río La Herradura, que comprende un área limítrofe entre los municipios de Frontino, Cañasgordas y Abriaquí. Dicha comparación se establece en primer lugar entre las tipologías cerámicas dada su eficacia para servir como indicadores cronológicos, y en segundo lugar entre los comportamientos espaciales de las evidencias y rasgos arqueológicos registrados en el paisaje, en lo referido a los patrones de asentamiento propuestos para cada periodo.

Como ya se anotó, para La Herradura, se definió una tipología cerámica exclusivamente dirigida a servir para el establecimiento de una secuencia cronológica de alcance local, predominantemente apoyada en la identificación de diferencias en el empleo de los desgrasantes (Piazzini 2004). No obstante, y tal como se deriva de este estudio, buena parte de los tipos definidos para La Herradura encuentran afinidad con los identificados, desde una perspectiva metodológica similar, en El Cerro y Nore, áreas situadas a unos 15 Km lineales de La Herradura. Así mismo, se consiguió precisar la temporalidad a algunos de los tipos de la Herradura y ampliar los indicadores cronológicos para un nuevo periodo, como es el reciente, referido a la época colonial y republicana. A continuación se ofrece una comparación punto por punto entre las dos tipologías, en la perspectiva de afianzar su utilidad para el levantamiento de una secuencia cronológica de mayor alcance espacial, referida al extenso territorio de lo que hoy es Frontino.

El establecimiento del periodo temprano de la Herradura contó con análisis estratigráficos y una datación de radiocarbono de 2540±70 AP (Beta 166787) obtenida en un túmulo funerario, los cuales sirvieron para establecer un rango cronológico entre 1000 y O AC para los tipos cerámicos denominados Herradura 3 (Feldespato fino), Herradura 5 (Félsicos medios), Herradura 6 (Feldespato y mica), Herradura 8 (Naranja friable) y Herradura 9 (Naranja fino). El establecimiento del siguiente periodo, denominado medio, contó así mismo con análisis estratigráficos y una datación de radiocarbono de 1530±80 AP (Beta 166786) obtenida en un sitio de vivienda, análisis que permitieron proponer un rango temporal entre 0 y 800 DC para los tipos cerámicos denominados Herradura 1 (Mica fina), Herradura 2 (Arena fina) y Herradura 7 (Rocas Rojas). Finalmente, los análisis estratigráficos y las características decorativas semejantes a las descritas para el complejo cerámico Inciso con borde doblado de amplia ocurrencia en el Occidente de Antioquia (Castillo 1988) permitieron establecer un rango cronológico entre 800 y 1600 DC para el tipo denominado Herradura 4 (Rocas gruesas), que corresponde al periodo tardío (Piazzini 2004: 55). Veamos cómo estas tipologías y temporalidades funcionan en relación con la información analizada en Nore y El Cerro.

En el corte estratigráfico de la UMP 55 (Nore) se recuperó el tipo X (Rocas finas y cuarzo), el cual se asemeja en su composición al tipo 1 de la Herradura (Mica fina) correspondiente al periodo medio. También se halló en esta misma UMP el tipo XI (Félsicos), en una posición estratigráfica que muestra una mayor cantidad en los niveles más profundos. Este último tipo, por su composición se asemeja a los tipos félsicos de la Herradura (3 y 5), pertenecientes al periodo temprano. Estos fueron diferenciados entre sí por el tamaño de las partículas félsicas, pero en esta investigación se han considerado como variantes de un mismo tipo. Igualmente Asociado al tipo XI, se encontró en este mismo lugar el tipo XII (Naranja Friable), que se asemeja en un 100% al tipo 8 de la Herradura (Naranja Friable), cuya temporalidad también corresponde al periodo temprano.

Por su parte, en los cortes estratigráficos de las UMP 50 y 61 (Nore) se halló el tipo II (Cuarzo y Mica), que se asemeja por su composición al tipo 2 de la Herradura (Arena fina), correspondiente al periodo medio. Igualmente, se recuperó el tipo III (Félsicos y mica), que por su composición es semejante al tipo 6 de la Herradura (Feldespato y Mica), pero aún cuando éste pertenece al grupo de desgrasantes félsicos que caracteriza la cerámica temprana, su temporalidad en el caso de Nore y El Cerro aún no es muy clara. Este último tipo podría tener temporalidad intermedia porque los niveles estratigráficos en donde se recuperó son más profundos que el nivel donde se tomaron las fechas de radiocarbono en las UMP 18 y 40, además su composición es diferente a la del tipo XV, predominante en estos sitios.

Por otra parte, en las UMP 18 y 40 (El Cerro), se identificaron los tipos XIV (Rocas Rojas) y XV (Rocas Gruesas), asociados a dos dataciones de radiocarbono de 800±60 AP (Beta–215037) y 740±50 AP (Beta–215038), respectivamente; ambas asociadas a contextos domésticos, y semejantes a los tipos 7 (Rocas Rojas) y 4 (Rocas Gruesas) de la Herradura respectivamente. Para el caso del tipo 4 de la Herradura, se confirma la temporalidad tardía entonces propuesta, pero no ocurre lo mismo con el tipo 7. Este último había sido considerado como indicador del periodo medio, pero es claro que dicha adscripción es errónea y en su lugar, hace parte, conjuntamente con el tipo 7 de la Herradura y sus correlatos XIV y XV de Nore y El Cerro, del periodo tardío (800– 1550 DC). Es posible que la baja frecuencia del tipo 7 en la Herradura (16 fragmentos dispersos en 4 sitios), llevara a la imprecisión cronológica anotada. Algo semejante podría decirse del tipo 9 (Naranja fino) de La Herradura, cuya representatividad fue muy baja (19 fragmentos dispersos en 5 sitios), y cuyo correlato en Nore y El Cerro no ha sido posible de identificar.
Un aporte nuevo de este estudio al establecimiento de la secuencia cronológica para la arqueología de Frontino es la identificación de indicadores para el periodo reciente (1550-1943), referidos a los tipos I (Mucha mica), V (Crema fino), VI (Loza colonial) y XVIII (Loza moderna), los que aparecen asociados en los contextos arqueológicos con evidencias de adobe, teja, vidrio y metal, denunciando su temporalidad reciente y su relación con los asentamientos indígenas Emberá y de los colonos y mineros que se asentaron en el área entre los siglos XVI y XX. La ausencia de evidencias semejantes para La Herradura, podría estar indicado que dichos grupos humanos tuvieron una mayor presencia en El Cerro y Nore, lo que se confirma cuando se toman en cuenta las fuentes documentales que hablan de asentamientos mineros e indígenas en ésas zonas durante épocas coloniales y republicanas (cf. Piazzini 2009).

Finalmente, se tiene que para los tipos cerámicos III (Félsicos y mica) y VII (Cuarzo y félsicos) no se ha podido establecer una correspondencia cronológica en este estudio, como tampoco algún tipo de correlación con los tipos cerámicos identificados en La Herradura. Estudios posteriores podrán aclarar esta indefinición, así como precisar o corregir la eficacia de los demás tipos en la tarea de aportar al refinamiento de una secuencia cronológica para la arqueología de Frontino.

En cuanto a la contrastación del comportamiento espacial de las evidencias arqueológicas de El Cerro y Nore respecto de las hipótesis de patrones de asentamiento en La Herradura, nos encontramos con que para la zona se plantean dos hipótesis, "la primera es la ubicación de los sitios de vivienda sobre las amplias terrazas altas y las vegas aluviales del río Herradura, con una pauta de enterramiento que no diferenciaba entre espacios domésticos y espacios funerarios, estos últimos en forma de tumbas de pozo. El otro patrón estaría conformado por asentamientos con una clara diferenciación de los espacios domésticos, preferiblemente ubicados sobre planos coluviales en las laderas y en cercanías a fuentes menores de agua, y espacios funerarios, preferiblemente ubicados sobre las cimas de las cuchillas y en forma de túmulos" (Piazzini 2004: 26). En cuanto al comportamiento espacial de las evidencias en El Cerro y Nore tenemos una clara diferenciación en el uso del espacio, entre los sitios de enterramiento con los sitios de habitación, esto se observa claramente en El Cerro donde la adecuación de banqueos en las laderas coinciden en su mayoría con las huellas de guaquería, lo que confirma un patrón de enterramiento de tumbas de pozo con cámara, como se ha reportado para los municipios de Peque (Martínez 1989: 53) y Abriaquí (Castrillón 1996: 27), así como también fue reportado para la Herradura.

