Espiritualidad y género
Descripción
La vivencia espiritual con enfoque de equidad de género en el desarrollo social Gustavo Fernando Reyes Pacheco La espiritualidad de cada religión pone de relieve los temas que preocupan a su cultura, es así que las vivencias espirituales no abarcan necesariamente asuntos referentes a las relaciones entre hombres y mujeres, pues justicia y equidad de género carecen de relevancia en numerosas sociedades; tal es el atraso en que este tipo de relaciones que no existen como concepción ni práctica real en ningún tipo de sociedad1. Todo acto humano responde a un contexto cultural e ideológico que establece normativas para la vida en comunidad. Afirma Chomsky: “construir un sistema ideológico asegura que la población se mantenga pasiva, ignorante y apática” 2. En nuestro caso, asumimos por ideología “el universo del saber del destinatario y del grupo a que pertenece, sus sistemas de expectativas psicológicas, sus condicionamientos mentales, su experiencia adquirida, sus principios morales”3. En las sociedades patriarcales las relaciones de género obedecen a una ideología conformada por creencias referidas a la dominación, discriminación, a la separación de los roles productivos socialmente valorados de los roles reproductivos socialmente devaluados y al control de un grupo sobre otro4 que ubica el poder en manos de un grupo en detrimento del otro, estableciendo una modalidad de relación que controla la organización social, estructuras públicas, vida familiar, vinculación entre las personas y aspectos privados de la vida5. Por eso, al indagar sobre los conceptos ideológicos contenidos en el discurso de las religiones, es posible desenmascarar sus prejuicios6; la mitología griega atribuía el origen de las pasiones y malsanas emociones a deidades femeninas; algo similar ocurre tras la lectura androcéntrica de la literatura bíblica cristiana. Entendemos por espiritualidad al vínculo y comunicación de la persona con su interioridad, sociedad, entorno natural y universo; implica la adecuación a un conjunto de creencias, ritos y actitudes que se corresponden al dogma de una religión. Este enfoque, es tanto funcional a los propósitos de supervivencia y adaptación de la especie humana a su entorno natural, como a su conexión con la naturaleza y el cosmos. Algunos antropólogos creen hallar en esta espiritualidad ‐relacionada a culturas de tradiciones milenarias‐ importantes nociones de conservación ambiental, postura que encuentra oposición en los paleontólogos quienes pretenden responsabilizar a la humanidad por la extinción del megaterio y el mamut, entre otras especies; lo cual da pie para considerar que el criterio de sostenibilidad ambiental no era común en las cosmovisiones de todos los pueblos antiguos ‐como tampoco sucede en culturas indígenas de la actualidad. De esta manera, comenzamos a entender que la espiritualidad no se combina inevitablemente a cosmovisiones coincidentes con la convivencia y el desarrollo en términos de equidad de género y conservación ambiental, lo que hace posible redefinir la espiritualidad como fenómeno humano y producto cultural condicionado a las particularidades de un dogma religioso, el cual halla sustento en una ideología. En este punto sentimos la necesidad de referirnos al desarrollo y organización política, económica, social, religiosa, familiar, educativa desde el modelo antropocéntrico7 como condición que origina y 1
Saraccini & Violeta, 2008, p. 54. Chomsky, 1988, p. 17. 3 Umberto Eco, en El Nuevo Diario, 1999; énfasis propio, citado en Saraccini & Aura, 2008, p 49. 4 Nolasco, 2010, p. 3. 5 Nolasco, 2010, p. 5. 6 Saraccini & Violeta, 2008, p. 49. 7 Tamayo, 2003. 2
perpetúa la violencia contra la mujer, y nos lleva a reconocer la urgencia de cimentar una sociedad, cuya ideología sustente un dogma religioso conducente a una espiritualidad compatible con la equidad de género ‐en el acceso y control de los recursos y el poder‐ con miras al desarrollo social. La complejidad del desafío obliga a echar mano de enfoques multidisciplinarios y acoger nuevos sujetos teológicos y categorías; para ello, adaptamos la obra de Tamayo (2003) a nuestra necesidad: 1. Con objeto de responder a la invisibilización y devaluación de lo femenino en el ámbito teológico y espiritual, se sugiere corregir el carácter androcéntrico del discurso religioso acudiendo a la hermenéutica, herramienta de interpretación de las teologías, la que deberá ampliar su actitud de búsqueda abriendo espacio al género, tanto incorporando a la mujer en el quehacer teológico, como agregando teorías de género a modo de instrumentos de análisis e interpretación. 2. Para la promoción de cosmovisiones con enfoque holístico y ambiental, se recomienda revisar la teología de perspectiva ecológica, la que sitúa al ser humano y a la naturaleza en el mismo plano, alentando la construcción de un paradigma en que todos los seres del cosmos establecen diálogo simétrico y pacto fraterno. 3. Ante la diversidad de creencias y espiritualidades, considerar al pluralismo religioso y la teología indígena, pues ambas reconocen que el pluralismo de Latinoamérica exige renunciar a la teología de la religión única. Como conclusión, queremos resumir diciendo que, espiritualidad y equidad de género podrán vivenciarse integradas únicamente en sociedades que no respondan a ideologías androcéntricas y patriarcales. Esto inspira al fomento de cosmovisiones que asumen ‐al menos‐ tres condiciones: (1) revisión de las categorías androcéntricas que excluyen a las mujeres, tanto del discurso teológico como de la vivencia espiritual e incorpore a la visión femenina en el trabajo teológico y a las teorías de género en tanto instrumentos de análisis e interpretación; (2) promoción de cosmovisiones con perspectiva ecológica; y (3) aceptar al pluralismo religioso, asumiendo que la multiculturalidad de América Latina es el origen de variadas espiritualidades, tantas como numerosos son sus pueblos, lenguas y geografías.
Bibliografía Chomsky, N. (1988). Sobre el poder y la ideología. (VISOR, Ed.) Madrid, España. Nolasco, Q. (2010). La equidad de género: una propuesta de paz frente a la violencia. No violencia y cultura de paz. República Dominicana: Encuentro Núcleo FTL. Saraccini, A., & Violeta, A. (2008). Empobrecimiento y desigualdades de género en el imaginario de las mujeres nicaragüenses: estudio de caso en el umbral del siglo XXI (1a edición ed.). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales ‐ CLACSO. Tamayo, J. J. (Septiembre ‐ Octubre de 2003). Las teologías del abya‐yala valoración desde la teología sistemática. En publicación: Pasos (109).
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