En defensa del legado: Metafísica XII y su raigambre platónica

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I Jornadas Nacionales de Filosofía del Departamento de Filosofía

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Buenos Aires



En defensa del legado: Metafísica XII y su raigambre platónica

Julia Rabanal (UBA)





Existe un famoso proverbio que reza "amicus Plato, sed magis amica
veritas" (soy amigo de Platón pero más de la verdad), el cual parece
encontrar su marco contextual en Ética Nicomaquea 1096a 11-17, párrafo
introductorio a su refutación de la idea platónica del Bien. La critica
allí presente estaría destinada a los que "han introducido las ideas", en
otras palabras, a Platón y sus seguidores. Sin embargo, ha de notarse que
Aristóteles sólo se dirige a Espeusipo. Nunca menciona a Platón. Según
indica Fernando Pascual[i] en un trabajo que recoge historiográficamente
los orígenes de esta frase, habría indicios que mostrarían en el Estagirita
una actitud cautelosa hacia las enseñanzas de su maestro y, además, amigo.
Pero es extraño concebir un comportamiento tal por parte de un filósofo
como Aristóteles, devoto investigador de la ciencia de los principios y las
causas[ii].
La ambigüedad que encierra colocar frente a frente el proverbio latino
y la actitud descrita anteriormente pone en jaque aquella oposición bien
conocida desde la antigüedad que, estimulada por sus contemporáneos,
situaba a Aristóteles como representante de una actitud diferente frente a
la de Platón. Sin embargo, de eliminar la ambigüedad y despejar esa x,
daríamos cuenta que en realidad Aristóteles se había erigido en crítico de
la doctrina oficial de la Academia, representada por Espeusipo, y luego
Jenócrates. Y este movimiento negativo es acompañado en simultáneo por
otro, el cual, de acuerdo con Werner Jaeger[iii] lo posicionaba como
defensor del legado de Platón. Tales indicios son atestiguados, según
Jaeger[iv], en Metafísica Λ, donde Aristóteles busca sustituir las Ideas
Trascendentales por su teoría del Primer Motor Inmóvil, principio del
movimiento al que, según Düring[v], dota de todas las propiedades de la
Idea del Bien platónica.
En vistas a poder vislumbrar este enfoque alternativo, nos serviremos de
la noción de "zona de tensión dialógica", enfoque desarrollado por Claudia
Mársico, que estructurará nuestro trabajo en las tres secciones que lo
delimitarán.

I. Zona

De acuerdo con Jaeger[vi], Aristóteles llega a la Academia en 368/7,
momento en el que Eudoxo de Cnido es su escolarca. Aquél ya no era el lugar
que había sido plasmado en el Banquete[vii]: se habían dejado de escuchar
las palabras de Sócrates en boca de Platón, quedando así en un olvido que
solo podía ser recobrado a través de la lectura de diálogos como Fedón,
Gorgias, República y Banquete.[viii].
Con la muerte de Platón[ix] en 348/7, sus discípulos se vieron en la
tarea de discutir sus doctrinas, llevando a cabo una serie de objeciones
así como de reformulaciones de lo dicho por su maestro. En el marco de la
teoría de las Ideas, Espeusipo, sobrino y sucesor de Platón, proponía bajo
la influencia del pitagorismo, la sustitución de los Números Ideales por
los Números Matemáticos como la realidad fundamental, conservando así la
insostenible "separación" del universal y abandonando como ello la
relación con el mundo sensible[x]. Así, ninguna de las entidades
pertenecientes a la esfera del Ser haría contribución alguna al ser de los
otros[xi], con lo cual el mundo no sería una unidad[xii], sino algo
"episódico, como una mala tragedia"[xiii], esperando alcanzar el Bien,
último grado de la evolución, tanto en la naturaleza como en la
cultura[xiv].
