Elementos para entender y potenciar uso de la terapia narrativa desde la lingüística cognitiva

June 19, 2017 | Autor: C. Castañeda Pineda | Categoría: Psychotherapy, Narrative Therapy, Cognitive Linguistics
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Elementos para entender y potenciar uso de la terapia narrativa desde la lingüística cognitiva











Carmen Castañeda Pineda

ensayo para la asignatura de axiomática crítica de la
Maestría en Psicoterapia Clínica
a cargo de la Dra. Juanita Camarena











Octubre 2015





Índice

Introducción

3
1. Breve explicación de los principales aportes de la lingüística cognitiva

4
2. Lingüística cognitiva y terapia narrativa

7
2.1. Lenguaje externalizador

7
2.2. Bautizar el problema

9
2.3. Tomar en cuenta aspectos políticos y sociales

10
Conclusión

12
Bibliografía
13




Elementos para entender y potenciar uso de la terapia narrativa desde la lingüística cognitiva

Por Carmen Castañeda
Otoño 2015
Introducción
En este ensayo se integran los estudios en lingüística cognitiva a las propuestas de la terapia narrativa bajo dos lógicas; la primera es la explicación de algunas operaciones cognitivas que funcionan de forma similar tanto en la lingüística como en la terapia narrativa, es decir, se trata de entender la terapia narrativa en términos de algunos conceptos de la lingüística cognitiva. En la segunda parte se retoman algunos preceptos básicos de la lingüística cognitiva de tal forma que podrían ayudar al terapeuta a entender estructuras de pensamiento y de construcción de la narración del consultante, se trata de potenciar una en términos de la otra.
Para ello organizamos la presentación en dos partes: una breve explicación de los fundamentos de la lingüística cognitiva; donde se explica el giro de entender al lenguaje desde los procesos mentales y las principales teorías en este enfoque. En la segunda parte se explica y amplía el entendimiento de la terapia narrativa bajo esos preceptos, para ello se toman tres elementos básicos de la terapia narrativa: el lenguaje externalizador, el bautizar el problema y el tomar aspectos políticos y sociales.
El lenguaje externalizador que se usa en terapia narrativa se relaciona con operaciones metafóricas que convierten al problema en objeto y con procesos cognitivos de corporización (embodied congnition), el hecho de bautizar al problema es análogo al proceso mental de personificar y categorizar, finalmente el retomar aspectos sociales trata de un proceso más elaborado, y es tarea del terapeuta, de conocer las metáforas estructurales dominantes en el discurso social.
El objeto no es explorar a profundidad estos conceptos sino integrar los conceptos básicos de dos disciplinas a favor de un entendimiento más amplio de la terapia narrativa



