Enemigo y conflicto en las emisiones radiales de G.W.Bush

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Descripción



. Estos también son accesibles desde: https://es.wikisource.org/wiki/Discursos_del_Presidente_George_W._Bush [última fecha de acceso 19/08/2015].
. Sobre este tipo de sintagmas existe un caso por demás ilustrativo: "terrorist suspect".
. En uno de los varios artículos publicados por el New York Times sobre este tema puede leerse que en el 2011 un panel de expertos de la Oficina de control gubernamental (Gobernment Accountability Office) encontró que: "el análisis genético de la evidencia realizada por el FBI "no ha demostrado definitivamente" una conexión firme entre las esporas de ántrax enviadas por correo postal y las muestras tomadas del laboratorio del Dr. Ivins en Fort Detrick, Maryland, y más en general, "no era tan concluyente" como el FBI había afirmado". Visto en: http://www.nytimes.com/2014/12/20/science/inquiry-in-anthrax-mailings-had-gaps-report-says.html?ref=topics [última fecha de acceso: 20/08/2015]. La traducción es mía y los encomillados pertenecen al original en idioma inglés.
. Me refiero al grupo de facciones guerrilleras militares denominado como Alianza del Norte Afgana
. La campaña de genocidio de la región kurda que se desarrolló entre los años 1986 y 1989 con un saldo de más de 150.000 civiles asesinados.
. Referencia sobre este hecho en el Discurso radial del 03/05/2003
. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LVN4AG_5wi4 Todos los textos entre paréntesis de este párrafo son extractos de este comunicado. La traducción es mía.

Discurso radial del 15 de septiembre de 2001.
Discurso radial del 26 de enero de 2002.
. A lo largo del corpus se encuentra una gran cantidad de referencias a la necesidad de disponer rápidamente ya que cada minuto cuenta en la guerra contra el terror. Un ejemplo ilustrativo es el siguiente: "Las demoras, la indecisión y la inacción no son opciones para Estados Unidos - ya que podrían conducir a un horror masivo y repentino". [Discurso del 5/10/2002]
. http://www.nytimes.com/2001/10/15/opinion/l-an-anxious-america-haunted-by-anthrax-680362.html
. http://news.bbc.co.uk/2/hi/health/1591353.stm
. "Estaré pidiéndole al Congreso que aumente los fondos para la defensa nacional hasta los 38mil millones de dólares, casi el doble de la cifra actual". [Discurso radial del 23/01/2002.]
. Algunos ejemplos para ilustrar lo anterior: "La primera y la mejor manera para asegurar el territorio nacional de Estados Unidos es atacando al enemigo donde se esconde y hace sus planes, y es precisamente eso que estamos haciendo." [Discurso radial del 08/06/2002.]
"(...)nuestro territorio nacional es vulnerable a ser atacado, y debemos hacer todo lo que esté en nuestro
poder para protegerlo". [Discurso radial del 07/09/2002.]
"La seguridad del pueblo estadounidense depende en que se termine con esta amenaza. Pero la causa de Estados Unidos siempre va más allá de la seguridad estadounidense". [Discurso radial del 01/03/2003.]
. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?t=78&v=fr0THMyiwNM
. Disponible en: http://www.presidency.ucsb.edu/youtubeclip.php?clipid=64069&admin=43
. Este fragmento corresponde al discurso citado en la nota anterior. El inicio de la cita se sitúa en el minuto 4´41´´. La traducción y transcripción son mías.
Discursos radiales del 22/03/2003, 19/04/2003, 21/06/2003, 27/09/2003, 18/10/2003
"Con pruebas o sin ellas, el presidente y sus compinches emitieron negras advertencias sobre la terrible amenaza que Saddam suponía para sus vecinos y para Estados Unidos y sobre sus vínculos con el terrorismo internacional, insinuando claramente que estaba involucrado en los ataques del 11-S. El asalto propagandístico del gobierno y sus medios surtió efecto. A las pocas semanas, un 70 por ciento de los estadounidenses consideraba que Saddam Hussein era "una amenaza inminente contra los Estados Unidos" que debía ser eliminada rápidamente, en defensa propia. Para marzo, casi la mitad creía que Hussein estaba involucrado personalmente en los ataques S-11 y que había iraquíes entre los secuestradores. El apoyo a la guerra guardaba una estrecha correlación con estas creencias"(Chomsky: 2004, 31). Y más adelante prosigue "El analista político Anatol Lieven comentaba que la mayoría de los norteamericanos había sido "engañada"(...) mediante un programa de propaganda que en cuanto a la mendacidad sistemática tiene pocos paralelos en las democracias de tiempos de paz". La campaña de propaganda de septiembre de 2002 también bastó para darle a la administración una exigua mayoría en las elecciones de mitad de período, pues los votantes dejaron de lado sus intereses inmediatos y se resguardaron bajo las alas del poder por miedo al enemigo demoníaco. La magia de la diplomacia pública hechizó inmediatamente al Congreso. En octubre, este confirió al presidente autoridad para declarar la guerra(...)" (Chomsky: 2004, 32).
Enemigo y conflicto en las emisiones radiales de G.W.Bush