Tiempo después, alrededor del 339/8, éste sería sucedido por Jenócrates,
quien había huido de Atenas hacia Asos junto a Aristóteles tras la llegada
al poder de Demóstenes y el partido anti-macedónico. Éste improvisa un
hibrido entre las posturas de Espeusipo y Platón[xv], en el que propone
identificar las "esencias" matemáticas con las Ideas consideradas por
Platón como números[xvi]. En dicho periplo Aristóteles comienza a gestar
la Metafisica, en cuyo formato original, según Jaeger, se encuentra el
libro Lambda, donde ya estaban esbozadas la critica a las formas de
platonismo presentadas[xvii] (la de Espeusipo que no mantiene las Ideas y
la de Jenocrátes, que si lo hace), y donde apostará por un mejoramiento de
la doctrina platónica[xviii].
Desde el comienzo de Lambda, somos introducidos a la discusión sobre los
principios y las causas de la entidad, donde hay unanimidad por parte de
los actores en el hecho de que existen tres tipos de entidades: una
sensible[xix], una eterna corruptible, y una eterna incorruptible. Siendo
ésta última causa del movimiento eterno y continuo, en Lambda 6 Aristóteles
ofrece dos argumentos por los cuales demuestra su existencia. Por un lado,
con la doctrina de la eternidad del movimiento, comprueba que si el
movimiento[xx] se generase o corrompiese[xxi], admitiríamos que hay un
pasaje desde el momento en que no existe a otro momento en el que pasa a
existir, un "antes" y un "después"[xxii], y esto, como dice Aristóteles, es
imposible. De esta forma, el movimiento que corresponderá al Primer Cielo
será eterno. Más aún: el movimiento requiere de un principio capaz de mover
(kinetikón) o capaz de producir (poietikón), aunque con la especificación
de que no tenga potencia alguna (1071 b12). La sustancialidad del
principio, por tanto, debe ser energeia[xxiii], en tanto posee la
realización plena de su capacidad de mover. Tampoco puede haber una
potencialidad pre-existente en lo referido a la causa del movimiento
eterno, como indica el argumento de la primacía del acto respecto de la
potencia. Con lo cual, quedan así desestimadas las posturas de los teólogos
y filósofos de la naturaleza. Pero también lo propuesto por Platón: por un
lado, que las Formas o Realidades Matemáticas puedan transmitir movimiento,
y por otro lado, el hecho que se coloque como principio del movimiento al
Alma del Mundo, cuando existe con anterioridad a ella el Demiurgo, su
creador (Timeo 34bss).
Aquello que mueve al Primer cielo con movimiento incesante es entidad,
eterna y en acto. Pero, a diferencia de aquél, que mueve y es movido a la
vez como intermedio, mueve sin estar en movimiento. Cumpliendo con el
tantrum de que "siempre ha de haber alguna explicación" (1071b 35),
Aristóteles nos dice que mueve como lo deseable y lo inteligible[xxiv].
Según During, estos conceptos, conocidos por la actividad racional,
pertenecen a la columna de los positivos de la tabla pitagórica de los
contrarios, junto con "lo bello", "lo elegible, "lo uno" y "lo bueno".
Aquella entidad, poseerá a todos estos como atributos, puesto que se define
como "lo primero", lo mejor, que "mueve en tanto amado" (1072b3), cuya
influencia[xxv] es descrita por Charles Kahn[xxvi]: los cielos están
motivados por el deseo racional hacia lo mejor, así como los seres humanos
y los animales son movidos para perseguir lo que les parece bueno. Todo
aspira a la condición de la divinidad, la cual influencia las
potencialidades hacia su realización en acto y hacia la adquisición de su
forma específica[xxvii]. Todo se dirige y es dirigido por el Primer Motor:
"de un principio tal penden el Universo y la Naturaleza" (1072b10).
