Español a lo catracho. Análisis diacrónico de hondureñismos en dos discos de música popular.

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Descripción

Español a lo catracho Análisis diacrónico de hondureñismos en dos discos de música popular Eva Ochoa Blomberg

Kandidatuppsats i spanska VT 2012

Handledare: Docent Andrea Castro Examinator: Prof. Ingmar Söhrman

Abstract En este trabajo se hace un estudio diacrónico sobre los hondureñismos teniendo como objeto de análisis los textos de 25 canciones de dos compositores hondureños, Guillermo Anderson y Paul Hughes, alias Polache. Las fuentes secundarias son diccionarios de regionalismos y de español estándar y como fuentes complementarias diversas publicaciones en línea. El estudio es una comparación cronológica de los conceptos cuyamel, encachimbado, mable, campeño y turunca. El trabajo se limita a presentar los cambios conceptuales en el período comprendido desde 1897 hasta 2012. Palabras clave: hondureñismos, diacrónico, Anderson, Hughes, Polache, Membreño This research looks at the typically Honduran words in the lyrics of 25 songs of two Honduran composers, Guillermo Anderson and Paul Hughes, also known as Polache. The secondary sources in this research are Spanish dictionaries both about regional and general terms and as complementary sources include several on-line publications. This research is a chronological comparison of the words cuyamel, encachimbado, mable, campeño and turunca. This work presents exclusively the changes in meaning during 1897-2012. Key words: Honduran Spanish, diachronical, Anderson, Hughes, Polache, Membreño

Índice 1. Introducción

1

1.1 Objetivo e hipótesis

2

1.2 Método y límites

2

1.3 El corpus

3

1.4 El estado de la cuestión

3

2. El español en Honduras

4

2.1 Breve repaso del español hablado en Honduras

4

2.2 Hondureñismo: definición

5

2.3 Etimología del término “catracho”

5

3. Análisis

7

3.1 Análisis cuantitavo de los hondureñismos

7

3.2 Análisis diacrónico de los hondureñismos sensu stricto

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4. Conclusiones

14

5. Bibliografía

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Apéndice 1 - Hondureñismos sensu lato. Comparación diacrónica.

18

1. Introducción Los regionalismos dentro del castellano conforman un objeto de estudio muy complejo, ya que es difícil establecer con total certeza las fronteras idiomáticas, en un mundo en constante movimiento migratorio, ya sea este de carácter temporal o definitivo. El caso específico de los hondureñismos está ligado históricamente a los centroamericanismos, ya que a lo largo de la historia, en diferentes ocasiones, Honduras ha formado parte de la Confederación Centroamericana, con el subsiguiente flujo de vocablos de un país a otro. En este trabajo sobre el “español hondureño” se ha tomando como base las letras de 25 canciones (de un total de 27)1 de dos artistas de música popular. En estas letras se han encontrado regionalismos no solo de los otros países centroamericanos, lo que es de esperarse, sino también voces provenientes de lugares tan distantes como Perú, Ecuador y en algún caso, una derivación del español chileno, lo que podría confirmar que los regionalismos a veces superan sus propias fronteras. Como muchas otras investigaciones, aquí se ha requerido realizar malabares de exégesis para elegir puntos específicos a analizar, dejando por fuera, para evitar un trabajo extremadamente extenso, otros campos con amplias posibilidades de estudio como la fonología, las figuras literarias, el tratamiento pronominal hondureño, los diminutivos y la métrica en las canciones examinadas. Otro punto a destacarse, ya en la historia reciente, es que Honduras ha sido sitio elegido por muchos refugiados centroamericanos durante las guerra internas en la zona, con la consecuencia lógica de un intercambio e introducción de regionalismos en el uso del español de Honduras. Según la Acnur2, en 1986, en la población de refugiados en Honduras se encontraban aproximadamente 43 mil personas provenientes de Nicaragua, alrededor de 46 mil de El Salvador y “un pequeño número de guatemaltecos”. La Acnur detalla que se desplazaron cerca de dos millones de personas desde El Salvador, Nicaragua y Guatemala y muchos se establecieron como indocumentados en otros países centroamericanos, “de los que salieron de su país solo 150 000 fueron reconocidos como refugiados en América Central y México [...] 1 2

Los discos contienen en total 25 canciones en español y 2 en misquito. Agencia de la ONU para los refugiados, www.acnur.org/publicaciones/SRM/cap54.htm.

1

Dos de las mayores concentraciones de refugiados oficialmente reconocidos estaban en Honduras y en México”. La influencia del movimiento poblacional, cualquiera que sea su causa, entre los países centroamericanos es notoria en el español de Honduras; y tomando como ejemplo el corpus estudiado en este trabajo, se ha encontrado una gran cantidad de vocablos clasificados como regionalismos de El Salvador, Nicaragua y Guatemala3 en los diccionarios consultados. 1.1.

Objetivo e hipótesis

El objetivo de esta investigación es determinar la presencia de hondureñismos en las letras de 25 canciones contenidos en dos discos de música popular de los trovadores hondureños Guillermo Anderson y Paul Hughes. La hipótesis de trabajo de esta investigación se desglosa en tres suposiciones: dado el carácter folclórico de su obra y la nacionalidad de los cantantes, se presume en primera instancia que en los 25 textos aparece una alta cantidad de hondureñismos. En el caso específico de Anderson, ha escrito desde hace más de veinte años canciones de contenido ecológico, por lo que la segunda presunción es que en sus letras utiliza nomenclatura taxonómica endémica de Honduras. La tercera suposición es que Hughes, por el origen inglés de su padre, utiliza además de hondureñismos, también anglicismos en las letras de sus canciones. 1.2.

Método y límites

En esta investigación se utilizará un método mixto, en principio un análisis cuantitativo de los hondureñismos en las dos colecciones de textos y seguidamente, un análisis diacrónico desde una mirada onomasiológica, utilizando para ello tres compilaciones de hondureñismos realizado por otros autores en el marco temporal 1895-2012. Se intentará clasificar, leyendo verso por verso las 25 canciones, las palabras que no correspondan al español estándar únicamente, sino que presenten una connotación específica diferente al uso dado en España. Es decir, se elaborará una lista con los vocablos que en los diccionarios aparezcan asentados con una determinada definición estándar y que a la vez constituyan regionalismos, con otra connotación en otro país o región hispanohablante se usan. También se buscará encontrar los casos en que las palabras sean de uso exclusivo fuera 3

Ver Apéndice 1.

