¿Es la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana una enfermedad inflamatoria?

August 26, 2017 | Autor: Félix Gutierrez | Categoría: Inflammation, Humans, Medicina Clinica
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Descripción

Med Clin (Barc). 2012;138(4):157–159

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Editorial

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Es la infeccio´n por el virus de la inmunodeficiencia humana una enfermedad inflamatoria? Is human immunodeficiency virus infection an inflammatory disease? Fe´lix Gutie´rrez * y Mar Masia´ Unidad de Enfermedades Infecciosas, Hospital General Universitario de Elche, Departamento de Medicina, Universidad Miguel Herna´ndez, Alicante, Espan˜a

El tratamiento antirretroviral (TAR) ha cambiado la historia natural de la enfermedad producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Actualmente es posible conseguir una supresio´n vı´rica prolongada en la mayorı´a de los pacientes, de forma que la morbimortalidad por eventos definitorios de sida se ha reducido dra´sticamente1,2. Sin embargo, a pesar de los avances logrados, la esperanza de vida de las personas infectadas es todavı´a menor que la de la poblacio´n general3. La morbimortalidad en los pacientes que reciben TAR se debe en gran medida a procesos inicialmente no asociados con el VIH, como las enfermedades cardiovasculares, renales, o´seas y neopla´sicas4–6. Investigaciones recientes sugieren que la presencia de un estado inflamatorio persistente puede ser un mecanismo central en la patoge´nesis de la enfermedad por el VIH y en el desarrollo de algunas de estas complicaciones. Actualmente se sabe que durante la fase aguda de la infeccio´n por el VIH se produce una intensa deplecio´n de linfocitos CD4 en mu´ltiples tejidos del organismo, que es ma´s marcada es el tejido linfoide gastrointestinal. Se ha sugerido que la mayor deplecio´n linfocitaria intestinal podrı´a tener relacio´n con un tropismo especial del VIH por un subgrupo de linfocitos CD4, los Th177, un tipo celular que parece tener un papel importante en la proteccio´n de las mucosas frente a algunos pato´genos extracelulares (por ejemplo bacterias y levaduras). La deplecio´n progresiva del conjunto de ce´lulas T en el organismo se ˜ a de una activacio´n inmune persistente manifestada acompan por marcadores de activacio´n y/o apoptosis de linfocitos CD8 y CD4, y tambie´n activacio´n de linfocitos B y monocitos8. Se observa un nu´mero elevado de linfocitos CD8 circulantes con fenotipo de activacio´n y una mayor proporcio´n de la habitual de linfocitos CD4 de memoria activados. Adema´s, desde los estadios iniciales de la infeccio´n, pueden detectarse concentraciones elevadas de varias citoquinas proinflamatorias (interfero´n a, factor de necrosis tumoral a, interleucina [IL]-6, IL-1b) tanto en plasma como en los ganglios linfa´ticos, una secrecio´n aumentada de varias quimiocinas, como las macrophage inflammatory proteins (MIP, «proteı´nas inflamatorias de los macro´fagos»)

* Autor para correspondencia. Correo electro´nico: [email protected] (F. Gutie´rrez).

MIP-1a y MIP-1b, y RANTES, y un recambio elevado de linfocitos T8,9. Diversos estudios han confirmado que, en comparacio´n con la poblacio´n general, en los pacientes con infeccio´n cro´nica por el VIH existen concentraciones plasma´ticas ma´s elevadas de proteı´na C-reactiva ultrasensible (PCR-us), IL-6 y otros biomarcadores inflamatorios10,11. La extensio´n de la activacio´n inmune y el estado proinflamatorio asociado a la infeccio´n por el VIH es de tal magnitud que es improbable que la estimulacio´n directa por antı´genos del virus por sı´ misma la explique en su totalidad. Existen cada vez ma´s evidencias de que puede obedecer tambie´n a mecanismos indirectos, principalmente a estimulacio´n por otros antı´genos vı´ricos y bacterianos. Se considera que la deplecio´n de linfocitos T podrı´a asociarse con un control inmune subo´ptimo de otros virus latentes, como el citomegalovirus (CMV), permitiendo su reactivacio´n y replicacio´n, y una estimulacio´n antige´nica que contribuirı´a a la activacio´n inmune12,13. Por otro lado, la deplecio´n de ce´lulas del tejido linfoide mucoso podrı´a incrementar la permeabilidad intestinal y favorecer el paso de microorganismos desde el tracto gastrointestinal al sistema inmune siste´mico. Algunos ˜ os sugieren que la transloestudios realizados en los u´ltimos an cacio´n bacteriana puede ser una causa importante de activacio´n del sistema inmune y puede ser un mecanismo clave en la patoge´nesis de la infeccio´n por el VIH9,14. En principio, la activacio´n inmune deberı´a ser beneficiosa, ya que contribuirı´a a contener la infeccio´n. Sin embargo, diversas investigaciones han puesto de manifiesto que los niveles de activacio´n de los linfocitos T son un predictor independiente de progresio´n de la enfermedad15,16 y de respuesta inmunolo´gica al TAR17, superando a la carga viral plasma´tica en la prediccio´n de mortalidad en pacientes con enfermedad avanzada16. El mantenimiento de un estado de activacio´n inmune e inflamacio´n persistentes puede tener consecuencias negativas para el paciente infectado, favoreciendo la replicacio´n del VIH y la progresio´n de la enfermedad, ocasionando alteraciones en el sistema inmune y, ˜ o de o´rganos y tejidos. En diversos finalmente causando dan estudios se ha confirmado que existe una correlacio´n entre la progresio´n de la enfermedad y los niveles de activacio´n de los linfocitos CD818,19. La importancia de la activacio´n inmune en la progresio´n de la enfermedad es tambie´n patente en los modelos animales de infeccio´n por el virus de la inmunodeficiencia simia

