ENSAYO SOBRE LA TEORÍA DE LA AGENCIA

June 20, 2017 | Autor: C. Gendrón Pineda | Categoría: Cooperative Learning, Administracion, Finanzas
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Descripción







"Actualización constante como patrimonio personal""Actualización constante como patrimonio personal"
"Actualización constante como patrimonio personal"
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LA TEORÍA DE LA AGENCIALA TEORÍA DE LA AGENCIA
LA TEORÍA DE LA AGENCIA
LA TEORÍA DE LA AGENCIA



ENSAYOQUE PARA APROBAR LA ASIGNATURA ADMINISTRACIÓN FINANCIERADR. ROGELIO REBOLLEDO HERNÁNDEZENSAYOQUE PARA APROBAR LA ASIGNATURA ADMINISTRACIÓN FINANCIERADR. ROGELIO REBOLLEDO HERNÁNDEZ
ENSAYO
QUE PARA APROBAR LA ASIGNATURA
ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

DR. ROGELIO REBOLLEDO HERNÁNDEZ
ENSAYO
QUE PARA APROBAR LA ASIGNATURA
ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

DR. ROGELIO REBOLLEDO HERNÁNDEZ















PRESENTA:



C. CUAUHTEMÓC GENDRÓN PINEDAC. CUAUHTEMÓC GENDRÓN PINEDA
C. CUAUHTEMÓC GENDRÓN PINEDA
C. CUAUHTEMÓC GENDRÓN PINEDA







Xalapa, Ver., 31 de octubre de 2015







Antecedentes de la Teoría de la Agencia.

La caída de la Bolsa de Valores Norteamericana en el año 1929, trajo como consecuencia un conjunto de problemas no solo económicos, sino también sociales. Las empresas cambiaron de actitud y se mostraron cada vez más preocupadas en sus estructuras financieras. Este nuevo pensamiento, cambió la perspectiva de las empresas y destinaron parte de su tiempo al desarrollo de la investigación sobre las conductas de los individuos dentro de las empresas.

Básicamente, la teoría de la agencia nos habla de problemas relacionados a la separación de la propiedad y el control sobre la empresa. Los problemas relacionados con la separación de la propiedad y el control no fueron objeto de atención por parte de las ciencias administrativas hasta la publicación del trabajo realizado por Berle y Means.

Berle y Means, en su trabajo de 1932, pusieron de relieve los problemas derivados de las grandes empresas cuyo capital estaba repartido entre un elevado número de accionistas, cada uno de los cuales poseía una fracción poco significativa del capital. Estos accionistas ni tenían la capacidad para controlar la empresa (no eran expertos en administración profesional) y ni tenían interés en hacerlo; entonces, ¿cómo puede garantizarse que los directivos administrativos profesionales dirigirán la empresa buscando el interés de los accionistas y/o propietarios? ¿Por qué tendrían que buscar la maximización del valor de la empresa, favoreciendo a los accionistas, en lugar de buscar otros objetivos que les beneficien como administradores? Este planteamiento del problema, por Berle y Means, un problema clave de agencia aunque no se utilizara esta terminología llevó posteriormente en la década de los años setentas, a los artículos pioneros de la teoría de agencia especialmente el de Jensen y Meckling. (Peris, Rueda, de Sousa y Pérez, 2012).

Jensen y Meckling, en sus artículos de 1976, establecen la terminología básica de este enfoque y definen el problema fundamental en el sentido de que una relación de agencia se corresponde con un contrato explícito en el que una parte, el agente (administrador), se compromete a llevar a cabo determinadas acciones en beneficio de otra parte, el principal (accionistas), en una relación que generalmente implica delegación de autoridad (García Soto, 2003) o delegación de derechos de decisión (Fama y Jensen, 1983 a, b), de modo que el agente toma ciertas decisiones en nombre del principal.

Para estos autores, los intereses de los administradores y de los accionistas difieren ampliamente. Así, mientras que los administradores quedan conceptuados como personas que van en busca de poder, prestigio y dinero, los accionistas quedan conceptualizados como personas que están únicamente interesados sólo en los beneficios y las ganancias.

La relación de agencia.

La relación de agencia o relación principal-agente es uno de los más antiguos y comunes modos de interacción social que se conocen y por lo tanto, cada uno de los sujetos de una relación de agencia tiene sus propios intereses y ambos desean obtener máximos beneficios.