2

de España, en general, de Hispanoamérica y específicamente, de Honduras. Las letras que no se estudian en este trabajo son: las dos canciones en lengua misquita “Kika Mairin” y “Yita” del disco de Anderson ni el texto, en otra lengua que no se especifica en el disco, contenido al final de la canción “El caminito” de Hughes. 1.3.

El corpus

El corpus de esta investigación lo constituyen las letras de 25 canciones contenidas en dos discos: ”El tesoro que tenés” (editado en 2005) del cantautor Guillermo Anderson, con diez melodías en castellano y ”Hablo español” (2011) de Paul Hughes, que contiene quince trovas. La selección del corpus estudiado se tomó a raíz de la proliferación de alusiones a ambos compositores en los medios escritos en sus versiones en línea 4 y alusiones a ellos a través de amistades en la red social Facebook. Anderson, graduado en letras, ha editado discos de corte ecológico desde finales de la década de los 1980s y Hughes, hijo de inglés y hondureña con estudios en publicidad, editó su primer disco en 2008 con temas de contenido social utilizando su hipocorístico, “Polache” (de su nombre Paul castellanizado, “pol” y la hache, inicial de su apellido, sin “h”). 1.4.

El estado de la cuestión

Sobre los hondureñismos se han escrito compilaciones y estudios desde finales del siglo 19. En 1895 se publica Hondureñismos. Vocabulario de los provincialismos de Honduras de A. Membreño, obra que se reeditaría en cuatro ocasiones, la última en 1982. La edición consultada para este trabajo (ampliada, de 1897) se encuentra publicada en internet. En El español hablado en Honduras, de Herranz (edición original 1990, la fuente utilizada es la tercera reimpresión, 2001) se recuenta cronológicamente las publicaciones sobre pragmática publicados durante los últimos cien años. En esta compilación, Herranz presenta estudios sobre fonética y fonología, morfosintaxis y lexicología realizados por investigadores como Canfield, Lipski, Van Wijk, Scavnicky, Wagner y Aguilar Paz. Herranz comenta, además, la recopilación de hondureñismos de Membreño e incluye la nota crítica de Menéndez Pidal a la misma. El Diccionario de Hondureñismos de la Academia Hondureña de la Lengua (de aquí en 4

Por ejemplo, www.laprensa.hn, www.tiempo.hn y www.youtube.com/user/PolacheHN.

3

adelante Dhahl) se publicó en 2005 y es la más reciente compilación de los giros propios del español hondureño. Constituye el Dhahl junto con las obras de Membreño y Herranz las tres fuentes secundarias principales consultadas para la realización de este trabajo. En la búsqueda de información sobre el español de Honduras no se ha encontrado estudios específicos sobre hondureñismos en la música del país, así que ante la carencia de referentes se ha tomado la iniciativa de investigar en este campo, tomando en cuenta la relevancia de la música como elemento propagador de las voces en uso en una sociedad. Una dificultad extra académica superada es que ni el Dhahl ni la obra de Herranz están disponibles en las bibliotecas ni librerías suecas, tampoco en las librerías españolas en internet, por lo que se procedió a obtenerlos ex profeso para este trabajo, desde Honduras. 2. El español en Honduras 2.1 Breve repaso del español hablado en Honduras En España, el latín evolucionó al castellano, que se expandió de norte a sur, donde adquirió su forma andaluza y fue el dialecto que se radicó en Centroamérica: así se puede sintetizar la historia del español hablado en Honduras según las investigaciones de Canfield (Herranz 2009:48-89). En esos estudios se compara algunos detalles fonológicos característicos de la región con la variante andaluza; a continuación algunos ejemplos de pronunciación: el seseo, el sonido “ll” que se nivela en “y”, la /s/ es aspirada o suspendida al final de sílaba (“rehponder”), la /d/ que desaparece al final de palabra (“usté”), entre otros. La presencia española en Honduras data de 1524 con un dominio político que terminó en 1821. Durante esos trescientos años se asentó la supremacía del idioma español y de los idiomas nativos no quedan sino reductos poblacionales aislados, entre otros, el pech-misquito en Gracias a Dios y las variantes inglesas de la región caribeña (Islas de la Bahía, La Ceiba) que se han mantenido históricamente por el contacto con poblaciones angloparlantes 5. El español es el único idioma oficial de Honduras según la Constitución vigente6. 5

6

El inglés de las Islas de la Bahía se mantiene vivo debido al contacto sociolingüístico existente con las Islas Caimanes, Jamaica y Belice. Algunos habitantes de las Islas de la Bahía aún se consideran ingleses, aunque prefieren la educación española o bilingüe para sus hijos. (Díaz et al 2002:273) ”El idioma oficial de Honduras es el español. El estado protegerá su pureza e incrementará su enseñanza”. Artículo 6, Constitución de la República de Honduras, 1982.

4

2.2 Hondureñismo: definición. En la edición actual del Diccionario de la Real Academia Española7, de aquí en adelante DRAE, se determina hondureñismo como ”vocablo, giro o locución propios de los hondureños”. En el prólogo del Dhahl se da una pauta sobre el carácter de una palabra para convertirse en hondureñismo: “En cuanto a la introducción de nuevos hondureñismos, 1004 en total, se trató de incluir términos del español de Honduras, de uso general en todo el país y por todos los estratos sociales”. Este país tiene nombre de talud debido a que en 1502 en uno de sus viajes y después de superar una tormenta, el descubridor Cristóbal Colón exclamó al doblar el cabo: “Gracias a Dios que hemos salido de estas honduras”, según recuentos reproducidos en la tradición oral popular, las explicaciones escolares de nivel primario y diversos medios electrónicos de información8. En el glosario de Membreño publicada en 1895 se subtitula Hondureñismos como “provincialismos de Honduras”. Lo notable de esta descripción es su marco histórico: el territorio constituía una provincia, parte de la Capitanía General de Guatemala durante la colonia y de la federación centroamericana desde la independencia en 1821 hasta su autonomía en 1838. Ahora, a 191 años de la independencia no se utiliza el vocablo provincia en las demarcaciones internas del país. En el Dhahl se recopilan 1950 lemas, que forman parte del DRAE y que según la Academia Hondureña de la Lengua constituyen para Honduras “su patrimonio lexicográfico producto de su práctica cultural y social”9. 2.3 Etimología del término ´catracho´ Se ha realizado el análisis pragmático del vocablo ”catracho”, por el hecho de que uno de los cantautores, Hughes, lo utiliza repetidamente en varias de sus canciones y se quiere establecer su procedencia: ¿Por qué es sinónimo de hondureño, si no parece existir relación fonética entre ambos? ¿De dónde procede este vocablo, es de origen indígena, español, afrohondureño o de otra raíz? Dado que este es un estudio sobre hondureñismos, donde en el corpus 7 8

