Entre la tablada y la 125

Entre la tablada y la 125.
Toda antología es un caprichito infame, un recorte agudo de lo que los editores en jefe (la plana mayor de un proyecto literario) han querido que sea publicado y leído. Pero cuando ese capricho es sustancioso e incluso se revuelca agónico en medio de una tensión estética podríamos decir que el trabajo está bien logrado, la mano "invisible" que regula la poética ha desaparecido o ha funcionado muy bien. En "Después del Fin", la selección de poemas realizada por José Bianchi que incluye a Pedra, Grasso, Antich, Taglia, Rosales y Coronado, hubo un criterio cuasi satánico a la hora de elegir los poemas: estos poetas no son una generación, no estamos frente a la camada de amigos de Alejandro Crimi, ni Babeuf Libros (la editorial responsable de tanta magia) es la revista Diógenes. Acá hay algo más, se trata de los poemas de aquellos que pasearon "en la gloriosa, drogadicta, destructora década del 90 disfrutando", algunos nacidos en los setentas, otros a mediados de los ochenta, pero todos putos o reventados. Y cuándo se decide amojonar la cultura, marcar un hito desde el cual poder volver a partir, aparece este libro cuyo título parafrasea el ordinario "Antes del fin" del gatopardista Ernesto Sábato para darle voz a los sobrevivientes de esa crisis de paternidad que sufrió el pueblo argentino en el 2001. Justamente a muchos nos parecía que no había raíces sólidas de lo que podríamos llamar "poesía mendocina contemporánea" pero esta antología viene a darle una bocanada de aire fresco a la literatura local y sobretodo sorteando los obstáculos y dispositivos que la SADE, ente afín a lustrar la placa, viene interponiendo entre los lectores (piolas) y los escritores (grosos) ¡Un aplauso al asador! ¡Gracias Turco!