Enseñanzas de una investigación-acción participativa (IAP) sobre el antisemitismo universal y el sionismo argentino

July 19, 2017 | Autor: Carlos Escudé | Categoría: Argentina, Israel and Zionism, Antisemitism, Judaica, Behaviorism, Eichmann
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Descripción

DOCUMENTO DE TRABAJO DEL CERES Centro de Estudios de Religión, Estado y Sociedad Seminario Rabínico Latinoamericano ‘Marshall T. Meyer’* Enseñanzas de una investigación-acción participativa (IAP) sobre el antisemitismo universal y el sionismo argentino1 Por Carlos Escudé Este documento de trabajo es el Apéndice de la versión académica abreviada de mi trabajo “De Tácito a Séneca: reflexiones sobre el antisemitismo universal, el sionismo argentino y el affaire Timerman.” Resume el trabajo de campo realizado en la primera mitad de 2015 para verificar el funcionamiento en la Argentina de la “dialéctica Baron” durante el desarrollo del “affaire Timerman.” El marco conceptual de la “dialéctica Baron” se encuentra en https://www.academia.edu/13004425/De_T%C3%A1cito_a_la_AMIA__VERSI%C3%93N_DEFINITIVA Introducción – de Séneca a Timerman2 Después del affaire Eichmann de 1960, quizá la consecuencia más saliente del funcionamiento de la dialéctica Baron en la Argentina haya sido lo acontecido en 2015 en torno del memorándum con Irán, que fue el eje de nuestra Introducción. Se recordará que, en ese momento y en tándem con el gobierno de Israel, algunos dirigentes de la comunidad judía intentaron adquirir una capacidad de veto sobre ciertas dimensiones de la política exterior argentina. A ese fenómeno dirigimos ahora nuestra atención, ya que a su estudio dediqué una prolongada investigación-acción participativa. El documento desencadenante de aquel intento de activar la dialéctica Baron fue la carta abierta de las organizaciones “AMIA para Todos” y “Plural Jai,” de febrero de 2015. La epístola: -

Dio por sentado que Timerman “forma parte del entramado de encubrimiento que denunció el Fiscal Nisman;”

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Las opiniones vertidas en este y todos los trabajos del CERES son personales y no comprometen al Seminario Rabínico Latinoamericano “Marshall T. Meyer.” 1 Sobre esta metodología véase T. Alberich Nistal, "La Agenda 21 de la Cultura. Un instrumento para el desarrollo," Extensió Universitaria, Universidad Jaume I. Castellón, 2006, y "IAP, redes y mapas sociales: desde la investigación a la intervención social," en Portularia, Revista de Trabajo Social, Universidad de Huelva 2008. También Tomás R. Villasante: Desbordes creativos. Estilos y estrategias para la transformación social, Ed. Catarata. Madrid, 2006, y María de los A. Pérez, “Objeto y sujeto de métodos de la Investigación Acción Participativa (I.A.P.),” www.monografías.com (descargada el 15 de mayo de 2015). 2 En todos los casos, cuando se reproducen comentarios con mayúsculas es porque los autores de los mismos pusieron esas letras para resaltar lo que decían. Aunque a veces he corregido la ortografía descuidada propia de Facebook, a los errores históricos de los disputantes los he dejado sin correcciones ni observaciones. Mis escasas correcciones se hicieron sólo con el objetivo de facilitar la lectura.

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Dijo que “el rol del canciller es vergonzoso tanto por la oprobiosa firma del memorándum con Irán, como por sus ataques a la denuncia e investigación llevados adelante por Nisman;” Denunció que Timerman “representa una amenaza para las aspiraciones de justicia de la sociedad argentina toda,” y Dijo que “les corresponderá a las instituciones comunitarias de las que Timerman es socio juzgar si este personaje no atenta contra el ansia de justicia y verdad de la comunidad.”

En otras palabras, los dirigentes de estas organizaciones dieron por demostrado, sin juicio previo, que el canciller argentino es culpable del delito de encubrimiento; juzgaron “oprobiosa” la política exterior conducente al memorándum con Irán, y sugirieron la expulsión de Timerman de todas las instituciones judías de las que el ciudadano-ministro forma parte. Se trató claramente de un intento de adquisición de poder de veto, frente a la política del Estado, por parte de organizaciones judías que extorsionaron a un ministro judío porque no les obedecía, y que se consideraron autorizadas para convertirse en jueces de lo acontecido. La posición de las organizaciones “AMIA para Todos” y “Plural Jai” tuvo una fuerte adhesión entre los sectores de centro-derecha de la comunidad, incluyendo la sinagoga Bet El, cuyo rabino jefe Daniel Goldman, de centro-izquierda, debió ceder ante las presiones de la comisión directiva y de algunos de sus feligreses. La carta mencionada fue acompañada de otra misiva, abierta a la firma de todos los socios de AMIA y dirigida al presidente de la misma, que: -

reitera las acusaciones de la carta anterior, exige formalmente la exclusión de Timerman como socio de la entidad, y pide su enjuiciamiento por parte de un tribunal de ética comunitaria para dictaminar su expulsión definitiva.