Finalmente, sirviéndose de la analogía con el pensamiento
humano[xxviii], se indica que su actividad será la más perfecta, puesto que
se tiene a sí mismo como objeto de su contemplación[xxix]. Pero será
también la más placentera, puesto que, según Et. Nic. X 4, 1174 b31-33, el
placer se produce cada vez que se realiza una actividad que es fin en sí
misma. De acuerdo con Enrico Berti[xxx], el acto del pensamiento es
vida[xxxi]: no se puede pensar sin estar vivo, pues quien esta inerte no
piensa. Así, el Primer Motor Inmóvil, viviente eterno y feliz (1072b15-25),
se erige como Dios.
Hasta aquí hemos sido testigos de la construcción del edificio
aristotélico. En este proceso Platón es invocado en cada uno de sus pasos,
a diferencia de sus otros dos adversarios. Iluminados por nuestro
propósito, quizá podríamos entender esto como señal de que se sirve de
algunos de sus conceptos aunque tímidamente, como por ejemplo la diferencia
entre lo que parece bello y lo que realmente es bello así como el concepto
del Eros, presentes en Banquete y Fedro[xxxii]. Sin embargo, otros calarán
profundo en su imaginario, lo que pasaremos a mostrar a continuación.


II. Tensión

Para el año 335/34 Aristóteles regresa a Atenas, habiéndose separado de
Jenócrates, quien ya era la cabeza de la Academia en ese momento. Es en
esta época de la gran reforma del calendario ático[xxxiii], a cargo de
Calipo, discípulo de Eudoxo, que encontramos fechado el capítulo 8 del
Lambda[xxxiv]. Según Jaeger, es el contacto con el sistema de las esferas
de uno y otro lo que estimula en Aristóteles la construcción de la doctrina
de los motores inmóviles[xxxv]. Sin embargo, no debemos desestimar que debe
su cosmología al Timeo de Platón, lo que en lo sucesivo pondremos de
manifiesto como influencia principal[xxxvi].
Habiendo definido al Primer Motor como una entidad eterna e inmóvil,
carente de magnitud, a continuación Aristóteles se pregunta si hay solo una
entidad de este tipo o más de una, y de ser así, cuántas son[xxxvii]. La
cuestión es suscitada por dos motivos: criticar a Platón y sus seguidores,
quienes no habrían especificado el número de las Ideas, entendidas como
Números, y por otro lado, determinar el número de movimientos en el
Universo. Aristóteles esboza el siguiente argumento: además de la
traslación simple del Todo, operada por el Primer Motor, existen otras
traslaciones eternas, la de los planetas, cuerpos que poseen el movimiento
circular, el cual también es eterno y sin interrupción. Bajo el supuesto de
que un motor solo puede generar un movimiento, habría de postularse otras
entidades como ésta, que movieran la esfera en la que se mueven los
planetas, quedando con ello expuesta la necesidad de que existan otros
motores inmóviles. A fin de determinar su número, recurre a la astronomía,
donde la conjunción de las doctrinas de Eudoxo, Calipo, y su aporte
personal (a ser, las esferas antirrotatorias), lo llevan a determinar un
total de 55 movimientos. De lo dicho se deduce entonces que "es evidente
que el universo es uno solo"(Met.1074a31)[xxxviii]. Esto es presentado como
la piedra angular de la postura aristotélica, pero es aquí donde damos
cuenta de su raigambre platónica, operándose en su pensamiento un giro que
nos lleva a confrontarlo con Timeo.
