Escritura femenina en el Siglo XVI

La escritura femenina en el siglo XVI a través de la figura de Ana de Dietrichtein

Ana Barrena Gómez

Patricia Núñez Fernández

Universidad de Málaga 12 de mayo del 2015

Introducción • Escribir cartas: actividad habitual a lo largo de la historia. • Medio de comunicación predominante y en muchos casos exclusivo. • Se relaciona con el nivel de alfabetización de cada zona y periodo. • El aumento de su uso suele estar sujeto a situaciones concretas, como puede ser la emigración o la guerra. • Sin embargo, podemos decir que es en la Edad Moderna cuando asistimos a la formación de una civilización escrita. • Hombre y escritura ligados desde su nacimiento hasta la muerte, convirtiéndose esta en un elemento de la vida cotidiana. • Aumenta el uso de la carta, invadiendo espacios masculinos y femeninos.

Mujer y género epistolar en la Edad Moderna • Siglos XVI-XVIII: Límites sobre el acceso a la lectura y escritura femenina. • “Debate” sobre la conveniencia de la educación de la mujer. • Aunque en un principio se desaconsejan estas prácticas a las mujeres, nos encontramos con multitud de testimonios que nos confirman, que formaron parte de este universo de las letras. • Considerándose la Carta, el ámbito en el que la mujer tuvo un papel protagonista y se desenvolvió con mayor libertad. • Esto tuvo sus detractores , como el padre Gaspar Astete que en su “Tratado del gobierno de la

familia y el estado de las viudas y doncellas” publicado en Burgos en 1603, escribió el siguiente comentario:

“Pero no siempre que digo que las donzellas aprendan a leer, digo también que aprendan a escrevir. Porque (a mi juyzio) el permitir, o aconsejar a los padres que enseñen a leer a sus hijas, no tiene tanto inconveniente como el dezir que las enseñen a escrevir […] como el saber escrevir no le es necessario, assí le puede ser más dañoso el saberlo, como la experiencia lo enseña. Porque muchas mugeres andan y perseveran en malos tratos, porque se ayudan del escrevir para responder a las cartas que reciben y como escriven por su mano, encubren mejor los tratos que traen; y hazen más seguramente lo que quieren […] En resolución, digo que saber la donzella christiana y verdadera hija de sus padres, para el aprovechamiento de su alma se contente con sólo saber leer y piense que aunque no sepa escrevir no perderá de

su honor ni de su reputación…”

Ana de Dietrichstein • Estuvo en palacio como menina y dama al servicio de la princesa Juana de Portugal, hasta que esta falleció en el 1573. También fue dama de la reina Ana, y de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. Y en el año 1581 contrajo matrimonio con Antonio de Fonseca, conde de Villanueva del Cañedo. • Hija de Margarita de Cardona y Adam de Dietrichstein. • Su madre, Margarita de Cardona era hija de Antonio de Cardona, virrey de Cerdeña y de María de Requensens. Trabajó en la corte hispana al servicio de María, la hermana de Felipe II. Convirtiéndose en su guarda mayor, una vez esta se casó con Maximiliano II. • Su padre, Adam de Dietrichstein estudió en Padua y estuvo al servicio de Fernando I y Maximiliano II. Llegó a ser el mayordomo mayor de Maximiliano II y el Caballerizo mayor de la emperatriz María. • Tuvieron varios hijos, de los cuáles las tres hijas mayores se quedaron en la corte madrileña, y los demás consiguieron obtener títulos importantes.

Manos que escriben cartas La colección de cartas que vamos a presentar a continuación se localizan en la República Checa, en la sección conocida como “Archivo Dietrichstein”. Aquí nos encontramos la colección de cartas que Margarita de Cardona recibió de sus hijas Ana e Hipólita. “Escribir una carta” es una de las prácticas de escritura más subjetivas y existencial, donde el emisor se construye mediante la pluma en un sujeto para el lector, ya que la carta es conversación puesto que sigue la pauta de lo oral.

En el caso de Ana de Dietrichtein desconocemos como aprendió a escribir y a leer correctamente. Podemos suponer que habría recibido la educación propia de las doncellas de su época, pero la necesidad de aprender surgirá en aquel momento en el que tenga que ponerse en contacto con su familia por medio de cartas. En la primera carta dirigida a su madre a finales de 1573 – principios de 1574 observamos una caligrafía muy elemental, pero conforme avance en el tiempo podremos ver una evolución escrituraria de la misma.

La preocupación por aprender a escribir se justifica en el hecho de que no podría hacerlo una persona ajena, ya que ambas al escribirle las cartas a su madre deben enviar misivas hológrafas, permitiendo de esta manera a Margarita de Cardona observar la evolución y el avance de sus hijas.

Ya quería saber escribir para que V.S. bea que soi tan ubidiente ysa como mis ermanas, i por no tener licencia para aser esto no digo más sino que Dios guarde a V.S. como emos menester y jo más que y jo más que todas. Muy uvide yja de V.S. Doña Ypólita Diaterstam

Se desconoce a ciencia cierta cuando y dónde se llevaba a cabo la realización de estas misivas. En el caso de Ana de Dietrichtein podemos observar todos estos cambios por medio de la posdata después de la firma o algunos comentarios que incluye en el texto. A pesar de que la mayoría de cartas que recibe Margarita de Cardona de sus hijas son misivas hológrafas de cada una de ellas, también recibiría cartas escritas por otras personas en casos muy puntuales en los cuales sus hijas no pueden escribir.

Intervienen: -Ana de Dietrichtein -María, Condesa de Galve -Hipólita -Torremoroso

Bibliografía - Baranda, N.: Mujeres y escritura en el siglo de oro: una relación inestable, LITTERAE: Cuadernos sobre Cultura Escrita 3-4, 2003-04, pp.62-83. - Bertomeu Masiá, M.J.: La mujer del gobernador: Escritura epistolar femenina en la Milán del siglo XVI, Quaderns de Filologia. Estudis literaris, vol. XVII, 2012, pp.135-147. - De Cruz, V.: Manos que escriben cartas: Ana de Dietrichstein y el género epistolar en el siglo XVI, LITTERAE: Cuadernos sobre Cultura Escrita 3-4, 2003-04, pp.161-185. - Segura Graíño, C.: La educación de las mujeres en el tránsito de la Edad Media a la Modernidad, Universidad Complutense de Madrid, 2007, pp.6583.

Muchas gracias por vuestra atención