Entre otras “fechorías,” en esta carta se acusa a Timerman de haberse reunido con representantes de Irán para negociar el memorándum en el día de Iom Kipur (hecho que no espantaría a la mayor parte de los judíos argentinos, que no son observantes). Finalmente, una tercera epístola, abierta a la firma de todos los socios de AMIA y dirigida al presidente del Tribunal de Ética Comunitaria, exige la convocatoria de dicho tribunal para juzgar la conducta del ciudadano-ministro. Se reiteran todas las acusaciones de las otras dos cartas.3

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El carácter desproporcionado del pedido de excomunión del canciller argentino es tanto más claro si se tiene en cuenta una analogía posible. En 1955, el presidente Juan D. Perón expulsó a un sacerdote y un obispo de la Argentina, y alentó el incendio de varios templos católicos. Hubo un intento de excomunión, pero éste no fue avalado por el papa Pío XII y por eso no tuvo valor canónico. ¿Alguien imagina a Héctor M. Timerman quemando sinagogas y expulsando a la embajadora de Israel? Véase Roberto Bosca, “Una excomunión que no se cumplió”, La Nación, 2 de diciembre de 2001, y del mismo autor, La Iglesia nacional peronista, Buenos aires: Ed. Sudamericana, 1997.

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Por otra parte, esta maniobra de dirigentes de la comunidad judía argentina estuvo acompañada por el Estado de Israel, que se entrometió en esta política argentina cuando en el acto del 18 de marzo de 2015, en conmemoración del 23° aniversario del atentado terrorista contra la embajada de Israel, el ministro de agricultura israelí Yail Shamir, de visita en el país, dijo públicamente en Buenos Aires que “(el fiscal Alberto) Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad” en la investigación sobre los atentados.4 Se recordará que Nisman era el fiscal especial de la causa AMIA, y que apareció muerto en su departamento el 19 de enero de 2015, después de haber acusado a la presidenta y el canciller argentinos de encubrir a Irán. Al proceder de esta manera, el funcionario israelí se entrometió con el Poder Judicial argentino. ¿Cómo sabía Shamir que Nisman había sido asesinado por intentar llegar a la verdad? Y si lo sabía a ciencia cierta, ¿cómo no hizo la denuncia, con las pruebas correspondientes? A la vez, en ese mismo acto de una embajada extranjera, la concurrencia, compuesta mayoritariamente por referentes y dirigentes judíos argentinos, silbó a los representantes de su propio gobierno, el argentino. La alocución pública del ministro israelí Shamir demostró que el gobierno de Netanyahu trabajaba en tándem con estos dirigentes. Ocurrió pocos días después del intento análogo por parte del mismo Netanyahu frente al Congreso de los Estados Unidos, cuando contra la voluntad manifiesta de la Casa Blanca, el gobierno de Israel operó en tándem con sus aliados norteamericanos para intentar torpedear las negociaciones del Poder Ejecutivo con Irán. Evidentemente, estamos frente a una versión actualizada de la dialéctica entre el centro activo jerosolimitano y las comunidades de la diáspora que, con profundidad histórica y teórica, identificó Baron. Frente a este panorama, el 16 de febrero, cuando el periodista comunitario Natalio Steiner publicó en mi muro de Facebook unos párrafos exigiendo la expulsión de Timerman de la AMIA y de Bet El, yo contesté: Pido la expulsión de Natalio Steiner de la comunidad judía, por auspiciar la inicua expulsión de Timerman de la misma. (…) Quien debe ser expulsado es el propio Steiner. (…). Steiner pretende que la política exterior argentina esté al servicio de los objetivos estratégicos de EE.UU. e Israel. Al adoptar esta tesitura, se manifiesta como mal judío que le hace un daño enorme a la comunidad porque da pábulo a las infames acusaciones de antisemitas que ponen en duda la lealtad de los judíos a las causas nacionales (…). [16 de febrero de 2015 a las 13:19hs.]5 Si Steiner podía pedir la excomunión de Timerman, yo podía pedir la de Steiner, a quien consideraba en grave falta precisamente por pedir la expulsión del ciudadano-ministro.6 4

Un titular de Clarín del 19 de marzo de 2015 cita a Shamir entre comillas: “Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad,” http://www.clarin.com/politica/Nisman-vida-intento-llegarverdad_0_1323468009.html . 5 Hice ajustes menores en la prosa para adecuarla al género de ensayo. Conservo la totalidad de las interacciones de esta investigación-acción participativa en mi base de datos. 6 Como converso al judaísmo tengo el derecho de hacerlo, porque según la halajá (el derecho canónico judío) he adquirido los mismos derechos y obligaciones que cualquier nacido de vientre judío.

