Escribas sentados en planetas de simios: Ideas políticas en la obra de Manuel Vázquez Montalbán

October 6, 2017 | Autor: J. Izquierdo | Categoría: Literatura española, Literatura española contemporánea, Manuel Vázquez Montalbán
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Descripción

JOSÉ MARÍA IZQUIERDO Universidad de Oslo Noruega

Inútil cosmonauta el que contempla estrellas para no ver las ratas.1

ablar del discurso político de Vázquez Montalbán es hablar de lo evidente. Toda su obra, ya sea poética, narrativa o ensayística, está recorrida por su pensamiento político, de todas formas los textos donde se formulan con mayor claridad sus ideas políticas son Panfleto en el planeta de los simios (1995), El escriba sentado (1997) y La literatura en la construcción de la ciudad democrática (1998).2 Este texto tratará sobre la figura del intelectual, su problemática situación actual y el papel de los medios de comunicación de masas así como la posición montalbaniana frente al pensamiento único y la globalización.3 La obra literaria de Manolo Vázquez no es el producto de una posición desencantada del autor ante una realidad que considera injusta, sino que se basa en una actitud ideológica que definimos como crítica en negativo de la realidad actual sin dar una alternativa global o concreta y positiva a la misma. Crítica que es hija de un marxismo crítico con el “gulag” y con

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todo discurso ideológico que suponga un finalismo global partidista. Montalbán es un intelectual característico de lo que podríamos denominar como neomodernidad. Es decir, exponente de tanto una crítica racionalista de los excesos de la propia Razón ilustrada transvestida en Razón instrumental totalitarizadora y totalitaria, como de una historización del periodo de crisis que desde las ciencias sociales se ha denominado posmodernidad. Una de las características de la escritura y pensamiento de Manuel Vázquez Montalbán será su carácter mestizo, de mezcla de ideas y referencias, de géneros y discursos, como queda bien descrito en Un polaco en la corte del rey Juan Carlos, cuando defina su propia identidad: Regreso a Polonia [...] ¿Soy un polaco? Mi abuelo paterno era un cantero gallego; el materno, un murciano guardia de la porra jubilado por la ley de Azaña, al que le salió una hija separatista catalana y anarquista. ¿Soy un polaco? Tengo raíces en demasiadas gentes de España, y España es sus gentes, no sus límites geopolíticos ni simbólicos. Sus gentes son mi gente, y hacia ellos siento la comunión, la comunión de los nacidos débiles, eso que hace algún tiempo se llamaba “condición humana”. Y esa piedad, especialmente íntima, secreta, cómplice, la que albergamos hacia los muertos que sólo nosotros recordamos, como canta mi amigo Raimón, al que debo telefonear nada más llegar a Barcelona: Però ara es la nit/i he quedat solitari/a la casa dels morts/que nomésjo recordo. Sí. Soy un polaco.4 En otras palabras nos encontramos frente a un intelectual mestizo y periférico, de un catalán no pujolista,5 o lo que es lo mismo no excluyente del otro, perteneciente a una izquierda no gobernante y miembro de una familia de derrotados por la historia en un país donde la Ilustración fue insuficiente.6 El pensamiento montalbaniano es un producto de lo que denominamos negativismo crítico,7 es decir, una posición caracterizada por ser una crítica de lo realmente existente sin pretender dar una alternativa positiva, sin tener un modelo global alternativo que pudiera convertirse en una nueva pesadilla de la Razón instrumental. Esa será la actitud del Vázquez Montalbán de Manifiesto subnormal (1970) contraria a la alienación del individuo en un mundo dominado por el mercantilismo consumista,8 amoral y mistificador de las relaciones de dominación, lo que generará la visión escéptica de una sociedad que iniciará un proceso de amoralización

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y de consolidación de una propuesta ideológica que se autopresentaba, y presenta, como “no-ideología”: Occidente [...] Construyó la organización sistematizada de una cultura de masas regida por los mass-media y la marginación acelerada de la cultura minoritaria. Pronto la ideología de la no-ideología constituyó el sustrato alimenticio del criterio del ciudadano, y pronto el desencanto constituyó el sustrato alimenticio del crítico de la cultura y a la larga del propio creador.9 En esa dinámica acrítica se empezará a elaborar un discurso “débil” que años después será formulado como primer paso hacia un neoliberalismo que pretenderá ser la negación de la teoría crítica. Vázquez protagonizará durante los años 60-70 una alternativa a ese proceso de desideologización con una actitud tendente a la reflexión, a la construcción de la conciencia social, a la recuperación de la memoria, pero asumiendo, en forma de mirada irónica, la imposibilidad de la construcción de utopías globales, finalistas y totalizadoras. Ese modelo de desalienación del individuo se deberá realizar, según Vázquez, a través de una acción comunicativa desarrolladora de la democracia real en el ámbito de las formas culturales, situándose así en la perspectiva desarrollada por Jürgen Habermas.10 La posición crítica de Manuel Vázquez Montalbán durante los años setenta fue una combinación de anticapitalismo, antifranquismo y socialismo antiautoritario tendente hacia un nuevo tipo de humanismo radical. La posición actual de Manuel Vázquez no ha cambiado, lo que se ha modificado es el contexto. El franquismo es ya un mero hecho histórico, pero el capitalismo y su ideología neoliberal siguen siendo el modelo y la ideología dominantes, a los que Vázquez se opone por motivos de supervivencia. Oposición planteada desde la actitud del intelectual comprometido tal y como la definiera Antonio Gramsci en su lema “pesimismo de la inteligencia/optimismo de la voluntad”.11 –Yo soy un pesimista, un pesimista histórico, y pienso que esto debería arreglarlo una revolución, una revolución por otra parte imposible hasta el 2017. –O sea, que tú crees que hay que hacerla. –Sí, yo creo que hay que hacerla. No como la anterior, desde luego, pero hay que hacerla.