Como primer punto de contacto, percibimos en ciertos pasajes la
oscilación constante con respecto al número de Vivientes, entendidos como
los modelos a partir de los cuales el Demiurgo crea el mundo[xxxix]. Sin
embargo, en 41a 7-d3 éste encarga a los dioses menores el resto de la
creación, en vistas a completar el Universo. Tomando esto como marco,
debemos entender que si los motores del esquema aristotélico tienen las
mismas características que aquel Primero, también serán dioses[xl]. Con
ello, el Estagirita parece entonces establecer una jerarquía[xli] en tanto
"de ellas [los motores] una es primera y otra segunda conforme a la
disposición misma de las traslaciones de los astros" (Met.1073b1), donde se
daría una especie de gobierno (esto lo veremos en el cap. 10). Así es como
"lo divino envuelve a la naturaleza en su totalidad" (1074b1-15). Sin
embargo, en este movimiento de precisar el número de movimientos y/o
motores en 55, existe la duda: en 1074 a 14 se establece que "y si al Sol y
a la Luna no se le asignan los movimientos que decimos, las esferas harán
un total de cuarenta y siete". El problema platónico persiste en cierto
sentido. Esto nos lleva a la pregunta por la pluralidad de mundos, donde
Platón desemboca[xlii], como Aristóteles, en la conclusión de "este
cielo[xliii] es uno, único en su género y generado, y continuará siéndolo"
(31b), un viviente privilegiado[xliv]. Luego en 55c-d retoma esta cuestión
pero esta vez fijando una cantidad posible de mundos que oscila entre uno o
cinco, lo que Francis Cornford ve en dependencia de la cantidad de sólidos
regulares, el resultado de aquella operación efectuada por el Demiurgo, en
la cual otorga a los 'vestigios' de los elementos que vagan en el
Receptáculo una forma geométrica[xlv]. Cierta relación resguarda el
argumento de Aristóteles con éste último en este sentido: si bien los
motores inmóviles, análogos al Primero, carecen de magnitud, no podemos
dejar de observar que existe un número de ellos. ¿Cómo podría solucionarse
esto? Según Martin Zubiria[xlvi], en Met V, 13, 1020 a 12 se define el
concepto de cantidad[xlvii] como la condición propia de lo visible, que
encuentra como sus modos fundamentales a la "pluralidad" (división que
puede concluir en ciertas partes ultimas e indivisibles de que algo se
compone) y la "magnitud" (división que, al no poder concluir en partes
ultimas, admite la posibilidad de una prolongación ad infinitum)[xlviii].
Según especifica allí Aristoteles, pareciera que la magnitud puede
presentarse de manera concreta, como una cierta pluralidad de unidades, a
ser, la línea, el plano y el cuerpo, y si bien éste último es considerado
"perfecto", por contener a los dos, ello no quita que tanto la línea como
el plano sean concretos, extensos, y por tanto, en posesión de materia. Con
esto, podemos leer que los motores, lo mismo que los múltiples hombres, son
esencialmente uno, pero diversificados por la materia que es propia de cada
individuo.
A pesar de esta aclaración, podríamos seguir pensando en que considerados
como principios, podrían justificar la existencia de otros mundos. Pero un
capítulo más resta, por el cual daremos cuenta de cómo Aristóteles consigue
alcanzar la realización filosófica perseguida por Platón.

III. Dialogo (conclusión)
En Lambda 10, Aristóteles nos habla acerca de cómo se constituye el Bien en
el Universo: el orden se encuentra en el universo mismo pero tiene a la vez
por causa de algo que es separado y existente por si, un Principio
Superior, el cual logra que "todas las cosas estén ordenadas conjuntamente
a un fin único" (Met. XII 10, 1075 a 17). Para explicar esto, nuevamente
recurre a la analogía, donde el orden universal es como el de un
ejército[xlix], cuya buena disposición se mantiene por sobre todo en virtud
de la presencia de su general, aquel que, estando separado, transmite
orden[l].
Ahora bien, si hubiéramos de entender esto desde el campo de lo político,
diríamos que no es una monarquía la que se erige aquí sino el gobierno de
una multitud, que tomada en su conjunto, ejerce como jefe colectivo, de
acuerdo con 1292 a10. Entonces, los motores inmóviles son motivados por el
deseo hacia aquel Primero, no se someten a él[li]. En esta línea, Philip
Merlan[lii] postula que la palabra ((((( puede significar tanto 'cosa' como
'clase de cosa'. A partir de esto, la pregunta por la cantidad de entidades
podría entenderse como "si incluye la 'Entidad Superior' o la 'Entidad
Inmóvil' (considerada como la esfera del Ser)[liii] solo una sola entidad
(a saber una única entidad), o varias tales entidades". De esta manera,
vemos cómo el Primer Motor conjuga inmanencia y trascendencia, incluyendo
en sus cánones las características que compone la Idea del Bien platónica,
la cual, otorga a las cosas inteligibles su condición, su ser y esencia,
sin ser ella misma esencia, pues es algo superior en dignidad y poder (Rep.
