Ensayo: La Importancia de la Formación Ética dentro de los Procesos de Enseñanza

La Importancia de la Formación Ética dentro de los Procesos de EnseñanzaAprendizaje

Por Erick Arturo González Garza

El propósito del estudio de la Formación Cívica y Ética en la educación secundaria, está plasmada en los programas de estudio 2011 de la siguiente forma: Con el estudio de la asignatura de Formación Cívica y Ética en la educación secundaria se pretende que los alumnos: 

Se reconozcan como sujetos con dignidad y derechos, capaces de tomar decisiones, y de asumir compromisos que aseguren el disfrute y cuidado de su persona, tanto en su calidad de vida personal como en el bienestar colectivo, encaminados hacia la construcción de su proyecto de vida.



Comprendan que los derechos humanos y la democracia son el marco de referencia

para

tomar

decisiones

autónomas

que

enriquezcan

la

convivencia el cuestionar acciones que violen el derecho de las personas y afecten su ambiente natural y social.



Reconozcan que las características de la democracia en un Estado de derecho les permite regular sus relaciones con la autoridad, las personas y los grupos, al participar social y políticamente de manera activa en acciones que garanticen formas de vida más justas, democráticas, interculturales y solidarias.1

Con estos elementos, el resultado que se desprende es un individuo con plena autonomía en la toma de decisiones, capaz de asumir retos y consecuencias de sus acciones; un individuo respetuoso y participante de los derechos humanos; ciudadanos activos en la construcción de la vida democrática del país.

1

(SEP, Programas de Estudio 2011, pág. 14)

También en su artículo 7° en su primer apartado, la Ley General de Educación señala que: la educación que imparta el Estado deberá contribuir al desarrollo integral del individuo, para que ejerza plenamente sus capacidades humanas…2 Entendemos capacidades humanas aquellas características físicas y emocionales que son inherentes al individuo y que además le permiten desarrollarse adecuadamente en una sociedad determinada. Estas características son moldeadas de forma consciente o inconsciente, por aquellas estructuras tanto internas como externas encargadas de ajustar la personalidad y acciones de los ciudadanos. La función socializadora de la familia, como primera instancia y de la escuela, como segunda instancia en este proceso, es de nodal importancia para la conformación de los elementos denominados valores humanos. El programa de estudio 2011 de Formación Cívica y Ética de secundaria, afirma que la asignatura la conforman diversas disciplinas: La asignatura conforma su enfoque con saberes, fundamentos y métodos provenientes de varias disciplinas: la filosofía- particularmente la ética- el derecho, la antropología, la ciencia política, la sociología, la psicología, la demografía y la pedagogía, entre otras.3 Es de esperar, que este conjunto de conocimientos aporten las herramientas necesarias para la formación de un individuo pleno e independiente, sin embargo, los planes educativos siguen estando a merced las decisiones e intereses de los gobiernos en turno. Hans Küng, en su Proyecto para una Ética Mundial, propone la necesidad de regular globalmente las acciones que los seres humanos ejercen y que están dañando al propio género humano, sus recursos naturales y otros seres vivos; afirma contundente: Imposible sobrevivir sin una ética mundial… El mundo en el que vivimos no conservará posibilidades de sobrevivir mientras sigan existiendo espacios para éticas diversas, opuestas o antagónicas. Un mundo único necesita un talante ético fundamental esta sociedad mundial única...necesita… alguna clase de normas, valores, ideales y fines obligatorios y obligantes.4

2

(Ley General de Educación, 1993, pág. 2) (SEP, Programas de Estudio 2011, pág. 17) 4 (Küng, 1995, págs. 9-10) 3

De esta forma, Küng invita inmediatamente a la reflexión sobre la posibilidad de asumir valores y normas éticas globales y comunes. Proponer la unificación en este tema, es arriesgado si no se entiende adecuadamente el planteamiento. Para ello, necesitamos comprender plenamente que nos encontramos ya inmersos en un proceso globalizador, en dónde el conocimiento y la posibilidad de accesar a el de manera inmediata, es una realidad. Leonardo Iglesias en su texto La cultura contemporánea y sus valores, señala que la educación es una resolución para el abordaje y las dicotomías existenciales e históricas que Erich Fromm propone. Estas dicotomías, las distingue Iglesias de la siguiente manera: Las primeras (dicotomías existenciales) son inherentes a la vida humana y no pueden ser evadidas…las dicotomías históricas son contradicciones en la organización consciente de la vida, que depende de la disposición del hombre para el logro de sus pretensiones.

