Entrevista a Jeremias Gamboa

May 23, 2017 | Autor: J. Latorre | Categoría: Novelas, LIMA PERU, Jeremias Gamboa, Contarlo todo
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Descripción

untapalabras ENTREVISTA José Antonio Latorre Llanos

Jeremías Gamboa: “Contarlo todo es un grito de libertad” podría ser De Rivera? Y así sucesivamente. Entonces, si alguien se da el trabajo de encontrar a esos personajes en el mundo “real”. ¿Hasta qué punto podría encontrarlos? ¿Cuántos de estos son “reales” y cuántos de estos son cticios?

La novela “Contarlo Todo” de Jeremías Gamboa ha sido una revelación y un verdadero boom en ventas; ya se está traduciendo a otros idiomas. Tuvo éxito incluso antes de ser publicada, al haber recibido el respaldo nada menos que de Mario Vargas Llosa y la agencia literaria Balcells. Jeremías no es solo un gran escritor sino además un gran docente. Llegó al Cusco para realizar un taller sobre narrativa, auspiciado por el Ministerio de cultura. Participar en el mismo y hacerle una entrevista es una oportunidad que ningún amante de la literatura podría desaprovechar. Le pedí a Jeremías entrevistarlo especialmente para hablar acerca de sus obras, "Punto de fuga" (2007), “Contarlo todo” (2013), así como de su trayectoria periodística. Él ha aceptado gentilmente; sin embargo, el tiempo ha estado en mi contra: una anterior entrevista con representantes del Ministerio se ha demorado más de lo previsto. Debo aclarar que es la primera

vez que realizo una entrevista (de cualquier tipo) en mi vida, razón por la que tal vez no ha salido como hubiera querido, aun así ha sido una experiencia por demás graticante, la mejor manera de iniciarse en este otro arte. Quienes -como yo- hayan identicado a Jeremías gamboa con su “alter ego” Gabriel Lisboa cometieron un gravísimo error de percepción artística. * * * JAL: Ante todo Jeremías quiero agradecerte por esta entrevista, orientada sobre todo a lectura de tus obras; un poco también a lo que ha representado todo el boom tras el lanzamiento de tu obra “contarlo todo” a nivel nacional e internacional… La primera pregunta que se me viene a la mente está relacionada al trabajo de tus personajes. Desde el mismo nombre Gabriel Lisboa que tiene relación con Jeremías Gamboa; o en el caso, por ejemplo de Tito Najarro tiene una descripción clara de Kike Narro, ¿Liliana Valencia, Cecilia Valenzuela? ¿Saúl Vegas tal vez sea Raúl Vargas? ¿Del Bosque

JG: Ninguno es real (risas). Porque todos los personajes los crea el lector con sus recuerdos, con sus experiencias. Los personajes solo existen en la cabeza de los lectores, y los lectores convierten a un p e rs o n a j e e n un a c re a c i ó n individual. Saúl Vegas no tiene un mismo rostro para todos. De hecho, para un público peruano de seguro pueden ver a Raúl Vargas porque es un personaje que está inspirado en él y tiene rasgos de Raúl. Pero me ha ocurrido, por ejemplo, con lectores de afuera: “Yo conozco un Vegas, yo conozco un De rivera, yo conozco un…” Porque tocas un universal ¿no? Entonces, la inspiración de la narrativa siempre es la realidad, pero si tú puedes poner personajes reales y otros cticios serías un pésimo escritor; porque el personaje siempre termina siendo algo que está mediado entre lo que has vivido y lo que has leído. Lo que has leído es lo que nalmente le da estatura literaria a un personaje. Si lo cuentas tal y cual te ocurrió, probablemente quede muy mal.

