Entre el libro y la lectura digital: discursos de los estudiantes de la región de Valparaíso sobre sus prácticas lectoras”

Revista Información Pública Vol.

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diciembre de

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E E EL L O LA LEC AD D C O DE LO E DA E DE LA E DE VAL A A O O C CA LEC O A *

AL: E

Francisco Guilardes M.**

r esumen

alabras Cla es: rácticas lectoras Estudiantes nternet Libro e tos digitales.

Artículos de Investigación

Las actuales tecnologías de la información y la comunicación plantean nue as oportunidades y preocupaciones a la hora de analizar las prácticas lectoras en estudiantes. Estas no solo parecen haber afectado a los te tos tradicionales anclados principalmente en los libros sino ue tambi n a los ó enes ue parecen estar en una nue a lógica ue dificultaría su participación en la cultura escrita. Este artículo pretende arro ar algunas luces para esclarecer esta problemática desde el punto de ista de la sub eti idad de los propios estudiantes. A tras de una serie de grupos de con ersación con estudiantes de tercero medio de la egión de Valparaíso se recorre esta supuesta tensión entre libro e internet entre el te to en papel ue deben leer en las escuelas y los te tos digitales ue leen principalmente en sus casas. acia las conclusiones emerge así una mayor comple idad: la ine istencia de una u entud homog nea ue pueda dar cuenta de dicha tensión y la e istencia de varios tipos de lectores, los que se relacionan en forma diferenciada tanto ante el libro como ante los te tos digitales.

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I. IntroduccIón

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En su sitio eb institucional el lan acional de Fomento Lector Lee Chile Lee se propone como una misión central hacer de Chile una sociedad más lectora. ¿ u podemos entender por ello? uestro país en su intermitente preocupación por la lectura con uga actualmente e hausti os planes de fomento lector con una política impositi a importante sobre el libro. al como en sus inicios republicanos compaginó una altísima aloración del libro como medio para alcanzar la iluminación intelectual y alórica con una absoluta incapacidad de lle ar a cabo proyectos de difusión de la lectura careciendo de partida y desde el principio de la infraestructura editorial ue hubiera posibilitado e tender a uel ob eto diáfano de sabiduría entre la á ida pero desorientada e iletrada población de ese entonces ubercaseau . Así entre campa as de fomento lector y limitaciones de di ersa índole para su ansiado ito Chile ha llegado a tra s de una historia de logros e infortunios editoriales ue incluyen la persecución de dicha acti idad al difícil escenario en ue sólo la mitad de los chilenos afirma haber leído un libro en los ltimos 1 meses y la principal razón para leer sigue siendo como lo fue hace a os atrás un me or desempe o laboral E 199 icrodatos 11 . Aún con tal apasionada moti ación como norma cultural de nuestra población lectora la comprensión de lectura entre los estudiantes chilenos elemento básico de toda lectura til se mantiene a o tras a o por los suelos OCDE 9 1 . ¿Cómo abordar un escenario tan confuso y poco auspicioso? Como en muchas materias un recurso es preguntarse por sus orígenes y esto nos hace ol er como en muchas materias sobre la educación y sus problemas ue hoy por hoy no de an a nadie indiferente. El debate sobre la educación en Chile aseme a una sucesi a

Este Artículo se desprende de la in estigación sos de ecnologías en el Fomento de la Lectura: ue as rácticas y Estrategias en Estudiantes . Financiado por el Conse o acional de la Cultura y las Artes a tra s del Fondo acional de Fomento del Libro y la Lectura Línea n estigación con ocatoria 13. ** Licenciado en ociología y ociólogo por la ni ersidad de Valparaíso Chile. iembro del rograma de Formación de ó enes n estigadores del Centro de nestigaciones ociológicas ni ersidad de Valparaíso. Correo electrónico: guila gmail.com ecibido: de no iembre de 1 Aceptado: de no iembre de 1 . *

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regeneración de la cabeza de idra el monstruo marino de la mitología griega ue tras ser cortada uel e a crecer dos eces e indica ue el problema sigue estando allí uizá en un ni el más profundo uizá en una disposición más de base ue la actual normati a ue el actual currículum anterior muchas eces a la educación formal ol iendo sobre el hogar los padres la educación de los padres Tanto en lectura como en todos los problemas que pueden ser asociados con la escuela, el asunto se complica con cada aparente solución. Lo cierto es ue poco o nada se les ha preguntado en el centro de esta preocupación nacional por la lectura a los estudiantes. as ellos a su ez y en tanto ó enes son parte central de todo un ethos cultural de cambio de siglo en ue los problemas de la lectura se en muchas eces obnubilados por la instantaneidad del u o de la información y la elocidad abismal con ue la tecnología a anza y se somete a pruebas y me oras presentándose dada su impronta empapada de pragmatismo como la fuente indicada de toda solución incluso de nuestra no lectura y por cierto de la no lectura en la escuela. Cierta transición entre una cultura escrita anclada en el papel la imprenta y el libro hacia una basada en el te to digital altamente integrada con lo audio isual se da en paralelo con políticas de lectura entusiastas, pero hasta el momento no del todo asertivas, en un escenario confuso en el ue sin haber alcanzado el ob eti o modernizador de la lectura como ehículo de integración social y política nos emos enfrentados a un giro informacional ue muy probablemente fomenta o incita prácticas lectoras diferentes a las conocidas hasta ahora. La escuela anclada en los principios modernos intenta en medio de todo a uello contener generaciones de ó enes ue no responden precisamente a tales principios. ¿Cómo se da este tira y a o a entre la institución y los estudiantes entre esta sociedad poco lectora y una porción importante de los estudiantes ue en ella son constantemente llamados a leer? ¿ u sentido tiene para los estudiantes la lectura y las prácticas lectoras en el centro epocal de la sociedad de la información y en la periferia geopolítica de la tecnología ue esta sociedad re uiere? l ase Latinoam rica y Chile en su le anía con los centros industriales y tecnológicos del post capitalismo.

