Esquizofrenia y Acompanamiento Terapeutico Avila Velazquez M G Gonzalez F Miranda A Pineiro G

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Esquizofrenia y Acompañamiento Terapéutico.







Autores Ma. Guadalupe Avila Velázquez
Fernanda González
Gabriela Piñeiro
Alexis Miranda



Monografía final presentada en Centro Psicosocial Argentino
Septiembre 2015


Índice Pág.

Introducción 4
Estructura: Psicosis 6
Tipos de Psicosis 8
Esquizofrenia 9
Etiología 9
Patología 10
Tipos de esquizofrenia 12
Sintomatología 14
Fases de la patología 15
Tratamiento Farmacológico 19
Tratamiento psicológico 22
Rehabilitación psicosocial 24
El equipo terapéutico 24
Acompañamiento terapéutico en la Esquizofrenia 27
Competencias del A.T. 29
Guía de competencias a desarrollar en pacientes con esquizofrenia 32
Palabras Finales 36
Bibliografía 38
Anexo I 39
Anexo II 44
Anexo III 52








Dibujo realizado por Edmund Monsiel, un artista de principios del 1900



INTRODUCCIÓN

En esta monografía, hemos querido presentar a rasgos generales, pero concretos, el tipo de psicosis llamada Esquizofrenia y los beneficios que brinda el dispositivo del Acompañamiento Terapéutico en el tratamiento de esta patología.

La esquizofrenia es un trastorno mental que se encuentra dentro del grupo de los llamados psicóticos. Hemos querido presentarla desde el marco del psicoanálisis y también desde un punto de vista descriptivo, con la definición del El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría IV (DSM IV), ya que creemos importante pensarla desde más de una línea teórica y así hacer más fácil trasladar la patología a las herramientas del Acompañamiento Terapéutico.

La esquizofrenia es un trastorno mental crónico que se caracteriza por presentar alteraciones en las percepciones de la realidad en que vive el sujeto. Los síntomas más característicos de pacientes graves son: alucinaciones, delirios, actos irracionales y conducta extravagante.
Existe una amplia variedad de presentación de síntomas en las personas con esquizofrenia pero siempre tienen dificultades para actuar socialmente, tener respuestas emocionales esperables y normales, o poder pensar de manera clara. Son diversos los tratamientos o formas de abordar la enfermedad dependiendo de la calidad de vida del paciente, o bien como su patología se desarrolla, ya que cada uno es diferente y la gravedad de dicha enfermedad también lo es.
Los tratamientos puede incluir la ayuda en terapia grupal, grupos comunitarios, apoyo psicológico. Otra parte del tratamiento es la administración de medicamentos antipsicóticos, para controlar las alucinaciones y los delirios. Estos medicamentos deben ser totalmente controlados por el psiquiatra, dado los efectos adversos que pudiesen provocar.
El Acompañamiento Terapéutico en pacientes psicóticos como los esquizofrénicos, es una herramienta de gran ayuda y trabajo, así también, como lo es en la salud mental en general. El A.T. es un agente de salud capacitado para sostener, cuidar, aliviar y compartir: las ansiedades, angustias y desequilibrios de pacientes con diversas patologías.
Por todo lo expuesto, y basándonos en la esquizofrenia, hemos querido plasmar en este trabajo, los beneficios terapéuticos de esta práctica, promoviendo en el paciente soluciones a problemáticas que conlleva su enfermedad, ahí donde los otros dispositivos terapéuticos no llegan.

Antes de hablar de la esquizofrenia propiamente dicha, daremos los datos de la estructura en la que se encuadra, cuyos datos e información facilita la comprensión de dicha patología.









ESTRUCTURA

PSICOSIS

Ernst von Feuchtersleben (1806-1849) introdujo el término psicosis en 1845 con el fin de separar los trastornos neuropsiquiátricos (neurosis) de los trastornos psiquiátricos (psicosis); el autor usaba el término Psychose para referirse a las manifestaciones psíquicas de la "enfermedad del alma", ya se tratara de las neurosis o de la locura (vesania).
"Toda psicosis es al mismo tiempo una neurosis, porque sin intervención de la vida nerviosa no se manifiesta ninguna modificación de lo psíquico; no obstante, no toda neurosis es una psicosis"

Los autores H.Kaplan, B.Sadock y J.Grebb (1994) destacan tres parámetros fundamentales que delimitan la Psicosis:
1. La incapacidad de distinguir entre la realidad y la fantasía.
2. Ineficacia en la evaluación.
3. Creación de una nueva realidad.
Desde el punto de vista psicoanalítico se la define como un trastorno primario de la relación libidinal con la realidad, por retracción de las cargas de objeto o incremento de la libido narcisista, con tentativas posteriores de reconexión objetal.

Para el filósofo y psiquiatra alemán. K.Jaspers "la psicosis es el resultado del proceso de una enfermedad que se apodera del individuo en cuanto totalidad, sin importar si es un trastorno hereditario que comienza en determinado momento de la vida o un trastorno no hereditario que comienza a serlo por una lesión exógena. Para aspirar al rango de psicosis, el proceso patológico debía tener fuerza suficiente para anular el desarrollo normal y la conducta manifestada ser tan diferente como para no confundirse con una reacción exagerada ante la experiencia cotidiana". (Ban y Ucha Udabe, 1995)

Como se puede notar, no se puede dar una definición exacta y acabada de la patología, porque según la línea de pensamiento de cada autor, se enfatizan aspectos diferentes de la misma. Por lo mismo, los criterios de diagnóstico son diversos y cambiantes.

Se cree que la estructura psicótica es consecuencia de una historia de sucesivos fracasos en los distintos momentos constitutivos del psiquismo humano y cuya cima estaría representada por el Edipo., siendo una perturbación global de la personalidad con una desorganización total de las funciones del Yo, a la cual sigue en ocasiones, una reorganización narcisística (el sujeto construye un mundo propio, en el cual se ubica a sí mismo, y vive) El objetivo de ésta construcción es la de reproducir un estado de seguridad primaria en el que no existe la necesidad ni de reconocer ni tampoco de desprenderse del objeto de amor.

El psiquiatra y psicoanalista J.Bleger distingue dentro del concepto de psicosis, cuya descripción clínica corresponde al período inicial de la esquizofrenia:

1) la disgregación psicótica
2) la restitución psicótica
3) la parte psicótica de la personalidad
4) la personalidad psicótica.

Se pueden distinguir cinco teorías de la disgregación psicótica:
a) Teoría de la regresión: se postula una regresión a la etapa oral primaria caracterizada como pre-ambivalente, narcisista y anobjetal (sostenida por S.Freud y K.Abraham)
b) Teoría de la desintegración: Se explica a través de la idea de que en un inicio los núcleos provenientes del Yo funcionan de modo autónomo, para luego organizarse. Esto genera una desintegración del Yo. (La teoría de la esquizofrenia se basa en este punto)
c) Teoría de la disociación: Se da por la separación del Yo en consecuencia a la separación de objetos como "buenos y malos", lo que resulta una regresión a la posición esquizoparanoide.
d) Teoría de la fragmentación (Splitting patológico): Si bien acepta que se da una regresión, está no es en la posición esquizoparanoide como sostiene la Teoría de la Disociación, si no que regresa a una posición esquizoparanoide patológica, cuya separación de los objetos es a modo caprichoso y no condicionada por términos de 'maldad o
e) Teoría de la indiferenciación: La regresión se produce a una organización primitiva con falta de discriminación (o indiferenciación primitiva). (J.Bleger, 1971).

Tipos de Psicosis

El DSM (Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales, de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense) reconoce varios tipos de psicosis:

Esquizofrenia
Tipo paranoide de esquizofrenia
Tipo desorganizado de esquizofrenia
Tipo catatónico de esquizofrenia
Tipo indiferenciado de esquizofrenia
Tipo residual de esquizofrenia
Trastorno esquizofreniforme
Trastorno esquizoafectivo
Trastorno delirante
Trastorno psicótico breve
Trastorno psicótico compartido
Trastorno psicótico debido a enfermedad médica asociada
Trastorno psicótico inducido por sustancias
Trastorno psicótico no especificado

Obra del artista Johfra Draak

ESQUIZOFRENIA

Esta enfermedad es uno de los tipos de psicosis que se caracteriza por la pérdida del sentido de la realidad, delirios, alucinaciones y un pensamiento anormal.
El psicoanalista O. Fenichel lo define del siguiente modo: "el proceso esquizofrénico es una tendencia a la desorganización del Yo y de su mundo y a la organización de la vida autística; es al mismo tiempo una malformación estructural y un desarrollo histórico. La malformación y el desarrollo se relacionan y mantienen mutuamente a través de intercambios dialécticos incesantes pues, la historia y la organización de la persona dependen al mismo tiempo de la acción estimulante del medio ambiente y de la integración del organismo" (1)
Para poder hablar de esquizofrenia, primero debemos referirnos a la estructura mental, desde un punto de vista psicoanalítico, a la cual pertenece esta patología: Psicosis o Estructura Psicótica.

ETIOLOGIA

Su origen es desconocido, aunque se relaciona con factores hereditarios y ambientales.
Se trata de un grave trastorno mental que se manifiesta por profundas alteraciones del pensamiento, la percepción, los sentimientos, la conducta y del contacto con la realidad, que fomenta la incapacidad de separar las experiencias reales de las imaginarias.
Se registra cierta insuficiencia en las identificaciones primarias y secundarias, con presencia de una madre que no logra manejar su propia ansiedad y devuelve al bebé la misma o mayor carga ansiosa que él haya depositado previamente. La reacción del bebé ante esto puede ir desde la irritabilidad o explosión, hasta un efecto paralizador.