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Un precedente: Leon Festinger y el “fracaso de la profecía” Este fue el primer paso en una campaña sistemática de provocaciones que lancé para conseguir que quienes adherían a la campaña previa por la excomunión de Timerman se expresaran con espontánea ira, y volcaran sobre mi Facebook sus pensamientos más íntimos acerca de la relación entre su judeidad y su argentinidad. La investigación-acción participativa tuvo diversos capítulos a lo largo de tres meses de trabajo de campo. Esas etapas consistieron en la difusión, en mi muro, de irritativas afirmaciones, imperativos, preguntas y reflexiones. A fin de generar debates siempre renovados, estas provocaciones se presentaron de manera secuencial, separadas entre sí por varios días. Por ejemplo: -

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Exijo la expulsión de Natalio Steiner de las instituciones judías a las que pertenece. El fiscal Alberto Nisman no es respetable.7 ¡Nisman trabajaba para la embajada yanqui!8 ¿Puede un enano ser rabino?9 ¿Será Héctor Timerman uno de los 36 justos que, sin saberlo, salvan cotidianamente al mundo?10 ¿Es Tzadik Timerman el verdadero Mesías?11 ¿O prefieren al Rebe de Lubavitch?12 Hipótesis: el Mossad asesinó a Nisman. La dirigencia judía argentina ha comenzado su regreso voluntario a la esclavitud de Egipto. Los "judíos malos" creen que pueden comportarse como los antisemitas dicen que se comporta un judío, sin pagar el precio del antisemitismo. ¿Imaginan a Timerman quemando y saqueando sinagogas, como hizo Perón con iglesias católicas como San Francisco, San Ignacio, Santo Domingo, San Miguel, San Nicolás, San Juan, la Merced, la Piedad, el Socorro y la Catedral de Buenos Aires? ¿Imaginan a Timerman expulsando a la embajadora de Israel, como hizo Perón con Mon. Manuel Tato y Mon. Ramón Novoa?,13 y

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Titular de una entrevista que me hizo La Voz del Interior (Córdoba), publicado el 19 de enero de 2015, horas antes de que se conociera la muerte del fiscal. 8 Cité Clarín, 30 de agosto de 2011, “Insólito pedido de disculpas de un fiscal a EE.UU.” 9 Esta provocativa pregunta se enlazó con mi artículo académico “El Concilio Vaticano II, el código de derecho canónico de 1983 y las nuevas convergencias judeo-católicas en torno de Lev. 21:16-23,” publicada para estos fines en www.academia.edu . Allí documento el hecho de que, en el pasado, un enano no podía ser ni rabino ni sacerdote católico. 10 Refiere a una antigua tradición judía, evocada por Borges, según la cual 36 Justos, automáticamente reemplazados cuando alguno de ellos muere, hacen posible la supervivencia y eventual redención del mundo. 11 “Tzadik” es la transliteración de un vocablo hebreo traducido como “Justo.” Refiere a la tradición de los 36 Justos, mencionada en la nota anterior. 12 El Rebe de Lubavitch (Menachem Mendel Schneerson, 1902-1994) fue un importante rabino jasídico que, según la interpretación de numerosos miembros de Jabad Lubavitch, fue el auténtico Mesías. La desilusión que cundió con su muerte fue enorme, pero todavía hay miembros de esta importante rama del jasidismo que creen que el Rebe fue el Ungido. 13 Véase Roberto Bosca, “Una excomunión que no se cumplió,” La Nación, 2 de diciembre de 2001, y mi nota número 63.

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Las siniestras consecuencias de la campaña de Natalio Steiner en pos de la excomunión del ciudadano-ministro Timerman. ¡Y Luis D’Elía tenía razón! No hay pruebas válidas contra Irán en el caso del atentado contra la AMIA. Hasta James Cheek, embajador de los Estados Unidos al momento de producirse el atentado, declaró que no existe verdadera evidencia contra Teherán.14

Esta propuesta de investigación-acción participativa tiene algún parentesco con el clásico estudio de Leon Festinger, que relevó y analizó las reacciones de una secta que creía a pie juntillas que un segundo diluvio universal terminaría con el mundo antes del 21 de diciembre de 1954. Para prepararse, los creyentes habían abandonado sus trabajos, universidades y parejas, renunciado a sus posesiones materiales, y se dispusieron a abordar un platillo volador que llegaría para salvar a los creyentes del inminente apocalipsis. La analogía con mi IAP, que tiene sus límites, reside en que en ambos casos se estudiaron las reacciones frente a situaciones y/o enunciados que desafiaban las creencias del grupo bajo estudio. Festinger se concentró en los efectos del fracaso de la profecía apocalíptica que supuestamente le fuera revelada a Dorothy Martin (1900–1992), una honesta ama de casa. Ésta creía haber recibido su escatológica información a través de mensajes provenientes del planeta “Clarion.” Análogamente, los argentinos en general y mis panelistas en particular creyeron haber recibido las pruebas acerca del involucramiento de Irán a partir de un relato fundamentado en las declaraciones del llamado Testigo C, supuesto desertor iraní que resultó ser un agente doble de los Estados Unidos.15 Festinger apostó a que la profecía fracasaría, y se infiltró con su equipo entre los creyentes. Así como yo espié el alma de mis disputantes a través de sus comentarios a mis provocaciones de Facebook, Festinger lo hizo en el campo, espiando las reacciones de los creyentes frente a los acontecimientos. Su hipótesis era que, consumado el fracaso, éstos serían afectados por una grave “disonancia cognitiva,” ya que no podrían reconocer su equivocación. Festinger predijo con acierto que, frente a la situación, la creencia básica se consolidaría en vez de desaparecer.16 Son obvios los paralelos con la comparativamente leve disonancia cognitiva generada entre mis panelistas por algunas de mis provocaciones. Frente a mi observación de que el propio embajador de los Estados Unidos había afirmado contundentemente que no hay pruebas válidas contra Irán, algunos miembros de mi panel online padecieron de cierta parálisis cognitiva análoga a la informada por Festinger. Aunque Cheek fue uno de los funcionarios occidentales que mejor conoció las pruebas del caso, estos panelistas interpretaron que semejante testimonio sólo demuestra la corrupción de un diplomático y hombre de negocios amigo del vilipendiado presidente Carlos Menem. 14