Marcelo A. Maito
30/08/2015

El objetivo del presente ejercicio se focalizó sobre el análisis de la construcción de algunos objetos centrales en relación a los atentados del 11 de septiembre del 2001 (11-S) que realizó, el presidente en funciones al momento de los ataques, George W. Bush. La principal fuente utilizada para esto fueron los comunicados semanales de prensa, discursos radiales, grabados y transmitidos en los Estados Unidos, en el período comprendido entre la consumación de los ataques terroristas del 11-S hasta fines del año 2003.

Los objetos construidos a los que me refiero particularmente son "el conflicto (la guerra contra el terror o terrorismo)" y "el enemigo (el terrorista)". Se identificaron las estrategias retórico-discursvas que fueron utilizadas por G.W. Bush en sus comunicados. También se hizo una breve mención de los objetos que pertenecen al discurso de la épica nacionalista estadounidense que se inscriben como parte del hipertexto en donde se anclan las estrategias discursivas.

Las fuentes documentales con las que se trabajó son las transcripciones disponibles en los sitios http://georgewbush-whitehouse.archives.gov/index.html (publicaciones en castellano) y http://www.presidency.ucsb.edu/index.php (publicaciones en inglés), de acceso público. También están disponibles la mayoría de las grabaciones originales en ambos sitios. La utilización de las transcripciones en castellano permitió evitar el trabajo de traducción y transcripción para trabajar sobre los textos pronunciados por G.W. Bush. Sólo fue necesario remitirse a los textos en inglés y a las grabaciones cuando surgieron dudas al respecto de la pronunciación de sintagmas lógicamente contradictorios o gramaticalmente cuestionables. El corpus adoptado para el trabajo constituyen los discursos radiales del 15/09/2001 al 01/11/2003. También se tomaron las declaraciones televisivas de las fechas clave, atentados del 11-S (11/09/2001), el aniversario de los atentados del 11-S (11/09/2002/) y el pronunciamiento frente a Naciones Unidas del 12/09/2002.

Para lograr lo anterior se tuvo en cuenta la estrategia del análisis contrastivo, la cual "(...) permite delimitar formaciones discursivas, el estudio de la conformación de objetos discursivos a lo largo de un texto y el reconocimiento de operaciones de reformulación interdiscursiva" (Arnoux: 2006, p. 10).
Además se hizo hincapié en detectar y analizar las rupturas en el discurso oficial acerca del terrorismo, del terrorista y de los ataques del 11-S.
Finalmente se realizaron algunas observaciones sobre comentarios en relación a la opinión pública en Estados Unidos luego de los atentados del 11-S.

Breve reseña sobre la versión oficial de los hechos.

En la mañana del 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones comerciales Boeing fueron secuestrados por comandos terroristas de la organización Al-Qaeda para perpetrar los conocidos y brutales atentados sufridos por los estadounidenses en los estados de Nueva York, Virginia y Pensilvania, aunque este último el avión no alcanzó ningún objetivo, estrellándose en un descampado. Los ejecutores de estos actos fueron identificados por el gobierno de EEUU en apenas 72 horas. Conformaban un grupo de diecinueve personas de origen árabe de los cuales quince eran saudíes. También había dos emiratíes, un egipcio y un libanés.

Una semana después del 11-S, se notificó sobre la presencia de un compuesto biológico, carbunco, también denominado ántrax, en varias decenas de cartas distribuidas por el correo postal de EEUU, causando la muerte de cinco personas e infectando a otras veintidós. Posteriormente se conoció que la cepa fue desarrollada en EEUU, específicamente en el organismo encargado de las investigaciones médicas infecciosas del ejército estadounidense, del programa de biodefensa. Se acusó a uno de los principales asesores del FBI, Bruce Ivins, quien se desempeñaba en la sección del ejército mencionada arriba. Bruce Ivins se suicidó en julio de 2008 antes de comparecer frente a la justicia. En agosto del mismo año se lo declaró culpable de los ataques, aunque todavía se discute la culpabilidad del microbiólogo, siendo un caso que parece haber estado lejos de presentar certezas según múltiples fuentes periodísticas.