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II. contexto

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La preocupación por los ba os ni eles de lectura iene siendo una constante en Chile desde la uela a la democracia. La Dictadura ilitar 19 3 199 había adoptado una política reacti a al proceso de democratización de acceso a la cultura escrita ue había sido una constante durante el siglo ubercaseu . La desarticulación de la institucionalidad del libro se for ó en tres etapas: 1 na primera etapa represi a ue incluyó la quema de libros, la inter ención de la editorial uimant 1 y amedrentamiento a tras de medios de comunicación a uienes poseyeran libros de editoriales o autores susceptibles de ser identificados con el gobierno depuesto una segunda etapa cuyo nfasis estu o en el control político burocrático mediante una serie de bandos y decretos ue regularon fuertemente la edición producción y publicación de libros y 3 una tercera etapa con un intento de reacti ar la cultura letrada y amoldarla al proyecto de la dictadura ue deambularía entre el nacionalismo autoritario y el integrismo espiritual y neoliberal ubercaseau . Estas medidas sumadas a los controles en la importación traen consigo el debilitamiento de lo ue había sido un rasgo creciente de la cultura letrada en el Chile del siglo : su pluralismo en la producción circulación y consumo ubercaseau . or ello y pensando en re ertir dicha situación se promulga en el primer gobierno de la uelta a la democracia la llamada Ley del libro, el a o 19932. Dicha ley crea el Conse o acional del Libro y la Lectura y compromete al Estado en pos del fomento de la lectura uzmán . ese a esto un informe del a o 5 lle ado a cabo por la Fundación Chile 1 y la Asociación de Editores de Chile aseguraba entonces ue el sector del libro y la lectura estaban en crisis Chile 1 y Editores de Chile 5 . El informe enciende

La ue fue históricamente la editorial más antigua y grande de Chile la editorial ig zag fue tomada por sus traba adores durante el gobierno de la nidad opular 19 19 3 . El gobierno de la poca ue negoció con los due os de la editorial una solución al con icto t rmino comprando la infraestructura de toda la editorial permitiendo al grupo pri ado conser ar los derechos de la marca ig zag. La editorial fue rebautizada uimant y se con irtió en el mayor proyecto cultural del gobierno de la poca ubercaseau . 2 Ver iblioteca del Congreso acional En Línea : Ley 19. del 1 de unio de 1993. 1

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las alarmas y en el a o el Conse o acional de la Cultura y las Artes promue e una política nacional del libro y la lectura ue establece algunas medidas concretas como crear un lan acional de Lectura ue finalmente comienza a funcionar en el a o 1 con el nombre de Lee Chile Lee el fortalecimiento de las bibliotecas p blicas municipales uni ersitarias y escolares y subsidios a la producción y compra de libros chilenos C CA . in embargo las cifras ue miden la frecuencia lectora no initan al optimismo ya ue stas han sido más ue insatisfactorias. En el caso de la lectura en la población general adulta en su ltima encuesta el a o 1 Fundación La fuente organismo dedicado a temas de lectura se ala ue hay un de lectores frente a un 5 de no lectores La Fuente 1 . or otro lado la Encuesta acional de articipación y Consumo Cultural 1 C CA 13 realizada por el Conse o acional de la Cultura y las Artes arro a cifras similares: de los encuestados son lectores mientras ue el no son lectores el resto un no habría leído un libro oluntariamente amás . Las cifras en escolares presentan una tónica parecida en una encuesta aplicada por el Centro de n estigación ocial ultidisciplinario C O a estudiantes de vo básico de Vi a del ar un 51. corresponde a lectores frente al de no lectores (Guilardes, Altamirano onzález 11 .

iii. marco tEórico

3 Las otras dos re oluciones de la cultura escrita están dadas 1 por el paso del rollo de papiro al códice medie al y la in ención de la imprenta por parte de utenberg Chartier 1 . Ambas son fundamentales para entender la cultura escrita occidental en profundidad pero nos centraremos en la tercera por ser la contingente y central en este artículo.