Se observa que en ambas áreas de estudio existe una preferencia por establecer los sitios de asentamiento en cercanía a las fuentes de agua, la cual fue tuvo mayor intensidad durante los periodos medio y reciente, lo que quizá tenga relación con una mayor importancia de la explotación aurífera en esos periodos.

Finalmente, respecto al surgimiento de asentamientos nucleados, se observa claramente que comienza una leve concentración desde el periodo medio, aunque la densidad de los sitios para este momento es baja; así va aumentado la densidad de sitios hasta el periodo reciente donde se observa una clara nucleación en Nore, en el área urbana.





Occidente de Antioquia

A continuación se busca confrontar los resultados obtenidos en materia de indicadores cronológicos con los estudios arqueológicos efectuados en otras áreas del Occidente de Antioquia, localizadas en los municipios de Sopetrán (Castillo 1988), Santa Fé de Antioquia (Arboleda 1988), Anzá (Montoya 1992), Buriticá (Girón 1984) (Cardona 2001), Peque (Martínez 1989) y Abriaquí (Castrillón 1996).

En el Municipio de Abriaquí tenemos la investigación realizada por Rosalba Castrillón, quien realizó una clasificación cerámica de acuerdo con los tipos de desgrasantes, decoración, acabado y erosión. Allí se definió el tipo Arena Fina, para el cual no obtuvo fechas de radiocarbono, pero que corresponde, según Castrillón, por sus características formales y estilísticas, al complejo Marrón Inciso, el cual pertenece a sociedades que se asentaron en el Cauca medio y cordilleras central y occidental de Antioquia durante el primer milenio de la era Cristiana (Castillo 1988, Santos 1995).

Este tipo posee correspondencia en cuanto a la composición del desgrasante con el tipo 2 (Cuarzo y mica); que como se señalo anteriormente, es semejante al tipo 2 de la Herradura (Arena fina) y pertenece al periodo medio (0-800 DC) cuya temporalidad es afín a la propuesta para el complejo Marrón Inciso. Esto nos indica que podría tratarse de un mismo tipo cerámico con utilidad para servir de marcador cronológico en una amplia zona que abarca la cuenca alta y media del Río La Herradura entre Abriaquí, Cañasgordas y Frontino, las cuencas de los ríos Nore y El Cerro en Frontino, y al parecer, las de los ríos Verde y Musinga, en este mismo municipio (Piazzini et al 2009). También en éste mismo estudio, Castrillón presenta el tipo Ferroso medio, que al igual que el tipo anterior, asocia al complejo Marrón Inciso. Podría tratarse del tipo III (Félsicos y mica) establecido en este estudio para el periodo indeterminado y equiparable al tipo 6 de La Herradura, cuya posición cronológica es temprana. No obstante, no es posible descartar que al estar constituido por abundante mica, corresponda al tipo I (Mucha Mica), pero en ese caso no habría correspondencia cronológica, pues como se ha mencionado, este último pertenece al periodo reciente.

De otra parte, en el Municipio de Buriticá, se localiza la investigación realizada por Carlos Mario Girón, quién realizó una clasificación cerámica de acuerdo a las características tecnológicas de la pasta, formando ocho clases. De estas, se halló semejanza en la composición mineralógica, entre la clase Roja lisa (Feldespato y cuarzo) asociada a la excavación de un túmulo funerario reportado para el siglo V DC, con el tipos XI (Félsicos), que como se señaló anteriormente, es semejante a los tipos félsicos de la Herradura (3 y 5) y pertenecen al periodo temprano. También encontramos semejanza entre la clase cerámica Amarillo Friable que se caracteriza por presentar alto grado de erosión y ser muy friable (Girón, 1985) asociado al complejo cerámico Marrón Inciso; con el tipo XII (Naranja Friable) el cual se asemeja en un 100% al tipo 8 (Naranja Friable) de la Herradura que pertenecen a un rango cronológico entre 1000 y O AC (periodo temprano). En este mismo municipio en el 2001 se realizó otra investigación por Luis Carlos Cardona y Luis Eduardo Nieto donde compararon la composición de las pastas de la cerámica recuperada con las muestras halladas para este municipio en la investigación realizada por Girón (1985), asociando dos conjuntos de fragmentos cerámicos que comparten las características descritas para las clases cerámicas Roja Arenoso Compacta y Amarillo Friable, las cuales como sé menciono anteriormente, se asociaron al complejo Marrón Inciso; por lo que en dicho estudio corresponden a los denominados grupos cerámicos 1 y 2 respectivamente (Cardona 2001: 158) y asociados igualmente al complejo Marrón Inciso.

En los municipios restantes de Anzá, Peque, Santa Fé de Antioquia y Sopetrán, no se halló semejanza en la composición mineralógica de los tipos cerámicos, pero si en el caso de la decoración. De esta manera, para la zona del Noroccidente Antioqueño, se tienen asociados al complejo Inciso con Borde Doblado los siguientes tipos tardíos: Tinajas Desgrasante de cuarzo, Anzá Carmelita burdo, Anzá Desgrasante negro y Tinajas Desgrasante de tiesto que poseen los siguientes tipos de decoración; impresión digital, impresión triangular y líneas incisas (Montoya, 1992). Esta decoración es semejante a las que se observan en los tipos cerámicos III (Félsicos y mica), XIV (Rocas Rojas) y XV (Rocas Gruesas), de El Cerro y Nore; además el tipo 4 de La Herradura. Todos ellos, con excepción del tipo III de El Cerro y Nore son del periodo tardío, lo que en principio es coherente con la temporalidad propuesta para el Complejo Inciso con Borde Doblado y sus tipos asociados. Un rasgo adicional de semejanza entre todos estos tipos es el tamaño medio a grueso de los desgrasantes, lo cual constituye una diferencia con los periodos anteriores, cuando los desgrasantes son por lo general más finos.

En cuanto a los tipos que en los estudios efectuados en el Occidente de Antioquia se asocian al complejo Marrón Inciso, se observa que las incisiones profundas, las impresiones tubulares e incisiones acanaladas, también se encuentran presentes en los tipos XV (Rocas Gruesas), I (Mucha mica) y III (Félsicos y mica), de El Cerro y Nore, los cuales pertenecen a diferentes periodos. No obstante, es importante tener en cuenta que en muchos casos la muestra de fragmentos decorados es muy baja, con lo cual es difícil llegar a alguna conclusión. Sólo cabría anotar al respecto que en el estudio de La Herradura, la decoración y las formas identificadas para los tipos 1 (Mica fina) y 2 (Arena fina) del periodo medio poseen semejanza con la cerámica del Complejo Marrón Inciso (Piazzini 2004: 82).


CONCLUSIONES




Basándose en los análisis estratigráficos que evidencian un cambio en la tecnología del material cerámico recuperado en las dos aéreas de estudio (El Cerro y Nore), apoyado por dataciones de radiocarbono realizados y los datos proporcionados por investigaciones anteriores en municipios cercanos; se propone una secuencia temporal de cuatro periodos históricos.

Presentando así una periodización en la que existe un periodo temprano con un rango temporal que va desde el 1000 AC - 0 DC, caracterizado por los tipos cerámicos XI (Félsicos) y XII (Naranja friable) representados por una alta densidad de evidencias y más cantidad de sitios ocupados en el valle de Nore. A continuación se propone un periodo medio con un rango temporal del 0 - 800 DC, este periodo está determinado por los tipos cerámicos II (Cuarzo y mica) y X (Rocas finas y cuarzo); para éste momento se observa una disminución de los sitios de ocupación en ambas áreas de estudio y una nucleación de los mismos. El siguiente periodo corresponde al tardío cuyo rango temporal del 800 – 1550 DC, definido con base en las dos fechas de radiocarbono que se obtuvieron de las UMP 18 (800±60 AP) y 40 (740±50 AP); se caracteriza por los tipos cerámicos XIV (Rocas rojas) y XV (Rocas gruesas); así mismo porque la mayoría de las evidencias se encuentran en El Cerro, donde continúan apreciándose los sitios nucleados. Por último está el periodo reciente, con una temporalidad de 1550 – 1943 DC, se caracteriza por los tipos cerámicos I (Mucha mica), V (Crema fino), VI (Loza Colonial) y XVIII (Loza Moderna); con éste periodo se amplía la propuesta cronológica para la cuenca del río la Herradura, apoyándonos en el análisis del material cultural reciente como loza moderna y vidrio, los cuales por su manufactura y sellos en las bases de sus recipientes, proporcionaron dicho rango temporal. En el caso de los tipos cerámicos, se obtuvo información etnográfica sobre el uso de dichos recipientes.