1. Breve explicación de los principales aportes de la lingüística cognitiva

La lingüística cognitiva forma parte de las ciencias cognitivas; disciplinas que estudian la cognición humana desde disciplinas como la psicología, neurociencias, filosofía y la inteligencia artificial. Además de estudiar a la mente/cerebro, lo que aglutina a estas disciplinas es que el conocimiento empírico está sobre el teórico de tal forma que pueda ser utilizado y aplicado a distintas áreas de manera integradora. Por ejemplo el hecho de tengamos procesadores de palabras (como el corrector de palabras, funciones de dictado, de corrección, tesauros) cada vez más inteligentes es resultado de la integración de avances en estas disciplinas.
La lingüística cognitiva considera al lenguaje como una capacidad integrada en la cognición general, o sea que incluye facultades como la percepción, la categorización y la memoria. Digamos que la diferencia esencial respecto a otros enfoques es que el lenguaje está integrado al pensamiento y a la acción, entonces estudiarlo (como lo hicimos en primaria) desde estructuras fijas de significado resulta irrelevante. Por ejemplo ¿en que ayuda a la construcción del significado el saber las propiedades, atributos, características contenidas en gruesos libros sobre gramática? , a saber:
manzana: sustantivo, femenino, singular más descriptores (+fruta, +XYZ)
Es contrario a entender los significados desde contextos más amplios de significación que ligamos a la acción y a la imagen, a saber:
manzana: manzana de Nueva York evoca imágenes y esquemas de comportamiento diferentes a manzana de Adán, a manzana de blanca nieves, a morder una manzana (como una fruta difícil de morder se usa para publicidad relacionada con dientes), etc.
Otras característica de este enfoque es que sentir y percibir es parte de la construcción de significado; como no podemos reaccionar ante todos los estímulos lingüísticos, reaccionamos ante algunos e ignoramos otros de acuerdo a criterios de relevancia (Sperber & Wilson, 1986). Cuando conversamos, cuando leemos o atendemos una clase, nuestra mente reacciona a ciertos enunciados, que nos hacen sentido en ese momento de acuerdo a la situación y experiencias particulares que estamos viviendo.
En Lingüística Cognitiva el significado en contexto es la esencia del lenguaje (la frontera entre semántica y pragmática no tiene tampoco ningún sentido), es decir, no se puede separar el significado lingüístico (lo que cada palabra o enunciado significa) del significado extra-lingüístico o enciclopédico, el significado enciclopédico tiene que ver con la cultura y la experiencia, la conocida investigación de Berlin & Kay (1969) donde muestran que el lenguaje se crea a partir de la categorización de las percepciones de acuerdo a la cultura es ejemplo de ello, prueba de ello es que los esquimales tienen nueve palabras para designar el color blanco y atiende a las diferentes características de la nieve. En español de México el "ahorita" puede significar todo (mucho más tarde, nunca, no te quiero hacer caso) menos "en un momento".
En términos conceptuales hay básicamente cuatro teorías que se han discutido, desarrollado, ampliado y donde se han hecho aportes de estudios empíricos, éstas son: las que hablan de la corporalidad del lenguaje, la semántica de marcos, los espacios mentales y la expansión de los conceptos de metáfora.
Bajo el tema de corporalidad tenemos la existencia de estructuras cognitivas que ordenan la manera de percibir de acuerdo a experiencias básicas de sensaciones. El hecho de que tenemos cuerpos y entendemos el mundo a partir de ello está reflejado en el lenguaje; desde la discriminación del arriba-abajo / dentro-fuera es que construimos significados y los dotamos de sentido, por ejemplo "tener algo de frente" así cerca de los ojos no es lo mismo que "tener algo en frente" o el hecho de que la palabra exprimir y expresar provienen de la misma etimología y tienen que ver con "presionar hacia afuera" (en exprimir lo que sale fuera es material, mientras que en expresar lo que sale son palabras). Mark Johnson (1991) desarrolla la idea y plantea la existencia de esquemas imagen que son patrones de estructuras que se repiten a partir de las interacciones perceptivas y dan coherencia a nuestra experiencia
La semántica de marcos (Fillmore, 1985) trata de sistemas de significados de acuerdo a esquemas de situaciones, si vamos a un restaurant seguimos guiones tanto de acción como lingüísticos: mesa para dos por favor, ¿nos trae la cuenta?, disculpe, ¿dónde están los baños?. Entonces estos esquemas (o marcos) se estructuran con base en las prácticas, las creencias y la experiencia, que es requisito para ordenar y entender la realidad.
La tercera teoría que representa a la lingüística cognitiva es la de los espacios mentales (Fauconnier, 1996), que después devino en belnding spaces (integración conceptual) (Fauconnier y Turner, 1998) estas no son de naturaleza lingüística sino que son operaciones cognitivas; Los espacios mentales son contenedores temporales de la información relevante sobre un dominio en un momento dado. Un espacio mental es una representación parcial de las entidades y sus relaciones que encontramos en un escenario percibido, imaginado o recordado por un hablante, puede evocar otros espacios y mezclarse (blending).
Finalmente tenemos el concepto de metáfora (Lakoff y Johnson, 1980), que aboga porque todo el lenguaje es metafórico en tanto que usamos un tipo de estructuras muy básicas y concretas para entender otras complejas y abstractas. Por ejemplo la estructura EL TIEMPO ES DINERO está culturalmente en nuestras acciones y pensamientos y nos ayuda a entender el tiempo que es abstracto en términos del dinero que es concreto y relevante en la cultura, entonces el tiempo se posée, se presta, es un bien valioso, etc: "¿tendrás 5 minutos?" " ahórrate tu tiempo" "no malgastes tus tardes en ocio", etc. Otro tipo de metáforas son las ontológicas, cuya función principal es la personificación de entes que son más fáciles de comprender si les atribuimos actitudes humanas o si simplemente los dotamos de un cuerpo y personalidad; "tenemos que enfrentar la inflación", "este ensayo me está matando". Finalmente las metáforas orientacionales son las que retoman conceptos de arriba-abajo, adelante-atrás y las maneras en que se insertan en la cultura, por ejemplo arriba es bueno, abajo malo, reflejado en el lenguaje: "ando en el inframundo" "estar en la cima del mundo".
Esta breve explicación sirve para entender que la significación desde la lingüística cognitiva se explica desde marcos referenciales que incluyen operaciones que tienen que ver con la cultura, con las prácticas sociales, con operaciones que tienen que ver con la selección, la categorización y la memoria. En la siguiente sección se explora cómo esa lógica de comprensión ayudaría a entender los supuestos de la Terapia Narrativa y a complementarlo