S.Freud atribuye la Psicosis a la ausencia o falla en el proceso de represión primaria
En 1924 describe las características que diferencias la neurosis de la psicosis, explicando que la primera no desmiente la realidad, pero sí la rechaza y busca ignorarla; La Psicosis, en cambio, niega rotundamente la realidad y procura sustituirla. Freud considera el rango de normalidad a la conducta que aúna ambas reacciones: El sujeto insatisfecho con la realidad externa, no la desmiente (neurosis) pero se empeña en modificarla (psicosis).


PATOLOGÍA

Esquizofrenia: (del griego skhiz(o)- σχίζω «dividir» y phren(o)- φρ-ήν/-ενός «espíritu, mente»)
Al.: Schizophrenie / Fr.: schizophrénie / Ing.: schizophrenia / It.: schizofrenia / Por.: esquizofrenia.

Término introducido por E. Bleuler en 1911 que hace referencia al grupo de psicosis, y en la que se distinguen las formas clásicas de patologías que aún prevalece: hebefrénica, catatónica y paranoide
Si bien ya existía el término «demencia precoz», el cual se usaba para referirse a las psicosis en general, y cuya definición fue creada por E. Kraepelin, ésta nueva denominación incluía lo que para Bleuler era el síntoma fundamental de las psicosis: Spaltung o disociación.
Por esto mismo es que el término «esquizofrenia» se terminó por imponer tanto en el campo psiquiátrico como en el psicoanálisis.

Clínicamente, la esquizofrenia aparece diversificada en formas aparentemente muy distintas entre sí, por eso conviene distinguir los síntomas «primarios», que son la expresión directa del proceso patológico (que Bleuler considera como orgánico), de los síntomas «secundarios».

El trastorno primario del pensamiento podría definirse como la pérdida de conexión de las asociaciones. En decir que la enfermedad lo que hace es destruir los puntos de unión o hilos del pensamiento lógico. Por esto es que se da la incoherencia.
En la psicosis, la contradicción no es esquivada y conservada por la represión, sino por el contrario, es eliminada. A falta de represión originaria, la contradicción ya no es reconocida como tal por el Yo, y en consecuencia, en el nivel del Yo dos proposiciones contradictorias son afirmadas y se convierte en simple yuxtaposición. Cada proposición ignora a su contradictoria, por eso algunos afirman que el esquizofrénico carece de ambivalencia (Recamier).
El esquizofrénico cree que él es la alucinación de otro, que su cuerpo es pensado y proyectado por otro.
Las imágenes sensoriales no son discriminadas de la alucinación, y esta última decepciona traumáticamente al Yo. El Yo se desintegra fácilmente, oscila entre un principio de organización y la fragmentación (perdida del sentimiento de sí, de existencia). Aunque es capaz de distinguir entre los estímulos internos que le resultan displacenteros y el mundo exterior (la realidad) que le es indiferente.
Con todo esto se dan algunas conductas o manías es los pacientes esquizofrénicos:
- Autoerotismo, cuyo recurso S.Freud distingue de dos modos distintos
1º) como función, es la actividad sexual característica del narcisismo, cuando la fuente pulsional coincide con el objeto.
2º) como momento evolutivo. Se trata del período inmediatamente anterior al narcisismo, pre-objetal, previo a la unificación de las zonas erógenas. Implica una satisfacción anárquica de las pulsiones parciales.
- Narcisismo que implica el pasaje desde el autoerotismo (desorganizado y fragmentado) a una organización unitaria de las zonas erógenas. La actividad autoerótica que antes se satisfacía en sus fuentes lo hace ahora sobre un objeto.
El narcisismo implica la aparición del objeto para la descarga pulsional, un objeto de amor diferente a la fuente misma. Este primer objeto es el Yo. En realidad hay amor por objetos exteriores, que todavía no son distinguibles del Yo, y sólo existen como tales para un observador externo.
- Afectos preponderantes en la esquizofrenia: El pánico es el afecto correspondiente a la angustia psicótica, del Yo fragmentado. Se aíslan las zonas erógenas y la regresión llega al desordenado autoerotismo inicial.
- Angustia de castración: Constituido el narcisismo, el sentimiento de sí dependerá de tener o no aquello que metafóricamente marque al sujeto como completo.

En un modo general los esquizofrénicos hablan del espíritu. En un material clínico el paciente dice que está muerto, que su cuerpo ha sido ocupado por espíritus que lo utilizan.
Los esquizofrénicos se preguntan ¿Yo existo?, ¿Estoy viviendo?, ¿Es esto real?, ¿Está sucediendo?
Su sensorialidad parece fragmentada. La palabra queda desconectada de la representación y privilegiado su significado literal. Los elementos aislados aparecen desunidos del resto, tomando la forma de alucinaciones cenestésicas, gustativas, olfatorias, etc. La representación cuerpo expresa esta fragmentación, siendo manifiesta la angustia hipocondríaca que expresa la retracción libidinal. La disociación significa que el enfermo ya no es capaz de reconocer una parte del cuerpo como parte, cada parte del cuerpo es un cuerpo completo.
La amenaza de ruptura es vivida como amenaza de catástrofe, de aniquilación del mundo exterior o de desintegración de la personalidad.
El quiebre en la esquizofrenia implica que el mundo y la realidad psíquica no sean distintos. El sujeto, víctima de la escisión, no puede más que refugiarse en la «parte» de sí mismo que encarna en ese momento, «abandonando» al mismo tiempo aquellas partes de su propia realidad
Para el esquizofrénico el otro es un «alter ego», una representación fragmentada de sí mismo.
El paciente no diferencia entre experiencias sensoriales y alucinatorias, dándole a la totalidad de su mundo el carácter de la irrealidad y la despersonalización.
La referencia al líquido como objeto voluptuoso, remite al "sentimiento oceánico", anhelo de una sustancia unificadora contrapartida de la fragmentación del yo.

En la esquizofrenia, teniendo en cuenta su evolución menos favorable que la evolución de la paranoia, S.Freud deduce de ello que «la regresión no se conforma con alcanzar el estadio del narcisismo (que se manifiesta en el delirio de grandeza); llega hasta el abandono completo del amor objetal y el retorno al autoerotismo infantil.

TIPOS DE ESQUIZOFRENIA

Los tipos de esquizofrenia están definidos por los síntomas que predominan en la evaluación del paciente, y es frecuente que el cuadro incluya síntomas que son característicos de más de un subtipo. 
Por esta falta de especificidad, en la última actualización de la clasificación americana de enfermedades mentales es que se han suprimido estos subtipos. No obstante, daremos la descripción de cada subtipo:

Esquizofrenia paranoide: Se caracteriza principalmente por la presencia de ideas delirantes y alucinaciones auditivas, pero sin claras alteraciones en la afectividad, en el lenguaje y sin mostrar un comportamiento catatónico asociado. Fundamentalmente, las ideas delirantes son de persecución, de perjuicio o ambas, pero también puede presentarse ideas otra temática. También es habitual que las alucinaciones estén relacionadas con el contenido de la temática delirante. Los síntomas asociados incluyen ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir. El inicio tiende a ser más tardío que en otros tipos de esquizofrenia y las características distintivas pueden ser más estables en el tiempo.

Esquizofrenia desorganizada: Las características principales son el lenguaje y el comportamiento desorganizado, además de marcadas alteraciones emocionales. Puede haber ideas delirantes y alucinaciones, pero están no suelen están organizadas en torno a un tema coherente. Las características asociadas incluyen muecas, manierismos y otras rarezas del comportamiento. Este tipo de esquizofrenia se la denomina hebefrénico.

Esquizofrenia catatónica: La característica principal de la esquizofrenia del tipo catatónico es una marcada alteración psicomotriz que puede incluir inmovilidad, actividad motora excesiva, negativismo extremo, mutismo o peculiaridades en el movimiento voluntario. Aparentemente, la actividad motora excesiva carece de propósito, y no es motivada por estímulos externos. Para diagnosticar este subtipo, el cuadro debe cumplir en primer lugar todos los criterios para la esquizofrenia. Así mismo, debe descartarse la posibilidad de enfermedades o condiciones que justifiquen dicha anomalía psicomotriz.

Esquizofrenia residual: Se lo reconoce porque ha habido al menos un episodio de esquizofrenia, pero en el cuadro clínico actual no se presentas ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento o un lenguaje desorganizados, pero sí se acentúa la presencia de los síntomas negativos (aislamiento emocional, social, pobreza del lenguaje, falta de interés, etc.)

Esquizofrenia indiferenciada: se llama de éste modo a la esquizofrenia que no reúne los criterios de los subtipos anteriores, o presenta varios de ellos.




SINTOMATOLOGÍA

-Síntomas de la esquizofrenia: positivos, negativos y cognitivos
Los síntomas de la esquizofrenia afectan principalmente al contenido del pensamiento y a la conducta, variando de una persona a otra.
Se dividen clásicamente en síntomas positivos y negativos y se le pueden añadir otros síntomas llamados cognitivos.

Síntomas positivos
Son los síntomas que exageran particularmente lo perceptivo.

Alucinaciones:
Ver, oír o sentir algo que en realidad no está ahí. Las alucinaciones pueden producirse en cualquiera de los cinco sentidos: oído, vista, olfato, gusto y tacto. 
Oír voces es la alucinación más frecuente en esquizofrenia.
Delirios:
Creencias irracionales y falsas fuertemente arraigadas que se deben a la incapacidad de separar las experiencias reales de las irreales.
Pensamientos desorganizados:
Hacer asociaciones desorganizadas. Sacar conclusiones que no se basan en la realidad. Falta de razonamiento lógico.
Agitación:
Estado tenso e irascible.

