Espacio, texto y cultura: la ciudad muerta en las relaciones interculturales hispanoflamencas

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Descripción

ÁNGELES SIRVENT RAMOS (ED.)

ESPACIO Y TEXTO EN LA CULTURA FRANCESA ESPACE ET TEXTE DANS LA CULTURE FRANÇAISE

COORDINADOR DEL COMITÉ DE EDICIÓN José Luis Arráez Llobregat COMITÉ DE EDICIÓN Marina Aragón Cobo - José Luis Arráez Llobregat - Mireia Carol Gres Maribel Corbí Sáez - Víctor D. Domínguez Lucena - Mercedes Eurrutia Cavero Ángeles Llorca Tonda - Mireia López Simó - Amelia Peral Crespo Montserrat Planelles Iváñez - Fernande Ruiz Quemoun M.ª Carmen Serrano Belmonte - Ángeles Sirvent Ramos - Chistine Verna Haize

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

Para la realización de la presente publicación se ha contado con ayudas económicas procedentes de las siguientes instituciones: Ministerio de Ciencia y Tecnología. Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica. Acción Especial con n.º de referencia: BFF2002-10802-E. Asociación de Profesores de Francés de la Universidad Española (APFUE).

Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alicante, con la colaboración del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Asociación de Profesores de Francés de la Universidad Española (APFUE) © Ángeles Sirvent Ramos (Ed.) © de la presente edición: Universidad de Alicante, 2005

ESPACIO Y TEXTO EN LA CULTURA FRANCESA ESPACE ET TEXTE DANS LA CULTURE FRANÇAISE ISBN O.C.: 84-7908-851-6 Depósito legal: XX-XXXX-2006 Tomo I ESPACIOS REALES. ESPACIOS IMAGINARIOS ESPACES RÉELS. ESPACES IMAGINAIRES ISBN: 84-7908-789-7

Tomo II EL ESPACIO EN LA TEORÍA LITERARIA Y LA LITERATURA FRANCESA L’ESPACE DANS LA THÉORIE LITÉRAIRE ET LA LITÉRATURE FRANÇAISE ISBN: 84-7908-790-0 Tomo III EL ESPACIO EN LA LINGÜÍSTICA Y LA TRADUCCIÓN FRANCESA L’ESPACE DANS LA LINGUISTIQUE ET TRADUCTION FRANÇAISES ISBN: 84-7908-791-9

Enumeración de palabras clave: Espacio, texto, cultura francesa, literatura francesa, espacio autobiográfico, espacio femenino, teoría literaria, linguística francesa, lengua francesa, FLE, lengua francesa especializada, espacios multimedia, traducción francesa, Alicante, Ángeles Sirvent, Universidad de Alicante.

Signaturas de referencia: 840.0 (082), 840 (082).

Diseño portada: Gabinete de Imagen y Comunicación Gráfica (Universidad de Alicante) Composición: Buenaletra, S.L. Impresión y encuadernación: Xxxxxxxxxxxxxxx Portada: Eusebio Sempere. La primavera, 1965. Serigrafía. Carpeta Las Cuatro Estaciones.

Reservados todos los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información, ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado —electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, etcétera—, sin el permiso previo de los titulares de la propiedad intelectual.

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

ÍNDICE TOMO I ESPACIOS REALES. ESPACIOS IMAGINARIOS ESPACES RÉELS. ESPACES IMAGINAIRES INTRODUCCIÓN ...............................................................................

29

Ángeles SIRVENT RAMOS

EL YO, ESE PARAJE... LE MOI, CE LIEU-DIT ...............................

33

Javier DEL PRADO BIEZMA

1. LOS ESPACIOS IMAGINARIOS: LA CONSTRUCCIÓN DE UN ESPACIO FEMENINO, ESPACIO AUTOBIOGRÁFICO, ETC. LES ESPACES IMAGINAIRES: LA CONSTRUCTION D’UN ESPACE FÉMININ, ESPACE AUTOBIOGRAPHIQUE, ETC. ..............................................................................................

55

LE DÉPAYSEMENT (OU LE NON-ESPACE) CHEZ DURAS ......................

57

Emma ÁLVAREZ PRENDES

L’ESPACE IMAGINAIRE DE L’AMOUR LESBIEN DANS L’ŒUVRE POÉTIQUE DE R. VIVIEN ...........................................................................

69

Claude BENOÎT MORINIÈRE

EL DISCURSO LITERARIO EN LA OBRA DE PATRICK MODIANO ...........

81

Juan Pablo BORDA LAPÉBIE

MUJERES MAXIMALISTAS ................................................................

95

Rosa DE DIEGO MARTÍNEZ - Lydia VÁZQUEZ MOLINA

ET S’IL Y AVAIT ENCORE UN VENTRE? L’ART DE GRANDIR DE CLAUDE DARBELLAY ......................................................................

105

M.ª Carmen GARCÍA CELA

MARGUERITE YOURCENAR OU LE REFOULEMENT DU FÉMININ ..........

119

Manuela LEDESMA PEDRAZ

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

8

Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

EL ESPACIO FEMENINO EN LOS CUENTOS DE DIDEROT ......................

137

M.ª Ángeles LLORCA TONDA

EL DISCURSO LÉSBICO DE RENÉE VIVIEN EN UNE FEMME M’APPARUT COMO SUBVERSIÓN DEL DISCURSO PATRIARCAL ...............................

147

María Dolores MARTÍNEZ MUÑOZ

LES ESPACES DE L’EXIL ...................................................................

155

M.ª Carmen MOLINA ROMERO

UNIVERSO

REAL, UNIVERSO IMAGINARIO, ESPACIO REAL,

IMAGINARIO:

ESPACIO

COLETTE, SIDO Y LA MAISON DE CLAUDINE .................

169

María Teresa MUÑOZ ZIELINSKI

TROIS FEMMES HORS QUATRE MURS, TROIS FEMMES EN QUÊTE D’HISTOIRE. UNE LECTURE DE CLAIRE LACOMBE, BERTY ALBRECHT ET CHARLOTTE DE MICHÈLE FABIEN ....................................................

179

Dominique NINANNE

L’ESPACE ET LES MOTS DANS L’IMAGINAIRE MERNISSIEN ..................

199

Antonia PAGÁN LÓPEZ

LAS

MUJERES EN EL ESPACIO VELADO DE LA ESCRITURA.

UNA REALIDAD «INVOLUNTARIA» ............................................................

217

Amelia PERAL CRESPO

EL

DIÁLOGO EN LA CARTA: UNA CLÁUSULA DEL PACTO PARA LA

......................................

227

EL BOSQUE Y EL IMAGINARIO FEMENINO MEDIEVAL .........................

237

CONSTRUCCIÓN DE UN ESPACIO EPISTOLAR

María del Pilar SAIZ CERREDA

M.ª Jesús SALINERO CASCANTE

LOS ESPACIOS DEL DOLOR EN LAS NOVELAS DE JEAN BRULLER (VERCORS) .....................................................................................

257

Cristina SOLÉ CASTELLS

LE DIFFICILE ESPACE DU MOI DANS BELLE DU SEIGNEUR, D’ALBERT COHEN ............................................................................................ Carlota VICENS PUJOL

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269

9

Índice

2. ALICANTE EN LA LITERATURA Y LA CULTURA FRANCESAS. ALICANTE DANS LA LITTÉRATURE ET LA CULTURE FRANÇAISES ................................................................... DEL POR

LENGUAJE Y OTROS TESTIMONIOS.

ALICANTE Y SU PROVINCIA

DOS VIAJEROS FRANCESES .......................................................

283

285

M.ª Dolores ESPINOSA SANSANO

VALERY LARBAUD EN ALICANTE. ALICANTE EN VALERY LARBAUD ...

297

Ángeles SIRVENT RAMOS

ALICANTE DE JACQUES PRÉVERT ......................................................

317

Pere SOLÀ SOLÉ

PIERRE PARIS Y FRANÇOIS PIETRI: EL VIAJE DE IDA Y VUELTA DE LA DAMA DE ELCHE ............................................................................

331

Emilio SOLER PASCUAL

3. EL ESPACIO EN LAS LITERATURAS FRANCÓFONAS. L’ESPACE DANS LES LITTÉRATURES FRANCOPHONES ..

347

LA TRAVERSÉE DE L’ESPACE: LÉON L’AFRICAIN D’AMIN MAALOUF ..

349

María Ángeles CAAMAÑO PIÑEIRO

ESCRITURAS DEL YO Y ESPACIO LITERARIO ......................................

361

Elena CUASANTE FERNÁNDEZ

ESPACIOS ESCÉNICOS Y SIMBOLISMO: PELLÉAS ET MÉLISANDE .........

375

Arturo DELGADO CABRERA

GABRIELLE ROY: PERSONAJES EN BUSCA DE SU ESPACIO ..................

389

Olaya GONZÁLEZ DOPAZO

EL ESPACIO DE LA ESCRITURA EN LOS RELATOS CORTOS DE BÉATRIX BECK ..............................................................................................

399

Pedro PARDO JIMÉNEZ

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

10

Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

DES LIEUX ET DES PAYSAGES DANS LA POÉSIE BELGE DE 1920 À 1960 ...............................................................................................

413

Martine RENOUPREZ

EL ESPACIO NATURAL EN PLUIE ET VENT SUR TÉLUMÉE MIRACLE ......

