Entrevista con Alicia Borinsky

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Re/presentación/es: Entrevista con Alicia Borinsky Author(s): Alicia Borinsky and Cynhia M. Tompkins Source: Confluencia, Vol. 17, No. 1 (Fall 2001), pp. 112-116 Published by: University of Northern Colorado Stable URL: http://www.jstor.org/stable/27922829 Accessed: 07-05-2017 23:13 UTC JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

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Re/presentaci?n/es: Entrevista con Alicia Borinsky Cynhia M. Tompkins Arizona State University

Adem?s de su prolifica labor en el campo de la cr?tica literaria, la escritora argentina Alicia

Borinsky ha publicado tres novelas Mina cruel (\989)[Mean Woman (1993)], Sue?os del seductor abandonado (1995) [Dreams of the Abandoned Seducer (1998)] y Cine continuado (1997). Golpes bajos (1999) marca su incursi?n en el g?nero microrrelato. Su obra po?tica hasta la fecha consta de los siguientes t?tulos: La ventr?locua y otras canciones (1975),

Mujeres t?midas y la venus de China (1987) [Timorous Women (1991)], La pareja desmontable (1994) [The Collapsible Couple, edici?n biling?e ingl?s/ castellano], Madres alquiladas (1996) y La mujer de mi marido (2000).

Despu?s de haber cursado estudios en la Facultad de Filosof?a y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Alicia Borinsky debi? dejar Argentina. Sigui? su carrera en la

University of Pittsburgh, donde obtuvo la maestr?a (1968) y el doctorado (1971). Borinsky ha ense?ado en The Johns Hopkins University, Harvard, Brown y Washington University en St Louis. Actualmente es catedr?tica de Literatura Latinoamericana y Comparada y Directora del Programa de Estudios Latinoamericanos en Boston University. Su intensa labor intelectual y creativa le ha valido varios premios, entre ellos, el Latino Literature Prize

por su novela Sue?os del seductor abandonado y la beca Guggenheim (2001).

Cynthia Tompkins: ?Cuando fuiste a Pittsburgh, pensabas radicane en los Estados Unidos, o fue algo que se dio despu?s?

Alicia Borinsky: Se di? despu?s debido a los acontecimientos pol?ticos que volvieron al pa?s tan inh?spito y peligroso para la vida en libertad. Yo pensaba cuando me fui que la dictadura iba a ser breve y pasajera.

CT: ?C?mo te impact? el "Proceso"? AB: Motiv? una de mis partidas de Argentina despu?s de haber decidido volver "para siempre." En lo personal hubo p?rdidas y en lo literario creo que mi lenguaje se volvi? mas brutal, abrupto y se dej? filtrar por la violencia y el oscuro destino de los cuerpos y las

alegr?as inevitable de una vida cotidiana que sigui? para tantos. CT: ?C?mo te situar?as en el contexto de la literatura argentina? ?Te ves como parte

de una generaci?n? AB: Entre los escritores que mas releo sin abrir sus libros, es decir en ese di?logo imaginario en el cual parecemos ser c?mplices est?n Macedonio, Cort?zar, Puig, Gelman, Pizarnik, la tradici?n tanguera. No s? si eso significar?a "situarme" en la literatura argentina

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porque en el fondo a m? me interesa escribir

desde cero, desde una suerte de orfandad

literaria en la cual las palabras son "como esos huevos que algunas aves raras ponen del viento (Vallejo).,, Escribir como si uno no supiera que es posible, estableciendo una conversaci?n con lectores listos a aprender los ritmos de lo le?do

como quien te acompa?a en un baile o una caminata. En ese sentido no me veo como parte

de una generaci?n. La necesidad de salir de la Argentina acentu? para m? las condiciones de

aislamiento que ya eran esenciales para mi escritura. Independientemente de toda raz?n

hist?rica, desconf?o de los agrupamientos, cen?culos, declaraciones de conjunto y del activismo colectivo de la p?gina. Algunos

escritores (y cr?ticos) adolecen de

"generacionitis" y explican demasiado por la edad y la cercan?a geogr?fica entre escritores olvid?ndose de que el arte y la literatura que importan son sobre todo figuraciones de alguien solo d?ndole vueltas a un asunto, a una intuici?n o simplemente a un cuestionable recuerdo.