Síntomas negativos
Son síntomas que se caracterizan por la disminución o pérdida de una función.

Falta de interés o iniciativa:
Pasar mucho tiempo en la cama sin motivación para hacer nada.
Retraimiento social / depresión:
Dar la impresión de que las personas afectadas prefieren estar solas y no quieren ver a otras personas
Apatía:
Se experimentan sentimientos de vacío. Incapacidad para seguir con los planes.
Falta de respuesta emocional:
Falta de los signos normales de emoción, no sentirse alegre ni triste; por ejemplo, mantener una expresividad facial reducida.
Otros síntomas negativos son:
-Catatonia: Síndrome psicomotor que se da en ciertas formas de esquizofrenia, caracterizado especialmente por el negativismo, la oposición, la catalepsia y estereotipos gestuales. Coloquialmente se le dice estar en estado "zombie".
-Embotamiento afectivo: Trastorno caracterizado por la ausencia de reacciones afectivas significativas, incluso ante circunstancias biográficas de trascendencia para el individuo. Se produce típicamente en la psicosis esquizofrénica, pero también puede deberse a alteraciones psíquicas derivadas de la edad, a una enfermedad o a acontecimientos vitales graves.
-Alogia: Consiste en la ausencia de espontaneidad y en la disminución del flujo de la conversación. Pobreza en el lenguaje.
-Abulia: Falta de energía y voluntad para hacer algo o moverse.
-Anhedonia: incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placentero.

FASES DE LA PATOLOGÍA

Se distinguen 4 fases en el transcurso de la enfermedad, las cuales se identifican de la siguiente forma:

Fase prodrómica
Fase aguda
Fase residual
Fase estable o asintomática

Fase prodrómica:
En esta fase de la esquizofrenia la persona comienza a experimentar los primeros síntomas. Es una de las fases de la esquizofrenia más importantes ya que nos permite prevenir las recaídas y no llegar a entrar en una fase aguda de la enfermedad.
Los síntomas en esta fase son muy variados pues cada persona tiene su propia sintomatología que se suelen repetir en todas sus fases prodrómicas. Los síntomas de la esquizofrenia más comunes en la fase prodrómica son:
Alteraciones en la alimentación, normalmente pérdida de apetito.
Desorden de horarios (comidas, acostarse, levantarse…).
Dificultades de concentración.
Problemas para dormir, insomnio.
Depresión y tristeza.
Preocupado con una o dos cosas.
Tendencia a la soledad (deja de ver a sus amistades)
Tendencia a aislarse (encerrarse en su cuarto)
La persona se siente mal, sin motivo aparente.
Comienza a pensar que las personas se ríen o hablan mal de él.
Deja de disfrutar de las cosas.
Se siente inútil.
Se muestra mucho más nervioso y agitado durante el día.
Etcétera.
No es necesario presentar todos los síntomas listados para poder pasar a una fase aguda, pero cuantos más síntomas presente la persona, mayor es la probabilidad de empeorar en el curso de la enfermedad. Es por ello que es muy importante que tanto la familia como la persona con esquizofrenia conozcan bien los síntomas de la enfermedad y puedan aplicar las medidas terapéuticas aprendidas con el psicólogo, para evitar un empeoramiento y de esta forma prevenir la recaída. Éste, es uno de los aspectos más importantes en el tratamiento de la esquizofrenia, siempre que sea posible hemos de evitar las recaídas. Ya que cuantas más recaídas sufre una persona, mayor es el deterioro que experimenta, y por consiguiente también aumenta la probabilidad de sufrir una nueva recaída en el futuro.

Fase aguda:
Cuando una persona entra en esta fase se dice que está en crisis, en ella es cuando se presenta con más fiereza la sintomatología positiva de la esquizofrenia. También se hacen referencia a estas crisis como brotes psicóticos. Las alucinaciones y los delirios aparecen y la conducta de la persona cambia y se desorganiza mucho. Los síntomas de la esquizofrenia en la fase aguda se caracterizan por:
Se da un cambio de comportamiento muy llamativo y extraño
La persona desconfía de todo el mundo y se vuelve recelosa
En esta fase de la enfermedad, es frecuente que la persona requiera una hospitalización para poder realizar un tratamiento de la esquizofrenia a nivel farmacológico más potente del tratamiento habitual. Debido a que las personas que están padeciendo un brote psicótico, si ya se muestran muy reticentes a tomarse su medicación habitual, se vuelve muy complicado realizar un aumento de esta medicación, si no es en un medio hospitalario. Posteriormente se reducirá la dosis de fármacos administrados.
Se deben tener presentes las siguientes aclaraciones:
El tratamiento de la esquizofrenia en ésta fase se centrará a nivel farmacológico
La duración de la fase es variable en función de la persona
Una misma persona suele tener brotes psicóticos de la misma duración

Fase residual:
Se produce cuando la persona ya ha salido de la crisis. Los síntomas positivos desaparecen o son mucho menos intensos. Los síntomas de la esquizofrenia en la fase residual son:
Reducción de la gravedad de los síntomas.
Pueden no presentar ningún tipo de síntoma.
Puede aparecer un sentimiento de confusión y no recordar partes de la fase aguda.
La persona se puede mostrar deprimida, irritable.
Suele aparecer la sintomatología negativa pero su intensidad varía de persona a persona.
Puede aparecer cierto deterioro cognitivo
En esta fase el papel del equipo de contención es muy importante, para poder acompañar a la persona en el tratamiento de la esquizofrenia lo más rápido posible a la siguiente fase. La sintomatología negativa no es tratable a nivel farmacológico por lo que es necesaria la terapia y la intervención de técnicas psicológicas para que la persona no se estanque en una fase residual y pueda comprender qué es lo que le ha ocurrido y más importante todavía, cómo prevenirlo en futuras ocasiones.



Fase estable o asintomática
Esta es la fase que todo psicólogo intenta instaurar dentro de la esquizofrenia y procura dotar de herramientas, tanto al paciente como a la familia para que esta fase se mantenga a lo largo de la enfermedad. Cabe remarcar que es una fase muy variable a nivel sintomatológico dentro de las personas. Es posible que una persona no muestre ningún síntoma aparente, mientras que otra persona siga mostrando algún síntoma negativo de forma más leve. Pero esta fase por desgracia no dura eternamente, y tras esta fase volvería a aparecer la fase prodrómica, y tras ésta, la crisis, la fase residual, asintomática y vuelta a empezar. Por ello el tratamiento de la esquizofrenia a nivel psicológico ha tomado tanta importancia en los últimos años. Se ha convertido en una de las vías más eficaces para manejar una de las enfermedades mentales más complicadas de nuestra era.


"La electricidad te hace flotar" de Karen Blair


TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO

Los antipsicóticos son los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de la esquizofrenia.
Actualmente, existe una amplia variedad de antipsicóticos y el objetivo es conseguir la dosis óptima de un medicamento que produzca la mayor mejoría y la menor cantidad de efectos secundarios.
Dentro de los antipsicóticos se dispone de dos grandes grupos: antipsicóticos atípicos y antipsicóticos convencionales.

Antipsicóticos Atípicos
Los antipsicóticos atípicos utilizados más comúnmente en el tratamiento de la esquizofrenia se dividen en 1. De toma diaria y de liberación prolongada.
 
Antipsicóticos atípicos de toma diaria
Dentro de los tratamientos de toma diaria nos encontramos los siguientes medicamentos: paliperidona, risperidona, quetiapina, olanzapina, aripiprazol, amilsupride y ziprasidona.

 Ventajas del tratamiento diario
Fácil administración
El paciente puede encargarse de la toma del tratamiento
Permite ajustar fácilmente la dosis al alza o a la baja, en
los casos que sea necesario
 Desventajas de este tratamiento
Necesidad de tomarse la medicación todos los días, en ocasiones varias veces al día
Pueden existir olvidos en la toma de la medicación
Cuando la persona que padece la enfermedad no es
autónoma para la toma, depende de la familia para ello y
son los que tienen que recordárselo diariamente
Las pastillas recuerdan a la persona que padece
esquizofrenia todos los días que está enferma
Mayor riesgo de recaída por no cumplimiento del tratamiento
que con las presentaciones de liberación prolongada
Riesgo de errores en la dosis, sobredosificación, errores en
la toma (hora, con o sin alimentos…)
Riesgo de que la persona se atragante con la medicación