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[...] –Quizá se estropee tanto como se estropeó Octubre de 1917 pocos meses después, pero hay tanta injusticia, tanto sufrimiento y tanta prepotencia por parte de los señoritos del sistema, [..] Yo hago un análisis de militante de la izquierda irónica.12 De la izquierda irónica o de un marxista pasado por Sartre y Deutscher como escribiría el propio Vázquez en El escriba sentado.13 De hecho la presencia del pensamiento marxista-gramsciano aparece como un referente claro a lo largo de su obra, desde el Manifiesto subnormal (1970), hasta O César o nada (1998).14 Los temas de la formación de los intelectuales, la figura del intelectual orgánico, la formación del estado moderno, las nociones de hegemonía y dominación que aparecen a veces en la obra montalbaniana pertenecen al ideario de Antonio Gramsci. Ahora bien, el pensamiento crítico de Vázquez Montalbán es el resultado del collage ideológico (culturalista) de varios autores de origen marxista-radical o crítico, de la misma forma que su escritura ficcional es el resultado del collage de diversos estilos y fuentes. No en vano el escritor valenciano Manuel Vicent le califica de “pop marxista”.15 En la obra montalbaniana encontramos ideas y conceptos de las obras de Marx, el joven Lukács, Lenin o Agnes Heller. Sin renunciar al marxismo, como instrumento de conocimiento de la realidad aplicable también a las realidades burocratizadas de los partidos comunistas y de los países del socialismo real, adoptará un distanciamiento crítico y escéptico hacia las alternativas globales, finalistas y en positivo. Vázquez Montalbán, a pesar de lo que buena parte de su crítica, y de lo que él mismo, ha escrito, no ha sido un autor al que se le pueda definir como un intelectual afectado por la parálisis del desencanto. No dudamos que la recepción generacional, en España o fuera de ella, de sus obras pueda haberse materializado de esa forma por razones contextuales socioculturales, o de moda posmodernista, pero de hecho su obra y su propia actitud frente a la realidad no son las de un desencantado sino las de un autor crítico.

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Pensamiento único y negativismo crítico Des la caiguda del mur de Berlín observem la inculcació sistemàtica, masiva, uniforme, que en el món hi ha una veritat, un mercat, una racionalitat, un exèrcit de vigilància d’aquesta veritat única, d’aquest mercat únic i d’aquesta racionalitat única.16 En 1995 y a partir del Panfleto desde el planeta de los simios se iniciará la cristalización del pensamiento montalbaniano en forma de crítica contra el neoliberalismo autoritario y economicista definido por Ignacio Ramonet como “Pensamiento único”. La novedad de la teorización de Manuel Vázquez Montalbán se dará en la reelaboración de un pensamiento, el suyo, que desde sus orígenes, en la década de los años sesenta, se había caracterizado por su anticapitalismo, su defensa de la democracia, su crítica al proceso desinformativo de unos medios de comunicación puestos al servicio del poder y su recuperación de la memoria macrohistórica y microhistórica, o individual, de los derrotados en la Guerra civil española.17 Esa reelaboración continuista del pensamiento montalbaniano se dará en torno a los ideologemas “Canibalismo”,18 para explicar el individualismo posesivo exarcerbado frente a la necesaria solidaridad, “Escriba sentado”, para definir al intelectual adscrito al poder,19 “Planeta de los simios”, para ilustrar la actitud actual de un pensamiento único negador del pasado y del futuro, “Memoria” frente a la amnesia y a la hegemonía del presente, “Geometría” como metáfora de la razón instrumental, “Compasión” como característica de la camusiana “Condición humana”, “Sky line de la Ciudad democrática” o perfil de la democracia utópica frente a la institucional y “Deseo/Utopía”. El pensamiento crítico de Manuel Vázquez Montalbán se mueve dentro de la aceptación crítica de los principios básicos de la modernidad, es decir, del desarrollo y defensa de las libertades del individuo, basados en la elaboración de contratos sociales, de igualdad y de progreso. Pero su aceptación de la modernidad y de los principios del pensamiento ilustrado no es neutral sino que reviste también una crítica a los excesos y perversiones del modelo moderno generados por su aplicación rígida, lineal, mecanicista y etnocentrista. Su forma de actuar en el área de lo político, su actuación crítica en negativo, su actitud regeneracionista y moral frente a la situación reinante están presididas por el temor a ver repetido de nuevo en la realidad el viejo lema goyesco de “los sueños de la Razón engendran mons-

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truos”. Manuel Vázquez Montalbán realiza pues una doble crítica al poder establecido y al que se pudiera establecer a partir de la puesta en positivo de las propuestas críticas presentadas. En realidad lo que nos propone en su obra literaria y en sus textos más ensayísticos es la necesaria simbiosis entre la célebre consigna del cambiar la historia con la del cambiar la vida:20 El lema marxista de ‘cambiar el mundo’ contra el de Rimbaud de ‘cambiar la vida’ marcaba la distancia comprendida entre dos manifiestos capitales: el manifiesto comunista de Karl Marx y el manifiesto surrealista de André Breton.21 Cambiar la sociedad, pero sin perder de vista la polifonía vital de un humanismo contemporáneo adoptando el optimismo voluntarista del que acepta el papel de crítico de una situación nada gratificante, pero distanciándose irónicamente tras la experiencia del derrotado que conoce bien el lado oscuro de los cambios históricos y sociales. A partir de una necesaria superación de la posmodernidad en forma de “post-posmodernidad” creerá Vázquez en la revolución,22 una revolución necesaria para la realización de una utopía necesaria. Revolución que tendrá como base la recuperación del espacio comunicativo, de la acción comunicativa, que él metaforiza en el concepto “Ciudad democrática”.23 Tal revolución supondrá la recuperación de la memoria y la aparición de la crítica de un presente plagado de necesidades a satisfacer social y culturalmente. Una revolución que reconstruirá la ciudad democrática en términos de democracia real, radical, y no meramente formal.24 Pasados los primeros quince años de parálisis facial y espiritual, parece llegado el momento de retomar el proyecto de reconstrucción de la ciudad democrática, superado el señuelo artificioso de la modernidad como restos de serie, gran liquidación final de temporada en tiempos de posmodernidades.25 Vázquez plantea la necesidad de detentar los instrumentos que posibilitan realmente que las libertades sean tendentes al cambio social defendiendo así artes y letras que contribuyan a un mejor conocimiento de las causas de la infelicidad, desde el yo y el nosotros.26 En estos términos Vázquez defiende un pensamiento crítico de orientación neo-humanista, laica, marxista, tendente al objetivo utópico de una verdadera democracia basada en la comunicación libre y en la necesidad de resolver los problemas

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actuales de corte identitario,27 social, ecológico, ético y cultural. La necesidad de la comunicación democrática, de la elaboración discursiva desde la fragmentación, será la estrategia estética practicada por Manolo Vázquez en su poesía y narrativa, a partir de un mestizaje genérico, rompedor de cánones literarios, e ideológicos.