El 7 de octubre de 2001, casi un mes después de los ataques del 11-S, EEUU inició la invasión a Afganistán junto con la OTAN y sectores armadas de ese país que se oponían al régimen talibán, ante la negativa de este último de entregar al supuesto líder de la organización terrorista Al-Qaeda, Osama Bin Laden, el supuesto autor intelectual de los infames ataques. El 13 de noviembre de ese año, fue tomada la capital del país, Kabul, y depuesto el gobierno talibán. Sin embargo, no se pudo capturar a Osama Bin Laden, quien fue declarado muerto por la administración del actual presidente B. Obama en el año 2011, luego de una incursión militar por agentes de fuerzas especiales estadounidenses.

El 20 de marzo de 2003, EEUU y Gran Bretaña iniciaron la invasión a Iraq, aduciendo que Saddam Hussein poseía y desarrollaba armas de destrucción masiva (ADM), apoyaba financiera y militarmente a células terroristas en medio oriente y otras regiones del mundo, y que estaba ligado con los ataques del 11-S. También se lo acusó de sus probados crímenes contra minorías étnicas en su país y otras tantas violaciones a los Derechos Humanos consagrados en la Carta de Naciones Unidas. El uso de la fuerza militar no tuvo el visto bueno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que sin embargo no frenó la escalada bélica. Otros países de la OTAN se unieron a la cruzada bajo la pretensión de la ayuda humanitaria, como son los casos de España e Italia, aún con una amplia mayoría de su población en contra de esta determinación. En tan solo veinte días, el 9 de abril, lograron derrocar el gobierno de Saddam Hussein. El 1 de mayo de 2003, el presidente George W. Bush proclamó el fin de las principales operaciones militares de la invasión desde la cubierta del portaaviones USS Lincoln. Finalmente, el ex-presidente iraquí fue ejecutado por crímenes de lesa humanidad, bajo la autoridad de un tribunal conformado por juristas iraquíes a las órdenes fuerzas de ocupación, en el día 30 de diciembre de 2006.


Construcción de los objetos y estrategias retórico discursivas.

Definiciones sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001.

A las 9pm del 11 de septiembre de 2001 George W. Bush emitió un comunicado televisivo a su país, y al mundo, en el cual realizó la primera definición de los atentados terroristas (actos despreciables de maldad y terror), mencionando los "blancos" o "targets" de los ataques (nuestros conciudadanos, nuestra forma de vida, nuestra libertad), los objetivos ("estos actos de asesinato fueron pensados para asustar y dejar a nuestra nación en el caos y en el retroceso") así como las causas ("Estados Unidos fue blanco de un ataque porque somos el faro más brillante de la libertad y la oportunidad en el mundo") y los efectos ("pero han fracasado, nuestro país es fuerte (...) los ataques terrorista pueden sacudir los cimientos de nuestras construcciones más grandes pero no pueden tocar los cimientos de EEUU. Estos actos rompen el acero, pero no pueden romper el acero de la determinación estadounidense"). También comenzó a delinear un nosotros inclusivo que designó a un grupo constituido y abierto a nuevos miembros: "EEUU, nuestros amigos y aliados se unen a todos aquellos que quieren la paz y la seguridad en el mundo y estamos juntos para ganar la guerra, contra el terrorismo", lo cual posteriormente se desarrolló como el mundo de civilización, libertad y prosperidad frente a un mundo de terror, opresión y miseria. Seguidamente remarcó lo que se puede definir como "altruísmo bélico norteamericano", que forma parte del discurso de la épica nacionalista estadounidense: "(...) seguimos adelante para defender la libertad y todo lo que es bueno y justo en nuestro mundo"; la pretensión de hacer la guerra como sacrificio por el bien de los demás, por los valores humanos y por el respeto de estos en el mundo.