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untapalabras JAL: Quisiera saber también cuál ha sido el impulso o los impulsos que al nal y en el trayecto de tu obra, y tu vida también, te permitieron elegir a la novela cono el género que vas a cultivar como escritor. Por que veo que tuviste muchas opciones, el cine para empezar, la crónica, el cuento, la música –que también presente en tu obra. Pero ¿Cuál fue el impulso consciente o inconsciente que te obligó elegir a la novela? JG: No creo haberla elegido creo que ella me eligió, en el sentido de que yo tenía un temperamento novelista y mi trabajo ha sido descubrir mi temperamento. Me encanta narrar por muchas páginas, siempre lo intuí; pero como que no podía pasar de la página diez. Narré hasta donde pude narrar en los cuentos. Hasta que entré a narrar la novela. Y cuando estaba en la página 350 o 500, sentía que eso era una felicidad, como correr una maratón. Y el mundo que cuentas de pronto cobra una dimensión que desmiente y mejora lo que es real y entonces me di cuenta que me siento más cómodo en la novela. Pero también ha gustado escribir cuentos, y lo bonito de escribir varios tipos de cosas cuentos, novelas, crónicas y después pasar de uno a otro cuando te cansas es como vivir en una familia poli amorosa. JAL: Podría decirse leyendo tus cuentos—”Punto de fuga”— que hay una exhibición, una exuberancia en el manejo de los enfoques, los puntos de vista, los saltos. Ahora en la crónica, por lo que he podido averiguar también tienes un manejo bastante destacado, por no decir en algunos puntos, incluso genial. Sin embargo, esa maestría, que obviamente tú posees, no la demuestras demasiado en la novela “Contarlo todo”. ¿Hay alguna razón? JG: Porque he madurado más, me imagino. Y mientras más maduras, te importa menos lucirte y ser más generoso con el lector El lector que es consciente de las técnicas deja de ver aquello que la obra dice por quedarse en la forma. Ahora,

también es cierto que el cuento porque es más sintético obliga a comprimir más acción y como llega obliga a comprimir más acción requiere poquito más de técnica. Pero este es un libro sobre la libertad. “Contarlo todo” es un libro sobre un tipo que no tiene ni tuvo vergüenza o mecanismos que lo aten a no dedicarse a escribir completamente. Es un grito de libertar. Y un grito de libertad no puede tener saltos temporales, cajas chinas, puntos de vista... Es una novela precisamente sobre la libertad del escritor, y en tanto eso ocurre es una novela desbordada y por lo tanto no podría tener tantos términos de contención. Yo quise probar. La

diferencia entre la chamba del artista y otros trabajos es que uno aprende en público, o sea, cada libro es un lugar de aprendizaje ¿verdad? que el público puede leer. JAL: Hay una parte bastante conmovedora de la novela con la cual me identico bastante porque yo también la padecí: el caso del ataque violento del acné, que tal vez te haya llevado a un “margen” por así decirlo, o una perspectiva de la realidad, ¿kafkiana?, desde la cual te sentiste probablemente marginado, tú mismo. Hay una parte en la cual, temblorosamente sujetas un cuchillo ante un espejo…entonces, ¿Qué tanto ese hecho dramático ha desencadenado a la obra “Contarlo todo”? JG: Bueno, para empezar, yo jamás agarré un cuchillo frente a un espejo. Eso lo hace mi personaje. No soy yo, es Gabriel el que lo hace, en el momento

que estoy escribiendo. Yo padecí un acné sí, y me generó un malestar como muchas cosas me la generaron, es ese tipo de problemas que uno tiene en un momento Es que está hecha la posición “marginal” que un escritor tiene al principio de su vocación. Es un momento en que te aíslas o te recoges sobre ti mismo para pensarte. Tengo la impresión de que esos problemas: una enfermedad, una tragedia en tu casa, una perdida también; lo que hacen es recogerte, replegarte en ti, y esa es la base de un escritor. El escritor es una persona que se repliega, es una persona que se mira Y entonces es un factor más, entre otros, y supongo que eso ha sido parte de la formación de mi vocación JAL: Unas preguntas más, Gabriel… (en esta parte, el entrevistador, en un lapsus confunde a Jeremías con Gabriel) (risas)...Disculpa. desde ayer tengo esa disociación. JG: No, todo el mundo me ha confundido y eso es bien interesante. Todo el mundo me ha confundido y a mí no me molesta. Tal vez es un grito de la novela, que es tal el nivel de creencia del lector que supone que yo soy el personaje. A mí lo que me ha pasado es que tengo varias anécdotas de decepciones de lectores sobre Gabriel. Por ejemplo “Gabriel está en santa Anita y no tiene agua caliente”. Me llamó una periodista mexicana, me dijo: “de dónde estás respondiéndome”. Y le digo Yo, “En Miraores, en un departamento a una cuadra del mar”. ella “Me has decepcionado, me has desencantado, yo esperaba que tu estuvieses en santa Anita, y con tus tíos viviendo” Pero no. Todo eso es cción. Y un momento hasta pensé que podía mantener eso en secreto, pero creo que no, creo que es mejor informar a la gente de que eso no es así. También me ha pasado que algunos periodistas que me han entrevistado, me