Carlos Escudé, “¡Y Luis D’Elía tenía razón…! El triángulo Argentina-Estados Unidos-Irán,” Voces en el Fénix (revista del Plan Fénix, Facultad de Ciencias Económicas de la UBA) N° 44, junio de 2015. 15 C. Escudé, “¡Y Luis D’Elía tenía razón…!” 16 Véase Leon Festinger, Henry Riecken, and Stanley Schachter, When Prophecy Fails: A Social and Psychological Study of a Modern Group That Predicted the Destruction of the World, University of Minnesota Press, 1956 y Londres: Pinter & Martin Ltd., 2008. Agradezco a Yaacov Rubel haberme informado acerca de este importante precedente de mi experimento.

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Por otra parte, frente a mi señalamiento de que no es imposible que al fiscal Nisman lo haya matado el Mossad, varios panelistas se vieron impedidos de distinguir entre una afirmación taxativa (“a Nisman lo mató el Mossad”) y una hipótesis (“a Nisman pudo haberlo matado el Mossad”). Si yo irónicamente afirmaba lo segundo, éstos interpretaban lo primero, lanzándose ferozmente contra mi herética temeridad.17 Reacciones a mi pedido de excomunión del periodista Steiner Mi insolente pedido de excomunión fue seguido de un aluvión de respuestas, incluidas las del propio aludido, las de sus seguidores, y algunas de miembros de la comunidad que le eran adversos y le imputaban ser “un acomodado de la AMIA” (a lo que otros respondían que es “un señor profesor”).18 Hubo mucho disenso entre los participantes judíos, y numerosos puntos de vista intermedios. Hubo quienes expresaron antipatía hacia las instituciones centrales de la comunidad y otros que las defendieron visceralmente. Registraré solamente aquellas opiniones que van al meollo de nuestra problemática, vinculadas al apoyo o rechazo de mecanismos como la dialéctica Baron, y a cómo se sienten frente a su argentinidad y judeidad. En tal sentido, la cita que sigue es emblemática de una judía que rechaza la maniobra contra Timerman de “AMIA para Todos” y “Plural Jai,” por motivos similares a los que yo suscribo: Marcela Lubczanski - En realidad, debo aclarar que no apoyo el pedido de expulsión de Natalio Steiner de la colectividad judía, aunque me gustó verlo tomar su propia sopa. Al menos yo entendí que esa fue la intención de Escudé. Me parece deleznable que un grupo de judíos se arrogue el derecho de pedir la expulsión del canciller Timerman o de cualquier otro miembro de la colectividad simplemente porque cumple sus tareas como funcionario de un gobierno o porque no se encolumna tras la ideología de la actual dirigencia comunitaria; esos no son valores judaicos. Lo mismo opino con respecto a tildar al canciller Timerman de traidor a su 17

La decepción que cundió en Jabad Lubavitch frente a la muerte del Rebe, y el hecho de que todavía hay muchos que creen que éste fue, a pesar de todo, el Mesías, es otra ilustración de la relevancia del estudio de Festinger sobre las disonancias cognitivas engendradas por el fracaso de la profecía. 18 Como era de esperarse, mis provocativas preguntas y afirmaciones hipotéticas generaron indiferencia entre muchos no judíos de mi panel online. No obstante, algunos participaron activamente. Entre estos hubo un nacionalista sospechoso de antisemitismo cuya respuesta vale la pena registrar: Fernando Ortiz Sosa: La República Argentina, como estado de derecho, como nación con elementos comunes en su población a pesar de la diversidad, es SOBERANA. Quien actúe en contrario privilegiando intereses personales, comunitarios, étnicos o religiosos es simplemente un infame traidor a la patria. Es un axioma en común que me permite opinar en este espacio a pesar de no pertenecer a la comunidad judía, pero sí desde el profundo sentido de pertenencia nacional que me lleva a asquearme de aquellos que se sientan por encima de la patria, pertenezcan al colectivo que pertenezcan. [16 de febrero a la(s) 14:30] Y también hubo no judíos que parecieron dar crédito a las denuncias contra Timerman: Antonio Velazquez Bustamante: A mí me importa un carajo la comunidad judía. Como argentino, si resulta que Timerman es parte del encubrimiento de un hecho terrorista por parte de una potencia extranjera en suelo argentino, eso es traición a la patria y debería ser fusilado. [16 de febrero a la(s) 14:32]