429

Carmen SERRANO BELMONTE

LA (RE)CONSTRUCTION DE L’ESPACE INTIME DANS LE SCORPION D’ALBERT MEMMI ..........................................................................

437

Ana SOLER PÉREZ - Azucena MACHO VARGAS

ESPACIO,

TEXTO Y CULTURA: LA CIUDAD MUERTA EN LAS RELA-

...............................

449

4. LOS ESPACIOS FRANCÓFONOS. LES ESPACES FRANCOPHONES .......................................................................................

469

LA CIUDAD EN LA ÚLTIMA CANCIÓN FRANCESA ...............................

471

CIONES INTERCULTURALES HISPANOFLAMENCAS

Frederik VERBEKE

Belén ARTUÑEDO GUILLÉN

L’ESPACE DE LA DÉRISION CHEZ JEAN-CLAUDE GERMAIN ...............

487

Michel L. BAREAU

UN

EXPERIMENTO EN LA ENSEÑANZA DE LA CIVILIZACIÓN FRAN-

CÓNA: ESPACIOS Y TIEMPOS ACTUALES A TRAVÉS DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA

(I) ..................................................................................

503

Javier BENITO DE LA FUENTE - Laurence BOUDART

UN

EXPERIMENTO EN LA ENSEÑANZA DE LA CIVILIZACIÓN FRANCÓ-

FONA: ESPACIOS Y TIEMPOS ACTUALES A TRAVÉS DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA

(II) .................................................................................

513

Javier BENITO DE LA FUENTE - Laurence BOUDART

CLAUDE BEAUSOLEIL,

ORIGINES ET TRANSFORMATIONS DANS L’ES-

PACE POÉTIQUE QUÉBÉCOIS

..............................................................

525

Alfonso Rafael BUELVAS-GARAY

UN ESPACE SINGULIER ET CONTROVERSÉ: LES FOURONS .................. Marie-France COLLART

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

541

11

Índice

LOS

ESPACIOS FÍSICOS, HISTÓRICOS Y SIMBÓLICOS DE LA MINORÍA

FRANCÓFONA DE

ONTARIO (CANADÁ) .............................................

553

Bárbara FERNÁNDEZ TAVIEL DE ANDRADE

EL ESPACIO FRANCÓFONO EN ASTURIAS ..........................................

565

Antonio NIEMBRO PRIETO

TOMO II EL ESPACIO EN LA TEORÍA LITERARIA Y LA LITERATURA FRANCESAS L’ESPACE DANS LA THÉORIE LITTÉRAIRE ET LA LITÉRATURE FRANÇAISES 5. CONSTRUCCIÓN Y FUNCIÓN DEL ESPACIO EN LA TEORÍA LITERARIA. CONSTRUCTION ET FONCTION DE L’ESPACE DANS LA THÉORIE LITTÉRAIRE ........................

599

EL CAMBIO PARADIGMÁTICO EN EL INTERTEXTO COMPARATISTA .......

601

Jesús CAMARERO ARRIBAS

LE LANGAGE DE L’ESPACE ET LES LIEUX DU LANGAGE .....................

617

Luis GASTÓN ELDUAYEN

SOUS LA QUESTION DE L’ESPACE ET DU TEXTE, L’IMPENSÉ DE L’ÉCRITURE ...............................................................................................

629

Jean-Gérard LAPACHERIE

6. EL ESPACIO EN LA LITERATURA FRANCESA. L’ESPACE DANS LA LITTÉRATURE FRANÇAISE ..................................

637

EL ESPACIO EN ALGUNAS FIGURAS DE LA MÍSTICA ...........................

639

M.ª Paz ALCALDE ONRUBIA

ESPAÑA: ESPACIO REAL E IMAGINADO .............................................

659

Elena BAYNAT MONREAL

HUGO

L’EUROPÉEN: LA

BELGIQUE COMME ESPACE DE LIBERTÉ ...............................................................................

677

MONDO ET AUTRES HISTOIRES: UN ESPACE DE SYMBOLES ...................

697

ET DE PROGRÈS

André BÉNIT Dominique BONNET

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

12

Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

ESPACIALIDAD SIMBÓLICA EN UN AMOUR DE PÈRE ...........................

709

María Dolores BURDEUS PÉREZ

LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO EN LA CITÉ DORMANTE DE MARCEL SCHWOB ...........................................................................

721

Nuria CABELLO ANDRÉS

DEL ESPACIO NARRATIVO Y DEL ESPACIO DRAMÁTICO EN SAMUEL BECKETT: DE MERCIER ET CAMIER À EN ATTENDANT GODOT ...........

731

Lourdes CARRIEDO LÓPEZ

EL ESPACIO EVANESCENTE EN GARGANTUA Y PANTAGRUEL DE RABELAIS .......................................................................................

747

Beatriz COCA MÉNDEZ

ESPACES DE LA MODERNITÉ ET DOUCEUR DE VIVRE .........................

761

M.ª Isabel CORBÍ SÁEZ

UN IMAGINAIRE MARIN DANS L’ŒUVRE DE MARIE DARRIEUSSECQ ..

775

Adela CORTIJO TALAVERA

L’ESPACE DANS L’ŒUVRE DE DIWO .................................................

791

Carmen CUÉLLAR SERRANO - Concha PARRA GALLARDO

LA INSULARIDAD COMO ESPACIO DE MUERTE EN UN HOMME OBSCUR MARGUERITE YOURCENAR .........................................................

DE

811

Miguel Ángel DÍAZ MARTÍNEZ-FALERO

LA FORMACIÓN DE LA IMAGEN DE LA GRECIA ANTIGUA: GEÓGRAFOS Y VIAJEROS EN LA FRANCIA DEL SIGLO DE LAS LUCES ......................

829

Gloria DÍEZ ABAD

ESPACIO RELIGIOSO Y ESPACIO NATURAL EN LA FAUTE DE L’ABBÉ MOURET ..............................................................................

849

Víctor Daniel DOMÍNGUEZ LUCENA

ITINERARIO REVERSIBLE, CENDRARS-APOLLINAIRE: ESCRITURA DEL ........................................................

ESPACIO EN EL TEXTO POÉTICO

861

José María FERNÁNDEZ CARDO

L’ESPACE DE L’AMOUR EN DEHORS DU MARIAGE OU LE PROBLÈME DE L’ADULTÈRE CHEZ CHRÉTIEN DE TROYES: CLIGÈS PAR RAPPORT AU TRISTAN ........................................................................................... Ramón GARCÍA PRADAS

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875

13

Índice

JULES VERNE OU LA TENTATION DE L’INACHÈVEMENT .....................

897

Francisco GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

LA

CIUDAD: ESPACIO REAL, ESPACIO SOÑADO.

EN LA NARRATIVA DE

EL ESPACIO URBANO ANDRÉ PIEYRE DE MANDIARGUES .................

913

Inmaculada ILLANES ORTEGA

LES

LES AMOURS DU CHEVALIER DE FAUBLAS DE LOUVET DE COUVRAY ............................ ESPACES PRIVÉS ET LES OBJETS DANS

929

Juan JIMÉNEZ SALCEDO

LE BLASON, ESPACE FÉMININ DANS QUELQUES POÉSIES BAROQUES ET ...................................................................................

MANIÉRISTES

943

Yolanda JOVER SILVESTRE

LA DIMENSIÓN ESPACIAL DE LA MUERTE EN HUGUES CAPET ............

961

José Miguel LAMALFA DÍAZ

POINT DE LENDEMAIN DE VIVAN DENON: ANALYSE DE L’ESPACE ......

971

M.ª Ángeles LENCE GUILABERT

DE LA CLAUSTROPHOBIE D’OCTAVE À LA CLAUSTROPHILIE DE FABRICE: UN PARCOURS STENDHALIEN ............................................

985

Françoise LENOIR JAMELOT

LA POÉSIE FRANÇAISE CONTEMPORAINE ET L’ESPACE ....................... 1004 Daniel LEUWERS

EL ESPACIO Y LA MIRADA O EL HOMBRE COMO ESPEJO DEL UNIVERSO EN BALZAC Y EN BAUDELAIRE: L’IMMENSITÉ INTIME ....................... 1023 María Teresa LOZANO SAMPEDRO

L’ESPACE DES POÈTES LATINS DANS L’OLIVE DE DU BELLAY ........... 1029 Jerónimo MARTÍNEZ CUADRADO

PARÍS EN DOS RELATOS CORTOS DE BALZAC: MELMOTH RÉCONCILIÉ Y UN ÉPISODE SOUS LA TERREUR ..................................................... 1047 Pedro Salvador MÉNDEZ ROBLES

L’ESPACE DANS LES FARCES FRANÇAISES DU MOYEN ÂGE ............... 1063 M.ª del Pilar MENDOZA RAMOS

LE

POÈTE QUI VA, L’ÉCRITURE QUI VA.