2. Lingüística cognitiva y terapia narrativa
En esta sección no se trata de dar explicaciones extensas sobre los planteamientos de la terapia narrativa (TN), se da por hecho que el lector tiene una visión global del enfoque (sobre todo del planteamiento epistemológico que está detrás de las propuestas postmodernas). Se trata de entender la lógica cognitiva que opera en los elementos que describen a la terapia narrativa y a partir de ello ampliar nuestros esquemas mentales de acción como terapeutas. Se retoman los siguientes perfiles de la práctica: a) el lenguaje externalizador, b) el bautizar el problema y c) el tomar aspectos políticos y sociales. Se eligen estos tres por ser los más representativos y porque son los que detonan interesantes ligas con la lingüística cognitiva.

2.1. Lenguaje externalizador
Un elemento esencial de la práctica de la TN es que el problema está separado de las personas, no está dentro sino fuera de ell@s. El terapeuta emplea un lenguaje que transmite que el problema tiene efectos sobre la persona, en lugar de ser parte de ella. Es diferente decir/pensar "Juan es sucio" a "la suciedad se apodera de Juan", el terapeuta no dice "te deprimiste" sino "la depresión invadió tu vida" (Payne, 2002). El hecho de tener el problema FUERA de nosotros, desde la percepción y por tanto del lenguaje genera, de acuerdo a Lakoff y Johnson (1980), la metáfora ontológica: LOS PROBLEMAS SON OBJETOS, que implica entender los problemas abstractos en términos de objetos concretos, de ahí que las operaciones cognitivas que se aplican a los objetos se puedan aplicar a los problemas, a decir: tomar distancia, hablar de él desde distintas perspectivas, manipularlos, verlos como entidades distintas a nosotros.
Desde nuestra corporalidad y a un nivel de esquema de imagen (Johnson, 1987), nos permite también ubicar a nuestro cuerpo como contenedor; a nivel material es fácil y obvio: contenemos agua, órganos, huesos, músculos, a nivel inmaterial y en el terreno de lo abstracto contenemos emociones. Lo novedoso del enfoque es la posibilidad de visualizar las emociones en primer lugar como algo material y en segundo lugar como algo fuera de nosotros, de tal forma que esos entes llamados emociones se materializan y se ubican fuera de nosotros mismos.
Corporeizar significa también incorporar elementos que operan en la naturaleza y que describe la física, por ejemplo las fuerzas. Ellas están contenidas en todos y cada uno de los componentes del universo, el esquema imagen fuerza se puede describir a través de los vectores: cuyas características son dirección, intensidad y sentido (Johnson, 1987). Esta idea ayudaría a ampliar la idea de la externalización del Problema en TN: dirección, intensidad y sentido sirven como categorías, tanto al terapeuta como al consultante, para ampliar el conocimiento que tenemos del problema y para entenderlo también desde otra perspectiva, además de vislumbrar las historias implícitas.
Ejemplo:
Un padre de familia dice para externalizar el problema:
"C69: es que el monstruo se apodera de mi y me hace enojarme terriblemente y gritarles a mis hijas, he querido morir cuando estoy en ese estado"
Para saber más del problema en la lógica de esquema imagen de fuerza vector:
Sentido: ¿de dónde proviene el monstruo? ¿en qué situaciones aparece? ¿qué lo hace enfurecer?
Dirección: ¿hacia quién se dirige? ¿hacia qué se dirige el monstruo? ¿cuál es su objetivo?
Intensidad: ¿qué hace que se prenda o se calme el monstruo? ¿qué lo hace hacerse grande? ¿qué lo debilita?
Ya el enfoque de TN indica que se deben hacer preguntas de este tipo, las llaman preguntas de influencia relativa (Payne, 2002), el objeto es saber la influencia que el problema tiene en la vida de la persona y la influencia que tiene la persona en la vida del problema. Esto atiende a una lógica de reciprocidad y el planteamiento desde el esquema imagen fuerza vector se ubica en el problema mismo. Me parece que esta otra lógica complementaría la comprensión del problema porque incluye una estructura que usamos para entender esa y muchas otras situaciones de la vida y de las fuerzas del universo y de la tierra y sirve además como esquema estructurador de las narraciones.