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religión tan sólo por cumplir con sus funciones como canciller de Argentina. [18 de febrero a la(s) 12:10] También el siguiente comentario aportó argumentos contrarios a una excomunión de Timerman, a no ser que se produjera después de una cabal demostración judicial de su culpabilidad: Julián Blejmar - Es inadmisible solicitar la expulsión de un miembro de AMIA a menos que la Justicia haya dictaminado culpabilidad en un hecho que vaya en contra de los valores judíos. Cualquier otra motivación ideológica o política abrirá las puertas para que el día de mañana cualquier judío pueda ser expulsado arbitrariamente de esta institución. [18 de febrero a la(s) 12:37] ¿Hay “judíos malos” y “judíos buenos”?19 El 20 de marzo lancé la provocación acerca de los “judíos malos” y los “judíos buenos,” a raíz de la recepción de un comentario que parecía darle la razón a las muchas cosas feas que han dicho los antisemitas sobre los judíos durante muchos siglos: Mario Sterman - Amigo Carlos Escudé, cualquier Judío tiene "derecho" a despreciar a una Nación en la cual se han perpetrado DOS ATENTADOS TERRORISTAS contra la Embajada de Israel y la AMIA, dos entidades JUDIAS, dirigidos por una potencia extranjera, Irán, sin que se haya hecho el menor esfuerzo por aclararlos, sabiendo "Sin ninguna duda" que hubo una conexión local vinculada al poder peronista. El "corolario" de tanta impunidad y desfachatez, ha sido el "famoso memorándum", cortina de humo para encubrir aberrantes negociados con 19

En el curso de estos intercambios, no dejaron de aparecer declaraciones que, por proyección, denotan la corrupción de la sociedad argentina: Gerardo A. Zir: Vamos Carlos, diga la verdad sobre cuánto cobra por defender lo indefendible. Es su derecho y quién sabe Ud lo necesita, tal vez andaba corto de fondos y apareció está oportunidad, y no se pudo negar. Algo así también debe haber pasado con Víctor Hugo y otros pseudo-intelectuales. Como dice la Presi: "no tengo pruebas pero tampoco dudas" y como yo no voy a sentenciar a nadie porque no soy juez, como ciudadano tengo derecho a desconfiar de aquellos que van contra lo que parece obvio. D-s lo tenga en su lista de favoritos y le dé larga y afanosa vida. [18 de febrero a la(s) 16:45] Y ya que estamos en el ámbito de los ataques personales, también hubo comentarios ultra-sionistas que reflejan una versión invertida de los fraudulentos Protocolos de los Sabios de Sión. En este caso, se supone que el perverso conspirador soy yo. Para beneficio de mis lectores he corregido la creativa ortografía y puntuación del autor: David Lejzor: Escudé me borró de su Facebook porque lo acusé de que su falsa conversión al judaísmo sólo fue parte de un plan macabro que él mismo ideó para atacar y vomitar todo su antisemitismo desde el lado más cómodo...el de un judío que critica a sus líderes...y no el de un nazi...que quiere reeditar los protocolos de Sion. Luego me admitió...para hacer un experimento al mejor estilo Goebbels, el médico del horror de Hitler (SIC), queriendo anotar todos los post de sus detractores. Escudé es siniestro, es intelectual como también lo fue Hitler y sus afamados discursos, as anti-sionista como lo fue el muftí de Jerusalén, es inquisidor y proclama una cruzada contra los judíos...pero se protege yendo a Bet El en Shabat para ocultar sus ojos llenos de odio a los judíos. Doy fe, en Yale los odiaba...no entendía por qué sus amigos...judíos...se desarrollaban con más facilidad que él...es conocido Escudé...en Yale...googleenlo hay escritos de él allí...pero también pregunté...por qué en Yale lo llamaban...por su apodo...que él no quiere decir... Como le dijeron a Timerman en Bet El, por un tiempo mejor no vaya más... a vos hay que desenmascararte. Nervioso... el nervioso es Escudé...que quiere bloquearme ya que sabe que lo que digo es peligroso para él... Muerto Patricio Kelly, viva Escudé. [21 de marzo a las(s) 23:36 hs]

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la potencia agresora y violadora de "nuestra soberanía". Amigo dejemos la política para mañana, pero la moral y la ética HOY la podemos tener en cuenta. [19 de marzo a la(s) 23:30]20 Para Tácito o Séneca, Sterman hubiera sido el judío prototípico que se siente con derecho a despreciar el país en que nació. Sterman fue el primero entre mis disputantes que se ajustó perfectamente a este estereotipo romano, demostrando que no todo lo imputado por odiosos antisemitas es falso de toda falsedad y producto del prejuicio. Por cierto, la generalización de los romanos judeófobos sería acertada si una mayoría de los judíos de una comunidad se ajustara a ella. Fue por eso que decidí calificar a Sterman de “judío malo,” 21 no porque fuera una mala persona, sino porque su actitud hacia su país se ajusta a lo que antijudíos como Séneca o Tácito suponen que es el comportamiento típico de un judío. Esta fue mi definición operacional del “judío malo”, aplicable también a católicos o miembros de cualquier otro colectivo étnico o religioso cuyas actitudes y conductas los aproximen a la imagen establecida por estereotipos prejuiciosos.22 Pero afortunadamente para la Argentina y sus judíos, en cuanto Sterner publicó su odioso comentario entró al escenario una “judía buena” que ya había participado en el panel: Marcela Lubczanski - No comparto, Mario Sterman, soy judía argentina (y sionista) y no considero que nadie tenga el derecho de despreciar a esta nación, mi nación, que recibió a mis abuelos y bisabuelos al igual que a los de muchos otros judíos (abuelos y bisabuelos que en muchos casos eran apátridas, porque habían sido despojados de la nacionalidad en los países donde habían vivido por generaciones). Séneca y Tácito tenían razón al suponer que existe el judío disfuncional para la patria en que nació. Pero aquellos ilustres romanos antijudíos no reconocieron que también existe el judío diaspórico que es patriota de esa tierra. Ambos tipos de judíos se manifestaron abundantemente en esta investigación-acción participativa. Fundamentos del “decreto de expulsión” de Natalio Steiner Después de numerosos intercambios que resumiré a continuación, decidí expulsar al periodista Steiner. No lo eché de la comunidad judía, ya que para ello no tengo poder, pero sí de mi página de Facebook, para lo cual alcanza con hacer clic en un botón que dice 20