9

Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición, 2001. Real Academia Española: www.rae.es En internet: usuarios.multimania.es/americalatina/hondu.htm, www.angelfire.com/ca5/mas/hist/his300.html, www.avizora.com, www.biografiasyvida.com, www.etimologias.dechile.net, es.wikipedia.org/wiki/Honduras Dhahl 2005, Prólogo.

5

estudiado se utiliza este sinónimo, se convierte en una interrogación intelectual natural a despejar. Es de hacer notar, que el autor denomina su nacionalidad en la canción Hablo español diciendo “yo soy catracho” en vez de hondureño. En el DRAE se determina el concepto de ´catracho, cha´ como ”hondureño”, designando el vocablo como adjetivo coloquial aunque se define también como sustantivo. Y la entrada ´hondureño, ña´ se especifica como ”Natural de Honduras”, clasificada esta palabra como adjetivo y sustantivo; una segunda acepción indica ”Perteneciente o relativo a este país de América” y se clasifica como adjetivo. La definición del Dhahl es ”hondureño”, señalándolo como adjetivo coloquial y sustantivo. Etimológicamente el término catracho proviene del apellido catalán Xatruch y su uso como sinónimo de hondureño se remonta al siglo 19, durante las batallas post independencia en Centroamérica (1821). En plena vigencia de la doctrina Monroe 10, ante la negación del gobierno nicaragüense de aprobar el permiso para construir un canal interoceánico solicitado por los banqueros estadounidenses Morgan y Harrison, contrató el primero un grupo mercenario para apoderarse del gobierno, tarea encomendada a William Walker en 1856. Autonombrado jefe de estado, Walker legalizó la esclavitud y decretó el inglés como idioma oficial. Los ejércitos centroamericanos se organizaron bajo la dirección del

hondureño

Florencio Xatruch, General en Jefe de los Ejércitos Aliados de Centroaméricanos y derrotaron a Walker. En estas batallas participó también el general Pedro Xatruch, hermano de Florencio y fueron los nicaragüenses quienes comenzaron a denominar ”xatruches” a los soldados hondureños. Con el tiempo, esta denominación adquirió la variación ”catruches”, que evolucionó a la forma masculina ”catruchos” hasta alcanzar la forma actual. Dada la connotación coloquial del término ´catracho´, constituye éste un apodo colectivo;11 gramaticalmente visto, es un hipocorístico.12 Se posibilita la especulación sobre la intencionalidad del autor al utilizar el término: acercarse y establecer un vínculo de confianza o hermandad con el receptor y en consecuencia, evitar la formalidad que conlleva el gentilicio estándar “hondureño”. 10

”Según la doctrina Monroe, Washington ha considerado que es su deber y su derecho intervenir cuando los intereses de los Estados Unidos y la economía de mercado están en peligro”, Breitholtz (1993: 47-48). 11 Alemán Ocampo. ”No confundamos apodos colectivos con gentilicios”. www.elcastellano.org 12 Dicho de un nombre: Que, en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística; p. ej., Pepe, Charo. U. t. c. s. m. (http://lema.rae.es/drae/?val=hipocor%C3%ADstico).

6

3. Análisis 3.1 Análisis cuantitativo de los hondureñismos Para establecer el número de regionalismos en las canciones, se analizaron las letras de verbo ad verbum.13 En la tabla siguiente, para la denominación hondureñismo se aplica como normativa la clasificación como tal encontrada en el Dhahl y el DRAE, es decir, las palabras que no tienen otras acepciones ni en España ni en otro país hispanohablante (hondureñismos sensu stricto o en sentido estricto). Los topónimos14 enumerados son nombres propios de sitios geográficos de Honduras, nombrados en gran número en los textos de las canciones. Se ha incluido en la tabla estos nombres propios de lugares con la finalidad auxiliar de ilustrar la presencia lingüística topográfica en las composiciones, que podría interpretarse como un elemento utilizado por los autores para reforzar el contenido autóctono de su obra. Los topónimos mencionados en las melodías son 71 nombres de puntos geográficos en Honduras y uno se refiere a los Estados Unidos de América (españolizado, Yunai, por United). También se mencionan cinco lugares utilizando la metáfora pura15, figura retórica que consiste en describir el lugar con términos imaginarios y omite el nombre real. Ya que sirven únicamente para ilustrar el contenido hondureñista de las obras, no se incluyen estos 71 topónimos en el recuento de palabras a analizar. Finalmente, los regionalismos16 son aquellos términos que en el DRAE se clasifican no solo como hondureñismos, sino a veces constituyen americanismos, centroamericanismos o voces de otros países, a pesar de tener una definición establecida y aceptada en España que difiere de dichos conceptos. Entre los regionalismos se incluyen los anglicismos, puros o castellanizados, nombrados en las letras de las canciones. La lista incluye la totalidad de las canciones y tiene el fin estadístico de destacar la presencia 13 14

15 16

Palabra por palabra, para extraer en una lista los regionalismos. Se comparte la visión que tanto la onomástica como la toponimia ”son excelentes auxiliares para todos los estudios […] de lingüística histórica” (Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997:392). http://www.retorica.librodenotas.com ”La 'región' es la zona o porción de territorio determinada por caracteres lingüísticos, étnicos, climatológicos, etc. diferentes. Los vocablos o giros privativos de una región se llaman regionalismos, los cuales marcan la procedencia de una zona pero no constituyen una variedad lingüística como los dialectos.” ( Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997:492)