CT: ?Influencias literarias? AB: Lewis Carroll, los hermanos Grimm, Felisberto Hern?ndez, Clarice Lispector, Jean Rhys, los tangos tempranos, las letras de bolero de Agust?n Lara, las fotonovelas, Borges, Bioy Casares, Macedonio, Cort?zar, Puig, Mar?chal, el Gelman de las traducciones de Sydney West, Pizarnik, Olga Orozco, Huidobro, el Vallejo de Trike, los modernistas de las cr?nicas y ciertos momentos de la poes?a de Dar?o as? como tantas otras cosas le?das en estado de disponiblidad como el ?ltimo momento de la poes?a de Pavese y gran parte de

William Burroughs. CT: ?Qu? impacto tuvo la teor?a (deconstrucci?n, sobre todo) sobre tu formaci?n? AB: Yo ya estaba muy interesada y moldeada por Macedonio en el momento en que trab? contacto con la deconstrucci?n. Tuve la suerte de estar ense?ando en Johns Hopkins

cuando all? tambi?n estaban como profesores visitantes gente como Derrida, Lyotard, Michel Serres. Segu? un par de seminarios con Derrida, a quien ya conoc?a por mis lecturas y me pareci? muy af?n en ese momento su modo de leer: la paciencia ante las posibilidades de desmembramiento del sentido, la disponibilidad de internarse o de inventar meandros.

Supongo que la atenci?n con que ve?a cada palabra y la invenci?n de contextos a contracorriente de cualquier tentaci?n de centralidad narrativa, tuvieron importancia en la configuraci?n de mi mirada cr?tica. Pero Macedonio, Cort?zar y Borges siempre estaban conmigo alimentando una rendija humor?stica que s?lo exist?a en teor?a en la teor?a derridiana. Ahora, claro, mantengo cierta distancia de la llamada teor?a literaria que circula

con m?s valor ornamental que anal?tico entre tantos cr?ticos que no se dan cuenta de la intensidad de los efectos de lucidez que surgen de la narrativa y la poes?a.

CT: ?C?mo ves la interrelaci?n de tu quehacer acad?mico y literario?

VOLUME 17, NUMBER 1

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AB: Mis textos cr?ticos son ensayos acerca de temas, autores que me apasionan o que me causan una perplejidad que s?lo puedo desplegar a trav?s de la escritura. En ese sentido, la cr?tica acad?mica para m? no tiene la esterilidad de la cual es frecuentemente acusada. Es

el espacio de una b?squeda que se conecta con la que hago en esa otra pr?ctica llamada

"creativa." Y la ense?anza es algo que a m? siempre me ha estimulado mucho, es un privilegio poder reunirse con un grupo de estudiantes a dirimir, analizar, desplegar cuestiones que sirven no s?lo para generar nuevos conocimientos sino tambi?n una lucidez que arma amistades. Como ves, no hay un divorcio entre lo uno y lo otro para m?. Trato,

sin embargo, de que en los poemas, cuentos, novelas que escribo no haya un tono "culturoso," "literatoso," me molestar?a ser una escritora solemne y respetuosa de un cat?logo, con placeres estrictamente dependiente de una bibliograf?a. CT: ?C?mo ves la interrelaci?n de tu obra en prosa con la po?tica? AB: Tanto lo uno como lo otro surgen de una voluntad r?tmica, por eso la prosa es compacta, aglutinada a veces en estribillidos reales y ficticios, letras de m?sica popular. En ambos casos me interesa inventar voces y crear un di?logo ?ntimo acerca de experiencias a veces inveros?miles pero, espero, compartibles como los secretos y afanes inconfesables que nos unen. Cuando escribo una novela, vivo durante m?s tiempo con los personajes y, de