PLUIE FINE DE JEAN-MICHEL

À PROPOS DE CHUTES DE MAULPOIX ......................................... 1073

Evelio MIÑANO MARTÍNEZ

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

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Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

EL RELATO BREVE EN LA PRENSA PERIÓDICA DEL SIGLO XIX: LA REVUE FANTAISISTE ..................................................................... 1089 Concepción PALACIOS BERNAL

ESTUDIO DE UN ESPACIO MARGERITIANO: LA ISLA ........................... 1103 Ana María PÉREZ LACARTA

ESPACES ONIRIQUES DANS L’ŒUVRE PANIQUE DE ROLAND TOPOR OU DE L’INSERTION DU FANTASTIQUE DANS LE QUOTIDIEN ..................... 1119 Domingo PUJANTE GONZÁLEZ

EL ESPACIO DEL VIAJE EN EUGÈNE LABICHE ................................... 1139 Ignacio RAMOS GAY

CUANDO EL ESPACIO SE LLENA DE COLORES: LOS PAISAJES DE GAUTIER ......................................................................................... 1159 María Victoria RODRÍGUEZ NAVARRO

À TRAVERS LES ÎLES CAMUSIENNES DE LA MÉDITERRANÉE .............. 1175 Hélène RUFAT PERELLÓ

LE

DISCOURS DUBITATIF: ESPACE D’ACCUSATION ET DE DÉNONCIA-

TION

............................................................................................... 1187

Catalina SAGARRA

ESPACIO Y VOZ DEL AUTOR EN LAS PROSIFICACIONES DE FINALES DE LA EDAD MEDIA ............................................................................. 1197 M.ª Jesús SALILLAS PARICIO

ESPACIO

AÉREO Y ESPACIO TERRESTRE, LUGARES DE PROYECCIÓN

INTERIOR

......................................................................................... 1209

Ángeles SÁNCHEZ HERNÁNDEZ

EL RELATO EN VERSO COMO ESPACIO PARA LO BURLESCO: LE ROI DE FOULE-POINTE DE JACQUES CAZOTTE ............................................. 1223 Alfonso SAURA SÁNCHEZ

EL ENTORNO EN LA OBRA DE ROBERT PINGET ................................. 1235 Elena SUÁREZ SÁNCHEZ

VIAJEROS FRANCESES EN LA ESPAÑA DEL XVIII: LOS ESPACIOS DEL ..................................................................... 1251

ENCUENTRO AMOROSO

Inmaculada TAMARIT VALLÉS

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Índice

L’ESPACE DE LA FAUTE ET DE LA PRIÈRE DANS L’ŒUVRE POÉTIQUE PIERRE JEAN JOUVE ................................................................... 1269

DE

Ilda TOMAS

LA VIVENCIA DEL COSMOS EN GUY DE MAUPASSANT ...................... 1283 Isabel VELOSO SANTAMARÍA

LA IMPORTANCIA FUNCIONAL DE LA ESPACIALIDAD EN LE FAUSSAIRE BLANZAT .......................................................................... 1299

DE JEAN

Joan VERDEGAL CEREZO

UN ESPACIO FANTÁSTICO EN RABELAIS: EL CAPÍTULO 32 DEL PANTAGRUEL .................................................................................... 1317 Alicia YLLERA FERNÁNDEZ

TOMO III EL ESPACIO EN LA LINGÜÍSTICA Y LA TRADUCCIÓN FRANCESAS L’ESPACE DANS LA LINGUISTIQUE ET LA TRADUCTION FRANÇAISES ESPACE ET TEXTE: PANORAMA HISTORIQUE ET CONTEMPORAIN DES LANGUES ........................................................... 1347 André CLAS

7. LA EXPRESIÓN DEL ESPACIO EN EL FLE. L’EXPRESSION DE L’ESPACE EN FLE ............................................................... 1369 ESTRUCTURAS LOCATIVAS EN FLE: INTERPRETACIONES SEMÁNTICAS . 1371 Rosa M.ª ALONSO DÍAZ - Carlos MORIYÓN MOJICA

EL

FLE: PROBLEMAS DE ................................................................................... 1389

USO DE LAS PREPOSICIONES DE LUGAR EN

APRENDIZAJE

Maud BENETEAU - Silvia VALDESPINO

L’IMAGINAIRE ET LA CONSTRUCTION D’UN ESPACE NARRATIF EN FLE ............................................................................................... 1403 Javier DE AGUSTÍN GRIJALBO

L’ESPACE RÉSERVÉ À LA PHRASÉOLOGIE DANS LA DIDACTIQUE DU FLE ............................................................................................... 1421 M.ª Isabel GONZÁLEZ REY

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Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

ESPACE

THÉÂTRAL ET REPRÉSENTATION CULTURELLE: JOUER LA

LANGUE ET LA CULTURE FRANÇAISES

.............................................. 1441

Cécile VILVANDRE DE SOUSA

8. EL ESPACIO EN LA LINGÜÍSTICA. L’ESPACE DANS LA LINGUISTIQUE ........................................................................... 1455 RIQUEZA SEMÁNTICA DE LOS NOMBRES DE LOS ESPACIOS URBANOS . 1457 Anna-Maria CORREDOR PLAJA

LA PRÉSUPPOSITION COMME ESPACE MENTAL ................................... 1469 Mónica DJIAN CHARBIT - Javier VICENTE PÉREZ

EL

ESPACIO (DISCURSIVO) DEL OTRO EN LA LENGUA

CIACIÓN

/ EN LA ENUN.......................................................................................... 1481

María Luisa DONAIRE FERNÁNDEZ

ESPACES GÉOGRAPHIQUES / ESPACES MÉTAPHORIQUES: DU TEXTUEL À L’ICONIQUE DANS LA CONSTRUCTION DU SENS .............................. 1495 Mercedes FERNÁNDEZ MENÉNDEZ - María del Mar DÍAZ

EL ESPACIO DE LA ACCIÓN COMO ELEMENTO ESTRUCTURANTE DE LA DIMENSIÓN TEMÁTICA Y COMPOSICIONAL EN EL TEXTO DE UN FAIT DIVERS DE LA PRENSA FRANCESA

..................................................... 1513

Juan HERRERO CECILIA

EL

ESPACIO DISCURSIVO EN CUATRO GRAMÁTICAS ESPAÑOLAS PARA

FRANCESES DE LA ÉPOCA MODERNA

................................................ 1527

María Elena JIMÉNEZ DOMINGO

L’ESPACE BLANC, AU CARREFOUR PLURIDISCIPLINAIRE DE L’ÉCRITURE ............................................................................................... 1543 Elena LLAMAS POMBO

ÉTUDE DE LA RELATION ESPACE-TEMPS: LE CAS DE «PUIS»/«PUES» . 1559 Noelia MICÓ ROMERO

SEMÁNTICA, SINTAXIS Y PRAGMÁTICA DEL ESPACIO EN LAS LENGUAS ....................................................................................... 1571

DE SIGNOS

Carlos MORIYÓN MOJICA - Silvia VALDESPINO NÚÑEZ

L’ÉLABORATION D’UN ESPACE PERSONNEL PAR L’EMPLOI DES PRÉPOSITIONS ........................................................................................... 1591 Guilhem NARO ROUQUETTE

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Índice

DEUX MARQUEURS REVISITÉS: LE CAS DE «ALORS» ET DE ..«DONC» DANS L’ESPACE DISCURSIF ............................................................... 1603 M.ª Amparo OLIVARES PARDO

UN ANTIGUO ESPACIO: LA EVIDENCIA .............................................. 1623 José PÉREZ CANALES

DEIXIS

ESPACIAL Y LOCALIZACIÓN EN EL DISCURSO PUBLICITARIO

TURÍSTICO

....................................................................................... 1643

María Luisa PIÑEIRO MACEIRAS

CONSTRUCCIÓN

DE UN ESPACIO TEXTUAL: LOS CONECTORES DE

REFORMULACIÓN PARAFRÁSTICA

..................................................... 1653

M.ª Jesús SALÓ GALÁN

9. LA TRADUCCIÓN DEL ESPACIO. LA TRADUCTION DE L’ESPACE...................................................................................... 1673 EL ESPACIO AUTOBIOGRÁFICO EN TRADUCCIÓN LITERARIA ............... 1675 Natalia ARREGUI BARRAGÁN

EL ESPACIO

SOCIAL DE LA MUJER EN LA LITERATURA TROVADO-

RESCA Y SU TRADUCCIÓN

................................................................ 1693

M.ª Pilar BLANCO GARCÍA

L’ESPACE DANS LA PHRASÉOLOGIE : ANALYSE CONTRASTIVE FRANÇAIS-ESPAGNOL ............................................................................... 1707 M.ª Paz CUBILLA ARRANZ - Ascensión SIERRA SORIANO Miguel TOLOSA IGUALADA

LES

TRADUCTIONS ET LES LIVRES FRANÇAIS POUR LA JEUNESSE AU

XIXe SIÈCLE EN ESPAGNE. LE CATALOGUE DE MALLEN & SALVÁ (VALENCIA, 1819) ............................................................... 1725

DÉBUT DU

Brigitte LÉPINETTE

CONTRIBUTION

À L’ÉTUDE DES NOMS COMPLEXES DU TRANSPORT

DANS A LEXICOGRAPHIE BILINGUE

FRANÇAIS-ESPAGNOL ................. 1745

Mireia LÓPEZ SIMÓ

TRES

ABDELLATIF LAÂBI: UNA PROPUESTA ................................................................ 1757

POEMAS INSULARES DE

DE TRADUCCIÓN POÉTICA

José M. OLIVER FRADE - Clara CURELL AGUILÀ

LA TRADUCCIÓN DEL ESPACIO DENOMINATIVO DE LA FONTAINE ...... 1769 M.ª Rosario OZAETA GÁLVEZ

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Espacio y texto en la cultura francesa / Espace et texte dans la culture française