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o ausencia de los hondureñismos, regionalismos y topónimos contenidos en cada una de ellas. Canción

Hondureñismos

Topónimos

Otros regionalismos

0 14 0 0 1 1 0 0 0 2

0 0 0 1 * 0 0 0 0 0

Disco 1: “El tesoro que tenés”, Guillermo Anderson. 01. El tesoro que tenés 02. Misquita linda 03. Agua 04. Vuelo sobre verde 05. Don Juan 06. Río Patuca 07. Kika Mairin 08. Canción del respeto 09. Yita 10. Madre de los peces 11. Tortuguita 12. Luna misquita

0 0 0 0 0 0 0 1 0 0

Disco 2: “Polache. Hablo español”, Paul Hughes. 01. Hablo español 02. Mira Honduras 03. El caminito 04. La potra 05. La señal 06. Pedazo de mujer 07. El turuncazo 08. Juliana 09. Tarántula 10. Cortála 11. El príncipe soñado 12. Me haces falta 13. La bala perdida 14. No le pare bola 15. Las cosas sencillas

2 0 1 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0

1 1 19 +5 1 0 0 0 0 0 32 0 0 0 0 0

36 0 1* 4 0 3 1 0 0 0 5 0 0 13 4

Total

6

72 +5

68

*Incluye texto en lengua misquita. +5 Indica cinco lugares más, nombrados a través de la metáfora pura.

La suma de 6 hondureñismos y los 68 regionalismos/anglicismos arrojan un total de 74 vocablos, pero cinco de ellos se nombran repetidamente, es decir, aparecen en canciones diferentes, por lo que el total de voces estudiadas se reduce a 69 palabras. A continuación se detallan los 69 hondureñismos y regionalismos (incluidos los anglicismos) encontrados en los textos, por orden de aparición: tigre, cuyamel, guaro, encachimbado, andar hule, enculado, filo, cachuda, bote, chepa, choteado, chamba, burrunches, salado, nos vidrios, desmangado, pinceleada, yuca, torcido, echo reata, marmaja, vale charra, leche, 8

buzo, pintoso, cheto, hago el mandado, maule, planché, estop, raider, chele, de a peso, was...samananbich, baleadas, tamal, aleros, potra, rolear, pintear, calzoneta, campeño, arrecha, chilena, papo, pajear, turunca, turuncazo, lobito, chabacán, pajeada, a reata, pare bola, compa, chiva, buchacas, rola, achiote, sobrados, sobados, chimbomba, pato, maje, embola, man, cipotío, güecho, potrita y piquito. Seguidamente se buscó en ese grupo de 69 palabras, los hondureñismos sensu lato o en sentido amplio, es decir, las palabras que se clasifican como hondureñismos pero que en la mayoría de los casos presentan polisemia o pluralidad de significados en otras regiones hispanohablantes. El resultado son las siguientes 31 voces: cuyamel, encachimbado, enculado, bote, choteado, vale charra, pintoso (pintear), cheto, maule, planché, chele, aleros, potra, cachuda, leche, buzo, (echar) reata, calzoneta, campeño, arrecha, papo, paja (pajear y pajeada), turunca, turuncazo (de turunca), (estar) a reata, parar bola, buchaca, maje, chiva, potrita (de potra) y cipotío (diminutivo de cipote). Finalmente, de este grupo de 31 vocablos se han seleccionado los hondureñismos sensu stricto o en sentido estricto. Así, las palabras que según el DRAE se denominan como hondureñismos sin acepciones paralelas, resultaron ser cinco: cuyamel, encachimbado, mable, campeño y turunca. En la síntesis cuantitativa (la tabla anterior) los hondureñismos resultan seis, pues el último presenta también la derivación turuncazo. Es de hacer notar que en los textos aparecen varios vocablos que pertenecen a un mismo grupo morfológico, con variación derivativa del lexema (raíz), como pintoso-pintear, pajearpajeada, turunca-turuncazo y potra-potrita. Los anglicismos o referencias a tales son: “estop”, “raider”, “was...samananbich” y “man”, que junto a los vocablos “burrunche” y “maule” no aparecen registrados en el Dahl ni en el DRAE. Sin embargo, con otra grafía encontramos “stop” y “mable” en el DRAE, este último como hondureñismo sensu stricto. Y “burrunche” lo encontramos como una voz guatemalteca en la compilación de Herranz. La lista in extenso17 de los 31 hondureñismos sensu lato se adjunta como Apéndice 1 en este trabajo. 3.2 Análisis diacrónico de los hondureñismos El marco teórico lo tomamos a partir de los conceptos sincronía y diacronía: la primera como una descripción de la lengua en un momento específico y la segunda como la evolución de la 17

Por entero, es decir, con las acepciones regionales y su evolución cronológica.

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lengua a través del tiempo. Es la diacronía “el estudio de las sucesiones de lengua en el tiempo, es la dimensión temporal de la lengua estudiada por la lingüística diacrónica”, según Alcaraz Varó y Martínez Linares.18 Los autores destacan el aporte de Saussure en la distinción entre estas sucesiones de lengua y los estados de lengua, o sincronía, que “analiza los estados de lengua, esto es, el significado actual de las unidades del lenguaje y las interrelaciones de todo tipo (sintagmático y paradigmático) que las unidades mantienen entre sí”. Pertenece a la diacronía “todo lo relacionado con procesos de evolución motivados por el habla” y por “la investigación etimológica sobre el origen y la evolución de cualquier unidad lingüística”. En este subcapítulo se detalla la evolución de los cinco hondureñismos sensu stricto que encontramos en el análisis cuantitativo anterior. Así, se ha comparado las definiciones de 1897, en los Hondureñismos. Vocabulario de los provincialismos de Honduras de Membreño versus las definiciones del Dhahl de 2005 y del DRAE, vigésima segunda edición, del año 2001 en su edición en línea, con avances de la 23ª edición, tal como aparece en 2012. Lexema cuyamel

1897 Hondureñismos

Pez acantopterigio, muy Pez comestible de río de estimado: vive en los ríos. hasta 70 cm de longitud, con dos aletas dorsales, dorso color gris oscuro, costados plateados y abdomen blanco amarillento y boca en posición inferior debajo de un hocico carnoso y protuberante. Jothurus pichardi.

encachimbado mable

2005 Dhahl

2001-2012 DRAE Pez comestible de río de hasta 70 cm de longitud, con dos aletas dorsales, dorso de color gris oscuro, costados plateados y abdomen blanco amarillento, y boca en posición inferior debajo de un hocico carnoso y protuberante.

encachimbarse. 1. prnl. encachimbarse. encolerizarse. encolerizarse. mable ó maule: juguete de 1. f. canica (bola). los muchachos, que consiste en una esfera pequeña, de loza ó de cristal, listada.