En la actualidad como miembros de una sociedad humana, podemos asumir tanto el rol de accionista como el de administrador y es una situación muy frecuente, (figura 1). Se presenta, por ejemplo, cuando el ciudadano-votante-elector encarga a su representante político la elaboración y aplicación de normas legales para el beneficio común. También se puede dar cuando una empresa subcontrata a una gestoría externa para encargarse de los aspectos contables y fiscales de la misma. En el entorno empresarial se da este tipo de relación cuando los accionistas de una empresa encargan su gestión a un administrador.

La relación de agencia implica siempre la existencia del problema del riesgo moral: la posibilidad de que el agente (administrador, gestor político, gestor empresarial) busque objetivos personales en detrimento de los intereses del principal (el accionista o el ciudadano).

Los administradores de una empresa o de un organismo del estado pueden utilizar su capacidad de decisión para obtener maliciosamente beneficios personales a expensas de los accionistas o de los ciudadanos. Esos beneficios pueden tomar la forma de excesivos consumos con cargo a la empresa; gratificaciones extras, oficinas grandes y lujosas, staff de apoyo amplio, uso privado de vehículos; pueden promover subordinados por razones de simpatía o parentesco; pueden tomar decisiones demasiado arriesgadas o que sean beneficiosas para la empresa a corto plazo pero perjudiciales en el largo plazo; pueden además tomar decisiones que aumenten su poder personal y permitan esquivar el control de los accionistas y los ciudadanos.

PRINCIPALES
AGENTES
Accionistas
Administradores
Obligacionistas y acreedores
Accionistas
Consumidores
La empresa
Prestamistas
Propietario-directivo
Inversores
Administrador del fondo
Pensionistas
Gestor del fondo
Ciudadano
Representante político
Presidente de un club de futbol
Entrenador
Tabla. Ejemplos de relaciones principal-agente
Figura 1 (Mascareñas, 2007)

Bajo este escenario, ¿cuál sería entonces la solución para poder proteger los intereses de los accionistas ante este tipo de situaciones? Los accionistas-principal, o dueños de las empresas, se ven entonces en la necesidad de establecer mecanismos que le permitan controlar, vigilar la actuación y delimitar la toma de decisiones del administrador de tal manera que no se vean afectados sus intereses. Estos mecanismos representarán un costo de agencia.

Los costos de agencia resultan cuando los administradores persiguen sus propios intereses en detrimento de los intereses de los accionistas. Jensen y Meckling (1976) agrupan los costos asociados a una relación de agencia en:

1) costes en que incurre el principal para regular la conducta del agente, con la finalidad de que las divergencias entre lo realizado por el agente y lo deseado o simplemente de él esperado sean las menores posibles (costes de control);

2) costes en que incurre el agente para garantizar al principal que en su actuación no va a desviarse de lo acordado (costes de fianza);

3) la pérdida que al principal puede causarle el agente al tomar decisiones que él no tomaría si estuviera en su lugar (pérdida residual). (Mackenzie, 2013)

Por lo tanto, la teoría de la agencia también abarca el analizar la forma de los contratos formales e informales mediante los cuales los accionistas encargan a el administrador, la defensa de sus intereses delegando en ella cierto poder de decisión.

Un concepto más completo lo presenta Castaño Duque, de la siguiente manera: "(…. se establece cuando un principal delega ciertos derechos, en un agente que está obligado mediante contrato (el cual puede ser formal o informar) a defender los intereses del principal y como contrapartida cobra una remuneración bajo la forma que sea…)" (Castaño Duque, 2014).

Meta de la empresa.

¿Cuál debe ser la meta de los administradores? Las respuestas a esta pregunta son muchas. Algunos dirán que los administradores se deben enfocar totalmente en la satisfacción de los clientes. El avance hacia esta meta se puede medir por la cobertura de mercado de cada uno de los productos de la empresa. Otros afirmarían que los administradores, ante todo, deben inspirar y motivar a los empleados; en tal caso, la rotación de personal podría ser el indicador clave a vigilar. Se ve con claridad que la meta seleccionada por los administradores afectará muchas de las decisiones que tomen, de manera que la selección de un objetivo es un factor crucial de la operación de las empresas.
Las finanzas nos dicen que la meta primordial de los administradores es maximizar la riqueza de los dueños de la empresa: los accionistas. La mejor y más sencilla medida de la riqueza del accionista es el precio de las acciones de la compañía por lo tanto, los administradores deberán hacer lo necesario para incrementar el precio de las acciones de la empresa.