Pensamiento único y medios de communicación de masas La funció del comunicador dins de qualsevol mena de producció i d’evolució social que examinem s’ha aplicat a reproduir la ideologia del poder dominant i a consagrar un determinat sentit, finalitat històrica, de l’ordre establert. [...] La reproducció de les idees dominants i de l’hegemònica filosofia del món permet justificar el seu ordre. Els mitjans de comunicació no sols han estat conseqüència de mètodes de producció i d’organització social, sinó que han tendit a perpetuar-los.28 El 4 de abril de 1998 Vázquez Montalbán publicó en el diario El País un artículo con el título “Yo acuso a la Santísima Trinidad” en el que definía los elementos clave de la relación entre el pensamiento único y los medios de comunicación de masas:29 1) Mundialización, 2) Dominio cuasi monopolístico de una empresa de comunicaciones, 3) Focalización y por ello manipulación de la información, 4) Canibalismo individualista y 5) Negación de lo estatal-histórico-político en beneficio de lo individual-capitalempresarial. En el mencionado artículo quedaba definido el orden establecido, pero… ¿cómo plantear una alternativa superadora? Para Vázquez Montalbán la positivización de las propuestas alternativas a lo realmente existente supondría la constitución de un nuevo orden de poder que, por experiencia, a la larga se convertiría en tan opresivo como el actual. Recogiendo una consigna trotskista lo que pretende es la permanentización de la crítica como correctivo de las desviaciones burocráticas, unidimensionales o despóticas del poder establecido sea este del color que sea. Desvelar lo oculto, descubrir las causas de nuestro presente, hacer consciente lo

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inconsciente en la reflexión crítica, salir de las sombras de la caverna platónica, para todo ello es necesaria una democratización de los medios de comunicación frente a la actual situación desinformativa tendente a la mistificación de la realidad. Manolo Vázquez reproduce hoy en día lo que en su momento plantearon Noam Chomsky o Armand Mattelart acerca de la manipulación e instrumentalización de los medios de comunicación de masas por parte del poder. Vázquez Montalbán es consciente que el discurso dominante durante los años noventa se centrará según François Brune en cuatro complejos ideológicos,30 a saber, 1) el mito del progreso constante, 2) la primacía de la técnica sobre la ciencia, 3) el dogma de la comunicación y 4) la religión de la construcción escenográfica del concepto época. Siendo el punto tercero de enorme importancia para la aceptación de los otros tres complejos ideológicos del llamado pensamiento único. Vázquez Montalbán desarrollará su teorización desde una perspectiva marxista, que le hará recuperar un vocabulario secuestrado por el bloque dominante. Su formulación no puede ser más clara cuando, recogiendo una frase de Lewis Carroll, afirme que “las palabras tienen dueño”.31 Como dice Lewis Carroll, las palabras tienen dueños, y de la palabra comunismo se ha apropiado el estalinismo...32 Junto a tal recuperación retomará también la metodología histórica y radical, ir a la raíz de los problemas, del marxismo crítico protagonizado por la discípula de Lukács, Agnes Heller. A través d’un exercici de replantejament semàntic, han substituït fins i tot les paraules que poguessin ofendre’ls i les han esborrat del xip dels experts en teoria de la pobressa o en teoria de l’ordre internacional, i la locució més suprimida és lluita de classes, perquè admetre’n l’existència implica admetre’n el significant i l’existència material d’aqueste lluita amb vencedors i vençuts. […] Si es diu ‘aquest país o aquesta classe social o aquest senyor està exercint colonialisme i explotació’, es transmet un missatge pejoratiu. Si es parla de les relacions centre-perifèria, Nord-Sud, relacions de dependència internacional, nou ordre internacional, classes socials emergents enfront de les classes socials submergides, etc., etc., assumim un llenguatge excul-

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patori i, per tant, no té perquè alimentar cap complex de culpa, cap necessitat d’autoanàlisi o de memòria culpable.33 La función primordial de los medios de comunicación actuales no será pues la información sino su manipulación: la desinformación. Desinformación al servicio del establishment, de las clases dominantes, creando un imaginario unitarista. Es decir, un neoliberalismo tendente al autoritarismo ideológico y totalizador que a partir de una visión neopositivista y determinista de la realidad niega, desde un presente uniforme, el pasado por obsoleto y el futuro por imposible, imperfecto e inseguro. Ese imaginario negador de alternativas transmitido por unos medios de comunicación que, por su propia complejidad son difíciles de neutralizar, ha asimilado a los propios trabajadores y profesionales de la información. Més que mai, els mitjans estan a les mans del poder econòmic, i la precarietat del mercat de treball, afegida a l’arrasament de la consciència crítica, ha convertit els profesionals en impotents instruments al servei del discurs únic i del pensament únic.34 Las posiciones políticas de Manuel Vázquez Montalbán en términos generales podrían considerarse como continuistas de lo que se denominó el eurocomunismo. En otras palabras una reivindicación de la construcción democrática sin la mera instrumentación de los aparatos que la configuran. Dentro de ese planteamiento marxista crítico o heterodoxo el pensamiento montalbaniano ha evolucionado aparentemente poco desde los momentos de su obra “subnormal”,35 su militancia en el PSUC y su oposición anti-franquista hasta nuestros días. Creemos que las razones de esta continuidad se fundamentan en primer lugar en el propio contexto donde se desarrolla su crítica y que se caracteriza en primer lugar por un cambio de régimen en España que no supuso un cambio cualitativo en lo que respecta a la gestión económica del país ajustándose progresivamente al modelo neoliberal hoy en día vigente. Y en segundo lugar por el propio proceso de construcción de la democracia española realizado por medio de un consenso partidista limitándose las perspectivas “socializantes” o “progresistas” de la izquierda a un mero uso instrumental del nuevo estado democrático surgido de las ruinas del franquismo en un momento en el que se daba una situación de crisis de los modelos ideológicos o utópicos.

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Unos simios muy humanos y desmemoriados Es como si, ahora, unos simios supervivientes a la civilización humana temieran recordar a un peligroso antepasado que desafió excesivamente a dioses excesivos y mediante la Razón creó más monstruos que arcángeles. La metáfora la tomo, y la sostengo, de una de las mejores muestras de cine de ciencia-ficción. El planeta de los simios y Retorno al planeta de los simios…36 Panfleto desde el planeta de los simios se inicia con una metáfora de resonancias cinematográficas ejemplificándose así las vertientes mestizas y culturalístico-(Pop)pulares de Vázquez Montalbán. El texto es un alegato contra el pensamiento único y sus características negaciones neopositivistas del pasado por obsoleto y del futuro por inexistente. En ese contexto establece Montalbán la diferencia entre los intelectuales interpretadores de la realidad y los intelectuales críticos que interpretan, transformando, esa misma realidad. Esa división tiene como origen la obra marxiana La ideología alemana, en concreto su tesis undécima sobre Feuerbach,37 texto en el que Antonio Gramsci basó su crítica a Benedetto Croce y su teorización acerca de los “intelectuales orgánicos”. ... cuando hablamos de intelectuales solemos referirnos a esa casta corporativa de especialistas en pensar y en decir lo que piensan, con el valor añadido de que piensan más y mejor que los demás. Hemos heredado del XIX a estos profetas de lo ya ocurrido,...38 Frente a ese intelectual intérprete de lo ya ocurrido, intérprete del mundo, “escriba sentado” adicto al poder, y al intelectual orgánico de partido que en su construcción del “hombre nuevo comunista” se fue convirtiendo en legitimizador del “gulag”39 se alza la alternativa del intelectual defensor del “negativismo crítico”. …La propuesta de la Teoría Crítica, según la cual mientras exista la división del trabajo, la función de los intelectuales es actuar de conciencia externa de la conciencia social establecida, de cara a favorecer las condiciones que conviertan en cultura de masas la necesidad de transformación y, por tanto, en una conciencia crítica. Sólo así la conciencia crítica devendrá energía histórica de cambio.40