En cuanto a la densidad de sitios ocupados hay claramente un aumento a través del tiempo, para El Cerro por su intensa actividad minera, especialmente en los periodos tardío y reciente, y para Nore porque posee unas condiciones óptimas en su relieve para ser habitado; sin necesidad de emplear mucho esfuerzo para adecuarlo. Así como lo narran las crónicas en cuanto a la fundación de Antiochia (la vieja), por Jorge Robledo en 1541 en el valle de Nori.

Continuando con los tipos cerámicos, se identificó el tipo III (Félsicos y mica), que por la presencia de minerales félsicos y de mica, podría ser semejante al tipo 6 de la Herradura (Feldespato y Mica), éste pertenece al grupo de los félsicos y su temporalidad hasta ahora no es muy clara.

Es importante destacar la UMP 7 ubicada en el corregimiento El Cerro, aunque no fue posible realizar un corte estratigráfico; esta zona es considera de gran importancia por su histórica actividad minera, manejada por compañías inglesas desde 1852 hasta 1943, la cual proporcionó datos históricos para asociar la cerámica con la loza moderna y el vidrio. Este sitio sería importante explorarlo desde la arqueología histórica o desde la arqueología industrial ya que posee suficiente material de éste periodo para un buen análisis, esto en razón a la avalancha que cubrió el asentamiento minero, maquinaria y herramientas, las cuales quedaron sepultadas en los socavones de las minas colapsadas. De esta UMP se lograron registrar los cimientos de estructuras del antiguo asentamiento y evidencias de material reciente como vidrio y loza.

En cuanto a las hipótesis generadas para el noroccidente antioqueño, se puede decir que es clara la diferenciación en el uso del espacio, ya que los sitios de enterramiento no se superponen con los de habitación, como lo indican los mapas de distribución de túmulos y banqueos. Además se confirma otro patrón de enterramiento, como se evidencia el corregimiento de El Cerro donde las adecuaciones para el periodo temprano, coinciden en su mayoría con las huellas de guaquería. Igualmente para El Cerro, se observa una readecuación de los sitios, como se menciono anteriormente las adecuaciones en su mayoría poseen una temporalidad temprana, pero se continuaron habitando en los diferentes periodos, como lo sugieren los análisis de distribución espacial y la tipología cerámica.

Es todavía difícil establecer que el sitio donde se encuentra la actual vereda Nore, sea el sitio exacto donde se hallaba la antigua ciudad de Antiochia (la vieja); esta relación no es posible debido a que la fundación fue muy pequeña en escala temporal y espacial, lo cual dificulta encontrar evidencias de éste evento en particular. No obstante es clara la acumulación de loza y vidrio tanto colonial como de la república en relación al resto de áreas de estudio, tanto de investigaciones anteriores como en una posterior realizada en el Rio Verde (Piazzinni et al 2009), que prospecto aproximadamente 50km2 a una distancia lineal de 5km, al oeste del área de estudio de Nore entre los años 2006 y 2008. Para próximas investigaciones se sugiere estudiar la zona entre la vereda El Limo y el corregimiento El Cerro, de esta forma se unirían las áreas de estudio y se podrían refinar la cronología aquí sugerida.





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ANEXO 1. ANÁLISIS Y TIPOLOGÍA DE CERÁMICA Y LOZA




Análisis de secciones delgadas
De la muestra recuperada en el reconocimiento se puede observar claramente como la totalidad de los fragmentos poseen una estructura de pasta compacta, similaridad en el tamaño y forma de los desgrasantes, lo anterior contrasta con la alta variedad de composición de los desgrasantes, lo cual puede estar indicando una variedad de composiciones y de formas de hacer la cerámica. Con el propósito de profundizar en lo anterior, se tomaron muestras de los tipos cerámicos resultantes y se procedió a realizar un montaje en vidrios petrográficos, obteniendo, una sección delgada por cada tipo cerámico, lo anterior permitió una identificación más detallada de los minerales que componen dichos fragmentos; y corroborar la tipología propuesta, teniendo en mente peguntas como escala de producción, estructura de la sociedad, interacciones y/o posibles especializaciones en la producción.

Para el análisis de los minerales que componen la cerámica es importante la correcta elaboración de una sección delgada ya que la cerámica requiere de un cuidado especial. A continuación presentamos los pasos para la elaboración: Se tomo el fragmento pequeño de cada tipo cerámico y se pulió sobre la superficie de un vidrio con una suspensión de carburo de silicio#600 (SiC) en agua. Se secó en una mufla a 110°C durante 24 horas. Las muestras se impregnan con un líquido o resina sintética de índice de refracción conocido, la cual posee ausencia de color y además garantiza su estabilidad por largo tiempo, en éste caso las muestras se impregnaron con Araldit M al 100% y endurecedor 20% estos dos componentes se mezclan en la misma cantidad. Esto es necesario para que tenga cohesión entre las partículas de la muestra y sea más fácil su manipulación. Además se debe tener cuidado para que no queden burbujas de aire entre la muestra y la resina ya que esto podría impedir una optima lectura de la sección. Se deja secar al ambiente durante 24 horas. La muestra ya impregnada se pule con una suspensión de carburo de silicio (SiC) en agua, utilizando la superficie de un vidrio. Se emplea un porta objetos especial para sección delgada (Bueheler Petrographic Slides; 27x46 mm) y también se pule con la suspensión carburo de silicio (SiC) y sobre la superficie de un vidrio hasta que se vea opaco.

Tanto la muestra como el vidrio se dejan secar en la mufla a 110°C durante 24 horas. Las muestras se pegan al vidrio con una gota de Araldit M; ya que es necesario una fuerte adhesión entre la muestra y el porta objetos.
Éstas se prensan con un una pinza metálica para papel y se colocan nuevamente en la mufla. Cada una se pule con el carburo de silicio hasta que su espesor sea de 0.03mm.; Este desgaste de realiza a mano, generando una presión por igual a toda la muestra y repitiendo una figura de 8 sobre el vidrio. Durante éste proceso es necesario tener el microscopio petrográfico, ya que se va observando y revisando la sección para poder saber cuándo se encuentra lista; luego se le coloca un cubre objetos para protegerla.

Al culminar el desgaste o pulido de la muestra se procedió a montar el cubreobjetos, esto se realiza aplicando un poco de la resina sobre la muestra, luego se deja caer con suavidad el cubreobjetos distribuyendo la resina por toda la muestra y con cuidado de no dejar burbujas de aire.

Para hacer el análisis de sección delgada es necesario un microscopio de polarización o microscopio petrográfico, éste es el instrumento más importante para determinar las propiedades ópticas de los cristales. Su función es suministrar una imagen aumentada de un objeto colocado en la platina. Este aumento se produce por la combinación de dos grupos de lentes: el objetivo y el ocular. La función del objetivo es producir una imagen nítida y clara; generalmente son utilizados 3 de 2X, 10X y 50X. El ocular tiene como función la de ampliar la imagen.

Un condensador está situado debajo de la platina. La lente superior del condensador, utilizada con objetivos muy potentes, hace que la luz sea muy convergente. Un diafragma tipo iris también situado debajo de la platina, puede abrirse o cerrarse para regular la intensidad de la luz que incide en el objeto. Además, debajo de la platina, hay una placa polarizante (Polarizador), o prisma de Nicol, que transmite la luz polarizada en un plano que vibra en dirección N-S y el analizador que se encuentra en el tubo de encima de la platina, es una placa que transmite las luz que vibra en dirección E-O. A estos dos se les conoce como "polares". Cuando los dos polares están en posición se dice que están cruzados y no se ve luz. Al trabajar con cristales es necesario cambiar su orientación con una platina rotatoria cuyo eje de rotación es el mismo que el eje del microscopio (Klein y Hurlburt 2003).

Cuando se analizan secciones delgadas de rocas pueden ser determinadas ciertas propiedades ópticas, ya que los colores representan distintas composiciones de los minerales y de ésta forma obtener información suficiente para la identificación de estos. A continuación presentamos los resultados obtenidos en el montaje de las secciones delgadas; como se menciono anteriormente a cada uno de los tipos cerámicos se le tomo una muestra para el montaje, desafortunadamente no todas las muestras fueron aptas y sólo se consiguieron ocho muestras con resultados satisfactorios.