Antipsicóticos atípicos de larga duración
Ejemplo de estos medicamentos son: palmitato de paliperidona, risperidona inyectable de larga duración, aripiprazol inyectable i.m. y pamoato de olanzapina.
Los tratamientos atípicos de larga duración permiten controlar los síntomas de la enfermedad con eficacia y además presentan una administración espaciada en el tiempo. Aunque algunos se administran cada dos semanas, ya están disponibles medicamentos que se administran sólo 1 vez al mes como palmitato de paliperidona que permite tratar al paciente con únicamente 12 tomas al año en la fase de mantenimiento, u otras opciones terapéuticas de administración mensual como aripiprazol inyectable i.m. que requiere ser suplementado con el mismo principio activo por vía oral al inicio del tratamiento (durante los primeros catorces días).
Este tratamiento consiste en administrar el medicamento por vía intramuscular al paciente de forma que se vaya liberando lenta pero paulatinamente manteniendo su efecto durante varias semanas hasta una nueva administración.
 Ventajas de los tratamientos de larga duración
Permiten una administración más espaciada en el tiempo
El paciente no tiene que acordarse todos los días de tomar la medicación, por lo que facilita el seguimiento adecuado del tratamiento.
Mayor adherencia al tratamiento
Nivel de fármaco más estable durante todo el día, lo que supone una eficacia más sostenida y continuada en todas las franjas del día.
Pueden aparecer menos efectos secundarios que con los tratamientos orales de toma diaria al proporcionar un nivel estable de medicación en sangre
Disminuyen las recaídas al mejorar la adherencia al tratamiento.
Reducción de los posibles efectos adversos al tomar la medicación de forma equivocada.
Al ser un tratamiento de larga duración, facilita que el paciente "se olvide" de la enfermedad y piense en otras cosas.
Ir a su centro a que le administren la medicación es una buena oportunidad para estar en contacto con profesionales sanitarios de forma más constante que le proporcionarán toda la información que el paciente necesite.
Si el paciente olvida que tiene que recibir la administración de la pauta intramuscular, siempre habrá alguien (médico-enfermero) que se lo recordará.
El paciente no tiene que acordarse de preparar ni llevar consigo la medicación cuando se ausenta de su casa durante un período de tiempo (vacaciones...)
 Desventajas de este tratamiento
Resistencia a la administración en algunos casos
Dolor y eritema en el lugar de la inyección en algunos casos
Mayor dificultad en el ajuste de dosis
En algunos casos, necesidad de administrar también un tratamiento oral
El tratamiento sólo puede funcionar si se cumple como se recomienda. Es común que las personas con esquizofrenia encuentren difícil seguir el tratamiento. Como resultado, el 74% de las personas con esquizofrenia abandona el tratamiento farmacológico en tan sólo 1 año y medio.
Interrumpir o tomar de modo irregular el tratamiento farmacológico aumenta el riesgo de sufrir recaídas. La mayoría de los pacientes (8 de cada 10) presentará una recaída de la enfermedad entre los 6 meses y 2 años tras abandonar la mediación antipsicótica.
Las consecuencias de las recaídas en la esquizofrenia pueden ser bastante serias: falta de independencia, pérdida de control, perdida de capacidades, entre otras. Además, las recaídas sucesivas suelen ser cada vez más graves y precisan más tiempo para su mejoría.
Es por esto que en los últimos años, los nuevos enfoques científicos se han centrado en el desarrollo de formas de acción más prolongada para los antipsicóticos atípicos. El objetivo consiste en lograr que el tratamiento sea fácil de seguir y más cómodo para los pacientes.

Antipsicóticos típicos Convencionales)
Los primeros antipsicóticos que se comenzaron a utilizar aparecieron en los años 50 y fueron los denominados convencionales o típicos, cuya principal ventaja era el control sobre los síntomas positivos de la enfermedad, aunque tenían importantes inconvenientes como sus efectos secundarios (rigidez, inquietud, temblores...) y que no eran efectivos sobre los síntomas negativos (apatía, falta de motivación, falta de interés por relacionarse...), o incluso los empeoraban, ni tampoco mostraban eficacia en el control de los síntomas cognitivos (atención, comprensión, reflexión...). Ejemplos de medicamentos que actualmente pertenecen a este grupo son Haloperidol, Clorpromozina, Zuclopentixol, Flufenazina y Perfenazina.

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

El tratamiento psicológico de los trastornos psicóticos se puede dar en la fase prodrómica y en la fase activa, principalmente.

Reconocimiento de síntomas prodrómicos:
Es la etapa en la que como se ha descripto se intenta identificar síntomas tales como trastornos del sueño, desorganización, desconfianza extrema e ideación paranoide, falta de concentración, apatía, agresividad y ansiedad entre otros. Estos síntomas no sólo están presentes, si no que van en aumento, hasta que, de no tratarse, termina derivando en el brote psicótico.
Un paciente entrenado y educado en el reconocimiento de estos síntomas prodrómicos estará en disposición de pedir ayuda a su terapeuta en el momento en que aparezcan los primeros indicios del resurgimiento de la enfermedad evitando así que aparezca al brote psicótico y sus graves consecuencias.

Concienciación del trastorno esquizofrénico:
El enfermo esquizofrénico no entiende que padece una enfermedad, y por tanto no ve la necesidad de iniciar un tratamiento, el cual es rechazado en la mayoría de los casos. El terapeuta tiene la tarea de establecer una relación estable que sirve como vehículo para la psicoeducación, es decir, llegar a concienciar al paciente sobre su padecimiento, para que éste acepte su enfermedad, y sea un agente activo en su tratamiento y recuperación.

Karen May Sorensen realizó dibujos y pinturas que publicó en su blog mientras se encontraba en diversas etapas de su tratamiento.














REHABILITACIÓN PSICOSOCIAL

Lo lleva a cabo el equipo completo (no sólo el terapeuta) que asiste y da apoyo al paciente en primer lugar, pero también a la familia.
El objetivo es la rehabilitación a nivel social, para ello el equipo evalúa un plan de acción y soporte según la enfermedad específica, estado, deterioro, conductas problemas y situación social y laboral.
Se trabajan las siguientes áreas, entre otras según la complejidad de cada caso:
Psicoeducación no sólo del paciente, sino también del contexto inmediato del mismo, proveyendo información actualizada y comprensible acerca de la enfermedad mental, cómo reconocer los síntomas, reconociendo la importancia de la medicación, y principalmente aceptando la enfermedad, y aprendiendo a vivir con ella.

Habilidades sociales: a través de actividades se busca la cooperación y entrenamiento de las habilidades sociales en las que el paciente presenta dificultad o deterioro.
Educación para la salud: fomentar la salud como un bien que se puede obtener activamente. se trabaja mediante módulos, los cuales son: Sexualidad, alimentación, sueño, prevención de la ansiedad, autoestima y autoimagen, capacidades cognitivas.
Orientación y tutoría: orientar y aconsejar acerca de cualquier duda problema que presente el paciente y no pueda ser tratado desde los programas elaborados en el ámbito grupal, evaluar la consecución de los objetivos previamente marcados para usuario.
Actividades de la vida diaria: la intervención se refiere a provocar la adquisición y mantenimiento de una amplia gama de habilidades necesarias para la vida cotidiana, esto se realiza mediante programas como cuidado personal, actividades domésticas y orientación cultural, los cuales están supervisados por el A.T.

El equipo terapéutico
El equipo multidisciplinar debe estar formado por una serie de profesionales que trabajen en común para realizar una buena rehabilitación. Además de los A.T., el equipo de trabajo está conformado por los siguientes profesionales
Psiquiatra: Se ocupa de la prevención, evaluación, diagnostico, tratamiento farmacológico y la indicación de psicoterapias y valora la situación de la enfermedad del paciente para la incorporación a un centro ocupacional o a un centro especial de empleo.
Psicólogo: Se ocupa de la evaluación, valoración y del tratamiento a través de la aplicación de técnicas y de la aplicación de psicoterapias. La evaluación o valoración se realiza a través de test que se le pasan a la persona durante todo su tratamiento.
Según el tipo de tratamiento e internación del paciente, pueden variar sumándose otros profesionales tales como:
Terapeuta Ocupacional: Se ocupa del tratamiento, valoración y reeducación de la persona con esquizofrenia tanto en las áreas como en los componentes de desempeño ocupacional, y en las habilidades funcionales requeridas para la realización de estas.
Trabajador social: valorará la red social del afectado y las posibles prestaciones económicas y sociales.
Enfermera: se encargará de realizar valoraciones de enfermería y llevar un control de la medicación. 
Etc.

En dicho equipo, todos tienen voz y palabra, y dan su punto de vista y consejo según su rol y especialidad para desarrollar el plan de acción y tratamiento del o los pacientes.
El objetivo primordial es mantener actualizado el registro de evolución de los pacientes, por medio de un diálogo respetuoso y transparente. También es un espacio de desahogo y consulta por temas puntuales sobre el tratamiento o sobre el mismo paciente.
Este encuentro se hace según lo pautado en un inicio, y requiere la presencia de todos los integrantes, pues no se da mayor o menor importancia a unos sobre otros (la diferencia de rol no es en modo alguno jerárquico)

Es importante destacar que es en este espacio en el que el A.T. lleva toda la información recopilada de los encuentros con los pacientes, y por tanto es de vital importancia que plantee todos los detalles, dudas y sugerencias que tenga, para poder re-perfilar las estrategias del tratamiento. Así mismo, acá es dónde debe llamar la atención si se han dado situaciones que no supo manejar, o que se salieron de su control para que el equipo no solo le haga una devolución con nuevas herramientas y tácticas para resolver futuras complicaciones, sino para que tomen en cuenta el carácter de dicha dificultad (por ejemplo, si el paciente ha estado deprimido, agresivo o ausente, son datos que tanto el psicólogo como el psiquiatra deben conocer para decidir si es algo que se pueden resolver con actividades nuevas o con psicoterapia, o si es algo que precisa el uso o reajuste de administración de fármacos)

Según lo que se decida como objetivo a desarrollar, se planifican las actividades con los pacientes, tiempo de duración, días de las mismas, etc., teniendo en cuenta las siguientes pautas:

Se debe ser puntual, y en caso de retraso, dar aviso.

A menos que surja un inconveniente, siempre se deben respetar las actividades planeadas, y en caso que no se pueda, se debe dejar asentado el motivo y anotar con qué otra actividad se reemplazo.