LOS PROBLEMAS DE LA TRADUCCIÓN DEL ESPACIO EN LAS VERSIONES AL ESPAÑOL DE LAS OBRAS DE PATRICK MODIANO ........................... 1785 Norma RIBELLES HELLÍN

EL

ESPACIO EN LAS PAREMIAS FRANCESAS Y SU TRADUCCIÓN ESPA-

ÑOLA

.............................................................................................. 1799

Julia SEVILLA MUÑOZ

10. EL ESPACIO EN LAS LENGUAS ESPECIALIZADAS. L’ESPACE DANS LES LANGUES DE SPÉCIALITÉ ....................... 1811 : PASSÉ ET PRÉSENT DE LEUR LEXIQUE .......................................................................................... 1813

LES

ESPACES DE LA RESTAURATION

Marina ARAGÓN COBO

EL ESPACIO DE INTERNET EN LOS TEXTOS ESPECIALIZADOS: ESTUDIO COMPARATIVO FRANCÉS-ESPAÑOL SOBRE EL USO DE LOS ANGLICISMOS EN DICHO ÁMBITO ............................................................... 1831 Mercedes EURRUTIA CAVERO

L’ESPACE VIRTUEL DE LA CLASSE EN FRANÇAIS LANGUE DE SPÉCIALITÉ ..................................................................................... 1849 Brisa GÓMEZ ÁNGEL

EL DICCIONARIO EN LA ENSEÑANZA DEL FRANCÉS PARA FINES ESPECÍFICOS ........................................................................................... 1859 Mercedes LÓPEZ SANTIAGO

LE

FRANÇAIS COMME LANGUE SPÉCIFIQUE: LE FRANÇAIS DU TOU-

RISME

............................................................................................. 1869

Natalia MACIÁ ESPADAS

11. LOS ESPACIOS MULTIMEDIA. LES ESPACES MULTIMÉDIA .......................................................................................... 1879 L’INTERNET COMME ESPACE POUR LA DÉFENSE ET LA PROMOTION DE LA LANGUE FRANÇAISE ................................................................... 1881 Mireia CAROL GRES

DE L’ESPACE LITTÉRAIRE À L’ESPACE FILMIQUE. LA BELLE ET LA BÊTE ............................................................................................... 1893 Rafael RUIZ ÁLVAREZ

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Índice

ESPACIOS VIRTUALES PARA EL APRENDIZAJE DEL FRANCÉS ............... 1909 Mercedes SANZ GIL

LES

ESPACES DE LA MÉDIOLOGIE ET LES NOUVEAUX ENJEUX DE LA

ÉDIATION.

LA MÉTAPHORE DU VOYAGE DANS LE PROJET SMAIL ..... 1925

M.ª Luisa VILLANUEVA ALFONSO

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ESPACIO, TEXTO Y CULTURA: LA CIUDAD MUERTA EN LAS RELACIONES INTERCULTURALES HISPANOFLAMENCAS FREDERIK VERBEKE1 Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea

El trabajo al que se enfrenta el intelectual de la cultura es por tanto no el aceptar la política de la identidad como algo dado, sino el mostrar cómo todas las representaciones son construidas, para qué fin, por quién, y con qué componentes. (Edward W. Said, Cultura e Imperialismo)

Uno de los movimientos literarios y artísticos más transnacionales y cosmopolitas de las literaturas europeas en torno a 1900 fue el simbolismo. Su transferencia de un sistema a otro conllevaba a menudo importantes transformaciones locales2. Cada sistema literario lo adaptaba a su gusto dándole su «couleur locale». La literatura francófona de Bélgica encontró en los paradigmas espaciales un elemento clave para diferenciar su poética simbolista con respecto al centro parisino. Según Donald F. Friedman, el simbolismo belga fue sobre todo una poética del espacio y su esencia estaría en el uso de una alucinación literaria fruto de una deformación subjetiva de la rea-

1 Becario predoctoral del Gobierno Vasco. Correo electrónico: frederikverbeke@ teleline.es 2 Cf. BALAKIAN, A. (ed.), The Symbolist Movement in the Literature of European Languages, Budapest, Akadémiai Kiadó, 1984, p. 9 y ROMERO LÓPEZ, D., Una relectura del «Fin de Siglo» en el marco de la literatura comparada: teoría y praxis, Bern, Peter Lang, «Perspectivas Hispánicas», 1998, p. 57.

Ángeles Sirvent Ramos (ed), Espacio y texto en la cultura francesa, Alicante, 2005

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Frederik Verbeke

lidad concreta y objetiva, una transformación ambigua de lo conocido3. Mucho más que los simbolistas franceses, los poetas belgas solían recurrir a un imaginario concreto y, sobre todo, a paradigmas espaciales reales y reconocibles, como las ciudades históricas de Flandes, que una transformación subjetiva convertía en el espacio interior de una experiencia poética. Este uso de los espacios geográficos dio lugar a una poética de extrañamiento y alucinación. Belgian Symbolism comprises a poetics of strangeness precisely because of being rooted, much more so than French Symbolism, in a cult of objects and in a spirit of geographic place. Rather than the endless palaces and artificial landscapes evoked by the French côterie, the strongest of the Belgian poets sought the dream-like aspects of their own northern environment in order to demonstrate the subtle influence of atmosphere upon those who absorb it, a carefully modulated environmental determinism permitting poetic imbrications of place and psychic response to it4.

Las ciudades flamencas cumplían además una función importante en la auto-conceptualización de una identidad nacional y literaria. De hecho, a partir del 1880 los principales escritores del sistema literario belga, casi todos nacidos en Flandes, querían diferenciarse del sistema francés, con él que compartían la misma lengua, recurriendo al patrimonio cultural flamenco. La cultura flamenca o, mejor dicho, «une certaine représentation de la culture flamande et des valeurs dont elle serait le vecteur»5 cumplió un papel esencial en la construcción de un repertorio literario francófono y sirvió de contrapeso a la influencia de la literatura francesa6.

3 «The lasting achievement of the Belgian Symbolists was the practice of literary hallucination based on subjective deformation of concrete, objective reality […], FRIEDMAN, D.F., «Belgian Symbolist Poetry: Regionalism and Cosmopolitanism», in TÖTÖSY DE ZEPETNEK, S. - DIMIC, M.V. - SYWENKY, I. (eds.), Comparative Literature Now / La Littérature comparée à l’heure actuelle, Paris, Honoré Champion, 1999, p. 368. 4 Ibid., loc. cit. 5 KLINKENBERG, J.M., «La génération de 1880 et la Flandre» in WEISGERBER, J. (éd.), Les Avantgardes littéraires en Belgique. Au confluent des arts et des langues (18801950), Bruxelles, Labor, «Archives du Futur», 1991, p. 103. 6 La génesis y función de ese componente flamenco en las letras francófonas de Bélgica han sido analizado con gran perspicacia por BERG, Ch., «La Fin-de-siècle en Belgique comme Polysystème» in TÖTÖSY DE ZEPETNEK, S. - DIMIC, M.V. SYWENKY, I. (eds.), op. cit., pp. 271-281 y BERG, Ch., «De Frans-Belgische literatuure haar ‘Vlaamse school’ (1830-1880)» in DEPREZ, A. - GOBBERS, W. - WAUTERS, K., Hoofdstukken uit de geschiedenis van de Vlaamse letterkunde in de negentiende eeuw,

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Los escritores simbolistas poetizaron e interiorizaron la realidad flamenca, especialmente los espacios geográficos. Así Georges Rodenbach (1855-1898) transformó las ciudades flamencas en ciudades muertas. En la famosa novela, Bruges-la-Morte (1892), la ciudad se presenta como un personaje cuyo estado de ánimo se transmite, contagia: «la Ville comme un personnage essentiel, associé aux états d’âme, qui conseille, dissuade, détermine à agir»7. Entre el hombre y la ciudad se establece una relación de correspondencia. Mezcla de lo real y lo imaginario, la ciudad muerta representa el estado simbólico del no-ser. Es un espacio marcado por calles tortuosas, oscuras, dominadas por el silencio y la soledad, en el que el protagonista deambula y se pierde en las alucinaciones, transformando la realidad que le rodea. Es un espacio de la aniquilación donde la conciencia y la realidad se escinden, se disuelven, un espacio que ya no es la vida y aún no es la muerte. Publicada en París y alabada con entusiasmo, entre otros por Mallarmé, la novela de Rodenbach contribuyó considerablemente al éxito y la difusión del topos de la ciudad muerta en las letras europeas8. Si los simbolistas como Rodenbach, Verhaeren y Maeterlinck consiguieron la gloria literaria en París, fue en parte porque su poética sintonizaba con la exitosa filosofía de Schopenhauer y su idea que el mundo que creemos observar no es más que el resultado de nuestra representación. Gracias a su patrimonio cultural, los escritores flamencos estaban muy cerca de ese mundo místico, tal y como indica Vic Nachtergaele: Les Primitifs flamands Memling, Van Eyck, Van der Weyden, et les auteurs mystiques Ruusbroeck, Thomas a Kempis et Hildegard von Bingen n’ontils pas exprimé à merveille cette sensibilité à l’au-delà des apparences? Le réalisme magique semble bien l’un des apanages les plus constants à travers l’histoire culturelle septentrionale. Rien d’étonnant alors à ce que nos auteurs flamands aient pu saisir la balle du «symbolisme» au bond et que leurs confrères français aient reconnu en eux leurs maîtres9. t. 2, Gent, Koninklijke Academie voor Nederlandse Taal- en Letterkunde, 2001, pp. 89-132 y por KLINKENBERG, J. M., op. cit. 7 RODENBACH, G., Œuvre complète, t.1: œuvres en prose, Bruxelles, Le Cri, 2000, p. 91. 8 Para referencias sobre las repercusiones internacionales de la ciudad muerta, véase FRIEDMAN, D.F., The Symbolist Dead City: A Landscape of Poesis, Nueva York, Garland, 1992 y HINTERHÄUSER, H., Fin de Siglo: Figuras y Mitos, trad. María Teresa Martínez, Madrid, Taurus, «Persiles», 120, 1998. 9 NACHTERGAELE, V., «Les dessous parisiens d’un flirt franco-flamand» in Septentrion. Arts, lettres et culture de Flandre et des Pays-Bas, XXXII, nº 1, 2003, p. 79.

