Esculturas femeninas, masculinas y bisexuales del segundo milenio antes de nuestra era en la comarca del Guadalteba (Málaga)

July 25, 2017 | Autor: F. Medianero Soto | Categoría: Prehistoric Archaeology
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Descripción

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ACTAS I JORNADAS DE PATRIMONIO EN LA COMARCA DEL GUADALTEBA “Arte rupestre y sociedades prehistóricas con expresiones gráficas” Centenario de los descubrimientos del arte prehistórico en Málaga (1905-2005)

NÚMERO ESPECIAL

11, 12 y 13 de Noviembre de 2005

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SUMARIO: Crónicas de las primeras jornadas de patrimonio en la comarca de Guadalteba. (Málaga). Celebradas durante los días 11, 12 y 13 de Noviembre de 2005. María del Mar Espejo, Pedro Cantalejo Una exposición para un centenario:” Arte Prehistórico en Málaga”. 1905-2005 Pedro Cantalejo Notas a la reproducción facsímil de unos apuntes de dos conferencias impartidas por Henri Breuil en la universidad de Sevilla (20 y 21 de Marzo de 1918). Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo Las ocupaciones humanas del sur peninsular por sociedades cazadoras-recolectoras con tecnocomplejos vinculados al paleolítico superior y epipaleolítico. Estado de la cuestión y perspectivas de investigación. José Ramos Muñoz Arte paleolítico de la región mediterránea española. Valentín Villaverde El arte rupestre paleolítico del interior de la península: centro y periferia en el arte paleolítico. Rodrigo de Balbín Berhrmann, José Javier Alcolea González Problemas actuales en la región con los yacimientos de arte parietal paleolítico del cantábrico Manuel González Morales El proyecto Red Europea Primeros Pobladores y Arte Rupestre Prehistórico (REPPARP, INTERREG IIIG SUDOE): Hacia la consolidación de un itinerario cultural europeo basado en los recursos arqueológicos, en el ámbito rural del sudoeste de Europa. Ramón Montes Barquín Nuevas formas de expresión (neolítico-calcolítico). Martí Más Cornellà, Beatriz Gavilán Ceballos Sociedades prehistóricas del Alto Maestrazgo (Castellón), y las expresiones gráficas del llamado “Arte Levantino”. Carmen Olària El conjunto rupestre de Bacinete (Sierra del Niño, Los Barrios, Cádiz). Mónica Solís Delgado Excavaciones en Cueva del Hoyo de la Mina, (Málaga). Contrastación de su secuencia clásica. José Enrique Ferrer Palma, Ana Baldomero Navarro Cueva Bajondillo (Torremolinos, Málaga), y la secuencia cronocultural del pleistoceno superior de la bahía de Málaga. Miguel Cortés Sánchez

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Historiografía y conservación. Arte rupestre prehistórico de la Cueva de Nerja. María D. Simón Vallejo, Cristina Liñan Baena, Yolanda del Rosal Padial, Antonio Garrido Luque El paleolítico superior en La Araña (Málaga). Julián Ramos Fernández La Comarca del Guadalteba, (Málaga) en el arte prehistórico del sur de Europa. Pedro Cantalejo Duarte, Rafael Maura Mijares, María del Mar Espejo Herrerías, José Ramos Muñoz, Javier Medianero Soto, Antonio Aranda Cruces Investigaciones sobre las manifestaciones gráficas conservadas en la Cueva de Ardales (Málaga), durante los años 2002-2005. Pedro Cantalejo Duarte, Rafael Maura Mijares, María del Mar Espejo Herrerías, José Ramos Muñoz, Javier Medianero Soto, Antonio Aranda Cruces Esculturas femeninas, masculinas y bisexuales del segundo y primer milenio antes de nuestra era en la comarca del Guadalteba (Málaga). María del Mar Espejo Herrerías, Pedro Cantalejo Duarte, Javier Medianero Soto, Antonio Aranda Cruces, Rafael Maura Mijares. La Necrópolis megalítica de la Lentejuela, Teba (Málaga). Ana Baldomero Navarro, José Berdugo Romero, José E. Ferrer Palma

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Presentación

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a Asociación cultural para la defensa del patrimonio natural e histórico de la Comarca del Guadalteba “Bobastro” quiere, con la publicación de estas actas y la celebración de la reunión científica que hemos denominado “I Jornadas de Patrimonio en la Comarca Guadalteba”, hacer un ejercicio de justicia a una parte del legado histórico y social que se conserva en las cuevas, en los abrigos, o en objetos más o menos portátiles que todos conocemos bajo el título de “arte prehistórico”. Lo cierto es que el arte prehistórico malagueño forma parte de nuestro acervo cultural desde hace justo cien años, habiendo sido incorporado a la prehistoria europea nada más y nada menos que por el Abate Henri Breuil que, durante la primera y la segunda década del siglo XX, dedicó un esfuerzo extraordinario a la investigación del arte paleolítico y esquemático de nuestra provincia y, por añadidura, al estudio del arte prehistórico del sur de la Península Ibérica.