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untapalabras han dicho “oye qué seguridad que tienes, Gabriel no es así”. “No pe, Gabriel no es así”. JAL: Tal vez has alcanzado la maestría en el arte vargallosiano de “la verdad de las mentiras”… JG: Eh, no lo sé.. (risas) ¿Cómo te puedo decir eso? Imagínate “sí, he alcanzado la perfección en la verdad de las mentiras” (más risas). No, no, no. Yo trabajo nomás pues. Lo que sí si ha pasado en ese asunto, es que uno aprende escribiendo ¿no?, Y creo que nunca más voy a usar una alter ego con un nombre tan parecido al mío, No conaba tanto, probablemente en aquel momento, en mis propias herramientas. Quise generar esa identicación entre el personaje y yo. JAL: ¿Qué se siente tener el reconocimiento de escritores como Mario Vargas llosa y al mismo tiempo la crítica de escritores como Oswaldo Reynoso, y otros por mencionar?

él ha pensado. Lo que te puedo decir es que es verdad que he tratado de maximizar ciertas cosas que Vargas Llosa dejó. Vargas Llosa ha tenido muchas intuiciones y mucho trabajo y yo he cogido, como todo buen sucedáneo, algunos alcances que él dejó y los he maximizado. Eso ha pasado con, por ejemplo, toda la parte en la que él habla sobre la formación del escritor, ese no es un tema central, el tema central es el poder. Pero lo que dices tú, y eso me parece real, él ha trabajado, aquí y allá, en diferentes libros. Y yo lo que he hecho es adensarlo en un solo libro. Eso sí probablemente sea verdad. JAL: ¿Qué narradores cusqueños conoces o has leído? A ninguno. Bueno, suena bastante, Luis Nieto Degregori. No conozco a nadie más. JAL: Un consejo nal para los aspirantes a escritor. JG: Bueno ahí voy repetir la frase de Oswaldo Reynoso, precisamente: “Leer mucho, escribir mucho y vivir mucho”.

JG: Me parece fabuloso que dos escritores a los que he admirado: a Vargas Llosa lo admiro, a Reynoso lo he admirado –he leído todos su libros, sobretodo “Los inocentes”–, tengan opiniones tan divergentes sobre mi libro; me parece estupendo. Me parece muy bacán que Mario que haya dicho eso y me parece estupendo que Oswaldo Reynoso haya tenido la necesidad de hablar de mi obra, sin haber leído mi libro. JAL: Mientras leía tu obra encontraba cierto paralelismo entre tu obra y la de Mario, en el siguiente sentido. En “Contarlo todo” así como está del relato del romance, la expresión de tus angustias, y tu abandono y el desamparo –que ya lo han comentado algunos. Pero yo creo percibir algo más y me reero al hecho que se ve cómo describes el nacimiento de tu vocación, la formación de tus técnicas: el desarrollo de tu carrera como escritor está presente en la novela. La formación y el periodo aprendizaje y todo lo demás. Cosas que en la obra de Mario Vargas Llosa están dispersas en distintas obras, la que más se aproxima probablemente sea “La tía julia y el escribidor” ahí hay fragmentos de su vocación y desarrollo. Estaba pensando que tal vez Vargas Llosa ha encontrado en ti ese otro alter ego que no pudo ser, de ahí la preferencia, –porque las preferencias no son al azar, siempre hay algo, una intuición, un impulso consciente o inconsciente. Me parece que “Contarlo todo” tal vez sea la novela que no pudo escribir, ni escribirá jamás, no en el sentido de la maestría sino en un sentido de necesidad expresiva. Ahora también, al verte a ti y al leer tú obra, al ver a Gabriel Lisboa, tal vez se vio a sí mismo, cuando él atravesaba los mismos problemas las mismas crisis, los mismos dolores, los mismos traumas. ¿Qué te parece este análisis? JG: Eh… Qué te puedo decir. ¿Cómo voy saber que fue exactamente? Yo supongo que sí. Lo que te puedo decir es que quizás sí, vio a una persona que… No, no te puedo decir. No, no puedo especular sobre lo que

JEREMÍAS GAMBOA (Lima, 1975) Cursó estudios en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima, así como un Máster en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Colorado. A los 19 años se inició en el periodismo como redactor de la revista Caretas, profesión a la que se dedico durante trece años de su vida, en medios como el diario El Comercio y las revistas Somos y Caras. En el 2007 publicó su primer libro "Punto de fuga" (Alfaguara, 2007). Seis años después, ya completamente alejado del periodismo, publicó "Contarlo todo" (Mondadori, 2013), novela publicada bajo el respaldo de la agencia literaria de Carmen Balcells y con el padrinazgo de Mario Vargas Llosa, y por la es considerado revelación literaria el 2013. Actualmente, trabaja en su segunda novela, a la vez que dicta talleres literarios.

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