509b-c).
Pero si aun así entendiéramos esta transformación de las Ideas como un
rechazo, podemos decir a partir de Moreau[liv] que eso no significa que
Aristóteles haya roto con el platonismo considerado en su espíritu, puesto
que, como hemos visto, de Platón ha recibido el legado de una cosmología
finalista.




























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[i][ii] Fernando Pascual (p.13) Fernando Pascual, L.C. "Amicus Plato, quia
amica veritas", en Alpha Omega, XIII, n. 1, 2010 - pp. 3-28.
[iii] Met A. 980b 20, 982a. Un prrafo antes hace allusion a la EN…
[iv] Werner Jaeger (1946: 202)
[v] Jaeger (1946: 203, 253-255)
[vi][vii] During p. 353: "A mi parecer este pasaje (habla de 1075 a 11-25)
muestra muy bien cómo él se esfuerza por fusionar lo específicamente
aristotélico con lo específicamente platónico, pues presenta 'al Bien' como
forma suprema y energeia pura, como fin supremo y al mismo tiempo como el
primer motor. De esta manera concilia lo característico del tagathon de
Platon con su propia doctrina sobre el nexo causal del acontecer natural.
[viii] Jaeger p.19
[ix] Jaeger p. 22
[x] Jaeger p.23. La Academia se encontraba sumergida en el desarrollo de la
dialéctica, retratada en los diálogos del último periodo de Platón
(Teeteto, Parmenides, Sofista y Político)
[xi] Jaeger p. 206. La metafísica original tomo forma en el periodo
inmediato a la muerte de Platon
[xii] (Jaeger p.222
[xiii] merlan p. 20 de mi traducción
[xiv] Merlan p. 4, estableciendo asi multiples principios en tanto que si
los números matemáticos no existieran, las magnitudes espaciales podrían
existir a pesar de ello; e incluso si éstas últimas no existieran, las
almas, y los cuerpos perceptibles por los sentidos podrían existir.
[xv] Met (N 3, 1090b19; L 10, 1076ª1)
[xvi] (During 336) esto es atestiguado por Aristoteles en Met. 1072b 30-
1073a1). ().
[xvii] Merlan 4, al ritmo de Aristoteles, establece una división tripartita
del Ser, donde encontramos: objetos de la sensación (por ejemplo cosas
dentro de la esfera celestial), objetos de la opinión o 'compuestos' ( por
ejemplo los cielos), y objetos del conocimientos ( por ejemplo cosas
próximas a la esfera celestial). Según Merlan, la primera de estas
divisiones no merece ningún comentario. Pero es interesante aprender por
qué los objetos dentro de la segunda división fueron calificados de
'compuestos' por Jenócrates: por un lado, son visibles y por consiguiente
objetos de la sensación, y, por otro lado, son el sujeto-materia de la
astronomía, y por ello objetos del conocimiento. Con lo cual, corresponden
exactamente con el reino aristotélico de lo Sensible y lo Incorruptible. La
tercera división, las cosas 'próximas a' la esfera celestial, naturalmente
nos recuerda, primero que nada, a las Ideas Platónicas ya que éstas, en el
Fedro, son localizadas 'mas allá del cielo'. Pero no debemos olvidar el
hecho de que esta expresión puede ser apropiadamente aplicada al Motor
Inmóvil de Aristóteles tanto como a las Ideas Platónicas.