Tabla 12. Relación de minerales identificados mediante la sección delgada.
Tipo I Mucha Mica

De acuerdo con la lectura de sección delgada Los siguientes son los minerales que componen éste tipo cerámico:

Plagioclasa: cristales gruesos, subhedrales; en ocasiones se encuentra alterada a sericita.

Cuarzo: cristales gruesos, subhedrales y microcristalino.
Biotita: de forma tabular alargada de color pardo oscuro.
Mineral verdoso no identificado de interferencia altos.
Hornblenda: poco visible sólo se aprecia su color verde pálido.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte (más del 50% es matriz) y se encuentra oxidada.
Tipo II Cuarzo y mica

Plagioclasa: cristales anhedrales a subhedrales; presenta macla albita.
Biotita: cristales anhedrales a subhedrales; de color pardo oscuro.
Cuarzo: cristales subhedrales, redondeados de color gris.

Hornblenda: cristales subhedrales a anhedrales, de color verde pálido.
La proporción pasta/desgrasante es equilibrado.
Tipo III Félsicos y mica

Posee un pleocroísmo fuerte.
Plagioclasa: cristales gruesos de forma irregular, anhedrales a subhedrales (lo que indica poco transporte); en ocasiones se encuentra alterada con macla albita y a sericita.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.
El tamaño de las partículas minerales es mayor con respecto al tipo II.
Biotita: cristales gruesos de forma tabular alargada y de color pardo oscuro.
Tipo V Crema Fino

Matriz.
Plagioclasa: cristales medios a gruesos, subhedrales.
Cuarzo: cristales medios a gruesos, de forma redondeada.
Cúmulo de minerales (cuarzo y plagioclasa): al parecer son fragmentos de cerámica que se dividen en dos tipos diferenciados en los cuales, el primero contiene granos redondeados de plagioclasa y cuarzo de tamaños gruesos a finos; en el segundo presenta sus granos redondeados pero no se diferencia su contenido.
Mineral no identificado: cristales color rojo y muy irregular.
Hornblenda: cristales gruesos a medios, subhedrales a anhedrales; de color verde pálido (muy poca).
Su textura es seriada.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.
Tipo X Rocas finas y cuarzo

Plagioclasa: cristales medios, subhedrales a anhedrales de forma tabular; habitualmente se encuentra muy alterada.
Piroxeno: cristales medios, anhedrales, de color amarillo pálido.
Hornblenda: cristales pequeños, anhedrales, de color verde pálido. Se encuentra menos del 1% de éste mineral.
Biotita: cristales pequeños, subhedrales a anhedrales, de color pardo oscuro y presenta alto pleocroísmo.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.
Tipo XI Félsicos

Biotita: cristales pequeños, subhedrales a anhedrales, de grano fino y forma alargada.
Cuarzo: cristales pequeños, sub redondeados de grano fino, y microcristalino.
Minerales opacos.
Plagioclasa: cristales pequeños, subhedrales a anhedrales de grano fino y frecuentemente muy alterada.
Piroxeno: cristales pequeños, anhedrales de grano fino, se observa oxidación y se encuentra orientado.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.
Tipo XII Naranja Friable

Plagioclasa: cristales medio, anhedrales, presenta macla albita y se encuentra alterada a sericita.
Biotita: cristales pequeños, subhedrales, forma alargada y de color pardo oscuro.
Cuarzo: cristales pequeños de grano sub redondeado. Presenta zonas con acumulaciones de oxido.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.
Tipo XV Rocas gruesas

Cuarzo: cristales gruesos, subhedrales de grano redondeado y microcristalino.
Biotita: cristales medios, subhedrales a anhedrales y color pardo oscuro.
Plagioclasa: cristales anhedrales con granos redondeados.
Los minerales se encuentran orientados.
La proporción pasta/desgrasante es matriz soporte.


Los tipos cerámicos y de loza

Tomando en cuenta los resultados de las secciones delgadas y observando macroscópicamente la fractura fresca del material cerámico y la loza, las partículas minerales que los componen y tomando como variables su contenido, tamaño, forma y cantidad de desgrasantes, se definieron inicialmente 18 tipos, los cuales fueron finalmente reagrupados en 12 tipos, esto debido a que algunos de ellos ofrecían muy poca diferencia entre sí y presentaban un comportamiento estratigráfico y espacial muy semejante. En su mayoría la muestra es estadísticamente representativa a excepción de los tipos VI (loza colonial) y VII (Cuarzo y Félsicos) que fueron definidos a partir de 6 y 1 fragmentos respectivamente. Para un análisis futuro de la tipología propuesta en este estudio, se pueden consultar las muestras de referencia consignadas en la colección de referencia cerámica del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia.

A continuación se presenta la descripción de cada tipo según el orden de correspondencia con los periodos cronológicos definidos en este estudio.

Tabla 13. Composición mineralógica de los tipos cerámicos

Periodo temprano (1000 AC – 0DC)
Tipo XI Félsicos

Se caracteriza por abundantes partículas de minerales félsicos de tamaños finos a medios; en menor cantidad rocas grises, negras y rojas, algo de cuarzo lechoso, mica y minerales máficos. Sus superficies son porosas y los minerales félsicos se presentan en algunas ocasiones veteados (Fotos 48 y 49). Se recuperaron 267 fragmentos cerámicos, lo que corresponde a un 8% de la muestra total; 58 fragmentos hallados en El Cerro y 209 en la vereda Nore. En general la muestra posee una estructura compacta (100%) con tonos de pasta brown (café) 80% y reddish yellow (naranja) 9%. La proporción de pasta/desgrasante es de un 50% más de desgrasante, en el (100%); el tamaño del desgrasantes es fino (100%) y la forma de los desgrasantes es angular; los acabados de superficies son erosionados (67%) y la cocción completa (71%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (75%). las partes de utensilios recuperados son cuerpos (91%), bordes (7%), cuello (1%) y dos bases. Las formas de bordes más frecuentes son evertido adelgazado redondeado (17%), evertido sencillo redondeado (22%), directo adelgazado redondeado (11%) y directo sencillo redondeado (17%). Las formas de utensilios más comunes en éste tipo son cuencos hemiglobulares (11%) con diámetros de 20cm, ollas subglobulares (11%) con diámetros de 26cm y olla subglobular pequeña (50%) con diámetros entre 14 y 24cm. En cuanto al tipo de decoración, se observa un borde muescado y otro con impresión digital (Fotos 50 y 51, Figura 31).
Félsicos










Foto 50. Tipo XI, Zoom 5.0X.Foto 49. Tipo XI, Zoom 0.8X.
Foto 50. Tipo XI, Zoom 5.0X.
Foto 49. Tipo XI, Zoom 0.8X.


Fragmentos Diagnósticos











Foto 50. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.Foto 51. Borde Directo sencillo redondeado. Decoración impresión digital.
Foto 50. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.
Foto 51. Borde Directo sencillo redondeado. Decoración impresión digital.









Reconstrucción de las formas de los utensilios.


Figura 31. Reconstrucción de las formas de los utensilios tipo XI.


Tipo XII Naranja friable

Se caracteriza por tener cantidades moderadas de minerales félsicos, rocas grises y rojas; en baja cantidad minerales máficos, cuarzo lechoso, algo de mica y esporádicamente concreciones de hierro, con superficies muy friables (Fotos 52 y 53). Se recuperaron 163 fragmentos cerámicos correspondientes al 5.9% del total de la muestra; 65 pertenecen a El Cerro y 98 a la vereda Nore. En general la muestra posee una estructura compacta (100%), los tonos de pasta son yellowish red (naranja) y 49% brown (café) 48%; La proporción de pasta/desgrasante es equilibrada (79%); el tamaño de desgrasantes es fino (100%); la forma es angular en el 100%; los acabados de superficies son alisados (54%) y erosionados (45%); la cocción es completa (85%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (71%), las partes de utensilios recuperados son cuerpos (90%), bordes (8%), cuello (1%) y base (1%). Las formas de bordes más frecuentes son evertido adelgazado redondeado (43%), evertido sencillo redondeado (14%) y evertido engrosado redondeado (14%). De éste tipo no se encontraron fragmentos decorados, ni presencia de residuos de hollín. Las formas de utensilio son olla pequeña subglobular (64%) con diámetros entre 12 y 30cm (Figura 32).
Naranja Friable












Foto 53. Tipo XII, Zoom 5.0X.Foto 52. Tipo XII, Zoom 0.8X.
Foto 53. Tipo XII, Zoom 5.0X.
Foto 52. Tipo XII, Zoom 0.8X.