En esta primera instancia se instaló el acto terrorista fuera del campo político-ideológico construyéndolo como un acto de maldad. Esta caracterización se encuentra fuera del mundo de los hechos políticos (como pueden ser los actos de desobediencia, rebelión, insurrección, revolución o guerra entre otros ejemplos), pertenece al mundo de lo individual o lo religioso. La violencia ejercida contra civiles, las víctimas, se configura como un hecho criminal y no como un hecho de carácteres políticos aunque por supuesto, tienen consecuencias políticas. Sin embargo, queda claro que el ataque es definido no como parte de una disputa político-ideológica por la hegemonía del mundo sino como se dijo anteriormente, un acto de maldad, un acto de terror, a raíz del cual y por el cual EEUU vio la maldad. Esta primera caracterización que realizó el ex-presidente Bush configuró un nuevo tipo de terrorista, despojado de raíces políticas e históricas. Ya no es un terrorista anclado a una ideología de características identificables, como lo eran los guerrilleros marxistas-leninistas, sino que este nuevo enemigo se configura en actos pos-ideológicos, actos de maldad que tienen como fin el mal. Eliminada la amenaza soviética, y la doctrina soviética del guerrillero del mundo bipolar, surge una nueva amenaza y un nuevo enemigo: "Este será otro tipo de con icto contra otro tipo de enemigo".

Sobre este recurso de la indefinición tanto del enemigo como del conflicto giraron los comunicados radiales analizados en los cuales el ex-presidente G.W.Bush se refirió a los acontecimientos del 11-S y su posterior evolución. Sobre estos ejes también se construyeron los objetos que son el foco de este ejercicio, las definiciones que hizo la administración Bush acerca de la guerra contra el terror, el terrorista, y el carácter de EEUU. De esta manera se empezó a conjugar la contradictoria identificación de una guerra dislocada, multiespacial, multifacética, y al mismo tiempo sin espacio y sin tiempos definidos, donde sólo pueden ser identificadas las batallas, a medida que se avanza en la guerra contra el terror: "Nuestra lucha contra el terrorismo comenzó en Afganistán, pero no terminará allí. Los Estados Unidos no debe descansar hasta que todo grupo terrorista de alcance mundial haya sido encontrado, detenido y derrotado".

Este nuevo enemigo, movido por la "ideología del mal", se configuró dentro de la estrategia retórica del uso de determinaciones dicotómicas. Frente a ellos que "no tienen consideración por la vida de gente inocente" que son, "despiadados e implacables" y "enemigos de la libertad", existe un nosotros, Estados Unidos, que "En todo el mundo, estamos enfrentando la amenaza del terrorismo para lograr un mundo más seguro", "representamos el avance de la libertad, la oportunidad y la esperanza" y que luchamos por la libertad, por la seguridad y la paz del mundo. Así se estructuró el discurso bajo pares dicotómicos como: el Bien – el Mal, la Civilización – los Regímenes Malvados; una larga lista de denominaciones "Nosotros – Ellos" que presentan estas características y que trazan la línea divisoria entre un bien encarnado por la coalición mundial contra el terror, el mundo occidental, la libertad, el progreso; y un mal "encarnado" por "el terrorismo, la pobreza y los regímenes malvados que buscan armas de destrucción".

Otro recurso que utilizó, y que va de la mano de la conceptualización de la guerra sin tiempo y espacio definidos, fue el de construir un discurso de temor por medio de una amenaza latente y de una necesidad de actuar rápidamente. Esta amenaza latente siguió el mismo curso que las conceptualizaciones de "la guerra contra el terrorismo" y "el terrorista", es decir, es un concepto despojado de cualquier indicio de realidad material definida; un ente sin rostro. Esta modalidad de la enunciación se repitió desde el principio y perduró más allá de las guerras de Afganistán e Irak, donde sí se definieron los campos de la guerra y los enemigos, o por lo menos los líderes de los enemigos, Bin Laden y Saddam Hussein. Junto con sus definiciones inespecíficas y los recursos retóricos que le son propios, se configura como el trasfondo, el hipertexto, de la campaña bélica contra el terrorismo. Funciona como el cemento de contacto que articula y permite pegar las piezas sobre la imagen de un rompecabezas que tiene contornos difusos.

