Enfoque Teórico Cognitivo Comportamental, centrado en la solución de problemas

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Descripción





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La sección completa de representantes se obtuvo de Hernández, N. & De la Cruz (2007).Manual de Psicoterapia Cognitivo- Conductual para Trastornos de la Salud. Estados Unidos: Amerton International S.A. Pág. 13-18.
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ENFOQUE TEÓRICO
¿Hasta éste momento del avance de la materia, con qué enfoque teórico decidió realizar su trabajo?
En base al bagaje de conocimientos adquiridos con respecto al Insomnio, a lo largo de la realización de ésta investigación, tomando en cuenta sus diversos aspectos, sus factores causales como sus consecuencias, se ha decidido realizar el trabajo desde el Enfoque Cognitivo Conductual de D' Zurilla, centrado en el modelo de Resolución de Problemas, por la efectividad y la eficacia que ésta ha demostrado en la solución de diversas y variadas problemáticas, desde las más sencillas hasta las más complejas, además que proporciona técnicas que conducirán a que, guiado por el terapeuta, él mismo busque una solución para su trastorno y la ejecute.

¿En qué consiste éste enfoque teórico elegido por usted?
El enfoque Cognitivo Conductual, centrado en el Modelo de Solución de Problemas de D'Zurilla consiste en un proceso a través del cual el individuo es capaz de identificar, o descubrir formas eficaces de enfrentar situaciones problemáticas que aparecen en el día a día. Según Caro(2009) "Originalmente, D'Zurilla y Goldfried (1971) definieron la solución de problemas como un proceso de tipo conductual que posibilita una serie de respuestas alternativas, supuestamente eficaces, para manejar una situación problemática y, en segundo lugar, como un proceso que incrementa la probabilidad de seleccionar aquella respuesta más eficaz de entre esas alternativas disponibles". Sin embargo, de forma más reciente, el grupo de Nezu (Nezu y cols., 1997, citado por Caro, 2009) ha definido la terapia de resolución de problemas como un proceso meta-cognitivo mediante el cual las personas comprenden los problemas o inconvenientes que se presentan eventualmente en la vida, en dicho proceso en el cual se dirigen los esfuerzos, según Caro (2009) hacia:
Alterar la naturaleza problemática de la situación,
Sus reacciones hacia éstas o,
Ambas cosas a la vez.

Por otro lado, cabe mencionar que éste enfoque cuenta con una serie de características, siendo éstas, según Caro (2009)

Es una terapia apta para niños, adolescentes y adultos.
Puede funcionar como un método exclusivo de tratamiento, o bien como una estrategia de mantenimiento, así como también como un programa de prevención.
Se puede utilizarla en diversos formatos, es decir, en terapia individual, terapia de grupo, terapia familiar, terapia de parejas y consejo psicológico.
Es apta no sólo para ámbitos clínicos, sino también para seminarios o cursos universitarios.
Es un modelo eficaz, ampliamente extendido y aplicado en poblaciones y trastornos tan diversos como la esquizofrenia, la depresión, problemas relacionados con el estrés y la ansiedad, conductas e ideas suicidas, abuso de sustancias, problemas relacionados con el mantenimiento del peso, problemas de relaciones interpersonales, problemas relacionados con el retraso mental, etc.



¿Cuál fue el origen de éste enfoque teórico?
Éste enfoque teórico, procede de dos grandes vertientes, siendo éstas el Conductismo, y posteriormente el Cognitivismo, los cuales, luego de su posterior fusión, dieron origen al gran enfoque Cognitivo Conductual en la Psicología, que a pesar del paso del tiempo, se mantiene vigente, producto de los óptimos resultados en la solución de diversas problemáticas en la salud mental del individuo, todos ellos demostrados empíricamente.
De ésta forma, se debe señalar inicialmente las bases filosóficas que dieron pie a la aparición del conductismo.
La tendencia histórica que llevo al surgimiento al conductismo, parte de la antigüedad y llega al siglo XIX. De éste modo, destaca entre los presocráticos el físico jonio Hipócrates, uno de los cuales trató de explicar la conducta humana como reacciones mecánicas reductibles a causas biológicas o físicas (Brennan, 1999). Posteriormente, surgen una serie de filósofos entre los cuales se encuentra Sócrates, el cual postula que la verdadera ciencia considera que la acción humana puede y debe estar sometida a principios válidos para el ser humano en general, ya que todo individuo posee una naturaleza profunda similar, sustraída a las vicisitudes temporales. Asimismo, se encuentran Platón y Aristóteles, con el primero cobra fuerza la idea de un alma completamente diferente al cuerpo y que se encarga de gobernar a este, sin dejar de estar influenciada por el pero que por ser parte del alma universal, posee desde siempre todo conocimiento del que se vuelve consciente a través del ejercicio de la razón por el estudio y la disciplina y que dependiendo de su comportamiento en este mundo podrá reintegrarse a esa alma universal (Vargas, 2007). Por su parte, la escuela aristotélica postulaba que tan sólo existen las cosas materiales, las únicas capaces de impactar nuestros sentidos, es así que a todas las cosas que pudieran existir se les adjudicaba la naturaleza de materiales, poseyendo todo un ser corporal (Hernández, 2007).
Consiguientemente, cabe mencionar a otro filósofo relevante, el cual se ubica en el siglo XVII, Descartes, el cual afirmó que gran parte de la conducta humana y animal era elicitada automáticamente ante estímulos externos. Los animales eran considerados unos complejos autómatas, que estarían compuestos solamente por la denominada sustancia extensa, la cual tendría los atributos de espacialidad y temporalidad. Consecuentemente, las ciencias naturales se encargarían de estudiarla, mediante la observación y la descripción (Pautassi & Godoy, 2003).
Por otro lado, el sensualismo francés al rechazar por su parte la sustancia metafísica de Descartes en favor de un sistema mecánico que respondía a los estímulos del medio, siendo así un importante predecesor del siglo XX.

