Es amor lo que sangra

Estaría bueno que los varones nos sinceremos y sintamos las contradicciones que nos acuden a las tripas cuando nos comprometernos en los estudios de género, la comprensión de los feminismos, las masculinidades y las disidencias. Hablaré por mí. Por más que intento, que busco, que reflexiono, sigo contaminado de patriarcado. Creía, muchas veces, que era un varón igualitario. Aún así cometía muchas acciones para reproducir este sistema: continuaba ejerciendo violencias simbólicas, sexuales, verbales, emocionales y físicas hacia mujeres y otras corporalidades no hegemónicas. Desde hace un tiempo vengo escapando del ideal de masculinidad, sobre todo en los últimos tiempos. Y a veces siento voces que me hablan y sacan de adentro los prejuicios que creía superados, me sorprendo pensando de una forma que repudio segundos después (me alegro que esto suceda cada vez con menos frecuencia). Pero me falta mucho, nos falta mucho a los varones, para cambiar el estado de cosas.