Este carácter opaco de la amenaza, y el enemigo que la porta, se identifica de forma notoria en la emisión del 3/11/2001, referido a los ataques con Ántrax. G.W. Bush caracterizó estos hechos como "una segunda ola de ataques terrorista" sin precedentes e instó a la población a que tomara "precauciones adecuadas" tales como "examinar el correo con cuidado antes de abrirlo", "avisar a su médico si cree que ha sido expuesto al Ántrax" y a comunicar a las autoridades "cualquier cosa sospechosa" o "información útil", sin sugerir ninguna herramienta que permita al ciudadano común construir un mapa para identificar informaciones útiles, detectar síntomas o tomar precauciones adecuadas. Tampoco existen pistas sobre los perpetradores de estos hechos que en sus palabras podían ser los mismos terroristas del 11-S, otros terroristas internacionales o terroristas domésticos. La sospecha, lo útil y el síntoma quedan disponibles para ser llenados con la exclusiva subjetividad de quienes escuchan. Nuevamente no hay definiciones para identificar el problema y actuar en consecuencia con cierta certeza o eficacia. Parece que existió una dislocación por parte del gobierno o como mínimo un llamado a la colaboración para con este, instando a los ciudadanos a que remitieran la información útil al gobierno, invirtiendo en parte los roles que correspondían al caso. Sea como fuera, la cualidad y la profundidad del temor implantado en la población, dados los hechos y la manera en que el gobierno de Estados Unidos los enmarcó en función de lo enunciado, difícilmente pueda ser precisada. Sin embargo diversos testimonios parecen indicar que existió un temor intenso, así como diversas respuestas del público en general que acudió al mercado para proveerse de máscaras anti-gas, antibióticos y otros elementos frente a la incapacidad del gobierno para generar determinaciones precisas, frente a lo elusivo de la amenaza y su portador, lo que posiblemente causó una incertidumbre considerable en sectores de la población.

En suma, existió un doble movimiento (amenaza local y amenaza en medio oriente; amenaza latente y amenaza manifiesta; terroristas locales y terroristas internacionales o desconocidos), efectuado por un enemigo que todavía "se presenta" en un carácter abstracto, una sombra, un fantasma que todavía no encarna. Este doble movimiento fue piedra angular de la estrategia discursiva que la administración Bush usó como pivote frente a la opinión pública para justificar no sólo la guerra emprendida en Afganistán, la guerra que se estaba preparando en Irak, y las eventuales guerras del futuro; sino también como una nueva organización de los recursos económicos en lo que podría definirse como una "economía del terrorismo". La defensa de Estados Unidos se destacó como una prioridad absoluta. Esta defensa debía articularse tanto en el "aquí" que conforma el territorio de Estados Unidos, como en el "allá" que configura lo exterior a él y que denomina un lugar asignado de forma genérica pero que siempre está sujeto a ulteriores redefiniciones. A partir de este "allá" se configuró la justificación de la guerra, la causa justa, no sólo de EEUU sino del "mundo". Es una pieza central en la justificación de la administración Bush para las incursiones y las acciones militares que venía realizando en medio oriente y las que realizaría después a una escala mayor.
Esto se expone de forma manifiesta en las palabras pronunciadas por el mismo G.W. Bush el 29 de septiembre de 2011, 14 días después de los atentados y 8 días antes del inicio de operaciones militares en Afganistán:
Como todas estas acciones indican, nuestra guerra contra el terror abarcará más que los campos de batalla y las cabezas de playa del pasado. Esta guerra se librará dondequiera que los terroristas se escondan, corran, o conspiren.

El 17 de mayo de 2003, 16 días después de dar por finalizada las principales operación de la invasión en Iraq se refiere en los mismos términos:
Con la liberación de Iraq y Afganistán, hemos desplazado a aliados de Al-Qaida, hemos aislado a las fuentes de nanciamiento de los terroristas y nos hemos asegurado que ninguna red de terroristas obtendrá armas de destrucción masiva del régimen de Saddam Hussein. Estas dos batallas fueron victorias importantes en la guerra más grande contra el terrorismo.

La encarnación del enemigo. Saddam Hussein y su régimen de opresión.