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El historiador franc s oger Chartier 1 realiza un esfuerzo por describir las nue as prácticas lectoras sin caer en el dramatismo. eg n él estaríamos i iendo la tercera gran re olución3 en la historia de la cultura escrita occidental. Entre otras cosas Chartier propone ale arnos un poco de la perspecti a a la manera de cLuhan donde se supone ue hay una competencia entre el libro ue significa los te tos y la pantalla de cine o tele isión ue significan las imágenes Chartier p. 19 . El computador es

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multimodal contiene te to sonido imagen y ideo. or lo tanto para Chartier esta sería una nue a fase de la cultura escrita y no una competencia o un reemplazo. Esta tercera re olución sería además la de mayor impacto por re olucionar al mismo tiempo todos los aspectos posibles de la cultura escrita: los soportes de la escritura la t cnica de su reproducción y distribución y las prácticas lectoras. En efecto en las primeras dos no hubo re olución simultánea en estos tres aspectos ya ue en la primera se re olucionó el formato y en la segunda las formas de reproducción Chartier . En la actual re olución los aspectos modificados en t rminos de soporte son profundos. Los aparatos electrónicos permiten de un lado el almacenamiento de una cantidad ingente de te tos y de otro suponen una desmaterialización de los mismos. or su parte como soporte estos permiten la integración entre el te to y otros formatos otrora a enos al te to como son el sonido y el ideo. Asimismo en t rminos de reproducción y distribución los cambios son radicales. A tra s de la tecnología del computador la reproducción es básicamente instantánea y a tra s de internet la distribución siempre para a uellos ue tienen acceso a la red es a una elocidad nunca antes ista en la historia de la humanidad. Finalmente en t rminos de modificaciones de las prácticas lectoras, asunto central de este estudio, los cambios son múltiples Chartier 1 . no de estos es la pérdida del referente material para jerarquizar los textos. Desde el momento en ue los te tos pierden su materialidad todos ellos aparecen ante nuestros o os como iguales pues era su forma y calidad material lo ue organizaba su trascendencia en tanto ob eto de consumo cultural. A diferencia de los tiempos modernos en ue el libro encabezaba una clara erar uía en el orden de los te tos en la lectura digital es el lector uien debe organizar esta erar uía Chartier 1 1 . Ahora bien ¿están la totalidad de los lectores en igualdad de condiciones para realizar tal e ercicio? El es uema bourdesiano de una distribución desigual de capitales permite especular ue la importancia del capital cultural4 es creciente ya ue serán sus posee4 ourdieu entiende Capital cultural como un con unto de bienes educati os y culturales acumulados materiales y simbólicos ue un su eto o un grupo de personas poseen. Estos pueden encontrarse en tres formas: incorporados (ideas, conocimientos, alores habilidades etc. objetivados cuadros libros diccionarios instrumentos etc. e institucionalizados títulos diplomas o certificados escolares uni ersitarios de capacitación etc. ourdieu 19 9 .

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La lectura es una acti idad cultural entre otras ue iene despu s de la m sica y ya no es un hecho cultural total . ara la mayoría de los ó enes encuestados leer libros no es un acto ital. ampoco es un acto de re erencia al patrimonio literario oulain 11 p. .

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dores los ue corran con enta a en la determinación de las nue as formas de erar uizar los te tos digitales. n segundo cambio detectado por Chartier es la radicalización de la lectura fragmentada. i bien Chartier nos recuerda ue la fragmentación de la lectura se produce con la creación del índice en el códice medie al fragmentación de un te to contenido por completo en un mismo ob eto la lectura digital se hiperfragmenta en función de su recurrencia a los hiperte tos: se lee saltando de te to en te to de un te to a otro ue puede no tener relación alguna con el primero. Finalmente como fruto de la p rdida de materialidad y la des erar uización e istiría una creciente horizontalidad entre el lector y el autor en la producción de conocimiento. Este cambio se produce básicamente por ue el lector puede e ercer una mayor igilancia sobre el autor. Con la mayor cantidad de referencias disponibles en la red la elocidad para re isar citas o referencias habría aumentado de tal manera ue leer y igilar se habrían uelto casi instantáneos Chartier 1 . En esta perspecti a se encuentra tambi n la socióloga y bibliotecóloga artine oulain 11 ue se ha dedicado a estudiar esta mutación en las prácticas lectoras. u traba o de in estigación ha estado fuertemente unido a las prácticas lectoras en ó enes y es en ellos ue se puede apreciar por un lado una relati ización de los alores modernos ue oulain llama humanismo y por otro es en ellos que se ven más desarrolladas las prácticas lectoras a través de los medios digitales. En efecto para la socióloga francesa e iste en los ó enes una desacralización de la lectura la ue se manifiesta en la ausencia de re erencia hacia los grandes autores:

Esto no significa para la autora ue a los ó enes no les guste leer o que rechacen la lectura por considerarla una práctica sin importancia. ignifica simplemente ue en sus prácticas culturales la lectura no es una prioridad,

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u indiferencia manifestada en los alores centrales del humanismo clásico no significa ue la lectura est des alorizada ante sus o os: es una práctica como cual uier otra de di ersión o de formación sometida a la intermitencia de los deseos y de las necesidades oulain 11 p. .

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En lo ue a lectura digital se refiere oulain estaría de acuerdo con la perspecti a de Chartier de un cambio significati o en las prácticas lectoras. ara ella el cambio fundamental se encuentra en el fin de una era en ue el lector estaba en sumisión al orden del te to propuesto por el autor y la manera de lograr una emancipación del te to era el espíritu crítico oulain 11 . En la nue a era sería el lector el principal actor en la construcción de un te to gracias a los hiper ínculos ue redirigen potencialmente a infinitos otros te tos. ueda como tarea de ste a tra s de sus gustos y rechazos organizar su lectura in entar el orden de los discursos crear algo de sentido en medio de un nue o rompecabezas oulain 11 p. . En este escenario oulain no e a la lectura ni en la decadencia donde a algunos les gustaría o temerían uizás erla ni tampoco en una fase de con uista ni de reparto ampliado de las herencias culturales y de la potencia creati a como lo esperarían otros sino más bien como un desafío ue se debiera asumir desde la escuela oulain 11 p. . Ahora bien aun cuando probablemente no hay nada más libre y uido ue la lectura en la red no es menos cierto ue este hiperlector o metalector tambi n es un lector ue fácilmente se puede perder frente a un escrito en pantalla polidiscursi o polisemiótico oucher eanneret Le arec 3 citado en oulain 11 . Si aceptamos que la cultura escrita está en un proceso de transformación entonces la institución ue históricamente ha estado a cargo del proceso de reproducción de esta cultura escrita la institución escolar se e enfrentada a un nue o escenario: las nue as tecnologías digitales no parecen solo afectar al te to sino tambi n a los lectores. Los actuales estudiantes podrían estar en una nue a lógica ue dificultaría su participación en la cultura escrita al menos con los m todos tradicionales de la institución escolar. ara entender este fenómeno se han propuesto arias formas de clasificar generacionalmente a estos su etos siendo la categorización nati os digitales la ue más ha aunado consenso Castells

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ecnologías de la información y la comunicación. or e emplo en uecia en el a o el 9 .1 de los hogares contaba con un computador mientras ue en Chile en el mismo a o el 31 3 de hogares contaban con 5

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. sualmente se se ala ue un nati o digital es todo a uel ue nace despu s de 19 rens y 1 ya ue se trataría de a uellas personas socializadas desde el inicio de sus idas en las tecnologías de la información y las comunicaciones de tal manera ue interactuar con los dispositi os electrónicos ue operan en red de forma instantánea no sería para ellos un esfuerzo consciente ni aprendido como algo a eno. En t rminos bourdesianos los computadores internet las recientes redes sociales y todo lo ue rodea este mundo sería parte de su habitus es decir algo incorporado como dispositi o duradero en las maneras de sentir actuar y pensar necesarias para desen ol erse en ese mundo con naturalidad ourdieu 1991 rens y 1 . i bien arc rens y el autor del concepto no formula una teoría densa ue permita comple izar la noción sta puede ser utilizada en relación al de generación . eg n hilip Abrams siguiendo la teoría de arl annheim hablamos de generación cuando hay un período de tiempo durante el cual una identidad se construye sobre la base de los recursos y significados ue social e históricamente se encuentran disponibles Leccardi Frei a 1 p. 1 . Entendemos entonces ue e iste una generación de su etos ue ha construido su identidad alrededor de internet por coincidir históricamente con la penetración de ste y su creciente importancia en los uehaceres de la ida cotidiana. ólo por eso y no en relación a una necesaria o totalitaria enta a para el mane o de las herramientas cibern ticas tales su etos pueden ser llamados nati os digitales si bien sabemos ue el acceso a la tecnología es algo ue aría seg n espacio social e incluso geográfico. Ahora bien, el término en sí mismo es criticable desde varias perspecti as. or lo pronto por su sesgo euroc ntrico ya ue la d cada en ue comienza la penetración de Cs5 en Am rica Latina es apro imadamente unos diez a os posterior . or otra parte en un país tan desigual como Chile esta penetración es diferenciada en impacto seg n la clase social a la cual nos referimos aun cuando se ha señalado que el acceso está ampliándose a todas las personas conforme a anzan los a os sobre todo a ni el de aparatos celulares.

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Dicho esto el t rmino es til para referirnos a una parte importante de esta generación fuertemente in uenciada por internet no ya como una herramienta sino como forma de ida. Es más el impacto de internet habría supuesto una colonización de las formas de ida de una generación entera y por lo tanto un impacto en sus sub eti idades ue edo . Estos cambios se re e an en arios aspectos de la ida cotidiana como son por e emplo nue os modos de consumo o transformaciones importantes en las formas de comunicación Castells . ara otros autores como la socióloga argentina aula ibila la cla e estaría en un cambio desde el yo íntimo hacia el yo del espectáculo, donde la intimidad se uel e p blica a tra s del te to digital en blogs y redes sociales. Dicho lo anterior es cla e para esta in estigación distinguir como se ala ue edo una crisis y ruptura de la linealidad ue caracterizó tanto a la gala ia utenberg como al mundo industrial del capitalismo fordista ue edo p. . iguiendo a este autor:

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Estamos frente a la primera generación ue accede a un medio no lineal de aprendiza e y ue superpone tareas en el momento de la ad uisición de conocimientos. El mundo de los hiperte tos y de los entornos ue nos proponen las pantallas supone el corte con la secuencialidad y arro a a los usuarios a la apertura de una arborescencia de rumbos ue implica el des anecimiento de erar uías de lectura con definido acotamiento centro margen tiempo espacio . Esto significa ue estamos ante una organización de la información ue no sigue el orden secuencial del te to y la escritura ue fundó la modernidad ue edo p. .

Esto implica ue el su eto ue asiste actualmente a las instituciones escolares, que aquí nombramos provisoriamente como nativo digital estaría enfrentándose en su cotidianidad con elementos te tuales diferentes a los te tos obligatorios de la escuela.

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iv. método

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Esta in estigación ha sido dise ada desde un enfo ue cualitati o en ue se da centralidad a los datos ofrecidos por la narración y la con ersación como ía de acceso a los significados construidos en la sociedad arr s . e trata además de un dise o emergente ya ue a pesar de tener un es uema pre concebido de categorización del contenido del corpus las decisiones muestrales estu ieron su etas a las posibilidades y dificultades del campo. La t cnica utilizada en este traba o se inserta en los m todos con ersacionales en su faceta grupal. En ese espectro la distinción entre las distintas t cnicas de grupo de con ersación ha sido abordada en más de una fuente Valles Canales sin mencionar diferencias necesariamente concluyentes entre el rupo de Discusión y rupo Focal o Focus Group. o obstante se opta a uí por la t cnica del rupo Focal considerando ue seg n anuel Canales sta proporciona con respecto al rupo de Discusión una mayor directi idad por parte del in estigador y moderador. e intenta recoger las impresiones de los estudiantes en torno a preguntas específicas y en un sentido eberiano comprender la racionalidad de su acción más ue la racionalización del grupo sobre sí mismo Canales . El universo corresponde a los estudiantes de tercer año medio de los establecimientos educacionales del área urbana del Gran Valparaíso. La muestra se compone de estudiantes de tercero medio de siete establecimientos del área urbana del ran Valparaíso. Los establecimientos escolares a los cuales pertenecen los estudiantes seleccionados fueron elegidos al azar entre la totalidad de establecimientos del área urbana del ran Valparaíso. Cada grupo focal contó con estudiantes totalizando una participación de 5 . ara los fines de este artículo y considerando ue se trata de un a ance de resultados de una in estigación mayor solo se tomarán en cuenta tres establecimientos escolares. e ha elegido uno de cada subsistema escolar e istente en Chile: el Colegio Franco ngles de Vi a del ar particular pagado el Colegio Esperanza de uilpu particular sub encionado y el Liceo en amín Vicu a ac enna de Vi a del ar municipal . La t cnica utilizada para analizar los datos en esta in estigación fue la de análisis de contenido cualitati o. eg n Díaz y a arro 1995 esta estrategia puede concebirse como un con unto de

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procedimientos ue tienen como ob eti o la producción de un meta te to analítico en el ue se representa el corpus te tual de manera transformada Díaz a arro 1995 p. 1 1 . En este caso se trata de identificar a partir de un proceso de codificación y clasificación del contenido un espectro de elementos comunes y distintos entre los grupos focales a partir de categorías centrales inspiradas en el marco teórico y categorías emergentes en el propio corpus. e considera al análisis de contenido como el más pertinente seg n el ob eti o de esta in estigación en función de su utilidad para producir sobre el contenido comunicado por un te to inferencias replicables a su conte to social auer as ell 3.

v. r esultados y análIsIs

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n hallazgo central de esta in estigación es la ine istencia de un ethos generacional ue d cuenta de la in uencia de internet en las prácticas lectoras. Dentro de la generación considerada se obser an arios tipos de lectores ue se relacionan de forma distinta seg n el caso con la lectura en internet. Estos tipos de lectores los hemos denominado: lector de ficción lector de información y anti lector. La clasificación e puesta aría del modo ta onómico habitual ue utilizan los instrumentos de in estigación de prácticas lectoras donde prima lo meramente cuantitati o categorizando a las personas en lectores y sus respecti as degradaciones de gran a poco o de frecuente a ocasional y no lectores.

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vI. el lector de fIccIón El primer tipo de lector ue podemos perfilar es a uel ue significa sus prácticas lectoras a tra s de la lectura de libros de ficción. Este es el su eto ue tiene legitimadas sus lecturas tanto en el conte to institucional como socio culturalmente. Lo llamaremos ector de cción. Este cuando manifiesta sus prácticas lectoras dice e plícitamente ue es un lector de libros de ficción o al menos se puede inferir por la descripción de sus prácticas lectoras:

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ue no sea una persona de mente tan cerrada por ue los libros son muchos mundos distintos entonces uno cuando lee se empatiza tanto ue llega a cambiar su misma opinión. A mí me ha pasado eso con distintas historias, con los distintos libros ue he leído . Estudiante de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés) Leo no ela de suspenso harta literatura en sí . Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) Leo fantasía no elas románticas libros u eniles best sellers cosas así La ltima niebla y hartos de aría Luisa ombal . Estudiante de establecimiento escolar municipalizado (Liceo Benjamín Vicuña Mackenna)

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Debemos ad ertir ue pese a encontrar este tipo de lector y por lo tanto, estas prácticas, en todos los subsistemas, no se encontraron en igual cantidad. En el grupo focal del establecimiento escolar municipalizado estos estudiantes fueron minoría solamente . i bien no podemos establecer una relación de causalidad ya ue el tipo de estudio y tambi n el tipo de muestra lo impiden este hecho concuerda con los datos cuantitativos que disponemos a ni el nacional en la materia: cuanto más ba a la clase social menor es la frecuencia de lectura de libros La fuente 1 . Desde la teoría tambi n resulta coherente. Las prácticas lectoras son por definición desigualmente distribuidas y en el caso de este tipo en específico ue es el de las prácticas lectoras más legítimas suele estar mayormente presente en las clases dominantes ourdieu 1999 . in embargo se encuentran presentes en todos los subsistemas en mayor o menor medida cosa ue no nos parece digno de mencionar. Otro factor a destacar es ue la mayoría de los estudiantes en todos los subsistemas, que construían su discurso alrededor de la lectura de libros fueron mu eres. Esto tampoco está re ido con la

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teoría. La socióloga francesa ichele etit 1 llegó a decir que el futuro del libro dependía del futuro de las mu eres lo cual parece confirmarse en esta in estigación: la práctica lectora ue hace referencia al libro es una práctica feminizada.

vII. l ector de InformacIón El segundo tipo de lector ue podemos presentar es a uel ue se representa mediante prácticas lectoras ue hacen referencia a la información. Llamamos a este tipo de lector: lector de información. Estos estudiantes afirman no sentir inter s o no gastar su tiempo en la lectura de no elas o literatura en general pero se identifican como lectores de noticias historia geografía o temas t cnicos de su inter s:

o leo a eces. ero no no elas sino ue me gusta más aprender sobre cosas de otros países, no tanta novela o libros. o sea por e emplo en atlas y enciclopedias esas cosas me gusta leer .

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Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) o leo libros de historia de historia de Chile historia de otros países . El diario lo más com n es leer el diario . Estudiantes de establecimiento escolar municipalizado (Liceo Benjamín Vicuña Mackenna) o solo leo te tos informati os. e gusta leer documentales y cosas así. En relación a lo ue a mí me interesa. o leo muchos libros de cuentos no elas y cosas así . Estudiante de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés) 1

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Dentro del esquema bourdesiano de las prácticas culturales ourdieu 1999 podríamos a enturar ue stas se tratan de prácticas culturales sustituti as. Es decir a razón de no in ertir en leer literatura ue re uiere mayor tiempo capital cultural y esfuerzo se lee en su remplazo noticias reporta es cuestiones relati as a la historia ue pudieran tener menor abstracción y mayor relación con lo cotidiano. Lo destacable con respecto al traba o de La distinción es ue mientras para ourdieu las prácticas culturales sustituti as eran e ercidas por la clase media pe ue a burguesía en este caso se trata de un tipo de lector presente en todos los subsistemas escolares. ermea a gran parte de los ó enes de todas las clases sociales. e trata de un lector ue pareciera ser un signo de nuestros tiempos donde la información ha ad uirido cada ez mayor rele ancia. A diferencia de la lectura de libros ue parecía ser una práctica lectora femenina sta es e ercida mayoritariamente por hombres. Las mu eres no mostraban mayor inter s por materias relacionadas con la información. A eces incluso la información ue manifestaban leer se relacionaba con materias estereotípicamente masculinas como es por e emplo el deporte.

viii. a nti-lEctor

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n tercer y ltimo tipo de lector es el ue rechaza leer. Llamamos a ste: anti-lector. Aun ue parezca un contrasentido afirmar ue una persona ue no lee es un tipo de lector afirmamos dicha cuestión en la idea de ue las prácticas lectoras no hacen referencia necesariamente a las acciones aisladas ue registramos sino ue presuponen cierta relación con lo escrito de cómo se le otorga sentido a los te tos oc ell 1 . artiendo de esa base la no lectura no es tan solo la ausencia de la acción de leer sino ue tambi n una relación de rechazo a la cultura escrita. or ello hemos declinado llamar a este tipo de lector como no lector. Los estudiantes anti lectores califican leer como una acti idad aburrida poco interesante y arias eces suelen acompa ar su sentencia unto con manifestar ue usan m todos ilegítimos para aprobar los controles de lectura en la escuela, como la lectura de resúmenes la copia o cuestiones similares:

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A mí no me gusta leer. Cuando empiezo a leer me uedo dormido. unca me ha gustado leer. o copio en la prueba . Estudiantes de establecimiento escolar municipalizado (Liceo Benjamín Vicuña Mackenna) Es ue yo leo como por obligación. llama la atención .

o me interesa no me

o a mí no me gusta leer. i mamá me anda diciendo ue tengo ue leer todos los días . Estudiantes de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) A mí en realidad no me atrae leer. El puro resumen así no más. Leo pero me empiezo a aburrir. O leo y no recuerdo lo ue leí hace como 3 segundos. Como ue es las letras pero no recordaí ná. Entonces siento ue es más de gusto .

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Aun cuando reconocenn la importancia de la lectura y la releancia del libro esto no impide ue manifiesten no dedicar su tiempo a la lectura. Leer simplemente no es para ellos. Es de destacar ue estos o enes manifestaban no leer casi siempre como reacción a alg n comentario de un estudiante lector una actitud más bien reacti a.

Ix. l ector de fIccIón e Internet En primer lugar analizamos al tipo de lector ue presenta en su discurso prácticas lectoras orientadas a los libros de ficción a la literatura o no ela: El lector de ficción. ste no parece establecer una relación entre el uso de internet y leer. odemos establecer una elación Antagónica entre sus prácticas lectoras y el uso de internet. ay en l un constante rechazo a la digitalización del te to y una resistencia a la desaparición del libro físico. referentemente

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separa internet de leer e, incluso, como vimos en el capítulo de análisis anterior establecen una defensa del libro frente a la tele isión o el cine:

o me gustaría ue fuera así. or ue por e emplo los libros ue hacen leer por obligación acá en el colegio no me gusta descargarlos. e gusta ir y comprar el libro. Oler el libro las páginas del libro un libro perfecto un libro . Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) o creo ue igual pierde un poco la gracia. o creo ue las personas ue les gusta realmente leer y le gustan mucho los libros no creo que encuentre bueno o encuentre bonito que lo metan en una cosa de metal y pierda la gracia de mo er la ho a y cosas así . Estudiante de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés) Vemos en estas frases además de una defensa al libro físico por sobre la digitalización una alorización del contacto físico con el ob eto. ara este tipo de lector e ercer una práctica lectora debe ser en consonancia con el pasar de páginas oler el libro y tambi n e ercer su compra. Aun ue no se profundizó en este último aspecto, da pie para preguntarnos por el ciclo completo de la lectura ue implica ir al lugar de compra er libros seleccionarlo comprarlo. O al menos realizar el mismo ciclo en la modalidad de pr stamos tanto con amigos como en bibliotecas p blicas. in embargo lo ue ueda definiti amente claro es la importancia de lo físico y el rechazo de lo digital. al ez la metáfora más notable ue surgió con respecto a este tema fue la siguiente:

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O sea yo creo ue la sensación de sentir la ho a es lo mismo ue tocar guitarra. ¿ u pasa si están las guitarras y te las digitalizan? La gracia de sentir las cuerdas es como sentir las ho as pasar. A mí en lo personal me gusta .

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Estudiante de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés) La lectura ue en primera instancia pareciera ser una práctica ligada fuertemente a lo intelectual tiene tambi n un componente corporal ue los lectores de ficción consideran imprescindible.

x. l ector de InformacIón e Internet Este es uema contrasta con el siguiente tipo de lector: el lector de información. ara este lector el asunto corporal es una cuestión relati amente menor:

Es algo est tico por ue pierde lo clásico ue tenía. o creo ue sería una cosa menor .

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Este lector a diferencia del anterior toma una postura pragmática con respecto a la relación de la lectura con internet. odemos afirmar ue es una elación Complementaria . El lector de información se adapta perfecto a la lectura en internet. Las redes sociales están hoy en día llenas de información de todo tipo y este lector afirma leer sin problemas lo ue se presenta en estas redes. o siente nostalgia por el libro físico pero si encuentra uno ue le es til lo leerá sin problemas. u práctica lectora parece ser la ideal para el formato de lectura en internet:

Ah yo leo en internet. Cuando me meto a internet leo noticias. artió por lo deporti o pero ahora ya es todo en general. e gusta el f tbol y los deportes en general entonces leo lo deporti o primero pero igual leo otras cosas. Leo política ahora y me he ido politizando un poco por las noticias . Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza)

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o sigo pensando ue el blog podría estar más arriba. orue te informa de todos. ay periodistas ue traba an reporteando para blogs no es ue para hacer blogs sa uen información de otras fuentes como diarios y re istas. En el blog tienes re ista diario y todo unto . Estudiante de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés)

stedes no están diciendo por ue nos hace leer menos están diciendo por ue nos hace leer menos libros. eci n hicimos ese uego y di imos ue los blog era lo más importante porque habían temas de interés que a todos nos interesan. ub n7 di o ue leía diarios en internet entonces eso no es algo ue nos hace leer menos sino ue tenemos más acceso y es más rápido igual estamos leyendo. Los libros son algo aparte está diciendo leer. no pasa leyendo en internet . 7

e conser a el anonimato de los estudiantes por razones ticas el nombre es ficticio.

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Constatamos en estas dos frases ue el primer estudiante dice e ercer una práctica lectora en específico leer información en internet y hace manifiesto ue esta lectura está teniendo efecto en l en cuanto se está politizando . El segundo emprende una defensa a un medio digital. Esa frase se da en medio de una discusión sobre la alidez del blog como medio comunicati o y de lectura. La discusión tomó dos bandos para el primer bando el blog no tendría mayor alidez por ue el papel lo antecede para un par de estudiantes en ese grupo en el blog solo aparece lo ue primero se publica en papel. En el segundo bando se encontraba el estudiante de la cita anterior la reacción del lector de información fue f rrea e uiparable tal ez a la defensa ue le hace un amante de no elas a los libros en papel: el blog es autónomo y tendría incluso enta as claras frente al papel. Durante el grupo focal del colegio sub encionado se les pregunto si el computador pro ocaba ue leyeran menos. n grupo de estudiantes estu o de acuerdo el computador era un factor de distracción y por lo tanto distraía de leer libros. En ese momento inter ino un lector de información y hace notar ue:

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Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) La relación de complementariedad a ni el de discurso se puede confirmar aun ue tambi n es cierto ue muchos de ellos afirman solo leer por internet y haber de ado los libros:

O sea yo conozco gente ue le gusta leer por e emplo mi mama ue lee en libros pero tambi n lee del ipod. i hay inter s de leer se lee . o yo leo más. o creo ue el tiempo igual de repente se mata en el computador. ero si no tu iera el computador no leería prácticamente nada así . Estudiantes de establecimiento escolar particular privado (Colegio Franco-inglés)

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xI. a ntI-lector e Internet

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or ultimo re isamos el tercer tipo de lector. El lector ue rechaza la lectura y ue hemos denominado anti lector. Este fue sin duda tambi n el su eto ue menos participó de los debates y preguntas de los grupos focales. us inter enciones fueron por lo general escuetas y eran mayormente para remarcar su rechazo a la lectura de una forma ta ante. En lo ue respecta a su relación con internet la respuesta no fue muy diferente si bien a ratos mostraba mayor apertura hacia lo digital de lo ue lo hacían los lectores de ficción en otros mostraba su desinter s total a ambas cosas. En ese sentido estamos ante una elación de indiferencia aun ue con matices ya ue como hemos remarcado anteriormente muchas eces es más bien una actitud de rechazo ue de indiferencia. Dos momentos parecen cla e para de elar este hecho. El primero de ellos es cuando alguien afirma haber leído el libro Crep sculo despu s de haber isto la película y la respuesta fue punzante: Leí Crep sculo. e di el tiempo para leer ese libro. e gusto la película entonces leí el libro para er si era lo mismo

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Las dos cosas son fomes . Estudiantes de establecimiento escolar municipalizado (Liceo Benjamín Vicuña Mackenna) El otro momento tiene directa relación con internet y lo digital. En pleno debate de los estudiantes sobre el reemplazo del libro digital por el libro en papel una estudiante afirma: A mí me da e actamente lo mismo . Estudiante de establecimiento escolar particular subvencionado (Colegio Esperanza) El anti lector no hace distinción entre el papel y lo digital. Lo ue no le gusta es leer y en ese sentido poco tiene ue er el formato. Aun cuando de seguro pasa tiempo en las redes sociales este tiempo no significa para l leer en ning n momento.

xii. conclusionEs

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A modo de conclusión tal ez el aporte principal ue entrega esta in estigación es la identificación del lector de información. Esto no uiere decir ue el consumo de información a tra s de la lectura fuese hasta a uí un asunto desconocido sólo agrega ue entre los lectores e iste un tipo de lector cuyas prácticas parecen estar en armonía con el ethos epocal de una sociedad de la información. iendo el acceso a la información una prioridad este es el lector ue me or se entiende con internet y los di ersos formatos y dispositi os para la lectura. i bien es posible ue sus lecturas no est n legitimadas por el sistema escolar o por la estructura socio-cultural actual, sí están crecientemente legitimadas por los re uerimientos de una sociedad informacional ue se apoya continuamente en internet para la producción de alor. Es este tipo de lector el ue se acerca mayormente al nati o digital a uel o en socializado en el mundo digital para fundirse con l. i tu i ramos ue a enturar un tipo de lector del futuro tendríamos ue apostar por ste. Es un lector totalmente pragmático se guía por los intereses del momento y por la contingencia más inmediata. o siente un rechazo por el libro pero tampoco lo sacraliza es consciente de

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que, pudiendo aprender lo mismo por medios que le requieren menos esfuerzo lo hará. Es por lo tanto el tipo de lector ideal para internet. Su leitmotiv pareciera ser tal como nos di o uno de los estudiantes en un focus grup informarse lo necesario leyendo ergo lo necesario. Esto in ita a re e ionar. ¿Es este el lector ue ueremos para el futuro cercano o le ano de la lectura en Chile? La respuesta a esta pregunta no es fácil. in duda presenta algunas cuestiones atracti as a piori es el más adaptable a ciertas e igencias de la lectura en internet ue fueron descritas en el marco teórico como por e emplo la lectura fragmentaria. Es posible ue estemos ante un lector incapaz de leer obras literarias completas, un lector que no está adscrito a un canon de libros comunes o por lo menos intenta desprenderse de dicha obligación lo cual le inhabilita en cierto sentido para e ercer un dialogo literario en comunidad. n lector ue entre otras cosas no está enamorado de leer. Es cierto alga la ad ertencia ue no debemos esencializar los tipos de lectores y podremos encontrar lectores de información bien integrados a la cultura escrita como tambi n ice ersa podremos encontrar lectores de ficción ue no forman necesariamente parte de esta cultura escrita. or e emplo un lector de ensayos políticos esta igual o más integrado a la cultura escrita tradicional ue un lector ocasional de no elas. in embargo no parece ser ste el problema. Desde lo teórico apalini 1 no parece ser tan importante la erudición personal ue se obtiene al leer como el uso ue se le da posteriormente a lo leído. está e puesto el lector de información más ue el de ficción ante este peligro sobre todo con internet. Aun los lectores de ficción cuentan con un canon literario en com n ue más o menos se lee en todo el país. ay una base de te tos ue permiten un diálogo algo ine istente en la lectura en red. En este sentido no deberíamos seguir insistiendo en formular la pregunta desde el ideario de la modernidad algo como: ¿se puede en este escenario seguir ad uiriendo autonomía y ciudadanía a tra s del libro y la lectura? La lectura de información y pragmática gana su legitimación de una u otra forma si no es en el campo de la educación secundaria será en la educación terciaria o el campo laboral. En cambio las preguntas y los esfuerzos pueden encaminarse a superar la oposición modernidad posmodernidad en lo ue respecta a la lectura como práctica cultural. Esto implica de partida asumir las críticas legítimas al ideario moderno y huir del relati ismo posmoderno. Es decir, no condenar las lecturas que no caben en el orden moderno

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de los te tos pero no por eso abrazar con ligereza la impronta digital y los atracti os del hiper ínculo. ¿ u ueremos rescatar de la lectura moderna y ue ueremos rechazar u ol idar? uede ue al fomentar un tipo de lector más pragmático estemos reproduciendo el efecto ue precisamente pro oca el hiper ínculo: la hiperfragmentación. i cada lector se construye su propio te to si cada lector se guía por sus propios intereses para leer, habremos terminado por destruir uno de los ob eti os centrales por la cual seguimos fomentando la lectura: el debate p blico y la lectura en comunidad.

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