Así también, cabe mencionar al reduccionismo sensorial de Condillac como la fisiología mecánica de La Mettrie condujeron a la posición de que los hechos mentales están determinados del todo por la información de los sentidos y que el nivel crucial de la investigación psicológica atañe a los procesos sensoriales. Sin embargo, los cimientos intelectuales más firmes procedieron del empirismo y del asociacionismo inglés, en los cuales se basan sus premisas fundamentales. De ésta forma, es preciso mencionar a filósofos tales como Hobbes, Locke, Hume. Hobbes, que sostenía que el contenido de la mente estaba compuesto sólo de experiencias sensibles. Locke, con su noción de pasividad mental que implicaba que la mente solo obtiene sus datos del entorno (Brennan, 1999). En el caso Hume, resaltó de Locke que la idea simples se combinan para formar ideas complejas, desarrollando aún más la noción de asociación, así también para éste filosofo Para Hume las sensaciones son impresiones más vigorosas y vivas que las ideas, que son relativamente más débiles y tenues. Asimismo, destacan James Mill y Stuart Mill, el primero concebía sensación como primaria y a la percepción como derivada de ella, para él una idea era simplemente la copia de una sensación, diferentes en su naturaleza fundamental en el hecho de que una idea nunca ocurre a menos que haya ocurrido previamente su sensación y también en el hecho de que la Ley de la Asociación se aplica a las ideas, pero no a las sensaciones. Por su parte, Stuart Mill, acepto de sus predecesores la sensación y la idea como elementos sistemáticos al presentar sus "Leyes de la Asociación", agrego la similitud a la contigüidad como principios de asociación y después introdujo a la "frecuencia" como otra Ley. En 1865 propuso como Leyes de la Asociación a la similitud, contigüidad, frecuencia e inseparabilidad (Vargas, 2007).

Por otro lado, éste sistema llamado conductismo se basó en gran medida en el positivismo, en el que se definía los conceptos científicos por las operaciones de utilizadas para observarlos.
De éste modo, surge la psicología conductista en el siglo XX como una disciplina empírica para estudiar el comportamiento en términos de adaptación a estímulos del medio (Brennan, 1999), la cual se hace evidente que también se encuentra fuertemente vinculada por la Teoría Darwinista, por sus postulados evolucionistas, la influencia del medio ambiente en el individuo, y sus diferentes conceptos de adaptación.
Es así que, es ahora preciso mencionar que el planteamiento conductista se centró inicialmente se encuentra en la reflexología rusa, con su máximo exponente Iván Pavlov y su desarrollado Condicionamiento Clásico, base fundamental para la posterior aparición de John Watson con su artículo "La Psicología como un conductista la ve" (1913), y luego de un lapso de tiempo transcurrido, B.F. Skinner, con su reconocido y aún vigente Condicionamiento Operante.
Sin embargo, si bien el conductismo tuvo su auge por bastantes años, el hecho de haber sido demasiado radicalistas, los llevó a un período de crisis producto de múltiples cuestionamientos provenientes tanto del interior del sistema, como de su exterior, destacando entre ellas, su reduccionismo al conocido esquema Estímulo – Respuesta, una inadecuada interpretación del evolucionismo con respecto a procesos de aprendizaje, los cuales consideraba que seguían los mismos patrones en toda especie, y por último la insuficiencia y exagerada pretensión de tratar de explicar el comportamiento humano desde sus bases teóricas (Yela, 1996).
Es de éste modo, que a la caída del paradigma conductista surge el cognitivismo, que si bien ya se había estado gestando a lo largo de muchos años anteriores, es por el debilitamiento del conductismo, que éste paradigma comienza a hacerse presente. Es así que, cabe mencionar las respectivas bases filosóficas sobre las cuales se fue construyendo éste nuevo paradigma, puesto que según Hernández (2007) "Desde los inicios de la filosofía, los maestros- los filósofos- estaban preocupados por los problemas psicoemocionales del ser humano, y planteaban que éstos problemas, que bloqueaban o impedían el desarrollo normal como seres humanos, se originaban en lo que ahora llamamos cognición".