Hemos querido, también, hacer un homenaje a esos lugares con pinturas y grabados y a los investigadores que durante esta centuria se han encargado, a través de cuatro generaciones, de su conocimiento. Queriendo personificar en el profesor emérito Enrique Vallespí (nieto de Pérez Temprano, pionero en el estudio del arte levantino, compañero de Cabré y Breuil y maestro de la generación actual) por su trayectoria como investigador y por su preocupación en la sistematización y potenciación de los estudios sobre el paleolítico andaluz. Desde el año 2004 hemos insistido a las instituciones locales, comarcales, provinciales y autonómicas, en la necesidad de que Málaga debía acordarse de su arte prehistórico y, por supuesto, de que el arte prehistórico debe acordarse de los malagueños. Podemos confirmar que todas las instituciones han respondido positivamente a la ejecución de un proyecto que pretende reivindicar la importancia de este arte malagueño dentro del contexto europeo. Los eventos proyectados: una reunión científica de carácter nacional (jornadas), donde los investigadores provenientes de distintas regiones con arte prehistórico compartirán los resultados de sus estudios y debatirán sobre su estado actual. Una exposición sobre el arte prehistórico de Málaga, con motivo del primer centenario de su descubrimiento y, por fin, la publicación de estas actas que pretenden resumir las opiniones de la mayor parte de científicos convocados. Dado que seis de los ocho municipios de la Comarca Guadalteba (Almargen, Ardales, Campillos, Cañete la Real, Carratraca y Teba) poseen vestigios de arte prehistórico y que en nuestros yacimientos operan uno de los equipos de investigación del arte rupestre, el apoyo institucional ha cristalizado en nuestra entidad, representante de la preocupación social por el patrimonio heredado. La provincia de Málaga posee un extraordinario conjunto de arte prehistórico (más de 35 municipios de los 100 malagueños conservan este tipo de manifestaciones rupestres), conservarlo, estudiarlo y difundirlo es una obligación de nuestra sociedad, por esta razón pretendemos lle-

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gar a ella con suficientes medios para que, por medio del conocimiento y del respeto, se proteja y seamos consciente de su valor histórico. En las cuevas y abrigos rocosos de Málaga se conserva un auténtico museo subterráneo o al aire libre, convertido, por su cantidad y calidad, en el más importante conjunto artístico prehistórico del Mediterráneo. Pese a no estar incluido en la declaración de Patrimonio de la Humanidad con el que la UNESCO, protegió el arte, fundamentalmente del tipo levantino, del Arco Mediterráneo, el arte de la provincia malagueña es poseedor de unas características generales y particulares de enorme trascendencia para el conocimiento de los modos de vida y de expresión de nuestros antepasados. Esperamos con ello colaborar, desde nuestra plataforma y con el apoyo institucional, en la valorización y el conocimiento de todo el patrimonio, tanto natural como histórico de nuestro territorio.

Asociación cultural para la defensa del patrimonio natural e histórico de la Comarca del Guadalteba BOBASTRO www.asociacionbobastro.com

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ESCULTURAS FEMENINAS, MASCULINAS Y BISEXUALES DEL TERCER Y SEGUNDO MILENIOS ANTES DE NUESTRA ERA EN LA COMARCA DEL GUADALTEBA (MÁLAGA) María del Mar Espejo Herrerías Pedro Cantalejo Duarte Javier Medianero Soto Antonio Aranda Cruces Rafael Maura Mijares

grupamos en un único estudio un conjunto de esculturas, de muy variado tamaño, todas ellas ejecutadas sobre un soporte pétreo, que tienen en común el territorio donde se han hallado, la cronología relativa y la iconografía claramente relacionada con las mujeres, con el aparato genital masculino o con ambos en el mismo soporte, lo que le confiere un carácter bisexual.