˜ a, S.L. Todos los derechos reservados. 0025-7753/$ – see front matter ß 2011 Elsevier Espan doi:10.1016/j.medcli.2011.10.022

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(VIS) en primates. Los macacos que, como los humanos, presentan deplecio´n progresiva de linfocitos CD4+ y progresio´n a sida cuando se infectan con el VIS, desarrollan una intensa activacio´n de linfocitos T. Por el contrario, cuando se infecta a los sooty mangabeys y a los monos verdes africanos, hue´spedes naturales del VIS que no desarrollan inmunodeficiencia, la activacio´n de los linfocitos T es mı´nima, a pesar de que manifiestan una replicacio´n vı´rica evidente20. Se considera que la activacio´n inmune cro´nica y la inflamacio´n sostenida podrı´an ser claves en la ge´nesis de algunas de las comorbilidades no asociadas al sida que se observan cada vez con ma´s frecuencia en los pacientes con VIH, como la arteriosclerosis21–24. La activacio´n de la cascada de la coagulacio´n puede ser un factor importante en la morbilidad cardiovascular y podrı´a estar estrechamente relacionada con la activacio´n inmune, a trave´s de un aumento en la expresio´n de factor tisular por parte de los monocitos activados25. El hecho de que algunas de estas complicaciones, como las cardiovasculares y las o´seas, se presenten tambie´n en pacientes con otras enfermedades inflamatorias cro´nicas, como el lupus eritematoso y la artritis reumatoide26–29, apoya el papel de la activacio´n inmune cro´nica en su patoge´nesis. Una de las evidencias ma´s so´lidas de la importancia de la activacio´n inmune cro´nica en la historia natural de la infeccio´n por VIH es la demostracio´n, en varios estudios observacionales recientes, de que la elevacio´n de determinados biomarcadores inflamatorios y de activacio´n de la coagulacio´n predicen el desarrollo de complicaciones o mortalidad30–33. En el estudio SMART, un ensayo clı´nico en el que se investigaba la eficacia y la seguridad del TAR intermitente, se encontro´ una asociacio´n entre las concentraciones basales de PCR-us, IL-6 y dı´meros-D, y la mortalidad por cualquier causa30. Las concentraciones de los 3 biomarcadores tambie´n fueron ma´s elevadas en los pacientes que fallecieron por episodios cardiovasculares y/o muerte su´bita no presenciada. Se encontraron tambie´n concentraciones basales elevadas de PCR-us, IL-6 y dı´meros-D en los casos que posteriormente desarrollaron episodios cardiovasculares34. El TAR disminuye notablemente la activacio´n celular de los linfocitos T y las concentraciones de citoquinas proinflamatorias35, aunque existen cada vez ma´s evidencias de que en general no logra «desactivar» el sistema inmune. Los niveles de activacio´n de los linfocitos T y los biomarcadores solubles de inflamacio´n pueden ˜ os de supresio´n mantenerse anormalmente altos a pesar de an virolo´gica, y los niveles elevados de activacio´n inmune en los pacientes tratados se han asociado con una recuperacio´n subo´ptima de linfocitos CD4 y con un aumento de la mortalidad17,36,37. Las razones por las que puede mantenerse inflamacio´n persistente en pacientes tratados con antirretrovirales no son todavı´a bien conocidas. Se considera que podrı´an influir, entre otros factores, la replicacio´n vı´rica residual, la persistencia de translocacio´n microbiana, la replicacio´n de CMV y otros copato´genos, y la pe´rdida de ce´lulas T reguladoras y de otras respuestas inmunorreguladoras. La contribucio´n de cada uno de estos factores es objeto actualmente de una intensa investigacio´n. El reconocimiento de la importancia del estado inflamatorio en la morbmortalidad actual del VIH/sida ha abierto nuevas posibilidades terape´uticas. En la actualidad se esta´n llevando a cabo varios estudios para evaluar distintas estrategias farmacolo´gicas dirigidas a frenar la activacio´n inmune y la inflamacio´n actuando a diferentes niveles, entre ellas la intensificacio´n del TAR y la terapia antiviral frente a CMV, intervenciones orientadas a inhibir la translocacio´n ˜alizacio´n del sistema bacteriana, y el bloqueo de las vı´as de sen inmune. Los resultados preliminares sobre intensificacio´n del TAR han sido discrepantes38–41. Tampoco se han observado beneficios con la administracio´n de anticuerpos antilipopolisaca´rido bacteriano42. Por el contrario, con valganciclovir se han observado