Reconstrucción de las formas de utensilios.




Figura 32. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XII.


Periodo medio (0-800 DC)

Tipo II Cuarzo y mica

Sus principales componentes son abundantes partículas de cuarzo lechoso y mica; en menor cantidad se compone de minerales máficos, félsicos y muy escasas concreciones de hierro redondeadas finas. Se caracteriza por su cantidad de cuarzo (Fotos 54 y 55). Se recuperaron 60 fragmentos cerámicos, de los cuales el 32% se encontraron en la UMP 50 ubicada en la vereda Nore y sólo 8 en El Cerro. En general la muestra posee una estructura compacta (100%), los tonos de pasta son brown (café) (83%) y yellowish red (rojo amarillento) naranja 13%, la proporción pasta/desgrasante es más desgrasante que pasta (98%), el tamaño de desgrasantes es fino en un 100% y la forma de la totalidad de la muestra es angular; La mayoría de sus superficies son alisadas (91%), la cocción es completa (70%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (78%). En los fragmentos no se encontraron residuos de hollín. Las partes de utensilios recuperados son: Cuerpos (88%), Bordes (10%) y una Quilla. Las formas de bordes más comunes son evertido sencillo plano (50%), evertido sencillo redondeado (33%) y evertido engrosado redondeado (16%). Los utensilios más comunes en éste tipo son cuencos hemiglobulares (33%) con diámetros de 20cm, ollas subglobulares (17%) con diámetros de 26cm, y ollas subglobulares pequeñas (33%) con diámetros de 22cm. No se encontraron fragmentos con decoración para este tipo (Fotos 56 y 56, Figura 33).
Cuarzo y mica











Foto 55 Tipo II, Zoom 5.0X.Foto 54. Tipo II Zoom 0.8X.

Foto 55 Tipo II, Zoom 5.0X.
Foto 54. Tipo II Zoom 0.8X.
Fragmentos Diagnósticos











Foto 57. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 56. Borde Evertido sencillo plano.
Foto 57. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 56. Borde Evertido sencillo plano.


Reconstrucción de las formas de utensilios.




Figura 33. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo II.



Tipo X Rocas finas y cuarzo

Su principales componentes son rocas grises y negras, cuarzo lechoso; en menor cantidad minerales félsicos, máficos y algo de mica. El tamaño de sus desgrasantes es fino. En cuanto a las formas de utensilios los más comunes son platos y ollas subglobulares (Fotos 58 y 59). Se recuperaron 95 fragmentos cerámicos, 2.8% del total de la muestra; 24 fueron hallados en El Cerro y 71 en la vereda Nore. En general la muestra posee una estructura compacta (100%), los tonos de pasta son brown (café) 73% y yellowish red (naranja) 22%; la proporción de pasta/desgrasante tiene 50% más de desgrasante, en el 100% de los casos. El tamaño de los desgrasantes es fino en un 98%, la forma de los desgrasantes es angular; los acabados de las superficies son alisados (80%), la cocción completa es del (69%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (84%). Las partes de utensilios recuperados son: cuerpos (85%), bordes (11%), quilla (3%) y una base. En el 5% de los fragmentos hay presencia de residuos de hollín. Las formas de bordes más frecuentes son evertido sencillo plano (20%), evertido sencillo redondeado (40%) y evertido engrosado plano (20%). Las formas de utensilios más comunes en éste tipo son platos (20%) con diámetros entre 22 y 26cm; ollas subglobulares (50%) con diámetros entre 20 y 38cm; ollas subglobulares pequeñas (10%) con diámetros de 14cm. No se encontraron fragmentos decorados de éste tipo (Fotos 60 a 62, Figura 34).
Rocas finas y cuarzo












Foto 59.Tipo X, Zoom 5.0X.Foto 58. Tipo X, Zoom 0.8X.
Foto 59.Tipo X, Zoom 5.0X.
Foto 58. Tipo X, Zoom 0.8X.





Fragmentos Diagnósticos








Foto 61. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 60. Borde Directo sencillo redondeado.
Foto 61. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 60. Borde Directo sencillo redondeado.






Foto 62. Borde Evertido engrosado plano.

Foto 62. Borde Evertido engrosado plano.
Reconstrucción de las formas de los utensilios.



Figura 34. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo X.


Periodo tardío (800-1550 DC)
Tipo XIV Rocas rojas

Este tipo se compone de concreciones de hierro redondeadas, las cuales por su color rojizo son bastante evidentes; además, se encontraron en proporciones mucho menores los félsicos, el cuarzo lechoso, los máficos, algunas rocas grises y mica (Fotos 63 y 64). Se recuperaron muestras sólo en UMP 18 y 40 (El Cerro–El Hoyo), 254 fragmentos cerámicos correspondientes al 7.6% del total de la muestra. En general la muestra se caracteriza por una estructura compacta en el 100% de los casos; tonos de pasta brown (café) 31%, very pale brown (crema) 48% y yellowish red (naranja) 18%. La proporción pasta/desgrasante es un 50% más de desgrasante (98%); el tamaño en general de los desgrasantes es fino (100%) y su forma es angular. Los acabados de superficies son alisados (74%); la cocción es completa (59%) y diferencial (41%), el grosor de las paredes de los fragmentos de 6 a 10mm (78%). Las partes de utensilios recuperados son cuerpos (96%), bordes (3%), cuellos (1%); sólo en el 1% de los fragmentos hay presencia de engobe de color rojo en ambas caras; además, en un 5% de los fragmentos se observó la presencia de residuos de hollín. Las formas de bordes más comunes son evertido sencillo plano (20%), evertido sencillo redondeado (40%) y evertido engrosado plano (20%). Las formas de utensilios son cuencos hemiglobulares (30%), cuencos globulares (10%), ollas globulares (20%) y ollas pequeñas subglobulares (40%). Además del engobe rojo, los decorados fueron inciso rectilineal, inciso curvilineal, impresión punteada, impresión ranurada y muescado (Fotos 65 a 70, Figura 35).
Rocas rojas











Foto 63. Tipo XIV, Zoom 0.8X.
Foto 63. Tipo XIV, Zoom 0.8X.
Foto 64. Tipo XIV, Zoom 5.0X.
Foto 64. Tipo XIV, Zoom 5.0X.

Fragmentos Diagnósticos











Foto 66. Decoración Impresión punteada e incisión rectilíneal.Foto 65. Borde Evertido engrosado plano. Decoración Incisión rectilíneal con engobe rojo.
Foto 66. Decoración Impresión punteada e incisión rectilíneal.
Foto 65. Borde Evertido engrosado plano. Decoración Incisión rectilíneal con engobe rojo.






Foto 68. Borde Directo sencillo redondeado.Foto 67. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.
Foto 68. Borde Directo sencillo redondeado.
Foto 67. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.








Foto 70. Decoración Impresión Punteada.Foto 69. Borde Evertido sencillo plano. Decoración muescado.
Foto 70. Decoración Impresión Punteada.
Foto 69. Borde Evertido sencillo plano. Decoración muescado.


Reconstrucción de las formas de los utensilios.


Figura 35. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XIV.