Se debe hacer una supervisión constante del paciente. Esto no significa estar a su lado en todo momento, si no estar atento a cualquier necesidad o complicación que manifieste (tener en cuenta que en caso de pacientes de carácter explosivo puede hacer que pasen de una actitud pasiva a una agresiva en poco tiempo, y debemos saber cómo calmarlo, o evitar que se lastime o lastime a otros)

A menos que el paciente pueda tolerarlo, en un inicio se recomienda evitar lugares muy bulliciosos, demasiado amplios o concurridos, pues eso puede desestabilizarlo emocionalmente.
Somos responsables por nuestros pacientes, por tanto, cuando estemos con ellos no podemos atender otros asuntos (llamadas de larga duración, ir a hacer alguna compra, trabajar en otro temas, etc.) aún cuando el paciente esté realizando una actividad solitaria supervisada de lejos, debemos mostrarnos presentes y atentos.

Respetar el objetivo de cada pauta, sin agregar nuevas actividades la paso (por ejemplo, si está leyendo, no interrumpirlo pidiendo que describa una imagen)

Cualquier corrección que se deba hacer al paciente, debe ser con mucho tacto. Recordemos que ellos no poseen el mismo nivel interpretativo que nosotros, y son personas más literales. Alzar la voz, impartir una orden o ser autoritario puede confundirlos o alterarlos, y eso los cierra al trabajo.



Obra de Tarcisio Merati, pintor italiano, uno de los más importantes artistas del art brut italianos del Siglo XX











ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN LA ESQUIZOFRENIA

Acompañamiento terapéutico
El acompañamiento terapéutico (A.T.) surge como recurso de apoyo y contención para los pacientes que tienen dificultades de autonomía en su vida diaria. No sólo se trata de un control que evalúa el carácter real del paciente, y su manejo con el mundo fuera de sí, sino que también es la persona que cumple la doble función de estimular al paciente a desarrollar sus actividades, y al mismo tiempo llevar al equipo de trabajo un resumen de la evolución y dificultades que observó en el paciente (lo que es de suma importancia para reajustar cualquier actividad o plan de acción que el equipo considere necesario y que ayudará de forma más eficaz la recuperación de dicho paciente.

Ésta tarea inicialmente era realizada por el personal de las instituciones o lugares en que se 'internaba' o 'recluía' al paciente.
Pero dado que se ha demostrado no sólo la ineficacia en la mejora del paciente estando encerrado, y únicamente medicado, sino que también se ha descubierto que el padecer determinadas enfermedades mentales no invalidan a la persona en su totalidad, se ha evolucionado a un tratamiento que refuerza la mantención del paciente en su contexto social, proveyendo herramientas de comunicación y acción tanto para el paciente, como para la familia o el contexto social inmediato que lo rodea.
Así, la figura de un mentor capaz de estimular, apoyar, educar y mantener activo el proceso de recuperación se hace indispensable, y con ello, nace la figura del A.T., ya no como 'amigo calificado' (E. Kalina) sino como un integrante más de un equipo interdisciplinario con funciones específicas.

A grades rasgos, las funciones del A.T. más destacadas son:

Motivar la continuidad de los tratamientos. Esto no es 'obligar' al paciente, por el contrario, busca que el paciente comprenda la importancia de continuar su mejoría.
Acompañar al paciente en actividades diarias individuales y de contacto con el medio social, en las que el paciente pueda presentar dificultades.
El A.T. opera como un escucha activo, permitiendo que el paciente se exprese de diferentes formas, y comparta con él las inquietudes que tiene, y sus propias conclusiones sobre diferentes aspectos de su vida. Esto es de suma importancia, pus en ésta instancia el A.T. recopila información que puede ayudar a ajustar el plan de acción que diseña el equipo interdisciplinario.
Asistir al paciente y a su familia en sus cuadros afectivos, mediando en posibles situaciones de conflicto. Acá se da una doble psicoeducación, pues el paciente aprende a mediar con el mundo durante sus propias crisis, y el mundo circundante aprende a tratar al paciente durante estas eventualidades.
Fomentar la capacidad creativa del paciente, favoreciendo su autoexpresión.
Cooperar con la construcción de una cotidianidad lo más sana, activa y enriquecedora posible.
Fortalecer el Yo del paciente para lograr un mayor ajuste en el manejo tempo-espacial.

Limitar en situaciones interpersonales en donde el paciente pueda resultar perjudicado.
Ofrece su perspectiva del mundo, de una forma conciliadora para que el paciente reconsidere algunas cuestiones, sin sentirse invalidado o atacado.
Actúa como ejemplo ante determinadas eventualidades que el paciente no sabe aún resolver, o sus recursos son ineficientes o limitados.

Se aclara que si bien, se trata de evitar la internación, lo cierto es que en el caso de pacientes ya internados, o que si o si precisan de ese recursos, el A.T. tiene como objetivo la mejoría para acortar el tiempo de internación.

Competencias del A.T.
Si bien, hay un sinfín de recursos que se podría mencionar, anotaremos las que consideramos que son imprescindibles no solo en la ayuda al paciente, sino también por una cuestión de auto-cuidado.
Ser puntual (muchos pacientes son muy ansiosos, y no toleran la frustración que le provoca la 'llegada' tarde de algo o alguien, y en algunos casos, esa frustración termina perturbándolos más si no pueden manifestarla)
Tener una actitud flexible, y una actitud resolutiva ante eventualidades con el paciente, o con el medio circundante que lo afecta.
Encontrar un equilibrio entre ser conciliador y firme en las cuestiones que el paciente se niegue a aceptar. Nunca se debe 'obligar' al paciente a nada, pero si debemos lograr hacerlo entender porqué es importante que él haga determinada cosa (o deje de hacerla, según sea el caso)
Poder discernir los momentos en que el paciente puede llevar a cabo una acción cotidiana, y cuando no (por ejemplo, en el manejo de dinero, adquisición de cosas, ir a determinados lugares públicos, etc.)
Poder entablar un diálogo lo más directo y transparente posible (evitando cualquier ironía, metáfora, sarcasmo o cualquier otro recurso que pueda significar un doble sentido que confunda o anule al paciente en su comprensión)
Saber reconocer e impartir consignas simples que no den lugar a la ambigüedad.
Tener una gran predisposición a la escuchar y el habla, en caso que el paciente así lo desee. Así mismo tener tolerancia al acompañamiento silencioso.
Perseverancia y tolerancia a la frustración (el paciente va a necesitar que se repitan determinadas actividades, consignas o información hasta que sea capaz de interiorizarlo y poder hacerlo por sí mismo. Así mismo, su evolución es lenta, y muchas veces parecerá que no se avanza)
No corregir ni criticar los dichos del paciente (recordemos que su capacidad de expresión puede ser limitada, o el sentido de lo que dice puede ser diferente debido a su condición)
Respetar las costumbres y hábitos (rituales de limpieza, hábitos alimenticios).
Saber reconocer cuando insistir con determinado temas sin que el paciente se sienta invadido, u opte por una actitud paranoica.
Reconocer las transferencias del paciente, y las contratransferencias propias*, y poder atenderlas del modo necesario para que no intervengan en la tarea de acompañamiento, y el objetivo de mejora del paciente.
Estar atento a los detalles tanto en el actuar como en el habla de paciente, dado que mucha de la comunicación se puede dar de modo indirecto por medio de gestos, palabras aparentemente sin sentido, etc. Esto sirve cuando ya se conoce el carácter del sujeto, y notamos pequeños cambios que tienen un sentido más amplio del que se percibe (actitud de nerviosismo, sudor, temblores leves, etc.) y que pueden estar señalando un posible brote.

Estos recursos harán que el A.T. pueda afrontar las situaciones que se presenten, y las pueda resolver del mejor modo tanto en beneficio del paciente, como para sí mismo. No debemos olvidar que la persona que se acompañan padece una enfermedad que lo hace inestable, y las reacciones qué tanto el paciente como el resto de las personas que hay alrededor pueden ser agresivas, humillantes o angustiantes. Por tanto, el A.T. debe tener una actitud proactiva y resolutiva para evitar salir perjudicado de cualquier altercado, como también proteger a su paciente o a las personas que podrían interferir.

Por todo esto es de vital importancia conocer a la perfección la patología y el historial clínico del paciente, y conocer sobre técnicas o recursos de acción en caso de crisis. Y también conocer la capacidad y el límite propio. A modo de ejemplo podemos decir que de nada sirve acompañar a un paciente agresivo, si no contamos con la condición de poder detenerlo si decide lastimar a otros, atacarnos o lastimarse a sí mismo.

De éste punto se desglosa la importancia de un equipo que supervise y acompañe el tratamiento.




Obras del artista Martín Ramírez





GUÍA DE COMPETENCIAS A DESARROLLAR EN PACIENTES CON ESQUIZOFRENIA

A continuación anotamos las competencias que consideramos deben desarrollar los pacientes, y un ejemplo de las actividades que podrían realizarse con ese fin.
Vale destacar que las actividades señaladas no son exclusivas para el desarrollo puntual de una competencia, pero sería las más representativas o abarcativas.

Desarrollo de la voluntad
Este tipo de pacientes se caracterizan por presentar apatía y Anhedonia, por lo que se debe estimular el desarrollo de criterios, una actitud resolutiva y los valores sociales en actividades que motiven al sujeto y lo mantengan activo.
Talleres de autoexpresión, creatividad, artesanías, etc. (cualquiera que se ajuste a lo que el paciente desee desarrollar)

Registro del Yo
Los pacientes esquizofrénicos sufren un deterioro del sentido del Yo, por lo que se debe trabajar para que aprenda a distinguir entre el Yo propio y los demás.
Se puede estimular a través de actividades grupales en las que se asigne a cada uno una tarea dentro de un equipo de trabajo. Esto fomenta la distinción entre trabajo propio y el del resto de las personas.
Edición de un diario: en la que cada paciente se ocupa de un tipo de noticias o sección.