5

En la

educación básica, el estudio de la asignatura de Formación Cívica y Ética se desprende de la dicotomía histórica de Fromm. Los conceptos organizados a través de competencias, evocan lo que se pretende por parte de los alumnos sobre el estudio de la asignatura. Ideas como sujetos dignos, de derechos y deberes, autorreguladores de conducta y respetuosos de los derechos humanos, entre otros, ensalzan proyectos de vida armónicos y estables. En la escuela secundaria, la asignatura de Formación Cívica y Ética promueve un espacio de aprendizaje donde se da prioridad a las necesidades e intereses de los alumnos como sujetos individuales y sociales. 6 El profesor se convierte en portador de la información y transmisor de la misma. Su obligación ética y laboral le dicta llevar, a través de su planeación el cronograma de sus acciones y los contenidos que abordarán durante la clase. El profesor asume, que su papel es indispensable para que los alumnos aprendan el contenido de su asignatura. Esta sensación de ser el poseedor de una verdad tiene sus orígenes en la raíz ilustro-positivista que aún predomina en el sistema educativo nacional.

5 6

(Iglesias, 2007, pág. 295) (SEP, 2011, pág. 17)

Sigmund Freud en su artículo Totem y Tabú señala que la ciencia no interviene sino cuando nos hemos dado cuenta de que no conocemos el mundo, y tenemos, por tanto, que buscar los caminos susceptibles de conducirnos a tal conocimiento.7 Al igual que en la disciplina psicoanalítica (teoría con raíces en la neurociencia que surge en el siglo XIX), dónde el analista representa ante el analizado, el portador de conocimientos que lo llevarán a la cura, el maestro es, ante el alumno el portador de una verdad, sino absoluta, sí parcial, pero al fin de cuentas, la verdad. Leonardo

Iglesias,

concibe

a

la

educación

como

un

proceso

conscientemente planeado y cuya base es la organización de la actividad educadora.8 La visión moral del individuo es una expresión inconsciente de su propio mundo interno y esa óptica difícilmente será objetiva y racional. Se construye por una serie de estructuras que conforman al sujeto, como pueden ser su experiencia, cultura, historia, etc. La práctica educativa la figuran una serie de individuos, diferentes experiencias y motivaciones. Es claro que al transcurrir los años, las reformas enuncian propósitos y fines distintos. Mientras que en 1973 aún se buscaba que la educación emancipara al mexicano de atavismos y servidumbres (clara influencia de los filósofos Ilustrados) la finalidad del proceso educativo en el 2011, va encaminada a formar ciudadanos mexicanos capaces de insertarse exitosamente en un mundo claramente globalizado.

La diferencia de conceptos que ambas reformas manejan es un

reflejo de los momentos sociales que les tocó vivir. La decisión de crear una materia llamada Formación Cívica y Ética es resultado del rompimiento que se dio a mediados de la década de 1980 entre las estructuras sociales conformada por la familia y la escuela. Cuando los padres abandonan la formación primigenia de sus hijos, transfieren a la escuela esta responsabilidad. Hasta ese entonces, la escuela y la familia, habían compartido acciones de educación y formación, acompañándose y apoyándose mutuamente.

7 8

(Freud, 1996, pág. 1805) (Iglesias, 2007, pág. 297)

Es de esperarse que las estructuras que conforman la escuela, resintieran este alejamiento de su contraparte y se produjera así, el distanciamiento. Fernando Savater afirma a este respecto: Cuando la familia socializaba, la escuela podía ocuparse de enseñar. Ahora que la familia no cumple plenamente su papel socializador, la escuela no solo no puede efectuar su tarea específica con la tarea del pasado, sino que comienza a ser objeto de nuevas demandas para las cuales no está preparada.9 La dinámica surgida de este alejamiento se comenzó a reflejar en las actitudes de los estudiantes dentro de las aulas. El profesor comenzó a mostrar mayores dificultades para

establecer comunicación con los padres de sus

alumnos y mantenerlos informados de los pormenores del desempeño académico de su hijo. Sencillamente los padres de familia no tenían el tiempo de acudir, el trabajo los absorbió. Poder mantener la economía familiar a flote en los inicios de la implementación

sistema neoliberal en México, significó para el ciudadano

común, para el trabajador y asalariado, el fin de su participación activa en la formación de sus hijos. El Estado, a través de su sistema educativo absorbió la responsabilidad de enseñar valores a las nuevas generaciones. Se delegó a la escuela esta función y se tradujo en la creación de la nueva asignatura: Formación Cívica y Ética; formar individuos con una orientación moral adecuada para responder a los nuevos retos sociales.

9

(Savater, 1997, pág. 64)

Trabajos citados Ley General de Educación. (1993). Freud, S. (1996). Totem y Tabú. En Obras Completas (págs. 1745-1850). Barcelona: Biblioteca Nueva. Iglesias, L. (2007). La cultura contemporanea y sus valores. Monterrey: Anthropos. Küng, H. (1995). Proyecto de una Ética Mundial. Madrid: Trotte. Savater, F. (1997). El Valor de Educar. Mexico, D.F: Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América. SEP. (2011). Plan de Estudios 2011. México. SEP. (2011). Programas de Estudio 2011. Educación Básica Secundaria. Formación Cívica y Ética. México.