Un error común es que cuando las empresas se esfuerzan por hacer felices a los accionistas, lo hacen a expensas de otros participantes empresariales, como los clientes, empleados o proveedores. Esta línea de pensamiento ignora el hecho de que en la mayoría de los casos, para enriquecer a los accionistas, los administradores deben primero satisfacer las demandas de esos otros grupos de interés. Es importante recordar que los dividendos que reciben los accionistas en última instancia provienen de las utilidades de la empresa. No es posible que una compañía pueda enriquecer a sus accionistas si sus clientes están descontentos con sus productos, sus empleados están buscando trabajo en otras empresas, o sus proveedores se resisten a suministrar materias primas; una compañía así probablemente tendrá menos utilidades en el largo plazo que una organización que administra mejor sus relaciones con estos participantes empresariales.

Por lo tanto, mantenemos que la meta de la empresa, y también la de los administradores, debe ser maximizar la riqueza de los propietarios para quienes se trabajan, o lo que es lo mismo, maximizar el precio de las acciones. Esta meta se traduce en una sencilla regla de decisión para los administradores: tan solo emprenda actividades que incrementen el precio de las acciones. (Gitman, 2012).

EL TEMA DE LA AGENCIA.

La meta del gerente financiero, o administrador, es maximizar la riqueza de los dueños de la compañía. Los accionistas dan autoridad a los administradores para tomar decisiones sobre la empresa; por consiguiente, los administradores actúan como agentes de los accionistas de la empresa.
Técnicamente, cualquier administrador que posee menos del 100% de la empresa es un agente que actúa en representación de los accionistas. Esta separación entre dueños y administradores se muestra con la línea horizontal punteada de la figura 2, y es representativa de la relación clásica entre agentes y el consejo directivo, donde los accionistas son los integrantes de este último.















Figura2

En teoría, la mayoría de los gerentes financieros estarían de acuerdo con la meta de maximizar la riqueza de los accionistas. Sin embargo, en la práctica, los administradores también se interesan por su riqueza personal, la seguridad laboral y las prestaciones adicionales que reciben. Estos intereses pueden hacer que los administradores tomen decisiones que no sean congruentes con incrementar al máximo la riqueza de los accionistas. Por ejemplo, es posible que los gerentes financieros se resistan o no estén dispuestos a correr más que un riesgo moderado si perciben que correr un riesgo demasiado alto podría comprometer sus puestos o reducir su riqueza personal. (Gitman, 2012).

EL PROBLEMA DE LA AGENCIA.

Un aspecto importante para los accionistas es asegurar, a través de mecanismos adecuados, que la responsabilidad de los administradores en una organización reduzca o elimine el problema entre agente y el consejo directivo; sin embargo, cuando esos mecanismos fallan, surgen los problemas de agencia. Los problemas de agencia surgen cuando los administradores se desvían de la meta de maximizar la riqueza de los accionistas anteponiendo sus intereses personales. Estos problemas, en su momento, incrementan los costos de agencia. Los costos de agencia son costos que se transfieren a los accionistas debido a la presencia de los problemas de agencia y representan una pérdida de la riqueza de los accionistas. Por ejemplo, los accionistas incurren en costos de agencia cuando los administradores fallan en seleccionar la mejor inversión o cuando los administradores tienen que ser supervisados para garantizar que elijan la mejor inversión, ya que es probable que cualquiera de estas dos situaciones dé por resultado un precio más bajo de las acciones. (Gitman, 2012).

PLANES DE REMUNERACIÓN A LOS ADMINISTRADORES.

Además de los roles que desempeñan los consejos directivos, los accionistas se pueden fortalecer garantizando que los interese de los administradores concuerden con los suyos. El método más común consiste en estructurar la remuneración de la administración de tal manera que corresponda con el desempeño de la empresa. Además de combatir los problemas de la agencia, los paquetes de remuneración basados en el desempeño permiten a las empresas competir por los mejores administradores y contratarlos para la empresa. Los dos tipos más importantes de planes de remuneración a los administradores son:

los planes de incentivos y
los planes basados en el desempeño.