[xviii] Jaeger 205-206
[xix] (Jaeger p.218
[xx] lo que se lograría, en primer lugar, con el abandono del dualismo y la
"separacion" de las Ideas (Jaeger p. 202).
[xxi] Por una cuestión de espacio, obviaremos el análisis de los capítulos
del 2 al 5..Solo diremos al respecto que el tratamiento de la entidad
sensible sirve a Aristoteles para explicar que sucede con el movimiento
desde ese plano hasta alcanzar el plano suprasensible
comienza por el tratamiento de la entidad sensible, por medio de la cual no
sólo postula el esquema acto-potencia, funcional también a la esfera
suprasensible, sino que al mismo tiempo se encarga de fomentar el abandono
de la "separacion" de las Ideas, lo que en lo sucesivo veremos resuelto a
partir de lo ya enunciado en estos capítulos: aquello que mueve todas las
cosas, al ser la primera de todas ellas (cap 4), "lo que es primero, en
estado de plena realización" (cap. 5). Esta referencia, que bien puede
aludir a las causas próximas, deja la ventana abierta a que se interprete
como si hablase del PMI, (cap. 5) lo que hara de aquí en más, a partir de
los capítulos 6 y 7.
[xxii] El mismo argumento se aplica para el tiempo. En 1071b10 Aristóteles
indica que es lo mismo o una afección del movimiento.
[xxiii] En Met.1071 b5 Aristoteles establece que "si todas ellas [las
entidades] fueran corruptibles, todas las cosas serian corruptibles", con
lo cual podríamos interpretar que de no existir estas sustancias, nada
existiría. ¿Por qué? Observamos que los movimientos regulares y
perfectamente idénticos de los cuerpos celestes comportan la característica
de ser circulares, un movimiento eterno e incesante el cual es "imitado"
por el devenir constante y la generación eterna de los cuerpos
simples[xxiv], los cuales tratan de aproximarse en lo posible al ser "para
siempre"[xxv].
[xxvi] Berti (2000, p..184) considera que es una versión más corta del
argumento sostenido en Física VIII 1, 251 b10-11.
[xxvii] energeia se puede traducir como "acto", pero también como
"actividad", entendiendo por actividad una acción perfecta. La coincidencia
de ambas acepciones es la que encontramos en el Primer Motor Inmóvil, cuyo
acto se define como la actividad más perfecta.
[xxviii] Vease Natali, trad de C.T.M. p. 15-16. Tambien Kahn (el texto
entero)
[xxix] expuesta en 1072 a5-20 y 1072b5-15. Omitiremos la discusión sobre la
causalidad final ejercida por el PMI, cuyo análisis depende de la
ambigüedad que se desprende de su doble acpecion, puesto que excede el tema
de nuestro trabajo.
[xxx] Kahn (1985, p. 2-3) Sostiene que existen dos enfoques con respecto a
la cuestión de hasta donde se extiende la influencia teleología del PM en
el mundo natural, de los cuales se inclina por la visión amplia, que
postula que existe una causalidad indirecta en sentido mecanicista (lo que
responde a lo sostenido por la visión estrecha), pero además, que existe
una causalidad directa del PM sobre el mundo sublunar o natural.
[xxxi] En el plano sensible, el ciclo eterno de generación y devenir no es
otra cosa que lo más próximo al ser "para siempre", siendo que todo en la
naturaleza aspira a la condición de divinidad; mientras que en el plano
suprasensible, el Primer cielo se mueve con movimiento incesante al ser
movido por la entidad eterna, que lo mueve sin estar en movimiento, como
mueven lo deseable y lo inteligible.
[xxxii] Para los seres humanos la actividad más perfecta, que nos otorga el
mayor placer, es el pensamiento (aunque nos desenvolvemos plenamente en
ella en determinado momento plenamente).
[xxxiii] Para un tratamiento especifico sobre la autocontemplación del
Primer Motor, véase Met. XII 9.