Actividades de conciencia corporal
El paciente no reconoce su propio cuerpo, por tanto otro punto a atender en la autoconciencia corporal, y la diferenciación de la de los demás.
Taller de psicomotricidad: ejercicios verbal de somatognosia (conocimiento y manejo del propio cuerpo) nombrando e identificando las distintas partes del cuerpo de forma física y figurativa.

Habilidades Sociales
Las habilidades sociales son la empatía y comprensión de los demás, diferenciando y respetando entre lo que el otro siente y es, y lo que es uno mismo; además de la identificación de los diferentes roles que cada persona cumple en el mundo. El paciente esquizofrénico debe aprender a reconocer sus sentimientos, actitudes y valores, y tener una conducta acorde a ello, Así mismo, una de las tareas de los profesionales es cooperar para disminuir su aislamiento y aumentar las posibilidades de éxito en sus vínculos, combatiendo el estrés que esto le provoca.
Posibles actividades que fomentan esto:
Expresión corporal: la expresión corporal es una disciplina cuyo objeto es la conducta motriz con finalidad expresiva, comunicativa y estética en la que el cuerpo, el movimiento y el sentimiento como instrumentos básicos. Se caracteriza por la ausencia de modelos cerrados de respuesta y por el uso de métodos no directivos sino favorecedores de la creatividad e imaginación. Coopera en el descubrimiento y/o aprendizaje de significados corporales, y la aceptación del propio cuerpo como vehículo de interacción.
Desempeño de roles: Se representa una situación típica con el objeto de que se comprenda mejor la actuación de quien o quienes deben intervenir en ella en la vida real. Sirve de ejemplo para identificar las variables resolutivas, y la diferenciación de criterios en dicha resolución.

Actividades de orientación temporal
La desorientación temporal y la ruptura con la realidad son dos constantes en los esquizofrénicos, por lo tanto también serán áreas básicas a desarrollar.
Marcar una rutina: realizar cada día una serie de actividades distintas y repetir esa planificación todas las semanas. Cada actividad tiene una franja horario estable, a fin de que el paciente pueda identificar la diferencia de horarios, tipos de días (laborares, días festivos, hábiles, vacaciones, etc.)

Actividades de orientación espacial
Así como pierde contacto temporal, el paciente sufre de desorientación espacial.
Asignación de tareas en espacio: La idea es distribuir cada actividad en un lugar determinado.
Actividades en lugares específicos: Como ser jugar en una plaza, tomar algo en una cafetería, etc. Esto ayuda al paciente a empezar a reconocer lugares del mundo exterior en los que se desarrollan tareas típicas.

Actividades de manejo del estrés
Aprender a manejar su nivel de estrés no sólo será positivo para el propio paciente sino también para sus familias y relaciones sociales.
Se busca ayudar al paciente a identificar las causas del estrés, los efectos del mismo y la forma de manejarlo.
Técnicas de relajación: Una herramienta necesaria para que el paciente pueda calmarse y bajar los niveles de ansiedad.
Ejercicios de respiración consciente: Otra herramienta muy útil para lo mismo, pero en este caso más versátil pues el paciente puede hacerlo en cualquier momento que lo necesite.
Grupos de debate: Se pueden armar grupos en los cuales se traten todas las temáticas que padecen los pacientes, permitiendo que ellos expresen sus ideas y sus conclusiones. Estos espacios son útiles para reconocer la evolución de cada paciente, y conocer las dificultades que cada uno tiene. Así mismo, es un sitio en el que se le puede ir señalando nuevos conceptos o corrigiendo los que tenga mal entendidos. Es una actividad que fomenta las habilidades sociales, aunque sea más teórica que practica (se tratan los temas de manera objetivo, no vivencial como puede hacerse en los talleres o actividades)

Actividades de estimulación cognitiva
Muchos de los pacientes presentan deterioro en las habilidades cognitivas, necesarias para el desenvolvimiento en las actividades cotidianas, que requieren el uso de memoria, lenguaje, atención, concentración, razonamiento, percepción, abstracción, operaciones aritméticas y praxias.
Es muy importante trabajar sobre las capacidades residuales de la persona, y no las que haya perdido, a fin de detener o enlentecer el deterioro cognitivo, y evitar la frustración del paciente ante la imposibilidad de recuperar lo desaprendido.
Desarrollo de la atención: con tareas simples que ayuden a reforzar la activación mental. Lectura de un texto entre todos siguiendo donde ha parado el anterior, series numéricas concretas, nombres de los meses del año en sentido directo e inverso, etc.
Desarrollo de la memoria: por medio de ejercicios de repetición de series, ejercicios nmésicos con material visual y verbal.
Tareas de cálculo: Tareas de cálculo mental, resolución de problemas aritméticos, operaciones aritméticas y juegos numéricos.
Desarrollo del razonamiento: con ejercicios que trabajen la capacidad de clasificar características de los objetos.
Desarrollo de la escritura: con tareas de redacción de un texto, escritura de una frase o palabras, al dictado y/o copia, lectura.
Desarrollo de la abstracción: lectura de un texto metafórico y comentar su significado, encontrar la moraleja, etc.
Desarrollo del lenguaje: comentarios, lectura, descripciones en voz alta,
Desarrollo de diferentes praxias: construcciones, dibujos libre o con copia, unir puntos.
Desarrollo de la percepción: encontrar diferencias entre imágenes a priori iguales, encontrar un objeto entre una multitud.




























PALABRAS FINALES

A modo de cierre queremos enfatizar en la importancia del papel del A.T. en el trabajo de recuperación del paciente con esquizofrenia.
Por un lado, su rol le permite conocer a fondo el carácter del individuo (no solo la patología) y además, el modo en que la enfermedad se manifiesta en él (es decir, las peculiaridades que hacen que cada pacientes sea único aún padeciendo la misma enfermedad)
Su relación con el sujeto también sirve como modelo, pues el paciente ve en el A.T. un ejemplo directo de cómo manejarse en las situaciones cotidianas, dado que éste lo acompaña por tiempos prolongados durante su rutina. Esta relación genera un vinculo especial en el que el paciente se apoya en el A.T., y se permite determinadas actitudes, dichos, confesiones, actos, etc. que no mostraría a otros especialistas (ya sea por falta de confianza o por falta de tiempo para exponerlo en los momentos de consulta)
Por esto es que el A.T. logra recopilar información que otros no pueden, y que al trasladarlo al equipo interdiciplinario resulta de suma importancia para poder evaluar el avance y evolución de la recuperación general.
Por otro lado, las competencias que posee el A.T. no se trata únicamente de 'estar predispuesto a' o 'tener facilidad para', sino que está entrenado en la resolución de problemas inmediatos, mediación con familiares, estimulación por medio de la palabra y las actividades para que el paciente se mantenga motivado, y no quede estancado. También es una persona empática que comprende más allá de lo hablado, el A.T. sabe entender lo que no se dice, pero se expresa, pues sabe leer los pequeños detalles que dan información sobre el estado emocional de un sujeto. Para una persona que tiene dificultades en relacionarse con un mundo fuera de si, todas estas habilidades ayudan a que pueda encontrar el modo de volver a contactarse.
El A.T. es la soga que saca al pacientes de su ensimismamiento, y lo ayuda a recorrer el camino de un nuevo contacto con el mundo, afianzando su autoseguridad y confianza, brindándole todas las herramientas que el paciente necesite para poder volver a ser una persona autónoma y completa que pueda relacionarse nuevamente de la forma más sana que le sea posible dentro de las limitaciones que le impone su propia enfermedad.

Obra de Eugene Andolsek


BIBLIOGRAFÍA

Bleger, J. A. (1984) Simbiosis y ambigüedad: Estudio psicoanalítico. Paidos Ibérica
Belloch, A., Sandín, B., Ramon, F. (1994) Manual de psicopatología Volumen I. España: Mcgraw-Hill / Interamericana de España.
Posininsky, H., Schaumburg, C. (2009) Qué es la Esquizofrenia: Una enfermedad y las posibilidades de su tratamiento. Herder.
Anderson, C. (1986) Guía de esquizofrenia y familia: Guía práctica de psicoeducación. Amorrortu.
Varios. (2015). Acompañante Terapéutico – Módulo IV. Buenos Aires, Argentina: Centro Psicosocial Argentino
Páginas de consulta
Varios. (-). Esquizofrenia: ¿Qué es? " Manejando la crisis " La Familia Psicoeducación familiar " Aspectos Psiquiátricos Instancias legales " Prevención " Guía de convivencia. Septiembre 2015, de Asociación Argentina De Ayuda A La Persona Que Padece Esquizofrenia Y Su Familia Sitio web: http://www.apef.org.ar/esquizofrenia
Varios. (-). Acerca de la Esquizofrenia / Tipos de tratamientos. Septiembre 2015, de 24x7 Esquizofrenia Sitio web: http://www.esquizofrenia24x7.com/#
Páginas consultadas en general
http://www.psicomundo.com/
http://www.lasalud.com/pacientes/esquizofrenia.htm

Aclaración: Todas las imágenes que componen el presente trabajo fueron realizados por autores que sufrían de esquizofrenia.