alg?n modo, cuando la termino logro independizarme de su seducci?n, sus errores y placeres. Con la poes?a es otra cosa. Persiste m?s en m? y regresa cuando menos lo deseo. Es mas inc?moda pero no menos peligrosa. CT: ?Te definir?as como una escritora postmoderna? AB: Me resulta dif?cil ubicarme en t?rminos de historia literaria. Supongo que es

algo que tengo en com?n con otros escritores. Hago mi trabajo pensando que en ?l se actualiza algo muy af?n a lo actual, lo presente con sus ritmos entrecortados, historias que se superimponen, roces e interferencias entre lo escrito, lo visual, lo filmado de modos que algunos asocian con lo postmoderno. Decir, sin embargo, que lo soy podr?a tener por un lado un aire de manifiesto, cosa muy alejada de mis intenciones, y por otro, un nivel de distanciamiento y posibilidad de autoevaluaci?n del que carezco. Dejo la respuesta a esa pregunta a mis lectores y a los cr?ticos que pueden practicar el adentro y el afuera de mis textos con mayor agilidad que yo. CT: ?C?mo ves la escritura de mujeres contempor?neas? AB: Es un campo muy interesante porque podr?a decirse que la escritura misma de mujeres es contempor?nea independientemente del momento en que haya sido producida en la medida en que la creatividad en el ?mbito de la cr?tica de la literatura de mujeres ha actualizado y sigue actualizando a escritoras del pasado. ?Sor Juana y Olga Orozco? CT: ?Hasta qu? punto se ve afectada la obra literaria por el mercado? AB: Escribo mi obra con total libertad y no hago concesiones al mercado que te pide argumentos lineales, sentimentalismos, realismo m?gico. Como a todos, me gustar?a que

me leyera cada vez m?s gente, no tengo una indiferencia elitista con respecto al p?blico

pero te aseguro que la especulaci?n, el mundo de la compraventa me fascinan como posibles elementos en mis obras y no como recetas para mi conducta. Tanto Cine continuado como Sue?os del seductor abandonado contienen visiones del asunto. CT: ?Pens?s que te ha sido m?s dif?cil publicar por ser mujer?

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AB: No podr?a decirte. No fue f?cil pero me parece que en parte tiene que ver con las condiciones econ?micas que afectan a todos igualmente. Me refiero a los libros que salen en Argentina. En mi caso, el exilio ha signado bastante un momento de mi relaci?n

con el mundo editorial porque la situaci?n del escritor m?vil complica la tarea de promoci?n de los libros ya que hay dificultades para hacer coincidir la obra con la presencia

real del autor, cosa que parece ser un requisito para la Argentina cuando se trata de escritores nacionales. Como sabemos, ?se no es un obst?culo en el caso de los extranjeros a quienes se lee muchas veces con m?s fruici?n, con una autoridad no siempre merecida.

"Hay que pagar derecho de piso aqu?" me dijo una vez al respecto un escritor amigo hablando de c?mo las editoriales argentinas soslayan a los escritores argentinos que no viven en el pa?s. Esta actitud es m?s marcada en la relaci?n con las mujeres escritoras que con los hombres. Hay una suerte de paradoja en el tratamiento de las exiliadas, las m?viles,

las que viven o han vivido en el extranjero. Por un lado, gestos de solidaridad y apasionada

defensa de las desaparecidas embarazadas cuyos hijos fueron cambiados de identidad, por otro indiferencia con las que se escaparon, sobrevivieron afuera, se hicieron de un nombre

y una identidad. Para comparar figuraci?n en el ?mbito literario basta pensar en la diferencia en el tratamiento de Juan Jos? Saer y Luisa Valenzuela. Ambos merecen admiraci?n y reconocimiento pero creo que a Luisa Valenzuela se le ha hecho pagar caro la ausencia que tuvo del pa?s. Con todo, en mi caso personal, me siento en este momento le?da y finalmente eso es lo que importa.