Proviene de mi publicación del 19 de marzo titulada: “‘Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad’ – El ministro de agricultura de Israel es una persona poco seria que desprecia a todos los argentinos.” 21 No usé la expresión “mal judío” o “mal católico” debido a la polisemia del vocablo “mal”, que también significa “enfermedad”. 22 Análogamente, dije que el papa Pío XII fue un “católico malo” porque durante la Segunda Guerra Mundial no defendió a los judíos, ajustándose al comportamiento que los anticatólicos suponen típico de los católicos. Otro caso claro de un “católico malo” es el del padre Christian von Wernich, capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la dictadura militar 1976-83, que hoy está sometido a reclusión perpetua por haber sido declarado culpable de 34 casos de privación ilegítima de la libertad, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados.

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“bloquear.” Todo se desencadenó cuando, el 25 de abril, como comentario a mi publicación “Las siniestras consecuencias de la campaña de Natalio Steiner”, Steiner contestó: COMO ARGENTINO TENGO DERECHO A OPINAR LO QUE DA LA GANA SOBRE ESTE CANCILLER, Y DADO QUE SOY SIONISTA, SÍ ESTOY A FAVOR DE LA ALIÁ DE LA MAYOR CANTIDAD DE JUDIOS A ISRAEL DE CUALQUIER PAIS DEL MUNDO.23 SI LOS JUDIOS NO TERMINAN CON LA DIASPORA, LA DIASPORA TERMINA CON LOS JUDIOS POR ASIMILACION Y DESJUDAIZACION. LOS TIEMPOS CAMBIAN. YA NO ESTAMOS EN LA ERA PREEMANCIPATORIA. Al escribir estas líneas, Steiner reconoció que su objetivo estratégico es destruir al judaísmo argentino, obteniendo la emigración masiva de nuestra comunidad a Israel. Ese es el proyecto que reconoce como suyo: dejar a la Argentina sin sus judíos para que éstos fortalezcan a Israel. Anteriormente, el 15 de abril a las 19:48, Steiner había profundizado en el tema diciendo: La permanencia judía en la Diáspora ha cobrado muchas más vidas judías que todos los conflictos que ha atravesado y atraviesa Israel. La fidelidad del judío al país diaspórico en el que vive por cualquier circunstancia será puesta en duda por los elementos nocivos de la sociedad. No inventar la pólvora: leer un poco la historia contemporánea de los judíos antes de la Alemania nazi y los judíos bajo la URSS de Stalin y sus esbirros. Es interesante que, aun reconociendo su escasa fidelidad al país diaspórico, Steiner razonara que serían “los elementos nocivos de la sociedad” quienes pondrían en duda esa lealtad. Si realmente existe deslealtad, me parece, entonces quienes la señalan aportan en forma constructiva, por lo menos en ese terreno. Razoné que, seguramente, el proyecto de Steiner de vaciar a la diáspora no incluiría el vaciamiento de las comunidades de Estados Unidos y Gran Bretaña. Por cierto, su vigencia es esencial para mantener un poderoso lobby pro-israelí en el corazón del imperio, sin el cual la dialéctica Baron se convertiría en cosa del pasado. Pero lo relevante era que, según Steiner, la Argentina debía ser vaciada de sus judíos. Es dable suponer que ése es uno de los motivos por los cuales este buen señor se dedica sistemáticamente a desprestigiar al país donde vive y nació, y también a desacreditar a quien era entonces su ciudadano-ministro: un miembro de la comunidad judía que no era funcional para su proyecto ultra-sionista.

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“Aliá”, transliteración fonética del hebreo, refiere al “ascenso” a la Tierra Prometida, o sea la emigración de los judíos de la diáspora a Israel.