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Si la ciudad muerta y la combinación de misticismo y realismo dieron al simbolismo belga su tinte propio, es decir, le permitieron diferenciarse del simbolismo francés, la literatura hispana en torno a 1900 adaptó una estrategia muy parecida. En vez de evocar a los místicos flamencos, evocaron a Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz10, Loyola o El Greco, mientras que Toledo se convirtió en la ciudad muerta por excelencia de «la España de los estigmas»11. El misticismo y las ciudades muertas de Castilla jugaron un papel central en la producción literaria y artística de los «noventayochistas», en la modernización del repertorio literario en lengua castellana y en los mitos españolistas que sirvieron a la (re)construcción de una identidad nacional12. Así que, tanto el sistema belga como español recurrieron en el fin de siglo al misticismo y a los paradigmas espaciales13 de su patrimonio cultural para construir y/o innovar su repertorio literario y su identidad nacional. En su espléndido ensayo sobre la creación de las identidades nacionales, Anne-Marie Thiesse observa que «rien de plus international que la formation des identités nationales»14. Podríamos aplicar la misma paradoja a la formación de los repertorios e identidades culturales. El paralelismo en la función de los paradigmas espaciales, especialmente la ciudad muerta, en las literaturas finiseculares de Bélgica y de la Península nos podría llevar a construir una red intertextual o lo que Jesús Camarero suele llamar una «Travesía Temática Comparada»15. En la presente comunicación os quisiera invitar no sólo a participar en una lectura intertextual o intercultural, sino también a descubrir cómo gran parte de esa 10 «[…] les Symbolisme belge et espagnol […] se construisent tous deux en intégrant une dimension mystique originaire et fondatrice. De manière schématique, nous aurions d’une part le Symbolisme belge et Ruysbroeck; d’autre part, les Symbolistes espagnols avec Saint Jean de la Croix et Sainte Thérèse d’Avila». VAUTHIER, B., «Réception et influence du premier théâtre de Maeterlinck: de Barcelone à Madrid» in Annales de la Fondation Maurice Maeterlinck XXXII. Le second Maeterlinck, 2001, pp. 153-154. 11 Cf., CALVO CARILLA, J.L., La cara oculta del 98. Místicos e intelectuales en la España del fin de siglo (1895-1902), Madrid, Cátedra, «Crítica y Estudios Literarios», 1998. 12 Cf., VARELA, J., La novela de España. Los intelectuales y el problema español, Madrid, Taurus, «Pensamiento», 1999. 13 No me refiero sólo a las ciudades muertas, sino también a otras referencias geográficas y espaciales. Piénsase, por ejemplo, en la función del paisaje en la creación del mito de Castilla, ibid., pp.153-176. 14 THIESSE, A.M., La création des identités nationales. Europe XVIIIe-XXe siècle, Paris, Seuil, «Points Histoire», nº 296, 2001, p. 11. 15 Cf., CAMARERO ARRIBAS, J., «Comparatismo y teoría literaria» in Anthropos, nº 196, 2002, pp. 127-137, donde el autor propone una Ciencia Literaria sintética y ofrece un marco teórico y metodológico que permite unir los distintos paradigmas de los estudios comparatistas.

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red de re-escrituras ha sido consecuencia de unas transferencias interculturales concretas. Veremos también cómo algunos protagonistas del sistema receptor interpretaron esa transferencia convirtiendo la interculturalidad en autoreferencialidad. El éxito de la ciudad muerta y su difusión internacional se explican en gran parte por la positiva recepción en París, (todavía) centro del polisistema europeo, donde las culturas germánicas y la filosofía de Schopenhauer estaban interfiriendo en la producción literaria. Esa mediación parisina influyó también la importación del simbolismo belga en el sistema peninsular. Los principales autores flamencos que suscitaron la admiración en los círculos hispanos —Rodenbach, Verhaeren y Maeterlinck— habían conquistado antes el gusto de los simbolistas franceses16. Los (escasos) estudios sobre la transferencia de la ciudad muerta en las relaciones intersistémicas hispanoflamencas suelen privilegiar el éxito de Bruges-la-Morte de Georges Rodenbach, afirmando lo observado por Hinterhäuser: «Rodenbach desató con su «Brujas muerta», una moda literaria de gran extensión en torno a Brujas y otras ciudades muertas»17. Rodenbach apasionó a los escritores españoles del Fin de Siglo18. Sus obras no faltaban, por ejemplo, en la biblioteca privada de Pío Baroja, y en La Quimera (1905) de Emilia Pardo Bazán podemos leer lo siguiente: «Y en este hermandad de deseos llegamos a Brujas la Muerta… No tenga usted miedo de que le coloque la descripción; ya sé que está usted al corriente, que ha leído a Rodenbach»19. No obstante, cabe subrayar también la importante función intermediaria del pintor Darío de Regoyos (1857-1913). Después de numerosas y largas estancias en Bélgica y después de haberse convertido en uno de los protagonistas de los círculos vanguardistas bruselenses, volvió al País Vasco donde importaría y promovería las últimas tendencias artísticas. Sus transferencias interculturales no se limitaron a lo artístico. Regoyos importó también obras literarias, especialmente los poemarios de Émile Verhaeren (1855-1916), que se leerían con admiración en los círculos literarios y artísticos de 16 «El simbolismo llega a las literaturas periféricas europeas una vez que ha sido reconocido y canonizado en el sistema francés». ROMERO LÓPEZ, D., op. cit., p. 85. 17 HINTERHÄUSER, H., op. cit., p. 60. 18 Uno de los escasos estudios sobre la ciudad muerta y el simbolismo belga en la literatura española es el espléndido ensayo de LOZANO MARCO, M.A., Imágenes del pesimismo. Literatura y arte en España. 1898-1930, Alicante, Universidad de Alicante, 2000. 19 PARDO BAZÁN, E. La Quimera, ed. Marina Mayoral, Madrid, Cátedra, «Letras Hiapánicas», nº 336, 1991, p. 483.

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Bilbao20. Además, tradujo al castellano unos artículos que Verhaeren había publicado bajo el título Impressions d’artiste a raíz de un viaje por la Península, realizado en compañía de Regoyos. Publicada con el título España negra, esa traducción contribuyó a la importación y difusión del topos simbolista de la ciudad muerta en las letras hispanas. El caso de Regoyos y su importación de la obra de Verhaeren ilustra lo que Dolores Romero López ha demostrado con un estudio sobre Francis Jammes: «[…] a veces, son los considerados intermediarios de segundo orden los que, al haber elaborado modelos más asimilables, poseen mayor capacidad de influencia […]»21. Si los cuatro artículos originales fueron publicados en la revista bruselense L’Art Moderne el mismo año en que Verhaeren y Regoyos habían realizado el viaje (1888), la traducción se realizó un decenio más tarde. En 1898 se publicó primero una parte en la revista barcelonesa Luz, luego al año siguiente se editó en Barcelona y en formato de libro la versión integral de la traducción. De una versión a otra se introdujo un importante cambio en el paratexto: mientras la revista presentó a Verhaeren como autor y a Regoyos como traductor e ilustrador, en la edición del libro ambos figuran al mismo nivel, como autores del texto. Años más tarde, en una re-edición del 1924, Regoyos aparecerá como el autor y el título se transformará en: La España Negra de Verhaeren. De traducción a «original», pasando por un estadio intermedio, los cambios paratextuales se deben al hecho de que Regoyos hizo mucho más que traducir literalmente: redujo, eliminó y añadió fragmentos a tal punto que el texto se convirtió en una mezcla de (pseudo-)traducción y (pseudo-)original. La España negra fue presentada primero como una traducción no sólo porqué gran parte lo era, sino también porqué así se pudo introducir más fácilmente la innovación literaria y estética que conllevaba. La estrategia de Regoyos recuerda lo que Toury y Even-Zohar observan acerca de las (pseudo-)traducciones: From the point of view of cultural evolution, the most significant aspect of the production and distribution of texts as if they were translations is the fact that this constitutes a convenient way of introducing novelties into a culture. In fact, it has often been one of the only ways open to a writer to do so without arousing too much antagonism, especially in cultures reluc-

20 Véase la comunicación «Traduction et interculturalité: Émile Verhaeren au Pays Basque» que presenté en el Coloquio Internacional L’Autre et Soi-même, celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid, en febrero de 2003. 21 ROMERO LÓPEZ, D., op. cit., p. 85.

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tant to deviate from sanctioned models and norms. Having normally been regarded as a secondary mode of text-generation, in terms of cultural organization (Even-Zohar), there can be no wonder that deviations occurring in texts which are culturally acknowledged as translations often meet with much greater tolerance […]22.

