España: El Deporte como Estrategia para revitalizar las Autonomías

España: El Deporte como Estrategia para revitalizar las Autonomías


Fernando Álvarez Simán*

"Nadie ama a su patria porque es grande, sino porque es suya"
Séneca


Corría el minuto 116 del segundo tiempo extra de la final del mundial de fútbol Sudáfrica 2010 entre las escuadras nacionales de España y Holanda, Cesc recoge un balón en la media luna del área, levanta la cabeza y ve a Iniesta solo. El balón se dirige a los pies del jugador del Barcelona pero nacido en Albacete, quien travieso controla con el interior, la deja botar y lo golpea al palo largo de la naranja mecánica y Gol. Con ello hizo válidos los pronósticos de los expertos que consideraban a España como la selección favorita para ganar por primera vez en su historia el Campeonato Mundial de Fútbol.

En ese instante España entera estalló de júbilo sabedora de que a solo cuatro minutos del silbatazo final, era una misión casi imposible que el equipo naranja pudiera arrebatarles el inminente título mundial; de esta manera con la victoria en Sudáfrica en el deporte más popular del mundo, el pueblo español coronaba veinte años de éxitos deportivos tanto en deportes individuales como colectivos y en todo el planeta los nombres de Miguel Indurain y Alberto Contador son el primero una leyenda y el segundo el mejor exponente actual del ciclismo mundial, Pau Gasol es figura de la Liga americana de básquetbol y el indiscutible líder del equipo que ganó el título mundial en 2006, el campeonato europeo en 2009 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Arantxa Sánchez Vicario y sus hermanos Emilio y Javier lograron que en la década de los 90`s todo el país se interesara en el tenis y hoy Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá pero sobre todo Rafael Nadal dominan la escena tenística mundial. Además en el automovilismo Fernando Alonso que hoy corre para la escudería Ferrari ha sido bicampeón mundial de la Fórmula 1, provocando en cada carrera en la que participa que todos los españoles estén pendientes del resultado final. Los éxitos del deporte español se repiten también en el atletismo donde destacan el andarín Paquillo Fernández, el mediofondista Fermín Cacho, entre otros atletas de renombre internacional.
En las artes marciales, también España es una potencia sobre todo en Karate, Tae Kwon Do y Judo y posee numerosos campeones mundiales en diversos deportes como el pádel, balonmano, waterpolo, gimnasia y natación.

Estos éxitos deportivos ibéricos no nacieron de un accidente, ni significan que de repente una generación triunfadora nació de manera espontánea, las victorias deportivas descansan sobre un exitoso programa deportivo nacional basado en la colaboración mutua entre los sectores público y privado, quienes comparten responsabilidades en el fomento, promoción y desarrollo de las actividades y prácticas físico-deportivas y por lo tanto los triunfos y las derrotas. Buena parte del éxito se debe a esta colaboración mutua y también a que la gestión y promoción del deporte descansa en cada ayuntamiento. El gobierno español y los patrocinadores privados están convencidos que el talento para el deporte es natural en cada ser humano, por eso cuando las autoridades municipales realizan un trabajo de forma profesional se toma en cuenta el acercamiento con los atletas de todas las edades, pensando en fortalecer la cultura deportiva comunitaria y de rebote, el alto rendimiento para la competencia internacional. Para las autoridades del deporte español lo primero es fortalecer la infraestructura deportiva municipal por ello en todo el país abundan las escuelas deportivas, los patronatos y asociaciones locales en diversos deportes que durante la mayor parte del año están en constante competencia local, regional y nacional.

¿Cómo logró España este desarrollo deportivo admirado por todo el mundo? En realidad todo comienza cuando en 1986 el movimiento olímpico internacional elige a Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Hasta ese entonces los deportistas españoles lograban éxitos esporádicos, producto de esfuerzos individuales y las autoridades nunca habían podido estructurar un programa deportivo de alcance masivo y nacional. Sin embargo se contaba con la experiencia previa de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) fundada en 1938 que en aras de apoyar a las personas con esa discapacidad visual había derribado las barreras locales y de las autonomías de los pueblos españoles llevando a todos los rincones empleo, educación y el deporte y la cultura.

Aunado a ello, el compromiso de realizar unos Juegos Olímpicos significaba para los organizadores aparte de la construcción de estadios y pabellones, la inversión en otras infraestructuras como el transporte público y las comunicaciones; la tarea de fomentar entre los españoles todos los deportes de la carta olímpica, ya que el reglamento del Comité Olímpico Internacional es claro en cuanto a que el país anfitrión debe de tener atletas en todas las categorías de las competencias.

