Elementos de armamento y mundo funerario en Hispania (siglos V-VIII)

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RAÚL CATALÁN RAMOS

Figura 16.5. Sax recuperado en el Enterramiento 66 de Pla de l’Horta (LLINÁS, 2008)

Figura 16.6. Kurzsax procedente de la Tumba 7000 de Loranca (imagen de Pilar Oñate, inédita)

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mente. A estos tres ejemplares podrían añadirse otros como el recuperado en la necrópolis de Elorz, en Navarra, o los procedentes de las sepulturas 11 de Daganzo (Fernández-Godín, Pérez de Barradas, 1931) y 139 de Madrona (Jepure, 2011). Sin embargo, los tres primeros destacan por la circunstancia de que cuentan con un contexto arqueológico muy fiable, que permite establecer con seguridad su asociación al resto de elementos de ajuar. En base a ellos, se ha podido constatar su vinculación con hebillas de cinturón con aguja de base escutiforme, lo que viene a situar su cronología a partir del primer tercio del siglo vi. Su morfología es sencilla, ya que se trata de cuchillos con hojas que suelen superar los 15  cm de longitud y los 3 de anchura, alcanzándose longitudes totales que rondan los 25 cm. Gracias a su posición en las sepulturas se ha podido corroborar que este tipo de puñales se llevaban suspendidos en posición horizontal o ligeramente oblicua sobre la zona ventral, al igual que se ha constatado en las necrópolis francesas o alemanas. El mejor ejemplo hasta la fecha de esta forma de suspensión en territorio peninsular lo proporciona el ejemplar procedente de la sepultura 7000 de Loranca, en la que se aprecia claramente la posición inclinada del pu-

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