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Panfleto desde el planeta de los simios fue un texto escrito contra una socialdemocracia, la española, que en su proceso de acceso al poder intentó neutralizar toda alternativa de izquierdas que no fuera la suya propia.41 Una socialdemocracia que actuó con un pragmatismo y un posibilismo desilusionantes tendentes a la mera ocupación de los aparatos del Estado y de las instituciones democráticas representativas sin un proyecto de cambio social. Una socialdemocracia que impulsó la mera modernización, con éxito innegable durante los primeros años de gobierno del PSOE, de la sociedad española, pero manteniéndose en los parámetros ya descritos del neoliberalismo: “amnesia + posibilismo negador de la utopía”. Posición aparentemente desideologizada, proclive hacia el neoliberalismo ideológico, que conllevó todos los vicios del poder: arrogancia, corrupción, antidemocratismo en forma del llamado “rodillo parlamentario” y terrorismo de estado.42 Para Montalbán nos encontramos, pues, en una situación en que tras la caída del muro de Berlín tanto el conservadurismo neoliberal, como el reformismo socialdemocrático han coincidido, y coinciden en la práctica, en la defensa de la mera administración de lo “realmente existente”, del presente, sin plantearse en ningún momento el análisis histórico de esa realidad. Esa aceptación se ha materializado en un discurso finalista céntrico, centrista y centrado elaborado por el Estado,43 los centros de decisión supraestatales y el sujeto histórico del presente actual: el “Gran consumidor”. Esta nueva Santísima Trinidad ha lanzado una dura campaña contra el papel de la Memoria y de la Historia. […] Se desacredita al mismo tiempo la memoria y la utopía, y no se trata de dos polos antagónicos; el negar lo uno y lo otro tiene una misma intención. El descrédito de la memoria significa que es innecesario recordar las causas de los actuales efectos. Lo importante son los efectos. [...] Plantear el porqué de estos efectos implicaría encontrar una culpabilidad histórica a las causas que los han provocado...44 Así pues la relación predominante en los sistemas socioculturales actuales, de la sociedad del espectáculo, es la del consumismo dentro del mercado de los productos comerciales, artísticos, culturales y políticos. El lema definidor de tal relación no será, según Manolo Vázquez, la de un finalismo mejorador de la realidad, sino un mero ceñirse a los deseos presentados por los estudios de mercado o las encuestas de opinión dirigidas al consumidor

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desde criterios de un presente desmemoriado y sin futuro. De ahí que la obra ensayística y ficcional de Manuel Vázquez Montalbán insista en la función del intelectual crítico por oposición al intelectual propagandista del poder formado, entre otros grupos, por una mayoría de los antiguos estudiantes progresistas durante el franquismo,45 que en la transición democrática volvieron al “redil” familiar de su clase social originaria. Insiste también en el papel desempeñado en la elaboración del discurso del pensamiento único por unos medios de comunicación de masas que aún siendo plurales no son pluralistas en sus opiniones presentando siempre el mismo discurso pragmático y desmemoriado. Vázquez pondrá de nuevo en circulación la idea de la dialéctica de la construcción del saber de “en sí” a “para sí”, que dentro de la tradición marxista pertenece al joven G. Lukács de Historia y consciencia de clase,46 para definir, dentro de su modelo democrático, el papel del intelectual crítico, del aparato educativo y de los propios medios de comunicación de masas. Para la inmensa mayoría de los seres humanos, terminada la Educación General Básica, su consciencia va a depender del choque directo con lo real y de los medios de información. De ahí la importancia de que en las escuelas se enseñe a leer los medios de comunicación, es decir, a descodificarlos.47 Descodificar el proyecto sociocultural del “nuevo orden mundial” del “happy end” de la historia que supone “Una religión liberal de politeísmo pactado”.48 Proyecto al que hay que oponer críticamente un futuro mejor no desde el reconocimiento positivo del bien sino desde el reconocimiento crítico y negativo de la existencia de un mal que puede acabar con la humanidad. No desde la presentación de una supuesta verdad única o de una lucha final, sino desde el reconocimiento, defensa y lucha de, y por, unas verdades posibles contra las no verdades evidentes.49 Verdades parciales y posibles en forma de imaginarios de la nueva mayoría sociocultural que ya definiera Habermas. Se nos presenta pues una noción de Utopía de la necesidad planteada en términos de reconquista de la “ciudad democrática”, de necesario dominio y hegemonía en unos medios de comunicación y producción culturales que permitan enfrentarse al dominio intrínseco del llamado pensamiento único. En este sentido el negativismo crítico montalbaniano a diferencia del de otros autores españoles se concretiza en unas alternativas parciales.

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Frente a la insolidaridad internacional que caracteriza un sistema mundial de supervivencia, hay que plantear el valor positivo de la solidaridad internacional [...] Frente al individualismo de triunfadores o supervivientes [...] hay que ofrecer los valores de la cooperación y la solidaridad [...] Frente al fomento irresponsable de necesidades artificiales, hay que ofrecer nuevos objetivos de vida social entre los que se encuentra el primordial de conservar la naturaleza [...] Frente a los esquemas de relaciones interpersonales basados en la posesión y la instrumentalización productiva o reproductiva, ofrecer los valores de la plena comunicación responsable, valores que ya están culturalmente presentes en las reivindicaciones feministas y de la sexualidad marginada. Y frente a la identificación entre progreso científico y desarrollo capitalista, oponer la identidad entre progreso científico y emancipación personal y colectiva.50 Propuestas que se plantean en términos de utopía y necesidad retomando el viejo lema marxista de “socialismo o barbarie” aquí formulado como “solidaridad o barbarie”.