1.

prnl.

1. f. canica (bola).

campeño

1. adj. campesino (perteneciente al campo). 2. adj. campesino (propio del campo). 3. m. y f. Persona que trabaja en las compañías bananeras.

1. adj. campesino (perteneciente al campo). 2. adj. campesino (propio del campo). 3. m. y f. Persona que trabaja en las compañías bananeras.

turunca

1. f. Piedra grande.

1. f. Piedra grande.

18

Diccionario de lingüística moderna (1997:176).

10

Como se observa en la tabla comparativa anterior, existen dos hondureñismos, mable y cuyamel, con aparición y vigencia en el registro histórico de 115 años, que es el ciclo abarcado en este estudio. Los tres vocablos restantes, encachimbado, campeño y turunca, no aparecen en la compilación de 1897 de Membreño, aunque sí aparecen en el Dhahl y DRAE como hondureñismos 'puros'. Como última parte del proceso de investigación diacrónica, se intentará encontrar el origen y circunstancias alrededor de esa raíz histórica de cuyamel y mable, las dos voces con definición documentada en el ciclo estudiado, a través de los medios electrónicos (internet: libros, revistas, compendios u otras fuentes en línea) para complementar los conceptos hallados en las fuentes primarias de consulta. Se ha seleccionado estas dos palabras, pues, por el hecho de ser los únicos hondureñismos sensu stricto que aparecen asentados en las tres fuentes prescriptivas de consulta, es decir, que constan registrados en los diccionarios, ediciones 1897, 2005 y 2001-2012 y que por lo tanto, puede establecerse un referente histórico de los mismos. cuyamel En 1897 Membreño detalla el cuyamel como un “pez acantopterigio 19, muy estimado: vive en los ríos” y ello da la pauta que este pez era muy conocido por la población de entonces. Alrededor de 1900 aparece un asentamiento poblacional cerca de la costa caribeña de Honduras, a orillas del río Cuyamel, por lo que ya en 1910 se conocía con este nombre a la nueva población. También el valle en el que se localiza el pueblo lleva el nombre de Cuyamel20. El nombre alcanzó protagonismo económico en 1910-1929 cuando inversionistas estadounidenses fundaron la Cuyamel Fruit Company, empresa bananera que posteriormente fue absorbida por el conglomerado United Fruit Company. Según consulta al Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española21 de la RAE, el vocablo cuyamel aparece registrado por primera vez en el DRAE Manual de 1927, consignado como hondureñismo y con la misma definición elaborada por Membreño en 1897. En el DRAE Usual de 1936 se reformula la definición, aunque se mantiene su carácter de 19

Según el Drae: ”Se dice de los peces teleósteos casi todos marinos, cuyas aletas, por lo menos las impares, tienen radios espinosos inarticulados; p. ej., el atún, el pez espada y el besugo”.

20

http://omoahonduras.net/2012/02/cuyamel-100-anos-de-historia-1910-2010/ http://ntlle.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.

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hondureñismo: “Pez acantopterigio que vive en los ríos, y de carne muy estimada” (sic). Esta definición perdura en las ediciones del DRAE Usual de 1939, 1947, 1956, 1970, 1984 y 1992. En el DRAE Manual de 1950 aparece igual definición, ya sin el signo de coma y con la añadidura del verbo: “Pez acantopterigio que vive en los ríos y es de carne muy estimada”, definición que sigue vigente en las ediciones de 1983 y 1989. Se comprueba así que la definición original dada por Membreño al hondureñismo cuyamel sobrevive documentada durante 95 años, sufriendo apenas ínfimos cambios de forma, no de fondo. Es en el Dhahl de 2005 y el DRAE de 2001 que encontramos la definición actual: “Pez comestible de río de hasta 70 cm de longitud, con dos aletas dorsales, dorso color gris oscuro, costados plateados y abdomen blanco amarillento y boca en posición inferior debajo de un hocico carnoso y protuberante”. La diferencia la constituye la inclusión del nombre científico del pez, Jothurus pichardi, en el Dhahl, lo que da una noción más completa del animal22. Podemos apreciar entonces que el hondureñismo cuyamel tiene un significado específico en el DRAE para designar un pez, pero también constituye un topónimo para designar cuatro lugares en Honduras: un valle, un río, una población y además un cerro, en el departamento de Colón. Al suroeste de Cuyamel existe otro asentamiento llamado Cuyamelito. El pueblo de Cuyamel tiene una zona denominada Barrio Nicaragua y en este país vecino (entiéndase Nicaragua) existe un lugar llamado Cuyamel. Finalmente, al analizar la fuente primaria del hondureñismo estudiado, los versos del poeta Anderson en la canción Madre de los peces: “Sirena bendita/tus ojos son nueve/y es por tus poderes/que el río se mueve./Madre de los peces/hoy dale a tus fieles/el brillo abundante/de los cuyameles”, se establece que existe la concordancia onomasiológica entre el texto de la canción y la definición actual de cuyamel (DRAE 2001-2012). mable En 1897 la definición del hondureñismo mable era: “mable ó maule: juguete de los muchachos, que consiste en una esfera pequeña, de loza ó de cristal, listada”. A diferencia de cuyamel, mable es de reciente incorporación al corpus del español detallado en el DRAE. No se ha encontrado en la base de datos de la Real Academia Española la fecha de la incorporación del vocablo, pero ya aparece en el Dhahl (2005) y también asentado en el 22