A través de la España negra Regoyos introdujo en el sistema literario peninsular la poética del simbolismo belga y, sobre todo, la poética verhaereniana. Traduciendo las Impressions d’artiste, Regoyos transfirió un Verhaeren relativamente atípico en el panorama europeo. La mayoría de los intermediarios, casi todos de la siguiente generación, optaron por transferir la poesía de Les Villes tentaculaires (1895), Les Visages de la vie (1899), Les Forces tumultueuses (1902) o La multiple Splendeur (1906). Regoyos, sin embargo, no sólo perteneció a la misma generación que Verhaeren, sino además optó por la producción literaria anterior23, cuya poética era muy diferente. A pesar de ser unos textos en prosa, las Impressions d’artiste corresponden claramente a lo que Gullentops considera la segunda escritura poética24, la escritura que domina la llamada «trilogie noire» (1888-1891)25 y que se in-scribe en el intertexto decadente del fin de siglo. Se trata de una escritura marcada por un movimiento hacia la nada, el vacío, la aniquilación. En la «trilogie noire», el poeta sufre la escisión de su conciencia y ve que la única manera de superar el dolor es convirtiéndose en el verdugo de sí 22 TOURY, G., Descriptive translation studies and beyond, Amsterdam/Philadelphia, John Benjamins, «Benjamins Translation Library», nº 4, 1995, p. 41. 23 No cabe olvidar que más tarde Regoyos contribuirá también a la difusión y promoción de los poemarios posteriores, los que dieron tanta fama a Verhaeren en Europa. Dado que la presente comunicación se centra en la transferencia intercultural de la ciudad muerta, me limito al caso de la España negra. 24 Cf. GULLENTOPS, D., Poétique de la lecture, Figurativisations et espace tensionnel chez Émile Verhaeren. Bruxelles, VUB Brussels University Press, 2001. El ensayo de David Gullentops ofrece por primera vez un análisis de la entera producción poética de Verhaeren y distingue en total cuatro escrituras. Las características de la poesía verhaereniana parecen también aplicarse a la escritura en prosa, especialmente las notas de viaje. En el Congreso Internacional de Estudios Franceses: La Rioja encrucijada de caminos, celebrado en la Universidad de La Rioja, en mayo 2002, tuve la ocasión de comparar en la comunicación «La Rioja ‘negra’ de Émile Verhaeren y Darío de Regoyos: encrucijada de lecturas» los paralelismos entre la escritura poética de Verhaeren y los textos en prosa escritos a raíz de los viajes por la Península. De los textos del viaje de 1888 a los del viaje de 1901 se aprecia la misma evolución escritural que caracteriza la producción poética. Si los textos del viaje de 1888 reflejan claramente la segunda escritura poética, los del viaje de 1901 corresponden más bien a la cuarta. 25 Compuesto por los tres siguientes poemarios: Les Soirs (1887), Les Débâcles (1888), y Les Flambeaux noirs (1890).

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mismo y poniéndose una corona de espinas26. Al final de la trilogía, en Les Flambeaux noirs, ese movimiento hacia la nada y la autodestrucción llega a su paroxismo y encuentra su última esperanza en la disolución de la razón y el deseo de la locura. La omnipresencia de la muerte, del vacío, y de la aniquilación se refleja también en los paradigmas espacio-temporales, y de manera muy notable en las impresiones de viaje y la España negra. El tiempo dominante es el atardecer y la noche, a caballo entre vida y muerte. Del mismo modo, los espacios son pueblos y ciudades muertas, muertas por su estado ruinoso, y muertas por las escenas fúnebres, decrépitas y sangrientas que tienen lugar en su recinto: procesiones, funerarias, fiestas con canciones tétricas, cementerios, ataúdes, Cristos coronados, etc. En las ciudades muertas la realidad empírica deja de ser sólida y definitiva, se deforma a través de una percepción subjetiva y roza el no-ser. A través de la idea de aniquilación, una relación analógica o correspondencia se instaura entre la configuración espacio-temporal y el poeta y/o narrador-viajero. Mientras Rodenbach representa la ciudad muerta en su lento proceso de decadencia, Verhaeren muestra más bien el resultado de ese proceso: «[…] Rodenbach’s interior landscape takes the form of an autumnal city in the process of failing, mined and wasted by insidious disorders. […] Verhaeren, on the other hand, does not evoke the process of slow wasting, but its result, a barren and desolate city, an urban cadaver drained of animation»27. En vez de inmergirnos en un estado melancólico evocando un pasado glorioso perdido, la ciudad muerta de Verhaeren nos flagela con la crueldad de su estado actual28. Es un espacio moribundo y desintegrado, torturado por un imaginario disonante que selecciona y exagera ciertos aspectos de la realidad hasta convertirla en no-realidad. Es la geografía de una autoconciencia atormentada29. 26 «Sois ton bourreau toi-même; / N’abandonne le soin de te martyriser / À personne, jamais.» VERHAEREN, E., Poésie complète 1: Les Soirs, Les Débâcles, Les Flambeaux noirs, Michel Otten (éd.), Bruxelles, Labor, «Archives du Futur», 1994, p. 105. Se trata del verso que abre el segundo poemario de la trilogía, Les Débâcles, dedicado entre otros a Darío de Regoyos. El tema de la autoflagelación domina este poemario, cuyo último poema, «La Couronne», inicia con: «Et je voudrais aussi ma couronne d’épines», ibid., p. 157. 27 FRIEDMAN, D.F., The Symbolist Dead City..., op. cit., p. 119. 28 Las referencias al pasado en la España negra y las Impressions d’artiste no tratan tanto de evocar un pasado glorioso, sino un pasado inquisitorial y cruel. 29 Traduzco la expresión «a geography of tormented self-consciousness» que Friedman usa en un comentario sobre un poema de la trilogía negra de Verhaeren. FRIEDMAN, D.F., The Symbolist Dead City..., op. cit., p. 121.

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Si la mayoría de los simbolistas belgas aplicaba el topos de la ciudad muerta a las ciudades flamencas, Verhaeren y Regoyos trasladaron con las Impressions d’artiste y la España negra el topos a la geografía peninsular. A pesar de la estrecha similitud entre ambos textos, su producción en dos sistemas literarios distintos conllevó unas diferencias considerables. Las impresiones de Verhaeren se publicaron en el sistema literario belga donde funcionaban como una variante en prosa de su escritura poética. La transferencia de Regoyos debería analizarse desde el sistema receptor30. A través de su traducción, Regoyos quiso interferir en el sistema literario y artístico peninsular, innovar su repertorio cultural. De allí la elección de publicar los primeros capítulos en la revista Luz, una revista que deseaba regenerar el panorama artístico de España mirando precisamente hacia el norte. La traducción de Regoyos no sólo cumplió una función estética: a través de las referencias geográficas peninsulares interfirió también en la construcción de una identidad nacional. «La España negra de Regoyos y Verhaeren […] anticipa toda una manera de ver la realidad nacional»31, una manera de ver pesimista que destacaba la omnipresencia de la muerte y de la decadencia. Curiosamente, esa auto-conceptualización de la identidad cultural se produjo a través de una traducción, es decir desde lo intercultural. Aunque probablemente el origen y modelo de la configuración literaria de la ciudad muerta, según indica Lozano Marco, lo constituyó la obra literaria de Georges Rodenbach, no cabe olvidar la función de Darío de Regoyos y la España negra. A continuación veremos cómo las primeras novelas de Pío Baroja (1872-1956) nos invitan a relacionarlas con la España negra y con la poética verhaereniana. Un año antes de publicar Camino de perfección (1902) Baroja conoció personalmente a Darío de Regoyos. Fue el inicio de una larga amistad que les llevaría a hacer frecuentes viajes juntos en los primeros años del siglo. En sus Memorias, el novelista se identificó con su amigo pintor en muchos aspectos hasta reconocer que: «era lo más próximo a lo que soy yo»32. La lectura de la España negra le llevó a realizar un viaje con Martínez Ruiz a

30 Cf., TOURY, G., op. cit. 31 VARELA, J., op. cit., p. 151. 32 BAROJA, P., Desde la última vuelta del camino. Memorias, t. VII, Madrid, Aguilar, 1949, p. 479.