ANEXO I

CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO DSM-IV

Es importante considerar también, la definición de esquizofrenia desde un punto de vista netamente descriptivo del manual de DSM (IV).
La esquizofrenia es un grupo de enfermedades heterogéneas de diferente etiología, con distintas manifestaciones sintomáticas, de evolución dispar y de pronóstico complejo, por lo que resulta más correcto hablar de "esquizofrenias". No obstante, se usa el término en singular de manera genérica. Por ello, DSM IV-TR ha englobado patologías bien distintas bajo los apartados esquizofrenia, trastornos esquizoafectivos y reacción psicótica breve. En el mismo concepto se incluyen enfermedades tan distintas como las verdaderas esquizofrenias procesales, las psicosis marginales y las esquizofrenias sistemáticas. Resulta por lo tanto necesario realizar la diferenciación clara entre estas entidades.
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (DSM IV)
Esquizofrenia
Otros trastornos psicóticos
Esquizofrenia
F20.xx Esquizofrenia
F20.0x Tipo paranoide de esquizofrenia (295.30)
F20.1x Tipo desorganizado de esquizofrenia (295.10)
F20.2x Tipo catatónico de esquizofrenia (295.20)
F20.3x Tipo indiferenciado de esquizofrenia (295.90)
F20.5x Tipo residual de esquizofrenia (295.60)
Criterios para el diagnóstico de
F20.xx Esquizofrenia [Criterios CIE 10]
A. Síntomas característicos: Dos (o más) de los siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte significativa de un período de 1 mes (o menos si ha sido tratado con éxito):
1. ideas delirantes
2. alucinaciones
3. lenguaje desorganizado (p. ej., descarrilamiento frecuente o incoherencia)
4. comportamiento catatónico o gravemente desorganizado
5. síntomas negativos, por ejemplo, aplanamiento afectivo, alogia o abulia
Nota: Sólo se requiere un síntoma del Criterio A si las ideas delirantes son extrañas, o si las ideas delirantes consisten en una voz que comenta continuamente los pensamientos o el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces conversan entre ellas.
B. Disfunción social/laboral: Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio de la alteración, una o más áreas importantes de actividad, como son el trabajo, las relaciones interpersonales o el cuidado de uno mismo, están claramente por debajo del nivel previo al inicio del trastorno (o, cuando el inicio es en la infancia o adolescencia, fracaso en cuanto a alcanzar el nivel esperable de rendimiento interpersonal, académico o laboral).
C. Duración: Persisten signos continuos de la alteración durante al menos 6 meses. Este período de 6 meses debe incluir al menos 1 mes de síntomas que cumplan el Criterio A (o menos si se ha tratado con éxito) y puede incluir los períodos de síntomas prodrómicos y residuales. Durante estos períodos prodrómicos o residuales, los signos de la alteración pueden manifestarse sólo por síntomas negativos o por dos o más síntomas de la lista del Criterio A, presentes de forma atenuada (p. ej., creencias raras, experiencias perceptivas no habituales).
D. Exclusión de los trastornos esquizoafectivo y del estado de ánimo: El trastorno esquizoafectivo y el trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos se han descartado debido a: 1) no ha habido ningún episodio depresivo mayor, maníaco o mixto concurrente con los síntomas de la fase activa; o 2) si los episodios de alteración anímica han aparecido durante los síntomas de la fase activa, su duración total ha sido breve en relación con la duración de los períodos activo y residual.
E. Exclusión de consumo de sustancias y de enfermedad médica: El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p. ej., una droga de abuso, un medicamento) o de una enfermedad médica.
F. Relación con un trastorno generalizado del desarrollo: Si hay historia de trastorno autista o de otro trastorno generalizado del desarrollo, el diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo se realizará si las ideas delirantes o las alucinaciones también se mantienen durante al menos 1 mes (o menos si se han tratado con éxito).
Clasificación del curso longitudinal:
Episódico con síntomas residuales interepisódicos (los episodios están determinados por la reaparición de síntomas psicóticos destacados): especificar también si: con síntomas negativos acusados
Episódico sin síntomas residuales interepisódicos: Continuo (existencia de claros síntomas psicóticos a lo largo del período de observación): especificar también si: con síntomas negativos acusados
Episodio único en remisión parcial: especificar también si: con síntomas negativos acusados
Episodio único en remisión total
Otro patrón o no especificado
Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de
F20.0x Tipo paranoide de esquizofrenia (295.30) [Criterios CIE 10]
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios:
A. Preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes.
B. No hay lenguaje desorganizado, ni comportamiento catatónico o desorganizado, ni afectividad aplanada o inapropiada.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito:
.x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos
.x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos
.x0 Continuo
.x4 Episodio único en remisión parcial
.x5 Episodio único en remisión total
.x8 Otro patrón o no especificado
.x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de
F20.1x Tipo desorganizado de esquizofrenia (295.10) [Criterios CIE 10]
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios:
A. Predominan:
1. lenguaje desorganizado
2. comportamiento desorganizado
3. afectividad aplanada o inapropiada
B. No se cumplen los criterios para el tipo catatónico.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito:
.x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos
.x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos
.x0 Continuo
.x4 Episodio único en remisión parcial
.x5 Episodio único en remisión total
.x8 Otro patrón o no especificado
.x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de:
F20.2x Tipo catatónico de esquizofrenia (295.20) [Criterios CIE 10]
Un tipo de esquizofrenia en el que el cuadro clínico está dominado por al menos dos de los siguientes síntomas:
1. inmovilidad motora manifestada por catalepsia (incluida la flexibilidad cérea) o estupor
2. actividad motora excesiva (que aparentemente carece de propósito y no está influida por estímulos externos)
3. negativismo extremo (resistencia aparentemente inmotivada a todas las órdenes o mantenimiento de una postura rígida en contra de los intentos de ser movido) o mutismo
4. peculiaridades del movimiento voluntario manifestadas por la adopción de posturas extrañas (adopción voluntaria de posturas raras o inapropiadas), movimientos estereotipados, manierismos marcados o muecas llamativas
5. ecolalia o ecopraxia
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito:
.x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos
.x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos
.x0 Continuo
.x4 Episodio único en remisión parcial
.x5 Episodio único en remisión total
.x8 Otro patrón o no especificado
.x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de
F20.3x Tipo indiferenciado de esquizofrenia (295.90) [Criterios CIE 10]
Un tipo de esquizofrenia en que están presentes los síntomas del Criterio A, pero que no cumple los criterios para el tipo paranoide, desorganizado o catatónico.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito:
.x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos
.x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos
.x0 Continuo
.x4 Episodio único en remisión parcial
.x5 Episodio único en remisión total
.x8 Otro patrón o no especificado
.x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de:
F20.5x Tipo residual de esquizofrenia (295.60) [Criterios CIE 10]
Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios:
A. Ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento catatónico o gravemente desorganizado.
B. Hay manifestaciones continuas de la alteración, como lo indica la presencia de síntomas negativos o de dos o más síntomas de los enumerados en el Criterio A para la esquizofrenia, presentes de una forma atenuada (p. ej., creencias raras, experiencias perceptivas no habituales).

Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito:
.x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos
.x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos
.x0 Continuo
.x4 Episodio único en remisión parcial
.x5 Episodio único en remisión total
.x8 Otro patrón o no especificado
.x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa













ANEXO II
CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO CIE-10

Caracterizado por distorsiones fundamentales y típicas de la percepción, del pensamiento y de las emociones. En general, se conservan tanto la claridad de la conciencia como la capacidad intelectual, aunque con el paso del tiempo pueden presentarse déficits cognoscitivos.

Son frecuentes las alucinaciones, especialmente las auditivas, que pueden comentar la propia conducta o los pensamientos propios del enfermo. Suelen presentarse además otros trastornos de la percepción. La perplejidad es frecuente ya desde el comienzo, la cual suele acompañarse de la creencia de que las situaciones cotidianas tienen un significado especial, por lo general siniestro y dirigido contra el propio enfermo. En el trastorno del pensamiento característico de la esquizofrenia los aspectos periféricos e irrelevantes de un concepto afloran a la superficie y son utilizados en lugar de los elementos pertinentes y adecuados para la situación. Así el pensamiento se vuelve vago, elíptico y oscuro y su expresión verbal es a veces incomprensible. Las características más importantes de la afectividad son la superficialidad, su carácter caprichoso y la incongruencia. La ambivalencia y el trastorno de la voluntad se manifiestan como inercia, negativismo o estupor.

El comienzo puede ser agudo, con trastornos graves del comportamiento o insidioso con un desarrollo gradual de ideas y de una conducta extraña. El curso también presenta una gran variabilidad (no inevitablemente crónico y deteriorante).

Aunque en sentido estricto no se han identificado síntomas patognomónicos, ciertos fenómenos psicopatológicos tienen una significación especial para el diagnóstico de esquizofrenia, los cuales suelen presentarse asociados entre sí. Estos son:

Eco, robo, inserción del pensamiento o difusión del mismo.
Ideas delirantes de ser controlado, de influencia o de pasividad (referidas al cuerpo, a los movimientos, pensamientos y acciones; sensaciones concretas y percepción).
Voces alucinatorias que comentan la propia actividad, que discuten entre ellas sobre el enfermo o que proceden de otra parte del cuerpo.
Ideas delirantes persistentes de otro tipo que no son adecuadas a la cultura del individuo o que son completamente imposibles (identidad religiosa o política, capacidad y poderes sobrehumanos).
Alucinaciones persistentes de cualquier modalidad, cuando se acompañan de ideas delirantes no estructuradas y fugaces sin contenido afectivo claro, o ideas sobrevaloradas persistentes, o cuando se presentan a diario durante semanas, meses o permanentemente.
Interpolaciones o bloqueos en el curso del pensamiento, que dan lugar a un lenguaje divagatorio, disgregado, incoherente o lleno de neologismos.
Manifestaciones catatónicas, tales como excitación, posturas características o flexibilidad cérea, negativismo, mutismo, estupor.
Síntomas "negativos" tales como apatía marcada, empobrecimiento del lenguaje, bloqueo o incongruencia de la respuesta emocional (estas últimas habitualmente conducen a retraimiento social y disminución de la competencia social).
Un cambio consistente y significativo de la cualidad general de algunos aspectos de la conducta personal, que se manifiestan como pérdida de interés, falta objetivos, ociosidad, estar absorto y aislamiento social.