Se ha revisado la externalización del problema desde tres aspectos de la Lingüística Cognitiva: 1) la metáfora estructural: LOS PROBLEMAS SON OBJETOS, 2) desde el concepto de corporeidad al entender los problemas FUERA de la persona y 3) desde el esquema imagen fuerza-vector. Los puntos 1 y 2 han servido para ampliar nuestro entendimiento de la TN desde conceptos cognitivos del lenguaje, 3 ha ampliado la perspectiva porque ofrece una manera distinta de entender cognitivamente al problema. La revisión no ha sido de ninguna manera exhaustiva, se podrían ampliar estos conceptos sobre todo en estudios empíricos que develen tanto las estructuras metafóricas como los esquema imagen presentes en el concepto PROBLEMA . Incluso se podría ampliar aún más la pesquisa si incluyésemos la estructura presente en la "narrativa del conflicto" que si bien pertenece al campo de la narratología, y es estructural, se podrían tender puentes desde la TN al campo de lo cognitivo.

2.2. Bautizar el problema
Dice Payne (2002) que el bautizar el problema "añade énfasis y concreción, permite a la persona sentir que controla su problema y posibilita la externalización" (p. 27), Epston y White (2008) ponen el citado ejemplo de la "caca malvada", problema al que bautizaron así porque ella sale cuando se le da su gana y se aprovecha de Tommy sobre todo cuando duerme.
Podemos entender esta práctica de la TN desde la lingüística cognitiva bajo dos conceptos: la metáfora ontológica y la teoría de prototipos (ésta última no se menciona en la primera parte de este escrito pero nace a partir de estudios del contexto. Experiencia y cultura son palabras clave para entenderla).
Una de las principales funciones de la metáfora ontológica es la personalización, se trata de atribuir características de personas a otros entes. En el ejemplo de la "caca" se personaliza por medio del atributo "malvada", pero no solo eso, la "caca" adquiere inmediatamente toda facultad de pensamiento y acción propia de los humanos. Cognitivamente la operación consiste en hacer del adversario algo no solamente nombrable y visible, sino que lo convierte en un oponente digno de ser encarado. Personalizamos todo el tiempo, lo hacemos para entender aspectos de la vida en aspectos de lo propiamente humano. De hecho de la metáfora estructural LA MENTE ES UN OBJETO FRÁGIL derivan varias ontológicas, por ejemplo: "estar bajo presión" "la euforia me sacó lo mejor" "el enojo saca lo peor de mi" , etc. Bautizar el problema por lo tanto , no solamente significa darle un nombre al problema, significa también dotarlo de personalidad de tal manera que pueda ser manipulado y encarado.
Ahora bien, lo que puede o no hacer el consultante contra el problema bautizado, la manera en que lo relata, el contexto en el que lo sitúa, tienen que ver según la TN con descripciones múltiples y contradictorias, con matrices de conceptos y creencias a través de las cuales entendemos nuestras vidas, esto mismo desde un proceso cognitivo del lenguaje tiene que ver con categorizar, es decir, con nombrar, ordenar y jerarquizar de acuerdo a nuestra experiencia. De acuerdo a la teoría de prototipos (Kleiber, 1995) existen niveles para ordenar dicha experiencia; nombrar a un nivel subordinado (normalmente son adjetivos, atributos, tipos, por ejemplo: boxer) nos da menos información que si nombramos a un nivel base (siguiendo con el ejemplo: perro) y tendremos aún más información a un nivel supraordenado (animal). Teniendo esto en cuenta como terapeutas, en el proceso de encontrar un nombre podemos junto con el consultante asegurarnos de que los niveles estén cubiertos, en el ejemplo de Epston y White no sería suficiente "caca" porque cubre solo el nivel base, "caca malvada" cubre nivel base y subordinado, platicando con el consultante tal vez podamos concluir que el nivel supraordenado es "enemigo" o "aliado", o enemigo en unas situaciones, aliado en otras. No se trata de llenar las casillas con nombres, se trata de nombrar significados de acuerdo a las maneras en que nuestra mente organiza las experiencias.