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recibió un motivo grabado que representa una figura femenina abreviada. Perteneciente al Paleolítico Superior (ciclo medio o Solutrense), este ejemplo permite remontar muchos miles de años atrás la relación iconológica entre los modos de producción y reproducción de las sociedades prehistóricas, dado que, en síntesis, representa y reproduce el concepto que aparentemente se renueva o repite en la iconografía de bulto redondo de las sociedades productoras.

ANTECEDENTES

En la Cueva de las Palomas de Teba (García et al. 1995) se encontró una estatuilla de arcilla con la imagen de una mujer esquematizada. Aunque carente de parte del cuerpo, claramente se le representaron los senos. Perteneciente al Neolítico Medio-Final es, con probabilidad, contemporánea de la “Venus” de Benaoján, encontrada en la Cueva de La Pileta.

Conocíamos, por su trascendental importancia iconográfica, el magnífico ídolo de Almargen, publicado por Villaseca (Villaseca 1994), una pieza única que ahora intentamos contextualizar con otros motivos, de peor factura, pero de indudable interés histórico. Presentamos cuatro ejemplares esculpidos en bulto redondo en arenisca y tres pequeñas piezas bitriangulares en pizarra. La Comarca del Guadalteba (municipios malagueños de Almargen, Ardales, Campillos, Cañete la Real, Carratraca, Cuevas del Becerro, Sierra de Yeguas y Teba), por sus características geográficas y sus recursos naturales, cuenta con un numeroso conjunto de yacimientos prehistóricos de todas las épocas (García et al. 1995, Ramos et al. 1995; 2002) en algunos de ellos está presente con claridad la figura humana, incluso dentro del esquema iconográfico dual mujer-hombre. Es el caso de la estalagmita situada en la pared izquierda de la Galería del Calvario en la Cueva de Ardales (Cantalejo et al. 2004) que, pulida hasta conseguir una forma fálica,

Fuera de la Comarca Guadalteba, pero relativamente cercanas, se han localizados algunas imágenes del mismo tipo. La primera de ella es una escultura bisexual en Antequera, con una clara representación vulvar y un posible pene (Villaseca 1994). Actualmente depositada en el Museo Municipal de la ciudad. Conocemos de visu otra escultura de apariencia fálica, creemos que permanece inédita para la investigación y procede de la aldea de Tajo de Jorox en Alozaina. De gran tamaño, ejecutada en arenisca casi blanca. Carecemos de información sobre otros modelos parecidos. LAS ESCULTURAS Iniciaremos la descripción con las esculturas talladas en bloques de arenisca. Los

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escultura de bulto redondo, casi simétrica en su longitud y lateralidad. En uno de sus extremos presenta la forma de un glande, en el centro una forma abombada que se une, por medio de un grabado triangular, al otro extremo que se remata con un muñón. El motivo mide 44 cms. de alto, 56 cms. de perímetro y pesa 15 kilogramos. La escultura tiene tres caras (dos laterales y una frontal), porque la posterior no se remató con el pulido, careciendo de interés para el autor que pensaría en adosarla a algún lugar o situarla sobre una superficie horizontal. Ídolo de Almargen.

Figura femenina grabada en el interior de una estalagmita de la Cueva de Ardales.

ejemplares proceden de los municipios de Cañete la Real, Campillos y Ardales. Son de distintos tamaños, aunque ejecutados con una técnica similar, su estado de conservación es regular, todos han sido hallados en superficie, en yacimientos o entornos arqueológicos del Calcolítico y Bronce. Escultura bisexual de Cerro Sábora (Cañete la Real) Hallada en las inmediaciones del casco urbano de Cañete la Real, dentro de la propiedad de Antonio Aranda, se trata de una

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La visión más lógica resulta de colocar el glande hacia arriba, adoptando la forma femenina el resto del volumen. Resulta curioso que una fisura natural recorra toda la figura del extremo superior al inferior, completamente recta y dividiendo la forma en dos mitades longitudinales prácticamente idénti-

cas. El triángulo grabado, que asumimos como la representación del triángulo púbico, confluye en su ángulo inferior en esta fisura, lo que ayuda a comprender la forma femenina de esta escultura, conformando el arranque de sus muslos. Esta fisura natural divisoria está presente, quizás como mera coincidencia, en el ídolo bisexual del Museo de Antequera. En el motivo que nos ocupa, tanto la representación del extremo fálico, como la parte trocoventral, pubial y extremidades inferiores femeninas son realistas, por lo que incluimos esta escultura entre las figuraciones bisexuales prehistóricas, como una auténtica estatua instalada en algún lugar de una cabaña o en otro punto de uso común del poblado de Cerro Sábora, durante el Calcolítico y hasta el Bronce Inicial.

mente exento y a cierta altura, aunque también tiene sentido su colocación en una repisa. Presenta en la zona inferior del extremo o glande algunas incisiones grabadas que remarcan la terminación del sexo masculino. En este caso no apreciamos la posible bisexualidad de la escultura, por lo que nos decantamos por su relación con las esculturas fálicas prehistóricas. Por su convencionalismo de ejecución la adscribimos al Calcolítico – Bronce. Su vinculación a una fuente de agua potable parece una recurrencia en este tipo de hallazgos, sin que esta coincidencia física suponga, por el momento, algo más que una información física.