Tipo XV Rocas gruesas

Se caracteriza por abundantes rocas gruesas negras y grises; en menor cantidad minerales félsicos, máficos, poco cuarzo lechoso y algo de mica (Fotos 71 y 72). Se recuperaron sólo en UMP 18 y 40 (El Cerro–El Hoyo), 1.086 fragmentos cerámicos, correspondientes al 32.5% del total de la muestra. En general la muestra se caracteriza por una estructura compacta (100%), los tonos de pasta son yellowish red (naranja) 70% y brown (café) 28%, la proporción pasta/desgrasante es un 50% más de desgrasante (100%); el tamaño de los desgrasantes es fino (97%), su forma es angular; los acabados de superficies son alisados (82%), la cocción es completa (85%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (68%). En cuanto a las partes de utensilios recuperados hay cuerpos (94%), bordes (4%), cuellos (1%), siete bases y una quilla. En el 4% de los fragmento se observó la presencia de residuos de hollín. Las formas de bordes más frecuentes son evertido adelgazado redondeado (14%) y evertido sencillo redondeado (20%). Las formas de utensilios son platos (2%) con diámetros de 20cm cuencos hemiglobulares (9%) con diámetros entre 14 y 26 cm, cuencos globulares (2%) con diámetros de 20cm, ollas hemiglobulares (7%) con diámetros entre 20 y 30cm, ollas globulares (7%) con diámetros entre 22 y 26cm, ollas subglobulares (11%) con diámetros entre 24 y 30cm y ollas subglobulares pequeñas (2%) con diámetros entre 18 y 22cm. La decoración consiste en incisiones rectilineales, impresión digital, impresión punteada, impresión tubular y muescado (Fotos 73 a 76, Figuras 36 y 37).
Rocas gruesas











Foto 72. Tipo XV, Zoom 5.0X.Foto 71. Tipo XV, Zoom 0.8X.
Foto 72. Tipo XV, Zoom 5.0X.
Foto 71. Tipo XV, Zoom 0.8X.



Fragmentos Diagnósticos










Foto 74. Decoración Impresión digital.Foto 73. Borde Evertido adelgazado redondeado. Decoración Muescado.
Foto 74. Decoración Impresión digital.
Foto 73. Borde Evertido adelgazado redondeado. Decoración Muescado.





Foto 75. Decoración Muescado.
Foto 75. Decoración Muescado.



Foto 76. Decoración Impresión Punteada.
Foto 76. Decoración Impresión Punteada.




Reconstrucción de las formas de los utensilios.

Figura 36. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XV.
Figura 36. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XV.




Figura 37. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XV.

Figura 37. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo XV.
Periodo reciente (1550-1943 DC)

Tipo I Mucha mica

Este tipo se compone por abundante mica y minerales máficos; en menor cantidad cuarzo lechoso y minerales félsicos; su tamaño en general es fino, además algunas rocas grises, blancas, rojas y negras de tamaño medio a grande. Esporádicamente hay partículas de cuarzo cristalino, conglomerados de cuarzo lechoso y máficos que posiblemente puede ser de alguna roca granítica (Fotos 77 y 78). En las dos áreas de estudio se recuperaron 938 fragmentos cerámicos de éste tipo, es decir un 28.1% del total de la muestra, 113 fragmentos pertenecen a El Cerro y 825 a la vereda Nore. En general la muestra posee una estructura compacta (99%), los tonos predominantes de pasta son brown (café) 75% y yellowish red (rojo amarillento) 18%. La proporción desgrasante/pasta es, más desgrasante que pasta (95%); el 97% de sus desgrasantes es tamaño fino con forma angular (100%), la mayoría de sus superficies son alisadas (95%); la cocción es completa (65%) y el grosor de las paredes de los fragmentos son de menos de 6mm (20%), de 6 a 10mm (78%). Las partes de utensilios recuperados corresponden a cuerpos (85%), bordes (10%), cuellos (5%), seis quillas y dos bases. Las formas de los bordes más comunes en éste tipo son: evertido sencillo plano (53%), invertido sencillo plano (16%) y evertido sencillo redondeado (13%). En el 2% de los fragmentos había residuos de hollín. En cuanto a los utensilios identificados existen cuencos hemiglobulares (16%) con diámetros entre los 14 y 22cm, ollas hemiglobulares (4%) con diámetros entre 42 y 47cm, ollas globulares (2%) con diámetros de 30cm, ollas subglobulare (8%) con diámetros entre 26 y 42cm, ollas subglobulares pequeñas (23%) con diámetros 18 y 24cm. En cuanto a la decoración, se observan fragmentos con impresión ungular muescada, lobulado y acanalado rectilineal (Fotos 79 a 86, Figura 38).

Mucha mica






Foto 78. Tipo I, Zoom 5.0X. Foto 77. Tipo I, Zoom 0.8X.
Foto 78. Tipo I, Zoom 5.0X.
Foto 77. Tipo I, Zoom 0.8X.

Fragmentos con formas y decoraciones



Foto 84. Decoración Acanalado rectilíneal.Foto 82. Borde Evertido Sencillo Plano.Foto 80. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 83. Borde Invertido sencillo plano.Foto 81. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Impresión ungular muescado.Foto 79. Borde Evertido sencillo redondeado.

Foto 84. Decoración Acanalado rectilíneal.
Foto 82. Borde Evertido Sencillo Plano.
Foto 80. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 83. Borde Invertido sencillo plano.
Foto 81. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Impresión ungular muescado.

Foto 79. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 86. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 85. Decoración Lobulado.

Foto 86. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 85. Decoración Lobulado.
Reconstrucción de las formas de los utensilios.




Figura 38. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo I.


Tipo V Crema fino

Este tipo tiene una amplia variedad de contenidos en el desgrasante, como abundantes concreciones de hierro redondeadas, rocas grises y en menor cantidad cuarzo lechoso, minerales máficos, escasos minerales félsicos y esporádicamente mica (Fotos 87 y 88). Se recuperaron 166 fragmentos cerámicos correspondientes a un 5% de la muestra total; 55 se hallaron en El Cerro y 111 en la vereda Nore. En general la muestra posee una estructura compacta (100%) los tonos de pasta son very pale brown (crema) 82% y brown (café) 10%, La proporción de pasta/desgrasante es equilibrada (77%) el tamaño de los desgrasante en el 99% de la muestra es fino; los acabados de superficies son alisados (92%); la cocción es completa (47%) y diferencial (53%), el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (86%). Las partes de utensilios recuperados son: cuerpos (83%), bordes (14%), cuellos (2%), seis quillas, una base y un asa. Las formas de bordes más frecuentes son evertido sencillo redondeado (42%), directo sencillo plano (21%) e invertido sencillo plano (12%). En el 2% de los fragmentos se encuentra presencia de engobe color rojo en la cara externa y además, en el 2% de los fragmentos había residuos de hollín. Las formas de utensilios más comunes de éste tipo son: cuencos hemiglobulares (29%) con diámetros de 20cm, ollas hemiglobulares (4%) con diámetros de 24cm, ollas subglobulares (42%) con diámetros entre 26 y 42cm, ollas subglobulares pequeñas (8%) con diámetros de 20cm. En cuanto a la decoración, sólo se recuperó un fragmento de borde muescado (Fotos 89 a 92, Figura 39).


Crema fino








Foto 88. Tipo V, Zoom 5.0X.Foto 87. Tipo V, Zoom 0.8X.
Foto 88. Tipo V, Zoom 5.0X.
Foto 87. Tipo V, Zoom 0.8X.



Fragmentos Diagnósticos











Foto 90. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 89. Borde Directo sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.
Foto 90. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 89. Borde Directo sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.












Foto 92. Borde Invertido sencillo plano.Foto 91. Fragmento de asa.
Foto 92. Borde Invertido sencillo plano.
Foto 91. Fragmento de asa.


Reconstrucción de las formas de los utensilios.


Figura 39.Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo V.


Tipo VI Loza colonial

Este tipo se compone de abundante cuarzo lechoso, unos pocos minerales máficos y mica (Fotos 93 y 94). Se recuperaron 6 fragmentos cerámicos, lo que representa el 5% del total de la muestra; todos estos fragmentos se recuperaron en la vereda Nore. En términos generales la muestra posee una estructura compacta, tonos de pasta pinkish white (blanco rosáceo) 100%, la proporción pasta/desgrasante es de más del 50% de pasta, el tamaño de los desgrasantes es muy fino (100%), los acabados de superficies son alisados, su cocción es completa, el grosor de las paredes de los fragmentos se encuentra entre menos de 6mm (50%) y de 6 a 10mm (50%); las partes de utensilios recuperados son cuerpos (67%) y bordes (33%); la cara externa de los fragmentos recuperados se encuentran con engobe de color rojo y sin presencia de residuos de hollín. Las formas de bordes más frecuentes son invertido sencillo redondeado (100%) correspondiente a cuencos hemiglobulares (100%) con diámetros de 20cm (Fotos 95 y 96, Figura 40).

Loza colonial









Foto 94. Tipo VI, Zoom 5.0X.Foto 93. Tipo VI, Zoom 0.8X.
Foto 94. Tipo VI, Zoom 5.0X.
Foto 93. Tipo VI, Zoom 0.8X.



Fragmentos Diagnósticos







Foto 96. Borde Invertido sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.Foto 95. Borde Invertido sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.
Foto 96. Borde Invertido sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.
Foto 95. Borde Invertido sencillo redondeado. Decoración Engobe rojo.



Reconstrucción de las formas de los utensilios.


Figura 40. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo VI.


Tipo XVIII Loza moderna

Se recuperaron 117 fragmentos de loza en 12 UMP; la muestra total de éste tipo corresponde a un 14%. De estos 16 fueron hallados en recolección superficial y 65 fragmentos de loza en pozos de sondeo, acompañados por fragmentos cerámicos a una profundidad entre los 0 a 55cm. Esto representa un 55% de la muestra y 36 en dos cortes realizados en las veredas Nore (UMP 50) y El Bordo (UMP 70) entre los 10 a 40cm de profundidad, estos también acompañados de fragmentos cerámicos y vidrio, correspondiendo a un 31% de la muestra total. La loza recuperada es de color blanco en un 100%, con una textura vítrea y superficies craqueladas (76%). Respecto a las partes de utensilio recuperadas, tenemos 42 bordes (36%), 17 partes de bases (15%), entre las que se encuentra una con un sello de CALDAS, un pocillo casi completo con borde dorado y 57 fragmentos de cuerpo (49%). Presenta decorados con líneas dobles o sencillas (21 %) de colores verde, rojo, azul o café, fragmentos con flores o flores y hojas (10 %) de colores verde, rojo, púrpura y crema; finalmente decoración con bandas (7%) de colores azul o verde (Fotos 97 a 104).
Fragmentos Diagnósticos











Foto 98. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 50.Foto 97. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 49.
Foto 98. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 50.
Foto 97. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 49.





















Foto 100. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 73.Foto 99. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 59.
Foto 100. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 73.
Foto 99. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 59.









Foto 102. Fragmentos de base Tipo XVIII, UMP 66.Foto 101. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 70.
Foto 102. Fragmentos de base Tipo XVIII, UMP 66.
Foto 101. Fragmentos de platos Tipo XVIII, UMP 70.



0








Foto 103. Fragmentos de tazas Tipo XVIII, UMP 70.Foto 104. Fragmentos de porcelana actual, UMP67 Y 74.
Foto 103. Fragmentos de tazas Tipo XVIII, UMP 70.

Foto 104. Fragmentos de porcelana actual, UMP67 Y 74.



Periodo indeterminado
Tipo III Félsicos y mica

Se caracteriza por tener abundantes minerales félsicos y en menor cantidad mica, máficos, óxidos de hierro redondeados, cuarzo lechoso o cristalino y rocas grises gruesas (Fotos 105 y 106). Se recuperaron 267 fragmentos cerámicos equivalentes a un 8.0%; distribuidos de la siguiente manera: 163 se hallaron en El Cerro y 104 en la vereda Nore. En general la muestra posee estructura compacta (100%), los tonos de pasta son brown (café) 66% y yellowish red (rojo amarillento) 19%, la proporción pasta/desgrasante es más desgrasante que pasta (98%), el tamaño de desgrasantes es fino (99%); la forma de la totalidad de la muestra es angular; la mayoría de sus superficies alisadas (77%), poseen cocción completa (64%); el grosor de las paredes de los fragmentos es de 6 a 10mm (78%). Las partes de utensilios recuperados son: cuerpos (91%), bordes (7%), cuellos (1%) y dos bases. En el 2% de los fragmentos se observó la presencia de residuos de hollín en las superficies de la muestra. Las formas de los bordes más usuales son evertido sencillo plano (25%), evertido sencillo redondeado (20%), directo sencillo redondeado (10%) e invertido sencillo plano (10%). Las formas de utensilio más comunes en éste tipo son cuencos hemiglobulares (20%) con diámetros de 20cm, ollas globulares (30%) con diámetros entre 26 y 32cm, ollas subglobulares pequeñas (20%) con diámetros de 14cm. La decoración consta de acanalados rectilineales, impresiones triangulares y muescados (Fotos 107 a 112, Figura 41).
Félsicos y mica











Foto 106. Tipo III, Zoom 5.0X.Foto 105. Tipo III, Zoom 0.8X.
Foto 106. Tipo III, Zoom 5.0X.
Foto 105. Tipo III, Zoom 0.8X.


Fragmentos Diagnósticos










Foto 108. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.
Foto 108. Borde Evertido sencillo redondeado. Decoración Muescado.
Foto 107. Borde Evertido engrosado plano.
Foto 107. Borde Evertido engrosado plano.












Foto 110. Borde Evertido sencillo redondeado.Foto 109. Borde Evertido sencillo plano.
Foto 110. Borde Evertido sencillo redondeado.
Foto 109. Borde Evertido sencillo plano.














Foto 112. Decoración Acanalada rectilíneal.Foto 111. Decoración Acanalada rectilíneal.
Foto 112. Decoración Acanalada rectilíneal.
Foto 111. Decoración Acanalada rectilíneal.

Reconstrucción de las formas de los utensilios.




Figura 41. Reconstrucción de las formas de utensilios del tipo III.
Tipo VII Cuarzo y Félsicos
Se caracteriza por contener poco cuarzo lechoso y mica, de tamaños muy finos con forma angular. La muestra es muy pequeña, representa un 0.1% de la muestra total y se encuentra ubicado en la vereda Nore. Por esta razón no se pueden describir con claridad sus características, y al mismo tiempo impide que se le pueda asignar una cronología. En general la muestra posee una estructura muy compacta; tono de pasta gray (gris) con acabados internos y externos alisados (Fotos 113 y 114).
Cuarzo y Félsicos








Foto 114. Tipo VII, Zoom 5.0X.Foto 113. Tipo VII, Zoom 0.8X.
Foto 114. Tipo VII, Zoom 5.0X.
Foto 113. Tipo VII, Zoom 0.8X.


GLOSARIO

Mineral: Es un sólido homogéneo con propiedades físicas y químicas definidas y constantes. Normalmente se forma mediante un proceso inorgánico (Klein y Hurlburt 2003, 1).
Macla: Agrupación de dos o más cristales de una misma especie mineralógica que han crecido juntas, según leyes cristalográficas definidas. En las maclas de contacto, los cristales que las forman están en contacto mediante superficies planas, mientras que en las maclas de compenetración unos cristales penetran en el interior de los otros, siguiendo una dirección determinada (Ibíd 2003: 4).
Feldespato: Está compuesto por la serie NaAlSi3O8 (albita) y CaAl2Si2O8 (anortita) y son llamados feldespatos plagioclasas; la serie KAlSi3O8 (ortoclasa) y NaAlSi3O8 (albita), son llamados feldespatos alcalinos. La plagioclasa tiene dureza de 6, puede ser incoloro, blanco o gris; su brillo es de vítreo a perlado, de transparente a traslúcido; se diferencia de los otros feldespatos por las estriaciones en la exfoliación basal debidas a la macla de la albita; se encuentra en rocas ígneas y metamórficas (Ibíd 2003, 456). La albita o Espato Sódico es frecuentemente utilizado en cerámica.
Cuarzo: Su composición química es SiO2; generalmente es incoloro o blanco; su dureza es de 7; brillo vítreo y se encuentra en la mayoría de rocas ígneas y metamórficas.
Biotita: Su composición química es (AlSi3O10) K (Mg, Fe)3 (OH)2; su cristalografía son cristales prismáticos cortos o tabulares; su exfoliación en escamas diseminadas o en agregados escamosos; brillo reluciente; color verde oscuro, pardo a negro. Se encuentra en rocas ígneas y metamórficas (Ibíd 2003: 433).
Hornblenda: Pertenece al grupo de los anfíboles (Ca, Na) 2-3 (Mg, Fe, Al)5 Si6 (Si, Al)2 O22 (OH)2; su brillo es vítreo y su color es verde oscuro a negro (Ibíd 2003: 410). Se encuentra en rocas ígneas y metamórficas. Se altera a Piroxeno.
Pleocroísmo: Variación del color de un cristal al cambiar la dirección de observación (Ibíd 2003:410). Este fenómeno depende de su simetría (conjunto de relaciones geométricas observables entre las orientaciones en el espacio de las caras, las aristas y los vértices de un cristal).
Índice de refracción (n): Se expresa por la relación entre la velocidad de la luz en el aire (V) y su velocidad en un medio más denso (v), es decir, n= V/v (Ibíd 2003: 206). La forma del cristal puede ser; Euhedral: que tiene perfectamente formadas las caras. Subhedral: tiene algunas caras, generalmente mal formadas. Anhedral: Los bordes de sus caras son irregulares.


ANEXO 2. ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN DE MATERIALES EN VIDRIO




Las técnicas más frecuentes en la elaboración del vidrio son las siguientes: colado, soplado, prensado, estirado y laminado. Para su decoración es necesario volver a calentar; de esta forma se pueden identificar diferentes formas entre las que encontramos el tallado, grabado o dorado; además existen varias formas para describir las botellas según las técnicas utilizadas para su elaboración (Angel Mesa y de la Cuesta Benjumea 2001, 22). Dichas características se encuentran identificadas en varios periodos desde el inicio de su fabricación, por lo cual son susceptibles de utilizarse como marcadores cronológicos y ayudan a definir su temporalidad.

De esta forma fue posible analizar las muestras de evidencias de vidrio obtenidas en esta investigación. Para nuestro estudio, tenemos que en el departamento de Antioquia en el año de 1898 se creó la Vidriería De Caldas, que fue creada como complemento de la Compaña Cerámica Antioqueña.

"…los conocimientos técnicos aprendidos en Francia por Enrique Restrepo sacaron adelante esta empresa, que llegó a convertirse en la VIDRIERÍA DE CALDAS, bajo la propiedad de Ricardo Greiffenstein, como mayor accionista y que después de la primera guerra mundial incorporaría trabajadores Españoles para desarrollar su tecnología, colocándola en una posición apenas inferior a la de los textiles, tabaco, chocolate y cerveza" (El Colombiano 1987, 194).

La empresa producía: envases para drogas, vasos, botellas, floreros, frascos, lámparas y saleros, pero no vidrio plano. La materia prima inicialmente fue traída de Europa y luego de estado Unidos, excepto la cal, el cuarzo y la tierra que provenían de Ríonegro. (Angel Mesa y de la Cuesta Benjumea 2001, 23) En 1939 la empresa fue adquirida por Cristales Peldar y fue trasladada al Municipio de Envigado.

En el trabajo de campo se recuperaron 78 fragmentos de vidrio en 9 UMP, incluyendo 2 pozos de sondeo complementarios de la UMP 50 en la vereda Nore; éste lugar es conocido como el antiguo camino a Abriaquí, en donde se realizó un corte estratigráfico. Del mismo modo en 2 pozos de sondeo complementarios de la UMP 70 en la vereda del Bordo, donde también se realizó un corte, los fragmentos fueron elaborados con la técnica de soplado en molde, igualmente se halló un frasco al parecer para medicina, con un sello en la base; otro de los lugares donde se encontraron dichos fragmentos de vidrio fue en la UMP 7 en la vereda de El Cerro, conocido como el Taller, en el cual se encontraba un antiguo asentamiento minero. Entre los fragmentos recuperados fue hallado un fragmento de botella de un reconstituyente. La mayoría de estos fragmentos de vidrio son elaborados con la técnica de soplado y moldeado, algunos de color transparente, verde o azul y las formas de las bocas de las botellas son denominadas anillos apilados o boca en forma de aro.

A continuación presentamos una pequeña descripción de los fragmentos de vidrio recuperados por UMP: En la UMP 7 se recuperaron en recolección superficial, entre otros, un fragmento de botella del reconstituyente, media botella transparente, un cuello de botella sin rosca, una boca de un frasco al parecer de un medicamento, una base de color verde y otra transparente sin sello (Fotos 115 a 117, Figura 42). En la UMP 49 ubicada en la vereda Nore, se recuperó un fragmento de vidrio de color verde, en un pozo de sondeo a 20cm de profundidad; también se encontró loza a esa misma profundidad (Foto 121). La UMP 50 en la vereda Nore en uno de los pozos de sondeo a 15-25cm de profundidad, se recuperó un fragmento de vidrio plano, delgado, de color verde; en el otro pozo de sondeo a 35-40cm en un rasgo, un fragmento de cuello de frasco transparente y otro opaco (Fotos 118 a 120, Figura 43). La UMP 59 se encuentra en la vereda El Limo, donde se encontró en un pozo de sondeo a 10cm de profundidad una base de un recipiente transparente. Además, se recuperaron algunos fragmentos de loza en el mismo nivel (Foto 122). La UMP 66 ubicada en el sector de El Bordo, donde se observan algunas ruinas de una casa; en un pozo de sondeo a 15-20cm de profundidad, se recuperaron una boca de botella sin rosca, de color verde azul, al parecer elaborado con un molde de dos piezas y un tubo transparente como de gotero elaborado con la técnica de soplado. Estos fragmentos acompañados de loza y metal (Foto 123). La UMP 67 se encuentra ubicada en la vereda de El Limo, en una antigua casa, a 10cm de profundidad se encontró un fragmento de vidrio de color café, acompañado de loza, metal y teja. La UMP 70 ubicada en el sector El Bordo, en el corte estratigráfico situado junto a un antiguo trapiche. Se recuperaron entre los niveles 15 a 35cm una boca de botella sin rosca de color verde, elaborado con la técnica de soplado en molde, un frasco al parecer para medicina, con un sello en la base "Vidriería de Caldas Medellín" y un fragmento redondo y transparente aparentemente de linterna. Junto con estos fragmentos se encontró loza, metal y teja. Igualmente en dos pozos de sondeo, se recuperaron varios fragmentos de vidrio, entre estos un fragmento de botella de color verde además de un recipiente de peltre (Fotos 124 a 127, Figuras 44 y 45). En la UMP 75 ubicada en el Barrio Manguruma se recuperó un fragmento de color verde, en recolección superficial; junto a éste, algunos fragmentos de loza. La UMP 76 ubicada en la vereda de El Bordo, en la huerta de una casa, se recolectó en recolección superficial una base de color azul con un sello triangular.
Figura 43. Boca en forma de AroFoto 118. Técnica: molde de dos piezas. Foto 117. Técnica: molde de dos piezas. Figura 42. Boca Anillos apilados.Foto 115. Técnica: molde de dos piezas.Foto 116. UMP 7. Fragmento de Confortativo Salomón

Figura 43. Boca en forma de Aro
Foto 118. Técnica: molde de dos piezas.
Foto 117. Técnica: molde de dos piezas.
Figura 42. Boca Anillos apilados.
Foto 115. Técnica: molde de dos piezas.
Foto 116. UMP 7. Fragmento de Confortativo Salomón







Foto 119. Marcas de elaboración por soplado. Foto 120. Fragmento de vidrio opaco.Foto 123. UMP 66. Técnica: soplado y molde de dos piezas.Foto 122. UMP 59. Base en vidrio transparente.Foto 121. UMP 49. Técnica: Soplado y moldeado.

Foto 119. Marcas de elaboración por soplado.
Foto 120. Fragmento de vidrio opaco.
Foto 123. UMP 66. Técnica: soplado y molde de dos piezas.
Foto 122. UMP 59. Base en vidrio transparente.
Foto 121. UMP 49. Técnica: Soplado y moldeado.
Foto 127. Base con sello Vidriería de CaldasFoto 126. Base elaborada en un molde diferente, para luego ser adherido al recipiente.Figura 45. Boca en forma de Corona.Foto 125. Técnica: molde de dos piezas.Figura 44. Ilustración de un frasco para medicina.Foto 124. UMP 70. Técnica: molde de dos piezas.
Foto 127. Base con sello Vidriería de Caldas

Foto 126. Base elaborada en un molde diferente, para luego ser adherido al recipiente.

Figura 45. Boca en forma de Corona.
Foto 125. Técnica: molde de dos piezas.
Figura 44. Ilustración de un frasco para medicina.
Foto 124. UMP 70. Técnica: molde de dos piezas.


ANEXO 3 FICHAS DE REGISTRO.
Figura 46. Ficha de registro de unidad mínima de paisaje (UMP)

Figura 46. Ficha de registro de unidad mínima de paisaje (UMP)
Figura 48. Ficha de clasificación cerámica.Figura 47. Ficha de registro de materiales.

Figura 48. Ficha de clasificación cerámica.
Figura 47. Ficha de registro de materiales.
Figuras 49 y 50. Fichas de registro de corte.

Figuras 49 y 50. Fichas de registro de corte.
Figura 51. Ficha de registro de rasgo.
Figura 51. Ficha de registro de rasgo.
Nore



Cerro




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