2.3. Tomar en cuenta aspectos políticos y sociales
La TN asume que los factores sociales, políticos y culturales afectan la vida de las personas (Payne, 2002), en el fondo esto quiere decir que las personas conocemos el mundo desde los presupuestos que tenemos y que estos presupuestos se conforman tanto de la experiencia subjetiva previa como de las normas y suposiciones de las micro y macrosociedades en las que vivimos.
El papel de la lingüística cognitiva en este apartado es apasionante, por cuestiones de tiempo solo desarrollaré la idea de que dichas normas y suposiciones de las sociedad/comunidad en que vivimos están contenidas en metáforas estructurales.
Una metáfora estructural son actividades y experiencias contenidas en conceptos muy abarcativos, no es de orden lingüístico, es de orden mental. La tarea en terapia será entonces de orden metacognitivo (y habrá que reflexionar si es tarea solo del terapeuta o de ambos), es decir, encontrar, ordenar y jerarquizar los relatos desde la perspectiva de la cultura en la que están inmersos. Desde la perspectiva de la metáfora cognitiva esto es posible de sistematizar.
Para ilustrar esta idea me referiré al libro de Susan Sontag, la enfermedad y sus metáforas (2003) , Sontag es conocida por sus escritos polémicos en torno al poder y la cultura, éste escrito lo escribe al enterarse que tiene cáncer y analiza las metáforas dominantes respecto a esta enfermedad: como mortal, como enfermedad célebre del siglo XX (contrario a por ejemplo la enfermedad célebre del sXIX, la tuberculosis), como de desintegración física, como nociva y devastadora. Ante esto último Sontag asocia la metáfora militar; describe cómo el cuerpo se concibe como un campo de batalla, donde los aliados (campo médico) usan sus remedios más fuertes contra el enemigo poderoso y dejan al cuerpo (el campo de batalla) completamente debilitado, perpetuando así la metáfora ideal de la degradación física. Suma a esto la metáfora de individuo que sucumbe al cáncer visto como un ser que tiene una suerte de padecimiento psíquico de inhibición de impulsos y pulsiones; un consumidor empedernido, el que no se alimenta de manera balanceada, el fumador, un reprimido. Para la creencia social, alguien con estas características es el candidato ideal para desarrollar cáncer. Para Sontag es esencial el sacar a flote las metáforas culturalmente dominantes porque "hay que ponerlas en evidencia, criticarlas, castigarlas, desgastarlas" (p.85) y, dirá el terapeuta, transformarlas.
Este ejercicio es estructurador: estructura el discurso de la problemática del consultante en marcos de representación más allá de si mismos, los ayuda y nos ayuda a nosotros como terapeutas a entender los esquemas y guiones bajo los que pensamos y actuamos pero que no son parte de nosotros. Y resulta útil explicarlo en términos de metáfora cognitiva estructural, porque se requiere de evidencia lingüística (histórica, social y cultural) que corrobore la coherencia interna de la estructura. El reto estará en las habilidades metacognitivas del propio terapeuta y la manera en que pueda elicitarlas en los consultantes así como en la asignación de tareas de investigación para el terapeuta , que por su puesto van más allá del tiempo que se designa a la terapia.
Conclusión
El presente ensayo es un ejercicio de integración de dos disciplinas: la lingüística y la psicoterapia, siendo el lenguaje un elemento central en la práctica psicoterapéutica parece urgente el integrar los hallazgos en materia de integración de teorías, de evidencia empírica y de formulación de hipótesis conjuntas de trabajo.
Esta integración es sin embargo posible bajo paraguas epistemológicos similares, es decir, la lingüística cognitiva y la terapia narrativa comparten los supuestos del construccionismo social, donde lenguaje, pensamiento y acción son elementos inseparables y determinados por contextos particulares, de tal forma que la función del lenguaje no es comunicativa (y esto ya es un axioma bastante rudo para el pensamiento de quienes nos formamos en el sXX) sino que atiende a objetivos estratégicos determinados por situaciones particulares.
Bajo esa advertencia es que podemos adherirnos a la tesis de que las operaciones cognitivas descritas en lingüística detonan procesos de transformación en psicoterapia, a decir: 1) que externalizar el problema es una práctica en terapia narrativa que implica un proceso cognitivo donde el problema se convierte en un objeto separado de nuestro cuerpo, 2) que al bautizar al problema se activan mecanismos de personificación y categorización que nos permiten definir y enfrentar el problema y 3) que situar la problemática en discursos más amplios e identificando la metáfora cognitiva dominante, nos permite evidenciar y transformar los supuestos y normas bajo los que operamos al estar dentro de ellos.
Queda mucho por decir sobre la integración de estas dos disciplinas, por ejemplo desde la narrativa: ¿cómo se resuelve la estructura del conflicto (en literatura) y cómo se podría integrar como estrategia en terapia?, desde la lingüística estructural: ¿cómo servirían los modelos de estructuración del relato (por ejemplo el esquema de Greimàs) para lo que sucede en terapia?. ¿habría una relación entre metáfora dominante y la saturación del problema en TN?.
A un nivel personal también me pregunto si esta ola de ideas me servirían para mejorar mi práctica como terapeuta o sólo me emocionan dado mi carácter reflexivo.