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Es fundamental ver la evidencia de esta campaña anti-argentina del “judío malo” Natalio Steiner, en contraposición con los dichos de la “judía buena” y patriota argentina ya citada, Marcela Lubczanski: Marcela Lubczanski - Argentina, Natalio, está bien lejos de ser la Alemania Nazi o la URSS de Stalin. No hay que banalizar los hechos históricos. [15 de abril a la(s) 21:40] Natalio Steiner - La Argentina tiene una larguísima historia de antisemitismo que la ha llevado a la desaparición forzosa de 2.000 judíos argentinos. Yo no banalizo la historia judía. Hace 33 años enseño historia judía. Alguna autoridad tengo para decir lo que digo. [15 de abril a la(s) 21:43] Marcela Lubczanski - Fue desaparición forzosa de 30.000 personas, no solo de 2.000 judíos argentinos... no hubo aquí un plan sistemático para tomar como blanco específicamente a los judíos, a pesar del antisemitismo indiscutible de la Junta Militar. Los judíos vivimos muy bien en este país. [15 de abril a la(s) 21:46] Natalio Steiner - La Argentina ni por lejos es la Alemania nazi ni la URSS de Stalin pero tiene un pasado siniestro. El anti judaísmo en Argentina se dio cuando los judíos europeos NO estaban aún en nuestro país [SIC]. Liga Patriótica Argentina, Ramón L. Falcon; Semana Trágica (primer pogromo en toda Latinoamérica); la entrada de los nazis en la época de Perón; Alianza Libertadora Nacionalista y por si fuera poco, además de la formación fascistoide del Ejército y la Fuerza Aérea Argentina (Jordán Bruno Genta), la desaparición de judíos como dije Y LOS DOS ATENTADOS CONTRA LA EMBAJADA Y LA AMIA aun no esclarecidos del todo o en nada. No hay muchos países que acrediten esta prosapia, y fui conciso. Sigue Natalio Steiner - Con respecto a las especulaciones sobre sentimientos e identidad judía. Yo me siento inglés porque me gusta tomar el té a las 5 de la tarde y puedo tener un perfecto dominio del idioma. PERO NO SOY INGLES. LOS PUEBLOS Y LAS RELIGIONES TIENEN LEYES QUE SUPERAN LA FINITUD DEL HOMBRE. Ser judío es pertenecer a una nación particular que tiene en su esencia religiosa una característica única más allá del grado de observancia de sus miembros. El Premio Nobel de Literatura de Israel, Shmuel Iosef Agnon (fallecido en 1970) dio una definición magistral de la esencia judía. Lo cito: "Yo nací en Jerusalén hace 2.000 años; sólo que por un accidente de la historia los romanos patearon mi cuna y llegué a Polonia". (…) SI NO LE PONEMOS FIN A LA DIASPORA LA DIASPORA NOS PONDRA FIN A NOSOTROS. [15 de abril a la(s) 22:58] Marcela Lubczanski - No es un pasado más siniestro que el de Estados Unidos cuando prohibía la inmigración judía en la hora de necesidad del pueblo judío, ni que el de muchos otros países que también la prohibieron. Los dos ataques terroristas que sufrimos no fueron perpetrados por Argentina, al igual que los ataques terroristas que sufren otros países no son perpetrados por ellos mismos. Eso 10

de tratar de embarrar la cancha no va en una discusión seria, Natalio. Tus sentimientos son tuyos y te los respeto, pero comparar a Argentina con dos países que promulgaron leyes antisemitas, que tuvieron un plan sistemático y específico de genocidio, eso es (tergiversar) hechos históricos (…). [15 de abril a la(s) 23:10] Sigue Marcela Lubczanski - Desde ya que tenemos diferencias abismales con respecto al rol de Timerman. Timerman no es Mordejai. Es funcionario argentino... trabaja representando los intereses de Argentina. Te puede gustar o no, podés estar de acuerdo o no... pero es así. [16 de abril a la(s) 0:50] Natalio Steiner - El problema está cuando su interés en su argentinidad y su judeidad chocan. [16 de abril a la(s) 0:51] En otras palabras, según Steiner, cuando chocan los intereses entre el ministro como argentino y el ministro como judío, éste debe abandonar la comunidad judía o ser expulsado de ella, a no ser que traicione su interés como argentino. La endurecida posición del “judío malo” Steiner se evidencia con su indiferencia cuando nuestra “judía buena” Lubczanski le hace observaciones que deberían moderar sus puntos de vista. Por ejemplo: Marcela Lubczanski - Ahora, si vamos a hablar de antisemitismo, seamos justos y empecemos a limpiar la casa. Que Waldo Wolff, vicepresidente de DAIA, llame Kapos a los judíos que no se alinean con su pensamiento es muy antisemita, además de banalizar a la Shoah... (…) Por otra parte, me parece que también como judíos tenemos que condenar a un presidente de DAIA que dice, nada menos, que un ministro judío que fue llamado "rusito" (en clara alusión antisemita a su origen), "parece tener un imán para esas cosas." Eso es dar a entender que algo habrá hecho el ministro judío para recibir un trato antisemita... y eso no se puede aceptar de un presidente de DAIA. [15 de abril a la(s) 22:16] La dialéctica Baron en acción: el periodista Steiner alienta a Israel para que sancione a Argentina Pero Steiner nada tuvo que aportar frente a estos llamados de atención. Más aún, su apoyo fervoroso a la activación de la dialéctica Baron quedó de manifiesto en su intercambio con la disputante Beatriz Gurevich del 26 de abril: Beatriz Gurevich - Soy sionista, Natalio Steiner. Apoyo al Estado de Israel porque su proclamación y creación fueron actos de justicia, aunque diferencio entre el Estado y sus gobiernos. En el acto de Yom Hatzmaut la embajadora de Israel dijo en su discurso que la Argentina mantuvo a su embajador en Tel Aviv durante la última guerra de Gaza, y que había habido conversaciones con Timerman. La mayor parte de los países de América latina retiraron a su embajador de Israel. [26 de abril a la(s) 6:18 hs]