De ésta forma, según Hernández & De la Cruz (2007), entre los principales representantes tenemos a:
Lao- Tse: Funda el Taoísmo, una filosofía religiosa que establece el sometimiento del hombre al curso eterno de los acontecimientos. Es una doctrina que postula la forma correcta de hacer las cosas en armonía y equilibrio con el modo natural de funcionar del universo.
Sidarta Gautama "Buda": El budismo afirma que la realidad es construida y edificada por el pensamiento, por los juicios valorativos que encarnan y representan pasiones y que generan sufrimiento.
Sócrates: Postulaba que antes de conocer al mundo, cada individuo debe conocerse a sí mismo, como ser humano pensante, así destacó siempre el autoconocimiento.
Platón: Igualaba el bien con el conocimiento, la belleza y el dominio de las pasiones, enfatizando que el logro del bien, la belleza y el control de las pasiones estaba determinado por el manejo de las cogniciones o pensamientos.
Epicteto: Planteaba que las personas en sí, no se trastornaban por las cosas que suceden o que les habían sucedido, sino por las opiniones y creencias que elaboraban al respecto.
Empirismo inglés: John Locke, David Hume y Francis Bacon destacaron la importancia de las percepciones sensoriales y las asociaciones de ideas, consideraban que la mente al nacer el ser humano era una "tabula rasa", cuyo contenido provenía de las experiencias del mundo externo. Así también, creían que la mente podían originar ideas por medio de un proceso de reflexión, relacionado de alguna forma con el pensamiento.
Idealismo Alemán: Kant y Vaihinger argumentan que el conocimiento, los significados personales de la experiencia humana, son construidos por la mente.
Existencialismo: Ésta corriente destaca el rol que desempeña la experiencia subjetiva en el conocimiento y la existencia, resaltando la función de la conciencia y los actos conscientes.
Bertrand Russel: Por su parte, destaca el papel que tiene la adquisición no consciente de creencias en nuestras primeras etapas de desarrollo, que genera un efecto perturbador en los adultos cuando se convierten en ideas irracionales, dichas ideas o creencias pueden llegar a ser modificadas por otras más racionales que le sean útiles al hombre para lograr sus metas.

De éste modo, cabe mencionar que los autores y las corrientes filosóficas comparten el supuesto de que las creencias, opiniones, interpretaciones, el pensamiento y la cognición de las personas son los principales responsables de las perturbaciones emocionales, pero que a través del mismo instrumento, que es la mente como tal, el ser humano posee la capacidad de identificarlos, describirlos, registrarlos, reflexionar acerca de ellos, y así también poder modificarlos para su propio beneficio.



Meichembaum: Postula que las terapias cognitivo conductuales utilizan como marco conceptual explicativo la metáfora del procesamiento de la información (Meichenbaum, 1995, citado por Ruiz et al, 2012). Así, propone su terapia de autoinstrucciones, las cuales son frases o pensamientos que las personas utilizan como guías previas para ejecutar, facilitar o controlar determinado modo de acción. Ellas influyen en nuestros comportamientos como un monologo interno, como afirmaciones para uno mismo que nos indican cómo pensar, comportarnos y ejecutar algunas tareas, particularmente, cómo afrontar problemas (Minici et al, 2008).

D' Zurilla & Golfried: Autores y pioneros en la Terapia de Resolución de Problemas, los cuales postulan, de forma general, un entrenamiento en la solución de problemas, lo cual se refiere al proceso mediante el cual el individuo identifica o, descubre formas eficaces de afrontar situaciones problemáticas que aparecen en el día a día, a través de un proceso de tipo conductual que hace posible obtener una serie de respuestas alternativas, y escoger la más adecuada, y supuestamente eficaz, de ellas para manejar la situación problemática (Caro, 2009).


