Bibliografía
Berlin, B. y Kay, P., (1969). Basic color terms, their universality and evolution. Berkeley: University of California Press
Epston, D. y White, M., (2008). Medios narrativos para fines terapéuticos. Barcelona: Paidós.
Fauconnier, Gilles & Mark Turner. (1996). "Blending as a central process of grammar", en Goldberg, A. (ed.), Conceptual Structure, Discourse and Language. Stanford, CA: CSLI Publications. 113-130
Fauconnier, Gilles & Mark Turner. (1998). "Conceptual integration networks", Cognitive Science 22 (2): 133-187.
Fillmore, C. J. (1985). "Frames and the semantics of understanding". Quaderni di Semantica 6, 2: 222-253.
Johnson, M. (1987). The Body in the Mind: The Bodily Basis of Meaning, Reason, and Imagination. Chicago: University of Chicago Press.
Kleiber, G. (1995). La Semántica de los prototipos. Categoría y sentido léxico. Madrid, Visor.
Lakoff, G. y Johnson, M. (1980). Metaphors We Live By. Chicago y Londres: The University of Chicago Press.
Payne, M. (2002) Terapia Narrativa, una introducción para profesionales. Barcelona, Buenos Aires, México, Paidós.
Sontag, S. (2003) La enfermedad y sus metáforas, El sida y sus metáforas. Buenos Aires, Taurus
Sperber, D. y Wilson, D. (1986). Relevance. Communication and Cognition. Oxford: Basil Blackwell.


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