Pero además del éxito deportivo, este programa ha sido el responsable de un efecto colateral muy importante, el fortalecimiento del sentimiento nacionalista en un país donde los regionalismos son muy fuertes y cuya identidad es garantizada por la constitución del año de 1978. De hecho es conocida por ejemplo la rivalidad entre las comunidades de Madrid y Cataluña, pero también de las otras provincias contra Madrid y como todas las cosas también estas rivalidades tienen explicación:

Ya desde la época del esplendor griego la actual España era conocida como Iberia, aunque poco después los romanos preferían llamar a la península como Hispania, para entonces Heracles o Hércules según se prefiera, le da a la península su primer elemento de identidad ante el resto del mundo conocido: las columnas que según la mitología greco-romana separaron Europa de África y abrieron el Mediterráneo al Atlántico, exactamente en el Peñón de Gibraltar y el Monte Hacho en Ceuta. En honor a la leyenda las columnas han aparecido en la heráldica española, por ejemplo en el escudo de Carlos I de España y V de Alemania, José I, en el escudo de las ciudades de Melilla, Cádiz y el emblema de Andalucía, además del escudo actual de la nación.

Otro elemento de identidad, sobre todo en la época medieval es el llamado "Camino de Santiago" que es una ruta que recorren los peregrinos de todas España y Europa hasta Santiago de Compostela en Galicia para venerar los restos del apóstol Santiago, en la creencia de los católicos de esa época, el peregrinaje defendió la fe y la cohesión social de los embates del mundo árabe por lo que pronto se convirtió en un símbolo de la fe junto con las ciudades de Roma y Jerusalén. Los reinos de Navarra, Aragón, Castilla y León comprendieron rápidamente el significado de esta ruta y comenzaron a facilitar el tránsito por sus reinos.

La unificación territorial se inicia con los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla uniendo las dos coronas y conquistando Granada, Navarra y Canarias. Sin embargo dos cosas deben destacarse de esta unificación, primero el descubrimiento de América que abre a los reyes católicos enormes posibilidades para impulsar la economía de sus feudos a través de la expansión en el otro lado del Atlántico y segundo; esa integración mantuvo por mucho tiempo las normas y las instituciones propias de cada reino, por lo que desde siempre los pueblos que componen España han conservado su identidad, muchas veces a costa de represiones centralistas, prohibiciones de hablar la lengua materna e incluso de una Guerra Civil y una dictadura en el siglo pasado.

Hoy España está integrada por diecisiete comunidades autónomas, las más importantes por su aportación al PIB nacional son Cataluña, la comunidad de Madrid, Andalucía y el País Vasco respectivamente. Ceuta y Melilla por su parte, son enclaves cuyos estatutos de autonomía les otorgan el rango de ciudades autónomas. Si consideramos el ingreso por habitante El país Vasco, la comunidad de Madrid, Navarra y Cataluña son en orden de importancia las más importantes.

De esta manera, a España puede considerársele un país de autonomías, puesto que la constitución de 1978 que normó la transición española a la democracia luego de la muerte de Francisco Franco en 1975, pugna por la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político descansando en la soberanía popular y con una organización territorial basada en la AUTONOMÍA de municipios, provincias y lo que los españoles han llamado el nacionalismo histórico que da paso a las comunidades autonómicas. Bajo los preceptos de esa constitución España funciona como una federación de Autonomías, aunque todas de diferentes grados de desarrollo sobre todo por el nivel de exacerbación con el gobierno centralista y por ende de diversas formas de autogobierno, pero al final de cuentas con un sistema descentralizado en la toma de decisiones.

Con el reconocimiento de las nacionalidades históricas España avanza a acortar las distancias entre la población y las instituciones políticas, hoy es un país que busca el equilibrio no sin tropiezos y en algunos casos violencia política y social, entre la toma de decisiones y diecisiete diferentes pueblos que tienen una identidad que es única, pero que convive en un espacio que es cada vez más global, pero que todas están unidas por una de las constituciones políticas más avanzadas del mundo.

Está demostrado que la convivencia puede ser solidaria y fraterna en un mismo espacio, aunque los habitantes puedan tener diversos orígenes e identidades, otorgarles a cada individuo diferente una identidad colectiva que no es propia es contraproducente en muchos sentidos y aunque pudiera lograrse no surgiría a golpe y porrazo, tiene que construirse paso a paso pero tienen que hacerse con la convivencia fraterna y solidaria. La nacionalidad española o cualquiera de otra parte del mundo tiene que construirse todos los días y no descansar sobre el pasado.

Finalmente, queda como lección el esfuerzo y la entrega de los jugadores catalanes, vascos, gallegos, madrileños, sevillanos y de otras autonomías que resultaron campeones en el mundial de fútbol con el nombre de España y que su técnico Vicente del Bosque, un hombre inteligente y mesurado y reconocido estratega deportivo definió mejor que nadie solo instantes después de finalizado el partido: "Hemos trabajado 50 días sin ningún incidente y ningún episodio desagradable y es para sentirse muy contentos. Y yo creo que esto la afición también lo sabe apreciar. No sólo es el ganar (porque siempre sólo pensamos en ganar) sino que éstos jóvenes tienen principios y tienen unos valores muy importantes para España".




*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas