Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias sobre el origen de las especies dictadas en el Ecuador (1871)

Share Embed


Descripción

cubierta darwinismo:cubierta darwinismo 24/02/15 17:24 Página 1

La Ciencia Española en Ultramar Coordinadores: Alejandro R. Díez Torres, Tomás Mallo, Daniel Pacheco Fernández y Ángeles Alonso Flecha Mundialización de la Ciencia y la Cultura Nacional Editores: A. Lafuente, A. Elena y M. L. Ortega Cuba, la perla de las Antillas Editores: Consuelo Naranjo y Tomás Mallo De la Ciencia Ilustrada a la Ciencia Romántica La Ilustración en América Colonial Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Luis Carlos Arboleda La nación soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98 Editores: M. Angel Puig-Samper, Consuelo Naranjo y L. Miguel García Mora Ciencia y Fascismo Editores: Rafael Huertas y Carmen Ortiz 1898. Sanidad y Ciencia en España y Latinoamérica Coordinadores: F. J. Puerto Sarmiento, Mª. E. Alegre Pérez y M. Rey Bueno El Darwinismo en España e Iberoamérica Editores: Thomas F. Glick, Rosaura Ruíz y M. Ángel Puig-Samper Evolucionismo y Cultura Editores: M. Ángel Puig-Samper, Andrés Galera y Rosaura Ruíz Darwinismo, biología y sociedad Editores: Rosaura Ruíz, M. Ángel Puig-Samper y Graciela Zamudio Científicos criollos e Ilustración Coordinadores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Mª Dolores González-Ripoll Recepción y difusión de Textos Ilustrados Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper, Mª Dolores González- Ripoll y Martina Bender Ilustración y educación. Comentarios de textos Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Justo Cuño Benito Comunidades transnacionales. Colonias de mercaderes extranjeros en el Mundo Atlántico (1500-1830) Coordinadora: Ana Crespo Solana La ciudad americana: mitos, espacios y control social Coordinadores: Salvador Bernabéu y Consuelo Varela Fronteras y sensibilidades en las Américas Coordinadores: Salvador Bernabéu y Frédérique Langue

Entre los días 23 y 25 del mes de octubre del año 2013 se celebró el V° Coloquio sobre darwinismo en Europa y América en la ciudad de Valdivia en Chile. El desarrollo de esta actividad fue posible gracias al trabajo, incluso la obsesión, de este grupo de investigadores que integran la «Red de Estudios de Historia de la Biología y la Evolución» y del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile institución que cobijó y apoyó este encuentro. Parte de los trabajos presentados en este encuentro dieron lugar al libro que ahora publicamos. El título principal de este libro que ahora editamos, «Yammerschuner,» es un guiño a ese cercano contacto que el gran naturalista británico mantuvo con los indígenas americanos en su viaje en el Beagle. Las palabras del propio Darwin en el Diario el 19 de enero de 1833 en su interacción con los fueguinos dan una idea de la extrañeza y curiosidad que sintió en estos encuentros: «Era tan fácil complacer a estos salvajes como difícil dejarlos satisfechos. Jóvenes y viejos, hombres y niños no cesaban de repetir la palabra “yammerschuner”, que significaba dame a mí.» El libro muestra una gran diversidad de problemas en torno al evolucionismo y diversos enfoques para aproximarse al estudio histórico de la figura de Darwin, el darwinismo, la aceptación o no de sus ideas y la reformulación de éstas. Los trabajos que integran este volumen fueron resultado de ese esfuerzo y atrevimiento conceptual y disciplinar mostrado por los investigadores que participan, en su interés por ampliar el conocimiento histórico sobre el trabajo del sabio inglés y su asimilación por el resto de la sociedad. En consecuencia, el libro que editamos nos ayuda a comprender lo que hemos denominado la «darwinización» de Europa y América Latina, recordando el término empleado por el filósofo evolucionista Carlos Castrodeza. Así encontramos en sus páginas artículos que describen la estancia de Darwin en algún punto de su viaje con reflexiones científicas e ideológicas, los análisis sobre el impacto de Darwin y la darwinización en Francia, Alemania o México, la importancia del darwinismo en España y en el ámbito latinoamericano los casos de Ecuador, Brasil y Argentina.

La indianización. Cautivos, renegados, «hommes libres» y misioneros en los confines americanos. siglo XVI-XIX Coordinadores: Salvador Bernabéu, Christophe Giudicelli y Gilles Havard Condes, marqueses y duques. Biografías de nobles titulados durante el reinado de Felipe V María del Mar Felices de la Fuente Los cónsules extranjeros en la Edad Moderna y a principios de la Edad Contemporánea Marcella Aglietti, Manuel Herrero Sánchez y Francisco Zamora Rodríguez (coords.)

DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS

«Yammerschuner» «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina

COLECCIÓN ACTAS

Darwin y la darwinización en Europa y América Latina Miguel Ángel Puig-Samper, Francisco Orrego, Rosaura Ruiz y J. Alfredo Uribe (editores)

MIGUEL ÁNGEL PUIG-SAMPER Profesor de Investigación del CSIC. Doctor en Ciencias Biológicas. De 1988 a 1991 fue Jefe del Departamento de Historia del Real Jardín Botánico. Entre 1992 y 1997 fue Jefe del Departamento de Historia de la Ciencia en el Centro de Estudios Históricos (CSIC) y más tarde, entre 2002 y 2005 ocupó el puesto de Vicedirector del Instituto de Historia (CSIC). Miembro del Comité Científico Asesor del CSIC (2004-2005). Entre 2005 y 2013 ha sido Director del Departamento de Publicaciones del CSIC. Director de la revista Arbor. Miembro del Comité Asesor de la revista HiN, que edita la Academia de Ciencias de Berlín y la Universidad de Potsdam, así como de Asclepio y Revista de Indias. Académico correspondiente de la Academia Colombiana de Historia. Miembro de la de la Society of History of Natural History, de la Asociación de Americanistas Europeos, de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias, de la Sociedad Geográfica Española y de la Real Sociedad Geográfica. FRANCISCO ORREGO GONZÁLEZ Es licenciado en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Doctor con mención europea en el Departamento de Historia moderna de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En la actualidad es profesor de historia moderna e historia cultural en el Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile. Se ha especializado en el estudio de espacios científicos desde una perspectiva atlántica en contextos urbanos y en las controversias producidas del encuentro entre el proceso de confesionalización católica en el mundo hispano y el desarrollo del conocimiento científico en la cultura ilustrada en los siglos XVII y XVIII. Ha realizado estancias académicas en Sevilla, Madrid, Bolonia y Cambridge. Entre sus últimas investigaciones destaca el estudio de la obra del ex jesuita y naturalista chileno Juan Ignacio Molina (1740-1829) con trabajos como «Juan Ignacio Molina y la comprensión de la naturaleza del Finis Terrae» (2011) y «El mundus subterraneus de Juan Ignacio Molina o el geólogo como economista». ROSAURA RUIZ Realizó sus estudios de biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la que es profesora de carrera y directora. Fue titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, integrante del Sistema Nacional de Investigadores y asesora de la Organización de Estados Iberoamericanos en el área de educación y ciencia. Autora de los libros, Positivismo y evolución: introducción del darwinismo en México; con Francisco Ayala El método en las ciencias, epistemología y darwinismo, y con Thomas Glick y Miguel Ángel Puig-Samper The Reception of Darwinism in the Iberian World. JOSÉ ALFREDO URIBE SALAS Es doctor en Historia por la UCM, España, 1998. Profesor titular en la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Secretario de la Coordinación de la Investigación Científica (1992-1994), Jefe de la División de Estudios de Posgrado (2007-2011) y Editor de la revista Ciencia Nicolaita (2014) de la UMSNH, Morelia, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II, Conacyt, y de la Academia Mexicana de Ciencias. Sus tres libros más recientes son: Atlas Cartográfico del Distrito El Oro-Tlalpujahua (2009); Historia económica y social de la Compañía y Cooperativa Minera Las Dos Estrellas en El Oro y Tlalpujahua, 1898-1959 (2010), y Los albores de la Geología en México. Mineros y hombres de ciencia (2014).

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 1

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 2

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 3

«YAMMERSCHUNER» Darwin y la darwinización en Europa y América Latina

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 4

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 5

«YAMMERSCHUNER» Darwin y la darwinización en Europa y América Latina

Miguel Ángel Puig-Samper, Francisco Orrego, Rosaura Ruiz y J. Alfredo Uribe (Eds.)

EDICIONES DOCE CALLES UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM) DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS. CHILE UNIVERSIDAD MICHOACANA. MÉXICO UNIVERSIDAD AUSTRAL. CHILE

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 6

La publicación de esta obra se ha realizado en el marco del Proyecto de HAR2013-48065-C2-2-P del Ministerio de Economía y Competitividad, dirigido por Miguel Ángel Puig-Samper.

Cubierta: H.M.S. Beagle, «Mount Sarmiento in Terra del Fuego», acuarela de Conrad Martens, ca.1832. (MSS 3314. Paul Victorius Evolution Collection. University of Virginia Library). Contracubierta: Claudio Gay, «El Siete Color. Regulus omnicolor Vieill». Atlas de la Historia Física y Política de Chile, Tomo Segundo. DIBAM, 2004.

© De la presente edición:

Ediciones Doce Calles, S.L. Apdo. de Correos, 270 28300 Aranjuez (Madrid) www.docecalles.com

ISBN: 978-84-9744-172-8 Depósito legal: M-35614-2014 Impreso en España. Printed in Spain

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 7

«Era tan fácil complacer a estos salvajes como difícil dejarlos satisfechos. Jóvenes y viejos, hombres y niños no cesaban de repetir la palabra yammerschuner, que significaba dame a mí» Charles Darwin, Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo, Madrid, Espasa, 2008, p. 223

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 8

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 9

ÍNDICE

PRESENTACIÓN DE LOS EDITORES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

11

De «sublime espectáculo» a «cordilleras paralelas». Darwin, Fitz Roy, Domeyko, Steffen y Holdich en los Andes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rafael Sagredo Baeza

15

Darwin y Fitz Roy, un trabajo conjunto en la expedición del Beagle sobre las misiones y el estado moral del hombre primitivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Armando García González y Miguel Ángel Puig-Samper

39

Evolucionismo a la francesa contra darwinismo a la alemana Antonello La Vergata

.................................

69

El impacto del evolucionismo en la teoría de la degeneración: Emil Kraepelin y la biologización de los hechos sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sandra Caponi

93

Estudio comparativo sobre la recepción e introducción del darwinismo en Francia y México a finales del siglo XIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rosaura Ruiz Gutiérrez, Ricardo Noguera Solano y Juan Manuel Rodríguez Caso

99

La paleontología mexicana en la época de Darwin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113 José Alfredo Uribe Salas Enrique Godínez, el primer traductor al español de El origen de las especies: una biografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141 Alberto Gomis Darwin en Canarias. Controversias antropológicas sobre el origen de los antiguos habitantes de las islas Canarias en el final del siglo XIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155 Carmen Ortiz La experiencia española de Haeckel antes de su recepción en España Marcos Sarmiento Pérez

...................

175

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 10

El darwinismo republicano y librepensador de un joven naturalista: Odón de Buen y del Cos y las Dominicales del Librepensamiento (1883-1900) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 Álvaro Girón Evolución humana, Paleoantropología y Teología en España durante el franquismo (1939-1975) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225 Francisco Pelayo Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias sobre El origen de las especies dictadas en el Ecuador (1871) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255 Nicolás Cuvi, Elisa Sevilla y Ana Sevilla Prospecções darwinistas no litoral do Brasil: as coleções biológicas das expedições da universidade de Stanford (1899-1911) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277 Almir Leal de Oliveira O Museu Nacional e o darwinismo no século XX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293 Heloisa Maria Bertol Domingues y Magali Romero Sá Regenerar pela educação do corpo e seleccionar pelas aptidões naturais: duas concepções em práticas educacionais no Brasil (1910-1930) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307 Regina Cândida Ellero Gualtieri Dirigir el azar: Iglesia católica, evolucionismo y eugenesia en Argentina Gustavo Vallejo y Marisa Miranda

................

325

Edward Poulton y la polaridad próximo-remoto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343 Gustavo Caponi

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 11

PRESENTACIÓN DE LOS EDITORES El interés de un grupo de investigadores por el estudio de la figura de Darwin, por la historia de las ideas darwinistas y de la evolución, por el desarrollo de la biología y sus conexiones con la sociedad en el espacio americano y europeo, ha permitido que se vengan realizando coloquios científicos que vienen entregando unos interesantes resultados para la comunidad científica. Los buenos resultados de estos coloquios han dado origen a interesantes libros como El darwinismo en España e Iberoamérica (1999), Evolucionismo y cultura (2002), Darwinismo, meio ambiente, sociedade (2009) y, recientemente, el volumen titulado Darwinismo, biología y sociedad (2013). Entre los días 23 y 25 del mes de octubre del año 2013 se celebró el V° Coloquio sobre darwinismo en Europa y América en la ciudad de Valdivia en Chile. El desarrollo de esta actividad fue posible gracias al trabajo, incluso la obsesión, de este grupo de investigadores que integran la «Red de Estudios de Historia de la Biología y la Evolución» y del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile institución que cobijó y apoyó este encuentro. Que este último encuentro se haya realizado en la ciudad de Valdivia tiene un carácter histórico especial. Una ciudad que ha sido, y es parte, de esas historias insulares y fronterizas, incluso archipilísticas, que culturalmente han configurado la sociedad americana desde el siglo XVI. El viaje de Darwin por la América meridional en el Beagle lo llevó a detenerse en el «engañoso puerto de Valdivia» como lo describió Robert Fitz Roy en su diario. Desde su llegada a la ciudad, Darwin, se interesó y admiró con las costumbres de los aborígenes de la zona, convivió con la dureza del clima y se impresionó con el subterráneo temperamento de la tierra de Chile. El 20 de febrero de 1835, Darwin experimentó, en Valdivia, el duro terremoto que azotó la ciudad de Concepción. El título principal de este libro que ahora editamos, Yammerschuner, es un guiño a ese cercano contacto que el gran naturalista británico mantuvo con los indígenas americanos en su viaje en el Beagle. Las palabras del propio Darwin en el Diario el 19 de enero de 1833 en su interacción con los fueguinos dan una idea de la extrañeza y curiosidad que sintió en estos encuentros: Era tan fácil complacer a estos salvajes como difícil dejarlos satisfechos. Jóvenes y viejos, hombres y niños no cesaban de repetir la palabra yammerschuner, que significaba dame a mí.

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 12

12 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina Así, el propósito de este último coloquio en Chile fue reunir a distintos investigadores que pudiesen seguir profundizando en la figura de Darwin y las controversias que levantaron sus ideas en las comunidades científicas. Tal como ha observado Niles Eldredge en su libro Darwin. El descubrimiento del árbol de la vida (Buenos Aires: Katz Editores, 2009), las ideas sobre la evolución siguen siendo objeto de apasionados debates y, aun hoy, se puede escuchar que la «evolución es solo una teoría». Pero también el objetivo fue observar el impacto de las ideas sobre la evolución en otras áreas de conocimiento y, especialmente, precisar cómo su experiencia en la América meridional aportó al desarrollo de estas ideas desde una perspectiva amplia. De manera que destacó en la celebración de este encuentro, el conjunto de planteamientos diversos y su interés por el diálogo disciplinar. Ese fue el espíritu del coloquio. En esa línea de trabajo, y en una feliz coincidencia, la Universidad Austral de Chile desde sus inicios ha promovido los estudios que vinculan la ciencia, la sociedad y las humanidades siendo una de las pocas universidades en Chile que cuenta con una cátedra formal y estable de Historia de la Ciencia. Debido a eso, la UACh no solo quiso apoyar académicamente esta iniciativa que significó la oportunidad de acoger a destacados investigadores en el estudio del darwinismo. También se sintió con la responsabilidad de llevarla a cabo como resultado de su propia historia. El coloquio fue organizado en cuatro grandes secciones de trabajo que mostraron la diversidad de problemas y los diversos enfoques que se pueden tomar para aproximarse al estudio histórico de la figura de Darwin, el darwinismo, la aceptación o no de sus ideas y la reformulación de estas. Los trabajos que integran este volumen fueron resultado de ese esfuerzo y atrevimiento conceptual y disciplinar mostrado por los investigadores que participaron en el coloquio, en su interés por ampliar el conocimiento histórico sobre el trabajo del sabio inglés y su asimilación por el resto de la sociedad. En consecuencia, el libro que editamos es un reflejo de los trabajos presentados tras una evaluación, y nos ayuda a comprender lo que hemos denominado la «darwinización» de Europa y América Latina, recordando el término empleado por el filósofo evolucionista Carlos Castrodeza en su libro La darwinización del mundo (Barcelona: Herder, 2009). Así encontramos en sus páginas artículos que describen y analizan la estancia de Darwin en algún punto de su viaje con reflexiones científicas e ideológicas, como en los trabajos de Rafael Sagredo sobre los Andes o el de Armando García y Miguel Ángel Puig-Samper sobre sus comentarios junto al capitán Fitz Roy en torno al llamado hombre primitivo en un escrito poco conocido publicado en Sudáfrica. Asimismo, son destacables en este estudio los análisis sobre el impacto de Darwin y la darwinización en Francia, Alemania o México, como en los artículos de Antonello La Vergata, Sandra Caponi, y Rosaura Ruiz, Ricardo Noguera y Juan Manuel Rodríguez Caso, de carácter comparado, así como el de J. Alfredo Uribe dedicado al estudio de la paleontología mexicana. Un segundo grupo profundiza en la importancia del darwinismo en España, como Alberto Gomis, que da a conocer la biografía del traductor Enrique Godínez, Carmen Ortiz, que sitúa la polémica darwinista en las islas Canarias, Marcos Sarmiento, que hace una gran contribución al estudio de Haeckel, Álvaro Girón, que completa su investigación sobre el joven Odón de Buen y Francisco Pelayo, que nos revela la

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 13

Presentación

13

controversia entre la teología y la paleontología en la España franquista. En el ámbito latinoamericano encontramos los casos de Ecuador, con la contribución de Nicolás Cuvi, Elisa Sevilla y Ana Sevilla, Brasil, con las valiosas aportaciones de Almir Leal de Oliveira, Heloisa Mª Bertol Domingues y Magali Romero Sá, y Regina C. Ellero Gualteri y Argentina, con el estudio de la Iglesia católica, el evolucionismo y la eugenesia de Gustavo Vallejo y Marisa Miranda. Acaba el libro con una aportación teórica de gran interés realizada por Gustavo Caponi sobre Edward Poulton. Finalmente, el presente volumen ha sido posible gracias al esfuerzo de muchas instituciones y personas que permitieron ver realizado el interés y anhelo de todos quienes participaron en la celebración del coloquio y en la edición de este libro. La Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile, y el proyecto DID S-2013-30 financiado por la Dirección de Investigación y Desarrollo de la misma universidad, apoyaron desde el comienzo el trabajo de esta edición. El aporte del Instituto de Historia del CSIC, a través del proyecto HAR2013-48065-C2-2-P, también resultó de gran importancia para poder concluir este libro. Por último, el respaldo de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la DIBAM de Chile y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de México, fue relevante para dar a luz la obra que el lector ahora tiene a su disposición. Esperamos que este nuevo libro sobre la figura y la obra de Charles Darwin sea un aporte más a ese «mundo de los estudios darwinianos». Los Editores

00 V coloquio darwinismo 0:0 V coloquio darwinismo 0 23/02/15 12:16 Página 14

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 255

ENTRE DARWIN Y DIOS: TEODORO WOLF Y LAS PRIMERAS CLASES UNIVERSITARIAS SOBRE EL ORIGEN DE LAS ESPECIES DICTADAS EN EL ECUADOR (1871) Nicolás Cuvi y Elisa Sevilla FLACSO Ecuador Ana Sevilla Universidad San Francisco de Quito

El objetivo de esta contribución es presentar un primer análisis de las ideas darwinistas que fueron enseñadas por el profesor jesuita alemán Teodoro (Theodor) Wolf (1841-1924), durante su clase de Geología en la Escuela Politécnica de Quito en 1871. La propuesta es abordar este episodio sobre todo a partir de dos fuentes inéditas: – Los apuntes realizados por Miguel Abelardo Egas (1845-1926) durante siete días de clases dictadas en marzo de 1871, en las que Wolf disertó por primera vez en el ámbito académico quiteño sobre Charles Darwin (1809-1882) y la teoría de la evolución, como parte del curso de Geología (Egas, 1870-1871). Egas era médico, pero al igual que otros profesionales quiteños, ingresó en la nueva universidad y se convirtió en discípulo y acompañante de Wolf en algunas excursiones (Egas, 1925). – La autobiografía escrita por Teodoro Wolf entre 1909 y 1910, con anotaciones hasta 1923, cuya difusión prohibió expresamente su autor (Wolf, 1909-1910). Se trata del único documento textual en el cual el alemán expresó su pensamiento en torno a la compleja relación entre ciencia y religión cuando del darwinismo se trataba, y cómo lo vivió desde que fue a estudiar historia natural en Bonn, en 1862. Se exponen partes de la inédita autobiografía y de los apuntes de clase, y se sitúa el pensamiento de Wolf en una época y contexto. Creemos que este episodio puede ser útil para reflexionar sobre las complejas formas en las que circuló el evolucionismo en el mundo, en este caso a través de las clases de un jesuita que primero estudió evolucionismo en Bonn, y luego lo enseñó en Alemania y en el Ecuador.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 256

254 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina

Wolf aludió a Darwin y al evolucionismo en algunas publicaciones, pero de manera marginal. Por ejemplo, en un artículo que apareció en el periódico El Nacional en 1871, argumentó que los descubrimientos paleontológicos «posibilitaron la cronología geológica y juntamente nos enseñaron el desarrollo gradual del mundo orgánico. Sin el conocimiento tan exacto de los fósiles tal vez el Darwinianismo [sic] no habría llegado a ser la cuestión ardiente de nuestro tiempo, la que se ventila en el campo de la geología más que ningún otro» (Wolf, 1871c)1. Dieciséis años después, en una de sus primeras publicaciones sobre Galápagos, confesó que «las relaciones de Darwin fueron el estímulo principal de mis dos viajes a las islas, creyendo con fundamento, que esas islas, en que él en pocas semanas hizo tantas observaciones importantísimas, debían ofrecer al naturalista un campo inmenso» (Wolf, 1887: 5). Al comienzo de ese texto dejó abiertas tanto las hipótesis creacionistas como evolucionistas, al decir que las especies endémicas pudieron ser «creadas especialmente» para las islas, o que pudieron nacer «por una transformación lenta y sucesiva de otras especies y géneros análogos inmigrados en épocas inmemoriales del Continente» (Wolf, 1887: 14). Pero más adelante se inclinó por una explicación darwinista cuando mencionó sobre las aves terrestres que «[n]o hay pájaros de colores brillantes y vivos, todos llevan un hábito modesto y no pueden ocultar su analogía con los de las costas del Continente, de los cuales probablemente derivan por una transformación y acomodación sucesiva» (Wolf, 1887: 17). Pero aparte de estas aisladas y breves –aunque explícitas– alusiones al transformismo, los apuntes de clase de Egas y la autobiografía son por ahora las fuentes primarias más ricas para aproximarnos a sus reflexiones en torno a la evolución. Gracias a estas fuentes podemos afirmar que la teoría de la evolución entendida y explicada por Wolf en Quito encajaba dentro de una búsqueda de conciliación entre ciencia evolucionista y religión, similar a la que adoptaron desde la década de 1860 varios católicos (Artigas, et al., 2010), y que ha sido llamada también «teísmo evolucionista» (Bowler, 2009). No había por entonces un debate público sobre estos temas en Quito, ni en otra ciudad del Ecuador. En esa década de 1870 apenas hemos detectado una fuente adicional en el periódico La prensa, editado en Guayaquil, en el cual se reprodujo un texto del profesor van Beneden, de la Universidad de Lovaina, tomado de El Eco de Córdoba, en el cual se refuta la teoría de la selección natural de Darwin aduciendo que este mecanismo no produce cambios, sino más bien estabiliza la «pureza primitiva» (van Beneden, 1872)2. A cargo de las publicaciones científicas de La Prensa estaba el médico y científico guayaquileño Alcides Destruge (1828-1901)3, quien también reprodujo un artículo de Camille Flammarion titulado «Pluralidad de los mundos habitados». Ese científico francés utilizaba ideas transformistas para explicar la vida extraterrestre (Tirard, 2013), y la publicación de sus ideas habría ocasionado una reacción de parte del Obispo de Guayaquil José Antonio Lizarzaburu y del Presidente de la República Gabriel García Moreno (1821-1875), en la que se convenía que no era Para mejorar la legibilidad, hemos adaptado las citas textuales a la ortografía contemporánea. El artículo está firmado por I.M. van Beneden, profesor de la Universidad Católica de Lovaina. Sin embargo, conocemos que el van Beneden de esa universidad, estudioso de los fósiles y creacionista, era Pierre-Joseph Van Beneden. Respecto a este personaje véase Hamoir (1999). 3 Este personaje y sus vinculaciones con la ciencia europea fueron estudiados por Sevilla, E. (2011). 1 2

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 257

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 255 buena idea difundir ese tipo de ideas que podían «corromper el criterio de las masas ignaras». Ante ello Alcides Destruge habría respondido que si las masas eran ignorantes no había ningún peligro, y que no se podía renunciar a la divulgación de las ciencias solo porque entraban en conflicto con el dogma católico. Esta polémica –al igual que otras posteriores sobre el darwinismo- no fue pública; se resolvió en el ámbito privado entre «hombres de ciencia» (Destruge, C., 1982/1924: 314). Estas relaciones, junto con la proveniente de una narración escrita por Augusto Martínez (1860-1946), discípulo de Wolf, se cuentan entre lo poco que se conocía hasta ahora sobre las clases de darwinismo en la Escuela Politécnica. Martínez informó como observador privilegiado sobre una polémica que estas enseñanzas habrían suscitado, pero no sobre el contenido científico de las clases. El geólogo ambateño contó que Wolf Exponía los fundamentos de la doctrina darwiniana, jamás oída en el Ecuador, hasta ese entonces, cuando notó que en la puerta del salón había dos sacerdotes que no se atrevían a entrar: eran los señores canónigos, Dr. Leopoldo Freire y Dr. Nicolas Tobar, altas dignidades de la Iglesia Metropolitana. Parece que este acto impropio, para decir lo menos, de los señores canónigos, exaltó la cólera y el mal humor de Wolf, a un grado indescriptible, cortó el hilo de la conferencia, y con voz airada exclamó: – Señores, si ustedes vienen como discípulos, entren y no se queden afuera; o, si quieren discutir conmigo sobre las doctrinas científicas que expongo en estas conferencias, también estoy listo para ello, pero no aquí sino en mi cuarto que ustedes lo conocen muy bien. Los señores canónigos, sin contestar una palabra, se embozaron en sus amplios manteos, dieron media vuelta y se marcharon. Después se dijo, lo recuerdo muy bien, que habían llegado a oídos del excelente y bonísimo arzobispo Checa, noticias de que el profesor Wolf, en sus conferencias, dictaba doctrinas anticatólicas y disolventes. Para cerciorarse de la verdad, comisionó entonces a los dos señores canónigos, que tan mal fueron recibidos por Wolf. ¿Cuál fue el resultado de este incidente? La conferencia aquella fue la última, y pocos meses después, Wolf abandonaba para siempre la Compañía de Jesús (Martínez, 1994/1925: 259). Se conoce que el arzobispo Checa era especialmente repelente a las ideas liberales (Fitzell, 1996: 304). Martínez añade en el mismo documento que tenía «plena seguridad» de que ello «definió exclusivamente el futuro del sabio maestro» y que, en palabras que oyó de Wolf años más tarde, el alemán abandonó para siempre la Compañía de Jesús, «con el mismo placer que debe experimentar el presidiario, cuando sale de la prisión» (Martínez, 1994/1925: 259). Este incidente no fue mencionado por Wolf en su autobiografía. El alemán narró su salida de la Compañía de Jesús y de la Escuela Politécnica como el resultado de sus debates internos entre los métodos de la ciencia y de la religión, sumado a sus malas relaciones con los superiores españoles y su mal estado de salud (Wolf, 1909-1910). Pese a este incidente, Wolf enseñaba con libertad y no se dio una polémica pública. Más bien, al igual que en el caso de los artículos de La Prensa, parece que las críticas ocurrieron en el ámbito privado, lo cual pudo obedecer a varios factores: el que Wolf haya

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 258

256 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina sido traído por un gobierno defensor a ultranza de la Iglesia católica; que haya sido jesuita; y su cercanía con el presidente García Moreno que lo protegía. En relación con el último factor, cuando el jesuita Federico Aguilar, encargado del observatorio meteorológico del Colegio de los Jesuitas, se quejó con García Moreno de que Wolf explicaba en sus cursos la formación del mundo de manera que contradecía la enseñanza religiosa, el presidente habría respondido: «Yo no he traído al Dr. Wolf para que enseñe religión, sino para que enseñe Geología» (Destruge, C., 1982/1924: 314-315). Otro ejemplo proviene de las expediciones científicas de Wolf, censuradas por los jesuitas pero defendidas por García Moreno, excepto cuando el alemán quiso viajar a Galápagos en compañía de dos compatriotas geólogos que profesaban la religión protestante, Wilhelm Reiss (1838-1908) y Alphons Stübel (1835-1904) (Wolf, 1909-1910; Cuvi et al., 2014). Los superiores en Roma recomendaron a los jesuitas en Quito que no se le diera permiso «si se ve que puede ser dañoso para su espíritu religioso», añadiendo que Wolf quizás era «demasiado adicto a la historia natural y sin el aprecio correspondiente de la filosofía» (Anderledy, 1873). Cuando Wolf salió al año siguiente de la Escuela Politécnica y de la Compañía de Jesús, explicó claramente que al haber «perdido el favor de los jesuitas también había perdido el del todopoderoso García Moreno» (Wolf, 1909-1910: 57). Otros indicios de que las polémicas no ocurrían de modo público son dos referencias a los primeros años que Wolf estuvo en Guayaquil tras dejar la Escuela Politécnica. Él mismo escribió que fue «boicoteado y difamado por una parte de los serranos, una parte fanática, los llamados conservadores que estaban actualmente en el poder» (Wolf, 1909-1910: 57). La otra fuente proviene de una carta de dos profesores de la Universidad de Bonn, uno de ellos Gerhard vom Rath (1830-1888) profesor de Wolf; en la que solicitaron un doctorado honoris causa para Wolf, explicando entre otras cosas que al separarse de la Compañía de Jesús su compatriota fue amenazado por «la población fanática de Quito» y que en Guayaquil «siguió siendo amenazado mientras se ganaba la subsistencia dando conferencias públicas sobre geología, que por una parte fueron muy aplaudidas, pero por otra le causaron nuevas persecuciones» (vom Rath y Troschel, 1877). De estos sucesos no hemos detectado repercusiones públicas. Finalmente, el hecho de que Wolf haya invitado a los canónigos a debatir sobre las ideas en su cuarto (un ámbito privado), también revela cuán alejado quería mantenerse él, como los demás, de una polémica abierta. Pero si bien lo narrado por Martínez, Wolf, C. Destruge y vom Rath dan cuenta de que las murmuraciones habían alcanzado un cierto punto polémico, sigue sin aclararnos lo que se enseñaba en esas clases como «doctrina darwiniana». En otro artículo visitamos el episodio de la salida de Wolf de la Escuela Politécnica y la Compañía de Jesús, explicando que en parte ocurrió por las ideas darwinistas, pero además por la convergencia de otros conflictos en torno a las prácticas, la autoridad y la religión (Cuvi, et al., 2014). Ahora la propuesta es concentrarnos en una perspectiva más cercana a las ideas mismas del protagonista sobre darwinismo, ciencia y religión. Comenzamos explicando la época alemana de Wolf cuando estudió darwinismo en la Universidad de Bonn y posteriormente lo enseñó en el Colegio Maria Laach. Luego, nos detenemos en las clases que dio en la Escuela Politécnica de Quito, y terminamos con algunas conclusiones y preguntas que podrían sentar bases para continuar investigando la circulación del darwinismo en el Ecuador en el siglo XIX y comienzos del XX.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 259

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 257 ESTUDIOS Y CLASES SOBRE DARWINISMO EN ALEMANIA (1862-1870) Wolf era un joven estudiante jesuita con talento para la historia natural que fue enviado por la Compañía de Jesús para estudiar ciencias en Bonn en 1862, ciudad en la que la teoría de la evolución (y otras) se discutía apasionadamente, al igual que en otros sitios de Alemania (Nyhart, 1995). Este país fue uno de los primeros en los que se acogió y siguió las ideas de Darwin; los científicos más jóvenes fueron los que defendieron las nuevas teorías evolucionistas con más fervor (Montgomery, 1988/1972; Kelly, 1981; Gliboff, 2008; Richards, 2008; Wolf, 1909-1910). Entre los profesores de Wolf destacamos a Hermann Gustav Hildebrand (1835-1915), quien escribió en 1861 uno de los primeros artículos publicados en Alemania que apoyaba las ideas de Darwin (Darwin Correspondence Database, 2014). Hildebrand fue discípulo y colega de Ludolph Christian Treviranus (1779-1864) a quien Charles Darwin había propuesto que tradujera su obra sobre la fertilización de las orquídeas. Treviranus no hizo las traducciones aunque sí comentó la obra de Darwin en el medio alemán. Hildebrand intercambió varias cartas entre 1862 y 1875 con Darwin (véase Darwin Correspondence Database). Wolf fue enviado a estudiar a Bonn pues al provincial de Alemania, Anton Anderledy (1819-1892), Le preocupaba en especial el darwinismo que desde algunos años se difundía cada vez más; él estimó que el materialismo y ateísmo basados en investigaciones científicas debían combatirse principalmente por agudos naturalistas. Él había comprendido que la formación de profesores y escritores capaces se hacía cada vez más necesaria para la orden y que esto, en algunas disciplinas de la ciencia moderna y especialmente en las ciencias naturales, hoy en día solamente sería posible aplicando recursos y métodos modernos (Wolf, 1909-1910). La Compañía de Jesús de Alemania, a través de Anderledy, ingenió una estrategia diferente que la de los obispos para reaccionar ante la teoría de Darwin. Las primeras reacciones por parte de la Iglesia católica provinieron de Alemania, donde el Consejo Provincial reunido en Colonia en 1860 condenó la idea de la evolución natural de los seres humanos (Harrison, 2001). Pero en vez de condenar las ideas evolucionistas desde la autoridad de la Iglesia y la Biblia, los jesuitas alemanes buscaron entrenarse en las ciencias para combatir las ideas darwinistas con argumentos científicos. Años más tarde, los jesuitas, principalmente Erich Wasmann (1859-1931), fueron considerados entre los enemigos más peligrosos para el evolucionismo monista de Ernst Haeckel (1834-1919) (Richards, 2005). El proyecto de Anderledy estaba en consonancia con la tradición jesuita que incentivaba el estudio de las ciencias, siempre y cuando se tuviera como objetivo resaltar la gloria de Dios y no se descuidara la teología (Feingold, 2003). Se esperaba que Wolf y otros dos jóvenes jesuitas enviados a Bonn estudiaran bien la ciencia moderna para, con sus mismos argumentos, sostener la existencia de Dios. Sin embargo, el contacto con profesores y compañeros laicos, con la literatura de la época y con las evidencias geológicas principalmente en forma de fósiles, desencadenó en Wolf la disonancia temida por los ancianos profesores jesuitas:

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 260

258 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina Algunos de los ancianos profesores de filosofía y teología estaban preocupados por el experimento y opinaban que sería demasiado peligroso exponer a los jóvenes a un ambiente tan liberal, como [...] la universidad de Bonn. La orden fácilmente los podría perder (–¡y desde su punto de vista, estos ancianos no estaban tan equivocados!–); el Provincial [Anderledy], sin embargo, no se dejó desconcertar y teníamos toda libertad de escoger las clases y su secuencia, de disponer de nuestro tiempo, en nuestro trato con los profesores y los estudiantes laicos (Wolf, 1909-1910). Según Wolf sus dudas aparecieron cuando aprendió «muy pronto que tenía grandes prejuicios y que había que volver a aprender; que no tenía mucha noción de los principios del estudio moderno de la naturaleza, es decir de la verdadera filosofía natural que es la base de toda la cosmovisión del investigador». Consideraba una «coincidencia extraña» haber desarrollado sus estudios universitarios mientras ocurría una revolución en las ciencias naturales: solo tres años antes había aparecido El origen de las especies que, derribó el concepto de las especies según Linneo, postuló la evolución de todos los seres vivos a partir de pocas especies originales y que delineó nuevos rumbos para la botánica, la zoología y la geología en lo que respecta a la paleontología. Lo que muchos habían vislumbrado lejanamente y lo que pocos, aunque con pruebas deficientes, habían sostenido abiertamente, ahora se demostró como un correcto e irrefutable resultado de investigaciones exactas: la ley de una evolución gradual de toda la naturaleza orgánica. La teoría de la descendencia o de la evolución estaba en lo esencial comprobada y por principio aceptada con entusiasmo por la mayoría de los naturalistas, especialmente de los más jóvenes (Wolf, 1909-1910). Esta revolución científica tuvo grandes repercusiones para el dogma católico e incluso algunos la utilizaron como argumento para sostener la inexistencia de Dios4. Theodor Wolf era consciente de estas interpretaciones; veía que: Una gran cantidad de fenómenos considerados sobrenaturales y milagrosos demostraron ser consecuencias naturales y necesarias de las leyes inmutables de la naturaleza. Es comprensible que muchos adeptos, eruditos unos y otros sin erudición, de las enseñanzas de Darwin creyesen que ya no sería necesaria la suposición de la figura de un creador que regenta el mundo y que sería más fácil vivir con una cosmovisión panteísta. Pero también es igualmente comprensible que la antigua pugna entre el conocimiento y la creencia, entre la ciencia y la teología ortodoxa, haya tomado más fuerza que nunca (Wolf, 1909-1910). El jesuita alemán vivió esa revolución primero desde una posición observadora. Si bien se encontraba entre sus «futuros adversarios, para conocer sus armas y sus

4 Véase Dupree (1986), Gregory (1986), Moore (1986), Numbers (1986), Olson (2004), Richards (2008), Artigas, et al. (2010).

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 261

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 259 formas de combate», el contacto con los métodos y argumentos de la ciencia moderna le trajo dudas interiores y por primera vez sintió «la disonancia de la naturaleza, la lucha entre dos condiciones, entre la razón natural y la creencia inoculada sobrenatural, una lucha que iba a durar doce años, a veces violenta, a veces con presencia latente» (Wolf, 1909-1910). El siguiente párrafo de la autobiografía es clave para entender esa disonancia: Sentí que mi anterior entusiasmo e idealismo religioso se había enfriado considerablemente, aunque seguía buscando la manera de rechazar las supuestas intrusiones de las ciencias naturales al dominio de la creencia o la forma de armonizar conocimiento y creencia en todos sus aspectos. Pero me parecía que no sería posible combatir las ciencias a través de ellas mismas, que sería mejor dejar que los filósofos y teólogos eclesiásticos las combatan con argumentos filosóficos y religiosos. Comencé a actuar de acuerdo con esta convicción, limitándome a estudiar y fomentar las ciencias como un fin en sí mismo, evitando en lo posible controversias religiosas y filosóficas que se podían ir presentando [...] Superficialmente participaba en todo según las reglas, sin hacer notar las fuertes dudas que con frecuencia se revolvían en mi interior. Como todavía no había estudiado teología, lo que se suponía me iba a dar las explicaciones, seguía con la esperanza de que algún día saldría del laberinto de las dudas (Wolf, 1909-1910). Así, el joven jesuita alemán fue resolviendo su conflicto interno por lo menos de tres maneras, presentes a lo largo de las décadas siguientes: 1) Aceptó la evolución gradual de los organismos vivos. En Bonn incluso hizo como

trabajo de fin de curso una investigación sobre el desarrollo de los órganos de fecundación de las orquídeas, tema que había sido tratado por Darwin y en cuyo enfoque estaba implícito un abordaje evolucionista. El trabajo, que hemos traducido como «Contribuciones a la historia del desarrollo de la flor de la orquídea»5 ganó un premio en un concurso sobre botánica y fue publicado en una revista científica (Wolf, 1865-1866; Wolf, 1909-1910). Este trabajo fue dirigido por el profesor Hermann Schacht (1814-1864), quien era experto en orquídeas y cuyo trabajo era conocido por Charles Darwin (1868: 368). 2) Al igual que otros personajes católicos y protestantes, construyó una conciliación entre evolucionismo y religión, aferrándose especialmente a que los largos tiempos geológicos que se observan en los estratos de la Tierra a partir de los fósiles no contradecían a la Biblia. Esta interpretación fue propuesta por el jesuita italiano Giambattista Pianciani (1784-1862) en su obra In historiam Creationis Mosaicam commentatio, publicada en 1851, influenciada por la lectura de Lyell, Buckley y Whewell (Corsi, 1984). Respecto a este tema conciliador, Wolf –quien mencionó a Panciani en su autobiografía– escribió: 5 La palabra alemana «Entwicklungsgeschichte» puede ser traducida como «desarrollo» o como «evolución». Consideramos que este trabajo de Wolf, aunque guarda relación con una línea de investigación de Darwin en la cual el evolucionismo ya forma parte intrínseca, se acerca más al primer significado, aunque esto podría ser debatido.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 262

260 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina Moisés no se propuso de ningún modo en el Génesis escribir un tratado geológico, sino hacer comprender a los Hebreos la grandeza y la omnipotencia del Dios Creador [...] Precisamente porque Moisés tuvo un fin enteramente diverso de escribir una geología, es inútil buscar en sus palabras la geología moderna. Basta que el geólogo no esté en oposición con la Escritura, en todo lo demás es independiente y libre en sus investigaciones. Se ofrecerá otra ocasión y otro lugar para demostrar cuán hermanadas están la teoría revelada de la formación de la tierra y la científica, y cuán admirable es la armonía entre la Biblia y los resultados geológicos (Wolf, 1871b). Esta visión conciliadora de Theodor Wolf se basaba en una interpretación de la Biblia a la luz de las nuevas teorías científicas, visión que fue sostenida desde versiones «liberales» del cristianismo (Olson, 2004: 138). Esta armonización era esperada por el jesuita alemán también en torno al evolucionismo: Finalmente, la penetración escrupulosa de los terrenos más recientes de la tierra, habiendo sacado a la luz los más antiguos restos del linaje humano y sus artefactos primitivos, dio lugar a una nueva lucha entre los geólogos y teólogos, entre la Biblia y la naturaleza, lucha que acabará, según lo esperamos, tan pacíficamente, como la primera, acerca de la concordancia de los días de la creación de la Biblia con los largos períodos geológicos (Wolf, 1871b). Sin embargo, esta conciliación, en relación con la evolución de los seres orgánicos, fue difícil. Incluso Pianciani discutió las teorías transformistas de Lamarck y Darwin aceptando la variación y la extinción por influencia ambiental, pero no la creación de nuevos órganos y organismos por causas naturales (Corsi, 1984, 2005; Brundell, 2001). 3) Decidió no polemizar más de lo estrictamente necesario sobre el asunto; no inves-

tigó la evolución a profundidad, ni publicó sobre el tema, pese a haber tenido «a mano» un laboratorio natural como Galápagos para hacerlo. Tampoco se aprovechó de hallazgos importantes, como el de fósiles de caballos asociados con huesos de mastodonte en la zona de Punín, sobre el que dijo que acabaría definitivamente con «una disputa de los paleontólogos europeos [...] si en la América del Sur existieron caballos antediluvianos ó no. Ahora sabemos, que el caballo vivió juntamente con el mastodonte en los Andes» (Wolf, 1871a: 10-11). Si hubiera querido debatir esto de manera amplia, podría haber difundido más estos hallazgos, contribuyendo a la polémica sobre la evolución de los caballos, crucial en los debates sobre la evolución (Bowler, 2009). Pero al parecer Wolf no se interesó por darle realce a sus descubrimientos e ideas en comunidades internacionales, quizás porque quería evitar polémicas. Cuando la Compañía de Jesús no le permitió continuar con el doctorado, sus profesores y compañeros en Bonn le recomendaron seguir estudiando y dejar la orden, pero Wolf prefirió mantenerse. Pensó que calmaría sus dudas internas al completar su educación teológica y filosófica, y en 1864 se dirigió al colegio jesuita Maria Laach

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 263

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 261 con ese propósito y el de enseñar filosofía, botánica, zoología, geología y mineralogía. Allí dio por primera vez clases sobre el transformismo. En su autobiografía anotó: Como nunca se me obligó a combatir directamente las numerosas enseñanzas supuestamente heréticas de los naturalistas en mis clases y mis publicaciones, no llegué a encontrarme en la desagradable situación de tener que expresar mi acuerdo con algunas de estas «herejías». Podía mantenerme imparcial y restringirme al campo de la historia natural. En mis clases [...] exponía abiertamente las enseñanzas de la teoría de la descendencia siempre que se basasen en hechos indiscutibles. Dejaba a criterio de mis oyentes si querían aceptar la legitimidad de esta teoría y sacar las conclusiones a las que se podía llegar mediante la inducción. Pronto noté –no sin sentir satisfacción– que muchos de ellos estaban profundamente impresionados y sentían lo convincente de esta teoría (Wolf, 1909-1910). Pero sus obligaciones por avanzar en sus estudios y ordenación teológica crecieron, al tiempo que Wolf no obtenía las respuestas esperadas en la teología. Esta tensión se solucionó de una manera inesperada: La relativa tranquilidad de los años anteriores cuando podía dejar descansar todas mis dudas interiores, se vio gravemente disturbada y me preguntaba qué sería de mí con todas estas dudas. En este momento ocurrió algo completamente inesperado que me ayudó a olvidar las dudas por algún tiempo más. ¡Fui nombrado profesor de mineralogía y geología en la universidad de Quito en la república suramericana del Ecuador! (Wolf, 1909-1910). La invitación a Quito fue una temporal válvula de escape de Wolf a su dilema, que le permitió evitar sus estudios de teología y además viajar a tierras exploradas por famosos naturalistas como Darwin y Humboldt. Esta invitación se dio porque el fundador de la Escuela Politécnica, el presidente Gabriel García Moreno, había solicitado profesores jesuitas pues creía que era necesaria la modernización de la nación y del Estado, pero bajo la guía de la moral católica. Y en los ojos del exigente García Moreno, los jesuitas alemanes eran mejores científicos que los españoles (San Román, 1875). Por otro lado, en ese momento el catolicismo y los jesuitas comenzaban a sufrir una persecución en Alemania, la Kulturkampf de Bismarck (Richards, 2005). Wolf dio clases durante cuatro años en la Escuela Politécnica, hasta que renunció al cargo y a la Compañía de Jesús. Escribió décadas después a un colega que su separación ocurrió «en condiciones tristes para enfrentar un futuro incierto. Sujeto a batallas internas y externas duras había yo tomado la decisión y ejecutado la misma, de romper todas las relaciones societarias y a cualquier precio fundar una nueva y libre existencia» (Wolf, 1905). Quería libertad de pensamiento y de acción. Se dirigió a Guayaquil donde se curó de una grave enfermedad (muy posiblemente una severa amebiasis) gracias a los remedios del curandero Miguel Perdomo (Wolf, 1909-1910). Luego realizó su primer viaje a Galápagos y a su regreso de las islas fue contratado como Geólogo del Estado ecuatoriano. Se quedó a vivir en Guayaquil por más de 15 años durante los cuales tuvo una primera mujer (sin contraer matrimonio), con quien

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 264

262 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina tuvo cinco hijos (Pérez, 1975). Luego enviudó y al conocer a una enfermera alemana, se rebautizó en el protestantismo, se casó con ella y regresó en 1892 a su patria natal para imprimir su Geografía y geología del Ecuador y el mapa que la acompaña (Wolf, 1892; Sevilla, A., 2013). En Dresde trabajó para el geólogo y vulcanólogo Alphons Stübel y murió en 1924.

EL DARWINISMO QUE ENSEÑÓ WOLF EN LA ESCUELA POLITÉCNICA En primer lugar es pertinente mencionar que Wolf no escondió que iba a enseñar darwinismo. El curso lectivo 1870-1871 no fue promocionado públicamente, pues los profesores apenas habían llegado desde Europa. Pero los cursos de 1871-1872 fueron anunciados en volantes, entre ellos el curso abierto sobre geología moderna, al que podía asistir cualquier ciudadano, en el que «Las cuestiones serán en parte científicas y en parte prácticas y son por ejemplo: el Darwinianismo [sic], la edad del género humano bajo el aspecto geológico, la geología especial del Ecuador, capítulos de la geología industrial y agrícola, etc.» (Escuela Politécnica, 1871). Al año siguiente, el «Darwinianismo» solo se promocionó de manera explícita en la materia Paleontología, que no era abierta, en cuyo syllabus abreviado constaba que «se tocan algunas de las cuestiones más interesantes de la ciencia moderna, como por ejemplo el Darwinianismo y todas aquellas que están en conexión con la creación de las especies» (Escuela Politécnica, 1872). Luego desapareció toda alusión explícita: en el curso 18731874 se mantuvo la clase de Paleontología, pero sin mencionar el «Darwinianismo» en el syllabus abreviado. Conviene precisar que las notas de clase de Miguel Abelardo Egas fueron tomadas al apuro; seguramente Wolf iba disertando según el modelo germano de clases y Egas copiaba lo más que podía [Figura 1]. Pese a nuestro esfuerzo paleográfico, algunas palabras se han mantenido como [ilegibles] o en otros casos, se pone la palabra [entre corchetes] cuando su desciframiento, aunque no fue del todo claro, fue deducido en el contexto de la frase. En aras de la legibilidad, hemos adaptado la ortografía a la contemporánea, asunto que no supone alteración alguna en el significado de las palabras. Figura 1. Apuntes de clase de Miguel Abelardo Egas

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 265

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 263 El primero de los temas al que aludió en las siete clases que nos ocupan fue la polémica en torno a los fósiles, su proveniencia, significado e historia. Explicó que el estudio anatómico de los fósiles demostraba que en estratos más antiguos existían solo ciertas clases de animales y mucho antes nada. A partir de entonces llevó la argumentación hacia la pregunta sobre el origen de la diversidad biológica y sus cambios a lo largo del tiempo, y las hipótesis alrededor del tema. Los fósiles eran irrefutables pruebas del cambio y a partir de estos se podía concluir que: [L]os seres orgánicos que en diversas épocas geológicas cubrieron la tierra no fueron siempre los mismos: al contrario nuevas capas con vegetales y animales aparecieron unas después de otras, en el gran teatro del mundo sin que las especies antiguas hayan vuelto a aparecer, y nuevas siguieron a ellas. Miramos en la serie de aquellas creaciones que se siguieron un adelanto de lo imperfecto a lo más perfecto; las capas inferiores más antiguas que tiene la creación. [En la Era Primaria] ofrecen la forma de especies más imperfectas; las capas supremas últimas presentan las especies más perfectas, que se parecen más a las de nuestras especies actuales, con los animales y plantas de hoy poquísimas especies concuerdan con las de la [Era] Terciaria (Egas, 1870-1871). Se nota el reconocimiento de la aparición de nuevas especies en la historia de la Tierra, asociada con la idea de que conforme se acercaban al ser humano aumentaba su «perfección». Esto formaba parte de un sistema de pensamiento con base cristiana, en el que se consideraba al ser humano una creación perfecta, al menos en relación con los demás seres vivos. Sin embargo, no negaba que la evolución de las especies estuviera en acción hasta el presente: Añadiremos de advertencia que aquel cambio de las generaciones vivientes no fue repentino, tuvieron lugar poco a poco, al contrario de lo que creyeron antes los geólogos. También en nuestros días hay un cambio pero tan lento que no lo percibimos. Cuántas especies al principio se hicieron raras y al fin se extinguieron, aparecieron después nuevas especies que reemplazaron a la anterior (Egas, 1870-1871). Wolf parece expresar en este punto, con la idea de «reemplazo», una evolución vertical, no horizontal ni de radiación adaptativa. Asimismo se refirió a los fósiles como «eslabones de una cadena», no a una evolución divergente. En relación con los eslabones también mencionó que las secuencias «muchas veces se hallan interrumpidas y falta el eslabón intermedio», argumentando que la falta de descubrimientos no implicaba una negación de la evolución gradual (en la actualidad, esta carencia también ha sido interpretada desde la idea de saltos). Sobre el gradualismo y las causas de la evolución fue más preciso a partir de la segunda clase: El cambio del clima es una de las causas que han determinado la extinción de floras y faunas y la aparición de nuevas. Sabido es que una pequeña porción de seres inorgánicos pueden tolerar una cierta temperatura: luego una disminución

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 266

264 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina [instantánea] o lenta del clima trajo consigo un cambio completo de condiciones de la vida y la extinción de algunas especies; pero habiendo sido esto lento, ha debido ser el cambio muy despacio: aquel cambio podemos imaginarlo de doble manera: o Dios ha creado nuevas formas en lugar de las antiguas, o aquellas en virtud del clima se cambiaron. El último afirman Darwin y sus discípulos. Un hecho cierto es que familias enteras con géneros y especies se extinguieron completamente y que nuevas reemplazaron su lugar (Egas, 1870-1871). Atribuyó la extinción/evolución al cambio de las condiciones ambientales; aquí y más adelante aparece, aunque no explícita con esa palabra, la idea de adaptación. Añadió que la alteración del clima no ha podido por sí sola cambiar los fósiles, que pudo haber un levantamiento del fondo marino o una inundación (¿el Diluvio?), o el aparecimiento de barreras geográficas, dando lugar a unas nuevas especies y pereciendo otras. «No conocemos la verdadera causa de la perdida de los organismos aunque es cierto que todo ser debe tener en sí mismo su germen de extinción» (Egas, 1870-1871). También se aprecia la primera alusión explícita en torno a la división que el estudio del origen de las especies creaba entre ideas creacionistas y evolucionistas, sin todavía asumir una posición decidida en torno a ello. Pero en la tercera clase, del lunes 6 de marzo de 1871, abordó con detalle este asunto. Comenzó recapitulando ciertos puntos de partida: Hemos conocido hechos que nos manifiestan la distribución y sucesión de los fósiles en la tierra: aquellas leyes [ilegibles]. 1a La duración de las especies en los tiempos geológicos ha sido limitada. 2a Cada tipo solo se ha presentado y desaparecido en una vez. 3º La composición de fauna y flora de diversas épocas manifiesta que la temperatura ha variado en la superficie de [la Tierra]. 4º Las especies de épocas antiguas aparecen dispersas geográficamente mucho más [ilegible] [uniforme]. 5º El número de formas análogas a la actual disminuye a medida de que los [estratos] en que se encuentra son más antiguos. 6º La diversidad en los organismos ha ido [aumentando] a medida que nos aproximamos a la actualidad. 7º La ley del perfeccionamiento gradual de los organismos es indudable, y el perfeccionamiento debe dar origen a la precisión actual (Egas, 1870-1871). Para referirse a los estadios intermedios recurrió a ejemplos zoológicos como el dodo y los marsupiales australianos; los últimos daban cuenta del avance hacia la perfección entre los mamíferos. Esto iba preparando el terreno para afirmar la evolución de las especies como teoría válida, sin que eso llevara a negar la existencia de Dios. Retomó las dos posiciones en torno al origen de las especies: la de quienes aseguran que las especies estaban concluidas con el ser humano, que no aparecen nuevas y que cada una fue creada independientemente, y «Por el contrario los darwinianos suponen la creación única explicando la aparición de nuevos seres por la sucesión lenta de nuevas especies a beneficio de una interna virtud formatriz». Continuó con

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 267

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 265 una analogía entre evolución de las especies y desarrollo embrionario, en una suerte de relación con la teoría de la recapitulación de Haeckel: Así como el Hombre o un animal se desarrolla de embrión imperfecto, así toda la creación orgánica se desarrolló saliendo del estado imperfecto hasta hoy; así se verifica en nuestra edad. La ley del perfeccionamiento gradual o la teoría del adelanto en la organización debemos admitir en cada caso y no hay geólogo que la niegue (Egas, 1870-1871). Luego añadió que su explicación de las dos posiciones había sido realizada sin demagogia, ni en pro ni en contra, pero que la admisión de la superioridad de un poder creador no podía llevar a una limitación de la explicación científica. Que la creación especial «no admite ninguna explicación natural» y que en la «teoría del desarrollo sucesivo» sí es posible una explicación científica. La siguiente cita no deja dudas sobre cómo construyó su posición conciliadora: Si quisiera desarrollar el darwinianismo en su extensión, no acabaría en muchas semanas, y no nos desviaríamos poco de la geología; por ahora concretaremos a una breve explicación del darwinianismo para entender la doctrina. Antes de explicar daré la respuesta a algunas cuestiones 1º No parece la teoría de Darwin muy materialista, no renuncia a un creador personal. No sabemos que la teoría natural, las explicaciones tienen que hacer alto ante un poder natural que es Dios, por la ciencia podemos extender nuestro conocimiento sin traspasar los límites, nuestras dudas siempre quedarán [ilegible] creador, un ser inescrutable: el misterio de la creación no se muda creyendo que Dios ha creado cada especie, o algunos tipos de organismos con la doctrina de fuerza [ilegibles] especies previstas por él. Siempre Dios ha creado las especies, y Dios no es menos maravilloso en el segundo que en el primer caso; para nosotros sería milagroso el que Dios es [ilegible]. Luego el Darwinianismo no es idéntico con el materialismo y podemos añadir que Darwin ha protestado contra tal [simplificación] a su doctrina. 3º. No contradice evidentemente el Darwinianismo a la Biblia. Hizo Dios los animales de la Tierra según sus especies, y produzca la tierra yerbas verdes, produzcan las aguas reptiles de ánima viviente. Lo primero que yo pregunto a aquellos que se apoyan en este texto es que me digan ¿qué cosa es una especie? No podemos hasta ahora responder. 2º [nombre propio ilegible] comprueba que las especies, y los géneros de que Moisés habló son los mismos que los de los naturalistas. 3º Dado todo, la explicación y la comprobación de la especie, conceden también los darwinianos que hay especies y que Dios las ha creado, pero ¿pueden explicar de qué manera las ha creado? Puede ser que Dios hizo cada uno por un acto de poder creador, o que hizo cada especie, pero lentamente como la tierra inorgánica; pero cómo hizo, expliquen ahora los naturalistas si pueden. En una palabra yo conozco que no hay contradicción entre el darwinianismo y la teología.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 268

266 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina 3º. Si Wolf es darwinista, no tiene importancia. Ha estudiado mucho la cuestión del origen de las especies, prosiguiendo los adelantos del desarrollo del darwinianismo y ha leído la mayor parte de la doctrina que existe, y por esto puede afirmar que no sin muchas y poderosas razones, mudó ahora su opinión, siendo hoy Darwiniano hasta cierto punto que los resultados zoológicos y botánicos creen que la teoría de Darwin explica muchos fenómenos que de otro modo es imposible. Apenas hay necesidad de añadir que está listo a sujetarse a una disposición de la Iglesia. Pero dejando cuestiones apologéticas y exegéticas dejemos ir adelante porque la teoría no puede ser opuesta a la verdad revelada, y si es una verdad natural no puede serle contraria (Egas, 1870-1871) [Figura 1].

Es interesante que Wolf haya sentido la necesidad de proclamarse abiertamente darwinista, a diferencia de su estancia en Maria Laach, donde no tenía que mantener una postura explícita ante esa forma «herética» de pensamiento. Hasta aquí algunos retazos clave de esas primeras clases sobre darwinismo, dadas por un jesuita que había estudiado historia natural en Bonn entre 1862 y 1864, y que había vivido hasta 1870 en un lugar donde ocurrieron debates sobre las ideas darwinistas, Alemania. Conviene añadir que nunca aludió a la polémica en torno al ancestro común humano; solo se refirió a las especies no-humanas. En su autobiografía contó que en Bonn conoció a un joven clérigo belga que «aceptaba sin problemas la probabilidad de una evolución del ser humano desde el reino animal, algo a lo que yo todavía no me hubiera atrevido» (Wolf, 1909-1910). Aceptaba los largos tiempos geológicos y la evolución de las especies, pero no renunciaba a un creador especial ni a la perfección del ser humano (al respecto, en ese momento parecía imposible que haya tenido una copia de El origen del hombre, publicado en 1871). Tampoco aludió a los mecanismos de la herencia. Finalmente, en relación con el ambiente en la Escuela Politécnica, sabemos que Wolf no era el único en hablar de darwinismo, pero sí el único que lo sostenía como teoría válida. El profesor de zoología, Christian Boetzkes, aludió a Darwin para negar su teoría sobre el origen de las especies. Boetzkes era fijista, aunque admitía la variabilidad como resultado del temperamento, clima, alimentación. Así lo expresó en su Tratado de Zoología especial o sea de Zoología sistemática: Decimos que la propiedad específica debe ser constante, entendiendo que debe haber persistido de memoria de hombres, y perdurar todavía, abstrayendo de la hipótesis de Ch. Darwin, según la que talvez en el decurso de unos mil decenios puede variar sucesivamente y desaparecer hasta el último vestigio (Boetzkes, 1875). Y Johannes (Juan) B. Menten (1838-1900), profesor de astronomía en la Escuela Politécnica y Decano de la Facultad de Ciencias, quien había estudiado junto con Wolf en la Universidad de Bonn, disertó en el periódico oficial sobre las diferentes maneras de ver el tiempo de la formación de la Tierra diciendo «que debió ser una duración larguísima y de la cual no podremos formarnos una idea». Para responder a las dudas sobre la grandeza de Dios y esta larga duración, concluía de manera similar a Wolf, diciendo que «[e]n verdad, yo pienso que no se manifiesta menos la sabiduría

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 269

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 267 de Dios en todo este magnífico desarrollo, que en haber criado la tierra en algunos días, y tal cual se nos muestra» (Menten, 1871). Pero su aceptación de los largos tiempos geológicos nada dice sobre su pensamiento sobre el origen de las especies.

HACIA UNA HISTORIA DEL PENSAMIENTO EVOLUCIONISTA EN EL ECUADOR Un aspecto que destaca en esta historia es la singularidad en la que ocurre la circulación académica del darwinismo en el Ecuador. Allí la circulación de un pensamiento que en buena medida cuestionaba el dogma católico tuvo como protagonista a un jesuita del que se esperaba todo lo contrario (por parte de sus superiores en Alemania y del presidente del gobierno ecuatoriano, que quería modernizar la universidad pero sin liberales, con una moral católica). La historia de Wolf revela una visión ecléctica, mezcla del transformismo por varios mecanismos y la creación divina, asunto por lo demás frecuente desde la década de 1860, cuando varios católicos se esforzaron por conciliar la teoría de la evolución con las escrituras bíblicas. Los casos de Raffaello Caverni, Dalmace Leroy, John A. Zahm, Geremia Bonomelly, John C. Hedley y St. George J. Mivart han sido analizados por Artigas et al. (2010). Dentro de la Compañía de Jesús, Eric Wasmann, jesuita alemán especializado en entomología, jugó un papel importante en las lecturas del darwinismo desde la religión (Lustig, 2002). También está el caso de otro sacerdote alemán, Damian Kreichgauer, quien intentó conciliar la Biblia con el tiempo geológico, pero abandonó este trabajo por la censura eclesiástica (Kölbl-Ebert, 2010). Como ha señalado Richards (2008: 371), aquello era bastante «normal», pues la teoría de la evolución «todavía no había alcanzado un consenso al final del siglo. Y sus sutiles argumentos demostraron que no necesariamente tenía que existir un antagonismo entre la teoría de la evolución y una liberal, filosóficamente fina rama de la teología». Entre los protestantes también hubo polémicas, algunas recogidas por Moore (1979). Las interacciones entre pensamiento religioso y darwiniano han sido, desde el comienzo, complejas y diversas, y están presentes hasta en personajes como Thomas Huxley (Glick, 1988, XV y ss.). Wolf se situaba en la línea de «católicos liberales», que al igual que sus homólogos protestantes, y a diferencia de los conservadores en ambas religiones, al conocer de primera mano la naturaleza –especialmente los fósiles- y entender que el evolucionismo era posible, buscaban una conciliación. En busca de singularidades, no conocemos de ningún profesor católico que en esos años haya difundido de forma tan explícita el darwinismo en clases universitarias, y que en parte esto lo haya llevado a dejar la Compañía de Jesús. Fue el único abiertamente darwinista entre la docena de colegas alemanes que fueron a Quito entre 1870 y 1875. Wolf tenía un pensamiento «dualista», un «teísmo evolucionista»: para él teología y evolucionismo podían convivir, postura que mantuvieron muchos biólogos en el siglo XX (Rupke, 2005). Enseñó darwinismo en Alemania y en Ecuador como una teoría científica sólida que debía tomarse en cuenta para reinterpretar los textos bíblicos. Ciencia y religión podían convivir en una postura que fue haciéndose cada vez

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 270

268 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina más frecuente entre los católicos y que al final fue la que adoptó la Iglesia católica con la encíclica del Papa Juan Pablo II, quien aceptó que la evolución es «algo más que una hipótesis» (Juan Pablo II, 1996). Aunque como explica Pelayo (1999), esta posición contiene más un espíritu espiritualista que uno materialista. También en nuestros tiempos, influyentes investigadores del darwinismo y la evolución han sostenido que un evolucionista puede ser cristiano (Ruse, 2007), y que en todo caso, siguiendo la filosofía de Kant, no deberían mezclarse ambas ideas porque trabajan en campos distintos (Gould, 2002). No es descabellado suponer que durante el siglo XIX existieron muchos más católicos en el mundo que, al igual que Wolf, no dejaron huellas textuales. Wolf no investigaba ni difundía mediante textos el tema, aunque lo conocía a profundidad y lo enseñaba en clases. ¿Por qué no quiso dejar rastros sobre su pensamiento evolucionista? ¿Era por sus conflictos internos y externos? Sin duda estaba calificado para el debate, entre otras cosas por haber recibido excelente formación, por la posibilidad que tuvo de explorar sitios privilegiados como Galápagos, y por haber descubierto evidencias mediante nuevos fósiles (los de caballos en los Andes). Pero solamente dio clases sobre el tema. A diferencia del jesuita Erich Wasmann, quien décadas más tarde propuso una explicación alternativa a la selección natural (basado en estudios de largo tiempo sobre la relación entre escarabajos y hormigas), Wolf no entró en polémicas públicas. Aunque no existía una posición de oposición concreta en torno a las ideas de Darwin y el evolucionismo en general, la Iglesia católica sí se había manifestado ante el liberalismo y materialismo a través del Syllabus Errorum de 1864, en el cual censuraba el incremento del racionalismo y su conexión con el progreso y el liberalismo. Wolf pudo sentirse vulnerable de expresar sus convicciones en publicaciones, ante la pléyade de personajes predispuestos a atacarlo por diferentes razones: Haeckel por sus convicciones católicas (desde su monismo se burlaba de las posiciones conciliadoras entre cristianismo y evolucionismo), los liberales por ser religioso, los católicos por materialista. Pero no se sentía vulnerable de dictar cátedra de darwinismo ante sus alumnos. Algo llamativo del caso ecuatoriano es que, a diferencia de otros ámbitos, la discusión del darwinismo no provocó una polémica pública. El alemán siempre trató de evitar las confrontaciones. Su autobiografía está llena de alusiones a esta aberración al conflicto: «evitando en lo posible controversias religiosas y filosóficas», «no llegué a encontrarme en la desagradable situación de tener que expresar mi acuerdo con algunas de estas «herejías», «yo escuchaba sin decir nada y no manifesté mi opinión sobre estas clases [de filosofía]», «Declarar públicamente una conversión a cualquier otra religión hubiera inútilmente causado sensación y escándalo en el pueblo ignorante», «tenía que hacerlo en secreto sin llamar la atención» (Wolf, 1909-1910). Este programa de Wolf queda explícito cuando dice que en Guayaquil: no quería aparecer como reformador en este país o hacer propaganda para mis ideas. Sobre estas últimas solamente hablaba en el círculo de los más íntimos amigos de los cuales podía esperar comprensión o con hombres que por sus propios estudios o reflexiones, habían llegado a conclusiones parecidas y que querían obtener más información sobre la filosofía natural (Wolf, 1909-1910).

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 271

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 269 Incluso al exigir que sus memorias quedaran como manuscrito estaba preocupado por evitar la polémica, pero al mismo tiempo garantizaba una respuesta a las preguntas de su círculo íntimo. Esta intención de no hacerlo tan público fue la misma adoptada por los detractores de sus ideas. No deja de llamar la atención que, a diferencia de otros países de América Latina, donde el evolucionismo «fue recepcionado por un conjunto de liberales anticlericales, que se apoyaron en él para discutir sobre los problemas de la educación, la religión, el progreso y la cultura en general y muy posteriormente fue introducido por naturalistas cuyas profesiones son la geografía y la medicina» (Argueta, 2009: 148), en el Ecuador, la primera circulación de estas ideas fue protagonizada por un naturalista miembro de una orden religiosa católica, enmarcado en un proyecto nacional que ha sido llamado de «modernidad católica» (Maiguashca, 2005). Quedan algunas preguntas. ¿Sembraron estas clases una tradición en las comunidades científicas de Quito y el Ecuador? ¿La actitud de Wolf de no opinar demasiado alto sobre un tema controversial para la Iglesia, aunque sí sostenerlo como una teoría válida, continuó siendo la forma dominante de entender el darwinismo en las universidades quiteñas? ¿La historia de la separación de Wolf, asociada durante mucho tiempo con la suposición de que se debió a su darwinismo, fue un elemento disuasivo para los investigadores que pretendían abordar temas polémicos entre ciencia y religión en un país predominantemente católico? ¿Por eso naturalistas y biólogos prefirieron orientar sus investigaciones hacia campos más acordes con el quehacer de un científico católico, como la botánica taxonómica, que sí cuenta con una amplia difusión? (Cuvi, et al., 2012). Hay situaciones diversas en la circulación posterior durante el siglo XIX, por lo menos hasta la Revolución Liberal de 1895, que dan algunas pistas. En el Programa de Agronomía de 1885 del Instituto de Ciencias de la Escuela Politécnica, donde están reflejados contenidos generales en la materia Zootecnia aparecen como temas de estudio «Razas. Herencia. Atavismo. Selección. Cruzamiento. Híbridos. Mestizos, su reproducción. Causas modificadoras de las razas. Ley de Thury» (Escuela de Agricultura, 1885). En estas palabras parece estar implícito cierto pensamiento evolucionista, en la idea del atavismo o regresión, que se refiere a la reaparición en un organismo de un carácter ancestral. En Geología y Geognosia se menciona a los fósiles y la paleontología casi en los mismos términos de los programas de la década de 1870, como si solo se hubieran copiado, pero sin explicitar su relación con el darwinismo. Tampoco aparecen contenidos que aludan al evolucionismo en las materias Botánica y Zoología. En otro syllabus de 1889, de la materia Zoología General para Agricultores y Agrónomos, hay mejor información. En la parte sobre sistemática constan como temas «Teoría de la descendencia (Lamarckismo) –Teoría de la selección (Darwinismo)– Refutación de los principios en que se fundan estas teorías» (Instituto de Ciencias, 1890). El problema es que no conocemos quién elaboró estos programas. ¿Fue Miguel Abelardo Egas, convertido desde la partida de Wolf en profesor de zoología? En otro syllabus de Zoología General de ese mismo año, que sí fue elaborado por ese profesor, no consta nada explícito sobre evolucionismo (Egas, 1889). ¿Qué significa que en una de las clases de Zoología General se expusieran dos ideas del evolucionismo y luego se las refutara? ¿Una estrategia para evitar controversias