reducciones significativas en la activacio´n de linfocitos CD8 en pacientes coinfectados por CMV43. Con algunas de las intervenciones dirigidas a bloquear las vı´as ˜ alizacio´n del sistema inmune y/o la inflamacio´n se han de sen obtenido resultados prometedores. En un ensayo exploratorio aleatorizado realizado en pacientes naı¨ve a TAR, la atorvastatina a dosis altas indujo una reduccio´n significativa en los marcadores de activacio´n inmune de los linfocitos CD8 sin que se observaran cambios en la carga viral del VIH44, lo que se ha atribuido a los efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios de las estatinas. El celecoxib, un inhibidor de la ciclooxigenasa tipo 2, tambie´n redujo la activacio´n inmune cro´nica y la inflamacio´n en te´rminos de densidad de CD38 en linfocitos CD8 y cambios en un score combinado de marcadores inflamatorios en un ensayo exploratorio aleatorizado45. Los resultados de estos estudios animan a evaluar estrategias de tratamiento inmunomodulador adyuvante en los pacientes con inflamacio´n residual persistente a pesar de un TAR efectivo. Cuando se cumplen 3 de´cadas desde la descripcio´n del sı´ndrome de la inmunodeficiencia adquirida y del descubrimiento posterior del VIH como causante de la enfermedad, se han desarrollado estrategias antivı´ricas extraordinariamente eficaces para suprimir su replicacio´n y el perfil clı´nico de la enfermedad ha cambiado. Actualmente, en los pacientes tratados, esta enfermedad se asemeja a otras afecciones cro´nicas y el foco de intere´s en la patogenia se ha desplazado desde el virus a la respuesta del hue´sped. Los conocimientos actuales sugieren que la activacio´n inmune y la inflamacio´n persistente son claves en la patoge´nesis del VIH y pueden ser determinantes en la historia natural de la enfermedad en los pacientes suprimidos virolo´gicamente con TAR. Sin embargo, las razones por las que se mantiene la activacio´n ˜o inmune y los mecanismos mediante los cuales se produce el dan orga´nico no son todavı´a bien conocidos. Sera´ necesaria la realizacio´n de ensayos clı´nicos controlados para determinar si las estrategias de intervencio´n terape´utica adyuvante frente a la inflamacio´n son capaces de extender los extraordinarios beneficios logrados con el TAR sobre la morbimortalidad de los pacientes con VIH/sida. Financiacio´n Los autores han recibido becas de investigacio´n de las siguientes entidades: FIS (PI081893), FIBELX (05/05; 20/07; 10/ 11; 10/12; 10/13), FIPSE (12532/05; 12655/07), Generalitat Valenciana (PI051338,083/05, AP-091/07; AP-087/10) y Red Tema´tica de Investigacio´n Cooperativa en VIH/SIDA del FIS (ISCIII-RETIC RD06/0027). Bibliografı´a 1. Escolano C, Ramos J, Gutie´rrez F, Masia´ M, Herna´ndez I, Benito C, et al. Cambios en el espectro de la morbilidad y la mortalidad de los pacientes con infeccio´n por el virus de la inmunodeficiencia humana ingresados en el hospital durante la era del tratamiento antirretroviral de gran actividad. Med Clin (Barc). 2004;122:1–5. 2. Gutie´rrez F, Padilla S, Masia´ M, Iribarren JA, Moreno S, Viciana P, et al. Clinical outcome of HIV-infected patients with sustained virologic response to antiretroviral therapy: Long-term follow-up of a multicenter cohort. PLoS ONE. 2006;1:e89. 3. Antiretroviral Therapy Cohort Collaboration. Life expectancy of individuals on combination antiretroviral therapy in high-income countries: a collaborative analysis of 14 cohort studies. Lancet. 2008;372:293–9. 4. Mocroft A, Reiss P, Gasiorowski J, Ledergerber B, Kowalska J, Chiesi A, et al. Serious fatal and nonfatal non-AIDS-defining illnesses in Europe. J Acquir Immune Defic Syndr. 2010;55:262–70. 5. Antiretroviral Therapy Cohort Collaboration. Causes of death in HIV-1-infected patients treated with antiretroviral therapy, 1996-2006: collaborative analysis of 13 HIV cohort studies. Clin Infect Dis. 2010;50:1387–96. 6. Gutie´rrez F, Masia´ M. The role of HIV and antiretroviral therapy in bone disease. AIDS Rev. 2011;13:109–18.

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