En el aniversario de los atentados del 11-S, en un mensaje televisado a los estadounidenses, G.W. Bush hacía alusión al enemigo y lo relacionaba con los mismos términos: enemigos indeterminados, opresores de almas y mentes, civilización, amenaza, ADM; y en oposición a ellos, la grandeza de EEUU, defensores de la libertad, la causa de la dignidad humana, la esperanza de la humanidad. Un día después se dirigió a los Jefes de Estado en la Reunión de las Naciones Unidas y presentó el tema de la misma forma, utilizando los mismos términos y la misma estrategia retórica del terrorismo dislocado, oculto, diseminado, para luego colocar la pieza de S. Hussein y el régimen iraquí como parte de ese rompecabezas que es el edificio de esta amenaza para el mundo y de la cual Estados Unidos es la esperanza de la humanidad: "Por encima de todo, nuestros principios y nuestra seguridad son desafiados hoy por grupos al margen de la ley y regímenes que no aceptan ninguna ley sobre moralidad y no tienen límites en sus violentas ambiciones. En los ataques sobre Estados Unidos hace un año vimos las intenciones destructivas de nuestros enemigos. Esta amenaza se esconde en muchas naciones, incluida la mía; y células y campos de terroristas están tramando más destrucción; y construyendo nuevas bases para su guerra contra la civilización. Y nuestro mayor temor, es que los terroristas encuentren un atajo a sus locas ambiciones, cuando un régimen fuera de ley los provee con tecnologías, para matar a escala masiva. En un lugar, en un régimen, encontramos todos estos peligros, en las formas más letales y agresivas, exactamente la amenaza que por las que las Naciones Unidas nacieron para confrontar. Hace 12 años Irak invadió Kuwait (…). Si Saddam Hussein no hubiera sido detenido, hubiera puesto en peligro la paz y la estabilidad del mundo (…) Habiendo roto cada compromiso, por sus engaños y sus crueldades, Saddam Hussein ha hecho un caso contra él mismo. (...)La historia, la lógica, los hechos llevan a una conclusión, el régimen de Saddam Hussein es un grave y creciente peligro. Sugerir otra cosa es oponer la esperanza a la evidencia. Asumir que este régimen tiene buena fe es apostar la vida de millones y la paz del mundo en una apuesta temeraria. Y este es un riesgo que no debemos tomar. (…) Todo el mundo enfrenta una prueba, y las naciones Unidas un momento difícil y definitorio ¿Serán nuestras Resoluciones de seguridad honradas y aplicadas o dejadas de lado sin consecuencias? ¿Se pondrán las Naciones Unidas al servicio de sus propósitos fundadores o serán irrelevantes?"

Repentinamente, el conflicto y el enemigo encontraron nuevos cuerpos. Éstos permitieron identificar de manera positiva, en una determinada materialidad, a la batalla y al terrorista. La amenaza se conjugó en Saddam Hussein, el régimen Iraquí, e Iraq, términos que se usaron indistintamente en muchas ocasiones, y por lo tanto, se los asoció a los mismo principios, valores y efectos (lo que responde al uso de los recursos de metonimia y sinécdoque). En los discursos radiales, se mencionó a Saddam Hussein por primera vez en el comunicado del 14 de septiembre del 2002 y se lo caracterizó como un "opresor que busca armas de destrucción masiva, que apoya a grupos terroristas y que ha mostrado ser un peligro serio y creciente". Por otro lado, instó al Congreso de Estados Unidos y a la comunidad internacional a tomar posición: "La cuestión es muy sencilla: Debemos escoger entre un mundo de temor y un mundo de progreso. Debemos defender nuestra seguridad, y las exigencias de la dignidad humana. Por herencia y por elección, Estados Unidos tomará esa posición. La comunidad mundial debe igualmente hacerlo". En esta ocasión se dejó de lado el recurso de la pregunta retórica utilizado en Naciones Unidas para realizar una afirmación sobre lo que es moralmente correcto, lo que se debe hacer y lo que se debe ser, un miembro de la coalición mundial dirigida por Estados Unidos.

De aquí en adelante Saddam Hussein, Iraq y el régimen iraquí fueron asociados a la opresión de minorías, violaciones de DDHH, arrestos arbitrarios, ejecuciones, torturas por golpes, quemaduras, electrochoques, mutilaciones, ántrax, armas biológicas, armas nucleares, técnicos y científicos nucleares, uranio enriquecido, misiles Scud, hambre, miseria, ciudadanos iraquíes inocentes, peligro, entre otras.