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En otras palabras, Gurevich subrayó que la embajadora israelí había hablado bien, no mal, de Argentina, comparándola favorablemente frente a otros países latinoamericanos. En su respuesta, Steiner se presentó como un frustrado articulador de la dialéctica Baron, lamentando que Israel no fuera más dura con el país del que él es ciudadano: Natalio Steiner - La representación de Israel en la Argentina en los últimos años ha sido floja y no ha estado a la altura de las circunstancias. Israel ha sido vituperada, insultada, desprestigiada en discursos y acciones de este gobierno, y la respuesta pública israelí ha sido pasiva e indiferente. ¿Será indolencia? ¿Será mantener perfil bajo? [26 de abril a la(s) 7:56 hs.] Entonces, en vista de que Steiner le pedía a Israel un tratamiento inamistoso hacia Argentina, expulsé al “judío malo” de mi muro. Vistas las enseñanzas de esta investigación, ya no podemos afirmar que el problema de la “doble lealtad” entre los judíos diaspóricos es un mito. Es verdad que en todo colectivo humano existen dobles lealtades y deslealtades. Pero el funcionamiento de la dialéctica Baron, paradigmáticamente judía, acrecienta la contradicción entre lealtades. Este es el costo. El beneficio histórico ha sido la supervivencia de la identidad judía por milenios. A su vez, la percepción de este fenómeno de doble lealtad por parte de las mayorías no judías engendra judeofobia. Baron lo comprendió, y por eso reaccionó con inteligencia e incluso cierta empatía frente a las denuncias de hombres como Tácito y Séneca.

Conclusiones - La dialéctica Baron y el acrecentamiento de dobles lealtades y deslealtades Este proyecto de investigación-acción participativa identificó judíos que se ajustan al estereotipo sustentado por Séneca y Tácito, incapaces de sentir patriotismo por Argentina, y también a otros judíos que representan un estereotipo opuesto: gente que no sólo es patriota sino que está dispuesta a hacerles frente a los “judíos malos.” Puesto en otros términos, hemos visto como algunos disputantes alientan la activación del mecanismo dialéctico entre la nacionalidad judía y las comunidades de la diáspora. Pero también hemos visto que existe un importante sector de la comunidad judía argentina que se resiste al funcionamiento antinacional de la dialéctica Baron. Ambos tipos de judíos se manifestaron en esta investigación-acción participativa. Tal como supuso Rabi en su respuesta a Sartre de 1947, y tal como sugitió Arendt en su libro clásico de 1951, algunos de mis sujetos muestran que no todo el antisemitismo está anclado en el prejuicio. Por el contrario, es prejuicioso suponer que todos los juicios adversos al colectivo judío son exclusivamente producto de la maledicencia y el resentimiento: también está la dialéctica Baron, que a lo largo de dos milenios facilitó la supervivencia judía al precio de la perturbación de sociedades diversas. Pero la abundancia de “judíos buenos” nos permite afirmar que, a pesar de todo, el componente calumnioso es el dominante en el antisemitismo. 12

No caben dudas de que, en todo grupo humano, se encuentran estos tipos opuestos de conductas inspiradas en valores y en morales contrapuestos. Pero lo que hace especialísimo al caso judío es la vigencia atemporal de la dialéctica Baron. Ésta fue, simultáneamente, la primera causa de la judeofobia (luego agravada por el mito cristiano del deicidio), y la explicación principal de la supervivencia de la identidad judía. Lo excepcional no fueron las persecuciones sino la supervivencia. Perseguidos fueron todos. Desaparecieron los cultos paganos, los gnósticos, los arrianos y los cátaros. Pero aún sin un Estado propio, siguió habiendo judíos. Ya no hay druidas en el mundo, pero sigue habiendo rabinos. En nuestro presente inmediato, la campaña que quiso expulsar de la comunidad judía argentina al ciudadano-ministro Timerman, por haber ejecutado una política de gobierno contraria a los intereses del gobierno israelí, es un ejemplo claro y provinciano de la activación de la dialéctica Baron. Por otra parte, a través de la intervención de Netanyahu frente al Congreso de los Estados Unidos se pudo verificar el alcance global de una maniobra geopolítica mayor, en la que Argentina es apenas un engranaje periférico. Por cierto, en su intento de dividir a los norteamericanos, el primer ministro hizo mención de los atentados de Buenos Aires de la década del ’90, develando la complejidad de la trama. Allí vimos en funcionamiento a la misma dialéctica Baron, pero en una dimensión planetaria. Cuenta la leyenda que, en una ocasión en que presionaba a Henry Kissinger para adoptar una política más favorable a Israel, la primera ministro Golda Meir le recordó que él también era judío. Kissinger contestó diciendo que él era ante todo un norteamericano, después secretario de Estado, y sólo en tercer lugar judío. Y a esto, la brillante Meir replicó que eso estaba muy bien, porque el hebreo se lee de derecha a izquierda. Golda Meir intentó activar la dialéctica Baron con Henry Kissinger. ¿Qué podemos esperar de Bibi Netanyahu frente a Héctor Timerman?

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