Escultura fálica de Fuente de Baeza (Cañete la Real)

El hallazgo ha debido de pasar cientos de años sobre un amontonamiento de piedras o “majano”, junto a la muy antigua Fuente de la Lapa, en el término municipal de Cañete la Real. Advertida su presencia por Antonio Aranda, su descomunal tamaño y peso ha

Hallado junto a la Fuente de Baeza por José Solís Romo, en el término municipal de Cañete la Real, representa con claridad un falo, unido, sin solución de continuidad, a una parte cónica que se sirve de soporte o peana para su colocación erguida.

Gran escultura bisexual de Fuente de la Lapa (Cañete la Real)

El motivo mide 45 cms. de largo, con un perímetro en la zona del falo de 48’5 cm. El peso es de 23 kilogramos. La escultura tiene una única forma de ser colocada, pudiendo verse a su alrededor, pero no tiene sentido su visión ni desde arriba ni desde abajo, por lo que, con probabilidad, el autor la confirió para ser colocada sobre un soporte, probable-

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requerido el uso de una grúa para su traslado a locales del Consorcio Guadalteba.

Escultura femenina Guadalteba (Campillos)

Sus dimensiones son de 95’00 cms. de longitud máxima, 75’00 de ancho en su parte más gruesa. El peso es de 250’00 kilogramos.

En el proceso de excavación arqueológica que se vienen desarrollando en el complejo administrativo conocido como Parque Guadalteba, del término municipal de Campillos, en las inmediaciones del antiguo casco urbano de Peñarrubia (desaparecido durante los años setenta por expropiación del Estado para su inmersión bajo el nivel del Embalse del Guadalteba). Asociado a niveles de ocupación prehistórica que arranca durante el Neolítico y se prolonga hasta el Bronce Final. Se relaciona con una zona de cabañas ovales con zócalos y porche cuadrangular de entrada. El tamaño de la pieza la convierte en la más pequeña de las talladas en arenisca. Las medidas son: 12’03 cms de alto por 7’02 cms. de ancho. Pesa 480 gramos

El bloque de arenisca se talló y pulió concienzudamente hasta conseguir la forma de “muñeco de nieve” que actualmente conserva, pese a algunos deterioros en su parte inferior y trasera. El extremo superior se configuró tallándola como un glande, con zonas pulimentadas que lo une al segundo volumen, que está conformado como un gran vientre. Aun hoy día se observan las estrías del pulimentado (no confundir con las huellas de arados), que recorren todo el bulto redondo de la escultura. Respecto a su estado de conservación, se observa un fuerte deterioro de lo que consideramos parte posterior, quizás porque estuvo unida o adherida a un soporte vertical o pared, conformando una escultura adosada que partiría del suelo o de una gran peana. Mantiene unas relaciones espaciales con un yacimiento de amplio espectro cronológico, que con seguridad funcionó desde el tercer milenio antes de nuestra era, con numerosos objetos de sílex, cerámicas, molinos, herramientas pulimentadas y cuevas artificiales, con un desarrollo urbanístico extenso. Vinculamos la escultura con un poblado de gran interés demográfico, probablemente estratégico y, por lógica, económico, dado que su situación en el territorio lo sitúa en el piedemonte de la sierra, abierto a las campiñas agrícolas y junto a un manantial que revela, aun hoy día (sequía del año 2005), un potencial hídrico prácticamente permanente. Su uso como elemento iconográfico social está fuera de duda por su tamaño, poco apropiado para una vivienda prehistórica, por lo que proponemos su situación adosadas a las construcciones de la parte alta del asentamiento, donde soportaría un probable uso ideológico desde el tercer milenio antes de nuestra era.