Saddam Hussein
tiene los cientí cos y la infraestructura para un programa de armas nucleares
continúa apoyando a grupos terroristas y oprimiendo a su población civil
violó estas diez y seis resoluciones
ha usado estas armas de muerte contra iraquíes inocentes, y tenemos elementos para creer que las volverá a usar
este hombre cruel y peligroso
ya ha usado armas de destrucción masiva para matar a miles de personas
admitió que tiene un programa de armas biológicas
es un peligro para sus vecinos y para la paz del mundo
Posee armas de terror.
Proporciona nanciamiento y entrenamiento y albergue a terroristas
un hombre peligroso y brutal
es un dictador despiadado
Iraq:
ha ofrecido entrenamiento a Al-Qaida en armas químicas y biológicas
ha enviado a expertos en fabricación de bombas y falsi cación de documentos a trabajar con Al- Qaida
está dando asilo a una red de terrorismo encabezada por un importante plani cador terrorista de al-Qaida
tiene por lo menos siete fábricas móviles para la producción de agentes biológicos – equipos montados en camiones y sobre rieles para evitar ser descubiertos

El Régimen de Iraq:
nancia y patrocina al terror.
tiene la intención de colocar a gente inocente alrededor de instalaciones militares para que sirvan de escudos humanos
un régimen despiadado que amenaza la paz con armas de homicidio masivo
está construyendo más proyectiles de largo alcance que podrían causar la muerte masiva en toda la región
según el gobierno Británico, podría lanzar un ataque biológico o químico en apenas cuarenta y cinco minutos
practica la violación de mujeres como método de intimidación, así como la tortura de quienes no están de acuerdo y de sus hijos
El peligro para América del régimen Iraquí es grave y cada vez mayor
tiene un historial nefasto de atacar sin aviso
continúa con una campaña complicada para ocultar sus materiales de armas, y para esconder o intimidar a expertos y cientí cos claves

Sin ser la anterior agrupación de carácter exhaustivo el predominio cuantitativo estuvo puesto en Saddam Hussein y el régimen iraquí. Sin embargo entre los tres términos no hay diferencias cualitativas en lo que constituyó la amenaza para Estados Unidos y el mundo, apelando a una equivalencia, con referencia a este sentido, entre los mismos. Armas de destrucción masiva; entrenamiento, financiación del terrorismo y connivencia con los terroristas. La diferencia cualitativa, diferencia que se expuso como una justificación adicional para la intervención armada, se dio por un lado entre los significantes Saddam Hussein y régimen iraquí, del cual él fue el principal referente; y el término Iraq, por el otro lado. Este último incluye a su pueblo, que fue construido como víctima de Saddam Hussein y del régimen, por lo que se apeló a no construir definiciones morales sobre Iraq, sino pura y exclusivamente definiciones sobre hechos (ciertos o no, comprobados o no). Las caracterizaciones ético-morales cayeron sobre los otros términos y de esto se valió el gobierno de los Estados Unidos cuando reclamó la justicia de su causa, el ingreso de Iraq al mundo civilizado frente a las Naciones Unidas y la opinión pública mundial, y por supuesto, el público norteamericano. Como ya se remarcó antes, la causa de la guerra contra el terror se presentó como una indeterminación que la trascendió a ella misma, incorporando para sí la defensa de la dignidad humana y los derechos de los pueblos a vivir libremente. También se apeló a la "autoridad" británica, como estrategia para legitimar sus propias definiciones sobre el régimen. Esta estrategia del altruismo o "la nobleza americana" pretendió justificar la invasión afirmando:
"Nuestros esfuerzos ayudarán a que Iraq recobre su noble tradición de educación y que vuelva a formar parte de la familia de naciones",
"Nuestra coalición está ayudando al pueblo de Iraq a construir una nación segura, llena de esperanza, la cual servirá como ejemplo de libertad para todo el Medio Oriente",
"nos dedicamos a mejorar las vidas del pueblo de Iraq después de tres décadas de tiranía y opresión",
"Operación Iraq Libre para proteger a nuestra seguridad y liberar a un pueblo oprimido",
"Nuestra causa es justa- la seguridad de las naciones que servimos y la paz del mundo"