[xxxiv] Berti (2011, p. 156)
[xxxv] Met XII 7, 1072 b27
[xxxvi] During 334-5, dice que aqeui se denota la influencia de Banquete,
puesto que la búsqueda de lo realmente bello vs. lo que aparece bello
encuentra referencia en el discurso de Diotima. ELconcetpo de Eros no solo
esta presenre en Banquete, sino también en Fedro: con respecto a la
contemplación del amado y como el amante no debe dejarse llevar por lo
irracional y lo pasional, sino que ello debe servir para alcanzar la Idea
de Belleza.
[xxxvii] jaeger p. 392
[xxxviii] (Jaeger 394
[xxxix] Jaeger p. 393
[xl] During 333, 335, sobre la influencia de Timeo
[xli] Dicho interrogante parecía haber sido insinuado en 1071b20, cuando se
preguntaba por "… si es que también hay alguna otra cosa eterna".
[xlii] El argumento dice lo siguiente: primero, si hubiera muchos
universos, el principio de cada uno de ellos sería uno esencialmente (en
especie), y muchos numéricamente; segundo, cuando nos referimos a las cosas
numéricamente, hacemos alusión a que tienen materia; tercero, la esencia
primera no tiene materia pues es acto puro; cuarto, lo primero que mueve,
siendo inmóvil, es uno en cuanto a la noción y en cuanto al numero; por
tanto, puesto que uno es lo movido eternamente y sin interrupción, el
universo es uno.
Según Merlan, la imposibilidad de que hubiera otros movimientos, eternos e
independientes, en nuestro mundo, abriría la puerta a que pudieran tomar
lugar en otros. La necesidad de un número preciso de movimientos cierra de
esta manera tal posibilidad: "Es sólo bajo esta demostración suplementaria
que la conclusión 'debe haber un número de entidades (inmóviles)' (1074 a
21) es establecida definitivamente" (pag 9).
[xliii] "¿a semejanza de cuál de los vivientes[xliv] constituyó el
Constructor el mundo"(30c)?; "establezcamos que aquello de lo cual los
demás vivientes son partes –sea de manera individual o genérica-, a Ello se
asemeja el mundo más que a cualquier cosa" (30c); "el Dios, tras haber
decidido que el mundo se asemejara a la más bella y perfecta en todo
sentido de las cosas inteligibles, construyó un único viviente visible que
contuviera en su seno a todo aquellos vivientes que por naturaleza le son
afines"(30d).
Eggers Lan sostiene que "no hay una Idea de Mundo, ya que el mundo resulta
mas bien de la aplicación de un orden –con las Ideas como Modelo (y no solo
la Idea de ser vivo sino también de las Ideas de lo Mismo, de lo Otro,
luego de las de Fuego, Aire, etc – al desordenado devenir"
[xlv] Berti (2011 p.160. observa que debido a que los motores inmóviles
responden al status de ser dioses, no habría diferencia alguna con el
Primer Motor, el cual no sería el primero de los dioses, puesto que todos
los dioses están en el mismo plano
[xlvi] En De Generatione et Corruptione II, 10. 337 a21[xlvii], se
ofrecería una explicación cabal de ello, mas esta cuestión excede a nuestro
análisis. Sólo es expuesta aquí en consideración a una ulterior discusión
[xlviii] Platón establece que en primer lugar, el mundo visible es uno, en
tanto "ha de ser moldeado de acuerdo con el paradigma"; en segundo, el
modelo del cual se sirve debe abarcar la totalidad de los vivientes
inteligibles, con lo cual la existencia de un segundo modelo implicaría la
postulación de un tercero que contuviera a ambos, siendo aquéllos partes de
éste, y para justificar éste, habríamos de postular un nuevo Viviente, y
así infinitamente.
Los argumentos en pro de la unicidad, y en contra de infinitos mundos,
mostrándonos, a nuestro parecer, una tarea por parte de Platón de conciliar
el mecanicismo del devee de Platón de conciliar el mecanicismo del devenir
con su teleología.