La literatura y el escriba crítico Manuel Vázquez Montalbán construye y ordena su reflexión crítica en el proceso de la escritura, puesta esta en relación con la realidad mediatizada por su propia experiencia. En esa dinámica sus ideas acerca de la literatura han variado poco desde sus inicios hasta ahora. A lo largo de su obra nos encontramos siempre con los referentes histórico-literarios del realismo social español que Vázquez definirá como una especie de realismo socialista bajo la vigilancia de la censura franquista, vigilancia que hará que tal realismo de nuevo tipo no cumpla el papel retórico oficialista que tuvo en los países del llamado socialismo real,51 sino más bien todo lo contrario, por lo que el propio Vázquez propondrá la denominación realismo social o realismo crítico. La posición montalbaniana hacia la obra de tales escritores se concreta hoy en la aceptación de la obra de la segunda promoción de los autores del medio siglo, es decir de los que presentan la realidad a través de su experiencia vital y poética, autores como Juan Marsé en la narrativa o

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Jaime Gil de Biedma en la poesía. Una literatura que será presentada como un instrumento de reflexión crítica de la realidad, de la que ella misma es parte, un instrumento de conocimiento tanto para el autor-lector que la escribe como para el lector que la deconstruye. Manolo Vázquez nos propone, pues, una síntesis de los presupuestos estéticos de las generaciones del 50 y del 68 concibiendo la literatura como campo estético de interpretación de la realidad interviniendo en ella, transformándola en la medida que suponga un cambio de la consciencia del lector y, por tanto, del horizonte de expectativas de este. En ese sentido la obra montalbaniana ejemplifica su propia visión de la literatura tomando a esta como un elemento más de necesaria reflexión, de construcción de la consciencia crítica, como un área más de especialización dentro del amplio campo de la comunicación, de la información, en donde debe actuar el “escriba harto de estar sentado”. La literatura deberá ser, pues, una literatura de intervención crítica, un instrumento de conocimiento que recoja la realidad fragmentada, el universo fragmentario de la sociedad de la información, de la relación entre las partes en un universo sin horizontes finalistas sino dominado por discursos parciales y fragmentarios. Literatura crítica, literatura como producto de la reflexión y fomentadora de la reflexión, literatura, pues, de una experiencia no ensimismada y producto de la fragmentación cognoscitiva y de la percepción consciente de esa fragmentación. Literatura intertextual, basada en el collage, y por ello mismo culturalista. Una literatura moral en la medida en que es el producto de la experiencia del escritor, literatura crítica que pretende la reflexión, literatura comprometida con la construcción de la consciencia crítica, literatura que sin renunciar al culturalismo elitista lo presente como elemento constituyente de la intriga fascinadora del lector y de su identificación con el texto. Manuel Vázquez Montalbán representa a toda una generación, quizás la penúltima, de los “letraheridos”, de lectores que interpretan el placer de la lectura como un ejercicio comunicativo y cognoscitivo. Dentro de ese grupo se ha convertido en un autor reivindicador de lo social, lo histórico, lo solidario en una literatura que en su caso reivindica la utopía de la esperanza tensada por la relación entre la memoria experiencial e histórica, y el deseo de una mejora que no puede dejar de ser solidaria. Esa postura intelectual y a la vez sentimental, ejemplificando la célebre dialéctica marxiana de la cabeza y el corazón, de la razón y la pasión, tiene como correlato en el ámbito de lo propiamente político la doble dimensión del discurso político montalbaniano. Discurso desdoblado en un planteamiento histórico del presente como producto de la historia y a su vez como esperanza hacia un futuro

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superador de los errores vividos. Discurso materializado en el escepticismo del que ha visto derrotados varios proyectos de mayor o menor calado utópico, pero que no se resigna a aceptar que el presente sea el fin del futuro y por ello mismo de la historia y la utopía: memoria y deseo. En ese sentido su discurso se sitúa desde la fragmentación, sin propuestas globales, a través de un lenguaje más propio de la narrativa que de la ensayística en el que, como en su poesía y obra novelesca, la ironía juega un papel fundamental mostrando el escepticismo del autor. Sus ideas se presentan en forma de una dinámica crítica en negativo de lo realmente existente. Una dinámica anticapitalista, democrática, construida a partir de una posición alternativa fragmentaria, de defensa no ya del multiculturalismo sino del propio mestizaje cultural como alternativa al pensamiento unitarista conservador. En el ámbito de lo políticamente concreto defenderá la participación plural de la sociedad civil en el sistema político y en el ámbito ideológico la refundación de la modernidad a través del ajuste de sus realizaciones más perniciosas, reafirmando sus principios más liberadores. Un buen ejemplo de esto último lo tenemos en la descripción que Vázquez hace del fenómeno zapatista al que no definirá como políticamente posmoderno, sino como una propuesta de relectura de la modernidad. Chiapas es la nueva poética de la insurgencia, sobre todo si se asume sin sectarismos ni dogmatismos, como síntoma del desorden imperante, que debe ser reordenado para que la globalización sea algo más que un neoimperialismo maquillado. Contra lo interesadamente pregonado, el zapatismo replantea la modernidad, retomada tras el obsoleto interregno posmoderno...52 Su constante crítica a la ideología del pensamiento único no supone una negación de realidades como la globalización, uno de los elementos claves del discurso neoliberal actual, sino la crítica de la tendencia inherente a la misma de la negación de la función de ajuste social que deben cumplir los estados democráticos frente a unas sociedades dominadas por las corporaciones económicas y las leyes del mercado, y en las que el neoliberalismo presenta las conquistas sociales asumidas por los estados como un lastre, otorgándoles a estos la única función de la represión. En resumen nos hallamos ante un discurso político de gran coherencia que ha ido ajustándose diacrónicamente a la situación histórica, social y cultural de la realidad y que podemos caracterizar por su defensa de la historia y de la memoria como único método para comprender la realidad del

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momento actual.53 Un discurso político anticapitalista, democrático, tendente a una utopía que ya no tendrá el carácter totalizador del pensamiento marxista revolucionario tradicional sino más bien parcializado en diversas formas de resistencia a la implantación del nuevo orden neoliberal, y en el que el sujeto histórico de cambio ya no tendrá un carácter uniformador y unidimensional sino que se resumirá en el muy amplio concepto del globalizado frente al globalizador. El valor del elemento comunicativo en la edificación de una línea metodológica de elaboración de la utopía posmarxista como constructor de una posición moral en la sociedad basada en la participación democrática, en el diálogo, en la construcción de una consciencia crítica alternativa al desorden actual, le hará replantearse el papel de los medios de comunicación de masas, del intelectual crítico y de la sociedad civil. Temas que, teóricamente, tendrán como punto de partida la lectura eurocomunista del pensamiento gramsciano de la construcción de la hegemonía, pero que Montalbán desarrollará tanto desde una noción próxima a la habermasiana de la acción comunicativa, como desde la defensa del mestizaje desde la perspectiva neomoderna de integración de diversos proyectos de carácter utópico en un modelo fundamentado en la democracia, la solidaridad y la defensa ecológica del planeta. Manuel Vázquez Montalbán, buen conocedor de los mecanismos de elaboración de la realidad virtual de los medios de comunicación, de la sociedad como espectáculo, y de la realidad tangible sabrá defender la figura del intelectual como elaborador de discursos que en nuestra época sólo podrán ser mestizos para ser operativos desde una posición liberadora y además pondrá en práctica tales ideas en su propia escritura. No sólo en la combinación de diversos géneros para la propagación reflexiva de sus opiniones, sino en la utilización mestiza de los mismos. Para efectivizar su labor como intelectual comprometido con la realidad crea, pues, su propio artefacto comunicativo capaz de despertar la atención del receptor por medio de la intriga y el reconocimiento, y de incitar hacia la reflexión crítica a partir de las situaciones descritas en tales textos ya sean crónicas, columnas periodísticas, libros de entrevistas, poemas o novelas policíacas. Resulta, pues, difícil caracterizar el discurso montalbaniano como desencantado como hacen muchos de los críticos que han estudiado su obra influidos por las corrientes del posmodernismo social norteamericano. Si así fuera se daría una gran contradicción entre la enorme masa de información crítica generada por Manolo Vázquez y tal desencantamiento. Más bien habrá que decir que a través de la totalidad de su obra intenta explicar

