ENSAYO UNIDAD I Seminario Avanzado Pensamiento Gerencial Emergente

July 13, 2017 | Autor: Yaritza Molina | Categoría: Responsabilidad Social
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Descripción

UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE ESTUDIOS VIRTUALES
DOCTORADO EN GERENCIA
UNIDAD ACADÉMICA: SEMINARIO AVANZADO
PENSAMIENTO GERENCIAL EMERGENTE
(JPGP-203)




LA GERENCIA VENEZOLANA EN EL SIGLO XXI Y SU COMPROMISO SOCIAL



AUTORA:
YARITZA LISANE MOLINA VALERO
C.I. 12.542.637
SECCIÓN: ED09D0V 2014-2


VALERA, 23 de junio de 2014
INDICE


Pág.
Introducción 3
Contenido 4
Conclusiones 8





















INTRODUCCIÓN

Reivindicación de los derechos humanos, sociedad civil organizada, promoción de una economía con rostro humano, lucha contra la pobreza, protección del medio ambiente, entre otras, son acciones evidentes de que el mundo actual cada vez requiere de Responsabilidad Social. Ésta, es definida como un modo de gestión integral, ética e inteligente de la empresa caracterizada como Gestión de Impactos (humanos, sociales y ambientales), que la actividad de la organización genera, en un esfuerzo constante por abarcar y satisfacer los intereses de todos los afectados potenciales. No es ni filantropía, ni mero gasto de inversión social, fuera del ámbito de acción de la organización, para redimir las "malas" prácticas de la organización (o la mala conciencia de sus dirigentes) Kliksberg (2002)
En este sentido, son muchas las organizaciones en todos los escenarios que cada vez diseñan más estrategias basadas en el compromiso social que además de generar un posicionamiento en el mercado, puedan posibilitar su apoyo a las comunidades más sentidas de los sectores más cercanos.
Ante esta realidad, las empresas no se ha "cruzado de brazos", sino que a partir de sus funciones de planificación, organización, ejecución y control, han concebido una gestión responsable para llegar a sus comunidades a través de la acción de todos sus actores y contribuir al Desarrollo Humano Sostenible.
Por lo expuesto anteriormente, se presenta este Ensayo titulado "La Gerencia venezolana en el Siglo XXI y su compromiso social", el cual tiene como propósito exponer desde la mirada de la Responsabilidad Social, el rol de las empresas venezolanas en el desarrollo del bienestar colectivo y la construcción de ciudadanía.