[xlix] La palabra ούρανος se identifica con cielo, cosmos, universo y el
Todo.
[l] Sin embargo, como observa Cornford, aquí no está dando pruebas de que
no puedan existir más de un mundo, remitiéndose sólo a decir que sólo uno
fue creado.
[li] en 55c-d: "… con razón surgirá la pregunta de si hay que afirmar que
existen infinitos mundos o bien que [su numero] tiene limite. En cuanto a
la primera alternativa, [a saber] son infinitos, habrá que reconocer que se
trata de la opinión de alguien verdaderamente inexperto/ en aquellas cosas
en las que es preciso tener experiencia. En cambio, podrían plantearse
dudas mas razonables, si se insiste en el siguiente punto: si es pertinente
decir que, en verdad, los mundos son por naturaleza uno o bien cinco".
Dejando de lado la primera pregunta (Nota: Notamos que con respecto a la
primera respuesta, el juego de palabras mediante la palabra (((((((, apela
a que la infinitud de estos se comprende a partir del desconocimiento de su
imposibilidad por parte de aquel que lo sostenga) nos interesa la segunda
alternativa.Tal paree que aquí Platon estaría refiriendo a los soldiso
regulares y no a los elementos (ya que solo son nombrados cuatro) Ahora
bien, para Conrford, la sugerencia de la pluralidad de mundos aquí solo
referiría a la semejanza entre los sólidos regulares y los átomos. Siendo
así, la pregunta seria: ¿Por qué habría tantos mundos como sólidos
regulares? Más allá de que no hay una respuesta que alivie la incertidumbre
ante la actitud de Platón[lii], para él es una duda razonable pensar la
cuestión de los mundos a partir de los sólidos regulares, y es por eso que
no declara como inexperto a aquél que concibiera la posibilidad de un
número finito de mundos, dejando en suspenso esta posibilidad. Después de
todo, en el Receptáculo, "…otros objetos que son movidos y llevados siempre
hacia otro lado se separan entre si; tal como ocurre con las cosas que son
sacudidas y agitadas…en la tamización del trigo: las que son densas y
pesadas, / se dirigen a un lado: las raras y ligeras son llevadas a otro y
en él se asientan… el receptáculo separa entre si los géneros mas
desemejantes mientras que a los más semejantes los reúne lo más posible
para conformar una única cosa" (Tim. 52e7-53 a5)
[liii] referencia
[liv] "Es evidente que la ciencia de la naturaleza versa casi toda ella
sobre los cuerpos y las magnitudes y sobre sus propiedades y movimientos,
así como sobre todos los principios de esta clase de entidades. En efecto,
de las cosas naturalmente constituidas, unas son cuerpos y magnitudes,
otras tienen cuerpo y magnitud, y otras son principios de las que lo
tienen" (De Caelo I, 1, 268 a 1-5)
[lv] La pluralidad se determina por una enumeración, mientras que la
magnitud por una medición, en tanto es continua
[lvi] En Met. XII 9, 1075 a 10-15: "Ha de considerarse… de qué manera la
naturaleza del Todo posee el bien y la perfección, si como algo separado y
existente ello mismo por sí mismo, o como el orden, ¿o, tal vez, de ambas
maneras, como un ejército? Pues el bien de éste está en su buena
disposición, y lo es también el general, y con más razón éste. Éste, en
efecto, no existe por causa del orden, sino el orden por causa suya".
[lvii] Berti (2011, p.160) identifica el general del ejército con el Primer
Motor Inmóvil.
[lviii] Ross (1908, introducción, p. cxl).
[lix] Merlan (1946, p. 21).
[lx] Pero por otro lado, se postula la existencia de una Forma genérica
que, según Cornford[lxi], contendría a todas las criaturas vivientes
inteligibles, a ser, los cuatro géneros de los que hablará más tarde en
39e[lxii], que en términos platónicos, se entenderían como partes que
completan la totalidad del mundo[lxiii].
[lxiv] Moreau (1972: 24, 117)
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