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del

Parque

Podría describirse como una forma ovoide que contiene otra más pequeña yuxtapuesta transversalmente. Debemos reconocer que el contexto femenino se lo otorgamos en virtud de excluirla de la forma fálica, y no por un reconocimiento claro de la representación. Esta escultura, fácilmente transportable, se vincularía, a diferencia de algunas de las anteriores, a un uso particular o familiar, descartando su relación con la zona de usos comunitarios por su escasa significación visual, aunque esta suposición no descarte una importancia que podría asumirse con más conocimiento sobre los comportamientos sociales de la prehistoria.

Fragmento de escultura de La Bolina (Ardales) Durante mucho tiempo ha permanecido en casa de su descubridor José Mora que la encontró y conservó hasta su entrega al Museo Municipal de la Historia y las Tradiciones. Localizado en Ardales, en el Cortijo de La Bolina, asociados a una fuente y a unas cistas funerarias de la Edad del Bronce, aunque no se descarta una cronología anterior, por hallazgos aislados de cerámicas (cuencos y vasos de paredes lisas), sílex y pulimentos.

El fragmento en cuestión mide 15’00 cms. de largo por 10’00 cms. de ancho con un diámetro de 31’00 cms y 1’885 kgs. Por su forma lo adscribimos al extremo en forma de glande de una escultura, bien exclusivamente fálica o, bisexual. Junto al fragmento se detectó una bola con una cazoleta central, realizada en la misma roca arenisca, pesa 0’700 kgs, con un diámetro de 27’00 cms. El estado de conservación impide, por el momento, mayores apreciaciones. Sin embargo, el lugar de encuentro, en plena campiña agrícola, con una fuente permanente, repite los modelos o comportamientos del resto de hallazgos, por lo que volvemos a concretar su cronología entre el final del Calcolítico y el inicio del Bronce.

Escultura en forma de óvulo de la tumba III de la Necrópolis de las Aguilillas (Campillos). Roca tallada en forma de huevo con ónfalo o cazoleta, hallada durante las excavaciones realizadas en la Necrópolis de cuevas artificiales de Las Aguilillas, en el sector del término municipal de Campillos. Bien tallada y pulimentada, sus dimensiones son: Perímetro máximo de 71’00 cms; perímetro mínimo de 63’00 cms, con un peso de 12’300 kgs. Presenta una rotura que pudo restituirse durante el proceso de excava-

ción, al encontrarse el fragmento a escasa distancia. Situada en la antecámara de la tumba III, está asociada a un lote de cerámicas y sílex con una cronología de entre 2000 – 1900 antes de nuestra era. En este caso el contexto funerario es evidente, así como su relación con una serie de grabados esquemáticos situados en el interior de la cámara. Su forma simple no ahorra trabajo al escultor, dado que la conformación del ovoide a partir de un bloque de arenisca es una tarea que entraña cierta dificultad. Pequeñas esculturillas en pizarra de la necrópolis del Parque Ardales (Ardales) Tres pequeñas piezas procedentes de la necrópolis de cuevas artificiales del Parque Ardales, están ejecutadas sobre unas finas placas de pizarra pulimentada, tienen forma

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de largo, 2’07 cms. de ancho y 0’9 cms. de ancho en el centro de la pieza, que está pulida en pizarra. Las tres figuras formaban parte de los ajuares funerarios que se han fechado entre 2100 – 1900 antes de nuestra era. Cuencos, algunos platos y fuentes, recipientes exvasados, junto con puntas tipo Palmela, conforman un conjunto funerario idéntico y sincrónico al encontrado en la Necrópolis de las Aguilillas, de la que dista menos de tres kilómetros. El asentamiento central de estos enterramientos, localizado a 1’5 kilómetros equidistante de ambas necrópolis, es una estratégica montaña situada en el punto de encuentro de los tres valles principales de la Comarca Guadalteba: el conocido como “Castillón o Castellón de Gobantes” que arranca en el III milenio antes de nuestra era, para llegar, sin solución de continuidad, a momentos Hispanoromanos. Propuestas históricas

bitriangular, aunque sólo una de ellas se conserva prácticamente entera, las otras dos son fragmentos. Su fragilidad viene condicionada por su espesor, en el caso entero no llega a los dos milímetros, siendo el mas grueso de 4 milímetros. Sus medidas actuales son: Fragmento de placa bitriangular de 4’05 cm. de largo, 1’07 cms. de ancho en el extremo y 1’01 cms. de ancho en el centro, fabricada en pizarra. Fragmento de placa bitriangular, prácticamente completa, de 3’07 cms. de largo, 1’03 cms. de ancho en el extremo que creemos superior, 1’07 de ancho en el extremo inferior, teniendo en cuenta que está fracturado y 0’7 cms. de ancho en el centro de la pieza, que está ejecutada en pizarra. Fragmento de placa bitriangular de 4’02 cms.