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crítica y, de alguna forma, didácticamente, una época, la suya, desde una posición de escepticismo hacia todo lo que tenga que ver con proyectos globalizadores de transformación de la realidad. Su visión es la de un intelectual crítico que hace suya la historia de los derrotados de todas las luchas liberadoras. No es, pues, el resultado del nihilismo del desencanto ni de las nostalgias paralizadoras, sino más bien la materialización de la mencionada dialéctica del pesimismo de la inteligencia y del optimismo de la voluntad del que no quiere ser un “inútil cosmonauta que contempla estrellas para no ver las ratas”.

Notas 1 Vázquez Montalbán, M. (1996:321) Memoria y deseo. Obra poética. Barcelona: Grijalbo. 2 Otras obras son: Informe sobre la información (1963, 1975), Manifiesto subnormal (1970), Crónica sentimental de España (1971, 1980 y 1998), Historia y comunicación social (1980, 1985), Mis almuerzos con gente inquietante (1984), Crónica sentimental de la transición (1985), Felípicas sobre las miserias de la razón práctica (1994), Panfleto desde el planeta de los simios (1995), Pasionaria y los siete enanitos (1995), “Informe sobre la informació 2: Radiografía de la sospita” (1995), Un polaco en la corte del rey Juan Carlos (1996), El escriba sentado (1997), Sobre la incomunació de la societat comunicacional global (1997), La literatura en la construcción de la ciudad democrática (1991, 1992 y 1998) y Dios entró en la Habana (1998). 3 Ramonet, I. (1998:253) “¿Agonía de la cultura?”, en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde diplomatique. Edición española. Madrid: Temas de Debate: “…, la mayor parte de los intelectuales no se reconocen claramente en el espejo del futuro. Parecen ganados por la confusión, intimidados por el choque de las nuevas tecnologías, perturbados por la globalización de la economía, preocupados por la degradación del medio ambiente, escandalizados por el terrorismo, desconfiados respecto a las grandes instituciones (Parlamento, justicia, policía, escuela, medicina, medios de comunicación) y, en suma, muy desmoralizados por una corrupción que prolifera –herencia de la búsqueda extraordinaria y desenfrenada de dinero durante los años ochenta– que lo gangrena todo”. 4 Vázquez Montalbán, M. (1996:541-542) Un polaco en la corte del rey Juan Carlos. Madrid: Alfaguara. 5 Jordi Pujol es el presidente actual de Cataluña. 6 Izquierdo, J. M. (1997-98:147-170) “Aspectos ideológicos de la obra de Juan Goytisolo/Ideological Artistic Aspects in the Work of Juan Goytisolo”. Readerly/Writerly Texts, USA, Vol. 5, N° 1&2. 7 Izquierdo, J. M. (1998:109-125) “‘Negativismo crítico’ versus ‘Pensamiento único’ en la obra de Juan Goytisolo”. Enkvist, I. & Sahuquillo, A. (eds.). Un círculo de relectores. Jornadas sobre Juan Goytisolo en Lund. Almería: Instituto de estudios almerienses. 8 El tema de la alienación, junto al de la teoría del valor de Marx fueron dos temas claves durante los años setenta. La alienación o reificación fue definida por Herbert Marcuse a

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lo largo de una obra que se empezó a publicar durante esos años en España. En 1968 publicó Seix Barral su El hombre unidimensional, en 1971 fue Alianza Editorial la que hizo lo mismo con su Razón y Revolución y por último en ese mismo año la misma editorial publicó La agresividad en la sociedad industrial avanzada. La actitud de Manolo Vázquez ha partido de aquellos presupuestos marcusianos. En los años noventa se han radicalizado los problemas reificadores que el neoliberalismo genera, volviendo actuales las teorizaciones del viejo filósofo alemán. Vázquez Montalbán, M. (1970:21) Manifiesto subnormal. Barcelona: Kairós. Habermas, J. (1987:555-556) Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus: “En las sociedades avanzadas de Occidente […] los nuevos conflictos se desencadenan no en torno a problemas de distribución, sino en torno a cuestiones relativas a la gramática de las formas de la vida”. Sacristán, M. (ed.) ([1970] 1974:229) Antonio Gramsci. Antología. Barcelona: Seix Barral. Antonio Gramsci no sólo formuló esa dialéctica en textos teóricos sino que fue un “modus vivendi” del comunista italiano. En 1927, el doce de noviembre, escribía a su hermano Carlo: “Estoy convencido de que incluso cuando todo está o parece perdido hay que volver a ponerse a trabajar tranquilamente, volviendo a empezar por el principio.” Vázquez Montalbán, M. (1996:178) Un polaco en la corte del rey Juan Carlos. Madrid: Alfaguara. Vázquez Montalbán, M. (1997:130) El escriba sentado. Barcelona: Grijalbo. En esta novela estudiando la separación entre ética y política, entre el deber ser abstracto y difuso de Savonarola y el realista de Maquiavelo y en el análisis de la figura de un César Borgia/César Borja como prototipo malogrado de príncipe moderno a diferencia de Fernando de Aragón, ejemplo estudiado en la obra de Maquiavelo, El príncipe. Alberola, M. (1998) “Vázquez Montalbán se inspira en los Borgia para su última novela”, El País, Valencia, 19 de mayo. Vázquez Montalbán, M. (1997:21) “Sobre la incomunicació de la societat comunicacional global”. Bellaterra: Universitat Autònoma de Barcelona. “Desde la caída del muro de Berlín observamos la inculcación sistemática, masiva, uniforme, que en el mundo hay una verdad, un mercado, una racionalidad, un ejército de vigilancia de esta verdad única, de este mercado único y de esta racionalidad única.” Nuestra traducción al castellano. Vázquez Montalbán, M. (1998:88) La literatura en la construcción de la ciudad democrática. Barcelona: Grijalbo. La manipulación histórica que se está produciendo en la actualidad por parte de algunos historiadores y políticos conservadores denunciada por Vázquez es la continuación de la iniciada en el franquismo y que nuestro autor ha estudiado y criticado también con enorme dureza: “Ya he referido cómo el franquismo intentó detener el sol de la lógica histórica, secuestró la conciencia de una sociedad, falsificó la memoria, la historia, el lenguaje, toda expresión cultural.” Conceptos de enorme brillantez enunciativa cosa no extraña en un autor que ha sido el creador de eslóganes tan célebres como el “Contra Franco vivíabamos mejor” neutralizador del franquista “Con Franco vivíamos mejor”. Vázquez Montalbán, M. (1997:14). “Ha aprendido a escribir en cuclillas, a ver a sus señores y al mundo desde las cuclillas y conoce la ventaja que le otorga ser poseedor del lenguaje como instrumento, con una significación convenida por los señores o por los brujos. Ha de utilizar el código para perpetuar el sistema: en realidad el escriba sentado es un reproductor de ideas y palabras que no le pertenecen.” Muñoz Molina, A. (1995:322) Ardor guerrero. Madrid: Alfaguara. Dualidad ironizada por el novelista Antonio Muñoz Molina: “Por entonces Manuel Vázquez Montalbán