Pautas para el diagnóstico:
Presencia como mínimo de un síntoma muy evidente o dos o más si son menos evidentes, de cualquiera de los grupos del a) al d), o síntomas de por lo menos dos de los grupos del e) al i), claramente presentes la mayor parte del tiempo durante un período de un mes o más.

El diagnóstico de esquizofrenia no deberá hacerse en presencia de síntomas depresivos o maníacos relevantes, a no ser que los síntomas esquizofrénicos antecedieran claramente al trastorno del humor (afectivo). Tampoco deberá diagnosticarse una esquizofrenia en presencia de una enfermedad cerebral manifiesta o durante una intoxicación por sustancias psicótropas o una abstinencia a las mismas.


Formas de evolución

Continua
Episódica con defecto progresivo
Episódica con defecto estable
Episódica con remisiones completas
Remisión incompleta
Remisión completa
Otra forma de evolución
Periodo de observación menor de un año


ESQUIZOFRENIA PARANOIDE

En el cuadro clínico predominan las ideas delirantes relativamente estables, a menudo paranoides, que suelen acompañarse de alucinaciones, en especial de tipo auditivo y de otros trastornos de la percepción. Sin embargo, los trastornos afectivos, de la voluntad, del lenguaje y los síntomas catatónicos pueden ser poco llamativos.

Ideas delirantes y alucinaciones más frecuentes:

Ideas delirantes de persecución, de referencia, de celos, genealógicas, de tener una misión especial o de transformación corporal.
Voces alucinatorias que increpan al enfermo dándole órdenes, o alucinaciones auditivas sin contenido verbal
Alucinaciones olfatorias, gestatorias, sexuales o de otro tipo de sensaciones corporales.

El curso puede ser episódico, con remisiones parciales o completas, o crónico. En esta última variedad los síntomas floridos persisten durante años y es difícil distinguir episodios aislados. El comienzo tiende a ser más tardío que en las formas hebefrénica y catatónica.

Pautas para el diagnóstico
Deben satisfacerse las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia y además deben predominar las alucinaciones o las ideas delirantes y ser relativamente poco llamativos los trastornos de la afectividad, de la voluntad y del lenguaje y los síntomas catatónicos.

ESQUIZOFRENIA HEBEFRÉNICA

Forma de esquizofrenia en la que los trastornos afectivos son importantes, las ideas delirantes y las alucinaciones son transitorias y fragmentarias y es frecuente el comportamiento irresponsable e imprevisible y los manierismos. La afectividad es superficial es inadecuada. El pensamiento aparece desorganizado y el lenguaje es divagatorio e incoherente. Hay una tendencia a permanecer solitario y el comportamiento carece de propósito y de resonancia afectiva.

Comienza por lo general entre los 15 y los 25 años de edad y tiene un pronóstico malo por la rápida aparición de síntomas negativos, en especial de embotamiento afectivo y de abulia.

Además de las alteraciones afectivas y de la voluntad, destaca el trastorno del pensamiento. Se pierden la iniciativa y la determinación, se pierde cualquier tipo de finalidad de tal forma que el comportamiento del enfermo parece errático y vacío de contenido. Además, la preocupación superficial y manierística por temas religiosos, filosóficos o abstractos puede hacer difícil al que escucha seguir el hilo del pensamiento.

Pautas para el diagnóstico
Para un diagnóstico seguro de hebefrenia normalmente es necesario un período de dos o tres meses de observación continua para asegurarse de que persiste el comportamiento característico.

ESQUIZOFRENIA CATATÓNICA

Presencia de trastornos psicomotores graves, que varían desde la hipercinesia al estupor o de la obediencia automática al negativismo. Durante largos períodos de tiempo pueden mantenerse posturas y actitudes rígidas y encorsetadas. Otra característica llamativa de este trastorno es la excitación intensa.

Pautas para el diagnóstico
Deben satisfacerse las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia. Pueden aparecer síntomas catatónicos aislados y transitorios en el contexto de cualquier otro tipo de esquizofrenia. Para el diagnóstico de esquizofrenia catatónica deben predominar en el cuadro clínico uno o más de los siguientes tipos de comportamiento:

Estupor o mutismo.
Excitación.
Catalepsia.
Negativismo.
Rigidez.
Flexibilidad cérea.
Obediencia automática y perseverancia del lenguaje.

ESQUIZOFRENIA INDIFERENCIADA

Conjunto de trastornos que satisfacen las pautas generales para el diagnóstico de esquizofrenia pero que no se ajustan a ninguno de los tipos o presentan rasgos de más de uno de ellos, sin que haya un claro predominio de uno en particular. Esta categoría deberá utilizarse únicamente para los cuadros psicóticos (excluyendo, pues, a la esquizofrenia residual y a la depresión post-esquizofrénica) y sólo después de haber intentado clasificar el cuadro clínico en alguna de las tres categorías precedentes.

Pautas para el diagnóstico

Satisfacen las pautas para el diagnóstico de esquizofrenia.
No satisfacen las pautas de los tipos catatónico, hebefrénico o paranoide.
No reúnen las pautas para la esquizofrenia residual o la depresión post-esquizofrénica.


DEPRESIÓN POSTESQUIZOFRÉNICA

Trastorno de tipo depresivo, a veces prolongado, que surge después de un trastorno esquizofrénico. Durante él pueden persistir algunos síntomas esquizofrénicos "positivos" o "negativos" (más frecuentes). Rara vez son lo suficientemente graves o duraderos para satisfacer las pautas de un episodio depresivo grave y a menudo es difícil decidir qué síntomas del enfermo son debidos a una depresión, cuáles a la medicación neuroléptica y cuáles son expresión del trastorno de la voluntad y del empobrecimiento afectivo de la esquizofrenia por sí misma. Estos estados depresivos se acompañan de un alto riesgo de suicidio.

Pautas para el diagnóstico

El enfermo ha tenido en los últimos doce meses una enfermedad esquizofrénica que satisfacía las pautas generales de esquizofrenia.
Persisten algunos síntomas esquizofrénicos.
Los síntomas depresivos son destacados, fuente de malestar y cumplen al menos las pautas de un episodio depresivo y han estado presentes por lo menos durante dos semanas.

ESQUIZOFRENIA RESIDUAL

Estado crónico del curso de la enfermedad esquizofrénica, en el que se ha producido una clara evolución progresiva desde los estados iniciales (que incluyen uno o más episodios con síntomas psicóticos que han satisfecho las pautas generales de la esquizofrenia) hacia los estadios finales caracterizados por la presencia de síntomas "negativos" y de deterioro persistente, aunque no necesariamente irreversibles.

Pautas para el diagnóstico

Presencia de síntomas esquizofrénicos "negativos" destacados
Evidencia de que en el pasado ha habido por lo menos un episodio claro que ha reunido las pautas para el diagnóstico de esquizofrenia.
Un período de por lo menos un año durante el cual la intensidad y la frecuencia de la sintomatología florida (ideas delirantes y alucinaciones) han sido mínimas o han estado claramente apagadas, mientras que destacaba la presencia de un síndrome esquizofrénico "negativo".
La ausencia de demencia u otra enfermedad o trastorno cerebral orgánico, de depresión crónica o de institucionalización suficiente como para explicar el deterioro.

ESQUIZOFRENIA SIMPLE

Trastorno no muy frecuente en el cual se presenta un desarrollo insidioso aunque progresivo, de un comportamiento extravagante, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general. No hay evidencia de alucinaciones y ni de ideas delirantes y el trastorno es no tan claramente psicótico como los tipos hebefrénico, paranoide y catatónico. Los rasgos "negativos" característicos de la esquizofrenia residual aparecen sin haber sido precedidos de síntomas psicóticos claramente manifiestos. El creciente empobrecimiento social puede conducir a un vagabundeo, los enfermos se encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus objetivos.

Pautas para el diagnóstico
Desarrollo progresivo durante un período de tiempo superior a un año, de los síntomas "negativos" característicos de la esquizofrenia residual, sin que hayan existido antecedentes de alucinaciones, de ideas delirantes ni de otras manifestaciones de un episodio psicótico pasado, con cambios significativos en la conducta personal manifestados con una marcada pérdida de interés, ociosidad y aislamiento social.

OTRA ESQUIZOFRENIA
ESQUIZOFRENIA SIN ESPECIFICACIÓN

Trastorno esquizotípico.
Trastornos de ideas delirantes persistentes.
Trastorno de ideas delirantes.
Otros trastornos de ideas delirantes persistentes.
Trastorno de ideas delirantes persistentes sin especificación.
Trastornos psicóticos agudos y transitorios.
Trastorno psicótico agudo polimorfo sin síntomas de esquizofrenia.
Trastorno psicótico agudo polimorfo con síntomas de esquizofrenia.
Trastorno psicótico agudo de tipo esquizofrénico.
Otro trastorno psicótico agudo con predominio de ideas delirantes.
Otros trastornos psicóticos agudos transitorios.
Trastorno psicótico agudo transitorio sin especificación.
Trastorno de ideas delirantes inducidas.
Trastornos esquizoafectivos.
Trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco.
Trastorno esquizoafectivo de tipo depresivo.
Trastorno esquizoafectivo de tipo mixto.
Otros trastornos esquizoafectivos.
Trastorno esquizoafectivo sin especificación.
Otros trastornos psicóticos no orgánicos.
Psicosis no orgánica sin especificación.
Psicosis no orgánica sin especificación.






















ANEXO III


ANEXOS III
ANEXOS III






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