Los planes de incentivos vinculan la remuneración de la administración al precio de las acciones. El plan de incentivos más común es la concesión de opciones sobre acciones a la administración. Si el precio de las acciones se eleva con el transcurso del tiempo, los administradores podrán comprar acciones al precio de mercado establecido en el momento de la concesión y luego revenderlas al precio del mercado más alto prevaleciente en el futuro.

Muchas empresas también ofrecen planes basados en el desempeño que relacionan la remuneración de la administración con medidas como las ganancias por acción (GPA). Con estos planes, las remuneraciones se otorgan en forma de acciones por desempeño o bonos en efectivo. Las acciones por desempeño son acciones que se otorgan a la administración por cumplir con las metas de desempeño establecidas, mientras que los bonos en efectivo son pagos en efectivo vinculados con el logro de ciertas metas de desempeño. (Gitman, 2012).

Comentarios.

Podríamos decir que las personas confían voluntariamente sus riquezas en manos de sus representantes, es por ello que se necesita de las relaciones contractuales para que se establezcan los parámetros que definirán los derechos y responsabilidades de cada parte. Esto vendría siendo la base del surgimiento de la teoría de la agencia.

La teoría de la agencia de Jensen y Meckling (1976), establece uno de los conceptos que sirvieron como los principales pilares de la moderna teoría financiera.

Esta teoría, dio a conocer los costos de agencia, que en un principio no se establecía como ciertas, pero son reales. Estos costos siempre aparecerán cuando se inicie un contrato entre el agente y el principal, y dependerá de este último para que se puede disminuir al máximo.

Las empresas habitualmente para conseguir la lealtad del administrador hacia la empresa, y en particular hacia los intereses y recursos de los accionistas, asocian al agente a los beneficios de la empresa. Este tipo de estímulos a la lealtad adoptan la forma de paga en función de beneficios, participación en la propiedad o, más recientemente, opciones de compra de acciones. Estos sistemas, muy utilizados en la actualidad, funcionan como paliativos y considero que el problema en la relación principal-agente persiste.

El problema de agencia se podría definir como la imposibilidad que tiene el principal de conocer los comportamientos y actuaciones del agente y, podría incurrir en acciones oportunistas en detrimento del beneficio esperado por el dueño, por lo cual este último debe estar permanentemente evaluando la mejora en los incentivos o mecanismos de control.

Las empresas que establezcan los mejores mecanismos que le permitan prevenir que el agente actúe a favor de sus propios intereses y lo premie si actúa a favor de los intereses de la empresa, será entonces la mejor forma de organizarse para evitar que se presenten los conflictos de intereses en la relación agente-principal.



















BIBLIOGRAFIA Y REFERENCIAS.

Castaño Duque, Germán Albeiro. Teoría de la agencia y sus aplicaciones, pp.10.
http://www.bdigital.unal.edu.co/8459/1/germanalbeirocasta%C3%B1oduque.1999.pdf

García Soto, M. G. (2003). El Gobierno corporativo y las decisiones de desarrollo empresarial. Evidencia en las cajas de ahorros españolas, Tesis Doctoral, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. http://www.eumed.net/tesis-doctorales/mggs/

Gitman, Lawrence J. y Zutter, Chad J. (2012) Principios de Administración Financiera. Pearson Educación. México. pp. 9-22.

Fama, E, F. y Jensen, M. C. (1983a). «Separation of ownership and control», Journal of Law and Economics, 26, 301-325.

Fama, E, F. y Jensen, M. C. (1983b). «Agency Problems and Residual Claims», Journal of Law and Economics, 26, 327-349.

Mascareñas, Juan (2007). Contratos Financieros Principal-Agente. Última versión: julio 2007. Universidad Complutense de Madrid.
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/jmas/mon/13.pdf

Mackenzie Torres, Tania Margarita (2013). Teoría de la Agencia, aplicación empírica. Estudio de caso en la empresa Siderúrgica Diaco S. A., Tesis Maestría. Universidad Autónoma Manizales. Caldas, Colombia. Pag. 26-27.

Peris Ortiz, M, Rueda Armengot, C, de Sousa Rech, C, y Pérez Montiel, M. (2012) Fundamentos de la Teoría Organizativa de Agencia. Nuevas Corrientes de Pensamiento Económico. Marzo-Abril 2012, N° 865. Universidad Politécnica de Valencia.

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