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citaba mucho un mandamiento de Arthur Rimbaud según el cual había que cambiar la vida y cambiar la Historia, pero yo me sentía tan al margen de la una como de la otra,...” Colmeiro, J. F. (1996:37) Crónica del desencanto: La narrativa de Manuel Vázquez Montalbán. Coral Gables-Florida: North-South Center Press, University of Miami. Vázquez Montalbán, M. (1998:105 & 113). “Desde la posmodernidad no hay otra salida que la post-posmodernidad y volver a subir al tren de la modernidad inconclusa.”. “En el momento en que me atrevo a proponer la superación de la posmodernidad mediante la post-posmodernidad, antes de que la tartamudez de tanto post arruine una de las industrias teórico-culturales más lucrativas,...” Vázquez Montalbán, M. (1998:60). Vázquez menciona justamente ese proyecto de ciudad democrática comunicativa, participativa al recordar cómo desde el fin de la Guerra civil se situaron frente a frente dos formas de convivencia, ciudades, la franquista autoritaria y la democrática. “Nada más instalarse la pesadilla de la ciudad franquista, empezó el sueño de la reconstrucción de la razón, de la reconstrucción de la ciudad democrática. Fue el proyecto cultural y político dominante entre 1939 y 1982, una larga marcha al servicio del sueño de una ciudad basada en la participación, abierta, plural, donde la libertad de la estética se interrelacionaría con la libertad de comportamiento...”. Vázquez Montalbán, M. (1985:117) Crónica sentimental de la transición. Barcelona: Planeta. Como había ocurrido durante la Transición española a la democracia: “Pero a pesar de [...] los entusiasmos despertados por el gran espectáculo de la democracia, algo olía ya la nariz del país a desencanto, cuando Pozuelo, nacido Eduardo Haro Tecglen, escribió en Triunfo: Uno de los problemas que va a tener este país es que muchos le han dado a la democracia el valor de una revolución –unos para bien, otros para mal– y puede ser todo menos una revolución.” Vázquez Montalbán, M. (1998:103). Vázquez Montalbán, M. (1998:103). Vázquez Montalbán, M. (1998:105). “La ruptura de la dialéctica entre necesidad y satisfacción a esa necesidad ya es hoy un factor concienciador de condiciones adversas al sistema.” Vázquez Montalbán, M. (1997:18) “La función del comunicador dentro de cualquier forma de producción y de evolución social que examinemos se ha dedicado a reproducir la ideología y el poder dominantes y a consagrar un determinado sentido, finalidad histórica, del orden establecido. [...] La reproducción de las ideas dominantes y de la filosofía hegemónica del mundo permite justificar su orden. Los medios de comunicación no sólo han sido la consecuencia de métodos de producción y organización social, sino que han tendido a perpetuarlos.” Nuestra traducción al castellano. Tales elementos ya los había definido en su discurso de investidura como Doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona (1997), ver notas 16, 28, 33 y 34. Brune, F. (1998:19-32) “Mitologías contemporáneas: sobre la ideología hoy”, en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde Diplomatique. Edición española, Madrid, Temas de Debate. Carroll, L. (1973:116) Alicia a través del espejo. Madrid: Alianza Editorial. Nos referimos aquí al diálogo entre Alicia y Zanco-Panco (Humpty-Dumpty) en Alicia a través del espejo (Through the Looking Glass and what Alice found there [1871]): “–Cuando yo uso una palabra –insistió Zanco-Panco con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos. –La cuestión –insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. –La cuestión –zanjó Zanco-Panco– es saber quién es el que manda..., eso es todo.”

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32 Padura Fuentes, L. (1991:48) “Reivindicación de la memoria. Entrevista con Manuel Vázquez Montalbán”. Quimera: Barcelona, N° 106-107. 33 Vázquez Montalbán, M. (1997:20). “A través de un ejercicio de replanteamiento semántico, han sustituido las palabras que podrían ofenderles y las han borrado del chip de los expertos en teoría de la pobreza o en teoría del orden internacional, y la locución más suprimida es lucha de clases porque admitir la existencia, implica admitir el significante y la existencia material de esta lucha entre vencedores y vencidos. [...] Si se dice ‘este país o esta clase social o este señor está ejerciendo el colonialismo y la explotación’, se transmite un mensaje peyorativo. Si se habla de las relaciones centro-periferia, NorteSur, relaciones de dependencia internacional, clases sociales emergentes frente a las clases sumergidas, etc., etc., asumimos un lenguaje exculpatorio y, por tanto, no tiene porqué alimentar ningún complejo de culpa, ninguna necesidad de autoanálisis o de memoria culpable” Nuestra traducción al castellano. 34 Vázquez Montalbán, M. (1997:22). “Más que nunca, los medios están en manos del poder económico, y la precariedad del mercado de trabajo, unida al arrasamiento de la conciencia crítica, ha convertido a los profesionales en impotentes instrumentos al servicio del discurso único y del pensamiento único” Nuestra traducción al castellano. 35 Vázquez Montalbán, M. (1995:16) Escritos subnormales. Barcelona: Grijalbo. “Afortunadamente puedo releerme. Y no sólo Escritos subnormales, sino una larga ristra de intervenciones que demuestran el parentesco de mis posiciones críticas de 1968 con las de ahora, beneficiado actualmente por la caída de las esperanzas de cartón piedra [...] Si en 1968 la impotencia de la razón para superar el empate histórico creado por el empate atómico me conducía a la evidencia de la subnormalidad de mi conciencia, y por lo tanto de mi escritura, en 1995 aquella reflexión sigue válida y la dejo tal y como está, como fotografía de un talante que conllevo como sustrato de mi percepción de hoy, no como arqueología, ruinas de un saber.” 36 Vázquez Montalbán, M. (1995:10) Panfleto desde el planeta de los simios. Barcelona: Grijalbo. 37 Marx, K. (1970:668) Tesis sobre Feuerbach, en Marx, K & Engels, F. La ideología alemana. Barcelona: Grijalbo. “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. 38 Vázquez Montalbán, M. (1995:33) 39 Manolo Vázquez se sitúa desde el marco eurocomunista aunque no milite en el mismo. Desde esa misma perspectiva sitúa su crítica al estalinismo, lo que no quiere decir que no respete a muchos de los militantes anónimos o no del estalinismo por su compromiso con la sociedad como se vislumbra en sus novelas y en su texto sobre la Pasionaria. Su posición crítica hacia el estalinismo aparece en la paráfrasis, ya citada anteriormente, de Lewis Carroll acerca de que las “palabras tienen dueño”. Ver nota 31. 40 Vázquez Montalbán, M. (1995:40). 41 Vázquez Montalbán, M. (1985:233). “Fue la nueva derecha española la que empezó a cavar la tumba del marxismo cultural, otro no había, allá por los años setenta y siete, setenta y ocho, pero ha sido la práctica política del PSOE desde el gobierno el primer intento serio de probar la no-existencia de la revolución, evidencia que permanecía entre lo dicho y lo no-dicho, es decir, en entredicho.” 42 Vázquez Montalbán, M. (1996:71): “... algo fundamental que reprochar al llamado felipismo es el intento de destrucción de todos los referentes de la cultura de izquierdas y la relativización de las instituciones democráticas sometidas al rodillo parlamentario.” 43 Vázquez Montalbán, M. (1995:78). 44 Vázquez Montalbán, M. (1995:79-80). 45 Vázquez Montalbán, M. (1995:65): “...bastantes patronos tuvieron hijos maoístas o europeizadamente althusserianos que se fueron de excursión al campo del enemigo o les