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Las representaciones humanas en el arte prehistórico son relativamente frecuentes, siempre que lo hagamos desde una visión macro, tanto en los contextos geográficos como cronológicos (Angulo y García 2005. Cohen 2003. Delporte 1982). Sin embargo, las concentraciones de antropomorfos en territorios más restringidos espacialmente, como es el caso de la Comarca Guadalteba, son muy raras. En la iconografía prehistórica contenida en la Cueva de Ardales destaca la presencia de hasta once figuras antropomorfas femeninas (Ramos el al. 2002). Los motivos humanos en el arte postpaleolítico conservado en las cuevas y abrigos de esta zona son antropomorfos del tipo esquemático, y pocos de ellos permiten suponer su género (Maura 2003. Maura en prensa). Otra cuestión son las representaciones en bulto redondo que tratamos en este artículo. Su clasificación como figuras antropomorfas, responde a una idea más conceptual que realista. Sus propuestas representativas forman parte, al menos en el lote ejecutado en mármol y arenisca, de planteamientos

estereotipados, algo que también ocurre con los bitriangulares, por lo que consideramos, ambas colecciones, portadoras de una tradición iconográfica muy rígida que no pueden mezclarse ni formal, ni funcionalmente. Aunque, como hemos ido apuntando, proponemos una cronología poco amplia para todos los motivos comentados. Mientras que estos últimos bitriangulares parecen tener, por su carácter portátil, una relación personal y llevadera por parte de su poseedor. La colección de esculturas es, por sus característica de peso y volumen, poco manejable y, por tanto, se separa de un uso particular puro, para supeditarse a un uso más social, más comunitario. La aparente repetición del objetivo iconográfico, utilizando a la mujer o a los órganos sexuales, tanto masculinos como femeninos, ha fomentado la idea del carácter mágico-propiciatorio asociado a la fecundidad, convirtiendo a este tipo de representaciones en amuletos de las sociedades prehistóricas. Esta consolidada visión de las cosas tiende a olvidar el uso de los sistemas simbólicos como medio de comunicación, que llega a conformar instrumentos de dominio y legitimación de conceptos sociales existentes, normalmente vinculados con las desiguadades. Por ejemplo: las mujeres y niñas deben admitir, en estas condiciones sociales y económicas, su posición de desiguadad, sobre todo en aspectos que conciernen a la alimentación y a los derechos de herencia (Bordieu, 1979. Pérez, 2002). En estos casos de autorreconocimiento, la ideología sirve para imponer un concepto de la vida que impida la fragmentación social (Cámara, 2000). A tenor de estos puntos de vista, proponemos una relación entre el conjunto de esculturas y las aldeas que los poseen, relativo a un uso ideológico vinculado con los modos de producción y reproducción, donde las mujeres, aunque son el medio iconográfico principal, podrían estar postergadas, social y económicamente, en las estructuras tribales que las representan. Una propuesta cronológica sobre

ambas colecciones (esculturas y bitriangulares), tendría que basarse en investigaciones arqueológicas concreta sobre yacimientos comarcales (Ramos et al. 1995; 2004), sondeos y excavaciones que permitieran afinar en aspectos fundamentales del conocimiento de los modos de vida de las comunidades tribales de este sector andaluz, mal caracterizado precisamente por la falta de investigación. Frente a este panorama, destaquemos las excavaciones que se realizan en la aldea prehistórica del Parque Guadalteba (Medianero et al. 2002. Medianero et al. en prensa), de donde procede una de las piezas y las que se realizaron en la Necrópolis de las Aguilillas (Espejo et al. 1994. Ramos et al. 1997), de donde procede otro de estos motivos. En ambos casos, la relación histórica y cronológica nos lleva a momentos situados al final de ciclo Calcolítico, en una época ya próxima a los sitemas de hábitat y enterramiento de la Edad del Bronce. De esta manera y con los datos disponibles, podemos adscribir la colección que presentamos a un espacio cronológico amplio (Ferrer y Marqués 1984), situado entre la segunda parte del tercer milenio y la primera parte del segundo milenio a.n.e. Con las lógicas reservas que la falta de investigación aquí, y la carencia de referencias para poder contextualizar con precisión en otros lugares, impiden conocer la relación precisa entre la iconografía y los grupos humanos que la usaron.

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