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 272

270 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina con sectores que no apoyaban explorar el origen biológico de las especies, incluida la humana? ¿O una exigencia? En esos años el rector de la Universidad Central, Elías Laso, dijo en un discurso que «Hay, en la historia de todos los orígenes, hechos primordiales cuya causa, así como la de la existencia, no debe buscarse. La existencia es un hecho que debe admitirse sin necesidad de explicarlo» (Laso, 1883). Y en la entrega de premios de 1885, un estudiante disertó en contra del materialismo y el racionalismo que querían dejar a Dios afuera de la explicación del mundo, ridiculizando al pensamiento evolucionista: Darwin, por último, nos ha dado la noticia halagadora, de que el hombre desciende del mono en línea recta, según lo tiene perfectamente averiguado con el estudio de la selección natural y espontánea. El hombre desciende del mono antropoide, el mono antropoide de otro animal menos perfecto, éste de un molusco, el molusco de la materia inanimada, y la materia inanimada no ha recibido de nadie la existencia. ¿Veis como la ciencia moderna salva las más grandes dificultades? Si mañana se le ocurre probar que dos y tres son cuarenta, a fuerza de selecciones y transformismo, conseguirá su objeto como si tal cosa (León, 1885). Esto da una idea de lo que era considerado como un discurso apropiado por parte de un estudiante destacado en la Universidad Central en esa década. Aún así, los escasos datos del syllabus (y más aún, la duda de su autoría), son pistas poco concluyentes. Otro médico que asistió a la clase de 1870-1871, Manuel María Casares, al escribir sobre herencia de patologías veinte años después, se refirió a una «ley de la descendencia», en términos que aluden más a la recapitulación y a la herencia lamarckiana (Casares, 1891). Otro estudiante de Wolf sí mantuvo una defensa fervorosa del darwinismo. En el contexto de intensificación del conflicto entre liberales y conservadores que ocurrió tras la muerte de García Moreno, Felicísimo López mantuvo una polémica con el obispo de Manabí, Pedro Schumacher, quien destacaba –como negativa- la relación entre la ciencia materialista del darwinismo y el liberalismo (Schumacher, 1889). Ante ello López respondió que «Quizás vuestro carácter jerárquico no se aviene con un origen tan humilde; y quizás también preferís venir del ángel caído y degenerado, que no del animal regenerado y perfectible» (López, 1889). Finalmente, otra fuente más «cultural» que da una idea del espíritu de la época, proviene del ensayista y novelista liberal Juan Montalvo, quien aludió a Darwin para decir «que solo a fuerza de trabajo, progreso y dolor ha llegado a ser criatura pensadora este animal originario de las selvas que hoy se llama hombre; las selvas, donde el joco y el babuino están todavía reclamando la sangre de sus venas que han transmitido a la especie humana» (Montalvo, 1881: 4). *** Esta investigación contó con el apoyo de dos becas FDA de Flacso Ecuador (IP 553, IP 664) y las becas Senescyt para los proyectos «Las ciencias de la vida en el Ecuador (1850-2000)» y «La recepción de las ideas de Darwin en el Ecuador: Teodoro Wolf».

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 273

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 271 BIBLIOGRAFÍA Fuentes primarias ANDERLEDY, Anton (1873), «Carta al P. Agustín Delgado, Padre Superior de los Jesuitas en el Ecuador, Fiésole, 30 de mayo de 1873», Archivo de la Compañía de Jesús, Quito (ACJ). BOETZKES, Chrstian (1875), Tratado de Zoología especial ó sea de Zoología sistemática acomodado al uso de la Facultad de ciencias y Escuela politécnica de Quito. Quito, Escuela Politécnica, Biblioteca Archivo Aurelio Espinosa Pólit (BAEP). CASARES, Manuel M. (1891), «Conferencias de patología general (continuación)», Anales de la Universidad Central, 4, 17-24. DARWIN, Charles (1868), The variation of animals and plants under domestication, Vol. 2, Londres, John Murray. EGAS, Miguel A. (1870-1871), «Curso de geología dictado por Theodor Wolf en la Escuela Politécnica de Quito», Archivo personal Jorge Moreno Egas (AJME). EGAS, Miguel A. (1925), «El Dr. Theodor Wolf», El Comercio, 23 de junio. ESCUELA DE AGRICULTURA DE LA ESCUELA POLITÉCNICA (1885), Programa de las lecciones que se daran en el Instituto de Ciencias y Escuela de Agricultura en el año escolar de 1885 á 1886. precedido del informe presentado al Congreso Nacional de 1885. En: TROYA, José María (ed.), Informe del estado del Instituto de Ciencias y Escuela de Agricultura al Congreso Nacional de 1885, Quito: Sin editorial. ESCUELA POLITÉCNICA (1871), Programa de las materias que se enseñan en la Escuela Politécnica establecida en Quito a 3 de octubre de 1870 y aplicación de las mismas a las distintas carreras profesiones bajo la dirección de los Padres de la Compañía de Jesús, Quito, Imprenta Nacional. — (1872), Programa de las lecciones que se darán en la Escuela Politécnica de Quito en el año escolar de 1872 a 1873 precedido de un discurso sobre la enseñanza, Quito, Imprenta Nacional. INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA ESCUELA POLITÉCNICA (1890), Programa del Instituto de Ciencias para el año escolar 1889-1890 precedido por un estudio sobre la langosta por Dr. D. M. Abelardo Egas, Quito, Imprenta de la Universidad. LASO, Elías (1883), «Apuntes para las lecciones orales de legislación, por el señor Doctor Elías Laso», Anales de la Universidad Central, 1, 60-73. LEÓN, Carlos M. (1885), Discurso pronunciado en la solemne distribución de premios de la Universidad de Quito, Quito, El Porvenir. LÓPEZ, Felicísimo (1889), Carta al Pastor ilustrísimo y reverendísimo Obispo de Portoviejo Señor D. Pedro Schumacker (sic), Guayaquil, Imprenta Comercial. MENTEN, Juan B. (1871), «Estudios astronómicos (continuación 4)», El Nacional, 1 (28). MONTALVO, Juan (1881), Catilinarias, Sexta, Panamá, Imprenta de la Estrella de Panamá, James Boyd. SAN ROMÁN, Francisco José (1875), «Carta al R.P. Manuel Gil, Asistente de España, Quito, 3 de marzo». Inventario dei documenti inviati alla Curia Generalizia, Parte IIa, Nuova Compagnia (1814- ), Assistencia America Latinae Septentrionalis, Provincia Aequato-

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 274

272 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina riana (Ecuador), I Epistolae 1001, Aequat. 1 X (1-17): 6. Archivum Romanum Societatis Iesu (ARSI), Roma, 1840-1889. SCHUMACHER, Pedro (1889), Novena carta pastoral del Ilmo. y Rmo. Sor. Obispo de Portoviejo, Portoviejo, Imprenta del Seminario San José. VAN BENEDEN, I.M (Pierre-Joseph?) (1872), «Los murciélagos de la época del mammouth i de la época actual.- La teoría de Darwin (Conclusión)», La Prensa, 2 de marzo, n.º 27. VOM RATH, Gerhard, y TROSCHEL, Franz Hermann (1877), «Carta de solicitud de Doctorado Honoris Causa para Wolf, Bonn». 5 de mayo. Bonner Personal- und Studentenverzeichnis-Theodor Wolf. Bonn, Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität Bonn. F. Registro No 122: 4. Archiv der Universität. WOLF, Theodor (1865-1866), «Beiträge zur Entwickelungsgeschichte der Orchideen – Blüthe [Contribuciones a la historia del desarrollo de la flor de la orquídea]», Jahrbücher für wissenschaftliche Botanik, 261-304. — (1871a), Informe del Reverendo Padre Teodoro Wolf de la Compañía de Jesús acerca del fenómeno físico en la Costa de Manabí, Quito, Imprenta Nacional. — (1871b), «Estudios geológicos (continuación 4)», El Nacional año 1 (31), 20 de marzo. — (1871c), «Estudios geológicos (continuación 7)», El Nacional, año 1 (35), 29 de marzo. — (1887), Memoria sobre las islas de Galápagos, Quito, Imprenta del Gobierno. — (1892), Geografía y Geología del Ecuador, Leipzig, Tip. de F.A. Brockhaus. — (1905), «Carta a Hans Meyer, Dresden-Plauen, 1 de febrero». Hans Meyer Collection, Archive for Geography, Cartas a Hans Meyer 1904-1911, 179/367-374. Leibniz Institute for Regional Geography (LIRG). — (1909-1910), (con anotaciones hasta 1923). «Aus meinem Leben. Wahrheit ohne Dichtung. Ein Manuskript für meine Familie [De mi vida. Verdad sin ficción. Un manuscrito para mi familia]», traducción de Sylvia van der Made. Dresde. Archivo personal Ursula Range (AUR).

Fuentes secundarias ARGUETA, Arturo. (2009), El darwinismo en Iberoamérica. Bolivia y México, Madrid, Catarata y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). ARTIGAS, Mariano, GLICK, Thomas F., y MARTÍNEZ, Rafael A. (2010), Seis católicos evolucionistas. El Vaticano frente a la Evolución (1877-1902), Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos. BOWLER, Peter. J. (2009), Evolution. The history of an idea, Berkeley y Los Angeles, University of California Press. BRUNDELL, Barry. (2001), «Catholic Church Politics and Evolution Theory», 1894-1902, The British Journal for the History of Science, 34(1), 81-95. CORSI, Pietro. (1984), Lamarck en Italie, Revue d’histoire des sciences, 37, 47-64. — (2005), «Before Darwin: Transformist Concepts in European Natural History», Journal of the History of Biology, 38, 67-83.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 275

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 273 CUVI, Nicolás; SEVILLA, Elisa; SEVILLA, Ana. M. y PIÑAS, Francisco. (2014), «Un conflicto asociado con la circulación del darwinismo en el Ecuador (1870-1874)», Procesos: revista ecuatoriana de historia, 39. CUVI, Nicolás; SEVILLA, Ana M., y SEVILLA, Elisa. (2012), «La relación histórica entre ciencia y sociedad enfocada desde la botánica y la evolución», en Avances en Historia y Estudios Sociales sobre la Ciencia y la Tecnología. Trabajos en la SMHCT 20112012, 193-207, México D.F.: Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología. DARWIN CORRESPONDENCE DATABASE. (2014), «Nota al pie (f2) en Carta de F.H.G. Hildebrand a C.R. Darwin, 14 de julio de 1862», Disponible en: http://www.darwinproject. ac.uk/entry-3658 (consultado el 2/06/2014). DESTRUGE, Camilo. (1982/1924), Historia de la Prensa de Guayaquil, Tomo 1. Quito, Corporación Editora Nacional. DUPREE, A. Hunter. (1986), «Christianity and the Scientific Community in the Age of Darwin», en LINDBERG, Donald y NUMBERS, Ronald L. (eds.), God and nature: historical essays on the encounter between Christianity and science, 351-368, Berkeley, University of California Press. FEINGOLD, Mordechai. (2003), Jesuit Science and the Republic of Letters, Cambridge, Mit Press. FITZELL, Jill. (1996), Cultural Colonialism and New Languages of Power: Scientific Progress in Nineteenth Century Ecuador, Journal of Historical Sociology, 9(3), 290-314. GLIBOFF, Sanders. (2008), H.G. Bronn, Ernst Haeckel, and the Origins of German Darwinism: A Study in Translation and Transformation, Londres, MIT Press. GLICK, Thomas F. (1988), «Preface, 1988. Reception Studies Since 1974», en: GLICK, T. F. (ed.), The comparative reception of Darwinism, XI-XXVIII, Chicago, University of Chicago Press. GOULD, Stephen Jay. (2002), Rocks of Ages: Science and Religion in the Fullness of Life, Nueva York, Ballantine Books. GREGORY, Frederick. (1986), «The Impact fo Darwinian Evolution on Protestant Theology in the Nineteenth Century», en: LINDBERG, Donald y NUMBERS, Ronald L. (eds.), God and nature: historical essays on the encounter between Christianity and science, 369-390, Berkeley, University of California Press. HAMOIR, Gabriel. (1999), «La revolution evolutionniste en Belgique. Du fixiste PierreJoseph Van Beneden a son fils darwiniste Edouard», Rev Med Liege, 54 (7), 636-643. HARRISON, Brian W. (2001), «Early Vatican Responses to Evolutionist Theology», Living Tradition. Organ of the Roman Theological Forum 93. http://www.rtforum.org/lt/ lt93html (consultado el 15/04/2013). JUAN PABLO II. (1996), «Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II a los miembros de la Academia Pontificia de Ciencias (español). 22 de octubre de 1996», http://www.vatican.va/ holy_father/john_paul_ii/messages/pont_messages/1996/documents/hf_jp-ii_mes_ 19961022_evoluzione_sp.html. JUNKER, T. (1991), «Heinrich Georg Bronn und die Entstehung der Arten.», Sudhoffs Archiv fuÅNr Geschichte der Medizin und der Naturwissenschaften, 75, 180-208.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 276