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vino la conversión por vía sexual a través de partenaires maoístas o althusserianos, se desclasaron una temporada, practicaron turismo revolucionario y volvieron a casa con el preciado botín del lenguaje, el saber del enemigo y enriquecieron mucho la capacidad de comprensión y maniobra de sus progenitores...”. Lukács, G. (1975) Historia y consciencia de clase. Barcelona: Grijalbo. Vázquez Montalbán, M. (1995:96). El comunicólogo francés Armand Mattelart ha caracterizado también muy negativamente lo que él denomina como “ideología contemporánea de la comunicación”: “La ideología contemporánea de la comunicación se caracteriza por lo efímero, el olvido de la historia y del porqué de los objetos y su articulación social.” Mattelart, A. (1998:216) “Los nuevos escenarios de la comunicación mundial” en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde Diplomatique. Edición española. Madrid: Temas de Debate. Vázquez Montalbán, M. (1995:106). Vázquez Montalbán, M. (1995:145). Vázquez Montalbán, M. (1998:104). Vázquez Montalbán, M. (1997:21). Vázquez Montalbán, M. (1999) “México”, El País, Madrid, 15 de febrero. Vázquez Montalbán, M. (1999) “Marcos, el mestizaje que viene”, El País, Madrid, 22 de febrero. “La ofensiva cultural neoliberal en los últimos 15 años va contra la memoria histórica y la utopía. Para el liberalismo, extirpar la memoria significa dejar la historia sin culpables, sin causas. Y eliminar la utopía deja al presente y lo predeterminado como única opción.”

Bibliografía Alberola, M. (1998) “Vázquez Montalbán se inspira en los Borgia para su última novela”. Valencia: El País, 19 de mayo. Brune, F. (1998) “Mitologías contemporáneas: sobre la ideología hoy”, en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde Diplomatique. Edición española. Madrid: Temas de Debate. Carroll, L. (1973) Alicia a través del espejo. Madrid: Alianza Editorial. Colmeiro, J. F. (1996) Crónica del desencanto: La narrativa de Manuel Vázquez Montalbán. Coral Gables-Florida: North-South Center Press, University of Miami. Habermas, J. (1987) Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus. Izquierdo, J. M. (1997-8) “Aspectos ideológicos de la obra de Juan Goytisolo/Ideological Artistic Aspects in the Work of Juan Goytisolo”. Readerly/Writerly Texts (USA), N° 1&2, 5:147-170. Izquierdo, J. M. (1998) “‘Negativismo crítico’ versus ‘Pensamiento único’ en la obra de Juan Goytisolo”. Enkvist, I. & Sahuquillo, A. (eds.). Un círculo de relectores. Jornadas sobre Juan Goytisolo en Lund. Almería: Instituto de estudios almerienses. Lukács, G. (1975) Historia y consciencia de clase. Barcelona: Grijalbo. Marx, K. Tesis sobre Feuerbach, en Marx, K. & Engels, F. (1970) La ideología alemana. Barcelona: Grijalbo. Mattelart, A. (1998) “Los nuevos escenarios de la comunicación mundial”, en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde Diplomatique. Edición española. Madrid: Temas de Debate. Muñoz Molina, A. (1995) Ardor guerrero. Madrid: Alfaguara.

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Padura Fuentes, L. (1991) “Reivindicación de la memoria. Entrevista con Manuel Vázquez Montalbán”, Quimera. Barcelona, N° 106-107. Ramonet, I. (1998) “¿Agonía de la cultura?”, en Pensamiento crítico vs. Pensamiento único. Le Monde Diplomatique. Edición español. Madrid: Temas de Debate. Sacristán, M. (ed.) ([1970] 1974) Antonio Gramsci. Antología. Barcelona: Seix Barral. Vázquez Montalbán, M. (1970) Manifiesto subnormal. Barcelona: Kairós. Vázquez Montalbán, M. (1985) Crónica sentimental de la transición. Barcelona: Planeta. Vázquez Montalbán, M. (1995) Escritos subnormales. Barcelona: Grijalbo. Vázquez Montalbán, M. (1996) Memoria y deseo. Obra poética (1963-90). Barcelona: Grijalbo. Vázquez Montalbán, M. (1996) Un polaco en la corte del rey Juan Carlos. Madrid: Alfaguara. Vázquez Montalbán, M. (1997) El escriba sentado. Barcelona: Grijalbo. Vázquez Montalbán, M. (1997) “Sobre la incomunicació de la societat comunicacional global”. Bellaterra: Universitat Autònoma de Barcelona. Vázquez Montalbán, M. (1998) La literatura en la construcción de la ciudad democrática. Barcelona: Grijalbo. Vázquez Montalbán, M. (1999) “México”, El País, Madrid, 15 de febrero. Vázquez Montalbán, M. (1999) “Marcos, el mestizaje que viene”, El País, Madrid, 22 de febrero.

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