El cuyamel es también conocido como besote o pez bobo. http://www.pesca.org.mx/articulos/pezbobo1.html

12

DRAE (2001-2012). En un artículo periodístico publicado en Tegucigalpa en abril de 2012 es parte de la lista que ilustra los “más de 2782 hondureñismos que han sido registrados por la Ahl23”. La acepción del DRAE es “mable: canica (bola)” con el sinónimo canica detallado como “1. Juego de niños que se hace con bolas pequeñas de barro, vidrio u otra materia dura. 2. Cada una de estas bolas”. En la definición vigente (en la cual se clasifica como hondureñismo) se ha eliminado la grafía 'maule' y se lista únicamente el lema mable. Con el fin de ampliar el conocimiento sobre mable, se ha buscado en internet su significado. En el portal cultural cubano “Cubarte” se reseña el libro Cipotes24 (1963) del hondureño Ramón Amaya Amador y de mable dice: “A las bolas para jugar los niños se le llama mable, pero, actualmente, más se le denomina maule25”. En otros portales se encuentra listado bajo el lema “mable, maule” con dos significados muy diferentes entre sí: “Canica. Tonto26.” Es fácil encontrar un paralelismo de rasgos (fonológico y la grafía) entre mable y su equivalente inglés marble, canica. No aparece registrada en la primera compilación de Membreño, pero al revisar la presencia angloparlante en Honduras en el siglo 20 (descendientes de ingleses en el área caribeña y misquita, inversionistas estadounidenses, la cercanía geográfica y el trato comercial con Belice y las islas anglohablantes del área, entre otros) crea la interrogante del origen inglés de la palabra, que parece un préstamo o adaptación lingüística. También aquí se analizarán los versos del cual se ha extraído mable, encontrados en la canción Hablo español de Paul Hughes, que relata entre otras cosas las andanzas de un emigrante catracho en los Estados Unidos de América: “Por ahí nos vidrios, pa' los Yunai voy desmangado [...] Por ser tan maule, de llegada la planché/'Estop, raider!' me gritó un chele y me azoré.” Se interpreta que el cantautor no está hablando de canicas o bolitas de juego de niños y para comparar, se reescriben los versos utilizando español estándar: “Por ahí nos vemos, para los United (States of America) voy de prisa [...] Por ser tan canica, de llegada me equivoqué/ 'Stop, ciclista (o motociclista)' me gritó un blanco y me azoré.” 23 24 25 26

http://www.elheraldo.hn/Secciones-Principales/Vida/Honduras-crea-palabras-para-Hispanoamerica/ Hondureñismo, ”niños”. http://www.cubarte.cult.cu/periodico/columnas/gazaperias/gazaperias-no-121/51/19331.html http://nacerenhonduras.com/2012/05/hondurenismos.html, http://litart.mforos.com/1301364/7051734hondurenismos-de-la-l-o-semantica/

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Se aprecia que el significado no encaja totalmente en las circunstancias (en un país ajeno, un inmigrante es detenido en su motocicleta por un oficial de tránsito) y no parece un momento adecuado para mencionar canicas. Sin embargo, al utilizar la segunda acepción de los diccionarios de hondureñismos que consultamos en internet 27, creados por personas particulares y por lo tanto, que no pertenecen a organizaciones lingüísticas, encontramos una respuesta más factible, “mable o maule: Tonto.” Esto nos da una perspectiva pragmática de la lengua: las palabras tienen vida propia y su uso no siempre puede ser restringido a una normativa general, sino que son los mismos usuarios de la lengua quienes dan significado a las palabras, es decir, no siempre es la norma prescriptiva, contenida en los diccionarios, la que dicta las acepciones a los hablantes. Finalizamos el análisis de mable verificando que la definición de canica se ha mantenido a lo largo del tiempo que nos ocupa (1897-2012), pero hay dos puntos pragmáticos a resaltar: la población sigue utilizando la voz maule (se toma la obra de Hughes y los diccionarios de personas particulares en internet consultados como muestra) y es la praxis que le ha dado otra connotación actual, tonto, no registrada en los diccionarios (Dhahl y DRAE). 4. Conclusiones El empleo de los hondureñismos sensu lato es manifiesto en las canciones de los dos trovadores. Hughes los utiliza más en cantidad, mientras que Anderson ejerce su autoría a través de un español más neutral. Tanto Anderson como Hughes emplean una gran cantidad de puntos geográficos hondureños, la toponimia, en sus textos y comparten una inclinación por los temas ecológicos. Sin embargo, se ha desvirtuado la primera suposición de una alta cantidad de hondureñismos en la obra analizada, ya que en las 25 canciones que conforman el corpus se ha encontrado únicamente cinco hondureñismos sensu stricto, más una derivación de uno de ellos. La

segunda

suposición

especificada

en

los

objetivos

ha

confirmado

el

tema

naturaleza/ecología en las letras de Anderson: el único hondureñismo que utiliza corresponde a la fauna local, el pez conocido en Honduras como cuyamel. En la tercera suposición se esperaba que Hughes, utilizaría hondureñismos y anglicismos en sus letras, lo que se ha limitado a cuatro hondureñismos en quince canciones: encachimbado, 27

Ídem anterior.

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maule, campeño y turunca (turuncazo). Los anglicismos los ha utilizado en cuatro ocasiones: estop (stop), raider (motociclista), “samananbich” (para maldecir, lo que lleva a pensar que es su exégesis del malsonante inglés “son of a bitch”) y man (hombre). En conclusión, los hondureñismos están muy ligados a la zona lingüística centroamericana y en este trabajo se han encontrado más vocablos propios de Centroamérica y menos hondureñismos 'puros'. Para finalizar, se aclara que el corpus de este estudio constituye una muestra específica tomada como referente del español hondureño y no se intenta convertir el mismo en representación general de la lengua castellana en uso en Honduras.