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Toledo, a finales de 190033. Tanto el viaje como la lectura influyeron la redacción de Camino de perfección34. Las primeras páginas de la novela barojiana podrían leerse como un homenaje a Darío de Regoyos. Fernando Ossorio recuerda en mucho al pintor vasco. Como él, se dedica a la pintura, le encanta El Greco y se queja de que nadie entienda sus obras, obras que vienen expuestas en las salas «donde estaba reunido lo peor de todo, lo peor en concepto del Jurado»35, como si fuera la «Sala del Crimen» o el «Salon des Refusés». Es más, el propio Ossorio se compara con Regoyos: «[…] nadie se ocupa de mi cuadro. Esta gente no entiende nada de nada. No han comprendido a Rusiñol, ni a Zuluaga, ni a Regoyos»36. Veamos ahora cómo Baroja actualizó los paradigmas espaciales de un modo muy parecido a Regoyos y Verhaeren, sin olvidar una importante diferencia con respecto a la España negra. Aunque ambos textos representen las diversas etapas de un viaje, los paradigmas espaciales de la España negra se mantienen casi siempre idénticos: las ciudades visitadas son todas muertas, se diferencian poco entre sí y son intercambiables. El dinamismo del viajar se ve inmovilizado y la actividad perceptiva y gnoseológica de los viajeros confusa. No hay apenas evolución. En Camino de perfección, la configuración espacial está más diversificada. El viaje refleja el proceso de un conocimiento. Cada etapa existencial de Ossorio coincide con un cambio espacial. No obstante, tanto la obra de Verhaeren y Regoyos, como la de Baroja representan «viajes» hacia la nada y hacia la autodestrucción. Sin perdernos en detalles, se podría destacar los tres espacios más importantes. En primer lugar, tenemos la ciudad de Madrid, donde arranca la novela: una ciudad monstruosa, caótica y tentacular, donde todos los valores se ven aniquilados. Asimismo, la decadencia de la ciudad afecta a Ossorio. En la casa de su tío difunto, la incestuosa pasión de su tía le lleva a una relación 33 LOZANO MARCO, M.A., op. cit., p. 57. 34 En mayo de 1921, Ramiro de Maeztu publicó en Hermes, Revista del País Vasco el discurso que había pronunciado en la solemne sesión inaugural de la Exposición-Homenaje a la memoria de Regoyos, celebrado en el Museo de Arte Moderno de Madrid. En dicho discurso, relaciona la España negra con Camino de perfección: «No es […] extraño que los hombres del 98 se sintieran influídos por la verdad que contenía el libro de Regoyos y Verhaeren y que su influencia, directa o indirecta, no tardase en advertirse muy luego en la Voluntad, de «Azorín» y en el Camino de perfección, de Baroja» (Reproducido en el catálogo de la exposición Darío de Regoyos. 1857-1913, organizada en Madrid por la Fundación Caja de Pensiones, en 1986). 35 BAROJA, P., .

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marcada por un erotismo cruel y bestial, donde el placer y el dolor, Eros y Thanatos tienden a confundirse. La vivencia decadente en Madrid causa angustia y atormenta tanto a Ossorio que desea huir de los tentáculos de esa ciudad monstruosa. Caminando por tierras y pueblos castellanos, Ossorio intenta curar su estado de ánimo, recuperar el equilibrio mental y superar las contradicciones que flagelan su conciencia. Inicia su «camino de perfección» y espera encontrar la solución en el ascetismo místico. De allí la intención de dirigirse hacia las ciudades antiguas, medievales. Generalmente camina de noche, cruza pueblos solitarios, tristes y abandonados, visita iglesias ruinosas, contempla paisajes desolados. Es decir, viaja por la España decrépita, negra, con ambientes urbanos similares a los que figuran en el libro de Verhaeren y Regoyos. No faltan tampoco los cementerios, ni el tema de la autoflagelación: caminando a pie, Fernando Ossorio quiere sufrir para aniquilar su estado decadente. Al final de su camino llega a Toledo. En busca de un misticismo, de una fe, visita iglesias, monasterios, lee los Ejercicios de San Ignacio de Loyola, etc. Sin embargo, pronto descubre que del misticismo sólo queda su presencia en el aspecto artístico de la ciudad: Toledo no era ya la ciudad mística soñada por él, sino un pueblo secularizado, sin ambiente de misticismo alguno. Sólo por el aspecto artístico de la ciudad podía colegirse una fe que en las conciencias ya no existía. Los caciques, dedicados al chanchullo; los comerciantes, al robo; los curas, la mayoría de ellos con sus barraganas, pasando la vida desde la iglesia al café, jugando al monte, lamentándose continuamente de su poco sueldo; la inmoralidad, reinando; la fe, ausente, y para apaciguar a Dios, unos cuantos canónigos cantando a voz en grito en el coro, mientras hacían la digestión de la comida abundante, servida por alguna buena hembra37.

Ossorio había abandonado la ciudad moderna, caótica y tentacular donde se perdía en la locura y la perversidad para buscar una paz interior en una ciudad mística y religiosa cuyas murallas le protegerían como si fuera el útero materno. Sin embargo, los tentáculos de la modernidad han conseguido arruinar las ciudades antiguas y aniquilar su pasado arquitectónico y místico. Así como el pasado glorioso y místico de Toledo se encuentra en un estado de agonía, así la voluntad de Ossorio de recuperar la fe se queda aniquilada. Su «camino de perfección» no puede acabar en Toledo. El 37 Ibid., pp. 146-147.

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encuentro con la ciudad mística resulta una derrota. Ossorio no consigue el equilibrio mental. Al contrario, roza una vez más la locura: de noche y entre niebla, Ossorio camina por las calles tortuosas y sin salida, sin saber por dónde y como si estuviera en un laberinto. Siente «la cabeza llena de locuras y los ojos de visiones» y ve pasar un ataúd blanco. El yo del protagonista y la ciudad están perdidos en la locura, escindidos entre ser y no ser. […] ya no supo lo que veía: las paredes de las casas se alargaban, se achicaban; en los portones entraban y salían sombras; el viento cantaba, gemía, cuchicheaba. Todas las locuras se habían desencadenadas en las calles de Toledo. Dispuesto a luchar a brazo partido con aquella ola de sombras, de fantasmas, de cosas extrañas que iban a tragarle, a devorarle, se apoyó en un muro y esperó…38.

Fernando quiere luchar contra esas locuras, sin embargo, como un antihéroe finisecular, se apoya en un muro y espera, es decir, su voluntad se queda reducida a la nada. La ciudad de Toledo se parece menos a la ciudad muerta de Rodenbach, espacio de nostalgia y melancolía, que a los espacios urbanos de Verhaeren, que no son tanto el espectro de una grandeza pasada, sino un cadáver en plena decadencia. Los espacios en la trilogía negra y en las Impressions d’artiste son proyecciones de la inercia espiritual, la ansiedad histérica y la locura que atormentan al yo escindido. Esa dimensión expresionista del simbolismo de Verhaeren es la que sugiere relacionar la obra de Baroja con la España negra y la poesía verhaereniana antes que con la obra de Rodenbach. Cuando Ossorio contempla los cuadros del Greco o los sepulcros en las iglesias de Toledo, el lector se siente invitado a establecer un paralelismo con Verhaeren contemplando el crucifijo de Matthias Grünewald39 o describiendo en la España negra las estatuas y crucifijos en las iglesias. El paralelismo entre la ciudad de Toledo y el protagonista, se ve reforzado por otro: la relación con las mujeres. Si en Madrid Ossorio se lanzó en una pasión incestuosa y perversa, en Toledo sus amores estarán marcados por lo religioso y lo místico. Se enamora de muchachas angélicas, como Adela o la hermana Desamparados, cuya inocencia y alegría se mantienen intactas porqué ellas viven recluidas en sus casas, lejos de la decadencia que 38 Ibid., p. 191. 39 Verhaeren fue pionero en recuperar la obra expresionista y doliente de Matthias Grünewald. GONZÁLEZ ESCRIBANO, R., «La España negra de Regoyos y Verhaeren» in Arte y Parte, nº 42, diciembre-enero 2002, p. 42.

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afecta la ciudad. Sin embargo, Ossorio es incapaz de cultivar exclusivamente un amor platónico y místico. Una noche, después de deambular por las calles obscuras de Toledo, escindido entre su conciencia y su instinto, entre ideas místicas y pornográficas40, Fernando se acerca a la habitación de Adela, la coge en sus brazos y la besa en la boca. Contrariamente a lo ocurrido con Laura, Adela se vuelve pálida, «con una palidez de muerto, que doblaba la cabeza como un lirio tronchado». Estremecido, Fernando sale a la calle, temblando, con las piernas vacilantes. La oposición entre Madrid y Toledo, entre la ciudad tentacular y la ciudad amurallada, se ve reforzada por el contraste entre Laura y Adela, entre una mujer diabólica y una muchacha angélica. Ni Laura, ni Adela, ni Madrid, ni Toledo llevarán a Ossorio a recuperar su equilibrio mental, su paz interior. Ese equilibrio, lo encuentra finalmente fuera de la ciudad, en el campo, cerca de la costa mediterránea. En una casa de labor lleva una vida sencilla, en armonía con la naturaleza y casado con una mujer rebosante de salud y energía. Dolores no es ni angélica, ni infernal, sino humana, más que humana, en sintonía con la naturaleza. Mientras el amor entre Fernando y Laura o Adela había surgido en una habitación en la ciudad, esta vez el amor emerge entre flores en medio de un jardín. El nombre de Dolores no es casual. A lo largo de la novela, el dolor es un tema omnipresente. Si en Madrid Ossorio huye el dolor lanzándose en los placeres físicos y eróticos, en Toledo intenta superar el dolor a través del misticismo y ascetismo. En ambos casos su opción lleva al fracaso, el dolor sigue torturándole, su «yo» continúa sufriendo. Sólo al final, encuentra la solución al casarse con Dolores… Su unión con Dolores es su unión con la Naturaleza, con el panteísmo y con la filosofía vitalista de Nietzsche41. Libre 40 «El corazón le latía con fuerza, se agitaban en su cerebro, en una ebullición loca, pensamientos embrionarios, ideas confusas de un idealismo exaltado, y recuerdos intensos gráficos de una pornografía monstruosa y repugnante.» BAROJA, P., Camino..., op. cit., p. 195. Por las mismas calles había paseado la noche anterior cuando vio un ataúd blanco. Eros y Thanatos vuelven a juntarse. 41 Según Herrera, en el final de esta novela de Baroja «[…] se expresa con toda rotundidad, bajo el influjo de Nietzsche y el rechazo de Schopenhauer, la nueva orientación del héroe literario noventayochista: la identificación de la vida con el placer, con la pasión, con los instintos, con la fuerza y la huida de los aspectos decadentes […]. Es el concepto de «vida ascendente» que Nietzsche expone en diversos pasajes de su Zaratustra y que en primer lugar, […] relaciona con la creación, que ya no es enfermedad forzada o pose neurótica como en Schopenhauer, sino que es lo único que puede redimir al artista del dolor y del sufrimiento, siempre necesarios […]». HERRERA, J., Picasso, Picasso, Madrid y el 98: la revista «Arte joven», Madrid, Cátedra, «Ensayos Arte», 1997, p. 162.