CT: ?C?mo se te da el proceso de escritura? AB: Var?a. Trabajo mucho a partir de im?genes, objetos que junto y que constituyen, en mi estudio, el habitat de lo que estoy escribiendo en el momento. Ahora que estoy

trabajando en una nueva novela hay postales y fotos con caras de actrices de cine mudo, cierta m?sica, ropa que me pongo a veces para entrar en ambiente. Es casi como una puesta teatral. Corrijo mucho y descarto la mayor parte de la producci?n del d?a porque intento el minimalismo y el sobreentendido.

CT: El goce del lenguaje en s?.. .El humor en tu obra... AB: No soy consciente de tener t?cnicas humor?sticas pero s? de un sostenido tono de desconfianza con respecto a la seriedad de las instituciones, las formalidades del trato entre las personas, la estabilidad de los afectos. Acaso mi humor sea algo as? como ese juego

que se llama "palo enjabonado" donde esencialmente se goza con la ca?da. CT: Al referirte a la escritura de Manuel Puig, en el cap?tulo "Is There a Style Without Gender? de tu Theoretical Fables. The Pedagogical Dream in Contemporary Latin American Literature (Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 1993) afirmas: If the attributes of gender, the feminine or virile looks, are examined in Puig's writing, there is also the conviction that the look is what we must take as the essence.... In this vision there is a grounding force, a language that overrides the difficulties and artificiality of the others, its middle class Argentine, feminine inflected character. The leading fantasy for Molina and for so many other

characters in Puig's work is to be a middle class woman. Although the goal is unattainable as such, the novels are told with female middle class inflections in

the leading role.

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It is through such mainstream voices that the reader recognizes that the battle for truth has been won. Puig's novels not perceived as representing styles of speech but as the actual expression of reality attain what his characters cannot: to

be an embodiment of what is at stake for the author in mainstream Latin

American women. (101) Teniendo esto en cuenta, ?qu? pens?s de lo er? tico... de la escritura femenina, del escribir

con el cuerpo? AB: La asociaci?n entre mujeres y victimizaci?n ha dado lugar a una visi?n de la escritura femenina desde la p?rdida, el dolor y la humillaci?n. Acaso los efectos er?ticos de mi escritura tengan algo de eso pero creo que si es as?, se dan como una parodia de los lugares comunes que relacionan placer y sojuzgamiento. No creo que haya una escritura femenina sino escritores mujeres que difieren entre s?. En la literatura occidental hay ciertos

gestos, ciertos modos de usar el lenguaje que se asocian con la femineidad pero no son solo mujeres quienes los practican. Pensemos en Puig y Severo Sarduy para poner solo dos

ejemplos.. .Con respecto a la escritura con el cuerpo, te dir? que a m? me interesa llegar a cierta elocuencia de las sensaciones, de la suprema delicadeza de lo grotesco, los choques, estertores y especificidades que no se limitan a la tradici?n (masculina) de la escritura en torno a lo genital. Escribo con todo y si a eso se llama escribir con el cuerpo puede decirse que lo hago. Trato de operar tambi?n con lo que suele dejarse de lado cuando uno piensa el cuerpo como parte de un sistema binario: abstracci?n, juegos de inteligencia, acceso al absurdo. El cuerpo, entonces, represent?ndose y autocancel?ndose tanto m?s elusivo

cuando m?s evocado.

CT: ?Otros proyectos? AB: Una novela, un libro de ensayos, ayudar a traducir Golpes bajos. Cine Continuado cuya traducci?n al ingl?s acabo de revisar, sale el a?o que viene en Nortwestern University Press.

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