15

5. Bibliografía Fuentes primarias Anderson, Guillermo. El tesoro que tenés. Costa Norte Records, 2005. Hughes, Paul. Polache. Hablo español. Carla Silva, edición 2011. Fuentes secundarias Academia Hondureña de la Lengua. Diccionario de hondureñismos. Academia Hondureña de la Lengua. 2005. Impreso. Herranz, Atanasio. El español hablado en Honduras. Editorial Guaymuras. Tercera reimpresión, 2009. Impreso. Membreño, Alberto. Hondureñismos: Vocabulario de los provincialismos de Honduras. Segunda edición, corregida y aumentada. Tipografía Nacional. Tegucigalpa, 1897. Breitholtz, Märit et al. Fragmentos de América Latina. Carlos Vidales, trad. Sveriges utbildningsradio AB. Estocolmo, 1993. Impreso. Díaz, Norma et al. La Romania americana. Procesos lingüísticos en situaciones de contacto. Iberoamericana. Madrid, 2002. Impreso. Alcaraz Varó, Enrique y Martínez Linares, María Antonia. Diccionario de lingüística moderna. Editorial Ariel, S. A. Barcelona, 1997. Impreso. Fuentes electrónicas consultadas Agencia de la ONU para los refugiados, Acnur. “Guerras por poderes en África, Asia y América Central. Desplazamientos masivos en Centroamérica” http://www.acnur.org/publicaciones/SRM/cap54.htm Alemán Ocampo, Carlos. ”No confundamos apodos colectivos con gentilicios”. http://www.elcastellano.org/artic/gentilicios.htm

Constitución de la República de Honduras, 1982. http://www.tsc.gob.hn/Portal_de_Transparencia/Constitucion_de_la_republica.pdf

Guillermo Anderson. Sitio oficial. www.guillermoanderson.com

Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Vigésima segunda edición http://www.rae.es/rae.html

Real Academia Española, Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española. http://ntlle.rae.es/ntlle/SrvltGUILoginNtlle 16

Romera, Ángel. “Retórica. Manual de Retórica y recursos estilísticos”. http://retorica.librodenotas.com/

Paul Hughes. Sitio oficial. www.polache.com Sánchez Ramírez, Roberto. ”El general que trajo a los primeros catrachos”. Diario La Prensa. Managua, 12 julio 2004. http://archivo.laprensa.com.ni/archivo/2004/julio/12/nacionales/nacionales-20040712-09.html

Torres, Samaí. “Honduras crea palabras para Hispanoamérica”. Diario El Heraldo. Tegucigalpa, 23 abril 2012. http://www.elheraldo.hn/Secciones-Principales/Vida/Honduras-crea-palabras-paraHispanoamerica/

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Apéndice 1 – Hondureñismos sensu lato. Comparación diacrónica. Lema 1. cuyamel

1897 Membreño

2005 Dhahl

Pez acantopterigio, muy Hond. Pez comestible de río de estimado: vive en los hasta 70 cm de longitud, con dos ríos. aletas dorsales, dorso color gris oscuro, costados plateados y abdomen blanco amarillento y boca en posición inferior debajo de un hocico carnoso y protuberante. Jothurus pichardi

2001-2012 Drae Hond. Pez comestible de río de hasta 70 cm de longitud, con dos aletas dorsales, dorso de color gris oscuro, costados plateados y abdomen blanco amarillento, y boca en posición inferior debajo de un hocico carnoso y protuberante.

2.encachimba do

-

encachimbarse. 1. prnl. Hond. encachimbarse. 1. prnl. Hond. encolerizarse. encolerizarse.

3. enculado

-

2. prnl. coloq. malson. El Salv., 2. prnl. coloq. malson. El Salv., Hond. y Nic. Enamorarse Hond. y Nic. Enamorarse apasionadamente. apasionadamente.

4. bote

-

2. m. coloq. Guat., Hond. y 2. m. coloq. Guat., Hond. y Méx. Méx. prisión (‖ cárcel). prisión (‖ cárcel).

5. choteado

-

1. adj. Hond. Que se advierte de 1. adj. Hond. Que se advierte de antemano. antemano. 2. adj. Hond. Que se descubre fácilmente.

6. vale charra

-

2. adj. Hond. Que se descubre fácilmente.

6. f. Hond. Sombrero común, 6. f. Hond. Sombrero común, ancho de falda y bajo de copa. ancho de falda y bajo de copa. valer algo charra: fr. Hond. No valer algo charra. importar, no recibir la atención 1. loc. verb. Hond. No importar, que se merece. no recibir la atención que merece.

7. pintoso

8. cheto 9. maule

-

-

1. adj. coloq. Chile y Hond. Dicho de una persona: Que tiene buena presencia, por apariencia corporal o por vestimenta.

1. adj. coloq. Chile y Hond. Dicho de una persona: Que tiene buena presencia, por apariencia corporal o por vestimenta.

2. adj. coloq. Hond. Dicho de una cosa: Que llama la atención por estar a la moda.

2. adj. coloq. Hond. Dicho de una cosa: Que llama la atención por estar a la moda.

coloq. Hond. Mujer bonita.

4. m. coloq. Hond. Mujer bonita.

mable ó maule: juguete mable. de los muchachos, que 1. f. Hond. canica (bola). consiste en una esfera

mable. 1. f. Hond. canica (bola).

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pequeña, de loza ó de cristal, listada. 10. planché

-

1. adj. coloq. Hond. Dicho de 1. adj. coloq. Hond. Dicho de una persona: Que no cumple lo una persona: Que no cumple lo que promete. U. t. c. s. que promete. U. t. c. s. 2. adj. coloq. Hond. Dicho de 2. adj. coloq. Hond. Dicho de una persona: Que hace esperar a una persona: Que hace esperar a otra, que da un plantón. U. t. c. otra, que da un plantón. U. t. c. s. s.

11. chele

Rubio, albino.

1. adj. C. Rica, El Salv., Hond. y 1. adj. C. Rica, El Salv., Hond. y Nic. De color blanco. Apl. a Nic. De color blanco. Apl. a pers., u. t. c. s. pers., u. t. c. s. 2. adj. Hond. Dicho de una 2. adj. Hond. Dicho de una persona: De piel rojiza. U. t. c. s. persona: De piel rojiza. U. t. c. s.

12. aleros

13. potra

-

5. m. El Salv. amigote.

5. m. El Salv. amigote.

6. m. coloq. El Salv. y Hond. Persona muy allegada, amigo inseparable.