Nombrar todos los representantes de éste enfoque teórico
Entre los autores principales, según Hernández (2007), se encuentran: Albert Ellis, A.T. Beck, D. Meichembaum, Suinn, D' Zurilla, Goldfried, Mahoney, Maultsby, Rem, Guildano y Liotti. Sin embargo, también se encuentran,Nezu, Hollon, Neisser, DeCanteco, Weinberg, Shaw, Emery, Varela, Rumelhart, Koch, Hayek, Brehm, Wicklund, Reda, Arnkoff, Safran y Segal, Kohlenberg, Tsai, Dougher, Labrador, Wilson, Hayes, Linehan, Clark, Strosahl, Aramburu, Wessler&Wessler, entre otros (Borda et al, 2000) . Por otro lado, según Bas (1981), también son representantes, Grieger, Foreyt y Rathjen, Cameron, McCurri, Richardson, Kazdin, Spivack y Shure, y por último Turk.
¿Cómo se trabaja según este enfoque teórico, es decir cuál es el proceso terapéutico?
Según Rivadeneira (2014) ''(…) la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es un abordaje basado en los paradigmas que adhieren al uso del método científico en Psicología. Tres operaciones esenciales lleva a cabo el terapeuta cognitivo conductual: explicación, predicción y modificación del comportamiento. '' Por tanto, se logra enfatizar que el proceso que sigue la terapia conductual, son básicamente tres, es decir: evaluación, entrenamiento en solución de problemas, tratamiento y seguimiento.
Por consiguiente, en la fase de evaluación es donde el profesional se ocupa de conocer al paciente y entender los problemas por los que consulta. Si existe un diagnóstico como por ejemplo Depresión, Bipolaridad o Fobia Social, es cuando se trata de encontrar al sujeto en ese preciso momento. Generalmente, se va descubriendo en las primeras entrevistas, de este modo él empieza a conocer su problema y emite su punto de vista. Es sumamente importante recalcar durante esta fase, que el paciente y el terapeuta conversan y se acuerdan cuáles son los objetivos del tratamiento y ponen las prioridades en los mismos. La evaluación psicológica tiene un periodo de duración oscilante de tres y cinco sesiones. También en esta fase, son importantes los ejes centrales, como ser:
Las variables que provocan y mantienen la(s) conducta(s) problema(s).
Los objetivos generales y metas específicas a alcanzar.
Las técnicas a implementar.
La segunda fase es la del entrenamiento del problema, consiste en entrenar al individuo para que desarrolle y utilice las destrezas de buscar formas de encontrar un solución al problema que lo aqueja, en ese procesos hay unas serie de etapas:
Se presenta un reconocimiento e identificación del problema.
Atribución del problema a las acciones de otros.
Generación de alternativas
Puesta en práctica y verificación de la solución.
La tercera etapa del tratamiento es la más larga, porque aquí es cuando se aplican las técnicas apropiadas según la problemática, dirigidas a lograr el cambio conductual que beneficie al paciente y en su calidad de vida con el entorno que lo rodea, tratando de alcanzar los logros que se plantearon en la primera etapa. Las técnicas que se aplican varían mucho según el problema, el paciente y el momento que esté atravesando. En cualquier caso, siempre la aplicación de un procedimiento se habla con anticipación con el paciente.
Durante el seguimiento, que vendría a ser la cuarta fase, se lleva a cabo cuando se va espaciando la frecuencia de las consultas mientras se aplican procedimientos orientados a mantener los cambios y prevenir recaídas. Cuando los objetivos se lograron y el cambio se consolidó, le damos el alta al paciente.
Biografía del representante principal
Thomas J. D'Zurilla, PhD, es profesor emérito del departamento de psicología de la Stony Brook University. También es psicólogo clínico especializado, desde hace más de 40 años, en terapia cognitivo-conductual. El doctor D'Zurilla fue uno de los pioneros del movimiento cognitivo y/o conductual que, desde finales de los 60 hasta comienzos de los 70, se desarrolló dentro del campo de la psicología clínica. Participó en la elaboración del primer programa de formación en psicología clínica de orientación conductual. En colaboración con Marvin R. Goldfried, el doctor D' Zurilla desarrolló el modelo original de la terapia de solución de problemas, destinado al empleo de las terapias cognitivas y conductuales para promover cambios conductuales amplios y duraderos.
Formación académica del representante principal
Thomas J. D'Zurilla, culminó de manera satisfactoria en el Estados Unidos todo lo concerniente a estudios académicos primarios, posteriormente a ello decidió estudiar Psicología para luego especializarse en el área clínica, aproximadamente a finales los 60, trabajó en la psicología clínica, no obstante se interesó en sobre manera por la cognitivo conductual, a tal grado que elaboró el primer programa de formación en psicología clínica de orientación conductual. Actualmente PhD y trabaja como profesor en el departamento de psicología de la Stony Brook University.
Producción intelectual del representante principal
El autor Thomas D' Zurilla tiene diversas obras, que posteriormente serán mencionadas, sin embargo es necesario resaltar que algunas obras o artículos mencionados en revistas científicas, lo realizó en cooperación de otros autores ilustres, la producción intelectual en libros y revistas son las siguientes:
Bell, A., & D'Zurilla, T. (2009). Clinical Psychology Review. United States: Elsevier Ltd.
D' Zurilla, T. (1992). Terapia de la Resolución de Conflictos. Vizcaya, España: Desclee de Brower.
D' Zurilla, T., & Nezu, A. M. (1999). Manual for the Social Problem-Solving Inventory-Revised. North Tonawanda, New York: Multi-Health Systems.
D'Zurilla, T. J., & Goldfried, M. R. (1971). Problem solving and behavior modification. Journal of Abnormal Psychology , 78 (1), 107-126.
D'Zurilla, T., & Nezu, A. (1982). Advances in cognitive-behavioral reseach and therapy. Social Problem solving in adults , 1 (3), 201-274.
D'Zurilla, T., Nezu, A., & Maydeu, A. (2004). Social Problem Solving: Theory and Assessment. Washington, DC: American Psychological Association.
D'Zurilla, T. J., & Nezu, A. (1980). A study of the generation-of-alternatives process in social problem solving. Cognitive Therapy and Research, 4 (1) 67-72.
D'Zurilla, T. J., & Nezu, A. M. (1990). Development and preliminary evaluation of the Social Problem Solving Inventory (SPSI). Psychological Assessment. A Journal of Consulting and Clinical Psychology, 2 (3), 156-163.
D'Zurilla, T. J., & Nezu, A. M. (2007). Problem-solving therapy: A positive approach to clinical intervention (3rd ed.). New York: Springer Publishing Co.
D'Zurilla, T. J., Nezu, A. M., & Maydeu-Olivares, A. (2002). Manual for the Social Problem-Solving Inventory-Revised. North Tonawanda, N.Y.: Multi-Health Systems.
D'Zurilla, T. J., & Nezu, A. M. (2001). Problem-solving therapies. Handbook of cognitive-behavioral therapies (2nd.). New York: Guilford Press.

D'Zurilla, T. J., & Nezu, A. M. (2007). Problem solving therapy: A positive approach to clinical intervention (3rd ed.). New York: Springer Publishing Company.

Maydeu-Olivares, A., & D'Zurilla, T. J. (1995). A factor analysis of the Social Problem-Solving Inventory using polychoric correlations. European Journal of Psychological Assessment, 11, 98-107.