CONTENIDO

LA GERENCIA VENEZOLANA EN EL SIGLO XXI Y SU COMPROMISO SOCIAL


Venezuela, es un país cuyo recurso vital es el petróleo, lo cual desde el siglo XX fue el principal motor para la inversión del capital privado extranjero propiciando así un modelo capitalista instaurado dentro de las líneas gerenciales y caracterizado por el liderazgo de pequeñas élites, siendo cada vez más los que anhelaban estar en el poder y elevar su estatus, dado el descontrol sobre las riquezas de la nación. Tan así, que Arturo Uslar Pietri, en una oportuna intervención sugirió "sembrar el petróleo" puesto que el modo de gerencia en el país, en todos los niveles, desde empresas al Estado, estuvo conducido, en términos generales, por personas ineficaces e ineficientes, producto del contubernio con el modelo capitalista y que sin duda alguna desató altos niveles de insensibilidad social.
Lo importante es discernir que desde entonces la gerencia venezolana fue afectada por la sed y avaricia que caracterizan a todo el que comulga y promueve el régimen capitalista y neoliberal.
En este sentido, es sustancial distinguir las empresas que integran el sistema productivo de Venezuela y que generan espacios para el liderazgo gerencial hacia la integración de los diversos recursos para la consecución de objetivos. La empresa pública es la que pertenece al Estado y éste invierte de su capital para su desarrollo y la búsqueda del bienestar para la nación a través de la satisfacción de sus necesidades sociales. Por su parte, las empresas privadas son organizaciones de inversionistas, quienes en conjunto aportan un capital o acciones para obtener ganancias e invertirlo de manera continua, en la búsqueda del desarrollo de políticas y líneas de acción dentro del marco de las oportunidades.
Para nadie es un secreto, que los últimos años en Venezuela han sido marcados por un lado con el conflicto del socialismo (que no termina de nacer) con el capitalismo, el cual ha sido ajusticiado con la expropiación, el cierre de empresas y duras medidas económicas que han impedido que muchos se mantengan en pie. Y por otro lado, con el constante deterioro moral y social que ha vapuleado a las sociedades y amenaza con incrementarse cada vez.
Ante este planteamiento surge el término de "ética", considerado desde la antigüedad como un elemento categórico en las dinámicas de las relaciones humanas y sus procesos, que en la actualidad nos circunscribe a una serie de momentos que evidencian un conjunto de consideraciones de orden filosófico, político y social, pues todos los ciudadanos gozan de ética, la cual cubre todos los aspectos y espacios asociada a un acto de voluntad. Del mismo modo, abarca un conjunto de valores, compartidos por un grupo determinado.
De ahí el reto que se presenta a las empresas, tanto de orden público como privado, el cual radica en la generación de iniciativas basadas en las realidades de los colectivos y que respondan de manera estratégica a las grandes necesidades de la sociedad, con una verdadera pertinencia social y una actitud humanista, fundamentadas en los valores de "democracia, justicia y solidaridad".
Por esta demanda, las empresas tienen la necesidad de capacitar recurso humano altamente calificado, no sólo para su desempeño laboral, sino también para ejercer su ciudadanía responsablemente, brindando la posibilidad de desarrollar plenamente sus propias capacidades con sentido social, contribuyendo además a la formación de una ciudadanía dotada de principios éticos, comprometidos con la construcción de la paz y la defensa de los derechos humanos.
Este comportamiento o nuevo rol gerencial se encuentra orientado hacia la definición y fortalecimiento de estructuras organizativas innovadoras que superen los modelos clásicos del pensamiento administrativo y que promuevan la edificación de modelos gerenciales acordes con las realidades del entorno. Muchos lo denominan como responsabilidad, pertinencia, vinculación o compromiso social, y se concibe como la respuesta que una organización, sea pública o privada, desde su naturaleza o potencialidad, otorga al entorno que le rodea proporcionando respuestas y/o soluciones tangibles.
Conviene señalar que la Responsabilidad Social constituye un nuevo elemento de competitividad y valor agregado dentro de las organizaciones. Burt y García (2005:16) la definen como "aquél conjunto de acciones por las que las organizaciones deciden contribuir voluntariamente a mejorar la sociedad y a preservar el medio ambiente". A través de estas acciones, las empresas toman conciencia del impacto que su acción tiene sobre la sociedad y expresan su compromiso de contribuir al desarrollo económico y al bienestar de la colectividad. Al respecto, González (2005) afirma que la Responsabilidad Social se inscribe en el concepto más amplio de Capital Social, el cual se asocia a su vez al de Desarrollo Humano Sustentable o Sostenible. Es entonces, la integración voluntaria, por parte de los entes públicos o privados, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores. Este concepto clásico hace hincapié en la cooperación con la sociedad en general y con su entorno inmediato en particular. Sin embargo, el concepto se ha venido ampliando y abarca ahora una serie de aspectos que van mucho más allá e incorpora la propia gestión interna y otros aspectos de cooperación hacia afuera.
En Venezuela, el compromiso social está integrado a lo largo de los negocios y las distintas áreas de la organización, alineado a los objetivos e institucionalizado en estrategias, políticas y procesos. Ése compromiso impulsa la visión única de desarrollo sustentable de empresas y universidades que han asumido un grado de pertinencia acorde con sus capacidades y que crea una armonía con las dimensiones económica, social y ambiental, aportando desde sus ganancias y capital humano al desarrollo de iniciativas que contribuyan activamente con el fortalecimiento de la sociedad y las comunidades.
Citar por completo a las empresas que han asumido su compromiso social con Venezuela sería una lista interminable, puesto que la Banca, las Universidades Privadas y Empresas han creado estrategias, programas e iniciativas para diferentes sectores: jóvenes, niños, niñas y adolescentes, adulto mayor, mujeres maltratadas, formación integral de ciudadanía entre otros que sin duda alguna han fortalecido a Venezuela en distintos espacios.























CONCLUSIONES

El compromiso social compenetra y articula todas las partes orgánicas de la empresa y le permite proyectar hacia la sociedad de qué realmente está hecha, cuáles son sus valores y principios y cuánto está dispuesta a dar para aportar soluciones, puesto que una de las responsabilidades ética y social de la organización es gestionarse a sí misma como una comunidad socialmente ejemplar (siguiendo valores democráticos y ecológicos y cumpliendo con criterios de calidad social y ambiental) lo que permitirá a su recurso humano beneficiarse con una fuente adicional de aprendizaje: los hábitos, sensibilidad y valores ciudadanos adquiridos en su práctica social.
En este orden de ideas, en Venezuela el compromiso social versa en el crecimiento y el desarrollo sostenible del entorno y de las comunidades sociales en las que se integran las empresas, propiciando una mayor cooperación social en los procesos de transmisión cultural y extensión de valores. Resta una genuina integración Estado, Empresas y Universidad, el llamado triángulo de solidaridad, que unidos otorguen a la nación respuestas contundentes a los problemas, crisis y situaciones de diversa índole hacia un desarrollo humano sostenible que inicie desde la cultura y formación y pueda ser medido en las nobles prácticas de todas las partes.









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