Al principio de este apartado se marcó la irrupción de Saddam Hussein en la escena discursiva de la guerra contra el terror. Este momento se constituyó como un punto de ruptura en lo dicho acerca de la guerra del terror, los terroristas y sus promotores por la administración Bush. La dislocación, la mistificación del terrorista como un no-cuerpo se materializó a partir de allí en la figura de Saddam Hussein y ese gobierno. Justamente a partir de ese momento, la centralidad del enemigo fue absorbida en su figura, se lo construyó como el arquetipo del terrorista, como agente del terrorismo internacional, enemigo de Estados Unidos, del mundo libre y de la civilidad, en un esquema del cual era sólo una parte, sólo un terrorista de un grupo indefinido de terroristas, sólo una batalla de la guerra ¿A qué se debe este giro, esta conceptualización, esta condensación del mal en Saddam Houssein? ¿Por qué ahora y no en 1985, o cualquier otro momento, conocidos sus actos criminales con mucha anterioridad a los acontecimientos del 11-S, sobre los cuales no sólo no se ha probado vinculación sino que además, Hussein tenía una visión laica y antagónica a la de Al-Qaeda y O.Bin Laden, con quien se lo pretendió relacionar? Sea cual sea la respuesta, la operación se inscribió en una trama que condensó más un año de discursos difusos sobre un enemigo y un conflicto por distintos medios y en distintas instancias que van más allá del corpus analizado, además de una elección de medio término en los Estados Unidos. Según fuentes estadounidense citadas por Noam Chomsky "la "amenaza inminente" de Iraq se convocó justo a tiempo, en septiembre de 2002. Reconociendo sus vulnerabilidades en temas nacionales, "la administración hace campaña para sostener y aumentar su poder con una política de experimentación temeraria a nivel internacional, novedosas y radicales estrategias militares preventivas y la avidez de un choque con Iraq políticamente ventajoso y programado con toda precisión" Para la campaña electoral de mitad de período la táctica resultó... por muy poco. Aunque los votantes "creen que a los republicanos les importan más las grandes firmas privadas que los americanos del común", confían en ellos en asuntos de seguridad nacional. (…). El miedo fabricado proporcionó el soporte popular a la invasión de Iraq (...)" (Chomsky: 2004, 175-176).
Noam Chomsky también advirtió el éxito político de una "estrategia comunicacional" que incidió efectivamente en la opinión pública estadounidense. Afirma que el gobierno de Bush, junto con los medios de comunicación, instaló a Saddam Hussein como una auténtica amenaza contra EEUU, lo que exigía una acción directa contra él. La opinión pública estadounidense adoptó esta definición y revalidó en las elecciones de medio término al gobierno republicano .
En un reputado texto de E. Noelle-Neumann (Noelle-Neumann, 1992) sobre la opinión pública, se incorpora un extracto del "Tratado de la naturaleza humana" de D.Hume que fundamenta la cuestión de la opinión pública y su relación con el gobierno de manera categórica: "Nada resulta tan sorprendente a los que observan los asuntos humanos con mirada filosófica que la facilidad con que unos pocos gobiernan a muchos. Y la docilidad implícita con la que los hombres someten sus propios sentimientos y pasiones a los de sus gobernantes. Si indagamos cómo se produce este milagro, descubrimos que los gobernantes no tienen nada que les sostenga excepto la opinión. El gobierno, pues se funda, sólo en la opinión. y esta máxima se aplica tanto a los gobiernos más despóticos y militares como a los más libres y populares" (Ibid., Cap 6., subrayado de la autora).
Finalmente y concluyendo, el análisis de este trabajo y la bibliografía revisada para el mismo parece apuntar a que el recurso del discurso del miedo fue una constante en la política comunicacional de la administración Bush, a raíz de lo cual pudo imponer los objetivos de su gobierno no sólo en la arena internacional sino en su país.

Comentario final.

A lo largo de este ejercicio se abordó un corpus con el objetivo principal de analizar la construcción que hizo la administración Bush sobre los objetos "enemigo" y "conflicto" a través de sus discursos radiales. Se pudieron identificar las características de estos elementos en las dos fases que se analizaron, estableciéndose como punto de ruptura la irrupción en la escena discursiva de Saddam Hussein, quien fue presentado como la amenaza para EEUU y el mundo, como "el terrorista". Del mismo modo se vio cómo "el conflicto" se ancló dos referentes particulares, Afganistán e Iraq, siendo sin embargo dos batallas dentro de una Guerra a la cual no se dio por terminada, evitando el punto de sutura y permitiendo la incorporación de nuevos campos por batallar en el futuro. Se analizó esta "estrategia de la indeterminación", junto con los recursos retóricos que fueron subsidiarios de ella, y finalmente se trató el aspecto del diferencial semántico entre los términos Iraq, régimen de iraq y Saddam Hussein.
También se analizó la estrategia del miedo, especialmente en el caso de los ataques de ántrax, un texto elocuente en cuanto a esta forma de enunciación.
Por último se sugirió una de las posibles causas de la presentación de Saddam Hussein como una amenaza en el momento preciso en que se hizo, citando fuentes estadounidenses informadas sobre esta temática.







Referencias bibliográficas


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