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9. Conceptos Fundamentales o términos propios del enfoque teórico, y su definición respectiva
Existen una serie de términos, que se deben mencionar y posteriormente diferenciar, a través de sus definiciones, tales son:
Problema: es una situación de la vida que demanda una respuesta para el funcionamiento efectivo, pero para el cual ninguna respuesta efectiva está inmediatamente aparente o disponible en ese momento para el individuo o para el grupo enfrentado con la situación. En ésta situación el individuo o el grupo percibe una discrepancia entre "lo que es" (circunstancias actuales o anticipadas) o "lo que debería ser" (circunstancias que se demandan o se desean) (Becoña, 2009).
Es así que estamos ante un "problema", cuando carecemos de líneas a seguir, o recursos para afrontar una situación, ya sea nueva o, incluso, cotidiana. Las situaciones problemáticas con las que nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida, según Caro (2009) pueden ser de cuatro tipos:

Situaciones adversas: situaciones problemáticas adversas que implican la presencia o la amenaza de una estimulación negativa o punitiva. Por ejemplo, un estudiante que sistemáticamente ha abandonado sus tareas escolares o académicas sabe que se va a encontrar a final de curso con las consecuencias de dicho abandono, siéndole cada vez más difícil ponerse al día, con lo que sentarse a estudiarse convierte en una situación claramente aversiva.
Pérdida de refuerzo: en este tipo de situación, cambios en el ambiente tienen como consecuencia la pérdida o la ausencia de refuerzos esperados. Por ejemplo, un estudiante que habitualmente ha sacado buenas notas en su colegio, o en su instituto, pasa a la universidad y allí se puede encontrar con que empieza a fallar en las tareas académicas universitarias, perdiendo una de sus fuentes de refuerzo.
Situaciones problemáticas que nos frustran: aquellas situaciones que suponen la presencia de algún obstáculo o de una serie de obstáculos que impiden que la persona, o también el grupo, o incluso una pareja, logre las metas deseadas. Por ejemplo, una pareja quiere programar un fin de semana a solas y se encuentra con que no puede dejar a sus hijos a cargo de ninguna persona.
Situaciones conflictivas: Estos conflictos pueden ser de dos tipos: de tipo interpersonal y de tipo personal. En una situación conflictiva de tipo interpersonal, una persona o un grupo de personas, que mantienen entre ellas una relación, tiene expectativas comportamentales que entran en conflicto con las de la otra persona o con las de las otras personas que están implicadas en esa relación. Finalmente, una situación personal conflictiva se refiere a que un individuo se encuentra con demandas estimulares conflictivas cuyo origen radica, o bien en el ambiente, o bien en él mismo (Caro, 2009).

Orientación al Problema: es un proceso meta cognitivo con una función motivacional, y que se refiere a las creencias y actitudes generalizadas del individuo sobre los problemas y el estrés proveniente del entorno cotidiano, así como sobre su habilidad para resolverlos de manera exitosa. Asimismo, implica la puesta en marcha de conjunto relativamente estable de esquemas cognitivo- emocionales que reflejan la conciencia general y valoración de los problemas de la vida, así como la propia habilidad para resolver problemas (ej. valoración de amenaza frente a valoración de reto, creencias de auto-eficacia, expectativas de resultado) (D'Zurilla & Nezu, 2010, citado por Ruiz et al, 2009).
Por otro lado, es necesario mencionar que la Terapia de Solución de Problemas diferencia entre dos tipos de orientación al problema:

Orientación al Problema Positiva: consiste en un sistema de creencias constructivo y optimista que caracteriza los problemas como retos. En este caso, un individuo consideraría los problemas como parte normal de la vida y una oportunidad para obtener beneficio de alguna manera, además los consideraría eventos solucionables al existir en el individuo expectativas positivas de resultados, percibiéndose auto-eficaz, con habilidad, para solucionar los problemas efectivamente, y sin responder emocionalmente de forma desproporcionada. En la orientación positiva a los problemas el individuo considera que la resolución de problemas requiere tiempo, esfuerzo y persistencia y existe un compromiso consigo mismo con el afrontamiento de los problemas, en vez de su evitación (Ruiz et al, 2012).

Orientación al Problema Negativa: Es un sistema de creencias negativo que caracteriza los problemas como amenazas para el bienestar social, la funcionalidad de un individuo, y la salud. Un individuo con orientación negativa hacia los problemas consideraría éstos como interferencias inútiles en la búsqueda bienestar y la calidad de vida que no deberían existir, dudando de su propia habilidad para solucionarlos (baja auto- eficacia), o creyéndolos irresolubles (bajas expectativas positivas de resultados) y sobre-reaccionando a ellos emocionalmente cuando alguno tiene lugar, siendo ésta sobre- respuesta emocional una señal de baja tolerancia a la frustración o a la incertidumbre ( D' Zurilla & Nezu, 2010, citado por Ruiz et al, 2012)

Solución: se define como cualquier respuesta de afrontamiento encaminada a modificar la naturaleza de la situación problemática, las propias reacciones emocionales negativas o, ambas (Caro, 2009).

Solución eficaz: Las soluciones eficaces serían aquellas respuestas de afrontamiento que permiten alcanzar los objetivos anteriormente expuestos y, al mismo tiempo, aumentan las consecuencias positivas, es decir, los beneficios, y disminuyen cualquier tipo de consecuencia negativa, es decir, los costes (Caro, 2009) .
Solución de problemas: se refiere al proceso estricto de encontrar una solución eficaz a una situación considerada problemática, puesta en práctica de una solución se refiere a la ejecución en la vida cotidiana, en la vida real del paciente, de la solución que ha sido escogida (Caro, 2009).