274 «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina KELLY, Alfred. (1981), The descent of Darwin: the popularization of Darwinism in Germany, 1860-1914, Chapel Hill, University of North Carolina Press. KÖLBL-EBERT, Martina. (2010), «Father Damian Kreichgauer SVD (1859-1940) and Father Erich Wasmann SJ (1859-1931): geology, earth history and evolution in two German lives between science and faith», Earth Sciences History, 29, 311-330. LUSTIG, Abigail. (2002), «Erich Wasmann, Ernst Haeckel, and the limits of science», Theory in Biosciences, 121, 252-259. MAIGUASHCA, Juan. (1830-1875), «El proyecto garciano de modernidad católica republicana en el Ecuador», en IRUROZQUI, Vitoriano M. (ed.), La mirada esquiva. Reflexiones históricas sobre la interacción del Estado y la ciudadanía en los Andes (Bolivia, Ecuador y Perú). Siglo XIX, 233-259, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas. MARTÍNEZ, Augusto N. (1994/1925), «Sesenta años de recuerdos. El doctor Teodoro Wolf», en Contribuciones para el conocimiento geológico de la región volcánica del Ecuador. Vulcanología y geología de los Andes ecuatorianos, Quito, Abya-Yala y Agrupación Excursionista Nuevos Horizontes. MONTGOMERY, William M. «Germany», en GLICK, T. F. (ed.) (1988/1972), The comparative reception of Darwinism, 81-114, Chicago, Chicago University Press. MOORE, James A. (1979), The post-Darwinian controversies, Cambridge, Cambridge University Press. — (1986), «Geologists and Interpreters of Genesis in the Nineteenth Century», en: LINDBERG, Donald y NUMBERS, Ronald L. (eds.), God and nature: historical essays on the encounter between Christianity and science, 322-350, Berkeley, University of California Press,. NUMBERS, Ronald L. (1986), «The Creationists», en: LINDBERG, Donald y NUMBERS, Ronald L. (eds.), God and nature: historical essays on the encounter between Christianity and science, 391-423, Berkeley, University of California Press. NYHART, Lynn. (1995), Biology takes form. Animal morphology and the German universities 1800-1900, Chicago y Londres, The University of Chicago Press. OLSON, Richard. (2004), Science and religion, 1450-1900: from Copernicus to Darwin, Baltimore, Johns Hopkins University Press. PELAYO, Francisco. (1999), Ciencia y creencia en España durante el siglo XIX, Madrid, CSIC. PÉREZ P., Rodolfo. (1975), «Teodoro Wolf», en Geografía y geología del Ecuador, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana. RICHARDS, Robert J. (2005), «Ernst Haeckel and the Struggles over Evolution and Religion», Annals of the History and Philosophy of Biology, 10, 89-115. — (2008), The tragic sense of life. Ernst Haeckel and the struggle over evolutionary thought, Chicago, University of Chicago Press. RUPKE, Nicolaas A. (2005), «Neither Creation nor Evolution: the Third Way in Mid-Nineteenth Century Thinking about the Origin of Species». Annals of the History and Philosophy of Biology, 10, 143-172. RUSE, Michael. (2007), ¿Puede un darwinista ser cristiano? La relación entre ciencia y religión, Madrid, Siglo XXI.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 277

Entre Darwin y Dios: Teodoro Wolf y las primeras clases universitarias… 275 SEVILLA, Ana. (2013), El Ecuador en sus mapas: Estado y nación desde una perspectiva espacial, Quito, FLACSO-Ecuador. SEVILLA, Elisa. (2011), Imperios informales y naciones poscoloniales: la autoridad de la ciencia. Tesis doctoral. Quito, FLACSO-Ecuador.

TIRARD, Stéphane. (2013), «The Relationship Between the Origins of Life on Earth and the Possibility of Life on Other Planets: A Nineteenth-Century Perspective», en Astrobiology, History, and Society, Springer Berlin Heidelberg, 103-113.

12 V coloquio darwinismo:12 V coloquio darwinismo 23/02/15 12:21 Página 278

cubierta darwinismo:cubierta darwinismo 24/02/15 17:24 Página 1

La Ciencia Española en Ultramar Coordinadores: Alejandro R. Díez Torres, Tomás Mallo, Daniel Pacheco Fernández y Ángeles Alonso Flecha Mundialización de la Ciencia y la Cultura Nacional Editores: A. Lafuente, A. Elena y M. L. Ortega Cuba, la perla de las Antillas Editores: Consuelo Naranjo y Tomás Mallo De la Ciencia Ilustrada a la Ciencia Romántica La Ilustración en América Colonial Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Luis Carlos Arboleda La nación soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante el 98 Editores: M. Angel Puig-Samper, Consuelo Naranjo y L. Miguel García Mora Ciencia y Fascismo Editores: Rafael Huertas y Carmen Ortiz 1898. Sanidad y Ciencia en España y Latinoamérica Coordinadores: F. J. Puerto Sarmiento, Mª. E. Alegre Pérez y M. Rey Bueno El Darwinismo en España e Iberoamérica Editores: Thomas F. Glick, Rosaura Ruíz y M. Ángel Puig-Samper Evolucionismo y Cultura Editores: M. Ángel Puig-Samper, Andrés Galera y Rosaura Ruíz Darwinismo, biología y sociedad Editores: Rosaura Ruíz, M. Ángel Puig-Samper y Graciela Zamudio Científicos criollos e Ilustración Coordinadores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Mª Dolores González-Ripoll Recepción y difusión de Textos Ilustrados Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper, Mª Dolores González- Ripoll y Martina Bender Ilustración y educación. Comentarios de textos Editores: Diana Soto Arango, M. Ángel Puig-Samper y Justo Cuño Benito Comunidades transnacionales. Colonias de mercaderes extranjeros en el Mundo Atlántico (1500-1830) Coordinadora: Ana Crespo Solana La ciudad americana: mitos, espacios y control social Coordinadores: Salvador Bernabéu y Consuelo Varela Fronteras y sensibilidades en las Américas Coordinadores: Salvador Bernabéu y Frédérique Langue

Entre los días 23 y 25 del mes de octubre del año 2013 se celebró el V° Coloquio sobre darwinismo en Europa y América en la ciudad de Valdivia en Chile. El desarrollo de esta actividad fue posible gracias al trabajo, incluso la obsesión, de este grupo de investigadores que integran la «Red de Estudios de Historia de la Biología y la Evolución» y del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile institución que cobijó y apoyó este encuentro. Parte de los trabajos presentados en este encuentro dieron lugar al libro que ahora publicamos. El título principal de este libro que ahora editamos, «Yammerschuner,» es un guiño a ese cercano contacto que el gran naturalista británico mantuvo con los indígenas americanos en su viaje en el Beagle. Las palabras del propio Darwin en el Diario el 19 de enero de 1833 en su interacción con los fueguinos dan una idea de la extrañeza y curiosidad que sintió en estos encuentros: «Era tan fácil complacer a estos salvajes como difícil dejarlos satisfechos. Jóvenes y viejos, hombres y niños no cesaban de repetir la palabra “yammerschuner”, que significaba dame a mí.» El libro muestra una gran diversidad de problemas en torno al evolucionismo y diversos enfoques para aproximarse al estudio histórico de la figura de Darwin, el darwinismo, la aceptación o no de sus ideas y la reformulación de éstas. Los trabajos que integran este volumen fueron resultado de ese esfuerzo y atrevimiento conceptual y disciplinar mostrado por los investigadores que participan, en su interés por ampliar el conocimiento histórico sobre el trabajo del sabio inglés y su asimilación por el resto de la sociedad. En consecuencia, el libro que editamos nos ayuda a comprender lo que hemos denominado la «darwinización» de Europa y América Latina, recordando el término empleado por el filósofo evolucionista Carlos Castrodeza. Así encontramos en sus páginas artículos que describen la estancia de Darwin en algún punto de su viaje con reflexiones científicas e ideológicas, los análisis sobre el impacto de Darwin y la darwinización en Francia, Alemania o México, la importancia del darwinismo en España y en el ámbito latinoamericano los casos de Ecuador, Brasil y Argentina.

La indianización. Cautivos, renegados, «hommes libres» y misioneros en los confines americanos. siglo XVI-XIX Coordinadores: Salvador Bernabéu, Christophe Giudicelli y Gilles Havard Condes, marqueses y duques. Biografías de nobles titulados durante el reinado de Felipe V María del Mar Felices de la Fuente Los cónsules extranjeros en la Edad Moderna y a principios de la Edad Contemporánea Marcella Aglietti, Manuel Herrero Sánchez y Francisco Zamora Rodríguez (coords.)

DIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS

«Yammerschuner» «Yammerschuner». Darwin y la darwinización en Europa y América Latina

COLECCIÓN ACTAS

Darwin y la darwinización en Europa y América Latina Miguel Ángel Puig-Samper, Francisco Orrego, Rosaura Ruiz y J. Alfredo Uribe (editores)

MIGUEL ÁNGEL PUIG-SAMPER Profesor de Investigación del CSIC. Doctor en Ciencias Biológicas. De 1988 a 1991 fue Jefe del Departamento de Historia del Real Jardín Botánico. Entre 1992 y 1997 fue Jefe del Departamento de Historia de la Ciencia en el Centro de Estudios Históricos (CSIC) y más tarde, entre 2002 y 2005 ocupó el puesto de Vicedirector del Instituto de Historia (CSIC). Miembro del Comité Científico Asesor del CSIC (2004-2005). Entre 2005 y 2013 ha sido Director del Departamento de Publicaciones del CSIC. Director de la revista Arbor. Miembro del Comité Asesor de la revista HiN, que edita la Academia de Ciencias de Berlín y la Universidad de Potsdam, así como de Asclepio y Revista de Indias. Académico correspondiente de la Academia Colombiana de Historia. Miembro de la de la Society of History of Natural History, de la Asociación de Americanistas Europeos, de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias, de la Sociedad Geográfica Española y de la Real Sociedad Geográfica. FRANCISCO ORREGO GONZÁLEZ Es licenciado en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Doctor con mención europea en el Departamento de Historia moderna de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En la actualidad es profesor de historia moderna e historia cultural en el Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile. Se ha especializado en el estudio de espacios científicos desde una perspectiva atlántica en contextos urbanos y en las controversias producidas del encuentro entre el proceso de confesionalización católica en el mundo hispano y el desarrollo del conocimiento científico en la cultura ilustrada en los siglos XVII y XVIII. Ha realizado estancias académicas en Sevilla, Madrid, Bolonia y Cambridge. Entre sus últimas investigaciones destaca el estudio de la obra del ex jesuita y naturalista chileno Juan Ignacio Molina (1740-1829) con trabajos como «Juan Ignacio Molina y la comprensión de la naturaleza del Finis Terrae» (2011) y «El mundus subterraneus de Juan Ignacio Molina o el geólogo como economista». ROSAURA RUIZ Realizó sus estudios de biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la que es profesora de carrera y directora. Fue titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM, primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, integrante del Sistema Nacional de Investigadores y asesora de la Organización de Estados Iberoamericanos en el área de educación y ciencia. Autora de los libros, Positivismo y evolución: introducción del darwinismo en México; con Francisco Ayala El método en las ciencias, epistemología y darwinismo, y con Thomas Glick y Miguel Ángel Puig-Samper The Reception of Darwinism in the Iberian World. JOSÉ ALFREDO URIBE SALAS Es doctor en Historia por la UCM, España, 1998. Profesor titular en la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Secretario de la Coordinación de la Investigación Científica (1992-1994), Jefe de la División de Estudios de Posgrado (2007-2011) y Editor de la revista Ciencia Nicolaita (2014) de la UMSNH, Morelia, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II, Conacyt, y de la Academia Mexicana de Ciencias. Sus tres libros más recientes son: Atlas Cartográfico del Distrito El Oro-Tlalpujahua (2009); Historia económica y social de la Compañía y Cooperativa Minera Las Dos Estrellas en El Oro y Tlalpujahua, 1898-1959 (2010), y Los albores de la Geología en México. Mineros y hombres de ciencia (2014).

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.