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de sus locuras místicas, Ossorio sueña para su hijo un futuro sereno que él no ha tenido: «El le dejaría vivir en el seno de la Naturaleza; él le dejaría saborear el jugo del placer y de la fuerza en la ubre repleta de la vida, la vida que para su hijo no tendría misterios dolorosos, sino serenidades inefables»42. Pero, la voluntad de él no es la de su entorno: «Y mientras Fernando pensaba, la madre de Dolores cosía en la faja que habían de poner al niño una hoja doblada del Evangelio»43. Esa superación de la crisis puede parecer lejos de la cosmovisión presente en la trilogía negra de Verhaeren o en la España negra. Sin embargo, no hay que olvidar que la poética de Verhaeren conoció una larga evolución y a principios de siglo, es decir en los años en que Baroja conoció a Regoyos y, a través él, a (la poesía de) Verhaeren44, el poeta flamenco plasmaba ya una visión panteísta y vitalista de la vida, la misma que encontramos en la parte final de Camino de perfección y en otras novelas del escritor vasco. En los mismos años, Darío de Regoyos empezó a distanciarse radicalmente de su pintura «negra» o «neurasténica» para dedicarse casi exclusivamente a un paisajismo impresionista, inspirado en la misma concepción panteísta. El topos de la ciudad muerta y la relación intertextual con la España negra se actualizaron también en «otra novela de excepcional envergadura y que muchos tendrán por la obra maestra del primer Baroja»45: El Mayorazgo de Labraz. Publicado un año después, en 1903, es la segunda novela de la llamada trilogía vasca. Desde las primeras páginas que abren la novela, Labraz se presenta como «una ciudad agonizante, una ciudad moribunda […] un pueblo casi muerto»46. Entre sus murallas sólo quedan «iglesias arruinadas», casas desplomadas y hundidas y «perros famélicos». El espacio y sus habitantes están inmersos en un proceso de disolución y degradación. Los amores prohibidos, la omnipresencia de la decadencia y de la muerte, las angustias, tensiones y continuas sospechas, convierten Labraz en un lugar tenebroso e inquietante. El paralelismo con la España negra es incuestionable y no es de extrañar que el propio Regoyos propuso a Baroja de ilus-

42 BAROJA, P., Camino..., op. cit., pp. 334-335. 43 Ibid., p. 335. 44 En 1901, Émile Verhaeren estuvo incluso una temporada en el País Vasco para viajar con su amigo Regoyos por la Península. 45 MAINER, J.C., La Edad de Plata (1902-1939). Ensayo de interpretación de un proceso cultural, Madrid, Cátedra, «Crítica y Estudios Literarios», 1999, p. 39. 46 BAROJA, P., El Mayorazgo de Labraz, ed. Miguel García-Posada, Madrid, Alfaguara, «Biblioteca del 98 (Un fin de siglo)», 1998, p. 19.

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trar El Mayorazgo de Labraz como había hecho con la obra de Verhaeren47. Dado los límites del presente trabajo, no es cuestión de entrar en un análisis detallado y reiterar las mismas observaciones hechas en relación con la novela anterior. No obstante, cabe subrayar una importante diferencia con respecto a Camino de perfección: si con la novela de 1902, Baroja trasladó el topos de la ciudad muerta a Castilla, con El Mayorazgo de Labraz lo llevó a Vasconia. Con una misma poética representó dos espacios geográficos y culturales distintos, creando un lazo intertextual o, incluso, intercultural. No es casualidad que esa estrecha unión entre las dos regiones coincidió con la estrategia discursiva que aplicaban numerosos creadores vascos del fin de siglo en la construcción de una identidad vasca y/o española. Pensamos por ejemplo en un artículo de Miguel de Unamuno, «Zuloaga, el vasco», publicado en La Nación, el 24 de mayo 1908: […] este fuerte y poderoso Zuloaga, este vasco representativo, genuino ejemplar de nuestra raza, ha cobrado gloria y se le ha dado a su casta y a su tierra resucitando la antigua y castiza pintura española, la castellana, lo mismo que Baroja, otro vasco representativo, da gloria a su raza y a su tierra resucitando la inspiración antigua y castiza del españolísimo género picaresco. Y nuestro gran héroe, nuestro supremo hombre representativo, el vasco por excelencia que la historia nos muestra, Iñigo de Loyola, ¿qué hizo sino encarnar en una compañía lo más genuino y más castizo del alma española del siglo XVI? Todas nuestras glorias van unidas a lo más íntimo de las glorias españolas y creo poder decir que hoy en España lo más español acaso es el país vasco48.

La unión discursiva y poética entre Vasconia y Castilla caracterizaba también las notas de viaje de Verhaeren y Regoyos. De hecho, la mayor parte de la España negra transcurre por tierras vascongadas49. La ciudad muerta no sólo permitió crear un lazo intercultural entre Vasconia y Castilla, sino también entre España y Flandes. Algunos acabaron incluso transformando la interculturalidad en intraculturalidad. Leamos el 47 BAROJA, P., Desde la última vuelta del camino. Memorias, t. IV: Galería de tipos de la época, Madrid, Caro Raggio, 1983, p. 236. 48 UNAMUNO, M., «Zuloaga, el vasco» in Obras Completas, t. VII: meditaciones y ensayos espirituales, Madrid, Escelicer, 1967, p. 729. 49 Esa estrategia discursiva desaparecerá en La España Negra de Gutiérrez-Solana (1920), que limita su espacio geográfico a Castilla.

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siguiente fragmento de Rodrigo Soriano, amigo y primer biógrafo de Regoyos: Maeterlinck y Rodenbach no podían negar la herencia «negra», la de su España. Eran también, como Verhaeren, fatal herencia de un misticismo ancestral. […] Oyendo a Rodenbach, visitando Brujas, nos explicamos el misterio que cuando conocimos la ESPAÑA NEGRA envolvía a la persona de Verhaeren. Es Brujas lazo de unión de las dos historias. Sus conventos, sus beguines, sus pálidas monjas, sus morenas mujeres, de ojos negros, señoras hidalgonas que se recatan con negros mantos; los viejos claustros, el incierto farolillo, que ilumina imágenes; los Cristos agonizantes, la patina gris, rancia, parda, que envuelve a la ciudad de los negros cisnes, es España, el alma española. El tiempo no ha bastado a rascar la vieja costura, y Rodenbach, Maeterlinck, Verhaeren, la llevan intacta50.

En opinión de Soriano, la presencia de la ciudad muerta en ambos sistemas literarios no sería el fruto de una transferencia intercultural, sino la expresión de una sola cultura… la cultura española. El imaginario de los simbolistas belgas sería fruto de la presencia española en los antiguos Países Bajos. La misma construcción discursiva apareció ya en el prólogo de la primera edición de la España negra, escrito también por Soriano: Ahí tenéis, lectores, un poeta belga, ilustre por sus títulos de literato, gran escritor en su país, orgullo de Flandes y del arte moderno: ¡Emilio Verhaeren! No habla español como Rodenbach, el gran novelista gantés descendiente de española familia. No lo habla ni apenas conoce nuestra literatura. Pero llega a España y sin darse quizás cuenta de ello habla como español puro y neto. Su raza vuelve a dominarle por atavismo maravilloso51.

Soriano no fue el único en convertir los paralelismos hispanoflamencos del fin de siglo en expresión de una identidad o alma común. En 1904, Ortega y Gasset publicó en El Imparcial un artículo sobre Maeterlinck, «El poeta del misterio», y considera que el misticismo de Maeterlinck sería el resultado de la presencia española en Flandes. El alma española habría transmitido al pueblo flamenco la melancolía de su misticismo. 50 SORIANO, R., Darío de Regoyos. Historia de una rebeldía, Madrid, Imprenta F. Peña Cruz, 1921, p. 138. 51 VERHAEREN, E. - REGOYOS, D., España Negra, Palma de Mallorca, José J. de Olañeta, «Hesperus», 13, 1989, p. 26.

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No cabe duda que la transferencia intercultural de la ciudad muerta y el interés por el simbolismo belga estuvieron relacionados con el éxito parisino de los escritores flamencos y, más en general, con la «germanización» de París y Europa. Sin embargo, los discursos sobre la interculturalidad hispanoflamenca que atribuyen a la poética de los autores flamencos francófonos un origen más español que germánico, podrían estar inspirados por una cierta nostalgia post-imperialista. Obviamente, queda por ver si esa estrategia discursiva fue frecuente o más bien excepcional, y hasta qué punto Flandes y los Países Bajos ocupaban un lugar peculiar y ambivalente en la red de relaciones interculturales entre la Península y las culturas europeas del norte.

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