Estilo de Solución de Problemas: se refiere al tipo de actividades cognitivo- conductuales que un individuo pone en marcha en su intento de afrontar los problemas de la vida. Este estilo de solución de problemas puede ser bien positivo o adaptativo, conduciendo al afrontamiento exitoso, bien negativo o disfuncional, conduciendo al afrontamiento ineficaz y el malestar emocional. El estilo positivo se considera de carácter racional y conducente a la adaptación, en el caso del estilo negativo se identifican en él dos formas que conducen a la desadaptación: el estilo impulsivo y el evitativo (Ruiz et al, 2012).

Competencia Social: es un amplio rango de habilidades sociales, competencias conductuales y conductas de afrontamiento que capacita a un individuo para enfrentarse efectivamente con las demandas de cada día. Éste contexto la ejecución de la Solución efectiva es solo uno de los componentes de la competencia social, aunque no muy significativo (Becoña, 2009).
Por otro lado, es necesario mencionar una serie de conceptos propios de la Terapia Cognitiva Conductual de Beck y Meichembaum, a partir de los cuales se fundamentó el modelo centrado en la resolución de problemas.
Esfera Personal: refiere a aquello que nos define como personas, que marca las diferencias entre nosotros y los demás. Es decir, es un concepto abstracto, un constructo que integra todas esas características que nosotros poseemos y que nos conforman. Engloba datos cuantitativos y cualitativos que recibimos como herencia física y social desde la cuna y que vamos modificando, adaptando, o ampliando, a lo largo de nuestra vida y de las condiciones de ésta. En la esfera personal, entra todo aquello que es importante para nosotros en relación al mundo que nos rodea (Caro, 2009).
Reglas: son patrones cognitivos relativamente estables que nos dictan como debemos reaccionar ante cualquier situación o cualquier hecho que nos ocurra y nos permiten interpretar más o menos igual un grupo de situaciones (Caro, 2009).
Esquemas: es una estructura cognitiva relativamente estable que dicta cursos de acción y cómo debemos interpretar las situaciones. Los esquemas varían respecto a su nivel de actividad. Si están latentes no conducen al procesamiento de la información, pero si están activados canalizan todos los niveles del procesamiento (Moorey, 1996, citado por Caro, 2009).
Según Beck & cols. (1985, citado por Caro, 2009) a niveles funcionales, cuando se activan esquemas específicos o constelaciones de esquemas, es decir modos, su contenido influye directamente en el contenido de las percepciones, interpretaciones, asociaciones y memorias o recuerdos de una persona, en un momento dado. Estos esquemas se usan para etiquetar y clasificar, interpretar, evaluar y dar significado a los objetos y acontecimientos (Caro, 2007).

Modos: Los modos son aquellos subsistemas en los que están organizados las constelaciones de esquemas. El modo es un subsistema de la organización cognitiva, diseñado o elaborado para llevar a cabo ciertos principios adaptativos relevantes a la supervivencia, el mantenimiento, la autoexaltación (Beck 1996, citado por Caro, 2009).
El modo ha sido un concepto propuesto para explicar la complejidad de los trastornos psicológicos, que no quedaba satisfactoriamente explicada mediante el concepto de esquema, para explicar la base cognitiva de la personalidad, para explicar también los sesgos sistemáticos que sugerían una organización esquemática más amplia y para explicar la forma del procesamiento de la información de las experiencias emocionales normales y anormales (Beck 1996, citado por Caro, 2009).

Pensamientos automáticos: Los pensamientos automáticos son fruto directo de nuestros esquemas, pueden tomar una forma verbal o ideativa, son conclusiones juicios e interpretaciones que aparecen automáticamente (de ahí su nombre) como pensamientos sin ningún razonamiento anterior que explique cómo pueden formarse (Caro, 2009). Son involuntarios, es decir, que incluso cuando el paciente quiere suprimirlos o sustituirlos, no puede hacerlo. Una de sus características principales es que cualquier paciente con pensamientos automáticos se los va a creer, por completo, mientras que un observador externo los negará. A medida que el trastorno va progresando se van haciendo más impermeables, por lo que al paciente le es cada vez más difícil contemplarlos objetivamente, considerar la evidencia contradictoria o darse explicaciones alternativas y en, definitiva, modificarlos. Son pensamientos, por tanto, que parecen poco razonables, disfuncionales, repetitivos e idiosincrásicos (Beck 1976, citado por Caro, 2009).

Distorsiones cognitivas: Plantea Beck (1963, citado por Caro, 2009) que se podrían definir como una cognición que perdura frente a la firme evidencia de lo contrario. Las distorsiones cognitivas conducen a que los sujetos obtengan conclusiones erróneas, aunque la percepción que hagan de una situación sea la correcta. Si la situación se percibe de forma equivocada, las distorsiones cognitivas ampliarán el impacto de estas percepciones erróneas.

