Es un General
José Chalco Salgado
No se trata de cualquier persona que hace una denuncia o revela un hecho. Aquí no hay espacio al descrédito y calificativos para quien hace conocer al país de circunstancias gravísimas que involucran a las más altas esferas del poder. No es cualquier persona quien acusa. Es un General del Ejército Nacional.
Hay que poner un alto al aparato estatal que, a toda costa, impone crítica y menoscabo a quienes se expresan sobre el manejo del poder de turno. No se puede desatender y perder de vista al valor de las posiciones, cuestionamientos y denuncias provenientes de los más representativos, legitimados y transparentes personeros al interior del país.
En efecto, las declaraciones realizadas por el General Luis Castro son de peso y ostentan valor. Esta vez no cabe que el Gobierno sostenga que quienes están denunciando la corrupción sean "vende patria", "cadáveres insepultos" o populares "pelucones". Al contrario, es nada más y nada menos que un General del Ejército del Estado quien informa irregularidades en el proceso electoral del pasado 19 de febrero.
Y es que en el Ecuador todas las voces han sido desacreditadas. La de activistas, analistas, periodistas, políticos e indígenas. No puede correr con la misma suerte la voz de un General de las Fuerzas Armadas, es decir de una de las instituciones estatales que con mayor credibilidad cuenta en toda América Latina.
El país tiene que mirar hacia el futuro más allá de los inmediatismos, y en consecuencia, transitar en respeto a su institucionalidad y valores determinados en la Constitución; esto es atención al Estado de Derecho y la soberanía que activamente la defendieron al inicio de la última década.
Se ha dicho que las denuncias de irregularidades en el proceso electoral son parte de un espectáculo mediático que hicieran ciertos grupos de oposición. Ahora, ante un General y Comandante, ¿qué se puede inventar?. El Ejército mantiene la custodia permanente de todo el material electoral y voluntad de los ecuatorianos manifestada en las urnas; luego son coherentes las declaraciones del Gral. Castro en relación a que es alarmante que la cadena de custodia se haya roto en algunos casos, y que aquello convoca máxima preocupación de la Institución militar, y como debe ser racionalmente, de todos los ecuatorianos.
Sí. No se trata de "los mismos de siempre". Esta vez no hay excusas ni calificativos. Pues quien denuncia irregularidades en el Ecuador es un General del Ejército Nacional.
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