6. m. coloq. El Salv. y Hond. Persona muy allegada, amigo inseparable.

potrear: *primera 2. f. Hond. Partido de fútbol 2. f. Hond. Partido de fútbol acepción: ilegible. informal y amistoso. informal y amistoso. Dar una sobarbada á una persona.

14. cachuda

-

(de cacho) 1. adj. Am. Mer., El Salv., Hond. y Méx. Dicho de un animal: Que tiene los cuernos grandes.

(de cacho) 1. adj. Am. Mer., El Salv., Hond. y Méx. Dicho de un animal: Que tiene los cuernos grandes.

3. adj. El Salv. Dicho de una persona: Medio ebria.

3. adj. El Salv. Dicho de una persona: Medio ebria.

4. adj. Méx. Dicho de una 4. adj. Méx. Dicho de una persona: De gesto adusto o mala persona: De gesto adusto o mala cara. cara. 15. leche

-

8. f. coloq. Ec., El Salv. y Ven. 8. f. coloq. Ec., El Salv. y Ven. Suerte favorable. Suerte favorable. tener ~.

tener ~.

1. loc. verb. Arg., Hond., Nic. y 1. loc. verb. Arg., Hond., Nic. y Ur. Tener buena suerte. Ur. Tener buena suerte. 16. buzo

-

5. m. Hond. chándal. 6. m. Hond. Sudadera con capucha.

19

(De abusado). 1. adj. El Salv. y Méx. vivo (‖ listo). 17. echo reata

-

reata: 7. f. coloq. Hond. borrachera (‖ efecto de emborracharse). 8. f. coloq. Hond. paliza (‖ serie de golpes).

18. calzoneta

-

1. f. El Salv., Guat., Hond. y 1. f. El Salv., Guat., Hond. y Nic. Nic. Bañador o pantalón corto Bañador o pantalón corto para para cualquier deporte. cualquier deporte.

19. campeño

-

1. adj. Hond. campesino 1. adj. Hond. campesino (perteneciente al campo). (perteneciente al campo). 2. adj. Hond. campesino (propio 2. adj. Hond. campesino (propio del campo). del campo). 3. m. y f. Hond. Persona que 3. m. y f. Hond. Persona que trabaja en las compañías trabaja en las compañías bananeras. bananeras.

20. arrecha

-

4. adj. Col., C. Rica, El Salv., Hond. y Ven. Dicho de una persona: Iracunda, de mal carácter o carácter fuerte.

4. adj. Col., C. Rica, El Salv., Hond. y Ven. Dicho de una persona: Iracunda, de mal carácter o carácter fuerte.

21. papo

-

(Voz expr.).

Existen otras acepciones pero como ADJ es hond exclusivo

1. adj. Hond. tonto (falto de entendimiento o razón). (Voz expr.).

1. adj. Hond. tonto (falto de entendimiento o razón). 22. pajear

-

paja: 13. f. pl. El Salv., Guat. y paja: 13. f. pl. El Salv., Guat. y Hond. mentiras (expresiones Hond. mentiras (expresiones contrarias a lo que se sabe). contrarias a lo que se sabe).

23. turunca

-

1. f. Hond. Piedra grande.

1. f. Hond. Piedra grande.

24. turuncazo 25. a reata

reata: cuerda de cuero ó 7. coloq. Hond. Embriaguez de pita con que se (efecto de emborracharse) asegura la carga en el 8. coloq. Hond. Paliza (serie de aparejo: sobrecarga. golpes)

7. coloq. Hond. Embriaguez (efecto de emborracharse) 8. coloq. Hond. Paliza (serie de golpes)

20

estar alguien a ~. estar alguien a ~. 1. fr. Guat. y Hond. Estar borracho. 26. pare bola

27. buchacas

-

buchaca: cárcel, jeruza.

1. loc. verb. Guat. y Hond. Estar borracho.

parar ~s.

parar ~s.

1. loc. verb. coloq. Col., Hond., Nic. y Ven. Poner o conceder atención a lo que dice o quiere alguien.

1. loc. verb. coloq. Col., Hond., Nic. y Ven. Poner o conceder atención a lo que dice o quiere alguien.

(de burjaca) 1. bolsa, bolsillo.

(de burjaca) 1. bolsa, bolsillo.

2. f. Col., Cuba, Hond. y Méx. 2. f. Col., Cuba, Hond. y Méx. Bolsa de la tronera de la mesa de Bolsa de la tronera de la mesa de billar. billar. 3. f. coloq. El Salv. y Hond. cárcel (de presos).

3. f. coloq. El Salv. y Hond. cárcel (de presos).

4. f. coloq. El Salv. Boca de una 4. f. coloq. El Salv. Boca de una persona. persona. 28. maje

-

2. m. jerg. C. Rica y Hond. 2. m. jerg. C. Rica y Hond. Muchacho, joven. Muchacho, joven. 3. m. Nic. fulano (persona 3. m. Nic. fulano (persona indeterminada). indeterminada).

29. chiva

chiva: borrachera.

chiveada: 1. f. coloq. El Salv. y chiva: 8. f. coloq. Ven. Suerte Hond. Partida clandestina de favorable. chivo: juego de dados. dados o de cartas. chivo: 6. m. El Salv. Juego de dados. jugar las chivas: se juegan las chivas chivear. haciendo una partida chiviar. 1. intr. El Salv. Jugar al chivo final, en que el perdidoso 2. intr. Hond. Jugar a los dados. (juego de dados). se obliga á pagar los derechos de billar de todas las mesas ó partidas jugadas anteriormente.

30. cipotío

cipote: pequeño

chiviar. 2. intr. Hond. Jugar a los dados.

muchacho cipote: (Quizá deformac. de cipote: (Quizá deformac. chipote). chipote).

de

1. m. y f. El Salv., Hond. y Nic. 1. m. y f. El Salv., Hond. y Nic. niño (persona que está en la niño (persona que está en la niñez). niñez).

31. potrita

potrear:

*primera potra: 2. f. Hond. Partido de potra: 2. f. Hond. Partido de

21

acepción: ilegible.

(diminutivo)

fútbol informal y amistoso.

fútbol informal y amistoso.

Dar una sobarbada á una persona.

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