Modelado: es el aprendizaje que se produce por la observación de otros y cualquier cambio de la conducta producido por imitación. Específicamente, el modelado se refiere explícitamente a la conducta del individuo que se exhibe, aunque no se puede hablar de exhibición de la propia conducta si ésta no se desarrolla ante observadores. En consecuencia y en sentido estricto el modelado hace referencia a la conducta de la persona que actúa como modelo. (Pino, 2000).
Estrés: es un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo cuando se lo somete a fuertes demandas (Melgosa, 1995, citado por Naranjo, 2009).

Inoculación de Estrés: modelo general de tratamiento consistente en un plan de adiestramiento semiestructurado y clínicamente sensible, que consiste en enseñar a la persona un conjunto de habilidades que le capaciten para enfrentarse con éxito a los problemas que le surjan en la vida diaria, centrándose en las relaciones de interdependencia que ocurren entre distintos tipos de variables afectivas, fisiológicas, conductuales, cognitivas y socio-ambientales (Meichenbaum, 1987, citado por Pino, 2000).

Adiestramiento en resolución de problemas: En base a los postulados de Meichenbaum(1987) el adiestramiento en autoinstrucciones está diseñado para fomentar una actitud de resolución de problemas y engendrar estrategias cognitivas específicas que los pacientes pueden usar en diversas fases de su respuesta al problema.
Cabe resaltar que Meichenbaum reconoce el lenguaje interno como "director y controlador" del comportamiento, lo que le lleva a descubrir un procedimiento general que permite modificar las verbalizaciones internas del sujeto, y en consecuencia, la conducta manifiesta (Meichenbaum, 1987).
Estrategia de afrontamiento: Las estrategias de afrontamiento hacen referencia a la serie de pensamientos y acciones que capacitan a los individuos para manejar situaciones difíciles, por tanto consiste en un proceso de esfuerzos dirigidos a manejar del mejor modo posible (reduciendo, minimizando, tolerando o controlando) las demandas o exigencias internas y ambientales (Vázquez, et al. 1995).
Reestructuración racional sistemática: Es una técnica empleada para enseñarles a las personas a pensar de manera adecuada, llevándose a cabo en cuando las cogniciones son conocidas por el sujeto, además que reconoce la relación existente entre las cogniciones y emociones desadaptativas, por tanto el paciente imagina las situaciones que gradualmente van produciendo más ansiedad; en lugar de utilizar la relajación se usa la reestructuración cognitiva; cuando aparecen signos de tensión se analizan los pensamientos que la generan y se reconstruye cognitivamente la situación (Cano, 2002)

Del mismo modo, es preciso nombrar y definir los conceptos fundamentales relativos a la temática de investigación, el Insomnio.
Sueño: Según Velayos (2009) "El sueño es un estado regulado homeostáticamente y enlazado con precisión con el estado de vigilia en el ciclo vigilia- sueño (CV-S)". De ésta forma, el sueño se constituye como un fenómeno activo, el cual ocurre porque el Sistema Nervioso Central lo determina, así se lo concibe como otra etapa de la fisiología que asociada a la vigilia, completará el panorama funcional del ciclo cicardiano.

Insomnio: Trastorno del sueño, encontrado dentro de las disomnias, caracterizado por la dificultad en conciliar el sueño o mantener el sueño, o incluso la dificultad para conseguir un sueño reparador (Ruiz, 2007).

Pensamiento: El pensamiento ha sido descrito en la psicología como la capacidad de planear y dirigir en forma oculta una conducta posterior, lo que prevenía de errores o permitía postergar las acciones para posibilitar adaptaciones mejores en duración y efectividad (Melgar, 2000).
Higiene del Sueño: consiste en evitar aquellos comportamientos, en el estilo de vida del paciente, que puede afectar la calidad de sueño. La higiene de sueño incluye, entre otros, los siguientes cambios: reducir la cafeína, tabaco y otros estimulantes., rechazar el alcohol, sobre todo durante la segunda mitad de la jornada; regularizar rutinas de vida, incluyendo horarios de sueño, horarios de comida y de ejercicio; y crear un ambiente de sueño adecuado, tanto en luz como en temperatura (Romero; Sagalés & Jurado, 2005).


Una vez mencionados los conceptos fundamentales, es importante mencionar las técnicas propicias para resolver la problemática del insomnio.


La técnica de relajación progresiva de Jacobson, ''consiste en la práctica de una serie de ejercicios que se inician con la tensión voluntaria de un grupo específico de músculos''. ( Martínez, 2009) A la tensión que hace referencia es que ha de mantenerse durante siete o diez segundos antes de volver a la posición de distención del músculos a otros. Al relajar el músculo el sujeto tiene conciencia de qué siente en ausencia de tensión, así como de sus beneficios.
Preparación:
Hay que tener claro que se está aprendiendo la habilidad, por tanto se precisa de un tiempo de aprendizaje y dedicación.
Debe llevarse a cabo en un lugar tranquilo y sin ruido, donde no haya un estímulo distractor.
Es necesario portar ropa cómoda y quitarse los accesorios.
Se deberá cerrar los ojos.
Si durante la relajación aparecen pensamientos que inquieten, no debe hacerse nada, simplemente hay que dejarlos pasar.

La terapia cognitiva, es importante porque en el insomnio se presentan las cogniciones mal adaptativas, por tanto el individuo que padece éste trastorno sostiene diversos procesos de pensamientos disfuncionales en relación al insomnio. Sosteniéndose los siguientes conceptos: 1.) falsas atribuciones a las consecuencias del insomnio, 2.) expectativas irrealistas sobre las necesidades de dormir. 3.) pobre percepción de control de control y predictibilidad del sueño 4.) falsas creencias sobre prácticas inducidoras del sueño. (Morín 1993, Sierra, 2004).
El enfoque consiste en aplicar métodos de reestructuración en tres pasos:
Identificar las cogniciones distorsiónales
Reevaluarlas
Reemplazarlas por otras más funcionales

Higiene del Sueño
El objetivo de la educación en la higiene de sueño es evitar o reducir aquellos comportamientos, en el estilo de vida del paciente, que puede afectar su calidad de sueño o interferirlo, aunque debemos tener en cuenta que únicamente una mala higiene de sueño no suele ser causa de insomnio.
La higiene de sueño incluye, entre otros, los siguientes cambios:
Reducir la cafeína, tabaco y otros estimulantes.
Rechazar el alcohol, sobre todo durante la segunda mitad de la jornada.
Regularizar rutinas de vida, incluyendo horarios de sueño, horarios de comida y de ejercicios.
Crear un ambiente de sueño adecuado: luz y temperatura apropiadas.







10. Organiza los Conceptos Fundamentales o términos del punto anterior, según la clasificación de unitarias, binarias y múltiples.


CATEGORÍAS CONCEPTUALES IMPLÍCITAS UNITARIAS


DEFINICIÓN

CCN1: Problema








CCN2: Solución




CCN3: Reglas




CCN4: Esquemas












CCN5: Modelado







CCN6: Estrés



CCN7: Sueño







CCN8: Insomnio




CCN9: Pensamiento






CCN10: Modos



Situación de la vida que demanda una respuesta para el funcionamiento efectivo, pero para el cual ninguna respuesta efectiva está inmediatamente aparente o disponible en ese momento para el individuo o para el grupo enfrentado con la situación. En ésta situación el individuo o el grupo percibe una discrepancia entre "lo que es" (circunstancias actuales o anticipadas) o "lo que debería ser" (circunstancias que se demandan o se desean) (Becona, 2009).

Se define como cualquier respuesta de afrontamiento encaminada a modificar la naturaleza de la situación problemática, las propias reacciones emocionales negativas o, ambas (Caro, 2007).

Son patrones cognitivos relativamente estables que nos dictan como debemos reaccionar ante cualquier situación o cualquier hecho que nos ocurra y nos permiten interpretar más o menos igual un grupo de situaciones (Caro, 2007).

Es una estructura cognitiva relativamente estable que dicta cursos de acción y cómo debemos interpretar las situaciones. Los esquemas varían respecto a su nivel de actividad. Si están latentes no conducen al procesamiento de la información, pero si están activados canalizan todos los niveles del procesamiento (Moorey, 1996). Según Beck & cols. (1985) a niveles funcionales, cuando se activan esquemas específicos o constelaciones de esquemas, es decir modos, su contenido influye directamente en el contenido de las percepciones, interpretaciones, asociaciones y memorias o recuerdos de una persona, en un momento dado. Estos esquemas se usan para etiquetar y clasificar, interpretar, evaluar y dar significado a los objetos y acontecimientos. (Caro, 2007).

Es el aprendizaje que se produce por la observación de otros y cualquier cambio de la conducta producido por imitación. Específicamente, el modelado se refiere explícitamente a la conducta del individuo que se exhibe, aunque no se puede hablar de exhibición de la propia conducta si ésta no se desarrolla ante observadores. En consecuencia y en sentido estricto el modelado hace referencia a la conducta de la persona que actúa como modelo. (Pino, 2000).
Es un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que experimenta el organismo cuando se lo somete a fuertes demandas (Melgosa, 1995, citado por Naranjo, 2009).

Según Velayos (2009) "El sueño es un estado regulado homeostáticamente y enlazado con precisión con el estado de vigilia en el ciclo vigilia- sueño (CV-S)". De ésta forma, el sueño se constituye como un fenómeno activo, el cual ocurre porque el Sistema Nervioso Central lo determina, así se lo concibe como otra etapa de la fisiología que asociada a la vigilia, completará el panorama funcional del ciclo cicardiano.

Trastorno del sueño, encontrado dentro de las disomnias, caracterizado por la dificultad en conciliar el sueño o mantener el sueño, o incluso la dificultad para conseguir un sueño reparador (Ruiz, 2007).

El pensamiento ha sido descrito en la psicología como la capacidad de planear y dirigir en forma oculta una conducta posterior, lo que prevenía de errores o permitía postergar las acciones para posibilitar adaptaciones mejores en duración y efectividad (Melgar, 2000).


Los modos son aquellos subsistemas en los que están organizados las constelaciones de esquemas. El modo es un subsistema de la organización cognitiva, diseñado o elaborado para llevar a cabo ciertos principios adaptativos relevantes a la supervivencia, el mantenimiento, la autoexaltación. El modo ha sido un concepto propuesto para explicar la complejidad de los trastornos psicológicos, que no quedaba satisfactoriamente explicada mediante el concepto de esquema, para explicar la base cognitiva de la personalidad, para explicar también los sesgos sistemáticos que sugerían una organización esquemática más amplia y para explicar la forma del procesamiento de la información de las experiencias emocionales normales y anormales. (Beck 1996, citado por Caro, 2009).




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